ROGELIO GARZA CARLOS VELÁZQUEZ NAIEF YEHYA LOS PSYCHIC ILLS A TRAVÉS DEL VASO HILLBILLY, UNA ELEGÍA RURAL

NÚM.281 SÁBADO 12.12.20 El Cultural [ Suplemento de La Razón ] ABEL QUEZADA EN SU CENTENARIO ALFONSO MORALES CARRILLO ANTONIO SABORIT

Abel Quezada, Trío amoroso a merced de la corriente, óleo sobre tela, 1990. © Familia Quezada Rueda ESTÉTICA DEL CONFINAMIENTO RAÚL TREJO DELARBRE EL VIRUS QUE NOS ABRE LOS OÍDOS NICOLÁS ALVARADO

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Retrato de una señorita en Cuernavaca (detalle), óleo sobre tela, 1975.

Este domingo 13 de diciembre se cumplen cien años del nacimiento de un periodista que dejó huella con sus cartones. Durante varias décadas del siglo XX, en ellos combinó su crítica de la realidad del México posrevolucionario y la crónica de una sociedad tan singular como la de esos años. Además de dibujante, caricaturista, fue pintor y escritor —entre otras ocupaciones. A la par de las batallas periodísticas gozó una vida plena de gracia, goce, calidez, ironía; con esos y otros atributos dio forma a una visión única, aunque influyente, del que permanece como el mejor de los mundos imposibles. Lo celebramos desde algunas de sus creaciones y la pluma de dos especialistas.

Abel Quezada DEL GALANO ARTE DE PERDER EL TIEMPO

ALFONSO MORALES CARRILLO

En recuerdo de Yolanda Rueda historietista, publicista, dibujante, periodista, agricultor, petrolero, guio- nista, director por un día de un canal estatal de televisión, editor, pintor a vida fue generosa con Abel Quezada Calderón, quien por su y cuentista. Si le hacemos caso a lo que confesó en el artículo “La dicha parte supo sacar provecho de sus múltiples dones y talentos. inicua de perder el tiempo” (Excélsior, 1 de febrero, 1976), título tomado Nació hace cien años, el 13 de diciembre de 1920, en Monterrey, de un conocido poema de su amigo Renato Leduc, no fueron los asuntos L Nuevo León, y dejó de existir el 28 de febrero de 1991, en Cuerna- trascendentes los que más atrajeron su atención: vaca, Morelos. El tiempo que tuvo a su disposición le dio para vagar por el ancho mundo —del Polo Norte a Zanzíbar—, recorrer con amplitud su Ahora que lo pienso, veo que he pasado una gran parte de mi vida país de origen —lo mismo su espacio geográfico que su pirámide social—, presenciando cosas inútiles. Una vez hice un largo viaje para ver una formar una familia teniendo como pareja a Yolanda Rueda —cuyos vás- convención de magos. He estado como espectador en campeonatos tagos fueron Abel, Josefina y Marta Yolanda—, y dedicarse a un sinfín de de billar, en concursos de bebedores de cerveza, comedores de paella, actividades y profesiones, sin el aval de ninguna credencial académica: levantadores de piedras. He presenciado la pelea de un toro contra un

© Imágenes, documentos, obra gráfica, artículos periodísticos y obra pictórica de Abel Quezada son propiedad de la familia Quezada Rueda.

DIRECTORIO El Cultural [Suplemento de La Razón ]

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león, he ido de un lado a otro del mun- do para ver un encuentro de box, he sido juez de un concurso de co- medores de huevo de tortuga. He apostado en carreras de pulgas. He visto maratones de baile, concur- sos de tango, exhibiciones de yoyo, caminatas de equilibristas por la cuerda floja sobre abismos, demos- traciones de hombres fuertes que arrastran un trailer tirando de una cuerda con los dientes, rompiendo directorios de teléfonos, reventan- do cadenas. He visto a faquires, do- madores de serpientes, malabaristas, ilusionistas y pulsadores.

