LOS SERVICIOS SOCIALES MUNICIPALES:

CONDICIONES MATERIALES

1. En 1991 el Departamento de Salud el mobiliario y la maquinaria de y Bienestar Social de la Excma. Di- oficina. En el capítulo de servicios putación Foral de reser- sociales locales se incluirían todos vó una partida presupuestaria, aquellos que reuniesen simultá- dentro del capítulo de inversio- neamente las siguientes condicio- nes, para la mejora de las infraes- nes: tructuras de los servicios sociales locales. Con el fin de racionalizar — tratarse de oficinas o locales de la distribución de las ayudas eco- carácter municipal, nómicas y sentar las bases para la — abiertos a toda la población del puesta en marcha de un programa municipio, esto es, que no li- plurianual de inversiones, ese De- mitasen su atención a sectores partamento encargó al Centro de particulares de la misma, y Documentación y Estudios SMS la — en los que el ciudadano pudie- realización de un informe sobre la se obtener, cuando menos, in- situación actual de los servicios formación y asesoramiento en sociales locales desde la perspec- relación a su problemática so- tiva de los recursos materiales dis- cial. ponibles. 3. La adopción de estos criterios, aparentemente arbitrarios, para la 2. La delimitación clara del ámbito delimitación del trabajo se explica del estudio, de qué recursos ma- básicamente por el carácter y el teriales debían ser objeto de aten- alcance del programa de inversio- ción, resultó ser el primero de los nes al que el estudio pretende ser- problemas a solventar y, en este vir, pero tiene también mucho sentido, el acuerdo al que llegaron que ver, ya que este programa no los técnicos del SMS y los del ci- se diseña al margen de la reali- tado Departamento de Diputación dad, con el actual estadio de de- no puede calificarse sino de cons- sarrollo de los servicios sociales cientemente pragmático. El cam- en este Territorio y con sus pers- po de estudio quedaba acotado pectivas de futuro, temas ambos por la consideración simultánea que por su trascendencia de cara de dos perspectivas distintas. a nuestro trabajo no podemos Desde la óptica de los recursos soslayar totalmente a pesar de materiales se considerarían exclu- que, en apariencia, empezamos sivamente las cuestiones relacio- sobrepasando los límites descri- nadas con el edificio, los locales y tos.

4

4. En el momento actual práctica- municipios gipuzkoanos no quiere mente en todos los municipios de sin embargo decir que la cober- Gipuzkoa existe presencia mate- tura de atención sea total. De he- rial de los servicios sociales, si en- cho, aunque éste no es objetivo tendemos por presencia material esencial de nuestro trabajo y el es- la existencia, cuando mínimo, de tudio del tema en profundidad exi- una mesa de despacho a donde la giría un planteamiento distinto y población puede dirigirse, al me- una metodología más compleja, nos unas horas al mes, a exponer los trabajadores sociales consul- sus problemas sociales a un pro- tados señalan en la encuesta toda fesional del sector. Sólo cinco mu- una serie de áreas dentro de sus nicipios rurales, Albiztur, , municipios respectivos en las que Leintz-Gatzaga, y ellos entienden que existe falta de no disponen ni siquiera de ese mí- presencia material de los servicios nimo material. sociales. La relación de estas zo- nas y los municipios a las que per- 5. Que exista presencia «física» de tenecen aparece recogida en el servicios sociales en todos los cuadro de la página siguiente.

AREAS GEOGRAFICAS CON BAJO NIVEL DE PRESENCIA MATERIAL DE SERVICIOS SOCIALES EN OPINION DE LOS PROFESIONALES CONSULTADOS1

MUNICIPIOS EN DONDE SE ENTIDADES, BARRIOS Y ZONAS CON BAJO REALIZA LA ENCUESTA NIVEL DE PRESENCIA Donostia-San Sebastián Añorga, Gros, Igeldo, Intxaurrondo (nuevo), Rekalde, Zubieta

MUNICIPIOS DE Zona rural MAS DE DIEZ Amaña, Azitain, zona rural MIL Alzóla HABITANTES Legazpia Zona rural Antxo, San Juan Tolosa Aldaba Txiki, Urkizu, Aldaba, Bedaio, zona rural Zona rural Zumarraga Zona rural MUNICIPIOS DE Deba Itziar TRES MIL A Zarimutz, Mazmela, Bolibar, Apotzaga, Mendiola, Geiao, Marín DIEZ MIL Lezo Altamira, Gaintxurizketa HABITANTES Arrana, Gurutze Poblado José Luis Aparicio Aizarna, Ibainarrieta, Lasao, Bedua, Endaia MUNICIPIOS DE Urdaneta, Elcano QUINIENTOS A Larraul2 TRES MIL Ata un San Gregorio, zona rural HABITANTES Eldua Ezkio-ltsaso Zona rural Zona rural Segura Zerain2, Mutiloa2 Otzaurte Zona rural MUNICIPIOS DE Agiñamendi, Urdanpilletamendi, llarralde, Amenarralde MENOS DE Beotibar QUINIENTOS Leauburu- / HABITANTES Txarama Parte limítrofe con y Lizartza

A este listado habría que añadir todo el término de los municipios de Albiztur y Leintz-Gatzaga. Todo el término municipal.

Para completar la información guarda relación con la actual lo- contenida en ese cuadro, añadi- calización de los centros ya que remos sólo dos observaciones: en ningún caso se propone la — El problema de las áreas geo- fórmula del cambio de locali- gráficas «marginadas» no zación del mismo para solucio-

