1 La Presencia De Silvina Ocampo En La Revista Sur
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LA PRESENCIA DE SILVINA OCAMPO EN LA REVISTA SUR. DIBUJOS, CREACIONES Y TRADUCCIONES ENTRE LA TRANSGRESIÓN Y LA TENDENCIA Belén Izaguirre Fernández (Universidad de Sevilla, España) [email protected] THE PRESENCE OF SILVINA OCAMPO IN THE MAGAZINE SUR. DRAWINGS, CREATIONS AND TRANSLATIONS BETWEEN THE TRANSGRESSION AND THE TREND Fecha de recepción: 16-5-2018 / Fecha de aceptación: 2-1-2019 RESUMEN: La revista Sur, editada en Buenos Aires y creada por Victoria Ocampo, fue un espacio de difusión no solo literaria sino cultural de primer orden en el mundo hispánico durante el siglo XX. En ella colaboraron los más grandes escritores argentinos del momento y al mismo tiempo se publicaban cuentos, fragmentos, poemas, ensayos o comentarios de los más célebres artistas del siglo sin importar su procedencia, ya que fueron frecuentes las intervenciones de autores americanos o europeos. En la revista Sur, se forjaron y difundieron corrientes de tintes irracionales y la mejor literatura fantástica y de ficción escrita hasta la fecha. Además, la participación de Silvina Ocampo en ella junto a la de su círculo literario más próximo, como Adolfo Bioy Casares o Jorge Luis Borges determinó muchos de los rasgos que asumió o manipuló Ocampo en su narrativa, especialmente en todas sus colecciones de cuentos. Asimismo, se analizarán en este estudio las corrientes estéticas y políticas difundidas en esta publicación, la adherencia de Silvina Ocampo a estas y el total de intervenciones, comentarios a su obra o publicaciones inéditas que se publicaron en la revista fundada por su hermana en 1931. Palabras Clave: Revistas; Sur; Ocampo; Argentina; cuentos 1 ABSTRACT: The magazine Sur, published in Buenos Aires and created by Victoria Ocampo, was a space of diffusion of not only literature but also culture of the first level inthe Hispanic world during the 20th century. In it, the greatest Argentine writers of the time collaborated and at the same time with stories, fragments, poems, essays or commentaries of the most celebrated artists of the century, which were published, regardless of their origin, since the interventions of American or European authors were frequent. In the magazine Sur, irrational dyes and the best fantasy and fiction written to date were forged and disseminated. In addition, the participation of Silvina Ocampo in it, along with her closest literary circle, like Adolfo Bioy Casares or Jorge Luis Borges, determined many of the features assumed or manipulated by Ocampo in her narrative, especially in all her short stories collections. Likewise, the aesthetic and political tendencies disseminated in this publication will be analyzed in this study, as well as Silvina Ocampo's adherence to these and the total of her interventions, comments to her work or unpublished works that were published in the magazine founded by her sister in 1931. Key words: Magazines; Sur; Ocampo; Argentina;, short stories LA REVISTA SUR El gran legado de Victoria Ocampo, la hermana mayor de Silvina Ocampo, fue la fundación de la revista Sur (1931-1970), con la que dotó a Argentina y a sus escritores de un espacio de legitimación ecléctico en el que circularon textos diversos durante cuarenta y cinco años con dispar periodicidad en trescientos cuarenta números. Con financiación propia, y justo tras la muerte del padre, Victoria fundó primero la revista y luego la editorial cuando prácticamente agotadas las vanguardias, durante las cuales las revistas se habían puesto al servicio de un ismo y sus seguidores desapareciendo tan pronto como dicha tendencia perdía novedad, Hispanoamérica necesitaba de un espacio que diera voz a sus escritores dentro y fuera del continente al mismo tiempo que sirviera para dar a conocer el mejor y más nuevo arte que se estaba produciendo en el extranjero. Sin embargo, existía ya un antecedente de un proyecto similar, la Revista de Occidente, editada por José Ortega y Gasset y que se había convertido en la más importante del contexto cultural hispano de los años veinte tanto en España como en el continente americano y que tampoco 2 se vinculó con ninguna ideología política concreta. Según indica John King, quien a día de hoy ha elaborado el estudio más completo y exhaustivo que se ha hecho de la revista, la revista del filósofo español influenció el proyecto de Ocampo: “published a cross-section of important Spanish writers and scholars and combined their insights with translations of significant European and American intellectuals […] Sur was modeled on this universalist, multidisciplinary approach” (King, 1986, p.86). Añadiremos que, aunque no defendiera explícita o unánimemente ninguna corriente estética o política, sí hubo cierto consenso en el plano sociopolítico, ideológico o cultural dentro de un grupo, cuanto menos, heterogéneo y transnacional. Inicialmente, la revista tomó una dirección más próxima