“Universidad de Pinar del Río “Hermanos Saíz Montes de Oca”

Facultad de Geología- Mecánica

Departamento de Geología

“Año del 52 Aniversario del Triunfo de la Revolución”

Estudio de un corte del Cretácico Temprano (Berriasiano Superior-Valanginiano Inferior), en el Miembro Tumbitas de la Formación Guasasa, Sierra del Infierno, Sierra de los Órganos, Cuba Occidental.

Trabajo de Diploma presentado en opción al Título Académico de Ingeniero Geólogo

Autor: Wilmer Pérez Gil

Tutor: Dr. Jorge L. Cobiella Reguera

Pinar del Río, 2010.

Pensamiento célebre

“…bien vio, y quién preguntó a la piedra muda, y la oyó hablar, y penetró en los palacios del insecto, y en las alcobas de la planta, y en el vientre de la tierra, y en los talleres de los mares…”.

José Martí.

“Cuba surgió del fondo del mar…”

Salvador Massip y Sara Isalgué.

AGRADECIMIENTOS

Mis más sinceros agradecimientos:

A la Revolución Cubana y a su Máximo e indiscutible líder, el Comandante Fidel Castro Ruz.

A mi tutor, el Dr. Jorge Luis Cobiella Reguera, Departamento de Geología, UPR, por la gran oportunidad que para mí representó ser vuestro diplomante, dada su entera disposición, experiencia y profundos conocimientos, que amablemente trasmitió a esta investigación, ello implicó un reto que exigió todo cuanto estuvo a mi alcance. Espero, que usted haya quedado complacido con la labor por mí desplegada. Llegue con ello mis más sinceras muestras de admiración y respeto.

De igual modo:

Dr. Andrés Erasmo Ares Rojas, Rector de la UPR,

MSc. Jorge Sánchez, Decano de la Facultad de Geología y Mecánica,

Dr. Carlos E. Cofiño Arada, Vice Decano de la Facultad de Geología y Mecánica.

En especial a:

MSc. Sandra Pilar Díaz, por brindarme la oportunidad de ser su alumno ayudante, en la asignatura de Paleontología, de la cual estoy locamente apasionado, y con quién inicialmente contacté para desplegar el tema de este Trabajo de Diploma.

MSc. Orestes Díaz, padrino de nuestra graduación, por su jovialidad, carisma y su preocupación ante cualquier inquietud manifestada por el colectivo.

MSc. Robert Ramírez, jefe de colectivo de 5to año de la carrera, por su carácter afable y su disposición para ayudarme tanto a mí como a mis compañeros.

Ing. Osmany Pérez Machado Milán, por su importantísima contribución a esta investigación y ante todo, por su sincera amistad.

MSc. Santa Gil González y a la Lic. Silvia Blanco Bustamante, del Departamento de Estratigrafía del CEINPET, por sus significativos aportes y por las facilidades prestadas.

A mi querido compañero del hermano pueblo angoleño, Luis Antonio Domingos, sin cuya colaboración y amabilidad, este trabajo se hubiera convertido en toda una odisea.

MSc. Luis Pérez González, Decano de la Facultad de Humanidades, UPR, y familia, dada la preocupación, el seguimiento y la gestión manifestados, a los efectos del presente Trabajo de Diploma.

A todo el claustro de profesores del Departamento de Geología, por compartir incontables experiencias académicas y profesionales. Por la atención dispensada durante estos 5 años, su solidaridad, abnegación y apoyo, en innumerables ocasiones y por el que siento una profunda admiración y respeto.

A todas las compañeras que laboran en la biblioteca del Edificio de Rectoría, sala de Ciencia y Técnica, por su amabilidad y disposición, durante infinidad de ocasiones en las que mis compañeros y yo, precisamos sus servicios, y que aunque sin imaginarlo, depositaron su vital granito de arena, para que anhelado este sueño pudiera hacerse realidad..

A la compañera Caridad Iglesias Cabrera (Cary), dada las facilidades prestadas para acceder al Museo de Geología y al Laboratorio de Petrografía, donde transcurrió buena parte de la investigación desplegada para este Trabajo de Diploma.

A mis inolvidables compañeros del aula y familia:

Danger G. Jiménez, Elizabeth Cruz Pérez, Yania Pedraza Rozón, Marbelis Riverón, Ana Vivian P. Acosta, Yaimelis Almaguer Álvarez, Roxana Aymeé Winograd, Frank Fernández Reyes, Yondrei Martínez Puche de Cuba, Wendy Karina Castro (Venezuela), Georges Einstein Christian Morales Sánchez (Venezuela), Luis Antonio Domingos (Angola), María Loreto Nchama “Loli” (Guinea Ecuatorial), Helio Emanuel Mendes Semedo (Cabo Verde), Teófilo Edu Nchama y Crispín Abaha Eworo (Guinea Ecuatorial). Para mí fue en verdad una experiencia bien enriquecedora el tener la oportunidad de haber podido compartir todo este tiempo con ustedes, en los que pude percatarme que con compañeros como ustedes, cualquiera se siente querido y respetado. Quiero que sepan que los quiero y los estimo muchísimo, para mí su amistad siempre fue lo más importante, y lo será indefinidamente, espero que yo también haya sabido ganarme su respeto, cariño y un pequeño lugarcito en cada uno de sus corazones. En el mío estarán…siempre.

A todos aquellos que contribuyeron de una forma u otra para que afortunadamente este trabajo llegara a feliz término y cuyo nombre se me hace difícil recordar en este preciso momento, ruego me disculpen. Tengan por seguro, que su aporte por pequeño que este fuera, agradezco con toda sinceridad.

Por su amistad incondicional, en los momentos de vicisitudes o mejor aún, en los de rebosante alegría. A todos ustedes, Muchísimas Gracias…

Wilmer Pérez Gil

DEDICATORIA

Este trabajo va dedicado especialmente a todos aquellos que han formado, forman y formarán, aún cuando ya no estén presentes, parte importante de mi vida.

A mis queridos padres: Noelia Gil González y Eduardo Pérez Mitjáns, por traerme al mundo y hacer lo posible y hasta lo imposible si de mi felicidad se trata, sin cuyo soporte yo simplemente, sería… nada.

A mi querido abuelo Ricelo Pérez Ledesma, quién desafortunadamente no pudo vivir lo suficiente para ver llegar este importante día para mí y sé que para él también.

A mis tías María Luz González, María Elena y familia, por su eterno cariño, ayer, hoy, y para siempre.

A mi hermana Glendy, que aunque hoy se encuentre por horizontes bien distantes, su cariño persiste en mi mente y en mi corazón.

A mis entrañables amigos:

Hilario Carmenate, legendario caminante, conocedor de los secretos del monte, quién me enseñó a amar la prodigiosa naturaleza de una provincia que apenas conocía por los libros y al que debo gran parte de lo que hoy sé sobre Pinar del Río.

Roylán Rivera (Koki) y familia, por su amistad durante todos estos años y a su latente premura si de acudir al llamado de la naturaleza se trata.

A ellos y a todos los que supieron abrirme su corazón y brindarme su amistad, dedico humilde y sinceramente este trabajo.

RESUMEN

La Sierra de los Órganos se ubica en la mitad occidental de la Cordillera de Guaniguanico y constituye un elemento clave en el desciframiento de la geología de Cuba. La mayor parte de los cortes del Cretácico Inferior en la Sierra de los Órganos corresponden a las rocas de la Formación Guasasa.

En esta investigación se realiza una reconstrucción paleoambiental de las condiciones en las cuales se depositaron las capas del Miembro Tumbitas de dicha formación, en el corte El Sitio, ubicado en la porción central de la Sierra de los Órganos. Ello permitió concluir que estas rocas están representadas por calizas de colores oscuros, bien estratificadas, sin laminación visible, parcialmente silicificadas y carsificadas. Microscópicamente se distinguieron cinco microfacies, que corresponden a las variedades de wackestones y mudstones bioclásticas, de aguas profundas con una frecuente bioturbación.

La reconstrucción propuesta es el resultado del análisis de patrones paleoambientales en una sección específica del Miembro Tumbitas. Según el modelo, las rocas del Miembro Tumbitas se acumularon en una cuenca de aguas profundas, en condiciones variables de oxigenación del fondo (pero siempre deficientes). Los patrones regionales muestran que simultáneamente la sedimentación de las capas de Sierra del Rosario ocurría en condiciones más restringidas.

ABSTRACT

Sierra de los Órganos belongs to the western part of Cordillera de Guaniguanico mountains in western Cuba. It is a main element in the northwestern Caribbean regional geology.

This research presents a paleoenvironmental reconstruction of the Tumbitas Member of Guasasa Formation at El Sitio, Sierra del Infierno west ward of Viñales Town. At this locality, Tumbitas Member contains dark colored, well stratified, no laminated of Berriasian age (Calpionellopsis zone). The rocks are partly silicified and karstified. Five microfacies were identified in thin sections. They are represented by bioclástico wackestones and mudstones, frequently bioturbated.

The model proposed is supported on detail data from Tumbitas Member at El Sitio, but it is compared with the regional model proposed by Pszczolkowski and Myczynski (2009). According to our data, Tumbitas Member beds were accumulated in a marine basin with normal salinity and warm tropical surface waters. Disaerobic conditions prevailed on basin bottom, interrupted by anaerobic intervals. Bottom conditions became worse southward, were the coeval lower Polier Formation beds accumulated.

Key words: Tumbitas Member, paleoenvironmental reconstruction, Cuba

Contenido

INTRODUCCIÓN ...... 1

Capítulo 1. Características Físico-Geográficas y Socio-Económicas de la Región de estudio...... 3 1.1 – Ubicación Geográfica ...... 3 1.2 – Relieve y Geomorfología ...... 4 1.3 – Red Hidrográfica ...... 8 1.4 - Clima ...... 9 1.5 – Vegetación y Suelos ...... 10 1.6 - Fauna ...... 11 1.7 – Geografía Económica y Político-Administrativa ...... 12 1.8 - Accesibilidad ...... 14

Capítulo 2. Historia de las investigaciones precedentes...... 15 2.1- Etapa Neocolonial ...... 15 2.2 – Etapa Revolucionaria ...... 17

Capítulo 3. Características geológicas de la Región de la Sierra de los Órganos...... 20 3.1- Geología Regional ...... 20 3.2 - Estratigrafía ...... 21 3.3 - Tectónica ...... 26

Capítulo 4. Metodología de la Investigación...... 30 4.1 Metodología de trabajo empleada en la presente investigación...... 30 4.2 Determinaciones paleontológicas...... 34

Capítulo 5. Caracterización Petrográfica y Microfacial de los sedimentos del Cretácico inferior Berriasiano-Valanginiano en un corte del Miembro Tumbitas, Formación Guasasa, en la Sierra del Infierno...... 36 5.1 – Localización geográfica del área de estudio...... 37 5.2 – Caracterización general del corte El Sitio ...... 37 5.3 Petrografía del Miembro Tumbitas en la localidad El Sitio, Sierra del Infierno ...... 42

Capítulo 6. Edad y Consideraciones Paleoambientales de los sedimentos del Cretácico inferior Berriasiano-Valanginiano en un corte de la Sierra del Infierno, Sierra de los Órganos...... 45 6.1 Caracterización bioestratigráfica general y consideraciones paleoambientales de los sedimentos en un corte del Miembro Tumbitas, Formación Guasasa...... 46 6.2 Implicaciones de los resultados obtenidos en el estudio del corte del Miembro Tumbitas en la localidad El Sitio, Sierra del Infierno, para la interpretación paleogeográfica regional...... 60

Conclusiones ...... 65

Recomendaciones...... 66

Referencias Bibliográficas ...... 67

Anexos ...... 72

INTRODUCCIÓN

Los depósitos del Cretácico Inferior Berriasiano al Valanginiano, pertenecientes al Miembro Tumbitas de la Formación Guasasa, afloran mayoritariamente en la Cordillera de Guaniguanico, provincia de Pinar del Río, Cuba Occidental y representan las secuencias de margen continental del Jurásico Superior Oxfordiano al Cretácico Inferior Neocomiano de la unidad tectonoestratigráfica Sierra de los Órganos.

Esta investigación constituye el trabajo de diploma presentado para optar por el título de Ingeniero Geólogo de la Universidad de Pinar del Río. Se enmarca en el proyecto “Evolución Geodinámica (Paleogeográfica) de Cuba Occidental y Central entre el Jurásico Superior y el Plioceno”. Para su realización se contó con el apoyo del Departamento de Geología de la UPR.

A partir del estudio en secciones delgadas (microfacies) de las rocas carbonatadas pertenecientes al Miembro Tumbitas, de la Formación Guasasa, en la localidad El Sitio, en la Sierra del Infierno, se realiza una reconstrucción de los paleoambientes desarrollados durante la acumulación de sus capas, presentes hoy en la Sierra de los Órganos. Según el criterio de muchos investigadores la Sierra de los Órganos, es una de las regiones más importantes para el desciframiento de la geología de Cuba e incluso de la zona del Caribe (Pszczolkowski, 1978, 1999; Cobiella-Reguera et al., 2000).

Diseño Teórico de la Investigación

Problema: Necesidad de esclarecer los paleoambientes en que se acumularon las capas del Miembro Tumbitas (Formación Guasasa), en la Sierra del Infierno, Sierra de los Órganos durante el Cretácico Inferior para comprender mejor la evolución geológica de Cuba occidental . .

Objeto: Depósitos del Cretácico Inferior Berriasiano-Valanginiano en el Miembro Tumbitas (Formación Guasasa) , en la Sierra del Infierno, Sierra de los Órganos, Pinar del Río.

Objetivo general: Contribuir, mediante el estudio de las rocas carbonatadas presentes en el Miembro Tumbitas de la Formación Guasasa, en la Sierra del Infierno, a la reconstrucción paleogeográfica de Cuba Occidental durante el Cretácico Temprano, lo cual constituye una valiosa información para la prospección de hidrocarburos en dicho territorio.

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Objetivos específicos:

-Determinar las diversas condiciones ambientales bajo las cuales sedimentaron las capas en el Miembro Tumbitas de la Formación Guasasa, en el corte estudiado, relacionándolas con las secuencias propias de los cinturones faciales de Wilson (1975) y las microfacies stándard reconocidas por Flϋgel (2004).

-Comparar y establecer semejanzas y diferencias con depósitos correlaccionables de la Sierra del Rosario.

Hipótesis:

Los sedimentos carbonatados constituyen una herramienta esencial en la reconstrucción de la historia geológica de una cuenca de sedimentación, debido a que sus características reflejan en buena medida las condiciones paleoambientales existentes durante su formación. Por lo anterior, el estudio de un corte carbonatado en el Miembro Tumbitas de la Formación Guasasa, en la Sierra del Infierno, permitirá realizar una reconstrucción paleoambiental de la zona durante el Cretácico Temprano.

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CAPÍTULO 1. CARACTERÍSTICAS FÍSICO-GEOGRÁFICAS Y SOCIO- ECONÓMICAS DE LA REGIÓN DE ESTUDIO.

1.1 – UBICACIÓN GEOGRÁFICA

La Sierra de los Órganos se localiza en la parte centro-occidental de la Cordillera de Guaniguanico, en la provincia de Pinar del Río (Figura 1.1a). Limita al norte y al oeste con las Alturas de Pizarras del Norte, al sur con las Alturas de Pizarras del Sur y al este con la porción más occidental de la Sierra del Rosario. Se extiende por los municipios de Guane, Minas de Matahambre, Viñales, La Palma y Los Palacios. Presenta un ancho promedio de 11 Km y una longitud de 77 Km aproximadamente, ocupando un área de alrededor de 570 Km2. A su vez se encuentra subdividida por sierras más pequeñas como las de Viñales, La Guasasa, San Vicente, Ancón, Galeras, Sumidero, Cabezas y el Infierno, entre otras. La Sierra del Infierno se encuentra hacia el oeste del municipio de Viñales, entre las localidades del propio pueblo cabecera y la Comunidad de El Moncada, dentro del marco del Parque Nacional “Viñales” que ocupa un área de unos 111,4 Km2 (Figura 1.1b).

Figura 1.1a Localización geográfica de la Cordillera de Guaniguanico.

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0 1 2 km

Figura 1.1b Localización geográfica del área de estudio. El cuadro en negro representa la sección del corte seleccionado en la Sierra del Infierno. A la derecha se observa su posición (círculo en rojo), en la hoja topográfica 3483-IV-b, Minas de Matahambre, provincia de Pinar del Río.

1.2 – RELIEVE Y GEOMORFOLOGÍA

La Sierra de los Órganos presenta un relieve muy complicado, caracterizado por montañas bajas, más conocidas como mogotes, los cuales se extienden en una dirección este- oeste. Los mogotes constituyen elevaciones aisladas, de laderas abruptas y cimas redondeadas o planas, de naturaleza cársica separados a su vez por fértiles valles intramontanos denominados “poljes” o “valle cársico intramontano” (Núñez Jiménez et al. 1988).

Entre las elevaciones de la Sierra de Los Órganos y las Alturas de Pizarras del Sur, hacia el oeste de Viñales, se localizan numerosos valles intramontanos entre los que se destacan el de Viñales “Paisaje Cultural de la Humanidad” (1999), los de Isabel María, San Carlos, Pica Pica, Cabezas, Santo Tomás y San Andrés de Caiguanabo. De morfología distinta son los valles cerrados o poljas llamados localmente hoyos, rodeados de mogotes calizos como los de Luis Lazo, Sumidero, Quemado, Pons, Potrerito y San Vicente. Se destacan además, las elevaciones de las sierras del Medio, Ancón y El Infierno (Figura 1.2a). La

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altura máxima de la Sierra de los Órganos tiene su punto culminante en el mogote El Americano con 617m s.n.m.

Figura 1. 2. a Panorámica de la Sierra del Infierno. Vista tomada en la localidad El Sitio, al oeste de Viñales.

