El análisis arquitectónico de las masías fortificadas del Maestrazgo como documento histórico

Beatriz Martín Domínguez Miguel Sancho Mir

La masía goza de una fuerte presencia en la geogra- ceso de señorialización del territorio cristianizado, fía maestracense, que remite al origen medieval de su que en Aragón es perceptible desde el siglo XIV singular estructura territorial, en la que, ya en la épo- (Guitart 1965, 39), por el que los castillos se convier- ca de dominio de las órdenes militares, se presenta ten en lo que había sido el castillo feudal europeo como el elemento articulador idóneo de ese hábitat unos siglos antes: una residencia señorial desde la disperso que se estableció en las vastas extensiones que se ejerce el poder y sistema de organización del de abrupta orografía que se extienden entre las villas, territorio (Gil 2013, 105). Castillos que finalmente además del sistema óptimo de explotación de sus re- quedarían reducidos a torres señoriales, como expo- cursos. Se trata de un modelo importado por los re- nente del señorío, con las que Guitart asocia a los pobladores del norte que juega un papel funda mental aislados mases de las sierras turolenses próximas a en el proceso de ocupación del espacio intercalar de Levante (Guitart 1965, 49). En este caso vinculadas a la red de aldeas ya relativamente consolidada tras la las pequeñas élites de este entorno rural que supo be- conquista cristiana (Ibáñez 2007, 164) (figura 1). neficiarse de la convulsa situación de los últimos si- De entre el conjunto de masías maestracenses lla- glos bajomedievales, insertándose en los circuitos man poderosamente la atención algunas de ellas, de- comerciales de la Corona de Aragón (De la Torre bido a la presencia de una torre, tipología que, más 2012), personajes en todo caso afectos al señorío, allá de su mera funcionalidad militar, se inserta con pues este tipo de construcciones estaban limitadas un papel destacado dentro de la semiótica del poder. por las disposiciones forales en las que se prohibía la Torres que, en este caso, son ante todo el edificio construcción de fortificaciones particulares dentro de principal de una masía, unidad de vertebración del cualquier señorío, salvo que se contase con la autori- territorio en la que coinciden el lugar de residencia zación del señor, tal y como recoge la compilación con una unidad de producción (Ruíz 2007, 227), en de Vidal de Canellas De munitionibus Construendis la que la explotación agropecuaria es la función prin- en su libro VII, capítulo 26 (Ibáñez y Casabona cipal. 2013, 34). Las masías fortificadas no son un fenómeno limi- No obstante, ya desde el primer acercamiento al tado a la geografía de la actual comarca del Maes- estudio del corpus de masías seleccionado, es mani- trazgo turolense sino que se extiende por las comar- fiesta la diferencia en la calidad arquitectónica entre cas vecinas del sureste de y el norte de las distintas torres, lo que lleva a pensar que no todas Castellón, difícilmente separables desde la perspecti- se pueden englobar dentro del mismo fenómeno so- va histórica, Valencia y Cataluña (Ibáñez y Casabona cial. Ya Diego Mallén establece una clasificación en 2013, 34). Un fenómeno que se relaciona con el pro- la que diferencia las masías torreadas de las torres

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Figura 1 Figura 2 Mapa topográfico con la delimitación de los términos muni- Fotografía de Torre Piquer, ubicada en el término municipal cipales y la ubicación de las masías objeto de estudio. (Ela- de Tronchón. (Elaboración propia) boración propia) siempre es una fuente esencial, es aún si cabe más re- levante en la presente investigación debido a la esca- fortificadas en base a la peor calidad de las primeras sez de fuentes documentales. ante las segundas, lo que relaciona con la posible posterior cronología de las torreadas, que copiarían algunos elementos estéticos de las fortificadas, que METODOLOGÍA data entre los siglos XIV y XVI (Mallén 2008, 18). Cronología que encaja con la fecha en la que ha sido En este caso se partía de la necesidad de documentar datada la Torre del Puerto, de , pri- el conjunto patrimonial como parte del método in- mera referencia que se ha hallado de una masía forti- vestigador, pero también como resultado, pues la do- ficada dentro del señorío episcopal zaragozano: entre cumentación generada constituiría un testimonio fun- la documentación del arzobispado aparece una refe- damental en caso de la desaparición de alguna de las rencia de 1346 en el que la mitra zaragozana concede estructuras que lo componen. Así, teniendo en cuenta permiso al infanzón Jimeno López de Luna para este condicionante, además de las herramientas dis- construir una casa y torre en su infanzonía en Puerto- ponibles para su desarrollo y las características del mingalvo (Ibáñez y Casabona 2013, 34) (figura 2). medio físico, se ha desarrollado una metodología es- Se considera fundamental la adecuada caracteriza- tructurada en cuatro fases1: ción de la tipología de masía fortificada maestracen- se a estudiar en la presente investigación, pues es un punto de partida básico para que sea asumible un es- Planificación y documentación previa tudio que supere las fronteras de la actual comarca del Maestrazgo turolense y se extienda a un ámbito El trabajo comenzaba por el análisis de la documenta- geográfico más amplio. ción recopilada en relación con el conjunto arquitectó- Para lograr el conocimiento necesario que requiere nico a investigar. El estudio de las referencias docu- la caracterización de la tipología es imprescindible mentales ha permitido un conocimiento previo utilizar una adecuada metodología de documenta- suficiente para forjarnos una idea sobre los aspectos ción, en la que el análisis de la arquitectura, que en torno a los cuales debía centrarse el análisis arqui-

