Índex / Índice / Summary
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Índex / Índice / Summary Deuda [Castellano] ABREU, Juan Debt [English] ABREU, Juan Guerra e paz em Angola AGUALUSA, José Eduardo Cave Writing: New Adventures in Mot-Town COOVER, Robert Nanotechnology and the Body: The Convergence of Technologies and Human Potential GOONAN, Kathleen Ann War — Past, Present, and Future HALDEMAN, Joe Cantos from the Upside-Down Island. The Book of Centhini [English] INANDIAK, Elizabeth D. Les chants de l’ile a dormir debout. Le livre de Centhini [Français] INANDIAK, Elizabeth D. To Write in the Language of a Small Nation [English] JANČAR, Drago Pisati v jeziku malega naroda [Slovenščina] JANČAR, Drago La cólera de Aquiles [Castellano] KADARÉ, Ismail Zemërimi [Gjuha shqipe] KADARÉ, Ismail El cuerpo en la guerra [Castellano] KEBO, Ozren The Body in War [English] KEBO, Ozren Tijelo u ratu [Srpski] KEBO, Ozren Duro corte [Castellano] KHAN, Shamshad Hard Cut [English] KHAN, Shamshad Richard III dans les guerres de la Yougoslavie MATVEJEVIĆ, Predrag Dark Ladies NADEL, Barbara Mr. Snow’s Parenthesis. Before and Beyond the Two Cultures SAFIR, Margery Arent Caóticas capilaridades [Castellano] SÁNCHEZ LIZARRALDE, Ramón Chaotic Capillarities [English] SÁNCHEZ LIZARRALDE, Ramón Destraduir Europa [Català] TORNER, Carles Destraducir Europa [Castellano] TORNER, Carles Detranslating Europe [English] TORNER, Carles Mortal Men, Immortal Crimes. My Life in Serbia VELIČKOVIĆ, Dušan KOSMOPOLIS. Fiesta Internacional de la Literatura Del 14 al 19 de septiembre de 2004 Barcelona – CCCB CAFÉ EUROPA – LA HABANA Café literario Juan Abreu; DEUDA 1-En la década de los setenta yo vivía en un país con un centro de delación por cuadra. Este centro se encargaba de la vigilancia y guía ideológica de los vecinos. He aquí una lista mimeografiada de consignas que se repartían en los 1 KOSMOPOLIS. Fiesta Internacional de la Literatura Del 14 al 19 de septiembre de 2004 Barcelona – CCCB llamados Comités de Defensa de la Revolución. Son las consignas que estábamos autorizados a vocear en la próxima manifestación convocada. La he conservado por motivos masoquistas: 2-En la década de los setenta yo vivía en un país donde se condenaba a escritores a la cárcel por tratar de enviar sus manuscritos a editoriales extranjeras. Aquí tienen las conclusiones del tribunal que juzgó a René Ariza, dramaturgo, escritor, actor y poeta. Se le acusó de: Delitos contra la Integridad y Estabilidad de la Nación. Conclusiones del Tribunal Que el acusado asegurado René Ariza Bardales, natural de La Habana, hijo de Ramón e Isabel, de 33 años de edad, con instrucción, casado, empleado como realizador de decoración del INIT y vecino de la calle 14 No 9, Aptdo 40, segundo piso E / Línea y Calzada, Vedado, Habana, desde hace algún tiempo viene dedicándose a escribir cuentos, ensayos y relatos cuyo contenido y enfoque se basan en el más amplio diversionismo ideológico y propaganda contrarrevolucionaria escrita. Que todo este material carente de valor artístico, escrito en contra de los intereses de nuestro pueblo, de nuestro Primer Ministro Comandante Fidel Castro Ruz, mártires de nuestra patria y demás dirigentes nuestros, fue tratado de enviar al exterior de nuestro país para mediante su divulgación incitar contra el orden socialista y la solidaridad internacional. La sanción que debe imponerse al acusado es la de: OCHO AÑOS DE RECLUSIÓN. La Habana 3 de julio de 1974 “Año del XV Aniversario”. i 3- En la década de los setenta yo vivía en un país que fusilaba escritores (Nelson Rodríguez), encarcelaba dramaturgos y novelistas (René Ariza, Reinaldo Arenas), confiscaba manuscritos (Roberto Valero, Carlos Victoria); un país que acosaba a las más altas figuras literarias de la nación por ser “ideológicamente conflictivos” y por maricones (José Lezama Lima, Virgilio Piñera). 2 KOSMOPOLIS. Fiesta Internacional de la Literatura Del 14 al 19 de septiembre de 2004 Barcelona – CCCB 4- En la década de los setenta yo vivía en un país que no toleraba la libertad de pensamiento, ni de reunión, ni de expresión. En un país donde los escritores hacían una literatura agachada, complaciente, oportunista, cobarde, apologética y sumisa. Otras opciones eran escribir para la gaveta y esperar la oportunidad de enviar, subrepticiamente, la obra al extranjero. Con los riesgos ya descritos. 5- En la década de los setenta yo vivía en un país donde la miseria espiritual era el pan de cada día, donde se premiaba la sumisión, la vulgaridad, la ramplonería y se hacía, gubernamentalmente, apología de la delación. La literatura era considerada un arma de los que gobernaban y el miedo convertía el país en una peligrosa ciénaga. 6- En la década de los setenta yo vivía en un país donde, si no hubiera sido por algunos escritores de la Europa del Este, seguramente yo (y el pequeño grupo de escritores del que formaba parte) habría claudicado y terminado como parte de alguna comparsa que meneaba el trasero ante el poder. He aquí sus nombres: Fiodor Dostoievski, Alexander Solzhenitsyn, Witold Gombrowicz, Sergiusz Piasecki , Isaak Bábel, Mijaíl Bulgákov. 