SOBRARBE Revista del Centro de Estudios de Sobrarbe, n.º 12.1.2

Las colectividades REVISTA del Centro de Estudios de

Sobrarbe

N.º 12.1.2

Centro de Estudios de Sobrarbe

INSTITUTO DE ESTUDIOS ALTOARAGONESES Consejo de Redacción: Jesús Cardiel Mariano Coronas Joaquín Guerrero Manuel López José Ramón Monclús José Antonio Murillo José Manuel Murillo Severino Pallaruelo Emilia Puyuelo

Coordinador: Manuel López Dueso

Portada: Milicianos en el valle de observando a un pastor realizar “peducos”. El segundo por la izquierda es Antonio Dueso Gistau, y la segunda por la de- recha, su hermana Esperanza Dueso Gistau, de Boltaña. Primavera de 1937. (Colección: Mercedes Ara Capalvo)

Redacción y Administración: Centro de Estudios de Sobrarbe Plaza Mayor, n.º 1 22340 BOLTAÑA ()

Depósito Legal: Hu. 62/1995 I. S. S. N.: 1136-4173 Imprime: Gráficas Alós. Huesca Índice

José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell, Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo (1936-1938) ...... 9

Capítulo 1. La vida en la montaña en los años 30 ...... 23

Capítulo 2. El estallido de la Guerra Civil y sus repercusiones en la comarca del Sobrarbe ...... 45

Capítulo 3. Nacimiento de las colectividades y primeros pasos hacia una federación comarcal ...... 64

Capítulo 4. La recuperación de la legalidad republicana y la expansión del experimento colectivista ...... 85

Capítulo 5. La militarización de la comarca y el asalto a las estructuras colectivistas ...... 98

Capítulo 6. La disolución de las colectividades y el fin de la guerra en el Sobrarbe . 118

Conclusiones ...... 134

Fuentes documentales ...... 138

Bibliografía ...... 140

Anexos ...... 143

INTRODUCCIÓN

La amplitud del material recopilado sobre el tema de la guerra civil en Sobrarbe nos conduce a dividir el primer volumen de los dos que dentro de la revis- ta Sobrarbe inicialmente decidimos realizar. Ante la longitud de dos aportaciones que compondrían este primer volumen, resolvimos subdividirlo, generando dos to- mos, de los cuales este acoge el trabajo resultado de la VI Ayuda a la Investigación “Sobrarbe” concedida por este Centro de Estudios de Sobrarbe a José Ramón Oliva y Amber Jane Sewell, quienes investigaron sobre “Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo (1936-1938)”. En aquel conflicto iniciado en 1936, hace ahora 80 años, para muchos adoptó matices de “revolución”, en especial por la nueva visión económica, social y política que desde el mundo libertario se trató de imponer en el Aragón republicano. Para un mundo como el de Sobrarbe, donde el sistema de la “casa” y el patrimonio eran la base del sistema social e incluso donde existían experiencias comunales, en espe- cial en la explotación de los puertos y montes, ese “nuevo mundo” que proclamaba el libertario Buenaventura Durruti en 1936 suponía tal dislocación que se conservó en la memoria de los que lo vivieron. En su imagen predomina lo anecdótico, casi un tópico, de que fueron los más pobres quienes se aprovecharon de tal experiencia. Pero fue más allá de esto, si leemos el trabajo de José Ramón Oliva y Amber Jane Sewell, donde muestran cómo se reorganizó también la vida política, con la creación de consejos locales y otros hechos que dejaron huella en la memoria. Resulta difícil extraer conclusiones sobre este proyecto socioeconómico, so- bre su triunfo y fracaso, más aún al considerar que el desarrollo del conflicto, la recuperación del orden por el gobierno republicano a partir del verano de 1937, así como la imposición del dogma “primero la guerra, después la revolución” con- trapuesto al libertario que situaba en paralelo guerra y revolución, y finalmente el avance franquista en marzo de 1938, puso fin drásticamente a aquel experimento. Las características sociales y económicas de Sobrarbe, su situación durante el conflicto frente al predominio en las tierras del Bajo Cinca, o Bajo Aragón de procesos colectivizadores más conocidos, han hecho que las referencias existentes sean reducidas, pero en su trabajo, José Ramón Oliva y Amber Jane Sewell han reunido la escasa información y permiten crear una imagen más global de esa experiencia en la comarca. Del éxito o no de esa experiencia, incluso los escritores libertarios que narraron tales prácticas, muestran discrepancias: Alardo Prats, en pleno conflicto, señala respecto a las colectividades que otras“ se aproximan en el buen orden y prosperidad de su marcha a la de : son las de Binéfar, , , Aínsa, Esplús, Angüés, Ontiñena, Alcañiz, Híjar, Puebla de Híjar, , Pallaruelo de Monegros, , Monzón y otras muchas”1; frente a un artículo poste- rior firmado por Robert Lefranc, quien cita, aunque sin nombrarlo, a Gastón Leval, dice que “no conozco más que dos casos de retroceso [del proceso colectivizador]: el de Aínsa, en los Pirineos, donde el espíritu individualista, y no el fracaso económico, ha reducido la Colectividad a una proporción minoritaria; y el de Boltaña, cerca de Aínsa, donde la Colectividad desapareció”2. Esperamos que este texto contribuya a conocer el pasado de esta comarca en uno de sus periodos más críticos y complejos, así como recuperar del olvido rea- lidades que hoy nos resultan tan ajenas. Manuel López Dueso Coordinador

1 PRATS y BELTRÁN, Alardo (2006 [1937]): Vanguardia y retaguardia de Aragón, Sevilla, La Espue- la de Plata, pág. 121. 2 Pág. 3 en LEFRANC, Robert, 18-7-1948, “Principios y tendencias de las colectividades españolas”, Solidaridad obrera. AIT. Órgano del Movimiento Libertario en Francia, pp. 1 y 3. Fragmento de un vale: “Viva el Comité local de Castejón de Sobrarbe y todos los Comités Nacional, Provincial y comarcales y Locales y todos en General. Viva la Revolución Social” (Colección: José Antonio Talón Escapa)

SOBRARBE Revista del Centro de Estudios de Sobrarbe, n.º 12.1.2

Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo (1936-1938)

Por José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell Mayo 2007

Obrar de suerte que, desde el primer día de la revolución, el trabajador sepa que una nueva era se abre ante él; que en lo sucesivo nadie se verá obligado a dormir debajo de los puentes, al lado de los palacios, a permanecer en ayuno mientras haya alimentos, a tiritar de frío junto a los almacenes de pieles; que todo es de todos, tanto en realidad como en principio, y que al fin se produce en la historia una revolución que piensa en las necesidades del pueblo antes de darle la lección acerca de sus deberes. Esto no podrá realizarse por decretos, sino únicamente por la toma de posesión inmediata, efectiva, de todo lo necesario para asegurar la vida de todos; tal es la única manera verda- deramente científica de proceder, la única que comprende y desea la masa del pueblo. Tomar posesión, en nombre del pueblo sublevado, de los depósitos de trigo, de los almacenes rebosantes de ropa y de las casas habitables. No malgastar nada, organizarse enseguida para llenar los vacíos, hacer frente a todas las necesidades, satisfacerlas todas; producir, no ya para dar beneficios a nadie, sino para hacer que viva y se desenvuelva la sociedad.

Kropotkin, P., La conquista del pan (1937)

A MODO DE PRESENTACIÓN El trabajo de investigación que presentamos a continuación, inevitablemente inacabado e incompleto, es fruto de un estudio realizado en poco más de año y medio gracias a una ayuda de investigación del Centro de Estudios de Sobrarbe. Su realización, como explicaremos más adelante, nos ha llevado, por una parte, hasta los archivos más importantes en el ámbito de estudio de la Guerra Civil española, como son el Instituto de Historia Social de Ámsterdam, el Archivo General de la Guerra Civil en Salamanca o el Archivo Histórico Nacional, en Madrid. Pero tam- bién ha supuesto un trabajo de documentación a nivel local, desarrollado en archi- vos como el Histórico Provincial de Huesca o el del Juzgado de Primera Instancia de Boltaña, y un enfrentamiento, sin resultados positivos hasta el día de hoy, con los restos del caciquismo local en los archivos municipales de Aínsa y Boltaña. Otra faceta de la investigación nos ha impulsado a recorrer la comarca, visitando sus pue- blos, conociendo a sus habitantes y a desarrollar, como no podía ser de otro modo, un afecto sincero por sus paisajes y sus gentes, conscientes de lo triste de su historia, marcada en el siglo pasado por la guerra, la emigración y la despoblación. A lo largo de este período, hemos complementado una lectura en profundi- dad de la literatura referida a la Guerra Civil, fundamentalmente en Aragón, con la recogida de documentación diversa relativa a los pueblos del Sobrarbe, y es a partir de estas fuentes, que hemos elaborado el “informe” que sigue. Un informe sobre las colectividades construido casi a modo de puzle que, partiendo de los restos disper- sos de un naufragio, de los documentos generados por la represión franquista de la posguerra, trata de reconstruir y reseguir los pasos de la formación de aquellas estructuras colectivistas y explicar cuáles eran los principios que las guiaban, cuáles las dificultades que tuvieron que atravesar y, por fin, cómo se precipitó su caída de la mano de las instancias republicanas y comunistas mucho antes de que penetrasen en aquellos pueblos las tropas nacionales. Si no hemos logrado este objetivo, al menos sí creemos que este trabajo puede servir para dejar constancia escrita de que en el Sobrarbe, como en el resto del Aragón “leal”, hubo un intento de transformación económica y social con características revolucionarias, aunque con unos rasgos cla- ramente diferenciados. Querríamos aquí, sin embargo, y antes de explicar el proceso de investigación, abordar unas cuestiones previas, a modo de presentación. Estas están relacionadas, por una parte, con el estudio que hemos desarrollado durante este período y, por otra, con los investigadores implicados en este. Tratar dichas cuestiones nos permi- tirá situar mejor tanto al objeto de estudio como al sujeto investigador, y aclarar

13 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell de partida los “porqués” y los “cómos” del trabajo realizado y la perspectiva desde la que se plantea nuestro análisis de las colectividades en la comarca del Sobrarbe. ¿Por qué continuar indagando, cuando han transcurrido casi 70 años desde el final de la Guerra Civil, en la historia de lo ocurrido durante el conflicto? ¿Por qué hacerlo, además, tomando como objeto de investigación las colectividades? Y, por fin, ¿por qué centrar el estudio de esas colectividades en el Pirineo aragonés y en una zona como el Sobrarbe?

1. LOS “PORQUÉS” DE LA INVESTIGACIÓN: MEMORIA HISTÓRICA VERSUS RECUPERACIÓN HISTÓRICA Hemos asistido en los últimos años, coincidiendo con la celebración del 70 aniversario del inicio de la Guerra Civil, a una proliferación de publicaciones, charlas, jornadas, exposiciones y demás sobre la guerra que, en un marco donde se entremezclan el entusiasmo patrio por las efemérides, la oportunidad editorial del momento y la aprobación de leyes de la memoria histórica destinadas a dar carpe- tazo final a la Guerra Civil, la dictadura y la transición democrática, se inscriben en un proyecto global de recuperación de la memoria histórica. Esta recuperación se está realizando, básicamente, a través de la reedición de obras ya clásicas o la publi- cación de otras inéditas de carácter general, pero también a partir de la realización de trabajos de investigación locales y regionales que cubren importantes lagunas de la historiografía contemporánea española. Pues bien, en esto de la historia, y sobre todo en lo que atañe a la recuperación de la memoria histórica y la reescritura o reinterpretación del pasado, existen posiciones confrontadas, miradas divergentes. Se privilegian unas perspectivas, mientras que otras se mantienen en la sombra, a menudo de forma intencionada. Por ejemplo, abundan las obras que tratan de presentar la Guerra Civil como un conflicto fratricida o se impone una visión de la contienda en que esta queda reducida a una dicotomía entre fascismo/antifascismo o entre partidarios de la República y elementos fascistas, omitiéndose o minimi- zándose su componente revolucionario y transformador y soslayando los conflictos internos que existían en el lado republicano y las confrontaciones que se produjeron en el contexto mismo de la guerra. En términos generales, la lectura que se está ofreciendo de la guerra y la re- volución españolas se está realizando en una clave que recupera para el consenso democrático instaurado durante la transición, el papel de unas fuerzas políticas, todavía hoy presentes en la vida española, que durante la guerra se consagraron al ataque sistemático de todas aquellas estructuras, implantadas bien por los sindica- tos, bien por los campesinos, que trataban de llevar a la práctica la subversión de un orden social basado en el caciquismo y en la desigualdad social, política y económi- ca. Estamos asistiendo, en definitiva, a una “reconstrucción de la memoria histórica adaptada a las necesidades de legitimación del actual sistema de representación”1.

1 García, C.; Piotrowski, H., y Rosés, S. (2006), p. 12.

14 Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

Es precisamente en contraposición a esta forma de recuperación de la memoria, o si se prefiere de liquidación de la etapa de la guerra en clave de reconciliación nacional, donde se inscribe nuestra investigación, y la elección del estudio de las colectivida- des y de un espacio social y geográfico, que en la mayoría de los casos ha sido com- pletamente descuidado, no es baladí. En primer lugar, en este trabajo se sostiene que el proceso de colectivización fue una de las máximas expresiones del deseo de transformar la sociedad, en base a criterios de igualdad y justicia social, que anidaba en amplias capas de la población, y muy especialmente, entre los jornaleros y obreros. Era precisamente ese deseo el que había empujado desde finales del siglo xix a los trabajadores a organizarse en sindicatos, el que de forma intermitente se había expresado en las fábricas, el campo y las ciudades, en forma de huelgas revolucionarias y de intentos frustrados por la represión gubernamental de proclamar el comunismo libertario como modelo de organización más equilibrado, y el anhelo que estaba en el origen del apoyo a la República y el respaldo inicial al Frente Popular en las elecciones del 36. El mo- vimiento que se produce como respuesta a la sublevación fascista tiene, por con- siguiente, un carácter eminentemente revolucionario, pero responde menos a una defensa del orden republicano, que había frustrado en su desarrollo las expectativas que miles de obreros industriales y agrícolas habían depositado en él (poner fin al problema del paro obrero, que se llevase a cabo la tan ansiada y necesaria reforma agraria, etc.), que al deseo de hacer realidad un proyecto socioeconómico emanci- pador y profundamente igualitario, largamente soñado. ¿Se puede afirmar, entonces, como lo hacen algunos historiadores profesio- nales, que estas colectividades fueron impuestas manu militari en el transcurso de la Guerra Civil? ¿Mantener que estas no fueron más que una expresión de la violencia revolucionaria o política que se ejercía en la retaguardia aragonesa en el contexto del conflicto? Partíamos de la hipótesis de que no lo fueron. Más bien al contrario, los intentos de colectivizar la tierra, el ganado, la propiedad rústica e industrial, el co- mercio y los instrumentos de trabajo, serán objeto de una represión feroz dentro del marco de la legalidad republicana que se va a ir reinstaurando durante la Guerra Civil española. Este proceso, que ha merecido el calificativo de “contrarrevoluciona- rio”, se verá de forma muy clara en el Sobrarbe. En segundo lugar, la elección del espacio, además de permitirnos verificar las hipótesis iniciales, obedece a dos motivos, fundamentalmente: primero, contribuir a llenar el terrible vacío generado por la ausencia casi absoluta de estudios generales y locales sobre la Guerra Civil en las comarcas del Pirineo aragonés, con la excepción de aquellos que se centran en las “supuestas” gestas heroicas del bando republicano, como es el caso de la bolsa de Bielsa, pero también ocasionado por el “olvido” por parte de quienes, habiendo vivido aquellos días de revolución, como sus propios protagonistas o los historiadores anarquistas, periodistas de la época, etc., apenas dejaron constancia escrita de lo ocurrido en el Pirineo. Además, se considera que

15 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell cualquier tentativa de comprensión de la historia del siglo pasado en la montaña sería vana de no partir del análisis de un hecho tan central como la Guerra Civil, que tuvo, entre otras consecuencias, el exilio de miles de personas y, en cierto modo, el inicio de un proceso de despoblación de los pueblos del Pirineo aragonés que culmi- naría en los años 60 y 70, así como la reinstauración de un régimen basado en la au- toridad y el terror y el regreso a una sociedad caciquil que jamás habría sido comple- tamente destruida en la comarca, como se desprende de los testimonios conservados. Nosotros, ese sujeto investigador que está detrás de este trabajo que hoy pre- sentamos, somos en cierta medida los “nietos” de aquellos montañeses que tras mu- chas generaciones de lucha por la supervivencia, soportando condiciones de vida muy duras, obligados a pasar largas temporadas en Francia de trabajo extenuante para poder formar una familia y contribuir a su sustento, teniendo que enviar a sus hijos pequeños a servir a otras casas por la comida y poco más, finalmente tuvieron que exiliarse y dejar atrás unos pueblos que, a pesar de todo, eran su hogar, el lugar que conocían y amaban y que hubieran deseado transformar radicalmente. Y es el contexto de la guerra del 36 el que les brinda por fin la oportunidad de subver- tir ese orden socioeconómico que los había relegado a la servidumbre. Una guerra que pondrá fin a sus expectativas de transformación, de la que saldrán derrotados, muchos detenidos y fusilados, mientras otros seguirán luchando por unas mejores condiciones de vida en Francia, contra el nazismo, yendo a parar a los campos de concentración franceses y luego alemanes y al fin, aquellos que sobrevivieron, teniendo que reconstruir sus vidas en otros países. Es en su memoria que está dedi- cado el presente trabajo.

2. LOS “CÓMOS” DE LA INVESTIGACIÓN Cuando empezamos este trabajo de investigación sobre las colectividades en la comarca del Sobrarbe, a principios de 2005, partíamos de cuatro apuntes en- tresacados de las principales obras dedicadas a la Guerra Civil en Aragón y de la escasa literatura existente en torno a las colectividades en el Estado español. Cuatro anotaciones que nos permitían confirmar que, a pesar de no existir ningún estudio ni general ni mucho menos local sobre el proceso de colectivización en esta zona del Pirineo aragonés, había una presencia de las mismas, a través de la Comarcal de Aínsa, en algunas de las principales asambleas y plenos que tuvieron lugar entre el estallido de la guerra y mediados de 1937. Nos referimos, entre las más destacadas, a la asamblea que dio vida al Consejo Regional de Defensa de Aragón en Bujaraloz, el 6 de octubre de 1936 o, posteriormente, en febrero de 1937, en el pleno que se desa- rrolló en Caspe con vistas a la creación de la Federación Regional de Colectividades. Dos momentos “álgidos” en lo que sería el proceso revolucionario en Aragón, el pri- mero alumbrando un órgano de gobierno autónomo que nació, entre otras razones, para regular las a menudo complicadas relaciones entre el frente y la retaguardia en el territorio aragonés y, la segunda, como primer intento serio de ir hacia una or-

16 Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo ganización autogestionada de la economía a nivel regional, teniendo precisamente como actores principales las colectividades. Nos llamaron también la atención las observaciones en claro conflicto de dos testigos oculares de las transformaciones revolucionarias de la época, buenos conocedores del proceso colectivizador, como fueron Gastón Leval y Alardo Prats2. El primero sostenía el fracaso de las colecti- vidades de Aínsa y Boltaña, mientras el segundo afirmaba que la colectividad de Aínsa se hallaba entre las que mejor funcionaban del Aragón “libre”, tras su visita a la de Graus, considerada modélica en su momento. Ese fue, pues, nuestro punto de partida: unas notas que apuntaban hacia la existencia de al menos dos colectividades y, con toda seguridad, de una organización comarcal de colectividades en el Sobrarbe, sobre la que no existía ningún estudio, pero que nos alentaron a iniciar un trabajo de investigación.

2.1. Apuntes metodológicos: la patrimonialización de los archivos municipales y la dispersión documental Cuando empezamos el trabajo, decidimos que lo queríamos hacer, básica- mente, a partir de los documentos que hubiera generado el propio proceso de co- lectivización, y que presumiblemente se habrían conservado en los archivos muni- cipales, contrastados con el relato de quienes lo vivieron en primera persona y de aquellos otros que han sobrevivido en la memoria de los pueblos de la comarca, gracias a la transmisión oral de su historia. Sin embargo, aunque hemos podido consultar algún documento que “milagrosamente” se ha salvado del período de la guerra y hayamos podido conversar de manera informal con algún que otro vecino, ninguna de estas dos fuentes ha sido finalmente decisiva en nuestro estudio de las colectividades. En primer lugar, el motivo hay que atribuirlo a la falta total de do- cumentación del período 36-38 en los archivos municipales de la comarca, al menos en el caso de dos poblaciones tan importantes como Aínsa y Boltaña. O eso es lo que al menos nos han querido hacer creer. Y, sin embargo, tenemos la certeza de que se ha conservado mucha más documentación de la que oficialmente se reconoce tanto en el caso de Aínsa como en el de Boltaña, donde supuestamente no hay en el Archivo Municipal ni un solo documento de la época. Por una parte, nos consta la catalogación de ese archivo bajo la etiqueta de “reservado”. No sabemos si por este u otro motivo, se nos ha negado ya no su acceso sino su misma existencia. Sin em- bargo, la precisión con la que los informes generados por el propio Ayuntamiento de Boltaña, y conservados en la sección del Tribunal Regional de Responsabilidades Políticas en el Archivo Histórico Provincial de Huesca, detallan la composición de comités y consejos municipales durante la guerra e incluso el propio proceso de co- lectivización, nos llevan a la conclusión de que la fuente tuvo que ser el libro de actas

2 Leval, G. (1977), Colectividades libertarias en España, Aguilera, Madrid, y Prats, A., (2006), Vanguardia y retaguardia en Aragón, Ed. Espuela de Plata.

17 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell que sin duda se siguió haciendo durante la guerra o documentación de su misma na- turaleza. Ocurre lo mismo en Aínsa, donde los informes dirigidos al Tribunal, junto a las denuncias de los vecinos, parecen estar basados en documentos generados por la propia Colectividad de Aínsa, como es el caso de los inventarios de los bienes incautados. Una vez redactados esos informes parece inverosímil que los quemasen. Además, ¿no es curioso que en otros ayuntamientos de la provincia de Huesca se hayan conservado casi íntegramente sus archivos y en los del Sobrarbe nada? ¿Acaso es un efecto de la política de tierra quemada que aplicaron los republicanos en su huida? Y entonces, ¿en qué información se basan los informes consultados? ¿Quizá en la memoria de los que posteriormente denunciarán los abusos de los que fueron objeto? Y esas denuncias, ¿dónde están? En todo caso, no resulta exagerado afirmar que los ayuntamientos de Aínsa y Boltaña han optado por una patrimonialización de la documentación de la guerra, en espera de no sabemos muy bien qué, quizá de la ley de “punto final” a la que aludíamos anteriormente. En Aínsa, por ejemplo, tras esperar pacientemente la au- torización para poder consultar su archivo (previa advertencia de que, faltaría más, apenas se había conservado nada), no encontramos libros de actas ni ninguna otra fuente primaria (correspondencia, actas, etc.) que nos permitiese una reconstruc- ción del día a día de aquellos primeros meses de la guerra. Se hacía difícil continuar en esas condiciones y nos vimos obligados, primero a trabajar con los documentos conservados en Salamanca, en el Archivo General de la Guerra Civil, y luego con fuentes de la represión (Tribunal de Responsabilidades Políticas de Huesca y Fondo de la Causa General)3. Más adelante explicamos los inconvenientes que plantea el trabajar con estas fuentes. Dos ayuntamientos más en los que hicimos gestiones, teniendo constancia de que en Bielsa no se conservaba nada, fueron los de Tierrantona y Tella-Sin. En am- bos es escasa la documentación del período de la guerra, pero habría que dedicarles algo de tiempo en el futuro. El segundo es importante sobre todo porque subsiste la incógnita de qué ocurrió con la central eléctrica de Lafortunada, de la que solo sabemos que se hallaba cerrada en la primavera del 37 y controlada por un Comité de Obreros de la misma, integrado por afiliados a la CNT y probablemente también a UGT. También, como repetiremos en las conclusiones, si se decidiese proseguir en las líneas marcadas por esta investigación, sería necesario acercarse a otros ayunta- mientos como podrían ser, por ejemplo, Gistaín o , donde ahora sí sabemos que existieron colectividades. A pesar de quedar fuera de la circunscripción comarcal, también ha sido esencial para este estudio la consulta de otros dos archivos municipales que son los

3 Se hizo también todo un trabajo previo en el Instituto de Historia Social de Ámsterdam de revisión de los archivos de Gastón Leval y Barbastro, que no reseñamos aquí porque la documentación que hallamos sobre el Sobrarbe es insignificante. El viaje nos permitió, sin embargo, consultar el diario Nuevo Aragón y el archivo de la CNT.

18 Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo de Barbastro y , en los que se ha conservado en muy buen estado amplia documentación de la época, sobre todo en lo que se refiere a circulares del Consejo de Aragón y de los partidos republicanos y, especialmente en Benasque, informa- ción fundamental para reconstruir el papel del Consejo Municipal de Boltaña a partir del verano de 1937 y en relación con los consejos de toda la zona norte de los Pirineos aragoneses. Por lo que atañe al fondo documental conservado en el Archivo General de la Guerra Civil en Salamanca (AGGC-S), este ofrece una información esencial tanto para reconstruir el proceso revolucionario y contrarrevolucionario en tierras aragonesas como para analizar la represión de las colectividades libertarias en el Sobrarbe. Además de esta fuente primaria, y básica para cualquier estudio referi- do a aquel período, se ha podido consultar en dicho archivo el Boletín Oficial del Consejo Regional de Defensa de Aragón, órgano del Consejo de Aragón a partir del cual se ha podido reseñar la vinculación de las colectividades con el organismo regional, y la hemeroteca, en especial el diario Nuevo Aragón, completado con los números conservados en Ámsterdam en el Instituto de Historia Social (IISG). A este diario habría que añadir otros de la época de lectura obligada, que se indican en el apartado referido a las fuentes: Solidaridad Obrera, Cultura y Acción, Orientación Social, Vida Nueva o Surcos. A toda esta documentación se suma la empleada con vistas a poder contex- tualizar la guerra en la comarca, es decir, que debía permitirnos realizar un análisis de las colectividades a partir de un conocimiento situado de las formas de vida de sus habitantes a mediados de los años 30, cuando estalla el conflicto, para así enten- der la base económica y las relaciones sociales a partir de las cuales se van a articular las estructuras colectivistas. Para poder desarrollar este marco político, social y eco- nómico, han sido de imprescindible consulta los boletines provinciales, los censos de los años 30 y el Fondo de Hacienda del Archivo Histórico Provincial de Huesca (índices de amillaramiento, contribución industrial, riqueza rústica y pecuaria, etc.). En cuanto a las fuentes orales, la falta de una información básica de partida que nos permitiese poder dirigir bien las entrevistas, las dudas que nos planteó la propia metodología, una serie de desencuentros con algunas personas clave y nues- tra distancia física respecto a la comarca, nos fueron alejando de esta opción, que habíamos privilegiado en un primer momento. Sin embargo, la “explotación” de ambas fuentes, los archivos municipales y la historia oral, se considera vital para poder profundizar en el trabajo de aproximación que aquí presentamos, y por ello hemos incluido en las conclusiones del trabajo una serie de propuestas para su continuación. Por último, otro paso esencial cuando empezamos la investigación, fue poner- nos en contacto con aquellos historiadores que habían trabajado sobre la Guerra Civil en Aragón y sobre las colectividades, en particular. A este respecto, las indi- caciones, hipótesis y preguntas que nos planteó el historiador Graham Kelsey han sido esenciales para nosotros, aunque nos desalentó a investigar las colectividades

19 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell en la zona porque, como se ha confirmado hasta cierto punto, intuía que estas se habían topado con grandes dificultades para prosperar debido a la fuerte implanta- ción de socialistas y comunistas en la comarca. A pesar de ello, esta investigación es deudora tanto de la obra de Kelsey como de su profunda sensibilidad e inteligencia. También es ineludible aquí una referencia a la vasta obra de Alejandro Díez Torre, sin duda uno de los mayores expertos en la actualidad sobre la Guerra Civil en tierras aragonesas, y en cuanto al estudio de las colectividades, a nuestra querida amiga Hanneke Willemse, autora de un trabajo sobre , y a Frank Mintz, a quien tuvimos el placer de conocer hace escasamente un año, así como los trabajos ya clásicos de Gastón Leval y Agustín Souchy, cuya labor de recopilación de datos sobre la colectivización es un testimonio fiel y muy valioso de la obra revo- lucionaria puesta en marcha durante la Guerra Civil.

2.2. Trabajar con fuentes de la represión Uno de los principales problemas que se nos ha planteado a lo largo de esta etapa de investigación ha sido el tener que trabajar con fuentes secundarias, como lo es toda la documentación que generó durante los primeros años de la posguerra el aparato represivo del estado franquista, lo que consideramos puede inducir a im- portantes errores de apreciación, a pesar de que para muchos historiadores constitu- ya hoy una fuente de principal orden y un “valiosísimo acervo documental”4. Como ya se ha dicho, estas fuentes han sido: el Fondo de la Causa General, elaborado a instancias de las autoridades franquistas por un decreto del Ministerio de Justicia del 26 de abril de 1940, y el Fondo del Juzgado Instructor Provincial del Tribunal de Responsabilidades Políticas de la provincia de Huesca, cuya función quedó regulada por la Ley de Responsabilidades Políticas del 9 de febrero de 19395, y que en lo que respecta al partido judicial de Boltaña, se halla dividido entre el Archivo Histórico Provincial de Huesca y el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Boltaña. Ambos fondos documentales, cuya organización de la información y conte- nido no vamos a explicar aquí porque otros autores ya lo han hecho, constituyen una fuente esencial para analizar el aparato represivo puesto en marcha por las autoridades fascistas pero de un valor relativo cuando se trata de abordar los pro- cesos revolucionarios que se producen al calor de la guerra. Por este motivo, hemos utilizado con mucha precaución los datos que ofrecen, aunque en muchos casos constituían la única fuente disponible, y hemos tratado siempre de situarlos en su contexto y dentro de un marco interpretativo más general. Por lo que respecta a la Causa General, hemos extraído de ella informaciones relativas a la formación de

4 Ledesma, J. L. (2003), p. 31. Este historiador emplea la Causa General como fuente primordial para el recuento de los muertos y estudio de la violencia política en la retaguardia republicana en la provincia de Zaragoza. 5 Véase Franco, Elena (2005), primer trabajo de tipo descriptivo sobre el funcionamiento del Tribunal de Responsabilidades Políticas de Huesca y listado de expedientes conservados en el AHPH.

20 Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo comités revolucionarios, sobre la represión de los individuos considerados facciosos durante los primeros meses de la guerra y acerca de las acciones emprendidas con- tra los bienes de la Iglesia y algunos particulares. En cuanto a los diversos informes y múltiples expedientes personales conservados en el Fondo de Responsabilidades Políticas, nos han interesado las declaraciones y denuncias realizadas por varios ve- cinos de la comarca en la medida que informan, más allá de las rencillas personales existentes y de los diferentes posicionamientos políticos, de las actividades econó- micas que fueron objeto de colectivización. En algunos casos, también contienen una valiosa información acerca del papel que jugaron algunos prohombres locales durante la contienda y sobre la composición de los comités y consejos municipales. Sobre esta última cuestión, y gracias a los listados conservados en el AGGC-S y a Nuevo Aragón, hemos logrado elaborar un cuadro general para toda la comarca que incluimos en los anexos del trabajo.

3. ESTRUCTURA DEL TRABAJO La estructuración del estudio ha sido probablemente la fase más delicada de toda la investigación. Había dos cuestiones que nos preocupaban en especial: que la redacción final reflejase, por una parte, el esfuerzo constante de contextualiza- ción histórica realizado, es decir, el análisis de aquello que ocurría en la comarca en relación a los acontecimientos más relevantes a nivel regional e incluso nacional y, por otra, la superposición de dos planos diferenciados, que planteaban no po- cos problemas, que son la secuencia cronológica en que se producen los aconteci- mientos y una perspectiva temática, así como la interrelación de los aspectos más puramente descriptivos con aquellos de índole más analítica. En otras palabras, el texto debía revelar, en toda su complejidad, aquel momento histórico y dar cuenta de todas las fuerzas, tensiones y conflictos que interactuaron entonces tanto a favor como en contra del desarrollo del proceso de colectivización. Además, dado que la investigación nos había exigido un trabajo previo y complementario de análisis de las diferentes fases por las que atraviesa dicho proceso, en el marco de la contienda militar, y a partir de unas formas de trabajo y de explotación de los recursos que son propias de los pueblos de la montaña, hemos querido que esa labor se viera también reflejada en la redacción final. Todo ello nos ha llevado a incluir en el trabajo varios capítulos que introdu- cen el análisis de la colectivización y en que se contemplan, en el primero, y de modo general, el marco socioeconómico y político previo al estallido de la Guerra Civil, es decir, algunos de los aspectos más relevantes en cuanto a demografía, distribución de la tierra, principales actividades económicas, etc. (con cuatro apuntes sobre la repercusión que tendrá esta en algunas actividades como la maderera, la ganadera o la continuación de las obras del pantano de Mediano); y en un segundo capítulo, la respuesta social a la sublevación militar en algunas de las principales ciudades ara- gonesas, pues se consideraba necesario para comprender la situación que se genera en la comarca del Sobrarbe. De cómo hemos solucionado finalmente la cuestión de

21 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell los diversos planos de análisis que se superponen en este trabajo, básicamente a par- tir de un orden cronológico, o bien temático, es muestra este segundo capítulo. Nos hemos visto así obligados a ir hacia delante y hacia atrás en el tiempo, favoreciendo en algunos momentos la perspectiva temporal, es decir, el orden en que se producen los acontecimientos, a la puramente temática, y hemos procedido de manera inversa cuando se trataba de profundizar en un tema, como en el capítulo tres, dedicado íntegramente a las colectividades. Finalmente, queda organizado el trabajo en seis capítulos: el primero, como se ha dicho, dedicado a establecer el contexto socioeconómico y político de los años 30 en la comarca; un segundo capítulo que, arrancando del 18 de julio de 1936, ex- plica por una parte qué acontece en las principales poblaciones de la región arago- nesa y, en especial, en aquellas que una mayor influencia ejercerán sobre el Sobrarbe, como Barbastro y , para a continuación describir la nueva situación que genera la guerra en diversos pueblos de la comarca, a partir del establecimiento de los comi- tés revolucionarios. El capítulo tres está consagrado al análisis de las colectividades, primero en el marco general de la zona “leal” aragonesa y, posteriormente, pueblo por pueblo, describiendo sus características principales, así como su estructuración a nivel comarcal. Los capítulos cuatro y cinco retoman, en cierta medida, la secuenciación cronológica y en ellos se narran los principales acontecimientos a nivel regional y comarcal entre el verano de 1936 y el verano de 1937, realizando un análisis previo de lo que va a suponer el derrumbe del orden republicano en la región y el proceso de recuperación de dicho orden. En el cuarto capítulo se aborda, por ejemplo, la formación de consejos municipales en la comarca, la creación de la Federación Regional de Colectividades y las tensiones que aparecen entre las diferentes fuerzas políticas, y en el seno de estas, entre enero de 1937 y el verano de 1937, momento en que fuerzas comunistas, apoyadas por los partidos republicanos, proceden al asal- to de las colectividades y a la disolución del Consejo de Aragón. Este ataque será descrito en el capítulo cinco, introducido por un apartado en que se retoma el desa- rrollo de la guerra en la zona, que es imprescindible conocer con el fin de entender las nuevas alianzas que se han creado en ella para, a continuación, hablar de cómo se opera la disolución de las colectividades en el Sobrarbe y, concretamente, la re- presión que se abate sobre Aínsa, así como las consecuencias que esto acarreará. A continuación, y en el último capítulo, se analizará la etapa de las gestoras municipa- les, con especial atención a la de Aínsa, y las dificultades que tendrán en adelante las organizaciones libertarias para desenvolverse en la comarca. También se examinará el papel del nuevo Gobierno de Aragón y el final de la guerra en el Sobrarbe, descri- biendo la evacuación de la población civil y la retirada militar. Por último, las conclusiones del trabajo están dedicadas, por una parte, a des- tacar aquellos rasgos más destacados del proceso de colectivización en el Sobrarbe y, por otra, a apuntar posibles vías de continuación de la labor de investigación que hemos iniciado, incluyendo una pequeña batería de propuestas de trabajo. En

22 Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo cuanto a las fuentes empleadas, precede a la bibliografía un listado completo de las mismas, con las abreviaturas que hemos ido utilizando a lo largo de este informe. Se ha optado por agrupar los anexos en un documento aparte, básicamente para que el trabajo no resultase tan voluminoso, no entorpecer la lectura y facilitar su manejo. Algunos de estos anexos son de elaboración propia y otros son copia de algu- nos de los documentos que hemos considerado más significativos. Solo nos queda añadir, para terminar, que esperamos haber contribuido, con esta primera aproximación al estudio de las colectividades en la comarca, a un ma- yor conocimiento de la historia local del Sobrarbe en un período tan complejo como fue la Guerra Civil en el Estado español y agradecer el apoyo del Centro de Estudios de Sobrarbe para que la investigación fuera posible.

CAPÍTULO 1. LA VIDA EN LA MONTAÑA EN LOS AÑOS 30 Aunque no es el objeto de este trabajo analizar desde una perspectiva his- tórica y antropológica lo que representaba la vida en los pueblos del Sobrarbe a principios del siglo xx, y concretamente en los años 30, se considera aquí necesario reseñar algunos de los rasgos más característicos de su organización social y econó- mica, así como el panorama político que resulta del establecimiento de la República en 1931, ya que ello nos permitirá situar mejor el espacio humano a partir del cual se desarrollarán las colectividades durante la Guerra Civil6. En primer lugar, cabría destacar la accidentada orografía del terreno, su dura climatología y las pésimas vías de comunicación con las que contaba en los años 30. La primera carretera que se construye data de 1880 y es la que resiguiendo el valle del Cinca conectará Barbastro con Aínsa y posteriormente, en 1885, se prolongará hasta Boltaña. Años más tarde llegará la carretera a . Otro ramal subirá en dirección a Bielsa, paralizándose las obras en Lafortunada, frente al desfiladero de Las Devotas, en 1915, que serán terminadas por La Ibérica entre 1919 y 1920, em- pleando en ellas a más de 3.000 personas. De Lafortunada saldrán dos pistas, una hacia Plandescún, en el valle del Cinqueta, y la otra hacia Bielsa, donde el servicio postal llegará por fin en 1921. Hasta 1940 no existirán carreteras asfaltadas y los pueblos se hallaban conec- tados entre sí a través de una vasta red de caminos de herradura. Estas deficientes vías de comunicación, con sus valles interiores como el de Chistau o el de Vió, por ejemplo, prácticamente aislados y a varias horas de camino de las rutas principales, repercuten también en un escaso desarrollo del servicio postal. Este se había puesto

6 Para este capítulo, en todo lo relativo a la comarca del Sobrarbe, se han empleado como fuentes principales: Daumas (1976); Lasaosa y Ortega (1999 y 2003) y datos procedentes de las contribucio- nes industriales, de ganadería, rústica y pecuaria para 1936 (AHPH).

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en marcha durante la primera mitad del siglo xix y a partir de 1858 ya hay previsto un servicio Barbastro-Boltaña. En 1863 ya había dos oficinas en la comarca, en Aínsa y Boltaña, y varias carterías. La primera línea de autobuses que entrará en funcionamiento es la de Barbastro-Boltaña, a partir de 1917, en un viaje que costa- ba todo un día y que obligaba al chófer a pernoctar en Boltaña. En cuanto al transporte, este se realizaba en mula o caballo, dado que había pocos carros y los caminos eran estrechos y accidentados. Este escaso desarrollo de las comunicaciones determinaba la preeminencia de una economía tradicional, hasta cierto punto autárquica y orientada básicamente a la autosuficiencia. Las ac- tividades económicas principales serán la agricultura, la ganadería y, como com- plementarias, la explotación forestal, la caza y la pesca. La sociedad se articulará a partir de una unidad económica y social que es la casa, “término que engloba el con- cepto tradicional de familia ampliada y el patrimonio que esta posee”7, y el municipio, representado por los ayuntamientos y consejos municipales, constituirá la base de la organización administrativa, ya que los partidos judiciales, creados en 1834, solo servían de marco territorial a cierto tipo de administración (justicia, registro de la propiedad, etc.).

1.1. Distribución de la población Aragón en 1930 era una región esencialmente rural. Más de la mitad de su población, 1.031.559 habitantes en 1930, vivía en municipios menores de 2.000 ha- bitantes, y solo cuatro ciudades en toda la región, por orden, Zaragoza, Huesca, Teruel y Calatayud, tenían una población superior a 10.000 personas8. La provincia de Huesca tenía una población de hecho de 242.958 habitantes, de la que una tercera parte vivía en núcleos de menos de 100 casas. Según el censo de 1930, en la comarca del Sobrarbe residían 21.826 personas distribuidas en 40 municipios, compuestos por unos 278 núcleos habitados9. La población se concentraba en pueblos y aldeas, con una proporción muy baja de habitantes diseminados en caseríos alejados de los núcleos de población. Solo son significativos los casos de Castejón de Sobrarbe, con casi un 10,7% de la población alejada del núcleo urbano; Guaso, con un 8,9%, y Mediano, con un 6,6% (10,3% si consideramos la población de hecho). Probablemente estos últimos datos recogen la población flotante asociada a las obras del pantano de Mediano. A nivel comarcal, esta población diseminada representaba menos del 1,5% del total. Los núcleos de población eran generalmente muy pequeños. Un 78,4% de los pueblos tenía menos de 100 habitantes, y de los 278 pueblos que integraban la

7 Lasaosa y Ortega (2003), p. 196. 8 Casanova, J. (1984), p. 42. 9 Véase Anexo 1. En este apartado se emplea el Nomenclátor General de España con referencia al 31 de diciembre de 1930. Provincia de Huesca.

24 Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo comarca, un 37,1% tenían menos de 25 habitantes. Solo once pueblos tenían más de 300 habitantes, de los cuales únicamente cuatro, Boltaña (897), Bielsa (615), Aínsa (587) y Gistaín (536), pasaban de los 500. Los núcleos más poblados, exceptuando Aínsa y Boltaña, se sitúan mayoritariamente en el área más septentrional, y eran respectivamente: Boltaña, Bielsa, Aínsa, Gistaín, Laspuña, Plan, Torla, Broto, , Linás de Broto, Fiscal y . Resulta razonable pensar que en esta zona se encontraban los núcleos más poblados, no solo por su orografía, más accidentada, y por tanto menos propicia a la dispersión, sino porque también concentraba gran parte de la riqueza pecuaria de la comarca, al contar con extensas zonas de pastos, muy adecuadas para la ganadería de montaña. Por otra parte, las villas de Aínsa, capital comarcal, y Boltaña, cabeza de partido judicial, jugaban un importante papel como centros comerciales y de servicios, lo que justificaría su elevada población. En cuanto a esta, casi la mitad se localizaba en pueblos de entre 50 y 200 habitantes, representando los núcleos de más de 300 personas tan solo una cuarta parte de la misma. Por municipios, solo cinco pasaban de los 1.000 habitantes: Bielsa, Boltaña, Morillo de Monclús, Puértolas y Albella y Jánovas, sumando en total 5.778 habitan- tes, es decir, un poco más de la cuarta parte. Casi dos terceras partes de la población residía en municipios de entre 250 y 750 habitantes, y tan solo el municipio de Palo contaba con menos de 250 habitantes. Analizando los datos de población por mu- nicipios, debe destacarse además de lo ya comentado para el caso de las localidades de alta montaña y las capitales, que los municipios de integraban un gran número de pueblos, como es el caso de Morillo de Monclús o Muro de Roda, con 15 núcleos cada uno. Lo mismo ocurre con el municipio de Albella y Jánovas, con 14 entidades de población. Los municipios con menor número de habitantes por núcleo eran: Muro de Roda, Santa María de Buil, Olsón, Clamosa, Sieste y Burgasé, con menos de 40 habitantes por entidad de media. En resumen, al inicio de los años 30, Sobrarbe era una comarca esencialmente rural e incluso aldeana, con una población muy concentrada en los lugares de alta montaña y una mayor dispersión en el resto del territorio. Existía asimismo un im- portante contingente de población flotante, asociado a las obras de riegos del Alto Aragón, así como a las infraestructuras hidroeléctricas. La densidad de población media, 9,91 hab./km2, muy inferior a la media provincial, 16,49 hab./km2, y menos de la mitad de la del resto de la región, 22,04 hab./km2, se explica por las características geográficas de la comarca, de alta y media montaña, y, por tanto, con muy pocas tierras adecuadas para el cultivo.

1.2. La casa: principio de organización social y económica La casa, como ya se ha dicho, es la unidad a partir de la cual se articulan las relaciones sociales y familiares y constituye el núcleo central de la organización

25 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell económica. En ella conviven a menudo varias generaciones que colaboran en el sus- tento de la familia y contribuyen con su trabajo a mantener y ampliar un patrimonio, que se transmitirá indiviso al hijo primogénito. Esta forma de herencia, unida a una intrincada estrategia de enlaces matrimoniales, era el modo de garantizar la supervi- vencia de la casa y, con esta, de la comunidad. La diferenciación social se establecerá bien a través de la división del trabajo, en el ámbito doméstico, entre hombres y mu- jeres, entre las diferentes generaciones y en función de la posición de unos miembros de la familias respecto a otros (como ocurre con los tiones, destinados a los trabajos más duros y desvalorizados), como entre las casas de cada localidad en función de la tierra y el ganado y la capacidad, bien de tener criados, en algunas de ellas, para tareas como guardar el ganado, labores domésticas o como pastores, frente a otras, cuyos miembros más jóvenes tendrán que salir a servir en aquellas, realizar jornales o bien contratarse en trabajos esporádicos de construcción o emprender el cami- no de la emigración. No habrá demasiadas diferencias, sin embargo, ente las casas “buenas” o “fuertes” y las más pobres, entre otras razones, porque los “amos” tra- bajarán también y las condiciones de vida de unos y otros serán bastante parecidas. Pero a pesar de que la sociedad rural del Alto Aragón oriental tiene fama de ser muy igualitaria, por la preponderancia de un campesinado que vive del producto de su trabajo sobre la base de una explotación familiar, no por ello dejan de existir diferencias sociales. En primer lugar, cabe señalar que en muchos casos uno de los recursos principales de las casas “fuertes” era el préstamo de dinero pues la circula- ción de moneda era muy escasa y las contribuciones había que pagarlas en efectivo. Además, existen en la zona, aunque en grado mucho menor que otras zonas de la provincia de Huesca, grandes propietarios que no trabajan directamente la tierra y pequeños campesinos a los que la tierra no les da lo suficiente para el autoabaste- cimiento y tienen que depender de los jornales que hacen fuera de casa. Si los datos que elaboró en su día el Primer Censo Agrario de España de 1962 nos permiten aproximar la distribución de la tierra en las comarcas del Pirineo aragonés para los años 30, una clasificación en función del tamaño de las explotaciones nos muestra una gran heterogeneidad:

HECTÁREAS NÚMERO % SUPERFICIE ha Menos de 1 ha 1.420 15,2% 935 0,4% De 1 a 5 ha 2.371 25,4% 9.400 4,2% De 5 a 20 ha 3.124 33,6% 40.731 18,4% De 20 a 50 ha 1.580 16,2% 4.033 20,8% De 50 a 100 ha 593 6,3% 49.889 22,2% De 100 a 200 ha 229 2,4% 22.882 10,3% Más de 200 ha 84 0,9% 52.393 23,6% TOTAL 9.329 222.263

Distribución de las explotaciones según su superficie para el conjunto del Alto Aragón oriental. Daumas (1976), p. 211

26 Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

Como se observa en el cuadro anterior, del que el autor excluyó expresamente las tierras comunales (municipales y privadas), las grandes explotaciones no son muy numerosas, pero la superficie que ocupan es prácticamente una cuarta parte del total. Según Daumas, si se tiene en cuenta el valor catastral, habría cerca de 160 en el conjunto de las comarcas orientales del Alto Aragón, agrupadas en torno a la ribera de Fiscal, el valle del Serrablo, corredor de Benabarre y valle del Isábena, así como en la parte alta del Ésera y el Noguera Ribagorzana. En algunos casos, se trataría de grandes fincas en las inmediaciones de los pueblos, pero en la mayoría se localiza- rían alejados de estos, articulados por un mas o masía. Se observa, sin embargo, un predominio de las pequeñas y medianas explotaciones. Si tenemos en cuenta la contribución territorial por riqueza rústica en algu- nas poblaciones de la comarca para el repartimiento de 1936, tal y como se puede observar en el Anexo 2, casi la mitad de los contribuyentes pagan menos de 20 pese- tas y en la mayoría de los pueblos solo un pequeño porcentaje paga tanto como los vecinos que menos tierras tienen: en Arcusa, un solo contribuyente paga lo mismo que 36 vecinos, o en Fanlo, una única propietaria paga una contribución de más de 1.000 pesetas, lo que en aquella época era muchísimo dinero. Cabría destacar dos aspectos en la distribución de las contribuciones territoriales y, por ende, en la pro- piedad de la tierra: la centralidad de las tierras de titularidad municipal o, en su de- fecto, de los comunales de vecinos, como es el caso de los ayuntamientos de Bielsa, Boltaña o Fiscal y del comunal de vecinos de Fanlo, segundo mayor contribuyente del municipio, y en segundo lugar, el peso insignificante que tienen los terratenien- tes, o propietarios de tierras ausentes, que o bien pertenecen a localidades vecinas o, en muy pocos casos, viven fuera de la comarca. Por otra parte, y por regla general, las parcelas están muy fragmentadas y a veces distantes entre sí, razón por la cual una de las reivindicaciones históricas que se verá reflejada durante la Guerra Civil, llevada a término por las colectividades agrarias, será el reagrupamiento parcelario. En cuanto a las estructuras de tipo co- munitario, funcionaban en los años 30, en diversa medida y dependiendo de cada localidad, las cofradías, que eran asociaciones de ayuda mutua entre vecinos en caso de enfermedad, accidente o muerte, por ejemplo, y que a veces incluían sistemas de crédito, que se mantenían a través de las cotizaciones de sus socios pero que también disponían de recursos propios, como olivares o ganado, a los que se daba una salida comercial. Había cofradías de este tipo en San Juan de Plan, Labuerda, Fiscal o Fanlo, por ejemplo. También existían las comunidades de regantes, que ya habían sido reguladas por ley en 1866 y 1871, y que gestionaban los derechos de riego a sus miembros. En Aínsa, como se verá, estos derechos serán incautados por la colecti- vidad a poco de estallar la Guerra Civil. Muchas de estas comunidades gestionaban además molinos harineros y pequeñas centrales hidroeléctricas, como era el caso de la Sociedad Cooperativa Electro-Harinera de Jánovas.

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1.3. La agricultura y la explotación ganadera Por otra parte, en cuanto a la agricultura, las condiciones físicas del terreno determinarán el tipo de cultivos de la comarca, fundamentalmente cereales, patatas (las denominadas trunfas se introducen a mediados del xviii), hortalizas y algunas leguminosas y forrajeras, que se extenderán sobre todo a partir de principios del xx. El tipo de cultivo determinará el espacio escogido para su siembra, la alternancia de productos, los aperos empleados, etc. El principal fertilizante será el fiemo del ganado. En los años 30, las labores del campo están muy poco mecanizadas y el tra- bajo es esencialmente manual, con la ayuda de parejas de bueyes, mulas o caba- llos para la preparación de la tierra y los trabajos de carga. La mayor parte de las herramientas que se emplean, tanto para el trabajo agrícola y ganadero, como en el espacio doméstico, son elaboradas a partir de madera y raramente se compran piezas metálicas. Se fabrican también cuerdas de esparto, las cinchas de los animales se hacen a partir de crines y cáñamo, los aperos de transporte y de trabajo agrícola son de madera, etc. Aunque la agricultura está orientada básicamente al autoabastecimiento, y genera muy pocos excedentes, algunos de sus productos se comercializan o inter- cambian. Se vendían la lana y las pieles, cereales, patatas y aceite, según los pueblos y el tamaño de las explotaciones, pero ante todo se buscaba producir todo lo nece- sario para el sustento de la casa y adquirir solo lo justo mediante la compra. Se con- sumía lo que daba el y el cultivo de cereales estaba destinado a hacer harina para el pan. Se obtenía leche de las vacas y cabras y se criaban uno o dos cerdos para el autoconsumo, como también se mataba alguna vaca, cabrito o cordero. El inter- cambio de productos se producía con los pueblos del Prepirineo y de la tierra baja (azúcar, sal, vino, café, especias, etc.) y los pueblos más altos también se proveían de aceite. Circulaba muy poco dinero, limitándose a la compra de ciertos productos y al pago de contribuciones. En cuanto a los cultivos, los huertos solían ocupar las tierras más fértiles y fá- ciles de regar, habitualmente en el mismo pueblo o cerca de los barrancos, y en ellos se plantaban verduras y hortalizas: coles, acelgas, escarolas, lechugas y, en general, aquellos productos que mejor resistían al frío. Aprovechando los márgenes de los caminos, se plantaban frutales, como manzanos, perales, ciruelos y nogales, cuyos frutos serían un aporte básico a la dieta de la montaña. En las zonas más llanas, a veces logradas a partir de la construcción de bancales, se sembraban cereales, legum- bres y patatas. Los cereales, debido al clima y la altitud, se sembraban en solanas a partir de los 900 metros y en las zonas más elevadas se solía sembrar centeno, que era el cereal más resistente al frío y a la humedad. Además de servir para la elabo- ración del pan, su paja también se empleaba para hacer tejados y como forraje para el ganado en primavera. Las patatas se sembraban a finales de junio y se recogían en octubre. Los sistemas de cultivo se basaban generalmente en la rotación de cereales,

28 Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo patatas y legumbres, dejando en barbecho algunos campos para permitir a la tierra recuperar sus nutrientes, mediante la técnica que se conoce como “de año y vez”. Era también habitual subir al ganado a estas tierras para que las abonasen de forma natural y, en el caso de que estuviese garantizado el consumo humano, sembrar de plantas forrajeras algunos campos. Cuando las tierras resultaban insuficientes se solía ganar espacio a las tierras comunales, cubiertas a menudo de maleza, mediante la técnica del artigueo, consis- tente en la limpieza del terreno de hierbas y matorrales10. Los campos con mayor pendiente, por otra parte, se dejaban normalmente como prados que se regaban a fin de conseguir una hierba buena para el ganado. Se acostumbraba a hacer dos cor- tes, uno en verano y otro, el rebasto, hacia el mes de octubre, que proporcionarían el alimento necesario para los meses de invierno en que los animales se hallaban estabulados. Además de la agricultura, orientada básicamente a la autosuficiencia y que marcaba los períodos de actividad, la principal base económica de la comarca era la ganadería, actividad favorecida por la existencia de grandes extensiones de terreno en la montaña, de propiedad municipal o comunal, que podían destinarse a pastos y parte de los cuales se solía arrendar en verano a ganaderos, bien de la tierra baja, bien franceses. En invierno, por el contrario, se practicaba la trashumancia “inver- sa” y los rebaños de ganado ovino, que eran los más abundantes, se llevaban a la tierra baja, a la ribera del Cinca o al valle del Ebro, a través de una vasta red de cabañeras, como por ejemplo las que por la sierra de Sevil empleaban los pastores del valle de Broto. Cada casa solía criar, como se ha dicho anteriormente, al menos un cerdo para su consumo, y no faltaba en ninguna un asno o mula, que era el medio de trans- porte y carga por excelencia. El ganado más abundante era, sin embargo, la oveja, y el tamaño de los rebaños era un indicador de la riqueza de las explotaciones. Solo en Fanlo, había en junio de 1936 más de 9.000 cabezas de ganado ovino, siendo el ma- yor rebaño de cerca de 500 ovejas y situándose el promedio entre las 50 y las 10011. De los 102 contribuyentes de entonces, 65 tenían menos de 100 ovejas, 26 entre 100 y 200, 9 entre 200 y 400 y solo 2 vecinos más de 400. Es decir, las explotaciones ganaderas eran, por regla general, de tamaño pequeño y mediano, pero solo unas pocas casas concentraban los mayores rebaños de ganado ovino. También Gistaín era en aquellos momentos un pueblo con una importante cabaña, con más de 6.000 cabezas de ganado ovino, en abierto contraste con otros dos pueblos montañeses como Broto y Fiscal, donde en 1936 se contabilizaban, respectivamente, 2.064 y 736 ovejas. Entre Aínsa y Boltaña, por otra parte, se observaban diferencias notables.

10 Lasaosa y Ortega (2003), p. 202. 11 Este y todos los datos referidos a los municipios proceden de la Relación Nominal de Ganaderos para cada localidad, del Fondo de Hacienda del AHPH.

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En la primera localidad, que tenía una importante actividad artesanal y comercial, las cabañas de ganado ovino eran muy pequeñas en relación al resto de la comarca, y había prácticamente el mismo número de ovejas que de asnos, en torno al centenar, mientras que en Boltaña el número de cabezas de ganado ovino era de casi 2.000 y de cabras de cerca de 1.500. Además de los asnos, los cerdos destinados al engorde y los rebaños de ovejas y cabras, cuya leche se consumía y destinaba a la elaboración de quesos, también se criaban vacas, mulas y, en menor número, caballos. En Broto, por ejemplo, se pagaba contribución en mayo de 1936 por 144 vacas y 90 mulas; en Fiscal, por 122 vacas y 149 mulas y, en Fanlo, por 249 vacas y 108 mulas. Era práctica habitual el recrío de mulas, muy apreciadas, junto a los caballos, para las labores de transporte y de carga e incluso agrícolas, como labrar la tierra, tarea que se solía llevar a cabo también con parejas de bueyes, y de las vacas, de las que se aprovechaba tanto la leche como la carne, y el recrío de terneros. En algunas casas se guardaban de 2 a 4 vacas con este fin. Las ferias de ganado que se celebraban en diversos pueblos de la comarca (Plan, Broto o Labuerda, entre otros) eran un espacio privilegiado para la compraventa del ganado y en muchos casos se mantendrán durante la Guerra Civil, con la prohibición expresa de sacar el ganado de la región12. La presión que se ejer- cerá sobre los ganaderos, tanto para que abastezcan al frente como a las unidades militares desplegadas en la comarca (Torla, Broto, Boltaña, etc.) será una constante a lo largo de la contienda y acabará esquilmando las cabañas y generando no pocos problemas a los ganaderos13. Aparte de la explotación del ganado, la economía doméstica, y sobre todo la dieta montañesa, se complementaba con la cría de conejos y gallinas, y con la caza de sarrios o rebecos, principalmente, y de especies pequeñas como las liebres y conejos destinados al consumo, y de tejones, zorros y fuinas, cuya piel se vendía, así como con la pesca.

1.4. Los montes comunales y la explotación forestal Cuando antes nos referíamos a la estructura de la propiedad de la tierra en el Sobrarbe teníamos en cuenta la propiedad individual de la misma, pero una de las características de las comarcas pirenaicas respecto a otras zonas aragonesas es que el 76% de la tierra es comunal, dividida entre tierras municipales (196.000 ha, un 75,4% de los bienes colectivos14) y tierras que pertenecen a las comunidades de

12 Nuevo Aragón y Archivo Municipal de Benasque. 13 El 8 de febrero de 1937 se prohibirá vender ganado lanar o vacuno y se exigirá presentar a la Comandancia Militar del Sector Pirineo, al mando de Nicanor Felipe, una relación de todo el gana- do de cría y de sacrificio. Archivo Municipal de Benasque, correspondencia 1936-1937. 14 Estos bienes municipales se desglosan asimismo en comunales (14.000 ha), bienes del Ayuntamiento (15.000 ha) y “montes de utilidad pública” del Estado (166.000 ha).

30 Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo vecinos y que representan un 24,6% del total de tierras y un 11,5% de la superfi- cie15. Las estrategias de participación en las tierras que pertenecen a la comunidad variarán, según las localidades, dando lugar a comunales en los que participan por igual todos los vecinos, como Tella y Sin, u otros donde se establece una escala de diferentes cotizaciones, como en Arcusa. Las tierras comunales, en su mayoría, se localizaban fuera de los pueblos y eran zona de pasto, en las montañas, y de monte, cubierto de bosques y matorrales. Los vecinos tenían diferentes posibilidades de acceso a los recursos de estas tierras, por ejemplo a través del aprovechamiento de la madera para la construcción de sus casas y bordas, la fabricación de utensilios domésticos y aperos de labranza o la leña para calentar el hogar. Cabe destacar que hasta la Guerra Civil, la explotación de los bosques y de la madera, en particular, estaba destinada sobre todo a cubrir las necesidades de la población local. Esta tenía derechos de explotación, aunque limitados, para hacer y recoger leña en los bosques públicos. También una parte de la madera y el carbón, producido en las carboneras, y destinado a usos domésticos y a los hornos pana- deros del Somontano y de las riberas de Ebro, se transportaba a lomos de mula o cuando se trataba de madera destinada a la construcción y ebanistería, mediante las navatas. Estas utilizaban los cursos fluviales del Ara y el Cinca, haciendo bajar los troncos, bien desde Torla y Aínsa, bien desde Bielsa, pasando por Lafortunada, Laspuña y Escalona, donde se armaban las navatas. La falta de otros medios de transporte limitó el desarrollo de una explotación forestal mayor. Según Daumas, en los años 30, y en todo el Alto Aragón oriental, el volumen total de madera que se comercializaba no pasaba de los 15.000 m3 16. A lo largo de la Guerra Civil, sin embargo, la explotación forestal experi- mentará un impulso importante, con el apoyo del Consejo Regional de Defensa de Aragón. Por ejemplo, el Consejo Municipal de Plan realizará el 17 de mayo de 1937 una subasta de madera, de 1.000 m3 de pino, tasados en 15.000 pesetas17. También el Consejo Municipal de Bielsa anuncia la subasta de aprovechamiento de madera de pino el 10 de junio, del monte Abesué y Acirón (1.000 m3), por 15.000 pesetas; del monte Costadue (250 m3), por 3.750 ptas., y de la partida de monte Bardoblera, en Mascarina y Pineta (350 m3 de abeto), por 5.250 ptas18. El Consejo Municipal de Torla realiza asimismo una subasta el día 11 de julio de 400 m3 de madera de pino del monte Canal de Madera, partida Cotata Fonda, por 6.000 pesetas19.