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tectónico. Aspectos que han sido extraídos y reflejados tro métrico, además de que la fotografía es el soporte en una base de datos que facilita el posterior análisis ideal para realizar el análisis de la estratigrafía cons- comparativo e incluye información relativa a sus ca- tructiva del edificio. racterísticas arquitectónicas, como son su posible dis- Por otra parte, en esta fase, se han recogido algu- tribución funcional y circulaciones originales, sus pro- nas muestras de piedra del entorno de Torre Gorgue, piedades geométrico-dimensionales, sistemas además de algunos fragmentos de revestimientos y constructivos y elementos singulares, entre los que se falsos techos desprendidos de otras torres, para pro- pone especial atención a los de aspecto defensivo; ceder a su posterior análisis en el laboratorio. además de una valoración previa de su estado de con- servación. Con el objetivo de registrar la información a introducir en la base de datos, se han diseñado unas Procesado y análisis fichas a completar durante la toma de datos in situ. Previamente al desplazamiento al área de estudio, Esta fase comenzaba por registrar en la base de datos se ha comprobado, además, la ubicación geográfica de digital las notas tomados en campo, aunque algunos cada una de las masías mediante el visor cartográfico. de los campos no han podido ser completados hasta En esta fase ha sido, además, fundamental estable- haber finalizado el proceso de levantamiento arqui- cer el contacto con los agentes locales que facilitaran tectónico. el acceso a las masías, puesto que todas ellas son de Para poder llevar a cabo el análisis geométrico- propiedad privada, que además constituyen una fuen- formal y tipológico, se ha obtenido una planimetría te de documentación de valor inestimable. completa, para lo que se ha realizado la puesta a es- cala vectorial de los croquis, que se ha complementa- do con la restitución fotogramétrica de la volumetría Trabajo de campo exterior de los edificios. Para la representación de los alzados se han utili- Tras una primera exploración de reconocimiento gene- zado principalmente las ortofotos extraídas del mo- ral, se procedía a realizar el levantamiento arquitectó- delo tridimensional, aunque en algunos casos, en los nico de los edificios seleccionados para ser estudiados que la calidad del modelo no era la suficiente, se ha en profundidad, mediante el sistema tradicional de di- recurrido a la rectificación fotográfica de algunas su- bujo de croquis y toma directa de medidas. perficies concretas. Los alzados así resultantes refle- Los croquis no sólo representan los aspectos de jan la información geométrica a la vez que la foto- carácter geométrico-formal, sino que reflejan, me- gráfica; así, aspectos como el color, las texturas, diante las anotaciones oportunas, aquellas observa- fábricas, discontinuidades, fisuras, etc. quedan regis- ciones realizadas in situ que permitan esclarecer la trados en el momento preciso de su documentación, evolución constructiva de los edificios. Este sistema fundamental para el análisis constructivo y de estado se entiende fundamental en cualquier análisis arqui- de conservación. tectónico, puesto que implica un contacto con el edi- En paralelo al levantamiento arquitectónico, se ficio tan intenso que proporciona un conocimiento han analizado las muestras recogidas en la fase de imposible de conseguir mediante la utilización, úni- trabajo de campo, en el laboratorio de materiales de camente, de sistemas indirectos. No obstante, presen- la Escuela Universitaria Politécnica de La Almunia ta algunas limitaciones derivadas, principalmente, de (EUPLA)2. la dificultad para tomar las medidas de los elementos más inaccesibles, además de la lentitud del método si se desea obtener una representación precisa de las Elaboración de los resultados y conclusiones superficies. Precisamente, estas son las principales ventajas que se han encontrado en la utilización de la Finalizada la fase de procesado, se ha procedido al restitución fotogramétrica como complemento al mé- análisis arquitectónico individualizado de cada una todo tradicional, puesto que permite la obtención de de las masías, realizado desde el planteamiento de la la geometría completa de la totalidad de los elemen- reflexión sobre un mismo edificio desde distintas tos registrados en las fotografías, con un breve regis- perspectivas. Después de una aproximación a su em-

