Organizando La Expansión.Pdf
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INSTITUTO DE INVESTIGACIONES DR. JOSÉ MARÍA LUIS MORA _________________________________________________ _________________________________________________ “ORGANIZÁNDO LA EXPANSIÓN: LA CONSTRUCCIÓN DE POLÍTICAS MILITARES EN ESTADOS UNIDOS TRAS LA GUERRA CONTRA MÉXICO (1848-1857)” T E S I S QUE PARA OBTENER EL GRADO DE DOCTOR EN HISTORIA MODERNA Y CONTEMPORÁNEA P R E S E N T A EDUARDO MÚJICA LÓPEZ Director: Dra. Ana Rosa Suárez Argüello México, D. F. Diciembre de 2010 Esta investigación fue realizada gracias al apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología You cannot qualify war in harsher terms than I will. War is cruelty, and you cannot refine it; and those who brought war into our country deserve all the curses and maledictions a people can pour out. I know I had no hand in making this war, and I know I will make more sacrifices to-day than any of you to secure peace. But you cannot have peace and a division of our country. If the United States submits to a division now, it will not stop, but will go on until we reap the fate of Mexico, which is eternal war. William T. Sherman, Letter to the City Council of Atlanta (12 de septiembre de 1864) This country has been sick, this country needs healing, this country needs medicine - in fact I'd go so far as to say that, what this country really needs, right now, is a Doctor. Harold Saxon, Doctor Who, The Sound of Drums, 2007 Dedicatoria Como de costumbre, este trabajo se lo dedico a Lupita. Sé que te mereces más pero esto fue para todo lo que me alcanzó. Con todo mi amor para ti. Desde luego también va dedicado a esos dos pequeños dolores de cabeza que mantienen en balance mi migraña: Dina y Leo. A Dina, mi hija, porque me abrió de lleno el corazón, demasiado atareado y pretencioso como para disfrutar la contemplación de la nada. A Leo quien con todos sus tropiezos me ayuda a andar más recto. Del mismo modo, va dedicada a mis padres José y Susana, que siempre me han impulsado a cumplir con mis sueños, si bien estos no siempre han sido de su agrado. A mi hermano Daniel quien es un gran ejemplo de constancia y a Isabel, mi abuela, por quererme tanto. No puedo olvidar a mis compañeros de generación, todos y cada uno, por ayudar a integrarme. A aquellos más cercanos: Omar, Julio y Águeda, por la paciencia sin límites que demostraron al citarse conmigo. Y a los demás, quienes desde las diferentes trincheras de la investigación histórica me mostraron las muchas facetas que pueden hallarse en un objeto de estudio -¡oh sueño braudeliano de historia total!-: Juan Pablo, Mercedes, Gisela, Rogelio, Cecilia, Juan Carlos, Eduardo e Indra. Agradecimientos El presente estudio no habría podido realizarse sin la fraternal guía de la Doctora Ana Rosa Suárez Argüello, quien con una paciencia infinita me dirigió la elaboración y redacción de esta tesis. Del mismo modo, se debe tomar en cuenta los consejos vertidos por el consejo sinodal compuesto por los doctores Luis Gerardo Gurza Lavalle y Bernardo Manuel Ibarrola Zamora, mismos que permitieron llevar la investigación a buen término. Dentro del claustro académico del Instituto Mora agradezco profundamente las luces que vertieron en mi formación académica los doctores Luis Gerardo Morales, Oscar de los Reyes, Luis Jáuregui, Laura Muñoz, Alejandro Monsivaís, Beatriz Rojas, Marisa Pérez y un largo etcétera, pues cada uno me iluminó luengos espacios del camino de la investigación académica. También se agradecen las muchas amabilidades que el personal técnico y operativo del Instituto tuvo conmigo, de esta forma, doy gracias a Lorena Navarro, Ariana Villareal, Aurea Castellanos, Carlos Arellano, entre muchos otros. Finalmente agradezco al maestro Juan Brom, quien de una manera apasionada, interesada y amable me condujo al camino de la escritura de la historia. Índice Índice. Introducción viii 1. Estados Unidos ante la gran expansión de 1845-1848. 1 La tradición militar estadunidense. 1 La era de las milicias. 1 Una difícil convivencia, la relación entre milicias y regulares. 8 El viejo modelo militar. 22 El final del gobierno de Polk. Expansionismo de bajo costo. 35 Paradojas de la guerra. 35 La expansión más allá de lo contiguo. 43 El estado de las cosas tras la guerra. 47 Consecuencias políticas. 52 Conclusiones. 55 2. El retorno Whig. Hacia un nuevo arreglo. 58 Un soldado en la Casa Blanca. 58 El proyecto de Taylor. 58 La propuesta tayloriana 61 La pacificación de la frontera. 64 La fiebre del oro. 68 Tratados de límites y guerras con los indios. 72 La construcción de la política militar hacia el exterior. 76 Problemas del estamento militar. 