5 nar el problema y en los únicos Del momento de la implantación dos casos en que la localización de estos dos programas en los dis- se considera o inadecuada o tintos municipios nos interesa muy inadecuada, el cambio de destacar los siguientes aspectos la misma que se propone no so- comunes: lucionaría el problema expues- to, implicaría únicamente una — Los responsables técnicos con- mejor o más racional cobertura tratados para la gestión de los de la zona ya atendida. programas son asistentes so- ciales en su inmensa mayoría, — Estamos ante un problema de en el caso de la asistencia do- poblaciones dispersas, las más miciliaria, y asistentes sociales de las veces de tamaño bastan- y auxiliares administrativos, és- te reducido lejanas y/o mal co- tos en menor proporción que municadas con el centro de tra- aquéllos, en el caso del progra- bajo del profesional, al que se ma de lucha contra la pobreza. añade un problema de forma — Su coste de contratación está de atención «desde el despa- total o mayoritanamente finan- cho»; este último aspecto de la ciado por el organismo que cuestión, aparte de ser notorio, promueve el programa —Di- queda de relieve cuando se putación o Gobierno Vasco/Di- consideran las respuestas da- putación— con partidas corres- das a la pregunta relativa a las pondientes al presupuesto de alternativas que deben darse; este programa y, lógicamente, son estas: con el objetivo de asegurar su • en nueve casos no se ofrece gestión. solución alguna, — La aportación mínima que los • en trece se habla de la ne- Ayuntamientos se obligan a cesidad de descentralizar los ofrecer en todos los casos es servicios, en términos de precisamente la de los recursos abrir nuevas oficinas, materiales, no económicos, de • en tres casos se propone la infraestructura necesaria para realización de campañas de el desarrollo de estas funcio- información y nes. • en los dos restantes el pro- blema se valora como falto 7. En estos dos últimos puntos en- de importancia. contramos las raices que explican en buena medida la situación ac- 6. A este grado de presencia de los tual. Los Ayuntamientos en su servicios sociales en los munici- oferta de recursos materiales se pios gipuzkoanos se ha llegado encuentran condicionados, en pri- básicamente —y esta cuestión mer lugar, por la disponibilidad de pensamos que es muy importan- los mismos y, en segundo, exis- te— por la vía de la implantación tiendo una cierta variedad de re- a lo largo de los años ochenta de cursos disponibles, por la mejor dos programas claves de rango adecuación de esos recursos a supramunicipal, pero cuya ges- esas necesidades. Situados ante tión se intenta descentralizar ha- la pregunta de cuáles son esas ne- ciendo intervenir para ello a los cesidades que, en el mejor de los Ayuntamientos; nos estamos re- casos, determinan la elección de firiendo lógicamente al programa esas infraestructuras, la respuesta de ayuda domiciliaria lanzado por es evidente: se necesitan locales Diputación en los años ochenta y y recursos materiales adecuados dos y ochenta y tres y al de la lu- para la gestión de dos programas, cha contra la pobreza promovido el de asistencia domiciliaria, pri- por el Gobierno Vasco en el mero, y el de lucha contra la po- ochenta y nueve. Evidentemente breza, más adelante. Las caracte- hay también otros factores que en rísticas de los locales destinados mayor o menor medida explican a servicios sociales en los distin- en cada caso concreto la situación tos municipios, su ubicación en de los servicios sociales en un mu- determinados edificios concretos, nicipio determinado, pero ésta es la frecuencia con que se presentan una cuestión a la que ya nos re- problemas de barreras, la ausen- feriremos más adelante. cia de planificación que ponen de

6 relieve los frecuentes cambios de problemas que pueden ser solu- direcciones... no son sino la con- cionados o paliados por los ser- secuencia de esta forma peculiar vicios sociales está suficiente- de implantación y crecimiento de mente informada y orientada —se los servicios sociales en este Te- sigue trabajando demasiado rritorio. «desde los despachos», como he- 8. Este esquema interpretativo, sim- mos señalado en el apartado cin- plista como todo esquema e in- co— lo que sí es bastante evidente capaz de explicar una gran diver- es que tenemos ya aquí el em- sidad de realidades, se enriquece brión de lo que pueden ser en el y complejiza si se hace intervenir futuro los servicios sociales de en el análisis al primero de los base, tema sobre el que volvere- puntos que se recogen en el apar- mos un poco más adelante. tado seis, la aparición en los Ayun- 9. Y para completar el panorama de tamientos de la figura profesional los servicios sociales locales, tres del asistente social, figura que en cuestiones más que intentaremos muchos de ellos ha alcanzado ya exponer brevemente. una antigüedad de ocho o nueve años. Responsable en origen prin- Antes de la puesta en marcha del cipalmente de la gestión del pro- programa de asistencia domicilia- grama a cuyo abrigo ha sido con- ria, existían ya en muchos muni- tratada, el asistente social des- cipios servicios, programas y, par- pierta en mayor o menor grado ticularmente, centros del campo expectativas entre los responsa- de los servicios sociales en mayor bles técnicos y políticos de los o menor grado vinculados con los Ayuntamientos y entre la pobla- Ayuntamientos y fundamental- ción del municipio y asume, tam- mente relacionados con el área de bién en mayor o menor grado, la tercera edad y en menor pro- funciones propias de su profesión porción con la de pobreza1. En por encima de las estrictas que este terreno es claramente discer- justificaron en su día su aparición. nible la existencia de fuertes di- La variabilidad que este elemento ferencias entre unos y otros Ayun- introduce entre unos y otros tamientos. Ayuntamientos es mucho más Con posterioridad a la puesta en elevada que la que se derivaba de marcha del programa de asisten- la implantación de unos progra- cia domiciliaria, han sido nume- mas dotados de personal y es- rosas las propuestas de progra- tructura en proporción a la pobla- mas realizadas a los Ayuntamien- ción atendida. Según el terreno en tos por parte de instituciones que se mueve el asistente social supramunicipales. Diputación y esté mejor o peor «abonado» y se- Gobierno Vasco, dentro de un gún el profesional adopte una ac- campo que, en sentido amplio, titud más activa o más burocráti- podríamos denominar de bienes- ca, la implantación y desarrollo de tar social. Estamos pensando en los servicios sociales municipales, los programas de contratación de en una u otra medida cofinancia- técnicos en prevención de dro- dos, es mayor o menor y, lógica- godependencias, de animadores mente, en la misma medida son de calle o socioculturales, de di- mayores o menores los recursos namizadores de empleo... pensa- materiales necesarios y los dis- mos también en las oficinas mu- ponibles. nicipales de información al con- Lo que se puede afirmar con ca- sumidor... A diferencia de los rácter general es que estos pro- programas de asistencia domici- fesionales, que trabajan en estre- liaria y de pobreza, la implanta- cha relación con los servicios so- ción a nivel municipal de esta va- ciales de Diputación, garantizan riada gama de programas ha sido ya, como mínimo, a la población que se lo requiera, información y orientación en materia de servi- 1 Funcionaban también, evidentemente, centros cios sociales. Aunque esta situa- especializados en minusvalías y en infancia y juven- ción está lejos de significar que tud, pero su presencia en un municipio concreto no toda la población gipuzkoana con solía implicar una relación estrecha con el Ayunta- miento, dada su vinculación a Diputación.