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plazamiento, el análisis se detiene en la arquitectura, resultado sesenta y dos planos. Sólo después de este entendida desde la visión vitruviana del equilibrio proceso se ha tenido el conocimiento necesario para entre función, construcción y belleza, con lo que se poder llevar a cabo el análisis de los nueve casos de logra una reflexión ordenada. Se ha decidido reservar estudio seleccionados. un apartado exclusivamente al estudio de los elemen- La base de datos digital se ha completado confor- tos defensivos, que aportan a la designación general me se ha ido avanzando en las distintas fases de la de masía el calificativo de fortificada, por su relevan- investigación. Compuesta por datos concretos, ha fa- cia en cuanto a la significación de la tipología. cilitado un análisis comparativo objetivo según cier- Finalizado el análisis arquitectónico, se estaba en tos aspectos, que se relatan a continuación y han condiciones de elaborar un catálogo que posibilite la puesto de manifiesto lo variopinto de este conjunto visión homogénea del conjunto de masías a través de patrimonial. un conjunto de fichas de lectura tipificada que permi- Actualmente, todas las torres se encuentran adosa- ten la documentación sistematizada de cada una de das a edificaciones menores de distinta morfología, las masías. Las fichas muestran datos sobre la deno- pero, tras analizar las relaciones constructivas entre minación, cronología, localización geográfica, los ellas, se deduce que la mayoría de las construcciones usos, la propiedad y el estado de conservación, ade- se han levantado posteriormente a la torre, que se co- más de aquellas características arquitectónicas más rrespondería con el edificio más antiguo de la masía. representativas que facilitan la lectura comparativa En Torre Camañes, Torre Piquer ―Tronchón―, Torre entre las masías catalogadas3. Santa Ana y Torre del Monte Santo, la lectura de las La utilización de la base de datos digital ha facili- fábricas en las superficies de contacto entre la torre y tado el análisis comparativo de distintos aspectos ti- sus edificios contiguos evidencia una vinculación di- pológicos, compositivos y constructivos concretos, recta original, tanto a nivel constructivo como funcio- que permite la correlación entre determinadas carac- nal, con una de sus construcciones anexas, vinculación terísticas arquitectónicas y su posible funcionalidad y que también observan Ibáñez y Casabona (2013, 35) cronología. en las masías fortificadas de la comarca de Gúdar-Ja- valambre, justificada, en el caso de Torre Santa Ana y Torre del Monte Santo, por el hecho de que su acceso RESULTADOS Y DISCUSIÓN principal se ubique en planta baja, que necesariamente tendría que funcionar como zaguán, por lo que la edi- Del total de las trece masías propuestas para el estu- ficación contigua albergaría, probablemente, las cua- dio inicial, se ha podido llevar a cabo la toma de da- dras (figura 3). En el caso de Torre Camañes, la nece- tos completa de once de ellas. De la Torre de Abajo, sidad de ampliar su pequeña superficie en planta sería en Mirambel, y de la Torre , en , el argumento más claro. El resto de torres se levanta- sólo se han podido tomar algunas fotografías desde rían como construcciones aisladas, o al menos sin vin- el exterior debido a que la falta de disponibilidad de culación directa con sus anexos. los propietarios ha imposibilitado el acceso. Son torres de dos o tres plantas que, en algunos ca- Del resto de masías, se ha podido realizar la toma sos, presentan importantes transformaciones, pero de datos completa, de la que han resultado un total de aún es posible reconocer su configuración original, sesenta y tres croquis, que se han complementado cuya distribución funcional recuerda a la descrita por con las fotografías que se han tomado en la fase de Anderson (1972, 98) para las zonas destinadas a vi- trabajo de campo. vienda en los castillos medievales, formadas funda- Tras un análisis preliminar de los datos registrados mentalmente por el salón, que sería el centro de la en esta fase, se consideró que las cualidades arquitec- vida social, la cámara, donde el señor se retiraba a tónicas de Casa Pérez, en , y de Casa descansar, y la capilla. En el caso de las torres anali- Ayora, en Tronchón, no son comparables con las del zadas, la planta baja sería la más austera y estaría resto de masías incluidas en el estudio, por lo que vinculada con usos agropecuarios o de almacenaje, han sido excluidas del análisis comparativo. excepto cuando el acceso principal se sitúa en este De las nueve masías restantes se ha completado el nivel, que tendría que funcionar como zaguán. La proceso de levantamiento arquitectónico, del que han planta primera se corresponde con la planta noble,

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Pinares―, se han hallado dos puertas de acceso a distinto nivel, de forma que la principal permite la entrada directa a la planta noble, ubicada en el pri- mer piso, lo que recuerda al modelo de las torre-ho- menaje que, como afirma Anderson (1972, 72), «por razones de seguridad sólo tenía una entrada situada a la altura del segundo piso». No obstante, en el caso de las masías analizadas, a la mayoría de puertas de primera planta se accede a pie llano, gracias al desni- vel del terreno en el que se implantan. Sólo Torre Sancho, Torre Camañes y Torre Gorgue parece que pudieran tener el acceso principal en altura. Visualmente, la torre destaca del conjunto edilicio como un volumen prismático cuya esbeltez varía en- tre la estilizada fachada de menor longitud de Torre Figura 3 Camañes, que presenta una relación aproximada de Alzado fotogramétrico de Torre Piquer, en Tronchón. (Ela- 2,6, o la también esbelta fachada sur de Torre Piquer boración propia)