Es significativa la presencia de montañas pequeñas y submontañas de bloques monoclinales, carsificadas, así como morfoestructuras con predominio de ascensos neotectónicos intensos (Atlas Nacional de Cuba, 1989, Academia de Ciencias de Cuba), las que pueden subdividirse de la siguiente manera:

A. Montañas

1) Tectónico-erosivas: Premontañas de horst y bloque ligeramente diseccionadas con cimas que oscilan entre los 300 y los 500 m de altitud.

2) Tectónico-litológicas: Montañas pequeñas a manera de bloque, monoclinales y carsificadas cuyas cimas oscilan entre los 400 y lo 500 m de altitud.

3) Tectónico-estructurales: De horst y bloque, poco diseccionadas, carsificadas y en cadenas.

Carso

Las manifestaciones cársicas existentes, pueden clasificarse teniendo en cuenta la tipología establecida para el carso cubano (Núñez Jiménez et. al., 1988), de acuerdo con

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tres enfoques principales destacándose en este caso el morfológico-genético para carso eminentemente montañoso, en el que se toma como criterio principal la forma de los macizos y los cerros del aparato cársico epigeo o superficial de tipo corrosivo-erosivo (mesetas, mogotes, poljes, cúpulas , cadenas y campos de lapiés o diente de perro) y aquel de tipo hipogeo o subterráneo (corrosivo de infiltración), que incluye los sumideros, furnias, cuevas, galerías y otras cavidades (Núñez Jiménez et. al., 1988).

El carso cónico y de torres, que es el que se manifiesta en el área de estudio, se caracteriza por el predominio, como fenómeno morfológico de los conos y torres cársicas. Las torres cársicas son más altas que anchas cuya relación es de 5-1, con paredes abruptas y cimas redondeadas. Por su parte los conos presentan una relación morfométrica de 3-1 y sus cimas, a diferencia de las torres, son agudas. El carso de este tipo se forma bajo condiciones de una estructura geológica compleja, constituida por imbricaciones tectónicas, fallas y grietas. El desmembramiento de paquetes enteros a través de la roca de caja es provocado esencialmente por las citadas dislocaciones tectónicas, aunque la actividad de los fenómenos graviclásticos de desplome y derrumbe de bloques es significativa (Núñez Jiménez et. al., 1988).

En la Sierra de los Órganos generalmente este tipo de manifestación cársica forma varios macizos condicionados por la existencia de bloques estructurales cuya altitud absoluta oscila entre los 400 y los 600 m .Tales macizos están caracterizados por numerosos mogotes que se separan por estrechas abras y poljas corrosivas denominadas “hoyos de terreno” o “de montaña”, de acuerdo con su génesis y el carácter del fondo (Núñez Jiménez et. al., 1988).

De acuerdo a la regionalización natural y físico-geográfica del carso cubano (Núñez Jiménez et. al., 1988), el paisaje de la Sierra del Infierno y las carácterísticas descritas anteriormente, queda incluido dentro del típico carso tropical de la Sierra de los Órganos, en el occidente de Cuba.

El desarrollo de lapiés en la Sierra del Infierno está favorecido por la presencia de calizas de alta solubilidad. Las calizas notablemente estratificadas, como se evidencia en el corte de estudio, propician el desarrollo de carso cónico y de torres (Núñez Jiménez et. al., 1988) establecido para la región de la Sierra de los Órganos (Figura 1.2b).

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Figura 1.2b. Manifestaciones cársicas corrosivo-disolutivas, de tipo cónico y de torres.

El valle El Sitio se corresponde, según la clasificación propuesta en Núñez Jiménez et. al., (1988), como parte de una polja corrosivo-disolutiva de infiltración, originada fundamentalmente a consecuencia de la actividad cársica. Esta se deriva a su vez, de la evolución de depresiones menores, y posteriormente a su ampliación y unión de las mismas, a una polja mayor. Este valle, en general como la totalidad de los valles intramontanos de la Sierra de los Órganos, presenta condiciones propicias para el desarrollo de la agricultura, debido al profundo espesor de los suelos, al fondo plano y a la yacencia baja existente, cercana al nivel de las aguas subterráneas, donde se asientan las comunidades rurales de la zona. Los sedimentos son predominantemente aluviales y coluviales típicos de taludes montañosos (piamonte), los que son arrastrados por gravedad, representados por materiales clásticos gruesos. La coloración rojiza típica de los suelos ferralíticos está dada debido al intemperismo de las calizas, en el que juega un papel fundamental el clima y los agentes exógenos, típicos de este tipo de fenómeno.

En el fondo del valle se yerguen mogotes que constituyen verdaderos cerros residuales carsificados. Con frecuencia se divisan oquedades y abrigos rocosos vestigiales, de cuevas fluviales antiguas, posicionadas a diversos niveles, preferentemente en la base de los mismos (Figura 1.2c).

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Figura 1.2c.Valle cársico El Sitio, donde se yerguen mogotes o cerros residuales carsificados.

Es significativo destacar la existencia de cañones o abras cársicas, en los farallones verticales ubicados en la parte superior de la serranía, los que cercenan ésta de forma transversal a la disposición y a la yacencia de las capas. Su origen está dado por el curso de ríos transitorios, limitados por pendientes altas y abruptas en las que se desarrollan cuevas, oquedades, socavones, etc. (Núñez Jiménez et. al., 1988).

De acuerdo con la clasificación genética establecida (Núñez Jiménez et. al., 1988), para las cuevas del archipiélago cubano, las cavidades advertidas en el corte fueron originadas por la acción graviclástica, la fragmentación y el desplome posterior de los bloques preferentemente en la base de los mogotes. Condicionado a ello, a partir de este derrumbe pudo crearse otro espacio fisural ocasionado esta vez por el desplome anterior.

B. Llanuras

Las llanuras presentes en la región se denotan como de tipo fluvial, caracterizadas por ser erosivas-acumulativas, medianamente onduladas y planas.

1.3 – RED HIDROGRÁFICA

La región de la Sierra de los Órganos presenta una red de drenaje formada por numerosos ríos entre los que se destacan el Mantua, Hondo, Guamá, Frío y Los Portales, además de

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los arroyos Isabel María, Santo Tomás, Fuente y El Pesquero, algunos de los cuales dan nombre a los valles aledaños.

En el área se manifiesta la presencia de corrientes intermitentes y afluentes temporales, dado que la red de drenaje superficial es prácticamente inexistente, pues la mayor parte del avenamiento se realiza por conductos subterráneos, creando consigo, una red fluvial de tipo dendrítica escasamente ramificada.

Los principales ríos que fluyen por la sierra lo hacen de norte a sur en su vertiente meridional y a la inversa en el flanco norte. En general, las corrientes de agua son pequeñas y los valles generados son estrechos y profundos. La densidad de la red de drenaje para el territorio se reporta de 1 a 1.5 Km /Km2 y una escorrentía del orden de 600 a 800 mm (Atlas Nacional de Cuba, 1989, Academia de Ciencias de Cuba)

El área de estudio específicamente no presenta cauces significativos aunque se distinguen algunos de tipo intermitentes como el Planta, hacia el sureste, y Las Piedras, localizado a 1.5 Km al sur del poblado de Pons, cuyas aguas fluyen en una dirección oeste-este.

1.4 - CLIMA

La Sierra de los Órganos se enmarca dentro del clima tropical lluvioso de condiciones marítimas con distribución anual de precipitaciones que varían con la altura. En la Regionalización General de Cuba (Atlas Nacional de Cuba, 1989), esta zona se caracteriza por un clima de montaña con altos índices de humedecimiento estable, de baja evaporación y temperaturas frescas. La temperatura media anual es de 24°C y el régimen anual para las precipitaciones ofrece valores superiores a los 1800 mm, oscilando en el período lluvioso de 1400 a 1600 mm y en el período seco de 300 a 600 mm. Los vientos mayormente provienen del este y del noreste y sus velocidades máximas guardan estrecha relación con el paso de sistemas frontales (frentes fríos) procedentes del norte, en este caso un tanto mayor al 95 % de los reportados para el país, así como tormentas locales, perturbaciones ciclónicas, etc. La humedad relativa promedio del aire es de un 98%.

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1.5 – VEGETACIÓN Y SUELOS

Los suelos y la vegetación pueden ejemplificarse, estableciendo una relación de distribución con el relieve y las características litológicas de las distintas secuencias que se desarrollan en la región.

1.5.1. Vegetación

La zona de estudio se localiza en la porción más occidental del Parque Nacional “Viñales”, el cual comprende unas 11119 ha (Curso: Áreas Protegidas de Cuba y Conservación del Patrimonio Natural, 2004), ocupando un área de 111,4 Km2 aproximadamente.

El paisaje de la Sierra de los Órganos ofrece una diversidad biótica caracterizada por una auténtica vegetación natural de mogotes y de bosques tropicales semideciduos mesófilos submontañosos. Solo desde el punto de vista florístico se reportan unas 245 especies endémicas, 72 de ellas locales (Curso: Bosques de Cuba, en Universidad para Todos, 2007). En el complejo de vegetación de mogotes se destacan especies como el Ceibón o drago (Bombacopsis cubensis), la Palmita de sierra (Thrinax microcarpa), el Roble Caimán (Ekmanianthe actinophylla), la Yagruma (Cencropia pentalta), el Jagϋey (Ficus), así como una gran diversidad de helechos, epífitas y orquídeas (Figura 1.5).

Figura 1.5 Secuencias estratificadas expuestas a la acción destructiva de la vegetación. En la foto, las raíces de un jagüey abriéndose paso a través de la pared vertical.

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La vegetación del complejo de mogotes presenta un estrato arbóreo de 5 a 10 m de altura con palmas, suculentas y epífitas (lianas y curujeyes). Se destacan además árboles típicos de bosques caducifolios, arbustos leñosos y vegetación xerofítica.

1.5.2. Suelos

En general la vegetación está asociada a suelos húmicos calcimóficos. Dada la ubicación existente del área, se denotan suelos vinculados al carso, de coloración rojiza, derivados de calizas mesozoicas. Probablemente los suelos de tipo ferralíticos rojos y la eluvia de carbonatos aquí presentes, sobre los cuales se han originado. Estos son una consecuencia de los intensos períodos lluviosos que debieron caracterizar a las fases húmedas, durante las oscilaciones climáticas acaecidas en el Pleistoceno.

En la Sierra de los Órganos se observa una compleja interacción de los factores y procesos de formación de suelos. Los tipos más representativos son los ferralíticos rojos típicos, los ferralíticos rojos lixiviados y los fersialíticos amarillentos, que en los valles intramontanos pueden llegar a ser medianamente profundos, arcillosos y fértiles debido a la meteorización de las calizas (Curso: Regiones y Paisajes de Cuba, 2002).

1.6 - FAUNA

La región posee una gran biodiversidad que alberga especies autóctonas, representativas de la biota cubana, y con altos valores de endemismo (Curso: Diversidad Biológica, en Universidad para Todos, 2004). Se puede hacer referencia a las innumerables especies de insectos que aquí habitan, donde sobresale la mariposa endémica local (Parides gundlachianus alayoi), de incomparable belleza, colorido y gran tamaño. Se encuentran además 5 especies de arañas, todas ellas endémicas locales .Entre la numerosa comunidad de moluscos que reside en cada ladera de los mogotes se destacan por su colorido y formas, Viana regina, y por su gran tamaño y utilidad en la práctica médica, Zachrysia guanensis. Abundan las diminutas ranitas del género Eleutherodactylus y el imponente sapo Bufo fustiger .El grupo correspondiente a los reptiles incluye un total de 38 especies endémicas, 5 de ellas locales, entre las cuales puede mencionarse la presencia de 2 especies autóctonas de lagartijas que viven asociadas a los paredones y riscos verticales, una de ellas, la Anolis bartschi, considerada por muchos especialistas como la más bella de Cuba. La otra, Anolis mestrei, posee como atributo un impresionante saco gular o pañuelo que contrasta con el color verde de su cuerpo. Es significativa la enorme

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variedad de especies de aves, constituyendo verdaderamente un lugar privilegiado para la ornitofauna cubana, con ejemplares de singular belleza como el ruiseñor cubano (Myadastes elizabeth), el Aparecido de San Diego (Cyanerpes cyaneus) y el Tocororo (Priotelus tennurus), así como varias especies y géneros de pájaros carpinteros y bijiritas.

1.7 – GEOGRAFÍA ECONÓMICA Y POLÍTICO-ADMINISTRATIVA

Nuestra área de estudio se encuentra insertada dentro del paisaje de la Sierra de los Órganos, el cual se extiende a través de los municipios Minas de Matahambre, por el oeste y Viñales por el este. En sus orígenes, durante la etapa de conquista y colonización de Cuba, la región fue mercedada por el cabildo de La Habana, a mediados del siglo XVI, para la que se concedió el autorizo permitiendo la creación de varias nuevas haciendas y con ellas la aplicación del sistema de hatos y corrales, para esta porción del occidente de Cuba, estableciéndose así los de Viñales, Sumidero, Isabel María, Luis Lazo y Pan de Azúcar, entre otros, donde se inició la explotación y cría de ganado de cerda y posteriormente al cobrar importancia el cultivo del tabaco, se constituyó la tradicional y mundialmente conocida zona productora de la hoja: Vueltabajo (Curso: Regiones y Paisajes de Cuba, en Universidad para Todos, 2002). Con el desarrollo de la misma fueron tomando auge y ganando en importancia varios asentamientos poblacionales, destacándose entre ellos, Viñales ,fundado en 1789, actual cabecera municipal (Atlas Nacional de Cuba, 1989, Academia de Ciencias de Cuba), con alrededor de 30 000 habitantes (Valdés Galarraga, 2004) ,y otros de carácter urbano como Pons, perteneciente al municipio de Minas. Se destaca además la comunidad El Moncada, ésta última creada por el gobierno revolucionario en 1959, asimismo, se destacan algunos asentamientos rurales, de carácter local, próximos inclusive a la zona de estudio como: El Sitio, Los Aguacaticos y La Pimienta. La población rural es mayoritaria concentrándose fundamentalmente en los valles, mientras que los mogotes permanecen deshabitados.

Las actividades económicas fundamentales lo representan la agricultura y el turismo. El sector primario descansa en la producción tabacalera y los cultivos varios (granos, tubérculos y hortalizas) que se desarrollan en los fértiles valles intramontanos. Otro papel importante lo ocupa la actividad forestal, la cual se practica en las sierras de Quemado, El Infierno, Pons, etc. En este último lugar existe un aserradero que junto con los de La Jagua y La Baría concentran la mayor producción de madera aserrada del territorio.

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Otras fuentes económicas no agropecuarias de interés en la región son la minería y el turismo. En la Cordillera existen yacimientos de barita y fosforita, ésta última con manifestaciones en la localidad de La Pimienta, cercana al poblado de Pons.

La actividad turística, de vital importancia para el territorio, se presenta ramificada en diversas modalidades como el ecoturismo, el turismo contemplativo, el espeleológico, el senderismo y el turismo tradicional, con visitas especializadas a diversos sitios de interés, encaminadas a prestar un servicio de turismo de naturaleza, dada las bondades paisajísticas que atesora el mundialmente conocido Valle de Viñales declarado recientemente Patrimonio y Paisaje Cultural de la Humanidad (Figura 1.7). y que ostenta por demás la categoría de Parque Nacional de Cuba (Curso: Regiones y Paisajes de Cuba, 2002). El grueso de dicho renglón se extiende hacia el este del municipio donde se encuentran las principales instalaciones hoteleras, es decir: Los Jazmines, Rancho San Vicente, La Ermita, El Palenque, la Casa de Don Tomás y el pintoresco Mural de la Prehistoria.

Figura 1.7. Valle de Viñales, “Paisaje Cultural de la Humanidad”. Vista tomada desde la carretera a La Ermita.

El potencial recreativo de la Sierra de los Órganos es alto por sus valores paisajísticos y estéticos. Por ejemplo, el Valle de Viñales, constituye una zona ideal para la contemplación y la meditación. De manera similar puede hacerse referencia a el valle de

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Las Dos Hermanas, donde se encuentra el campismo del mismo nombre y el Mural de la Prehistoria que constituye uno de sus atractivos principales y que con sus 120 m de alto y 180 m de ancho, pintado en una de las laderas del mogote Las Dos Hermanas, reproduce la historia geológica del lugar.

1.8 - ACCESIBILIDAD

Como resultado de la ingente industria turística en el municipio de Viñales, que se extiende incluso más allá de la propia cabecera y específicamente de las zonas ubicadas hacia el norte y el oeste, en general ha existido un especial interés en el mejoramiento de la infraestructura vial que facilite el acceso de los visitantes a este importante polo turístico. La vía de comunicación más importante lo constituye la carretera axial de montaña que atraviesa longitudinalmente el municipio y que une el tramo comprendido entre Viñales con la comunidad de El Moncada y el poblado de Pons por el oeste. Existen caminos y veredas trazadas por los propios lugareños, que conectan a esta carretera con diversas comunidades rurales en el Valle El Sitio y localidades aledañas.

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CAPÍTULO 2. HISTORIA DE LAS INVESTIGACIONES PRECEDENTES.

Introducción

La cordillera de Guaniguanico constituye un elemento muy importante para la geología de Cuba, puesto que los datos de las investigaciones realizadas en ella han sido utilizados en la interpretación de la geología de la región de las Antillas Mayores e incluso del Caribe.

En los últimos años, la similitud en estratigrafía y los vínculos en la evolución geológica, entre los cortes de la cordillera de Guaniguanico y los cortes en el SE del Golfo de México, han convertido el estudio del paleomargen pasivo de América del Norte en un tema de gran atractivo académico y económico (Echevarría et. al., 1991, en Cobiella-Reguera, 2003).

Las investigaciones pueden dividirse en dos etapas fundamentales que coinciden con periodos de la historia socio-política del país. A continuación se describen las principales investigaciones realizadas en cada una de ellas.

