Ciclos, Año XIII, Vol. XIII, N° 25-26, Jer. y 2do. semestre de 2003

El Grupo Tornquist entre la expansión y las crisis de la economía en el siglo :xx

Jorge Gilbert*

Este trabajo pretende dar cuenta de la historia de la Compañía.Temquíst desde sus orígenes hastamediados del siglo XX. Durante ese largo periodo, la "Compa­ ñía" atravesó por diversas etapas, marcadas tanto por su carácter de empresa fa­ miliar, como por los ciclos económicos. A partir de la década de 1880, muchos de los hitos de la política y la economía argentina se entrelazaron con la trayectoria de Ernesto Tornquist, pues la activi­ dad que desarrollara en el contexto expansivo y de rápidos cambios que caracte­ rizaran dicho período, lo convirtieron en un miembro destacado del establish­ ment, banquero de importancia, y fmancista con gran influencia en la representa­ ción del capital extranjero, además de un poderoso industrial. El estudio de su carrera empresarial permite aprender mucho acerca de la es­ trecha relación entre la elite nativa y el capital extranjero, así como entre el poder político y los dirigentes económicos, ya que a diferencia de otras experiencias con­ temporáneas, como las de México y Estados Unidos, no se trató aquí de un hombre de negocios con una base fuerte originada en la política. De hecho, su incorpora­ ción, iniciada en la etapa de formación del estado nacional, fue paralela a la emer­ gencia de otros actores políticos con los que supo establecer fluidos contactos. En casi toda América Latina, las élites se vieron igualmente obligadas a vincu­ larse con inversores foráneos, dada la escasez de capitales y tecnología locales. En ese sentido, Tornquist fue extraordinariamente exitoso en el momento de ne­ gociar con los financistas europeos, en parte debido a sus vinculaciones locales, lo que le llevó a beneficiarse ampliamente con los flujos externos.

* UBA, Facultad de Ciencias Económicas, IIHES. 66 Jorge Gilbert

Sobre dichas bases y dadas las particulares condiciones del mercado argentino, reforzó la posición de los sectores capaces de canalizar recursos hacia el país; su­ po acumular un importante patrimonio y liderar uno de los principales grupos eco­ nómicos de la Argentina moderna, que al momento de su muerte en 1908,teníapar­ ticipación en veinticuatro sociedades con objetivos económicos bien diversos. Una estructura de gestión consolidada permitió la continuidad de la empresa, y un crecimiento del holding hasta 1930,en que la crisis impactarasobre la estruc­ tura primaria exportadora argentina, y en consecuencia sobre algunos intereses del grupo, de modo diferente. A partir de entonces, las inversiones más relevantes se centraron en aquellas industrias cuya producción se orientaba hacia el mercado interno, las que alean­ zaronun importante crecimiento durante los años de la Segunda Guerra y la pri­ mera etapa del peronismo. La dimensión temporal de este abordaje, al igual que la complejidad de intere­ ses con los que la firma se involucrara remitieron a una visión del empresario fun­ dador y a la formación del grupo, y a un análisis de los principales de inversión, las crisis financieras y la posterior recuperación orientada hacia el sector industrial.

La trayectoria de Ernesto Tornquist, el empresario

Ernesto nació en en 1842, como séptimo y último hijo de Jorge Pe­ dro Tornquist, hijo a su vez de alemanes, aunque nacido circunstancialmente en Baltimore, Estados Unidos. Si bien, las actividades que el hijo emprendiera no es­ tuvieron relacionadas con los antecedentes paternos, sus datos familiares permi­ ten conocer al grupo social de pertenenciay los condicionamientos culturales que habrían de pautarlo, pues este contexto inmediato de los individuos tiene una ac­ ción especial tanto en los procesos o niveles sociales, como sobre las personas.1 Desde Hamburgo, donde la familia residía, Jorge partió en 1823, para intentar una actividad independiente en la región del Plata. Cinco años después, en Mon­ tevideo, y ya decidido a establecerse definitivamente, se casará con Rosa Camu­ so Alsina, hija de un activo comerciante español afincado en la Banda Oriental. Aunque no acumuló gran fortuna," fue miembro destacado de la reducida co­ munidad alemana local; estableció una casa importadora denominada Tornquist y Compañía que operaba en ambas márgenes del Plata; fue agente comercial de las

1. L. Lomnitz y M. Pérez Lizaur: "Los orígenes de la burguesía irÍdustrial en México. El ca­ so de una familia de la ciudad de México". En Richard Morse y Jorge Hardoy (comp.), Cultura urbana latinoamericana, CLACSO, Biblioteca de Ciencias Sociales, Buenos Aires, 1985, p. 169. 2. Archivo General de la Nación. Legajo 8527, 1888, Sucesión Jorge Tornquist. Fallecido en 1876, los únicos bienes que figuran en la declaratoria de herederos son tres terrenos, uno en San Isidro y los restantes en Lomas de Zamora. El grupo Tornquist entre la expansión y las crisis 67

Hansas de Hamburgo y ; particípó en la fundación de la Sociedad de Resi­ dentes Extranjeros y de la Sociedad de Protestantes Alemanes; y fue también, en­ tre otras ínicíatívas, un activo promotor de la inmigración." De esta rnanera,: Ernesto creció y se formó en un ámbito comercial, incorporó el Ú:lioma alemán y las pautas culturales que combinaban la influenciapaterna con la tradición católica de su madre. A los trece años fue enviado a estudiar a la cíu• dad de Krefeld, Alemania, donde permaneció hasta 1858,4 y un año después, de re­ greso en Buenos Aires, comenzó a trabajar como despachante de aduana en la fir­ ma Altgelt, Ferber y Compañía, de la que era socio responsable su cuñado Adam Altgelt, Éste fue el punto de. partida de la trayectoria de Ernesto, como empleado en una sociedad que operaba en escala reducida, acorde con las características del mercado argentino, en un país de gran incertidumbre, en el que la inestabilidad política y monetaria constituían un gran desafío para cualquier iniciativa econó• mica de proporciones mayores. En el transcurso de las dos décadas siguientes es­ te escenario habría de modificarse radicalmente, y al acompañar dicho proceso, también se vio alterada la actividad de Tornquist. Casado en 1872 con su sobrina Rosa Altgelt, hija de Adam, realizó un largo via­ je de negocios a Europa donde estuvo más de un año. Allí, si bien la crisis euro­ pea no constituía un clima propicio para atraer capitales al país, realizó acuerdos con socios comanditarios en Amberes que lo llevaron a ponerse al frente de la fir­ ma, que a partir de entonces, y a lo largo de un siglo, se identificó como Ernesto 5 Tornquist y Compañía. . Desde ese momento estableció una perdurable relación con los comerciantes y financistas que actuaban en el mercado belga, quienes aportaron capitales para el proceso de díversífícación de inversiones iniciado a partir de la década de 1880. La alianza realizada con Henri Albert de Bary, establecido con su sociedad co­ mercial en Amberes desde 1882,fue fundamental como nexo con los centros finan­ cieros del Viejo Continente." Conocida luego como Compañía Comercial Belga, re-

3. Kelleben Hennann: "Comercio entre Alemania y Argentina desde 1830 hasta 1850", en Primer Congreso de Historia de la Confederación Argentina, Buenos Aires, Tomo J, 1976, pp. 17-f9. Navarro Viola, Jorge: El Club de Residentes Extranjeros, Buenos Ai­ res, Ed. Coni, 1941, pp. 12, 16, 182. 4. Krefeld era la ciudad de origen de su cuñado Adam Altgelt, casado en Buenos Aires en 1854, con su hermana Laura Micaela. 5. Archivo privado de la famílía de Bary Tornquist: Correspondencia enviada desde Am­ beres, Hamburgo y Manchester, años 1872, 1873. 6. Henri de Bary había llegado a Buenos Aires en 1865 como empleado de la firma Bem­ berg, y once años después regresó a Amberes donde se estableció por cuenta propia. 68 Jorge Gilbert presentó a Tornquist en el mercado europeo, además de desarrollar sus intereses en un conjunto de países entre los que figuraron Sudáfrica, México y Canadá." Dicho acuerdo no significó delegar la negociación, pues para ello Ernesto po­ seía un gran talento; dominaba varias lenguas y conocía la idiosincrasia de alema­ nes, franceses e ingleses. Sus viajes a Europa eran habituales y de prolongada per­ manencia, según lo testimonia la abultada correspondencia, casi cotidiana, que le muestra en una infatigable alternancia de negocios y vida social, por diferentes ciudades, buscando inversores para sus variados proyectos. Esa actividad social que desplegaba no era sino parte de un trabajo de constante interacción en ámbi­ tos diversos, que le permitía manejar una gran cantidad de información económi• camente signiñcatíva," Para entonces, su relación conJuanJosé Romero, Ministro de Finanzas del go­ bierno de Roca, ya era estrecha, y ello le permitió vincularse con la casa Baríng de Londres, donde fue presentado como consultor de las finanzas ." Así, Yen forma progresiva, fue accediendo a los círculos financieros de prime­ ra línea, por lo que no sorprende que a mediados de los ochenta hubiera logrado una posición tan destacada como para participar en la negociación de algunos Empréstitos para el estado argentino. Argentina constituyó, también para los alemanes, una importante plaza donde colocar sus capitales, particularmente a partir del distanciamiento del mercado ruso. 10 En tal sentido Tornquist comenzó a operar en representación de la Direc­ ción del Disconto Gesellschaf de Berlín, principal competidor germano del Deuts­ che Bank. Sin embargo, como la presencia británica era la más fuerte en el país, la competencia no fue un obstáculo para que se establecieran alianzas de coope­ ración con las firmas alemanas. En 1887, la disputa entre las casas bancarias europeas por el control de las operaciones argentinas dio lugar a la firma de un acuerdo para repartirse el ma­ nejo de los negocios; por ese motivo se creó un consorcio integrado por tres gru­ pos: uno parisino al que correspondió el 50% de las operaciones, en tanto la otra

