Los Juegos De Pelota En El Norte De Yucatan: Una Revision De Los Datos Eric Taladoire
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Los juegos de pelota en el norte de Yucatan: una revision de los datos Eric Taladoire To cite this version: Eric Taladoire. Los juegos de pelota en el norte de Yucatan: una revision de los datos. Sociedad Española de estudios mayas. Perspectivas Antropologicas en el Mundo Maya, pp.163-180, 1993, Per- spectivas Antropologicas en el Mundo Maya. hal-02893446 HAL Id: hal-02893446 https://hal.archives-ouvertes.fr/hal-02893446 Submitted on 30 Jul 2020 HAL is a multi-disciplinary open access L’archive ouverte pluridisciplinaire HAL, est archive for the deposit and dissemination of sci- destinée au dépôt et à la diffusion de documents entific research documents, whether they are pub- scientifiques de niveau recherche, publiés ou non, lished or not. The documents may come from émanant des établissements d’enseignement et de teaching and research institutions in France or recherche français ou étrangers, des laboratoires abroad, or from public or private research centers. publics ou privés. LOS JUEGOS DE PELOTA DEL NORTE DE YUCATAN: UNA REVISION DE LOS DATOS ERIC TALADOIRE C.R.A.P. Université de Paris I En el transcurso de los trabajos realizados en la región de Xculoc (Mo Hopelchen) de 1986 a 1991, por la Unidad de Investigaciones N.° 312 del C.N.R.S. bajo la dirección de Pierre Becquelin, se dedicó una atención particu- lar a la identificación y descripción del juego de pelota de Xculoc, ya mencio- nado por Pollock (1980). Previas visitas recientes de Kurjack y de Andrews (com. pers.) no les habían permitido identificarlo, pero nuestras investigacio- nes lograron confirmar su existencia de manera definitiva. Paralelamente, se notó la ausencia de tales estructuras en los sitios vecinos de Xcochkax, Chunhuhub y Xpostanil. Esta identificación tiene relevancia, ya que Pollock, en su acercamiento sistemático a la arquitectura de la zona Puuc, muy raras veces menciona la presencia de canchas de juego de pelota, si no se toman en cuenta los ejemplos conocidos de Uxmal o de Sayil. En varios trabajos recientes (Greene, Kurjack y Maldonado, 1991; Greene, 1991), Merle Greene insiste sobre la ausencia casi sistemática de juegos de pelota en los sitios de Yucatán, al norte de una línea ficticia que une Chetumal a Escarcega: si no se considera aquí el sitio muy excepcional de Chichén Itzá, que contaría con unos 13 juegos de pelota (Lincoln, 1985; 1987), Greene menciona la existencia de solo 9 sitios, que incluyen 10 canchas, o sea: Edzná, Uxmal, Sayil, Santa Rosa Xtampak, Tzum, Cobá (dos juegos de pelota), Xculoc, Oxkintok, y Yaxcopoil (no confirmado) (Cuadro n.° 1). Esta rareza, junto con la ausencia de juegos de pelota en sitios bien conocidos como Hochob, Dzibilchaltun o Aké, o fechados del Postclásico Tardío, como Tulum y Mayapán, lleva a este autor a considerar que el juego de pelota tendría, en Yucatán, un papel muy reducido y distinto del que se desarrolló en las tierras bajas centrales. Sin querer, por el momento, empezar a discutir este ŭltimo punto, quisiera nada más subrayar dos elementos importantes. Al contrario de Greene, Kurjack y Maldonado (1991), quienes consideran el área norte arriba 163 de una línea ficticia, que corta la zona de Río Bec en dos partes (Mapa 1), creo preferible tomar en consideración, para una mejor aproximación, las