2.1- ETAPA NEOCOLONIAL

Las investigaciones pioneras en la Sierra de los Órganos para la delimitación y reconocimiento del horizonte geológico del Cretácico Temprano se basan en los trabajos expuestos por varios investigadores. Entre los primeros en hacer referencia a esta temática se encuentra R. H. Palmer, quién en una breve reseña realizada sobre la geología económica de Cuba (1942), refiere que “la Caliza Viñales”, forma la mayor parte de la Sierra de los Órganos, caracterizada por una litología que incluye calizas compactas, de color gris oscuro. Esta denominación coincide a su vez con la empleada por otros autores anteriores que la elevaron al rango de formación, empleando para ello el calificativo de Formación Aptychus o simplemente “Capas de Aptychus”, por la abundancia de este tipo de fósiles en las mismas (Pszczolkowski et al., 1987) para designar así a la caliza masiva que constituye los mogotes de la porción central de la Sierra de los Órganos.

Referente a la edad de la Caliza Viñales, Palmer (1945) la consideró de edad Cretácico, aunque Imlay posteriormente la estableció como perteneciente al Jurásico Superior.

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La Formación Guasasa fue definida por Herrera (1961), quién determinó su localidad tipo en la Sierra La Guasasa. Con anterioridad, Hatten (1957) había denominado a este conjunto de capas como la Formación Viñales, la cual no fue aceptada ya que también existía previamente un grupo con el mismo nombre (Grupo Viñales).

En la Sierra del Infierno, al oeste de Viñales, afloran numerosos cortes carbonatados, bien estratificados, pertenecientes al Miembro Tumbitas de la Formación Guasasa (Figura 2.1).

Figura 2.1. Secuencias carbonatadas, notablemente estratificadas pertenecientes al Miembro Tumbitas, de la Formación Guasasa, localizadas en el Valle El Sitio, al oeste de Viñales.

Entre las investigaciones geológicas más interesantes y argumentadas en este período se encuentran los trabajos basados en las investigaciones previamente realizadas por Hatten (1957) para la parte septentrional de la provincia, quién elaboró un esquema estratigráfico y un mapa geológico a escala 1:250 000 que debido a su importancia se mantiene vigente

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2.2 – ETAPA REVOLUCIONARIA

Durante esta etapa el número de investigaciones realizadas en Sierra de los Órganos, se incrementó de forma significativa. En general la Cordillera de Guaniguanico constituyó el objeto de diversos estudios.

En 1960, Andreu confeccionó el mapa geológico de la provincia Pinar del Río a escala 1:250 000. Este mapa se considera el primero que dio una idea general de la geología y la tectónica de la región.

En los comienzos de esta década se realizó la primera subdivisión de la cordillera de Guaniguanico, al distinguir los nappes de la Sierra de los Órganos y el autóctono de Sierra del Rosario. Esta subdivisión fue reconocida también años más tarde por otros investigadores (Pszczólkowski, 1978).

Las mayores investigaciones de carácter regional en esta etapa se realizaron en la década del 1970, como parte del levantamiento geológico efectuado a escala 1:250 000 de la provincia de Pinar del Río, más actualizado , el cual fue realizado por un equipo de geólogos polacos y cubanos de los Institutos de Geología de las respectivas Academias de Ciencias. Gracias a este levantamiento se esclarecieron cuestiones esenciales de la geología regional, tectónica, estratigrafía, paleontología y paleogeografía.

En 1980 concluyen los trabajos para la confección de los mapas geológicos y metalogénicos a escala 1: 500 000 para la provincia de Pinar del Río, Mormil, Norman y otros.

Para 1985 concluye la confección del mapa geológico de Cuba realizado a escala 1: 500 000 y su texto explicativo (Linares Cala y otros); veinte años después de publicado el primero, donde se recoge lo más actual hasta ese momento de la geología de Cuba.

Houša y de la Nuez (1972) publican un artículo en el cual definen el Miembro El Americano como la parte media de la Formación Guasasa. De igual manera ambos autores definen al Miembro Tumbitas como la parte superior de la misma y redefinen al Miembro Tumbadero, originalmente descrito por Herrera (1961) como el paquete de rocas carbonatadas con intercalaciones de silicitas, ubicadas entre el Miembro El Americano y el Miembro Tumbitas (Figura 2.2).

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Figura 2.2 Secuencias carbonatadas, de naturaleza arcillosa, bien estratificadas, con intercalaciones de silicitas negras. En la foto se observa posiblemente el contacto entre el Miembro Tumbadero (parte inferior) y el Miembro Tumbitas (parte superior), Formación Guasasa, valle El Sitio, Sierra del Infierno.

Pszczólkowski (1978, 1987) por su parte, publica un trabajo que abarca la litoestratigrafía, facies, microfacies y paleogeografía de las secuencias de Guaniguanico, en el que hace tratamiento sobre la Formación Guasasa y sus diversos miembros. Pszczolkowski (1978), realizó un esbozo muy completo de la paleogeografía de la cordillera de Guaniguanico (incluyendo la paleogeografía del Cretácico Temprano en la Sierra de los Órganos).

De la Torre (1987), hace referencia a los resultados micropaleontológicos más relevantes para la Formación Guasasa, corroborando la existencia de asociaciones de calpionélidos que permitieron datar la parte superior de la misma como del Cretácico Inferior Berriasiano. Estos estudios constituyeron las primeras investigaciones bioestratigráficas realizadas en la zona y contribuyeron a esclarecer la edad de la Formación Guasasa y a la reconstrucción geológica y paleogeográfica del territorio.

El Miembro Infierno fue propuesto por Myczynski y Pszczólkowski (Pszczólkowski, 1975) para las calizas y silicitas que aparecen en la parte superior de la Formación Guasasa (actualmente constituye la parte baja de la Formación Pons) .El nombre se deriva del macizo calcáreo de la Sierra del Infierno, al oeste de Viñales.

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Astajov (1982), hace mención a la “Formación Cuajaní”, cuyos depósitos fueron descritos previamente por Truitt y Brönimann (1956). La Formación Cuajaní se encuentra ampliamente difundida en la Sierra de los Órganos, principalmente en la parte norte de Sierra Viñales, en la Sierra de Cabezas y también en la Sierra de Mesa. Su corte está representado por el complejo calcáreo.-silíceo que se dispone concordantemente y que transiciona poco a poco a los depósitos de la Formación Artemisa en las secuencias de la Sierra del Rosario. Los depósitos atribuidos a ésta se les incluyen dentro de lo que Astajov denomina el Complejo Alóctono del Neocomiano, caracterizado por la existencia de una serie carbonatado-silícea uniforme, estratificada, desarrollada en la Sierra de los Órganos.

El contacto inferior de esta formación es concordante. La potencia atribuida a la Formación Cuajaní no sobrepasa los 150 m. Las características de la microfauna detectada están basadas en la presencia de radiolarios y calpionélidos mal preservados. Según reportes de Furrazola-Bermúdez y Marlon Dill, se aprecian además fragmentos aislados de Aptychus y ostrácodos.

Recientemente Pszczolkowski y Myczynski (2009) exponen de manera breve una caracterización más actualizada de la Formación Guasasa y sus cuatro miembros basándose en los lineamientos reconocidos por Pszczolkowski (1978, 1987) precisando los aspectos litofaciales y paleontológicos detectados para cada una de las unidades.

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CAPÍTULO 3. CARACTERÍSTICAS GEOLÓGICAS DE LA REGIÓN DE LA SIERRA DE LOS ÓRGANOS.

3.1- GEOLOGÍA REGIONAL

La presencia de rocas sedimentarias del Paleomargen pasivo de América del Norte en Cuba, ha sido reconocida por diversos autores (Meyerhoff y Hatten, 1974; Pardo, 1975; Pszczolkowski, 1986; Iturralde-Vinent, 1996; en Pszczolkowski, 1999, Pszczolkowski y Myczynski, 2003, Cobiella-Reguera, 2000 y 2008). Actualmente se reconocen tres grandes áreas de afloramientos de este paleomargen: Cordillera de Guaniguanico, norte de Cuba central y la zona de Maisí (Región Oriental). Según los registros recientes que brinda la geofísica de pozos, “estas rocas subyacen prácticamente todo el norte de Cuba (Cobiella- .Reguera, 2003), y a su vez fueron empujadas hacia el norte durante la orogénia cubana. El corte está formado por rocas jurásicas y cretácicas, pertenecientes a depósitos sedimentarios de origen nerítico y de cuenca profunda. Para los fines de este trabajo resulta de especial interés profundizar en los detalles sobre el paleomargen pasivo de América del Norte, ya que precisamente es en este dominio geológico donde se localiza el área de estudio mencionada. Las secuencias del paleomargen pasivo de la América del Norte en la Cordillera de Guaniguanico han recibido distintas denominaciones a lo largo de la historia de las investigaciones geológicas realizadas a diferentes escalas y que fueron descritas en el capítulo anterior. Pszczólkowski (1987) la designó con el nombre de zona estructuro- facial de Guaniguanico. Es precisamente la mayor área donde afloran las rocas del paleomargen, aunque eventualmente contiene rocas cenozoicas (Cobiella-Reguera, 2000). Las sucesiones carbonatadas en Guaniguanico contiene rocas ricas en materia orgánica (Cobiella-.Reguera, 2003), y fueron depositadas entre el Oxfordiano Medio al Cenomaniano Pszczolkowski (1978), y localmente durante el Turoniano (Cobiella-.Reguera, 2003). El término de terreno Guaniguanico fue introducido por Iturralde-Vinent (1994), quién presentó un esquema tectónico generaliza para la provincia de Pinar del Río, dividida a su vez en cinco cinturones bien diferenciados (Figura 3.1). Otras clasificaciones dividen a la provincia en dos zonas estructuro-faciales: la zona Guaniguanico, dividida en las Subzonas Los Órganos, El Rosario y la zona Zaza (Cofiño-Arada, 2002). Pszczólkowski (1999), dividió al terreno Guaniguanico de sur a norte en los cinturones Cangre y Sierra de los Órganos para la parte occidental de la cordillera y Rosario sur, Rosario norte y Guajaibón-

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Sierra Azul para el este-noreste de la misma (Pszczólkowski, 1999a., Pszczólkowski, 2009).

Figura 3.1. Unidades tectono-estratigráficas de la Cordillera de Guaniguanico, según Cobiella-Reguera (2008). SO: Sierra de los Órganos, APS: Alturas de Pizarras del Sur, SR/APN/E: Sierra del Rosario/Alturas de Pizarras del Norte/La Esperanza, ZBH: Zona Bahía Honda, N-Q: Depósitos Neógeno-Cuaternarios, C: Cinturón Cangre, G: Guajaibón, MM: ventana erosional de Martín Mesa, Ef: Turbiditas y margas del Paleoceno y el Eoceno inferior, Sf: ventana tectónica de Cayos de San Felipe, p:Pozo Pinar 1, pe: Puerto Esperanza, d: Dimas, sr: San Ramón, a: Los Arroyos 1, 2 y 3, m: Mariel, rm: Río del Medio, g: Guanahacabibes.

La Sierra de los Órganos está ubicada en la porción occidental del cinturón plegado y fallado Guaniguanico. La sierra contiene una serie de nappes cabalgados como resultado de la compresión durante la orogenia cubana (Pszczolkowski, 1978), que resultan ser el elemento más característico de su tectónica. La posición tectónica de dicha unidad fue establecida en el pozo Pinar 1(Cobiella-.Reguera, 1996, Pszczolkowski, 1999).

3.2 - ESTRATIGRAFÍA

Las formaciones expuestas en la Sierra de los Órganos se acumularon probablemente al este-noreste de la isla de Cozumel, al este de Yucatán, y al sur de la ubicación actual de la Cordillera de Guaniguanico (Pszczólkowski, 1999a., Cobiella-Reguera, 2008).

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El corte estratigráfico abarca varios ciclos sedimentarios que se extienden desde el Jurásico Superior, incluyendo todas las secuencias del Cretácico Inferior, hasta los depósitos ubicados en la parte baja del Cretácico Superior, en los cuales se encuentran las capas pertenecientes específicamente de las Formaciones Guasasa y Pons, en el marco exclusivo para la Sierra de los Órganos.

A continuación se describe un esquema estratigráfico moderno de Guaniguanico propuesto por Cobiella-Reguera et al., (2000), parcialmente basado en los trabajos de Pszczólkowski (1978, 1987).

El corte estratigráfico de la Formación Guasasa (parte alta) y la parte baja de la Formación Pons se enmarca dentro de diferentes ciclos sedimentarios, ocurridos desde principios del Jurásico Superior hasta las secuencias iniciales del Cretácico Superior. La composición litológica, textural y disposición de estos sedimentos serán expuestas a continuación. Las descripciones de esta unidad litoestratigráfica han sido complementadas inicialmente con información del Léxico Estratigráfico Cubano, propuesto por Álvarez et. al., (1994). A continuación y auxiliándonos también del Léxico estratigráfico, (2001), aparecerá una breve descripción, más actualizada de las unidades litoestratigráficas propias de esta formación.

3.2.1. Formación Guasasa

La Formación Guasasa (Jurásico Superior Oxfordiano -Cretácico Inferior Valanginiano), fue reconocida en la sierra homónima, donde aparece distribuida, por lo que se incluye exclusivamente dentro del marco de las unidades lito-estratigráficas pertenecientes a la Sierra de los Órganos, en la Cordillera de Guaniguanico. Su litología se encuentra identificada con cierta homogeneidad en los cortes y una evidente monotonía en la coloración, la que consiste generalmente en calizas micríticas masivas y estratificadas, de color gris al negro, esporádicamente dolomitizadas, con nódulos de pedernal en su parte más baja e intercalaciones de silicitas hacia la parte superior de la formación (Furrazola- Bermúdez, 1997). Su contacto inferior es concordante con el Miembro Pimienta de la Formación Jagua, y por otra parte se encuentra cubierta por las formaciones Ancón, Guane, Manacas y Pons (Pszczólkowski et. al., 1975). El espesor de la misma oscila entre los 300 y los 800 m. Es correlacionable con la Formación Artemisa y la parte basal de la Formación Polier.

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La Formación Guasasa se subdivide en cuatro miembros, que son: San Vicente, El Americano, Tumbadero y Tumbitas. En esta investigación haremos hincapié fundamentalmente en el último de sus miembros, Tumbitas, confinado a la parte alta de la formación y del resto se tratará solo cuestiones puntuales referentes a sus características litológicas y bioestratigráficas. Se incluye además una breve referencia a la estratigrafía de los depósitos pertenecientes a la Formación Pons, que sobreyace a la Formación Guasasa.

1 .Miembro San Vicente

Esta unidad lito-estratigráfica fue reconocida por Herrera (1961), la cual representa la parte basal de la Formación Guasasa. Su sección tipo se encuentra en el margen oriental de la Sierra Viñales. Se caracteriza por la presencia de capas gruesas de calizas micríticas masivas (0,8 a 3m de espesor), de color gris claro a negro, por lo general carsificadas, así como calcilutitas, calcarenitas y calciruditas. En ciertos lugares pueden aparecer estratificadas y parcialmente dolomitizadas, con esporádicas intercalaciones de nódulos y lentes de pedernal negro.

Su espesor varía entre los 300-650 m aproximadamente (López Rivera et al., 1987), dispuestas inmediatamente por encima de la Formación Jagua del Oxfordiano. El intervalo Oxfordiano-Kimmeridgiano se ha identificado como la edad establecida para el Miembro San Vicente, la que ha sido definida en base a su posición lito-estratigráfica, entre la Formación Jagua y El Miembro El Americano.

El contenido fosilífero de las rocas de este miembro incluye bioesparitas con algas verde- azules, fragmentadas, principalmente el género Codiacea (hasta un 60%) acompañado por Coralinacea, Cyanophyta, Solenoporacea y Dasycladacea). En las calizas del mismo se han reportado pelecípodos, gasterópodos (Nerinea cf. entre otros, Myczynski, en Pszczólkowski y otros, 1975), fragmentos de bivalvos, espinas de equinodermos (erizos) y foraminíferos bentónicos (Textulariidae, entre otros). Pszczolkowski (1978) caracterizó las microfacies asociadas como propias de sedimentos carbonatados de aguas poco profundas.

2. Miembro El Americano

Por encima del Miembro San Vicente descansa concordantemente el Miembro El Americano (Pszczólkowski, 1978), el cual está compuesto por calizas micríticas de color gris oscuro a negro. Presenta una estratificación fina con moderadas intercalaciones de

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lutitas y esquistos parcialmente carbonatados. La potencia de los estratos varía de 0.05 a 1 m. Su límite superior está dado por la abundancia de silicitas típicas del miembro que lo sobreyace (Miembro Tumbadero). El espesor del Miembro El Americano varía entre 20-25 m.

Esta unidad ha sido definida para el Tithoniano-Berriasiano Inferior. En la sección de la Sierra del Infierno, el límite entre el Tithoniano-Berriasiano se localiza en la parte alta de el Miembro El Americano (Pszczólkowski et al., 2005).

3. Miembro Tumbadero

Este miembro fue redefinido por Pszczólkowski (1978, 1987), para incluir el corte de calizas que se disponen entre los Miembros El Americano y Tumbitas y se encuentra constituído por calizas micríticas, con frecuencia laminadas y bien estratificadas (0.1 a 0.3 m de espesor), y abundantes intercalaciones de silicitas de color negro. Esporádicamente se observan limolitas calcáreas. Las micritas son de color negro en estratos cuyo espesor varía entre los 10-15 cm.

La edad del Miembro Tumbadero es Berriasiano Inferior (Pszczólkowski, 1978, 1987) Los géneros ellíptica Cadisch y Remaniella sp., cf., Remaniella Colomi Pop, aparecen media del miembro. El límite superior es asignado a la Subzona Calpionellopssis oblonga (sensu Remane et al., 1986., Pszczólkowski y Myczynski, 2009).