15 Daumas (1976), p. 241. Los datos corresponden al Sobrarbe y la Ribagorza. 16 Daumas (1976), p. 514. Según este autor, entre 1920 y 1935 en España se consumió una media anual de 3 millones de m3 de madera, en su mayoría importada, pues la falta de medios de transporte man- tenía la producción nacional en 400.000 m3 por año. En 1940 solo había construidos 200 kilómetros de pistas forestales, pero en los años posteriores se dispararía la producción y el precio de la madera. 17 Nuevo Aragón, n.º 89, 2 de mayo de 1937. 18 Boletín del Consejo Regional de Defensa de Aragón, n.º 23, 26 de mayo de 1937. 19 Boletín del Consejo Regional de Defensa de Aragón, n.º 27, 1 de julio de 1937.

31 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell

1.5. La pequeña industria y el comercio Otro recurso importante del Sobrarbe en aquellos años era el hidráulico, tan- to para la agricultura como para la generación de electricidad. La etapa de 1906 a 1936 se caracterizó por una intervención directa del Estado. En 1906 se termina- ron las obras de construcción del canal de Aragón y Cataluña, que permitían regar 16.000 ha en el Somontano de Monzón y La Litera. Su funcionamiento fue bastante precario hasta que en 1930 se puso en servicio el pantano de Barasona, a instancias de la Confederación Hidrográfica del Ebro, creada en 1926. También en este perío- do se concibió el Plan “Alto Aragón”, diseñado por Rafael Izquierdo y aprobado por ley en enero de 1915, que preveía el riego de 300.000 ha en los somontanos de Barbastro y Huesca, los Monegros y La Violada, gracias a los aportes del Cinca y el Gállego. De este plan solo se iniciaron las obras del pantano de Mediano, que al estallar la guerra todavía estaban inacabadas20. Los primeros equipamientos hidroeléctricos seguirán una evolución similar a la de las obras hidráulicas: en 1919 se terminan las obras de la central de Seira y entre 1922 y 1928 se instalará un complejo de 3 centrales en Lafortunada, Barrosa y Urdiceto, cuyas obras se habían iniciado en 191821. La construcción de la central de Lafortunada va a tener un enorme impacto tanto físico como socioeconómico en la zona, con un desplazamiento masivo de mano de obra a esta, en gran parte procedente de los pueblos de la comarca. La construcción de la central va a suponer la acometida de algunas de las infraestructuras necesarias, como la carretera de

20 La importancia de estas obras se refleja en las pugnas por su control a lo largo de la contienda. Con el Sindicato Único de la CNT más potente de la comarca, con 200 afiliados, Mediano po- dría haber sido durante las primeras semanas del conflicto un importante centro de organización y coordinación de las acciones llevadas a cabo en los pueblos del Sobrarbe. Es plausible que, tras la muerte a manos de los obreros del pantano del contratista de las obras, Fulgencio Tremp, se for- mase un Comité de Control Obrero. Hasta principios de 1937, momento en que el Departamento de Trabajo del Consejo de Aragón intercede por los obreros, la empresa les adeudaba jornales. (Nuevo Aragón, n.º 7, 27 de enero de 1937, p. 7). En febrero de 1937, para proseguir las obras de construcción del pantano, y presumiblemente como forma de mantener un control tanto de la CNT local como de descongestionar las cárceles de Barbastro y Caspe y realizar trabajos de utilidad pú- blica, la Consejería de Justicia del Consejo de Aragón, controlada por Tomás Pellicer, de Izquierda Republicana, y con arreglo al decreto del Ministerio de Justicia del 26 de diciembre de 1936, presen- ta un proyecto para emplazar en Mediano un campo de trabajo con cabida para 250 penados que se alojarían en los locales que había junto a las obras. (Nuevo Aragón, n.º 32, 25 de febrero de 1937, p. 7). En abril del 37, Saúl Gazo Borruel, que en julio de 1937 será nombrado delegado del Gobierno en la Confederación Hidrográfica del Ebro, se erigirá en uno de sus máximos impulsores, viajando a Valencia para hacer gestiones en nombre del consejero de Justicia y facilitar nuevos datos al Consejo de Aragón sobre el campo de trabajo. Se están construyendo cuatro barracones para unos 250 presos, dos barracones para personal de vigilancia y otro para oficinas, y se estipula que los presos cobrarán 2,50 pesetas diarias para comida y aseo. (Nuevo Aragón, n.º 84, 27 de abril de 1937, p. 6). 21 Para una historia concisa de la central hidroeléctrica de Lafortunada, véase Lasaosa y Ortega (2003), pp. 245-279.

32 Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

Lafortunada a Salinas y Bielsa o el desvío por Naval de la que unía Barbastro con Aínsa, que van a favorecer la movilidad de personas y de mercancías. Pero, por otra parte, también va a implicar la aparición de un importante núcleo obrero, de formas de salariado nuevas en la comarca, así como una mayor circulación del dinero en general (por compra de terrenos, salarización, concentración de obreros necesitados de una serie de servicios, etc.). La presencia en algunos momentos entre 1918 y 1923 de cerca de 3.000 obreros en la zona da una idea del impacto que sobre la economía y las relaciones sociales tuvo la construcción de la central de Lafortunada. Como explica Germán Zubero, hay que destacar a partir de la Primera Guerra Mundial las inversiones de capital vasco, catalán y madrileño, en el aprove- chamiento eléctrico de los recursos hidráulicos en el Alto Aragón, posibilitado por el desarrollo de la tecnología del transporte eléctrico de alta tensión, y que consolidó a la provincia de Huesca como la segunda (tras su vecina Lérida) en el ranking pro- ductivo eléctrico español del período anterior a la Guerra Civil. Así, la producción hidroeléctrica aragonesa experimentó un crecimiento muy fuerte durante la década de los años veinte y treinta con un ritmo muy superior al global español, por lo que aumentó su cuota de potencia instalada y productiva: de representar el 4,7% de aquella en el inicio de los años veinte pasa a situarse en 1935 en el 12,8% de la capa- cidad productiva española y alrededor del 17% de la producción eléctrica del país22. Pero independientemente de las grandes obras hidráulicas, la comarca con- taba con infinidad de pequeñas centrales hidroeléctricas, destinadas al consumo lo- cal, y molinos harineros, accionados también por la fuerza hidráulica y situados generalmente cerca de los pueblos aprovechando los saltos de agua de barrancos o arroyos. En muchos casos, ambas instalaciones, el molino y el generador eléctrico, compartían el mismo edificio. Las sierras para cortar madera y los batanes, donde se abatanaban y curtían los tejidos, se beneficiarán de la misma fuerza motriz que molinos y centrales eléctricas. En 193623 había molinos de represa prácticamente en todos los pueblos de la comarca, como , Aínsa, Bielsa, Boltaña, Broto, Coscojuela de Sobrarbe, Espierba, Fanlo, Fiscal, Olsón (dos molinos, uno de ellos harinero), Parzán y Puértolas (ambos propiedad de José María Núñez), un molino harinero en El Pueyo de Araguás u otro molino de represa en Salinas y Sin. En cuanto a las centrales hidroeléctricas, que como comentábamos a menudo compartían espacio con mo- linos: en Fiscal existía una fábrica participada por 36 personas, en Gistaín una fá- brica eléctrica y un molino harinero, propiedad de la Sociedad Electro-Harinera; en Guaso, un molino harinero, propiedad de la Sociedad Molino Harinero y una fábrica de electricidad de la Sociedad Fuerza Eléctrica del Ara. En Labuerda había

22 Extracto de Germán, L. (1990), Eléctricas Reunidas de Zaragoza (1910-1990). El desarrollo del sector eléctrico en Aragón. Zaragoza. 23 Todos los datos en referencia a los molinos, centrales eléctricas y establecimientos industriales y comerciales de la comarca están extraídos de la Contribución Industrial de 1936, AHPH.

33 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell un molino harinero y una fábrica de electricidad, igual que en Laspuña, cuya fábrica eléctrica, denominada Electra, era de 19 K con un 15% de fuerza eléctrica y estaba situada en el molino y también en Plan o San Juan de Plan, población que contaba entonces con un molino harinero y una central eléctrica, ambas instalaciones pro- piedad de la Sociedad Electro-Harinera San Mamés. En Santa María de Buil estaba localizado un molino de represa y una fábrica eléctrica, ambos de Ramón Vistué Sánchez, y en Sarvisé un molino de una piedra (15% fuerza hidráulica) y una fábrica de electricidad a 7 kilómetros de la aldea (15% fuerza hidráulica), ambos propiedad de Sebastián Arnal Buisán. Las potencias, por lo tanto, eran bastantes similares en centrales y molinos de toda la zona. También se explotaban en la zona minas, algunas en el valle de Chistau, como las de sal en Salinas de Sin o las de cobalto en Berdemené (en Punta Suelza), ex- plotadas por una empresa alemana24. Pero las más importantes eran, sin duda, las minas de Parzán, explotadas por una compañía participada también por capitales extranjeros, franceses y suizos, de la que José María Núñez era copropietario por la parte española. Otras industrias que jugarían un papel central en la economía agrícola y gana- dera tradicional en los años 30 fueron las ferrerías, donde se arreglaban herramientas de trabajo y se herraba a los animales, y los telares. Las herrerías estaban localizadas en Fiscal, en Labuerda (donde había dos herreros) y en Salinas y Sin. Hay telares (o tejedores) en Coscojuela de Sobrarbe, dos tejedores en Oto, uno en Puértolas (con un telar para lana e hilo), sastres en Labuerda, Puértolas y Salinas y Sin, y carpin- teros en Coscojuela de Sobrarbe, Labuerda y San Juan de Plan (cuyo dueño lo era también de una serrería mecánica y mayor contribuyente del pueblo). Ferreterías había una en Fiscal, donde también en este caso el dueño era el mayor contribu- yente del pueblo, y otra en Sarvisé. También había prensas de viga en Abizanda. En cuanto al comercio, había tiendas de comestibles en Abizanda, Fiscal, Gistaín (tres tiendas), Labuerda (una carnicería), Laspuña (tres tiendas y una car- nicería), Linás de Broto (dos tiendas), en Mediano y Oto, una carnicería en cada población, en Puértolas y tres tiendas en Salinas y Sin; venta de vinos y licores en Fanlo y abacerías en Fanlo y Santa María de Buil. Además, en algunos pueblos también había cafés y bodegas o tabernas, como en Gistaín, Laspuña, Mediano (donde existía asimismo una posada), Puértolas y San Juan de Plan. En otras pobla- ciones incluso se encontraba alguna tienda de tejidos, como era el caso de Labuerda, Mediano, Puértolas o Tella, posiblemente vinculadas a la existencia de núcleos obre- ros de una cierta importancia y las necesidades que estos generaban. Por lo que atañe a las poblaciones con una mayor actividad industrial y co- mercial, según la Contribución Industrial de dichas localidades en 1936, destacarían Aínsa, Banastón, Bielsa, Boltaña, Broto y Plan.

24 Lasaosa y Ortega (1999), p. 59.

34 Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

En Aínsa, los mayores contribuyentes por matrícula industrial eran, respec- tivamente: José Puyuelo Puyuelo, alcalde de la población entre 1932 y 1936, por su tienda de automóviles y accesorios sita en la carretera, así como un surtidor de gasolina y un taller de herrería mecánica (con un caballo de vapor); Pedro Bernad (que también posee un almacén de abonos en la carretera), Joaquín Chéliz Juste (dueño de una fábrica de harinas y de una fábrica de electricidad, ambas en la carretera), Matías Oncins Puértolas (que también es dueño, vende pólvora para caza) y Cayetano Puyuelo Fes, los cuatro por sus tiendas al por menor de ferretería, todas ellas situadas en la carretera. También había en Aínsa tres cafés, el de Manuel Sánchez Juste, sito en la carretera, donde también poseía una fonda (y era dueño de una fábrica de gaseosas); otro parador; dos carnicerías; médico, farmacéutico, telar; hay dos serrerías propiedad de Vicente Ramos Santos y José Sanz Bielsa; dos sastres; tres carpinterías; tres herreros; un alpargatero (Sixto Noguero Güerri); un zapatero (Pedro Lacambra Pueyo) y un albardero (Mercedes Chazal). En Banastón, los mayores contribuyentes son los herederos de José Palacín Guillén, dueños de una fábrica de harina, un molino harinero y una tahona con horno. Les sigue la fábrica de lejía de José Cazcarra Guillén; la sierra de cinta de Antonio Buil Pardina, el sastre, la venta de abonos minerales (en Arro), una carni- cería, el carpintero y el herrero. En Bielsa hay en 1936: tres tiendas de tejidos; seis de comestibles; dos cafés; dos paradores; dos médicos y un farmacéutico; el sanatorio de Pineta, con 44 ca- mas; tres molinos en Bielsa, Parzán y Espierba; una harinera en Bielsa; un panade- ro, un zapatero, un alpargatero y dos herreros. En Boltaña, los mayores contribuyentes son, por orden: la fábrica de hari- nas de Enrique Gistau Lascorz; el sanatorio, con 30 camas; las dos ferreterías pro- piedad de Avelina Bielsa Sanromán y José Sazatornil Lascorz, que también vende pólvora para caza; Arturo Bielsa Sanromán, por una tienda de tejidos, un surtidor de gasolina en las afueras de Boltaña y una fonda situada en la Carretera, n.º 4; tres tiendas de ultramarinos; dos cafés; tres carnicerías; una tienda de comestibles y una zapatería y una relojería. También hay un practicante, un veterinario, un farmacéu- tico y tres médicos; varios abogados y empleados del Juzgado; un telar, una herrería, una fábrica de electricidad, propiedad de la viuda de Enrique Gistau, tres sastres, un panadero, una carpintería y una hojalatería. En Broto, los mayores contribuyentes son: Miguel Orús López, con un moli- no y una fábrica de electricidad; Manuel Bardají Bielsa y Silverio Pascual Pintado, que venden vino al por mayor; Vicente Tomás Feliu, dueño de una fábrica de gaseo- sas y de un café y una posada. Luego vienen: una carnicería, dos tiendas de comes- tibles y otro café; el sastre, el farmacéutico, el veterinario, el zapatero y el panadero. En el valle de Chistau, Plan tiene una cierta concentración de comercios, arte- sanos y pequeña industria: hay en 1936 dos tiendas de tejidos, varias de comestibles, una carnicería, una tienda de vinos y dos abacerías, una panadería y una tienda de

35 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell venta de turrones. También existe un molino harinero y una central eléctrica, en- cargada del alumbrado público, propiedad de José Ballarín Dueso y varios talleres: herrería, carpintería, alpargatero y sastre. Como dato curioso, mencionar que en 1936 se pagaba contribución industrial por la tenencia de caballos sementales y garañones, como aparece en las contribu- ciones de Coscojuela de Sobrarbe, El Pueyo de Araguás y Sieste. A diferencia de todas estas localidades, en muchas otras prácticamente no ha- brá ninguna actividad ni de tipo comercial ni industrial, como es el caso de Arcusa (donde en 1931 sí había habido en funcionamiento un par de tiendas de comestibles, un telar y venta de cordeles de cáñamo), Burgasé, Castejón de Sobrarbe (donde en 1936 solo hay un ropavejero dedicado a la venta de retales), Sarsa de Surta o Toledo de Lanata, donde sin embargo la población sobrepasaba las 400 personas en 1936.

1.6. La conflictividad social durante los años de la República en la provincia de Huesca El resultado de las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 otorgó la victoria a las candidaturas republicanas y socialistas en toda España. Una oleada de entusiasmo sacude al pueblo aragonés, que al igual que el del resto del país, esperaba con anhelo un cambio político que le posibilitara alcanzar sus ideales de emancipación y progreso. La monarquía, seriamente deteriorada, no contando ya ni siquiera con el apoyo de las derechas, era considerada como una rémora para el desarrollo del país. Es necesario señalar la gran fuerza que la CNT25 alcanza en la provincia de Huesca durante este periodo. A lo largo de 1918 y 1919, como consecuencia de la intensa propaganda promovida por la CNT en Aragón, surgen sindicatos únicos afiliados a la CNT, en la mayoría de los centros de la provincia, como son Huesca, Barbastro, Monzón, Binéfar y Graus, presentando delegaciones en el II Congreso Nacional, que se hace en el Teatro de la Comedia de Madrid26. Pero es a partir de 1931, tras los oscuros años de la dictadura de Primo de Rivera, cuando se dan las condiciones para la reorganización del sindicato y su emergencia, tanto a nivel provincial como regional. En la ciudad de Huesca, la Federación de Sindicatos de la CNT, establecida en 1919, ejercía una notable influencia en todos los sectores de la actividad económica y social, contando además con figuras destacadas como

25 El otro gran sindicato español, la UGT, no tiene una presencia significativa en la provincia de Huesca, con la excepción de los núcleos industriales de Sabiñánigo y Jaca. A finales de 1931 úni- camente cuenta con 14 sociedades afiliadas a UGT en toda la provincia, lo que representa 1.015 afiliados, y no se creará una Federación Provincial del sindicato, hasta la tardía fecha de marzo de 1933. Kelsey (1994), p. 144. 26 Casanova, J. (1985), p. 13.

36 Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo las de Ramón Acín27 y Felipe Alaiz28. En el resto de la provincia, la actividad sindi- cal es animada por militantes bien conocidos en el ámbito local y comarcal, como es el caso de Juan Ric y Manuel Gibanel en Binéfar; José Sirana, Justo Val Franco, Manuel Lozano, los hermanos Carrasquer y José Alberola en la ribera del Cinca, o Eugenio Sopena y José Mavilla en Barbastro. La provincia de Huesca tiene repre- sentados a 3.047 militantes en el Congreso Extraordinario de la CNT del 11 de junio de 1931 en Madrid29, la mayor parte de los cuales proceden de los pueblos del Cinca Medio (Albalate, Fraga, Alcolea y Belver), Barbastro, Huesca y . Durante 1931, la actividad de propaganda y difusión del sindicato por toda la provincia es continua, tal y como se había decidido en el Pleno Provincial de Sindicatos de la CNT, del 20 septiembre del mismo año, donde también se acuerda la organización de federaciones comarcales, con centros en Tardienta, , Jaca, Binéfar, Albalate, Peñalba y Barbastro. La actitud del sindicato ante el cambio de régimen es expectante, como pro- clama un manifiesto del Comité Nacional en mayo, La“ CNT no está al lado de la República, pero tampoco contra la República” y cifra sus apoyos en la capacidad de esta para asumir los tan anhelados cambios en materia económica y social. Por otra parte, tras el largo periodo de silencio impuesto por la dictadura, el sindicato aspira a impulsar reivindicaciones de carácter concreto en cuanto a la duración de la jor- nada laboral, las condiciones de trabajo, la implantación de un salario mínimo y el propio reconocimiento del sindicato y de su estructura organizativa ante patronos y empresarios30. Sin embargo, en el transcurso del año 31, las expectativas generadas por el cambio de régimen van decayendo31, al no acometerse desde un primer momento

27 El polifacético Acín acude como delegado de los sindicatos del Alto Aragón al II Congreso (di- ciembre de 1919) y como delegado por Huesca al III Congreso (junio de 1931) de la CNT, ambos en Madrid. También había participado muy activamente en la sublevación de Jaca del año 30, y era el referente para toda una generación de jóvenes maestros libertarios oscenses, como Viñuales y Ponzán. Torres Planells (1998), pp. 52 y 82. 28 Nacido en (Huesca), el 23 de mayo de 1887, cursa estudios en Lérida y Huesca, donde conoce a Ángel Samblancat, Ramón Acín, Gil Bel y Joaquín Maurín, con los que consti- tuye el grupo del Talión. Escritor y periodista libertario, a partir de 1918 colabora en los diarios Sol, Solidaridad Obrera, España Nueva, Crisol, La Batalla, El Luchador, Tierra y Libertad, Revista Blanca, etc. En diciembre de 1919 participó en el Congreso de la CNT celebrado en el Teatro de la Comedia de Madrid, y en 1920 formará parte del Comité Regional catalán de la CNT. A principios de los 30 es director de Tierra y Libertad (1930) y de Solidaridad Obrera entre 1931 y 1932. Durante la Guerra Civil se opuso a la participación de la CNT en el Gobierno de la República, lo que le supuso su confinamiento en Lérida durante el conflicto, a pesar de lo cual continuó dirigiendo el diario Acracia. 29 Casanova (1984), p. 24. 30 Kelsey (1994), p. 90. 31 El 28 de junio de 1931 se celebran elecciones a Cortes, en las que obtienen el triunfo el PSOE y los partidos republicanos, radical-socialistas y Acción Republicana, encargados de formar un nuevo gabinete presidido por Niceto Alcalá Zamora. En Huesca, 4 de los 5 escaños en litigio van a parar al Partido Radical de Lerroux. Ver resultados de las elecciones en Anexo 3.

37 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell medidas sobre los urgentes problemas que afectan a las clases populares, así como por el constante empleo de las fuerzas de orden público para reprimir las manifesta- ciones de la conflictividad social, que equiparan el comportamiento de la República a la actuación de la monarquía. Como expone Peirats, con cierta ironía: “Pero la reforma agraria que pide a gritos media España, los planes hidráulicos y de industria- lización, la apertura de trabajos públicos y privados, no puede hacerse en veinticuatro horas. Ni en cinco años, según veremos más adelante. Hacer lo contrario sería asustar a las derechas, provocar el pánico financiero, la paralización del comercio, la retención o evasión de capitales. Total, que el pueblo hambriento puede y debe esperar”32. Este desencanto también penetra en el sindicato anarquista, y “desde los pri- meros a los últimos meses de 1931, en la CNT se fue materializando una actitud de distanciamiento y oposición crecientes, hacia una República cuyo orden político mani- festaba una hostilidad creciente hacia las clases sindicadas en ella”33, y determinará el desplazamiento de los sectores más posibilistas y moderados, y su sustitución por una nueva generación de militantes más proclives a impulsar las transformaciones mediante un cambio revolucionario34. A esto se añade una coyuntura económica muy desfavorable, generada por la crisis internacional, como consecuencia del crack del 29, y por las propias contradic- ciones del capitalismo español, que a pesar de necesitar un marco de acumulación distinto del que propiciaba la monarquía, mira con recelo las nuevas disposiciones republicanas en materia urbanística y tributaria, así como su capacidad para ate- nuar las reivindicaciones de tipo laboral. Esta crisis repercutirá en una contracción económica muy importante, con un aumento muy significativo del paro, en especial en el sector de la construcción, repercutiendo en el aumento de la conflictividad social. En este contexto, el 18 de enero de 1932 se declara un movimiento insurrec- cional en la comarca del Alto Llobregat, organizado por mineros de Sallent y Figols afiliados a la CNT. Los revolucionarios declaran el comunismo libertario y supri- men la propiedad privada y la moneda. El Gobierno aplasta el movimiento a los cinco días, iniciando una feroz represión que llevará a un centenar de presos a la deportación. Como protesta, se convocan para el día 25 de enero huelgas generales por toda España. En Aragón, ante la tensa situación creada, el día 24 el Comité Regional de la CNT decide cancelarlas.

32 Peirats, J., (1988), tomo I, p. 52. 33 Díez Torre (2003), tomo I, p. 65. 34 Aragón no se verá excesivamente afectado por la pugna por el sindicato entre el sector más mode- rado y el más radical del mismo. De hecho, el sindicato mostrará en la región una tendencia a un anarcosindicalismo radical, que hará innecesario el papel de una FAI como garante de los plantea- mientos más ácratas dentro del sindicato. La FAI, a finales de 1933, no contaba en Aragón con más de 600 federados, distribuidos en 99 grupos. Kelsey (1994), pp. 52 y 198.

38 Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

Desde Zaragoza se envían delegados a las comarcas, pero muchos de ellos son detenidos y no pueden transmitir sus instrucciones. En consecuencia, se inician las huelgas de protesta en muchas localidades de Huesca, como Jaca, Barbastro, Binéfar, Belver y Albalate de Cinca. La respuesta de las autoridades es muy dura, con clausura de los sindicatos de la CNT y detención de decenas de sus militantes, por lo que, en Barbastro y Binéfar, los trabajadores indignados deciden mantener la huelga durante un día más35. En Barbastro, al igual que en otros municipios de la provincia, el sindicato de la CNT permanece cerrado durante todo 193236, y como respuesta sus militantes comienzan a organizarse en grupos de afinidad, con los que pondrán en funcio- namiento todo un conjunto de actividades culturales y pedagógicas, como la creación de grupos de teatro, festivales libertarios, etc., mediante los cuales se pro- moverá una intensa campaña de difusión anarquista que llegará a los rincones más recónditos de la provincia37. Por otra parte, la falta de reflejos de la República para acometer los problemas más acuciantes, así como la impopularidad de algunas de sus primeras disposiciones, como la ley de “Asociaciones Profesionales” del 8 de abril de 1932, del ministro de Trabajo Largo Caballero, que es prácticamente una copia de los comités paritarios de la dictadura, y por tanto un ataque contra el de- recho de huelga y contra las tácticas de acción directa de la CNT; la ley de defensa de la República; la de Vagos y Maleantes; el fracaso en la aplicación de la Ley de Reforma Agraria38, de septiembre de 1932, por no activar el ministro de Agricultura, Marcelino Domingo, la cláusula que permitía actuar sobre las tierras comunales, y que en la provincia de Huesca suponía un 50% de la tierra cultivable39, etc., sumen en el desencanto a los trabajadores, que evidencian que la República no será capaz de dar salida a sus aspiraciones, y que únicamente por el empuje de sus propias fuerzas podrán estas impulsarse. Esto, unido a la proliferación de grupos libertarios, que hacen una gran labor de difusión del anarquismo, especialmente en el campo, va decantando a los trabajadores a afiliarse a la CNT, que experimentará en el año 33 un crecimiento enorme en todo Aragón. Este año marca también un cambio de tendencia en cuanto a los discursos y debates dentro del movimiento anarcosindi- calista, menos centrados en cuestiones estrictamente laborales, como en la etapa precedente de reorganización del sindicato alrededor del año 31, y mucho más en las

35 Díez Torre (2003), tomo I, p. 89, y Kelsey (1994), p. 136. 36 Kelsey (1994), p. 184. 37 Kelsey (1994), p. 188. 38 En septiembre de 1932 se aprobó la Ley de Reforma Agraria, con oposición de la derecha, represen- tante de los intereses de los terratenientes. Con ella se aprobaba la expropiación sin indemnización de las tierras de los Grandes de España y se declaran expropiables con indemnización los latifundios mal cultivados. En Aragón, un 40% de los latifundios estaban en manos de absentistas que residían en Madrid, y se localizaban especialmente en los partidos judiciales de Huesca, Sariñena, Fraga, Ejea, Zaragoza y La Almunia. El ritmo de la reforma agraria fue muy lento y sus resultados muy pobres. En 1934 solo se habían realizado 8.000 asentamientos en toda España. 39 Kelsey (1994), p. 202.

39 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell cuestiones específicamente anarquistas, como el concepto de comunismo libertario y la organización de la sociedad futura. Es lógico por todo ello que 1933 sea un año agitadísimo en las comarcas aragonesas con mayor implantación cenetista. El año comienza con el movimiento insurreccional de enero de 1933, que aunque no afecta directamente a Aragón, ya que tiene su epicentro en Cataluña, Andalucía y Levante, causa una enorme impre- sión, especialmente por lo acontecido en Casas Viejas40. Este movimiento, expresión de la llamada “gimnasia revolucionaria” de García Oliver, provocará la caída del Gobierno Azaña en septiembre, y la convocatoria de elecciones a Cortes41 para el 19 de noviembre de 1933. Mientras tanto, en la ciudad de Huesca la conflictividad se dispara, con movi- lizaciones en el sector de la construcción, desde el 14 de marzo, que desembocarán, en parte por la actitud intransigente del gobernador civil José Fabra Torres, en una huelga general de tres días de duración a partir del 8 de abril. También contará con un considerable apoyo en toda la región la convocatoria por parte del Comité Nacional de la CNT de un paro general de 48 horas de duración, contra la repre- sión, para el 8 de mayo de 193342. En este marco se llega a la agitada campaña electoral de noviembre del 33. Esta campaña presenta diferencias considerables respecto a la del 31. En primer lugar, concurren por separado socialistas y republicanos de izquierda, estos últi- mos divididos entre sí43, mientras que las derechas se presentan agrupadas en la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA)44, liderada por Gil Robles. La CNT, decepcionada respecto al comportamiento de la República, se

40 En Casas Viejas (Cádiz), donde tuvo lugar un movimiento insurreccional campesino promovido por los anarquistas durante la II República española. El 8 de enero de 1933 un grupo de campesinos que había proclamado el comunismo libertario fue asesinado por los guardias de Asalto (cuerpo policial creado por el Gobierno republicano). Las escenas más terribles sucedieron en el hogar del campesino apodado “Seisdedos”, el incendio de la casa acabó con su vida, mientras que sus hijos, nietos y dos vecinos eran fusilados por los guardias cuando intentaban salir de la casa. Este suceso fue un duro golpe para el Gobierno de Manuel Azaña, pues desilusionó a la izquierda y provocó los ataques de la derecha, pidiéndole responsabilidades por los fusilamientos. 41 En abril de este año se celebrarán también elecciones municipales, en las que se evidencia ya el avance de las derechas en muchos pueblos de España. Resultados de las elecciones a Cortes de no- viembre de 1933 en la provincia de Huesca, así como de la composición de algunos ayuntamientos de la comarca del Sobrarbe, tras las elecciones municipales, en el Anexo 3. 42 Kelsey (1994), pp. 215-217. 43 El Partido Radical Socialista, del que ya se había segregado su ala izquierda, en 1932, liderada por Ortega y Gasset y Juan Botella Asensi, para formar el partido de Izquierda Radical Socialista, sufre en 1933 una nueva división entre los partidarios de Gordón Ordax y los de Marcelino Domingo. Este último crea un nuevo partido, el Radical Socialista Independiente. Kelsey (1984), p. 223. 44 Fundada en octubre de 1932, engloba al partido Acción Popular, de Gil Robles, con monárquicos, mauristas, agrarios y católicos. Representa en la región los intereses de grandes y medianos propie- tarios, y del clero.

40 Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo desentiende del reparto de los escaños y centra su interés en la previsible respuesta desde la calle a un eventual triunfo de las derechas45. Por ello, pone en marcha una activa campaña abstencionista y antipolítica, decidida en un pleno de las Regionales realizado en octubre de 193346. Durante la campaña electoral de noviembre de 1933 se organizan mítines en varias ciudades de la provincia, como por ejemplo en Barbastro, en los que parti- cipan el ministro de Agricultura, Marcelino Domingo, que es abucheado por los agricultores presentes, pues se le hace responsable de la importación de grano que ha dejado sin salida al trigo nacional, y Gordón Ordax, ministro de Industria y Comercio, al que se le exige que al final de su alocución deje la tribuna libre y per- mita la intervención del público, participando algunos militantes cenetistas que cri- tican ferozmente los sucesos de Casas Viejas y las deportaciones a Bata, pidiendo la abstención en las elecciones y lanzando la consigna: “Frente a las urnas, la revolución social”. Durante esta campaña, la Iglesia toma abiertamente partido por la candi- datura agraria, adherida a la CEDA, como evidencia el artículo publicado en El Cruzado Aragonés con fecha 18 de noviembre de 1933. En las elecciones celebradas el 19 de noviembre de 193347 son elegidos por la provincia de Huesca los siguientes diputados: Lorenzo Vidal Tolosana, José Moncasi Sangenís, José Romero Radigales y Antonio Royo Villanova son nombrados diputados por el partido Acción Agraria Aragonesa, y el perenne Joaquín Mallo Castán lo es por el Partido Radical. La abstención, parámetro importante en estas elecciones, puesto que es la posición que la CNT defiende ante los comicios, es altísima, alcanzando en la pro- vincia un 48,8%48, de promedio, siendo aún ligeramente superior en las comarcas de mayor implantación cenetista. El 26 de noviembre de 1933, en un pleno de delegados regionales de la CNT en Zaragoza49, se acuerda la creación de un Comité Nacional Revolucionario, que comienza la preparación de la insurrección de diciembre. Esta debía tener como centro Aragón, y sería apoyada en el resto del país con una huelga general. El Gobierno, precavido de la situación, toma medidas destinadas a hacer fracasar el movimiento, y declara el estado de alarma a principios de diciembre. El 25 de no- viembre de 1933 es detenido en Huesca un grupo de anarquistas, a los que se les

45 Incluso para un representante del sector moderado de la CNT aragonesa, como Miguel Abós, una victoria de las derechas en las urnas sería la señal para la implantación del comunismo libertario en España. Solidaridad Obrera, 16 de noviembre de 1933, en Díez Torre (2003), tomo I, p. 134. 46 Kelsey (1994), p. 223. 47 A nivel nacional, el partido más votado fue la CEDA, que obtuvo 115 escaños, seguido por el Partido Radical de Lerroux, con 102 escaños. En Aragón los 21 escaños correspondientes son re- partidos entre las derechas de la CEDA, con 16 escaños, y los radicales de Centro Derecha, con 5 escaños. Ver votos de los diputados de la circunscripción de Huesca en Anexo 3. 48 Díez Torre (2003), tomo I, p. 129. 49 Entre los militantes más conocidos presentes en la asamblea se encontraban Cipriano Mera, Buenaventura Durruti e Isaac Puente.

41 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell encuentra además de un arsenal de 30 bombas, documentos que contienen un plan detallado para tomar el control de la ciudad de Huesca50. El 2 de diciembre se da la orden de requisar las armas localizadas en las armerías de Huesca y Zaragoza, y a partir del 7 de diciembre de cerrar todos los centros de la CNT de Aragón, al tiempo que comienzan las detenciones de significados militantes, como Joaquín Ascaso, o los hermanos Alcrudo, que formaban parte del Comité Nacional Revolucionario. La insurrección estaba preparada para el 8 de diciembre de 1933, día de apertura de las nuevas Cortes. En los días posteriores, 9 y 10 de diciembre, estalla el movimiento insurreccio- nal en otras localidades de la provincia, siendo los focos principales los pueblos de Tormos, Puipullín, Alcalá de Gurrea, en la comarca de las obras de los Riegos del Alto Aragón; Alcampel y Calasanz, en la Litera; Belver y Albalate, en la zona del Cinca; Villanueva de Sijena y Lanaja, en los Monegros, y Barbastro. En Alcampel, se incendió el archivo de la propiedad, símbolo de la explotación del régimen caci- quil, se abolió el dinero y se proclamó el comunismo libertario. En la refriega muere un asaltante y el recaudador de contribuciones. Se interceptan las carreteras y se paralizan el servicio de correos y el autobús de línea de Fraga. Lo mismo ocurre en Belver y Albalate. En esta última localidad muere el comunista Manuel Casado. En Tormos el cuartel de la Guardia Civil es atacado por más de doscientos anar- quistas armados y en Alcalá de Gurrea se desarma a los cuatro agentes del puesto del pueblo. En Puipullín, unos setenta obreros asaltan el economato y desarman al guarda. En Villanueva de Sijena mueren tres anarquistas en enfrentamientos con la Guardia Civil. En algunos lugares se bloquean las carreteras con troncos y se vuelan puentes para impedir la llegada de los refuerzos enviados desde Barbastro, Huesca y Lérida. En Huesca hubo varios asaltos a polvorines y cortes de luz y agua, y en Barbastro la Guardia Civil descubre un arsenal de bombas y detiene a una veintena de cenetistas de la localidad, matando a uno de ellos en una refriega y resultando muerto un guardia civil. En el pueblo de Bailo muere también un guardia civil, en un enfrentamiento con los insurrectos51. El levantamiento es secundado igualmente en muchos pueblos de la provincia de Teruel, como Alcorisa, Alcañiz, Calanda, Mas de las Matas y Beceite. Se decla- ra el comunismo libertario y en casi todas partes una de las primeras actuaciones es la destrucción de los registros de la propiedad. En las ciudades, especialmente Zaragoza, el gran despliegue de tropas impide el éxito de la insurrección. El día 9, la CNT lanza la consigna de huelga general revolucionaria. La huelga continuará hasta el día 14, en que es desconvocada por el Comité Nacional Revolucionario. Dos días más tarde es detenido en Zaragoza todo el Comité. Corresponderá a los denominados tribunales de Urgencia, como disposición incluida en la declaración de alarma, depurar responsabilidades por lo acontecido.

50 Kelsey (1994), p. 248. 51 Kelsey (1994), p. 233.

42 Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

El año 34 transcurre marcado por una fuerte represión en las comarcas al- toaragonesas, con los centros sindicales clausurados, y muchos de sus militantes detenidos hacinados en cárceles insuficientes para albergar a todos los reclusos52. En octubre de 1934, la huelga general revolucionaria convocada por la UGT apenas tendrá seguimiento en Aragón y tendrá su mayor repercusión en Asturias, Andalucía y Cataluña. A mediados de 1935, la situación creada por la fuerte represión que sigue a octubre de 1934, lleva al gobierno conservador a un callejón sin salida. Tras una etapa de inestabilidad gubernamental, finalmente, el 20 de septiembre de 1935 cae el Gobierno de Lerroux, que da paso a un Gobierno Portella Valladares de manifiesta debilidad, que solo puede jugar el papel de puente hacia unas nuevas elecciones a Cortes. Estas se convocan finalmente para febrero del 36, y a ellas concurrirán los republicanos de distintas tendencias53, socialistas y comunistas aglutinados en el lla- mado Frente Popular54. Con más de 30.000 presos en toda España, su campaña ten- drá como principal divisa la amnistía para estos y la condena de la brutal represión asturiana. Por otra parte, los partidos de derechas también acuden a las elecciones coaligados en el llamado Frente “antirrevolucionario”, constituido por agrarios y cedistas. En el seno de esta coalición se producen algunas tensiones a la hora de designar candidatos en Huesca, por lo que finalmente Manuel Banzo Echenique, veterano político de los tiempos de la dictadura de Primo de Rivera, concurrirá como independiente. Esta formación organiza el 13 de febrero un mitin en Huesca en el que participa Gil Robles. Finalmente, también presentan candidatura por la circunscripción oscense el Partido Radical, así como Falange Española, representa- da por su jefe nacional, José Antonio Primo de Rivera. La CNT, que teóricamente se ratifica en su posición antipolítica y abstencionista, en la práctica apenas realiza campaña, dejando que sean sus militantes quienes decidan su posición ante las elec- ciones. Estas se realizan el día 16 de febrero de 1936 en un ambiente de normalidad y con muy alta participación, en torno al 70% de media en la región aragonesa. A nivel nacional el Frente Popular logra una amplia victoria, y pasa a formar Gobierno con Azaña a la cabeza. En Aragón obtiene el triunfo en la mayor parte

52 Realizaciones revolucionarias y estructuras colectivistas de la Comarcal de Monzón (Huesca). Ed. Cultura y Acción, Monzón, 1977, p. 52. 53 Los dos partidos republicanos integrantes del Frente Popular son Izquierda Republicana y Unión Republicana. IR se fundó en abril de 1934, al fusionarse los partidos de Manuel Azaña, Acción Republicana; el de Marcelino Domingo, Partido Radical Socialista Independiente, y la Organización Republicana Gallega Autónoma, de Santiago Casares Quiroga. Por otro lado, UR es también el resultado de la integración en septiembre de 1934 del Partido Radical Socialista, encabeza- do por Gordón Ordax, Izquierda Radical Socialista, de Botella Asensi y Ortega y Gasset, y los exra- dicales de Martínez Barrio, encuadrados en el Partido Radical Demócrata. UR contará en Huesca, y especialmente en las comarcas pirenaicas, con militantes destacados, como el diputado Mallo Castán, o el abogado Saúl Gazo, presidente de su Comité Provincial de Huesca. Kelsey (1994), p. 223. 54 En Huesca concurren, agrupados en el Frente Popular, candidatos pertenecientes a IR, UR y PS.

43 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell de los partidos judiciales de Huesca, excepto los de Boltaña55 y Benabarre, y en los zaragozanos de Ejea, Caspe, La Almunia y la capital. Por consiguiente, son elegi- dos por la circunscripción de Huesca cuatro diputados de la coalición republicano- socialista y uno por la CEDA. En opinión de Germán Zubero: “La orientación de voto en Aragón muestra una notable correlación con el tamaño del municipio. Las candidaturas de derechas consiguen, en general, una mayor incidencia electoral en los municipios más pequeños perdiendo presencia conforme aumenta el tamaño del mu- nicipio, en contraste con la simultánea y progresiva orientación hacia la izquierda”56. A partir del 1 de mayo se celebra en Zaragoza el IV Congreso Nacional de la CNT, del que se hablará más adelante, al que acuden 649 delegados representando a más de medio millón de afiliados, entre los que se cuentan los 200 militantes de Mediano y 60 de Boltaña57. Este congreso, de gran trascendencia para el sindicato, además de evaluar el resultado de las actividades revolucionarias de 1933 y 1934, plantea cuál debe ser su posición ante la reforma agraria, que previsiblemente el nuevo gobierno del Frente Popular pretende reactivar tras el paréntesis del bienio negro, haciendo hincapié en un planteamiento colectivista y comunista libertario. Cuando los militares sublevados en África se alzan, se da el pistoletazo de salida para un doble ataque al orden republicano. De un lado, aquellos que ven a la República como una farsa58, incapaz de atemperar la efervescencia social de la calle, y de otro lado aquellos que evidencian en ella un límite a sus aspiraciones de transformación social. En otras palabras: “Todos los aparatos del sistema de re- presentación (incluidas las organizaciones anarquistas y anarcosindicalistas) estaban mediatizadas por un clima, unas expectativas y una proliferación autoorganizativa que impidió la estabilización de la 2.ª República. Una república, pues, que en tanto proyec- to específicamente burgués, estaba atrapada entre las exigencias apremiantes del pro- letariado y la presión del conglomerado formado por el feudalismo residual, el ejército africanista, la Iglesia Católica y la gran burguesía”59.

55 Resultados de las elecciones en Huesca y comarca de Sobrarbe en Anexo 3. 56 Germán Zubero (1984), Aragón en la II República. Estructura económica y comportamiento político. 57 Casanova, J. (1984), p. 26. 58 Discurso de Gil Robles en la última sesión parlamentaria del 16 de junio de 1936 en Peirats (1988), p. 137. 59 García Velasco (1999), p. 162.

44 Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

CAPÍTULO 2. EL ESTALLIDO DE LA GUERRA CIVIL Y SUS REPERCUSIONES EN LA COMARCA DEL SOBRARBE

2.1. La sublevación militar en la provincia de Huesca y el establecimiento del frente en la montaña

2.1.1. El estallido de la guerra en Aragón: Zaragoza y Huesca Al conocerse la noticia de la sublevación militar en Marruecos, el gobierno de Casares Quiroga, que había desdeñado los rumores golpistas, rendido ante la evi- dencia tiene que dimitir. El nuevo gobierno, encabezado por Martínez Barrio, lejos de armar al pueblo y organizar la defensa, intenta entablar absurdas negociaciones con los rebeldes, que resultan infructuosas. Las esperanzas con que los trabajadores habían recibido la República, como oportunidad histórica única para resolver los acuciantes problemas económicos y sociales del país, algunos con orígenes remotos, como el referente a la propiedad de la tierra, y que la monarquía y la dictadura no habían hecho más que agravar, habían sido frustradas por un régimen que en sus distintas fases no había sabido o querido plantear soluciones prácticas a dichas cuestiones. Como tampoco se había abordado correctamente la cuestión de la reforma del ejército, que a partir del 18 de julio, con el pronunciamiento militar, se planteaba de forma perentoria. Como respuesta a la asonada, los sindicatos CNT y UGT, organizaciones mayoritarias entre el proletariado español de los años 30, instan al pueblo a la ac- ción y organizan a sus militantes, al tiempo que exigen al Gobierno la entrega de armas con que hacer frente a los militares sublevados, pero este, temeroso de que la resistencia popular al alzamiento pueda transformarse en revolución social en detrimento de su propia autoridad, se resiste a ello, ya que intuye que el proceso de efervescencia social vivido en los últimos años, y que ha tenido sus puntos álgidos en el ciclo insurreccional de los años 32-33 y 34, difícilmente es ya contenible en el marco de la legalidad republicana. La consigna de las organizaciones sindicales para frenar el golpe es declarar la huelga general revolucionaria a partir del momento en que la tropa salga de los cuarteles, así como preparar a su militancia y pertrecharse de las armas que pu- dieran reunir. En la madrugada del 19 de julio las tropas acuarteladas, junto con elementos civiles, salen a las calles de la mayor parte de las guarniciones de España y declaran el estado de guerra. El gobierno de Martínez Barrio cae, siendo sustituido por otro presidido por Giral, aunque de hecho esta figura es puramente nominal, puesto que es el pueblo quien toma la iniciativa de la lucha contra los militares sublevados, organizándose espontáneamente primero para asegurar la victoria en los lugares más comprometi- dos, para a continuación, en muchos casos, promover multitud de iniciativas desti- nadas a socializar y colectivizar la producción y la riqueza. La “temida” revolución

45 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell se pone en marcha al son de las sirenas de las fábricas, los talleres y los transportes colectivizados. En los próximos días se sucederán enfrentamientos en muchos pueblos y ciudades de España, con resultados desiguales. En general, en aquellas zonas que concentraban un mayor contingente obrero, como Cataluña, Madrid, Levante, la mayor parte de Andalucía, Badajoz, Asturias, Santander y País Vasco, así como la franja más oriental de Aragón, la sublevación es frenada. Queda en poder de los su- blevados Galicia, la zona norte de Castilla, Navarra y áreas de Andalucía, alrededor de Sevilla, Córdoba y Granada, Marruecos, Canarias y la mayor parte de Baleares, así como gran parte de Aragón, incluyendo las tres capitales de provincia. En aquellos lugares donde la batalla se decanta a favor de los sublevados co- mienza inmediatamente un proceso exhaustivo de depuración de todas las personas de izquierdas o sospechosas de serlo, con detenciones y ejecuciones sumarísimas. También allí donde la sublevación es atajada tienen lugar escenas de violencia sobre quienes se consideran cómplices o inductores de la sublevación, especialmente desde el momento en que se conoce lo que ocurre en las zonas conquistadas por los mili- tares, así como sobre los lugares de culto u otros elementos considerados símbolos de un orden caduco. En Zaragoza, ciudad eminentemente obrera y con una fuerte presencia anar- cosindicalista60, los sublevados triunfan sorprendentemente. Se ha argumentado que la poderosa CNT zaragozana, confiada excesivamente en su fuerza numérica, así como en el aparente sesgo político de sus máximas autoridades civil y militar, enviadas a la ciudad por el Gobierno de la República con órdenes de adoptar un tono conciliador tras los agitados conflictos laborales de los años precedentes y en los que el sindicato había resultado indiscutible vencedor, habría asumido el tono moderado propuesto por el veterano dirigente Abós, sin preparar ni organizar a su militancia para dar respuesta a un eventual alzamiento militar, considerando que la convocatoria de la huelga general sería suficiente para disolver cualquier conato de sublevación en la ciudad61. Pero los cálculos resultaron erróneos, puesto que los su- blevados consideraban esta como una pieza clave para el éxito del pronunciamiento a nivel nacional, dada su posición estratégica de comunicación entre la zona centro y Navarra, donde Mola, autor intelectual del alzamiento, contaba con un impor- tante contingente de fuerzas. A tal efecto este había encomendado la preparación del golpe en Zaragoza al teniente general Urrutia y al coronel Monasterio, a los que también secundó la máxima autoridad de la plaza, Cabanellas.

60 Apenas dos meses y medio antes se había celebrado allí el Congreso Nacional de la CNT, con una participación multitudinaria, sin precedentes en la historia de los comicios obreros en España. 61 La CNT de la ciudad de Zaragoza tenía en mayo de 1936 18.648 afiliados. Por otra parte, tanto el gobernador civil, Vera Coronel (IR), como el capitán general de la región, Cabanellas, eran maso- nes. Vera Coronel será detenido en las primeras horas del día 19 y posteriormente fusilado. Kelsey (1994), pp. 363-366.

46 Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

A partir del día 18, los militares conjurados con la conspiración realizan mo- vimientos preparatorios que evidencian lo inminente del pronunciamiento, por lo que se declara la huelga general, mientras los militantes acuden en tropel a los loca- les sindicales, dispuestos para la lucha. Se exigen armas al gobernador Vera Coronel, pero este se niega a entregarlas, temeroso de la fuerza que los anarcosindicalistas tienen en la ciudad. Ante esta negativa, deciden replegarse a los barrios y organizar allí los grupos de defensa. La Guardia de Asalto, también sublevada, durante la no- che del 18 al 19 toma posiciones estratégicas, procediendo también a ocupar algunos centros oficiales, así como a efectuar cacheos en busca de armas. Finalmente, en la mañana del 19, Monasterio presenta el bando firmado por Cabanellas, por el que se declara el estado de guerra y se ocupa militarmente la calle. A pesar de la huelga, los sublevados consiguen poner en marcha la línea del norte a partir del día 23, lo que les permitirá transportar hasta la ciudad los primeros destacamentos de reque- tés, fuerzas que determinarán la situación a favor de los rebeldes en las ciudades de Huesca y Zaragoza. La huelga continuará durante dos semanas, en medio de una represión sin precedentes, en la que por ejemplo se fusila a los trabajadores de la MZA que se nie- gan a volver al trabajo. En este ambiente de terror, los registros en los barrios, las de- tenciones masivas, las torturas y las ejecuciones están a la orden del día. Finalmente, bajo esta presión insoportable, los zaragozanos abandonan la huelga, cifrando sus esperanzas en la llegada de las columnas milicianas procedentes de Barcelona62, y a los intentos de fuga organizados por un cenetista “comité de evasión” tras la llegada de las milicias a las inmediaciones de la ciudad, y que propiciará la huida de cientos de militantes de izquierdas. En los meses posteriores se llevará a cabo en Zaragoza un exterminio de pro- porciones escalofriantes, aún hoy en día incalculable, pero que a la luz de los recien- tes hallazgos podría dar por válidas las primeras estimaciones efectuadas a lo largo de 1936, según las cuales en la provincia de Zaragoza, hasta principios de julio de 1937, se habría asesinado a más de 15.000 personas63, principalmente en su capital. Centrándonos más en el Alto Aragón, las circunstancias de la sublevación mi- litar en Huesca no difieren excesivamente de las de la capital aragonesa. Huesca tenía una débil guarnición militar, al mando de la cual se encontraba el general Gregorio de Benito, absolutamente comprometido con el alzamiento. Había también en la ciu- dad destacamentos de Guardia Civil, Carabineros y Asalto, en principio leales a la República, pero que terminarán secundando el alzamiento. En opinión de Graham Kelsey, la actitud del gobernador civil, el republicano Agustín Carrascosa, favoreció claramente a los sublevados, en tanto desestimó el plan sugerido en los días previos por un teniente de la Guardia de Asalto, consistente en trasladar al Gobierno Civil

62 Borrás (1983), pp. 86-103; Kelsey (1994), pp. 366-369; Díez Torre (2003), tomo I, pp. 297-300. 63 Kelsey (1994), p. 313.

47 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell el armamento del cercano polvorín de Fornillos y que finalmente caerá en poder de los sediciosos; malogró los esfuerzos del alcalde de Jaca, Julián Mur, por atajar la conspiración, y después los de los alcaldes republicanos de Tardienta y Ayerbe64, por organizar una respuesta coordinada al levantamiento, para finalmente rendirse a los sublevados sin presentar ningún tipo de resistencia65. Durante la noche del 18 de julio acuden a Huesca militantes de muchos pueblos de la provincia, en busca de las armas prometidas por Carrascosa, con las que hacer frente a la sublevación en la ciudad. Una comisión, integrada por los cenetistas Acín y Ponzán, el diputado Beltrán y el comunista Pedro Cajal, se reúne con el gobernador, exigiéndole la entrega de armas, a lo que Carrascosa se niega, ordenando en su lugar que la Guardia Civil y los carabineros se parapeten alrededor de los cuarteles, con objeto de impedir la salida de los militares. Estas fuerzas, mandadas por el coronel de la Guardia Civil, Díaz Tico, y que inicialmente se manifiestan leales a la República, no tardarán en sumarse a los sediciosos, y con ellas las de toda la provincia. La Guardia de Asalto, que a espaldas del gobernador incluso había llegado a repartir algunas armas entre los concentrados, aunque de forma desordenada e ineficaz, en las próximas horas también secundará a los su- blevados. Un grupo encabezado por Ponzán, junto con Viñuales, Gella y Gracia, habrían intentado forzar la situación y obligar al gobernador a adoptar medidas expeditivas o bien proceder a su eliminación66, pero se impone la opinión del maes- tro, Acín, partidario de continuar las negociaciones con Carrascosa en el marco de la comisión frentepopulista, por creer que una acción de estas características sería utilizada por los militares para justificar la proclamación del estado de guerra. En esas circunstancias, la mayor parte de los concentrados, desarmados, decepciona- dos por la ambigua e incoherente actitud del gobernador, que habiendo solicitado su presencia en la capital, se niega a armarlos67, y ante la manifiesta traición de las fuerzas de orden público, deciden abandonar la ciudad y emprenden el regreso a los pueblos, conscientes de que ya nada puede hacerse en Huesca. A primeras horas del día 19, los militares, junto con la Guardia Civil, salen de los cuarteles y declaran el estado de guerra, ocupando a continuación los lugares estratégicos sin encontrar resistencia armada, procediendo después a la detención de las autoridades republi- canas. Se abate entonces sobre la capital oscense una fuerte represión, que alcanzará su punto álgido el 6 de agosto, día en que serán fusiladas 120 personas, entre las que

64 Pedro Torralba forma parte del grupo de Ayerbe que acude a Huesca en la noche del 18 de ju- lio, relatando en sus memorias la evolución de los acontecimientos en la ciudad. Torralba (1980), pp. 33-37. 65 Kelsey (1994), p. 374, y Díez Torre (2003), tomo I, p. 322. 66 “Recordando al maestro Acín. Los que no mueren”, de Francisco Ponzán. Nuevo Aragón, 9 de mar- zo de 1937, n.º 42, p. 2. 67 Carrascosa será el único de los tres gobernadores civiles aragoneses que no será fusilado por los rebeldes.

48 Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo se encontrarán el cenetista Ramón Acín, el alcalde republicano Mariano Carderera y el exalcalde Manuel Sender. La indecisión y falta de previsión ante la rebelión observadas en Huesca y Zaragoza, y que marcará la tónica general en la región, contrastará con la actitud sostenida por los militantes de izquierda en las dos plazas militares más próximas a la comarca del Sobrarbe, Barbastro y Jaca, aunque tendrán, como veremos, re- sultados desiguales. Lo que ocurra en ellas durante los primeros momentos de la contienda determinará en gran medida la evolución de la situación en las comarcas pirenaicas.

2.1.2. Barbastro: una rápida respuesta a la sublevación militar Barbastro fue la única guarnición aragonesa en la que no triunfó la suble- vación, en gran parte gracias a la actuación decidida de sus habitantes, la rápida organización de grupos de civiles y su coordinación con soldados que cumplían el servicio dentro del cuartel. En este sentido, la CNT de Barbastro, que constituía el sindicato anarcosin- dicalista más numeroso de la provincia, había previsto la movilización de su mili- tancia ante un eventual intento sedicioso, así como también en las semanas previas, se había puesto en relación con algunos soldados pertenecientes al sindicato, con el objeto de evitar el triunfo de la sublevación en la ciudad. La capital del Vero contaba en aquellos momentos con una Brigada de Montaña al mando del coronel José Villalba, dependiente de la IV División Orgánica con cuartel general en Barcelona. Villalba se comprometerá con la conspiración tras su llegada a la ciudad en abril de 193668. Una vez conocida la noticia de la sublevación en Marruecos, empieza la mo- vilización de los miembros de los sindicatos y partidos de izquierda, que tras formar un Comité Revolucionario, encabezado por el cenetista Asín, procederán a la requi- sa de armas en las armerías locales y se apostarán en las inmediaciones del cuar- tel. También acuden a Barbastro numerosos militantes antifascistas de los pueblos vecinos así como de Carabineros procedentes de la montaña, que se pondrán a las órdenes del Comité. En el interior del cuartel, mientras tanto, los soldados comienzan a organi- zarse, nombrando delegados por compañías para estar informados de cuanto su- ceda afuera y evitar cualquier intento sedicioso por parte de los mandos. Villalba, indeciso, está pendiente de la radio y el teléfono, en espera de ver la evolución de los

68 Villalba se entrevistó con Cabanellas entre los días 12 y 14 de julio en el mesón de Enate, con el ob- jeto de preparar la sublevación. A la reunión acudieron otros oficiales de la guarnición de Barbastro, así como el capitán retirado de la Guardia Civil Zalama. En ella se informó a Villalba que conta- ría con el apoyo de 116 vecinos de Barbastro, comandados por Zalama. AHN, Causa General de Barbastro.

49 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell acontecimientos antes de decantarse en un sentido u otro. Sabe que la subleva- ción ha fracasado en Madrid y Barcelona, pero desconoce lo ocurrido en Huesca y Zaragoza, ya que el jefe de la central de Barbastro reexpide los mensajes procedentes de estas ciudades a Barcelona69. En cuanto a la oficialidad, secundando la sedición, intenta apoderarse de las ametralladoras, pero los soldados, tomándoles la delante- ra, se lo impiden, destacando un grupo de guardia permanente ante ellas. En esta indecisión transcurren tres días, durante los cuales los militantes con- centrados en Barbastro se desplazarán a algunos pueblos cercanos, como es el caso de Albalate, a donde el Comité envía tres camiones de milicianos, con el objeto de impedir que la Guardia Civil sublevada se haga con el poder. Finalmente, el día 21, el Comité Revolucionario nombra una comisión para que entre en el cuartel y se entreviste con Villalba, advirtiéndole que si no abre in- mediatamente las puertas, las fuerzas que lo rodeaban lo asaltarían. La respuesta no se hizo esperar saliendo inmediatamente del cuartel los soldados vitoreando la República. Los concentrados aprovecharon esta circunstancia para penetrar en él y hacer acopio de las armas allí almacenadas, con las que un grupo marcharía ese mismo día en dirección a Huesca, encontrándose con las fuerzas sublevadas en las inmediaciones de Lascellas. En días posteriores, estos milicianos junto con milicias del POUM procedentes de Cataluña, llegadas a la región a partir del día 25 de julio, atacarán Siétamo, donde se había concentrado la Guardia Civil de la comarca. El día 28, estas milicias también colaborarán con los militares de Villalba, en un segun- do intento por tomar Siétamo, y siendo de nuevo defraudados por la ambigüedad con que se conducía el militar, deciden desentenderse de él, reorganizarse y cons- tituirse en las denominadas “Milicias de Barbastro”, primer contingente miliciano netamente aragonés70. Una vez decidida la situación en Barbastro, comienzan las detenciones de las personas de mayor significación derechista, que se intensificarán en las semanas posteriores. Las ejecuciones sumarísimas tendrán lugar principalmente a mediados de agosto, afectando especialmente al colectivo eclesiástico71.

69 Borrás, J. (1983), pp. 118-119. 70 Torralba (1980), pp. 135-139. 71 La diócesis de Barbastro tendría el porcentaje de curas muertos más elevado de Aragón. Casanova (1985), p. 165. En concreto en la ciudad de Barbastro, y a partir de la Causa General, se contabilizan 244 fusilados por los republicanos a lo largo de toda la guerra, de los cuales unos 98 aproximada- mente serían religiosos. Hay que tener en cuenta que la mayor parte de ellos habrían sido detenidos en otras localidades de la provincia y posteriormente trasladados a Barbastro, como es el caso, por ejemplo, del diputado a Cortes por la CEDA, José Moncasi, detenido en Broto el 23 de julio de 1936, y ejecutado posteriormente en Barbastro. AHN, Causa General de Barbastro.