EN SU INFANCIA, Quezada residió en va- rias ciudades del norte de México, a causa de la itinerancia laboral de su padre, quien era ingeniero mecánico y se dedicaba a la construcción de pre- sas, caminos, ingenios y fábricas. En su casa se seguían los preceptos del evan- gelismo metodista y, por eso mismo, hizo sus primeros estudios en interna- dos de colegios protestantes, donde re- sintió los ataques de la intolerancia religiosa. La afición que a temprana edad mostró por hacer dibujos y narra- atención con algunas cosas que me ciones gráficas no tardó en convertirse “ LLEGÓ AL LÍMITE DEL AGOTAMIENTO costaron sufrimientos, sustos, gol- en su vocación dominante y, junto con pes y algunos peligros de muerte. su sentido del humor, en la base de su DEBIDO A JORNADAS DE singularidad personal. CATORCE HORAS Y A LA ENTREGA CINE MUNDIAL, publicación especializa- En junio de 1936 viajó a la Ciudad da en el mundillo de la farándula, fue de México; tenía entre sus propósitos DE CUARENTA A SESENTA DIBUJOS por esos mismos años otro de sus fo- convertirse en dibujante en algún im- POR SEMANA; POR UN TIEMPO ros. En 1956 fue llamado a colaborar en preso periodístico, como las revistas Últimas Noticias de Excélsior y, al año de monitos a las que remitía por correo QUISO CAMBIAR DE ACTIVIDAD . siguiente, en Excélsior. sus tiras cómicas. Conoció a Germán Por cerca de dos décadas, Abel se hi- Butze —el autor de Los Supersabios—, zo presente en la página editorial de creó su primer personaje —Máximo a sesenta dibujos por semana; por un este último diario —“El periódico de la Tops— y efectivamente se abrió paso tiempo quiso cambiar de actividad con vida nacional”—, hasta que un golpe or- en un medio en que los grandes tirajes la compra de un rancho en el sur del es- questado por el presidente Luis Eche- de publicaciones como Paquín, Pepín y tado de Tamaulipas. verría, que se concretó el 8 de julio de Chamaco impulsaron el desarrollo del En la primera mitad de los años cua- 1976, provocó la salida del grupo de pe- cómic mexicano. Aunque por varios renta, primero en la revista Mañana y riodistas que respaldaban la dirección años disfrutó de los beneficios eco- luego en el diario Esto, publicó carto- de Julio Scherer García, entre quienes nómicos que por entonces recibían nes en los que hizo uso combinado de se contaba el dibujante. El estilo hu- los historietistas —nada comparado textos y dibujos, los cuales trataban morístico que le dio notoriedad en con los que hicieron millonarios a sus de las “actividades públicas del país” y, Ovaciones, en Excélsior ganó contun- editores—, Abel Quezada llegó al límite sobre todo, daban seguimiento a los dencia y se diversificó en cuanto a sus del agotamiento debido a jornadas de deportes y los espectáculos. A fines de recursos narrativos. En el rectángulo al catorce horas y a la entrega de cuarenta 1946, el año en que dio a conocer la tira que estaban destinadas sus colabora- protagonizada por su alter ego, El señor ciones, Quezada ejerció una escritura Pérez, se estableció por unos meses en pictográfica que no tuvo límites gené- Nueva York, donde pasó hambres, tra- ricos y se renovaba constantemente bajó como cargador en un hotel de en sus formas y contenidos. El cartón lujo y ganó un concurso mundial pa- fue soporte y medio para sus estampas ra anunciar un dentífrico. A la Babel costumbristas, bitácoras, rememora- de Hierro volverá en 1949, ganándose ciones, señalamientos flamígeros, re- ahora la vida como jefe de producción flexiones ensayísticas, breves tratados, en una agencia de espectáculos. Por fábulas, misivas, crónicas, homenajes, la generosa intercesión del dibujan- profecías, recetas de cocina y un largo te Antonio Arias Bernal, puso fin a su etcétera. No requirió más que de una aventura estadunidense, aceptó reto- plasta negra y la pregunta “¿Por qué?” mar su carrera en la prensa mexicana y para denunciar la barbarie de la ma- conoció a la “muchacha preciosa llama- sacre de estudiantes sucedida el 2 de da Yolanda” con la que se casó en 1951. octubre de 1968 en Tlatelolco. Entre 1950 y 1955, el diario Ovaciones Los asuntos de que se ocupaba po- se convirtió para Quezada en el espa- dían ser los tacos, las bicicletas, las ja- cio editorial en que consolidó el es- carandas, la palabra acuarimántima, el tilo de su periodismo gráfico. En esa último grito de la moda, nuestra pasión modesta publicación que no disponía masoquista por el futbol, las dictadu- más que de un cuarto para realizarse, ras latinoamericanas o los reacomodos el dibujante encontró lo que buscaba: geopolíticos en un mundo bipolar, dominado por las potencias del capi- ... un lugar donde yo pudiera decir talismo y el comunismo. Por sus carto- lo que quisiera, y aun exagerar la nes se vio pasar a la Ciudad de México nota, yo quería gritar muy fuerte, des- en su tránsito de urbe todavía provin- de cualquier rincón y que me oye- ciana, “trasnochadora y antojadiza”, ran [...] Empecé entonces a llamar la al estatus de insalvable megalópolis.

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Pero la principal materia de trabajo del a la Ciudad de México que conoció en ilustrados” y dibujante, en última ins- dibujante se la dieron la permanencia 1936; a su hermandad con los periodis- tancia. “Dibujar para mí es un constan- de un sistema político monopolizado tas, con quienes compartió “el triunfo ALFONSO te tic nervioso. Comencé a dibujar por un partido que honraba las pasa- efímero y la muerte diaria”; a la nece- MORALES desde que era niño y lo he seguido ha- das glorias de una revolución popu- sidad de poner fin a la costumbre de CARRILLO ciendo durante todos los días —casi to- lar mientras traficaba con puestos y que el presidente nombrara a su suce- (Dolores Hidalgo, das las horas— de mi vida. [Se trata de] privilegios, a la cabeza de los cuales sor, cuya identidad se mantenía por un Guanajuato, 1958) un placer que pocos conocemos. Es un estaba un presidente todopoderoso, y tiempo oculta —personificado por el es investigador, arma secreta que equivale a hablar un ente misterioso, a la vez taimado dibujante como El Tapado—; a los editor y curador otro idioma”. y relajiento: el mexicano. Abel Quezada enemigos jurados del humor en serio especializado en En las décadas finales de su vida, esa diseccionó, con su pluma como escal- —el primero de ellos la solemnidad, cultura popular, compulsión por hacer trazos se enca- pelo, las malas mañas de los gobiernos que llegó a describir como “la ropa de artes visuales, minó hacia la práctica reposada de la emanados del Partido Revolucionario etiqueta de la mediocridad”—; y a los cine y fotografía. pintura, que se le reveló como fuente Institucional y la picaresca de la Raza principales personajes que creó para Autor, entre de felicidad. “Me gustaría tener tiempo de Bronce, fuerzas complementarias que le sirvieran como compañeros, in- otros libros, de para poder pintar todo lo que he dibu- en la promoción de un patrioterismo terlocutores y comparsas en la tarea de Eternidad jado. Me hubiera gustado aprender a inútil pero escandaloso. ser testigo en El mejor de los mundos (2003), Manuel pintar desde mucho antes, desde muy imposibles: El Charro Matías, Gastón Ramos. Fervores joven, y tener un recuerdo de tantas TRAS SU SALIDA de Excélsior, se volvió Billetes, el perro Solovino, La Caritati- y epifanías en el cosas que vi”, escribió en Los tiempos colaborador del diario Novedades, en va Dama de las Lomas... México Moderno perdidos (1979). Aunque reducida en cuyas páginas publicó de 1977 a 1989. “Mi oficio no tiene nombre”, escri- (2011) y Foto comparación a la que produjo como En este último año decidió poner fin a bió Quezada en el prólogo a Nosotros Regis. El retrato dibujante y escritor, cuya documen- su carrera como periodista con una se- los hombres verdes (1985), uno de los de Ud. será tación sigue dando sorpresas, en su rie de seis cartones. En ellos se refiere libros en que compendió sus obras grá- siempre el mejor obra pictórica Abel Quezada dio rien- a los primeros cien días de gobierno ficas. No se consideraba caricaturista regalo (2018). da suelta a los poderes fabuladores de del presidente Carlos Salinas de Gortari; ni cartonista, sino hacedor de “textos su memoria.