7 sensiblemente menor como me- lo mismo, la práctica inexisten- nor ha sido su grado de continui- cia de políticas de promoción y dad. Nos encontramos por tanto prevención. ahora con Ayuntamientos que to- — la ausencia de planificación, de davía mantienen la totalidad o al- objetivos claramente diseña- gunos de los programas que en su dos a medio y a largo plazo y día asumieron frente a otros que la consecuente precariedad de ni siquiera solicitaron el acceso a los recursos puestos en mar- los mismos. cha, los humanos entre ellos, Por último, y aunque resulte ob- sujetos con excesiva frecuencia vio, subrayar que hablar de ser- a condiciones de eventualidad vicios sociales locales equiparán- difícilmente explicables desde dolos a servicios sociales muni- una perspectiva global. cipales en un Territorio en donde 12. Y si éste es el diagnóstico de la las diferencias en términos de po- situación, el núcleo del tratamien- blación van de uno a algo más de to que hay que preconizar es el de dos mil, sería ya, con independen- la estructuración y consolidación cia de todo lo anterior, hablar de de la red de servicios sociales de realidades muy heterogéneas. base, unidades polivalentes de ac- tuación que tienen como objetivo 10. En definitiva, cuando estamos ha- central el desarrollo de la acción blando de servicios sociales lo- comunitaria a través de políticas cales, estamos diciendo asistencia de promoción y prevención y la domiciliaria, lucha contra la po- coordinación en su área de in- breza, alguna de las funciones fluencia de los diversos sectores propias de un servicio social de de los servicios sociales y de éstos base y, a partir de ahí la diversidad con las otras esferas del bienestar más absoluta, puesta clarísima- social. Este es el territorio del asis- mente de manifiesto en términos tente social, el terreno donde la económicos por los estudios en- polivalencia de su formación al- cargados por Diputación sobre canza pleno significado y no en el gasto público en servicios socia- de la gestión y administración de les en los diferentes Ayuntamien- programas. Las unidades de base tos gipuzkoanos. que en Francia se constituyen a 11. A nuestro juicio, y en esto cree- partir de sectores de tres mil/cinco mos coincidir tanto con los técni- mil habitantes, en Italia en torno cos del Gobierno Vasco como con a esta última cifra y en Gran Bre- los de Diputación y buena parte de taña a partir de los siete mil, tie- los que trabajan en los Ayunta- nen por su dimensionamiento vo- mientos, el sector de los servicios cación municipal o, en los ayun- sociales, sobrepasados los nueve tamientos más pequeños, años de vigencia de una Ley que supramunicipal a partir de fór- le abrió las puertas a un creci- mulas mancomunadas. miento sin parangón con el resto Los servicios sociales de base no de los sectores de la administra- son evidentemente la panacea ción pública, está «pidiendo a gri- para todos los problemas, son un tos» una reestructuración en pro- eslabón, pero un eslabón funda- fundidad, una reordenación que mental y que en este Territorio no aborde la solución de los proble- existe, para el desarrollo de una mas que en estos momentos pue- determinada concepción filosófi- den estar hipotecando gravemen- ca de los servicios sociales, en te el desarrollo del sector: concreto la defendida por nuestra Ley de Servicios Sociales. — las fuertes desigualdades inter- municipales, Recorrer el camino que en países — la primacía de lo sectorial, los con políticas sociales más avan- desequilibrios sectoriales y la zadas parece irreversible, es en descoordinación sectorial, estos momentos casi tan difícil — la descoordinación de los ser- como necesario, va a exigir indu- vicios sociales de las otras es- dablemente superar problemas feras del bienestar social, de toda índole, y es indudable que — la ausencia de una política uni- si no existe voluntad de hacerlo, versalista o, lo que viene a ser no se estudia el modelo más ade-

8

cuado y no se arbitran los medios — su estrecha vinculación con la necesarios, la red de servicios so- implantación de programas su- ciales de base no se va a estable- pramunicipales, y cer espontáneamente ni como subproducto del desarrollo de los — la precariedad de la oferta de servicios sociales sectoriales. Al- locales disponibles, disponi- gunos intentos dispersos y bal- bles, claro, para servicios socia- bucientes se están emprendiendo les ya en los principales municipios gipuzkoanos mezclados con pro- Alguno de los actuales centros de yectos descentralizados; no esta- Donostia-San Sebastián, el de mos hablando sin embargo de Alza en concreto, aunque es po- realidades tan atípicas, para em- sible que en mayor o menor me- pezar a aprender algo sobre el dida también otros, asume funcio- tema tampoco hay que ir más le- nes de servicio social de base, si jos de Alava, por ejemplo2. bien el desempeño pleno de este papel se encuentra fuertemente li- 13. El proceso de descentralización de mitado por los bajísimos ratios de los servicios sociales municipales personal profesional y por la ne- puede estar relacionado o no con cesidad de garantizar el funcio- el de creación de esa red primaria namiento adecuado de progra- o generalista de servicios sociales mas concretos. de base que se preconiza en el apartado anterior, dependiendo Cuatro municipios, con más de ello del carácter más o menos de- diez mil habitantes cada uno, partamentalizado que tengan los —, Azkoitia, Eibar y Za- servicios sociales en un munici- rautz— cuentan con dos centros pio, del modelo que se adopte de de servicios. La duplicación de descentralización, del alcance que centros no obedece, tampoco en se pretenda dar a la misma y, asi- este caso, a una política determi- mismo, del modelo elegido de im- nada de carácter descentralizador. plantación de servicios sociales Parece el resultado, más bien, de de base. En el caso concreto de factores que escapan un tanto del Gipuzkoa, vamos a verlo ahora, se ámbito de las decisiones munici- trata en lo esencial de cosas in- pales. Han sido, en concreto, la in- dependientes. corporación de nuevos recursos humanos propiciada por la im- El municipio con mayor número plantación del Programa de Lucha de centros de servicios sociales de contra la Pobreza, sumada a la fal- los investigados en este trabajo ta material de espacio en los lo- es, como resulta lógico, el de Do- cales ya existentes para que estos nostia-San Sebastián que dispone nuevos profesionales pudiesen de un total de diez, localizados en desempeñar sus funciones, los los siguientes barrios: Alza, Ama- elementos desencadenantes de ra, Antiguo, Bidebieta, Egia, Gros, este proceso en los cuatro muni- Intxaurrondo, Loiola, Martutene y cipios en que se produce; esta- Parte Vieja. No cabe duda que mos hablando por tanto de des- puede hablarse con razón en este concentración, no de descentrali- caso de descentralización de ser- zación. Esta apreciación se vicios por mucho que se trate de refuerza si a lo anterior se añade un proceso un tanto «sui generis» que, tanto en el caso de Andoain mediatizado, desde la perspectiva como en el de Azkoitia y Eibar, una de nuestro trabajo, por tres cues- de las reivindicaciones que los tiones: profesionales plantean de forma explícita es precisamente la de — la inexistencia de una política y concentrar los recursos, la de dis- una planificación claras con poner de un solo local de trabajo respecto al tema, para la gestión de todos los pro- gramas en aras de una mejor coordinación. En el Mapa de Servicios Sociales de Gipuzkoa De descentralización de servicios, abordamos el tema de los servicios sociales de base en sentido más o menos estricto, con mayor extensión y profundidad y a su lectura sólo puede hablarse a nivel de remitimos al lector interesado. municipios de más de diez mil ha- bitantes en términos de «proyec-