50 Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

2.1.3. Las columnas catalanas en el frente de Huesca En los últimos días de julio, organizadas por el Comité de Milicias Antifascistas de Cataluña, comienzan a salir desde esa región hacia Aragón co- lumnas de milicianos. La primera columna, reclutada y enviada por el Comité de Milicias Antifascistas, dirigida por Durruti, y asesorada por el comandante Pérez Farras, sale de Barcelona el día 24 de julio. Al llegar a Lérida, el contingente prin- cipal, unos 3.000 hombres, toma el camino de Zaragoza, por la carretera general, a través de Fraga y Bujaraloz. El resto de la columna, de unos 2.000 hombres, com- puesta por militantes de la UGT catalana y el PSUC, y dirigida por Del Barrio y Trueba, se encamina por los somontanos de Barbastro y Huesca, por Monzón hasta Tardienta. También el POUM organiza una expedición, que sería conocida como “Columna Lenin”, con bases de reclutamiento en Lérida y Barcelona, mandada por Rovira y Arquer, y asesoramiento del capitán Russo, que saliendo el día 24 de Barcelona, por Lérida y Monzón, llegará el día 25 a Sariñena. Está constituida por unos 2.000 milicianos. El 24-25 de julio, una nueva co- lumna anarquista salía de Barcelona en dirección a Caspe, comandada por Ortiz. En el Bajo Aragón llegaron asimismo otras columnas procedentes de Valencia. Desde Barcelona saldrá el 13 de agosto la “tercera columna”, encabezada por los dirigentes libertarios Domingo Ascaso y Cristóbal Aldabaldetrecu72, con asesoramiento del capitán Tortosa, encaminándose por Lérida y Barbastro al sur de la carretera de Huesca, a unos 12 km de esta, hacia . Esta columna situaría su cuartel general en Vicién. A partir del 29 de agosto, la columna “Ascaso” es reforzada por otras agrupaciones cenetistas, como la columna “Los Aguiluchos”, dirigida por García Vivancos, y la “Roja y Negra”, de García Prada, y del joven libertario oscense Máximo Franco, asesorada por el capitán Jiménez Pajarero, la “Veinte de Julio”, etc.73. A estas columnas se incorporan además numerosos evadi- dos de la zona sublevada. Este heterogéneo contingente, que depende teóricamente del consejero de Defensa de la Generalitat, el teniente coronel Felipe Díaz Sandino, es comandado en la práctica por el delegado del Comité de Milicias Antifascistas de Cataluña, García Oliver. En realidad cada columna contaba con un alto grado de autonomía en cuanto a su organización y movimientos. En un intento por coordinar la activi- dad de las distintas columnas a finales de agosto, García Oliver hace recaer el man- do único sobre el frente de Aragón en la persona de Villalba. Este nombramiento despierta muchos recelos entre los jefes de columna, que no han olvidado la actitud dubitativa de Villalba en el cuartel de Barbastro, ni lo infructuoso de sus prime- ras operaciones en Huesca, cuando el enemigo todavía no había tenido tiempo de reforzarse.

72 Según Solidaridad Obrera, 15 de agosto de 1936, la columna sale el día 14 de agosto, informando de su llegada a Barbastro en la edición del 18 de agosto. 73 Díez Torre (2003), tomo I, p. 354.

51 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell

Como han señalado distintos autores, tras los avances rápidos de los primeros días, se pasa a una situación de posiciones, que en Aragón tendrá como consecuen- cia la creación de una línea de frente que atravesará de norte a sur toda la región, y que permanecerá más o menos estable hasta el final de la contienda en tierras aragonesas con la excepción de Teruel. La guerra en Aragón, y muy especialmente ante Huesca, se convertirá en una guerra de sitio, con lo que la capital prácticamente quedará cercada.

2.1.4. El alzamiento militar en Jaca y el reagrupamiento de los huidos en el Sobrarbe Jaca, en tanto guarnición de frontera, contaba con un importante contingente militar, compuesto por el Regimiento de Infantería n.º 19 de “Galicia”, al mando del coronel Bernabéu, un batallón de Cazadores de Montaña, así como fuerzas de Carabineros. Esta circunstancia, junto con su posición estratégica, respecto a la zona norte, hacía que el general Mola, director de la sublevación, prestase a la ciudad una atención muy especial. La existencia en Jaca de un nutrido y politizado grupo so- cialista, ya desde los tiempos de la dictadura de Primo de Rivera y la sublevación de Galán y García, y el especial recelo de su alcalde, el republicano Julián Mur, hace que las actividades de los conspiradores no pasen desapercibidas. Mur informa al Gobierno de una entrevista frustrada entre Mola y Cabanellas, en las inmediacio- nes de Jaca, el 3 de mayo del 193674. El desinterés demostrado por las autoridades nacionales lleva al alcalde a la decisión de hacer frente a la situación a partir de sus propios medios. En ese sentido decide solicitar armas al coronel de Carabineros José Iribarren, petición que es desatendida, así como también interceptar las comunica- ciones de la plaza. A pesar de ello, el 19 de julio, el general Álvarez Arenas, haciendo uso de una treta, consigue establecer comunicación entre Zaragoza y la Ciudadela, y da la orden de sublevarse. Una compañía del Regimiento Galicia, al mando del capitán José Soto Pérez, sale a primeras horas de la mañana, con la intención de proclamar el estado de guerra, pero es entorpecido por un grupo apostado en las inmediaciones del cuartel, con el que entabla refriega, a consecuencia de la cual mueren tres oficiales sedicio- sos, el propio Soto, así como los tenientes González, Álvarez y cinco militares más75. Los carabineros, con Iribarren a la cabeza, se suman a la sedición y finalmente, tras cuatro horas de combates, los militares dominan la situación y fijan el bando mili- tar insurrecto, con la firma del jefe militar de la plaza, Rafael Bernabéu. El grupo de civiles, comandado por el alcalde Mur, el diputado Julián Borderas, Antonio Beltrán el Esquinazau y Alfonso Rodríguez el Relojero, Francisco Cavero, el taxis- ta de , Hilario y el comunista, y futuro integrante del Consejo de

74 Díez Torre (2003), tomo II, pp. 250-251 y p. 322. 75 Borrás (1983), pp. 117-118.

52 Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

Aragón, Custodio Peñarrocha, se repliega en las afueras de Jaca donde continúan los combates, viéndose forzados finalmente a huir de la ciudad y tomar el camino de Francia por Sallent. En los días posteriores, los insurgentes, ocupando el , pasan a dominar todo el sector hasta la frontera así como Canfranc y el valle de Tena. Entre tanto, el grupo de evadidos, integrado por unas veinte personas, se desplaza a Barcelona, donde tras afiliarse en bloque al recién creado PSUC, se po- nen en contacto con el también jacetano Nicanor Felipe, teniente de Asalto, y parti- cipante en las jornadas de julio en Barcelona. Por mediación de él consiguen algunas armas y un camión con el que, el día 8 de agosto, se ponen en camino hacia Aragón. Tras un accidentado viaje, en el que, pasando por Lanaja, donde tiene lugar una breve escaramuza en la que hacen 17 prisioneros, y , donde se les une una pequeña columna de CNT procedente del barrio barcelonés del Poblenou, llegan a Mediano. También en esta localidad, tras algunos incidentes con el comité revolucionario local, se les une un grupo de guardias civiles. A mediados de agosto este grupo, dirigido por Mur, alcanza las inmediaciones de Yésero76. Allí entran en contacto con un contingente obrero, procedente de las fábricas de Sabiñánigo y de las obras de construcción de la carretera de Orna, reagrupado desde los primeros días en Cotefablo. Esta heterogénea agrupación miliciana, compuesta principal- mente por republicanos y socialistas de Jaca y Sabiñánigo77, así como de cenetis- tas de Orna y Hostal de Ipiés, se desplegará en los valles de Broto y de la zona de Cotefablo-Yésero, encuadrándose finalmente, a partir de otoño, en el Batallón “Alto Aragón”. Por otra parte, a finales de agosto, el Comité Central de Milicias Antifascistas de Barcelona había decidido crear una unidad alpina, denominada Milícies Pirinenques78, destinada a cubrir el frente del Alto Aragón así como los pasos fron- terizos del Pirineo aragonés y catalán. Esta unidad, de ideología heterogénea, estaba constituida principalmente a partir de grupos provenientes de los centros excursio- nistas catalanes. El 27 de septiembre, el “Grupo Alpino”, formado primordialmente a partir del Casal de ERC “Espartacus”79 de Sabadell y otros militantes de Estat Catalá, recibe la orden de trasladarse a Caspe, desde donde son destinados a la zona

76 La Bolsa de Bielsa. VV. AA. (2005), pp. 24-25. 77 A finales de octubre, Pedro Torralba visita la posición de Santa Orosia, frente a Sabiñánigo, donde está destacado el grupo “Los Ciervos”, en el que Benito Torres Escartín, presidente del Sindicato de Oficios Varios de Sabiñánigo y hermano del conocido Fidel Torres Escartín, capitanea una cen- turia. Torralba (1980), p. 84, y Díez Torre (2003), tomo I, p. 320. La dirección de esta agrupación miliciana corre a cargo del Comité de Guerra de Yésero, integrado entre otros por el asturiano Emilio Fernández y Juanito Lacasa Lardiés. El grupo está estructurado en centurias, como “Los Saltamontes”, la catalana “Nibelungos”, o la ya nombrada “Los Ciervos”, que conocerá Torralba. La Bolsa de Bielsa, VV. AA. (2005), p. 25. 78 Esta unidad, creada oficialmente el 18 de septiembre, estaba comandada por el teniente de Caballería y militante de Esquerra Republicana José M.ª Benet Caparà-Rotés. Antonio Gascón Ricao web. 79 Díez Torre (2003), tomo II, p. 81. Antonio Gascón Ricao web.

53 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell de Torla. Este grupo terminará integrándose también en el Batallón “Alto Aragón”, constituido por un contingente de al menos 700 hombres, al frente de los cuales se halla el comandante Mariano Bueno Ferrer80. También reforzará el grupo una uni- dad de carabineros, que tendrá como misión vigilar la frontera y, en particular, el paso de Bujaruelo y el valle de Ordesa.

2.1.5. El establecimiento del frente en los meses de otoño/invierno de 1936 Durante el mes de octubre tienen lugar una serie de escaramuzas en la zona comprendida entre el río Guarga y Hostal de Ipiés, y en la zona de . También se producen algunas razias del ejército rebelde sobre los pueblos de Ordovés, Belarra y el caserío de Gésera, a fin de sustraer ganado81. El frente se va conformando en estos primeros días siguiendo el eje del Gállego, con dos zonas de penetración del ejército rebelde sobre la orilla izquierda. Al norte, desde el fuerte de Santa Elena, taponando el valle del Tena, hasta y Gavín. Una segunda comprendía la zona de Sabiñánigo, extendiéndose por la ribera del río Basa hasta Yebra. La línea del frente continuaba en dirección sur, hacia la sierra de Monrepós, dominando los rebeldes la línea del ferrocarril y los puentes sobre el río, y estando sus posiciones más avanzadas en los pueblos de Lanave, Layés y Serué. Más al sur se enlazaba con las posiciones de la Roja y Negra en y el Gratal. A finales de noviembre, y hasta mediados de diciembre, se realizan operacio- nes en torno a Gavín, en el curso de las cuales fallece el alcalde Julián Mur82. A partir de este momento, y hasta la primavera de 1937, las operaciones se paralizarán, dado lo inaccesible de la orografía de estas comarcas, así como la dificultosa vía de pene- tración de los sublevados desde el oeste, con la carretera de Biescas a Broto, cortada en el túnel de Cotefablo, o la del valle del Serrablo, cortada en Campodarbe83, así como también la baja densidad numérica de las unidades desplegadas que apenas permite cubrir un amplio frente de casi 100 km, limitándose a establecer posiciones fortificadas desde Abenilla a Santa Orosia y en Yésero-Broto. Este contingente, estructurado como Agrupación Autónoma de Montaña, y con cuartel general en Boltaña, cuenta además con una compañía de intendencia de unos 120 hombres, con almacén central en Boltaña y depósitos de auxiliares en Laguarta, Fiscal, Broto y Yésero84. También se organizan hospitales en Laguarta y en Boltaña, y puestos de evacuación en Yésero y Orús. Las direcciones de los

80 El comandante Mariano Bueno Ferrer, oficial retirado con la reforma de Azaña de 1931, había formado parte de los grupos escapados los primeros días de Jaca. Antonio Gascón Ricao web. También Amigos del Serrablo, n.º 99, marzo de 1996. 81 Torralba (1983), p. 85; Amigos del Serrablo, n.º 99, y Díez Torre (2003), tomo I, p. 359. 82 Díez Torre (2003), tomo II, p. 81. 83 Durante la guerra esta carretera se prolongará hasta Boltaña. 84 Constante (1995), p. 28.

54 Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo suministros y evacuaciones seguían las carreteras que atravesaban la zona; por el norte, la dirección Boltaña-Broto y, por el sur, Boltaña-Laguarta-Ordovés85. A partir de febrero comienzan los bombardeos y ataques aéreos republicanos sobre Sabiñánigo, buscando incidir especialmente en las fábricas de productos quí- micos y explosivos86. En el caso concreto del Sobrarbe, la situación en la comarca quedará deter- minada, como se ha visto, por lo ocurrido en Barbastro y Jaca y por el despliegue en la zona de las milicias alpinas. De los 944 ayuntamientos de la región, 514 se encontraban en zona leal, lo que representaba un 41,5% del total de la población, que era aproximadamente de un millón de personas. Respecto a la provincia de Huesca, de los 357 municipios que la integraban, 264 habían permanecido en zona leal, concentrando en ellos casi tres cuartas partes tanto de su población como de su territorio87.

2.2. Cambio político y transformación revolucionaria en el Sobrarbe entre agosto y diciembre de 1936

2.2.1. La formación de comités revolucionarios en la comarca Cuando llega a los pueblos del Sobrarbe la noticia de la sublevación militar que da inicio a la Guerra Civil a mediados de julio de 1936, en la mayoría de estos se forman inmediatamente comités revolucionarios, que a partir de esos primeros momentos serán los responsables de organizar la vida económica y social en los mismos88. A pesar de la baja filiación sindical en la comarca, respecto a otras zonas de la tierra baja oscense que también se caracterizan por una preponderancia de la actividad agrícola y ganadera, estos comités los formarán predominantemente indi- viduos ya afiliados o que se afiliarían en el transcurso de la contienda a CNT89, gente

85 Amigos del Serrablo, n.º 103, marzo de 1997. 86 Amigos del Serrablo, n.º 101, septiembre de 1996. En Sabiñánigo estaba localizada Industrias Aragonesas, fábrica de aluminio, productos químicos y explosivos. 87 Kelsey (1994), pp. 485-486. 88 En algunas poblaciones, entre estas Labuerda, se declara una huelga tras el levantamiento militar. Auto 106, Juzgado de Boltaña. Es muy probable que la huelga se siguiera en las principales pobla- ciones: en Mediano, Aínsa, Boltaña, etc., siguiendo en parte las consignas del Comité Regional de la CNT y en parte como respuesta a la situación que había generado la sublevación militar. 89 Al Congreso Nacional de CNT que tuvo lugar en Zaragoza en mayo de 1936 acudieron delegacio- nes de la CNT en representación de 60 trabajadores de Boltaña y de 200 de Mediano. Solidaridad Obrera, 5 de mayo de 1936. El Sindicato Único de Trabajadores de CNT de Mediano se fundó a mediados de abril, según aparece anunciado en Solidaridad Obrera, 17 de abril de 1936. En esas mismas fechas tuvo lugar la creación de sindicatos de la CNT en diversas poblaciones del Pirineo aragonés, destacando junto al de Mediano, los de Benasque y Sabiñánigo. La fundación de los sindicatos de Aínsa y Boltaña también es anterior a la Guerra Civil, según se desprende de los informes conservados en el Fondo de la Causa General (AHN), donde se explicita que una parte de los integrantes de los comités revolucionarios habían sido miembros de CNT con anterioridad al 19 de julio de 1936 y, en algunos casos, incluso desde 1931.

55 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell que estaba coordinada y que tenía una experiencia organizativa previa importante por lo que, desde un inicio, la respuesta organizada al levantamiento militar y la reorganización de la vida a nivel local tendrán un sesgo claramente libertario o anar- quista. La existencia de un importante núcleo obrero afiliado a CNT desde abril de 1936 en Mediano, en relación con las obras del pantano que se están efectuando en la población, y de otro contingente de cenetistas, algo menor, en Boltaña y Aínsa, va a ser fundamental para el desarrollo tanto de estos comités revolucionarios como para la implantación de colectividades en toda la comarca. Varias fuentes coinciden en señalar que la fecha de creación de los comités en el Sobrarbe es muy temprana, como es el caso de Aínsa, cuyo Comité Revolucionario se forma el mismo 19 de julio, y cuyos miembros sustituirán a los concejales que for- maban el Ayuntamiento constituido en febrero de 1936, considerados de derechas90. En el caso de Aínsa, por otra parte, el estallido de la guerra cogió en el pueblo a un grupo de teatro ambulante que se hallaba de gira en ese momento, y cuyos integran- tes también entrarán a formar parte del Comité Revolucionario91. El Comité, en este caso, está formado por miembros de la CNT de Aínsa, otros que se encuentran casualmente en la localidad al estallar la guerra y, finalmente, gente de otros pueblos de la comarca. Hay indicios, por ejemplo, que apuntan a la llegada de un grupo de hom- bres de Mediano, pertenecientes a la CNT-FAI que, tanto en Aínsa como en otros pueblos de la zona, habrían participado en la creación de los comités locales de los primeros días92. Este sería el caso, por ejemplo, de Broto, donde el comité no se for- mará hasta pasados 10 o 12 días de declarado el golpe militar, momento de llegada al pueblo de un nutrido grupo procedente de Mediano y/o Barbastro. También en Olsón se señala la llegada de una partida de obreros de Mediano (se habla de cen- tenares de hombres, lo que sin duda resulta exagerado) al pueblo, como detonante de la formación del primer Comité Revolucionario. En Olsón, según las propias actas del Comité Revolucionario, hasta que se forma el Consejo Local de Defensa, a principios de octubre del 36, y durante las primeras semanas de la guerra, habría sido un comité integrado por obreros de Mediano el encargado de regir la vida pública del pueblo. Un último ejemplo de la influencia de los dos núcleos más im- portantes de CNT en la comarca se observa en el valle de Chistau, en Gistaín. Su Comité Revolucionario se habría constituido el 2 de agosto de 1936 bajo el influjo de la familia llamada “Maquiñón”, de apellido Palacín, con miembros en ambas

90 Para ver una composición “aproximada” de estos primeros comités revolucionarios en Aínsa y en varias localidades del Sobrarbe, véase Anexo 4, elaborado a partir de diversas fuentes que se indican en la relación. 91 Formaban parte de esta compañía de teatro ambulante los hermanos Giordán y Francisco Taboada Benítez, Manuel Carmona y Abelardo García. El primero se integrará a finales de septiembre de 1936 en el Consejo Comarcal de Defensa de Aínsa. Archivo Municipal de Aínsa. 92 Juzgado de Boltaña, Exp. 1542 y Archivo Municipal de Aínsa, documento Sig. 148/1 sobre Olsón.

56 Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

Vale otorgado por el Comité Local de Castejón de Sobrarbe autorizando la posesión de una escopeta al vecino Vicente Arán Olivar, el 20 de septiembre de 1936. (Colección: José Antonio Talón Escapa)

57 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell poblaciones, Aínsa y Gistaín, que habrían mantenido varias reuniones para debatir la situación creada a partir del 19 de julio93. En este caso, no había en Gistaín veci- nos afiliados a ninguna organización sindical antes de la guerra. En muchos otros pueblos del Sobrarbe, donde tampoco existían sindicatos constituidos con anterioridad al estallido de la guerra y los niveles de politización de la población habían sido posiblemente muy bajos, los vecinos se apresuran a afiliar- se, bien a la CNT, bien a la UGT, ya que todo aquel que no tiene carné sindical corre el riesgo de ser considerado fascista. El sindicato socialista UGT, y más tarde los partidos republicanos Izquierda Republicana (IR) y Unión Republicana (UR), así como el Partido Comunista (PC), se van a convertir muy pronto en refugio de todos aquellos propietarios o comerciantes que no han querido huir ni son detenidos, y que utilizarán su cobertura para reconstruir desde su interior el orden republicano burgués previo a la sublevación, en algunos casos, mientras que en otros será un bur- ladero desde el que se limitarán a esperar el triunfo del alzamiento fascista poniendo trabas entre tanto al proceso de transformación revolucionario que se producirá en los primeros meses de la guerra. La formación de los comités, que recibirán el nombre de comités revoluciona- rios o comités antifascistas, según los casos, se realizará normalmente mediante la convocatoria pública de asambleas generales en todos los pueblos, a menudo en el propio edificio del Ayuntamiento, o en una plaza; asambleas en que se examinará la situación generada por el alzamiento y se nombrará colectivamente a sus miembros, que en adelante van a asumir la responsabilidad de la administración de la vida pública. Los nombramientos van a recaer mayoritariamente en militantes cenetis- tas, pero también colaborarán en ellos republicanos de izquierdas y miembros de la UGT. Este es el caso, por ejemplo, de los comités mixtos CNT-UGT de Albella y Jánovas, Castejón de Sobrarbe, Morillo de Tou o Sieste. En otras localidades, como en Aínsa y Boltaña, los comités estarán íntegramente formados por miembros de CNT94. Estos comités tendrán que hacer frente no solo a los problemas que plantea la situación de guerra y las necesidades de abastecimiento del frente, sino a todos los aspectos relacionados con la vida colectiva en la retaguardia: producción agraria y ganadera, infraestructuras y comunicaciones, industria local, enseñanza, sanidad, urbanismo, control del orden público, etc. Se constituyen de este modo en órganos centrales de administración local, aunque la asamblea general de vecinos, por lo

93 AHPH, J-5639/2991. 94 En Boltaña, sin embargo, Marín Gazo Borruel, de Unión Republicana, permanecerá próximo al Comité, ejerciendo primero de secretario y, más tarde, de presidente. También es necesario subrayar que en los meses posteriores, a medida que se reorganicen los partidos republicanos, cuyas cúpulas quedarán muy tocadas por la sublevación, sus afiliados recibirán orden de no participar en los órga- nos constituidos al calor de la guerra y controlados, en su mayoría, por la CNT, hasta que no sean negociadas con el Gobierno de la República las condiciones de su incorporación.

58 Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo menos durante las primeras semanas de la guerra, seguirá siendo el lugar de debate y toma de decisiones por excelencia95. También con fecha muy temprana, y presumiblemente impulsado por el Comité Comarcal de CNT con residencia en Aínsa, se formará más adelante, el 30 de septiembre de 1936, un Comité Comarcal de Defensa, con atribuciones en mate- ria de orden público, abastecimientos, agricultura, transportes y comunicaciones96. Posteriormente, entre los meses de octubre y noviembre, en muchos pueblos los comités darán paso a la formación de los denominados consejos locales de defen- sa97, organismos que sustituirán a los anteriores, manteniendo sus mismas funcio- nes, y en los que ya habrá una presencia mayor de afiliados a otras sindicales como la UGT. Estos consejos serán la expresión de una cierta “normalización” del proce- so revolucionario y por lo menos, en lo que atañe a la colectivización, indicarán una mayor separación de las atribuciones entre los ahora denominados consejos locales, que se reservarán la administración de cuestiones de orden municipal como las de tipo urbanístico, transporte y comunicaciones, vivienda, etc., y las colectividades y cooperativas, que asumirán plenamente la gestión directa de la producción y del abastecimiento y consumo locales en coordinación con las consejerías de Abastos, proceso que culminará con la creación de los consejos municipales a partir de enero de 1937. Otras estructuras organizativas que se pondrán en funcionamiento durante las primeras semanas de la guerra en la comarca y en toda la región aragonesa son los denominados comités de enlace, que en ciertos casos consisten en comités mixtos de CNT-UGT y, en otros, son pequeños grupos cuya función es mantener el con- tacto con los comités constituidos en otras localidades para facilitar cuestiones de intercambio, abastecimiento, transporte y comunicaciones y, en general, abrir cana- les fluidos de comunicación en todo lo tocante al desenvolvimiento de la economía local en el nuevo contexto determinado por la guerra y por las transformaciones sociales que se están operando en todos los ámbitos. Hasta la formación de los consejos locales de defensa y durante las prime- ras semanas de la guerra, en el transcurso del verano del 36, dos parecen ser las prioridades de los comités recién creados: en primer lugar el control o detención de todas aquellas personas que se habían significado en los pueblos por su apoyo a la derecha en años anteriores, durante las elecciones de febrero del 36 y al estallar

95 Este funcionamiento mediante asambleas generales de todos los vecinos puede observarse, por ejemplo, en Olsón. AMA, Sig. 149/2, 148/1 y 174/12 o en Aínsa (Tribunal de Responsabilidades Políticas), en relación, por ejemplo, a qué hacer con los detenidos. 96 Informe dirigido al gobernador civil de Huesca. Caja J-5683/1 (AHPH). Para su composición véase Anexo 4 o Capítulo 3, y para su función y los pueblos que la integraban, Capítulo 3. 97 Estos consejos locales de defensa empiezan a sustituir, en muchos casos, a los comités revoluciona- rios a partir de los meses de octubre y noviembre de 1936, estructurándose a imagen y semejanza del Consejo Regional de Defensa de Aragón, creado el 6 de octubre del 36, y que contemplará asimismo la creación de consejos comarcales de defensa.

59 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell el conflicto, y que en la mayoría de los casos eran los mayores contribuyentes por riqueza rústica, industrial y pecuaria, así como del colectivo de personas vinculadas a la Iglesia, tradicionalmente de derechas y muy bien relacionados con los anterio- res, y en un segundo momento, la reorganización de la vida económica mediante la requisa e incautación de tierras, ganados, comercios e industrias de todos aquellos elementos considerados facciosos, que o bien han sido detenidos, o bien han logrado huir.

2.2.2. Un ajuste de cuentas con el régimen anterior: entre las iras del pueblo y el control de los elementos fascistas en la retaguardia Durante los primeros días de la guerra también se forman en la mayoría de los pueblos del Sobrarbe, y en relación con los comités revolucionarios y bajo su control, patrullas armadas que se dedican a hacer guardias en los mismos y que par- ticipan en registros domiciliarios en busca de armas y en las incautaciones realizadas tanto a la Iglesia como a los principales prohombres locales. Estas patrullas, que establecerán puntos de control en las carreteras principales, serán las encargadas de detener, y en muchos casos ajusticiar, a todos aquellos individuos que se habían destacado por sus posiciones conservadoras y que habían detentado cargos públicos durante los anteriores gobiernos de derechas98. Pero antes incluso del paso de estas patrullas por los pueblos o de su constitución en ellos, en muchos se procede a de- moler de forma colectiva los viejos símbolos del poder. Es en esta primera fase de la guerra cuando se produce el asalto, saqueo y des- trucción de los símbolos del régimen anterior: ermitas e iglesias, registros notariales, archivos municipales y parroquiales, juzgados, casas de los mayores propietarios, etc. En este movimiento de demolición a un mismo tiempo práctica y simbólica del viejo régimen, que se produce casi de forma simultánea en el Sobrarbe y en todos los pueblos y principales ciudades del Aragón “leal”, va a participar una mayoría del vecindario. Las escenas se reproducen en todas partes: de las iglesias se extraen las imágenes y elementos de culto y se queman en una hoguera; los archivos municipa- les, parroquiales y registros notariales y de la propiedad son vaciados, las escrituras públicamente destruidas, en un afán de terminar con una estructura de la propiedad que era un claro sinónimo de opresión para una mayoría y el principal obstáculo a su emancipación; se sustraen de las mejores casas los artículos de valor y los víveres. Todos los objetos de plata, joyas, y, en muchos casos, las campanas de las iglesias,

98 Estas patrullas reciben en algunos documentos el nombre de milicias antifascistas o milicias de vi- gilancia de retaguardia y equivalen, más o menos, a las patrullas de control que se formaron, por ejemplo, en la ciudad de Barcelona. Consisten en una milicia armada controlada por los sindicatos, cuya función es la requisa de las armas, la salvaguarda de las conquistas revolucionarias y el control de la retaguardia. A partir de estas se formarán posteriormente los denominados comités o grupos de investigación, como el que se establecerá en Aínsa, encargados de velar por el orden público y no exentos de polémica. En el capítulo 5 retomaremos esta cuestión.

60 Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo se conservarán a fin de que puedan servir para comprar armas e incluso fabricarlas y poder así preparar la defensa frente al fascismo. A menudo, los lugares de culto se convertirán en almacenes, talleres colectivos o garajes, por tratarse de sitios espa- ciosos. Así ocurre por ejemplo en Boltaña, donde los primeros días de la guerra se producen registros de casas particulares y de comercios, se saquea la iglesia y se queman las imágenes y efectos religiosos que hay en su interior y son incendiados el Registro de la Propiedad, el Protocolo Notarial, el Archivo Municipal y el Juzgado de Instrucción. La iglesia será a continuación limpiada y acondicionada por las Hijas de María, para ser utilizada posteriormente como almacén de intendencia y garaje. De Boltaña parece plausible que saliese un grupo de hombres armados con destino a los pueblos de los alrededores, en busca de armas, y que serán más tarde acusados del saqueo y la quema de las iglesias de la comarca. Se habla de la destruc- ción de un total de cinco iglesias y seis ermitas en este municipio99. En todos los pueblos, las iglesias y aquello que se guarda en su interior, sím- bolo de oscurantismo y opresión, son objeto de las llamas: en Aínsa, la iglesia pa- rroquial es desvalijada el 7 de agosto de 1936; en Banastón, se sacan los santos y otros artículos de culto de la iglesia y se queman; en Broto se sustraen las imágenes, altares, el órgano, las campanas y los objetos de plata que, por intermediación de la maestra, María Jesús Capdevila, serán entregados finalmente a la Comarcal de Aínsa. En total, 113 kilos. También en Coscojuela de Sobrarbe son pasto de las llamas la iglesia, la bi- blioteca de Ramón Lacambra y las escrituras de los herederos de Segundo Miguel. En Fanlo, los vecinos arrasan la iglesia, mientras que en Gistaín se destruyen las imágenes de la iglesia y parcialmente el recinto, el Comité Revolucionario se incauta de todo lo que en ella había y se destruye, además de la sacristía, un edificio contiguo a ella y parte de la abadía. Las campanas de la iglesia se desmontan y se queman los archivos parroquial y municipal. En Morillo de Monclús se destruyen los archivos del Ayuntamiento y del Juzgado Municipal, procediéndose a la quema de escrituras y a la incautación de fincas. En Morillo de Tou, el Juzgado es asaltado y se saquea la casa de José Almazor. En Nerín, tras constituirse el Comité en septiembre de 1936, la radio del párroco es llevada a la escuela, donde la pueden escuchar todos los vecinos, y la sacristía es destruida, acto en el que al parecer habrían intervenido un vecino por cada casa y bajo las órdenes de la Comarcal de Aínsa100. En Rañín,

99 La mayor parte de estos espacios de culto, como la iglesia de Boltaña, incautados por los comités revolucionarios, terminarán en manos del Ejército Popular a lo largo de 1937, convertidos en alma- cenes de intendencia y de armamento. Lo mismo ocurrirá con algunas de las principales fondas y hoteles y casas de los vecinos más ricos de la comarca, sobre todo en los pueblos de Boltaña, Broto, Linás de Broto y Fiscal, es decir, en aquellos donde se establecen los cuarteles generales y estados mayores de las diferentes unidades militares que operan en la zona. 100 Juzgado de Boltaña, Fondo del Tribunal de Responsabilidades Políticas.

61 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell se sustraen las imágenes de la iglesia y se hace una hoguera con ellas, procedién- dose también a la quema de escrituras e incautación de fincas y de ganado. En Olsón, la iglesia parroquial es saqueada y, según algunas fuentes101, quemada, junto con las iglesias de Javierre y las de los caseríos de Almunia y La Peña. Las campanas de la iglesia de Olsón se las llevaron a Mesón de Ligüerre. En Santa María de Buil se sacan las imágenes y efectos religiosos de la iglesia y se queman. También se produce la quema de imágenes en las iglesias de Las Bellostas y de Sarsa de Surta. Y es también durante todo el mes de agosto, por otra parte, que se produce la detención y a veces fusilamiento de los principales caciques locales y de sus mayores aliados, los curas102. Aunque muchos, identificados con los militares sublevados103, consiguen huir, a veces con ayuda de algunos vecinos, y en otros casos, como en Aínsa, las detenciones se hacen esperar hasta por lo menos el mes de octubre, es de- cir, aunque hubo casos en que los comités revolucionarios frenaron la represión de aquellas personas consideradas política y económicamente peligrosas para el pue- blo, habrá muchas muertes violentas en la comarca. Entre estas, el colectivo más afectado será el religioso, mientras que la mayoría de propietarios lograron huir, muchos a Francia. Muchos religiosos, al estallar la guerra, habían regresado a sus casas, pues eran de la zona, o se habían ocultado en la de algún vecino, pero las milicias que van en su busca acaban dando con ellos. El cura de Gerbe, Ramón Rabal Laplana, es fusilado el 10 de agosto en el barranco de las Natas (en la partida La Viña al Pon, en el término de Gerbe y Griébal); el cura de Boltaña, Ramón Murillo Laplana, es de- tenido en su casa de Banastón el 14 de agosto y fusilado junto al cura de El Pueyo de Araguás. Agustín Lecina Castelar, cura de Banastón, que se había escondido en casa de Santiago Vilas Palacio, es detenido el 23 de agosto y conducido al mismo barranco

101 AMA, sig. 174/12. 102 No todos los curas son objeto de persecución ni se posicionaron unilateralmente a favor de la su- blevación. Además del ya famoso cura de Aguinaliu, Jesús Arnal, que fue secretario personal de Durruti gracias a la intermediación de Timoteo Callén, jefe local de la FAI en , pueblo natal del sacerdote, tenemos en el Sobrarbe el caso del cura de Broto, Cándido Nogueras Mateo, hermano de Julio Nogueras, fusilado en Huesca el 8 de agosto de 1936. Cándido Nogueras, según nos cuenta Bonifacio Fernández Aldana en La guerra en Aragón. Cómo fue..., salvó la vida por su ideología de izquierda y colaboró con el Comité Local de Broto actuando también como secretario. Víctor Pardo (presentación del último libro de José Luis Melero Rivas sobre libros de la Guerra Civil en Aragón en el Museo Pedagógico de Aragón y en Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza, 2007). 103 La compañía de voluntarios del valle de Tena, conocida como las “Panteras del Valle de Tena” y ensalzada por José María Gironella en su trilogía Los cipreses creen en Dios, fue formada a principios de septiembre de 1936 y se encargó de la vigilancia y control de los pueblos de ese valle, estando de guarnición durante casi toda la guerra en el fuerte de Santa Elena y en el Balneario de . Las “Panteras” estaban encabezadas por varios paisanos de Sallent de Gállego y por el párroco de Lanuza. Amigos del Serrablo, n.º 99 y n.º 100, marzo y junio de 1996. Otro ejemplo es el de Siétamo, donde los sublevados habían organizado la resistencia por iniciativa del párroco Playán. Borrás (1983), p. 133.

62 Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo donde habían sido fusilados los anteriores sacerdotes. En ninguno de estos casos hay constancia de que hubiera incautaciones ni saqueos de las abadías que habita- ban104. También hay noticia del asesinato de varios curas y vecinos de los pueblos de Rañín, Revilla y Salinas105. En Sarsa de Surta, varios vecinos intervienen en la muerte de dos curas en la sierra de Sevil y, en Torla, tras la destrucción de la iglesia, es detenido y fusilado el cura. También fue una práctica extendida la elaboración de listas en todos los pueblos con los nombres de las personas declaradas fascistas o de derechas que se consideraba necesario detener e incluso matar. En Boltaña, son detenidos, entre otras personas consideradas de derechas, dos sacerdotes que serán más tarde fusilados, el párroco de Guaso, Macario Vitales, y el cura de Albella, Carlos Latorre. También permanecerán detenidos en la cárcel de Boltaña: 4 individuos de Tierrantona; el guarda forestal Victoriano Torres Lueza, que es fusilado en las inmediaciones de Cotefablo, en el puente de los Navarros, per- teneciente al término municipal de Torla, y un individuo de Tricas cuya identidad se desconoce. En la cárcel de Boltaña llegará a haber 14 detenidos cuya suerte se decidirá en una asamblea en la que se votó por su liberación, que se produjo a las 40 horas. El exalcalde de Boltaña, José María Núñez, consigue huir a Barcelona, presuntamente con la ayuda de varios vecinos de la localidad. En Mediano, por otra parte, resultan muertos el cura, un cabo de la Guardia Civil y los curas de Naval y Ligüerre. También es asesinado el contratista de las obras del pantano, Fulgencio Tremp106. En Morillo de Monclús son detenidos varios veci- nos y tres son fusilados, entre ellos el anterior alcalde de la localidad y, finalmente, en Fiscal, son detenidos y más tarde fusilados los hermanos Sanromán107. En Broto hubo 29 detenidos, que serían posteriormente puestos en libertad, y en Gistaín, a pesar de existir una relación de 28 personas, solo cuatro fueron detenidas y dos de ellas fusiladas, otra consiguió huir y la última fue liberada. Todas las demás logra- ron huir del pueblo108. En Aínsa, casi tres meses después del estallido de la guerra, se detiene a los mayores contribuyentes de la localidad, dueños de casi toda su riqueza comercial e industrial. Se trata de José Puyuelo Puyuelo, alcalde de Aínsa entre 1932 y febrero de 1936, Pedro Bernad Baldellou, el industrial y dueño de la mejor fonda del pueblo Manuel Sánchez Juste y el industrial José Broto Villacampa. Su deten- ción no se produce en los primeros días de la guerra, sino casi a finales de octubre,

104 Juzgado de Boltaña, Fondo del Tribunal de Responsabilidades Políticas. 105 Juzgado de Boltaña, Fondo del Tribunal de Responsabilidades Políticas, auto 106, y Fondo Causa General, acusaciones contra un vecino de Labuerda. 106 Fondo Causa General, AHN. 107 Probablemente el listado de personas detenidas y muertas en el primer mes de la guerra en la co- marca sea mucho mayor. 108 AHPH, J-5639/2991. Entre la gente que huye se encuentran, entre otros, los mayores propieta- rios del pueblo, Pedro Laguna Bergua, de casa Rins, que será detenido y fusilado en ; Ramón Bernad Bielsa, huido a Francia, y el médico Manuel Laplana, que huye con el anterior.

63 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell el día 23. Sus comercios y viviendas ya habían sido colectivizados, como veremos a continuación, y es posible que su postura contraria a la colectivización y su posi- cionamiento político antes de la guerra y en esas primeras semanas, condujera a su detención y posterior conducción a Barbastro. Dos meses más tarde, en diciembre de 1936, en una asamblea general donde participan la mayoría de vecinos de Aínsa, y que presuntamente fue convocada por el Consejo Comarcal de Defensa, se votó a favor de su fusilamiento. La decisión fue comunicada al Comité de Investigación de Barbastro por un miembro de la Comarcal y los cuatro detenidos fueron fusilados el día 6 de diciembre de 1936109.

CAPÍTULO 3. NACIMIENTO DE LAS COLECTIVIDADES Y PRIMEROS PASOS HACIA UNA FEDERACIÓN COMARCAL

3.1. La reorganización de la vida social y económica en la retaguardia Los comités revolucionarios son, pues, los que el 19 de julio ordenan la incau- tación de armas y practican las primeras detenciones de personas destacadas por sus ideas conservadoras. Es posible que también estén detrás de las primeras incautacio- nes de propiedades pertenecientes a la Iglesia y a los caciques locales que se pondrán al servicio de las necesidades de la guerra y revolución en marcha, en forma de loca- les para recibir y albergar a los milicianos procedentes de otros pueblos y, más tarde, de otras regiones, así como a los refugiados procedentes del frente; espacios para la realización de asambleas; almacenes para víveres y productos varios, etc. En un artículo en Solidaridad Obrera titulado “Desde Barbastro y a las puer- tas de Huesca”, José Mavilla, maestro de Barbastro, primer consejero de Agricultura del Consejo de Aragón y, posteriormente, secretario de la Federación Regional de Colectividades de Aragón, explica que los pueblos que se van conquistando al ene- migo van socializando, por su propia voluntad, la producción y el consumo. La co- lectivización ya está en marcha tanto en el frente como en la retaguardia110. A finales de agosto, se celebran varias asambleas de carácter comarcal y regional en las que se discute el modo de estructurar la nueva economía teniendo en cuenta las caracterís- ticas de explotación de la tierra y el apego de los campesinos a la relativa autonomía que les daban sus pequeñas parcelas. Entre estas asambleas cabría destacar la que tiene lugar en Albalate de Cinca, con representantes de 21 pueblos de la comarca, celebrada el 22 de agosto111, o la asamblea de campesinos que se hizo en Barbastro el

109 Informe dirigido al gobernador civil de Huesca. Caja J-5683/1 (AHPH) y Fondo de la Causa General de Aínsa, AHN. 110 Solidaridad Obrera, 28 de agosto de 1936. 111 Kelsey (1994), p. 404, y (1987), pp. 66-68, artículo de los hermanos Sampériz publicado en Solidaridad Obrera, el 26 de agosto de 1936.

64 Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

27 de agosto, donde se discute cómo debe llevarse a cabo la colectivización para que no sea forzada sino fruto de la convicción de los campesinos112. Pero quizá una de las reuniones más importantes que tienen lugar en estas fechas, en la que se debate la cuestión de la colectivización, entre otros temas, es la que tiene lugar el 29 de agosto en Caspe: el Pleno Regional de Sindicatos, organizado por el Comité Regional de la CNT de Aragón, Rioja y Navarra, y que será la primera reunión regional que se or- ganiza tras el estallido de la guerra. A este pleno asisten 250 delegados de 190 sindi- catos, participando cenetistas aragoneses y catalanes, y sirve para hacer un análisis crítico de la evolución social y revolucionaria en Aragón. En ella se presenta, entre otras, una ponencia sobre intercambio y economía agraria, que transmite muy bien el espíritu con el que se aborda la colectivización y en la que se propone que: “[...] en todos los pueblos, a poder ser, se vaya a la creación de colectividades por aquellos vecinos o compañeros que lo acepten libremente, poniendo al servicio de los mismos las tierras y aperos de labranza incautados por los comités locales a los elementos facciosos. Estas colectividades crearán en cada pueblo la cooperativa única que será la que regularizará el consumo en el pueblo, abasteciendo a aquellos obreros que no estén en la colectividad a cambio de lo que ellos produzcan. De esta forma queda anulado el comercio. Las cooperativas se cuidarán del control de lo que en cada localidad se produzca. Lo sobrante del abastecimiento del pueblo lo notificarán al Comité Comarcal y este al Regional. Este último será el que tendrá en cuenta las necesidades de importación y exportación con las demás regionales hasta que quede controlada la producción. Los pueblos tendrán libertad de poder vender o intercambiar con las demás re- giones, según exista o no el dinero. Los comités de los pueblos tendrán autonomía, si las necesidades de la guerra lo exigen, de intervenir la producción de los obreros que no están en las colectividades. Tampoco se permitirá que nadie lleve obreros que no sean los de su propia casa”113. También durante estas fechas, la Comisión de Propaganda e Información del Comité Regional de la CNT, a petición de “varios compañeros y sindicatos”, pone en circulación un manifiesto, que no es sino una guía, un esquema orientativo para la organización de las colectividades y que por su interés reproducimos en el Anexo 5. En septiembre, dos nuevos plenos abordan el proceso de colectivización. El primero de ellos, un congreso que se celebra en el salón “La Palma” de Binéfar el 2 de septiembre de 1936, se ve desbordado por la afluencia de campesinos venidos de todos los pueblos de la provincia de Huesca. Era un evento al que debían asistir solo los delegados de los sindicatos y de las colectividades recientemente creadas

112 Peirats (1988), tomo I, pp. 300-301. 113 AGGC-S, PS Aragón, carpeta 48. Reproducido en Cuadernos de la Guerra Civil. Consejo de Aragón I, Fundación Salvador Seguí, Madrid, 1987, p 69.

65 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell y se juntaron en él sobre unas 4.000 personas114. Fue calificado en su momento de trascendente y en él las delegaciones presentaron ponencias sobre la colectivización de la agricultura y la industria, que se consideraba debía ser total. Una minoría defendió, sin embargo, colectivizar únicamente las tierras expropiadas a los grandes propietarios dejando la libertad a los pequeños de decidir si integrarse o no en la colectividad, sin en ningún caso dejarles cultivar más tierra que la que pudiesen tra- bajar con la familia115. Esta minoría pertenecía a UGT, pues el congreso había sido auspiciado por ambas sindicales, CNT-UGT. La asamblea votó mayoritariamente por la colectivización total de la agricultura116. Días más tarde, esta vez en Bujaraloz y con la presencia de Durruti y Ortiz, se hizo una asamblea en la que participaron 420 colectividades de todo Aragón con el objetivo de crear un organismo de coordi- nación entre las mismas117. Estos primeros pasos en la socialización de la producción y el consumo tienen su reflejo en los cambios radicales introducidos en la organización del trabajo y en la distribución de la producción, que se realiza mediante la creación de colectividades, también por un procedimiento asambleario, y de cooperativas de abastos. La tierra, los animales, los aperos de labranza y máquinas y la propiedad urbana de las casas más ricas, cuyos propietarios habían huido o habían sido detenidos o asesinados, es incautada por los comités y puesta a disposición de la colectividad. Los vecinos que se adhieren a ella suelen también contribuir con sus propias tierras, animales y he- rramientas de trabajo, que les serán devueltas en caso de querer abandonarla. Como veremos más adelante, se procederá a hacer un inventario de todo cuanto ingresa en cada colectividad, además de establecer unos estatutos que regulan las relaciones entre los colectivistas. En líneas generales, en las colectividades recién creadas, el trabajo se organi- zará por grupos, divididos por ramas de actividad, y cada grupo tendrá un delegado que se reunirá cada noche con los delegados de otros equipos para decidir el tra- bajo que debe realizarse cada día. El trabajo asalariado es abolido y se permite a aquellos que no quieren integrarse a la colectividad, continuar cultivando sus tierras o desarrollar su actividad, siempre que no requieran de trabajadores externos para ello. A estos últimos se los conocerá como individualistas.

114 Se produjo tal “barullo” durante la mañana que hubo que pedir a los que no eran delegados direc- tos que no asistiesen y pedirles públicamente que en adelante se abstuviesen de participar en plenos y congresos (que no eran mítines y conferencias) de no ser delegados. Artículo de José Mavilla “Desde Barbastro y a las puertas de Huesca” en Solidaridad Obrera, 3 de septiembre de 1936. 115 José Mavilla, Solidaridad Obrera, 8 de septiembre de 1936. 116 José Mavilla, Nuevo Aragón, n.º 11, 31 de enero de 1937. Mavilla habla de un 85% de la asamblea, pero lo hace de memoria. El artículo, titulado “Procurar el engrandecimiento de las colectivida- des”, se lamenta de las tretas que utilizarán socialistas y comunistas para imposibilitar que las co- lectividades prosperen, dándose la paradoja de que es precisamente el comunismo el que propugna la socialización de todos los medios de producción. 117 Giménez, A. & Les Giménologues (2006), p. 540.

66 Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

También a lo largo del mes de agosto, una vez reorganizada la actividad eco- nómica sobre una base colectivista, se pone en marcha un dispositivo de envío de ayuda, en forma de víveres, a los milicianos que combaten en el frente. Hay que tener en cuenta que la organización de la producción mediante colectividades tiene como objetivo no solo la transformación de las relaciones sociales de producción en los pueblos, sino también el abastecimiento de las milicias en el frente de Huesca, que durante las primeras semanas están constituidas por hombres y mujeres que han dejado sus pueblos e ido voluntariamente a luchar con el ánimo de frenar el avance de las tropas sublevadas y recuperar algunas de las poblaciones donde el pronun- ciamiento militar ha triunfado, como son, entre otras, Huesca y Zaragoza. En cuanto a las formas de retribución en la nueva economía colectivista, se siguen varias fórmulas, dependiendo de la localidad: bonos o vales de trabajo, li- breta de consumo familiar, salario familiar… Normalmente lo que se produce o se adquiere, mediante intercambio o compra, se centraliza en un almacén, que es el local de la cooperativa, a donde acuden los colectivistas para proveerse. De esta cooperativa toman lo que necesitan, aunque algunos productos serán racionados por su escasez, y en muchos pueblos el dinero prácticamente no se emplea en estos primeros momentos. Las familias de los jóvenes milicianos son mantenidas por la colectividad, que también se hace cargo, en algunos casos, de muchos servicios esen- ciales, como la atención sanitaria y farmacéutica. En otros casos, es el comité el que socializa estos servicios. Los comités se incautan también del dinero encontrado en las sucursales de los bancos o en las casas de los ricos y mandan imprimir, para poder realizar los intercambios a nivel municipal, bonos de consumo o moneda local118.

3.2. Apuntes sobre el nacimiento y la difusión de las colectividades en el Alto Aragón Kelsey ha estimado que un 55% del territorio aragonés quedó en lo que de- nomina la zona “leal” a la República, con un total de 514 municipios y 437.017 ha- bitantes119, una cifra ligeramente superior a la que en su día había ofrecido Alardo Prats, de 433.000120. En la provincia de Huesca, habría 357 municipios en la zona “leal”, con 261.175 habitantes y, de estos, pertenecían a la comarca del Sobrarbe, en el partido judicial de Boltaña, unos 40 municipios con 278 núcleos habitados y una población de 21.826 personas121.

118 Véase Anexo 6. 119 Kelsey (1994), pp. 479-486. La población total aragonesa, en base a los censos de 1930, era de 1.055.527 habitantes distribuidos por 944 municipios (430 con 618.510 habitantes quedarían en la zona rebelde). 120 Prats y Beltrán, Alardo (2006), p. 107. Los datos que ofrece este periodista son del verano de 1937. 121 Censo nomenclátor 1930. Véanse Capítulo 1 y Anexo 1.

67 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell

Según Prats, hubo hasta 300.000 colectivistas en el Aragón republicano, lo que representaba un 69,5% de la población y sobre 450 colectividades, muchas de ellas constituidas por comités mixtos de CNT y UGT, que trabajaban una superficie de tierras que rebasaba el 70% del territorio, y cerca de 350 pueblos totalmente co- lectivizados (ya incluidos en las colectividades)122. A pesar de que no exista constancia documental que nos permita conocer la fecha exacta del nacimiento de las colectividades en el Alto Aragón, más allá de los informes y estatutos que se han conservado de algunas de ellas123, y que lo sitúan, según los casos, entre septiembre y octubre de 1936, la mayoría de historiadores está de acuerdo en que su establecimiento es bastante temprano, teniendo lugar entre fi- nales de julio y mediados de agosto, es decir, al poco tiempo de declararse la Guerra Civil. Algunos hacen coincidir su nacimiento en todo el frente de Aragón con la llegada o paso de las columnas; otros, contrarios a esta perspectiva que sostiene que las columnas tuvieron un papel central en la colectivización, llegando incluso a afir- mar que esta fue impuesta en muchas localidades124, lo consideran, por el contrario, una respuesta organizada al derrumbe de las instituciones republicanas ocasionado por la sublevación militar que creó una coyuntura propicia para poner en marcha la tan esperada revolución agraria, tema que, solo dos meses antes del alzamiento, cen- traría gran parte de los debates del Congreso de la CNT que tuvo lugar en Zaragoza en mayo de 1936125.

122 Estas cifras quizá sean muy elevadas, más adelante veremos la participación que hubo en el con- greso en que se creó la Federación Regional de Colectividades, pero de todos modos, indican que se trató de un fenómeno sin lugar a dudas masivo en la región. 123 Véase Mintz, Frank (1977), La autogestión en la España revolucionaria. Ed. La Piqueta, Madrid; Souchy, Agustín (1977), Entre los campesinos de Aragón. Barcelona, Tusquets [1.ª edición, 1937]; Leval, Gastón (1977), Colectividades libertarias en España, Madrid, Aguilera y Bernecker, Walter (1982), Colectividades obreras y revolución social. Crítica, Barcelona. 124 Como es el caso del historiador zaragozano Julián Casanova, que mantiene esta tesis en todas sus obras. Véanse, entre otras, Anarquismo y revolución en la sociedad rural aragonesa, 1936-1938, Siglo xxi, Madrid, 1985, y (ed.) El sueño igualitario: campesinado y colectivizaciones en la España republicana, 1936-1939, Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 1988. 125 Los historiadores y militantes anarquistas considerarán que este Congreso Extraordinario de la CNT, que retomaba resoluciones aprobadas en el congreso que había tenido lugar en Madrid en junio de 1931, y en sus resoluciones en materia de reforma agraria, sentará las bases teóricas de lo que serían durante la Guerra Civil las colectividades. Véase, entre otros, Borrás, (1983), p. 143. Poco antes del Congreso de mayo de 1936, entre el 3 y el 5 de abril, tuvo también lugar en Zaragoza, en los locales del Sindicato de la Construcción, una conferencia convocada por el Comité Regional de Aragón, Rioja y Navarra, para debatir el problema agrario y la necesidad de constituir una Federación Regional de Sindicatos Campesinos (al mitin de clausura, celebrado en la Plaza de Toros, asistieron más de 45.000 trabajadores). En esta conferencia se exige una reforma agraria radical: que la tierra debe ser inmediatamente expropiada y los ayuntamientos deben hacerse cargo de latifundios y tierras comunales entregándo- las a las colectividades obreras para que estas las trabajen en común. Solidaridad Obrera, 9 de abril de 1936.

68 Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

En dicho congreso, en el que participa una representación de militantes cene- tistas del Sobrarbe126, se formulan las siguientes resoluciones en materia de reforma agraria: “1. expropiación sin indemnización de las propiedades de más de 50 hectáreas de tierra. 2. confiscación del ganado de reserva, aperos de labranza, maquinarias y semi- llas que se hallen en poder de los terratenientes expropiados. 3. revisión de los bienes comunales y entrega de los mismos a los sindicatos de campesinos, para su cultivo y explotación en forma colectiva. 4. entrega proporcional y gratuita en usufructo de dichos terrenos y efectos a los sindicatos de campesinos, para la explotación directa y colectiva de los mismos. 5. abolición de contribuciones, impuestos territoriales, deudas y cargas hipote- carias que pesan sobre las propiedades, aperos de labranza y maquinaria, que constituyen el medio de vida de sus dueños –y cuyas tierras son cultivadas directamente por ellos– sin intervención continuada ni explotación de otros trabajadores. 6. supresión de la renta en dinero o en especie, que los pequeños propietarios, “rabasaires”, colonos, arrendatarios forestales, etcétera, se ven obligados ac- tualmente a satisfacer a los grandes terratenientes. 7. fomento de obras hidráulicas, vías de comunicación, ganadería y granjas aví- colas, repoblación forestal y creación de escuelas de agricultores y estaciones enológicas. 8. solución inmediata del paro obrero, reducción de la jornada de trabajo y nive- lación de los sueldos con el coste de vida. 9. toma directa por los sindicatos de campesinos de las tierras que, por insufi- ciente cultivo, constituyen un sabotaje a la economía nacional”127. Este programa se plantea como una alternativa a la reforma agraria presen- tada por el Estado y como única vía para solventar los problemas que tiene el cam- pesinado y que se podrían resumir en la insuficiencia de tierras propias que obliga a los campesinos a tener que pedir préstamos para el arriendo de parcelas para su cultivo, hacer jornales para otros, en tareas agrícolas o en la pequeña industria de

126 En el Congreso hubo delegaciones de Boltaña, en representación de 60 trabajadores, y de Mediano, en representación de 200. Solidaridad Obrera, 5 de mayo de 1936. De la constitución del Sindicato Único de Trabajadores de la CNT en Mediano se da noticia en Solidaridad Obrera, 17 de abril de 1936. Por el Comité Regional de Aragón, Rioja y Navarra de CNT, estuvieron representados en el Congreso 33.881 trabajadores agrupados en 156 sindicatos con 110 delegados. CNT (1978), El Congreso Confederal de Zaragoza, Ed. Zero Zyx, Madrid, p. 28. 127 Peirats, J. (1988), pp. 123-124, y Borrás, J. (1983), pp. 264-265.

69 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell transformación (molinos harineros, aceiteros, etc.) o tener que emigrar a Cataluña, Francia, etc. Las diferencias que se pueden observar, sin embargo, entre la tierra baja os- cense, como la comarca de la Litera, el Somontano o la ribera del Cinca, y las co- marcas de montaña, como el Sobrarbe y la Ribagorza, son notables, no solo en cuanto a las condiciones del terreno y climáticas y los tipos de cultivo, sino también en relación a las características de la explotación agraria y ganadera y la estructura de propiedad de la tierra, ya que en la montaña, a diferencia de la tierra baja, no hay grandes terratenientes y existen pocas diferencias entre las condiciones de vida de los más ricos y los más pobres. Como hemos visto en el Capítulo 1 y como señala, entre otros, Graham Kelsey, en los partidos judiciales de Boltaña y Benabarre predominaba en los años treinta la pequeña propiedad y la tierra estaba muy dividida en parcelas individua- les128. Estas diferencias en el tamaño y propiedad de las explotaciones agrarias y la importancia de la ganadería, van a caracterizar las colectividades que se desarrollen tanto en el Sobrarbe como en la Alta Ribagorza. En primer lugar, cabría desta- car que mientras que en la tierra baja se colectivizan grandes propiedades perte- necientes a terratenientes que han huido o que han sido detenidos o fusilados por sus implicaciones con la sublevación, o grandes partidas pertenecientes a la Iglesia, como son, entre otros, los casos de Albalate de Cinca, con la socialización de las tierras anteriormente pertenecientes al duque de Solferino129 o de Barbastro, en que la Colectividad Campesina colectiviza las tierras del monasterio del Pueyo130, en las zonas de alta montaña las colectividades se forman a base de juntar las fincas y ca- bezas de ganado expropiados a unas pocas familias con las aportaciones de tierras, ganado y herramientas de trabajo del conjunto de labradores y ganaderos. Este sería el caso, como veremos más adelante, de la colectividad agraria de Guaso. Otra diferencia sustancial está relacionada con las formas de explotación agraria y ganadera, ya que en la tierra baja una de las prioridades de las colectivi- dades, cuyo buen funcionamiento va a depender del entusiasmo con que se aborda el innovador proyecto y la participación general en el mismo (hay que pensar que muchos jóvenes van a luchar al frente y en los pueblos queda sobre todo gente de una cierta edad, mujeres y niños), va a ser la mecanización de parte de las tareas del campo y la creación de granjas, avícolas y porcinas, básicamente, con el fin de mejorar la producción. Un buen ejemplo de ello es la colectividad de Graus131. En los pueblos de la montaña, por el contrario, las condiciones del terreno y las malas comunicaciones complicarán la introducción de maquinaria y, por otra parte, los

128 Kelsey (1994), pp. 28-32. Véase también Casanova, J. (1984), p. 26. 129 Véase Willemse, H. (2002). 130 Oliva, J., y Sewell, A. (2006). 131 Son varios los autores que le dedican un capítulo especial, entre otros, Peirats, Leval o Prats, que citará también entre las colectividades que mejor funcionan la de Aínsa.

