Terrazas Precolombinas Taqanas Quillas Y Wachus
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Segunda parte Tecnologías ancestrales y reducción de riesgos del cambio climático Terrazas precolombinas Taqanas Quillas y Wachus 5 EDUARDO CHILON CAMACHO SEGUNDA PARTE Terrazas agrícolas precolombinas: taqanas, quillas y wachus Antecedentes En épocas ancestrales, los pobladores del espacio andino-amazónico de Bo- livia à lograron un apropiado y excelente acceso a los recursos naturales, en unmedio geográfico difícil, agreste, heteǂ rogéneo y contrastante. Redujeron la incertidumbre de los riegos del cambio climático a través de la creación y el usoadecuado de tecnologías ancestrales andino-amazónicas, de la ingeniería genética y otras alternativas tecnológicas, lo que les permitió preservar las bases productivas y una variedad de plantas y animales, adaptadas a cada uno de losúltiples pisos ecológicos, que ofrecía y ofrece la geografía del país, asegurandoØǂ cuada de alimentos. Las impresionantes terrazas agrícolas construidas en diversos ecosistemas del país, son una prueba fehaciente del trabajo científico de nuestras culturas an- cestrales. Las terrazas agrícolas precolombinas presentes en Bolivia, denomina- das taqanas, quillas y wachus son, actualmente, reconocidas como las únicas infraestructuras jamás inventadas por el hombre, para acceder a los ecosistemas de alta montaña, evitando la erosión de los suelos. La actual superficie bajo cultivo del país, estimada en 2.374.605 hectáreas, incluyendo cultivos industriales, no industriales y las tierras en descanso, po- dría incrementarse en un 25%, con sólo recuperar el 70% del total de las terra- zas agrícolas precolombinas abandonadas en diferentes ecosistemas del país. Lamentablemente persiste el prejuicio de los impulsores de la agricultura moderna en señalar como causa de la escasa productividad agropecuaria nacio- nal, a la permanencia de tecnologías ancestrales que estarían condenadas a de - 83 saparecer. Lo paradójico del caso es observar que la erosión que sufren los sue- los agrícolas y la reducción de las áreas productivas son más bien el resultado del abandono de los sistemas de producción andino-amazónicos de larga data, es- pecialmente de los inmensos sistemas de terrazas agrícolas de origen ancestral. Los problemas que enfrenta el área rural del país y la producción agrope- cuaria nacional no podrán ser completamente resueltos, solamente, con el fo- mento e introducción de tecnologías de punta o con la capitalización del sector sino, también, recuperando las “antiguas y modestas” tecnologías andino-ama- zónicas, cuya más alta expresión la constituyen las taqanas, quillas y wachus, que permanecen abandonadas y en proceso de destrucción; pero que, sin em- bargo, en las pequeñas extensiones en las que todavía están en uso, se com- prueba que son sistemas de gran eficacia productiva y social. Alcances y objetivos del estudio En esencia, la presente investigación trata de fundamentar la incorporación, al conjunto de alternativas tecnológicas ecológicamente recomendables, eco- nómicamente viables y socialmente aceptadas, de aquellas tecnologías de origen ancestral, jamás concebidas por el hombre para la reducción del riesgo climático y la preservación de las tierras productivas de alta montaña: los sistemas de cul- tivo en terrazas precolombinas. Éstas reciben diferentes denominaciones en el extenso territorio del país. Son llamadas taqanas en las comunidades aymaras, quillas y wachus en la zona de los yungas y jallpa jarkanas o chullpa-tirquis en la región de los valles donde se asientan las comunidades quechuas de Bolivia. El presente trabajo, como un aporte al estudio de la cantidad, calidad y va- riedad de tipos de terrazas presentes en el territorio nacional, se planteó como objetivo la realización de un inventario a nivel exploratorio, con alcance nacio- nal y reconocimiento a nivel regional, de las superficies ocupadas por taqanas, quillas y wachus, en la vertiente oriental de la cordillera de los Andes; con es- pecial atención en sus características y tipos existentes, en su estado de con- servación, en su uso actual y en sus posibilidades de recuperación para ser incorporadas al actual sistema productivo. 