4. Miembro Tumbitas

Esta unidad lito-estratigráfica ha sido distinguida en la parte superior de la Formación Guasasa, sobre los depósitos del Miembro Tumbadero (Pszczólkowski, 1978, 1987). Consiste en calizas micríticas de color gris oscuro, compactas, bien estratificadas (0.3 a 2 m), con algunas intercalaciones delgadas de calizas con tonalidades más claras (Figura 3.2). Los depósitos aparecen frecuentemente moteados debidos probablemente a la bioturbación (trazas de icnofósiles) con espesores de varían de 0.5 a 2 m, y las cuales pueden reconocerse las formas Planolites y Chondrites (Pszczólkowski y Myczynski, 2009). Pueden aparecer esporádicas intercalaciones de calizas esquistosas. En su base aflora un horizonte de calizas de color gris crema a rojo pálido. Su espesor varía entre los 30 y los 80 m.

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Pszczolkowski reporta gran abundancia de calpionélidos, principalmente los géneros: Calpionella alpina, Calpionella ellíptica, Tintinnopssella carpathica (Murgeanu y Filipescu), T. longa, Calpionellopssis simplex, C. longa, darderi. De forma esporádica también se han detectado Nannoconus sp. y Globochaete alpina. La fauna de ammonoideos se encuentra mal preservada y apenas aparece.

La edad del Miembro Tumbitas es Berriasiano Superior-Valanginiano Inferior. El límite medio es asignado a la Subzona Calpionellopssis oblonga e inclusive la parte baja de la Zona Calpionellites darderi (sensu Remane et al., 1986., Pszczólkowski y Myczynski, 2009).

Figura 3.2 Cortes carbonatados del Cretácico Inferior Berriasiano -Valanginiano en el Miembro Tumbitas de la Formación Guasasa, en la Sierra de los Órganos. Vista tomada en la localidad El Sitio.

3.2.2 Formación Pons

Cubriendo las calizas del Miembro Tumbitas (Formación Guasasa) contactan concordantemente las rocas de la Formación Pons. La Formación Pons (Cretácico Inferior Valanginiano-Cretácico Superior Cenomaniano) ha sido reconocida desde los valles de Pons, Viñales y Pica Pica, en la parte central de la Sierra de los Órganos, y al igual que la Formación Guasasa, también es exclusiva de ésta.

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La formación se encuentra representada por depósitos carbonatados, con intercalaciones de calizas pelitomórficas (0.2 a 0.4 m de espesor), de color gris oscuro (raramente negros), con calizas, carsificadas, parcialmente silicificadas. Se presencian además texturas masivas y estructura pelitomórfica, a veces clástica. El material silíceo pelitomórfico por su parte contiene sustancias carbonosas diseminadas y se incrementa a medida que se asciende hacia los estratos más jóvenes. Las calizas están bien estratificadas y denotan una secuencia masiva y de estratificación gruesa en la parte media superior (Pszczólkowski, 1978, 1987).

3.3 - TECTÓNICA

3.3.1. Secuencias de la zona Guaniguanico

La Sierra de los Órganos constituye una de las áreas más extensas de afloramientos carbonatados, ocupando la posición estructural inferior en el conjunto del margen continental norteamericano en Cuba. Los depósitos pelágicos, principalmente calcáreos, del Tithoniano al Cretácico de las secuencias de la Sierra de los Órganos son más bien delgados. A este respecto, la Sierra de los Órganos puede relacionarse al leptogeosinclinal de Cuba Central tal como lo concibieron Knipper y Cabrera (1974) e Iturralde-Vinent (1975).

La yacencia tectónica aún de sus niveles estructurales más bajos fue establecida con la perforación del pozo Pinar 1, referido con anterioridad (López-Rivera et. al., 1987, Cobiella- Reguera, 1996., Pszczolkowski, 1999). Los principales desplazamientos ocurrieron provenientes desde el sur o sur-sudeste, hacia el norte o norte-noroeste (Hatten, 1967., Piotrowska., 1978., Pszczolkowski, 1994., Cobiella-Reguera et.al., 2000).

El frente de los cabalgamientos se sitúa al pie del talud insular ubicado al norte de Cuba Occidental, descansando sobre los depósitos autóctonos del SE del Golfo de México (Moretti et. al., 2003).

Iturralde-Vinent (1994, 1996), propone un esquema de la evolución del oeste de “Caribbean” (¿?), entre la plataforma de Yucatán y el “terreno Guaniguanico” durante el Jurásico y el Cretácico. Por su parte, Pszczólkowski y Myczynski (2009), definen el margen de Yucatán como la continuación de la plataforma de Yucatán, truncado y deformado a lo largo de este borde. La geometría de las fallas en el este de Cuba y a lo largo del margen de Yucatán se encuentra implícito en los cabalgamientos tipo nappes escamados de las unidades de Guaniguanico (o megaunidad Guaniguanico, Pszczólkowski, 2009).

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3.3.2. Estilo tectónico de la Sierra de los Órganos

Esta unidad constituye en sí una estrecha ventana tectónica de forma convexa extendida hacia el norte por unos 110 Kilómetros en la mitad occidental de la cordillera con un ancho variable entre 2,5 y 10 Kilómetros (Cedillo Villarreal, 2008). Desde el punto de vista de su estilo estructural, en la Sierra de los Órganos se distinguen cabalgamientos con deformaciones internas de escasa complejidad producto al banco carbonatado del Jurásico Superior Tithoniano. En el interior de la sierra se aprecian a su vez cadenas de mogotes de forma paralela a las estructuras regionales, las que se reflejan particularmente en la región centro-oriental y más dilatada de la sierra.

El área de estudio se incluye dentro de la zona estructuro-facial Guaniguanico (Pszczolkowski, 1975), la cual muestra considerables sobrecorrimientos y cuyas unidades de nappes escamados de Guaniguanico comprende formaciones desde el Jurásico Inferior (?) hasta el Eoceno Inferior inclusive. El espesor vertical del paquete tectónico de la cordillera debe sobrepasar los 5000 m, según datos de pozos profundos (Cobiella.- Reguera, 2008).

En la Sierra de los Órganos se han diferenciado cuatro grupos de unidades de nappes. Cada uno de ellos pudo haber constituído un nappe separado en una fase siguiente a la diferenciación del manto inicial. Los nappes se originaron probablemente por la deformación de las secuencias depositadas de este a noreste del Bloque Maya (Iturralde – Vinent, 1994, Pszczólkowski, 1999). Una reciente reconstrucción palinspástica de los nappes de Guaniguanico está contenida en Saura et. al. (2008) y Cobiella.-Reguera (2008).

Estructuralmente la zona de estudio pertenece al grupo de unidades calcáreas de nappes escamados de la faja de mogotes. Dichas unidades forman la parte central del complejo de mogotes de la Sierra de los Órganos. Al oeste de Viñales las direcciones llegan a ser cada vez más hacia el NE-SW (Piotrowska, 1987). Cerca de Santo Tomás-Isabel María , en la Sierra de Quemado, las unidades de la faja de mogotes muestran localmente direcciones SSW-NEE, las que están relacionadas con las complicaciones ocurridas durante el sobrecorrimiento (presencia de fallas paralelas a la dirección de transporte y la morfología del substrato que controló la velocidad de sobrecorrimientos), así como algunas desplazamientos recientes de carácter rotacional. En general, las unidades tectónicas muestran una dirección NE-SW entre Viñales y el valle de Luis Lazo (Figura 3.3)

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Figura 3.3 Perfil geológico esquemático por la porción centro-occidental de la Sierra de los Órganos, según Cobiella-Reguera (2008). Las flechas indican la dirección de transporte de los macizos rocosos. SR/E:Depósitos de Sierra del Rosario-La Esperanza, ST:Formación Santa Teresa, SC:Formación San Cayetano, M:Formación Manacas, A: Formación Artemisa, SV: Miembro San Vicente de la Fm. Guasasa, J:Formación Jagua, A-T:miembros El Americano, Tumbadero y Tumbitas de la Fm. Guasasa, P:Formación Pons, C:Cinturón Cangre, V:Rocas volcánicas de la zona Bahía Honda, Q:depósitos cuaternarios.

La unidad valle de Pons (Piotrowska, 1987) constituye la unidad calcárea más inferior de la faja de mogotes a la que pertenecen además la sierra Quemado, Infierno, Celadas, Viñales, Ancón, entre otras. Solo nos referiremos en este trabajo a la unidad Sierra del Infierno, en la que se encuentra la zona de la investigación.

3.3.3. Unidad tectónica Sierra del Infierno

A continuación se caracteriza en sus rasgos generales, la unidad tectónica o escama Sierra del Infierno, según Piotrowska (1975).

Esta es una de las unidades más extensas de la zona de mogotes. Está ampliamente desarrollada entre Viñales y Sumidero, esto es dentro de la elevación Pons y sobre sus vertientes, principalmente en las meridionales. Algunos mogotes están constituídos principalmente por las formaciones que pertenecen a la unidad Infierno.

En la mayoría de las áreas, la unidad Infierno descansa directamente sobre la parte más alta de la unidad valle de Pons. Esto es en particular cierto, en los valles de Pons y Pica Pica. En el área de Viñales, en su parte inferior, existen remanentes de las formaciones San Cayetano, Jagua, Ancón, etc. Sin embargo hacia el oeste de Santo Tomás, no se encuentran las formaciones San Cayetano, Jagua, ni la parte inferior de la Formación Guasasa, sobre todo su parte alta representada por calizas estratificadas También en la Sierra del Pesquero se pueden observar las unidades litoestratigráficas más bajas que las calizas estratificadas de la Formación Guasasa. Estas últimas rocas por lo general

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comienzan el perfil de la unidad Infierno. La unidad Infierno está sobrecorrida y en muchos lugares parcialmente cizallados por la supuesta unidad Celada y por la unidad Viñales. En el sur la unidad Infierno está cubierta por las unidades de nappes de las Alturas de Pizarras del Sur. Es significativo en ella el espesor estructural variable el que puede alcanzar los 400 m (Sierra del Infierno, Sierra de Cabezas), pero en muchos lugares aparece muy reducido, hasta 30-60 metros solamente.

Se presencian además muchas fallas inversas inclinadas 30 a 40° a consecuencia del cizallamiento donde, a lo largo de algunos de los planos de fallas, han ocurrido sobrecorrimientos pequeños. La orientación de los planos de fallas y el estado de tensión restablecida a partir de ellos, concuerda con la dirección general del transporte de las estructuras de la Sierra de los Órganos.

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CAPÍTULO 4. METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN

Introducción

Para los efectos de este trabajo se hace necesario dividir el proceso de reconstrucción paleoambiental y paleogeográfica por etapas, facilitando con ello su análisis y comprensión. Las etapas son las siguientes:

1) Observación: Comprende el estudio megascópico del sedimento o registro litológico (rocas carbonatadas) y el análisis preliminar de las propiedades y aspectos definidos en las secciones delgadas, así como la revisión de todo el material bibliográfico disponible sobre la zona de estudio. Esto se ha cumplimentado en los capítulos 3 y 5 del Trabajo de Diploma.

2) Procesamiento y Análisis: Incluye la descripción detallada de las secciones delgadas .Se procede a la identificación e interpretación de los componentes litológicos, petrográficos y paleontológicos. Aparejadamente se realiza una caracterización lito- estratigráfica de los depósitos, a partir de las observaciones hechas por el autor en la zona de estudio, teniendo en cuenta para ello, la descripción efectuada con anterioridad sobre la misma. Los resultados de esta etapa están contenidos en los epígrafes 6.1.3 y 6.1.4.

3) Reconstrucción e Interpretación: Consiste en la integración de todas las observaciones de sucesos para reconstruir las condiciones del medio físico-geográfico en el cual se desarrolló la comunidad fósil reportada en los depósitos estudiados, y las implicaciones que ello tuvo para la paleogeografía regional y los fenómenos geológicos asociados al intervalo de tiempo considerado. Los resultados de esta etapa se recogen en el epígrafe 6.2.

4.1 METODOLOGÍA DE TRABAJO EMPLEADA EN LA PRESENTE INVESTIGACIÓN.

Los sedimentos carbonatados constituyen una herramienta esencial en la reconstrucción de la historia geológica (Paleogeográfica) de una cuenca de sedimentación, debido a que sus características reflejan las condiciones existentes en la misma durante su formación.

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Según James (en Mas y Alonso, 1992) “los sedimentos carbonatados nacen, no se hacen”. Por lo anterior, para la aplicación de la línea de investigación general de la reconstrucción paleoambiental en el presente trabajo se definió como objeto de estudio las rocas carbonatadas del Miembro Tumbitas de la Formación Guasasa, en la porción central de la Sierra de los Órganos (Figura 4.1a).

Revisión Bibliográfica.

Etapa 1

Entrenamiento en el estudio de las Rocas Carbonatadas. Análisis preliminar de secciones delgadas.

Trabajo de Gabinete. Procesamiento de la Información.

Determinaciones litológicas, Trabajo de Campo: Caracterización petrográficas y paleontológicas. Etapa 2 lito-estratigráfica de los depósitos.

Reconstrucción Paleoambiental.

Etapa 3 Interpretación de los Resultados.

Redacción Final.

Figura 4.1a Diagrama de Flujo. Metodología empleada en la investigación.

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La presente investigación parte de los trabajos realizados en conjunto por el Dr. Jorge L. Cobiella Reguera del Departamento de Geología de la Universidad de Pinar del Río y el Dr. Ricardo Barragán Manso de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en 2006. En esa ocasión se escogió una sección contínua perteneciente a un pequeño afloramiento de posición estratigráfica no bien determinada entonces, realizándose una caracterización megascópica somera de un corte de 44 capas en El Sitio, Sierra del Infierno. En la Universidad Nacional Autónoma de México se realizaron secciones delgadas de las muestras, que fueron enviadas posteriormente a Cuba. Teniendo en cuenta la valiosa información potencialmente contenida en las secciones delgadas de un corte capa a capa es que se decide realizar su estudio detallado de las secciones delgadas y sus microfacies, encargándose al autor el diseño del anteproyecto de este trabajo de diploma, posteriormente discutido y aprobado por el Departamento de Geología.

Como preparación para realizar la presente investigación, el autor revisó y estudió bibliografía relativa a las rocas carbonatadas y las microfacies. Por otra parte, también se entrenó en el estudio microscópico de las rocas carbonatadas, empleando las propias secciones delgadas de esta investigación.

Las secciones delgadas fueron revisadas por especialistas del Centro de Investigaciones del Petróleo (CEINPET) en Ciudad de La Habana, para efectuar una caracterización bioestratigráfica general. Estos confirmaron por bioestratigrafía la pertenencia del corte al Miembro Tumbitas, y sus anotaciones permitieron una revisión de las observaciones hechas con anterioridad por el autor.

Para el estudio litológico y bioestratigráfico de los depósitos del Miembro Tumbitas, en la parte alta de la Formación Guasasa del Cretácico Inferior Berriasiano-Valanginiano, se hizo un levantamiento de los materiales primarios partiendo inicialmente de la revisión bibliográfica, y disponiendo además de la hoja cartográfica 3483-IV-b (Minas de Matahambre escala 1:50 000). También se contó con los materiales previstos para el tema de investigación , así como otros documentos facilitados por la Universidad y el Prof. Cobiella Reguera, entre los que se destacan, las secciones delgadas, piqueta, lupas de mano, cámara digital, libreta de campo, etc.) y de toda la información disponible que permitiera realizar una descripción lo más detallada posible de la localidad y del corte en general. La memoria visual para los efectos de la investigación fue recogida mediante instantáneas tomadas con una cámara digital, marca Sony, 256 MB de capacidad y 5

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Megapixels de resolución, permitiendo la disposición de un importante e imprescindible testimonio fotográfico.

Para esto se realizó inicialmente una descripción preliminar de las secciones delgadas para entrenar al autor en el estudio de las rocas carbonatadas. Posteriormente todas las muestras fueron redescritas y clasificadas en microfacies, según los criterios de Wilson (1975) y Flϋgel (2004). Para ello se contó con el auxilio en la fase inicial de los microscopios docentes “Novel”, de fabricación china, modelo NP- 107B, oculares 4x y 10x y “Carl Zeiss”, polarizado, modelo Jenapol, de fabricación alemana, oculares y distintos objetivos 2,5x, 10x, 20x y 50x, existentes en el Laboratorio de Petrografía, del Museo de Geología, UPR “Hermanos Saíz Montes de Oca” (Figura 4.1b), permitiendo la toma de fotomicrografías para cada una de las microfacies establecidas en este trabajo.

Se confeccionó además una tabla descriptiva de los elementos petrográficos advertidos, haciendo hincapié en los aspectos texturales y composicionales (% de matriz presente por muestra, etc.), (Ver Anexo 2. Tabla V.a).

El método seguido para el estudio petrográfico fue la observación visual bajo el microscopio óptico LEICA. Para realizar las descripciones petrográficas de las rocas carbonatadas se tuvo en cuenta la clasificación de Dunham en 1962, modificada y ampliada por Embry y Klovan, 1972 (Figura 4.1c).

Figura 4.1b Microscopio docente “Carl Zeiss”, en el cual se realizaron las descripciones preliminares de las secciones pulidas. Laboratorio de Petrografía. Museo de Geología, UPR.

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Figura 4.1c Tabla de clasificación de las calizas, basadas en su textura y deposición, según Dunham (1962) modificada y ampliada por Embry y Klovan (1972). Tomado de Pérez Machado (2009).