que albergaría la sala de representación, espacio sig- nificado al exterior con una ventana de gran tamaño y cuidada talla que, normalmente, se corresponde con un cortejador. En los casos en que existe una se- gunda planta, esta estaría dedicada a usos residencia- les de carácter más privado, como son las alcobas. Sólo Torre Sancho muestra evidencias claras de la presencia de una capilla, a través de la existencia de la pintura mural de temática religiosa que decora par- te de los cerramientos de su segunda planta4. Por último, en la mayoría de torres existe, actual- mente, un espacio bajocubierta que muestra eviden- cias claras de haber sido aprovechado como palomar en algún momento de su historia, función cuya incor- poración a la torre puede considerarse como un ele- mento de prestigio en estos municipios en los que, como indican Ibáñez y Casabona (2013, 35) la pose- sión de palomas estaba restringida a la élite. No obs- tante, algunas de las torres que actualmente cuentan con un espacio útil destinado a palomar, como Torre Camañes, Casa Sisca o Torre Sancho, muestran hue- llas en sus fábricas de haber sido recrecidas, proba- blemente con el objetivo de posibilitar el uso del es- pacio bajocubierta, por lo que, probablemente, en origen no contarían con esta estancia (figura 4). Se desconoce la configuración original de las cubiertas, Figura 4 que en la actualidad son inclinadas en todos los casos. Sección de Torre Camañes, en Cantavieja, por el edificio En cuanto a la forma de acceso, en todas las ma- anexo, en la que queda definida la morfología y posición de sías analizadas, excepto en Torre Santa Ana, Torre la puerta de acceso original a la planta primera de la torre. del Monte Santo y Torre Piquer ―Villarroya de los (Elaboración propia)

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―Tronchón―, con una relación en torno a 2,3, y la prácticamente cúbica Torre Piquer ―Villarroya de los Pinares―, cuya relación de esbeltez se aproxima a 1,2. La geometría dominante en planta es la rectan- gular, casi cuadrada, con lados que varían entre los 7 y los 8 m aproximadamente; sólo la Torre del Monte Santo y Torre Piquer ―Villarroya de los Pinares― son un cuadrado perfecto en planta, casi perfecto en el caso de Torre Gorgue, que, con sus 9,2 m × 9,4 m, es la torre de mayor superficie; por su parte, Torre Sancho y Torre Soriano presentan plantas plenamen- te rectangulares, con dimensiones muy similares, en las que su lado corto es de unos 7 m y el largo de algo más de 10 m. En cuanto a la altura máxima de las torres, esta varía entre los 10 m de Casa Sisca o Torre Piquer ―Villarroya de los Pinares― y los 15,5 m de Torre Santa Ana, prácticamente igual de alta que Torre Sancho o Torre Piquer ―Tronchón―, Figura 5 cuya altura se sitúa en torno a los 15,3 m. Alzado fotogramétrico de Torre Monte Santo, en Villarluen- El aspecto de las torres es cerrado, hermético, lo go. (Elaboración propia) que alude a su sentido defensivo, enfatizado con el remate almenado de sus muros. Sin embargo, la con- siderable magnitud de sus ventanas principales re- gran ventana adintelada con alféizar moldurado de To- cuerda que la función principal de estos edificios es rre Monte Santo que, con su cuidada talla, podría la residencial. competir con los numerosos edificios palaciegos del En la mayoría de casos estudiados no se aprecia XVI de las villas maestracenses (figura 6). una intención compositiva en el diseño de sus facha- das, sino que los vanos se abren de forma desordena- da, probablemente en respuesta a las necesidades de la distribución interior de los espacios. El deseo de destacar una fachada principal, que concentra todos los elementos representativos, es manifiesto en Torre Santa Ana y Torre del Monte Santo, en las que las ventanas y acceso principales se alinean al eje de la fachada, además de otros elementos significativos como son un escudo nobiliario y una cornisa moldu- rada, en el caso de la Torre del Monte Santo (figura 5). Cabe mencionar, además, dos casos intermedios, en los que se observa una intención compositiva, pero no se destaca una fachada principal, son Torre Gorgue y Torre Piquer―Tronchón―. En todo caso, más allá de la disposición de los hue- cos en los alzados, llama la atención la calidad de los vanos principales, aspecto que se repite en todos los casos seleccionados para el análisis arquitectónico, cuya talla muestra estilos característicos de distintos Figura 6 momentos constructivos. Se podrían destacar las ven- Ventanas geminadas de estilo gótico mediterráneo: izda. tanas geminadas de Torre Sancho o de Casa Sisca, que vano de Torre Sancho; dcha. vano de Casa Sisca, ambas en responden a la estética del gótico mediterráneo, o la Villarluengo. (Elaboración propia)