84 Por la amplitud, heterogeneidad y variabilidad de la región andino-amazónica del país, todavía no es posible un estudio detallado de las terrazas agrícolas en todas y cada una de las regiones y subregiones. Para los propósitos del presente trabajo y la validación del Sistema de clasificación de terrazas agrícolas se ha seleccionado comunidades de los valles interandinos de los municipios de Cha- razani, Curva, Chuma y Mocomoco y, como estudios de caso, dos áreas repre- sentativas: Cohoni en los valles interandinos y Yanacachi en los yungas del departamento de La Paz. 1. Las terrazas precolombinas 1.1. Conceptos y denominaciones Las terrazas agrícolas precolombinas existentes en el continente americano tienen diferentes denominaciones que dependen de características étnicas, cul- turales y ecosistémicas del lugar donde están presentes. Los españoles las de- nominaron andenes, como una extensión del vocablo Andes, con que designaron a las cordilleras sudamericanas. Para Garcilazo de La Vega, cronista inca, dicho nombre proviene de una provincia situada al este del Cuzco. En la lengua que- chua, las andenerías son conocidas con el vocablo de “patillas o patas”. (Guilet, 1981; Del Busto, 1978). El equivalente de terrazas agrícolas o andenes en lengua aymara es taqana, que constituye el nombre generalizado de las terrazas agrícolas en el altiplano y valles de Bolivia, en los yungas se las conoce como quillas, y en las comuni- dades quechuas de Potosí y Chuquisaca se las denomina chullpa tirquis, chullpa pircas y jallpa jarkanas. (Chilon, 1992) Las taqanas o terrazas agrícolas antiguas precolombinas son estructuras con- servacionistas escalonadas construidas sobre las faldas o laderas de montañas empinadas y representan una de las altas expresiones de la tecnología ancestral andino-amazónica. 85 Las taqanas precolombinas están soportadas por grandes paredes de piedra en forma de escalinata que, por lo general, siguen las curvas de nivel y presen- tan superficies cultivables casi horizontales. Las terrazas agrícolas proporcionan terrenos nivelados y suelos profundos en pendientes que son muchas veces abruptas. La función principal de las taqanas es la de evitar la pérdida de suelo en lade- ras de fuertes pendientes y facilitar el riego en zonas que presentan declives pro- nunciados, en virtud del control de la caída de agua en una pendiente y por la distribución del agua de lluvia o de riesgo en la superficie de cultivo. Casi todas las taqanas bajo riego, son regadas mediante sistemas de canales que incluyen zanjas, desagües o sistemas de drenaje. 1.2. Aspectos históricos y cobertura geográfica de las terrazas agrícolas Considerando una cobertura geográfica continental, en América existen nu- merosos vestigios de terrazas precolombinas, desde el sur de Colorado en los EE.UU., pasando por el noroeste de México, Yucatán, Chiapas, Tehuacán, Centro América en los lugares donde se asentaron los mayas y por toda la región an- dina, desde Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, hasta el centro de Chile y el noroeste de Argentina. Las culturas que sobresalieron en la construcción de terrazas agrícolas fueron maya, azteca, tiwanaku, chavin e inca. (Condarco, R., 1970; Denevan, W., 1985). En el lejano oriente, especialmente en la China Continental, Vietnam, Laos, Camboya se encuentran terrazas antiquísimas, sobre todo en los complejos ar- quitectónicos presente en Los Himalayas. En América Latina, las terrazas se remontan hasta los 600 años a.C. en la sierra del Tamaulipas en México; en la sierra central del Perú por lo menos el 50% de las terrazas abandonadas que existen son vestigios de origen precolombino. En el caso de la región altiplánica, valles y yungas de Bolivia, un 70% de terrazas agrícolas serían de origen tiwanacota, mollo, lupaca, pacajes e inca, el restante 30% corresponderían a terrazas agrícolas contemporáneas, 86 construidas en el período republicano y en las últimas décadas con apoyo de numerosas instituciones privadas de desarrollo tales como PROCADE-UNITAS (Programa Campesino Alternativo de Desarrollo - Unión Nacional de Instituciones para el Trabajo de Acción Social), proyectos específicos del Estado como el Programa de Apoyo Campesino (PAC) y el Proyecto de Manejo de Recursos Naturales (PROMARENA), y aquellas construidas por las propias comunidades. Sobre la existencia de terrazas agrícolas o taqanas y canales hidráulicos, en el continente americano, los cronistas españoles como Pedro Cieza de León (1553) y especialmente el Padre Bernabé Cobo (1893), refieren que: “… aprovechaban el agua de los ríos, regando con ellas todas las tierras a donde alcanzaba y admirables que tenían, porque estaban tan bien sacadas y con tanto orden, que admira considerar cómo careciendo de nuestras herramientas las podían abrir y edificar… y no solo las encaminaban por tierra llana, sino también por laderas y cerros altos y fragosos… llevávanla por lugares tan fragosos y difíciles porque no solo regaban la tierra llana, sino también la doblada mediante las terrazas de las laderas sin dejar de perder palmo de tierra…”. Según su antigüedad, Kauffman (1976) menciona que las terrazas mundial- mente más antiguas serían las construidas en los Andes aproximadamente 1000 a.C, que corresponden al estadio denominado “Agrícola desarrollado”. Valcárcel (1943), indica que puede ser que las terrazas no sean un elemento cultural originario de Perú y Bolivia, pero su perfeccionamiento