4.2 DETERMINACIONES PALEONTOLÓGICAS.

El contenido de microfósiles fue determinado por el Ing. Osmany Pérez Machado, bajo la asesoría de la micropaleontóloga, Lic. Silvia Blanco Bustamante, utilizándose para ello la clasificación sistemática de Furrazola-Bermúdez y Kreisel (1973) para calpionélidos; y Borza (1969) para los cadosínidos en el Departamento de Estratigrafía del CEINPET. Con las observaciones hechas por los referidos investigadores, se confeccionó una tabla bioestratigráfica con los representantes de la microfauna reportada en cada sección delgada estudiada en el corte El Sitio (Ver Anexo 3. Tabla VI.a). Las consideraciones bioestratigráficas estuvieron basadas en: Fernández-Carmona y Pendás-Amador (1998).

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Las primeras observaciones sobre el contenido paleontológico de las secciones delgadas mostró la presencia de calpionélidos. Esto constituyó un resultado inesperado, pues se suponía que el corte elegido para su estudio pertenecía a la Formación Pons, en la cual no se encuentran estos organismos. De modo que esto implicó realizar una visita a El Sitio para revisar en el campo la posición del corte, comprobándose la probable yacencia de sus capas por de estratos asignables al Miembro Tumbadero, de fácil reconocimiento en condiciones de campo. Por lo tanto los resultados de las determinaciones paleontológicas recibidas posteriormente condujeron a identificar el corte estudiado como parte del Miembro Tumbitas. Disponiendo de la clasificación de las secciones delgadas en microfacies, se procedió a colocar estas en su posición de acuerdo a la columna estratigráfica elaborada en el campo por el Dr. Barragán. La columna se construyó a escala 1: 10. Para cumplimentar dicho objetivo fue necesario auxiliarse del programa Corel Draw 12 (2003), el que permitió dibujar en formato digital la secuencia de capas advertidas. La columna cuenta con una leyenda descriptiva, cuya simbología permite comprender mejor el tipo de rocas existentes en el corte y el contenido bioestratigráfico detectado en las secciones analizadas, La misma fue concebida siguiendo la simbología propuesta por Pszczólkowski (1987), para cada uno de los fósiles típicos de las microfaunas características reportadas en el intervalo Jurásico-Cretácico. La realización de una tabla complementaria permitió visualizar la distribución de la microfauna reportada en el corte y su ubicación dentro de las biozonas de calpionélidos, establecidas por Remané (1986) para las unidades litoestratigráficas de la Cordillera de Guaniguanico , así como la confección de algunos gráficos en los que se refiere el comportamiento porcentual del fenómeno de la bioturbación y el número de microfacies detectadas, durante la revisión de las muestras, a partir de las referencias que de este se encuentran en la literatura especializada, previamente consultada, lo cual constituyó una herramienta auxiliar con la que se pudo apreciar la recurrente distribución de dicho fenómeno en el corte El Sitio y verificar este como elemento clave a la hora de caracterizar los depósitos estudiados en la Sierra del Infierno (Ver Figuras 6.1c y 6.1d, Anexo 4. Tabla VI.b). Disponiendo de los elementos arriba citados, se procedió a la reconstrucción paleoambiental, para lo cual se trató de emplear la mayor y más actualizada información posible tanto desde el punto de vista teórico, como sobre la estratigrafía regional.

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CAPÍTULO 5. CARACTERIZACIÓN PETROGRÁFICA Y MICROFACIAL DE LOS SEDIMENTOS DEL CRETÁCICO INFERIOR BERRIASIANO-VALANGINIANO EN UN CORTE DEL MIEMBRO TUMBITAS, FORMACIÓN GUASASA, EN LA SIERRA DEL INFIERNO.

Introducción

Hoy en día el estudio de las microfacies constituye una herramienta imprescindible en cualquier estudio que involucre depósitos carbonatados, lo que permite reunir gran cantidad de información y establecer, por medio de características a pequeña escala, una interpretación de los mismos y sus condiciones iniciales de sedimentación. El presente trabajo contiene la novedad respecto a otros previamente realizados en la Sierra de los Órganos, y quizás para toda Cuba, que representa el resultado de un estudio de una sucesión continua de 44 capas, con un espesor total de 8.32 m. El análisis de microfacies realizado a una sucesión contínua de capas, en un pequeño corte del Miembro Tumbitas, principalmente su parte baja, ubicado en la localidad El Sitio, Sierra del Infierno, permite obtener nueva e importante información sedimentológica, paleoambiental y micropaleontológica del Cretácico Inferior en el occidente de Cuba.

Es necesario reiterar que las secciones delgadas de las cuales se dispuso para la realización de esta investigación forman parte de un proyecto, previamente citado en el capítulo anterior, llevado a cabo mediante la labor desplegada y conjunta entre el Dr. Jorge L. Cobiella Reguera, del Departamento de Geología de la Universidad de Pinar del Río “Hermanos Saíz Montes de Oca”, y el Dr. Ricardo Barragán Manzo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la cual tuvo lugar durante el trabajo de campo de ambos investigadores en la localidad a finales de 2006.

Partiendo del material primario (secciones delgadas) y de las determinaciones realizadas con base en estos trabajos, se procedió a la caracterización petrográfica y al análisis microfacial de un corte seleccionado en la referida localidad. La caracterización petrográfica està basada en el estudio de las calizas realizado con el propósito de distinguir los tipos texturales presentes, de importancia en la determinación de las microfacies stándard y los cinturones faciales asociados.

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5.1 – LOCALIZACIÓN GEOGRÁFICA DEL ÁREA DE ESTUDIO.

El corte de estudio se ubica en la localidad de El Sitio, cuyas coordenadas topográficas son 310 250 y 215 550, a unos 200m aproximadamente sobre el nivel medio del mar, en la vertiente sur de la Sierra del Infierno (Figura 5.1), entre las Sierras de Ancón y del Medio, a menos de 1 kilómetro de la carretera que une a Viñales y el poblado de Pons. Sus coordenadas geográficas son 22°40´00”, de latitud norte y a los 83°75´00” de longitud oeste, perteneciente a la hoja cartográfica 3483-lV-b, Minas de Matahambre, escala 1:50 000.

Figura 5.1 Vista panorámica de la Sierra del Infierno, en la entrada a la localidad El Sitio, al oeste de Viñales. En la foto, al centro, un cañón o abra cársica que se abre paso a través del macizo.

5.2 – CARACTERIZACIÓN GENERAL DEL CORTE EL SITIO

Antes de comenzar el estudio del corte del Miembro Tumbitas en El Sitio, debe destacarse que, a pesar de los esfuerzos realizados para reconocer individualmente las capas del perfil de 2006, esto no fue posible, pues los números que identificaban cada capa se borraron por la acción de más de 3 años de meteorización sobre la superficie de los estratos. No obstante, se verificó en el terreno el corte reconocido por Barragán en sus apuntes de campo. A continuación se añaden algunas observaciones de campo realizadas en marzo de 2010 para complementar las notas del Dr. Barragán. (Ver Anexos gráficos 1. a, b y c: columna estratigráfica preliminar).

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Se trata de un corte bien estratificado en capas que van desde centímetros hasta decímetros de espesor. A menudo se hacen evidentes los procesos disolutivos a lo largo de los planos de estratificación. Es significativo destacar la existencia de pequeñas cavidades abiertas verticalmente a través de las paredes estratificadas, que comunican ambas vertientes de estos cerros ruiniformes, provocado por la acción graviclástica, la fragmentación y el desplome preferentemente en la base de los mogotes (Figuras 5.2 a y 5.2 b).

a b

Figura 5.2. a. Cavidades abiertas al pie de los cerros ruiniformes, de manera transversal a la disposición de las capas. b. Espelunca de escasa profundidad horadando una de las paredes de estos cerros.

La sección se localiza en un diminuto mogote de aspecto ruiniforme, de paredes verticales y abruptas, que no sobrepasa los 20 m de altura sobre el terreno circundante, cubierto por una exuberante y típica vegetación de mogotes, en el cual se denota la presencia de pequeñas cañadas evidenciando socavamiento, generado a su vez por corrientes transitorias que han excavado la base misma del cerro (Figura 5.2 c). Aparecen además, innumerables bloques calizos, diseminados al pie de las laderas del mismo y en sus proximidades, producto al desplome provocado esencialmente por los fenómenos de disolución cársica. Litológicamente resaltan las capas de caliza micrítica, de color gris

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oscuro, cortadas por pequeñas vetillas y nichos de calcita blanca, en estratos bien visibles que superan los 40 cm. de espesor y cierta cavernosidad implícita (Figuras 5.2 d y 5.2 e).

Figura 5.2c Sección estratigráfica El Sitio, donde se localiza el corte estudiado.

Cabe destacar que las capas aparecen parcialmente silicificadas, aunque sin las intercalaciones de pedernal negro, distintiva de otros miembros de la formación. Las calizas presentan tonalidades variables que van desde el gris claro a más oscuro, y que se alternan paulatinamente a medida que se asciende en el corte (Figura 5.2 f).

Figura 5.2d Cortes bien estratificados, en capas que superan los 40 cm. de espesor.

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Figura 5.2e Caliza micrítica de color gris oscuro, con pequeños nichos de calcita blanca.

Por lo general se advierte un aspecto porcelanoso en la textura de las capas, que rompen con bordes filosos, (Figura 5.2 g), se presentan en forma no laminada constituída por capas de grano muy fino que transicionan a esparita fina con el incremento del volumen de éstos.

Figura 5.2 f Caliza micrítica parcialmente silicificada.

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Figura 5.2g Caliza micrítica porcelanosa.

No se presencia estructura interna en ellas, es decir laminación o estratificación. Megascópicamente se observa un corte bastante homogéneo donde es evidente la similitud de las capas en general, sin marcados contrastes en espesor y litología (Figura 5.2h). Es frecuente la presencia de sustancias bituminosas.

Figura 5.2h Caliza bien estratificada, moderadamente carsificada.

Mediante el trabajo de campo previamente descrito, la sección estratigráfica de la localidad El Sitio fue reconocida a partir de las observaciones anteriores para facilitar la comprensión

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sobre las dimensiones exactas del afloramiento. El corte seleccionado abarca un espesor total de 8,32 m y corresponde a rocas del Miembro Tumbitas.

5.3 PETROGRAFÍA DEL MIEMBRO TUMBITAS EN LA LOCALIDAD EL SITIO, SIERRA DEL INFIERNO

5.3.1. Variedades petrográficas. Tipo textural de calizas.

En el Miembro Tumbitas de la Formación Guasasa fueron descritas para la sección del corte El Sitio, en la Sierra del Infierno, los siguientes tipos texturales de rocas carbonatadas: a) wackestones bioclásticos y b) mudstones, con predominio de los primeros, mientras la otra variedad solo se presenta esporádicamente o en transición con la primera. A partir del estudio microscópico se han podido distinguir cinco asociaciones de microfacies a través de la sección del corte.

A continuación se hace una caracterización petrográfica generalizada donde se detallan los aspectos de tipo textural y composicional, en cada variedad (Ver Anexo 2. Tabla V.a).

A. Variedad wackestones bioclásticos

Es la variedad litológica predominante en la unidad. Está compuesta mineralógicamente por calcita microcristalina (micrita) en un 60-80 %, con abundantes restos fósiles, representados fundamentalmente por calpionélidos, radiolarios, y bivalvos pelágicos en ese orden de abundancia. Pueden en ciertos casos ser considerablemente retrabajados por organismos que vivían enterrados en el sedimento (Infauna).

En este tipo de rocas se denota un sistema de grietas de diferentes generaciones con espesores variables (desde milimétricas hasta centimétricas), que cortan la roca en diferentes direcciones y se encuentran rellenas de calcita micrítica a microesparítica constituída por granos que varían entre 0.1 a 1mm. También se hace evidente la existencia de estilolitos rellenos por una materia de color oscuro, probablemente de origen orgánico (bitumen), los cuales se proyectan en todas direcciones en la roca. Es frecuente además cierta orientación de las partículas biogénicas (testas de fósiles recristalizados), en el sentido de la laminación, así como posibles variaciones en la tonalidad de los sedimentos y con ello el incremento o la disminución del contenido fosilífero, según sea el caso.

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B. Variedad mudstones calcáreos (oozes)

El mayor contenido de ésta roca está dado por fangos calcáreos (oozes), de textura lodosoportadas, en un 90-95 % puras, y cuyo contenido fosilífero es notoriamente pobre, representado, en caso de estar presente, por radiolarios y calpionélidos. Es muy común en este tipo de roca encontrar vetillas bien finas de calcita que se extienden en todas direcciones. Es usual la existencia de estilolitos, rellenos de bitumen los cuales se expanden en diferentes direcciones. Aunque este tipo textural aparece de manera esporádica en el corte, se hace visible en ciertas secciones delgadas, donde se halla conjuntamente con la variedad wackestones o transicionando hacia esta.

5.3.2. Caracterización Petrográfica general del Miembro Tumbitas (Formación Guasasa), en la sección estratigráfica El Sitio, Sierra del Infierno.

Las rocas de esta unidad en el corte de El Sitio están representadas fundamentalmente por wackestones bioclásticos compuestos por un 60-70 % de matriz con numerosos bioclastos esqueléticos microesparíticos recristalizados representados por abundantes calpionélidos y moldes recristalizados de radiolarios, acompañado de escasos restos de cadosínidos y nannocónidos, con una marcada bioturbación, extendida considerablemente (MIT- 9, 10, 11, 15, 22, 23, 24, 30, 33, 35, 36, 37, 42, 43, y 44). En otros casos se manifiesta de manera dispersa y restringida a áreas más pequeñas (MIT-1, 2 , 4, 7, 8, 12, 13, 13a, 14, 16, 17, 18, 20, 21, 26, 27, 28, 29, 31, 32, 38, 39, 40, 41), en tanto en MIT- 3, 5, 6, 19 y 25 no se definen rasgos distintivos de este fenómeno.

No se advierte estructura interna primaria bien definida, entiéndase laminación. El propio fenómeno de la bioturbación deja entrever una interdigitación irregular de los sedimentos con variación en la tonalidad del wackestones. En algunos casos, estas partículas esqueléticas tienden a orientarse paralelas entre sí, manifestando cierta laminación interna. Por ejemplo en MIT-1, 17, 19, 23, 25, 26, 29 y 31, se aprecia una ligera orientación, se advierte en consecuencia, variación en sus colores siendo claros u oscuros, lo cual puede ser producto a la existencia en mayor o menor medida de materia orgánica.

Son frecuentes los estilolitos constituídos por materia orgánica bituminosa de color oscuro (MIT-11, 19, 20, 28, 39, 42), así como vetillas finas de calcita blanca microesparítica que se cortan en diferentes direcciones (MIT-2, 14, 16) cuyo contenido puede variar desde muy

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abundantes (MIT- 9, 15, 18) hasta casos donde son significativamente escasas o no existir (MIT-3). En otros casos se observan vetas de calcita esparítica de al menos 2 generaciones. Algunas contienen materia orgánica bituminosa, y están cortadas a su vez por otras, pero sin la presencia de este elemento (MIT-22, 30) en las cuales pueden observarse como elemento relevante estructuras que adoptan la forma de cavidades rellenas y trazas de material micrítico, con cierta ramificación y contornos un tanto difusos, poco visibles y probablemente excavadas por organismos perturbadores del sedimento, aún no consolidado (Infauna).

Es notable la fauna fósil de calpionélidos, predominando las formas: Tintinnopssella, Calpionellidae, Calpionellopsis, Remaniella, acompañados por Globochaete así como por radiolarios, presumiblemente las formas espumeláricas. Asociados a los radiolarios se advierten ocasionales espículas de esponjas (MIT-18, 20, 21). Pueden advertirse algunos icnofósiles de contornos bien definidos y formas alargadas, redondeadas u ovales (MIT- 2, 13a), pero en general estos son escasos y puntuales. Son frecuentes los fragmentos de bivalvos pelágicos, que en algunos secciones pueden llegar a ser muy abundantes (MIT- 22).

En los mudstones, persisten rasgos muy similares a las secciones donde predomina el wackestones bioclástico. Constituídos aproximadamente por un 90% de matriz micritizada y con áreas donde se manifiesta una ligera transición a wackestones a partir del incremento en ellas de partículas esqueléticas. La bioturbación por lo general se encuentra restringida y aislada (MIT-12). En MIT-13 se refieren excavaciones a manera de surcos, provocadas por organismos removedores del sedimento, aún no consolidado, constituídos por un material más bien de aspecto arenoso, con tonalidades más oscuras que el propio material que forma la roca, así como manchas bituminosas, a manera de grumos de una coloración oscura. Por su parte MIT-13a, constituye una sección donde se aprecia el predominio de mudstones para algunas áreas y wackestones en otras, dada la cantidad de partículas existentes en el segundo de los casos. Se advierte la probable presencia de icnofósiles. La matriz se encuentra parcialmente recristalizada a esparita fina. Son frecuentes las vetas de calcita. (Ver Anexo 2. Tabla V. a).

Para mayor información, esta descripción puede consultarse de manera detallada en la tabla referida con anterioridad, la que se puede encontrar en los anexos, al final del trabajo.

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CAPÍTULO 6. EDAD Y CONSIDERACIONES PALEOAMBIENTALES DE LOS SEDIMENTOS DEL CRETÁCICO INFERIOR BERRIASIANO- VALANGINIANO EN UN CORTE DE LA SIERRA DEL INFIERNO, SIERRA DE LOS ÓRGANOS.

Introducción

En el capítulo anterior se estudió la petrografía de las secciones delgadas del Miembro Tumbitas en la localidad El Sitio. En el presente capítulo se describen cinco microfacies a partir del contenido micropaleontológico de estas rocas, en el que predominan los calpionélidos, preferentemente de los géneros Tintinnopssella, Calpionellidae, Calpionellopsis, Remaniella y los radiolarios. Como ya se explicó el concepto de microfacies es fundamental para el desciframiento de las condiciones paleoambientales en que se originaron las rocas carbonatadas y se basa en el estudio en secciones delgadas de los rasgos primarios (texturas, estructuras, fósiles) de estas.