7. De Bary, C.: Etudes sur l'Histoire des Bary-Barry, Viex-Dieu-les-Anvers, s/d, 1927, pp. 224-240. Tres de las hijas de Henri de Bary se casaron con oficiales del Ejército de la Guardia Real que poseían títulos de nobleza germana, situación que posibilitó intere­ sar a dichos círculos en la compra de títulos argentinos. La estrecha vinculación de la casaTornquist con la Compañía Comercial Belga se interrumpió con la Primera Guerra Mundial, a partir de la derrota de Alemania. 8. La habilidad para manejar las relaciones sociales es para Bordieu un "capital social", que el empresario podía convertir en otro tipo de capital. Pierre Bordieu, "Le capital so­ cial", en Actas de la recherche in Sciences Sociales, 1980. 9. Guide lo the Archive at ING Barings, 1997, Londres. DC 4. 4.1.83. Carta del Ministro de Finanzas, Juan José Romero, dirigida a la casa Baríng, 28 de abril de 1883. 10. El primer empréstito colocado por Alemania fue en 1886, al que luego siguieron otros cuatro, hasta que se produjera la crisis de 1890. El grupo Tornquist entre la expansión y las crisis 69 mitad era dividida entre los otros dos grupos alemanes. El núcleo de la Dirección de la Discanto Gesellschaft obtuvo el porcentaje mayor, un 30o,.'Ú, mientras el líde• rada por el Deutsche Bank quedó con el 209'Ú restante. 11 La Compañía Tornquist intervino también en el empréstito para el Banco Na­ cional, en representación del grupo integrado por la Discanto, el Norddetitsche Bank de Hamburgo, M.A. Rothschild y Soehne de Frankfurt, y Salomón Oppen­ heim Jr. & Co., de Colonia." Además de las comisiones percibidas por la gestión, la firma logró un importante arreglo con las dos firmas bancarias, la Discanto y el Norddeutsche, al incorporarlas, en 1889, como socios capítalístas." A partir de 1904 el Deutsche Bank y la Discanto concertaron un nuevo acuer­ do que se extendió hasta 1911, para el manejo conjunto de las operaciones con Ar­ gentina, por el que se repartirían iguales porcentajes del 500A>.14 En esta nueva eta­ pa, Tornquist intervino en nombre del Konzem en la negociación de numerosos empréstitos, tres nacionales, uno provincial y tres rnunicípales." Su rol de mediador con el capital extranjero no se limitó a operaciones de es­ te tipo, sino que también supo canalizar recursos para financiar al sector privado, sector del cual no fueron ajenas algunas de sus iniciativas particulares. Con la crisis del noventa la oferta de capitales se contrajo, por lo que Argenti­ na debió renegocíar los términos para el cumplimiento de sus compromisos ex­ ternos. Pero al iniciarse el nuevo siglo la situación financiera del país se encontra­ ba saneada y la confianza de los inversores externos, también recuperada. Pues, en efecto, la expansión productiva de la región pampeana había comenzado a ge­ nerar excedentes exportables que cambiaron el signo de la balanza comercial, y en consecuencia, las expectativas sobre la capacidad de pagos del país se habían tomado positivas. Aunque el auge económico explicaba el nuevo ciclo de inversiones extranjeras que se extendiera hasta los comienzos.de la Gran Guerra, tal tendencia se reforzó con algunas medidas adoptadas durante el segundo gobierno de Roca. Con él, se reanudó el pago total de los servicios de la deuda externa, y en 1899 se agregó a ello unapolítica de estabilización monetaria, mediante la adopción del régimen de convertibilidad, y un manejo de la política exterior que permitió sortear en forma pacífica el conflicto con .

11. PoW, Manfred, Deutsche Bank, Buenos Aires 1887-1987, Haase & Kohler, 1987, p. 41. 12.Manual oiArgentine Loans, National, Provincial, Municipal, 1930, E.T. Y Co Ltd, Buenos Aires, 1930. Empréstito Banco Nacional de 1887 por o$s 10.291.000. 13. EL aporte fue de o$s 360.000 por la Disconto Gesselschaft y o$s 240.000 del Norddeuts­ che Bank. 14. PoW, Manfred, op. cit., p. 42. 15. Gilbert, Jorge, Empresario y Empresa en la Argentina Moderna, El grupo Tornquist 1873-1930, tesis de Maestría en Investigación Histórica, Universidad de San Andrés (2001), inédita, pp. 114-115. 70 Jorge Gilbert

Estascuestiones, en razón de los intereses que se encontraban comprometi­ dos, habían agitado la opinión de numerosos sectores sobre una extensavariedad de temas; dos de ellos resultaron los más controvertidos: uno era el vinculado con el establecimiento de un tipo de cambio fijo, basado en que la progresiva aprecia­ ción del papel moneda afectaba en forma diferenciada a productores, casas co­ merciales e industriales, aunque también perjudicaba al sector público; paralele­ mente, el otro se vinculaba con la guerra, pues la postura probélica había tenido predica en algunos círculos políticos. Para entonces Ernesto Tornquist ya era uno de los principales referentes del sector empresario, e involucrado personal y directamente en estos temas, apoyó las iniciativas del gobierno, constituyéndose en el hombre de consulta de Roca, con qUiénmantuvo una relación basada en el mutuo reconocimiento de las capa­ cidades de liderazgo. De la dirigencia política de la época, sus allegados más cercanos fueron JuanJ. Romero y José M. Rosa, ambos de destacada actuación e influencia en el manejo de la cartera de Hacienda, y Carlos Pellegríní, con quiénes compartió los proyec­ tos de creación de la Caja de Conversión y de consolidación de la deuda pública. Si bien, estas cuestiones tuvieron mayor trascendencia, su influencia en cues­ tiones bancarias y financieras se había iniciado con anterioridad, fundamental­ mente durante la crisis de 1890,en que formó parte de los grupos representativos convocados por el entonces presidente Pellegrini, en busca de apoyo y consejo sobre las medidas a adoptar para superar la crítica coyuntura. 16 Según la valoración realizada con posterioridad por la propiafirma, a partir de esos años, la situación originada por su amistad con Pellegríni y Roca, convirtió a TornqUist en consejero financiero de los distintos Gobiernos." Por ello fue pre­ sentado como mediador ante las bancas Rothschild y Morgan, en apoyo de la re­ negociación de la deuda nacional, además de participar en el empréstito patrióti• co interno de 1891 yen el proyecto de creación del Banco de la Nación. Su momento más destacado en la actuación pública fue la intervención en el proyecto de la Caja de Conversión, medida que provocara agitadas polémicas, y en las que TornqUistfue objeto de diversas críticas a través de la prensa, a las que respondiera conargumentos en defensa de la estabilidad monetaria, como forma de conferir seguridad para los contratos y estimular, en consecuencia, las inver­ siones extranjeras. Argumentaba, por ejemplo:

16. Carlos Ibarguren, La historia que he vivido, Buenos Aires, Eudeba, 1969,p. 77. Ernes­ to Tornquist formó parte de la Comisión de Notables que asesoró a Carlos Pellegríni, Por otra parte, durante los sucesos de julio de 1890 también integró, junto a Benjamín Victorica, Luis Sáenz Peñay Eduardo Madero, la Comisión designada paranegociar con los revolucionarios 17.Ernesto Tornquist y Compañía (1842-1942), Estudio biográfico de su vida, publica­ do con motivo del centenario de su natalicio, Buenos Aires, Compañía Impresora Ar­ gentina, 1942, p. 43. El grupo Tornquist entre la expansión y las crisis 71

"Considero que el estado de inconversión de nuestra moneda es un inmenso mal (...) en un país donde la moneda está expuesta a fluctuaciones continuas, falta la base fija para el desarrollo sólido del progreso material (...)Pero sería una utopía pretender querer hacer la conversión por medios artificiales, por empréstitos (...) también sería insensato pretender querer dominar el valor de la moneda con leyes y decretos (...) sabemos que la conversión es solamente posible cuando un país, por sus propios recursos, puede sostenerla, cuando su estado económico se lo ímpone."