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En cuanto a los vanos de acceso, la composición más habitual es la de arco de medio punto hacia el exterior, mientras que al interior se abre, en unos ca- sos, mediante la solución adintelada y, en otros, me- diante arco escarzano. Muchas de ellas conservan su sistema de cierre original con alamud de madera. Cabe destacar, igualmente, la presencia de escudos nobiliarios en algunos de los casos estudiados, como en Torre Sancho o en Torre del Monte Santo, en am- bos casos ubicados sobre el eje de la puerta de acce- so principal, o en Torre Piquer ―Villarroya de los Pinares―, que exhibe dos blasones, uno, de estética medieval, situado sobre la ventana principal y el otro, mucho más moderno, en la misma fachada. En cuanto al sistema constructivo, todas las torres responden al modelo de muros perimetrales estructu- rales de fábrica de mampostería, reforzados con silla- res en las esquinas y en los encuentros con los vanos principales, sobre los que apoya una estructura hori- zontal de vigas de madera. El tratamiento de la fábrica de mampostería varía de forma considerable de unas torres a otras, tanto en el tamaño de los mampuestos, como en el nivel de ta- lla, desde algunos casos en los que no muestran nin- gún trabajo, hasta otros en los que las piezas están la- bradas de forma tosca, a modo de sillarejos. Figura 7 Variación que también se observa en la talla de los Sección de Torre Sancho, en Villarluengo. (Elaboración sillares, principalmente en los que refuerzan las es- propia) quinas, que en algunos casos, como en Torre Soria- no, es tan tosca que se han considerado sillarejos. No obstante, los sillares más trabajados se corresponden, nes de la masía, por lo que encontramos cierta varie- en todas las torres, con los que configuran los vanos dad, en ocasiones en un mismo edificio, principal- principales, en los que se utiliza un tipo de piedra de mente entre la utilización de calizas, tipo de piedra mayor calidad a la del resto de fábricas, que permite dominante en el entorno, y areniscas. Mientras que, su trabajabilidad, facilitando el trabajo de cantería. para configurar los sillares, se eligió un material de Muros que presentan una sección escalonada, mayor calidad, para lo que se recurriría a piedra ex- como es habitual en las estructuras torreadas, de for- traída de una cantera, probablemente, del entorno no ma que, coincidiendo con el apoyo de los forjados, el muy lejano. espesor de muro se va reduciendo en altura. Si se Las estructuras horizontales se conforman a base comparan los espesores de muro en planta baja, se de vigas de madera que apoyan directamente sobre observa una importante variación de los aproximada- los muros, salvando la luz más corta, sobre las que mente 70 cm de Torre Camañes, espesor reducido, apoyan los forjados a base de viguetas de madera y probablemente vinculado con su pequeña magnitud tablero, también lignario, como material de entrevi- en planta, a los 106 cm de Torre Sancho, Casa Sisca gado, que, en algunos casos, se ha sustituido por re- o Torre Gorgue (figura 7). voltones. Esta estructura descrita de una forma gené- En cuanto a los tipos de piedra utilizados, para las rica, presenta ciertas variaciones, ya que, en algunas fábricas de mampostería, que constituyen la mayor torres, sólo hay un nivel de elementos lineales, de parte de las superficies murarias, lo más probable es forma que el material de entrevigado apoya directa- que se utilizara la piedra existente en las inmediacio- mente sobre las vigas. La luz a salvar por las vigas

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está en torno a los 500 cm, aunque en la planta pri- modificadas, por lo que el aspecto actual no es más mera de Torre Piquer –Villarroya de los Pinares– al- que el resultado de las sucesivas reformas que han canza los 649 cm, salvada por vigas de sección rec- sufrido a lo largo de su historia, por lo que no se des- tangular de 46 cm de canto. carta la posibilidad de que algunas de las cubiertas El caso de Torre Gorgue es singular, ya que el sis- originales fuesen planas, lo que habría permitido uti- tema de muros de piedra perimetrales se complemen- lizar las almenas que rematan los muros con un senti- ta con un arco diafragma rebajado, que divide la do defensivo. Tras el análisis individualizado de cada planta en dos partes iguales, reduciendo a la mitad la una de las torres, esta opción parece más plausible en excesiva luz, de más de 700 cm, que tendrían que ha- las estructuras de Torre Sancho, Casa Sisca y Torre ber salvado las vigas de madera que soportan los for- Camañes que en las del resto de masías. jados, en caso de no existir un apoyo intermedio. La componente defensiva merece ser tratada en Esta estructura recuerda a la de la Torre del Puerto, profundidad, pues es el aspecto fundamental por el de Puertomingalvo, investigada por el equipo del Se- que este conjunto de masías merece distinguirse del minario de Arqueología y Etnología Turolense resto de sus semejantes para acercarse a la tipología (SAET) (Casabona et al 1985, 240) (figura 8). de casas-fuerte. Componente que parece ir diluyén- Las cubiertas, actualmente, son todas inclinadas, dose conforme quedan atrás los conflictivos años ba- en algunos casos, sobre pares de madera y, en otros, jomedievales. Así, Torre Sancho, identificada como a la molinera, sobre correas, también de madera, ex- una de las más antiguas, se presenta como una torre cepto Torre Piquer ―Tronchón―, que presenta una almenada de aspecto hermético y acceso principal en estructura provisional metálica debido a que se en- altura, con gruesos muros aspillerados, según un sis- cuentra en proceso de restauración. No obstante, la tema bien desarrollado de saeteras, algunas de ellas mayoría de cubiertas muestran huellas de haber sido orientadas, cuya posición parece responder al control del recorrido de aproximación a la torre; mientras que en Torre del Monte Santo el único elemento de aspecto defensivo es la propia torre almenada, en la que ni siquiera el remate parece responder a un uso