70 Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo recursos con los que se contará serán diferentes a la tierra baja: se dispone de pastos abundantes en verano, y la necesidad de bajar las cabañas en invierno o de madera, por ejemplo. A todo ello habría que añadir: las diferencias entre la riqueza y las capacidades productivas entre unas colectividades y otras; la diferente presión que se ejerce sobre ellas en función de su cercanía al frente y a las columnas militares que operan en este, y las diferencias en los mecanismos de relación de que se dotan respecto a otras colectividades y a otros organismos, como los órganos de gobierno de otras regiones, como Cataluña, los dependientes de Guerra, los consejos munici- pales o el Consejo de Aragón, durante su corta existencia. En lo que atañe al carácter espontáneo o no de estas colectividades, existen notables diferencias en relación a la situación de los pueblos con respecto al frente y a las milicias. Por una parte, resulta evidente la importancia de la reorganización de la producción ante el derrumbe de las estructuras políticas y económicas anteriores al 18 de julio, y la necesidad imperiosa de recoger las cosechas en las fechas en que estalla el conflicto. En aquellos pueblos de la provincia de Huesca más cercanos a la línea del frente y con presencia de columnas de distinta orientación política, las colectividades se crearán en un ambiente mucho más tirante, y aunque en muchos casos los milicianos colaborarán en la recogida de las cosechas, las necesidades de abastecimiento provocarán tensiones constantes entre las columnas y las colectivi- dades, algo a lo que, como veremos más adelante, tratará de dar solución el Consejo Regional de Defensa de Aragón, creado fundamentalmente para preservar las liber- tades conquistadas a través de la implantación del sistema colectivista. Pero van a ser mayoritariamente los comités locales de CNT, a través de los comités revolucio- narios, los responsables de la reorganización agrícola. En el caso del Sobrarbe, ya vimos en el Capítulo 2 el papel que se arrogan los comités y, como posteriormente explicarían miembros de la Comarcal de Aínsa en un artículo en Nuevo Aragón, el cometido de los miembros del Comité Comarcal de Defensa será el de hacer propaganda a favor de la colectivización, nunca el de imponerla por las armas, cosa que carecía de sentido porque era evidente que cual- quier estructura impuesta por la fuerza hubiera requerido del empleo continuado de esta para mantenerse y no hubiera logrado sobrevivir hasta el verano de 1937, tal y como ocurrió con muchas colectividades. Como veremos en el Capítulo 5, el uso de la fuerza será más bien una prerrogativa de los cuerpos armados al servicio del esta- linismo y la reconstrucción republicana encargados de su disolución y responsables del fin de las colectividades en la comarca. Pero su establecimiento, por el contrario, responde a otra forma de operar, como se desprende del relato antes citado sobre el funcionamiento del Consejo Comarcal de Defensa de Aínsa: “Este Consejo Comarcal, compuesto por hombres pobres de inteligencia pero fuertes de voluntad, y de los cuales nadie absolutamente puede poner en duda su an- tifascismo, y que fue creado al calor de la Revolución por las organizaciones y par- tidos políticos de la comarca, desde el momento de su creación dedicaron todos sus esfuerzos, todas sus facultades, por lograr una transformación en el orden económico,

71 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell político y social, que diera al traste con el viejo régimen arcaico de caciquismo y barbarie. Empezamos nuestra obra pensando solo en que, cuando los compañeros que se habían marchado al frente de combate a aplastar a la bestia fascista volvieran, se en- contraran con un nuevo pueblo y no tuvieran que ir a mendigar al señorito un día de jornal para el sustento de su familia, como en los tiempos pasados. Para conseguir nuestro propósito empezamos por aconsejar a los campesinos que se unieran en colectividades, poniéndoles de manifiesto las ventajas de las mismas y los perjuicios del individualismo, pero siempre que hacíamos esta propaganda la hacía- mos sincera, sin coacción, sin obligar a nadie, sino todo lo contrario, aconsejando que a la colectividad había que ir con un sentido de responsabilidad colectiva y dispuestos a defenderla, o de lo contrario no ir a ella. Esta es la propaganda que en el orden del colectivismo ha hecho nuestro Consejo Comarcal. Seguimos nuestra obra haciendo desaparecer el que un amo tuviera diez criados, no consintiendo que nadie tuviera más tierras que las que con su propio esfuerzo pudie- ra trabajar, con el fin de que desapareciera el vasallaje: en fin, una gran obra de temple revolucionario. Esta gran obra, en otra comarca, hubiera sido un hecho, pero en esta comarca ha imperado y sigue imperando a pesar de nuestros esfuerzos, los caciques del pueblo, a los cuales por ningún concepto les podía convencer nuestra labor”132. Este fragmento del artículo que publicará Nuevo Aragón en julio del 37 es importante no solo porque expresa el espíritu con el que se trabajó a favor de la implantación de las colectividades en la comarca, y revela el proyecto de abolición de las estructuras caciquiles y de las formas de servidumbre y salariado en esta, sino también porque anuncia los principales escollos a los que tendrá que hacer frente. Además, apunta hacia la coexistencia de colectividades con propietarios individua- les de tierras y ganado que ingresarían, como ya hemos visto, de forma mayoritaria en la UGT, y buscarían el apoyo de los partidos comunista y republicanos para reinstaurar el orden socioeconómico previo a la guerra.

3.3. El proceso de colectivización en la comarca del Sobrarbe En el Sobrarbe, el proceso de colectivización se desarrolla en el contexto de la respuesta social a la sublevación militar y una de sus características más destacadas es la diferencia que se establece de partida entre las entidades con más población, con un predominio de la actividad comercial, de pequeña industria y burocrática, y las aldeas, donde la principal actividad económica es de carácter agropecuario y

132 “Desde Aínsa, saliendo al paso de unas insidias”, Nuevo Aragón, n.º 158, 22 de julio de 1937, p. 6. Reproducido el texto en el Anexo 10.

72 Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo de explotación forestal. Todo parece indicar que es en las primeras donde tiene un mayor impacto y extensión la colectivización133. En Aínsa, desde la formación del Comité Revolucionario en julio de 1936, se instaura un sistema de “vales” emitidos por el Comité que permiten adquirir los gé- neros en los comercios de la localidad y que sustituyen al dinero134 como respuesta a la falta de liquidez, pero a partir de septiembre de 1936 se lleva a cabo la colectiviza- ción de todas las tierras, industrias y comercios de la localidad, así como del servicio de autobuses135. La Colectividad de Aínsa se habría implantado por decisión de los miembros del Comité Revolucionario y del Comité Comarcal de la CNT de Aínsa y, en lo que respecta a la colectivización agraria, varios milicianos se encargaron de recoger la documentación que obraba en poder de las juntas de Gobierno de distin- tas partidas de huerta del pueblo para utilizar los derechos de riego a favor de esta136. En cuanto a la colectivización comercial, se lleva a cabo mediante la incau- tación de los comercios de la localidad, en parte de manera forzosa, en parte por aportación de sus dueños, que suelen quedarse al cargo de estos tras llevarse a cabo una centralización de las mercancías en unas pocas tiendas. En todos los casos, previa a la colectivización, se realizan inventarios detallados de todos los géneros que hay en los distintos comercios, con una estimación de su valor económico en el momento de estallar la guerra. A menudo, junto a los establecimientos comerciales, se procede también a la incautación de todos los enseres y víveres que se hallan en las casas de sus propietarios y a veces, incluso, de las propias viviendas. Entre estos casos se cuentan: la fonda y la vivienda de Manuel Sánchez Clemente, donde hay al- macenados 3.200 litros de vino137 para abastecimiento de la fonda; la fonda y casa de Manuel Sánchez Juste y su esposa, Beatriz Broto Marín; la carpintería de Mauricio Sabas Llari, con todos los materiales y herramientas que en ella había; el comercio de lubricantes y automóviles, el surtidor de gasolina y la línea de autobuses de José Puyuelo Puyuelo, exalcalde de Aínsa, su mayor contribuyente y casado con Felicitas

133 Insistimos en que quizá esta primera conclusión venga determinada por la documentación que se ha podido consultar hasta el día de hoy y que un trabajo de campo más exhaustivo podría revelar que el proceso de implantación de las colectividades en las aldeas de la comarca fue mayor de lo que los datos conservados permiten afirmar. Existe además una fuerte predisposición por parte de la gente de la zona que más se ha interesado por temas de historia contemporánea local a negar la existencia de estas colectividades, alegando el tópico de que los campesinos siempre han sentido un gran apego por la propiedad y que el colectivismo jamás hubiera podido prosperar en la zona dada la mentalidad de sus habitantes, y ello a pesar de la pervivencia de multitud de estructuras organizativas locales basadas en el comunalismo. 134 Con estos vales se paga la comida en la fonda de la viuda de Manuel Sánchez, al estanquero de Aínsa, Paulino Bergua Lecina, por valor de 846,20 pesetas. A la viuda de José Puyuelo se le llevan con vales 9.000 litros de gasolina y artículos por valor de 12.000 pesetas. Informe dirigido al gober- nador civil de Huesca. Caja J-5683/1 (AHPH). Véase el vale de Aínsa en el Anexo 6. 135 Véase foto en Anexo 7. 136 Declaraciones de varios vecinos en expedientes del Juzgado de Boltaña (JB). 137 Según declaración del propio Manuel Sánchez. Exp. 752 (JB).

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Bielsa Bardají; la casa y la fábrica de harinas de Joaquín Chéliz, propiedad de la familia de José Broto Villacampa; el estanco de Paulino Bergua Lecina o el garaje, comercio de accesorios y vivienda de Pedro Bernad Baldellou. Un informe dirigido al gobernador civil de Huesca relata el paso del uso de vales para la compra de bienes, a la colectivización, dando cuenta de los inventarios realizados: “Tal estado de cosas dura hasta el mes de septiembre de 1936, en que los comités revolucionarios llevan a cabo la colectivización y se apoderan de toda la riqueza del pueblo, en especial de la riqueza agrícola, comercial e industrial. El 7 de septiembre de 1936 se apoderan de la fonda de Manuel Sánchez, digo de su viuda, de donde la echan el día 23, y hacen inventario solamente de las bebidas y otros artículos por un valor de 4.000 ptas. Sobre el 23 de septiembre de 1936, se le apoderan al vecino de Aínsa, José Puyuelo Puyuelo, de cuanto poseía, mediante inventario de unas 40.000 pesetas, pero gran parte de los artículos incluidos en el inventario se encuentran sin valorar, y según informes, la valoración total importaría unas 90.000 pesetas. Al vecino de Aínsa, Joaquín Chéliz Juste, se le incauta el comercio el 1 de sep- tiembre de 1936 mediante inventario que importa 32.000 pesetas. Al vecino de Aínsa Paulino Bergua Lecina, se le incautan también el 1 de sep- tiembre por valor de unas 10.000 pesetas y, por fin, a Pedro Bernad Baldellou se le incautan por valor de unas 44.000 pesetas138”. Terminado el proceso de incautación, que se alarga todo el mes de septiem- bre, se procede a la concentración de los comercios: el comercio de calzados y alpar- gatas se centraliza en la tienda de Sixto Noguero Güerri, el de víveres en la tienda de Cayetano Puyuelo Fes139 y el de tejidos en la de Matías Oncins Puértolas, los tres afiliados a UGT y que permanecerían al frente de sus respectivos comercios, una vez colectivizados140. En Boltaña también se intenta llevar a cabo la colectivización de todos los comercios y negocios de la población. Como en el caso de Aínsa, los propietarios

138 Informe dirigido al gobernador civil de Huesca. Caja J-5683/1 (AHPH). 139 Puyuelo Fes era también dueño de un hotel y del Bar Carioca, lugar donde estaba localizado el Centro de Unión Republicana antes de la guerra. Varias declaraciones de vecinos contra él seña- lan que era amigo del diputado Joaquín Mallo y del socialista Julián Borderas. Fue delegado de Compras para la Colectividad. 140 Tanto Matías Oncins como Sixto Noguero iban a jugar un papel muy importante en la vida social y política durante la guerra, afiliándose a UGT y siendo nombrados, respectivamente, presidente y vicepresidente de la Gestora Municipal que se formaría en Aínsa tras la disolución de su Consejo Municipal en agosto de 1937. También Cayetano Puyuelo sería vocal de esta gestora y al parecer moriría en la retirada frente a las tropas fascistas, asesinado por la gente que huía, según declara- ciones, para robarle; en otras se comenta que llevaba en un carro muchos géneros de la tienda que había sido colectivizada.

74 Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo de aquellos establecimientos incautados reciben una copia del inventario del mismo, con una estimación del valor de los artículos depositados en ellos en el momento de la incautación. Este procedimiento se sigue tanto en los casos en que la colectivi- zación es impuesta, como ocurre con el comercio de José Sazatornil, dueño de una ferretería en la plaza de Costa, n.º 1, como cuando sus propietarios lo aportan de forma voluntaria. Entre los comercios que se adhieren libremente a la Colectividad están: la tienda de tejidos y otros artículos de Arturo Bielsa Sanromán, sita en la calle República, n.º 4 (antes San Pedro, donde tenía su vivienda), la tienda de ultra- marinos de Pablo Gistau Garcés, la ferretería de Ángel Larrosa Bielsa, situada en la carretera, n.º 6, y la carnicería de José Olivar Fernández. Tenemos como ejemplo el inventario del comercio de Arturo Bielsa Sanromán, que había sido alcalde durante la monarquía y la dictadura de Primo de Rivera, por valor de 56.560 pesetas. Era propietario además de una casa sita en la calle San Pablo, n.º 4, y del Hotel Ara, en la carretera de Jaca a . También era copropietario de la Central Eléctrica de Guaso, junto a Celso Joaniquet, residente en Madrid, y de un surtidor de gasoli- na que le será requisado junto con el Hotel Ara141. Su hijo sería nombrado auxiliar de Abastos en la ferretería incautada a José Sazatornil. De este último comercio, el mayor de Boltaña en aquellos años, se distribuirían mercancías a otros, como al de Pablo Gistau Garcés, donde también se llevaría gran cantidad de aceite, producto de los frutos de los que no estaban en la colectividad, que los dirigentes lo llevaron a su casa. Pablo Gistau tenía su tienda de ultramarinos en la plaza de España, que le será incautada, y junto a su familia se pondrá al frente de la tienda incautada a Pedro Lacasta Viu, que era carpintero de profesión, trabajando en ella y percibiendo un salario de la Colectividad. El dueño se marchará en mayo del 37 a trabajar fuera de la localidad como carpintero. No sabemos si integrados o no en la Colectividad, también funcionaron durante la guerra el café y la sastrería de Jacinto Broto Campo, afiliado a UGT y vocal en un Consejo Municipal. La Colectividad de Boltaña también se incauta la fábrica de luz y el molino harinero de Enrique Gistau Lascorz, que ya había puesto anteriormente a disposi-

141 Los mayores contribuyentes de Boltaña son José Sazatornil Lascorz, Avelina Bielsa Sanromán (madre de Ángel Larrosa Bielsa), Arturo Bielsa Sanromán y Enrique Gistau Lascorz, además del Sanatorio de Boltaña. Contribuciones industriales 1936 (AHPH). En los informes que se hacen para el Tribunal de Responsabilidades Políticas se destaca que todos ellos eran simpatizantes de la izquierda antes de la guerra, incluso Ángel Larrosa había sido un destacado dirigente socialista, que se habían ganado la confianza de los dirigentes de la localidad y habían puesto al servicio del Comité Revolucionario sus comercios e industrias. A pesar de su supuesta participación en el pro- ceso revolucionario, Arturo Bielsa será nombrado vocal de la Comisión Gestora tras la llegada de las tropas nacionales, aunque será destituido por “su apatía y no asistencia ni a los actos oficiales ni a los religiosos”. Pablo Gistau, por su parte, se declarará partidario del Movimiento al entrar las tropas en Boltaña, asistiendo a todos los actos convocados, cosa que también hará Enrique Gistau, que pondrá la fábrica a nombre de su madre. El único que huirá de Boltaña es Ángel Larrosa Bielsa. Fondo del Juzgado Instructor del Tribunal de Responsabilidades Políticas, caja J-5683/1 (AHPH).

75 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell ción del Comité Revolucionario de Boltaña. También el Sanatorio de Boltaña pasa a ser administrado por el Comité Revolucionario, nombrándose para ese trabajo a José Aragón Puértolas, de la CNT142. Hubo también incautación de la Subalterna de Tabacos, que se encontraba en el mismo edificio que el comercio de José Sazatornil, y de la sucursal del Banco Aragonés de Crédito, por parte de los empleados del mismo, algunos pertenecien- tes a UGT desde antes de la guerra, que estuvieron en contacto con los comités de Control de Banca de Barbastro y de Barcelona. La Colectividad de Boltaña se implanta en noviembre de 1936, posiblemente el momento en que ya se ha finalizado el proceso de colectivización de tierra, gana- dos y comercios, y establecido un inventario de todos los bienes incautados. La junta de administración de la Colectividad nombra entonces a los delegados que se harán cargo de la gestión de sus distintas dependencias y que cobran un sueldo de esta. Al parecer, el presidente de la Colectividad fue el anterior juez municipal Ramón Menac Lacambra, hombre considerado de derechas y que al estallar la guerra se afilió a la CNT143. El cajero fue Antonio Viu Buisán, afiliado al sindicato desde antes del 18 de julio. También habría funcionado una colectividad ganadera, ya que según el Fondo de la Causa General de Boltaña, se habrían colectivizado 4 caballos, 9 mu- las, 2 asnos, 22 vacas, 1.082 ovejas, 247 cabras y 4 cerdos. Las ferias de ganado continuarán realizándose con normalidad, al menos al principio de la guerra, sin más restricciones que vender fuera de la provincia144. Huelga decir que todas las propiedades del Ayuntamiento, tanto las fincas rústicas como las urbanas, pasaron a ser gestionadas primero por el Comité Revolucionario y, probablemente, parte de ellas, aquellas a las que se podía dar un uso más productivo, integrarían más tarde los bienes de la Colectividad145. Entre las colectividades agrícolas y ganaderas de la comarca, Gistaín consti- tuye un buen ejemplo, aunque es escasa la información que se ha conservado sobre

142 Había también entonces en Boltaña una farmacia, propiedad de Mariano Güerri Gazo, pero des- conocemos si fue colectivizada o no. 143 Es posible que Ramón Menac Lacambra se afiliase a la CNT por influencia de un hermano suyo, José, que lo estaba desde antes de estallar la guerra y que, según los documentos de la represión, habría participado activamente en la destrucción de los archivos de Boltaña y en el saqueo de casas y comercios, así como en algunos asesinatos de sacerdotes. Otro hermano, Enrique, se afilia tam- bién a CNT durante la guerra y desempeñará el cargo de vocal en el Tribunal Popular. Fondo del Juzgado Instructor del Tribunal de Responsabilidades Políticas, caja J-5683/1 (AHPH). 144 Hay noticia de la celebración de la feria de ganados en Bielsa el 6 y 7 de noviembre de 1936 y del Comité Local de Boltaña el día 14 de noviembre y todos los sábados de fin de mes. Orientación Social, n.º 63, Barbastro, 1 de noviembre de 1936. 145 Es una hipótesis, pues recordemos que el Ayuntamiento era uno de los mayores contribuyentes de Boltaña, pero lamentablemente no se ha conservado ningún documento que permita verificarla.

76 Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo la misma146. El Comité Revolucionario, constituido el 2 de agosto de 1936, se in- cautó de fincas urbanas y rústicas y de todo el ganado lanar del pueblo. Destaca la requisa de todo el patrimonio, tierras y casa, de Pedro Laguna Bergua, dueño de una de las casas más ricas del pueblo, casa Rins. Sus tierras las tenía arrendadas Ramón Bernad Cazcarra, secretario del Ayuntamiento en 1936, que será detenido por orden del Comité Revolucionario. En casa Rins se encontró una gran cantidad de vino y se quedó con las llaves de la misma un miembro del Comité. Es posible que en ella se celebrasen asambleas vecinales, y hay constancia de que fueron requisadas las dos únicas radios que había en el pueblo y que pertenecían al cura Isidoro Labiero147 y a Pedro Bernad Bielsa. También se incautó el Comité de todo lo perteneciente al pá- rroco, y de las alhajas y objetos de valor de la iglesia. Las ropas del cura y la vajilla encontrada en la abadía se repartieron entre los vecinos del pueblo. La Colectividad se estableció en octubre contando para ello con todo el ganado lanar incautado y posiblemente el aportado por los vecinos que se integraron en la misma. El Comité era quien la gestionaba, puesto que controlaba el arriendo de pastos, las ventas de ganado y los cobros. También se estableció una cooperativa donde “se ingresaban las cantidades obtenidas por las ventas de ganado y hasta pretendieron hacer ingresar ahí los procedentes de jornales”148. La cooperativa habría incluido las tiendas de co- mestibles, una de ellas del exsecretario Ramón Bernad Cazcarra, y las bodegas y ta- berna de Gistaín. La central eléctrica y el molino harinero, propiedad de la Sociedad Electro-Harinera, fueron también intervenidos por el Comité Revolucionario149. Es posible que funcionasen también colectividades y cooperativas en otras poblaciones del valle de Chistau, como Plan o San Juan de Plan, porque se partía de condiciones socioeconómicas muy similares. En Guaso se constituye una colectividad agrícola muy pronto, posiblemen- te el 2 de septiembre ya esté en funcionamiento, y se dispone de una cooperativa, vinculada primero al Comité Revolucionario y, posteriormente, al Consejo Local de Defensa de Guaso y al Consejo Municipal que lo sustituye a principios de 1937, donde los vecinos de la colectividad se abastecen150. Se funciona a través de vales emitidos por el Comité que los miembros de la colectividad intercambian en la coo- perativa por productos de primera necesidad como pan, vinagre, aceite, trigo o vino. En la contabilidad de la Colectividad se abre una cuenta para gastos del Comité de

146 Los informes de la posguerra dirigidos al Tribunal de Responsabilidades Políticas se refieren a una comunidad, de la que dicen se beneficiarán únicamente los miembros del Comité Revolucionario primero y, posteriormente, los del Consejo Municipal. AHPH, J-5639/2991. 147 Este cura huyó a Francia y en 1940 regresó a España convirtiéndose en el capellán de la cárcel de Barbastro, donde serían asesinadas tras la guerra más de 7.500 personas [según Borrás, (1984), p. 244, citando Cambio 16, 31/07/77]. 148 AHPH, J-5639/2991. 149 AHPH, H-2977. 150 AMA, 384/13.

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Enlace, destinada a comidas y viajes a Barbastro y a ingresos realizados por este al Comité de Boltaña para las fuerzas de Cotefablo. Entre los ingresos figuran las en- tradas en litros de aceite procedentes del torno, que también ha sido colectivizado. La cooperativa, que vendría a ser una sección de la Colectividad, llevará una conta- bilidad precisa de los ingresos y gastos en la misma hasta su disolución, también en fechas muy tempranas, el 14 de febrero de 1937. Es entonces cuando reunidos todos los vecinos en asamblea general con el Consejo Municipal, se procede a dar lectura de los ingresos y gastos de la Colectividad desde el día en que se formó y un grupo de 28 hombres, encabezados por el concejal José Nadal Penilla, de la CNT, deciden darse de baja de la Colectividad, argumentando que muy pronto esta Colectividad no será capaz de producir lo suficiente para el consumo. Pero el verdadero motivo de esta salida masiva de la Colectividad, que representa el principio de su final, es que ya está hecha la recolección de la oliva y la mayoría de los integrantes que se salen de ella son los antiguos propietarios de los olivares y quieren quedarse con el fruto de la cosecha. El 8 de mayo de 1937 todavía un grupo de 18 miembros de la Colectividad reclama al Consejo Municipal que los hombres que de ella se apartaron en febrero paguen los jornales que les adeudan por la recolección de la oliva, y que ascienden a 1.993 horas en total, ya que finalmente se quedaron con las olivas recogidas151. Mientras funciona la Colectividad de Guaso, la impresión es que hay una coordinación intensa entre los 3 organismos creados al calor de la revolución: Consejo Local, Cooperativa y Colectividad, en la que participa un grupo numeroso de vecinos, que podría estar en torno a un mínimo de unas 50 familias o casas. Arcusa es otro ejemplo de colectivización agraria. Funciona, por una parte, la Cooperativa, donde los vecinos del pueblo se abastecen de los artículos necesarios, que en parte se traen de Barbastro, y la Colectividad, que explota un torno de aceite al que acuden otros pueblos de la comarca. Los empleados del torno perciben un salario de la Colectividad. A la Colectividad también se aportan los cerdos y cabri- tos que esta ha comprado y que los vecinos crían en sus casas. Una parte de estos, el excedente, será destinado a la venta o al intercambio. A través de la Colectividad se compra todo lo necesario para el campo (como cohetes granífugos, por ejemplo) y para la vida diaria (desde víveres a medicinas, de los que se abastecen en Aínsa, Boltaña o Barbastro). El Consejo Municipal ejerce un control de sus cuentas, que se revisan en asamblea general una vez al mes, pero manteniendo una separación entre la parte de fondos municipales que gestiona la Colectividad y la parte que corres- ponde a la riqueza que el propio pueblo, en explotación colectiva de sus recursos,

151 Muchos de los vecinos que se retiran en febrero de la Colectividad habían ingresado en la UGT a principios de 1937, como modo de contrarrestar a la CNT, según afirmarían en la posguerra, decla- rándose asimismo enemigos de la colectivización (Expedientes diversos, 709, 710, del Tribunal de Responsabilidades Políticas, AHPH). Véase en el Anexo 8 la carta de los vecinos de la Colectividad de Guaso reclamando el pago de los jornales que se les adeudan (AMA, 384/13).

78 Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo ha generado152. Presenta esta colectividad, así como la cooperativa, algunos rasgos que parecen diferenciarla claramente del resto de formaciones de la comarca y es el hecho que es la única población que con la constitución de los consejos municipales en el primer trimestre de 1937, este estará controlado por el PC. Podría tratarse, por tanto, de una colectividad de influencia comunista. También se establece una Colectividad en Fanlo. En esta localidad se requi- san, junto al ganado y las tierras, las dos tiendas existentes, una de venta de vinos y licores y la otra una abacería, además del estanco, cuyos dueños han huido, “es- tableciendo el régimen de colectividad para el trabajo y producción en general”153. El molino harinero, propiedad de una Sociedad de Vecinos de Nerín y Sercué, se puso al servicio de guerra. En Mediano, se constituye una Cooperativa de Abastos a partir de la incauta- ción de los comercios locales, administrada por una Junta. En Morillo de Monclús, por otra parte, se procede a la incautación de fincas y el Comité se incauta de los fondos del Ayuntamiento154 y, en Rañín, el Comité alienta la incautación de fincas y la quema de escrituras. En Santa María de Buil se requisan los bienes pertenecientes a la Iglesia, como la abadía, la casa del rector y el huerto que le correspondía155. En muchos pueblos, a pesar de que no se haya conservado ningún documento que pueda avalarlo, con excepción de anotaciones sobre la requisa de ganados en los expedientes del Tribunal de Responsabilidades Políticas y de algún que otro re- cuerdo de sus vecinos, resulta verosímil que se implantasen colectividades agrícolas y ganaderas. En Buerba, por ejemplo, recuerda un vecino del cercano pueblo de Nerín, existía un Comité revolucionario muy activo, que confeccionó un listado de personas de derechas de la comarca y que patrullaba los pueblos confiscando armas, dinero y objetos de valor. En Ceresuela se señala que algunos vecinos participaron en la requisa de ganado. También en Linás de Broto hay incautaciones de ganado y de dinero, así como de tierras que serían distribuidas entre varios vecinos de la localidad, aunque no se habla en ningún momento y de forma explícita de que se llegase a formar una colectividad a partir de estas156. En Broto, aunque no existe ningún documento que permita afirmar que se implantase una colectividad ni que hubiese requisas, fueron incautados los bienes de Manuel Bardají Bielsa (que poseía

152 Se han conservado varias páginas del libro de contabilidad de la Colectividad entre enero de 1937 y el 11 de septiembre de 1937 en el Archivo Municipal de Aínsa, Sig. 370/2. En una de las ho- jas, correspondiente a enero, aparece un listado de más de 30 personas, sin duda miembros de la Colectividad. Cabe destacar que el presidente del Consejo Municipal es el alcalde de la localidad antes de la guerra: Francisco Sampietro, que en su transcurso se afiliará al PC. Véase Anexo 9. 153 AHPH, H-2974. 154 Juzgado de Boltaña, expediente contra un vecino de Morillo de Monclús. 155 Juzgado de Boltaña, expediente contra un vecino de Santa María de Buil. 156 Diversos expedientes conservados en el Juzgado de Boltaña, dan cuenta de esta requisa y de la ce- lebración de una asamblea el 1 de abril de 1938 en que la Gestora Municipal acuerda la devolución del dinero requisado y que obraba en poder del vecino José Palacio Campo, que sería asesinado en la huida ante la llegada de las tropas nacionales.

79 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell una tienda de venta al por mayor de vinos) y Constancio Gil Marco, ambos juzga- dos por el Comité Revolucionario de Broto. Por otra parte, y como veremos más adelante, un militante de la CNT de Jaca denuncia en sus memorias la obstrucción de las asambleas de la CNT de Broto por parte del maestro Navarro y el modo en que conminaba a los vecinos y afiliados a CNT a devolver sus carnés colectivistas y devolver las tierras a los propietarios157. Estos recuerdos apuntan sin duda a la existencia de colectividades en la localidad. Otros pueblos donde se llevaron a cabo incautaciones de ganado, cereales y vino, fueron Sieste y Latorrecilla158. En Matidero-Secorún, en cambio, sí se reseña la organización de una colectividad159. Por otra parte, en septiembre de 1936, el Comité Local de Escalona, en el término municipal de Puértolas, se incautó de las minas de Parzán, inscritas como Industrias del Pirineo, que tenía tres propietarios a partes iguales: José María Núñez, exalcalde de Boltaña; Dubreuil, de origen francés; y J. Brosshard, suizo. Este último, tras presentar una reclamación al Comité por detentar la empresa un 67% de capital extranjero y en vista de las disposiciones para la devolución de bienes incautados, solicita en marzo del 37 su devolución al Consejo de Aragón160. En cuanto a la central eléctrica de Lafortunada, a pesar de que en el transcur- so de la investigación no se ha encontrado ningún documento que haga referencia a su incautación, resulta plausible que fuera también intervenida por un Comité de Control Obrero, como sucedió con muchas otras industrias en toda la región aragonesa. Posiblemente, este Comité estuviese formado por obreros de la central afilia- dos a ambas sindicales: CNT y UGT. Teniendo en cuenta que el fluido eléctrico que generaba abastecía a toda la ciudad de Bilbao, se podría pensar que una vez caída esta, en junio de 1937, la central hubiera paralizado el abastecimiento. Sin embargo, el 6 de abril ya no funcionaba161.

157 Calvo (1991), p. 106. 158 Exp. 91 a un vecino de Margudgued acusado de participar en las requisas. En Sieste hay un vecino acusado de simpatizar con la Colectividad, lo que podría confirmar su existencia. AHPH. 159 Consejo de guerra n.º 67 a un vecino de la localidad. AHPH. 160 Delegación General de Orden Público de Aragón. AGGC-S, PS Barcelona, caja 839. Explica Peirats que la incautación de las empresas de capital extranjero presentó inconvenientes. Finalmente hubo que renunciar a la incautación y se procedió al “control obrero”. Dicho control se extendía a las cuentas corrientes de estas empresas. La empresa controlada no podía retirar su numerario de los bancos sin previo visto bueno del Comité de Control que vigilaba sus operaciones. La CNT tuvo que publicar una lista de 80 firmas extranjeras inmunizadas. Figuraban en la nómina comercios, fábricas, compañías y hasta iglesias anglicanas. Entre aquellas, Riegos y Fuerza del Ebro (La Canadiense), Sales Potásicas de Suria, etc. Pero las moderadas recomendaciones de los comités no fueron siempre atendidas por los sindicatos y mucho menos por los militantes revolucionarios. Peirats, J. (2006). 161 En esta fecha, el delegado de Orden Público de Aínsa pide a Francisco Foyos, delegado general de Orden Público de Aragón, que reintegre a “los compañeros de Lafortunada” unas monedas de oro que un compañero había entregado en Caspe, porque al estar paralizada la central carecen de ingresos. AGGC-S, PS Barcelona, caja 839.

80 Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

Se ha elaborado un mapa “provisional” y muy “aproximativo” de la colectivi- zación en el Sobrarbe, a partir de todas las fuentes mencionadas.

3.4. Hacia una estructuración comarcal de las colectividades: la Comarcal de Aínsa Por otra parte, y según Souchy, durante las semanas que siguieron al 19 de julio se formaron en todo el Aragón “leal” federaciones comarcales, definidas como el conjunto de colectividades locales de una comarca, constituyéndose en los prin- cipales agentes de lucha contra el fascismo, al suministrar a los consejos de defensa locales armas y consejos estratégicos162 y se convirtieron asimismo en los máximos promotores de la colectivización, ya que una de sus principales funciones sería fa- cilitar los intercambios entre colectividades, suministrar las máquinas necesarias para el trabajo agrícola e incluso, en los momentos de puntas de trabajo, como las cosechas, organizar grupos de personas para desplazarse a ayudar en las tareas de recogida. En otras palabras, cumplieron un papel fundamental a nivel de redistri- bución tanto de víveres como de bienes de toda clase entre las colectividades y, por

162 Souchy, A. (1977), p. 18.

81 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell supuesto, respecto a las milicias que actuaban en el frente163, así como en cuanto a mecanismo de ayuda mutua. Para cumplir la tarea redistributiva, normalmente se disponía de un almacén donde se centralizaban los excedentes o aquellos artícu- los que se habían comprado con el fin de distribuirlos después entre las diferentes cooperativas y colectividades. En el caso de la Comarcal de Aínsa, los locales que servían de almacén estaban situados en esta misma localidad. Las federaciones comarcales solían funcionar como una especie de departa- mento de Economía: disponían de secciones de Transporte, Producción Agraria, Abastecimiento de Víveres, Maquinaria y Herramientas, etc. Como hemos visto an- teriormente, el Consejo Comarcal de Defensa de Aínsa se forma el 30 de septiembre y se organiza en las siguientes consejerías164:

Presidente: Rafael Arnal Gracia, CNT Agricultura: José Broto Lecina, CNT Orden Público y Comunicaciones: Giordano Taboada Benítez Abastos: Sebastián Larrea Palacín Transportes: José Cubero Pueyo

También, según Souchy, las colectividades adheridas suministrarían a la Federación datos estadísticos exactos sobre el número de habitantes que formaban parte de las mismas, la extensión de territorio bajo su control, es decir, las hectáreas de terreno colectivizadas y el tipo de cultivo a que se destinan, el número de anima- les, de productos y de maquinaria existentes, así como sobre su capacidad produc- tiva y las necesidades de la colectividad respecto a materias primas, víveres y ropa, entre otros. Se informa incluso del estado de las carreteras y los caminos. Todos estos datos estadísticos servirán para una mejor redistribución de los recursos a nivel comarcal, y en cuanto se constituyan primero el Consejo Regional de Defensa de Aragón, a principios de octubre del 36 y, posteriormente, la Federación Regional de Colectividades, en la que participará la Comarcal de Aínsa, como veremos en el próximo capítulo, incluso a nivel regional165. Las relaciones entre estos diferentes

163 En marzo de 1937 la Comarcal de Aínsa realizaba un llamamiento a través del órgano de Consejo de Aragón, Nuevo Aragón, para que los pueblos de la comarca mandaran productos para enviar al frente de Madrid. Nuevo Aragón, n.º 46, 13 de marzo de 1937. 164 Otros miembros de la Comarcal habrían sido: Zenón Bosque Vidal, Leandro Viñola Castillo y Antonio Ibarz Chazal, todos de la CNT de Aínsa, y los hermanos José y Vicente Hernández Verdú, de la CNT-FAI de Banastón, encargados de conducir una camioneta. Informe dirigido al goberna- dor civil de Huesca. Caja J-5683/1 (AHPH). 165 Ya a principios de diciembre de 1936, el Departamento de Agricultura del Consejo de Aragón exige a la Comarcal de Aínsa que facilite una relación de las fincas expropiadas y solo tres días más tarde la Comarcal de Aínsa anuncia en el BCRDA que tiene 2.000 cerdos de leche que desean intercambiar por trigo, maíz y cebada, pidiendo a las colectividades interesadas que contacten directamente al Departamento de Agricultura de la Comarcal. Boletín del Consejo Regional de Defensa de Aragón, n.º 10, del 1 de diciembre de 1936, p. 7, y n.º 11 del 4 de diciembre de 1936, p. 3.

82 Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo organismos, de todas formas, no serán siempre fluidas y sencillas y habrá fricciones e intensos debates a lo largo de toda la guerra por preservar la autonomía a nivel lo- cal y comarcal166. En marzo de 1937 el saldo deudor del Comité Comarcal de Aínsa respecto al Departamento de Economía y Abastos del Consejo de Aragón era de 35.662,22 ptas., lo que da una idea de la intensidad de las transacciones con el CA y, sobre todo, de su capacidad y predisposición a facilitar crédito a unas comarcales que, por otra parte, tenían la libertad de establecer relaciones comerciales entre ellas tanto dentro como fuera de Aragón167. En noviembre de 1936 el Consejo Comarcal de Defensa de Aínsa está consti- tuido por 40 pueblos168: Aínsa Laspuña Abizanda Linás de Broto Arcusa Mediano Boltaña Morillo de Monclús Bárcabo Muro de Roda Basarán Olsón Bergua Oto Bielsa Palo Broto Puértolas Burgasé Rodellar Castejón de Sobrarbe Santa María de Buil Clamosa Sarsa de Surta Cortillas Sarvisé Coscojuela de Sobrarbe Sieste El Pueyo de Araguás Secorún Fanlo Tella Fiscal Toledo de la Nata Gerbe y Griébal Torla Guaso Used Labuerda Esta composición variará a lo largo de la guerra, dado que algunas colec- tividades se desharán, por motivos internos, en su transcurso, como en el caso de Guaso, y otras como consecuencia de los ataques comunistas durante el verano

166 Véase Capítulo 4 y, en especial, la reseña de los plenos comarcales entre marzo y mayo de 1937. 167 Otro de los comités que tiene cuenta corriente en el órgano regional es el Comité de Broto, que en estas mismas fechas tiene un saldo deudor de 2.064 ptas. Díez Torre (2003), tomo II, p. 369. 168 Boletín del Consejo Regional de Defensa de Aragón, n.º 8, del 19 de noviembre de 1936, p. 2, y n.º 9, del 28 de noviembre de 1936, p. 3.

83 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell de 1937. También habrá variaciones debido a cuestiones puramente geográficas y puede que incluso de afinidades. Destacar en este sentido que y todos los pueblos del valle de Chistau, entre ellos Gistaín, Plan y San Juan de Plan, pero también Sin y Salinas, estaban integrados en la Comarcal de Campo, compuesta por 27 pueblos169. También en Olsón, por ejemplo, a principios de enero de 1937, se convoca una Asamblea General Extraordinaria que reúne a todos los vecinos del pueblo, y en la que se decide solicitar al Comité de Defensa Comarcal de Aínsa darse de baja de este y agregarse a la Federación Comarcal de Colectividades de Barbastro, alegando que les resulta más cómodo aprovisionarse en esta última población ya que la carretera de Bárcabo es más cercana que la de El Grado a Jaca. En este caso, existe una relación al parecer bastante fluida con la Comarcal de Barbastro, desde el inicio de la guerra170. ¿Había colectividades establecidas en todos los pueblos integrados en el Consejo Comarcal de Defensa de Aínsa? Lo más probable es que así fuese, sin em- bargo, con la documentación recopilada hasta el día de hoy, no es posible afirmarlo. La Comarcal era una estructura de apoyo mutuo e intercambio entre colectividades, pero también entre los diversos consejos locales y que agrupase a 40 pueblos no implica necesariamente que en todos ellos funcionase una colectividad o una coope- rativa, aunque sin duda indica la existencia de un sindicato de CNT, pues a pesar de que Consejo Comarcal y Comité Comarcal de la CNT no fuesen una misma cosa, existía una estrecha relación entre ambos organismos. En julio de 1937, como veremos más adelante, como consecuencia del ataque frontal a la colectividad de Aínsa, al Consejo Comarcal de Defensa y al Comité Comarcal de la CNT, también con residencia en Aínsa, este último se trasladará a Mediano. Este Comité Comarcal, hacia el final de la guerra en la región, informa en febrero de 1938 al Comité Regional de CNT que todavía mantiene relación con 22 pueblos en los que hay constituidos sindicatos, muchos de los cuales, tras el encarce- lamiento de sus antiguos miembros durante el verano anterior, vuelven a reorgani- zarse con grandes dificultades171.

169 Pertenecían también a esta Comarcal las poblaciones del valle de Benasque, que propondrían en enero de 1937 crear un subcomité comarcal con base en Castejón de Sos, alegando cuestiones de tipo geográfico, o las del , incluyendo las del municipio de Laspaúles. Boletín del Consejo Regional de Defensa de Aragón, n.º 8, del 19 de noviembre de 1936, p. 2, y n.º 9, del 28 de noviembre de 1936, p. 3. 170 En varios documentos se responsabiliza a miembros de la Comarcal de Barbastro, concretamente a Mariano Cortina, de los hechos violentos que se producen al inicio de la guerra (quema de imá- genes y saqueo de la iglesia) y Cortina presidirá varias asambleas en Olsón, como por ejemplo una que se realiza el 25 de marzo de 1937. Curiosamente, a pesar de la relación con ambas comarcales, la de Aínsa y la de Barbastro, tras la guerra los vecinos declaran que no ha habido ni incautaciones ni colectividades en Olsón, lo cual resulta poco probable y podría obedecer más bien al miedo a las represalias. AMA, sig. 174/12 y 148/1. 171 Sobre el proceso de represión de las colectividades y de la Comarcal de Aínsa, volveremos con dete- nimiento en los capítulos 5 y 6. El traslado del Comité Comarcal de CNT a Mediano se explica en

84 Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

CAPÍTULO 4. LA RECUPERACIÓN DE LA LEGALIDAD REPUBLICANA Y LA EXPANSIÓN DEL EXPERIMENTO COLECTIVISTA

4.1. Derrumbe de la estructura política republicana y creación del Consejo Regional de Defensa de Aragón La consecuencia directa de la sublevación militar en Aragón, tal y como ha- bíamos visto, es el derrumbe de todo el aparato del Estado en la región. En aque- llas áreas inicialmente ocupadas por los rebeldes se procede inmediatamente a la persecución tanto de los militantes de las organizaciones sindicales y partidos de izquierda, como de las autoridades municipales y provinciales vinculadas al Frente Popular. Cuando muchas de estas zonas, especialmente en la provincia de Zaragoza, sean reconquistadas por las milicias procedentes de Cataluña, ya todo el aparato administrativo y político republicano había sido eliminado por los rebeldes. De la misma manera, en aquellas zonas donde había fracasado la subleva- ción gracias a la actuación decidida de los militantes de las organizaciones polí- ticas y sindicales, que más allá de las ambiguas o tímidas actitudes de las autori- dades locales y provinciales, habían decidido oponerse al alzamiento militar desde el primer momento, se organizan “comités revolucionarios” en sustitución de los antiguos ayuntamientos, normalmente constituidos por representantes de los sin- dicatos presentes en cada localidad, y en ocasiones también por miembros de los partidos políticos del Frente Popular constituidos con anterioridad al estallido de la guerra. Estos comités orientarán principalmente su actividad en favor de una transformación revolucionaria de las estructuras económicas y sociopolíticas de los pueblos. La llegada de las milicias de Cataluña, organizadas por adscripción ideoló- gica a partidos u organizaciones, algunas sin la menor implantación en Aragón, y dependientes teóricamente del Comité de Milicias Antifascistas de Cataluña, consti- tuirá un factor de perturbación de las nuevas estructuras políticas. Aunque en aque- llas zonas donde se despliegan las milicias cenetistas, estas alentarán la transfor- mación revolucionaria iniciada por los comités e incluso colaborarán con ellos en cuestiones referentes al abastecimiento, en otros casos, especialmente en el área de influencia de los partidos marxistas, las milicias ejercerán enormes presiones sobre las estructuras locales. En Cataluña, lugar de procedencia de las milicias, el cambio

un informe al Comité Regional de la CNT de Aragón en AGGC-S, PS Madrid, caja 642, y el detalle de algunos de los sindicatos que se reconstruyen en el Sobrarbe en un archivo del Comité Regional en Madrid al que todavía no hemos podido tener acceso, aunque sí hemos podido consultar el listado de las cajas. Hay noticia de que se constituyen o reconstituyen los sindicatos de la CNT de Broto, el 5 de diciembre de 1937; Coscojuela de Sobrarbe, el 11 de enero de 1938, y Sarsa de Surta, el 30 de enero de 1938.

85 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell revolucionario estaba siendo atenuado por comunistas172 y catalanistas, identifica- dos con la defensa de la pequeña burguesía y del régimen republicano y abiertamen- te hostiles a la transformación revolucionaria. La CNT catalana, por su parte, tras dominar la escena política en las jornadas de julio, había aceptado la colaboración con las distintas fuerzas democráticas, primero en el marco del Comité de Milicias Antifascistas, y después, a partir del 26 de septiembre de 1936, con su inclusión en el Gobierno de la Generalitat. Ante el peligro de injerencias por parte de las milicias tendentes a la de- sactivación de los organismos locales nacidos al calor de la revolución, así como para salvaguardar sus economías de la excesiva presión ejercida por las columnas, el Comité Regional de Aragón, Rioja y Navarra de la CNT, respaldado por el caris- mático dirigente cenetista Durruti, decidió convocar en Bujaraloz un pleno regional extraordinario de sindicatos para el 6 de octubre de 1936. Asisten a esta reunión representantes de 139 pueblos de la región, además de 154 delegados, del Comité Nacional de CNT y de las columnas Durruti, Roja y Negra, Aguiluchos y Carod- Ferrer, entre otras173. En este pleno se decidió la creación de un Comité Regional de Defensa de Aragón (CRDA), cuyas atribuciones serían las de armonizar las necesidades del frente y retaguardia, así como promover el desarrollo político, económico y so- cial de la región en el nuevo contexto revolucionario, quedando la dirección mili- tar en manos de la Generalitat de Cataluña, con representación aragonesa en su Departamento de Guerra y creando también un Comité de Guerra, integrado por delegados de las columnas y el propio CRDA, responsable de la dirección única de las operaciones militares en Aragón174.

172 El PC habría adoptado una posición contraria al proceso de revolución social y de defensa del Estado republicano, por orden de las más altas instancias del PC ruso, transmitidas a los comunis- tas españoles por mediación del embajador Marcel Rosemberg, llegado a España a finales de agos- to de 1936, debido fundamentalmente a los intereses soviéticos en política internacional. Dicho diplomático operó cerca de Largo Caballero, a fin de convencerlo de que desestimara cualquier proyecto de crear una Junta central UGT-CNT, que desplazara al Gobierno republicano, y conven- ciéndolo para presidir un nuevo gobierno constituido por socialistas, republicanos, comunistas y nacionalistas, que contaría con el apoyo diplomático y militar soviético. La posición de aislamiento internacional en que queda la República, tras la resolución de las potencias occidentales de apoyar al comité de “No intervención”, convencería a republicanos y socialistas a seguir el plan expuesto por el diplomático soviético. El 4 de septiembre de 1936 caerá el Gobierno Giral, remplazado por un nuevo gobierno presidido por Largo Caballero. A partir de ese momento la prensa de influencia comunista comienza a magnificar la figura del antiguo consejero de Estado de la dictadura primo- rriverista, presentándolo como el Lenin español. 173 Asiste al Pleno de Bujaraloz una representación del Consejo Comarcal de Aínsa que interviene en la segunda sesión para dar cuenta “de la mala situación por carencia de medios de transporte para llevar a los pueblos que lo necesitan, entre otras cosas, el abono para la siembra de los cereales”. Zafón Bayo (1979), p. 131. 174 En línea con lo decidido a finales de agosto en una reunión en Sariñena, a la que fueron convoca- dos todos los jefes de columnas y en la que García Oliver confió el mando único de las unidades militares del frente aragonés al coronel Villalba. Borrás, J. (1983), p. 137.

86 Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

La proporcionalidad política en el CRDA se establecía en 7 consejerías para la CNT, 2 para UGT y 1 para IR, aunque finalmente tendrá una composición exclu- sivamente cenetista, que será la siguiente: - Joaquín Ascaso: presidente - Adolfo Ballano: Orden Público y Justicia - Miguel Jiménez: Información y Propaganda - José Mavilla: Agricultura - José Alberola: Instrucción Pública - Francisco Ponzán: Transporte y Comunicaciones - Adolfo Arnal: Economía y Abastos - Miguel Chueca: Trabajo El CRDA se ajustaba a lo acordado en el Pleno Nacional de Regionales de la CNT, celebrado en Madrid el 15 de septiembre de 1936, consistente en ir a la creación de un Consejo Nacional de Defensa, como órgano revolucionario que, sus- tituyendo al Gobierno, asumiera la dirección de todo el movimiento antifascista y, como paso a ello, constituir consejos regionales de defensa, a fin de minar la influen- cia del poder central en las regiones175. A mediados de octubre, el CRDA se pone en funcionamiento176, emitiendo un boletín a partir del 28 de octubre, en cuyo primer número se expone su volun- tad de ser convención revolucionaria y no gobierno, en Aragón, y desplegando una actividad incesante en todas sus áreas de actividad, especialmente en aquellas rela- cionadas con la transformación socioeconómica, exhortando a la reestructuración territorial en base a la constitución de consejos comarcales, con los mismos depar- tamentos que el CRDA, que actuarían como intermediarios entre este y los pueblos, organizados asimismo en consejos locales de defensa177.

175 “Actas del Pleno Extraordinario de Sindicatos de Aragón” en Kelsey (1987), tomo I, documento 2. 176 Su primera residencia se situará en Monte Julia, en una finca situada entre Fraga y Albalate, y posteriormente en Caspe, hasta su disolución por decreto gubernamental en agosto de 1937. 177 Este es el proceso que, como hemos señalado anteriormente, puede observarse en la comarca del Sobrarbe durante los meses de octubre y noviembre, con la sustitución de los comités revolucio- narios por los consejos locales de defensa y con la creación de consejos comarcales, como el que se constituye en Aínsa a finales de septiembre. En cuanto a la relación de este primer Consejo con organizaciones del Sobrarbe, que conocemos gracias a la edición del Boletín del Consejo Regional de Defensa de Aragón, cabe destacar su carácter reivindicativo y esperanzado. En noviembre del 36, por ejemplo, en una carta abierta al Consejo del Grupo Reclús, de reciente creación, se invita a este a visitar “la parte alta y media de la montaña de la provincia de Huesca desde El Grado a Broto por Boltaña y Aínsa” para estudiar sus enormes posibilidades desde el punto de vista de la producción industrial, agrícola y ganadera. Con poco esfuerzo y poca ayuda, sostiene este grupo, se podría transformar toda una zona en la que en 100 kilómetros de recorrido es difícil encon- trar un solo motor. Boletín del Consejo Regional de Defensa de Aragón, n.º 6, 10 de noviembre de 1936, p. 3.

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Pero el CRDA no obtiene el apoyo del Comité Nacional de la CNT, inducido por la estrategia posibilista de su secretario Martínez Prieto con los partidos del Frente Popular, e interesado en formar parte del Gobierno de Largo Caballero, y por tanto en posición diametralmente opuesta a lo que los sectores anarquistas pro- ponían en Aragón178, ni tampoco la de los comunistas, de influencia aún muy limi- tada en Aragón, que lo tildan de “cantonalista”179, e igualmente suscita el recelo del reestructurado Consell de la Generalitat, pues teme que erosione su influencia sobre el frente180, en tanto republicanos y socialistas declinan formar parte de él. Con objeto de desbloquear esta situación, el CRDA realiza gestiones cerca del FP181, llegando a acuerdos para la inclusión en el Consejo de los partidos, y así como el de buscar el reconocimiento oficial por parte del Gobierno182. Para ello se envía una delegación a Madrid, donde la actitud de Largo Caballero y de Azaña no resulta, sorprendentemente, demasiado hostil, probablemente por encontrarse en negocia- ciones para que la CNT entrase en su gobierno, en un esfuerzo por legitimar su gabinete en las regiones de predominio anarcosindicalista183, y estableciendo como contrapartida la representación de los partidos del FP en el Consejo, entendido este como órgano de autonomía política regional en el marco del Estado republicano. El 23 de diciembre, el Consejo de Aragón (CA) es reconocido oficialmente por el Gobierno de la República. Estaría compuesto por 12 miembros, 6 de CNT, 2 de IR, 2 de UGT y 2 del PC, con presidencia de Ascaso184, y secretaría del sindica- lista Pabón. El nuevo Consejo se organiza como sigue: Presidencia: Joaquín Ascaso, CNT Orden Público: Adolfo Ballano, CNT Información y Propaganda: Evaristo Viñuales, CNT Agricultura: Adolfo Arnal, CNT

178 Kelsey (1994), p. 399. Para la evolución de la posición del CN de CNT desde el Consejo Nacional de Defensa a la colaboración gubernamental, Díez Torre (2003), tomo II, pp. 118-125. 179 Díez Torre, tomo II, pp. 142-143. El PC se opuso desde un primer momento al reconocimiento del CRDA por parte de la República, proponiendo como alternativa a Largo Caballero el nom- bramiento de un gobernador, y el envío de agentes de orden público a la región, dependientes del Gobierno. Díez Torre, tomo II, p. 201. Ignoramos si fue en este contexto el bombardeo “por error”, en diciembre de 1936, por parte de la aviación republicana, bajo el mando del comandante Reyes, de Monte Julia, sede del Consejo. Carrasquer, F. (1986). 180 Díez Torre (2003), tomo II, p. 188. 181 El Frente Popular aragonés apenas tenía entidad en ese momento, como consecuencia del derrum- bamiento republicano en Aragón, así como por la falta de implantación de algunas de sus organi- zaciones, y será precisamente en el marco de las negociaciones para la entrada en el CRDA cuando se proceda a su reconstrucción. 182 AGGC-S, PS Barcelona, caja 397. Carta del presidente del CRDA al Comité del FP. Monte Julia, 25 de noviembre de 1936. 183 Kelsey (1994), p. 401. 184 Ascaso fue nombrado también representante oficial del Gobierno en la región a partir del 19 de enero de 1937.

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Trabajo: Miguel Chueca, CNT Economía y Abastos: Evelio Martínez, CNT Transportes y Comunicaciones: Luis Montoliu, CNT Justicia: Tomás Pellicer, IR Hacienda: Jesús Gracia, IR Cultura: Manuel Latorre, UGT Obras Públicas: José Ruiz Borao, UGT Sanidad y Asistencia Social: José Duque, PC Industria y Comercio: Custodio Peñarrocha, PC Secretario general: Benito Pabón, Partido Sindicalista

Esta distribución de fuerzas en el Consejo no se relacionaba con la propor- ción política real en Aragón, donde la CNT era, con mucha diferencia, la organiza- ción más estructurada y con mayor número de afiliados en la región, contando los partidos políticos del FP apenas con algunas organizaciones dispersas a nivel local y provincial. Más allá del rechazo o desinterés expresado en algunas ocasiones por estas organizaciones respecto a participar en el Consejo, su inclusión en el mismo les proporcionaría una posibilidad de recuperación o creación de su tejido social. Este es el caso del PC de Aragón, fuerza muy minoritaria en julio del 36, que constituirá su Comité Regional en Lérida el 9 de diciembre de 1936, a partir de la refundición de los grupos de Zaragoza y Huesca, liderados respectivamente por Duque y Acín, desplazándose a Caspe a finales de 1936, coincidiendo con la incorporación de dos delegados al CA. Contrario desde el inicio al reconocimiento oficial del CRDA, y ante la evidencia de su falta de apoyo en la región para hacer una oposición efectiva al mismo, entrará en los últimos meses del año en negociacio- nes encaminadas a su integración en el Consejo. El PC de Aragón, por su estructura jerárquica, vendrá a ser correa de transmisión de las decisiones adoptadas por el Comité Central de Valencia, que pasarán por el crecimiento del partido en la zona, desarrollar una estrategia entrista y de control respecto a la UGT y el reconstruido FP, así como su integración en el Consejo para poder realizar desde dentro una labor de zapa, buscando su desactivación y el refortalecimiento del Gobierno de la República en Aragón, erigiéndose en defensor del pequeño propietario y obstaculi- zando, en la medida de sus posibilidades, la transformación revolucionaria. Como reconocen sus dirigentes, para resolver lo que ellos consideran un for- midable problema creado por los anarquistas (el CRDA), deben buscar la colaboración de los partidos del Frente Popular para transformar este en un órgano de gobierno republicano, para lo que sería necesario apoyarse en fuerzas de Orden Público y mi- litares. Para ello se cuenta con el apoyo que la división de Trueba y Del Barrio ofrece al PC de Aragón, tanto a nivel económico, a fin de propiciar su entrada y control de la UGT aragonesa, como del propio partido, al que se ofrece apoyo armado y material.

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Como puede colegirse de las actas del Comité Regional del PC de Aragón185, este, opuesto desde un principio a lo que consideraban un órgano “faccioso”, no desdeñará su entrada en él no solo como medida estratégica que posibilitase su cre- cimiento en el territorio, sino sobre todo para propiciar la recuperación guberna- mental de una región que, tras oponerse a una sublevación militar que la República no había sabido evitar, también se lanzaba a la resolución revolucionaria de sus pro- blemáticas económicas y sociales. El número de consejerías ocupadas por el PC en el Consejo de Aragón no guardará ninguna proporcionalidad con su presencia políti- ca en la región, y es la consecuencia directa del proceso de negociación para obtener el reconocimiento oficial del Consejo, en un contexto en el que la ayuda militar rusa devenía cada vez más en argumento de peso ante el Gobierno de Largo Caballero. A diferencia del Partido Comunista, los partidos republicanos sí tenían una presencia importante en Aragón antes de la sublevación, pero como consecuencia de esta prácticamente desaparecen del escenario político aragonés, debido a la re- presión efectuada por los sublevados sobre sus cuadros locales y provinciales, así como por su desplazamiento en el Aragón oriental por los sectores anarcosindi- calistas, manteniendo apenas latente su estructura en la provincia de Huesca. Su entrada en el Consejo les proporcionará, como a los comunistas, una posibilidad de recuperación territorial, aunque de fuerza limitada, pues el nuevo marco político ha desbancado las anteriores formas de representación, herederas en algunas ocasio- nes de la viejas estructuras caciquiles, por lo que estos partidos tenderán hacia una colaboración cada vez más estrecha con el PC, con presencia política y militar en constante ascenso a lo largo del año 37, identificados con él en la defensa del orden republicano y en la desactivación del Consejo. De los dos partidos republicanos, solo IR186 tendrá representación en el Consejo, mientras que UR, partido con bastante implantación regional, especial- mente en el Alto Aragón, donde tiene un diputado, Mallo Castán, se queda sin con- sejerías, ocupando únicamente uno de sus más significados militantes, Saúl Gazo, un puesto subordinado en la Consejería de Justicia187. En cuanto al Partido Socialista (PS), parte igualmente de una situación bas- tante precaria en el Aragón “leal”, con sus áreas de mayor influencia, en la provincia de Zaragoza y Jaca, ocupadas por los rebeldes, y sus principales cuadros despla- zados en Valencia, u ocupados en tareas del ámbito militar, y en general bastante

185 Actas del Comité Regional de Aragón del PC, especialmente la n.º 5, celebrada el 13 de enero de 1937. AGGC-S, PS Barcelona, caja 373. 186 El dirigente oscense de Izquierda Republicana, Cajal, apoyará desde un primer momento la consti- tución del CRDA, así como destacados militantes provinciales como Viu y Acuña. Uno de sus dos representantes en el CA, Mantecón, será, tras la supresión de este, gobernador de Aragón. 187 En el mes de mayo URN todavía reclamaba al FP Regional su integración en el CA, “Carta del CR de URN al FP Regional de Aragón”. 18 de mayo de 1937, AGGC-S, PS Barcelona, caja 397. Unión Republicana, a pesar de apoyar la reconstitución de FP aragonés, no tendrá representación política en el CA, lo cual será motivo de tensiones entre dicha organización y el Consejo.

90 Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo ajenos a la evolución política regional. Respecto a la UGT, muy erosionada tras la sublevación, no llega a contar en ningún momento con un órgano regional, man- teniéndose dividida a nivel provincial y fragmentada en diversos grupos, algunos cercanos a la colectivización y a las propuestas cenetistas, y otros bajo la influencia de socialistas y, especialmente, de los comunistas. Aunque la UGT contará con dos consejerías en el CA, en la práctica el Partido Socialista será desplazado en virtud de la estrategia entrista del PC, que copará los puestos de representación del sindicato en el reconstituido Consejo188. En definitiva, el proceso que llevó al reconocimiento oficial del CRDA, y al nombramiento de su presidente como delegado del Gobierno en Aragón, supuso un primer paso en la recuperación política de la región por parte del Gobierno central. La aceptación de las pautas de colaboración conjunta entre la CNT y los partidos del Frente Popular en el marco del Estado republicano, significó para muchos mi- litantes anarcosindicalistas un retroceso en el proceso revolucionario vivido en una región donde la predominancia anarcosindicalista había posibilitado un extraor- dinario cambio socioeconómico, viendo en el avance del FP una amenaza para la reciente estructuración colectivista. El 14 y 15 de febrero de 1937, se constituirá en Caspe la Federación Regional de Colectividades, en un intento por relanzar el pro- grama cenetista, siendo secretario del mismo Mavilla, exconsejero de Agricultura salido tras la reorganización del Consejo.

4.1.1. La constitución de los consejos municipales en la región aragonesa y en la comarca del Sobrarbe La reordenación territorial del Aragón “leal” se efectuará a partir de la dispo- sición de presidencia del Consejo de Aragón del 19 de enero de 1937, que regulará la constitución de los consejos municipales como órganos gestores de la vida munici- pal, en sustitución de los comités o consejos locales creados tras los acontecimientos de julio del 36. Los consejos municipales mantendrán un doble hilo de continuidad, de un lado con las estructuras políticas nacidas del contexto revolucionario, al cons- tituirse al igual que ellas, a partir del acuerdo de las fuerzas antifascistas presentes en cada localidad y no por imposición de una administración regional o estatal, pero a diferencia de estas sus atribuciones serán exclusivas de los ámbitos político y administrativo, quedando fuera de ellos la gestión económica de las colectividades, que se reorganizarán externamente al municipio mediante la creación de consejos de administración específicos. Pero, por otro lado, mantienen una línea de continuidad con los antiguos ayuntamientos, al heredar de estos la mecánica de gestión muni- cipal respecto a tributos, u otros aspectos de ordenación local, redimensionados por la apuesta municipalista y de descentralización administrativa propugnada por el CA.