Su idea era un tipo de conversión de 1 $ oro por 2,5 pesos papel, aunque el pro­ yecto presentado al Congreso por el Ministro de Hacienda José María Rosa, y fi­ nalmente aprobado, fijó la relación en 1$ oro por 2,27 pesos papel. De esa mane­ ra se buscaba evitar la valorización del peso, pues en tanto favorecía la importa­ ción, depreciaba el valor de nuestros productos exportables y provocaba perma­ nentes desequilibrios. Además, se ponía fin a una estabilidad monetaria íntima• mente vinculada a lo político, que permitía que los gobiernos resolvieran sus pro­ blemas coyunturales mediante la emisión. La inestabilidad monetaria, una constante en la historia del país, ponía en evi­ dencia las dificultades del sistema; por ello, con la sanción de la Ley de Conver­ sión Monetaria que establecía un tipo de cambio fijo, con el objetivo de detener la sobrevalorización del peso papel, Argentina quedaba incorporada al sistema de patrón oro y lograba unamejor integración al mercado mundial. En el contexto li­ brecambista de la época, estasituación contribuyó a explicar el auge que registra­ ra nuestra economía entre comienzos del siglo XXy el estallido de la Primera Gue­ rra Mundial. El nuevo ordenamiento monetario, cuya paternidad se atribuye a Ernesto Tornquist, no fue ajeno a dicho auge. En marzo de 1906, cuando se festejó en la Caja de Conversión la existencia de o$s 100.000.000, el entonces senador Pellegrí• ni reconoció en su discurso el apoyo que aquél había brindado para conseguir la sanción de dicha ley, en momentos en que casi la totalidad de los círculos banca­ rios y comerciales se oponían." Por su parte, El Diario sostuvo que Tornquist había sido el padre legítimo y promotor de aquella ley que había permitido "salvar la agricultura, la ganadería y , todas nuestras industrias de un verdadero desastre".2o La última actuación pública de este empresario fue un breve paso por la Cáma­ ra de Diputados, para laque fue electo en 1906 a instancias de sus amistades en el Partido Conservador. Durante esta etapa, hasta su muerte ocurrida dos años después, intervino en los problemas originados en las relaciones entre Argentina y Brasil, en defensa de una resolución pacífica del conflicto planteado por la ca-

18. El Diario, 5 de octubre de 189B. 19. La Nación, 23/3106, "En la Caja de Conversión, Festejando los cien millones". 20. El Diario, 24/3/06, "La ley monetaria, su verdadero promotor". 72 Jorge Gilbert rrera armamentista iniciada por este último." Esa habría de constituir su última participación en cuestiones de interés público. Convertido en hombre de influencia, con posibilidades de incidir en las deci­ siones de Estado, el empresario además de beneficiarse con las condiciones ofre­ cidas por el contexto económico, pudo a la vez generar otras que reforzaron tal tendencia.

Evolución del grupo económico

La intennediación financiera fue uno de los roles desempeñados por Ernesto Tornquist y fue la que posibilitó expandir sus actividades hacia otros sectores de la economía. Pues, en efecto, el cambio en las condiciones económicas de la Ar­ gentina durante la década de 1880, había posibilitado la concurrencia de factores que contribuirían a materializar la rápida expansión iniciada durante la Presiden­ cia de Julio A. Roca. Todo ello había sido consecuencia de la resolución de las cuestiones primordiales, es decir, la consolidación del estado nacional y la ocupa­ ción definitiva del territorio, problemas que hasta entonces habían condicionado la movilización de los recursos del país. ha-generación de un contexto más propicio para la actividad privada permitió que Tornquist, sin abandonar sus actividades originales, incorporara progresiva­ mente intereses distintos a los hasta entonces conocidos. Contó para ello con di­ versas fuentes de financiamiento; en principio, con los beneficios generados por su Compañía como consecuencia del incremento de la actividad comercial. Sin embargo, la participación en negocios especulativos, principalmente con campos bonaerenses, y con terrenos urbanos en la Capital Federal y el ejido de Bahía Blanca, le posibilitaron una acelerada acumulación de capítal.F Además de la compra de grandes extensiones de campos para su fracciona­ miento y venta, este tipo de inversiones fue utilizado como garantía para la obten­ ción de importantes créditos hipotecarios, tanto en el país como en el exterior. Por otra parte su, acceso directo a los mercados de capitales europeos contribu­ yó a reforzar su rol de intennediario financiero, de manera que la empresa pudo crecer a medida que aumentaba el número de operaciones por él realizadas. En forma progresiva consolidó una estrategia empresarial que no estuvo orien­ tada por la especialización sectorial, ni por la diversificación dentro de una rama

21. Ernesto Tornquist 1842-1942, op. cit., pp. 123-129. Durante la presidencia de Figue­ roa Alcorta, iniciada en 1908, ocupó la cartera de Relaciones Exte­ riores, y sostuvo una posición encontrada con la de Tornquist la cual habria de derivar en la presión del gobierno argentino para que la firma Krupp retirara al empresario de­ venido diputado, la representación comercial de dicha casa en nuestro país. 22. Jorge Gilbert, op. cit., Origen del incremento patrimonial de Ernesto Tornquist, pp. 69-74. El grupo Tornquist entre la expansión y las crisis 73

específica, tal como ocurriera en las economías avanzadas. Por el contrario, a las inversiones en sectores industriales cada vez más disímiles, habrían de sumarse, a partir de entonces, los negocios financieros, inmobiliarios y las explotaciones agropecuarias. Estos procesos estuvieron vinculados con la búsqueda de oportunidades, me­ diante la diversificación de activos en numerosas sociedades. La empresa era una sociedad mercantil, y su expansión se orientó inicialmente hacia la actividad in­ dustrial, sin que se desarrollaran procesos internos de cambio tecnológico, como en los casos de las industrias azucarera, frigorífica y posteriormente metalúrgica." En las actividades productoras de alimentos, se produjo una integración en la producción de materias primas e insumas provenientes de la agricultura y la ga­ nadería, que a la vez se articulaba con el negocio de compra-venta de tierras y los servicios de crédito hipotecarios. La diversificación estaría relacionada con la existencia de recursos producti­ vos ociosos que pueden ser empleados en nuevos mercados de productos. Penro­ se 24 sostiene que los productos fmales de una empresa, en un determinado mo­ mento, representan una de las posibilidades que la organización tiene para utili­ zar sus recursos internos, pues incluso en presencia de una capacidad gerencial constante, esta fuerza puede potenciarse hacia actividades de expansión." En tal sentido, la empresa Tornquist almacenó una serie de conocimientos es­ pecíficos, principalmente capacidades comerciales y fmancieras, que fueron utili­ zadas para su crecimiento. De hecho, a partir de 1883 se redefinieron los objeti­ vos societarios, lo que permitió la ampliación hacia el sector industrial, al tiempo que se producía un incremento en los capitales que posibilitó la incursión en otras actividades. Durante el ciclo expansivo de los ochenta en la economía argentina, los prime­ ros pasos fueron: las asociaciones con los fabricantes de velas José Conen y Com­ pañía, con la firma elaboradora de extractos de carnes Compañía de productos Kernmerich, la creación de la sociedad anónima Refmería Argentina y la partici­ pación en el emprendimiento del Bristol Hotel. 26 Las dos primeras eran sociedades ya constituídas, formadas en Amberes y con problemas financieros para consolidarse, una vez construídas las fábricas. Por su

23. La innovación tecnológica favorece los procesos de especialización sectorial y de diver­ sificación dentro de una rama mediante procesos de adaptación para fabricar una ga­ ma variada de productos. 24. Penrose señaló en 1959, el inadecuado tratamiento brindado por el análisis económico a la diversificación de actividades, por otra parte Teece señalaba los pocos progresos hechos desde entonces. Edith Penrose, The theory ofthe Growth ofthe Firma, London, B. Blackwell, 1959. 25. David Teece: "Hacia una teoría de la empresa multiproducto", en Louis Putterman (ed) La naturaleza económica de la empresa, Madrid, 1994, p. 316. 26. Gilbert, op. cit., sección 3: "El proceso inversor, participación y creación de empresas". 74 Jorge Gilbert parte, la creación de la Refineria fue una de las principales inversiones industria­ les que respondió a la iniciativa personal de Tornquist, mientras la inversión hote­ lera fue producto de su asociación con Pedro Luro, a fin de promover el desarro­ llo de la localidad balnearia de Mar del Plata. A partir de 1889, se extendió el campo de operaciones al establecerse que la firma podria "participar en la compra-venta de bienes raíces, rústicos o urbanos, realizar hipotecas, cesiones, permutas, donaciones en pago, arrendamientos por más de seis años, depósitos, consignaciones, formar sociedades en comanditas, en participación o de capital, e industrias, empresas industriales, y de cualquier otra clase de negocios en que pudiera ganarse, modificarse o transferirse el domi­ nio, tanto en inmuebles, muebles o semovientes"." Resultaria interesante determinar por qué se fijaron objetivos tan amplios, en una coyuntura en la que ya se estaba gestando la crisis de 1890. No obtante, es fac­ tible inferir que se buscó aprovechar las dificultades financieras, o incluso la quie­ bra de algunos sectores, para realizar en ellos ventajosas inversiones. Igualmente, no resultaría aventurado suponer que Tornquist tuvo una visión de largo plazo so­ bre las posibilidades que ofrecía el proceso de gran expansión económica, como consecuencia de la fuerte afluencia de capitales, mano de obra extranjera e incor­ poración de mayores superficies a la actividad productiva. Entre las numerosas inversiones realizadas en la industria, en estaprimera eta­ pa, debe destacarse la participación en ramas que habrian de constituirse luego en las más importantes del grupo: es decir, la industria azucarera y la frígoríñca, En 1891 Ernesto Tornquist se incorporó como socio al frígoríñco Sansinena en el que desempeñó funciones directivas, y cuatro años mas tarde organizó la Com­ pañía Azucarera Tucumana (CAT), una de las principales productoras de Argenti­ na, con intereses ligados a su planta de refinado, la Refmeria Argentina, estable­ cida en Rosario, provincia de Santa Fe, cuyas instalaciones se construyeron entre 1887 y 1889. Durante las primeras décadas del siglo XX, a las ramas alimenticias habria de agregarse la metalurgia, a partir de su asociación en 1902 con la firma Talleres Me­ talúrgicos. actividad ésta que, después de la Primera Guerra Mundial, constituyó el núcleo más representativo de las inversiones del grupo en el sector industrial. En el sector servicios se destacaron los financieros, particularmente a través del sistema de crédito hipotecario, debido a que la rápida expansión de la región pampeana había provocado una importante demanda de capitales por parte de productores y propietarios de tierras, a fin de modernizar sus explotaciones, para poder adaptarse a los cambios del patrón de desarrollo ganadero. Para operar en dicho sector y realizar compraventas de tierras, se constituye­ ron en Bélgica, la Industrial y Pastoril Belga Sudamericana en 1894, y en 1904 La Alianza Amberesa. En 1906 se firmó un acuerdo entre laprimera de éstas y el Cré-