LA MEJOR VERSIÓN DE ABEL QUEZADA ANTONIO SABORIT @Antonio_Saborit

vez la más acabada de sus creaciones. La construyó ocupándose de la ten- sión entre las palabras y las cosas del país, en efecto, pero a contrapelo de to- das y cada una de las páginas en las que desde los novecientos cuarenta les encontró casa a sus monos, como El Charro Matías y Gastón Billetes, tal y como hicieron casi siempre los nombres que hoy solemos identificar con los mejores momentos en los dos- cientos años de la caricatura política en México. Uno era el profesionista, el muy dis- creto escritor, el mexicano de paseo por el mundo entero, le peintre du di- manche, el buen amigo de sus amigos, como Juan de la Cabada y su primer editor, Augusto Elías, y otro el popu- lar e infatigable dibujante sin rostro, encaramado sobre su mesa de traba- jo, tal y como se ve en la inolvidable foto de Héctor García, atento a las vo- El último vuelo del China Clipper, óleo sobre tela, 1981. ces y ocurrencias de la calle. Alguien habrá visto que el dibujante se esmeró bel Quezada sostenía que era que dialogaban estilísticamente con por exacerbar con un trazo cada ges- un mal dibujante. El peor de las de William Steig, Saul Steinberg to que llamaba su atención. todos, llegó a decir. Pero los y Bob Gill, en atmósferas tomadas de “La opinión del caricaturista, gene- A públicos que construía a dia- las publicaciones jocoserias mexica- ralmente, no es la de un solo indivi- rio decidieron no reparar en tal mi- nas del siglo XIX. Cuanto salía de su duo”, dijo alguna vez el creador. “Es nucia. Así les gustó cuando sacó su pluma volaba. lo que opina toda la gente”. Y añadió: primera reunión de Cartones (1958), y Se forma una buena tercia con The “Hay una corriente que se nota, la nota también al integrar una selecta anto- Lonely Ones de Steig, All in Line de uno y uno la transforma al dibujo y la logía personal, Nosotros los hombres Steinberg y The Millionaires de Gill, pe- publica, pero frecuentemente uno es- verdes (1985). El mejor de los mundos ro si a ella se le añade The Best of Impo- tá interpretando el pensar, el sentir de imposibles, desde su salida en 1963, se ssible Worlds de Quezada no cabe la los demás”. volvió un novísimo clásico, no obstan- menor duda sobre la fuerza gráfica de te que sólo era el segundo título de un estos cuatro reyes de la baraja. ABEL QUEZADA se concentró con in- caricaturista tan versátil como acer- La persona pública de Abel Quezada sistencia y sencillez en la política, en bo y cuyo universo lo habitaban figuras fue la mejor versión de sí mismo y a la general —una obsesión por el ágora—,

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los puntos planteados en el texto de Cosío Villegas. Uno, la incapacidad del país de dar un gobernante de estatura, como se lee en “La crisis de México”, al cabo de to- da una generación.

Lo extraordinario de esos hombres de la Revolución —escribe el ensa- yista— y, desde luego, en magnífi- co contraste con los del Porfirismo, parecía ser que, brotando, como bro- taban, del suelo mismo, construi- rían en el país algo tan grande, tan estable y tan genuino como todo cuanto hunde bien adentro sus raíces en la tierra para nutrirse de ella directa, profunda, perenne- mente. Si la Revolución Mexica- na no era, al fin y al cabo, sino un movimiento democrático, popular y nacionalista, parecía que nadie excepto los hombres que la hicie- ron, la llevarían al éxito, pues eran gente del pueblo, y lo habían sido por generaciones... Vendedor de salchichas esperando cliente en la playa #5, Casi el paraíso, óleo sobre tela, 1985. acuarela sobre papel. Portada de The New Yorker, mayo, 1987. El segundo punto de Cosío Villegas con que se identifica Abel Quezada es éste: y en particular, en el poder central he- “A los hombres de la Revolución puede “ LOS PÚBLICOS DE ABEL cho y deshecho por los gobernantes de juzgárseles ya con seguridad: fueron QUEZADA SIEMPRE FUERON este país. magníficos destructores, pero nada de Su tiempo lo marcaron innumera- lo que crearon para sustituir a lo des- VARIADOS Y GRANDES, COMO bles crisis, pero muy en particular la truido ha resultado indiscutiblemen- que Daniel Cosío Villegas señaló a fi- te mejor”. SUELEN SERLO LAS REFINADAS nes de los novecientos cuarenta al El tema de la deshonestidad en la BARBARIES DE LA PRENSA . afirmar que todos los hombres de la vida pública salió de los murmullos Revolución Mexicana, sin exceptuar de la calle, de donde lo recogieron nu- a ninguno, habían resultado inferio- merosos escritores y artistas desde como por ejemplo se hacía en el Gil res a las exigencias de ella, y al soste- la hora de la década armada. No fue la Blas Cómico. ner que si el curso de la Revolución excepción Cosío Villegas. Abel Que- Muy rara vez grave, el espacio de Mexicana se había malogrado era obra zada, menos. Abel Quezada fue asimismo amplia de la “deshonestidad de los gobernan- Los comedidos comentarios gráfi- alacena de afeites satíricos y paños tes revolucionarios”. cos del dibujante, o bien sus editoria- de encanto cómico. Sin embargo, a tal Así lo planteó Cosío Villegas en “La les ilustrados, con los que él mismo grado insistió en sus cartones en la pe- crisis en México”, un ensayo que salió identificó y justificó su quehacer co- queñez y en la deshonestidad de la al encuentro de sus primeros lectores mo presunto caricaturista sin arte, red pública mexicana que, desde 1959, en las páginas de Cuadernos Ameri- siempre se dieron la mano con una de uno de sus comentaristas identificó canos. A saber si Abel Quezada fue las prácticas editoriales más comunes como blancos predilectos de nuestro o no uno de ellos. Lo que parece in- en las publicaciones periódicas ilustra- evangelista gráfico tanto a los “políti- controvertible, a juzgar por la amplia das del siglo XIX: entrelazar imágenes cos deshonestos que traicionaron los evidencia de los cartones, es que se o viñetas con breves textos de opinión ideales de la Revolución Mexicana” identificaba por lo menos con dos de realizados con una tierna mordacidad, como al nuevo rico, este último repre- sentado en el recurrente personaje con un anillo de diamantes en la nariz, Gastón Billetes (Paul P. Kennedy). Quezada se concentró durante años en la construcción de un mínimo elen- co para depurar en unos cuantos tra- zos su propia versión de la tumultuosa existencia en el país de la muy insigne y famosa Revolución Mexicana. Sus públicos, educados en los hábitos del miedo y la devoción al Poder, de los ru- mores y del medro a racimos, como los documentan páginas de Juan Rulfo y Carlos Fuentes; los públicos de Abel Quezada, decía, siempre fueron varia- dos y grandes, como suelen serlo las refinadas barbaries de la prensa aquí y en todas partes. Y no obstante la variedad de tantos ojos —o en realidad, lo inconmensura- ble de sus lectores—, Quezada rara vez perdió de vista los mandatos de su ofi- cio, siempre impasible, al margen tan- to de la comedia como de la tragedia, como las figuras que dio por acomodar en el primer plano de las pinturas que realizó al final de su vida y cuya trama hay que encontrar en el segundo pla- El fílder del destino, óleo sobre tela, 1972. no de la composición.