188 Los consejeros de la UGT, Borau y Latorre, pertenecían también al PC. Díez Torre (2003), tomo II, p. 206.

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De los 2.368 consejeros integrantes de los 363 consejos municipales consti- tuidos en la región durante los primeros meses de 1937, la mayoría lo hacen en representación de los sindicatos, 1.221 por la CNT y 642 por la UGT, contando los partidos políticos del FP solo con 505 delegados. Resulta evidente la diferencia de representación del FP entre los consejos municipales y el CA, especialmente en el caso del PC, que contando con 2 consejerías en el Consejo de Aragón, solo tiene 18 consejeros municipales en toda la región, así como también la mayor implantación o pervivencia de los partidos republicanos en la provincia de Huesca, con 172 con- sejeros de los 261 representantes municipales en todo el territorio, y especialmente de UR en el partido judicial de Boltaña, con 32 consejeros de este partido respecto a los 48 del total regional189. Los pactos locales que llevan a constituir los consejos municipales a partir de los distintos grupos presentes en cada municipio, son una expresión real de la correlación de fuerzas existente en cada uno de ellos, y no fruto de los acuerdos con ramificaciones y dependencias políticas externas a la región, que están en el origen del reconstituido CA. En el Sobrarbe, el nombramiento de los nuevos consejos municipales se rea- lizará entre los meses de enero y marzo de 1937 y permite observar ya una dismi- nución importante del peso de la CNT en la administración local, excepto en dos localidades en que significativamente se ha apostado por la colectivización, como son Aínsa y Guaso190. También sobresale el gran porcentaje de consejos controlados por entero por el Frente Popular, por los partidos republicanos Izquierda Republicana (IR) y Unión Republicana (UR), y por los socialistas encuadrados en la UGT y el Partido Socialista (PS). El Partido Comunista (PC), por el contrario, solo tendrá represen- tación en un consejo municipal, el de Arcusa. Este hecho resulta muy llamativo por dos motivos: en primer lugar, sabemos que hubo colectividad en ese pueblo, ¿acaso no podría tratarse de uno de esos casos raros, como Cofita y Ariéstolas191, de colec- tividades organizadas por los comunistas? Y, en segundo lugar, extraña el poco peso

189 Se utilizan los datos recopilados por Díez Torre a partir de la publicación de la composición de los consejos municipales en el diario Nuevo Aragón. Díez Torre (2003), tomo II, pp. 264-267. 190 Se ha preferido incluir el listado de los consejos municipales de la comarca en forma de anexo, debi- do a su extensión, y limitarnos aquí a hacer una valoración general de los cambios que permite en- trever la nueva estructura política comarcal. La relación de los consejos ha sido elaborada a partir de diferentes fuentes contrastadas, que hemos incluido en cada caso, y que incluyen el órgano del Consejo de Aragón, Nuevo Aragón, un informe sobre la composición de los consejos conservados en el AGGC de Salamanca, PS Barcelona, caja 397, el Fondo del Tribunal de Responsabilidades Políticas del AHPH y el Fondo de la Causa General del AHN. Véase Anexo 11. 191 El sistema de retribución en estas colectividades era totalmente distinto al que funcionaba en el res- to de colectividades aragonesas, puesto que el salario se hacía depender de la cualificación técnica y la productividad. En los momentos álgidos de trabajo, además, se buscaban jornaleros, muchos de ellos refugiados, a los que posteriormente se expulsaba, lo que contravenía totalmente los prin- cipios colectivistas. Cultura y Acción, n.º 105, 5 de agosto de 1937, p. 2.

92 Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo del PC en una comarca que precisamente se convertirá en uno de sus bastiones a lo largo de la guerra. Cabe señalar que el porcentaje de representantes de la CNT en el partido judicial de Boltaña, según estimaciones de Kelsey, era de un 29,18%, solo superior al de Benabarre y muy por debajo de otros partidos judiciales como Fraga (89,29%) o Barbastro (62,22%)192.

4.2. La reorganización de las colectividades: expansión del movimiento colectivista y tensiones en el campo confederal La nueva estructuración local, que delimitaba del todo comunal de los pri- meros meses los ámbitos de gestión política del municipio, que correspondían a los consejos municipales, de los aspectos económicos, relativos a la producción y al consumo, la extensión del movimiento colectivista, y la necesidad de una coordina- ción global de este a nivel regional, llevaron al Comité Regional de CNT a convocar para el 14 y 15 de febrero el Primer Congreso Extraordinario de Colectividades de Aragón en Caspe193, al que acudirán unos 500 delegados en representación de 80.000 colectivistas de la mayor parte de los pueblos aragoneses. En él se decidió la consti- tución de una Federación Regional de Colectividades (FRC), a fin de coordinar la potencialidad económica de la región y darle un cauce solidario, estructurándose esta a partir de la federación comarcal de las colectividades. También se decidió la apertura de almacenes comunales y locales, a partir de cuyas estadísticas, remitidas por las colectividades a las comarcales, y estas a su vez a la FRC, se organizarían todos los intercambios. Para abastecer a las colectividades en lo relativo a productos de importación se decidió la creación de una Caja Regional, aboliéndose la circula- ción de la moneda en el seno de las colectividades. Se decidió igualmente el usufructo por las organizaciones obreras de todas las propiedades incautadas a los facciosos, siempre que estas aceptasen la colecti- vización, así como el respeto al pequeño propietario para que decidiera libremente si entrar o no en las colectividades, aboliendo el trabajo asalariado. Respecto a los consejos locales, se acuerda establecer una diferenciación estricta entre sus atribu- ciones y las de las colectividades, manteniendo una relación cordial con ellos, siem- pre y cuando no entorpeciesen la marcha revolucionaria. En este congreso se evidencian ya tensiones ante los acuerdos políticos adoptados por el Consejo de Aragón, en asuntos tales como la aceptación de la nueva organización municipal, que mantiene la división territorial de los antiguos términos municipales, debatiéndose si esta es la más adecuada para promover el apoyo mutuo entre las colectividades, o si esto sería más factible en un ámbito

192 Kelsey (1994), p. 514. 193 Documento XX, Consejo de Aragón I. Cuadernos de la Guerra Civil. Fundación Salvador Seguí. Madrid, 1987, pp. 72-86.

93 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell comarcal194, así como también sobre el papel que debe jugar el CA, y en particular su Consejería de Agricultura, aduciendo que no debe haber injerencias del Consejo en la organización de las colectividades, lo que provoca la propuesta de dimisión de Arnal, consejero de Agricultura. En un intento por buscar el máximo apoyo para las colectividades, teniendo en cuenta que además algunas tienen composición mixta de CNT-UGT, el Comité Regional de la CNT emplaza a las federaciones provinciales de UGT al Congreso de Sindicatos de Aragón que tiene lugar en Caspe el 22 de febrero de 1937. En él se decide la creación de una Comisión de Enlace regional CNT-UGT para “facilitar todo lo referente a la resolución de conflictos provinciales”, así como llevar a cabo una labor de depuración de los elementos indeseables, infiltrados en las organizaciones sindicales tras el 19 de julio; se declara también la necesidad de legalizar las incauta- ciones hechas a los facciosos195 y su transferencia a los consejos municipales, “que las pondrán a disposición de las organizaciones obreras para que estas procedan a su co- lectivización en conjunto”; la aceptación de las disposiciones emanadas del Gobierno de la República y del Consejo de Aragón y el respeto a “la libre determinación de los campesinos para administrarse según sus deseos”. En este pacto la UGT, que se declaró conforme con la colectivización, se com- promete al estudio de la estructuración de la FRC a fin de llegar“ a la unificación en un solo organismo aglutinador del problema agrícola en Aragón”196. Las tensiones evidenciadas en el Congreso de Colectividades de febrero se explicitan de manera más clara en el Pleno Regional de Comarcales de la CNT197 que tiene lugar en Alcañiz a mediados de marzo de 1937, en el que participan una nutrida representación de las comarcales aragonesas, incluida la de Aínsa, así como delegaciones de los regimientos Rojo y Negro y Alpino, además de representantes del Comité Regional del sindicato, los consejeros Viñuales, Chueca y Arnal, y el secretario de la FRC, Mavilla. En este pleno se exponen opiniones muy críticas respecto al papel que está jugando el CA, del que se llega a pedir su supresión, dado su enorme distan- ciamiento respecto a lo establecido por el Pleno de Bujaraloz, y en particular de su Consejería de Economía y Abastos, que haciendo caso omiso de la existencia de la

194 Respecto a esto resulta significativo la actitud disolvente mantenida por el representante del Comité Nacional de CNT presente en el congreso, Galo Díez, que argumenta que la revolución no la han hecho ellos solos y que deben transigir en parte de sus aspiraciones y de su razón, puesto que se deben a la organización y por tanto deben respetar los acuerdos de constitución de los consejos municipales. 195 Souchy, A. (1977), p. 79. Según Souchy, el Comité de Enlace entre la CNT y la UGT nace de mutuo acuerdo para depurar las sindicales de elementos fascistas. Tras esta depuración, la UGT se queda- rá con muy pocos afiliados en el Alto Aragón. 196 Cuadernos de la Guerra Civil, n.º 6 . “Las relaciones CNT-UGT”. Documento X, pp. 66-67. 197 “Actas del Pleno Regional de Comarcales. Alcañiz. 15 y 16 de marzo de 1937”. AGGC-S, PS Aragón, caja 48.

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FRC, sigue gestionando los intercambios y monopolizando el comercio exterior. El enfrentamiento sobre quién ha de gestionar la economía aragonesa, lejos de ser un conflicto entre organismos por una cuestión de competencias, tiene su epicentro en los mecanismos redistribuidores del excedente agrario, bien en base al federalismo y al apoyo mutuo, tal como establecían los reglamentos de la FRC, o sujeto a las arbitrariedades198 de un Consejo, cada vez más influenciado por los órganos del Gobierno central y en progresivo distanciamiento de los intereses de los colecti- vistas, en cuestiones tales como los impuestos o el control de los intercambios. En su defensa, los consejeros de la CNT aducen la falta de medios y el bloqueo de sus consejerías por parte del Gobierno, exponiendo también que la necesidad de recur- sos para abastecer al frente les obliga a ser dependiente de la política que se sigue en Cataluña y Valencia, y quejándose de la falta de apoyo por parte de la militancia confederal, solicitan el soporte unánime de toda la organización al Consejo199, como único organismo garante de la transformación social aragonesa. Finalmente, en este pleno se adopta la solución de compromiso de seguir prestando apoyo al Consejo, así como de coordinar la actividad de la FRC y de la Consejería de Economía en cuestiones de exportación, aunque en la práctica la FRC no contará en ningún momento con los recursos necesarios para su desenvol- vimiento, tal como se pone de manifiesto en el Pleno de Colectividades de Aragón, que tiene lugar en Caspe a finales de abril200. En él los colectivistas insisten en man- tener la estructuración establecida en el congreso de febrero, a pesar de las enormes dificultades con que se habían encontrado en la organización de las federaciones co- marcales, y rechazando los mecanismos que desde el Ministerio de Agricultura y el Instituto para la Reforma Agraria201 se les proponía, como el del Banco Nacional202, que en opinión de algunas colectividades, entre ellas la de Aínsa, era “denigrante”, y frente a la cual se aprueba la creación de una Caja Regional, a partir de los exce- dentes, destinada a la solidaridad colectivista. A lo largo de este proceso, el Consejo de Aragón se va paulatinamente que- dando sin tierra bajo los pies. Lo que para algunos representa una anomalía sal- vaje de la gobernabilidad republicana, un gobierno anarquista ferozmente hostil al pequeño propietario, para otros, a pesar de su manifiesta orientación social y del

198 En opinión del secretario de la FRC, el Departamento de Economía se había ganado la antipatía de todos los pueblos, solicitando la mayoría de las comarcales presentes en el pleno el cese de su consejero. 199 Los consejeros Arnal y Viñuales anuncian en este pleno su dimisión, que harán efectiva un mes más tarde. 200 “Colectividades Agrícolas de Aragón. Pleno de Federaciones”. Nuevo Aragón, n.º 87, 30 de abril de 1937. En este pleno están representadas 245 colectividades, con un total de 150.000 colectivistas. 201 Desde el 14 de marzo de 1937 funcionaba, dentro de la Consejería de Agricultura de Caspe, una Delegación Central del Instituto de Reforma Agraria, Nuevo Aragón, 14 de marzo de 1937, n.º 47, p. 6. 202 Este banco ofrecía crédito a los pueblos, a razón del 4,5% de interés.

95 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell enorme esfuerzo realizado en pro del progreso moral y material de la región, así como su acertada labor en temas tan sensibles como el control de los precios y de la especulación, tan propio de los tiempos de guerra, no deja de ser un instrumento para la recuperación del orden republicano de unas tierras, que tras la sublevación militar, sin esperar el permiso de nadie y sin pararse a pensar si su decisión era perti- nente o impertinente a los ojos del Gobierno de la República, se habían lanzado re- sueltamente a la transformación revolucionaria de sus vidas y de sus economías. En este sentido, resultan significativas las palabras que Muñoz, como representante del Comité Regional de CNT, dirigía en el acto de apertura del Congreso Extraordinario de Colectividades de febrero: “Es necesario, pues, que los campesinos de Aragón, como los de toda España, sean los exclusivos rectores de su vida y no confíen en nadie para conquistar su independencia moral y económica. El Comité Regional solo quiere desea- ros mucho acierto en vuestras deliberaciones. Esto es cuanto tenemos que deciros”203.

4.3. Los hechos de mayo y su repercusión en Aragón Los sucesos ocurridos durante los primeros días de mayo del 37 en Barcelona204, que iban a constituir un punto de inflexión en la guerra y la revolución social en marcha, tuvieron una gran repercusión en el frente de Aragón, aunque la informa- ción disponible es escasa, confusa y, sobre todo, muy tendenciosa205.

203 “Primer Congreso de Colectividades de Aragón”. Nuevo Aragón, 16 de febrero de 1937, n.º 24, p. 5. 204 Entre los días 2 y 7 de mayo de 1937 se producen en Barcelona graves enfrentamientos entre la militancia de CNT y POUM de un lado, y las fuerzas de Orden Público, secundadas por el PSUC, UGT y Estat Catalá, de otro, y que tendrán trágicas consecuencias, arrojando un saldo de más de 500 muertos y un millar de heridos. El desencadenante es el intento de asalto al edificio de la Telefónica sito en la céntrica plaza Cataluña, por parte de la Guardia de Asalto comandada por el comisario Rodríguez Sala, bajo las órdenes del consejero de Seguridad Interior, Artemí Aiguadé, y con la aquiescencia de altos cargos de la Generalitat. La Telefónica, empresa norteamericana, había sido incautada por la CNT y la UGT de acuerdo con el decreto de Colectivizaciones. Los anarcosindicalistas de la ciudad se echan a la calle de nuevo, como en las jornadas de julio, al ver en este ataque un primer paso en el proceso de destrucción de los cambios revolucionarios ope- rados a lo largo del año, y pese a las consignas de pacificación emitidas desde los órganos regio- nales y nacionales del sindicato, erigen en barricadas el centro de la ciudad para la defensa de sus conquistas sociales. Tras una semana de enfrentamientos, con la llegada de 5.000 guardias civiles enviados por el poder central, así como de los ministros cenetistas llegados desde Madrid con el objetivo de pacificar los ánimos, los combates se suspenden. A partir de este momento el proceso de revolución social vivido hasta estos momentos será relegado y subsumido a los intereses de la “guerra antifascista”, en un proceso en el que la CNT irá perdiendo influencia sobre la evolución de los acontecimientos, y se verá paulatinamente desplazada por las fuerzas contrarrevolucionarias en ascenso, en particular por el PCE. 205 Según las fuentes que se consulten, el relato de lo ocurrido en el frente de Aragón como conse- cuencia de los sucesos de mayo es muy diferente. Una primera versión, fundamentada en informes militares, y recogida por algunos historiadores, como Julián Casanova, y mantenida por Mariano Constante, explica que ante la noticia de lo que estaba ocurriendo en Barcelona, milicianos del POUM y de la “Roja y Negra”, un grupo de entre 1.500 y 2.000 hombres, emprendió el camino hacia la Ciudad Condal desde el frente de Huesca, el 5 de mayo. A 1 kilómetro de Lérida se toparon

96 Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

Tras la caída del Gobierno de Largo Caballero206, privado del apoyo del PC como consecuencia directa de la crisis de Barcelona, pero sobre todo por su nega- tiva a facilitar la unificación del PS y el PC en un Partido Único del Proletariado, tal como había ocurrido en Cataluña con la creación del PSUC tras la sublevación, y con las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU)207, con la eliminación de la CNT del Gobierno, y ante el ascenso de las fuerzas contrarrevolucionarias en Cataluña, la CNT de Aragón decide convocar una conferencia regional de militantes para el 21 de mayo en Alcañiz con objeto de dar cuenta de la situación generada y posicio- narse ante el previsible ataque sobre las estructuras revolucionarias aragonesas. En esta participan 800 militantes, a través de los cuales están representadas todas las comarcas, acordándose en ella no prestar apoyo al Gobierno central, limar aspe- rezas entre las distintas sensibilidades dentro del movimiento libertario aragonés a fin de promover un apoyo incondicional al Consejo de Aragón y convertirlo en un “verdadero baluarte revolucionario”, requerir la unificación con la UGT en base a la

con tropas del comandante de Aviación Reyes y tras entrevistarse con él varios miembros de la ex- pedición, entre ellos García Vivancos y un delegado del Comité Regional de la CNT, decidieron re- gresar al frente. Otra columna, la de Saturnino Carod, habría abandonado también el frente desde el Bajo Aragón para dirigirse a Cataluña. Este grupo, a su paso por Barbastro, habría tomado por la fuerza material bélico y gasolina del polvorín del “Cuerpo de Tren”, y el 7 de mayo, un grupo per- teneciente a la 28.ª División, junto con miembros de Investigación, habrían asesinado a 8 presos de la cárcel de Barbastro. Según esta fuente, ese mismo día Evaristo Viñuales, al frente de 50 hombres armados, ocupa el puerto fronterizo de Benasque desarmando a los carabineros allí destacados. También se habrían producido enfrentamientos en varios pueblos de Huesca los días 6 y 7 de mayo, entre los cuales figuran El Grado, y Albalate de Cinca. Casanova, J. (1985), pp. 253-256. Respecto al movimiento de las fuerzas en dirección a Barcelona, Pedro Torralba expli- ca una versión distinta, que a nuestro parecer resulta más creíble, según la cual no se trataba de un contingente tan numeroso, pues esto habría representado el abandono de una gran parte del frente, sino de una compañía motorizada constituida por unos 100 milicianos libres de servicio de la “Roja y Negra”, al mando de Máximo Franco y Manuel Lozano, junto con Rovira y otros milicianos del POUM, la que avanzaría hasta Binéfar, donde reconsiderarían su postura a ruego de García Vivancos y de Juanel Molina. De haberse tratado de un contingente tan numeroso el que avanzaba y haberse encontrado con un interlocutor tan parcial como el comandante Reyes, probablemente el replanteamiento de los hombres de la Roja y Negra no se habría producido sin enfrentamientos, de lo que habría quedado constancia, desmintiendo también Torralba que se produjesen asesinatos y desmanes en Barbastro, Graus y Peralta de Alcofea. Torralba (1980), pp. 112-121. 206 Tras los sucesos de Barcelona, los ministros del PC exigen a Largo Caballero la disolución de la CNT y el POUM. Ante la negativa de este, retiran su apoyo al Gobierno, actitud que es secundada por los ministros representantes del ala derecha del PS, Prieto y Álvarez del Vayo, así como por el republi- cano Giral y el nacionalista Irujo. Ante la imposibilidad de recabar los apoyos necesarios entre los comunistas y prietistas para solventar la crisis, Largo Caballero tiene que abandonar, dando paso a la constitución de un nuevo gobierno a partir del 17 de mayo de 1937 encabezado por el socialista Negrín. En este gobierno, bautizado por los comunistas como “Gobierno de la Victoria”, no tendrán representación ninguna de las dos organizaciones sindicales. Peirats (1988), tomo II, pp. 181-184. 207 Las JSU se constituyeron dos meses antes del estallido de la Guerra Civil, por fusión de las Juventudes Comunistas y las Juventudes Socialistas. La pérdida de influencia del sector tradicio- nalmente vinculado a Largo Caballero en las JSU, así como el fraccionamiento tanto del Partido Socialista como del sindicato UGT en distintas tendencias, irá restando poder a Largo Caballero, que se verá desplazado del sindicato y del diario Claridad.

97 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell constitución de una alianza revolucionaria con el objetivo de constituir un órgano nacional que regule las actividades económicas y sociales del país, así como elaborar un plan táctico que les permitiera contrarrestar la maniobras del PC. Sin embargo, la posición de extrema debilidad en la que queda el Consejo de Aragón tras las jornadas de mayo abrirá el camino a “un ataque directo y abierto sobre la posición libertaria en Aragón”, que se traducirá durante el mes de junio en la invasión, por parte de columnas de guardias de seguridad procedentes de Lérida, del valle bajo del Cinca, que causarán cuantiosos estragos a su paso por los pueblos y hasta su retirada208. Sin embargo, la actitud comedida del Consejo, que tratará de evitar el enfrentamiento con el Gobierno de la República y llamará a primeros de julio a una reunión extraordinaria con el Frente Popular, donde todas las organiza- ciones que lo integraban le mostrarán su pleno apoyo, no evitará que prosigan las maniobras orquestadas desde hacía meses para proceder a su derrocamiento.

CAPÍTULO 5. LA MILITARIZACIÓN DE LA COMARCA Y EL ASALTO A LAS ESTRUCTURAS COLECTIVISTAS

5.1. El proceso de militarización y la toma de posiciones del Partido Comunista entre los batallones militares desplegados en el frente

5.1.1. La constitución de la 130.ª Brigada Mixta Mientras prosigue en la comarca el proceso de colectivización y se empiezan a sustituir los anteriores comités revolucionarios y consejos locales por los consejos municipales, la guerra sigue su curso y las milicias que habían marchado volun- tarias al frente en los primeros días van a ser pronto militarizadas y encuadradas en el Ejército Popular. En este proceso de progresivo disciplinamiento, el Partido Comunista va a jugar un papel central. En el Sobrarbe, resulta imposible compren- der el fin de las estructuras colectivistas sin tener en cuenta tanto el rol PC como de las fuerzas gubernamentales en la zona.

208 Kelsey (1994), p. 436. El 30 de junio, fuerzas de seguridad (Guardia Nacional y de Asalto) proce- dentes de Lérida y mandadas por el capitán Montoro, irrumpen en territorio aragonés y detienen a 14 personas en Belver de Cinca, Osso, Zaidín y Albalate, vinculadas a sus consejos municipales y a la Federación de Colectividades del Cinca. En todos los pueblos estas fuerzas llevaron a cabo registros de los locales de las organizaciones libertarias, consejos municipales y colectividades, des- trozaron mobiliario y se llevaron víveres y dinero. En Teruel, a principios de junio, fuerzas de la 30.ª División empiezan a situarse estratégicamente en algunas poblaciones, como Calanda, asal- tando los locales de la Colectividad y estropeando y robando los cultivos. Durante el mes de julio se reproducen los atropellos en varios pueblos del frente de Huesca y del Cinca, entre ellos Aínsa, protagonizados por la 27.ª División, antigua Carlos Marx, y por guardias procedentes de Sariñena. Cuadernos de la Guerra Civil, tomo II, (1989), pp. 46-84.

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A finales de febrero de 1937, el contingente militar desplegado -en lapar te noroccidental de la comarca209 se refuerza con dos nuevos batallones: el Cinco Villas, reclutado en Barcelona entre huidos de esa comarca, y el FETE (Federación Española de Trabajadores de la Enseñanza), de filiación ugetista, organizado en Barbastro y capitaneado por el antiguo maestro de Canfranc, Telmo Mompradé Castán. También el 7 de marzo, se dio la orden desde el Estado Mayor catalán, para que al día siguiente saliera la compañía de raquetas del 2.º Batallón Pirenaico, de guarnición en Barcelona, con destino al frente de Aragón, tomando posiciones en Yésero, Linás de Broto, Viu y Fragén. Este traslado estaba motivado por su implica- ción en los sucesos acaecidos a final de octubre del 36, conocidos como “El complot de Estat Catalá”210, así como por las fricciones existentes entre los pirenaicos y el cenetista Consejo de la Cerdaña. A finales de mayo, tanto el resto del batallón, como el 1.er Batallón Pirenaico, fueron también destinados a la zona, con la intención de disolver estas unidades y proceder a su integración en la naciente 130.ª Brigada Mixta. El marcado sesgo nacionalista de estas tropas, así como la actitud exclusi- vista de sus oficiales, les llevó a ganarse pocas simpatías entre el resto de las tropas. Finalmente, durante el mes de mayo, la agrupación de montaña pasará a cons- tituir la 130.ª Brigada Mixta, y sus batallones serán numerados del siguiente modo: 517.º, Alto Aragón; 518.º, Cinco Villas, y 519.º, FETE211. El batallón 517.º, que ocu- paba la posición que iba de la ermita de Santa Elena hasta Gavín, estaba compuesto por gente huida de Navarra, Jaca, Canfranc, Biescas y de la comarca; el 518.º, que cubría de Gavín hasta Berbusa y Oliván, la formaban milicianos procedentes de la provincia de Zaragoza; el 519.º, que ocupaba posiciones en el pico de Oturia y el puerto de Santa Orosia, encima de Yebra, estaba compuesto por maestros naciona- les afiliados a UGT y, finalmente, el 520.º, que tenía encomendada la zona entre el río Basa hasta Monrepós, lo formaban afiliados a IR, que según Mariano Constante habrían huido de “los pueblos controlados por la FAI, donde eran perseguidos por ha- ber protestado contra la implantación de colectividades”212. Estos batallones estaban

209 Véase Capítulo 2. 210 Complot nacionalista encaminado a derrocar a Companys e implantar una república catalana segregada de la española, que fue desbaratado en el último momento por los cenetistas y que final- mente había derivado en un enfrentamiento abierto entre los pirenaicos y el Consejo de la Cerdaña, encabezado por el cenetista Antonio Martín Escudero “el Cojo de Málaga”, por el control de la frontera. Tras varias advertencias, los pirenaicos son sorprendidos por milicianos de CNT-FAI y POUM en La Molina y, desarmados, son reexpedidos a Barcelona. Al fin, tras arduas negociacio- nes, se resuelve el conflicto, comprometiéndose la Generalitat a no volver a destacar estas tropas en la zona. Antonio Gascón, web. 211 Con estos nuevos batallones, se suma un contingente de unos 1.600 hombres. La Bolsa de Bielsa. VV. AA. (2005), Anexo 1, p. 236. 212 Constante, M. (1995), p. 28.

99 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell comandados, respectivamente, por Juan Lacasa, alias Juanito, Antonio Beltrán el Esquinazau y el maestro y miembro de la FETE, Telmo Mompradé. La nueva brigada mixta siguió al mando de Mariano Bueno, teniendo esta como comisario político al socialista Julián Borderas y como jefe de Estado Mayor a José M.ª Benet, el antiguo jefe de los pirenaicos213. Este proceso de reorganización militar es paralelo al ascenso de la influencia comunista entre los militares que lideran la formación, como por ejemplo en el caso de Beltrán, y que implicará la existencia de fricciones entre estos y fuerzas de distinta orientación política, como es el caso del Batallón Cinco Villas, procedente de uno de los feudos más importantes del socialismo aragonés214, o con los militantes de CNT. En este sentido, se conserva algún relato de la gente huida de la vecina Jacetania, vinculada desde finales de los años veinte con la CNT, que proporciona un esbozo de las tensiones paralelas a la creación de la 130.ª BM en el sector de Broto y de cómo sus oficiales bascularon rápidamente hacia posiciones comunistas estalinis- tas215. Explica Calvo que había un maestro en Broto, procedente de Navarra, jesuita y apellidado Navarro, que se dedicaba a hablar mal de las colectividades de la CNT a los vecinos y compañeros del sindicato, conminándoles a devolver su carné colec- tivista, restituir a sus antiguos dueños las propiedades colectivizadas e integrarse en las brigadas comunistas. Este maestro también solía obstruir las asambleas que celebraba la CNT en Broto216. El Estado Mayor de la 130.ª BM, según Calvo, estaba ocupado por comu- nistas. Solo en algunos batallones, como el Alto Aragón, había grupos de jóvenes pertenecientes a CNT o JJLL. Explica este jacetano como durante los primeros meses de 1937 los comunistas empiezan a importar modelos autoritarios a imagen y semejanza de Rusia, y a constituir tribunales para juzgar a los soldados y campesi- nos que se negaban a entrar en el PC. Es probable que los comunistas considerasen central mantener el control directo sobre el único frente con frontera con Francia, y en el que además contaban con tantas fuerzas afines.

213 Amigos del Serrablo, n.º 102, diciembre de 1996, y Antonio Gascón Ricao, web. 214 Amigos del Serrablo, n.º 102. 215 Calvo, Pedro, Anexo (necesario) a un Arrancapinos de la provincia de Huesca. Perpiñán, 1991. Pedro Calvo, natural de Asieso, se integra en la CNT a finales de los años 20 y tras el triunfo de la sublevación militar en Jaca se refugia en Aísa, desde donde pasa a Francia a visitar a su familia y de ahí nuevamente a Barcelona, donde el 18 de agosto de 1936 se enrola en la 25.ª División. Son destinados a Broto y su comandante, Nicanor Felipe, teniente de la Guardia de Asalto, se hará comunista durante la guerra. Calvo denuncia en sus memorias el papel “contrarrevolucionario” del PC y como los dirigentes socialistas de Jaca adoptan posiciones estalinistas. Es significativa, en este sentido, la carta que conmemorando el 1.º de mayo envía al comandante Bueno el Comité Regional del PC, en la que se califica a Bueno de camarada y bolchevique. AGGC, Salamanca, PS Barcelona, caja 373. Beltrán, por su parte, ingresará en el PC en septiembre de 1937. 216 Calvo (1991), p. 106.

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5.1.2. El despliegue de las fuerzas comunistas en junio de 1937 y la creación de la 43.ª División A principios del mes de junio continúan las operaciones de hostigamiento so- bre la carretera, ferrocarril e instalaciones fabriles de Sabiñánigo. Se toma también la estratégica posición de casa Batanero217. En este periodo, según relato de Constante, se empiezan a percibir en la co- marca “indicios de cambio”, “orden y disciplina”. Es entonces cuando llegan a Boltaña “procedentes directamente de Barcelona, varios camiones nuevos de origen ruso y americano cargados de cajas de fusiles, fusiles ametralladoras y unas cuantas ametralladoras ‘Maxim’”218. Junto con este material, que también incluye obuses para artillería, llegan dos consejeros soviéticos: Rosemberg y Nikols. La iglesia de Boltaña se utilizará como almacén de material de guerra. A mediados de junio, con el objetivo de realizar una maniobra de distracción que aliviara la presión del frente norte, se inicia en el frente de Huesca una ofensiva encaminada a tomar la ciudad. La operación, dirigida por el general Pozas desde Barbastro, cuenta también con la participación de los internacionales del general Lukács219, el cual fallecerá en la misma, así como con la 72.ª Brigada Mixta220, des- plazada desde Guadalajara, la 29.ª División del POUM y la División Ascaso. Tras una semana de cruentos combates, que producen cuantiosas bajas, no se consigue rebasar el cerco de Huesca. En este contexto, se asigna a la 130.ª BM una serie de acciones destinadas a atraer la atención del enemigo. Una en el área del lago Bachimaña, otra sobre el fuerte de Santa Elena y una tercera sobre la carretera de Yebra de Basa, a fin de ais- lar esta de Sabiñánigo. Esta última es la que obtiene un mayor éxito, pues consigue cortar la carretera de Yebra a partir del 13 de junio. Los combates continúan duran- te los siguientes días, disputándose los pueblos de San Román, cotas del Coronazo y Cocullas. El día 17, las tropas rebeldes conquistan la importante posición de la ermi- ta de Santa Orosia, defendida por el batallón FETE y el batallón Pirenaico. En días posteriores tomarán también los pueblos de Susín, Casbas de Jaca, Javierre del Obispo, Satué, Latas e Isún. Los combates continuarán hasta el 10 de julio221. Finalizada la ofensiva de Huesca, a finales de junio, llega a Boltaña la 72.ª BM, integrada principalmente por socialistas y comunistas, y que con Cipriano Mera

217 Amigos del Serrablo, n.º 103, marzo de 1997. 218 Constante (1995), p. 37. 219 Víctor Pardo, La Guerra Civil en Aragón, VV. AA. (2006), vol. 8, p. 36. 220 Esta unidad procedía de las milicias organizadas por el diputado socialista de Zaragoza, Eduardo Castillo. Su comisario político era Ignacio Mantecón, futuro gobernador de Aragón. Hasta la fecha, habían combatido en el frente de La Alcarria. A mediados de junio Ángel Ramírez Rull capitaneaba esta brigada. La Bolsa de Bielsa, VV. AA. (2005), p. 33. 221 Amigos del Serrablo, n.º 103, marzo de 1997.

101 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell habían combatido en los primeros meses del año a los italianos en Guadalajara. En base a un batallón de esta, se crea la 102.ª BM222, que junto con la 72.ª BM y la veterana 130.ª BM, constituirán la 43.ª División del Ejército Popular. El Estado Mayor recibirá la orden de trasladarse a Broto y Boltaña se convertirá en el cuartel general de la división recién creada. El regimiento alpino será disuelto, los jóvenes incorporados a la 43.ª División y se dará permiso a los mayores para que regresen a sus casas. A continuación, la 130.ª BM ocupará el sector norte, la 72.ª se situará entre Monrepós y Santa Orosia, y la 102.ª cubrirá el sector de Orna. A la cabeza de la 43.ª División quedará el teniente coronel José Escassi Cebada, teniendo como jefe de Estado Mayor al mayor de infantería Ángel García Rollán y como comisario de la división, Máximo Gracia223. En Broto, el cuartel del Estado Mayor se instala en el Hotel Tres Sorores y el personal en el Gran Hotel, donde se emplazan todos los servicios excepto Intendencia, que traslada sus almacenes a Torla. Como se ha dicho anteriormente, casi todos los mandos son jacetanos, como el comisario Borderas, diputado socia- lista por Jaca, o Antonio Beltrán el Esquinazau, a quien se encomendó el mando de la 72.ª BM. También durante el mes de junio, según Constante, llegó a Broto la Compañía de Servicios Especiales de dinamiteros y guerrilleros, dependiente del Estado Mayor del Ejército del Este. Esta compañía tenía como misión llevar a cabo una depura- ción en todo el sector norte del frente de Huesca de los elementos que el Partido Comunista había declarado como desafectos a la República e incluso tachado de fascistas, como fue el caso del POUM. Constante relata su participación en una de las acciones especiales que llevó a cabo esta compañía de “Servicios Especiales”, en aquel caso bajo órdenes del Esquinazau y con hombres del FETE y gente de con- fianza, consistente en el ataque a una columna del POUM con el fin de desarmarla y que se produjo en Fiscal224.

222 La 102.ª participará en el ataque sobre Belchite. En esta batalla asume el mando de la brigada el militar José Hernández de la Mano, atraído, como muchos otros militares profesionales, a las ideas y al partido comunista. Tras Belchite, volverán al norte de Huesca. Amigos del Serrablo, n.º 102, diciembre de 1996. 223 Amigos del Serrablo, n.º 102. 224 Contamos con el relato de uno de los integrantes de 2.ª compañía del 1.er Batallón de la 128.ª Brigada en el puerto de Fenés, en las inmediaciones de Fiscal, a donde habían sido desplazados a principios de julio, con la excusa de recuperar Santa Orosia. Allí son desarmados, según este relato, por fuerzas de la 72.ª BM y de la 27.ª División de los comunistas Trueba y Del Barrio, enviadas a la zona ex profeso desde sus bases de Tardienta, y que habría inspirado una escena de la película Tierra y libertad, de Ken Loach. Miquel Adillón y Baucells, http://www.inisoc.org/adillon.htm. Esto concuerda con las actas del registro del Consejo Comarcal de Aínsa efectuado por la 122.ª BM de la 27.ª División, Batallón 488.º. Fuente: Delegación General de Orden Público. AGGC, Salamanca, PS Madrid, caja 2588.

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Obligaron a los milicianos a entregar las armas bajo amenaza de muerte, y varios oficiales del Ejército del Este procedentes de Barbastro separaron a los volun- tarios, a quienes se dio la alternativa de quedarse o marchar, de los jóvenes moviliza- dos por las quintas (esto ocurría en el momento en que se enviaba a la Roja y Negra a la zona centro). Otra misión en la que Constante se vio implicado fue en la diso- lución y condena a muerte (sin que mediara ningún Tribunal Militar) del capitán de la Agrupación Pirenaica, Millet, porque los fascistas ocuparon varias posiciones estratégicas en puerto Orosia, obligando a replegarse a las columnas del FETE y de IR, y matando a muchos milicianos en la refriega. Constante se pregunta por qué habían colocado a los “catalanes” (según sus propias palabras, “unos señoritos que desayunaban mantequilla y que nada sabían de estrategia militar”) en primera línea, si acaso no estarían buscando su eliminación a manos de los fascistas.

5.1.3. La difusión de los radios comunistas y la reorganización de los partidos republicanos en la comarca El fortalecimiento del Partido Comunista en la comarca, principalmente en aquellas localidades donde están destacadas fuerzas militares controladas por el partido225 o hay presencia del Cuerpo de Carabineros, se pone de manifiesto abier- tamente en verano de 1937 a través de la constitución de células y de radios comu- nistas, a menudo a partir de la cooptación de miembros de las organizaciones sindi- cales CNT y UGT, como es el caso del Hospital de Boltaña. En Bielsa, el 5 de julio tiene lugar la formación del Radio Comunista de la compañía de Carabineros de Boltaña226. En el Hospital de Boltaña, el día 8 de agosto de 1937, solo tres días antes de la publicación del decreto gubernamental que dicta la disolución del Consejo de Aragón, se constituye también una célula comunista formada por el personal sani- tario del hospital y dirigida por su director. Cabe destacar que de los diez miembros que la componen, dos habían pertenecido anteriormente a UGT y los ocho restan- tes a la CNT227.

225 En Broto, por ejemplo, se constituye el Radio Comunista del Batallón Alto Aragón el 21 de diciem- bre de 1936, acto al que asisten: Juan Lacasa, Emiliano Lalana, Ángel Casajús, Francisco Cavero, Leonardo Tagores, Severino Landa Sánchez, Nicanor Felipe, Miguel Mallo, Tomás Maza, Matías Coello, Rafael Lozano, Daniel Orús y Pedro Oyaga, además de varios simpatizantes del PC. Se ha logrado captar a 120 nuevos militantes para el PC. AGGC, Salamanca, PS Madrid, caja 35. 226 A la reunión en que se constituye acuden Juan Gisbert Borruel, de la célula de Torla, y Leodegario Rodríguez Llorente y Tomás Sanz Villacampa, de la de Bielsa, ambas pertenecientes al PC y vinculadas al cuerpo de Carabineros. En Torla, la célula está integrada por los carabineros Ángel Méndez, Esteban Soria, Esteban Rodríguez, Samper y Mariano Dueñas Martínez. La composición acordada para el nuevo Radio de Boltaña será: José Seara Alonso (secretario general); Antonio Linan Sánchez (secretario militar) y Eleuterio Gracia Mirasol (secretario de organización). AGGC, Salamanca, PS Madrid, caja 38, legajo 692. 227 Todos, con excepción de 2, ingresan en el Partido Comunista a partir de enero de 1937, y más de la mitad después de abril del 37. AGGC, Salamanca, PS Madrid, caja 38, legajo 692.

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Este proceso de expansión del PC mediante células y radios será un paso previo ineludible para proceder al asalto final a las colectividades y a las estructu- ras organizativas de las que se han dotado tanto estas como la CNT228. En algunas poblaciones como Broto, como comentamos anteriormente, se llegó a juzgar en tribunales militares a los campesinos que se negaban a afiliarse al PC. La cooptación de miembros en los consejos municipales, en el Ejército Popular, en los hospitales y sanatorios y en todos aquellos organismos considerados de valor estratégico, se con- vertirá en una prioridad para el partido. Cabe destacar que, a pesar de la debilidad manifiesta del Partido Comunista en toda la región aragonesa en los primeros meses de la guerra, quizá una de las zonas donde consigan implantarse con más rapidez es en el Sobrarbe, que se convertirá en uno de los principales bastiones del partido en la región. En Boltaña también se observa que la mayoría de propietarios de comercios se afiliarán en el transcurso de la guerra a la organización filocomunista Socorro Rojo Internacional (SRI), algunos incluso llegando a abonar cantidades importan- tes229. Pero esta estrategia de fortalecimiento y expansión no será exclusiva del PC, y el resto de partidos republicanos también se lanzarán, sobre todo ante el inmi- nente fin del Consejo de Aragón, a reorganizarse a nivel regional y comarcal. Por lo que respecta al Sobrarbe, uno de los partidos con más arraigo en la zona es Unión Republicana, muy vinculado con una familia de Boltaña que es la apellidada Gazo. Los hermanos Saúl y Marín Gazo van a jugar un papel central en la reconstrucción del partido en los pueblos de la comarca, moviendo para ello sus contactos en la misma de cara a organizar nuevas agrupaciones de Unión Republicana que se situa- rán, en muchos casos, en primera línea en los consejos municipales y en las gestoras que los sustituirán a partir de la disolución del Consejo. Sin embargo, es a partir de mayo de 1937 que, “en vista de la orientación que van tomando las alturas nacionales”,

228 En su Boletín Interior del 12 de enero de 1937, el Comité Provincial del PCE en Huesca ya se plantea la necesidad de ir hacia la constitución de comités comarcales y la formación de cuadros. Anuncia además lo que, desde su perspectiva, son los defectos del colectivismo: los caciques siguen impidiendo el funcionamiento de las colectividades en algunos casos, en otros no se deja a los colectivistas salirse de la colectividad cuando les interesa; no funciona un vasto movimiento coo- perativista y las cooperativas existentes no se han legalizado, etc. Se reconoce además que “por no haber llevado una política de organización audaz y viva, nuestro Partido no ha organizado a grandes núcleos de obreros y campesinos. La influencia que ejercemos en la provincia no está en relación con el número de afiliados” (p. 5) y presenta algunas de las consignas sobre las que hay que trabajar: nacionalización de todas las industrias más o menos relacionadas con la guerra; control de la pro- ducción agrícola; sustitución del salario igualitario y familiar por una escala de salarios en función del esfuerzo y entusiasmo de cada uno, etc. 229 Como ocurrió con el comercio de Ángel Larrosa Bielsa, que aportaba un 2,5% de las ventas al SRI, con la autorización de su madre y de su esposa. AHPH, Fondo Juzgado Instructor del Tribunal de Responsabilidades Políticas, caja 5683/1.

104 Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo parte del Comité Regional de UR, del que Saúl Gazo es presidente y Gerardo Lizaga secretario, la consigna de organizar los partidos políticos republicanos230. Este proceso de reorganización culminará, como se ha dicho, con la di- solución del Consejo de Aragón, que se realiza con el acuerdo de todos los par- tidos del Frente Popular refrendado los días 31 de julio y 1 de agosto en la Asamblea del Frente Popular que tiene lugar en Barbastro y en la que se acuerda designar a Eduardo Frapolli, diputado a Cortes por UR, “para que se traslade a Aragón a reorganizar el Partido a base de comités municipales”231.

5.2. Los prolegómenos del ataque a las colectividades en el Sobrarbe

5.2.1. Una previa necesaria: las tensiones con Orden Público en la comarca Según Díez Torre, una de las primeras líneas de confrontación en el Aragón “leal” fue la constitución y control de Orden Público, en manos del Consejo de Aragón desde finales de octubre de 1936, a razón de la composición mayoritariamen- te cenetista de las denominadas milicias de retaguardia, que más tarde pasarían a denominarse grupos de investigación. En Aínsa, formarían parte de estos grupos, en diferentes momentos: Santiago Caballero, Andrés Pelegrín, José Saludas, Antonio F. Sort, Salvador Perpiñá, Félix Subías Sánchez, Francisco Castellote Benito, Juan Reverte Mateu, Joaquín Gil, José Sanz Lozano, Pascual Alcubierre, Rafael Sellés, Juan Urrea Serés, Sergio Mamet, Jesús Arnal Gracia, Vicente Hernández, Benjamín Sánchez, Antonio Mazarico, Ángel Martínez, Antonio Florit, José Pérez Culler, José Buil Planas y Augusto Latre Esquerra232.

230 Como botón de muestra tenemos la correspondencia entre Saúl Gazo y un militante del partido en Olsón, Antonio Pelegrín Carruesco, que actúa de informante de lo que se decide en las asambleas del pueblo, explicando que por ejemplo a principios de mayo existen en el mismo dos agrupaciones de UGT y una de CNT y se pone a disposición del partido. A esta carta, del 2 de mayo de 1937, responde el 19 de mayo el secretario del Comité Regional de Unión Republicana, Gerardo Lizaga Huete, pidiéndole a Pelegrín que se ocupe de la formación del partido en Olsón. El 31 de mayo ya se han establecido contactos con los miembros de UGT, que afirman haber entrado en esta a la fuerza, por imposición de gente venida de Mediano “que les dieron luces” y que “el pueblo de Olsón en su mayoría es de Usted, eso lo sé yo, iré meneando el asunto a ver lo que puedo hacer”, le contesta Pelegrín a Gazo. AGGC-S, PS Aragón, caja 51. 231 Esta Asamblea provocó la destitución del Comité Regional de UR y el inicio de una investigación interna para depurar responsabilidades, por haber filtrado este a la prensa, a pesar de los acuerdos alcanzados, una carta de adhesión a Joaquín Ascaso y al CRDA. AGGC-S, PS Aragón, caja 51. 232 Esta relación incluye también a los miembros de Orden Público desplegados en la llamada frontera móvil en los Pirineos orientales. Este es el caso de Juan Urrea Seres, que sabemos con toda segu- ridad que era delegado de Fronteras en Benasque, por lo que cabe pensar que aunque en Aínsa estaba localizada una Delegación de Orden Público de ámbito comarcal, en términos de seguridad se tenía en cuenta una zona más amplia que abarcaba también el valle de Benasque. AGGC-S, PS Barcelona, caja 839.

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Las tareas de los grupos de investigación tenían que ver sobre todo, e inicial- mente, con todas aquellas actividades susceptibles de poner en peligro la estabilidad de la retaguardia, de denuncias en las oficinas comarcales contra sujetos sospecho- sos de estar comprometidos con la sublevación o con la incautación de armas, en estrecha relación con las disposiciones en materia de seguridad que va dictando la Consejería de Orden Público del Consejo de Aragón233. A este fin se creó una estruc- tura comarcal que en 1936 contaba con una red de 33 delegaciones comarcales y que en 1937 pasarían a ser 38, con una plantilla de 298 personas. Cuando los dirigentes comunistas del PC entraron a formar parte del Consejo, también lo hicieron del que pasaría a llamarse Consejo de Seguridad de Aragón, constituido a partir del decreto del 26 de diciembre de 1936, que preveía la creación de un Consejo Nacional y otros tantos provinciales234, y a controlar los mecanismos de orden público. Este Consejo tenía atribuciones amplias en todo lo que se tipificaba como nuevos delitos sociales: acaparamiento, especulación, boicot, conspiración, sedi- ción, insolidaridad, prostitución, alcoholismo, etc. El “Cuerpo Único de Seguridad” se empezó a montar en Aragón a principios de abril de 1937 y con él debían cesar en su función los grupos de Investigación y Vigilancia y la red de delegaciones co- marcales de Orden Público235. Por otra parte, los hechos de mayo en Barcelona, que tuvieron unos ecos particulares en la región aragonesa, como se ha visto, motivaron varias conversaciones entre miembros del Frente Popular, del Comité Regional de la CNT y el presidente del Consejo de Aragón, en las que se pactó la apertura, a mediados de mayo, de tres comisarías provinciales dependientes de Orden Público y sirviendo además de catalizador para que el Partido Comunista ocupase cargos tanto en la Delegación de Orden Público como en el Ejército Popular. Todo apunta, sin embargo, como veremos al describir los hechos que se pro- ducen en julio de 1937 en Aínsa, que las milicias de Retaguardia seguirán activas hasta esas fechas, integradas en la Delegación de Orden Público. En verano de 1937 coexistían en Aínsa: la Delegación de Orden Público, que se había creado a partir

233 La Delegación de Orden Público de Aínsa, por ejemplo, envía probablemente a finales de marzo, principios de abril (el documento no está fechado), una carta a Francisco Foyos, delegado general de Orden Público de Aragón, preguntando si está disuelta la guardia republicana, porque se han presentado en Salinas cinco individuos armados que antes de estallar la guerra estaban al servicio de la compañía Ibérica, que más tarde marcharon al frente de Alavés y que, al disolverse el batallón Alpino en que estaban incorporados, habían vuelto a Salinas. AGGC-S, PS Barcelona, caja 839. 234 El hecho de que se creara incluso antes que el Consejo Nacional de Seguridad le confería, según Díez Torre, una cierta autonomía respecto a este, porque se basaba además en un sistema de orden público bien estudiado, con una comisaría central en Caspe y comisarías provinciales. 235 Díez Torre (2003), tomo II, pp. 437-452. Según Díez Torre, el 10 de abril de 1937 el consejero de Orden Público escribía a la Delegación de Orden Público de Aínsa, mostrándole su extrañeza por no conocer la creación del “Cuerpo de Seguridad Único”, aunque les repetía que debían cumplir un bando del 16 de febrero sobre la recogida de armas a antiguos guardias civiles (p. 442).

106 Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo de las milicias y que tenía un fuerte componente cenetista, y la compañía 101.ª, 26.º grupo, del denominado Cuerpo de Seguridad, controlado por la Guardia de Asalto, y que tenía a su cargo unos 80 pueblos de la comarca236. Este Cuerpo, que formaba parte de las fuerzas gubernamentales de Seguridad, sería el que más tarde sustituiría a las fuerzas regionales en Caspe. Como afirma Díez Torre, fueron estas“ instancias gubernativas, las que formaban parte del proceso de recuperación central de Aragón. Y esta misma evolución fue precedida de una lenta a veces pero eficaz siempre, recons- trucción política central. Leit-motiv este de la estrategia del Frente Popular en Aragón, que los comunistas impulsaron sistemáticamente, entre mayo y agosto de 1937, para barrer la influencia sociopolítica de los libertarios y recomponer la correlación de fuerzas regionales”237. Señala Díez Torre que fue una constante en el frente a lo largo de marzo y abril la práctica del boicot y la difamación del Consejo de Aragón y Orden Público por parte de las jefaturas militares, que se negaban a reconocerlos como legítimos representantes de la región y ante el Gobierno de la República238. Se perseguía, en definitiva, una escalada de la tensión en la retaguardia, mediante injerencias en la vida local, requisas indiscriminadas, etc., que justificase una intervención guber- namental y pusiera en entredicho la capacidad y autoridad política del Consejo de Aragón, para poder así deshacer la labor realizada por colectividades y comités locales en los pueblos, que había logrado subvertir las relaciones de poder anteriores a la sublevación militar. A las fuerzas en lucha por el control del Orden Público en Aragón, habría que añadir nuevas fuerzas procedentes de cuerpos gubernamentales que se incorporan al control de la seguridad en la retaguardia: las fuerzas de Asalto y los Carabineros, de- pendientes estos últimos de la Delegación de Hacienda, establecida en Castellón de la Plana. Serán estas fuerzas las que intervendrán, en connivencia con la Comandancia de Guerra de Boltaña, en la comarca del Sobrarbe para desestructurar el Orden Público y proceder al asalto de las colectividades y los comités locales. También dentro de las delegaciones de Orden Público, se tuvieron que esta- blecer normas de conducta a seguir y en muchos casos se sancionó a miembros de estas que extorsionaban a los vecinos o favorecían prácticas poco éticas. Así ocu- rrió, por ejemplo, en Aínsa, donde el día 7 de julio de 1937, poco antes del primer

236 AGGC-S, PS Barcelona, caja 397. 237 Díez Torre (2003), tomo II, p. 452. 238 El historiador nombra entre otros al teniente coronel Reyes, comunista y jefe del Estado Mayor; a Francisco Galán, jefe comunista de la 22.ª Brigada Mixta en el sector norte de Teruel; a Del Barrio, jefe de la 29.ª División que intervino en Tardienta, la sierra de Alcubierre o los somontanos oscenses; la división catalanista Maciá-Companys, en la zona sur del Ebro, etc. No escaparon a las acciones encaminadas a la desestabilización de la retaguardia las jefaturas milicianas como la de Gregorio Jover, en la Ascaso (cerco de Huesca); el poumista José Rovira en la división Lenin, que abarcaba el frente de Huesca y Somontano, o la Hilario Zamora, de Sástago a La Zaida.

107 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell ataque contra la colectividad y la Comarcal, el Consejo Comarcal de Defensa pide al Comité Regional de la CNT que retire de su cargo a Santiago Caballero, miembro de la CNT perteneciente al Grupo de Investigación destacado en Aínsa, por com- portarse como un déspota, contraviniendo los principios confederales, ponerse a favor de los individualistas en muchas de las asambleas de la Colectividad de Aínsa, amenazar a miembros de la Comarcal por no acceder a sus caprichos, etc.239. El malestar que acarrearía la propia actuación de estas delegaciones reper- cutió a menudo en las colectividades y consejos municipales e incluso pudo haber beneficiado a la postre a las jefaturas militares que capitalizarían el descontento de los vecinos contra los órganos regionales de Orden Público240.

5.2.2. El ataque a las colectividades del Sobrarbe En la comarca del Sobrarbe, las fuerzas que se van a encargar de la repre- sión de las estructuras comarcales y colectivistas, de los órganos dependientes del Consejo de Aragón y de los comités locales de la CNT van a ser, de manera coordi- nada: la 122.ª Brigada Mixta, Batallón 488.º, de la 27.ª División241, la Comandancia Militar de Boltaña, las fuerzas de Carabineros y la Guardia de Asalto. En Aínsa, entre el 11 y el 13 de julio de 1937, y como preludio a la represión que se producirá poco después, se realiza por “mutuo acuerdo”, justificado por una denuncia del comandante jefe y el comisario del 488.º Batallón de la 122.ª Brigada Mixta, de que la Comarcal y la Delegación de Orden Público del Consejo de Aragón guardan armas, un registro de los edificios de la Colectividad, el Consejo Local y el Consejo Comarcal de Defensa, almacenes y bodegas de estos y varios edificios más de la localidad, y no se encuentra material de guerra alguno242. El registro lo realiza la propia 27.ª División, cuyo comandante afirma también haber sido advertido por algunos vecinos de que en varias casas de la carretera hay ametralladoras, bombas

239 Delegación General de Orden Público de Aragón. AGGC, Salamanca, PS Madrid, caja 2588. 240 Esta es, al menos, una de las conclusiones a las que llega Díez Torre y que no parece tan descabella- da a tenor de los problemas constantes a que se verá sometido dicho servicio desde el principio de la guerra y hasta el verano de 1937. Insiste el historiador, en que la mayoría de actuaciones de Orden Público se basaban en las disposiciones emanadas del Consejo de Aragón, como por ejemplo, el decreto del 13 de febrero de 1937 del consejero de Hacienda, el comunista J. A. Ruiz Borau, en que se penalizaba la tenencia de plata en cantidades mayores a las trescientas pesetas en metálico y las dos mil en billetes, que solían apoyarse en otras del Gobierno central. Díez Torre (2003), tomo II, p. 452. 241 Esta División, antigua Columna “Carlos Marx”, será junto con la n.º 30, y la n.º 11, dirigida por Líster, la encargada de la represión de las colectividades en la provincia de Huesca, como veremos más adelante. 242 Están presentes el presidente de la Comarcal, Rafael Arnal; el del Consejo Local de la CNT, Antonio Ibón; el teniente jefe del Cuerpo de Seguridad de la Compañía 101.ª, grupo con destaca- mento en Aínsa, cuyo nombre es Nicolás Lázaro, el comandante del 488.º batallón de la 122.ª BM y un miembro del Grupo de Investigación, Andrés Pelegrín. Delegación General de Orden Público de Aragón. AGGC, Salamanca, PS Madrid, caja 2588. Véase Anexo 12.

108 Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo y dinamita. Aunque finalmente en el registro no se encuentra nada, el comisario de Guerra del batallón, Miguel Gallegos les insiste a los de Investigación que los grupos están disueltos243 y que algunos deberían estar en quintas, a lo que estos res- ponden que un decreto de la República exceptúa a los miembros de Investigación y Orden Público de incorporarse al ejército. La ofensiva también se justifica por las denuncias recibidas de los vecinos de varios pueblos de la comarca y de Aínsa a la Guardia de Asalto, que serán emplea- das como coartada para avalar la actuación de las fuerzas que intervienen en los registros y detenciones. Según un informe del teniente jefe del Cuerpo de Seguridad en Aínsa, se habrían visitado varios pueblos de la comarca y recogido en ellos infor- mes contra la Comarcal de Aínsa y la Colectividad de Aínsa: Bielsa, Boltaña, Broto, Labuerda, Laspuña, El Pueyo de Araguás, Arro, Tierrantona y algunos más244. Estas denuncias de los vecinos, según el teniente de la Guardia de Asalto Nicolás Lázaro, estarían dirigidas “a la primera, por sus irregularidades y falta de atenciones para con los pueblos de la comarca y hacia la segunda, no solamente por haber sido formada por imposición bajo amenazas dirigidas a la mayoría de los vecinos de este pueblo que no querían formar parte de ella y que por estas mismas amenazas se vieron obligados a colectivizarse, sino también porque en esta localidad se hallaba el comercio donde se abastecían todos los pueblos de la comarca y que hallándose en un estado floreciente, después de colectivizarse empezó a producirse su resquebrajamiento y como consecuen- cia la imposibilidad de poder atender las necesidades de los pueblos”245.

243 Como se vio anteriormente, deberían haberse disuelto tras la creación del Cuerpo Único de Seguridad a principios de abril de 1937. 244 Llama la atención, sin embargo, que dichos informes no se hallen en la misma carpeta que el aquí citado. Solo se han hallado dos informes, uno contra Orden Público y el otro contra la Comarcal de Aínsa. El primero denuncia a Sebastián Palacín, sobrino del dueño de una fábrica de hari- nas de Aínsa, miembro de la CNT y responsable de Abastos de la Comarcal, al que se acusa de ha- ber simpatizado con las derechas antes de la guerra y haber hecho campaña a su favor. Su amistad con un banquero de Boltaña que se pasó a los fascistas y la propaganda a favor de la derecha duran- te las elecciones de febrero del 36 le valieron para que este le cancelara la hipoteca que tenía sobre la fábrica. Aunque fue destituido de su cargo en la Comarcal, volvió a su puesto sin asistir a más reuniones. Aportó su fábrica a la Colectividad e hizo propaganda entre los vecinos para que entra- ran en ella. AGGC, Salamanca, PS Barcelona, caja 397. El otro informe es contra la Delegación de Orden Público de Aínsa y contra un vecino de Gistaín, Ramón Bernal Cazcarra, cuyos padres y un hermano (desertor de la Agrupación Luis Juvert) han huido a Francia. La Delegación de Orden Público de Aínsa lo detuvo cuando intentaba vender 300 cabezas de ganado para luego fugarse y el ganado es incautado por Orden Público, pero quedaron impagados los gastos de pastoreo, 7.900 pesetas. Esto generó problemas ya que el Consejo Municipal de Gistaín exigió o bien su pago en efectivo o en ganado, a lo que la delegación de Orden Público se negó rotundamente. En el informe se indica además que el pueblo está a 2 horas de la carretera y que no existe ninguna organización ni sindical ni política, aunque los de Investigación de Aínsa requisaron una casa y coaccionan a los del pueblo para que se hagan de la CNT, habiéndoles obsequiado con 50 carnets. AGGC, Salamanca, PS Barcelona, caja 397. 245 “Informe que formula el teniente del Cuerpo de Seguridad, jefe del Destacamento de Aínsa (Huesca)”, 20 de julio de 1937, AGGC, Salamanca, PS Barcelona, caja 397. Véase Anexo 13.

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Según este mismo informe, un 90% de las labores del campo se estarían reali- zando en régimen individualista y el comercio seguiría en manos de los colectivistas, a pesar de la negativa de sus antiguos pequeños propietarios a entrar en la colec- tividad. El Grupo de Investigación, respaldado por el Consejo de Aragón, sigue el informe, dio su apoyo tanto a esta colectividad como a otras que se intentaron esta- blecer en pueblos vecinos y que no prosperaron por las quejas de los vecinos de estos ante las fuerzas del Cuerpo de Seguridad. Las denuncias se hicieron llegar al comisa- rio de Vigilancia de Caspe el 19 de junio y fechas posteriores y también a Barbastro. A pesar de estas denuncias, sin embargo, no se encontró ni en la Colectividad ni en el Consejo Local ningún arma, como ya se ha dicho, pero sí plata por valor de unas 30.000 o 40.000 pesetas en la caja de la Colectividad, según afirmó el cajero, aunque no se realizó un recuento oficial. Entre tanto, la respuesta a este ataque perpetrado contra el Consejo Comarcal, Local y Colectividad de Aínsa no se hace esperar. El día 14 de julio se presenta en Barbastro el delegado general de Orden Público del Consejo de Aragón, Francisco Foyos, que ha encontrado obstáculos por el camino246 y que ordena se le acompañe a Aínsa. Felipe Sallán, que es quien recibe a Foyos en la Delegación de Orden Público de Barbastro, se pone inmediatamente en comunicación con el comandante y comi- sario de Guerra de la 122.ª Brigada Mixta para alertarle de la visita. Foyos se mar- cha entonces a Broto, en compañía de dos miembros de Orden Público y dejando en Barbastro a un tercero, y a su regreso a esta localidad hace parada en Mediano, donde procede a realizar un registro del pueblo, incautándose de: una pistola de calibre 7,65; una Star: una escopeta de dos cañones; 150 pesetas en plata más otras tantas en concepto de multa y 5 aparatos de radio, dejando una en el Consejo Local, otra en la sede de JJLL y otra en la de UGT. En total se recogieron, según afirma Sallán, 21 escopetas de dos cañones, nueve de uno y un rifle, así como gran cantidad de cartuchos, pólvora y perdigones. Seis escopetas, algo de pólvora y una veintena de cartuchos quedaron en el Consejo Local a cargo de José Saludas, secretario del mis- mo y miembro de CNT desde 1931. También ordena Foyos que los miembros del Grupo de Investigación de Aínsa sigan prestando servicio como milicias de reta- guardia, cosa que el teniente de Seguridad Nicolás Lázaro se niega a aceptar247. El 16 de julio, Borderas, a la sazón comisario de Guerra en Boltaña, tras conferencia con el ministro de Gobernación, da orden al teniente de Seguridad para que se incaute de la plata que obraba en poder de la Colectividad de Aínsa (y que un

246 Nos basamos aquí en el informe de Felipe Sallán, de la Delegación de Orden Público de Barbastro. Según Sallán, lo primero que habría exigido Foyos al llegar a la ciudad fue el envío de 8 guardias y 1 cabo a Ontiñena con el fin de persuadir a los guardias que quitasen el control que habían colocado en la carretera, y donde le habían pedido su documentación, y los reemplazasen por guardias de Barbastro. AGGC, Salamanca, PS Barcelona, caja 397. 247 El que había sido denominado por Foyos como delegado del Grupo de Investigación de Aínsa se marchó a Caspe, tras romper Lázaro su nombramiento, a dar cuenta de lo sucedido. AGGC, Salamanca, PS Barcelona, caja 397.

