Pastores – N° 31 – Diciembre De 2004
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Revista Pastores - Año 11 - N° 31 Diciembre de 2004 Editorial Diez años dedicados a la Formación Permanente “Pastores”. Una presencia y un estilo Mons. Carlos María Franzini Crecer como personas para servir como pastores Mons. Juan María Uriarte Las debilidades e inconsistencias en la vida del sacerdote R.P. Amadeo Cencini El sacerdote del mañana. Perspectivas eclesiológicas. Pbro. Severino Dianich Caridad y unidad de vida Mons. Lucio Gera La vida espiritual del sacerdote diocesano secular. Rasgos para un perfil. Pbro. José María Recondo El cansancio en el ministerio pastoral Pbro. Cristian Precht Bañados Eduardo Pironio. Un teólogo. Pbro. Dr. Carlos María Galli Encuentro de Formación Permanente. Villa Allende, Córdoba. 2004. Editorial Pastores 10º aniversario Pastores cumple 10 años. Es para nosotros una inmensa alegría que este servicio “de sacerdotes para sacerdotes” haya tenido una continuidad tan prolongada. El objetivo inicial era acompañar la vida cotidiana de tantos sacerdotes que a lo largo y ancho del país, con sencillez, entrega y silencio, dan sus vidas al servicio del pueblo de Dios en la Iglesia. Decíamos en el primer editorial: “... esta alegría (de ser llamados por Dios al sacerdocio) se vive entre luces y sombras. Hacemos con todo el pueblo de Dios un camino lleno de "gozos y esperanzas" pero también de "angustias y tristezas". Estamos convencidos de la fidelidad de Dios, que nunca nos abandona, pero sabemos que es necesario "reavivar el don de Dios, que está en nosotros" (2ª Tim 1,6). Constatamos las dificultades que a menudo enfrentamos cuando queremos vivir con seriedad el sacerdocio y también constatamos que no siempre vivimos el sacerdocio con seriedad. Por ello sentimos la urgencia -que brota de la misma caridad pastoral- por renovarnos en la fidelidad (cfr. PDV 70). Así es que hemos pensado ofrecer este aporte como un servicio de hermanos a hermanos, porque sabemos que somos nosotros mismos, los presbíteros, los primeros responsables de buscar solidariamente los caminos de nuestra formación personal y comunitaria para renovarnos y vivir un ministerio más feliz. Se trata de un medio más, ni el único ni el más importante, para avanzar en lo que hoy ya todos conocemos como formación sacerdotal integral y permanente.” La intención era y sigue siendo muy clara. Había publicaciones para muchas áreas que tienen que ver con la vida del presbítero. Publicaciones de teología, de pastoral, publicaciones bíblicas, etc., pero no una que fuera específicamente destinada a la persona del sacerdote y su identidad como clero secular y diocesano. Se buscó llenar ese espacio. Por eso no la llamamos revista, aunque así se la conoce popularmente. Le pusimos como nombre “Cuadernos”, para que quedara claro que no apuntábamos a ser una revista de actualidad, ni de noticias, sino de reflexión y de formación permanente. Por eso aún hoy, artículos publicados al comienzo tienen una enorme actualidad. Siempre hubo una preocupación de integralidad, es decir por toda la persona del sacerdote. Una intención primordial fue que sea un servicio de curas para curas. Que tuviera que ver con lo testimonial, para fortalecer lo que más ayuda a ser sacerdote y lo que más desgasta. Teniendo en cuenta que el mismo presbiterio sostiene en la formación, como enseña PDV. Y esto cada vez más se fue haciendo realidad, no sólo en la tarea del Equipo de Redacción, formado sólo por sacerdotes, sino que los mismos artículos son fruto del aporte de muchos sacerdotes de nuestras diócesis. Con sus reflexiones, testimonios y escritos Pastores fue y sigue siendo un espacio, que además de transcribir artículos que de otra manera no estarían al alcance de nuestras manos, permite a muchos de nosotros compartir sus pensamientos y su visión de distintos temas de la vida sacerdotal. Al poco tiempo de aparecer, la cantidad de suscriptores creció para establecerse en estos años en 900 por número. Pero al menos 2400 sacerdotes de nuestro país la recibieron alguna vez. Un fruto inmediato fue que Pastores comenzó a ser utilizada en reuniones sacerdotales y de clero, para reflexionar sus artículos y propuestas y crecer en fraternidad. Pastores está marcada por una fe cristológica. El intento ha sido siempre transmitir la experiencia de Cristo Buen Pastor en la vida del sacerdote. Se ha destacado la temática conciliar, “como brújula segura” (Juan Pablo II, NMI nº 57). En ese horizonte se ha buscado hacer la reflexión. A partir de los aniversarios (como hizo TMA) hemos hecho presente de modo renovado las enseñanzas del Concilio. No como recuerdo sino como actualización y consolidación. “Pastores dabo vobis” fue la motivación. Distintas reuniones en torno a la preparación del Sínodo sobre la temática sacerdotal y su recepción en la Iglesia en Argentina, derivaron en buscar una herramienta que anime estos temas entre nosotros. Por eso Pastores viene siendo expresión de cómo el concepto de formación permanente fue evolucionando. Desde el porqué y para qué, pasando por el enriquecimiento de las etapas