Tratamiento Farmacológico Contra La Obesidad
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Rev. Colomb. Cienc. Quím. Farm., Vol. 41 (2), 217-261, 2012 www.farmacia.unal.edu.co Artículo de revisión Tratamiento farmacológico contra la obesidad Milton Enrique Londoño-Lemos Departamento de Química Inorgánica, Facultad de Química, Universidad Nacional Autónoma de México, Ciudad Universitaria, Coyoacán, México, D. F. 04510, México. Correo electrónico: [email protected]. Recibido para evaluación: 23 de noviembre de 2012. Aceptado para publicación: 20 de diciembre de 2012. Resumen La obesidad, una de las enfermedades más críticas del siglo XXI, se halla asociada con otros problemas de salud como la diabetes tipo 2, las enfermedades cardiovasculares y una expectativa de vida reducida, y ejerce un efecto importante sobre la economía. Pese a que se han desarrollado fármacos antiobesidad que actúan de diferentes maneras (disminuyendo el apetito, alterando el metabolismo o inhibiendo la absor- ción calórica), dichos fármacos han representado serias preocupaciones en cuanto a la seguridad en su uso, a tal punto que, debido a sus efectos secundarios, Se retiraron del mercado la sibutramina y el rimonabant; a consecuencia de estos reveses existen pocos medicamentos antiobesidad aceptados. Por otra parte, el conocimiento acerca del eje intestino-cerebro ayuda a entender cómo funciona el sistema gastroentero- pancreático, con relación a una serie de péptidos y hormonas que participan en la regulación alimentaria y el cerebro, específicamente el hipotálamo como centro homeostático de los estados de hambre y anorexia, o del apetito, y por ende, del peso corporal. Esto nos lleva a estudiar aquellos fármacos que se encuentran en fase de investigación y desarrollo como las monoterapias y las combinaciones, para concluir que existen tres fármacos aprobados por la Agencia de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), dos de ellos recientemente (en el 2012), y otros que podrían llegar a ser aceptados para su uso terapéutico. Palabras clave: obesidad, intestino-cerebro, farmacoterapia, mecanismos de acción. Pharmacotherapy for obesity 217 Londoño-Lemos Summary Obesity is one of the most critical diseases of the 21st century, which is associ- ated with other health problems such as type 2 diabetes, cardiovascular disease and reduced life expectancy, and a strong effect on the economy. Over time, have developed anti-obesity drugs which work in different ways: by suppressing appe- tite, altering metabolism or inhibiting absorption heat. However, these drugs have had serious concerns about the safety of commonly prescribed use derivative side effects, leading the recent withdrawal of sibutramine and rimonabant. As a result of these setbacks, there are few anti-obesity drugs accepted. Knowledge about the gut-brain axis help you understand how the gastro-entero pancreatic, related to a series of peptides and hormones involved in food regulation and the brain, specifi- cally the hypothalamus as a central regulator of the states of hunger and anorexia or appetite and body weight thereby. These lead us to study those drugs that are under research and development as monotherapies and combinations to conclude that there are three drugs already approved by the Food and Drug Administration or by its acronym U.S. FDA (two of them recently approved in 2012) and others which will become accepted for therapeutic use. Keywords: Obesity, gut-brain, pharmacotherapy, mechanisms of action. Tratamiento farmacológico contra la obesidad En la mayoría de las sociedades la prevalencia de la obesidad ha alcanzado proporciones epidémicas (1). Por ejemplo, Estados Unidos es el segundo país con obesidad a nivel mundial, ya que el 80,5% de los adultos presentan sobrepeso u obesidad. De acuerdo con las predicciones del Gobierno, se estima que el 75% de adultos y cerca de un 24% de los niños y adolescentes en Estados Unidos tendrán obesidad o sobrepeso en el 2015 (2). Hoy en día la obesidad es definida como una enfermedad neurobiológica que reduce la esperanza de vida y es un factor de riesgo para desarrollar enfermedades cardiovasculares, ciertos tipos de cánceres y desarrollo de diabetes tipo 2 (3). Por eso la obesidad es considerada un problema de salud pública, que afecta a otros sectores sociales como el industrial, el educativo y el gubernamental, además de generar costos de millones de dólares a la economía. 