27. AGN. Protocolos Notariales, Sala IX, Registro 78, año 1889. El grupo Tornquist entre la expansión y las crisis 75

-- dito Territorial Argentino, creado en París ese mismo año, lo que permitió canali­ zar hacia nuestro país el ahorro de los franceses." Se debe destacar la importancia de la primera empresa organizada con objeti­ vos puramente fmancieros. La sociedad Industrial y Pastoril, en una etapa en que el crédito externo, a partir de la crisis de 1890,se había cerrado para la Argentina. En el cuadro n° 1 presentamos un listado de las empresas que conformaron el holding en vida de Ernesto Tornquist, indicando su año de formación, la razón so­ cial y sus actividades principales.

Cuadro n° 1

Empresas creadas o en las cuales E.Tornquist y Cía. participó entre 1883 y 1908 (ordenadas según fecha de creación)

Año Sociedad Actividad 1883 José Conen y Cía. (Amberes-A) * Fabricación de velas y glicerina. (1) 1884 Cía. de Productos Kernmerich (A) * Extracto de carnes/Saladero. (1) 1886 Refineria Argentina Refinelia de azúcar. (1) 1887 Bristol Hotel Hotelelia. 1891 Cía. Sansinena * Frigorífico. (1) 1894 Industrial y Pastoril Belga-sudamericana (A) Préstamos hipotecarios, tierras. 1895 Cía.Azucarera Tucumana (CAT) Azúcar, plantaciones. (1) 1895 Estancias y Colonias 'Tornquist' Explotaciones rurales, Colonias. 1897 Cervecelia 'Palermo' Cervecelia. (1) 1900 Plantadora Isleña Tierras, frutas, madera 1901 Cía. Introductora (CIBA) Importadora. Exp. de tabaco y sal.(1) 1902 Talleres Metalúrgicos * Bulonelia, remaches, fundición. (1) 1902 Estancias y Colonias 'Curamalán' Explotaciones rurales, Colonias. 1903 Cía. Belga-Argentina de Ferrocarriles (A) Ferrocarriles; tierras. 1903 La Buenos Aires Seguros Seguros. 1903 El Quebracho, S. A. Madera, extractos. 1904 Cía. Argentina de Pesca Pesca de ballenas. 1904 La Alianza Amberesa (A) Préstamos hipotecarios, propiedades. 1904 Estancias y Colonias 'La Verde' Explotaciones rurales, Colonias. 1905 Crédito Ferrocarrilero Argentino Ferrocarriles. 1906 Quebrachales Tintina Maderas y extractos. 1906 Crédito Territorial Argentino (parís) Préstamos hipotecarios. 1907 El Petróleo Argentino Minelia. 1908 Plaza Hotel Hotelelia. Fuente: Elaboración propia en base a datos del Monitor de Sociedades Anónimas, varíos . años, y de Ernesto Tornquist y Cía. Ltda. y sus Compañías afiliadas, mimeo, año 1932. (*) Participación en empresas pre--establecidas. (1) Industria. (A) Sociedades constituidas en Amberes.

28. Ernesto Tornquist y sus Compañías afiliadas, mecanografiado, 1932, p. 7. Banco Cen­ tral, Biblioteca Tornquist. 76 Jorge Gilbert

Recién a fmes del mismo siglo XIX, la firma comenzó a funcionar como insti­ tución bancaria, cuando ya contaba con un cuarto desiglo de existencia bajo la denominación de Compañía Tornquist. Sobre la diversificación de las actividades del grupo durante este último perío• do, cabe señalar que la especialización fmanciera condujo a la separación de la ges­ tión, de aquellos rubros en los que se habían basado los intereses iniciales de la em­ presa. En 1886, Ernesto Tornquist se reservó la facultad de retirarse del comercio de importación y exportación," por lo cual dichas actividades fueron derivadas a diversas firmas, en las cuales el empresario que actuaría como socio capitalista. Sin dudalas expectativas de mayores ganancias en actividades diferenciadas de los rubros del comercio exterior en los que había fundado sus primeras activida­ des, explicarían estaseparación de funciones. Éstatuvo características provisorias al comienzo, según lo demuestran los permanentes cambios en las sociedades, has­ ta que pudo organizarlas como ramificaciones de la casa madre Ernesto Tornquist. Tal situación fue producto de los cambios habidos en los productos exporta­ dos por Argentina, ya que al registrarse la decadencia de los insumas tradiciona­ les, basados en lanas y cueros, crecían paralelamente en importancia los nuevos rubros, representados por carnes y granos. En el caso del comercio de cereales, concentrado en un número reducido de firmas exportadoras, se consiguieron ventajas a partir de la compra directa a los productores, tal como lo hicieran Bunge y Born, y Dreyfus." La exportación de carnes congeladas fue diferente, y en ella la CompañíaTornquist participaría a tra­ vés de las sociedades formadas al efecto por la firma "Sansinena". Por su parte, las importaciones estuvieron al principio a cargo de una oficina técnica, la que se ocupaba de rubros varios, los que iban desde telas hasta mate­ riales diversos y maquinarias. Esta función fue separada de la empresa para poder concentrarse en nuevas actividades vinculadas a la industria, tierras y servicios fi­ nancieros, pero luego retomada al formarse una nueva sociedad, la Compañía In­ troductora de Buenos Aires (CIBA), que devino a la vez en empresa industrial. De esta manera, Tornquist consolidó, desde su Compañía, un holding con una estructura centralizada en la empresa madre, responsable de planificar las estra­ tegias y decidir la asignación de capitales, con empresas autónomas en las deci­ siones a nivel operativo de sus ramas productivas." En 1906, la ñrma fue reorganizada como sociedad anónima para evitar cuestio­ nes derivadas de la división del patrimonio entre sus herederos, su esposa y diez hijo os.32

29. AGN. Protocolos Notariales, Sala IX, Registro 78, año 1886. 30. The Standard, agosto de 1916, p. 154. "A Great 'Ally' Fírm, The House of Louis Dreyfus &Co." 31. Jorge Gilbert, op. cit., p. 9. 32. De los diez hijos que lo sobrevivieron, seis eran mujeres, y de los cuatro varones, uno fue sacerdote. El grupo Tornquist entre la expansión y las crisis 77

Tras el fallecimiento del empresario, su hijo Carlos se incorporó al Directorio, y desde 1913, ya lo largo de cuarenta años, presidió la firma. Lo acompañaron al frente de las diferentes sociedades, sus hermanos Eduardo y Martín, además de los cuñados y viejos empleados que habían colaborado con Ernesto Tornquist y establecido con él una relación de lealtad, negocios y amistad. Durante esta nueva etapa en el proceso de gestión de la empresa, se mantuvo el mismo patrón general que le diera su organizador, es decir, centralización de las de­ cisiones en el empresario, diversificación de inversiones y reinversión de las ganan­ cias, e incorporación de familiares para administrar las diferentes sociedades, a me­ dida que se cumplía el ciclo de quiénes habían acompañado al empresario fundador. Entre 1909 y 1912, la Compañía participó en otras diez sociedades sin que se registraran cambios significativos en relación con el tipo de inversión. En el cua­ dro n° 2 se puede observar la ampliación de las inversiones del grupo hasta el mo­ mento de la crisis de 1929.

