Jorge Luis Guarín Serrano
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Universidad Distrital Francisco José de Caldas Facultad de Artes A.S.A.B Proyecto de Grado Artes Plásticas y Visuales Jorge Luis Guarín Serrano Tutor: Guillermo Vanegas Colombia - Bogotá D. C 2015 Estéticas Vitales. Este proyecto Artístico se orienta hacia la búsqueda de un nuevo lugar de enunciación de la serie animada Looney Tunes en la actualidad y la intrínseca relación de sus personajes con algunas comunidades de la ciudad de Bogotá. Producido hace siete décadas, este audiovisual, originado a partir de un contexto histórico específico, ahora recibe atención de manera distinta por parte de unos sujetos no necesariamente identificados con los objetivos iniciales de sus creadores. En el marco de esta investigación se abordará la serie transmitida durante los años noventa, época en donde se empezaron a asimilar los personajes animados de esta serie en la vida cotidiana generando su readaptación. Esta situación los lleva a ser partícipes de múltiples situaciones en donde se apela a la necesidad de expresión de cada usuario, bien sea positiva o negativa. En el escenario de las barriadas de Bogotá es donde transcurre esta dinámica. En específico en las periferias de la ciudad, los límites entre Bogotá y Soacha, un sector en el cual he convivido durante dieciséis años, y donde he podido identificar que la presencia de lo marginal es diferente, pues se ha adaptado y agrupado alrededor de La Hora Warner. Buscando demostrar que el uso de estos dibujos animados, ahora convertidos en iconos de suma importancia para la construcción de códigos en estos grupos, que les han posibilitado la convivencia y el accionar como población, que ha asumido su papel y que se exhiben a través de múltiples plataformas, muestran un mundo cargado de valores infantiles y adversidad pero siempre enaltecidos a través de la indumentaria de los Looney Tunes. 1 ¿Quiénes son Los empoderados? Sino criaturas envueltas en el mito y la oscuridad, estos siempre con la frente en alto al caminar, se contonean entre las angostas cuadras y calles de la ciudad, hacen ruido destruyen, ríen, pelean y gozan. ¿Por qué orgullosos? ¿Por qué los enaltece si es cosa de infantes? Este proyecto se ubica, en un problema visual frente a la presencia activa de personajes de la serie animada, titulada Looney Tunes y su protagonismo en grupos específicos, en los cuales son participes, hombres y mujeres de múltiples edades. Este fenómeno cultural tiene una serie de antecedentes, vivenciales e históricos en los cuales se indagará sobre la permanencia cultural de esta serie de dibujos animados ¿que los revitaliza? y su impacto dentro de la comunidad; Este aspecto se enuncia a partir de la importancia, que es dada a los vehículos que soportan dichos iconos como sacos, gorras, cobijas, tatuajes y registros provenientes de múltiples álbumes familiares, entre otros objetos. Este es el indicio de un nicho de saberes que nacen de un carácter pseudo pedagógico, impartido por este programa durante la década de los 90, y que aun logra ilustrar, patadas a 2 traición en el trasero, piquetes en los ojos, disparos en la cara y puñaladas en el pecho. A estas estéticas vitales ¿Qué o quiénes las caracterizan? Hay que tener cautela a la hora de reflexionar frente a los pequeños visos que iremos identificando, vale aclarar que este no es un proyecto en el cual me pongo en el papel de etnógrafo que estudia minuciosamente aspectos económicos, raciales y culturales determinando qué tipo de dinámicas, circulan en dichos espacios, para posteriormente definir a un grupo humano. Aquí señalaré ejemplos específicos en donde la omnipresencia de Bugs Bunny, el pato Lucas, Sam Bigotes, y el Demonio de Tasmania, se presenta de manera vital, siendo transformados según la necesidad de sus portadores, que están dispuestos a llevarlos como una pequeña sanguijuela; parasitaria que influencia, al estar arraigada compartiendo vitalidad, siendo una con su anfitrión para incitar a ser partícipes de situaciones en las cuales se apela a la sátira y la violencia. “Aquí lo vital es oportunista” ocupa un lugar en el cual existe complicidad entre icono animado y portador, partiré desde este punto a indagar sobre la pertinencia de ser un empoderado que se escuda y piensa en conjunto sobre una vivencia que será tasada por un número infinito de risas y evasivas al mundo real. Advierto que en el marco de este proyecto me acogeré al rumor de la calle, ya que muchas de las fuentes de información son singulares, tales como grupos en internet afirmaciones y comentarios propios de la serie animada y otros que ahondan en la vida real. Esto me llevará a generar múltiples preguntas y algunas conclusiones, que seguramente estarán cargadas por una fuerte carga simbólica y ficticia propia de este problema visual. 