110 Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo registro anterior estimaba en cerca de 40.000 pesetas) y solo se hallaron 7.458,60 ptas., dinero que es incautado en cumplimiento del decreto del Ministerio de Economía y Hacienda del 19 de mayo de 1937 con referencia a la tenencia de plata y entregado en la Comisaría de Castellón de la Plana por disposición de la Delegación de Hacienda de dicha localidad248. Al tener conocimiento de ello, el delegado de Orden Público Francisco Foyos contesta con un telegrama urgente exigiendo que al paso por Barbastro del teniente jefe de la sección de Asalto de Aínsa le exigiesen reintegrase las cantidades sustraídas a la Colectividad de Aínsa y se atuviera a la responsabilidad por obrar sin cumplir órdenes de la delegación del Gobierno o de Orden Público249. También se procede a la detención de varios miembros del Comité Local y de la Comarcal. El teniente de Seguridad Lázaro concluye su informe de los hechos acaecidos en Aínsa entre los días 11 y 16 de julio diciendo: “En cuanto al mantenimiento del Orden Público en esta comarca, se hace constar que la normalidad es absoluta y que si la Comarcal, Colectividad y Consejo Local, integrados en su mayoría por individuos procedentes de una compañía de teatro ambulante llegada a esta los días de la subleva- ción fascista, así como el Grupo de Investigación de esta que obran compenetradamen- te, desapareciesen, no solamente viviría con más libertad esta comarca, sino que serían casi innecesarias las fuerzas de este Cuerpo”250. ¿Estaba afirmando Lázaro que la única razón de ser de su presencia era termi- nar con las organizaciones libertarias y las estructuras colectivistas en el Sobrarbe? ¿Proponía acaso como solución su “desaparición” como paso imprescindible para la estabilidad en la zona? Lo cierto es que en los días posteriores se suceden en toda la comarca atro- pellos contra componentes de los grupos de Investigación por parte de las fuerzas de Carabineros junto con un agente de policía destacado en Bielsa. En Sin, el día 22 de julio, se registra una casa donde viven 2 miembros del grupo. Un día más tarde, el 23, José Saludas, miembro de la Delegación de Orden Público de Aínsa, es detenido por el sargento Figueroa, del Cuerpo de Seguridad, y llevado al Cuartel de Barbastro251.

248 Sallán, contraviniendo lo que dice el teniente de Asalto Lázaro en su informe, dice que todo fue enviado a Lérida. 249 Delegación General de Orden Público de Aragón. AGGC, Salamanca, PS Barcelona, caja 373. En cuanto a Felipe Sallán, el día 8 de julio y antes de la llegada de Foyos a Barbastro, se le había impuesto una multa de 1.529 pesetas por “ocultación de capitales” ya que se hallaron en su tienda y domicilio, tras efectuar un registro, una excesiva cantidad de monedas de plata (764,50 ptas.) que le fueron incautadas. El 15 de julio, supuestamente a su regreso de Broto, Aínsa y Mediano, Francisco Foyos levanta acta del dinero incautado y se lo lleva. AGGC, Salamanca, PS Barcelona, caja 397. 250 “Informe que formula el teniente del Cuerpo de Seguridad, jefe del Destacamento de Aínsa (Huesca)”, 20 de julio de 1937, AGGC, Salamanca, PS Barcelona, caja 397. 251 “Informe de la situación actual de la Delegación de Orden Público de Aínsa”. AGGC, Salamanca, PS Madrid, caja 2588.

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Estos registros de los principales órganos de coordinación a nivel comarcal y de organización económica, que también afectan a domicilios particulares de per- sonas afiliadas a la CNT, y que se efectúan en común acuerdo con la Comandancia Militar de Boltaña, y la interpelación e incluso detención de quienes habían ocupa- do cargos de importancia en cuestiones de seguridad en la retaguardia, constituyen el primer paso hacia la toma de los resortes de poder que obraban en manos de la CNT en el Sobrarbe y ponen en entredicho y anulan de facto la autoridad del Consejo de Aragón en la región. Los militares, guardias de asalto y carabineros implicados en la maniobra, afirman obedecer órdenes de Comandancia y no reconocer al Consejo de Aragón. Por su parte, los miembros del Consejo Comarcal de CNT, del Comité Local y de Orden Público, advierten que puede haber choques violentos con la Comandancia de la 102.ª BM y el Cuerpo de Seguridad de no hallar una solución. Pero están en clara desventaja si se produce un enfrentamiento armado. Pero el proceso todavía no está cerrado. El día 27 de julio, los miembros de las milicias de retaguardia, cuyo sueldo dependía del Ministerio de Gobernación y que estaban a las órdenes del delegado general de Orden Público, son conminados a abandonar el edificio que ocupan en Aínsa, donde se acomodará la 102.ª BM, 285.º Batallón, y trasladarse a la fonda. Una vez ahí, el día 28, se les requisan todas las armas que tienen, tras hallar dos pistolas en la misma fonda y declarar ellos las armas que tenían. El día 29 se detiene a los tres hombres destacados de Orden Público en Aínsa, que son conducidos al comisario de la Brigada que les pregunta cuál es su misión y pide que se identifiquen para luego entregarlos al comisario de Boltaña, que los confinará en el Cuerpo de Guardia, donde permanecerán incomu- nicados hasta el día 30. Los dejaron entonces en libertad pero quedándose con el ar- mamento, munición y dos coches pertenecientes a la Delegación General de Orden Público252. También bajo la dirección del teniente de la Guardia de Asalto Nicolás Lázaro, se producirá en estas fechas el registro e incautación de la caja del sindicato de CNT en Lafortunada, de la que se llevarán 3.500 pesetas253. Es previsible que estas mis- mas fuerzas, junto a la 27.ª División, actuasen en todos los pueblos de la comarca donde había sindicatos de la CNT constituidos y colectividades en funcionamiento.

252 “Informe de los hechos ocurridos en Aínsa el día 27 de julio de 1937”. Firman como agentes Francisco Alarcón, J. García y Antonio Florit como delegado responsable. Andrés Pelegrín se hallaba ausente. Fuente: Delegación General de Orden Público de Aragón. AGGC-S, PS Madrid, caja 2588. Véase Anexo 15. 253 Carta del Comité Comarcal de Mediano, secretario general José Vidaller del 30 de septiembre de 1937 a la sección jurídica del Comité Regional de CNT. AGGC, Salamanca, PS Madrid, caja 624. Véase Anexo 16.

112 Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

Como consecuencia de esta campaña, la labor de la CNT en la comarca se va a ver truncada, como se explica en un informe redactado meses después, cuando se está en el proceso de constituir el Frente Popular Antifascista en Aínsa: “A raíz de la campaña realizada en Aragón e iniciada en julio del 37, este Sindicato vio desmembrada toda su labor al ser encarcelados sus mejores militantes, quedando el resto de compañeros incapacitados para hacer frente a los diversos pro- blemas que se les plantearon por las fuerzas gubernamentales y militares las cuales se incautaron de todo lo perteneciente a la Colectividad y devolvieron todos los bienes muebles e inmuebles a los que se había declarado facciosos. Radicaba en esta localidad el Consejo Comarcal de Defensa y el Comité Comarcal de la CNT, este fue allanado debiendo trasladarse para mayor seguridad a Mediano, en cuanto al primero, encarcelados todos los miembros que de él formaban parte, y destituido por las mismas fuerzas el Consejo Municipal integrados todos sus puestos por compañeros, se hizo cargo de él una Comisión Gestora, la cual desde en- tonces rige los destinos del pueblo y tiene a su cargo la continuación y liquidación del Consejo Comarcal254”. Desde aquel momento, la CNT queda “a la deriva” y la UGT, que se había creado en junio de 1937, y que solo contaba con “6 u 8 hombres de izquierda, siendo el resto de afiliados gente reaccionaria de derecha que vieron en esas circunstancias llegado el momento de volver por sus fueros”, inicia su carrera ascendente.

5.3. La disolución del Consejo de Aragón y la represión de las colectividades en la región aragonesa Es necesario enmarcar este proceso de represión, que tiene sus propios tiem- pos en la comarca del Sobrarbe, en el contexto de acoso y derribo del CA y los intentos por socavar el poder que tiene la CNT en los órganos de gobierno local y en las colectividades que, como veíamos en el capítulo anterior, venía perfilándose desde muy temprano (otoño de 1936) en la región aragonesa. Sin embargo, y como hemos visto, las maniobras destinadas a terminar con este poder van a multiplicarse a partir de los meses de mayo y de junio de 1937, bajo la cobertura que brinda el nue- vo Gobierno Negrín y con el beneplácito de las más altas instancias del Gobierno de la República255, en el Sobrarbe se concentrarán especialmente en el mes de julio y, finalmente, la “estocada” final llegará en agosto.

254 AGGC, Salamanca, PS Madrid, caja 2588. Véase Anexo 17. 255 Según se deduce de los diarios de Manuel Azaña, en los que resulta evidente la animadversión que sentía por los anarquistas, y en especial por el presidente del Consejo, Joaquín Ascaso, esta opera- ción urdida por comunistas y republicanos y destinada a eliminar el control de la CNT en Aragón y a acabar con su Consejo de Defensa, estaría prevista desde el mes de julio, a la espera de una situación propicia. Esta ocasión se presenta con la preparación de la ofensiva de agosto, que permite destacar fuerzas afines en la zona. Por ejemplo, en las anotaciones del 12 de julio escribe: También“ he firmado lo

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Folleto del Comité Provincial del Partido Comunista sobre la disolución del Consejo de Aragón y las colectividades. (Colección particular, Boltaña)

114 Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

Los últimos detalles de la operación se ultimarán en varias reuniones, celebra- das en territorio aragonés y en Valencia, durante la primera semana de agosto. En este sentido, cabe destacar la convocatoria en Barbastro, entre el 31 de julio y el 1 de agosto de 1937, de un pleno conjunto del Frente Popular aragonés256, al que asisten diputados y representantes del PCE, UGT y partidos republicanos257, y donde se acuerda por parte de “todas las organizaciones antifascistas” apartar definitivamente a la CNT del poder regional, por haberse convertido en “un organismo absolutamen- te inoperante, desarraigado completamente de la mayoría de la opinión”, ratificándose el deseo de que interviniesen las fuerzas gubernamentales en la región “para termi- nar de una vez con los peligros que amenazan la unidad antifascista de Aragón”258. Con objeto de tomar posición sobre la delicada situación creada por esta reunión, el día siguiente, 2 de agosto, tiene lugar en Alcañiz un pleno de comarcales de CNT, resolviendo que “así como no desea que se destroce el frente antifascista por apetencias políticas, …/… tampoco estaba dispuesta a dejarse arrebatar las conquistas logradas en el aspecto social, político y económico”259. Sin embargo, tanto en esta reunión como en posteriores, como la que tiene lugar en Valencia solo cinco días después, el Pleno Nacional de Regionales, ante los argumentos del Comité Nacional de la CNT, en palabras del propio Ascaso, “aceptó como un hecho consumado esta disolución [...] afirmando que no podíamos oponernos a este acuerdo del Gobierno por- que seríamos aplastados”260.

del Consejo de Aragón, pero le encargo que no se publique, hasta que yo hable con el presidente del Consejo, o con el ministro de la Gobernación, que también está en Madrid. Por cierta nota que ha publicado Ascaso colijo que puedan ofrecer resistencia y promover un conflicto. Deseo saber qué dispo- siciones se han adoptado para prevenirlo, no sea que se lancen demasiado alegremente a la operación, y salga mal. En Aragón predominan las fuerzas confederales”. Extractos de los diarios de Manuel Azaña en Cuadernos de la Guerra Civil. Consejo de Aragón II. Fundación Salvador Seguí, Madrid, 1989, p. 10. 256 Recordemos que este se reactivó a finales de 1936, tras varias reuniones regionales entre los meses de octubre y diciembre, no sin problemas y teniendo que prescindir de sus diputados, que desde Valencia “renunciaron a su tradicional papel de supervisores de lejos de la política de Aragón”. El dominio del PC del Frente Popular aragonés es claro desde los primeros momentos, pero su papel se ve reforzado por la creación del Comité Regional del Frente Popular a finales de marzo de 1937. Este servirá para dar cohesión a los grupos políticos aragoneses y crear una plan de trabajo común, dirigido por los comunistas y encaminado a reforzar la presencia de los órganos del Estado en la región en todos los ámbitos (económico, militar, etc.). Díez Torre (2003), tomo II, pp. 453-472. 257 Un mes antes de la disolución del CA, el 14 de julio de 1937, se reunió en Valencia la cúpula nacio- nal de IR, donde se programó el pleno de Barbastro para el 31 de julio. Previamente, en esta misma ciudad, el 29 de junio, había tenido lugar un pleno de representantes provinciales de IR, en el que había participado el que sería el futuro gobernador de Aragón, José Ignacio Mantecón, dirigente de IR y comisario de división militar en Boltaña, para debatir la sustitución política regional. Díez Torre (2003), tomo II, pp. 470-471. 258 “Informe del Comité Regional del Frente Popular de Aragón al Pleno del mismo”, AGGC-S, PS Aragón, caja 25. 259 Borrás, J. (1983), p. 193. 260 Ascaso (2006), p. 210.

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Esta actitud moderada estaba probablemente relacionada con las negocia- ciones que mantenía el CN para incorporarse al Gobierno Negrín y fue un factor coadyuvante en la disolución del Consejo261. El Consejo de Aragón, por su parte, publica esos días diversos artículos en- caminados a defender las colectividades, su carácter espontáneo, el papel que han jugado en el esfuerzo de guerra y en la recuperación económica de la región, con el fin de contrarrestar la campaña difamatoria orquestada por el PC262. Pero ya poco se puede hacer, el 10 de agosto de 1937 el ministro de Defensa, Indalecio Prieto, da orden de ocupar militarmente la región y el Gobierno de Valencia publica un decreto por el que se disuelve oficialmente el Consejo Regional de Defensa de Aragón. Aquella misma noche tropas de la 11.ª División, bajo el mando del comunista Enrique Líster, apoyadas por fuerzas de las divisiones 27.ª, 30.ª y 43.ª, empiezan a actuar con objeto de recuperar el control económico y político de la región263. Estas tropas, perfectamente pertrechadas y dotadas de armamentos modernos, ha- bían llegado a Aragón con el fin de poner en marcha una ofensiva que aliviase la presión ejercida sobre el frente norte de Asturias y Santander, e intentar recuperar las capitales de las provincias aragonesas264. Pero su segundo objetivo era liquidar el poder anarcosindicalista en la región y restablecer el control del Gobierno central, lo que en la práctica significaba el desmantelamiento de las colectividades y de las estructuras políticas locales y comarcales. El día 11 de agosto, José Ignacio Mantecón anuncia mediante telegrama su cargo de gobernador general de Aragón por el decreto gubernamental que disuelve el Consejo de Aragón, remitiendo también en ese mismo día una circular a todos los consejos municipales por la que “a partir de hoy todos los pueblos de Aragón po- drán establecer su libre comercio proveyéndose de los artículos necesarios sin control ni inspección alguna del desaparecido Consejo de Abastos”265. Es Mantecón un abogado republicano filo-comunista, comisario de división militar en Boltaña, quien nominalmente da la orden para la disolución de las co- lectividades, aunque en realidad sea Líster quien ha recibido plenos poderes del

261 Casanova, J. (1984), pp. 266-267. 262 Por ejemplo, el del subsecretario del Consejo de Agricultura Florentino Galván, “El Campo arago- nés y las colectividades” en Nuevo Aragón, n.º 173, p. 4, 8 de agosto de 1937. 263 La 27.ª División se hallaba de reserva en Ontiñena, Fraga, Candasnos y Alcañiz. La 30.ª, en la línea Montalbán-Utrillas, y la 43.ª, de reserva en la comarca de Binéfar. Kelsey, G. (1994), p. 437. La 11.ª División, mandada por Líster, fue enviada a Caspe. Peirats, J. (1988), tomo II, p. 278. 264 La ofensiva, iniciada el 24 de agosto, es detenida en Fuentes de Ebro y Belchite, conquistada por Modesto, el 7 de septiembre del 37, con un enorme coste de bajas, muchas de las cuales se produje- ron entre las tropas de la antigua columna Ortiz, ahora 25.ª División, y al precio de la destrucción completa de la ciudad. Kelsey (1994), p. 438. 265 AMB, A297-20.

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Gobierno central para proceder a su liquidación, con instrucciones muy claras266. En los días posteriores, las colectividades de Aragón sufren un brutal ataque por parte de las unidades comunistas desplegadas en la región que, tomando posesión de sus locales y depósitos de víveres, inician una labor de destrucción sistemática de bienes, granjas y aperos de labranza, sin que se produzca ni resistencia ni una respuesta armada en la retaguardia267. Como consecuencia de estas acciones, son detenidos y encarcelados cerca de 600 anarcosindicalistas, incluyendo a varios consejeros del Consejo Regional de Defensa, miembros de los comités regionales de la CNT, FAI y FIJL, y muchos de los responsables de las colectividades268. A continuación, son disueltos los con- sejos municipales y sustituidos por comisiones gestoras en las que desaparece la representación de la CNT, entrando en su lugar socialistas y comunistas en número totalmente desproporcionado respecto a su presencia en los municipios en fechas anteriores a la llegada de las divisiones comunistas269. También son nombrados “de- legados gubernativos” en las diversas comarcas con el fin de designar a los nuevos gestores municipales270. En el caso del Sobrarbe, como se verá en el próximo capítu- lo, este cargo recaerá en Marín Gazo, presidente del Consejo Municipal de Boltaña. Después de la invasión de Líster, como observó el secretario general del IRA, el comunista José Silva, la producción agrícola se desplomó. La mayor parte de los

266 Según Líster, el ministro de Defensa Prieto le dijo “que actuase sin dudar, sin formalidades burocrá- ticas o legales, en cualquier manera que me pareciese a mí la mejor porque tenía al Gobierno detrás de mí, unánime”. Díez Torre, A. (2003), tomo II, p. 499. 267 Mientras los soldados de la 11.ª División, mandada por el teniente coronel Líster, avanzan hacia Caspe y Alcañiz, sedes del Consejo y del Comité Regional de la CNT, la 27.ª División ocupa va- rios pueblos de la ribera del Cinca. En Albalate de Cinca, fuerzas de la Carlos Marx se apoderan del Comité Local y destruyen la colectividad y en Alcolea detienen a los miembros del Consejo Municipal, incautándose de verduras y leche, del recién creado asilo de ancianos y de los locales de las Juventudes Libertarias y de los sindicatos CNT y UGT. A continuación se dirigen a Esplús, donde actúan del mismo modo, y después a Binéfar, donde destruyen los almacenes comarcales y el hospital Casa Durruti. En Monzón, las mismas fuerzas apoyadas por los derechistas de la co- marca, la Guardia Civil y la de Asalto, se incautan de los locales de la CNT, detienen a todos los miembros del Consejo Municipal y los trasladan a Barbastro, donde los militantes de la CNT son encarcelados. En todos los pueblos se practican numerosas detenciones y los presos son conduci- dos al exconvento de las Capuchinas de Barbastro. Muchos no saldrán hasta dos o tres meses más tarde, tras los bombardeos de la aviación fascista sobre esta última localidad. Federación Comarcal de CNT de Monzón (1977), pp. 143-156. 268 Mientras que algunos miembros del Comité Regional logran huir, como Viñuales, Barrabés o López Til, su secretario, Francisco Muñoz, o Miguel Vallejo son detenidos entre Caspe y Alcañiz, como la mayoría de integrantes del CA y su presidente, Ascaso, es detenido en Valencia. Díez Torre (2003), tomo II, p. 501. Son también detenidos los miembros de la mayor parte de comités locales y comarcales de la CNT de los pueblos altoaragoneses y el entonces secretario de la Federación Regional de Colectividades, José Mavilla, y encarcelados en el exconvento de las Capuchinas en Barbastro. 269 Kelsey, G. (1994), pp. 443-444. 270 Casanova, J., (1984), p. 280.

117 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell terrenos confiscados a los grandes propietarios en agosto y septiembre de 1936, y que habían sido la base de las colectividades, fueron devueltos a manos privadas. En algunos casos, eso supuso que dejasen de ser cultivados. Este ataque tiene un efecto desastroso en la economía de la región, pues conlleva la paralización casi completa de las labores del campo y el desabastecimiento del frente, dependiente en buena medida de la solidaridad de los colectivistas y de su coordinación mediante la Federación Regional de Colectividades, así como de los mecanismos de regulación del Consejo de Aragón. Se intenta terminar así, abrupta y violentamente, con una experiencia colec- tivista que, entre otros logros, había conseguido que en 1937 en el Aragón “republi- cano” se recolectasen 1.620.000 quintales métricos de trigo, teniendo en cuenta que no había sido un año tan bueno como 1936, en que se habían recogido 1.349.099271. Según las estadísticas oficiales del Gobierno, la cosecha de trigo había sido un 20% superior en la zona republicana272. Entre las aportaciones de la colectivización, tam- bién habría que considerar todas las mejoras alcanzadas en la calidad de vida de la población: de su alimentación, gracias a las innovaciones introducidas en forma de granjas para la cría de animales; de su salud, por el cambio de condiciones de tra- bajo, la gratuidad de los servicios médicos y farmacéuticos, la puesta en marcha de planes de saneamiento de la vivienda, asilos, escuelas, etc.

CAPÍTULO 6. LA DISOLUCIÓN DE LAS COLECTIVIDADES Y EL FIN DE LA GUERRA EN EL SOBRARBE

6.1. La etapa de las gestoras municipales En Mediano, donde se ha trasladado, como se ha visto anteriormente, la Comarcal que tenía su residencia en Aínsa, debido al clima que genera la interven- ción del delegado general de Orden Público, Francisco Foyos, a mediados de julio el ambiente se halla enrarecido. Como consecuencia de aquel registro en la UGT de Mediano, los miembros del Consejo Municipal pertenecientes a ese sindicato dimiten y los guardias de Aínsa utilizan la dimisión para desprestigiar al Consejo de Aragón. A principios de agosto, antes de la disolución del Consejo, hay muchos mi- litantes cenetistas de Mediano encarcelados y la CNT local denuncia los malos tra- tos que reciben los detenidos, encerrados en celdas y tratados como animales, mien- tras a los fascistas se les trata como a “señoritos”. Hay descontento y desconfianza hacia las maniobras que están preparando “toda esta gentuza de uniformados”, en

271 Borrás, J. (1983), p. 185. 272 En la zona ocupada por los nacionales, que abarcaba importantes áreas productoras de cereales, disminuyó un 40% entre 1936 y 1938 e incluso en Cataluña, donde estaba menos extendida la co- lectivización agraria, había caído un 20%. Kelsey, G. (1994), p. 418.

118 Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo referencia a militares y fuerzas gubernamentales, y amenazas de tomar medidas si la organización no lo hace273. Pero la CNT está muy tocada, todos los miembros del Comité Comarcal de Defensa han sido encarcelados, así como los militantes más activos de la comarca. En Aínsa, con la represión de la organización cenetista, de la estructura colec- tivista y la creación el 19 de agosto de 1937 de la Comisión Gestora, bajo el control de la UGT e integrada por Matías Oncins Puértolas (presidente de la UGT local), Joaquín Broto Broto, Cayetano Puyuelo Fes y Sixto Noguero Güerri274, se cierra la etapa de la colectivización y el primer paso de la nueva Gestora Municipal será la devolución de los bienes incautados, tras la declaración de que “no hay ningún fas- cista en el pueblo, ni siquiera aquellos que fueron juzgados por el pueblo”275.

6.1.1. El proceso de disolución de las colectividades Una de las primeras medidas que adoptarán las recién creadas gestoras muni- cipales, y que lo han sido precisamente con ese objetivo, además de para desplazar a la CNT de los órganos de gestión local, es proceder a la devolución de los bienes in- cautados a los elementos huidos o considerados facciosos al principio de la guerra. En los inmediatos años de la posguerra la valoración que se va a hacer de la función de la Gestora Municipal de Aínsa es muy elocuente: “[...] su misión parece que es, ante todo, liquidar y pagar cuantos perjuicios cau- saron los comités revolucionarios y deshacer la colectivización. Hay individuos que son opuestos a que se abone nada a los ‘fascistas’, según la expresión, entre los que se encuentran Cayetano Puyuelo Fes, Ramón Puyuelo (detenido) y Argimiro Mur Pano. En cuanto a Matías Oncins Puértolas, dice al vecino de Aínsa Paulino Bergua Lecina: ‘Si vinieran los fascistas a mí no me dejarían nada: por esto los que primero hemos de cobrar somos los de izquierda, y los fascistas que se contenten con lo que se les dé’”276. Con este objetivo, a partir del 18 de septiembre de 1937, tras la publicación de un decreto del Ministerio de Agricultura se forman las denominadas juntas calificadoras municipales (y una Junta Calificadora Regional) que, amparándose en el anterior decreto dictado por Vicente Uribe el 7 de octubre de 1936, serán el subterfugio empleado para revisar las incautaciones que se habían realizado a

273 Carta del 2 de agosto de 1937 del secretario de la CNT de Mediano a Francisco Foyos. Delegación General de Orden Público de Aragón. AGGC, Salamanca, PS Barcelona, caja 839. 274 Después de la guerra, Matías Oncins Puértolas y Sixto Noguero Güerri fueron juzgados y puestos en libertad, instalándose en Aínsa, y Joaquín Broto Broto, que había huido a Francia, decidió volver al conocer la condena de sus dos antiguos compañeros. Cayetano Puyuelo Fes fue asesinado en la huida a Francia, supuestamente para robarle 100.000 francos que llevaba encima. AHPH, Fondo Juzgado Instructor del Tribunal de Responsabilidades Políticas, caja 5683/1. 275 AGGC, Salamanca, PS Madrid, caja 264. Véase Anexo 16. 276 AHPH, Fondo Juzgado Instructor del Tribunal de Responsabilidades Políticas, caja 5683/1.

119 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell los “declarados enemigos del régimen”277 y que permitirán a todos aquellos vecinos cuyos bienes habían sido colectivizados presentar una reclamación en vistas a su recuperación278. En Aínsa, la colectividad habría sido disuelta el 1 de septiembre, fecha a par- tir de la cual se procede a dicha devolución. Sigue una lista de los principales benefi- ciados, que luego presentarían denuncia al Ayuntamiento nacional en 1938: A la viuda de Manuel Sánchez no se le pagará nada por las comidas servidas en la fonda y pagadas con “vales” y solo 2.000 pesetas de las 4.000 inventariadas y en billetes de 5 y 10 pesetas poco antes de la caída de Aínsa en manos de los fascistas. A la viuda del exalcalde José Puyuelo no se le abonan ni los 9.000 litros de gasolina ni las mercancías valoradas en 12.000 pesetas, pero además “Matías Oncins se apoderó indebidamente de unas 4.000 pesetas importe del ingreso del coche de línea desde el 1 de septiembre de 1937 en que cesó la colectivización hasta el 20 del mismo mes”. De las 90.000 pesetas del inventario de José Puyuelo solo se le abonan 30.000, 9.000 de ellas en billetes de 5 y 10 pesetas y poco antes de la llegada de las tropas fascistas. A Paulino Bergua no se le abonan las 846,20 pesetas, importe de las mercan- cías compradas en su comercio mediante “vales” y de las 10.000 inventariadas se le dejan a deber 1.690 y 3.000 se le pagan en billetes pequeños. A Joaquín Chéliz y a la viuda de Pedro Bernad se les devuelve el importe ín- tegro de las mercancías inventariadas por el Comité Revolucionario, pero aplicando los precios de 1936. Matías Oncins cobró su inventario íntegramente “y asimismo paga íntegros los de los inventarios inscritos en el Frente Popular, pero deja de pagar el de las viudas de los asesinados por sus partidarios y lo hace porque quiere, ya que en su casa se le ocuparon 51.550 pts. de la Gestora Municipal”279. La disolución de otra colectividad importante en la zona, como fue la de Boltaña, seguramente siguió otro proceso, como había ocurrido en Guaso, colecti- vidad que se disolvió a mediados de febrero de 1937 a instancias de los propietarios de los olivares. En el caso de Boltaña, es plausible que una parte importante de sus integrantes, debido a que era gente de orden y los mayores contribuyentes por ma- trícula industrial de la localidad, hubiera seguido al frente de sus comercios, como durante la etapa anterior, y que los bienes incautados de las personas huidas o muer- tas hubieran pasado a manos de los militares.

277 Cultura y acción, n.º 114, 19 de noviembre de 1937. 278 AGGC-S, PS Aragón, caja 51. Véase Anexo 18. 279 AHPH, Fondo Juzgado Instructor del Tribunal de Responsabilidades Políticas, caja 5683/1.

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6.1.2. El reforzado peso del Partido Comunista y de los partidos republicanos en la comarca En Boltaña, Marín Gazo, presidente de la nueva gestora municipal, y cuyo hombre de confianza será el miembro del PC, Ramón Casabón Callizo, es nombra- do delegado del gobernador general de Aragón, José Ignacio Mantecón, asumiendo poderes plenipotenciarios no solo en la comarca sino en toda la zona comprendida por el antiguo partido judicial de Boltaña. En adelante, de su despacho saldrán los telegramas que, dirigidos a todos los pueblos del partido, comunicarán las órdenes emanadas del gobernador general de Aragón, del Gobierno de la República y del Estado Mayor de la 43.ª División280, en materia de reclutamiento y movilización for- zosa de los hombres para trabajo de fortificaciones; venta de ganado y trigo, necesi- dades de madera, prohibición de realizar actos públicos, normas para la designación de jueces y fiscales, creación de juntas municipales de abastecimientos y de oficinas locales de colocación, etc. A través de las atribuciones que le han sido conferidas por las fuerzas militares desplegadas en la zona y por las gubernamentales, Marín Gazo se va a convertir en una pieza clave de la reconstrucción del orden republicano y la imposición de una disciplina férrea en toda el área de los Pirineos orientales y sus llamadas a la unidad de la retaguardia con el frente se verán acompañadas de la represión de cualquier forma de disensión281. Una vez desactivada la CNT y desmontadas las colectividades en la comarca, Boltaña se convierte también en la sede de la Federación Provincial Socialista de Zaragoza, que en esas fechas propone al Comité Provincial del Partido Comunista, con residencia en Caspe, constituir un comité de enlace entre ambas provinciales. La Federación Provincial ha decidido separarse de la Federación Aragonesa de Agrupaciones Socialistas por “creer que su labor es contraria a la unidad de los par- tidos Comunista y Socialista”. Su representación en Caspe estará vinculada a Valero Latorre (secretario de la Federación), Mariano Langoyo, José Ruiz Borau y Manuel Lasilla. Para el Comité de Enlace proponen a Latorre y a Ruiz282. Por otra parte, en septiembre, el Comité Regional del Frente Popular asigna al Comité Provincial del PC de Huesca el nombramiento de un delegado gubernativo para Boltaña y su co- marca, que recae en Ismael Martín, miembro del Radio Comunista de Barbastro283.

280 Ya el 10 de agosto de 1937, el Consejo Municipal de Boltaña había convocado en la localidad a todos aquellos consejos municipales que tenían vales pendientes de cobrar por el Ejército del Este a instancias del comisario de la 43.ª División, Castillo. Esta convocatoria y toda la referida a las órdenes emanadas del Consejo Municipal de Boltaña en el Archivo Municipal de Benasque, figura en la correspondencia entre agosto y diciembre de 1937. 281 Muchos le consideran artífice de la represión de las colectividades en el valle de Benasque, por ejemplo. Una idea de su filosofía puede verse el artículo publicado en Vida Nueva, reproducido en el Anexo 19. 282 Federación Provincial Socialista de Zaragoza, 21 de agosto de 1937. AGGC-S, PS Barcelona, caja 373. 283 Carta del 14 de septiembre de 1937. AGGC-S, PS Madrid, caja 33.

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6.2. La reorganización de la CNT y la tardía y a la postre estéril constitución del Frente Popular Antifascista en Aínsa Los días 11 y 12 de septiembre tiene lugar en Caspe un Pleno Regional de Sindicatos de la CNT, en que se decide la reorganización de la estructura colectivista mediante la creación de comisiones anexas a los organismos regionales, comarcales y locales del sindicato, destinadas a asumir las funciones que hasta el momento cumplían las federaciones de colectividades. Se pretende con ello que, tras el derribo del Consejo de Aragón, toda la red colectivista no quede desamparada, poniéndola bajo el resguardo del sindicato. En este pleno se acuerdan también unos mínimos para que el sindicato siga colaborando con las fuerzas del Frente Popular284. Aunque parece ser que estos mínimos no se llegan a alcanzar, el Comité Regional de la CNT inicia un acercamiento con los partidos del Frente Popular y el 23 de septiembre se constituye el Frente Popular Antifascista, con la participación de todas las fuerzas políticas, incluidas CNT, FAI y JJLL, con el propósito de sustituir las comisiones gestoras por consejos municipales renovados285. Según Díez Torre, “solo la actitud de mucha prudencia, predisposición a la cola- boración a ultranza —así como por la contención de jefaturas y cuerpos enteros de sus unidades militares en los frentes, militarizados dentro del llamado Ejército del Este— o la espera frente a todo de directivas nacionales, impidieron una rebelión libertaria en Aragón”286. Esta amenaza fue la que se intentó conjurar mediante la constitución del Frente Popular Antifascista, como herramienta para reestablecer las formas de cooperación social, económica y política en los pueblos de la región. Por su parte, la CNT lo vio como una manera de frenar la represión e impulsar los trámites para la liberación de los presos. En cuanto a las colectividades, algunas se fueron reconstruyendo lentamen- te, volviéndose a federar a través del sindicato, pero los acuerdos a los que se llegó con el gobernador Mantecón y con el Instituto de Reforma Agraria (IRA) en una reunión celebrada el 29 de septiembre, estableciendo normas para la liquidación de las viejas colectividades en el marco del nuevo Frente Popular Antifascista, se quedaron en papel mojado287. En esta reunión el IRA reconocía que la disolución

284 En él se hace un balance de la gestión del Consejo de Aragón, de la situación creada desde agosto, y se resuelve que la colaboración del sindicato con las fuerzas del Frente Popular está condicionada por la liberación de todos los presos, la indemnización de los daños ocasionados a las colectivi- dades y el cumplimiento exacto del decreto por el que se crearon los consejos municipales, en el que no podrán tener representación aquellas organizaciones creadas después del 19 de julio, ni las personas que no lleven dos años de residencia en los municipios. Pleno Regional de la CNT, 11 y 12 de septiembre, en Carrasquer, Félix (1986), Anexos. 285 Casanova, J. (1985), p. 280. 286 Díez Torre (2003), tomo II, p. 509. 287 En enero de 1938, estos acuerdos estaban aún sin cumplir. Díez Torre (2003), tomo II, p. 509. El Comité Regional de la CNT terminaría por abandonar en febrero de 1938 el FPA ante el incum- plimiento de los pactos alcanzados. Casanova, J., (1984), p. 281.

122 Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo de las colectividades había traído como consecuencia la paralización de las faenas agrícolas y con el fin de restablecer la normalidad en las comunidades campesinas, establecía como medida más importante que, “en aquellas localidades donde al ini- ciarse la colectividad exista alguna relación de lo aportado a la misma por cada uno de los componentes y al propio tiempo pueda comprobarse una contabilidad normal [...] se restituirá a las colectividades todo aquello que se les hubiese sustraído para efectos del reparto de la misma”. Este acuerdo contemplaba tanto los productos del trabajo, como las tierras, herramientas y ganado. De no existir datos precisos para conocer lo aportado, la producción pasaba a los fondos municipales, que redistribuiría el remanente entre los colectivistas y estos debían devolver las tierras a quienes las quisieran trabajar de forma individual. “Todo cuanto corresponda a los elementos facciosos deberá ser entregado a los obreros agrícolas y campesinos necesitados, según el decreto del 7 de octubre del 36, para que ellos procedan a trabajar voluntariamente de una manera colectiva o individual”288. La Sección de Campesinos del Comité Regional de Aragón fue la encargada de difundir estos acuerdos y animó a las colectividades a reorganizarse y legali- zarse, realizando para ellos los trámites necesarios (envío de una estancia y de los estatutos, según un modelo estandarizado, para remitirlos al Ministerio de Trabajo; adquirir los libros de contabilidad homologados y remitir las actas de constitución a la Sección de Campesinos)289. Ninguna de estas gestiones serviría para que el IRA cumpliese los acuerdos aprobados en su día. Pero si ya no se volvería a recuperar en Aragón aquella cierta “normalidad” campesina y revolucionaria de los meses precedentes, debido a la exclusión efectiva de la gente de CNT e incluso de UGT del Gobierno local y al envío de “delegados gubernativos” y destacamentos de guardias de Asalto a muchos pueblos, en la co- marca del Sobrarbe este proceso cobrará una mayor intensidad, con la recuperación por parte de algunos caciques locales de su poder fáctico y la gran presencia y con- trol ejercido por las unidades militares y fuerzas gubernamentales desplegadas en la zona. En Aínsa, por ejemplo, no es hasta el 26 de diciembre de 1937 que se consti- tuye el Frente Popular Antifascista, con tres meses de retraso respecto al acuerdo adoptado por los partidos políticos y las organizaciones sindicales en Caspe, y la UGT se niega a formar parte de él por no querer colaborar con “elementos fascistas” (y ello a pesar de estar formada mayoritariamente por gente de derechas). La CNT de Aínsa había hecho un llamamiento el 8 de diciembre a los partidos y sindicatos (IR, Federación de Trabajadores de la Tierra, UGT y Agrupación Socialista) al que solo contestó Izquierda Republicana. Finalmente, y en vista de la escasa respuesta, se optó por convocar a título individual a destacados antifascistas de la localidad

288 Cultura y Acción, n.º 115, 20 de noviembre de 1937. 289 Cultura y Acción, n.º 116, 21 de noviembre de 1937.

123 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell a una asamblea para la constitución del FPA el 26 de diciembre en el antiguo café Víctor y el día 30 se cursa un nuevo llamamiento, una vez hechos los nombramien- tos, para dar a conocer los acuerdos tomados. El objetivo de dicho Frente es “el de lograr una estrecha y leal unidad entre todos los sectores, que permitiera limar asperezas y dar a la vida local el ritmo que el actual momento que vivimos y los poderes legalmente constituidos de la República nos marcan”. Formarán finalmente el Frente Popular Antifascista de Aínsa: Cayetano Puyuelo, José Broto Palacio, José Calvo, Manuel Díez, Argimiro Mur, Miguel Puyol, Justo Lacruz, José Sanz, José Lafuerza, Andrés Gabás, Pedro Lacambra Solanilla, Benito Buetas, Víctor Puyol, Francisco Peñuelas, José Cazcarra, Ramón Puyuelo, José Plana y José Moreras. Accederán a formar parte del FPA la agrupa- ción de Izquierda Republicana y la CNT, y rehusará la invitación la Federación de Trabajadores de la Tierra (UGT)290. Sin embargo, si uno de los acuerdos del Frente Popular Antifascista creado en septiembre había sido la normalización de la vida municipal mediante la susti- tución de las gestoras municipales, creadas de forma irregular al calor de la repre- sión de los órganos cenetistas y de las colectividades en agosto de 1937, por nuevos Consejos Municipales291, este pacto no será respetado en el Sobrarbe. En la comar- ca las gestoras, apoyadas por las fuerzas gubernamentales y militares, impiden el desenvolvimiento de la CNT, como también impiden la formación de los Consejos Municipales que se están constituyendo, aunque de forma irregular, en otros pue- blos de la provincia de Huesca. Existen denuncias al respecto de Aínsa y de Mediano, que señalan que no se resuelven los problemas municipales, que no se ha aplicado lo legislado en materia de agricultura ni se apoya el antifascismo. Incluso se llega a afirmar en Mediano que parece que la única función de la Gestora es perseguir a los miembros de CNT292. En enero de 1938, a pesar de que ya ha sido constituido el Frente Popular Antifascista Local en Aínsa, todavía no se ha podido elegir el Consejo Municipal293. A principios de 1938 el Comité Comarcal de la CNT sigue residiendo en Mediano, y mantiene relación con 22 pueblos donde hay sindicatos constituidos, pero como no cogió ninguna documentación al trasladarse precipitadamente de Aínsa solicita al Comité Regional que se le legalice. También pide 2.000 cartas

290 Comité Regional de la CNT. AGGC-S, PS Madrid, caja 624. Véase Anexo 20. 291 Casanova, J., (1984), p. 280. 292 Informe del Comité Regional de la CNT a la Sección Político-Social del Comité Nacional de febre- ro de 1938. AGGC-S, PS Madrid, caja 624. 293 Carta del 8 de enero de 1938 del secretario de la CNT de Aínsa, Andrés Gabás, al Comité Regional de la CNT. AGGC-S, PS Barcelona, caja 1408. Preso en las Capuchinas al final de la guerra y sentenciado a muerte el 18 de noviembre de 1939, le pegaron un tiro en la prisión, cuando según el atestado, intentaba huir junto a otros presos, Antonio Gracia Carruesco y Diego Mur Gracia, que también fueron asesinados. TRPH, Juzgado de Boltaña.

124 Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo semanales, 1.500 sellos de cotización y 10.000 sellos confederales294. Como se dijo anteriormente, en febrero de 1938 el Comité Comarcal de CNT todavía mantiene relación con 22 pueblos en los que hay constituidos sindicatos, muchos de los cuales, tras el encarcelamiento de sus antiguos miembros durante el verano anterior, vuel- ven a reorganizarse con grandes dificultades.

6.3. Las operaciones militares en la montaña desde la disolución del Consejo de Aragón hasta el final de la guerra A finales de agosto del 37 el ejército republicano decide lanzar una opera- ción de envergadura desde Tardienta, Pina de Ebro, Quinto y Belchite, con el doble objetivo de conquistar Zaragoza, y al igual que en Brunete, al oeste de Madrid, aliviar la presión sobre el frente cántabro. Una interpretación en clave más política nos llevaría a pensar que, tras la disolución del Consejo de Aragón, el 11 de agosto de 1937, el ataque a la estructura colectivista y revolucionaria y el desplazamien- to de los libertarios del centro del poder político y militar, los partidos del Frente Popular, cada vez más mediatizados por los comunistas, necesitaban un gran éxito allí donde los libertarios habían fracasado, que justificase las decisiones adoptadas: la conquista de Zaragoza. En este sentido se concentran en el frente del Ebro las divisiones republicanas mandadas por los comunistas, y cada vez mejor pertrecha- das con el material bélico ruso: V cuerpo de Ejército (Modesto) con las divisiones 11.ª (Líster), 46.ª (Valentín González el Campesino) y 35.ª (Walter), la 45.ª (Kleber), la 27.ª (Trueba) y la 102.ª BM (Hernández de la Mano), además de otras unidades, como la confederal 25.ª (García Vivancos). La ofensiva, que se prolongará hasta el 6 de septiembre, no logra el objetivo previsto, limitándose a conquistar un área de unos 90 km2 alrededor de Belchite y Quinto. A partir del 26 de septiembre se reanuda la ofensiva por Fuentes de Ebro, con el uso de tanques soviéticos. Como corolario de este ataque se pone en marcha una acción encaminada a conquistar Jaca, a fin de que el enemigo desplace fuerzas desde la zona del Sur Ebro, debilitando así sus defensas295. En esta participarán la 130.ª BM, al mando de Bueno Ferrer, que fija su puesto de mando en Linás de Broto, y la 72.ª BM, al mando de Beltrán el Esquinazau, que se despliega en la zona de Yésero-Orós Alto-Ártica, a las que se agrega la 27.ª División, mandada ahora por Del Barrio, y desplazada nuevamente desde Tardienta, concentrada en el sector Villobas-Ordovés. El 22 de septiembre las fuerzas de la 130.ª y la 72.ª BM inician el ataque sobre Gavín y Biescas, que son rodeados y conquistados a partir del día 23, así como el pueblo de Allué y la ermita de San Pedro, de gran valor estratégico. La 27.ª División

294 AGGC-S, PS Barcelona, caja 1408. 295 Guerra Civil en Aragón, VV. AA. (2006), vol. 8, p. 76.

125 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell avanza hasta el Gállego, ocupando Lasieso, Valdocirán, la estación de ferrocarril de Orna y el pueblo de Arto, replegándose los franquistas hacia Aquilué y la estación de . A partir del día 25 la ofensiva republicana es detenida en el sector norte, ante el monte Güe. En la zona de Biescas se conquista el pueblo de Betés. Al no poder avanzar hacia Sabiñánigo y Jaca, las tropas del sector norte se dedican a recoger todo el ganado suelto y a estabilizar sus posiciones en la orilla derecha del Gállego. A partir del día 26 se inician acciones encaminadas a recuperar el enclave de Santa Orosia. Partiendo de Oliván, los republicanos entran en Susín el día 30. También por la orilla derecha del Gállego, el día 1 de octubre, rebasan Rapún en dirección al Puente de Sabiñánigo. A partir del día 6 de octubre se renuevan los ataques desde Osán e Isún en dirección Latas, en las inmediaciones de Sabiñánigo, mientras la columna norte rodeando Casbas de Jaca penetra hacia el sur en direc- ción Lárrede, consiguiendo rodear Santa Orosia. El día 7 los pueblos de Osán y Casbas se rinden. Este día una columna rebelde logra cruzar el río, y por Senegüé y Javierre del Obispo, consiguen contactar con el grupo cercado en Santa Orosia y reconquistar los pueblos de Osán y Casbas. El día 12 de octubre, las 3.ª y 4.ª compañías del batallón Cinco Villas inten- tan un último golpe sobre la punta Güé, pico de Asún y la Cruzola, alcanzando su objetivo. La reacción rebelde es muy violenta y tras un intenso bombardeo son desalojados. Días antes, en la toma de Casbas, se había encontrado un emisor que mantenía contactos con elementos infiltrados en el mando de la 43.ª División. Los supervivientes de esta acción, creyendo haber sido traicionados, se niegan a realizar más ataques, ante lo que el comandante Castillo, jefe del batallón Cinco Villas, or- dena fusilar a nueve soldados de la tercera compañía en el cementerio de Biescas296. A partir del 21 de octubre las tropas franquistas intentarán recuperar las posi- ciones perdidas así como desplazar a los republicanos más allá de la orilla izquierda del Gállego asegurando los saltos de agua que producen la electricidad que consu- men las fábricas de Sabiñánigo. Los combates en los días posteriores son fortísimos. Además toda la ofensiva se ha desarrollado en medio de un intenso aguacero, que ha hecho crecer extraordinariamente los ríos, dificultando muchísimo las operaciones. La penetración inicial finalmente se detiene, derivando la batalla en una gue- rra de trincheras. La toma de Gavín y Biescas supuso un fuerte avance para los re- publicanos, que se apoderaron de los montes de la orilla derecha del Gállego, con un avance máximo hasta el pueblo de Acumuer. Frente a ellos los rebeldes dominan el pico de Asún y la Cruzola, así como la punta Güé y el Pueyo Mayor. Ante Senegué,

296 A finales de octubre, Mariano Bueno elabora un informe sobre lo acontecido desde septiembre, solicitando la reorganización de la Brigada, en el que califica lo ocurrido de “casi abusos sobre el personal que tenía que hacerse necesariamente para cumplir las órdenes recibidas”. Informe reser- vado sobre la 130.ª BM. Mariano Bueno, 28 de octubre de 1937, en La Bolsa de Bielsa, VV. AA. (2005), Anexo 1, p. 235.

126 Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo el frente pasaba el río para proseguir por Casbas, dominando los rebeldes la mese- ta de Santa Orosia, teniendo aquí los republicanos como pueblos más avanzados Ainielle y Cortillas. Desde Santa Orosia y Yebra el frente descendía por el Basa con posiciones para los franquistas en Allué, Selva de Osán, caseta de Roldán, lomas de Campolargo y Campo Corona. El frente continuaba por la derecha del Gállego, por el Mirador del Abuelo, el Coronazo y luego seguía por el vértice Santa Cruz, loma Casañora y Latre, Estallo y Aquilué, para internarse después en la sierra de Monrepós. Al norte de Biescas las fuerzas rebeldes habían quedado cortadas y su suministro se realizaba con mulos. Las últimas operaciones tienen lugar el 25 de noviembre. A partir de ahí, con la llegada del invierno se pasa a una completa inactividad, dedicándose únicamente a tareas de refuerzo y vigilancia. La 27.ª División abandona la zona y es sustituida por la 102.ª BM, desplegada en la zona del Guarga, completando así los efectivos de la 43.ª División. Las fábricas de Sabiñánigo permanecen inactivas en este periodo, por domi- nar los republicanos los centros de generación de fluido eléctrico297. En otro orden de cosas, más vinculadas a la vida cotidiana en los pueblos próximos al frente: La Compañía de Intendencia requisa un local amplio en la plaza de Torla que antes había servido de almacén. En Torla también estaba la Compañía de Depósito, que acogía a los nuevos soldados (media docena de guardias civiles se encargaban de entrenarlos). Según Constante, los vecinos de Torla acogen bien a los soldados, que duermen en sus casas298. Es en estas fechas cuando se decide la evacuación de la gente que vive en los pueblos conquistados cercanos a la línea del frente y que será primero llevada a Aínsa y de ahí distribuida por varios pueblos de la comarca de acuerdo con sus alcaldes. Se mantuvieron reuniones con los alcaldes de Abizanda, Samitier, Mediano, Laspuña, Salinas, Lafortunada, Bielsa y algunos pueblos más, y cada uno aceptó la presencia de al menos cinco o seis familias. En Mediano se ocu- paron casas vacías, graneros y escuelas. A las familias que no fueron acogidas en es- tos pueblos se las instalaría en los barracones de madera que en su día la Compañía de Electricidad había construido en Salinas299.

297 Para las operaciones de septiembre y octubre se utiliza principalmente el artículo de José Carlos Castán Ara en Amigos del Serrablo, n.º 104 y 105, junio y septiembre de 1997. 298 Constante dormía en casa Viu, donde compartía habitación con Carlos Arrufat, socialista, al que los Servicios de Investigación Militar detendrían más tarde acusándolo de “emboscado”. Constante explica que en Torla había baile casi todas las noches y que se daban “una vida de turistas” (p. 123). En invierno, los soldados de la compañía de Intendencia reciben órdenes de trasladarse a Linás de Broto, aunque los almacenes siguen situados en Torla. 299 Constante (1995), p. 118.

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Pedro Calvo relata que durante octubre, las lluvias torrenciales se llevan el único puente que hay en Broto. Afectan a su compañía a 150 vecinos de los pueblos de la zona que han sido declarados culpables de delitos menores y condenados por “robar” (higos secos y talegas). Explica Calvo que en realidad se los condena por ser republicanos o simpatizantes de CNT y haberse negado a entrar en el PC300. En no- viembre llega a Broto Borderas con el escritor Eduardo Zamacois, con quien estaba realizando una película sobre la guerra rodada en Vic y en Linás de Broto.

6.3.1. De diciembre del 1937 a marzo de 1938: la retirada de Aragón301 A mediados de diciembre de 1937 el ejército republicano lanza una nueva ofensiva en Teruel, destinada a desviar la atención de los sublevados sobre Madrid. En unas condiciones climatológicas muy duras, los republicanos toman Teruel el 8 de enero de 1938. La respuesta franquista no se hace esperar, iniciado un contra- ataque que culminará con la reconquista de Teruel el 22 de febrero de 1938, en una de las batallas más sangrientas y costosas de la Guerra Civil. Culminada la ope- ración de reconquista, Franco decide aprovechar el enorme contingente de tropas desplegadas en la región para lanzar una ofensiva a gran escala sobre Aragón, que comienza el 9 de marzo de 1938, con un primer objetivo sobre Caspe y Alcañiz, para continuar después en una segunda fase, con un ataque masivo en todo el frente aragonés, en el norte en dirección al Segre y Cataluña, y en el sur buscando alcanzar el Mediterráneo. Unos días antes, el 2 de marzo, es bombardeada la central eléctrica de Lafortunada, produciéndose el incendio de sus transformadores y almacén eléctri- co. Según el ingeniero de Iberduero, De la Encina, en su retirada las tropas republi- canas destruyeron todas las instalaciones excepto las de Barrosa, así como el pueblo de Lafortunada. Esto no coincide con el relato de Constante, que afirma que se preparó la voladura, pero no se efectuó, al parecer por órdenes del Gobierno de la República, presionado a su vez por Gran Bretaña, ya que los Altos Hornos suminis- traban materiales a este país, siendo los causantes de los destrozos en los pueblos de Lafortunada y Salinas la aviación franquista, como se afirma que ocurrió en Bielsa302.

300 Calvo (1991), pp. 119-120. Explica también que se pasaba mucha hambre, que les escondían la comida, las armas y municiones en algún lugar entre Puyarruego y Fanlo, en el valle de Vió, res- ponsabilizando al capitán Terren por haber permitido semejante trato. 301 Se han utilizado para elaborar este apartado varias fuentes: principalmente la obra colectiva La Bolsa de Bielsa, VV. AA. (2005), en especial el informe de operaciones de la 43.ª División de Beltrán incluido en el Anexo; Constante (1995); Calvo (1991) y los libros de la colección “La Guerra Civil en Aragón” de El Periódico (VV. AA., 2006). 302 Lasaosa y Ortega (2003), pp. 261-263. Un mes más tarde, el 6 de junio, Manuel Irujo, importante abogado y político navarro, dirigente del PNV, diputado y ministro durante la 2.ª República, mi- nistro sin cartera en el Gobierno de Largo Caballero, entre septiembre de 1936 y mayo de 1937 y accionista de la sociedad explotadora de la central hidroeléctrica de Lafortunada, se reúne con

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Impreso “Franco, el pirata”, poema de José Antonio Balbontín (1 de octubre de 1936). (Colección particular, Boltaña)

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Los republicanos, con gran esfuerzo, habían organizado durante los meses anteriores una línea de resistencia amparada en las márgenes del río Cinca, que resultaría finalmente perfectamente inútil. En el extremo norte del frente se había barrenado la carretera de Biescas a Broto, entre Yésero y Linás, colocando cargas de dinamita en los túneles de Cotefablo para una eventual voladura de los mismos. En Broto se empalmaba con la “línea del Cinca”, que en la primera parte de su trazado se apoyaba en el río Ara. Boltaña estaba poderosamente defendida desde Broto y desde Campodarbe. Había en torno a las dos carreteras varios refugios para tropas dotados de agua, luz y teléfono. Otras obras similares había en Aínsa. Alrededor del pueblo de El Grado y, extendiéndose hasta Naval, se habían habilitado también cuantiosas defensas. A finales de marzo de 1938, las tropas de los Cuerpos de Ejército de Navarra, Aragón y Marroquí, comandadas respectivamente por los generales Solchaga, Moscardó y Yagüe, rompen el cerco de Huesca e inician una ofensiva en dirección al Cinca y Segre. Al Cuerpo del Ejército de Navarra correspondía romper el frente de la 31.ª y 43.ª División del X Cuerpo del Ejército, ocupar Barbastro, Benabarre y Tremp. El 22 de marzo de 1938, tras intensa preparación artillera, se inicia la ofensi- va, rompiéndose el frente de la 31.ª División y ocupando los altos de Aniés y Monte Durruti, al oeste de Arguis. Más al sur, el día 24 se ocupa , Apiés y Banastás, al norte de Huesca, y por el sur de Huesca, Tardienta, Vicién y . En días posteriores pasarán el Alcanadre, ocupando Angüés y , , , Lascellas, Ponzano, y . La 43.ª División, temiendo ser copada por el sur, envía a partir del día 25 fuerzas de la 72.ª BM al mando del “Esquinazau”, a reforzar la zona de El Grado y Naval. En los días anteriores ya había enviado dos batallones, el 518.º de la 130.ª BM y el 406.º de la 102.ª BM a reforzar las posiciones de la 31.ª División en Barbastro. También en la zona norte las tropas de la 43.ª División proceden a replegarse, vo- lando los puentes sobre el Gállego. El 26 los rebeldes ocupan Orna, Arto, Latrás y Latre. El día 28 se abandona la posición de casa Batanero, entrando los nacionales en Ipiés, Layés y Serué. Ese mismo día las tropas nacionales toman Barbastro, continuando hacia el norte y amenazando con aislar a la 43.ª División. El jefe de esta, el teniente coronel Escassi, es destituido, siendo sustituido por Beltrán, el cual solicita refuerzos para defender el estratégico eje de Naval-Grado, pero estos no llegan, por lo que el día 29 las tropas rebeldes entran en Naval y El Grado, aislando a la 43.ª División del resto del ejército.

Beltrán en Bielsa para ofrecerle dinero a cambio de salvar la central de la esperada voladura. Tras este encuentro, el jefe de la 43.ª División ordena la inmediata voladura de la misma, alegando que “la vida de un soldado mío vale más que todas las centrales del mundo”. Aunque no hubo grandes desperfectos, impidió su funcionamiento, hasta una segunda y definitiva voladura. Fuente: http://www.turismosobrarbe.com/modules.php?name=News&file=article&sid=135

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Las tropas republicanas se repliegan y comienza la huida masiva de la pobla- ción civil de las zonas ocupadas por la carretera de El Grado. Casi toda la retirada se realizará por el valle de Benasque. En una reunión del PCE en Broto, se habla- rá de la necesidad de imponer la “disciplina y sacrificio” y se decide el traslado de Intendencia a Aínsa. Entre el 29 y el 30 de marzo las tropas rebeldes pasan el Cinca, y avanzan apo- yados por aviación en las dos direcciones de Binéfar y Graus. La columna que ocupa Naval evoluciona en dirección norte, cruzando el Cinca por el sur de Mediano, en dirección Graus. El 29 el jefe del X Cuerpo del Ejército, Miguel Gallo Martínez, ordena que las fuerzas de la 43.ª apoyen su flanco izquierdo en las inmediaciones de Peña Montañesa, mientras que él, con las fuerzas de la 31.ª División, se desplegaría en al- tura entre el Cinca y el Ésera, poniendo su puesto de mando en Campo. Esta orden no se cumple debidamente, por lo que el día 2 los nacionales entran en Campo, cor- tando la carretera de Aínsa, que aunque no está terminada, es ya practicable para camiones. Durante los días 30, 31 de marzo, 1 y 2 de abril los combates son muy intensos en todo el frente, resistiendo la 130.ª BM en la zona de Cotefablo, Espierre, Barbenuta y Erata, así como lo hace por el centro la 102.ª en la carretera de Laguarta a Boltaña. El día 2 el mando de la 43.ª División se entera de que el X Cuerpo del Ejército no ha establecido la línea defensiva convenida y se ha retirado por Benasque a Francia, quedando al descubierto todo su flanco izquierdo, y permitiendo que el enemigo conquiste Graus y Benabarre, con lo que están aislándoles definitivamente. El mando de la 43.ª División da entonces la orden de retirada de la 130.ª BM en dirección a Broto y Fanlo y hacerse fuertes en este último. En su retirada llevan consigo ganado y material bélico, aplicando el principio de tierra quemada sobre el territorio que dejan atrás. Los víveres que no se compran o que la gente no entrega de forma voluntaria son requisados: las brigadas proceden a incautarse de ganado lanar y vacuno, que es enviado a Fanlo y luego al valle de Bielsa. Cuando los fascis- tas llegan a Boltaña, la única vía de acceso a Bielsa es por la sierra de Suerio, Fanlo y el valle de Añisclo. Fanlo se convierte en un pueblo-almacén en el que se guardan varias toneladas de mercancías303. A principios de abril toda la 43.ª División se encuentra en el valle del Cinca, en el área comprendida entre la frontera francesa, Fanlo por el oeste, Laspuña por el sur y San Juan de Plan y puerto de Sahún por el oeste, conformando un área de unos 60 km. A partir del día 3 las tropas rebeldes inician el ataque por Peña Montañesa y Laspuña, posiciones defendidas por la 102.ª BM, contra las que se estrellan los atacantes, teniendo que retirarse con cuantiosas bajas. También se ataca por el

303 En 1939, el Ayuntamiento de Fanlo informa de que las pérdidas en ganado durante la guerra han sido muy cuantiosas: 6 caballos, 83 mulas, 20 asnos, 191 vacas, 4.605 ovejas, 853 cabras y 66 cerdos. 15 contribuyentes han perdido toda su ganadería. AHPH, H-1842.