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Además de las pérdidas humanas y los daños incalculables, las restricciones que impone la pandemia transforman la conducta de los habitantes del mundo y motivan un sinfín de expresiones que narran cómo algunas personas viven el parteaguas de esta experiencia. El ensayo que publicamos tiene la cualidad de articular, contextualizar y poner en perspectiva una avalancha de propuestas que surgen del video, el cine, la escritura. El mosaico, por demás elocuente, le añade un valor a cada pieza y al conjunto. ESTÉTICA DEL CONFINAMIENTO

RAÚL TREJO DELARBRE @ciberfan

as narraciones de la pandemia Gyllenhaal y Kristen Stewart. La serie Rodrigo Hernández. Armado por Ylia- son breves, directas, emocio- comienza con un corto del director na Alarcón y Hugo Delgado con do- nales. Buscan rescatar el ins- francés Ladj Ly en donde un mucha- cenas de videos enviados a partir de L tante, antes que nada por el cho, en un pueblo francés, entretiene una convocatoria internacional, este afán de hacerlo. El tema de esos rela- el aburrimiento registrando desde el corto de 25 minutos ofrece apreciacio- tos es la circunstancia —diferente para aire, con un dron, los contrastes que nes en primera persona sobre la vida y cada quien— que impone la pandemia hay a su alrededor. La narración del la sobrevivencia en pandemia. Lo que misma. Al encierro se le narra desde confinamiento fue una manera de ver importa, se dice, es la experiencia, “el dentro, en recuentos intimistas o en más allá, sin salir de casa. proceso”. Sin abrazos, reducido e in- contraste con la vida fuera del refugio Más reciente es Distanciamiento so- cluso condenado el contacto físico, la casero. A la tragedia se le opone la rei- cial, también en Netflix. Esa serie de gente busca otras formas de empatía. vindicación de la rutina. ocho capítulos dirigida por Hilary Weis- Una mujer pregunta: “¿qué va a pasar Es pronto para que surjan la gran no- man Graham muestra, con agilidad y con nuestros cuerpos cuando termine vela o la gran película de la pandemia ciertas dosis de sarcasmo, pero tam- la cuarentena?”. y posiblemente nunca aparezcan de- bién con desenlaces trágicos, variadas 40 días, de Richard Zubelzu, mues- bido a que la estética de este confina- vicisitudes en la pandemia: un alco- tra el encierro de un muchacho de 19 miento es de experiencias concretas, hólico que se conecta por Zoom a su años (Javier Acebes) en un departa- en secuencias breves que describen grupo de AA, las disputas familiares mento de Madrid. El joven, que recibe la dilatación del tedio y el tiempo, la durante un funeral a distancia, una pa- por teléfono las llamadas de su madre, tirantez del temor o la repetición de lo reja de gays que intenta mitigar la ru- protagoniza a diario la misma rutina, cotidiano. Las fronteras de los relatos tina, entre otros. en reedición pandémica de El día de la de la pandemia son las ventanas de Más concentrado en las tristezas del marmota. Despertar, mirar por la ven- cada vivienda, más que la imaginación encierro es #Confinados, de dirección tana, asearse, limpiar la casa, tomar cla- o los sueños. colectiva, producido por Inti Cordera, ses en línea, chatear, ver en el televisor Paul y Vicente Montagud, además de al doctor Simón (el responsable en EL ENCIERRO, EN PRIMER PLANO España de conducir las acciones ante En las primeras narraciones audiovi- la epidemia). “Esto parece que no va suales de la pandemia, hechas con “ DISTANCIAMIENTO SOCIAL, a acabar nunca”, se queja, pero un día celulares y computadoras portátiles, se queda sin señal de internet y televi- la espontaneidad reemplazó a la pro- TAMBIÉN EN NETFLIX, MUESTRA sión. Este video de 24 minutos está en ducción sofisticada. Predominan los CON AGILIDAD Y CIERTAS DOSIS Amazon Prime. encuadres fijos, primeros planos, así co- El hogar como espacio para conec- mo la escenografía doméstica. En esos DE SARCASMO, PERO TAMBIÉN tarnos con lo público, la cotidianidad relatos hay pocas sorpresas porque su DESENLACES TRÁGICOS, VARIADAS como experiencia colectiva, el recono- tema central es el confinamiento que cimiento en las actividades de otros de todos padecemos. VICISITUDES EN LA PANDEMIA . nuestra propia y forzada normalidad Diarios de la cuarentena, una inge- durante la pandemia, hacen familiares niosa serie de comedia dirigida esos videos y series. El celular por los españoles Álvaro Fer- permite el registro de esa ruti- nández Armero y David Mar- na acentuada y aplanada por la qués, fue hecha por actores que emergencia sanitaria y, desde filmaron en sus casas. Estrena- luego, por el temor al contagio. da desde abril en la televisión Aunque con cierto énfasis dra- pública de España, fue cuestio- > netflix.com Fuente mático en algunos casos, esas nada porque mostraba ángulos producciones muestran situa- graciosos del confinamiento ciones verosímiles porque re- cuando más aumentaban las plican experiencias parecidas víctimas del nuevo coronavirus. a las que hemos conocido. La Hecho en casa, coordinado por cercanía de la tragedia no anula el director chileno Pablo Larra- la comedia pero le impone un ín para Netflix, reúne 17 episo- contexto de incertidumbre; la dios de cuatro a once minutos, epidemia subraya sin duda nues- de realizadores tan variados tra fragilidad. como Paolo Sorrentino, Natalia Las que se han realizado hasta Beristáin, o las actrices Maggie Distanciamiento social (Hilary Weisman Graham, 2020). ahora son piezas audiovisuales

