Felipe Pinzón Sánchez
Total Page:16
File Type:pdf, Size:1020Kb
Otras publicaciones del Fondo Editorial PUCP El ajedrez en el Perú es un libro de memorias del FELIPE PINZÓN SÁNCHEZ Entre la tormenta y la brisa maestro Felipe Pinzón Sánchez durante los años en Homenaje a Gustavo Gutiérrez que representó al Perú en el juego ciencia. Se trata Catalina Romero / Luis Peirano, editores de una versión personal, sincera y veraz en la que se El futuro de las humanidades destaca la etapa comprendida entre 1939 y 1986, EL AJEDREZ Las humanidades del futuro época en la que el ajedrez peruano alcanzó una notable Miguel Giusti / Pepi Patrón, editores presencia internacional y de la cual el maestro Pinzón Historiografía occidental ha sido testigo directo. Un tránsito por los predios de Clío FELIPE PINZÓN SÁNCHEZ EN EL PERÚ Liliana Regalado de Hurtado Esta obra contiene cientos de partidas protagonizadas Desarrollo humano y libertades por ajedrecistas peruanos e internacionales en torneos Una aproximación interdisciplinaria locales y nacionales, competencias internacionales y Patricia Ruiz-Bravo / Pepi Patrón / olimpiadas, comentadas técnicamente por el autor. Pablo Quintanilla, compiladores Felipe Pinzón Sánchez nació el 23 de agosto de 1917 y, según propia confesión, aprendió a jugar ajedrez en Homenaje a Valentín Paniagua Corazao 1932, a los quince años, gracias a las lecciones de un Javier Arias-Stella / Juan Incháustegui / amigo. Parece que este amigo era buen maestro o Pinzón Javier Alva Orlandini y otros mejor alumno, ya que al año siguiente Pinzón jugaba como socio del legendario Club de Ajedrez de Lima, que fuera fundado allá por 1876 y que sobrevivió con algunos altibajos hasta la segunda mitad del siglo XX. En 1933 ascendió a la tercera categoría y en 1934 a EL AJEDREZ EN EL PERÚ la segunda, en ambos casos con el primer puesto y en el mismo año subió a primera categoría. Jugó trece campeonatos nacionales, el último en 1962, y ganó los de los años 1947, 1950, 1951 y 1952, ocupando el segundo lugar en los de 1942 y 1950. Representó con solvencia al Perú en tres olimpiadas (1939, 1950 y 1964) y en diversos torneos y competencias nacionales e internacionales. Actualmente, ya retirado de las competencias, todavía se da tiempo para jugar de vez en cuando una partida con algún ocasional rival, al que seguramente someterá sin ninguna compasión a esa sincronizada, metódica y calmada demolición con la que acabó con tantos antiguos maestros. El ajedrez en el Perú Felipe Pinzón Sánchez El ajedrez en el Perú El ajedrez en el Perú Felipe Pinzón Sánchez © Felipe Pinzón Sánchez, 2010 De esta edición: © Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú, 2010 Av. Universitaria 1801, Lima 32, Perú Teléfono: (51 1) 626-2650 Fax: (51 1) 626-2913 [email protected] www.pucp.edu.pe/publicaciones Diseño, diagramación, corrección de estilo y cuidado de la edición: Fondo Editorial PUCP Primera edición: diciembre de 2010 Tiraje: 500 ejemplares Prohibida la reproducción de este libro por cualquier medio, total o parcialmente, sin permiso expreso de los editores. Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú N° 2010-14988 ISBN: 978-9972-42-939-2 Registro del Proyecto Editorial: 31501361000785 Impreso en Tarea Asociación Gráfica Educativa Pasaje María Auxiliadora 156, Lima 5, Perú Dedico este libro a la memoria de mi abuelita Valentina Solís y a mi amada esposa Julia María Elías, raíz y destino de mi existencia actual Índice Introducción 11 Buenos Aires 1939. Debut internacional 13 De Lima a Buenos Aires 13 El Torneo de las Naciones 19 Lecciones en el tablero 21 Reflexiones y antecedentes 27 Duclós y el Club de Ajedrez de Lima 29 Inquietud ajedrecística en provincias 31 Remembranzas 33 El ajedrez en el Perú hace 75 años: Duclós, el Maestro 34 El ajedrez en el Perú hace 75 años: Palacios, el héroe 36 Dubrovnik, la odisea ajedrecista 39 Génesis de un viaje 39 Tropiezos e inconvenientes 42 Trastornos y goces 44 Rumbo a Dubrovnik 46 Aspectos de la Olimpiada 47 Invitación a Belgrado 56 Retorno a la patria 59 Esteban Canal: el último romántico del ajedrez 63 ¿Quién era Esteban Canal? 65 De Budapest a Mahrisch-Ostrau 75 Psicología, drama y leyenda 87 Carta dramática 94 Visión autobiográfica 97 Fascinación juvenil 97 Iniciación y evocaciones 99 Competencias radiales 106 Rivales sobresalientes 112 Éxitos y debacles 121 Recuerdos finales 130 Tel Aviv 1964. Una etapa de superación 145 Prolegómenos de la Olimpiada 145 Eliminatorias 148 Ambiente de tensión 159 Una tregua en la batalla ajedrecística 166 Final electrizante 168 Nuestros ases del tablero 183 Carlos Enrique Paz Soldán 183 Aníbal Dolci 186 Numa Ricardo León de Vivero 190 Alberto Ísmodes Dulanto 193 José Andrés Pérez Alcocer 195 Julio Sumar Cassis 197 Mario Zapata Vinces 200 Néstor del Pozo Trujillo 203 Margarita Grimanesa Guerra Martinieri 206 Mario de la Torre 211 Óscar Quiñones Carrillo 213 Carlos Espinoza Rivasplata 217 