Félix Varela Y Morales
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FelixVarelaT1 pags1-4.p65 1 28/08/01, 13:03 CASA DE ALTOS ESTUDIOS DON FERNANDO ORTIZ UNIVERSIDAD DE LA HABANA BIBLIOTECA DE CLÁSICOS CUBANOS RECTOR DE LA UNIVERSIDAD DE LA HABANA Juan Vela Valdés DIRECTOR Eduardo Torres-Cuevas SUBDIRECTOR Luis M. de las Traviesas Moreno EDITORA PRINCIPAL Gladys Alonso González DIRECTOR ARTÍSTICO Deguis Fernández Tejeda ADMINISTRADORA EDITORIAL Esther Lobaina Oliva Esta obra se publica con el coauspicio del Ministerio de Enseñanza Superior de la República de Cuba FelixVarelaT1 pags1-4.p65 2 28/08/01, 13:03 FelixVarelaT1 pags1-4.p65 3 28/08/01, 13:03 Esta primera reimpresión está tomada de la primera edición con el título Félix Varela. Obras. El que nos enseñó primero en pensar, 3 tomos, Editorial Cultura Popular y Ediciones Imagen Contemporánea, La Habana, 1997. Responsable de la edición: Diseño cubierta: Alina Feijóo Valdés Earles de la O Torres Diseño interior: Realización y emplane: Roberto Sánchez Beatriz Pérez Rodríguez Todos los derechos reservados © Editorial Cultura Popular, 1997 © Sobre la presente edición: Ediciones IMAGEN CONTEMPORÁNEA, 2001; Colección Biblioteca de Clásicos Cubanos, No. 1 ISBN 959-7078-37-6 obra completa Ediciones IC ISBN 959-7047-16-0 obra completa Editorial CP ISBN 959-7078-38-4 Ediciones IC, vol. I ISBN 959-7047-17-9 Editorial CP, vol. I Ediciones IMAGEN CONTEMPORÁNEA Casa de Altos Estudios Don Fernando Ortiz, L y 27, CP 10400, Vedado, Ciudad de La Habana, Cuba FelixVarelaT1 pags1-4.p65 4 28/08/01, 13:03 NOTA AL LECTOR Félix Varela. Obras constituye el primer esfuerzo intelectual y editorial del proyecto Biblioteca de Clásicos Cubanos de la Casa de Altos Estudios Don Fernando Ortiz de la Universidad de La Habana. En 1997 se culminó su fase investigativa con la unión del trabajo de tres investigadores que venían realizando estos estudios desde hacía varios años y a quienes se debe esta obra que se publica en tres tomos correspondientes a los tres primeros volú- menes de la Biblioteca. Son ellos el Dr. Jorge Ibarra Cuesta, la Dra. Merce- des García Rodríguez y el Dr. Eduardo Torres-Cuevas. En ese mismo año, y ante la inminencia del bicentenario del natalicio de Félix Varela, se publicó la primera versión editorial, en un empeño común de Ediciones Imagen Con- temporánea y la Editorial Cultura Popular. En ese momento aún no estaba completamente diseñado el perfil editorial de la Biblioteca de Clásicos Cuba- nos por lo que se decidió hacer una edición limitada que estuvo auspiciada por la Oficina Regional de Cultura de UNESCO para América Latina y el Caribe. Conciente de la alta demanda que tendrían estas obras se hizo esa primera impresión bajo el acuerdo de que constituían los primeros volúme- nes del ambicioso plan que nos habíamos trazado. Con la presente publica- ción damos forma definitiva a la versión de Félix Varela. Obras. No podía ser otro el comienzo del empeño editorial e intelectual que debía reunir lo más granado y trascendente de la producción intelectual cu- bana. Definido por José de la Luz y Caballero, uno de sus discípulos y con- tinuadores más brillantes, como “el que nos enseñó primero en pensar”, de- bía ser el primero de los pensadores cubanos que conforman la Biblioteca de Clásicos Cubanos. Aunque entre la primera versión y la actual median cuatro años, y ya la presente colección tiene editados más de 25 volúmenes, siem- pre se reservaron los tres primeros para esta nueva versión integrada en el V perfil de esta colección de las obras del Padre Fundador de las ciencias, el pensamiento y la cultura cubanos. Félix Varela. Obras tiene el mérito de ser una acuciosa investigación que rescata los libros, textos y papeles que, incluso, eran desconocidos. A ello se añade, en el tomo III, el estudio bibliográfico que también durante años realizó la investigadora de la Biblioteca Nacional de la República de Cuba José Martí, Josefina García-Carranza. La estructura que se sigue en esta edición no se corresponde, en lo esencial con la del resto de los volúmenes que conforman esta colección. No obstante, aunque en el formato y diseño exterior se adapta a sus carac- terísticas, el texto es el mismo que el de la publicación de 1997, cuya edi- ción estuvo al cuidado de las editoras Rosa Alonso, Norma Castillo y Ángela Martín pertenecientes a la Editorial Cultura Popular. Félix Varela. Obras no solo marca el inicio de la Biblioteca de Clásicos Cubanos que cubrirá, entre otros, en su primera fase, la recopilación, lo más completa posible de las figuras que dieron nacimiento a las ciencias, al pensamiento y a la cultura cubanos sino también ocupa este lugar por ser la personalidad intelectual de la que surge y se expande ese movimiento inte- lectual al que pertenecen José Antonio Saco, José