82 Millard Fillmore y el Compromiso de 1850 85 Un reacomodo urgente 85 Demarcando la frontera 89 La frontera de altamar 97 Hacia la reorganización de las Fuerzas Armadas 100 Las elecciones de 1852 104 El proyecto de Fillmore 104 Tregua en la Frontera 109 Más allá de la expansión continental 114 Reforzando las fuerzas Armadas 119 Conclusiones 124 3. El giro demócrata: la ampliación de las fuerzas armadas 127 El retorno demócrata 127 Cambio de administración 127 La guerra india 130 El rompimiento regional 133 El contexto internacional 135 Un cambio en la política militar 145 Cambio de legislación 150 La crisis de los grandes partidos 150 La sangrante Kansas 153 Diplomacia sobre la armada 157 El resultado: La política militar ante la Guerra Civil 1855-1861. 160 Los estertores de un sistema 160 La guerra mormona 166 De vuelta a Kansas 169 La frontera marina 171 El fin de una era 173 Conclusión 175 Conclusiones Generales 178 Siglas y Referencias 183 Introducción El propósito de este trabajo es relatar la manera en que, en uno de los periodos más complicados de la historia de Estados Unidos, los líderes de esta nación idearon mecanismos que les permitieran defender al mismo tiempo y cuidar las diversas estructuras institucionales, económicas y culturales que daban forma al país. Para hacerlo, se estudian las diferentes políticas militares emprendidas por las administraciones que van de 1848 a 1857. Siendo las fuerzas armadas uno de los medios a través de los cuales se pueden seguir las transformaciones que ocurren en una sociedad, esta investigación muestra que, las estadunidenses de mediados del siglo XIX se hallaban insertas en un proceso de reforma estructural, en el que poderosas tradiciones políticas y militares se enfrentaron a cambios tecnológicos profundos que, a su vez, alteraron los roles y las funciones de las instituciones castrenses. Por otra parte, el marco espacial y los enfrentamientos regionales habrían de significar importantes retos para estas últimas. Estados Unidos inició su vida política con una disputa dividiéndolo en torno a la ley que los constituiría: por un lado, los antifederalistas creían que el poder central mermaba los derechos de las partes para prosperar en libertad, ya que interpretaban como el principio de una tiranía el establecimiento de instituciones tales como el ejército o un ejecutivo demasiado fuerte; por otra parte, los federalistas clamaban por la erección de un Estado federal sólido, con instituciones firmes que ayudaran a crecer a la joven nación. En el terreno militar, la disputa entre ambas facciones terminó en un virtual empate con el establecimiento de la Constitución en 1787 y la Carta de Derechos en 1789, pues prevalecieron elementos concretos de cada modelo: el Estado centralizado existiría con la aparición de la presidencia, la cual estaría a la cabeza de un fuerte ejército de línea; en cambio, el Estado confederado sobreviviría en las milicias. La existencia de dos formas diferenciadas de garantizar la defensa de la soberanía significó el reconocimiento de formas distintas de entender al Estado y fue parte viii del nacimiento de la democracia estadunidense. Sin embargo, lo que sirvió en 1787 difícilmente sería igual de efectivo 65 años después, más aun con la serie de cambios que se habían presentado tanto en los objetivos de las fuerzas armadas como en los medios disponibles para conseguirlos.1 Entre esos cambios, la expansión económica y territorial provocó mayores exigencias en materia de defensa. El ejército se había vuelto demasiado pequeño para las tareas de un territorio tan amplio. La marina no podía mantener su tamaño reducido cuando los intereses mercantiles se extendían por todo el globo. Tradicionalmente se había confiado en las fuerzas civiles para llenar los vacíos que las fuerzas permanentes no cubrían, pero la milicia demostró un nivel muy bajo de eficacia desde la guerra de 1812, cuando en múltiples ocasiones fue derrotada por las fuerzas británicas, además de la imposibilidad legal de tomar un papel ofensivo, como sucedió durante la guerra contra México. Asimismo, los avances tecnológicos de la primera mitad del siglo XIX dictaron una agenda de transformaciones para las fuerzas armadas de todo el mundo. El desarrollo de los medios de comunicación obligó a replantear la forma en que la guerra debía realizarse; así, ferrocarriles, canales, barcos de vapor y telégrafos volvieron más sencillos los traslados y las evoluciones de un ejército en marcha o en formación de combate. Y a todo esto hubieron de sumarse el crecimiento demográfico, que permitió la formación de contingentes de mayor tamaño que los anteriores, y los adelantos industriales, que hicieron posible la fabricación de bastimentos, armas y municiones en cantidad similar. Los avances eran impresionantes; tan sólo en Estados Unidos, en el periodo que va de 1800 a 1850, el número de personas dedicadas al trabajo del hierro y el acero pasó de 350 a 35,000 y a las labores agrícolas de 1,400,000 a 4,500,000.2 Más allá de lo que los cambios en los transportes o en el volumen de la producción industrial significaron para la transformación de las fuerzas armadas, el 1 Deudney, Philadelphian, 1995, pp.