7- En la década de los setenta estos escritores me dieron lecciones fundamentales: escribe siempre contra el poder; no tomes precauciones ante la página en blanco; ¿quién necesita una patria?; ser un escritor es una maldición y se paga caro; jamás serás perdonado si traicionas tu destino de escritor. Y también: nunca pertenezcas a una organización de escritores, todo lo oficial es anticreativo y antiliterario. 8- En la década de los setenta contraje una deuda que nunca podré pagar con escritores a los que conmutaron la pena de muerte delante del pelotón de fusilamiento y luego trabajaron acosados por los acreedores; contraje una deuda con escritores que sobrevivieron a monstruosos campos de exterminio; con escritores a los que torturaron, ultrajaron y luego les pegaron un tiro en la 3 KOSMOPOLIS. Fiesta Internacional de la Literatura Del 14 al 19 de septiembre de 2004 Barcelona – CCCB nuca; con escritores que se dedicaron a violar fronteras, enamorados de la osa mayor, que se dedicaron al contrabando ¡qué hermoso oficio! y que desaparecieron como jirones de niebla en la madrugada; y, finalmente, contraje una deuda que nunca podré pagar con escritores que acorralados dedicaron toda su energía a la obra que nunca verían publicada, a la obra que constituía su venganza y no se rindieron, y no murieron hasta dejarla concluida. 9- ¡Apareció Gombrowitz! El alegre grito resonaba por toda La Habana. Corría de una a otra casa de los complotados y una emoción especial que ya nunca más volveré a sentir inundaba mi corazón. ¿Veinte años? ¿Veintidós? Quizás hasta ahí se extienda el territorio. Nunca volvemos a tener esa fe en la palabra escrita. O al menos no una fe inmaculada, exenta de cinismo, limpia de dudas. Eramos jóvenes y la aparición de Ferdidurke conmocionaba nuestro mundo. ¿Quién lo había conseguido? El gran Reinaldo Arenas por supuesto. Cuando llegaba a nuestra secreta tertulia en las profundidades del Parque Lenin (¿quién dice que Lenin no sirve para nada?), donde nos reuníamos a compartir libros y lecturas, le palmeábamos la espalda, lo recibíamos como a un mago. Disfrutábamos de ser proscritos en aquel país de corderos. Los escritores oficiales del llamado “campo socialista” eran para nosotros cómplices del nuevo negrero, del nuevo colonizador. Y las víctimas de ese colonizador, nuestros héroes. Nunca olvidaré el día en que Rey trajo El maestro y Margarita... “A la hora de más calor de una puesta de sol primaveral en los Estanques del Patriarca”... Leyó para nosotros... He amado a algunas mujeres, pero no creo haber amado a ninguna como a Margarita. A partir de aquel día la Unión de Escritores y Artistas fue bautizada como la Massolit cubana. El país sucumbía al horror del “realismo socialista”, que constituía un requisito ineludible si se aspiraba a publicar o merecer la bendición oficial. Los escritores que no se adscribían a la tendencia importada de la Madre Patria (cuando aquello la Madre Patria era la Unión Soviética), eran automáticamente sospechosos del pecado de “diversionismo ideológico”. Recuerdo una joya de la época: “los escritores son obreros, pues escriben con la mano”; y otra; “lo mágico, lo real maravilloso es la visión caduca y pintoresca que va quedando atrás sobrepasada por la conciencia socialista, científica y revolucionaria”ii. La mayor 4 KOSMOPOLIS. Fiesta Internacional de la Literatura Del 14 al 19 de septiembre de 2004 Barcelona – CCCB parte de la década de los setenta la pasé eludiendo movilizaciones políticas, en el esclavista Servicio Militar Obligatorio, en campos de trabajo forzado, husmeando en remotas bibliotecas de barrio en busca de tesoros escapados a la censura. Resultaba cada vez más difícil distinguir a un amigo de un delator. Pero renacíamos al tomar en nuestras emocionadas manos esos libros escritos por gente humillada, gente exiliada, gente encarcelada, gente fusilada, gente torturada, gente perseguida, gente insumisa y reconocíamos en ellos a nuestros hermanos. Y nos embargaba un profundo agradecimiento, una profunda humildad. 10- En la década de los setenta aprendí, gracias a estos escritores, a despreciar la nación (ellos, independientemente de sus puntos de vista acerca de la nación, me mostraron un territorio habitable más allá de ella; un lugar al que pertenecer sin tener que ser cómplice de múltiples barbaries e indecencias). La nación, a mis ojos, hasta hoy, suele estar asociada con lo abusivo, con la violencia, con lo estúpido, con lo uniformado, con lo vulgar, con lo que castra, con la persecución de lo individual. Gracias a estos escritores aprendí a venerar lo diferente, lo acorralado, lo indefenso, lo solo, lo asustado, lo perseguido, lo condenado. Aprendí a amar la santa cofradía de los que tiemblan, aprietan los dientes se cagan en los pantalones pero siguen adelante. Y nunca traicionan a los amigos. Conclusiones El país en el que vivía en la década de los setenta, sigue, en lo fundamental, igual, en la década del dos mil.