El Deporte De Las Patadas Visto Por Un Economista
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El deporte de las patadas visto por un economista FRANCISCO J. NÚÑEZ DE LA PEÑA FÚTBOL Y NÚMEROS El deporte de las patadas visto por un economista FRANCISCO J. NÚÑEZ DE LA PEÑA* * Es licenciado en Economía por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) y maestro en Administración por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), donde es profesor y director de Planeación. ÍNDICE 07 Prólogo 09 Introducción 14 2007 15 Los mejores 17 ¿Juego de azar? 19 Líder en goles 21 Alabado sea 23 En defensa del ataque: Guadalajara versus Pachuca 25 “La era de Hugo”: I 28 “La era de Hugo”: II 31 Crisis, malas rachas y antipat as 34 Lugares comunes en La Afición 36 Incentivos 38 Liga sana y juego azaroso 43 Tacaños 44 Ejercicio 46 Faltaron goles 49 Cuatro equipos en los torneos cortos: 1996–2007 54 2008 55 Un equipo lindo 56 ¿Quién es mejor? 58 América en contexto 60 Argumentos y goles 62 Eficacia 64 Últimos lugares 66 No es maldición 68 Cruz Azul: un equipo con poca suerte 70 Los goles de Bravo 73 Un equipo vertical 75 ¿Culpable? 77 ¿Entrenadores exitosos? 79 No pudo 81 Equipos exitosos 84 2009 85 Dos aspiraciones: ganar o, al menos, no perder 87 Pumas y algo más 91 Defensivo 93 No está mal, para empezar 95 Aguirre 97 Imprecisión y ganas 99 Arriba, en medio y abajo 102 Recursos, reglas y resultados 104 La mano de Vucetich 106 2010 107 Una asociación privada 109 De la patada 111 Mi querido capitán 113 La otra realidad 115 No hay equipo aún 118 2011 119 Chivas: ya mero 122 Rentabilidad futbolera 124 2012 125 Incapacidad añeja 128 Los vicios de Chivas 130 Un modelo fallido 132 Disposición al engaño 134 Paciencia 138 Deporte, economía, política 140 Números acerca del fútbol mexicano 144 Radiografía: Chivas en el torneo Apertura 2012 148 Las trasformaciones de Tijuana y Toluca 150 Bien administrado 153 Patrones 156 2013 157 La mano (invisible) del “Maestro” 159 Poco probable 162 ¿Un equipo joven? 167 Seis ligas 169 Pasatiempos de futbolistas y espectadores 172 Chivas como local 174 Veracruz y Chivas 176 Pronósticos y deseos 178 Fallas estructurales 183 Los ciclos de Chivas 180 Más espectáculo en ocho jornadas 191 Potentes y ambiciosos 194 Altibajos atlistas 197 Bien y mal administrados 199 Nacionalismo caro 202 Efectos de los cambios 203 ¿Riesgos calculados? 205 Otro experimento 207 Candidato en 2015 210 Pronóstico 211 Impotencia 214 Extraordinario 216 Pronósticos y antipatías 218 Lo importante es… competir 220 América 222 Sin odio 224 2014 225 Muchos jugadores, poco equipo 228 Frutos de la desigualdad 230 ¿En qué se parecen? 232 Semanario chiva 234 Mucha rivalidad 235 ¿Para qué sirven? 237 ¿Goleador? 239 ¿Es el entrenador o es el equipo? 241 Talento escaso 243 Esfuerzo constante y talento 245 Rueda de la fortuna 247 A fondo 249 Atípicos 252 ¿Irregular? (I) 254 ¿Irregular? (II) 257 Así, no 259 Mediocre 261 Dos distribuciones 265 ¿Regulares? 267 Tres ligas “irregulares” 270 Estudio de mercado 272 “Cantera” desperdiciada 274 Algunas cifras de la Copa del Mundo 2014 (I) 278 Algunas cifras de la Copa del Mundo 2014 (II) 280 Chivas en el Apertura 2014 284 2015 285 Ayudó y perdonó 287 Pronóstico 289 Líderes 290 Ocupación temporal 292 Rentabilidad 294 Últimos minutos 295 Maduros y eficaces 297 Cambiar 299 Otro equipo 300 Invertir para ganar 304 La suerte de Almeyda 306 Diferencias estructurales 307 Los once 308 Apertura 2015: condiciones para la efectividad 312 2016 313 Muestra pequeña 315 Remates y goles 317 ¿Cuál equipo de Chivas no ha funcionado bien? 319 Caminos 322 Clausura 2016 326 Voces exageradas 330 Ya no son los mejores 332 Extranjeros 334 Augurios y especulaciones 336 Jóvenes 338 ¿Indiscutible? 339 Portugal 341 Sub 23 344 Plantillas 346 Penales 347 Tres jornadas 349 Y la banca es para... 351 Fracaso 353 En cinco jornadas 355 Dos chiripas 357 Cambios y refuerzos 360 Osorio y Peña Nieto 361 No es casualidad 363 Gol en frío 365 El “genio” de Herrera 367 Anuncio 368 Selección 370 Cinco cambios 373 ¿Cuándo conviene cambiar a un director técnico? 