Aldeacentenera. Tras Las Huellas Del Jinete / José Antonio Ramos Rubio
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ALDEACENTENERA Tras las huellas del jinete José Antonio Ramos Rubio Cronista oficial de Trujillo Aldeacentenera. Tras las huellas del jinete. Autor: José Antonio Ramos Rubio Edita: Diputación Provincial de Cáceres Diseño y maquetación: Departamento de Imagen de la Diputación de Cáceres Imprime: Imprenta Provincial de la Diputación de Cáceres. Depóstito Legal: Cáceres, diciembre de 2018 A mi amigo Tino Escribano Ruiz, por sus buenos consejos PRÓLOGO ..............................................................................................................7 INTRODUCCIÓN .................................................................................................9 I.- EL MEDIO NATURAL .................................................................................13 II.- LA HISTORIA ...............................................................................................39 III.- LAS MANIFESTACIONES ARTÍSTICAS ............................................101 1.- La iglesia parroquial de San Bartolomé ...............................................101 2.- Ermita de Nuestra Señora de los Santos. La devoción y el culto a la Virgen ..............................................................................117 3.- El puente del Conde ...............................................................................141 4.- Cruces de término ..................................................................................153 IV.- TRADICIONES POPULARES ................................................................167 V.- Cuento: El enigma del jinete Vettón .........................................................187 VI.- BIBLIOGRAFÍA ........................................................................................203 PRÓLOGO Con buen fin y noble afán, José Antonio Ramos ha querido recuperar la vida social y cultural de Aldeacentenera en esta obra completísima, sacando a la luz restos arqueológicos que yacían hundidos en las nebulosas ciénagas del pasado, haciéndolos volver a la memoria. Y así, realiza lo que más le satisface, como es exhumar rincones históricos, encender velas en los archivos, aventar la penumbra del olvido histórico, de hechos y personajes, y levantar el polvo de la incuria que yace en dormidos legajos, papeles y documentos. Estamos ante un trabajo de investigación que se vertebra en los siguientes apartados: el medio natural, las obras artísticas, los restos arqueológicos y la historia más inmediata, las tradiciones populares, con un nutridísimo cúmulo de datos, notas a pie de página, fechas, relatos minuciosos y otros detalles, que evitan cualquier duda o reticencia sobre el desarrollo del contenido ex- puesto, tras constatar los seguros pasos que el autor va dando en el proceso histórico. Asimismo, ha conseguido con esta obra ensalzar a aquellos hombres y mujeres sencillos de nuestro municipio, pero que han adquirido una enorme importancia por sus hechos y virtudes, buceando en sus raíces. Este libro será un cauce importantísimo con el que podamos sentirnos muy orgullosos de nuestro pueblo y de los personajes que hicieron historia. Es, verdaderamente, un libro que se caracteriza por ser testimonio sincero, realizado con un método riguroso y complejo como nos tiene acostumbrado José Antonio en sus trabajos de investigación. Un libro escrito con inteligencia para que quienes nos sucedan y sientan interés por conocer la historia y el arte de Aldeacentenera, dispongan de un referente al que acudir y donde encontrar el incentivo para continuar la labor emprendida por José Antonio. Sofía Gutiérrez Rodríguez Alcaldesa de Aldeacentenera 7 INTRODUCCIÓN Está plenamente demostrado que todos los pueblos y lugares, por humildes que sean, conservan entre sus calles, bajo las bóvedas de su iglesia parroquial y ermitas, hechos históricos de su pasado, que por vía oral, tradición y en documentos escritos, se han ido transmitiendo a lo largo de la historia, hasta llegar a nuestros días. Entre los años 1985 y 1988 tuve la enorme suerte de participar en las ex- cavaciones arqueológicas llevadas a cabo en el Castro de La Coraja por el Departamento de Historia Antigua de la Universidad de Extremadura, como ayudante de campo. Tenía una enorme ilusión por investigar y escribir sobre la historia de esta villa. Por ese motivo y otros muchos como los lazos de amistad que me unen a muchas familias de esta localidad, he intentado trans- mitir mis conocimientos con emoción, con autenticidad, con humildad, y con un entusiasmo contagioso, que espero que infunda ilusión por leer esta obra. En esta obra he puesto de manifiesto la riqueza histórico-artística de un municipio perteneciente al partido judicial de Trujillo que nos ha legado su pasado patrimonial