de la vida y lo afectivo sexual, hasta llegar al concepto de formación permanente y vida cotidiana. En este sentido Pastores ha sido un muestrario de los encuentros y talleres donde se han reflexionado estos temas para que sirvan a todos a una constante renovación de la vida sacerdotal. Hemos buscado ser expresión de un pluralismo que presenta perspectivas diferentes ante los temas. El mismo Equipo de Redacción al estar compuesto por sacerdotes de distintas regiones y con distintas tareas sacerdotales así lo permite. Y esto lo hemos reflejado al presentar una propuesta integradora: dimensiones distintas, servicios sacerdotales diferentes, figuras sacerdotales variadas, regiones con culturas y estilos propios que enriquecen a las demás, etc. En este sentido los testimonios de vidas sacerdotales publicados, como Pironio, Brochero, Angeleli, Zaspe, etc., son memoria viva donde la doctrina de la Iglesia se ve encarnada en algunas personas que responden a los desafíos de su tiempo. Sin que sea una revista de actualidad es una revista contextualizada. La situación social y el acompañamiento de la vida de la Iglesia en Argentina fueron protagonistas en distintos números de Pastores . Los documentos de los obispos argentinos, las opciones pastorales (p.ej. “Iglesia, casa y escuela de comunión”), los encuentros regionales (p.ej. Patagonia) -que sus conclusiones fueron presentadas como fruto de la reflexión de un presbiterio- también mostraron un contexto concreto en el cual se vive el misterio sacerdotal. Finalmente, podemos decir que Pastores ha intentado ser expresión que la formación es permanente. Intenta alimentar esa idea: el hecho de ser periódica y tener continuidad, responde a la vocación cotidiana de dejarse formar por el propio ejercicio del ministerio en la caridad pastoral. Quisimos, en este número aniversario, rescatar algunos artículos que expresan con claridad cuál es el objetivo de Pastores. Y también publicamos artículos nuevos cuyos autores nos han ayudado, en estos años, a reflexionar y crecer en nuestra identidad presbiteral. Cada artículo está precedido por un comentario en la cual destacamos el porqué de su elección para este número aniversario. Quisimos también que estos artículos cubran las cuatro dimensiones de la formación permanente: teológica, espiritual, pastoral y humana-afectiva. La reflexión de Mons. Franzini, primer Director y principal animador de este proyecto, sirve como introducción a este número. Damos gracias a Dios por estos diez años y esperamos que Jesús, que nos vuelve a visitar en esta Navidad, nos ayude a tener un ministerio alegre y confiado en la fidelidad del mismo Señor. TESTIMONIO “Pastores ”: una presencia y un estilo + Carlos María Franzini Obispo de Rafaela En diciembre de 1994 me tocó escribir la base de lo que sería el editorial del primer número de Pastores . Ahora, al cumplirse los diez años de aquella primera publicación, me han pedido que vuelva a escribir para la revista y lo hago con mucho gusto. Al presentarnos, en nuestro primer editorial, afirmábamos nuestro deseo de “ compartir con todos los hermanos sacerdotes del país la alegría de nuestro ministerio ...” 1 Aquella primera motivación se ha visto ampliamente lograda en el correr de estos años. Efectivamente Pastores ha sido, para quienes llevamos adelante su publicación, una fuente inmensa de alegrías y satisfacciones. Sobretodo al ir constatando que con estos cuadernos se estaba respondiendo a lo que intuíamos como “... una sentida necesidad del clero en la Argentina ...” 2 y al constatar también que – de algún modo- Pastores podía ser fuente de alegría para otros hermanos presbíteros. Sin embargo esta alegría no nos ha hecho perder de vista que en estos diez años han pasado muchas cosas duras en nuestras vidas y en nuestros ministerios, en la vida de la Iglesia y en nuestra Patria. Se trata de un tiempo cuestionador, intenso y dramático, que ha sido caracterizado no sólo como época de cambios sino como cambio de época . Significativamente estos diez años se despliegan sobre el eje del año 2000, tan cargado de resonancias para todos los hombres, creyentes o no. En este contexto los obispos argentinos hemos presentado como desafío englobante a la evangelización en el nuevo milenio “... la profunda crisis de valores de la cultura y la civilización en la que estamos inmersos...” y yendo al fondo de este desafío descubrimos que “... en la raíz misma del estado actual de la sociedad percibimos la fragmentación que cuestiona y debilita los vínculos del hombre con Dios, con la familia , con la sociedad y con la Iglesia. ..” 3. En nuestro primer editorial señalábamos que los presbíteros “...hacemos con todo el pueblo de Dios un camino lleno de ‘gozos y esperanzas’ pero también de ‘angustias y tristezas’. Estamos convencidos de la fidelidad de Dios, que nunca nos abandona, pero sabemos que es necesario ‘reavivar el don de Dios que está en nosotros’ (2ª Tim 1,6). Constatamos las dificultades que a menudo enfrentamos cuando queremos vivir con seriedad el sacerdocio y también constatamos que no siempre vivimos el sacerdocio con seriedad.