131 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell sector de Puyarruego y Escalona, con idénticos resultados. Los combates continúan hasta el día 6 de abril, pero las defensas preparadas por los republicanos resisten los ataques. Entre los días 6 de abril y el 14 hay un paréntesis en las operaciones, utilizado por ambos bandos para reestructurar sus fuerzas y para organizar la evacuación de la población civil. El 12 de abril las tropas nacionales entran en Benasque y en los siguientes días más de 6.000 personas huyen atravesando el Puerto Viejo de Bielsa, en dirección a Aragnouet, en Francia, en unas condiciones extremadamente duras. A partir del 14 de abril, las tropas rebeldes ponen en marcha una nueva ofen- siva, orientada preferentemente a conquistar Laspuña, Lafortunada y Salinas, pero son repelidas desde las posiciones de Peña Montañesa, y también mediante la uti- lización de barrenos con los que hacen llover toneladas de rocas sobre las tropas que ascienden por el barranco, el día 16. La ofensiva es suspendida, momento que aprovechan los republicanos para fortificar una nueva línea de defensa desde Tella hasta las estribaciones al norte de Cotiella. En este periodo, de relativa calma, comprendido entre el 16 de abril y el 14 de mayo, la aviación rebelde sobrevuela el sector casi a diario, bombardeando las líneas avanzadas y los pueblos de retaguardia, y arrojando también en varias ocasiones oc- tavillas conminándolos a la rendición. El día 14 se prepara una emboscada movien- do camiones por la carretera de Escalona, así como incendiando pajares, para hacer creer al enemigo que se ha iniciado la retirada general. Cuando los rebeldes avanzan hacia Puyarruego y Escalona son sorprendidos desde posiciones camufladas, por lo que tienen que retirarse. El día 15 de mayo el presidente de la República, Juan Negrín, realiza una visita sorpresa a Bielsa. Desde el 15 de mayo al 9 de junio se vive un periodo de relativa calma, con la excepción de un intento por parte de las tropas nacionales de romper el frente desde Aínsa y Sahún. Estos días Cataluña envía armamento para abastecer los agotados depósitos de munición, pero el Gobierno francés, apoyándose en el Comité de No Intervención, no permite el tránsito de este a través de la frontera, por lo que dadas las circunstancias, se perfila ya el fin de la resistencia. A partir del 9 de junio los rebeldes comienzan a bombardear Plan, San Juan y Gistaín, mientras se prepara el asalto a través del puerto de Sahún, que tendrá lugar a partir del día 11 de junio de 1938, conquistando los puertos de Sahún y Coronas, así como los pueblos de San Juan, Plan y Gistaín. La posición es ya indefendible, por lo que se decide organizar la evacuación de las 72.ª y 130.ª BM a través de Bielsa, asignando a la 102.ª la pro- tección de la maniobra desde Gistaín a Bielsa. Al parecer los mandos de la 102.ª ya habían atravesado la frontera desentendiéndose de la suerte que correrían el resto de las tropas. Durante los días 12, 13 y 14 de junio la 102.ª BM crea una línea de defensa al norte de Serveto, por Urdiceto hasta la frontera, consiguiendo rechazar los ataques

132 Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo rebeldes, mientras que la 72.ª y 130.ª comienzan la retirada en dirección Bielsa, man- teniendo también la línea fortificada de Tella (130.ª), y la de Lafortunada y alturas de Salinas (72.ª), para impedir la progresión del enemigo, y dar tiempo a desalojar el Hospital Divisionario trasladado a Pineta. Durante el día 15 la aviación fran- quista bombardea intensamente Bielsa, Parzán y Pineta, que arden por los cuatro costados, mientras las fuerzas republicanas ultiman la evacuación por el Hospital de Gistaín (102.ª) y puerto de Bielsa (72.ª y 130.ª)304. En la madrugada del 15 de junio, los batallones 519.º y 520.º de la 130.ª Brigada Mixta se retiran por el canal de la central de Lafortunada, con el agua por la cintura, cubiertos por un grupo al mando del capitán Anguita305. El 16 de junio las últimas tropas de la 43.ª División alcanzan Francia, desde donde son repatriados, junto con sus armamentos y pertrechos a zona repu- blicana, donde participarán en los próximos meses en la batalla del Ebro. El día 17 de junio de 1938 las tropas rebeldes izan la bandera monárquica en el puesto fronte- rizo de Bielsa. La resistencia republicana en Aragón ha terminado.

304 Por su interés en cuanto al infierno que debió vivir la gente de los pueblos evacuados en la comar- ca del Sobrarbe reproducimos aquí un fragmento del testimonio de Jesús Lacoma Langlara, que se presentó voluntario el 10 de agosto de 1936 en el cuartel de Barbastro para formar parte del Batallón 520.º, que luego se integraría en la 130.ª Brigada y formaría parte de la 43.ª División del Ejército Republicano. Un apunte: quizá los jamones de los que habla no fueron escondidos por los vecinos de los pueblos que estaban siendo evacuados (carece de sentido), sino por sus propios mandos, como señalaba Calvo... “Cuando el avance de los nacionales en marzo del 38, nos trajeron en camión desde la zona de Biescas hasta el Alto del Pino, en el sector de Naval, y desde allí vimos el avance por Naval, los Dolores y Suelves hacia nosotros. Esa noche iniciamos la retirada sin pelear. En Abizanda nos esperaban ca- miones que nos llevaron a Boltaña, allí pasamos el día siguiente haciendo trincheras. Pero esa misma noche se abandonó todo (hasta la cocina) y llegamos a Yeba y Fanlo y después por Nerín y el valle de Añisclo a salir a Puyarruego, Belsierre y Escalona”. “Se atrincheraron los alrededores del pueblo de Escalona, hacia el norte estábamos nosotros y al sur los nacionales y el pueblo en medio en tierra de nadie. A veces por la noche se bajaba al pueblo pero era muy peligroso porque te podías juntar con los nacionales que bajaban también. No teníamos aviación ni artillería y pocas municiones y comida. Desde Francia nos mandaban tabaco y algo de comida que recogían los sindicatos franceses para los combatientes de la Bolsa”. “Hasta que se organizó la intendencia nos apañábamos como podíamos, se registraron las casas, se cogían las patatas recién sembradas… Una vez, Francho de Ciria que estaba en la 4.ª compañía y era cocinero encontraron en una caseta de monte 30 perniles que habrían escon- dido los vecinos antes de ser evacuados a Francia. Estábamos en la trinchera pero cada cierto tiempo nos venía a relevar un batallón y entonces íbamos a descansar a la retaguardia al pueblo de Puértolas y después volvíamos a la trinchera. Al atardecer nos hicieron formar para pasar a Francia. Nos advirtieron que el que se quedara le pegarían un tiro para que no pasara al bando de Franco. Llegamos a Bielsa bien pretos a la cuneta para que no nos viera la artillería que estaba al otro lado del pueblo, pues aunque era de noche, el pueblo de Bielsa estaba en llamas, los nuestros lo habían incendiado igual que Parzán”. 305 http://www.turismosobrarbe.com/modules.php?name=News&file=article&sid=135.

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CONCLUSIONES

Varias conclusiones pueden extraerse de este estudio aproximativo al proceso de colectivización en el Sobrarbe, partiendo de la constatación que es un fenómeno extendido en la comarca, al igual que en el resto del Aragón “leal”, pero que, sin em- bargo, presenta unas características propias y diferenciadas, que van a venir deter- minadas, principalmente, por la existencia previa de un entramado social y político que se apoya sobre la base de redes locales de poder de tipo caciquil, y por los rasgos propios de la articulación del territorio y economía en la montaña (infraestructuras pobres, malas comunicaciones, preeminencia de las actividades agrícolas y ganade- ras orientadas a la subsistencia, etc.). En primer lugar, y respecto a su implantación, cabría señalar que, como ocu- rre en el resto de la provincia, las colectividades nacen impulsadas por los comités revolucionarios locales creados en los días posteriores al 18 de julio en toda la co- marca y lo hacen a partir de la incautación, por una parte, de los bienes pertenecien- tes a los elementos considerados facciosos y, por otra, de las aportaciones volunta- rias de los vecinos de los pueblos. En ambos casos, todos los bienes aportados son meticulosamente inventariados, y respecto a las incautaciones realizadas, en muchos casos los dueños han huido, son detenidos o lo serán en el transcurso de la guerra por su manifiesta oposición a los cambios operados. Los comités revolucionarios, a su vez, se dotarán desde muy pronto de mecanismos de intercambio y relación entre ellos, en base a una estructuración comarcal, y estarán animados inicialmente por miembros de la CNT. A pesar de la baja filiación a la CNT y la UGT en la comarca antes del 18 de julio (aunque mucho más notoria en el caso de la CNT, concentrada en los núcleos de Boltaña y Mediano), ambos sindicatos van a experimentar un cre- cimiento sin precedentes al inicio de la guerra, en parte debido a la consigna de que todo aquel que no esté afiliado será objeto de persecución política. En el caso de la UGT, el sindicato se va a convertir pronto en lugar de refugio de pequeños propie- tarios y de personas de derechas, que encontrarán en él una garantía de respeto a sus propiedades y desde el cual fabularán a lo largo de la contienda contra la CNT, a favor de la reinstauración del orden republicano y de la devolución de las fincas y bienes incautados. Incluso se dará el caso de que muchos de ellos, con la llegada de las tropas nacionales, volverán a ocupar los puestos de poder de antes de la guerra o apenas serán represaliados. Donde se observa quizá mejor este fenómeno es en Aínsa, puesto que en la formación de su colectividad participarán, aportando sus comercios, varios afi- liados a la UGT que se situarán a la cabeza de la Gestora Municipal cuando en verano de 1937 se proceda al ataque de las estructuras colectivistas y que adop- tarán como primera medida la devolución de los bienes colectivizados a sus an- tiguos propietarios. Según la declaración de uno de ellos, “a finales de agos- to toda la gente de derechas decidió entrar en la UGT con el fin de tener mayoría para adueñarse del Ayuntamiento, deshacer la colectividad y normalizar la vida en

134 Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

Aínsa”306. Un proceso similar se observa en Boltaña, donde personas de significa- da tendencia derechista, como el que había detentado en la población el cargo de juez municipal, se afilian a CNT y pasan a ocupar puestos de importancia en la Colectividad, hecha en gran medida a partir de la centralización de comercios cuyos dueños, entre ellos los mayores contribuyentes del pueblo, y que habían ocupado cargos políticos durante la dictadura de Primo de Rivera, seguirán a su frente. O en Guaso, donde una vez realizada la cosecha de oliva se retiran de la colectividad los dueños de los olivares, argumentando que la colectividad no es económicamente viable. ¿Significa esto que las colectividades fueron consideradas por muchos vecinos un mal menor, ante la abolición del trabajo asalariado? ¿Un modo de seguir gestio- nando sus negocios en espera de momentos más propicios para retomar las riendas del poder local, ante la imposición por parte de comités locales y comarcales de una reorganización económica? Lo que parece harto improbable es que esta colectivización se implantase bajo la amenaza de las armas, porque ello hubiera exigido un despliegue militar que la CNT probablemente no estaba en condiciones de realizar y, además, las milicias que se desplegaron desde el principio de la guerra en la zona tenían una orientación de corte más socialista, nacionalista y comunista. Por otra parte, esto contradecía abiertamente los principios anarquistas, que consideraban que la revolución social en el campo debía ser obra de los propios campesinos y la CNT quedar relegada al papel de asesora, o si se prefiere de “animadora” de estas. Sin embargo, a medida que van ganando terreno el socialismo y el estalinismo en la zona, con una fuerte presencia militar cuyos cuadros son comunistas o filocomunistas, los partidos re- publicanos se posicionan abiertamente por la disolución de las colectividades, en unos casos, mientras que en otros interesa su puesta al servicio de las necesidades de guerra. Además, como se ha visto, los partidos republicanos, muy debilitados al ini- cio del conflicto, irán cobrando protagonismo y con el reconocimiento oficial del Consejo de Aragón, a finales de diciembre de 1936, volverán a tomar las riendas de la gestión municipal en muchos pueblos de la comarca. La proporción de consejos municipales con una mayor representación de los partidos del Frente Popular va a ser mucho más alta en el Sobrarbe que en el resto de la provincia de Huesca y Unión Republicana va a jugar un papel fundamental en la recuperación del orden previo al estallido de la guerra en toda la zona oriental de los Pirineos. Todo indica que la correlación de fuerzas se hallaba muy decantada desde el principio. Se podrían distinguir al menos dos tipos de colectividad en la comarca, en función del peso político de las diversas organizaciones: aquellas donde la CNT tiene una mayor fuerza, como es la de Aínsa, y aquellas controladas por la UGT,

306 Declaración de Matías Oncins. Juzgado de Boltaña.

135 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell los partidos republicanos e incluso el PC, como es el caso paradigmático de Arcusa. Pero también se podrían dividir por el desigual peso de las actividades productivas que desarrollan: en este caso, habría que diferenciar entre las colectividades donde la colectivización tiende a ser integral e incluye además de las explotaciones agrarias y ganaderas, la pequeña industria y sobre todo el comercio, como Aínsa y Boltaña, donde los pueblos de la zona van a abastecerse de todo tipo de productos, y aque- llas donde la actividad principal es la ganadería y la agricultura, como son Arcusa, Gistaín, Guaso o Fanlo. Otra cuestión, que diferenciaría a las colectividades del Sobrarbe de las del resto del Aragón “leal”, sería su misma viabilidad económica, que no solo dependía del apoyo de la población o de las injerencias políticas a las que tenía que hacer frente, sino sobre todo a los recursos con los que se contaba y que representaban un serio límite a esta. Estos incluían desde factores de tipo demográfico a caracterís- ticas propias de las explotaciones agrarias, con un nivel muy bajo de mecanización en la época, o las ganaderas. Se trataba de una economía muy pobre, orientada a la autosuficiencia y con unas deficientes comunicaciones que dificultaban su desa- rrollo. No cabe atribuir al “socorrido” ethos del montañés, supuestamente “indi- vidualista, desconfiado y reacio a los cambios” por naturaleza, un escaso interés por las estructuras comunalistas, por otra parte muy desarrolladas en aquella zona. Aunque no contamos apenas con datos que nos permitan valorar si efectivamente la implantación de las colectividades indujo a una elevación de los niveles de vida o a una intensificación de la producción, sí sabemos que hubo un esfuerzo continuado de envío de ayuda al frente y a Madrid, es decir, que podía haberse generado un excedente susceptible de ser destinado a ese fin; que la actividad económica siguió su curso con ferias de ganado, subastas de madera, que los intercambios estaban a la orden del día y que la Comarcal de Aínsa funcionaba con normalidad, mante- niendo intensas relaciones con las estructuras regionales, tanto a nivel económico como de militancia, y asistiendo sus delegados a las principales asambleas y ple- nos de la CNT. Sin embargo, y quizá sea esta la principal característica a desta- car, las colectividades en la comarca se encontraron muchísimos obstáculos en su camino.

Un proceso de investigación abierto... Hemos insistido en que el trabajo aquí presentado es un trabajo inacabado, resultado de una primera aproximación al estudio de las colectividades en la comar- ca del Sobrarbe. Nos gustaría, sin embargo, dejarlo abierto, en el sentido que está en nuestro ánimo que este estudio tenga una continuidad y quizá abrir camino a otros investi- gadores y gentes de la comarca interesados en seguir nuestros pasos para profundi- zar en los procesos revolucionarios y contrarrevolucionarios que en ella se produ- jeron en el transcurso de la Guerra Civil. Es muchísimo el trabajo que queda por

136 Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo hacer, de modo que aquí enumeramos solo lo que consideramos imprescindible para completar la investigación realizada hasta este momento. En primer lugar, para una mejor contextualización política y socioeconómica del fenómeno de la colectivización en la comarca, se considera imprescindible un mejor conocimiento de la situación previa al estallido de la Guerra Civil y, concre- tamente, en lo tocante a posibles conflictos tanto en relación con la agricultura y la ganadería como en la pequeña industria, en las minas de Parzán y en las obras de construcción de Mediano. ¿Existió una conflictividad difusa en el Sobrarbe en el marco de la 2.ª República? ¿Cuál fue el proceso de nacimiento de los sindicatos de CNT y UGT? ¿Cuáles fueron los mecanismos de difusión del ideario libertario entre campe- sinos y trabajadores? ¿Qué reivindicaciones planteaban? ¿Qué papel jugaron los cen- tros republicanos en el período? ¿Cuál era el funcionamiento de las redes caciquiles? También faltaría un relato a nivel mucho más local que diese cuenta de lo que ocurre en los pueblos en el momento de estallar la guerra: cómo se realizó la convo- catoria de asambleas y si su seguimiento fue mayoritario entre la población; cuáles fueron los canales de circulación de las famosas listas de destacados derechistas en la comarca; cómo se vivió a nivel personal y colectivo el proceso de colectivización, el papel de las mujeres en este, etc. Algo que solo se puede conocer a través de la historia oral. Además, quedan en el tintero varias incógnitas que resolver, como la cuestión de qué ocurre con algunos de los principales núcleos obreros de la comarca durante la Guerra Civil, saber por ejemplo qué fue de los obreros del pantano de Mediano mientras se llevaba adelante el proyecto de construcción de un “campo de trabajo” (es decir, de una colonia penitenciaria) o del Comité que se formó en la central eléc- trica de Lafortunada, o qué uso dio el Comité de Escalona a las minas de Parzán. Este trabajo exige insistir en la consulta de los archivos municipales y, esta vez sí, atender a la memoria de quienes vivieron aquellos días. Se trataría, pues, de: 1. Terminar la labor iniciada en algunos archivos municipales (ayuntamientos de Tella-Sin y Tierrantona) y contactar con otros ayuntamientos en cuyos térmi- nos municipales hay constancia de la existencia de colectividades durante la guerra (principalmente, Fanlo y Gistaín). 2. Consultar los libros de actas y otra documentación básica del período inmediatamente anterior al estallido de la guerra en los archivos de Aínsa y Boltaña. 3. Trabajar con fuentes orales

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FUENTES DOCUMENTALES

1. FUENTES PRIMARIAS

Archivo General de la Guerra Civil de Salamanca (AGGC-S) Carpetas consultadas: PS Aragón: 7, 9, 10, 17, 25, 37, 38, 48, 49, 51, 59, 77, 96, 102, 108, 110, 121, 130, 138, 131 y 140. PS Barcelona: 14, 373, 378, 397, 821, 839, 906, 914, 915, 933, 1047, 1051, 1052, 1055, 1084, 1167, 1221, 1256, 1282, 1408 y 1568. PS Bilbao: 39 PS Madrid: 28, 33, 35, 542, 608, 624, 1590, 2360 y 2588.

Archivo Municipal de Aínsa (AMA) Libro de Actas del Ayuntamiento de Aínsa 1938-1941 (Sig. 150/9). Libro de Actas del Ayuntamiento de Guaso 1940-1943 (Sig. 152/3). Libro de Actas del Ayuntamiento de Olsón 1936-1940 (Sig. 149/2). Libro de la Junta de Incautación de Bienes de Personas Desafectas de Arcusa (Sig. 157/4). Libro de Caja del Consejo Municipal de Arcusa, 1937 (Sig. 370/2). Consejo Local Antifascista. Actas de las asambleas generales, 1936-1937. Olsón. (Sig. 148/1). Consejo Local de Defensa de Guaso (actas, notas, circulares), 1936-1937. (Sig. 384/13). Índice de los individuos que constituían el Comité Revolucionario de Aínsa, 1938 (Sig. 151/4). Informes sobre la participación en la Guerra Civil, 1938 (Sig. 174/12). Relación de personas sospechosas durante la Guerra Civil 1944 (Sig. 174/29). Situación de Bielsa tras la Guerra Civil 1940 (Sig. 166/6). Certificación de fincas pertenecientes al Ayuntamiento 1942 (Sig. 134/4).

Archivo Municipal de Barbastro (AMB) Libros de actas 1936-1938, correspondencia, etc.

Archivo Municipal de Benasque (AMBen) Libros de actas 1936-1938, correspondencia, etc.

Archivo Histórico Nacional de Madrid (AHN) Fondo de la Causa General, provincia de Huesca, pieza principal 1410-2. Ramas separadas: Aínsa (n.º 163), Bielsa (169), Boltaña (170) y Broto (171).

138 Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

Instituto de Historia Social de Ámsterdam (IISG-A) Archivo Gastón Leval: Carpetas 5-11 153.

Archivo Histórico Provincial de Huesca (AHPH) Fondo del Tribunal Regional de Responsabilidades Políticas. - Caja 5683/1 (Aínsa, Bárcabo, Bergua, Boltaña, Broto, Castejón de Sobrarbe, Cortillas, Coscojuela de Sobrarbe, Fiscal, Guaso, Linás de Broto, Oto, Santa María de Buil, Sarsa de Surta, Secorún, Toledo de la Nata). - Cajas 5686-5688. - Expedientes 5690/1, 5661/2895, 5657/4148, 5637/2863, 5639/2991, 5657/4149. Fondo de Hacienda (Contribución industrial y contribuciones rústica y pe- cuaria).

Juzgado de Primera Instancia de Boltaña (JPIB) Fondo del Tribunal Regional de Responsabilidades Políticas. Cajas 1-15.

2. FUENTES HEMEROGRÁFICAS Amigos del Serrablo, varios ejemplares de marzo de 1996 a septiembre de 1998. Boletín de la Consejería de Hacienda del Consejo Regional de Defensa de Aragón. (Caspe, Zaragoza) 1937, n.º 1. Boletín Interior Partido Comunista Comité Provincial de Huesca. Barbastro, 1937-1938. Boletín Oficial del Consejo Regional de Defensa de Aragón(Caspe, Zaragoza). 1936 (1-12) y 1937 (13-30, falta el 17). Boletín Oficial de la Provincia de Huesca (Huesca), n.º 44, 22 de febrero de 1936. Cultura y Acción. Órgano de la Regional de Aragón, Rioja y Navarra (Alcañiz, Teruel), 1936 (20-30, faltan 23-27 y 29); 1937 (60-150, faltan varios números) y 1938 (151-203). Nuevo Aragón (Caspe, Zaragoza), AGGC: 1-175 (excepto 58, 77, 83, 101-102, 150 y 151) varios números de marzo a agosto de 1937 en IIGS. Orientación Social (Barbastro, Huesca), n.os 46-51, 56, 63, 64, 67 y 68 de 1936. Solidaridad Obrera (Barcelona), varios números de abril de 1936 a octubre de 1937. Surcos (Barbastro, Huesca), n.º 109, 9 de enero de 1937. FETE (Barbastro, Huesca) n.º 9, 7 de diciembre de 1936 y 15-28. Vida Nueva (Boltaña, Huesca), n.os 9, 10 y 13, 1937.

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142 SOBRARBE Revista del Centro de Estudios de Sobrarbe, n.º 12.1.2

ANEXOS

Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

(1936-1938)

Por José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell Mayo 2007

Índice

ANEXO 1 1. Tabla de municipios. Censo de 1930 ...... 147 2. Tabla de núcleos de población. Censo de 1930 ...... 148 3. Población de Derecho Comarcal (distribución comarcal de la Ley 5/2003, de 26 de febrero, de creación de la Comarca de Sobrarbe) ...... 159 ANEXO 2 Contribuciones territoriales y pecuarias correspondientes al año 1936, de algunos pueblos significativos de la comarca de Sobrarbe ...... 160 ANEXO 3 Elecciones de diputados a Cortes en Huesca ...... 163 Ayuntamientos 1931-1936 ...... 167 ANEXO 4 Comités revolucionarios en Sobrarbe ...... 170 ANEXO 5 Guion para las colectividades. Manifiesto circular ...... 176 ANEXO 6 Emisión de moneda local ...... 179 ANEXO 7 Transportes colectivizados ...... 184 ANEXO 8 Carta al Consejo Municipal de Guaso de varios miembros de la Colectividad, reclamando el pago de los jornales que se les adeudan. 8 de mayo de 1937 . . . 185 ANEXO 9 Caja colectiva del Consejo Municipal de Arcusa y relación de ingresos a la Colectividad. 1937 ...... 187 ANEXO 10 Artículo “Desde Aínsa. Saliendo al paso de unas insidias” ...... 190 ANEXO 11 Consejos municipales de la Comarca del Sobrarbe, febrero-marzo de 1937 . . . 192 ANEXO 12 Acta de registro de los edificios del Consejo Local y Consejo Comarcal de Defensa, almacenes y bodegas de los mismos y varios edificios de dicha localidad, efectuado el 11 de julio de 1937 de mutuo acuerdo. Ejército Popular de la República. 27.ª División. 122.ª Brigada Mixta. 488.º Batallón ...... 201 ANEXO 13 Informe que formula el teniente del Cuerpo de Seguridad, jefe del Destacamento de Aínsa (Huesca). 101.ª Compañía. (Firmado por el teniente jefe, Nicolás Lázaro) 20 de julio de 1937 ...... 204 ANEXO 14 Informe de la situación actual de la Delegación de Orden Público de Aínsa. Firmado por el delegado, Antonio F. Sort. 26 de julio de 1937 ...... 206 ANEXO 15 Informe de los hechos ocurridos en Aínsa el 27 de julio de 1937. Firma el delegado de Orden Público, Antonio Florit ...... 207 ANEXO 16 ...... 209 1. Carta del Sindicato Único de Trabajadores de la CNT de Mediano al Comité Regional de CNT. Firmada por su secretario general, José Vidaller. 30 de septiembre de 1937 ...... 209 2. Contestación de la Asesoría Jurídica del Comité Regional de CNT. 6 de octubre de 1937 ...... 209 ANEXO 17 Informe sobre la situación en Aínsa del Sindicato Único de Trabajadores de la CNT Aínsa. Firmado por el secretario del sindicato, Andrés Gabás . . . . 212 ANEXO 18 Plantilla de Informe de Reclamación, relacionado con la clasificación del interesado como “elemento faccioso” por la Junta Calificadora Municipal y Regional, dirigido al Ministerio de Agricultura, con fecha de 1938 ...... 213 ANEXO 19 Artículo “Unidad del Frente y de la Retaguardia”, de Marín Gazo ...... 214 ANEXO 20 ...... 215 1. Copia del Acta de Constitución del Frente Popular Antifascista de Aínsa, hecha en la asamblea del 26 de diciembre de 1937 ...... 215 2. Documentos anexos al Acta, de diciembre de 1937 y enero de 1938 . . . . . 215 1 ANEXO 1.1 1. Tabla 1. Tabla de municipios. de Municipios. Censo deCenso 1930 de1 1930

Nº Entidades Población Población Población Ayuntamientos de Población Edificios a 31/12/1930 de Hecho de Hecho De De por Núcleo Habitadas Viviendas Otros hecho derecho por Vivienda Habitado Abizanda 7 78 101 422 437 5,41 60,29 Aínsa 1 101 102 573 587 5,67 573,00 Albella y Jánovas 13 177 158 846 1001 4,78 65,08 Arcusa 4 63 53 314 357 4,98 78,50 Bárcabo 10 128 169 815 747 6,37 81,50 Bergua-Basarán 5 70 180 368 508 5,26 73,60 Bielsa 13 232 342 1232 1346 5,31 94,77 Boltaña 12 262 244 1203 1223 4,59 100,25 Broto 1 63 129 309 382 4,90 309,00 Burgasé 14 106 183 533 674 5,03 38,07 Castejón de Sobrarbe 5 67 61 295 336 4,40 59,00 Clamosa 9 65 62 317 332 4,88 35,22 Coscojuela de Sobrarbe 3 69 65 261 270 3,78 87,00 Fanlo 9 170 137 628 873 3,69 69,78 Fiscal 8 99 111 523 610 5,28 65,38 Gerbe y Griébal 12 83 131 494 525 5,95 41,17 Gistaín 3 139 15 739 871 5,32 246,33 Guaso 2 53 42 265 304 5,00 132,50 Labuerda 3 93 12 389 459 4,18 129,67 Laspuña 5 113 78 554 610 4,90 110,80 Linás de Broto 2 62 59 360 373 5,81 180,00 Mediano 3 50 58 321 259 6,42 107,00 Morillo de Monclús 15 200 238 1139 1188 5,70 75,93 Muro de Roda 15 62 69 335 394 5,40 22,33 Olsón 11 56 59 312 312 5,57 28,36 Oto 2 43 66 202 291 4,70 101,00 Palo 3 62 13 262 241 4,23 87,33 Plan 2 116 116 615 673 5,30 307,50 Puértolas 14 158 250 826 1020 5,23 59,00 Pueyo de Araguás (El) 12 74 142 499 514 6,74 41,58 San Juan de Plan 1 60 13 265 301 4,42 265,00 Santa María de Buil 12 51 8 317 347 6,22 26,42 Sarsa de Surta 6 70 95 297 338 4,24 49,50 Sarvisé 3 75 100 482 497 6,43 160,67 Secorún-Matidero* 6 34 18 246 255 7,24 41,00 Sieste 10 57 116 368 432 6,46 36,80 Sin y Salinas 4 77 81 455 474 5,91 113,75 Tella 9 73 86 476 490 6,52 52,89 Toledo de Lanata 6 52 18 456 456 8,77 76,00 Torla 3 105 111 531 519 5,06 177,00 Total 278 3768 4091 19844 21826 5,27 71,38

1 Nomenclátor General de España con referencia al 31 de diciembre de 1930. Provincia de Huesca 1 (AHPH)Nomenclátor. General de España con referencia al 31 de diciembre de 1930. Provincia de Huesca (AHPH). 4

147 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell

0-25 25-50 50-100 100-200 200-300 300-400 400-500 >500 Total

Núcleos 103 40 75 37 12 4 3 4 278 100- 200- 300- 400- % Núcleos 37,05%0-25 14,39%25-50 26,98%50-100 13,31%200 4,32%300 1,44%400 5001,08% >5001,44% Total 100% PoblaciónNúcleos 1351103 167840 533475 513137 296312 13754 13593 26354 27821826 %% Población Núcleos 6,19%37,05% 7,69%14,39% 24,44% 26,98% 23,51%13,31% 13,58%4,32% 1,44%6,30% 1,08%6,23% 1,44%12,07% 100% 100% Población 1351 1678 5334 5131 2963 1375 1359 2635 21826 % Población 6,19% 7,69% 24,44% 23,51% 13,58% 6,30% 6,23% 12,07% 100% Población NúcleosNúcleos Población 1,44% 1,08%

1,44% 0-25 0-25 4,32% 25-50 25-50 12,07% 6,19% 7,69% 6,23% 50-100 13,31% 37,05% 50-100 6,30% 100-200 100-200 200-300 24,44% 200-300 13,58% 300-400 26,98% 300-400 23,51% 14,39% 400-500 400-500 >500 >500

2. Tabla de Núcleos de Población. Censo de 1930

2.2.Ayuntamientos Tabla dede núcleosNúcleos Entidades de de población. dePoblación. Población Censo Censo de Edificiosde1930 1930 Población a 31/12/1930 Notas Viviendas Otros De hecho De derecho AyuntamientosABIZANDA EntidadesABIZANDA de Población Edificios23 24 Población113 a 31/12/1930114 Notas Casas de la Barca (Las) Viviendas2 Otros6 De hecho10 De derecho11 Casas de San Salvador ABIZANDA ABIZANDA 23 24 113 114 (Las) 2 1 16 15 Casas de la Barca (Las) 2 6 10 11 Escanilla 16 11 79 102 Casas de San Salvador (Las)Lamata 112 101 1680 1566 EscanillaLiguerre de Cinca 1616 1135 7978 10283 LamataSolanilla 114 107 8031 6630 LigüerreEdificios dediseminados, Cinca cuya 16 35 78 83 Solanilladistancia al mayor núcleo de 4 7 31 30 población no excede de 500 Edificiosmetros diseminados, cuya 0 0 0 0 distancia al mayor núcleo de Edificios diseminados, cuya población no excede de 500 distancia al mayor núcleo de metros 0 0 0 0 población excede de 500 Edificiosmetros diseminados, cuya 4 7 15 16 distancia al mayor núcleo de poblaciónTotal excede de 500 78 101 422 437 AÍNSA metrosAÍNSA 1014 637 57315 58716 TotalNo excede de 500 metros 780 10134 4220 4370 AÍNSA AÍNSAExcede de 500 metros 1010 635 5730 5870 NoTotal excede de 500 metros 1010 10234 5730 5870 ALBELLA Y Excede de 500 metros 0 5 0 0 JÁNOVAS ALBELLA 15 15 69 95 Total 101 102 573 587 Brotillo 1 1 0 0 ALBELLA Y JÁNOVAS ALBELLAHereta 151 151 694 954 Brotillo 1 1 0 0 Hereta 1 1 4 4

4 5 148 ANEXOS. Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

Ayuntamientos Entidades de Población Edificios Población a 31/12/1930 Notas Viviendas Otros De hecho De derecho Molino harinero Jánovas 43 29 209 250 y batán Javierre 18 7 94 100 Lacort 12 10 62 71 Latre 1 2 9 9 Lavelilla 8 8 44 54 Ligüerre de Ara 20 21 116 132 Planillo 12 12 52 69 San Felices 11 6 55 65 Santa Olaria 9 5 57 62 Tricas 8 11 34 36 Tuartas 2 2 4 7 No excede de 500 metros 0 15 0 0 Excede de 500 metros 16 13 37 47 Total 177 158 846 1001 ARCUSA ARCUSAArcusa 38 30 161 180 Castellazo 21 19 126 149 Terres 1 1 7 7 Villa (La) 3 3 20 21 No excede de 500 metros 0 0 0 0 Excede de 500 metros 0 0 0 0 Total 63 53 314 357 BÁRCABO Almazorre 12 21 98 80 BÁRCABO 21 21 143 137 Betorz 12 24 80 70 Ermita y Coloma (La) 1 2 8 6 casa Eripol 17 16 85 88 Hospitaled 4 5 32 28 Lecina 34 41 188 186 Potenciana (La) 1 1 7 7 Santa María de la Nuez 8 12 45 43 Suelves 16 12 122 95 No excede de 500 metros 0 0 0 0 Excede de 500 metros 2 14 7 7 Total 128 169 815 747 BERGUA- BASARÁN Ayerbe de Broto 11 16 70 84 Basarán 11 27 60 95 BERGUA 30 16 130 183 Escartín 7 30 46 61 Otal 10 21 62 85 No excede de 500 metros 0 2 0 0 Excede de 500 metros 1 68 0 0 Total 70 180 368 508 BIELSA Acirón 1 1 5 5 BIELSA 100 72 556 615 Chisagüés 9 3 56 65 Espierba 42 12 211 258

6 149 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell

Ayuntamientos Entidades de Población Edificios Población a 31/12/1930 Notas Viviendas Otros De hecho De derecho Garrot 1 1 8 11 Hospital, Minas de Parzán 5 5 7 7 Hospital de Liena 2 2 6 0 Javierre 15 9 77 81 Laplañera 1 1 6 10 Masía de Baquer 1 1 0 0 Molino Molino (El) 1 1 5 5 harinero Ermita y Nuestra Señora de PinetaPiñeta 0 5 0 0 casa Pabellones de Baranetas 2 2 5 5 Pabellones de Barrosa 2 1 18 0 Pabellones del Cinca 2 1 19 11 Parzán 36 14 167 189 Salinas de Bielsa 6 3 65 72 No excede de 500 metros 0 8 0 0 Excede de 500 metros 6 200 21 12 Total 232 342 1232 1346 BOLTAÑA Aguilar 2 3 11 11 Ascaso 7 12 42 42 BOLTAÑA 213 16 854 897 Campodarbe 8 11 45 45 Espierlo 2 4 15 15 Iglesia, molino y Espíritu Santo (El) 1 2 41 6 casa Margudgued 7 6 44 55 Morillo de Sampietro 11 5 79 80 Iglesia y San Fertús 1 2 8 8 casa Ermita y Santa María 1 4 10 10 casa Santa Marina 1 1 0 0 Seso 1 2 6 6 Silves 5 6 48 48 No excede de 500 metros 0 30 0 0 Excede de 500 metros 2 140 0 0 Total 262 244 1203 1223 BROTO BROTO 61 53 304 377 No excede de 500 metros 1 25 5 5 Excede de 500 metros 1 51 0 0 Total 63 129 309 382 BURGASÉ BURGASÉ 23 33 127 160 Cajol 9 18 49 69 Campol 8 13 53 56 Castellar 5 10 23 31 Geré 6 14 32 43 Ginuábel 9 15 48 62 Giral 6 8 27 35 Muro 4 7 17 17

7 150 ANEXOS. Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

Ayuntamientos Entidades de Población Edificios Población a 31/12/1930 Notas Viviendas Otros De hecho De derecho Puyuelo 3 6 14 17 Sanfelices 3 5 20 25 San Martín de Puitarán 1 2 9 11 Sasé 21 31 91 116 Semolué 5 10 13 21 Villamana 2 5 10 11 No excede de 500 metros 1 5 0 0 Excede de 500 metros 0 1 0 0 Total 106 183 533 674 CASTEJÓN DE SOBRARBE Camporrotuno 18 4 56 66 CASTEJÓN DE SOBRARBE 18 7 71 81 Escapa 2 3 18 14 Latorre 16 1 65 89 Pardina (La) 8 0 51 50 No excede de 500 metros 0 28 0 0 Excede de 500 metros 5 18 34 36 Total 67 61 295 336 CLAMOSA Bediello 1 0 5 5 Caneto 3 4 41 41 Caseta (La) 1 0 6 6 CLAMOSA 17 28 99 116 Lapenilla 13 7 73 71 Salinas de Trillo 11 8 56 56 Samper 1 2 6 6 Selva (La) 1 1 4 4 Trillo 16 12 22 22 No excede de 500 metros 0 0 0 0 Excede de 500 metros 1 0 5 5 Total 65 62 317 332 COSCOJUELA COSCOJUELACOSCUJUELA DEDE DE SOBRARBE SOBRARBE 26 17 112 110 Morillo de Tou 23 13 78 87 Plampalacios 17 14 60 62 No excede de 500 metros 0 0 0 0 Excede de 500 metros 3 21 11 11 Total 69 65 261 270 FANLO Buerba 30 25 110 141 Buisán 11 10 33 52 Ceresuela 24 20 90 125 FANLO DEL VALLE DE VIÓ 48 28 158 240 Gallisué 3 5 23 25 Nerín 16 12 50 78 Ermita y Pardina de Ballarín 1 2 0 0 casa Sercué 5 5 35 43 Vió 14 6 56 77 Yeba 17 15 73 92 No excede de 500 metros 0 1 0 0

8 151 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell

Ayuntamientos Entidades de Población Edificios Población a 31/12/1930 Notas Viviendas Otros De hecho De derecho Excede de 500 metros 1 8 0 0 Total 170 137 628 873 FISCAL Arresa 7 9 37 41 Asué 1 0 6 6 Berroy 10 14 57 67 Borrastre 10 13 65 75 FISCAL 56 58 259 309 Lardiés 8 7 47 61 San Juste 7 7 47 45 Viñuales 0 2 5 6 No excede de 500 metros 0 0 0 0 Excede de 500 metros 0 1 0 0 Total 99 111 523 610 GERBE Y GRIEBAL Arro 15 7 89 98 Banastón 5 2 15 15 Betato 2 1 7 5 GERBE 19 12 107 118 Griebal 5 3 40 46 Lascambras 8 5 66 65 Oratorio y San Ciprián 4 1 19 19 casas Santa Tecla 1 3 9 9 Tozalete 1 2 6 7 Turmo (El) 4 4 13 15 UsamaUsana 11 11 74 81 Villarcillo-Bogetar 2 2 17 21 No excede de 500 metros 0 5 0 0 Excede de 500 metros 6 73 32 26 Total 83 131 494 525 GISTAÍN GISTAÍN 83 7 461 536 Señés 37 2 184 224 Serveto 16 4 93 110 No excede de 500 metros 1 1 0 0 Excede de 500 metros 2 1 1 1 Total 139 15 739 871 GUASO Grado (El) 6 6 43 45 GUASO 38 29 201 232 No excede de 500 metros 2 2 0 0 Excede de 500 metros 7 5 21 27 Total 53 42 265 304 LABUERDA Fontanal 1 3 11 11 LABUERDA 74 8 316 372 San Vicente 17 1 62 76 No excede de 500 metros 0 0 0 0 Excede de 500 metros 1 0 0 0 Total 93 12 389 459 LASPUÑA Casal (El) 4 0 32 38 Ceresa 10 5 72 76

9 152 ANEXOS. Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

Ayuntamientos Entidades de Población Edificios Población a 31/12/1930 Notas Viviendas Otros De hecho De derecho Ermita y Fuente-Santa 1 1 2 2 casa LASPUÑA 97 20 433 479 Socastiello 1 2 10 10 No excede de 500 metros 0 50 5 5 Excede de 500 metros 0 0 Total 113 78 554 610 LINÁS DE BROTO LINÁS DE BROTO 54 42 305 317 Viu 8 13 55 56 No excede de 500 metros 0 2 0 0 Excede de 500 metros 0 2 0 0 Total 62 59 360 373 MEDIANO Arasanz 6 5 48 52 MEDIANO 23 31 160 117 Ermita y Nuestra Señora de Monclús 1 1 2 0 casa Samitier 13 15 57 64 No excede de 500 metros 4 1 21 9 Excede de 500 metros 3 5 33 17 Total 50 58 321 259 MORILLO DE MONCLÚS Buetas 7 8 61 66 Corona (La) 1 3 5 5 Formigales 38 40 178 194 Humo (El) 6 10 38 37 Jantigosa (La) 2 2 9 9 Lanau 1 1 10 10 Latorre 5 7 25 25 Lavilla 6 5 39 41 MORILLO DE MONCLÚS 17 16 99 111 Rañín 25 13 142 146 Sant-Angel 4 9 26 26 Solanilla 3 7 24 24 Solipueyo 8 8 70 70 Tierrantona 49 14 220 227 Troncedo 26 10 174 178 No excede de 500 metros 0 22 0 0 Excede de 500 metros 2 63 19 19 Total 200 238 1139 1188 MURO DE RODA Corona (La) 3 4 22 25 Charo 10 12 65 73 Fumanal 1 2 20 23 Humo (El) 5 5 38 41 Lecina (La) 5 5 22 26 Lueza (La) 4 4 26 34 Luján 4 4 33 39 Ministerio 4 4 25 32 MURO DE RODA 1 2 0 0

10 153 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell

Ayuntamientos Entidades de Población Edificios Población a 31/12/1930 Notas Viviendas Otros De hecho De derecho Pamporciello (El) 2 2 16 20 Plana (La) 2 2 23 27 Plano (El) 1 1 5 7 Pocino (El) 2 2 19 19 Rivera (La) 1 1 4 5 Sotero (El) 2 2 5 8 Susiac 1 1 12 15 No excede de 500 metros 0 3 0 0 Excede de 500 metros 14 13 0 0 Total 62 69 335 394 OLSÓN Almunia (La) 1 0 7 7 Ergualas (Las) 1 0 3 3 Frontiñán 2 2 7 7 Javierre 5 7 36 36 Lafuente 5 6 26 26 Molino y Molino de Javierre 1 2 2 2 casa Molino y Molino de López 0 1 3 3 casa Mondot 14 13 79 79 OLSÓN 16 15 83 83 Peña (La) 1 0 7 7 Solano 9 5 51 51 No excede de 500 metros 1 2 0 0 Excede de 500 metros 0 6 8 8 Total 56 59 312 312 OTO OTO 35 42 167 234 Yosa 8 13 35 57 No excede de 500 metros 0 3 0 0 Excede de 500 metros 0 8 0 0 Total 43 66 202 291 Ermita y PALO Nuestra Señora de Bruis 1 1 2 2 casa PALO 59 12 241 220 Torreta (La) 1 0 8 10 No excede de 500 metros 1 0 11 9 Excede de 500 metros 0 0 0 0 Total 62 13 262 241 PLAN PLAN 79 58 411 469 Saravillo 35 26 198 198 No excede de 500 metros 0 0 0 0 Excede de 500 metros 2 32 6 6 Total 116 116 615 673 PUÉRTOLAS Belsierre 15 14 58 69 Bestué 35 45 193 269 Biés 2 4 14 16 Escalona 25 9 108 115 Escuaín 12 10 52 79 Fábrica (La) 1 3 5 6

11 154 ANEXOS. Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

Ayuntamientos Entidades de Población Edificios Población a 31/12/1930 Notas Viviendas Otros De hecho De derecho Hospital 1 4 7 5 Labarona 1 4 11 11 Mesón 1 7 7 5 Muro 9 10 55 62 PUÉRTOLAS 24 30 125 162 Puyarruego 18 12 114 129 Santa Justa 8 12 38 43 Santa María 5 13 39 49 No excede de 500 metros 0 0 0 0 Excede de 500 metros 1 73 0 0 Total 158 250 826 1020 PUEYO DE ARAGUÁS (EL)(El) Araguás 15 8 69 81 Cajigosa 3 3 13 12 Molinos (Los) (Los) 14 7 98 107 Muera (La) 3 4 18 18 Oncins 5 7 48 52 Pardina (La) 1 3 7 7 Plano (El) 2 4 23 24 PUEYO DE ARAGUÁS (EL) 11 6 84 90 San Lorién 2 5 29 25 San Victorián 2 5 7 8 Soto 4 3 39 19 Torrelisa 12 6 64 71 No excede de 500 metros 0 20 0 0 Excede de 500 metros 0 61 0 0 Total 74 142 499 514 SAN JUAN DE PLAN SAN JUAN DE PLAN 59 12 264 300 No excede de 500 metros 0 0 0 0 Excede de 500 metros 1 1 1 1 Total 60 13 265 301 SANTA MARÍA DE BUIL Bruello 1 0 12 12 Ermita y Capana (La) 1 1 5 5 casa Coronillas 1 0 10 10 Gabardilla 3 0 21 22 Lecina (La) 3 0 19 21 Linés 2 0 10 11 Ermita y Nuestra Señora de la Sierra 0 2 0 0 casa Puibayeta 1 1 9 9 SANTA MARÍA DE BUIL 20 2 107 122 Sarratiás 2 0 14 14 Sarratillo 7 0 41 50 Sarrato 2 2 17 19 Urriales 5 0 36 37 Ayuntamientos EntidadesNo excede de 500Población metros Edificios0 0 Población 0 a 31/12/19300 Notas Excede de 500 metros Viviendas3 Otros 0 De hecho 16 De derecho15 Total 51 8 317 347 SARSA DE SURTA Bagüeste 11 18 60 6412 Bellostas (Las) 17 16 61 78 Coscollar (El) 3 6 21 21 155 Gallinero Bajo 1 1 5 5 Paúles 12 17 60 62 SARSA DE SURTA 25 35 90 108 No excede de 500 metros 0 0 0 0 Excede de 500 metros 1 2 0 0 Total 70 95 297 338 SARVISÉ Asín de Broto 26 37 157 161 Buesa 27 34 175 185 SARVISÉ 20 21 136 137 No excede de 500 metros 0 0 0 0 Excede de 500 metros 2 8 14 14 Total 75 100 482 497 SECORÚN- MATIDERO Alastrué 4 3 24 25 (Se incluyen Matidero 11 3 81 87 únicamente los Miz 2 5 19 19 núcleos del Torrolluala del Obico 5 0 37 37 municipio que en años posteriores formarán parte del municipio de Boltaña) Torruellola de La Plana 9 3 56 56 Decreto 1759/72, de 30 de junio Vibán 3 4 29 31 (BOE Nº165, de 11-7) Total 34 18 246 255 SIESTE Barranco Fondo 1 1 5 7 Latorrecilla 15 7 82 103 Luparuelo 1 1 10 12 Margudgued 7 3 39 61 Morcat 6 3 40 39 Pueyo (El) 11 8 67 79 San Martín 1 1 9 9 San Velián 2 2 20 20 SIESTE 7 4 51 53 Valle (La) 5 8 45 49 No excede de 500 metros 0 48 0 0 Excede de 500 metros 1 30 0 0 Total 57 116 368 432 SIN Y SALINAS Badaín 5 4 103 57 Casa de San Marcial 1 1 7 8 Salinas 14 3 107 111 Sin 53 24 232 292 No excede de 500 metros 0 9 0 0 Excede de 500 metros 4 40 6 6

13 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell

Ayuntamientos Entidades de Población Edificios Población a 31/12/1930 Notas Ayuntamientos Entidades de Población ViviendasEdificios Otros PoblaciónDe hecho aDe 31/12/1930 derecho Notas Total Viviendas51 Otros8 De hecho317 De derecho347 SARSA DE Total 51 8 317 347 SURTASARSA DE Bagüeste 11 18 60 64 SURTA BagüesteBellostas (Las) 1117 1816 6061 6478 CoscollarBellostas (Las)(El) 173 16 6 6121 7821 CoscollarGallinero Bajo(El) 31 61 21 5 215 PaúlesGallinero Bajo 121 17 1 60 5 625 SARSAPaúles DE SURTA 2512 3517 9060 10862 SARSANo excede DE deSURTA 500 metros 250 35 0 90 0 1080 ExcedeNo excede de 500de 500 metros metros 01 02 0 0 TotalExcede de 500 metros 701 95 2 297 0 3380 SARVISÉ AsínTotal de Broto 7026 95 37 297 157 338 161 SARVISÉ AsínBuesa de Broto 2726 3734 157175 161185 SARVISÉBuesa 2720 3421 175136 185137 NoSARVISÉ excede de 500 metros 200 21 0 136 0 1370 ExcedeNo excede de 500de 500 metros metros 02 08 14 0 140 TotalExcede de 500 metros 752 100 8 482 14 49714 SECORÚN- Total 75 100 482 497 MATIDEROSECORÚN- Alastrué 4 3 24 25 MATIDERO(Se incluyen MatideroAlastrué 114 3 2481 2587 únicamente(Se incluyen los MatideroMiz 112 35 8119 8719 núcleos del únicamente los MizTorrolluala del Obico 25 5 0 19 37 1937 municipionúcleos que del en Torrolluala del Obico 5 0 37 37 municipioaños posteriores que en añosformarán posteriores parte delformarán municipio parte de del municipioBoltaña) de Torruellola de La Plana 9 3 56 56 DecretoBoltaña) 1759/72, Torruellola de La Plana 9 3 56 56 deDecreto 30 de 1759/72, junio Vibán 3 4 29 31 de(BOE 30 deNº165, junio de Vibán 3 4 29 31 (BOE11-7) Nº165, de 11-7) Total 34 18 246 255 SIESTE TotalBarranco Fondo 341 18 1 246 5 2557 SIESTE LatorrecillaBarrancoLatorrecilla Fondo 151 17 82 5 1037 LatorrecillaLuparuelo 151 71 8210 10312 LuparueloMargudgued 17 1 3 1039 1261 MargudguedMorcat 76 3 3940 6139 MorcatPueyo (El) 116 38 4067 3979 PueyoSan Martín (El) 111 81 67 9 799 San MartínVelián 12 12 20 9 209 SanSIESTE Velián 27 24 2051 2053 SIESTEValle (La) 75 48 5145 5349 ValleNo excede (La) de 500 metros 50 48 8 45 0 490 NoExcede excede de 500de 500 metros metros 01 4830 0 0 ExcedeTotal de 500 metros 571 116 30 368 0 4320 SIN Y SALINAS TotalBadaín 575 116 4 368 103 43257 SIN Y SALINAS BadaínCasa de San Marcial 51 41 103 7 578 SALINASCasaSalinas de San Marcial 141 13 107 7 1118 SINSalinasSin 1453 24 3 107232 111292 Ayuntamientos SinEntidadesNo excede de 500Población metros Edificios530 24 9 Población232 0 a 31/12/19302920 Notas No Excede excede de 500de 500 metros metros Viviendas04 Otros 40 9 De hecho 06 De derecho06 ExcedeTotal de 500 metros 774 4081 455 6 4746 TELLA Arinzué 2 2 5 5 Cortalaviña 3 5 25 2713 Estaronillo 2 4 14 1613 156 Hospital 4 6 36 36 Lafortunada 23 10 237 217 Lamiana 3 2 7 7 Miraval 1 3 3 3 Revilla 9 9 41 55 TELLA 25 19 104 120 No excede de 500 metros 0 2 0 0 Excede de 500 metros 1 24 4 4 Total 73 86 476 490 TOLEDO DE LANATA Atiart (La) 6 0 49 49 Cabezonada (La) 7 3 64 64 Fosado 17 8 153 153 Fuendecampo 6 1 65 65 SAMPER 9 2 65 63 San Juan 7 1 60 62 No excede de 500 metros 0 0 0 0 Excede de 500 metros 0 3 0 0 Total 52 18 456 456 TORLA Bujaruelo 3 1 2 2 Fragén 19 14 104 106 TORLA 80 68 425 411 No excede de 500 metros 0 23 0 0 Excede de 500 metros 3 5 0 0 Total 105 111 531 519

14 Ayuntamientos Entidades de Población Edificios Población a 31/12/1930 Notas Viviendas Otros De hecho De derecho Total 77 81 455 474 TELLAANE XOS. LasArinzué colec tividades en la comarca del Sobrarbe2 2: un estudio5 aproximativo5 Cortalaviña 3 5 25 27 Ayuntamientos EntidadesEstaronillo de Población Edificios 2 Población4 a 31/12/193014 Notas 16 Ayuntamientos Entidades Hospital de Población ViviendasEdificios Otros 4 DePoblación hecho6 aDe 31/12/1930 derecho36 Notas 36 Total Viviendas77 Otros81 De hecho455 De derecho474 Lafortunada 23 10 237 217 TELLA ArinzuéTotal 772 81 2 455 5 4745 TELLA ArinzuéCortalaviñaLamiana 23 3 52 2 25 5 7 275 7 CortalaviñaEstaronilloMiraval 23 1 45 3 1425 3 1627 3 EstaronilloHospitalRevilla 24 9 46 9 1436 41 1636 55 LafortunadaHospitalTELLA 234 25 10 6 19237 36 104 21736 120 LafortunadaLamianaNo excede de 500 metros 233 100 2 2237 7 0 2177 0 LamianaMiraval 31 23 73 73 Excede de 500 metros 1 24 4 4 MiravalRevilla 19 39 41 3 553 RevillaTELLATotal 259 73 19 9 86 104 41 476 12055 490 TOLEDO DE LA TELLANo excede de 500 metros 250 19 2 104 0 1200 NATA NoExcedeAtiart excede (La) de 500de 500 metros metros 01 246 2 0 04 49 04 49 TotalExcedeCabezonada de 500 metros(La) 731 24867 3476 4 64 4904 64 TOLEDO DE TotalFosado 73 1786 8476 153 490 153 TOLEDOLANATA DE AtiartFuendecampo (La) 6 6 0 1 49 65 49 65 LANATA AtiartCabezonada (La) (La) 76 30 6449 6449 SAMPER 9 2 65 63 FosadoCabezonada (La) 177 38 153 64 15364 FosadoFuendecampoSan Juan 176 7 18 1 153 65 60 15365 62 FuendecampoSAMPERNo excede de 500 metros 96 0 21 0 65 0 6365 0 SAMPERSanExcede Juan de 500 metros 97 0 21 3 6560 0 6362 0 SanNoTotal excede Juan de 500 metros 07 52 01 18 60 0 456 620 456 TORLA ExcedeNoBujaruelo excede de 500de 500 metros metros 0 3 03 1 0 2 0 2 ExcedeTotal de 500 metros 520 18 3 456 0 4560 Frajén 19 14 104 106 TORLA BujarueloTotal 523 18 1 456 2 4562 TORLA BujarueloFragénTORLA 193 80 14 1 68 104 2 425 1062 411 FragénTORLANo excede de 500 metros 8019 68140 23 104425 0 106411 0 TORLANoExcede excede de de 500 500 metros 800 23683 5425 0 0 4110 0 ExcedeNoTotal excede de 500de 500 metros metros 03 105 23 5 111 0 531 0 519 ExcedeTotal de 500 metros 1053 111 5 531 0 5190 Total 105 111 531 519 Población a 31/12/1930 De hecho Población a 31/12/1930 de hecho

1400

1200

1000

800

600

400

200

0 Oto Palo Plan Torla TeIIa Broto Fanlo Aínsa Fiscal Olsón Bielsa Sieste Guaso Arcusa Gistaín Sarvisé Boltaña Burgasé Bárcabo Laspuña Mediano Clamosa Abizanda Labuerda Puértolas Sin Sin Salinas y Muro de Roda de Muro Linás Broto de Sarsa Surta de Gerbe y Griébal Gerbe Bergua-Basarán Toledo de Lanata de Toledo AlbelIa y AlbelIa y Jánovas San PlanJuan de Secorún-Matidero* Morillo de de Morillo Monclús Santa María de Buil María de Santa Castejón de Sobrarbe de Castejón Pueyo (El)de Araguás Coscojuela de Sobrarbe de Coscojuela 14 14 157 13 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell

ViviendasViviendas

300

250

200

150

100

50

0 Oto Palo Plan Torla TeIIa Broto Fanlo Aínsa Fiscal Olsón Bielsa Sieste Guaso Arcusa Gistaín Sarvisé Boltaña Burgasé Bárcabo Laspuña Mediano Clamosa Abizanda Labuerda Puértolas Sin Sin Salinas y Muro de Roda de Muro Linás Broto de Sarsa Surta de Gerbe y Griébal Gerbe Bergua-Basarán Toledo de Lanata de Toledo AlbelIa y AlbelIa y Jánovas San PlanJuan de Secorún-Matidero* Morillo de de Morillo Monclús Santa María de Buil María de Santa Castejón de Sobrarbe de Castejón Pueyo (El)de Araguás Coscojuela de Sobrarbe de Coscojuela

Población de Hecho por Nucleo Población de hechoHabitado por núcleo habitado

700,00

600,00

500,00

400,00

300,00

200,00

100,00

0,00 Oto Palo Plan Torla TeIIa Broto Fanlo Aínsa Fiscal Olsón Bielsa Sieste Guaso Arcusa Gistaín Sarvisé Boltaña Burgasé Bárcabo Laspuña Mediano Clamosa Abizanda Labuerda Puértolas Sin Sin Salinas y Muro de Roda de Muro Linás Broto de Sarsa Surta de Gerbe y Griébal Gerbe Bergua-Basarán Toledo de Lanata de Toledo AlbelIa y AlbelIa y Jánovas San PlanJuan de Secorún-Matidero* Morillo de de Morillo Monclús Santa María de Buil María de Santa Castejón de Sobrarbe de Castejón Pueyo (El)de Araguás Coscojuela de Sobrarbe de Coscojuela

158

14 ANEXOS. Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

3. Población de Derecho Comarcal (distribución comarcal de la Ley 5/2003, de 26 de 3. Población de Derecho Comarcal (distribución comarcal de la Ley 5/2003, de 26 2 de febrero,febrero, de de creación creación de lade Comarca la Comarca de Sobrarbe) de Sobrarbe)2

MUNICIPIO POBLACIÓN Superficie (Km²) Densidad 1930 Densidad 1950 1930 1950 H/Km² H/Km² ABIZANDA 437 387 44,8 9,75 8,64 AÍNSA-SOBRARBE 3.479 3.024 284,8 12,22 10,62 BÁRCABO 747 643 87,9 8,50 7,32 BIELSA 1.346 919 202,4 6,65 4,54 BOLTAÑA 1.807 1.566 139,5 12,95 11,23 BROTO 1.678 1.429 128 13,11 11,16 FANLO 873 626 187,1 4,67 3,35 FISCAL 2.285 1.787 170,1 13,43 10,51 FUEVA (LA) 2.629 2.565 218,8 12,02 11,72 GISTAÍN 537 381 75,9 7,08 5,02 LABUERDA 459 338 17,8 25,79 18,99 LASPUÑA 610 535 45,3 13,47 11,81 PALO 241 245 14,4 16,74 17,01 PLAN 1.007 740 92,5 10,89 8,00 PUÉRTOLAS 1.020 835 100 10,20 8,35 PUEYO DE ARAGUÁS (EL) 514 458 62,1 8,28 7,38 SAN JUAN DE PLAN 301 260 55,8 5,39 4,66 TELLA-SIN 964 738 90,3 10,68 8,17 TORLA 892 814 185,2 4,82 4,40

TOTAL SOBRARBE 21.826 18.290 2.202,70 9,91 8,30 HUESCA 257.777 237.681 15.636,20 16,49 15,20 ARAGÓN 1.051.604 1.090.343 47.719,20 22,04 22,85

2 Instituto Aragonés de Estadística.

2 Instituto Aragonés de Estadística. 16

159 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell

ANEXO 2. Contribuciones territoriales y pecuarias correspondientes al ANEXO 2. Contribuciones territoriales y pecuarias correspondientes al 3año 1936, de año 1936, de algunos pueblos significativos de la comarca de Sobrarbe3 algunos pueblos significativos de la comarca de Sobrarbe

De De De Contribución Menos De 20 De 40 De 50 De 100 De 200 300 500 1000 (Ptas.) de 20 a 40 a 50 a 100 a 200 a 300 a 500 a 1000 a 2000 Total Nº 47 18 12 23 7 3 110 Aínsa Ptas 401,04 483,11 532,84 1595,33 960,52 741,85 4714,69 Nº 36 16 4 15 13 1 85 Arcusa Ptas 235,99 463,42 191,99 1200,71 1875,64 215,67 4183,42 Nº 130 47 13 33 13 1 1 238 Bielsa Ptas 871,96 1376,23 595,29 2358,96 1733,05 334,35 655,49 7925,33 Nº 175 37 10 32 26 8 4 1 293 Boltaña Ptas 1286,63 1058,42 448,8 2341,9 3521,32 1941,12 1270,3 547,42 12415,91 Nº 36 14 6 16 9 1 1 83,00 Broto Ptas 275,46 426,68 265,22 1056,8 1231,23 269,96 492,2 4017,55 Nº 63 27 18 49 11 2 1 1 172 Fanlo Ptas 425,39 813,06 799,26 3549,45 1416,34 437,2 803,82 1146,4 9390,92 Nº 70 20 3 30 16 1 140 Fiscal Ptas 368,4 598,27 128,87 2290,95 2217,23 483,13 6086,85 Nº 93 41 13 36 20 6 209 Gistaín Ptas 587,63 1188,44 587,83 2643,27 2711,21 1338,36 9056,74 Nº 56 14 5 13 5 1 94 Guaso Ptas 331 403,38 231,88 988,57 715,93 212,3 2883,06 Nº 24 3 2 12 12 4 1 58 Mediano Ptas 128,45 181,62 86,84 844,06 1888,25 848,15 356,12 4333,49 Nº 42 22 2 11 9 2 88 Olsón Ptas 352,89 597,12 95,95 789,44 1207,97 483,77 3527,14 Nº 32 11 9 13 13 1 79 Sieste Ptas 252,23 317,89 225,95 866,66 1693,41 217,53 3573,67

3 Contribución territorial. Riqueza Rústica, 1936. AHPH.

16 3 Contribución territorial. Riqueza Rústica. 1936. AHPH.