Figura 8 Sección de Torre Gorgue, en Villarluengo, paralela a los ar- Figura 9 cos diafragma sobre los que apoya el forjado. (Elaboración Planta baja de Torre Gorgue, en Villarluengo, con la dispo- propia) sición y geometría de sus aspilleras. (Elaboración propia)

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militar, puesto que la escasa anchura de las almenas Las fortificadas destacan de entre el conjunto de y su excesiva separación, unido a la falta de eviden- masías del Maestrazgo por la calidad constructiva de cias de la existencia de una primigenia cubierta pla- su edificio principal, la torre, muy superior al resto, na, apuntan a su función ornamental, respondiendo a especialmente brillante en sus vanos principales que, la dinámica a la que hace referencia Gil Crespo con su cuidada talla, representan el elemento más (2013, 174) en la que, a partir del siglo XV, los ele- singular que acerca esta tipología a las arquitecturas mentos defensivos se convierten también en elemen- más cultas, ya destacable por su naturaleza torreada. tos compositivos. Una tipología que entronca con la categoría de casa Cabe detenerse en el caso de Torre Gorgue, ya fuerte, en la que se hace uso de la arquitectura con que, exceptuando las situadas sobre los vanos de ac- estética militar como símbolo de distinción social, ceso originales, todas las aspilleras presentan aboci- en este caso vinculada a la pequeña élite de este en- namiento externo, característica que permite datarlas torno rural ávida de diferenciarse de sus convecinos. en fechas posteriores a la segunda mitad del siglo Casas fuerte que se insertan en ese proceso de do- XIV (Mora-Figueroa 2006, 18) (figura 9). mesticación de las antiguas torres señoriales hacia el final de la Edad Media, que describe Gil Crespo (2013, 106–109), por el que, en ellas, prima el ca- CONCLUSIONES rácter residencial sin llegar a perder todos los ele- mentos defensivos. A pesar de la consabida dificultad en la utilización de Son torres que derivan arquitectónicamente del la arquitectura como principal fuente de documenta- tipo donjon, importado directamente desde Francia ción histórica, en este caso, en el que el edificio es para la construcción de los primeros castillos cristia- prácticamente el único testimonio existente, su estudio nos en la Península (Gil 2013, 103), por el que, como es fundamental. Para ello es necesario utilizar una me- dice Anderson (1972, 237), los españoles siempre todología de documentación arquitectónica adecuada. han mostrado una gran debilidad, hasta el punto de Tras la documentación del corpus de masías selec- denominarlo torre del homenaje. Torres que respon- cionado, se ha corroborado la practicidad de utilizar den a las características que Guitart describía ya para una metodología que parte del levantamiento arqui- las primitivas torres de los castillos de torre y recinto tectónico de los edificios a analizar. Para lo que la que los cristianos instalaron en las montañas algo- combinación del sistema tradicional junto con el fo- aragonesas, en los que: togramétrico se ha revelado de gran utilidad. De este proceso se han extraído multitud de datos La torre es [...] de gran esbeltez aunque de planta gene- concretos fiables, que han quedado reflejados en un ralmente pequeña, y suele levantarse aislada en el centro de un tozal. Su aparejo es mampostería con revestimien- catálogo y han posibilitado el posterior análisis com- to de sillarejo en las más antiguas (siglo XI) [...]. La parativo según parámetros objetivos. El levantamien- puerta suele estar en alto, con acceso por escalera auxi- to arquitectónico ha sido, además, un procedimiento liar, y es semicircular con dovelas. Hay saeteras y venta- esencial en el método investigador, pues su desarro- nas muy estrechas sin faltar, a veces, ventanas geminadas llo ha permitido el hallazgo de ciertos aspectos que con parteluz. (Guitart 1986, vol.1:37) habían quedado ocultos o desvirtuados a lo largo de la historia, como algunos de los vanos de acceso ori- Esta se aproxima a la descripción general que se ginales, la posición y morfología de antiguas cubier- podría hacer de las torres de las masías fortificadas tas y remates, o la distribución de plantas en altura maestracenses, aunque con algunas salvedades que original, para lo que la lectura de las secciones mura- se relatan a continuación. rias y sus cambios de espesor ha sido fundamental. No se puede afirmar que, en general, se levantaran La lectura de las nueve masías documentadas que, aisladas, pues algunas de las torres analizadas mues- finalmente, han configurado el corpus sobre el que se tran evidencias constructivas de haber sido construi- ha desarrollado el análisis comparativo revela un das en conjunto con una edificación menor que com- conjunto variopinto, pero con cierta uniformidad que plementaría su distribución funcional, en la que los permite que sean consideradas dentro del mismo fe- espacios principales serían la gran sala, situada en la nómeno. primera planta, la cámara y la capilla.