Cuadro n° 2

Empresas creadas o en las que E.Tornquist y Cía. participó entre 1909 y 1928 (ordenadas según fecha de creación)

Año Sociedad Actividad 1909 Sociedad GeneralBelgaArgentina (A) Préstamos hipotecarios. 1910 Ganadera y TerritorialLa Verde Explotaciones rurales; Colonias. 1910 La Salamanca Ganadería 1910 El Petróleo Argentinode San Rafael Minería. (l) 1911 . Cía. RuralAmberesa(A) Explotaciones agroganaderas, 1911 Sociedad TerritorialBelgaArgentina (A) Préstamos para construcción. 1911 FERRUM, Industria Árgentinade Metales Art.de hierro esmaltado;sanitarios.(l) 1911 Cía.de Grandes Hoteles Hotelería. 1911 Cía.de Petróleo 'Comodoro Rivadavia' Minería. (l) 1912 La Continental,Cía.de Seguros Generales Seguros. 1919 S.A. La Criolla Explotaciones rurales; Colonias. 1922 Cía Técnica e Importadora, S.A. Importación de maquinarias. 1922 Cía.General de Comercioe Industria Hotelería,campos. 1922 Comerciale Industrial La Internacional Negociosfinancieros. 1923 Cía Inmobiliariay Ganadera Chacabuco Explotaciones rurales, inmobiliaria. 1924 Cía Territorialdel Río de la Plata Inmobiliaria, construcciones. (1) 1924 Cía El Dorado, Colonización y Bosques Agrícola, forestal, Colonias. (l) 1925 Talleres Metalúrgicos San Martín (TAMET) Metalúrgica. (1) 1927 Crédito Ferrocarrilero e Inmobiliario Ferrocarriles. (1) 1928 Sociedad Electro MetalúrgicaArgentina Metales; conductores eléctricos. (1) Fuente: Elaboración propia en base a datos del Monitor de Sociedades Anónimas, varios años, y de Ernesto Tornquist y Cía. Ltda. y sus Compañías afiliadas, mimeo, año 1932. (*) Participación en empresas pre-establecidas. (1) Industria. (A) Sociedades constituidas en Amberes. 78 Jorge Gilbert

Al declararse la Gran Guerra, las condiciones que habían favorecido este auge económico se vieron alteradas, pues'el orden internacional se modificó y, funda­ mentalmente, se interrumpió la oferta de capitales, con el consiguiente impacto sobre la economía argentina, debido a su alto grado de apertura. En ese nuevo escenario, el ritmo expansivo se desaceleró; las actividades es­ peculativas y los servicios hipotecarios se contrajeron; ysi bien no se crearon otras empresas, se produjo un importante crecimiento de algunas ya establecidas, con el consiguiente aumento de los capitales en ellas invertidos. Entre las actividades beneficiadas por tal coyuntura, se encontraba básica­ mente la industria frigorífica, favorecida por la creciente demanda generada a lo largo del conflicto, y en general todas aquéllas que permitían sustituir importacio­ nes, como la metalúrgica, el algodón:y el tabaco." Al finalizarla guerra habría de iniciarse un nuevo ciclo inversor que llegaría hasta 1928. En ese lapso fueron creadas diez sociedades, las cuales, aún reprodu­ ciendo la tendencia anterior, habrían de orientarse hacia el mercado interno, tal como quedara manifiesto a través del comportamiento de las metalúrgicas, y las productoras de tabaco. En esta última etapa se organizaron, además, tres de las más importantes em­ presas del grupo, orientadas a la explotación de propiedades rurales. Éstas fueron estancias y tierras La Criolla, inmobiliaria y ganadera Chacabuco y, para promo­ ver el cultivo del tabaco en la provincia de Misiones, la Compañía El Dorado de colonización y bosques. En el sector industrial, el acento fue puesto en la actividad metalúrgica, tam­ bién con otras tres nuevas sociedades: los Talleres Metalúrgicos San Martín (TAMET),34 el 'Crédito Ferrocarrilero e Inmobiliario', y la Sociedad Electro Meta­ lúrgica Argentina (SEMA).35 A ellas habría de sumarse la Compañía Territorial del Río de la Plata, que actuaba en el área construcciones, la que era, además, propie­ taria del nuevo edificio de la Compañía madre, ubicado en la calle Bartolomé Mi­ tre 561, e inaugurado en 1925. Al sector servicios correspondieron tres empresas: la Compañía Técnica e Im­ portadora, la Compañía General de Comercio e Industria y la comercial e indus­ trial 'La Internacional'. Entre los últimos emprendimientos en el sector industrial, resulta particular­ mente interesante él de fabricación de conductores eléctricos, tanto por el carác-

33. Aunque la rama textil no figura entre las actividades del grupo, la empresa CIBAya ci­ tada, desarrolló esta faceta industrial durante algunos años en la segunda décadadel si­ glo XX; sin embargo, habría de concentrarse en los rubros del tabaco y la sai. 34. En realidad TAMETno fue una actividad que se originara para esta fecha, pues la nue­ va sociedad era el resultado final de un proceso de absorción de empresas-de la rama, iniciada en etapas anteriores. _ 35. TAMET surgió de la reorganización de los Talleres Metalúrgicos y de su fusión con otras empresas del rubro, mientras el Crédito Ferrocarrilero e Inmobiliario era el suce­ sor de Talleres San Martín, Compañía Mercantil y Rural. El grupo Tornquist entre la expansión y las crisis 79 ter de la inversión como por los núcleos societarios a los que Tornquist se vincu­ lara. En efecto, constituída en 1928, la Sociedad Electro Metalúrgica Argentina S.A (SEMA) se organizó en base a la compra de una empresa iniciada cinco años antes, que se dedicaba a la manufactura del cobre y el bronce, así como a la pro­ ducción de conductores eléctricos. Su capital, en 1930,erade o$s 700.QOO, y-entré.sus príncípales accionistas figu­ raban la AllgemeineElektrizitats Gesellschaft (AEG) de Alemania, el Electro Hol­ díng Co, AG..de Luxemburgo, la Bergwerks Industrie & Handels AG. (BIHAG) de Suiza, y por el lado argentino Ernesto Tornquist y Compañía y TítoArata, Esta asociación inicial no quedó limitada a la elaboración de insumas, sino que extendió también su participación a las empresas generadoras de electricidad. En efecto, dicha política llevó al grupo a vincularse con la Compañía Argentina de Electricidad (CADE), firma que a fines de los treinta se encontraba en un proce­ so expansivo, que la había llevado a ampliar su radio de acción mediante la adqui­ sición de empresas prestadoras de servicios eléctricos en la provincia de Buenos Aires." Tal expansión contribuía a multiplicar las oportunidades del negocio, al producir una ampliación de la demanda, tanto en las redes de distribución como en la transformación de la energía. La Compañía Tomquíst desarrolló por entonces, una hábil estrategia de rela­ ciones, orientada a favorecer las actividades de su metalúrgica TAMET, la que contaba con una sección dedicada a construcciones, especialmente estructuras metálicas con las que habrían de ser realizadas importantes obras, tanto públicas como privadas. No resultó extraño entonces, que fuera éstala encargada de levan­ tar los edificios para las super-usinas de las dos grandes compañías de electrici­ dad: la CADE y la ítalo Argentina de Electricidad, en la zona del Puerto Nuevo de Buenos Aires, la primera entre 1927 y 1930,Yla segunda a partir de 1930. La trama de relaciones se extendió también a la Compañía General de Obras Públicas (GEOPE), empresa responsable de la ejecución de las obras, y a la que Tornquist se había asociado en 1927. Situación que marca una confluencia de in- tereses entre electrificación y grandes obras edílícías." . En cuanto a esta última aliada, resulta de interés la composición de su Direc­ torio, ya que en él se encontraban, además de Carlos Tomquist," Joaquín de An-

36. Monitor de Sociedades Anónimas. (1930), t. 50, p. 154. Para entonces la CADE presta­ ba servicios en 18 partidos bonaerenses, incluída la capital provincial, lo que implicaba abarcar una superficie de más de 11.000 km. cuadrados, y una cartera de 63.600 usua­ rios. 37. Liemur Jorge y Graciela Silvestri, El umbral de la metrópolis. Transformaciones téc­ nicas y cultura en la modernización de Buenos Aires (1870-1930).Editorial Sudame­ ricana, Historia y cultura, Buenos Aires, 1993, p. 49. 38. Carlos era uno de los trece hijos que Ernesto había tenido de su matrimonio con Rosa Altgelt, diez de los cuales le sobrevivieron. Nacido en 1890, Carlos habría de ocupar el lugar de su padre en la mayor parte de las empresas del grupo, acompañado por su her- 80 Jorge Gilbert chorena, que fuera Intendente de Buenos Aires durante la presidencia de Roque Sáenz Peña, Antonio Vasena, Vicente Fidel López, A Seidel y J. Goedhart, y don­ de actuaban como síndicos los abogados Silvestre BloussonyJuan Mosciaro, que lo eran también de las firmas Siemens-Bauunion y Siemens Schuckert, así como de la mayoría de los intereses alemanes radicados en el país." A pesar de todos, el auge del nazismo en Alemania y el inicio de la Segunda Guerra, y sus consi­ guientes repercusiones, contribuyeron a debilitar los vínculos de Tornquist con los capitales germanos." Durante la década de 1940, las investigaciones llevadas a cabo por la Junta de Vigilancia y Disposición Final de la Propiedad Enemiga, dependiente del Ministe­ rio de Relaciones Exteriores, tuvieron por objeto analizar la composición de los capitales invertidos en el país, a fin de incautar aquéllos en los que se determina­ ra la existencia de bienes alemanes o japoneses. Si bien SEMA, al igual que otras empresas alemanas, fue investigada y sus bienes pasaron a manos del estado ar­ gentino, como propiedad enemiga, la firma Tornquist, aunque también fue some­ tida a control, quedó eximida de cualquier cargo.