El análisis de microfacies realizado en la sucesión vertical de 44 capas de la sección estratigráfica de El Sitio, proporciona una oportunidad extraordinaria para estudiar la evolución en el tiempo de un paleoambiente carbonatado durante un pequeño lapso del Cretácico Temprano. Los datos obtenidos permiten plantear que las microfacies contenidas en el Miembro Tumbitas de la Formación Guasasa, sugieren una dinámica sedimentológica dentro de una cuenca o plataforma de aguas abiertas (pelágicas), de acuerdo al esquema propuesto por Wilson (1975, 1980) y ampliado por Flϋgel (2004).

Para el estudio microfacial del Miembro Tumbitas de la Formación Guasasa, se utilizaron los materiales ya existentes, a ello se le sumaron las observaciones de campo del autor, a partir del afloramiento descrito en la localidad El Sitio, Sierra del Infierno, Sierra de los Órganos, donde también se tomaron algunas muestras para ampliar un poco más el conocimiento y poder aportar datos más recientes al trabajo en general.

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6.1 CARACTERIZACIÓN BIOESTRATIGRÁFICA GENERAL Y CONSIDERACIONES PALEOAMBIENTALES DE LOS SEDIMENTOS EN UN CORTE DEL MIEMBRO TUMBITAS, FORMACIÓN GUASASA.

6.1.1. Caracterización general del ambiente marino pelágico.

Los sedimentos pelágicos incluyen varios materiales, aunque para esta investigación se hace objetivo tratar solo lo depósitos carbonatados. Las condiciones de fondo, en general para este tipo de ambiente son de poco movimiento. La energía mecánica y la transportación son casi nulas, predominando la deposición por caída libre (lluvia de nannofósiles) y por su acumulación. En general, no se manifiestan indicadores deposicionales perturbadores de fondos tranquilos de naturaleza limosa y/o fangosa, casi siempre reveladas por espesores de turbiditas. Esto último permite inferir la proximidad del pie de talud, donde el acarreo de materiales cobra mayor vigor y se advierten frecuentemente ondulaciones en el sustrato marino (Arche, 1992). La biota aquí detectada está integrada por una gran variedad de formas planctónicas y aparejadamente escasas formas bentónicas.

Se han descrito calizas bituminosas, habituales en este tipo de ambiente, tranquilo, con déficit de O2. En los fondos con semejantes características la presión excede los 200 Kg/cm2 y la temperatura varía entre los 4-5°C, impidiendo con ello el desarrollo de una comunidad biótica rica y diversificada (Pérez Pacareu, 1978).

6.1.2. Ubicación de las muestras estudiadas en el modelo de microfacies tipo (stándard) de Wilson (1975).

En el presente trabajo, las facies asociadas a los depósitos de esta sección estratigráfica se corresponden con aquellas descritas y propuestas por Flϋgel (2004) en su zonación de facies stándard.

El análisis microfacial realizado a los depósitos del Berriasiano superior-Valanginiano inferior, del Miembro Tumbitas de la Formación Guasasa, se basa en aspectos tales como: litología, granulometría, textura y estructura sedimentaria, material terrígeno- fragmentario y el registro fosilífero presente en cada sección delgada. Los resultados obtenidos para cada sección fueron comparados con el esquema clasificatorio de Wilson (1975, Figura 6.1a) sobre los cinturones faciales y microfacies tipo (standard). De acuerdo a esto, todas las muestras fueron ubicadas en el cinturón 1 (cuenca o plataforma marina profunda), microfacies tipo 3.

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Figura 6.1a. Representación esquemática de los cinturones faciales stándard de Wilson (1975).

De acuerdo al estudio de las secciones delgadas se propone distinguir las siguientes microfacies:

1. Microfacies calpionélidos con bivalvos pelágicos e icnofósiles (MF-WCBI)

2. Microfacies calpionélidos con pelecípodos grandes (MF-WCBG)

3. Microfacies de wackestones/mudstones con calpionélidos (MF-WMC)

4. Microfacies con estructura bioturbada (MF-WEBt)

5. Microfacies con calpionélidos y radiolarios (MF-WCR)

1. Microfacies de calpionélidos con bivalvos pelágicos e icnofósiles (MF-WCBI)

La microfauna contenida en esta microfacies contiene fragmentos de bivalvos pelágicos, testas recristalizadas de calpionélidos, donde se reportan los géneros: Calpionellidae, Calpionellopsis, Tintinnopsella y Remaniella, acompañado de Stomiosphaerina proxima, Globochaete alpina y radiolarios así como la probable presencia de icnofósiles (Planolites y Chondrites?) y cámaras embrionarias de gasterópodos (¿?) o incluso ammonitelas (¿?). Este paquete de microfacies está conformado por wackestones bioclásticos, con una matriz que constituye el 70-80% de la roca (Figura 6.1b, MIT-2, 6, 14, 16, 23). Esta microfacies constituye alrededor del 11.36 % de la totalidad de las muestras (Ver Anexo 3. Tabla VI.a).

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a b

Figura 6.1 b. Wackestones bioclástico, a. Cámaras embrionarias de gasterópodos (¿?) (MIT-2), 10x polarizado, b. Lentecillo calcitizado e icnofósiles, presumiblemente Planolites (MIT-6), 10x polarizado., Gtp-gasterópodo, Cp-calpionélidos, Ic-icnofósiles, Ca-vetas de calcita.

2. Microfacies de calpionélidos con pelecípodos grandes (MF-WCBG)

Fueron reconocidas en la misma los siguientes géneros de calpionélidos: Tintinnopsella, Calpionellidae, Calpionellopsis, acompañados con Globochaete alpina y fragmentos de bivalvos pelágicos de mayor tamaño que los presentes en otras microfacies (Figura 6.1c, MIT-1). Esta microfacies constituye alrededor del 2.27 % de la totalidad de las muestras y está constituída por wackestones compuestos por un 60-70 % de matriz (Ver Anexo 3. Tabla VI.a).

a

Figura 6.1c. Wackestones bioclástico, a. valva de pelecípodo recristalizada (MIT-1), 10x sin polarizador. Bv- Fragmentos de bivalvos pelágicos, Ca-vetas de calcita.

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3. Microfacies de wackestones/mudstones con calpionélidos (MF-WMC)

Mudstones formados por alrededor de un 90% de matriz micritizada y con áreas donde se manifiesta una ligera transición a wackestones. Se reportan moldes recristalizados de Calpionellopsis, Globochaete alpina, así como cadosínidos y nannocónidos, muy abundantes. Se denotan además excavaciones de organismos removedores del sustrato marino, icnofósiles (¿?) (Figura 6.1d, MIT- 12, 13, 13 A). Esta microfacies constituye alrededor del 6.8 % de la totalidad de las muestras (Ver Anexo 3. Tabla VI.a)

a b

c

Figura 6.1d. Mudstones calcáreo, a. Posibles excavaciones de organismos removedores del sedimento (MIT- 13), 4x sin polarizador., b. icnofósiles (¿?), 4x sin polarizador., c. Mancha o brumo relleno de materia orgánica bituminosa (MIT-13a), probable presencia de icnofósiles (¿?), 4x sin polarizador, Btb-bioturbación, Cp- calpionélidos, Ic-icnofósiles, Ca-vetas de calcita.

4. Microfacies con estructura bioturbada (MF-WEBt)

Wackestones esquelético compuesto por un 60-70 % de matriz micrítica, de color más claro que rellena espacios evidenciando una intensa bioturbación. Presenta fragmentos aislados de bivalvos pelágicos, cámaras embrionarias de gasterópodos (¿?) y testas muy recristalizadas, probablemente calpionélidos y radiolarios. (Figura 6.1e, MIT- 22 y MIT-30).

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Son perceptibles trazas contínuas y en espiral, producidas y excavadas probablemente por el desplazamiento de la infauna y la consiguiente perturbación del sedimento. Esta microfacies constituye alrededor del 4.54 % de la totalidad de las muestras (Ver Anexo 3. Tabla VI.a).

a b

c d

Figura 6.1e. Wackestones bioclástico, a. Probable cavidad originada por un organismo reptante (MIT-22), 4x polarizado., b. bioturbación aislada, de contornos mal definidos (MIT-22), se observa además una veta de calcita constituída por material microesparítico (MIT-22), 4x polarizado., c. Rastro dejado tras el paso de un organismo sobre el sedimento, originando estructuras circulares que se repiten consecutivamente (MIT-30), 4x polarizado, d. Cavidad ramificada en varias direcciones, provocada por la acción de organismos removedores del sustrato aún no consolidado (MIT-30), 4x polarizado., Btb-bioturbación, Cp-calpionélidos, Rd-radiolarios, Bv-fragmentos de Bivalvos pelágicos, Ca-vetas de calcita.

5. Microfacies con calpionélidos y radiolarios (MF-WCR)

Es la más común de las microfacies y se observa a todo lo largo del Miembro Tumbitas de la Formación Guasasa. Esta se compone de wackestones bioclásticos con un 60-70 % de matriz, que puede llegar incluso en pequeñas áreas a constituir el 80%. Se destaca la presencia de los géneros Tintinnopssella, Calpionellidae, Calpionellopsis y Remaniella, junto con Globochaete alpina y nannocónidos. Como microfósiles acompañantes son

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reportados moldes recristalizados de radiolarios (formas Spumellaria), así como cadosínidos y colomisféridos. Se registran además fragmentos de bivalvos pelágicos, cámaras embrionarias de gasterópodos (¿?), escasas espículas triáxicas de esponjas e icnofósiles, presumiblemente Planolites y Chondrites. Se reporta un fragmento de espina de equinodermo (erizo?) en MIT- 3 y MIT-38, (Figura 6.1f y 6.1 g, MIT-3, 4, 5, 7, 8, 9, 10, 11, 15, 17, 18, 19, 20, 21, 24, 25, 26, 27, 28, 29, 31, 32, 33, 35, 36, 37, 38, 39, 40, 41, 42, 43, 44.). Esta microfacies constituye alrededor del 75 % de la totalidad de las muestras.

a b

c

Figura 6.1 f. Wackestones bioclástico, a. Ajiaco fosilífero, en el que se advierten calpionélidos, fragmentos de bivalvos pelágicos, espículas silíceas de esponjas y en la parte inferior, una marcada bioturbación (MIT-35), 10x polarizado., b. Surcos ocasionados por la reptación de organismos perturbadores del sedimento no consolidado, 10x polarizado., c. Espículas triáxicas y monoáxicas de esponjas silíceas. Se observan además, testas calcitizadas de calpionélidos y grumos de coloración oscura, constituídos por materia orgánica bituminosa (MIT-18, 21), 10x polarizado., Rd-radiolarios, Sp-espículas de esponjas silíceas, Btb- bioturbación, Bv-fragmentos de Bivalvos pelágicos, Ca-vetas de calcita.

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d e

Figura 6.1g. Wackestones bioclástico, d. Cámara embrionaria de gasterópodo (MIT-20), 10x polarizado., e. Estilolitos primarios rellenos de materia orgánica bituminosa (MIT-20) ,10x polarizado, Gtp-gasterópodo, Es- Estilolitos, Rd-radiolarios, Ca-vetas de calcita.

La distribución de las diferentes microfacies, detectadas en el corte de estudio se ilustra en las Figuras 6.1 h y 6.1I.

Figura 6.1h. Porcentaje representativo aproximado, establecido para cada una de las microfacies detectadas en el corte El Sitio.

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Figura 6.1 I. Columna litológico-microfacial de un corte del Miembro Tumbitas, Formación Guasasa, localidad El Sitio, Sierra del Infierno. Secuencias carbonatadas del Berriasiano Tardío-Valanginiano Temprano, Cretácico Inferior.

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6.1.3. Caracterización general del paleoambiente para el Miembro Tumbitas, con observaciones para la sección estudiada en El Sitio.

Se incluye la descripción detallada de las secciones delgadas. De manera conveniente se procede a la identificación e interpretación de los componentes litológicos, petrográficos y paleontológicos. Aparejadamente se realiza una caracterización lito-estratigráfica de los depósitos, a partir de las observaciones hechas por el autor en la zona de estudio, teniendo en cuenta para ello, la descripción efectuada con anterioridad sobre la misma. Los colores oscuros de las rocas del Miembro Tumbitas estudiadas sugieren contenido alto de materia orgánica carbonosa en las mismas. La escasez de fauna bentónica, limitada a muy escasos ejemplares de moluscos en estado embrionario, es otro aspecto interesante. A esto se contrapone la abundancia de restos de organismos planctónicos. Estos hechos indican notable escasez de oxígeno en las aguas del fondo, en tanto en los niveles superiores de la columna de agua había condiciones propicias para el desarrollo de la vida. De acuerdo con el modelo establecido por Pszczólkowski y Myczynski (1994, 2009) para los horizontes faciales característicos del intervalo Jurásico Superior Tithoniano-Cretácico Inferior Valanginiano Temprano, el Miembro Tumbitas se identifica con su facies tipo 3 (biomicritas pelágicas con ocasionales intercalaciones de calcarenitas). Según Pszczólkowski y Myczynski (2009), las capas color rojo claro de la parte baja del Miembro Tumbitas se acumularon en condiciones de buena oxigenación. Estas capas basales no están comprendidas en el corte de El Sitio. De acuerdo a Pszczólkowski y Myczynski (2009) por encima de dicho horizonte las calizas pelágicas bioturbadas de color gris oscuro a negro de este miembro fueron depositadas en fondos pobremente oxigenados. Esto se evidencia en El Sitio por la ausencia de caparazones de organismos bentónicos y la existencia de abundantes nannofósiles. No obstante, el grado de oxigenación variaba en el tiempo (ver columna litológico-microfacial del corte El Sitio, Figura 6.1 d). Los restos fósiles en el Miembro Tumbitas corresponden casi por completo a una biota integrada específicamente por organismos de hábitos pelágicos y eupelágicos, de aguas profundas tales como calpionélidos, radiolarios, pelecípodos (bivalvos pelágicos), así como escasos componentes someros redepositados, etc. Las condiciones de baja oxigenación, se plantea que pueden vincularse a una alta productividad biológica superficial, dado por la gran abundancia de radiolarios y Nannoconus, organismos oportunistas en medios eutróficos. Esto aumenta la demanda de oxígeno en la columna de

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agua, siendo ésta mayor que el suministro, debido a un patrón de circulación lenta de las aguas, característico de este período geológico (Arche, 1992., Flϋgel, 2004).

Pszczólkowski y Myczynski (2009) reportan la recurrente presencia de fenómenos de bioturbación, destacándose con frecuencia la actividad de diversos organismos en el interior del sustrato no consolidado. El presente trabajo, realizado con mucho mayor detalle que el de nuestros predecesores, permite comprobar lo mismo (ver columna litológico- microfacial del corte El Sitio, Figura 6.1J). Este fenómeno ha sido también observado por el autor en varias secciones delgadas (MIT-2, 4, 6, 14, 16, 22, 23, 30). En esta investigación las huellas de excavación (Burrows) o pistas (trail) de icnofósiles (Arche, 1992), detectadas, son las producidas probablemente por icnofósiles tipo Planolites y Chondrites, lo que sugiere que este fondo pudo tener condiciones de oxigenación limitada (Figura 6.1e).

Figura 6.1j. Comportamiento porcentual aproximado del fenómeno de la bioturbación detectado en el corte El Sitio, a partir de observaciones hechas por el autor.

En el Miembro Tumbitas de la Formación Guasasa se han reportado abundantes microfósiles en las calizas: calpionélidos, radiolarios, colomisféridos, cadosínidos y nannocónidos. En opinión de Pszczólkowski y Myczynski, esta orictocenosis indica una profundidad del fondo superior a 200 metros. La presencia de macrofauna o comunidades de organismos superiores es prácticamente inexistente en los sedimentos del Miembro Tumbitas (Pszczólkowski y Myczynski, 2009). Esto también fue comprobado en la presente

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investigación, donde muy aislados restos de moluscos en estado embrionario fueron los únicos metazoos hallados. Según dichos autores la ausencia de restos de ammonites debe estar relacionada con factores paleoecológicos, puesto que los aptychi, más resistentes a la disolución, son muy escasos.

El complejo micropaleontológico y los resultados petrográficos indican que el ambiente de deposición de los sedimentos del Miembro Tumbitas de la Formación Guasasa fue una cuenca de aguas abiertas o plataforma marina profunda, por debajo del nivel de base del oleaje y por encima del nivel de compensación del carbonato de calcio. La deposición ocurrió en aguas de salinidad normal, tranquilas, de baja energía, predominando las condiciones de poca oxigenación. Esto coincide con lo planteado por Blanco-Bustamante et al. (2002), acerca del patrón de circulación lento de las aguas característico de este tiempo geológico fue causante de condiciones de baja oxigenación, promoviendo la proliferación de microorganismos oportunistas capaces de vivir en medios poco oxigenados como los radiolarios y el grupo Nannoconus.

6.1.4. Caracterización bioestratigráfica del Miembro Tumbitas en la sección estudiada.

La muestras de superficie “peels” (44), constituyen una parte puntual tomada en el este de Sierra del Infierno, según Cobiella Reguera (comm. pers.). El corte estudiado tiene un espesor de 8,32 m, lo cual hace un promedio de 20 cm entre una muestra y otra. Esta es una densidad de muestreo muy superior a la normalmente registrada en el estudio del Miembro Tumbitas (comparar con Pszczólkowski y Myczynski, 2009). A esto se une que las secciones delgadas contienen una abundante microfauna, especialmente de calpionélidos, que constituye el grupo más valioso para la estratigrafía del Cretácico Inferior basal. El esquema bioestratigráfico empleado en esta investigación es el propuesto por Remané (1986, Figura 6.1k).

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Figura 6.1 k. Esquema bioestratigráfico propuesto por Remané (1986), para la zonación de calpionélidos, en el intervalo Jurásico-Cretácico.