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En cuanto a la forma de acceso, la mayoría presen- laciegos de las villas maestracenses. El resto de to- tan la puerta principal en planta primera, no obstante, rres se podrían datar en fechas intermedias a los no todos se pueden considerar accesos en altura debi- mencionados límites cronológicos. do a que, a la mayoría de ellos, se accede a pie llano Esta caracterización, fruto del análisis arquitectó- gracias al desnivel natural del terreno, accesos que en nico de un grupo reducido de masías ubicado en un todo caso se complementan con otro en planta baja. entorno geográfico muy concreto, va a permitir am- El acceso en altura se ha relacionado con un aspecto pliar el ámbito de estudio, de forma que la elección que denota arcaicidad, pues las torres que presentan de los edificios a incluir en el catálogo de masías for- su puerta principal en planta baja son aquellas que tificadas maestracenses, instrumento de protección muestran una composición más moderna. Es precisa- básico de cualquier conjunto patrimonial, se hará mente en estos últimos casos en los que la compo- bajo un criterio claro. nente defensiva parece haberse diluido, de forma que sólo permanecen algunos elementos defensivos como parte del repertorio ornamental que define la buscada NOTAS estética militar; mientras, la compositiva alcanza el En esta comunicación se pretenden presentar algunos de los máximo exponente, de forma que Torre Santa Ana o resultados obtenidos de la investigación desarrollada entre Torre Monte Santo muestran fachadas principales los años 2015 y 2016 en el ámbito del trabajo al que se le claramente diferenciadas con los elementos represen- ha concedido la Beca de Investigación «Comarca del Maes- tativos alineados a su eje de simetría. trazgo» en su convocatoria 2015–2016, ayuda concedida Son estos últimos aspectos, junto con el lenguaje con el objeto de realizar el análisis arquitectónico de las tre- de las ventanas principales, o algunos elementos po- ce masías del Maestrazgo turolense calificadas como fortifi- liorcéticos, como la existencia de la deriva exterior cadas por Diego Mallén Alcón, en su investigación desarro- en las aspilleras, las principales cuestiones a observar llada en el año 2005 y publicada en 2008 bajo el nombre en el análisis de la arquitectura como fuente directa a Las torres fortificadas y masías torreadas del Maestrazgo investigar para clarificar la cronología de las torres, (Mallén 2008). Este trabajo se engloba dentro de una inves- tigación más amplia, objeto de una tesis doctoral. pues otros, como el número de plantas, la calidad constructiva de sus fábricas o los espesores de muro 1. La metodología se encuentra desarrollada en profundi- parecen relacionarse más con la capacidad económi- dad en el trabajo de investigación desarrollado con ob- ca del promotor más que a la antigüedad. jeto de la Beca de Investigación «Comarca del Maes- La horquilla cronológica parece partir del siglo trazgo» en su convocatoria 2015–2016. XIV, al que podrían pertenecer Torre Sancho o Casa 2. El análisis lo ha llevado a cabo Pedro Luis López Ju- Sisca, las únicas masías de las que se ha hallado do- lián, geólogo y profesor de la EUPLA, mediante la uti- cumentación escrita, por el momento, que evidencia lización de una lupa binocular para observar la estruc- tura de los muestras, además de la comprobación del que ya estarían construidas en la primera mitad del 5 contenido en carbonato cálcico mediante disolución de siglo XV , cronología corroborada por sus caracterís- ácido clorhídrico, con lo que se ha podido clarificar el ticas arquitectónicas, que responden al lenguaje origen y propiedades de los materiales. gótico mediterráneo, omnipresente en los territorios 3. Fichas, para cuyo diseño ha sido fundamental la revi- de la Corona de Aragón durante los siglos bajome- sión de la publicación del Colegio Oficial de Arquitec- dievales, y su marcado carácter defensivo. El ciclo tos de Castellón, del año 1986, que, bajo el título La podría cerrarse en el siglo XVI, con Torre del Monte catalogación del Patrimonio Arquitectónico en Caste- Santo, cuya arquitectura muestra los rasgos caracte- llón, muestra una cuidadosa reflexión sobre esta herra- rísticos de las torres señoriales de la Edad Moderna, mienta de protección. a través de su tipología de torre de planta cuadrada y 4. De la Torre reconoce en las pinturas de Torre Sancho características formales propias del «segundo gótico li- porte esbelto, con una fachada principal diferenciada neal» e indica «una cronología que no parece ir más del resto con una clara intención compositiva; crono- allá de mediados o tercer cuarto del siglo XIV» (De la logía ratificada por el estilo del cortejador de la plan- Torre, 2012, 157). ta noble, que se abre a la fachada principal con un 5. De la Torre (2012, 129–130) identifica a Torre Sancho vano adintelado de claro lenguaje renacentista, muy y Casa Sisca en sendos documentos que aparecen en similar al que presentan los numerosos edificios pa- los protocolos notariales de Villarluengo relativos a la