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ancladas en el realismo. La ficción será para después. Se anuncia ya la pelícu- la Songbird, de Michael Bay, que se ubi- ca en 2024 cuando, según esa historia, el virus del Covid-19 ha mutado y los in- fectados son encerrados en campos de concentración. Ese largometraje fue filmado en julio y no es un relato de la actual pandemia sino una efectista fuga hacia adelante.

NARRADORES ESPONTÁNEOS Y PROFESIONALES La pandemia se ha narrado en primera “ EL ENCIERRO PROPICIÓ UN VUELCO HACIA persona. Más allá del registro perio- dístico, con su aterradora sucesión de LA ESCRITURA. PODRÍA DECIRSE QUE LA SOLEDAD cifras que documentan la incapacidad PROPICIA LA DISPOSICIÓN A ESCRIBIR. de nuestras sociedades para detener los contagios, los relatos personales PERO HA SIDO DIFÍCIL EL AISLAMIENTO EN MEDIO han sido un recurso para sobrellevar el DE CONSTANTES SESIONES POR ZOOM encierro. Narrar el confinamiento ha sido una manera de destejer la madeja Y SATURADOS POR MENSAJES DE WHATSAPP . de la cotidianidad. Nexos abrió una bi- tácora en línea, a la que llamó “Covidia- rio” (en lo sucesivo CV) que comenzó sido editados en dos libros. En cuentos padecemos ya es un logro. “La pande- el 4 de abril con un relato de Ángeles con Rosa. Historias de dos personajes / mia me ha traído muerte, encierro, Mastretta y terminó el 31 de julio con Carmín (352 pp.) y Chocolate (336 pp.), depresión, miedo, caminar sin rum- un texto de Jorge F. Hernández. La publicados por Literálika Editorial y bo”, escribe Laura Velia Vizcarra, de Revista de la Universidad de México que se encuentran disponibles en Kin- Guasave, Sinaloa (Memorias de la publicó del 28 de marzo al 30 de ju- dle, reúnen esas narraciones. cuarentena, al que nos referiremos nio un Diario de la pandemia, cada día Otra compilación es la que hizo Mó- como MC). Álvaro Ruiz Abreu deplora con un autor distinto, que ahora es nica Piñera, quien vive en Utah, Esta- la incomunicación a la que involucio- un libro de 658 páginas coordinado dos Unidos, y les pidió a sus amigos namos: “dejamos de hablar con los de- por Guadalupe Nettel y editado por que redactaran un texto breve sobre más, de escuchar sus historias o sus la UNAM. En Letras Libres la escritora sus vidas en la pandemia. “Algunos vicisitudes. Y la vida está hecha o des- Aloma Rodríguez, que radica en Ma- de los participantes —recuerda— se hecha de esos detalles con el otro” (CV). drid, publicó entre marzo y junio trece sinceraron conmigo al decirme que el Pero en la vida anterior a la pande- entregas de su “Diario del aislamiento”. escrito les sirvió de terapia para sacar mia no siempre conversábamos, como En este confinamiento cada uno de sentimientos atorados”. En Memorias apunta Carlos Eduardo López Cafa- nosotros es uno mismo y su pande- de la cuarentena. Recopilación de rela- ggi: “Una amiga pregunta si, cuando mia, se puede decir recordando a Or- tos escritos durante el confinamiento todo esto pase, nos habremos acostum- tega. Narrar esa circunstancia es un por el Covid-19 (edición para Kindle) brado a platicar como en Zoom: cada recurso para entender, compartir, aparecen 29 de esos textos. uno esperando a que el otro acabe entretener y tolerar el encierro. En la El encierro propició un vuelco crea- de hablar. De ser así, la catástrofe nos presentación del libro publicado por tivo hacia la escritura. Podría decirse, habría dado una lección de pruden- la UNAM, Jorge Volpi explica: “Ocurrían en una primera aproximación, que la cia, aunque probablemente sean mu- tantas cosas en tantas partes, y al mis- soledad propicia la disposición a escri- chas más” (CV). mo tiempo, en el encierro, tan pocas, bir. Pero ha sido difícil el aislamiento Soledad, aislamiento e incertidum- que el diario se convirtió en el medio en medio de constantes sesiones por bre acentúan el temor. “Paso buena más natural para expresar la ansiedad, Zoom y saturados por mensajes de parte de mi día oscilando entre tener la esperanza o el asombro cotidianos”. WhatsApp. Los autores profesionales miedo de que esto no se acabe nunca Coros de variados acentos, esas com- de todos modos escriben. En la recien- y tener miedo de que se acabe”, escri- pilaciones descansan en el registro te FIL de Guadalajara Javier Cercas re- be Natalia Beristáin (CV). El diario, con personal de la pandemia, a veces con cordó: “para un escritor una situación su secuencia cronológica, ayuda a de- miradas que van más lejos y ofrecen así es muy fácil de llevar porque, a fi- limitar los acontecimientos. Por en- explicaciones y cuestionamientos. nal de cuentas, la vida de un escritor es cima de la rutina y sus reiteraciones, Arnoldo Kraus, quien comparte el una vida de encierro”. allí quedan anotadas las circunstan- ejercicio de la medicina con venturo- La coincidencia de autores esporá- cias que, por nimias que sean, hacen sas incursiones en la escritura, escribió dicos y no profesionales con quienes que cada día no sea igual a todos los entre febrero y junio Bitácora de mi lo son de manera constante ha sido demás. Por su parte, Rosa Beltrán des- pandemia (Penguin Random House, consecuencia del asombro, la apren- cribe: “En estos días nuestra vida está 238 pp.). En otro caso y con mucha ra- sión y la perplejidad que nos homo- hecha de escenas. La escena de la in- pidez la editorial Dieci7iete de Monte- geneizan en la epidemia. Jaime Mesa credulidad, primero, la de una leve eu- rrey publicó en mayo La imposibilidad acude en La imposibilidad del encierro foria por vivir un simulacro de asueto; del encierro. Crónicas de una pandemia (libro al que identificamos como IE) a la escena de la zozobra de la que nadie (disponible en Kindle) editado por Jai- las primeras líneas de Historia de dos habla porque es mejor tener buena me Mesa y con textos e imágenes de ca- ciudades, de Dickens: actitud y la más real y prolongada, la torce autores. emperatriz de las escenas, el miedo” En marzo la escritora española Ro- Lo teníamos todo, pero no éramos (Diario de la pandemia, editado por sa Montero organizó, a partir de un dueños de nada, caminábamos de- la UNAM, a partir de aquí DP). Inclusive grupo de Facebook, un taller en línea rechito al cielo pero tomamos cami- el miedo es más comprensible si se le para que los interesados escribieran no a otro lado. En fin, esa época era pone por escrito. cuentos. Dos veces por semana se co- tan parecida a todas las épocas, que Situados en el aislamiento, existen nectaban entre 300 y 600 personas. nada de lo que aquí voy a contar de- quienes prefieren no enterarse de los En una ocasión fueron más de 900, se- bería, en realidad, sorprendernos. detalles de la epidemia. El diario per- gún la propia autora. Esos encuentros sonal no suele incorporar noticias de se mantuvieron más de tres meses. Se CRÓNICAS DEL AHOGO Y EL TEMOR fuera porque su función es mirar hacia trataba, comentó Montero, de “entrete- La pandemia nos desborda, lo trastoca adentro. “No me gusta usar cubrebo- ner la imaginación durante una media y determina todo, nos rebasa. Narrar- cas con tanto calor —escribe María Es- hora, para escapar un poco de la deso- la es una forma de aprehender retazos ther Blanco, de Zapopan, Jalisco, MC—. lación de esos días de plomo”. De esa de ese nuevo e incierto escenario. El Es agobiante recibir tantos mensajes tarea resultaron 168 relatos que han solo reconocimiento del extravío que de WhatsApp sobre el coronavirus; yo,