Las Tablas VI.a y VI.b (ver Anexo 4), recogen la distribución de los microfósiles en el corte del Miembro Tumbitas en la localidad El Sitio. Las determinaciones micropaleontológicas fueron realizadas por el Ing. Osmany Milán. Desgraciadamente solo pudo estudiarse en detalle la mitad inferior del corte, en tanto que las determinaciones en la mitad superior son muy generales. A partir del contenido de los calpionélidos presentes se puede llegar a la conclusión de que el intervalo estudiado, al menos en lo referente a los estratos desde MIT-1 a MIT-16 se localizan en la biozona Calpionellopsis, esta conclusión viene dada por la presencia de representantes de ese género en buena parte de las secciones estudiadas, incluyendo MIT-1 y MIT-16, y por la ausencia de representantes del género Calpionellites que caracteriza la biozona sobreyacente. La muestra MIT-1 debe pertenecer a la subzona D1, por la presencia de Calpionellopsis simplex como único representante del género. Las muestras entre MIT-2 y MIT-14 pueden pertenecer a las subzonas D1 y/o D2. Las muestras MIT-15 a MIT-17 deben pertenecer a la subzona D2 (presencia de Calpionellopsis oblonga). Entre MIT-18 y MIT-20, las rocas están comprendidas entre la zona D2 y el techo de la zona Calpionellites (E, Valanginiano inferior). Con respecto al corte entre MIT-20 y MIT-44, los datos disponibles en la tabla VI.a solo permiten dar criterios generales sobre su

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edad pero, evidentemente, forman parte del Miembro Tumbitas y deben ser solo un poco más jóvenes que los estratos infrayacentes. Los restos de calpionélidos hallados en sus capas, indican que no deben ser más jóvenes que el Valanginiano inferior.

Pszczolkowski y Myczynski (2009) consideran que el Miembro Tumbitas comprende la parte superior de la zona Calpionellopsis y la parte inferior de la zona Calpionellites. Los resultados obtenidos en este trabajo están en correspondencia general con esa estimación, aunque la parte basal de Calpionellopsis está presente en MIT-1, según la Figura 10, en Pszczólkowski y Myczynski (2009). De acuerdo a esta misma figura, las capas estudiadas deben hallarse por encima del horizonte de “biomicritas de color rojo pálido” que yace en la base del miembro (Figura 6.1l). De acuerdo a esta misma figura solo se ha estudiado un espesor limitado de la unidad litoestratigráfica, posiblemente alrededor del 10%.

El género Nannoconus, abundante en sedimentos neocomianos de Cuba, en estas muestras, por lo general, contiene escasos y recristalizados ejemplares. Esto es suficiente para la identificación de los mismos con la precisión que se espera, aunque particularmente en (MIT-13a), se reporta Nannoconus bermudezi, muy abundante.

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Figura 6.1l. Taxas de calpionélidos identificadas para las calizas del Berriasiano superior-Valanginiano Inferior, expuestas en la sección del Rancho San Vicente, de la Sierra de los Órganos, según observaciones hechas por Pszczólkowski y Myczynski (2009).

6.2 IMPLICACIONES DE LOS RESULTADOS OBTENIDOS EN EL ESTUDIO DEL CORTE DEL MIEMBRO TUMBITAS EN LA LOCALIDAD EL SITIO, SIERRA DEL INFIERNO, PARA LA INTERPRETACIÓN PALEOGEOGRÁFICA REGIONAL.

6.2.1. Implicaciones del estudio del corte del Miembro Tumbitas en El Sitio, Sierra del Infierno, para la caracterización general de las secuencias sedimentarias del Cretácico Inferior (Berriasiano-Valanginiano), en la Cordillera de Guaniguanico

El equivalente del Miembro Tumbitas en los cortes de la Sierra del Rosario es la porción basal de la Formación Polier. Esta última comprende un corte carbonatado-terrígeno, que

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se extiende desde la biozona Calpionellopsis (D) del Berriasiano hasta el Aptiano. (Cobiella-Reguera y Olóriz, 2009). La parte basal de la Formación Polier, incluye calizas radioláricas de color gris oscuro a negro, bien estratificadas, con finas intercalaciones de turbiditas cuarzosas, argilitas y ocasionales silicitas. Según Pszczólkowski y Myczynski, (2009) en la localidad de Rancho Manete, los depósitos de esta formación en el intervalo del Berriasiano Superior al Valanginiano Inferior alcanzan los 60 m de espesor. En la localidad El Mameyal se reportan representantes de la zona Calpionellopsis como: Calpionellopsis simplex Colom y C. oblonga Cadisch.

En la llamada secuencia meridional de Sierra del Rosario, los citados autores describen capas con intercalaciones de pedernal. En estas los ápticos son bastante frecuentes, mientras que los ammonites son raros (Myczynski, 1977). Aunque estos cortes son considerados parte del Miembro Sumidero de la Formación Artemisa por Pszczólkowski y Myczynski, (2009), en ellos aparecen frecuentes intercalaciones de areniscas cuarzosas (Núñez Useche, 2007, Cobiella-Reguera comunicación personal, 2010), por lo que deben incluirse en la Formación Polier. Estas calizas contienen calpionélidos de la subzona Calpionellopsis oblonga, por lo que son claramente correlacionables bioestratigráficamente con las calizas del Miembro Tumbitas de la sección de la Sierra de los Órganos. Se distinguen para esta secuencia un grupo de localidades en las que han sido reportados representantes típicos de la zona Calpionellopsis: Entre ellas se encuentran: Mil Cumbres de La Catalina donde fueron reconocidas: Calpionellopsis simplex, C. cf. simplex Colom, Calpionellopsis sp. Localidad Seboruco-Linares con: Tintinnopssella sp., Tintinnopssella cf. carpathica Murgeanu y Filipescu, T. longa Colom y Calpionellopsis oblonga Cadisch. Localidad Niceto Pérez (Rancho Mundito) donde es significativa la presencia de: Remaniella cadischiana Colom y Calpionellopsis oblonga Cadisch. Por último, la localidad Sabanilla: Calpionellopsis oblonga Cadisch y Calpionellopsis cf. oblonga Cadisch.

En todos estos puntos, las calizas de la Formación Polier presentan una fina laminación, visible incluso en las secciones delgadas (Figura 6.2a). Las rocas contienen sólo fósiles pelágicos. Estos hechos, unidos a la coloración gris oscura a negra, evidencian su acumulación en condiciones de anoxia, es decir menos oxigenadas que en el caso del Miembro Tumbitas.

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Figura 6.2a Calizas laminadas de la Formación Polier, Sierra del Rosario (Núñez Useche, 2007).

La Figura 6.2 b ilustra una reconstrucción paleogeográfica, realizada por un colectivo del Departamento de Geología, que incluye el intervalo en el cual se acumuló el Miembro Tumbitas de la Formación Guasasa. La posición de los cortes de Sierra de los Órganos está dada por las siglas SO y las de Sierra del Rosario por SR. En la Figura 6.2 c se muestra otro mapa con la reconstrucción propuesta para ese mismo intervalo por Pszczólkowski y Myczynski (2009).

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Figura 6.2b Reconstrucción Paleogeográfica del intervalo Berriasiano Tardío–Valanginiano Inferior, Cretácico Temprano (141.2-139 M.a.), al sur de la Plataforma de las Bahamas-Florida, de acuerdo con observaciones hechas por el Departamento de Geología , UPR., (2009).

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Figura 6.2c Reconstrucción Paleogeográfica del intervalo Berriasiano Tardío–Valanginiano Inferior, Cretácico Temprano (141.2-139 M.a.), al sur de la Plataforma de las Bahamas-Florida, según Pszczólkowski y Myczynski (2009).

En ambos casos se aprecia que los cortes del Miembro Tumbitas se considera fueron depositados al sur de sus equivalentes en la Sierra del Rosario.

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CONCLUSIONES

1) A partir del trabajo de campo y el procesamiento de la información bioestratigráfica, se pudo determinar que el corte estudiado en la localidad El Sitio, Sierra del Infierno, pertenece al Miembro Tumbitas de la Formación Guasasa.

2) Las orictocenosis presentes, particularmente los calpionélidos., determinan que al menos la mitad inferior del corte estudiado se acumuló en la zona Calpionellopsis (D) del piso Berriasiano. Entre las capas MIT- 18 y MIT-20, las rocas están comprendidas entre la zona D2 y el techo de la zona Calpionellites ( zona E, Valanginiano inferior), Con respecto al corte entre MIT-20 y MIT-44, sus capas forman parte del Miembro Tumbitas y no deben ser más jóvenes que el Valanginiano inferior.

3) A partir del estudio de las secciones delgadas se definieron las siguientes microfacies: 1. Microfacies calpionélidos con bivalvos pelágicos e icnofósiles -11,36% 2. Microfacies calpionélidos con pelecípodos grandes -2.27%. 3. Microfacies de wackestones/mudstones con calpionélidos -6,8%. 4. Microfacies con estructura bioturbada- 4,54%. 5. Microfacies con calpionélidos y radiolarios -75%.

4) A partir de la clasificación de Wilson (1975) se determinó que las rocas estudiadas debieron acumularse en la facies de cuencas o plataforma profunda, en condiciones pelágicas, de mares abiertos (cinturón 1, microfacies Standard 3).

5) El 89% de las secciones delgadas estudiadas presentan bioturbación. El 36.36 % de ellas (16 secciones), con bioturbación marcada, un 52.27% (23 secciones), de manera aislada, en tanto, sólo el 11.36 % restante (5 secciones), no registra bioturbación. Los restos bentónicos son muy escasos, en tanto los icnofósiles reconocidos son Planolites y Chondrites. De acuerdo a Flϋgel (2004) esto implica que, en general, predominaron las condiciones disaeróbicas en el fondo de la cuenca y que ocasionalmente, estas se hacían anaeróbicas.

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6) La alternancia de microfacies con diferente contenido taxonómico indica cambios en las condiciones de las aguas superficiales. El predominio de la microfacies de calpionélidos y radiolarios, sugiere la presencia de aguas ricas en nutrientes durante la mayor parte del corte estratigráfico estudiado. En esta microfacie se detectaron 33 secciones (75 % del total). De en ellas, en alrededor del 6.8 % (3 secciones) no pudo apreciarse el fenómeno de la bioturbación. El 55 % (18 secciones) presenta una bioturbación un tanto dispersa, mientras que en el 36 % restante (12 secciones), se advierte el referido fenómeno de manera intensa.

Las conclusiones 5 y 6 constituyen un resultado nunca antes obtenido en Cuba y demuestran que las condiciones paleoambientales en que se acumuló el Miembro Tumbitas en El Sitio, variaron con el decursar del tiempo, tanto en las aguas superficiales, como en los fondos, predominando las aguas ricas en nutrientes y los fondos pobremente oxigenados.

7) La comparación con los depósitos coetáneos en Sierra del Rosario (Formación Polier basal) revela que la cuenca en que ambas unidades se depositaron tenía fondos relativamente mejor oxigenados hacia el norte, donde se acumuló el Miembro Tumbitas.

RECOMENDACIONES.

1- Concluir el estudio bioestratigráfico de la parte superior del corte (MIT-21 a MIT-44).

2- Realizar un estudio más completo de las orictocenosis presentes y la relación de estas con los fenómenos de bioturbación, para precisar las condiciones paleoambientales locales durante el Berriasiano tardío. Esto se puede complementar con un estudio geoquímico. Todo esto constituye una valiosa herramienta para la prospección de hidrocarburos.

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71

ANEXOS

72

Anexo 1. a. Fotocopia de la columna estratigráfica elaborada por Barragán Manso para un corte del Miembro Infierno (Tumbitas) en la localidad El Sitio, Sierra del Infierno (2006).

73

Anexo 1. b. Fotocopia de la columna estratigráfica elaborada por Barragán Manso para un corte del Miembro Infierno (Tumbitas) en la localidad El Sitio, Sierra del Infierno (2006

74

Anexo 1. c. Fotocopia de la columna estratigráfica elaborada por Barragán Manso para un corte del Miembro Infierno (Tumbitas) en la localidad El Sitio, Sierra del Infierno (2006

75

Anexo 2. a Tabla V. a. Descripción petrográfica resumida de las secciones delgadas realizadas a partir de las muestras tomadas en un corte del Miembro Tumbitas , localidad El Sitio, en Sierra del Infierno, Sierra de los Órganos, Pinar del Río.

Nº. Descripción Petrográfica % de Microfacies Muestras matriz correspondientes

Presencia de materia orgánica bituminosa

Orientación parcial de las partículas MIT- 1 60-70 % MF-WCBG Presencia de icnofósiles?

Litoclastos aislados de constitución micrítica

Ausencia de estructuras sedimentarias visibles

Vetillas finas de calcita MIT- 2 70% MF-WCBI Evidencias de bioturbación

Presencia de Icnofósiles?

Escasas vetas finas de calcita

Litoclastos esqueletales de constitución MIT- 3 70% MF-WCR microesparítica

Estilolitos rellenos de materia orgánica bituminosa

Ausencia de estructuras sedimentarias visibles

Evidencias de bioturbación MIT- 4 70% MF-WCR Presencia de Icnofósiles?

Escasas vetas de calcita

76

Anexo 2. b Tabla V. a. Descripción petrográfica resumida de las secciones delgadas realizadas a partir de las muestras tomadas en un corte del Miembro Tumbitas , localidad El Sitio, en Sierra del Infierno, Sierra de los Órganos, Pinar del Río.

Ausencia de estructuras sedimentarias visibles MIT- 5 70 % MF-WCR Bioclastos recristalizados de origen biogénico

Zona diferenciada en el porcentaje de matriz MIT- 6 60-70 % MF-WCBI Bioturbación inapreciable

Presencia de Icnofósiles?

Materia bituminosa embebida en la matriz MIT- 7 60-70 % MF-WCR Evidencias de bioturbación

Aislados brumos de materia orgánica bituminosa MIT- 8 60-70 % MF-WCR Evidencias de bioturbación

Litoclastos de esparita fina MIT- 9 60-70 % MF-WCR Vetas de calcita fina

Bioturbación marcada

Litoclastos de esparita fina MIT- 10 50 % MF-WCR Evidencias de bioturbación

77

Anexo 2. c Tabla V. a. Descripción petrográfica resumida de las secciones delgadas realizadas a partir de las muestras tomadas en un corte del Miembro Tumbitas , localidad El Sitio, en Sierra del Infierno, Sierra de los Órganos, Pinar del Río.

MIT- 11 Estilolitos rellenos de materia orgánica bituminosa 60-70 % MF-WCR Bioturbación marcada

Evidencias de bioturbación MIT- 12 90 % MF-WMF Zona diferenciada en el porcentaje de matriz

Bioclastos recristalizados de origen biogénico Aislados grumos de materia orgánica bituminosa

Vetillas finas de calcita MIT- 13 80 % MF-WMF Evidencias de bioturbación

Lentecillos finos de constitución arenosa

Matriz parcialmente recristalizada a esparita MIT- 13 a 90 % MF-WMF

Estilolitos rellenos de materia orgánica bituminosa Bioturbación marcada MIT- 14 70 % MF-WCBI Vetillas finas de calcita

Presencia de Icnofósiles?

Litoclastos aislados de constitución micrítica MIT- 15 60-70 % MF-WCR Vetillas finas de calcita

Bioturbación marcada

78

Anexo 2. d Tabla V. a. Descripción petrográfica resumida de las secciones delgadas realizadas a partir de las muestras tomadas en un corte del Miembro Tumbitas , localidad El Sitio, en Sierra del Infierno, Sierra de los Órganos, Pinar del Río.

Estilolitos rellenos de materia orgánica bituminosa

Vetillas finas de calcita MIT- 16 30-40 % MF-WCBI Evidencias de bioturbación

Presencia de Icnofósiles?

Evidencias de bioturbación MIT- 17 60-70 % MF-WCR Orientación parcial de las partículas

Matriz parcialmente recristalizada a esparita MIT- 18 60-70 % MF-WCR Evidencias de bioturbación

Orientación parcial de las partículas MIT- 19 Estilolitos rellenos de materia orgánica bituminosa 60-70 % MF-WCR Vetas de esparita fina cortadas por estilolitos

Zona diferenciada en el porcentaje de matriz

Estilolitos rellenos de materia orgánica bituminosa MIT- 20 Evidencias de bioturbación 60-80 % MF-WCR Vetillas finas de calcita

79

Anexo 2. e Tabla V. a. Descripción petrográfica resumida de las secciones delgadas realizadas a partir de las muestras tomadas en un corte del Miembro Tumbitas , localidad El Sitio, en Sierra del Infierno, Sierra de los Órganos, Pinar del Río.

Evidencias de bioturbación MIT- 21 60-70 % MF-WCR Litoclastos de origen silíceo ( esponjas?)

Cavidad rellena de material micrítico ,aspecto MIT- 22 ramificado, difuso, estructura sedimentaria visible 60-70 % MF-WEBt

Vetillas finas de calcita

Vetillas finas de calcita con alineamiento visible MIT- 23 70-80 % MF-WCBI Bioturbación marcada

Presencia de Icnofósiles?

Aisladas vetillas finas de calcita MIT- 24 70-80 % MF-WCR Bioturbación marcada

Orientación parcial de las partículas MIT- 25 70-80 % MF-WCR Vetillas finas de calcita

Evidencias de bioturbación MIT- 26 70-80 % MF-WCR Orientación parcial de las partículas, un tanto difusa

Evidencias de bioturbación MIT- 27 60-70 % MF-WCR Vetillas finas de calcita esparítica

Estilolitos rellenos de materia orgánica bituminosa, MIT- 28 cortados por vetillas de calcita fina 60-80 % MF-WCR

80

Anexo 2. f Tabla V. a. Descripción petrográfica resumida de las secciones delgadas realizadas a partir de las muestras tomadas en un corte del Miembro Tumbitas , localidad El Sitio, en Sierra del Infierno, Sierra de los Órganos, Pinar del Río.