La crisis y la situación financiera de la Compañía

La crisis de 1929 produjo cambios en el sistema económico internacional, que a su vez afectaron profundamente a la economía argentina, en razón de su alto gra­ do de apertura e integración. La depresión se agudizó en los primeros años de la década siguiente, extendiéndose a la economía internacional, cuyos fundamentos se vieran modificados progresivamente. Así, los principios de librecomercio de bienes y capitales, apoyados en la vigencia del patrón oro, fueron reemplazados por la adopción de políticas comerciales proteccionistas, que acompañaron el abandono del sistema monetario hasta entonces vigente. Entre 1930 y 1934, los términos de intercambio internacional de Argentina se deterioraron bruscamente. Las exportaciones se redujeron en más de un 60%, en tanto disminuía la entrada de capital neto. Elementos ambos que, al ser el nues­ tro un país deudor, constituyeron una situación de extrema gravedad, a la que ha­ bría de sumarse la caída del nivel de precios y de sus exportaciones."

mano Eduardo, un año menor que él. Carlos Calvo, Nobiliario del antiguo virreynato del Río de la Plata, Ediciones La Facultad, Buenos Aires, 1945, VI volúmenes. 39. Monitor, (1927), t. 43, p. 58, YHarispuru Adela, Jorge Gilbert y Andrés Regalsky, "La Junta de Vigilancia el estado y la propiedad enemiga". En Revista Ciclos, vol. X, n° 19, Buenos Aires, 2000, pp. 117-119. 40. Archivo Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, Fondo Junta de Vigilancia y Dis­ posición Final de la Propiedad Enemiga 41. Díaz Alejandro Carlos, Ensayos sobre la historia económica argentina, Buenos Aires, Amorrortu, 1983, p. 100. El grupo Tornquist entre la expansión y las crisis 81

Dado el impacto de la crisis sobre el conjunto de la economía y el deterioro de las condiciones del sector primario, se procuró reasignar recursos hacia el área de manufacturas, lo que permitió elevar los beneficios que se lograban en las ac­ tividades de sustitución de importaciones. En este contexto, el estado incremen­ tó su presencia con la creación de organismos de regulación y la adopción de me­ didas orientadas a proteger a los sectores afectados por las nuevas condiciones. Al igual que en otros países, se aumentaron los derechos de importación y en 1931 se estableció un sistema de control de cambios, que elevó los costos de transac­ ción de las importaciones. Las medidas anteriores encaminadas a rescatar tanto a los sectores producti­ vos corno al financiero, dieron origen a las Juntas Reguladoras en distintas activi­ dades, y al Instituto Movilizador de Inversiones Bancarias. Las primeras subsidia­ ban la producción con un precio sostén, utilizando recursos obtenidos mediante la política de cambios, mientras que el Instituto fue incluido en el conjunto de de­ cisiones adoptadas en 1935,que llevaron a la creación del Banco Central y a la mo­ dificación de la ley de bancos, a fin de establecer un marco regulatorio para el me­ jor funcionamiento del sístema.f Los cambios operados a partir de la crisis constituyeron un punto de inflexión en la historia de Ernesto Tornquist y Compañía, al modificarse las condiciones que habían favorecido su crecímíento." Porser una sociedad bancaria, comercial, industrial y financiera, cada sector sufrió el impacto en modo diferente, dada la diversidad de actividades en las que el grupo había localizado sus intereses, aun­ que los efectos de la depresión se manifestaron en las reducidas ganancias gene­ rales de la Compañía a lo largo de toda la década del treinta44 El resultado de las inversiones realizadas en el área industrial, durante la eta­ pa anterior a 1930, constituyó un caso particular, en virtud del cierre de los mer­ cados externos y las medidas de protección al mercado interno, que generaron un contexto favorable para la expansión de algunas manufacturas. Fueron beneficia­ das las metalúrgicas TAMETy FERRUM, la elaboración de cigarros y sal de la em­ presa CIBA, en tanto el frigorífico Sansinena y las industrias azucareras como la Refmería Argentina o la Compañía Azucarera Tucumana, que habían alcanzado un

42. Ley 12.155 sobre Banco Central, ley 12.156 de bancos, ley 12.157 de creación del Insti­ tuto Movilizador de Inversiones Bancarias, ley 12.158 modificatoria de la carta orgáni­ ca del Banco de la Nación, ley 12.159 modificando la del Banco Hipotecario, y ley 12160 de Organización. 43. Al producirse la Primera Guerra Mundial los capitales europeos se replegaron, las acti­ vidades financíeras decayeron, y se interrumpió la relación con Henri de Bary, de Am­ beres, quien trasladó sus actividades a Holanda, al encontrarse afectado, en razón de sus vínculos con Alemania. 44. La política del holding, en sus empresas dedicadas a la producción y comercialización de materias primas, consistió en la equiparación de las pérdidas de algunos productos con las ganancias de otros. Gilbert, op. cit., p. 56. 82 Jorge Gilbert gran desarrollo hasta 1929, se estancaron y tuvieron una situación crítica, que en algunos casos llevó a su liquidación. El conjunto de medidas adoptadas por el gobierno durante esos años permitie­ ron una recuperación de la economía argentina, con un sector industrial en creci­ miento y un menor peso relativo de las actividades rurales. Así, al considerar al conjunto de actividades del grupo 'Tornquist', el saldo muestra que el sector más vulnerable fue el bancario, dada la centralidad que la gestión financiera tenía pa­ ra la operatoria del holding. La funciones de banca le habían permitido obtener recursos a partir de los de­ pósitos, y canalizarlos entre sus diversos intereses, hacia las empresas del grupo; situación que se veía facilitada por hallarse regidas, hasta 1935, por las condicio­ nes establecidas en el Código de Comercio, para cualquier sociedad comercial. Pero a partir de la aprobación de la Ley de Bancos (W 12.156), que siguió a la de creación del Banco Central (W 12.155), fueron definidas las normas que habrían de regir esa actividad," Así, porprimeravez se requirió mantener un porcentaje de reservas legales del 16%de los depósitos a la vista, y del 8%sobre los depósitos a plazo. Entre otras disposiciones, se obligaba a los bancos a limitarse a las actividades de crédito co­ mercial y otras conexas, impidiéndoles comprar bienes raíces salvo para el fun­ cionamiento del propio negocio, ni acciones u obligaciones por más del 209'6 del capital de las sociedades emisoras, prohibiéndoseles, además, la participación di­ recta en cualquier empresa comercial, agrícola, o industrial. Estas medidas tendían a una especialización de la función bancaria, a fm de evi­ tar las consecuencias de la congelación de las carteras, en aquellos bancos cuyas inversiones se diversificaban hacia compañías comerciales o de otra naturaleza. Como respuesta al nuevo marco, la Compañía Tornquist abandonó las opera­ ciones bancarias, anexadas en 1899, para volver a incorporarlas recién en 1960, cuando se organizó el Banco Tornquist como una sociedad legalmente indepen­ diente, en un nuevo contexto regulatorio del sistema. Sin embargo, este proceso no fue tan sencillo, ni se circunscribió a la delimi­ tación y separación de actividades, en tanto la Compañía debió acordar con el Ins­ tituto Movilizador de Inversiones Bancarias una serie de medidas que permitieran sanear su situación financiera, y transferir al nuevo Banco Español del Río de la Plata, las funciones inherentes a su operatoria. En este contexto, la Comisión Organizadora, creada por ley N° 12.160, luego de considerar que una proporción significativa de los depósitos de cuatro bancos, - entre los que se incluía a Ernesto Tornquist y Compañía-, estaba ya perdida, dis­ puso un programa para d-efender los intereses de los depositantes, y evitar así ma-

45. Vázques Presedo Vicente, Crisis y retraso. Argentina y la economía internacional en­ tre las dos guerras. Buenos Aires, Eudeba, 1978, pp. 173-186. El grupo Tornquist entre la expansión y las crisis 83 yores perjuicios colectivos." En razón de ese objetivo, los depósitos de esos-ban­ cos fueron transferidos a una nueva institución, controlada por el Instituto, el que se hacía responsable ante los depositantes, y a su vez se convertía en acreedor de las entidades bancariasY En el caso de Tomquist se realizó la compra al Banco de la Nación Argentina, por parte del Instituto, de un crédito contra la Compañía por m$n 52.636.923,82, además de las garantías que el Banco había tomado de ésta, por valor de m$n 38.894.697,68. Paralelamente, se firmó un contrato entre el Instituto y la firma Tornquíst, por la que ésta se obligaba a cumplir con una serie de cláusulas." Ellas incluían la compra de acciones ordinarias del Banco Español del Río de la Plata por m$n 500.000, latransferencia al Instituto de los activos al valor de sus libros, o sea m$n 74.452.000, a la vez que se le aplicó una sanción por el importe correspondiente a los m$n 1.741.000 de fondos de reserva. Se garantizaría, el resto de la deuda con el Banco Nación, que el Instituto to. maba a su cargo; con una cantidad igual de debentures de 2%de interés y 1,4 %de amortización acumulativa, garantía flotante sobre todo el activo de Tomquist, y en montos pagaderos anualmente, cuyo primer servicio debía ser anterior al 31 de marzo de 1937. Para amortizar el saldo eventual en su contra, por la diferencia de valor de los activos transferidos, se debía entregar una anualidad de m$n 400.000, con prela­ ción al pago del servicio de los debentures, los que deberían ser entregados al Ins­ tituto en un término de seis meses. El remanente de los beneficios de 'Tomquist', después del pago de los servicios de los debentures, debía dividirse en dos partes: una para abonarintereses no acu­ mulativos al Instituto, la que no podía exceder del 3%anual sobre el saldo; y la otra para repartir un dividendo no mayor del 2%entre sus accionistas, o a la formación de una reserva especial a fin de cumplir con los compromisos exigibles. Se comprometía, también; al pago de las anualidades en forma obligatoria, el que habría de mantenerse mientras la liquidación de los bienes transferidos no permitiese establecer definitivamente el saldo deudor. Las sanciones por el incumplimiento del servicio de debentures o el no-pago de las anualidades consistían en: la capacidad del Instituto para rescindir el con­ trato y exigir el saldo impago en forma integral, además de obligar a la firma a no recibir más depósitos, para no quedar comprendida en las disposiciones de la Ley de Bancos, y finalmente, a disminuir su capital en m$n 6.818.000.