áreas culturales conocidas y definidas del norte de Yucatán. Además, me parece necesario tomar en cuenta no sólo áreas cronológico-culturales, como el Puuc, Los Chenes y Río Bec, sino también ariadir en nuestro análisis las zonas con las cuales se supone que tuvieron contactos, tales como el Norte de Belice (Chase y Chase, 1982; Hammond, 1991; Tuerenhout, 1991), o el sitio de Ceibal (Miller, 1977; Smith, 1982). Por otro lado, antes de generalizar, hay que recordar siempre que, en comparación con otras áreas del territorio maya, Yucatán carece de investiga- ciones sistemáticas: disponemos a la fecha de algunos sitios bien conocidos, pero nos hacen todavía falta mapas, planos o investigaciones. Zonas enteras nunca han sido estudiadas; varios proyectos, como los de Río Bec o del sur de Quintana Roo, no han sido completamente publicados. A pesar de este desconocimiento relativo, las investigaciones que se desarrollan actualmente, por ejemplo en Uxmal (Maldonado, 1979; Kowalski, 1991), Sayil (Dunning, 1988; Sabloff, 1985) en la región de Xculoc (Becquelin et al., n.d.), en Oxkintok (Rivera, 1990; 1991), o en Chichén Itzá y sus alrededores (Lincoln, 1985, 1987; Ringle et al., 1991), permiten aumentar cada ario el n ŭmero de juegos de pelota, o cantidad de datos en conexión (esculturas, fechamientos...). Si en 1985, Greene podía establecer una lista de apenas 10 sitios y 23 juegos de pelota (14 sitios y 28 canchas, si se incluyen los sitios de Río Bec (2 ejemplos), Becán, Peor es Nada y Kohunlich), podemos ahora (Cuadro n.° 1) llegar a un total potencial de 27 sitios y 42 canchas, algunas todavía por confirmar. Se merece entonces por lo menos, una revisión de los datos disponibles. Antes de empezar el examen de los nuevos datos, quisiéramos subrayar dos puntos: por la palabra Yucatán, designamos aquí el mero Estado de Yucatán, así como la Costa del Caribe, y Quintana Roo, las zonas del Puuc, de los Chenes y Rio Bec, y la mayoría del Estado de Campeche, salvo el suroeste (tierras bajas noroccidentales) (Mapa 1). Por otra parte, ya se conocen en este área varias canchas de juego de pelota bien identificadas, que no vamos a considerar aquí, sino recordarlas: 9 ejemplos en Chichén Itzá, 2 en cada uno de los sitios de Río Bec y Cobá, y uno en los sitios de Uxmal, Sayil, Becán, Peor es Nada y Kohunlich. Queda todavia sin confirmar la existencia de un juego de pelota en Nohoch Mul (Blom, 1932) (Cuadro n.° 2, Cuadro n.° 3). Nos llaman más la atención ahora las nuevas evidencias. Efectivamente, debido a la ampliación de las investigaciones en el área maya norte, durante los ŭltimos diez arios, han sido confirmadas varias canchas, otras han sido excavadas y restauradas, y se identificaron nuevas, antes desconocidas. En Chichén Itzá, seg ŭn Lincoln (1985; 1987), Greene (1991) y Greene, Kurjack y Maldonado (1991), el n ŭmero de juegos de pelota Ilegaría a 13, en vez de los 9 mencionados por Ruppert (1952): pero por el 164 momento, sólo se publicaron algunos datos sobre la estructura 5D5 (Lincoln, 1987). En Ek Balam (Ringle et al., 1991), se identificó una cancha en el centro del sitio, mientras el juego de pelota de Santa Rosa Xtampak ha sido confirmado y publicOo (Folan, 1991). Cabe mencionar aquí que en su informe, el mismo Folan habla de una segunda cancha localizada en la periferia de Santa Rosa. El trabajo de von Euw (1977) en Tzum e Itsimté, cerca de Bolonchén, deja