Evidencias de bioturbación MIT- 29 60-70 % MF-WCR Testas lenticulares en disposición paralela

Estilolitos rellenos de materia orgánica bituminosa., MIT- 30 cortados por vetillas de calcita fina 60-80 % MF-WEBt

Se denotan partículas con cierta orientación MIT- 31 60 % MF-WCR Partículas mayores recristalizadas

Evidencias de bioturbación

Granos recristalizados y redondeados MIT- 32 70 % MF-WCR Vetillas finas de calcita esparítica

Evidencias de bioturbación

Zona diferenciada en el porcentaje de matriz MIT- 33 60 % MF-WCR Bioturbación marcada

Zona diferenciada en el porcentaje de matriz MIT- 35 50-80 % MF-WCR Bioturbación marcada

Evidencias de bioturbación MIT- 36 60-70 % MF-WCR Vetillas finas de calcita esparítica

81

Anexo 2. g Tabla V. a. Descripción petrográfica resumida de las secciones delgadas realizadas a partir de las muestras tomadas en un corte del Miembro Tumbitas , localidad El Sitio, en Sierra del Infierno, Sierra de los Órganos, Pinar del Río.

Zona diferenciada en el porcentaje de matriz

Bioturbación marcada MIT- 37 60-70 % MF-WCR Estilolitos rellenos de materia orgánica bituminosa

Bioturbación marcada

Estilolitos rellenos de materia orgánica MIT- 38 bituminosa 60-70 % MF-WCR

Probable presencia de espinas de erizos

Zona diferenciada en el porcentaje de matriz

Evidencias de bioturbación MIT- 39 Estilolitos rellenos de materia orgánica bituminosa 60-70 % MF-WCR Mezcla de sedimentos no consolidados

Zona diferenciada en el porcentaje de matriz

Evidencias de bioturbación MIT- 40 60-70 % MF-WCR Estilolitos rellenos de materia orgánica bituminosa

Zona diferenciada en el porcentaje de matriz MIT- 41 60-70 % MF-WCR Mezcla de sedimentos no consolidados

82

Anexo 2. h Tabla V. a. Descripción petrográfica resumida de las secciones delgadas realizadas a partir de las muestras tomadas en un corte del Miembro Tumbitas , localidad El Sitio, en Sierra del Infierno, Sierra de los Órganos, Pinar del Río.

Zona diferenciada en el porcentaje de matriz

Evidencias de bioturbación MIT- 42 60-70 % MF-WCR Estilolitos rellenos de materia orgánica bituminosa

Mezcla de sedimentos no consolidados

Bioturbación marcada

Vetillas finas de calcita esparítica que e cortan en MIT- 43 diferentes direcciones 70 % MF-WCR

Gránulo esquelético en medio de la sección

Zona diferenciada en el porcentaje de matriz

Bioturbación marcada MIT- 44 70 % MF-WCR Vetillas finas de calcita esparítica

83

Anexo 3. a Tabla VI.a. Descripción bioestratigráfica de las secciones delgadas realizadas a partir de las muestras tomadas en un corte de la localidad El Sitio en Sierra del Infierno, Sierra de los Órganos, Pinar del

No. Bioeventos Edad Descripción Muestras Petrográfica

Moldes recristalizados de radiolarios (muy abundantes)

MIT-1 Tintinnopssella sp. Berriasiano Wackestones Calpionellidae s.s. bioclástico Calpionellopsis simplex

Globochaete alpina

Fragmentos de bivalvos pelágicos

MIT-2 Moldes muy recristalizados de Jurásico Superior Tithoniano Wackestones radiolarios y calpionélidos Sup.- Cretácico Inferior biointraclastico calcáreos de pared hialina Valanginiano

Moldes muy recristalizados de radiolarios y calpionélidos calcáreos de pared hialina.

Fragmentos de bivalvos pelágicos Jurásico Superior Tithoniano Wackestones Sup.- Cretácico Inferior bioclástico MIT-3 Tintinnopsella sp Valanginiano Probable Berriasiano-Valanginiano Nannoconus s.l.

Colomisphaera aff. C. heliosphaera

Moldes muy recristalizados de radiolarios y calpionélidos MIT-4 calcáreos de pared hialina. Probable Berriasiano- Wackestones Valanginiano bioclástico Fragmentos de bivalvos pelágicos

¿ Calpionellopsis sp.

84

Anexo 3. b Tabla VI.a. Descripción bioestratigráfica de las secciones delgadas realizadas a partir de las muestras tomadas en un corte de la localidad El Sitio en Sierra del Infierno, Sierra de los Órganos, Pinar del Río.

Moldes muy recristalizados de Jurásico Superior Tithoniano radiolarios y calpionélidos Sup.- Cretácico Inferior MIT-5 calcáreos de pared hialina. Valanginiano Wackestones bioclástico Fragmentos de bivalvos pelágicos

Calpionellidae sp.

Fragmentos de bivalvos pelágicos

MIT-6 Moldes muy recristalizados de Berriasiano (parte alta)- radiolarios Valanginiano Wackestones Calpionellopsis sp. bioclástico

Globochaete alpina .

Moldes muy recristalizados de Jurásico Superior Tithoniano radiolarios y calpionélidos Sup.- Cretácico Inferior MIT-7 calcáreos de pared hialina. Valanginiano Wackestones bioclástico Fragmentos de bivalvos pelágicos

¿Calpionellidae sp. Jurásico Superior Tithoniano Wackestones Sup.- Cretácico Inferior bioclástico MIT-8 Moldes muy recristalizados de Valanginiano radiolarios

MIT-9 Moldes muy recristalizados de Jurásico Superior Tithoniano Wackestones radiolarios y calpionélidos Sup.- Cretácico Inferior bioclástico calcáreos de pared hialina. Valanginiano

85

Anexo 3. c Tabla VI.a. Descripción bioestratigráfica de las secciones delgadas realizadas a partir de las muestras tomadas en un corte de la localidad El Sitio en Sierra del Infierno, Sierra de los Órganos, Pinar del Río.

¿Calpionellopsis sp.

MIT-10 Moldes muy recristalizados de Probable Berriasiano- Wackestones radiolarios y calpionélidos Valanginiano bioclástico calcáreos de pared hialina.

Fragmentos de bivalvos pelágicos

Moldes muy recristalizados de Jurásico Superior Tithoniano radiolarios Sup.- Cretácico Inferior MIT-11 Valanginiano. Wackestones Fragmentos de bivalvos pelágicos bioclástico

Tintinnopsella sp

Moldes (escasos) muy recristalizados de radiolarios y MIT-12 calpionélidos calcáreos de pared Probable Berriasiano- Wackestones hialina. Valanginiano bioclástico

¿ Calpionellopsis sp.

Globochaete alpina

Cadosinidae aff. parvula

Moldes muy recristalizados de radiolarios y calpionélidos MIT-13 calcáreos de pared hialina. Probable Berriasiano- Wackestones Valanginiano bioclástico Fragmentos de bivalvos pelágicos

Tintinnopssella af. T. longa

Cadosinidae sp

86

Anexo 3. d Tabla VI.a. Descripción bioestratigráfica de las secciones delgadas realizadas a partir de las muestras tomadas en un corte de la localidad El Sitio en Sierra del Infierno, Sierra de los Órganos, Pinar del Río.

Globochaete alpina

Moldes muy recristalizados de radiolarios y calpionélidos MIT-13 a calcáreos de pared hialina. Probable Berriasiano- Mudstones Valanginiano calcáreo Commitosphaera sp

Colomisphaera af. C. carpathica

Nannoconus af. N. bermudezis (muy abundante)

Moldes muy recristalizados de radiolarios y calpionélidos MIT-14 calcáreos de pared hialina. Jurásico Superior Tithoniano Wackestones Sup.- Cretácico Inferior bioclástico Fragmentos de bivalvos pelágicos Valanginiano.

Nannoconus s.l. (muy recristalizados)

Moldes muy recristalizados de radiolarios y calpionélidos calcáreos de pared hialina. Berriasiano (medio)- Wackestones Valanginiano bioclástico MIT-15 Fragmentos de bivalvos pelágicos

Calpionellopsis af. C. oblonga

Tintinnopsella af. T. longa

Remaniella sp.

Moldes muy recristalizados de radiolarios y calpionélidos calcáreos de pared hialina.

Fragmentos de bivalvos pelágicos Berreasiano-Valanginiano Wackestones (parte baja). bioclástico MIT-16 Calpionellopsis sp.

Nannoconus s.l.

Tintinnopsella longa

Remaniella af. R. cadischiana

87

Stomiosphaerina proxima

Moldes muy recristalizados de Jurásico Superior Tithoniano radiolarios y calpionélidos Sup.- Cretácico Inferior MIT-17 calcáreos de pared hialina. Valanginiano. Wackestones bioclástico Fragmentos de bivalvos pelágicos

Moldes muy recristalizados de Jurásico Superior Tithoniano radiolarios y calpionélidos Sup.- Cretácico Inferior MIT-18 calcáreos de pared hialina. Valanginiano. Wackestones bioclástico Fragmentos de bivalvos pelágicos

Moldes muy recristalizados de Jurásico Superior Tithoniano radiolarios y calpionélidos Sup.- Cretácico Inferior MIT-19 calcáreos de pared hialina. Valanginiano. Wackestones bioclástico Fragmentos de bivalvos pelágicos

Tintinnopsella carpathica

Tintinnopssella af. T. longa

Moldes muy recristalizados de radiolarios y calpionélidos MIT-20 calcáreos de pared hialina. Probable Berriasiano (medio)- Wackestones Valanginiano bioclástico Fragmentos de bivalvos pelágicos

Globochaete alpina

Moldes muy recristalizados de Jurásico Superior Tithoniano Wackestones radiolarios y calpionélidos Sup.- Cretácico Inferior bioclástico MIT-21 calcáreos de pared hialina. Valanginiano.

Fragmentos de bivalvos pelágicos

88

Anexo 3. f Tabla VI.a. Descripción bioestratigráfica de las secciones delgadas realizadas a partir de las muestras tomadas en un corte de la localidad El Sitio en Sierra del Infierno, Sierra de los Órganos, Pinar del Río.

Moldes muy recristalizados de Jurásico Superior Tithoniano Wackestones calpionélidos calcáreos de pared Sup.- Cretácico Inferior bioclástico MIT-22 hialina. Valanginiano.

Fragmentos de bivalvos pelágicos

Moldes muy recristalizados de Jurásico Superior Tithoniano Wackestones radiolarios y calpionélidos Sup.- Cretácico Inferior bioclástico MIT-23 calcáreos de pared hialina. Valanginiano.

Fragmentos de bivalvos pelágicos

Moldes muy recristalizados de Jurásico Superior Tithoniano Wackestones radiolarios y calpionélidos Sup.- Cretácico Inferior bioclástico MIT-24 calcáreos de pared hialina. Valanginiano.

Fragmentos de bivalvos pelágicos

Moldes muy recristalizados de Jurásico Superior Tithoniano Wackestones radiolarios y calpionélidos Sup.- Cretácico Inferior bioclástico MIT-25 calcáreos de pared hialina. Valanginiano.

Fragmentos de bivalvos pelágicos

Moldes muy recristalizados de Jurásico Superior Tithoniano Wackestones radiolarios y calpionélidos Sup.- Cretácico Inferior bioclástico MIT-26 calcáreos de pared hialina. Valanginiano.

Fragmentos de bivalvos pelágicos

Moldes muy recristalizados de Jurásico Superior Tithoniano Wackestones radiolarios y calpionélidos Sup.- Cretácico Inferior bioclástico MIT-27 calcáreos de pared hialina. Valanginiano.

Fragmentos de bivalvos pelágicos

Moldes muy recristalizados de Jurásico Superior Tithoniano Wackestones radiolarios y calpionélidos Sup.- Cretácico Inferior bioclástico MIT-28 calcáreos de pared hialina. Valanginiano.

Fragmentos de bivalvos pelágicos

89

Anexo 3. g Tabla VI.a. Descripción bioestratigráfica de las secciones delgadas realizadas a partir de las muestras tomadas en un corte de la localidad El Sitio en Sierra del Infierno, Sierra de los Órganos, Pinar del Río.

Moldes muy recristalizados de Jurásico Superior Tithoniano Wackestones radiolarios y calpionélidos Sup.- Cretácico Inferior bioclástico MIT-29 calcáreos de pared hialina. Valanginiano.

Fragmentos de bivalvos pelágicos

Moldes muy recristalizados de Jurásico Superior Tithoniano Wackestones radiolarios y calpionélidos Sup.- Cretácico Inferior bioclástico MIT-30 calcáreos de pared hialina. Valanginiano.

Fragmentos de bivalvos pelágicos

Moldes muy recristalizados de Jurásico Superior Tithoniano Wackestones radiolarios y calpionélidos Sup.- Cretácico Inferior bioclástico MIT-31 calcáreos de pared hialina. Valanginiano.

Fragmentos de bivalvos pelágicos

Moldes muy recristalizados de Jurásico Superior Tithoniano Wackestones radiolarios y calpionélidos Sup.- Cretácico Inferior bioclástico MIT-32 calcáreos de pared hialina. Valanginiano.

Fragmentos de bivalvos pelágicos

Moldes muy recristalizados de Probable Jurásico Superior Wackestones radiolarios y ¿calpionélidos Tithoniano Sup.- Cretácico bioclástico MIT-33 calcáreos de pared hialina. Inferior Valanginiano.

Moldes muy recristalizados de Jurásico Superior Tithoniano Wackestones radiolarios y calpionélidos Sup.- Cretácico Inferior bioclástico MIT-35 calcáreos de pared hialina. Valanginiano.

Fragmentos de bivalvos pelágicos

Moldes muy recristalizados de Jurásico Superior Tithoniano Wackestones radiolarios y calpionélidos Sup.- Cretácico Inferior bioclástico MIT-36 calcáreos de pared hialina. Valanginiano.

Fragmentos de bivalvos pelágicos

90

Anexo 3. h Tabla VI.a. Descripción bioestratigráfica de las secciones delgadas realizadas a partir de las muestras tomadas en un corte de la localidad El Sitio en Sierra del Infierno, Sierra de los Órganos, Pinar del Río.

Moldes muy recristalizados de Jurásico Superior Tithoniano Wackestones radiolarios y calpionélidos Sup.- Cretácico Inferior bioclástico MIT-37 calcáreos de pared hialina. Valanginiano.

Fragmentos de bivalvos pelágicos

MIT-38 Moldes muy recristalizados de Jurásico Superior Tithoniano Wackestones radiolarios y calpionélidos Sup.- Cretácico Inferior bioclástico calcáreos de pared hialina. Valanginiano.

Moldes muy recristalizados de Jurásico Superior Tithoniano Wackestones radiolarios y calpionélidos Sup.- Cretácico Inferior bioclástico MIT-39 calcáreos de pared hialina. Valanginiano.

Fragmentos de bivalvos pelágicos

Moldes muy recristalizados de Jurásico Superior Tithoniano Wackestones radiolarios y calpionélidos Sup.- Cretácico Inferior bioclástico MIT-40 calcáreos de pared hialina. Valanginiano.

Fragmentos de bivalvos pelágicos

Moldes muy recristalizados de Jurásico Superior Tithoniano Wackestones radiolarios y calpionélidos Sup.- Cretácico Inferior bioclástico MIT-41 calcáreos de pared hialina. Valanginiano.

Fragmentos de bivalvos pelágicos

Moldes muy recristalizados de Jurásico Superior Tithoniano Wackestones radiolarios y calpionélidos Sup.- Cretácico Inferior bioclástico MIT-42 calcáreos de pared hialina. Valanginiano.

Fragmentos de bivalvos pelágicos

Moldes muy recristalizados de Jurásico Superior Tithoniano Wackestones radiolarios y calpionélidos Sup.- Cretácico Inferior bioclástico MIT-43 calcáreos de pared hialina. Valanginiano.

Fragmentos de bivalvos pelágicos

91

Moldes muy recristalizados de Jurásico Superior Tithoniano Wackestones radiolarios y calpionélidos Sup.- Cretácico Inferior bioclástico MIT-44 calcáreos de pared hialina. Valanginiano.

Fragmentos de bivalvos pelágicos

NOTA: Según el Ing. Osmany Milán se presentaron algunos inconvenientes a la hora de realizar la datación bioestratigráfica de las secciones delgadas como:

 Secciones delgadas muy gruesas…esto hace que no se puedan identificar lo suficientemente claro algunos grupos taxonómicos de importancia bioestratigráfica, como son los cadosínidos, Nannoconus, entre otros.  Muestra destapada…esto dificulta un poco poder definir con mejor precisión y facilidad algunas especies.

92

Secuencia Estratigráfica SIERRA DE LOS ÓRGANOS Formación GUASASA Miembro TUMBITAS

Sección SIERRA DEL INFIERNO (Localidad El Sitio).

Microfauna No.

1 -

Reportada: MIT

0 1 2 3 4

5 1 2 3 4 6 7 8 9 a - 13 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 1 1 1 1 1 MIT

Globochaete alpina X X X X X Colomisphaera aff. C .hf X X Colomisphaera carpath. X Commitosphaera sp. X Cadosinidae sp. X Cadosinidae aff. parvula X Stomiosphaerina prox. X Nannoconus sl. X X X Nannoconus aff. N. bz X N. bermudezi X Calpionellidae sp. X X X Calpionellopsis simplex X Calpionellopsis sp. X X X X X C aff. C. oblonga X Calpionellopsis oblonga X Tintinnopssella sp. X X X T aff. T. longa X X X Tintinnopssella longa X X X X T. carpathica Remaniella sp. X R aff. R. cadischiana X

93

R. cadischiana X Radiolarios X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X Bivalvos pelágicos X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X Icnofósiles X X X X X X X X X Espículas de esponjas X X X Espinas de erizo X X Gasterópodos? X X

Anexo 4. Tabla VI. b. Distribución de la microfauna reportada para la secuencia de capas del corte El Sitio, Sierra del Infierno.

94

95