46. Los otros tres eran el Banco Español del Río de la Plata, El Hogar Argentino y el Argen­ tino Uruguayo. 47. Ministerio de Hacienda de la Nación, Comisión Organizadora Ley 12.160,Acta N° 31, 27/ diciembre /1935. 48. Ministerio de Hacienda de la Nación, Comisión Organizadora Ley 12.160: Contrato en­ tre el Instituto Movilizador de Inversiones Bancarias y Ernesto Tornquist y Compañía, 28 de diciembre de 1935. 84 Jorge Gilbert

El contrato contenía otra serie de cláusulas que condicionaban el accionar de la empresa, mientras se mantuvieransus oblígaciones en relación con el Institu­ to. Según ellas, Tomquist debía responder no sólo a sus depositantes, sino tam­ bién ante importantes acreedores estatales, como el Banco Nación o el Banco de la Provincia de Buenos Aires, a los que se sumaban otros créditos, tomados en Londres, por valor de m$n 8.500.000.49 Respecto de la deuda con la bancapública, resultaría de interés poder estable­ cer cuándo se originó, para determinar si la misma fue una ayuda financiera rea­ lizada en los años previos al ordenamiento del sistema bancario. Para este caso, resulta sugerente la presencia del Dr. Enrique Uriburu como Presidente de la Compañía Tomquist entre 1932 y 1935, en reemplazo de Carlos Tomquist, cambio debido, según la empresa, a la ausencia de éste último del país. Por testimonios orales hemos llegado a saber que Carlos tuvo una situación pa­ trimonial crítica como consecuencia de la crisis, pues había contraído deudas pa­ ra desarrollar algunos negocios personales, porlas que debería responder.50 Su ale­ jamiento de la conducción de la empresa, estuvo tal vez asociado con la necesidad temporal de poner orden en esos asuntos, si bien no fue reemplazado por otro miembro de la familia, como era y siguió siendo tradicional dentro de la firma. Uriburu había ocupado la cartera de Hacienda de la Nación entre abril de 1931 y febrero del año siguiente, por lo cual se constituía en un gestor idóneo para sal­ vaguardar los intereses de una empresaque debía acudir a solícitar ayuda de la ban­ ca oñcíal." En todo caso se convierte en una importante evidencia en el momento de establecer posibles asociaciones entre el mundo de los negocios y la política. La respuesta a los compromisos acordados con el Instituto, no se realizó den­ tro del plazo de los seis meses establecidos en el contrato de diciembre de 1935, y recién en marzo de 1937, la sociedad Tornquist resolvió emitir los debentures que debían garantizar su deuda con el Banco de la Nación." El interés y la amor­ tización anual se correspondían con las condiciones preestablecidas, aunque el plazo para el primer pago se postergaba para marzo de 1938. Como garantía se afectaban todos los bienes que constituían el activo de la sociedad en ese momen-

49>Ministerio de Hacienda de la Nación. Comisión Organizadora Ley 12.160. ,5Ó~Ram~~bromí y Cía.: 'Catálogo del remate de las pertenencias de Carlos Tornquist, '. "propÚidad ubicada en Rufino de Elizalde 2830, Barrio Parque, Buenos Aires', 1936. 51. La vinculación pe la Compañía Tornquist con los Ministros de Hacienda no constituye uri. hecho novedoso, pues en otras coyunturas históricas los ex - ministros Juan J. Ro­ mero, José~M:-,--Rosa,~~Il!ÍqueBerduc estuvieron asociados y/o representaron también sus interese~.- . 52. Dichos debentures fueron creados porun contrato celebrado el 23 de marzo entre Torn­ quist, como sociedad deudora, y Manuel Gómez como fideicomiso, cuyo monto total . era de $ 24.795.000 curso legal, en una sola serie al portador, y por un valor nominal de' . $1.000 cada uno.. El grupo Tornquist entre la expansión y las crisis 85 to, o los que en adelante fueran adquiridos, lo cual constituyó un condicionante para la ampliación de los negocios, en tanto se mantuviera esta deuda.53 La Sociedad reconocía que dichos debentures eran su única deuda privilegia­ da, a excepción de otras 56.900 libras, provenientes de créditos abiertos por ban­ queros londinenses de inminente cancelación. Como principales bienes societarios, se reconocían acciones y obligaciones de compañías afiliadas y otras sociedades comerciales e industriales por $ 27.184.448, más títulos nacionales, provinciales, municipales y extranjeros por $ 3.000.519,44, documentos descontados y créditos contra terceros por diversos conceptos por $ 20.014.637,17, fondos ubicados en el extranjero por $ 3.448.697,44,Ydepósitos en efectivo en bancos nacionales por $ 2.390.549,10.54 El monto total de los bienes superaba los $ 56.000.000, aunque éstos diferían en su disponibilidad inmediata o en su valuación, como en el caso de las acciones u obligaciones, frente a una deuda que sólo con el Banco de la Nación se ubicaba por encima de los $52.600.000. Cómo se cumplió y liquidó el acuerdo entre Tornquist y el Instituto, constitu­ ye seguramente un tema sensible, que podría aportar elementos para analizar có• mo se ubicó históricamente el estado ante el sector empresarial, cuando el pro­ grama de salvataje bancario ponía en juego recursos públicos provenientes de la revaluación del oro, que constituían el Fondo de reserva del Instituto. " La información disponible indica que hacia 1957, el monto de debentures emi­ tidos, aún en posesión del Instituto como único tenedor, se había reducido a $ 2.523.000,entanto la cancelación de la deuda recién se concretó en marzo del año siguiente." Por otra parte, los plazos establecidos en el contrato entre el Instituto y el Banco de la Nación eran de siete cuotas anuales, de 100A> del monto en cada uno de los primeros cuatro años, y 200A> en los tres siguientes, por lo que la deuda debía terminar de pagarse en 1942. Durante los veinte años extendidos entre la emisión y el rescate final de la deu­ da de Tornquist con el Instituto, mediaron diferentes coyunturas, como la Segun­ da Guerra Mundial, la experiencia peronista o el gobierno militar de 1955. Los cambios asociados a estas etapas, seguramente contribuyeron a flexibilizar el contralor del estado sobre la deuda societaria, en tanto a las particularidades de los diferentes contextos, habría de sumarse el proceso inflacionario iniciado ha­ cia finales de los cuarenta, el que contribuyó a licuar la deuda original.

53. Inspección General de Justicia: Expediente W 315: Ernesto Tornquist y Cía Ltda, El contrato de emisión de debentures se celebró el 23 de marzo de 1937, ante el escriba­ no Julio Robirosa 54. Inspección de Justicia, Expediente W 315, 'Ernesto Tornquist y Cía Ltda' Edicto publi­ cado en La Ley el 19 de junio de 1937. 55. Inspección General de Justicia, Nota del 7 de diciembre de 1958: Informa que el 18 de marzo se rescataron los debentures existentes por $2.523.000,en el BCRA,en represen­ tación del Instituto Movilizador (en liquidación). Cancelación registrada ante el escri­ bano Juan Pasman, según testimonio del 25 de junio de 1958. 88 Jorge Gilbert caron una caída en la actividad y el cierre de tres establecimientos, manteniéndo­ se sólo el de Posadas, con reducida actividad. Un desarrollo diferente tuvo el negocio de la sal, comercializada bajo la marca Dos Anclas, que se ubicó-en un lugar de vanguardia en la industria salinera nacio­ nal. En ella, si bien la modernización de la explotación se había producido a par­ tir de 1934, recién en 1946 se realizaron las inversiones suficientes para incorpo­ rar nueva tecnología, e iniciar una producción a escala industrial. El contexto que permitiera la consolidación de esta rama fueron las políticas de estímulo y apoyo financiero para el desarrollo de la industria nacional, durante los primeros años del gobierno peronista. En el caso de la metalúrgica 'TAMET' durante la década de 1930, el incremen­ to de la demanda, estimulado por el proceso de sustitución de importaciones, lle­ vó a que las principales plantas de producción experimentaran modificaciones y ampliaciones, con el propósito de aumentar su capacidad productiva y mejorar la capacidad técnica. En tal sentido se realizaron ensayos y análisis de materias pri­ mas, los que permitieron la incorporación de nuevos procesos industriales." Una obra significativa fue la construcción, en 1937, de una nueva planta de fun­ dición, la que permitió producir casi la totalidad de los artículos de la rama, con­ sumidos por el mercado nacional. Los avances logrados se tradujeron en que la mayor parte de las maquinarias instaladas, corno el montaje de la estructura me­ tálica de la planta, fueran realizados por el personal técnico de TAMET. En cuanto a los laminados, hasta la Segunda Guerra Mundial, el mercado era abastecido por grandes organizaciones siderúrgicas extranjeras, y los elevados costos condicionaban cualquier intento de producción local. Sin embargo, la gue­ rra habría de alterar la situación de manera radical y constituido el punto de par­ tida de una fuerte expansión industrial que incluyera a TAMETentre el reducido número de empresas metalúrgicas que se ubicaron entre las más importantes de la rama," Así, la creación de nuevos módulos de fabricación llevó a la instalación de plantas de acería y laminación que comenzaron a funcionar en 1941. Estos avances en el proceso sustitutivo estimulados por la guerra y las políti• cas restrictivas de las importaciones se encontraron reforzados, a partir de 1944, por las políticas oficiales orientadas a financiar inversiones destinadas a la indus­ tria, entre cuyas medidas se halla la creación del Banco de Crédito Industrial a fin de otorgar crédito a mediano y largo plazo para el establecimiento, o explotación