a lo cultural y al comentario de otras obras literarias que a la publicación de material inédito. De hecho, fue con el ascenso de José Bianco a jefe de redacción en 1938 cuando se incorporó más contenido ficcional. Con Bianco en la dirección, pasaron a difundirse composiciones que desarrollaban psicológicamente a los personajes y más próximas a la ficción del XIX. En un contexto histórico incierto, se pone en duda el orden del mundo, ya fuera desde la filosofía, la literatura o el psicoanálisis. Con respecto a la ficción publicada bajo su dirección, las suyas: como Las ratas (1943), Sombras suele vestir (1941) y la novela La pérdida del reino (1972) o las de Juan José Hernández, Borges, Virgilio Piñera o Adolfo Bioy Casares. La revista de Victoria Ocampo fue un proyecto modernizador sin manifiesto explícito que se convirtió en un puente entre Europa y América, la cual descubrió a los grandes escritores nacionales en el extranjero y, a la vez, incluyendo a los máximos representantes de la literatura internacional y de distintas formas artísticas del momento en una revista en la que hubo espacio para la poesía, la ficción, la filosofía, las artes plásticas, la arquitectura, la historia e incluso el comentario social e histórico pero siempre respetando su criterio esteticista: la calidad del escritor sin importar su origen o la tendencia que proponía o seguía. A pesar de todo, le fue criticado su excesivo europeísmo, tendencia que había estado muy presente en la literatura argentina del siglo XIX y que por ciertos autores fue visto como la recuperación y la recepción de anacronismos. Asimismo, la política o ideal cultural de la revista fue la modernización de la cultura nacional, para lo cual era necesario mirar también a las novedades anglosajonas y europeas, programa que ya había propuesto Juan Bautista Alberdi en el siglo XIX, quien se fijó en lo mejor de las filosofías progresistas francesa e inglesa para la construcción de una cultura propia y original. 3 En torno a los 270 números que se publicaron, 194 de los cuales en formato mayor, en Sur trabajaron Borges, Bioy Casares, Eduardo Bullrich, María Rosa Oliver, Guillermo de Torre, Alejandra Pizarnik, José Bianco, Waldo Frank, Eduardo Mallea, Leopoldo Marechal, Raimundo Lida, Ortega y Gasset o Drieu de la Rochelle, entre otros tantos nombres universales. En ella publicaron Pablo Neruda y Gabriela Mistral y se tradujo por primera vez –traducciones hechas por muchos de los escritores antes citados− a escritores como Vladimir Nabokov, Emily Dickinson, Henry James, Faulkner, Samuel Beckett, Dylan Thomas, Thomas Mann, Jung, Albert Camus, D. H. Lawrence o Virginia Woolf, entre otros tantos. Esa idea del puente entre América y Europa fue reconocida y citada por su directora Victoria Ocampo (noviembre 1966- abril 1967), por ejemplo: Sur ha tratado no sólo de introducir en América del Sur, durante treinta y seis años, lo mejor de las letras mundiales. Ha intentado recorrer un camino inverso. Es decir, llevar lo nuestro al extranjero. Ha servido de puente entre Europa y nuestros escritores. (p.16) De igual modo, tenemos que decir que Ocampo llegó a utilizar este medio como plataforma para difundir sus ideales igualitarios, por ejemplo, con dos números de la revista publicados entre 1970 y 1971 dedicados únicamente a la mujer. Su labor de difusión cultural se vio reconocida públicamente con su ingreso en la Academia Argentina de Buenas Letras en 1977, siendo la primera mujer en lograrlo. En cuanto a su papel como defensora de los derechos de la mujer, Victoria Ocampo salió del ámbito privado para proclamar la causa de la mujer y la necesidad de igualdad entre ellas y los hombres. A mediados de la década de los treinta, cuando ya era un personaje popular en Europa y América, fundó en 1936 junto a Susana Larguía y María Rosa Oliver la Unión de Mujeres Argentinas (UMA) la cual presidió hasta 1938, año en el que José Bianco se convirtió en Jefe de Redacción de la revista, tratándose de una organización sin filiación política que defendía la igualdad de derechos civiles entre géneros a través de la educación y la reforma de ciertas leyes, siendo esta su única participación explícita en los movimientos feministas. Como leemos en su Autobiografía, Victoria (Ocampo, 1991) consideró que en su tiempo: “no se trataba a la mujer como a un ser humano…no digo ya en pie de igualdad. Era un objeto del que un padre o un marido podía disponer, y si protestaba se creaba la fama de 4 filleperdue…o con tendencia a serlo.” (p. 129) Y fueron estas consideraciones contra las que luchó pero, sobre todo, sus cavilaciones en torno al proceso de emancipación social de la mujer se desarrollaron a través de la palabra escrita y no tanto a través de la lucha activa. Por el contrario, ideológica y políticamente, la revista, así como lo fue el periódico La Nación, fueron marginados por el gobierno peronista por la manifestación explícita de una ideología contraria a la de las instituciones.