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igual que el viejo miércoles ya sepulta- do en los venenos del coronavirus”. En otra entrada de su Bitácora, ese médi- co y literato constata: “En las salas de espera inundadas por covids, hoy es domingo, mañana es domingo, siem- pre es domingo”. Y en otra página: “To- do transcurre de otra forma, con otro ritmo. En ocasiones lento, otras veces con vigor. La inflexible rigidez de los horarios se diluye”. Ese tiempo no está disponible para todo lo que quisiéramos. Libertad y vo- “ LA PÉRDIDA DE REFERENCIAS QUE NOS luntad se encuentran sitiadas por los necesarios muros del confinamiento DAN OTROS ESPACIOS IGUALA LOS DÍAS. EL TIEMPO casero. “La paradoja de la cuarentena SE MUEVE INCREÍBLEMENTE RÁPIDO es que la abundancia de tiempo des- entona con la carencia de espacio y E INCREÍBLEMENTE LENTO. LOS MIÉRCOLES provoca impotencia”, corrobora Car- YA NO SE SIENTEN COMO MIÉRCOLES , DICE RHIANA los Eduardo López Cafaggi (CV). “Ahora podemos dormir mucho; el sueño no MEDINA, DESDE SU CONFINAMIENTO EN UTAH . es una pérdida de tiempo”, dice Pame- la Blanco desde Milán, Italia (MC).