64. Gilbert Jorge, "El grupo luxemburgués ARBED y la metalúrgica TAMET", en Terceras Jornadas de Historia Económica, Asociación Uruguaya de Historia Económica, Mon­ tevideo, 2003. 65. Banco Central de la República Argentina, Departamento de Investigaciones Económi• cas, Informe N° 2, Informe sobre el mercado local e industria nacional de laminados de hierro y acero, Buenos Aires, 1945. El grupo Tomquist entre la expansión y las crisis 89 de índustrías.'" Durante estos años la industria nacional experimentó un conside­ rable auge al ser objeto de un tratamiento especial por parte del gobierno, de mo­ do que lapolítica económica se centró en la búsqueda de equilibrio de los secto­ res productivos. En cuanto a las empresas del grupo, un balance de las mismas para 1954, pu­ do señalar un claro predominio de las inversiones industriales, aunque la mayoría de ellas realizadas con anterioridad a la crisis de 1930,según puede observarse en el siguiente cuadro:

Cuadro N° 3

Ernesto Tornquist y sus Compañías afiliadas, año 1954

Año de Denominación Capital autorizado Capital suscripto constitución m$n y realizado m$n

1873 Ernesto Tornquist 150.000.000 92.548.700 1895 Cía. Azucarera Tucumana (1) o$s 20.000.000 o$s 4.800.000 1901 Cía. Introductora (CIBA)(1) 100.000.000 57.733.900 ·1903 Conen (1) 20.000.000 15.020.000 1909 TAMET(1) 200.000.000 146.928.000 1911 FERRUM (1) 39.000.000 39.000.000 1919 La Criolla 10.000.000 4.423.700 1922 Cía.Gral.Comercio e Industria 50.000.000 15.409.700 1922 Crédito Ferrocarrilero e Inmob. 7.000.000 7.000.000 1922 Cotécnica (1) 10.000.000 9.163.300 1924 Cía. 'El Dorado' 6.000.000 3.136.000 1924 Cía. Territorial Río de la Plata o$s 7.000.000 o$s 7.000.000 1926 Revista de Jurisprudencia 2.000.000 1.650.000 1932 Victoria, Cía. de colonización 1.373.725 1.373.725 1939 Fibrocemento Monolit (1) 30.000.000 19.469.500 1940 'El Cóndor', 8A Petrolera Arg. 3.000.000 2.725.100 1943 La Firmeza 1.300.000 1.163.000 1949 Eltra (1) 50.000.000 25.000.000

Fuente: Elaboración propia en base a datos de "El accionista de Sociedades Anónimas", 1954. (1)industria.

66. Rougier Marcelo, La política crediticia del Banco Industrial durante el primerpero­ nismo (1944-1955), Universidad de Buenos Aires, Facultad de Ciencias Económicas, Centro de Estudios Económicos de la Empresa y el Desarrollo, Documento de Trabajo n° 5, abril 2001. 90 Jorge Gilbert

De las diecisiete empresas, excluyendo la firma madre, sólo cinco se constitu­ yeron después de 1930. Dos de ellas fueron firmas industriales, ubicadas en cuar­ to y quinto lugar, según el capital integrado, Eltra y Fibrocemento Monolit. Al ponderar el conjunto las inversiones industriales sumaban ocho empresas, seguidas por seis sociedades con intereses inmobiliarios, tanto rurales como ur­ banos, y otras tres con objetivos tales como la actividad petrolera, una revista de derecho y una sociedad financiera, La Firmeza. Este corte permite estimar que la Compañía Tornquist mantuvo hasta los años cincuenta un perfil industrial, comercial e inmobiliario En tanto en la evolución posterior, durante el último período de vigencia del holding, es decir, hacia los se­ senta, es posible observar una reorientación hacia la inversión fmanciera.

Consideraciones finales

Si bien los aspectos financieros fueron uno de los factores que contribuyeron a la pérdida de solidez de la Compañía. Estos se encontraron agravados por las difi­ cultades para consolidar un liderazgo que permitiera afrontarlos desafíos plantea­ dos por cada coyuntura económica. Los condicionamientos provinieron tanto de la reubicación del país en el or­ den internacional, de la reconversión técnico-productiva, de la formación de nue­ vas empresas y del nuevo rol asumido por el estado, como de aspectos generales que influyeran sobre el conjunto de la actividad productiva. Desde el interior del grupo Tornquist, la defensa del interés común fue la base de su unidad durante varias décadas, y la familia fue funcional al establecimiento de alianzas de carácter formal, sirviendo como instrumento para transacciones fi­ nancieras de carácter confidencial. A la muerte de Ernesto en 1908, la propiedad se dividió entre su viuda e hijos, recayendo el liderazgo en Carlos Alfredo, secundado porsu hermano Eduardo Au­ gusto, y por Martín Carlos, el único con sucesión masculina. Paralelamente, la presencia de su madre, Rosa Laura Altgelt de Tornquist, persistió hasta su muer­ te en 1928, en que su patrimonio accionario, además de sus bienes, fue dividido entre ocho hijos, más los herederos de su hija Sara Tornquist de Shaw. Hasta entonces, el espíritu de clan había sido mantenido, y aún logrado sobre­ vivir a la crisis de 1929, cuando fue necesario ofrecer sus activos como garantía para salvar la Compañía. Sin embargo los lazos se fueron aflojando, en particular en los casos de los matrimonios de las hijas, que significaron, casi siempre, la bús­ queda de negocios por fuera de la sociedad familiar, cuyo más claro ejemplo lo constituye Alejandro Shaw, quién conformara un grupo aparte, diferente, aunque manteniendo los lazos societarios. Si bien Carlos presidió la firma hasta su muerte, en 1953, después de su desa­ parición física, latercera generación se rebeló contra la estructura de conducción y ocupó cargos directivos. De este modo se condicionó la incorporación de cua­ dros profesionales, con capacidad para asumir los desafíos implícitos de la nueva El grupo Tornquist entre la expansión y las crisis 91 orientación político-económica, a partir de la caída del peronismo y la progresi­ va apertura de la economía. La necesidad del país de pasar a otra etapa de industrialización representó cambios, los que fueron desde una mayor importancia de la tecnología, la apari­ ción de núcleos transnacionales, una mayor competencia empresarial, amén de una participación, más amplia por parte del estado. En ese contexto, el tipo de empresario vinculado por muchas décadas a la exitosa Compañía Tornquist fue desplazado por otro, surgido en grupos económicos más fuertes, todo lo cual, en su conjunto, habría de llevar finalmente a la venta de la empresa.

RESUMEN

En este artículo se analiza el rápido proceso de acumulación que iniciara Ernesto Tornquist desde su origen empresarial, a partir de la década de 1870, mediante la vinculación con el mercado de Amberes y con el roquismo. El control del comercio y las fmanzas ejercido por Tornquist le posibilitaron invertir en una variada gama de actividades. Durante la década de 1920 se registraron algunos cambios en la política inversora de la Compañía Tornquist orientándose al desarrollo de actividades vinculadas con al mercado interno, cuya expre­ sión más relevante fue el caso de la industria metalúrgica TAMET. Al producirse la crisis de los años treinta, la empresa estuvo al límite de la quiebra. Sin embargo, las medidas implementadas por el Estado, particularmente las políticas del Ban­ co Central, le permitieron negociar acuerdos financieros que evitaron su liquidación. La industrialización sustitutiva de importaciones benefició a algunas empresas del gru­ po. Tal tendencia se encontró reforzada por el estímulo dado a la actividad industrial por parte de los sucesivos gobiernos nacionales durante la década de 1940, lo que posibilitó la recuperación parcial de la iniciativa inversora. Dicha situación se mantuvo a lo largo del período peronista durante el cual las compañías asociadas recibieron un fuerte apoyo me­ diante los créditos estatales. Esta etapa encontró su cierre en el cambio de las orientacio­ nes de las políticas económicas a partir de 1955, y en la muerte, el año anterior, de Carlos Tornquist, quién había sucedido a su padre en la conducción del grupo. 92 Jorge Gilbert

ABSTRACT

This article analyses the rapid process ofaccumulation initiated by Ernesto Tornquist from the start ofhis entrepreneurial career in the 1870's through his connection with the Amberes market and the group surrounding Roca. The control exercised by Tornquist over trade and finance made it possible for him lo invest in a varied range ofactivities. During the 1920's there were some changes in the Tornquist Company's investment po­ licy towards activities connected with the domestic market, the most striking example being the TAMET metallurgical industry. The thirties' crisis brought the company to the brink ofbankruptcy. However, the mea­ sures implemented by the State, particularly Central Bank policies, enabled itto nego­ tiatefinancial agreements which avoided it going into liquidation. Import substitution industrialization benefited some companies in the group. This trend was strengthenedby the stimulus given to industrial activity by successive natio­ nal governments during the 1940's, which made possible the partial recovery ofinuest­ ment initiative. This situation was maintained throughout the Peronist period, when the associate companies received strong support through state credits. This stage ended with the change in direction ofeconomic policies as from 1955, andwith the death the previous year ofCarlos Tornquist, who had succeeded hisfather at the head ofthe group.