suponer la existencia de una cancha abierta en cada uno de estos sitios. Kurjack y García (1980) sugieren la presencia de otra cancha en el sitio de Yaxcopoil, todavía no confirmada. Recientemente, la Misión Arqueo- lógica de Esparia en México (Rivera, 1990; 1991 y com. pers., González, 1990) hizo excavaciones en el juego de pelota abierto de Oxkintok (Estructura Dzib 10), pero los datos arquitectónicos, tanto como de las esculturas, están todavía en prensa. Para acabar con esta breve presentación, cabe incluir otra cancha cuya existencia tampoco ha sido confirmada, en Dzibilnocac (Nelson, 1973). Hemos dejado de lado, hasta ahora, la zona estudiada por Dunning, alrededor de Sayil, porque es la ŭnica que ha sido el objeto de un estudio más sistemático, debido al enfoque geográfico del autor; este recorrido, aunque más bien dirigido al estudio de los suelos, permitió a Dunning (1988a y b) identificar y describir varios sitios poco conocidos, entre los cuales identificó varios juegos de pelota. Su lista (Cuadro n.° 1) menciona la existencia de juegos de pelota en siete sitios o sea: Nohpat, Halal y Chacmultun (seg ŭn Benavides), por un lado; Xcorralché, Yaxhom, Xcalumkin y un sitio sin nombre, (n.° 31 de su lista), por otro lado. Segŭn él, si quedan todavía dudas sobre la identifica- ción de los ŭltimos cuatro, los juegos de pelota de los tres primeros sitios están bien identificados, y él publica el plano del juego de pelota de Nohpat. Cabe mencionar aquí que, por un lado, en Xcalumkin, una breve visita de Becquelin y Michelet en 1991 no les permitió ni descartar ni confirmar la existencia de tal cancha; mientras, por otro lado, el recorrido hecho en 1991 por R. Carrasco, en el sacbé entre Kabah y Uxmal le permitió levantar el plano completo del juego de pelota de Nohpat (com. pers.; ver este volumen). Eso demuestra que, aunque algunas de las canchas mencionadas por Dunning no están confirma- das, un recorrido sistemático a escala regional ofrece la posibilidad de encon- trar nuevas evidencias, que el trabajo del Atlas (Kurjack y Garza, 1980) no permite contemplar Por fin, tres sitios merecen aquí una mención más detallada: el primero sería obviamente Oxkintok, pero nos hacen falta los datos que Rivera y los Se parece esta situación con lo que se propone de la existencia de dos canchas en Santa Rosa Xtampak. Por otro lado, sería interesante saber si existen otras canchas un Uxmal: dada la importancia del sitio, en comparación con Chichén Itzá, sería una posibilidad lógica. Hay que recordar que en sitios tan conocidos como Palenque o Copán, si por mucho tiempo sólo se habló de un juego de pelota, los trabajos recientes permitieron identificar otras canchas, fuera del centro de las ciudades. Sólo un trabajo intensivo permitiría resolver esta pregunta. 165 CUADRO 1 Cuadro comparativo de la identificación de juegos de pelota en Yucatán Tala- Scarbo- doire rough Greene Dunning Otros Total Becan X X X 1 Chacmultun X X 1 Chichén Itzá X(9) X(9) X(13) 13 Cobá X(2) X(2) X(2) 2 Dzibilnocac X 1 Edzná X X X X 1 Ek Balam X 1 El Palmar X 1 Halal X 1 Itsimté X X X 1 Kohunlich X X X 1 Nohoch Mul X 1 ? Nohpat X 1 Okop X 1 ? Oxkintok X X X X 1 Peor Es Nada X X X 1 Rio Bec X(2) X(2) X(2) 2 Santa Rosa Xtampak X X X X(2) 2 Sayil X X X X X 1 Tzum X X X 1 Uxmal X X X X 1 Xcalumkin X ? 1 ? Xcorralché X ? 1 ? Xculoc X X X 1 Yaxcopoil X X ? 1 ? Yaxhom X ? 1 ? N.° 31 X ? 1 ? 16 sitios 11 S.