9 tos bastante vagos» —éste sería y de planificación, determinar con el caso de Irún— o en términos de precisión los recursos materiales «necesidades sentidas», lo que, de que deben dotarse unos ser- en definitiva resulta por lo menos vicios cuya naturaleza, cuyos fines igual de vago; en esta última si- y estructura, cuyo dimensiona- tuación se encuentran Pasaia —la miento... no están perfilados cla- cobertura de Donibane y Antxo se ramente, resulta a todas luces pre- considera precaria y el problema maturo. se valora como importante— y los municipios de Eibar, Elgoibar y Es evidente sin embargo que in- Tolosa cuyas zonas rurales, rela- cluso en un marco como el ex- tivamente desentendidas, plan- puesto se pueden percibir, desde tean, en opinión de los profesio- la perspectiva de nuestro trabajo, nales, la necesidad de establecer carencias y disfunciones de una algún tipo de fórmulas descentra- naturaleza tal que, sean cuales lizadoras. sean las decisiones que se adop- ten respecto a los servicios socia- les locales, deben ser subsanadas A este mismo nivel de plantea- ya que su supervivencia entra en miento, el de «necesidades senti- contradicción con principios ge- das», se mueven los responsables nerales de funcionamiento de los de municipios más pequeños servicios sociales. —Lezo y Zestoa— e incluso cla- ramente rurales como Asteasu La solución del problema a corto —en relación al municipio de La- o medio plazo no puede ser otra rraul—, , Berastegi y Be- que la del establecimiento de unas launtza. condiciones mínimas, vinculadas a esos principios generales de El panorama de la «descentrali- funcionamiento, que deben cum- zación» de los servicios sociales plir todos aquellos proyectos que municipales se completa señalan- se presenten para obtener sub- do que existe un municipio rural, venciones del programa de inver- -Gaztelu con tres centros siones de Diputación; al menos de distintos de atención al público esta forma puede garantizarse abiertos, eso sí, muy pocas horas que de los esfuerzos que se rea- al mes en Leaburu, Txarama y licen en este terreno el campo de Gaztelu. los servicios sociales va a obtener una rentabilidad positiva. Lo que parece cierto en cualquier caso a la vista de los resultados Los criterios básicos o mínimos obtenidos es que por encima de que se ha decidido tener en cuenta la frontera de los dieciocho-veinte aparecen recogidos en los si- mil habitantes, sin que esta fron- guientes apartados. tera deba considerarse estricta, el 15. Uno de los indicadores más ex- tema del crecimiento o la amplia- presivos de la ausencia de una po- ción de los servicios sociales en lítica específica en materia de ser- un municipio determinado tendría vicios sociales locales y de la falta que abordarse considerando el de planificación y perspectivas de tema de la descentralización por futuro es la provisionalidad de los la vía, previsiblemente, de la crea- locales que se destinan a ellos, ción de servicios sociales de base. provisionalidad que queda de ma- 14. Estas son a grandes rasgos las nifiesto tanto en la frecuencia de coordenadas en que se mueven los cambios que se han venido los servicios sociales locales o produciendo en la última década municipales en nuestro territorio. como en el carácter todavía no- definitivo de muchos de ellos. Intentar en este contexto hetero- géneo, falto de objetivos comunes

10 PERSPECTIVAS N.° DE VECES DONOSTIA/ MAS DE ENTRE 3.000 Y ENTRE 500 Y MENOS DE TOTAL FUTURAS QUE SE HAN SN. SN. 10.000 H. 10.000 H. 3.000 H. 500 H. PRODUCIDO CAMBIOS

PROVISIONAL NINGUNA 2 1 3 CAMBIOS A CORTO PLAZO UNA VEZ 3 1 2 6 DOS VECES 1 1 TRES VECES Y 1 1 MAS

PROVISIONAL NINGUNA 3 3 2 2 1 11

UNA VEZ 1 1 1 2 5 DOS VECES 1 1 EMPLAZAMIENTO NINGUNA 6 4 14 10 34 DEFINITIVO UNA VEZ 1 3 5 5 4 18

DOS VECES 1 1 1 3

1 5 4 10 TRES VECES Y MAS NS/NC 1 3 4 TOTAL 10 23 18 26 20 97 En la más favorable de las hipó- El problema de los cambios de tesis, suponiendo que: ubicación de locales tiene o puede tener trascendencia económica — los servicios que han cambiado pero, siendo éste un asunto grave, de local tres y más veces, sólo más preocupante resulta todavía lo han hecho tres veces, y la imagen de provisionalidad que — los locales que en estos mo- ofrecen a la población, en su etapa mentos se consideran provisio- de implantación y lanzamiento, nales van a dejar de tener este unos servicios cuya dirección pue- carácter con una sola nueva de resultar hasta difícil de obtener. ubicación más, nos encontramos con que para lle- A la vista de esta situación parece gar a noventa y siete centros de- evidente la necesidad de introdu- finitivos se han materializado ya o cir dos criterios obvios a la hora se tienen que materializar en el fu- de plantearse la posibilidad de turo ciento noventa y tres decisio- subvencionar inversiones fuertes nes distintas de localización, lo en la adecuación de locales ya que supone un ratio -descontando existentes o en la adquisición y/o los NS/NC- de 2,07 locales distin- adecuación de nuevos: tos por local definitivo, ratio cuyo — No se puede favorecer ninguna valor aumenta a medida que au- inversión sustancial en locales menta el tamaño de los munici- que en mayor o menor grado pios que se consideran: parecen tener carácter provi- — Donostia/San Sebastián, 2,70, sional, situación en la que se — municipios de más de diez mil encuentran veintiocho de los habitantes, 2,43, noventa y siete centros de ser- — municipios de entre tres mil y vicios sociales municipales. diez mil habitantes, 2,38, — Para el acceso a subvenciones — municipios de entre quinientos para la adquisición de nuevos y tres mil habitantes, 1,64, locales habría que garantizar — municipios de menos de qui- en la medida de lo posible, me- nientos habitantes, 1,30. diante los informes correspon-

11 dientes, la adscripción definiti- de Supresión de Barreras Arqui- va de esos locales al campo de tectónicas y siete de la aprobación los servicios sociales. del Reglamento correspondiente puede parecer un sinsentido pero, 16. Otro criterio, también aparente- a la vista de los resultados, son sin mente obvio, que debe conside- duda los hechos los que resultan rarse es el de la accesibilidad de insensatos. Cincuenta y seis de los los locales. No deben favorecerse noventa y siete centros investi- inversiones sustanciales en la gados plantean problemas de ba- adquisición o reforma de locales rreras en tal grado que, a título in- que presenten problemas de ba- dicativo, una persona en silla de rreras arquitectónicas cuya supre- ruedas con la ayuda de un acom- sión resulta o imposible o tan cos- pañante no podría acceder a ellos. tosa que hace merecedoras de es- Este es el resumen de la situación tudio otras alternativas. Defender actual acompañado de la valora- explícitamente este principio tras ción que los profesionales con- diez años de vigencia del Decreto sultados realizan del problema.