Orestes Rodríguez Vargas 219 Guillermo Ruiz 223 Carlos Pesantes Carbajal 225 Héctor Bravo Sedamanos 227 Manuel Gonzalez Bernal 230 Carlo Robbiano Taboada 232 Pedro García Toledo 236 Víctor Vilchez Talavera 238 Jorge Peláez Contti 240 Juan Reyes Larenas 242 Javier García Toledo 245 Henry Urday Cáceres 247 Julio Ernesto Granda Zúñiga 250 Dubai 1986: una meta importante 257 Siegen 1970 258 Skopje 1972 262 Buenos Aires 1978 265 Dubai 1986 267 Introducción Muy poco se ha escrito sobre el ajedrez en el Perú, y casi nada sobre la superación y el pro- greso que se ha experimentado en los últimos años. Por eso, quiero ofrecer una versión personal, lo más sincera y veraz, del período que me correspondió vivir en la historia del ajedrez en el Perú, destacando, por cierto, algunas etapas importantes en las que se gestó la superación y el progreso del ajedrez peruano, desde su incipiente comienzo internacio- nal en 1939 hasta su valiosa actuación en 1986. Y como testimonio de esa historia, que describe algunos aspectos interesantes y sugestivos del quehacer ajedrecístico nacional, incluiremos las partidas que diversos ajedrecistas peruanos protagonizaron en su afán perenne y entusiasta de cultivar un arte que ha cautivado la mente y el corazón de tantos seres humanos y que según afirmaba Tarrasch, «hace feliz al hombre». Se acostumbra presentar las partidas con análisis y comentarios que maticen e ilustren las alternativas de su desarrollo, pero en este trabajo he puesto mayor énfasis en el aspecto narrativo que en lo técnico, limitando los análisis y comentarios solo a algunas pocas partidas, a fin de incluir la mayor cantidad posible de producciones de los ajedrecistas peruanos. Me he guiado con este fin por lo que señala el maestro español Manuel Gol- mayo en el prólogo de su obra Temas de ajedrez, al tratar sobre el carácter de la partida de ajedrez, cuyo texto específico reproduzco por estimarlo pertinente y significativo: [...] porque cada partida, al reponerla, vuelve a ser un organismo vivo e indivisible, en el que sobre la estructura nos interesa el funcionamiento. En la inmensa floresta de la vida humana, esta bella y minúscula planta espiritual de la partida de Aje- drez, es una imagen dijimos, y como en ella, en esta linda miniatura repristinada y viviente, el planteo, el medio y el final, que son como el pasado, el presente y el futuro de la vida, reaccionan unos sobre otros con insospechable intensidad. Espero que cada partida de este libro permita al lector revivir los instantes cruciales y emotivos que sus intérpretes forjaron al calor de la noble confrontación en el tablero. Lima, diciembre de 1987 Felipe Pinzón Sánchez Buenos Aires 1939 Debut internacional De Lima a Buenos Aires ¿Cómo era que yo, Felipe Pinzón, a mediados de agosto de 1939, estaba a bordo del Baarn, un barco de carga holandés? No era, por supuesto, un tripulante del barco. Sim- plemente un pasajero, de los muy escasos que iban a bordo. La mayoría de ellos éramos los integrantes del equipo peruano de ajedrez que viajábamos con destino a Buenos Aires, Argentina, para intervenir en el Torneo de las Naciones, que correspondía a la octava edición oficial de las Olimpiadas de ajedrez y en el que por primera vez participarían ajedrecistas peruanos, en su también primera actuación internacional en el extranjero. Entonces estaba por cumplir los 22 años —el 23 de ese mes— y la aventura me mostraba su faz más seductora, vía el ajedrez, una actividad intelectual cargada de promesas pero también de incertidumbres. Había aprendido a jugar el ajedrez en 1932 y un año después me incorporé al Club de Ajedrez de Lima, la institución de esa índole más antigua de América, donde pronto logré una situación destacada pese a mi inexperiencia, debido quizá a mi juventud y a mi vivo interés por la práctica del ajedrez, aportando un ímpetu y un dinamismo que remozaban las viejas filas de los ajedrecistas veteranos del club decano. Que iba por buen camino lo evidenció el Torneo Mayor de la Federación Peruana de Ajedrez, realizado en julio de 1939, que sirvió para seleccionar a los que formarían el equipo nacional, en cuyo torneo arribé en segundo lugar, escoltando al vencedor, el campeón del Callao, doctor Alberto Ísmodes Dulanto. Detrás de noso- tros se clasificaron el doctor René Castro de Mendoza, Domingo Soto Mondragón y el doctor J. Alberto Cayo Murillo. Los cinco, en ese orden, conformamos el equipo representativo del Perú que intervendrían en el Torneo de las Naciones. ¿Qué podría decir de ellos? Ísmodes era un jugador de sólida formación posicio- nal, con un agudo sentido del juego táctico; esgrimía un estilo moderno, incisivo y emprendedor, dentro de una sobriedad y sencillez destacables. Castro de Mendoza, de juego reposado, reflexivo, sin aristas agresivas, guardaba, sin embargo, un poder Felipe Pinzón Sánchez de penetración muy significativo en los esquemas posicionales que gustaba plantear.