3 Empoderar/ (Del ingl. empower) • “Hacer poderoso o fuerte a un individuo o grupo social desfavorecido.”1 Para develar el origen de un empoderado, es necesario pensar en una construcción de imaginarios y significación colectiva. Dicha construcción se manifiesta desde la categorización de un animal salvaje, pero este carece de las propiedades de uno, puesto que no muda de piel ni cambia de colmillos. En efecto, este es carnívoro y fuerte. Siempre que se piensa en el animal ponemos en tela de juicio su inteligencia para compararlo con la naturaleza humana “siempre superior”. Por suerte los empoderados son humanos pensantes sagaces y observadores, no por esto dejarán de hacer parte de esta <<zoología de monstruos urbanos>>2 que de acuerdo con Mariño. “Juegan en los planos de la invisibilidad y son sus víctimas las que los hacen visibles, y sin conocer sus rostros ni sus nombres les dotamos a estos personajes de identidad, reconstruimos una figura, a la cual le asignamos un apelativo animal, bestia, monstruo, asesino, violador, asaltante, criminal”3. Esta categorización enmarca en un aspecto lúgubre a los empoderados, pero el reconocer los antecedentes que hacen de estas categorías para muchos algo vital es importante pues la condición humana tiene mucho que ver. Esta dinámica de 1 Real Academia española, Diccionario hispánico de dudas, 2005. / http://www.rae.es/ 2 Véase Milena Almeida Mariño, “Zoología de monstruos”, Monstruos construidos por los medios. Juan F. Hermosa<<el niño del terror>>. Abya-Yala. Quito. 2003, pág.7 3Ibíd., pág.24 4 reconocer a los empoderados, se enuncia pensando en sujetos que recorren la ciudad, los barrios y sus rincones. Ya que su estado de marginación facilita la conversión de estos hombres y mujeres en criaturas investidas de humanidad; La serie de antecedentes en este caso son vivenciales, y sus indicios parten desde un carácter contemplativo al cual se enfrenta la comunidad constantemente. A estos sujetos que deambulan por la ciudad, al salir de mi hogar en la mañana y encontrarme con un chico desaliñado que está a la espera, o un grupo vagando en las noches por el centro de Bogotá dentro de una estación de Transmilenio. Intimidan, incomodan pero ésta es una apreciación genérica a la vez que contundente. Al hacer que las personas “buenas” se cambien de puesto en un bus o acera en la calle y miren para otro lado cuando sientan que se posa la mirada de un personaje de estos sobre ellos. Este miedo o terror es impuesto por los empoderados, claramente hay un número de componentes que tienen un origen y que se han configurado y planeado, puesto que se trata de algo que no es gratuito o arbitrario. El Orgullo Warner El orgullo en este caso se puede someter a una subdivisión en la cual prevalecen dos términos: “pertenencia” y “pertinencia” los cuales incitan a formular la siguiente pregunta: ¿Cuáles son los indicios de una construcción de personalidad basada en la influencia de personajes animados de la televisión? Esta no es la pertenencia que te dan para colorear sobre papel en la escuela, donde prevalecen alegorías sobre núcleos familiares estables y felices, niños compartiendo valores religiosos y morales, que se repiten frases de cajón como “pido el turno para hablar” o “compartir es dar lo que tienes”. En esta pertenencia todos gritan al tiempo, en ella el léxico se ha personalizado para así poder comunicar desde un micromundo, lanzando insultos 5 como, (“suerte lamparoso”4, “despéguela ñero”5, “buena perrito”6, “severo bicho”7, entre otros.) Ésta retorica apunta a lo que ya es nuestro y de nadie más, eso por lo cual estaríamos dispuestos a morir. Así el identificarse con esta serie de dibujos animados transmitidos inicialmente en la televisión para después ser plasmados sobre la ropa, es un factor determinante para comprender esa dinámica. Lo primero es pensar en una estética que nace en el seno de un hogar en el que sus integrantes tienen afinidad por objetos de los Looney Tunes los cuales son percibidos como banales o kitsch8 (Fig. 1). 4 Suerte Lamaparoso: Alude a que se aleje o que ya perdió la oportunidad de hacer algo por su torpeza, o temor. 5 Despéguela Ñero: se usa usualmente para confrontar a un enemigo u rival. 6 Buena perrito: funciona como felicitación u ovación por alguna razón ligada a lo positivo. 7 Severo bicho: términos usados para referirse a un celular de alta gama. 8 Lo kitsch es una imitación estilística de formas de un pasado histórico prestigioso o de formas y productos característicos de la alta cultura moderna, ya socialmente aceptados y estéticamente consumidos. Definiciones tomadas a través de charlas junto a compañeros de vivencia y habitantes del barrio la isla. 6 Fig. 1. (Sorreros Underground /Ratones del mundo/2013/video musical/ YouTube.) Captura de pantalla a video de rap. Se pueden identificar una serie de elementos en relación con los personajes animados mencionados en este trabajo, estos invaden la pared, acompañados de alusiones al amor como lo son los corazones sobre la tv.