ESTRATO DE MUNICIPIOS N.° DE UNA PERSONA EN SILLA DE RUEDAS VALORACION DEL CENTROS PROBLEMA COMO ACCEDE SOLA ACCEDE CON NO IMPORTANTE POR PARTE ACOMPAÑANTE ACCEDE DE LOS PROFESIONALES

DONOSTIA/SN.SN. 10 3 3 4 i MAS DE 10.000 H. 23 10 3 10 8

ENTRE 3.000 Y 10.000 H. 18 8 4 6 5

ENTRE 500 Y 3.000 H. 26 4 3 19 4

MENOS DE 500 H. 20 1 2 17 5

TOTAL 97 26 15 56 22

Existe un único interlocutor para estos diez centros que valora el problema como importante.

Casi en términos de curiosidad so- 17. La naturaleza del edificio en que ciológica puede señalarse que es se encuentran los locales desti- en los municipios más pequeños, nados a servicios sociales es un en los de menos de tres mil ha- aspecto que debe ser considerado bitantes, en donde la prevalencia puesto que puede contribuir a fre- del problema es mayor y donde, nar o distorsionar el desarrollo de aparentemente, existe un más estos servicios o a favorecer su bajo nivel de sensibilidad respec- implantación. Veamos, de entrada to al mismo por parte de los pro- la situación y comentaremos lue- fesionales. go los principales resultados.

ESTRATO DE UBICACION DE LOS LOCALES MUNICIPIOS En el En oficinas En centros de serv. En centros Ayuntamiento municipales socs. sectoriales multisectoriales

N.° Valoración N.° Valoración N.° Valoración N.° Valoración negativa negativa negativa negativa Donostia/Sn. Sn. 3 0 6 6 1 0 Más de 10.000 h. 15 0 5 0 3 0

Entre 3.000 y 10.000 h. 13 0 2 0 2 2 1 0

Entre 500 y 3.000 h. 25 0 1 0

12 ESTRATO DE UBICACION DE LOS LOCALES MUNICIPIOS En el En oficinas En centros de serv. En centros Ayuntamiento municipales socs. sectoriales multisectoriales

N.° Valoración N.° Valoración N.° Valoración N.° Valoración negativa negativa negativa negativa Menos de 500 h. 17 0 3 0 TOTAL 70 0 11 0 11 8 5 0

El problema, como se aprecia in- hacer que el trabajo del servicio mediatamente en el cuadro, se cir- se vaya circunscribiendo a la aten- cunscribe a los casos de locales ción de las necesidades del colec- ubicados en centros de servicios tivo de ancianos. sociales de carácter sectorial, ho- El corolario de esta situación es gares de jubilados en diez casos y que tampoco en este caso debe- residencia de ancianos en uno. En rían fomentarse inversiones sus- opinión de la mayor parte de los tanciales en la adecuación o me- profesionales afectados, ocho de jora de locales situados en hoga- los once, y a nuestro juicio tam- res de jubilados o, por extensión, bién, la localización de los servi- en edificios cuya imagen pueda cios sociales en este tipo de cen- tros plantea importantes incon- introducir elementos de confusión venientes que pueden llegar a en relación a la naturaleza del pro- atentar seriamente contra los ob- grama que se va a gestionar o los jetivos mismos de los servicios. La servicios que se pretenden ofre- ubicación de unos servicios y pro- cer. gramas que por su naturaleza tie- 18. Además de las barreras físicas o nen vocación universal o secto- arquitectónicas a las que nos he- rial, pero no en el campo estricto mos referido en el apartado die- de la tercera edad, en centros des- ciseis existen también otras barre- tinados fundamentalmente a este ras, más difíciles de medir, que último colectivo provoca serios pueden llegar a frenar con la mis- problemas de imagen. Se suman ma eficacia que las anteriores el dos confusiones posibles, la de la acceso a los servicios a determi- población no-anciana de la zona nadas categorías de población; de cobertura que difícilmente pue- nos estamos refiriendo a la pre- de esperar una atención a sus pro- sencia, a lo largo del trayecto que blemas en un marco que le resulta va desde la calle hasta los locales, tan claramente ajeno y, particu- de conserjes, empleados de ofi- larmente, la de los propios usua- cina, policías municipales,... rios de estos centros de tercera Esta es la situación actual acom- edad que, por unas u otras vías pañada de la valoración que de la pueden tender a hipotecar el ser- misma hacen los profesionales vicio o programa en el sentido de consultados.

EXISTENTES Y VALORACION . DONOSTIA/ MAS DE ENTRE 3.000 Y ENTRE 500 MENOS COMO PROBLEMA SN.SN. 10.000 H. 10.000 H. Y 3.000 H. DE 500 H. TOTAL

No hay filtros, acceso directo 3 14 12 14 14 57 Paso por las dependencias de un hogar 6 3 2 11 Conserjes N.° de casos 1 2 1 4 Valorado como problema id. como prob. importante Funcionarios N.° de casos 2 12 6 20 Valorado como problema 4 1 5 Id. como prob. importante 2 2