y espiritual. Aldeacentenera acumula tanta información histórica que quien nunca haya buceado en su pasado no puede imaginarse la enorme riqueza que atesora tanto en el propio municipio como en los parajes que le circundan, sírvase como ejemplo el lugar de Centenera, lugar que fue anexo, o el poblado vettón de La Coraja. La Tierra de Trujillo es una Comarca que recibe el nombre de su capital, Trujillo. La historia de los pueblos de la Tierra de Trujillo está íntimamente ligada a la historia de la ciudad trujillana. Aldeacentenera perteneció a Trujillo como arrabal. El territorio y los lugares que configuraban jurisdiccionalmente la tierra de Trujillo desde la Baja Edad Media la convirtieron en la segunda comunidad de Villa y Tierra más extensa de Extremadura; con una superficie de más de 300.000 hectáreas y un número importante de aldeas y lugares, que estaban supeditados política, fiscal y económicamente a la Ciudad de Trujillo. El pueblo de Aldeacentenera se encuentra situado en las estribacio- nes de la Sierra de las Villuercas. Está en una hondonada entre dos cerros que la dominan: uno, llamado Cerro del Bote y de las Viñas, y otro denominado Caramanchón y Tomillar. Por el norte, el terreno es un poco más llano y se 9 José Antonio Ramos Rubio divisan los más hermosos panoramas: el puerto de Miravete, la Sierra de las Villuercas y las alturas de la Sierra de Gredos, cuyas cumbres están nevadas durante el invierno. El río Almonte atraviesa el término municipal, de saliente a poniente, a unos 6 km del casco, sirviendo de límite a dicho término con los de Berzocana y Deleitosa. El Almonte tiene como afluentes, por la izquierda, los riachuelos de Garciaz y Arroyo Mojón entre los menos importantes. Entre sus monumentos más señeros destaca laiglesia de San Bartolomé, que consta de una nave de moderadas proporciones, cabecera semicilíndrica con bóveda de horno y una esbelta torre con cornisas bien molduradas. En su interior se conservan bienes muebles de interés artístico. Todo este trabajo ha sido elaborado con una importante labor de campo en la que se ha ido comprobando y completando la información recogida me- diante visitas a los diferentes asentamientos arqueológicos del territorio que comprende Aldeacentenera, así como el estudio completo de su iglesia parro- quial y los importantes bienes muebles litúrgicos que aún conserva, su case- río y sus tradiciones populares. Hemos de tener en cuenta que la historia es, fundamentalmente, historia ciudadana. Sería esfuerzo inútil querer describir una población como Aldeacentenera quedándonos solamente en el estudio de la morfología urbana. He estudiado minuciosamente todos y cada uno de sus bellos rincones, pero para captar su esencia he tenido que partir de sus orígenes, de personas ilustres, acontecimientos señalados, fechas importantes, evocaciones nostálgicas del pasado. No escatimando en esfuerzos para inves- tigar arqueológicamente el territorio municipal, siendo el resultado de esta investigación la aparición de restos protohistóricos y medievales en la zona, desconocidos hasta el momento. Un proyecto encaminado a la reconstrucción de su historia sobre el te- rritorio, a sentar las bases del enorme potencial que posee Aldeacentenera, teniendo en cuenta la divulgación cultural de los resultados obtenidos y la preparación de este importante lugar para que pueda ser visitado y por tanto generador de turismo y, en definitiva, de concienciación del respeto social a nuestro rico patrimonio histórico-artístico. Aportando medios para la mejora de la calidad de vida de la zona, desde el punto de vista económico y cultural. Quiero expresar mi agradecimiento a mis amigos don José Gil Barrado y doña Rosi Rentero; a mi incondicional amigo don Juan Díaz Bernardo por su gran ayuda en la maquetación y diseño de la obra. A don Manuel Murillo, don Manuel Mariscal Tovar; a don Ignacio Plaza Rodríguez por su amistad y por los interesantes datos que me facilitó; a mi amigo don Ezequiel Monterroso por haberme acompañado en las visitas que realicé a la Aldeacentenera, la localización de restos arqueológicos y por la información antropológica 10 Aldeacentenera. Tras las huellas del jinete que me ha facilitado; a doña Carmina Mariscal Lorenzo por su gran ayuda. A mis amigos don Julio Esteban Ortega, don Santos Bayal Jácome y don Francisco Pérez Solís. A don José María Vivas Moreno. A don Juan Valadés Sierra -director- y a don José Miguel González Bornay, Técnico Superior de Arqueología del Museo Provincial de Cáceres. A mi amigo Francisco Muñoz Jiménez. Un recuerdo especial a doña María Murillo Mariscal. Y, por supues- to, a la Alcaldesa doña Sofía Gutiérrez Rodríguez por haber acogido con tanta ilusión esta iniciativa. Esta obra ha sido editada gracias al proyecto cultural que inició hace algunos años la Presidenta de la Diputación Provincial