375 Previsible 377 Antes del juego vs. EUA 378 Selección esperada PRÓLOGO Hace cerca de tres décadas que conozco al autor de esta obra y me considero su amigo; en todos esos años he compartido con él muchas tareas, responsabilidades y aficiones, entre ellas varias de índole editorial, que no es un interés ajeno a ninguno de los dos, sin ser tampoco ocupación principal ni de él ni mía. Y entre los cientos, literalmente, de aspectos de la cultura que nos han puesto en conversación, aunque sea efímera, no recuerdo haberle dedicado nunca algo más que una mención de pasada al futbol. De manera que, aunque su invitación a escribir estos párrafos me sorprendió un poco, la obligada lectura de los textos me hizo caer en la cuenta de que comparto con él ser “partidario de las Chivas” desde la infancia (cuando se decía “Soy Chiva y qué”, con orgullo) y que nos molesta equivalentemente la proliferación mediática de discursos sobre el fútbol que nada aportan no digamos a su comprensión racional sino tampoco a su disfrute emocional. Confieso que, más que al fútbol, soy desde la infancia aficionado al béisbol y por lo tanto estoy acostumbrado a la asociación entre el deporte profesionalizado y comercializado industrialmente y los “numeritos”, como se le llama coloquialmente al seguimiento estadístico, más allá de lo obsesivo, del desempeño general y particular del juego de beisbol, que sin embargo sigue siendo impredecible y pasional. “Saber de beisbol” implica tanto reconocer y apreciar las estrategias y tácticas desplegadas en equipo sobre el campo como situarlas en una historia de corto y largo plazo y admirar las ejecuciones particulares. Eso ha producido a lo largo de las décadas una trama de referencias míticas, que necesariamente tienen una expresión numérica. Me sorprende que el fútbol, industrializado como espectáculo deportivo más recientemente que el beisbol, pero incomparablemente más difundido por el mundo, se mantenga en un nivel de acompañamiento estadístico tan primario como el que no solo la prensa especializada sino la propia FIFA (la organización internacional de cualquier tipo con mayor número de países afiliados) han sido capaces de desarrollar, aun en colaboración con la Coca–Cola (http://es.fifa.com/worldranking/index.html). “Saber de futbol” supone, quizá, otras claves. Pero Núñez insiste, aunque conozco también su afición al beisbol. Su formación como economista persiste, y el afán de procesar hechos y tendencias numéricamente seguramente no disminuye su disfrute del espectáculo sino al contrario. Por eso lamento que la cobertura de sus análisis no vaya más atrás que mediados de los años noventa del siglo XX, porque la lectura me indujo la necesidad de saber qué números sostuvieron y proyectaron al “Campeonísimo” entre fines de los cincuenta y principios de los setenta (del siglo pa sado) y cómo se explica la superación del “Ya merito”. Por cierto, esas dos fórmulas “clásicas”, el apodo mismo del equipo (ahora marca registrada de alta rentabilidad mercantil) y el de los héroes míticos —el “Jamaicón”, el “Tubo”, el “Melón”, el “Tigre”, el “Cura”, el “Mellone”, el “Chololo”, el “Cabo”...— fueron producto de cronistas–periodistas, igual que los futbolistas y los aficionados, acostumbrados a la acción FÚTBOL Y NÚMEROS 7 “en vivo”. ¿Será que entre todo lo que cambió, el discurso asociado al fútbol también pertenece en buena medida a la televisión? Sea como sea, el aporte de racionalidad que los números parecen traerle al futbol no modifica al espectáculo en sí, y menos al negocio, pero sí ayuda a cierto tipo de aficionados a matizar los excesos de la adrenalina o quizá solo de la emoción esporádica, mediada por la televisión y los demás “medios” o por la sensación un poco más primaria de la asistencia al estadio. Quizá sean esos aficionados para quienes, como Núñez o yo mismo, el futbol es un suplemento entre otros y no una adicción imprescindible. Cuando eso sucede, la racionalidad representada por los números o por cualquiera otra de sus manifestaciones es más bien un estorbo, y los aficionados pueden muy bien ser reconocidos como fanáticos. Este no es un libro para fanáticos del fútbol, ni de los números, por cierto. Pero sí para aficionados a ambos entretenimientos, o si se quiere, a esas dos fuentes de sentido placentero en la vida. Gracias por ello. Raúl Fuentes Navarro Febrero de 2013 8 FÚTBOL Y NÚMEROS INTRODUCCIÓN No he conocido algo parecido a este grito de júbilo: “¡Gol!” Empecé a jugar fútbol durante mi infancia. Desde entonces, he sido partidario del equipo más popular de México: Chivas de Guadalajara. En la noche del jueves 20 de diciembre de 1962, cuando Chivas perdió en el estadio Jalisco ante Oro y éste fue, por vez primera, campeón del futbol mexicano, mi respuesta fueron las lágrimas. En esa época escribí por vez primera acerca de este deporte: rehice una crónica publicada en El Informador (Guadalajara) como parte de un trabajo escolar. El sábado 4 de septiembre 1965 yo ya vivía en Monterrey; ese día, después de la derrota de Chivas (4–1) en el estadio Tecnológico, desilusionado, intuí que el Campeonísimo sería una especie en extinción. Con el tiempo, sobre todo después de perder ante Puebla el domingo 29 de mayo de 1983, mi pasión por Chivas se moderó aún más. Y en 2006, como una manera de entender lo que pasaba a mi equipo favorito, empecé a ensayar una forma objetiva de ver el fútbol: analizar, mediante números, el desempeño de los equipos.