13 EXISTENTES Y VALORACION DONOSTIA/ MAS DE ENTRE 3.000 Y ENTRE MENOS COMO PROBLEMA SN.SN. 10.000 H. 10.000 H. 500 Y DE 500 H. TOTAL 3.000 H. Policía N.° de casos 2 3 5 Municipal Valorado como problema 1 1 Id. como prob. importante 1 1 2 TOTAL CENTROS 10 23 18 26 20 97 La cuestión planteada no alcanza, rían ostensiblemente de unas a en términos cuantitativos, la tras- otras, pudiendo convertirse en cendencia que llega a tener la de el extremo más favorable en las barreras físicas ya que, de en- buenos «aliados» del trabaja- trada, en cincuenta y siete de los dor social. noventa y siete centros no existen — No se ha pedido opinión sobre filtros de este tipo. Por otra parte, esta cuestión en los casos de la valoración que efectúan los pro- los hogares de jubilados, una fesionales del problema cuando de las situaciones posiblemen- éste se presenta, tiende a ser más te más graves desde esta pers- benévola también que en el caso pectiva, dado el control social anterior: al que el usuario puede encon- — la presencia de conserjes no trarse sometido. plantea problema alguno; Estas situaciones, en nuestra opi- — de los veinte casos en que el nión, no deberían respaldarse usuario puede tropezar con —claramente cuando el filtro está funcionarios, sólo cinco son va- constituido por policías munici- lorados como problema y dos pales— con la subvención a in- más como problema grave; versiones sustanciales en locales — sólo cuando se trata de policías sujetos a esta especie «sui gene- municipales, cinco ocasiones, ris» de servidumbre de paso. su presencia se plantea como problema mayoritariamente. 19. Un tema aparentemente anecdó- tico desde el punto de vista de sus Son tres las razones que a nuestro costes y su financiación, pero que juicio contribuyen a explicar ese puede tener cierta importancia en mayor grado de benevolencia de relación al proceso de normaliza- los profesionales respecto a este ción y universalización de los ser- tema: vicios sociales es el de los rótulos — Así como el problema de las ba- que informan del funcionamiento rreras constituye claramente ya de los servicios en un local deter- un asunto de la profesión ante minado, entendiendo por rótulos el cual difícilmente un asistente o señalizaciones algo más que la social puede mostrarse indife- simple hoja de papel escrita a rente, la cuestión que analiza- mano o, en el mejor de los casos, mos sólo de forma más indi- mecanografiada, y pegada a la recta, por la vía del derecho a puerta o la pared con cello o chin- la intimidad de las personas, la chetas. confidencialidad... está integra- da en su cultura. No existe lo que en términos co- — Es evidente que, a pesar de que merciales se denominaría «mar- nosotros lo hayamos expresa- ca» del servicio, situación que do así, no son personajes sino trasladada al campo del sector pri- personas lo que el usuario en- vado, sería valorada como inex- cuentra en su trayecto y las ac- plicable, teniendo en cuenta los titudes de estas personas va- niveles de «facturación» de la «empresa», casi trece mil pesetas por habitante y año en 1989.

14 DONOSTIA/ MAS DE ENTRE ENTRE 500 Y MENOS DE TOTAL SN .SN. 10.000 H. 3.000 Y 3.000 H. 500 H. 10.000 H.

No existen rótulos 10 2 6 21 19 58

Existen rótulos (total) 21 12 5 1 39 • bilingües 11 7 3 1 22 • euskera 6 5 2 13 • castellano 4 4

TOTAL CENTROS 10 23 18 26 20 97

Unicamente treinta y nueve de los subvenciones a la colocación de esas noventa y siete centros investi- señalizaciones. 20. A la hora de gados están señalizados con ró- calificar las condiciones materiales tulos que puedan merecer esta de- que reúnen los locales de servicios nominación, de ellos veintidós sociales —nos estamos refiriendo a son bilingües, trece están escritos las variables temperatura, sólo en euskera y cuatro sólo en iluminación, ruido, humedad, castellano y añadiremos, ya que seguridad, conservación y limpieza— el cuadro que aparece más arriba se pueden adoptar dos perspectivas no lo refleja, que existe una gama que, evidentemente, guardan entre sí muy amplia de denominaciones un cierto grado de relación. Desde la de los servicios que, en castellano, perspectiva de los usuarios y en aras van desde «asistencia social» has- de la normalización interesa subrayar ta «asistente social» pasando por si las condiciones que reúnen estos «servicios sociales», «bienestar locales son o no aproximadamente social»... similares a las que tienen las distintas oficinas y despachos No estaría de más llegar a acuer- abiertos al público del Ayuntamiento. dos en este terreno para identifi- Estos serían desde esa óptica los car claramente el/los servicios que resultados obtenidos: se ofrecen y condicionar de algu- na manera el otorgamiento de

SIMILARES O ALGO NOTORIAMENTE TOTAL MEJORES PEORES PEORES CONDICIONES

Donostia/Sn.Sn. 7 2 1 10

Municipios de más de 10.000 h. 17 5 1 23

Municipios de entre 3.000 y 10.000 h. 15 3 18 Municipios de entre 500 y 3.000 h. 13 12 1 26

Municipios de menos de 500 h. 13 4 3 20

TOTAL 65 26 6 97

Parece evidente que, puestos a de las instalaciones del Ayunta- priorizar acciones de cierta enver- miento; operando únicamente so- gadura para mejorar estas condi- bre esa media docena de centros ciones, habría que empezar—si se quedarían resueltos más de la cumplen, claro, los anteriores re- cuarta parte de los problemas ca- quisitos— por los seis locales ma- lificados por los trabajadores so- nifiestamente peores que el resto ciales como importantes a los que

15 vamos a referirnos a continua- según sus condiciones fuesen ción, desde la otra perspectiva. adecuadas, inadecuadas pero Las condiciones materiales de los considerando el problema poco locales deben ser también valo- importante o planteasen graves radas desde la perspectiva de los problemas. Centrándonos en este trabajadores que los ocupan; en último grupo, los resultados ob- este sentido, las nueve variables tenidos son los siguientes:

investigadas han sido ponderadas

PROBLEMAS GRAVES DONOSTIA/ MAS DE ENTRE 3.000 ENTRE 500 Y MENOS DE EN RELACION A SN.SN. 10.000 H. Y 10.000 H. 3.000 H. 500 H. TOTALES

Temperatura invierno 3 3 2 2 2 12 Temperatura verano 3 1 1 5 Iluminación natural 3 5 3 1 2 14 Iluminación artificial 1 1 Ruido 7 2 2 11 Humedades 2 5 2 1 10 Seguridad 1 1 1 3 3 9