de plano, dejé de ver noticias relacio- EL TIEMPO SUSPENDIDO REGISTROS PARA ALTERAR EL DESASTRE nadas con el virus”. La misma reacción En la pandemia el tiempo se relativiza. Cada cotidianidad se parece a las otras. tiene Maribel Vázquez del Mercado: Las horas son elásticas; los días reite- Los relatos de la pandemia no son “Un día más en este encierro y ahora ran el hastío. Pedro Ángel Palou (DP) singulares por su originalidad, ni por sí, soy la loca de la casa. Ya no quiero lo constata: “Me doy cuenta, al escri- su calidad artística, pero nos recono- ver noticias y mucho menos escuchar bir esta crónica, que escribo de hace dos cemos en ellos. Karina Almaraz (IE) las cifras de muertos e infectados por meses como si hubiesen ocurrido identifica la “fascinación con nuestra este incomprensible virus” (en Rosa dos años. Ésa es una de las cosas cu- propia banalidad” y relata: “En ese en- Montero, En cuentos con Rosa / Choco- riosas de este encierro, el tiempo no cierro me sorprendió ver, a través de late). Atisbar más allá de casa implica pasa y al mismo tiempo transcurre las redes sociales, lo sincronizados que distinguir los rasgos más ominosos de velozmente”. Mónica Piñera (MC) re- estamos, lo nada únicos que somos: la pandemia. Dice Arnoldo Kraus: “Las coge estas líneas de autor desconoci- todos tenemos insomnio, no usamos noticias de ayer alarman menos que do: “Hoy no hay prisa para acostarse, / zapatos ni pantalones, ya no aguan- las de hoy. Las de mañana serán peo- no hay prisa para levantarse, / no hay tamos el pelo desarreglado al grado que res. Cada día duele más el dolor ajeno. prisa para bañarse, / no hay prisa para se puso de moda raparse, todos com- No es cuestión de ser fatalista: es la rea- vestirse, / no hay prisa para el café, / no pramos tonterías en línea e incluso he- lidad” (Bitácora de mi pandemia, en ade- hay prisa para el desayuno, / no hay mos llegado a cocinar lo mismo los lante BP). prisa para llevar los niños a la escuela, mismos días”. Luciana Sousa (DP) lo di- También son reales la zozobra y los / no hay prisa para cocinar, / no hay pri- ce de otra manera: “La trampa de la ‘nue- sentimientos. Ana Laura Preciado, de sa para comer. / Hoy ha muerto la prisa va normalidad’ es que es la misma de Puerto Rico (MC) se sincera: “He deja- y ha renacido el tiempo”. antes, sólo que un poco peor”. do que fluya el llanto, por mí, por el La pérdida de referencias que nos dan Narrar la pandemia en una socie- mundo, por la gente que quiero, por otras personas y otros espacios iguala dad desigual es un privilegio, por mu- quienes no conozco, por el dolor ajeno, los días de la pandemia. “El tiempo se cho que la enfermedad nos amenace por la desesperación y por la ansie- mueve increíblemente rápido e increí- a todos. De igual forma Fernanda Pé- dad; por el agradecimiento, por la dicha, blemente lento. Los miércoles ya no se rez Gay Juárez apunta, con razón (CV): por el amor, por las bendiciones, por el sienten como miércoles, y así sucesi- “En la esfera menos afortunada, la hecho de estar. Ha sido una montaña vamente”, dice Rhiana Medina, desde gente pierde su trabajo, su forma de rusa de emociones”. Pamela Salinas su confinamiento en Utah (MC). Veró- subsistir, sus amigos o familiares. En la Parra (IE) se diagnostica: “tratando de nica Mastretta (CV) coincide con esa esfera afortunada, la gente pierde sus no enloquecer de miedo, cansancio sensación: “El covid ha arrasado hasta proyectos, la rutina, la tranquilidad, la físico, agotamiento mental y con un con la percepción que teníamos del motivación o la esperanza de un futu- estrés postraumático cuando todo es- tiempo, y de marzo para acá tenemos ro habitable. En ambas esferas hemos to acabe”. en la mente un amasijo de días y horas perdido libertades”. La estética del confinamiento es emi- confundidos entre sí. La cuenta exacta La pandemia se narra como catarsis nentemente emocional. Un poema del del tiempo ha sufrido un serio revés y y diversión, para expresar angustias y peruano Pável Yábar Gonzales deplora: hoy me parece esquivo e inmanejable, también para reforzar la memoria. “Depresión, Ansiedad, Estrés, / y una como en los sueños”. Hay cierto afán de responsabilidad en receta interminable de ansiolíticos / Vivir como se sueña o, mejor dicho, esa proliferación de testimonios: es pegadas en el techo y tatuadas en la pal- como en dilatada pesadilla. La retórica preciso contarlo, que no se olvide, que ma de la mano. / Las horas no pasan, las de la pandemia registra una subjetivi- sirva de algo. Luis Miguel Aguilar (CV) horas te aplastan, te consumen, / el re- dad acotada por las paredes de casa y recuerda “un verso muy pesimista de cibo aumenta y el pago disminuye...” la indefinición de nuestras agendas. José Emilio Pacheco”: “Nada altera el (“Lírica”, en Revista Notas Contracul- Por su parte, Guadalupe Nettel escribe desastre”. Pero cada versión, cada es- turales, “Edición Resistiendo la Pan- (DP): “Vivimos ahora en un tiempo sus- tampa de la tragedia, son testimonios demia”, número 3, Lima, Perú, edición pendido donde es posible angustiarse, para vivir con el desastre. Los auto- para Kindle). construir futuros atroces y felices, al- res de diarios en la pandemia se miran Cada autor escribe de sí mismo pero bergar esperanzas desmesuradas, reír- a sí mismos como si fueran otro, para el protagonista central, aunque se le se de una misma, tranquilizarse y igualarse con otros. La retórica de la nombra poco, es el virus. “El nuevo vi- hasta hacer algún tipo de introspec- pandemia documenta para la historia rus es el centro de todas las conversa- ción. Tarde o temprano el shock nos pero, antes que nada, es un asidero en ciones y la tristeza nos agobia, se habla ha llegado a todos, pero en diferido, en la tragedia. “Nos gusta que nos cuen- de no salir de las casas y también de la cámara lenta”. ten cosas. Cosas que no sean cifras de falta de suministros. Nada de visitas, Arnoldo Kraus (BP) encuentra que muertos y mascarilla”, escribe Santia- tampoco de paseos. Confinados pasan esa ductilidad del tiempo tiene el efec- go Roncagliolo (DP). Como bien apunta nuestros días”, escribe Débora Mayol to de “hacer que el domingo no sea Kraus (BP): “Cada uno tiene su historia. Parodi en Buenos Aires (En cuentos con como el lunes, ni el lunes como el sá- La pandemia es un mar infinito lleno Rosa / Carmín). bado anterior, ni el miércoles por venir de historias”.

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En el marco de la reciente Feria Internacional del Libro de Guadalajara —realizada de forma virtual— tuvo lugar el coloquio De muro a muro, en cuyas mesas se indagó, desde un enfoque interdisciplinario, en torno a las vertientes de la nueva realidad que enfrentamos a nivel global con la pandemia. Nicolás Alvarado, organizador del encuentro, glosa en estas páginas algunas ideas torales y también preguntas vertidas por los pensadores nacionales e internacionales, de filiaciones disímbolas, que participaron en él. EL VIRUS QUE NOS ABRE LOS OÍDOS