218 Tratamiento farmacológico contra la obesidad En estudios recientes, científicos de la Universidad de Liverpool argumentaron que los fármacos antiobesidad no tienen ventajas duraderas para la salud y el bienestar por- que solo tratan las consecuencias biológicas de la obesidad y no las causas psicológi- cas importantes del sobreconsumo y la ganancia de peso. De hecho, el doctor Jason Halford, líder en obesidad y apetito, de la Universidad de Liverpool, precisa que los fabricantes de medicamentos antiobesidad se enfocan sobre todo en la pérdida de peso como su principal objetivo y no toman en cuenta los factores motivacionales y comportamientos mentales que comúnmente causan la obesidad. La obesidad típica resulta de consumir demasiado alimento, combinado con un estilo de vida sedentario; sin embargo, la gente obesa también tiene una relación psicológica complicada con los alimentos, ante los cuales le es difícil controlar el apetito lo suficiente como para manejar su peso corporal. Los fármacos antiobesidad pueden obrar de varias maneras, por ejemplo: suprimiendo el apetito, alterando el metabolismo o inhibiendo la absorción de calorías, pero los comúnmente prescritos han generado serias preocupaciones para la seguridad de los pacientes, a tal punto que recién se han retirado del mercado europeo medicamentos líderes como la sibutramina (reductil, meridia) y el rimonabant (Acomplia). A conse- cuencia de estos reveses, hay pocos medicamentos antiobesidad en desarrollo. El profesor Tim Kirkham, autoridad en el área de la biofísica del apetito en la Univer- sidad de Liverpool, afirma: Los nuevos y efectivos tratamientos antiobesidad deben apuntar hacia diferentes factores. Necesitamos identificar fármacos que puedan selectivamente afectar el deseo de comer, el disfrute de comer, plenitud y satisfacción. Intervenciones dise- ñadas específicamente para modular estos procesos podrían ayudar a reducir la experiencia aversiva de la dieta y maximizar la capacidad de exitosamente ganar peso sobre su apetito. Sabemos poco sobre los efectos comportamentales de los fármacos antiobesidad bajo desarrollo, y así tenemos poca indicación [de] si estos nuevos tratamientos tratan las causas subyacentes de la obesidad (4). Hay que tener en cuenta que la regulación corporal es un sistema complejo de siste- mas de retroalimentación múltiples sobrepuestos. La obesidad resulta por una mayor ingesta de energía que de un gasto energético, aunque este balance es afectado por fac- tores genéticos, ambientales y culturales. Los tres mecanismos primarios que pueden ser alterados para revertir el estado de ingesta energética mayor que el gasto energético son la ingesta de alimento, el manejo de nutrientes y el gasto energético (v. figura 1). Muchos de los medicamentos disponibles y en desarrollo apuntan a uno de estos tres mecanismos: reducir el apetito, decrecer la absorción de nutrientes, incrementar la ter- mogénesis (5). 219 Londoño-Lemos Figura 1. Balance energético entre la ingesta calórica y su gasto respectivo (modificado de la refe- rencia 5). Se debe recordar que la manera más común utilizada para estimar el nivel de obesi- dad que tiene una persona es por medio del índice de masa corporal, IMC (o BMI, por sus siglas en inglés), que define la razón del peso corporal en kilogramos y su altura en metros cuadrados (kg/m2). De acuerdo con este criterio, la Organización Mundial de la Salud (OMS) (6) ha clasificado los diversos estados en los cuales se encuentra una persona (v. figura 2). Figura 2. Valores del índice de masa corporal de acuerdo con el estado de la persona. La OMS estima que en el mundo 1.700 millones de personas presentan sobrepeso y 310 millones son obesas. En la tabla 1 podemos observar las cifras actuales de los países donde más se presenta esta enfermedad, al punto de ser considerada un pro- blema de salud pública. 220 Tratamiento farmacológico contra la obesidad Tabla 1. Tasa de obesidad (> 25 kg/m2) en el mundo, 2010 (%) País Micronesia 93,1 91,1 Estados Unidos de América 80,5 76,7 Argentina 77,7 71,2 Australia 75,7 66,5 Venezuela 74,4 67,3 México 73,6 73,0 Chile 68,4 73,3 Reino Unido 67,8 63,8 Canadá 66,9 59,5 Colombia 62,6 61,1 Fuente: tomado de la referencia 109. Sabemos que hoy en día se considera a la obesidad como una enfermedad crónica, com- pleja, multifactorial, que aún no tiene una cura específica, no está siendo bien enfocada y por ende no es tratada adecuadamente. Aún más preocupante resulta el hecho de que la obesidad aumenta tanto en los países en desarrollo como en los desarrollados (v. figura 3). Figura 3. El sobrepeso va en ascenso de los países menos desarrollados a los más desarrollados (109). 221 Londoño-Lemos Tomando como referencia a nivel latinoamericano a México, según la última Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut, 2006), el 71,9% de las mujeres mayores de 20 años y el 66,7% de los hombres tienen prevalencia combinada de sobrepeso u obesi- dad. Y causa alarma lo reportado en el 2010 sobre el primer lugar mundial en obesidad infantil que presenta México, según el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), por encima de países desarrollados como Estados Unidos. Existe una fuerte correlación entre el desarrollo