Grado de conservación 1 3 1 3 2 10

Imagen de limpieza 1 2 1 4 TOTAL PROBLEMAS 14 27 13 12 10 76

Centros sin problemas graves 6 11 10 19 16 62

Con un problema grave 1 6 3 2 1 (1) 13

Con dos problemas graves 1 5 5(1) 1 (1) 12 Con tres problemas graves 2 3 1 (1) 6 Con cuatro problemas graves 1 1 2 Con cinco problemas graves Con seis problemas graves 1 (1) 1 Con siete problemas graves 1 (1) 1 TOTAL CENTROS 10 23 18 26 20 97 Las cifras que aparecen entre pa- tros, lo que supondría resolver el réntesis en la parte inferior del cincuenta y ocho por cien de los cuadro indican que el centro o uno problemas graves. de los centros que aparecen en la misma casilla han sido calificados Se podría intentar aquilatar más desde la otra perspectiva como la situación limitando el análisis a centro cuyas condiciones materia- cuatro variables, las que en apa- les son notoriamente peores que riencia resultan más relevantes las del conjunto de las oficinas desde la perspectiva de las con- municipales. Si se mantiene el cri- diciones de trabajo —temperatura terio de mejorar las condiciones invierno, humedad, ruidos y se- de esos seis centros y se añade el guridad—. Procediendo de esa de mejorar también las de los que forma tendríamos que modificar presentan tres o más problemas únicamente la parte segunda del graves ampliaríamos el campo de cuadro anterior que quedaría intervención de seis a trece cen- como sigue:

16 DONOSTIA/ MAS DE ENTRE 3.000 ENTRE 500 Y MENOS DE SN.SN. 10.000 H. Y 10.000 H. 3.000 H. 500 H. TOTALES

Centros sin problemas graves 7 12 13 20 16 68

Centros con un problema grave 1 8 3 5 2(2) 19

Centros con dos problemas graves 1 1 2 1 (1) 2(1) 7

Centros con tres problemas graves 1 (1) 2(1) 3 Total problemas 6 16 7 7 6 42

Total centros 10 23 18 26 20 97

Acabar con todas las situaciones servicios municipales con los graves desde esta perspectiva su- que en ocasiones se comparten pondría en este caso intervenir en los locales. veintinueve centros. — Distintas valoraciones por par- te de los profesionales, presen- En cualquier caso el tema no es tándose, en condiciones simi- tan simple como aparentemente lares, exigencias totalmente se deduce de unas y otras reco- distintas. mendaciones. Cada una de las nueve variables consideradas Aunque este estado de cosas im- puede tener mayor o menor im- pide determinar claramente las portancia según el profesional de necesidades, no resulta obstáculo que se trate, la escala de grada- sin embargo para que, al menos ción de los problemas no permite en términos de mínimos, se for- más que estimaciones muy gro- mulen algunas propuestas. seras y, por último, hay que con- siderar también que alguno de los Entendemos, y entienden los pro- problemas que se apuntan —se- fesionales consultados, que el nú- guridad, humedades, grado de cleo básico para el funcionamien- conservación...— difícilmente to de los servicios sociales muni- pueden ser abordados en ocasio- cipales es en todos los casos un nes al margen de reformas en pro- despacho independiente en el que fundidad en todo el edificio. el profesional, aparte de poder de- sarrollar sus otras labores, pueda 21. Otro terreno que presenta tantas atender a los usuarios en condi- o más dificultades para el estable- ciones que garanticen adecuada- cimiento de recomendaciones mente su derecho a la intimidad. concretas es el relativo a los es- pacios necesarios para el desarro- Este mínimo puede alcanzarse in- llo de las funciones propias de los cluso con la fórmula del despacho servicios sociales locales. Se su- compartido—normalmente con el perponen aquí problemas tales área sanitaria y en otras ocasio- como: nes, menos, con el juzgado de paz o el archivo municipal— siempre — La heterogeneidad de servicios que: ofrecidos a nivel municipal, con centros en los que un solo pro- — no exista solapamiento alguno fesional trabaja una o dos ho- en lo que respecta a las horas ras a la semana al lado de es- de atención; tructuras en las que se insertan — se suavice el carácter del local una docena de trabajadores a mediante fórmulas relativa- tiempo completo en diferentes mente poco costosas que van programas. desde la adquisición de mobi- — La forma en que se organice el liario de carácter más neutro a trabajo tanto en relación a los la instalación de mamparas de usuarios —sistema de citas separación de espacios; previas u horas de atención— — se garantice un espacio míni- como en relación a los otros mo propio del servicio para el

17 archivo de la documentación y donde aparece también con una que se genere. cierta fuerza la reivindicación de la sala de reuniones, si bien la fór- Este mínimo esencial no se alcan- mula de compartirla con otros de- za básicamente en los municipios partamentos parece bastante sa- de menos de tres mil habitantes. tisfactoria si se considera que de En veinte de los cuarenta y seis los quince servicios que se en- centros investigados a este nivel cuentran en esta situación, sólo en se plantea como reivindicación cuatro se solicita una propia. esencial la creación de ese área propia de atención, si bien en oca- Como resumen de lo expuesto en siones la solicitud tiene su origen este punto subrayaríamos que: en profesionales que comparten despacho pero en condiciones — En todos los casos la existencia poco satisfactorias. de servicios sociales en un mu- nicipio implica la existencia de En el estrato de municipios de tres un despacho independiente en mil a diez mil habitantes esta rei- el que se pueda atender a los vindicación prácticamente desa- usuarios. parece —sólo se expresa de ma- — Incluso tratándose de servicios nera explícita en una ocasión— y sociales de base, la existencia aparecen ya otras necesidades de ese despacho independiente que evidencian que al menos ese resulta imprescindible. mínimo esencial ya está cubierto: — El requisito anterior puede ga- en seis ocasiones se plantea la ne- rantizarse, en última instancia, cesidad de adecuar el espacio mediante la fórmula de despa- —dos de ellas implican la división cho compartido, siempre que en despachos— y en otras cinco se cumplan las condiciones ex- lo que se demanda es su amplia- puestas. ción. Es en este nivel donde se — A partir de un nivel de cober- añade a ese mínimo la necesidad tura superior a tres mil habitan- de una sala de espera, exclusiva o tes resulta necesaria una sala compartida, para los usuarios; de de espera que puede ser com- los dieciocho centros correspon- partida. dientes a este estrato dos la tienen — A partir de un nivel de pobla- propia, ocho la comparten y cua- ción superior a diez mil habi- tro de los ocho restantes la recla- tantes: man de forma expresa. La sala de espera se convierte en • el número de despachos ne- mínimo indispensable en los mu- cesarios va a estar en fun- nicipios de más de diez mil habi- ción del número de profesio- tantes; en efecto: nales que trabajan y de la forma más o menos depar- — de los catorce centros que ca- tamentalizada en que se or- recen de sala de espera, en tre- ganice el trabajo ce consideran conveniente su • la sala de espera, a poder ser creación y en el otro la adecua- exclusiva, resulta imprescin- ción de un espacio ya existente dible — de los tres centros que com- • habría que adecuar un área, parten sala de espera con otros incluso dentro de alguno de servicios, en uno se solicita la los despachos, para la reali- ampliación y en el otro la ade- zación de reuniones. cuación 22. El mobiliario de oficina con que — de los siete centros en que exis- cuentan los centros de servicios te sala de espera, en dos piden sociales municipales es conside- una ampliación de la misma. rado en líneas generales como Es también en este estrato donde precario o muy precario, de he- la necesidad de adecuación de es- cho, únicamente en treinta y siete pacios se agudiza —se reivindica de los noventa y siete centros in- en doce ocasiones, cuatro de ellas vestigados se califica al mobiliario para dividir en despachos—, así de adecuado y suficiente; estos como la de la ampliación de los son los resultados obtenidos en locales, citada en seis ocasiones, los distintos centros en este sen- tido:

18 CALIFICACION DEL DONOSTIA/ MAS DE ENTRE 3.000 ENTRE 500 Y MENOS DE MOBILIARIO SN.SN. 10.000 H. Y 10.000 H. 3.000 H. 500 H. TOTAL

Adecuado y suficiente 1 15 8 9 4 37

Inadecuado o insuficiente sin 5 6 8 13 12 44 graves problemas

Muy inadecuado y/o muy insufle. 4 2 2 4 4 16

TOTAL 10 23 18 26 20 97

Hay que señalar por otra parte más bajas, muy insuficiente y/ que, además de la calificación del o muy inadecuado, todos efec- mobiliario se solicitaba a los in- túan alguna petición concreta, terlocutores que expusiesen ex- los dieciseis: plícitamente sus reivindicaciones • dos demandan armario y ar- concretas en esta materia; los re- chivador sultados obtenidos desde esta perspectiva, teniendo además en • cuatro, completar el mobilia- cuenta las agrupaciones de la ta- rio, y bla anterior son los siguientes: • diez, dotar al centro del mo- — Dentro del grupo integrado por biliario adecuado. los que afirman que el mobilia- A nuestro juicio, sea cual sea la rio con que cuentan es adecua- situación y el estado de los locales do y suficiente, hay siete que, y el edificio, se debería garantizar sin embargo, formulan además a corto plazo, además de la mesa solicitudes concretas, cinco, ar- y las sillas imprescindibles, la chivadores, y, dos, armarios. existencia como mínimo en todos los centros del mobiliario de ofi- — En el siguiente grupo, son ya cina necesario para asegurar a los veintinueve de los cuarenta y usuarios la confidencialidad con cuatro los que plantean explí- que van a ser tratados sus datos; citamente necesidades: los armarios o archivadores pre- • cuatro, sólo un archivador, cisos para ello deberían ser en to- dos los casos exclusivos del ser- • cuatro, sólo un armario, vicio. • seis, armario y archivador, 23. En el capítulo de la maquinaria o material de oficina preciso para el • cinco, completar el mobilia- desarrollo de las funciones pro- rio existente, y pias de los servicios sociales se han considerado los siguientes • diez, dotar al centro de todo elementos: máquina de escribir, el material necesario para el ordenador personal, fotocopia- funcionamiento del servicio dora, fax y teléfono. La situación social. actual desde esa perspectiva que- — En el grupo integrado por los da reflejada en el siguiente cua- que otorgan las calificaciones dro:

19 DONOSTIA/ MAS DE ENTRE 3.000 Y ENTRE 500 Y MENOS DE SN.SN. 10.000 H. 10.000 H. 3.000 H. 500 H. (1) TOTAL

Máquina de escribir No tiene 6 1 2 9 Comparte 1 1 14 9 30

Propia 3 21 13 12 6 55 Ordenador personal No tiene 9 4 7 8 33

Comparte 1 1 1 8 11 Propio 17 13 11 9 50 Fotocopiadora No tiene 8 2 2 1 2 15 Comparte 2 18 15 24 15 74 Propia 3 1 1

Fax No tiene 9 2 4 12 27 Comparte 1 16 16 20 5 58 Propio 5 2 2 9

Teléfono No tiene 2 3 w Comparte 5 1 2 9 10 27 Propio 5 22 16 15 4 62

(1) Falta información sobre tres centros.

El grado de necesidad de uno y de municipios más o menos otro tipos de elementos resulta grandes3. claramente diferente, como tam- bién resulta distinta la necesidad Las solicitudes explícitas recibidas son las siguientes; de cada elemento según se trate

MAS DE ENTRE 3.000 Y ENTRE 500 Y MENOS DE 10.000 H. 10.000 H. 3.000 H. 500 H. (1) TOTAL

Máquina de escribir 1 9 9 8 27 Ordenador y periféricos 10 6 1 22

Fotocopiadora 7 3 4 19 Fax 3 1 4 Teléfono 5 4 7 11 27

(1) Falta información sobre tres centros.

Suponiendo que las solicitudes dad, la situación final quedaría formuladas por los asistentes so- como sigue: ciales se atendiesen en su totali-

Tenemos que prescindir en el desarrollo de esta cuestión de los datos relativos a Donostia-San Sebastián; las necesidades concretas no llegaron a formularse allí por las características especiales de sus centros.

20 MAS DE ENTRE 3.000 Y ENTRE 500 Y MENOS DE 10.000 H. 10.000 H. 3.000 H. 500 H. (1) TOTAL

Máquina de No tiene 1 1 escribir Comparte 1 1 54 3 10

Propia 21 17 21 14 73

Ordenador personal y No tiene 1 1 5 7 14 periféricos Comparte 1 1 8 10 Propio 21 16 13 10 60

Fotocopiadora No tiene Comparte 12 12 22 13 60

Propia 10 6 4 2 22 Fax No tiene 2 3 12 17 Comparte 13 16 20 5 54

Propio 8 2 3 13 Teléfono No tiene Comparte 4 2 6 Propio 23 18 22 15 78

(1) Falta información sobre tres centros.

A la vista de estos hipotéticos re- complementarlo con un con- sultados parece posible formular testador automático. algunas recomendaciones con- — A idéntica conclusión puede cretas: llegarse en lo relativo a la má- quina de escribir, si bien en este caso parece abrirse algo, — El teléfono constituye un ins- por debajo de los tres mil ha- trumento imprescindible para bitantes, la posibilidad de com- el trabajo del asistente social, partir con otros servicios el uso con independencia de cuál sea de la máquina. el tamaño del municipio aten- — El ordenador personal parece dido desde el centro; parece imprescindible a partir del nivel asimismo evidente la necesi- de tres mil habitantes. dad de que este aparato sea ex- — Fotocopiadora y fax son instru- clusivo del servicio y no estaría mentos que claramente pue- de más, según nos han suge- den ser compartidos en todos rido, estudiar la posibilidad de los casos.

21