160 ANEXOS. Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

161 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell

Aínsa Arcusa Bielsa Boltaña Broto Fanlo Fiscal Gistaín Guaso Mediano Olsón Sieste

162 ANEXOS. Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

ANEXO 3. Elecciones de diputados a Cortes en Huesca4 28/6/1931 Diputado Partido Votos Lerroux García, Radical 27.180 Sustituido por Peire Alejandro Cabaleiro, Tomás (Radical) el 13/08/1931 Ulled Altemir, Rafael Radical 24.692 Díaz Pradas, Pío Radical 22.650 Salmerón García, José Republicano Radical 20.677 Sustituido por Lana Socialista Sarrate, Casimiro (RRS) el 30/07/1931 Mallo Castán, Joaquín Radical 19.882 19/11/1933 Diputado Partido Votos Vidal Tolosana, Agrario. Minoría 33.243 Lorenzo Popular Agraria Moncasi Sangenís, José Agrario 31.487 Romero Radigales, José Agrario 30.962 Royo Villanova Agrario 28.096 Morales, Antonio Mallo Castán, Joaquín Radical 23.158

Elecciones de diputados a Cortes verificadas el día 16 de febrero de 19365 Concurren: Frente Antirrevolucionario. José Moncasi Sangenís (CEDA) José Romero Radigales (Partido Agrario) Lorenzo Vidal Tolosana (CEDA) Cirilo Martín Retortillo (Partido Agrario) Frente Popular. Joaquín Mallo Castán (Unión Republicana) Casimiro Lana Sarrate (Izquierda Republicana) Ildefonso Beltrán Pueyo (Izquierda Republicana) Julián Borderas Pallaruelo (PS) Partido Radical. Rafael Ulled Altemir Falange Española. José Antonio Primo de Rivera Independientes de Derechas. Manuel Banzo Echenique

4 CONGRESO DE LOS DIPUTADOS - HISTÓRICO DE DIPUTADOS 1810-1977. http://www.congreso.es/ 5 Boletín Oficial de la Provincia de Huesca, 22/2/1936, n.º 44, AHPH.

163 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell Sección Municipio / Rivera Varios Blanco Beltrán Joaquín Borderas Ildefonso Retortillo Rafael Ulled José Romero Cirilo Martín José Moncasi Joaquín Mallo Lorenzo Vidal Manuel Banzo Casimiro Lana Distrito José A. Primo de Abizanda 121 118 118 115 40 36 36 31 5 Aínsa 138 151 147 147 96 67 66 61 14 5 Albella y 126 165 171 178 185 85 99 77 19 7 Jánovas Arcusa 1 94 93 95 95 33 32 32 32 48 Bárcabo 1 105 102 110 97 135 98 12 101 21 10 Bergua- 68 79 34 54 16 21 14 9 69 Basarán Bielsa 1º1ª 78 75 73 71 140 136 134 133 1 8 1 Bielsa 1º2ª 40 40 40 40 127 127 127 127 Boltaña 1º1ª 1 132 129 132 131 240 237 237 219 16 14 Boltaña 1º2ª 55 50 49 53 40 32 37 34 11 Broto 138 134 138 131 22 18 17 17 12 5 Burgasé 2 102 112 110 91 29 23 24 21 27 Castejón de 61 46 61 41 45 23 41 23 Sobrarbe Clamosa 108 105 106 100 12 5 5 5 4 3 Coscojuela de 37 41 41 40 58 57 56 54 5 Sobrarbe Fanlo 1 258 258 258 258 30 16 30 12 12 Fiscal 2 79 81 81 72 122 103 108 104 51 25 Gerbe y 117 129 121 108 80 74 75 67 2 9 Griébal Gistaín 107 111 112 110 140 136 134 123 130 2 Guaso 1 51 48 45 53 58 53 53 54 9 10 Labuerda 40 102 117 77 250 140 234 40 Laspuña 139 130 142 111 114 99 99 99 31 2 Linás de 85 89 84 2 57 44 55 43 95 4 Broto Mediano 2 54 55 56 55 49 48 74 45 2 Morillo de 551 471 600 89 436 61 146 46 Monclús Muro de Roda 160 160 160 160 Olsón 97 92 94 38 35 9 37 6 55 Oto 147 81 81 147 43 20 Palo 2 77 72 70 51 39 35 38 9 59 Plan 150 153 37 119 62 49 53 52 39 1 Puértolas 1 167 166 163 164 86 69 82 81 29 Pueyo de 67 71 71 58 88 79 77 73 6 4 Araguás (El) San Juan de 21 174 174 11 174 2 60 70 Plan Santa María 5 68 68 68 65 24 24 24 24 2 de Buil Sarsa de Surta 9 42 41 4 65 32 32 31 39 Sarvisé 121 137 135 109 13 5 15 3 32 18 Secorún 1 62 183 178 157 169 28 26 21 Sieste 48 43 43 40 60 53 58 54 4 3 Sin y Salinas 23 40 40 39 99 98 98 98 15 Tella 21 46 68 29 58 29 49 32 46 6 Toledo de 40 42 40 40 76 75 75 73 2 Lanata

21

164 ANEXOS. Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo Sección Municipio / Rivera Varios Blanco Beltrán Joaquín Borderas Ildefonso Retortillo Rafael Ulled José Romero Sección Cirilo Martín José Moncasi Joaquín Mallo / Lorenzo Vidal Manuel Banzo Municipio Casimiro Lana Distrito José A. Primo de Rivera Varios Blanco Beltrán Joaquín Borderas Ildefonso Retortillo Rafael Ulled José Romero Cirilo Martín José Moncasi Joaquín Mallo Lorenzo Vidal Manuel Banzo Torla 99 98 101 76 72 63 63 Casimiro Lana 59 31 2 Distrito José A. Primo de Total 20 3550 4662 4316 3377 3998 2449 3182 2208 1260 302 4 1 Torla 99 98 101 76 72 63 63 59 31 2 Partido de Total 27 4629 20 5846 3550 5578 4662 4316 4287 3377 5716 3998 3750 2449 31824646 2208 3422 1260 1289 302 312 4 1 6 1 Boltaña Partido de 27 4629 5846 5578 4287 5716 3750 4646 3422 1289 312 6 1 Boltaña322 42776 44803 45709 41018 52114 48696 49945 47074 6071 3531 27 5 322 42776 44803 45709 41018 52114 48696 49945 47074 6071 3531 27 5 Huesca Huesca 6 9 6 9

Quedan proclamados:Quedan proclamados:

Sección Municipio / Joaquín Mallo Castán (Unión Republicana) Rivera Varios Blanco Beltrán Joaquín Borderas Ildefonso Retortillo Joaquín MalloCasimiro Castán, Lana (Unión SarrateSerrate (IzquierdaRepublicana) Republicana) Rafael Ulled José Romero Cirilo Martín José Moncasi Joaquín Mallo Lorenzo Vidal Manuel Banzo Casimiro Lana Ildefonso Beltrán Pueyo (Izquierda Republicana)

Distrito Casimiro Lana Serrate (Izquierda Republicana) José A. Primo de Ildefonso BeltránJulián Borderas Pueyo Pallaruelo(Izquierda (PS) Republicana) Torla 99 98 101 76 72 63 63 59 31 2 José Moncasi Sangenís (CEDA) Total 20 3550 4662 4316 3377 3998 2449 3182 2208 1260 302 4Julián 1 Borderas Pallaruelo (PS) Partido de 27 4629 5846 5578 4287 5716 3750 4646 3422 1289 312 6José Moncasi 1 Sangenis (CEDA) Boltaña

322 42776 44803 45709 41018 52114 48696 49945 47074 6071 35311400 27 5 Huesca 6 9

1200 Quedan proclamados: 1000 Joaquín Mallo Castán, (Unión Republicana) Casimiro Lana Serrate (Izquierda Republicana) 800 Derechas Ildefonso Beltrán Pueyo (Izquierda Republicana) Izquierdas Julián Borderas Pallaruelo (PS) 600 José Moncasi Sangenis (CEDA)

400

1400

200

1200 0 Oto Palo Plan Tella Torla Broto Fanlo Aínsa Olsón Fiscal Bielsa Sieste Guaso Arcusa Gistaín Sarvisé Boltaña Bárcabo Burgasé Secorún Mediano Laspuña Clamosa Abizanda Labuerda 1000 Puértolas Sin ySin Salinas Muro de Roda Muro de Linás de Broto Sarsa deSarsa Surta Gerbe y Griébal Gerbe y Bergua-Basarán Toledo de Lanata Toledo de AlbelIa y Jánovas San deSan Plan Juan Morillo de Monclús Santa María de MaríaSanta de Buil Castejón deCastejón Sobrarbe 800 Araguás Pueyo de (El) Coscojuela de Sobrarbe Derechas 22 Izquierdas 600

400

200

165 0 21 Oto Palo Plan Tella Torla Broto Fanlo Aínsa Olsón Fiscal Bielsa Sieste Guaso Arcusa Gistaín Sarvisé Boltaña Burgasé Bárcabo Secorún Mediano Laspuña Clamosa Abizanda Labuerda Puértolas Sin ySin Salinas Muro de Roda Muro de Linás de Broto Sarsa deSarsa Surta Gerbe y Griébal Gerbe y Bergua-Basarán Toledo de Lanata Toledo de AlbelIa y Jánovas San deSan Plan Juan Morillo de Monclús Santa María de MaríaSanta de Buil Castejón deCastejón Sobrarbe Pueyo de Araguás Pueyo de (El) Coscojuela de Sobrarbe

21 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell

Partido de Boltaña Partido de Boltaña

0,07%

44,38%

Blanco Derechas Izquierdas

55,55%

HuescaHuesca

0,08%

48,17%

Blanco Derechas Izquierdas

51,74%

166

22 ANEXOS. Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

Ayuntamientos 1931-19366 Aínsa Nombre Cargo Años de ejercicio Sesgo político José Puyuelo Puyuelo Alcalde 1932-1934 Derecha Pedro Lacambra Pueyo Concejal 1932-1934 Derecha Emilio Lanao Lacambra Concejal 1932-1934 Derecha Antonio Cavero Giral Concejal 1932-1934 Derecha Manuel Oncins Morillo Concejal 1932-1934 Derecha Pedro Fes Pardina Concejal 1932-1934 Izquierda José Puyuelo Puyuelo Alcalde 1934-1936 Derecha Antonio Solanilla Lanao Concejal 1934-1936 Derecha Antonio Campo Buil Concejal 1934-1936 Derecha Joaquín Buetas Arnal Concejal 1934-1936 Derecha Manuel Lascorz Dueso Concejal 1934-1936 Derecha Macario Buetas Pueyo Concejal 1934-1936 Derecha Mauricio Gabás Llari Concejal 1934-1936 Derecha Pedro Fes Pardina Alcalde 1936 Izquierda José Broto Lecina Concejal 1936 Izquierda Pedro Lacambra Pueyo Concejal 1936 Izquierda José Calvo Nasarre Concejal 1936 Izquierda José Moreras Solans Concejal 1936 Izquierda Miguel Puyol Clavería Concejal 1936 Izquierda Víctor Puyol Clavería Concejal 1936 Izquierda Francisco Mur Pano Juez Municipal 1931-1936 Izquierda José Solanilla Allué Juez Municipal 1934-1936 Izquierda Suplente Agustín Royo Pueyo Juez Municipal 1931-1934 Izquierda Suplente Joaquín Lasierra Laplana Fiscal 1932-1936 Derecha Miguel Nerín Puértolas Fiscal Suplente 1932-1936 Derecha

Castejón de Sobrarbe Nombre Cargo Años de ejercicio Sesgo político Antonio Escapa Román Alcalde 1931-1933 (22 meses) Derecha Artículo 297 Manuel Cosculluela Palacio Concejal 1931-1933 (22 meses) Derecha Ídem José Laplana Lascorz Concejal 1931-1933 (22 meses) Derecha Ídem Antonio Solano Senz Concejal 1931-1933 (22 meses) Derecha Ídem Vicente Bellosta Cosculluela Concejal 1931-1933 (22 meses) Derecha Ídem Salvador Serrate Aguilar Concejal 1931-1933 (22 meses) Derecha Comisión Gestora por Artículo 29

6 Fondo del Juzgado Instructor del Tribunal de Responsabilidades Políticas. Caja J-5683/1 (AHPH). 7 El artículo 29 de la ley electoral permitía que en aquellas circunscripciones en las que el número de candidatos fuese igual al de puestos a elegir, esos quedasen proclamados automáticamente, sin necesidad de celebrar las elecciones.

167 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell

Nombre Cargo Años de ejercicio Sesgo político José Sánchez Pocino Alcalde 1933 (3 meses) Izquierda Ídem Antonio Grasa Pardina Concejal 1933 (3 meses) Izquierda Ídem Natividad Callizo Buesa Concejal 1933 (3 meses) Ídem José María Clemente Broto Alcalde 1933-1936 (3 años y 3 meses) Derecha Elecciones Abril 1933 José Cosculluela Palacio Concejal 1933-1936 (3 años y 3 meses) Derecha Ídem Ramón Lacambra Castillón Concejal 1933-1936 (3 años y 3 meses) Derecha Ídem Hipólito Seas Campo Concejal 1933-1936 (3 años y 3 meses) Derecha Ídem Andrés Escapa Lacorz Concejal 1933-1936 (3 años y 3 meses) Derecha Ídem Matías Joaquín Torres Concejal 1933-1936 (3 años y 3 meses) Izquierda Ídem José Arán Villacampa Juez 1931 (38 meses) Izquierda José Sánchez Salamero Juez Supl. 1931 (38 meses) Izquierda Joaquín Lacambra de Viu Fiscal 1931 (38 meses) Derecha Joaquín Pallás Pérez Fiscal Supl. 1931 (38 meses) Izquierda Perfecto Juste Lanau Juez 1934 (22 meses) Derecha Andrés Escapa Latorre Juez Supl. 1934 (22 meses) Derecha José Laplana Lascorz Fiscal 1934 (22 meses) Derecha Manuel Cosculluela Palacio Fiscal Supl. 1934 (22 meses) Derecha

Coscojuela de Sobrarbe Nombre Cargo Años de ejercicio Sesgo político Martín Morillo Cosculluela Alcalde 1931-1933 Izquierda Ramón Soro Bellosta Concejal 1931-1933 Derecha Miguel Broto Bardají Concejal 1931-1933 Izquierda Gabriel Cosculluela Buil Concejal 1931-1933 Derecha José Castillón Betato Concejal 1931-1933 Derecha Joaquín Lanao Buil Alcalde 1933-1936 Izquierda Ramón Capdevila Dueso Concejal 1933-1936 Izquierda Miguel Broto Buetas Concejal 1933-1936 Izquierda Antonio Lacambra Oncins Concejal 1933-1936 Izquierda Antonio Latorre Broto Concejal 1933-1936 Izquierda José Almanzor Castiella Concejal 1933-1936 Derecha Ramón Lacambra de Viu Juez 1932 Derecha Segundo Juste Pardinilla Juez 1932-1936 Derecha Joaquín Castillón Lanao Juez Suplente 1932-1936 Derecha Miguel Monclús Buil Juez Suplente 1932-1936 Derecha Joaquín Soro Pardina Fiscal 1932-1936 Izquierda José Almanzor Castiella Fiscal Suplente 1932-1936 Derecha

168 ANEXOS. Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

Foradada del Toscar Nombre Cargo Años de ejercicio Sesgo político José Castillón Vilas Alcalde 1931-? José Soler Campo Concejal 1931-1936 Santiago Mur Pera Concejal 1931-? Mariano Ricarte Nerín Concejal Manuel Gasquet Perillón Concejal Febrero 1936-Julio 1936

Morillo de Liena Nombre Cargo Años de ejercicio Sesgo político Cristóbal Senz Concejal 16/2/1936-18/7/1936 José Ferraz Castillón Concejal 16/2/1936-18/7/1936 Manuel Sopena Salamero Concejal 16/2/1936-18/7/1936 Ramón Senz Cortés Concejal 16/2/1936-18/7/1936

Fiscal Nombre Cargo Años de ejercicio Sesgo político Vicente Pérez Puyuelo Alcalde 16/2/1936-18/7/1936 Izquierda Ramón Palacio Giral Concejal 16/2/1936-18/7/1936 Izquierda Antonio Garcés López Concejal 16/2/1936-18/7/1936 Izquierda Manuel Méliz Ceresuela Concejal 16/2/1936-18/7/1936 Izquierda José Buisán Buisán Concejal 16/2/1936-18/7/1936 Izquierda Manuel Buisán Pérez Concejal 16/2/1936-18/7/1936 Izquierda Saturnino Villacampa Ortas Concejal 16/2/1936-18/7/1936 Izquierda Miguel Latre Moré Juez A partir del 11/8/1934 Derecha Antonio Picardo Capalvo Juez A partir del 11/8/1934 Izquierda Francisco Méliz Ceresuela Fiscal A partir del 11/8/1934 Derecha Salvador Buisán Villacampa Fiscal A partir del 11/8/1934 Derecha

169 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell

ANEXO 4. Comités revolucionarios en Sobrarbe8

ALBELLA Y JÁNOVAS Presidente José Castillo Sampietro ...... CNT Simón Pérez Orús ...... CNT Aquilino Dueso Pérez ...... CNT Ramón Nasarre Bellostas ...... CNT Antonio Arsegot Salamero ...... CNT Antonio Clemente Buisán ...... CNT Celestino Orús Sesé ...... CNT Gregorio Garcés Méliz ...... CNT Maximiliano Cambra Borruel ...... UGT José María Puyuelo Villacampa ...... UGT Joaquín Puyuelo Villacampa ...... UGT Pedro Pérez Puyuelo ...... UGT

LACORT Serapio Otín Borruel ...... CNT José María Pérez Culler ...... FAI (antes 19/7/36)

AÍNSA9 Presidente José Broto Lecina ...... CNT Joaquín Roure Gutiérrez ...... CNT Antonio Ibarz Chazal ...... CNT José Cubero Pueyo ...... CNT (ant. 19/7/36) José Mur Mur ...... CNT José Broto Palacio ...... CNT José Calvo Nasarre ...... CNT (ant. 19/7/36)

Otros miembros o colaboradores del Comité habrían sido: los cómicos Manuel Carmona, Abelardo García y los hermanos Giordán y Francisco Taboada Benítez, del mismo grupo de cómicos; por la CNT de Aínsa: José Clemente Bielsa, José Foradada Noguero, Guillermo Fernández, Andrés Gabás Lacambra, Leandro Viñola Castillo, Pedro Lacambra Pueyo, Justo Lacruz Broto, los hermanos Ramón y Víctor Penilla Puyuelo; por la CNT de Banastón, los hermanos Vicente y José Hernández Verdú y Sebastián Larrea Palacín y por la UGT de Aínsa: José Costa Broto, Cayetano Puyuelo Fes (delegado de compras para la Colectividad) y los hermanos Miguel Puyol Clavería y Víctor Puyol Clavería10.

8 Siempre que no se indique lo contrario, la fuente es el Fondo del Juzgado Instructor del Tribunal de Responsabilidades Políticas, caja J-5683/1 (AHPH). 9 Fondo del Juzgado Instructor del Tribunal de Responsabilidades Políticas, caja J-5683/1 (AHPH); Fondo del Juzgado Instructor del Tribunal de Responsabilidades Políticas (JB) y Archivo Municipal de Aínsa (AMA). 10 AMA.

170 ANEXOS. Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

Consejo Comarcal de Defensa (creado el 30 de septiembre de 1936) Presidente Rafael Arnal Gracia, CNT Agricultura José Broto Lecina, CNT Orden Público y Comunicaciones Giordán Taboada Benítez Abastos Sebastián Larrea Palacín Transportes José Cubero Pueyo

Otros miembros de la Comarcal habrían sido: Zenón Bosque Vidal, Leandro Viñola Castillo y Antonio Ibarz Chazal, todos de la CNT de Aínsa y los hermanos José y Vicente Hernández Verdú, de la CNT- FAI de Banastón, encargados de conducir una camioneta.

[Delegado de Abastos: Pedro Fes Pardina (presidente de UGT)]

Comité de Investigación de Aínsa José Buil Sampietro (de Coscojuela de Sobrarbe) Santiago Caballero (la CNT pedirá su destitución a principios de julio de 1937)

ARCUSA Bernabé Güerri Román Ángel Buil Altemir David Solano Viñola Benito Cavero Juste Salvador Olivar Arasanz José Albás Bellostas

BERGUA Antonio Pelay López, presidente del Comité

BOLTAÑA11 Presidente Antonio Aused Ceresuela ...... CNT (desde 1931) Marín Gazo Borruel ...... UR (secretario) Joaquín Santaliestra Jimeno ...... CNT Antonio Broto Buisán ...... CNT (ant. 19/7/36) Ramón Sánchez ...... CNT (ant. 19/7/36) Félix Lanao Escuaín ...... CNT José Aragón Puértolas ...... CNT Antonio Viu Buisán ...... CNT (ant. 19/7/36) Antonio Escuaín Sánchez ...... CNT (ant. 19/7/36) Manuel Escuaín Sánchez ...... CNT (ant. 19/7/36)

BROTO Presidente Gabriel Gracia Oliván Vocales Antonio Latre Ferrer Sebastián Felices Satué Ricardo Cosculluela Lanaspa Juan Morer Oliván

11 Fondo de la Causa General de Boltaña, AHN.

171 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell

Gabriel Morer Oliván María Jesús Capdevila Sánchez Agustín Ara

CASTEJÓN DE SOBRARBE Presidente José Sánchez Pocino ...... CNT (ant. 19/7/36) Estuvo 6 meses en el Comité. Vocales Paulino Lafalla Sarrablo ...... UGT José Raso Juste ...... UGT Estuvieron ambos 7 meses en el Comité. José Escapa Vilas (sin filiación política) Estuvo solo 3 meses en el Comité.

Por separación del barrio de Camporrotuno, los 3 barrios restantes ampliaron ese Comité con 4 miem- bros más:

Presidente José Cosculluela Palacio (sin filiación política) Antonio Grasa Pardina ...... CNT Silverio Terraza y Bielsa ...... CNT Joaquín Arasanz Raso (sin filiación política)

Otros miembros del primer Comité Revolucionario habrían sido: José Alfaro Petel, presidente de la CNT y miembro del sindicato tras el 19 de julio; Miguel Cavero Barbanoj (simpatizante del Frente Popular) e Hipólito Laplana Villacampa (sin filiación política).

También se constituyó un Comité de Justicia, integrado por: José Arán Villacampa (juez), José Alfaro Petel (suplente), Miguel Cavero Barbanoj (suplente) y José Cosculluela Palacio (presidente). Los 3 pri- meros estuvieron 3 meses en el Comité y el último un año. El Comité de Justicia de 1937 se caracteriza por estar formado por gente de derechas con una sola excepción (José Alfaro): Joaquín Lacambra de Viu (juez), José Alfaro Petel (fiscal) y suplentes, José Castillón Lanau y José Laplana Lascorz.

COSCOJUELA DE SOBRARBE Presidente Ramón Capdevila Dueso ...... CNT Vocales Joaquín Sarrato Bardají ...... CNT Joaquín Sarrato Buil ...... CNT Joaquín Raso Juste ...... CNT Ramón Bardají Capdevila ...... CNT Joaquín Soro Pardina Miguel Broto Buetas Joaquín Casabón Olivar (vocal del Comité de Abastos) Antonio Lacambra Oncins

CHARO Presidente José Puyalto Bardají ...... CNT

ESCANILLA Ramón Périz ...... CNT

172 ANEXOS. Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

FISCAL Comité Revolucionario (3 de septiembre de 1936 - 6 de febrero de 1937) Presidente José Ger Casas Vocales José Lapeña Capablo Antonio Franco Borruel Ángel Borruel Casas Francisco Jal Santolaria Secretario Miguel Capablo Ger

FORADADA DEL TOSCAR

Morillo de Liena José Ferraz Castillón (concejal del 16 de febrero al 18 de julio de 1936, presidente del Comité y del Consejo hasta el final de la guerra) Manuel Sopena Salamero (concejal del 16 de febrero al 18 de julio de 1936, secretario del Comité y del Consejo hasta el final de la guerra) Santiago Senz Salamero Gabriel Mur Senz Ramón Senz Porté Francisco Lamora Montoliu Ramón Ramí Franco

Foradada José Castillón Laencuentra

Navarri Ramón Sanz Arné (representante, concejal pedáneo de Navarri durante la guerra)

Viu Manuel Gasquet Perillón (concejal del 16 de febrero al 18 de julio de 1936, y concejal pedáneo durante la guerra)

Senz José Lanau Campo José Miranda Laencuentra

GISTAÍN12 Se constituye el 2 de agosto de 1936. Vicente Guillén Pardina, presidente de UGT Joaquín Cazcarra Peré, secretario Vicente Guillén Bielsa José Puértolas Guillén Antonio Cazcarra Guillén Baltasar Cazcarra Palacín

12 Fondo del Juzgado Instructor del Tribunal de Responsabilidades Políticas, caja J-5683/1 y J-5639/2991 (AHPH).

173 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell

GUASO13

Comité de Enlace José María Broto Martín Ramón Bardají Estartús Francisco Carruesco Nadal Joaquín Coronas

LINÁS DE BROTO Presidente José Jalle Pérez ...... CNT Antonio Satué Franco ...... presidente CNT José Manarillo Bandrés Antonio Lardiés Lascorz José Isún Fanlo ...... CNT Gregorio Loaso Arnal Tesorero Antonio Pérez Cabero

MORILLO DE MONCLÚS Vicepresidente Manuel Carrera Zazurca ...... UGT

MORILLO DE TOU14 Presidente José Buetas Solanillas ...... CNT Vocal Joaquín Lanao Miranda ...... UGT

EL PUEYO DE ARAGUÁS Presidente Joaquín Pañart Moneu Vocales José Pueyo Pardina Antonio Pueyo Fumanal Francisco Encuentra Encuentra José Pardina Pocino Ángel Costa Broto

RAÑÍN15 Presidente José Torrecilla Plana

OLSÓN16

Comité de Enlace Antifascista, 3/10/36 Presidente José Noguero Coscolluela Teniente de alcalde Gregorio Otín Olivera Concejales Martín Sánchez Broto José Petel Bardají José Loriente Fuentes

13 AMA, Sig. 384/13. 14 Fondo del Juzgado Instructor del Tribunal de Responsabilidades Políticas, Exp. 2865 y 2866 (JB) Según el Exp. 3751(JB), habría sido presidente de este Comité Joaquín Lanao Buil. 15 Fondo del Juzgado Instructor del Tribunal de Responsabilidades Políticas, caja J-5683/1 (AHPH) y Juzgado de Boltaña. 16 AMA, Sig. 149/2.

174 ANEXOS. Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

Consejo Local de Defensa, 5/12/36 Presidente José Noguero Coscolluela Información y Propaganda Martín Sánchez Broto Instrucción Pública José Petel Bardají Transportes y Comunicaciones Manuel de Antonio Economía y Abastos Carlos Cosculluela Lacambra ...... UGT Trabajo José Villacampa Solanilla

OTO Presidente Miguel Aznar Ferrer Vocales Rafael Acín Isún José Ceresuela Jal Antonio Ceresuela Felices Antonio Felices Javierre Antonio Orós Allué Isidro Noguero Ceresuela

SANTA MARÍA DE BUIL Presidente Miguel Arasanz Cavero ...... sin filiación política Vocales Ramón Vistué Sarrablo ...... CNT José Clemente Berroy ...... CNT, desde antes de la guerra Federico Buisán Capdevila Antonio Sampietro Sánchez

SARSA DE SURTA Presidente Medardo Palacios Paco ...... CNT Vocales José Arcas Nasarre ...... CNT Cosme Arcas Nasarre ...... CNT Joaquín Grasa Palacios ...... presidente CNT Gregorio Arasanz Arasanz ...... UGT

SIESTE Presidente Ángel Campo Nasarre ...... UGT Vocales Bienvenido Bielsa Cavero ...... UGT Andrés Javierre Nasarre ...... UGT Antonio Sampietro Betato ...... CNT/UGT Eusebio Vidaller Pérez ...... CNT Joaquín Sampietro Cardiel ...... CNT Juan Rabal Campo ...... CNT

TORLA Presidente Manuel López Gracia Vocales Simón Cabero Acín Ramón Viñuales López Sebastián Pérez Buil Bautista Duaso Viñuales José Bergés Pueyo

175 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell

ANEXO 5. Guion para las colectividades. Manifiesto circular17

Continuamente se dirigen a nosotros compañeros y sindicatos para pedirnos orientación y com- pañeros que les inicien en problemas de colectividad.

Nos proponemos con el presente trabajo establecer un guión o base fundamental que sirva de orientación a sindicatos, colectividades y compañeros. No pretendemos que este trabajo signifi- que lo definitivo, ya que no ignoramos que en cada comarca existen diferentes características en su riqueza, medios y producción.

Que nadie, pues, interprete como imposición nuestro trabajo, sino por el contrario como base para encauzar la orientación revolucionaria de los campesinos de Aragón compenetrados con la idea de igualdad económica, base principal para la fraternidad entre los hombres y los pueblos.

GUION para colectividades Los vecinos del pueblo de… aprueban para su desenvolvimiento económico las siguientes normas: 1.º A la colectividad podrá pertenecer todo vecino, cualquiera que sea su condición econó- mica, siempre que esté de acuerdo con este reglamento y sin distinción de organizacio- nes o partidos. 2.º Los componentes de la colectividad nombrarán un comité compuesto por un presiden- te, vicepresidente, secretario, contador, tesorero y tantos vocales como se consideren necesarios, teniendo en cuenta la capacidad de la colectividad. 3.º Este comité tendrá carácter meramente administrativo respondiendo de su gestión, en asambleas de los colectivistas, pudiendo esta renovar o destituir los cargos que no hayan cumplido su mandato. 4.º Todos los vecinos conformes con este nuevo régimen de vida, aportarán a la colecti- vidad todos los bienes que posean, como son tierras, aperos de labranza, caballerías, dinero y demás útiles del trabajo. 5.º Los colectivistas aportarán todos los animales de corral con los que tratarán de formar una granja, para fomentar la avicultura que duplicará la riqueza de estas aves; su vigi- lancia correrá a cargo de los compañeros que al efecto nombre la asamblea. 6.º Construcción de cuadras comunales para las caballerías al servicio de la colectividad con el fin de tener todas reunidas y con personal competente para su cuidado, y de esta forma el tocador de ellas dispondrá de más tiempo de descanso, y solamente las tomará cuando haya que realizar las faenas del campo o de transporte. 7.º El ganado se unirá y serán nombrados pastores de la colectividad, para cuidarlos o apa- centarlos; del sacrificio del mismo, se encargará un delegado que será el que dictaminará el que ha de sacrificarse para las necesidades de la colectividad.

17 Cuadernos de la Guerra Civil. Consejo de Aragón I, Fundación Salvador Seguí, Madrid, 1987, pp. 70-71.

176 ANEXOS. Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

8.º Almacenamiento de todos los comestibles y productos de la tierra, en locales colectivos para su mejor control. 9.º Se formará una cooperativa o varias, según la capacidad de la colectividad, que serán las que se encargarán de adquirir, por intercambio, los productos que la misma necesite traer de otras localidades y procederá a la distribución de los productos, mediante el carné de productos, y la cantidad acordada por la asamblea. 10.º El reparto de productos entre los colectivistas podrán aumentarlos o disminuirlos, se- gún las circunstancias, esto es, según la situación económica de la colectividad. 11.º Nadie podrá consumir más de lo que sus necesidades le exijan; únicamente de haber alguna excepción, la familia o el individuo tendrán que justificar su demanda, si se trata de enfermos, mediante certificado médico. 12.º La colectividad en asamblea determinará los días de vacaciones anuales que ha de dis- frutar cada colectividad. 13.º El dinero propiedad de la colectividad no tendrá otro valor que para hacer el intercam- bio con aquellas localidades que todavía, por no haber hecho ninguna transformación en el orden económico, haya necesidad de recurrir a él. 14.º Los cargos de delegados en todos los ramos del trabajo, como agricultura, explotación de nuestro subsuelo y ganadería, serán elegidos y renovados por la colectividad, advir- tiendo que su mandato sea respetado y respetados todos los colectivizados, pues en caso contrario la asamblea tomaría los acuerdos pertinentes. 15.º Todos los individuos mayores de 15 años de ambos sexos estarán obligados a trabajar para la colectividad y con relación a las mujeres casadas o inútiles serán las asambleas las que determinarán su obligación. 16.º Quedan exentos del trabajo los mayores de sesenta años, pero si su estado físico se lo permite y es voluntad de ellos, podrán realizar trabajos moderados para la mejor mar- cha de la colectividad. 17.º Todo colectivista que sin causa que lo justifique quiera apartarse de la colectividad pier- de todos sus derechos a la riqueza de la misma. 18.º Los acuerdos serán tomados en asamblea acatándose el régimen de mayoría. 19.º En caso de tener que trasladar su residencia un colectivista no se le entregará otra cosa que lo que proporcionalmente le corresponda de la existencia de producto en la colecti- vidad en la fecha que esto ocurriere. 20.º De todo cuanto los colectivistas entreguen en el acto de constitución o de la colectividad se extenderá el correspondiente recibo. 21.º La asamblea es soberana y todos sus acuerdos serán válidos aunque modifiquen los artículos del presente reglamento.

177 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell

Esto es cuanto de momento consideramos oportuno y necesario para transformar los viejos mol- des de la sociedad capitalista que hizo posible que los seres humanos se odiasen entre sí.

Labor de todo buen militante ha de ser esta de la colectividad ya que aunque penoso sea decirlo, es la realidad que algunas gentes se oponen de una manera sistemática a los avances del prole- tariado y pretenden que las cosas queden en el mismo lugar que antes estaban. Allá ellos con su responsabilidad ante el pueblo y ante la historia, pero nosotros debemos permanecer siempre en la vanguardia del progreso social, si no dejaríamos de ser lo que nos llamamos: ANARQUISTAS

Por la Comisión de Propaganda del C. Regional,

El Secretario,

178 ANEXOS. Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

ANEXO 6. Emisión de moneda local18

AÍNSA Comité Local Revolucionario

0’05 pesetas (4) Anverso y reverso de 0’10 pesetas (2)

0’50 pesetas (4) 1 peseta (4)

Comisión Gestora de Aínsa (30 agosto 1937)

Anverso y reverso de 25 céntimos (2)

18 Fuente: Colección Enrique Gistau, Boltaña (1); colección José Antonio Talón Escapa, Castejón de Sobrarbe (2); Museo de Bielsa (3); www.franbicabilletesaragonesesguerracivil.com.es/bsobrarbe1. htm (4), y www.barranque.com (5).

179 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell

Anverso y reverso de 50 céntimos (2)

Anverso y reverso de 1 peseta (2)

BOLTAÑA Consejo Municipal de Boltaña

Anverso y reverso de 0’05 ptas. (4) Vale por 0,10 ptas. (4) Vale por 0,25 ptas. (4)

Consejo Municipal de Boltaña (16 mayo 1937)

Anverso 0’25 ptas. (4) Anverso 0’50 ptas. (4)

180 ANEXOS. Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

Anverso y reverso 1 peseta (1)

Anverso 2 pesetas (3)

Consejo Municipal de Boltaña (1937)

Anverso y reverso de 0,15 pesetas (1)

Anverso y reverso de 0,25 pesetas (1)

181 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell

Anverso y reverso de 0,5 pesetas (1)

Anverso y reverso de 1 peseta (4)

Anverso y reverso de 2 pesetas (1)

182 ANEXOS. Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

BROTO

Consejo local de Broto

Anverso y reverso de vale de 50 céntimos (4)

Anverso y reverso de vale de 1 peseta (5)

Anverso y reverso de vale de 2 pesetas (4)

183 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell

ANEXO 7. Transportes colectivizados19

19 Niños de Madrid evacuados en un autobús de la línea Barbastro-Boltaña. ABC, 3 de febrero de 1937, p. 16. http://www.barranque.com/

184 ANEXOS. Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

ANEXO 8. Carta al Consejo Municipal de Guaso de varios miembros de la Colecti- vidad, reclamando el pago de los jornales que se les adeudan. 8 de mayo de 1937 Fuente: Archivo Municipal de Aínsa, Sig. 384/13

185 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell

186 ANEXOS. Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

ANEXO 9. Caja colectiva del Consejo Municipal de Arcusa y relación de ingresos a la Colectividad. 1937

Fuente: Archivo Municipal de Aínsa, Sig. 370/2

187 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell

188 ANEXOS. Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

189 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell

ANEXO 10. Artículo “Desde Aínsa. Saliendo al paso de unas insidias” Fuente: Nuevo Aragón, n.º 158, 22 de julio de 1937

Queríamos seguir callando porque somos enemigos de la polémica, y en momentos tan trascendentales como son los que estamos atravesando, perjudican en suma a la causa que todos los antifascistas defendemos, pero es tanta la bilis, cistas defendemos, pero es tanta la bilis, (sic.) Consejo Comarcal se vienen lanzando, que si no contestáramos para aclarar conceptos y permaneciéramos impasibles, nos haríamos reos de un delito que no existe, y vamos a contestar públicamente, para que todos los que sienten el antifascismo nos juzguen. Este Consejo Comarcal, compuesto por hombres pobres de inteligencia pero fuertes de voluntad, y de los cuales nadie absolutamente puede poner en duda su antifascismo, y que fue creado al calor de la Revolución por las organizaciones y partidos políticos de la comar- ca, desde el momento de su creación dedicaron todos sus esfuerzos, todas sus facultades, por lograr una transformación en el orden económico, político y social, que diera al traste con el viejo régimen arcaico de caciquismo y vasallaje. Empezamos nuestra obra pensando solo en que, cuando los compañeros que se ha- bían marchado al frente de combate a aplastar a la bestia fascista volvieran, se encontraran con un nuevo pueblo y no tuvieran que ir a mendigar al señorito un día de jornal para el sustento de su familia, como en los tiempos pasados. Para conseguir nuestro propósito empezamos por aconsejar a los campesinos que se unieran en colectividades; poniéndoles de manifiesto las ventajas de las mismas y los perjui- cios del individualismo, pero siempre que hacíamos esta propaganda la hacíamos sincera, sin coacción, sin obligar a nadie, sino todo lo contrario, aconsejando que a la colectividad había que ir con un sentido de responsabilidad colectiva y dispuestos a defenderla, o de lo contrario no ir a ella. Esta es la propaganda que en el orden de colectivismo ha hecho este Consejo Comarcal. Seguimos nuestra obra haciendo desaparecer el que un amo tuviera diez criados, no consintiendo que nadie tuviera más tierras que las que con su propio esfuerzo pudiera traba- jar, con el fin de que desapareciera el vasallaje; en fin, una gran obra de temple revoluciona- rio. Esta gran obra, en otra comarca, hubiera sido un hecho, pero nos interesa hacer constar que en esta comarca han imperado y siguen imperando, a pesar de nuestros esfuerzos, los caciques del pueblo, a los cuales por ningún concepto les podía convencer nuestra labor. Y por hacer esta obra constructiva, los timoratos, los cobardes, los que no tienen valentía para dar la cara, de una manera solapada han estado lanzando bilis sobre esta

190 ANEXOS. Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

Comarcal. Nosotros, sabiendo de dónde partían estas villanías, que procedían de elementos reaccionarios hoy y fascistas ayer, nunca les dimos importancia, pero las acusaciones que nos lanzan en estos momentos no podemos dejarlas impunes, y menos partiendo de elementos que hoy se dicen antifascistas y que tienen una misión a cumplir muy al contrario de cómo la están cumpliendo.

Nosotros nos conformamos con que nos odien, los que creyéndose aún señoritos y con derecho a explotar a la clase proletaria, les hemos hecho mella en sus intereses de burgués.

Pero por lo que no podemos transigir sin una razón que lo justifique, es que los hom- bres a los cuales el pueblo trabajador les ha confiado el que velen por el orden, sean los que den el pie a los fascistas para que arrecien sus acometidas contra nosotros.

Con motivo de que cuatro compañeros han tenido que desplazarse para aclarar una nueva maniobra que se nos hacía, por haber encontrado en la caja de la Colectividad de Aínsa unas cinco mil pesetas en plata de las cuales este Consejo Comarcal está completamen- te al margen, y que esta Colectividad lo aclarará públicamente, se ha acusado a este Consejo Comarcal de las villanías más incalificables; hoy mismo ha llegado a nuestros oídos que a la Comarcal de Aínsa se le habían cogido cuarenta y cinco mil pesetas en plata, que se había encontrado un gran desfalco en la caja de la misma, y como consecuencia, se habían llevado detenido a todo el Consejo Comarcal. Mienten los que han lanzado estos bulos y hacemos responsables a los que han efectuado el registro, si públicamente no desmienten esta manio- bra. ¿Por qué estos elementos emboscados no dicen el comportamiento y el sacrificio que esta Comarcal ha hecho por la causa? Las inconveniencias que por parte de los mismos que nos critican hemos encontrado para poder suministrar a los frentes los productos que en ellos hacían falta, a los cuales, si hasta hoy hemos podido suministrar, ha sido debido a la energía con que hemos tenido que obrar.

Y para terminar, emplazamos a todos los bulistas de mala fe, a los que llamándose compañeros dan la puñalada por la espalda, e invitamos a todos los antifascistas de nuestra comarca y de nuestra región, para que pasen por esta Comarcal y miren desde el primero hasta el último de los libros de nuestra contabilidad y vean con la honradez que los hombres de la CNT ocupan cargos.

Esta es nuestra labor y nuestra obra de responsabilidad.

Ahora que lo juzgue la masa antifascista, que tiene la palabra.

Aínsa, 18 de julio de 1937 EL CONSEJO COMARCAL DE AÍNSA

191 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell

ANEXO 11. Consejos municipales de la Comarca del Sobrarbe, febrero-marzo de 193720 BOLTAÑA (NA 13 3/2/37) / AGGC-PS Barcelona, caja 397 Presidente Marín Gazo Borruel ...... UR Jesús Bellosta Coscojuela ...... CNT Enrique Puyuelo Castel ...... IR Antonio Broto Buisán ...... CNT José Campodarbe Sanz ...... UR Antonio Viu Buisán ...... CNT José Arcas Barros ...... UR Secretario Int. Antonio Broto

SARSA DE SURTA21 (NA 20 11/2/37) / AGGC-PS Barcelona, caja 397 Presidente Alejandro Albás Albás ...... PS Hipólito Paco Palacio ...... IR Aquilino Arcas Ubiego ...... CNT Víctor Frechín Monclús ...... PS José Sánchez Nasarre ...... PS Registro Civil Antonio Broto Lanau ...... PS

MORILLO DE MONCLÚS (NA 22 13/2/37) / AGGC-PS Barcelona, caja 397 Presidente José Carrera Pardina ...... UGT Florencio Plana Gracia ...... UGT Ramón Cosculluela Bardají ...... CNT José María Vicente Clusa ...... UGT Pedro Pueyo Clavería ...... UGT José Mur Campos ...... UGT José Cosculluela Lanau ...... UGT Salvador Sazatornil Angulo ...... UGT Joaquín Solano Sazatornil ...... UGT Secretario Desiderio Solano Lafuerza

LASPUÑA (NA 22 13/2/37) / AGGC-PS Barcelona, caja 397 Presidente Francisco Ceresuela Mur ...... CNT Vicepresidente Gregorio Castillo Ceresuela ...... CNT Ramón Sesé Sesé ...... CNT Bienvenido Dueso Mur...... CNT Secretario Celestino Buesa Viñuales

20 Los consejos municipales están introducidos por su orden de aparición en el diario Nuevo Aragón. Se indica también su localización, bien en el AGGC de Salamanca, PS Barcelona, caja 397, bien en otros archivos como el AHPH o el AHN, Fondo Causa General. 21 Según el expediente de Sarsa de Surta del Fondo del Juzgado Instructor del Tribunal de Responsabilida- des Políticas, caja J-5683/1 (AHPH), también habría sido miembro de este Consejo Pablo Sánchez Paco, afiliado a la CNT tras estallar la guerra.

192 ANEXOS. Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

BERGUA (NA 23 14/2/37) / AGGC-PS Barcelona, caja 397 Presidente Agustín López Ciprés ...... FP Vicepresidente Ramón Latre Maza ...... FP Antonio Azón Gracia ...... FP Lorenzo Pardo Buisán ...... FP Miguel Lardiés Satué ...... FP José Vida Azón ...... FP José Oliván Otal ...... FP Secretario Antonio Azón

LABUERDA (NA 23 14/2/37) / AGGC-PS Barcelona, caja 397 Presidente Francisco Mora Rollán ...... FP Ramón Buil ...... FP Ramón García ...... FP Emilio Latorre ...... CNT Secretario Francisco Chéliz ...... UGT

SIESTE (NA 23 14/2/37) / AGGC-PS Barcelona, caja 397 Presidente Bienvenido Bielsa Cavero ...... UGT Martín Salinas Puértolas ...... UGT Domingo Mata Bara ...... UGT Joaquín Sampietro Cardiel ...... IR Antonio Sampietro Betato ...... CNT Secretario Juan Rabal Campo

EL PUEYO DE ARAGUÁS (NA 25 17/2/37) / AGGC-PS Barcelona, caja 397 Presidente Joaquín Pañart Coronas ...... UR José Pañart Arcas ...... UR Manuel Fantova Vigo ...... UR Joaquín Aguilar Coronas ...... UR Antonio Buetas Lalueza ...... UR Secretario Joaquín Pañart Moneu

MURO DE RODA (NA 25 17/2/37) / AGGC-PS Barcelona, caja 397 Presidente Joaquín Mur Tarré ...... UGT José Sin Bestué ...... CNT José Pardina Buir ...... UGT José Lafuerza Sazatornil ...... UGT Antonio Fumanal Pañart ...... CNT Secretario José Orrios Fumanal

193 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell

BURGASÉ (NA 25 17/2/37) / AGGC-PS Barcelona, caja 397 Presidente Sebastián Escartín Sampietro ...... UGT Vicepresidente Emilio Giral Garcés ...... CNT José Olivar Sarrate ...... UGT José Garcés Méliz ...... UR Miguel Villacampa Larrosa ...... UR Secretario Feliciano Villacampa Lacort

GUASO (NA 26 18/2/37) / AGGC-PS Barcelona, caja 397 Presidente Joaquín Pelegrín Castillo ...... CNT José Nadal Penilla ...... CNT Santiago Castillo Fuertes ...... CNT Romualdo Campodarve Solano ...... CNT Francisco Carruesco Nadal ...... CNT Secretario José María Broto Martín

TOLEDO DE LANATA (NA 26 18/2/37) / AGGC-PS Barcelona, caja 397 Presidente Vicente Lanau Solanilla ...... CNT Francisco Barbastro Cosculluela ...... CNT Ramón Barrabés Lanau ...... CNT Ángel Espuña Castillón ...... CNT Juan Fantova Pardina ...... UGT Ramón Bardají Demur ...... UGT José Falceto Garcés ...... UGT Secretario José Pesquer Puyalto

LINÁS DE BROTO (NA 27 19/2/37) / AGGC-PS Barcelona, caja 397 Presidente Lucas Oros Palacios ...... UGT José Pérez Bergua ...... UGT Tomás López Buerba ...... UGT José Jallé Pérez ...... CNT José Isún Fanlo ...... CNT

COSCOJUELA DE SOBRARBE (NA 27 19/2/37) / AGGC-PS Barcelona, caja 397 Presidente Ramón Capdevila Dueso ...... FP Joaquín Lanao Buil ...... FP Ángel Olivar Solanilla ...... FP Ramón Raso Lanao ...... FP Joaquín Sarrato Buil ...... FP Secretario Joaquín Soro Pardina

194 ANEXOS. Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

GERBE Y GRIÉBAL (NA 29 21/2/37) / AGGC-PS Barcelona, caja 397 Presidente Francisco Oncins Solana ...... IR Francisco Senz Cabero ...... IR Eugenio Juste Falceto ...... IR Antonio Angulo Arasanz ...... IR Santiago Puyuelo Campo ...... IR Secretario José Cosculluela Broto

ABIZANDA (NA 29 21/2/37) / AGGC-PS Barcelona, caja 397 Presidente Ramón Cardiel Arnal ...... UR Vicepresidente José Trallero Arnal ...... UR Joaquín Samitier Lalueza ...... UR Ángel Cortina Latorre ...... UR Joaquín Pérez Solano ...... UGT Secretario José Cardiel Escapa

SIN Y SALINAS (NA 30 23/2/37) / AGGC-PS Barcelona, caja 397 Presidente José Gistau Gascón ...... UGT Manuel Mur Mur ...... FP Antonio Turmo Mur ...... FP Mariano Ferrer Saludas ...... UGT Mariano Palacín Pardina ...... UGT Ramón Villa Mur ...... UGT Secretario José Saludas Mur

SAN JUAN DE PLAN (NA 31 24/2/37) / AGGC-PS Barcelona, caja 397 Presidente Antonio Zueras ...... UGT José Fillat ...... UGT Antonio Palacín ...... UGT Manuel Falceto ...... CNT Secretario José Bardají

FISCAL (NA 31 24/2/37) / AGGC-PS Barcelona, caja 397 Presidente Ángel Puyuelo Ciprés ...... IR Francisco Méliz Correas ...... PS Adolfo Lardiés Buesa ...... PS Andrés Ezquerra Pardina ...... PS Secretario Agapito López Sampietro

FANLO (NA 32 25/2/37) / AGGC-PS Barcelona, caja 397 Presidente Ramón Viñola Murillo ...... UGT Ramón Clemente Latre ...... UGT Manuel Palacio Ceresuela ...... UGT Miguel Galino García ...... UGT José Villacampa Ceresuela ...... UGT

195 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell

Clemente Castillo Viñuales ...... UGT Joaquín Sanz Duaso ...... UGT Secretario Manuel Buisán Villacampa

PUÉRTOLAS (NA 32 25/2/37) / AGGC-PS Barcelona, caja 397 Presidente José María Puértolas Cazcarra ...... FP Miguel Puértolas Gistau ...... FP Basilio Campo Puértolas ...... FP Pelegrín Dueso Nerín ...... FP Nicolás García Expósito ...... FP Antonio Villa Bernad ...... FP Secretario Benito Garcés Puértolas

En Listado de CM Salamanca y en NA, aparecen dos versiones: PUÉRTOLAS (NA 76 17/4/37) / AGGC-PS Barcelona, caja 397 Presidente Pelegrín Dueso Nerín ...... FP Manuel Castillo ...... FP Salvador Buerba ...... FP Antonio Villa Bernad ...... FP Bernardo Giménez ...... CNT Ramón Lascorz ...... CNT Constantino Blan Garcés ...... CNT Secretario José Puértolas

MATIDERO-SECORÚN AGGC-PS Barcelona, caja 397 Pedro Ballarín ...... IR Marcelino Muro ...... UGT Antonio Carrero ...... IR Manuel Javierre ...... IR Mariano Otín ...... UGT José Allué ...... UGT Auspicio Asín

CASTEJÓN DE SOBRARBE (NA 36 2/3/37) / AGGC-PS Barcelona, caja 397 Presidente Rufo Rodilla Cavero ...... IR22 José Arán Villacampa ...... UR Benito Grasa Pardina ...... UR Hermenegildo Arasanz Lafalla ...... UGT Antonio Grasa Pardina ...... CNT Benito Buil Cazcarra ...... IR Secretario Hipólito Villacampa Laplana

22 Según el informe que se conserva sobre Castejón en el Fondo del Juzgado Instructor del Tribunal de Responsabilidades Políticas, caja J-5683/1 (AHPH), el presidente de este Consejo habría sido José Cosculluela Palacio.

196 ANEXOS. Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

OLSÓN (NA 37 3/3/37) / AGGC-PS Barcelona, caja 397/ AMA Sig. 149/2 Presidente Ramón Borruel Frechín ...... FP José Buil Monviola ...... FP José Villacampa Solanilla ...... FP Gregorio Otín Olivera ...... FP José Escapa Plana ...... FP Joaquín Sierra Sánchez ...... FP Secretario Martín Sánchez Broto ...... FP

MEDIANO (NA 48 16/3/37) / AGGC-PS Barcelona, caja 397 Presidente Ernesto Marcén López ...... UGT Román Cester Castillo ...... UGT Pascual Gallego Ascaso ...... CNT Félix Atance Ambros ...... CNT Roberto Garcés Lorca ...... UGT Antonio Saludas Mur ...... CNT Graciano Pascual Perucha ...... UGT

SERVETO (NA 54 23/3/37) / AGGC-PS Barcelona, caja 397 Presidente Ramón Garcés Pardina ...... FP Joaquín Amado Garcés ...... UGT Vicente Mur Gabás ...... UGT Mariano Mur Mur ...... FP Ramón Ferrer Mur ...... FP Vicente Román Palacín ...... FP

ARCUSA (NA 76 17/4/37) / AGGC-PS Barcelona, caja 397 Presidente Francisco Sampietro Felices ...... PC Benito Cabero Juste ...... PC David Solano Viñola ...... IR Antonio Román Castillo ...... IR

GISTAÍN (NA 94 8/5/37) y AHPH, J-5639/2991 Presidente Vicente Cazcarra Guillén ...... FP Mariano Vila Cazcarra ...... FP José Bielsa Bielsa ...... FP Joaquín Mur Guillén ...... FP Joaquín Palacín Bernad ...... FP José Bruned Guillén ...... FP

BIELSA (NA 105 21//5/37) Presidente José Casanovas Montaner ...... UGT Antonio Solans Lerín ...... UGT Florián Moré Bernad ...... UGT Pedro Solans Lerín ...... CNT

197 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell

Juan Saludas Bernad ...... UGT Antonio Casanovas Bernad ...... UGT Joaquín Gistau Ferrer ...... UGT Secretario José Vidallé

ALBELLA Y JÁNOVAS (AHPH, Juzgado Instructor del Tribunal de Responsabilidades Políticas, Caja J-5683/1) Presidente Silvino Orús Villacampa ...... UR Pascual Sesé Allué ...... UR (antes 19/7/36) José Felices Revilla ...... UR (antes 19/7/36, presidente UR) Ramón Villacampa Riazuelo ...... UR (antes 19/7/36) José Sesé Bellostas ...... UR (antes 19/7/36) Maximiliano Cambra Borruel ...... UGT Ramón Jal Villacampa ...... UGT Pedro Pérez Puyuelo ...... UGT Eusebio Tolosana Acín ...... CNT Celestino Orús Sesé ...... CNT (antes19/7/36)

AÍNSA (AHPH, Juzgado Instructor del Tribunal de Responsabilidades Políticas, Caja J-5683/1) Pedro Lacambra Pueyo ...... CNT Joaquín Roure Gutiérrez ...... CNT Antonio Ibarz Chazal ...... CNT José Cubero Pueyo ...... CNT (ant. 19/7/36) Cayetano Puyuelo Fes ...... UGT Otros miembros de este Consejo podrían haber sido: los hermanos Miguel y Víctor Puyol Clavería (el prime- ro, fundador del Centro Obrero de Aínsa, miembro del Partido Socialista y más tarde afiliado a UGT) y José Calvo Nasarre, de CNT.

BROTO (Fondo Causa General, AHN) Presidente Gabriel Gracia Oliván Juan Morer Oliván Gabriel Morer Oliván Ricardo Coscolluela Laplana Antonio Muro Puértolas Antonio Latre Ferrer Sebastián Felices Satué

FISCAL (AHPH, Juzgado Instructor del Tribunal de Responsabilidades Políticas, Caja J-5683/1) Consejo Municipal (6 de febrero de 1937 - finales de marzo de 1938) Sebastián Escartín Sampietro Emilio Giral Garcés José Olivar Serrate José Garcés Méliz Miguel Villacampa Larrosa

198 ANEXOS. Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

SANTA MARÍA DE BUIL (AHPH, Juzgado Instructor del Tribunal de Responsabilidades Políticas, Caja J-5683/1) Presidente Miguel Arasanz Cabero ...... sin filiación política Vocales Ramón Vistué Sarrablo ...... CNT Antonio Buisán Jiménez ...... CNT Manuel Berroy Bistué ...... CNT? José Cosculluela Pérez ...... sin filiación política

TORLA (AHPH, Juzgado Instructor del Tribunal de Responsabilidades Políticas, Caja J-5683/1) Presidente Vicente Pérez Viñola Secretario Fidel Allué Ferrer Depositario Valentín Marco Pintado Vocales Domingo Pintado Pascual, Miguel Pintado Baguer y Antonio Pascual Gracia

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Consejos municipales

200 ANEXOS. Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

ANEXO 12. Acta de registro de los edificios del Consejo Local y Consejo Comar- cal de Defensa, almacenes y bodegas de los mismos y varios edificios de dicha localidad, efectuado el 11 de julio de 1937 de mutuo acuerdo. Ejército Popular de la República. 27.ª División. 122.ª Brigada Mixta. 488.º Batallón

Fuente: AGGC-Salamanca, PS Madrid, caja 2588

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202 ANEXOS. Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

203 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell

ANEXO 13. Informe que formula el teniente del Cuerpo de Seguridad, jefe del Destacamento de Aínsa (Huesca). 101.ª Compañía. (Firmado por el teniente jefe, Nicolás Lázaro) 20 de julio de 1937

Fuente: AGGC-Salamanca, PS Barcelona, caja 397

204 ANEXOS. Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

205 José Ramón Oliva Castán y Amber Jane Sewell

ANEXO 14. Informe de la situación actual de la Delegación de Orden Público de Aínsa. Firmado por el delegado, Antonio F. Sort. 26 de julio de 1937

Fuente: AGGC-Salamanca, PS Madrid, caja 2588. (1 página)

206 ANEXOS. Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

ANEXO 15. Informe de los hechos ocurridos en Aínsa el 27 de julio de 1937. Firma el delegado de Orden Público, Antonio Florit

Fuente: AGGC-Salamanca, PS Madrid, caja 2588

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208 ANEXOS. Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

ANEXO 16 1. Carta del Sindicato Único de Trabajadores de la CNT de Mediano al Comité Regional de CNT. Firmada por su secretario general, José Vidaller. 30 de sep- tiembre de 1937 2. Contestación de la Asesoría Jurídica del Comité Regional de CNT. 6 de octubre de 1937 Fuente: AGGC-Salamanca, PS Barcelona, caja 1408

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210 ANEXOS. Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

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ANEXO 17. Informe sobre la situación en Aínsa del Sindicato Único de Traba- jadores de la CNT Aínsa. Firmado por el secretario del sindicato, Andrés Gabás Fuente: AGGC-Salamanca, PS Madrid, caja 624

212 ANEXOS. Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

ANEXO 18. Plantilla de Informe de Reclamación, relacionado con la clasificación del interesado como “elemento faccioso” por la Junta Calificadora Municipal y Regional, dirigido al Ministerio de Agricultura, con fe- cha de 1938 Fuente: AGGC-Salamanca, PS Aragón, caja 51

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ANEXO 19. Artículo “Unidad del Frente y de la Retaguardia”, de Marín Gazo

Fuente: Vida Nueva. 4.ª Semana. Noviembre de 1937

214 ANEXOS. Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

ANEXO 20 1. Copia del Acta de Constitución del Frente Popular Antifascista de Aínsa, hecha en la asamblea del 26 de diciembre de 1937 2. Documentos anexos al Acta, de diciembre de 1937 y enero de 1938

Fuente: AGGC-Salamanca, PS Madrid, caja 624

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216 ANEXOS. Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

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218 ANEXOS. Las colectividades en la comarca del Sobrarbe: un estudio aproximativo

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