AActasctas VVol.ol. 22.indb.indb 999494 113/11/173/11/17 10:0710:07 Las masías fortificadas del Maestrazgo 995

primera mitad del siglo XV, conservados en el Archivo Castilla y Aragón de los siglos XII al XV en la actual Histórico Provincial de Teruel. En concreto, reconoce a provincia de Soria. Tesis doctoral. Torre Sancho en un documento de compra-venta, que Guitart Aparicio, Cristóbal. 1965. Castillos de Aragón: de- dice que el 11 de mayo de 1420, Pascual Muñoz, escu- sarrollo histórico-arqueológico de los castillos y fortifi- dero, y su mujer, Gracia, ambos vecinos de Villarluen- caciones aragonesas. Separata del Boletín de la Asocia- go, «transportaron todo el drecho que habemos en una ción Española de Amigos de los Castillos, 48: 41–87. torre sita al cabeço de Palomita, termino del dito lugar Madrid: Asociación Española de Amigos de los Castillos. de Villarluengo» por 360 florines y 20 florines de ado- Guitart Aparicio, Cristóbal. 1986. Castillos de Aragón. Vol. bos más a favor de Francisco Mercador, escudero de 1. Zaragoza: Librería General. Las Cuevas de Cañart (AHPTE, notario Jaime Quílez, Ibáñez González, E. Javier. 2007. Las masías del Maestraz- no 1.165). En cuanto a Casa Sisca, De la Torre la iden- go: la formación de un paisaje. En Comarca de Maes- tifica en una cesión a treudo por Gil de Rueda a favor trazgo, Colección Territorio, 27, coordinado por E. Ja- de su hijo Jimeno, ambos vecinos de Villarluengo, fe- vier Ibáñez González, 163–177. Zaragoza: Diputación chada el 20 de febrero de 1450 (AHPTE, sin notario, nº General de Aragón/ Departamento de Política Territorial, 960 (1450–1451), ff. 15v–16). Justicia e Interior. Ibáñez González, Javier y José Francisco Casabona Sebas- tián. 2013. Castillos, Murallas y Torres. La arquitectura fortificada de la comarca de Gúdar-Javalambre. Teruel: LISTA DE REFERENCIAS Qualcina. Arqueología, Cultura y Patrimonio, en coedi- ción con el Centro de Estudios de Gúdar-Javalambre Anderson, William. 1972. Castillos de Europa: de Carlo- (Instituto de Estudios Turolenses). magno al Renacimiento. Barcelona: Luis de Caralt. Mallén Alcón, Diego. coord. 2008. Las torres fortificadas y Casabona, J.F.; E. Gargallo; E.J. Ibáñez, y J.J. Morales. masías torreadas del Maestrazgo. Teruel: CEDDAR y 1985. Actuación de urgencia en el yacimiento Torre CEMAT. Agustín –Torre del Puerto– Puertomingalvo (Teruel). Ar- Mora-Figueroa, Luis de. 1996. Glosario de arquitectura de- queología Aragonesa, 5: 237–241. fensiva medieval. Cádiz: Universidad de Cádiz. De la Torre Gonzalo, Sandra. 2012. Construir el paisaje: Ruíz Budría, Enrique. 2007. Presente y futuro del mas en el hábitat disperso en el Maestrazgo turolense de la Edad Maestrazgo turolense. En Comarca de Maestrazgo, Co- Media. Zaragoza: Grupo de investigación consolidado lección Territorio, 27, coordinado por E. Javier Ibáñez CEMA/ Instituto de Estudios Turolenses. González, 227–236. De la Torre Gonzalo, Sandra. 2009. La decoración pictórica Zaragoza: Diputación General de Aragón/ Departamento de de Torre Sancho en Villarluengo (Teruel): un ejemplo de Política Territorial, Justicia e Interior. pintura mural del siglo XIV en una residencia aristocráti- Llop, E. ed. 1986. La catalogación del patrimonio arquitec- ca rural. Artigrama, 24: 307–320. tónico en Castellón. Castellón: Colegio Oficial de Arqui- Gil Crespo, Ignacio Javier. 2013. Fundamentos constructi- tectos de la Comunidad Valenciana, Comisión de Patri- vos de las fortificaciones fronterizas entre las coronas de monio.

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