de la Luz y Caballero, Felipe Poey y Domingo del Monte, entre otras. Ese espiral de lo continuo discontinuo que da el siglo XIX cubano, tanto en la ciencia como en el pen- samiento y en la mentalidad de pensar más en el deber ser que en la confor- midad con lo ya establecido tendrá su punto culminante en las Obras de José Martí con las que cierran las dos partes iniciales de este proyecto: “Clásicos de los Orígenes del Pensamiento Emancipador y de las Ciencias hasta 1868” y “Clásicos de la Liberación y del Cambio”. Unidos entrañablemente por lazos profundos que van más allá de la comunión de ideas y propósitos, otras dos figuras se unen a la de Félix Varela como sus mentores y formadores. La primera la de su maestro y amigo, el padre José Agustín Caballero y la segunda la del obispo Juan José Díaz de Espada y Fernández de Landa. Las obras y papeles de ambos conforman los dos volúmenes siguientes de la Biblioteca de Clásicos Cuba- nos. No podía estar ausente de esta colección la figura que más influyó en las proyecciones económicas, sociales y políticas de las relaciones Espa- ña-Cuba y cuyas brillantes ideas dieron origen a un modelo de desarrollo esclavista de características propias que también tenía como finalidad la construcción de Cuba. Nos referimos a las Obras de Francisco de Arango y Parreño que constituyen el más preclaro expositor de la problemática socioeconómica de la época de los orígenes. A partir del volumen VI se recopilan las de Felipe Poey, José Antonio Saco, José de la Luz y Caballero VI y Domingo del Monte. Este conjunto forma la parte inicial de la colección pero, de un modo u otro, el nombre del Padre Fundador está presente en todos ellos. Pese a los intentos realizados por Fernando Ortiz y Roberto Agramonte por recopilar y rescatar las obras de estos destacados intelectuales de los orígenes del pensamiento cubano, no es hasta hoy que se ha podido realizar un trabajo tan completo. Este empeño es deudor de todo un siglo, el XX, de esfuerzos porque los estudiosos de Cuba tuviesen en sus manos este pre- cioso legado que les permitirá conocer más a fondo, con menos especula- ción y mayor certeza, lo que en realidad fue el movimiento de las ideas en Cuba. Su realización parte de la base creada por hombres acompañados del silencio en el trabajo creador e ingrato. A Domingo Figuerola Caneda, Joa- quín Llaverías, Vidal Morales, Fernando Ortiz, Roberto Agramonte, Manuel I. Mesa Rodríguez, Enrique Gay Carbó, Fernando Portuondo, Ramiro Gue- rra, Hortensia Pichardo, Elías Entralgo, entre otros que merecen ser rescata- dos del olvido, le debe la Biblioteca de Clásicos Cubanos las bases sobre las cuales comenzó a erigir esta construcción intelectual. Tampoco puede quedar ausente de esta nota el agradecimiento al equi- po editorial Imagen Contemporánea de la Casa de Altos Estudios Don Fer- nando Ortiz. En particular a su jefe editorial Luis M. De las Traviesas, a su editora principal Gladis Alonso González a sus diseñadores Earles de la O Torres y Deguis Fernández Tejeda; Esther Lovaina Oliva administradora editorial y Janet Iglesias Cruz responsabilizada con los textos de la colec- ción. A su esfuerzo y el de otros debe la Biblioteca de Clásicos Cubanos haber pasado de la idea a su realización. Consejo Editorial Ediciones Imagen Contemporánea VII El americano oye constantemente la imperiosa voz de la naturaleza que le dice: Yo te he puesto en un suelo que te hostiga con sus riquezas y te asalta con sus frutos; un inmenso océano te separa de esa Europa donde la tiranía ultrajándome, holla mis dones y aflige a los pueblos; no la temas: sus esfuerzos son impotentes; recupera la libertad de que tú misma te has despojado por una sumisión hija más de la timidez que de la necesidad; vive libre e independiente; y prepara asilo a los libres de todos los países; ellos son tus hermanos. Félix Varela (1824) Cuando yo ocupaba la Cátedra de Filosofía del Colegio de S. Carlos de la Habana pensaba como americano; cuando mi patria se sirvió hacer- me el honroso encargo de representarla en Cortes, pensé como ame- ricano; en los momentos difíciles en que acaso estaban en lucha mis intereses particulares con los de mi patria, pensé como americano; cuando el desenlace político de los negocios de España me obligó a buscar un asilo en un país extranjero [Estados Unidos] por no ser víctima en una patria, cuyos mandatos había procurado cumplir hasta el último momento, pensé como americano, y yo espero descender al sepulcro pensando como americano. Félix Varela (1826) INTRODUCCIÓN Cada pueblo tiene su propio y peculiar proceso de formación. Su ser y su no ser hunden sus raíces en un complejo e intrincado pasado que trans- fiere, a través de permutaciones permanentes, un contenido sociocultural que cambia en la interioridad de su permanencia.