NICOLÁS ALVARADO

ste virus que nos vuelve locos avecindado en Estados Unidos —y an- un mal trabajo pero aprendieron qué se titula un librito pergeña- tes en Asia—, Ian Buruma: salió mal y lo que han logrado ahora do por el filósofo francés es ejemplar”. Lo confirma el econo- E Bernand-Henri Lévy al inicio ¿Por qué no produjo una alerta glo- mista francés Jacques Attali, cuyo más de la pandemia. Su idea central es que bal permanente, una conciencia ge- reciente libro, La economía de la vida nos amenaza no sólo un virus sino el neralizada de la importancia de la —escrito en la pandemia pero de calado virus del virus: un contagio ideologiza- ciencia en nuestras vidas? Quizá más ambicioso que el de Lévy, y cuya do que llevaría a algunos a leer una ad- la Segunda Guerra Mundial le res- traducción al español sigue pendien- monición contra los excesos humanos tó presencia, pero aún así hubo 500 te—, señala sobre el caso sudcoreano: donde no hay sino un patógeno sub- millones de personas infectadas microscópico, carente de inteligencia. —un tercio de la población mun- Asumieron el problema muy tem- “Los virus son tontos; son ciegos... no dial— y murieron 50 millones. De- prano —hace cinco años vivieron hay, en consecuencia, ‘buen uso’, ‘lec- beríamos haber aprendido. ¿Por una epidemia similar a escala me- ción social’ o ‘juicio final’ que esperar qué creímos que las epidemias eran nor. Estuvieron listos desde diciem- de una pandemia”. cosa de tiempos bíblicos, de la Euro- bre con cosas sencillas: cubrebocas, Tiene un punto pero, conforme los pa medieval o los siglos XVI y XVII? pruebas y traza de contactos... Tu- días pasan, éste parece cada vez más li- Ingmar Bergman dijo: “en tiempos vieron pruebas desde el 12 de ene- mitado: el Covid-19 ha puesto en crisis medievales, los hombres temían a ro, es decir, dos semanas antes de su certezas culturales, sociales, políticas la peste; en tiempos modernos te- primer contagio. Luego organizaron y económicas. Obliga a un replantea- men a la bomba atómica”. Pero la el rastreo y aislamiento de gente in- miento de las formas de ser y hacer en bomba atómica no volvió a suceder fectada, sin confinamiento alguno, a las democracias contemporáneas. Es y aquí estamos: como en tiempos no ser el cierre de las escuelas. Aho- un punto de quiebre histórico. bíblicos, el problema es la epide- ra con 53 o 54 millones de habitan- “La pandemia puso en crisis todo mia... El público lo tomó por un ac- tes tienen apenas 400 muertos; el aquello en lo que habíamos creído y nos cidente en la Historia. crecimiento económico se ve sólo li- lleva a pensar cuál debería ser nuestro Podemos destacar El amor en los mitado por el vecindario económico nuevo consenso social”, afirmó hace tiempos del cólera, de García Már- del país... Corea del Sur es un ejem- días el economista mexicano Salo- quez, La peste, de Albert Camus y plo de cómo debemos aprender de món Chertorivski en De muro a muro, El séptimo sello, de Bergman... Pero las lecciones del pasado. coloquio anual de la FIL Guadalajara nada en el arte, la literatura o la his- que este año tuvo como tema El nuevo toria logra acercarse a la Segunda ESCUCHAR EL FUTURO (des)orden post viral. Guerra Mundial, la Guerra Fría. Ha- En efecto, Attali advierte sobre la ne- Tras escuchar a doce de las mentes bía una especie de punto ciego en cesidad de aprender del momento que más lúcidas del mundo ofrecer una nuestra conciencia histórica. vivimos y aprovechar la experiencia perspectiva interdisciplinaria es posi- para prever el futuro: ble derivar una conclusión: hemos lle- Krauze interpela a Buruma sobre si el gado a la era de la escucha y si hemos olvido de la experiencia pandémi- Groucho Marx dijo: “¿Por qué habría de construir futuro, deberá ser no a par- ca tuvo lugar también en Asia, y éste de ocuparme de las próximas gene- tir de discursos verticales sino de la responde: “Una de las razones de que raciones? No han hecho nada por apertura al Otro, a los otros. en Japón, Corea del Sur y Chi- mí”. Es chistoso pero falso. Supo- Me permito erguirme en los na hayan tenido más éxito en ner que nadie nacerá entre hoy hombros de gigantes inte- la contención del coronavi- y el futuro sería un desastre para lectuales para, a partir de lo rus es que usan cubrebocas. cualquiera. Tenemos interés en el dicho en De muro a muro, Los japoneses empezaron a bienestar de las personas que no hacer un prontuario de a qué emplearlo para la gripa, para han nacido aún: es condición de deberán prestar oído las so- impedir el contagio de catarro nuestra supervivencia.

ciedades por venir. > fr.wikipedia.org Fuente en el transporte público desde Si queremos sistemas económi- 1918: es un legado de la epi- cos y políticos sólidos debemos tra- ESCUCHAR EL PASADO demia de influenza”. bajar en favor de las próximas ge- “El Covid nos hace repensar En la mesa sobre la cons- neraciones, estar preparados para por qué la pandemia de in- trucción de un nuevo mode- ocuparnos hoy de los desafíos del fluenza de 1918 no dejó una lo económico, Chertorivski futuro a fin de que, al llegar una marca indeleble”, comenta el alude al ejemplo sudcoreano: amenaza, podamos enfrentarla. Y historiador mexicano Enri- “En 2015, con el MERS —Sín- sabemos cuáles son las muchas que Krauze, en la mesa que drome Respiratorio de Medio amenazas por venir: el clima, las des- comparte con el neerlandés Jacques Attali (1943). Oriente—, Corea del Sur hizo igualdades, otras pandemias.

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Puesto en palabras de Chertorivski, ... no basta que todo el mundo tenga esto supone el cultivo de la flexibili- voz, sino también que tenga oídos. dad en la función pública: “Necesita- Creo que tanto en las democracias mos Estados que reaprendan, que sean nacionales como en la escala glo- flexibles a fin de procesar nueva infor- bal, todos están convencidos de mación y con ella hagan mejor las co- no tener una voz suficientemente Fuente > youtube.com Fuente sas: reorientarse, encontrar vías hacia audible, pero eso sólo funciona si el destino al que quieren llegar pero también escuchamos. con la nueva inteligencia, información Necesitamos aceptar una dife- y evidencia científica, disponibles para rencia que siga siendo tal. Cuando todos”. La pregunta clave es la que ha- encontramos diferencias tendemos ce el diplomático egipcio Mohamed El- a deshacernos de ellas: “todos so- Baradei, Premio Nobel de la Paz por mos uno”. No, somos muy diversos su contribución al desarme nuclear Rocco Ronchi (1957). y priva la idea de que la otredad del cuando fue director de la Agencia In- otro no está bien. ternacional de Energía Atómica de la Mi concepción —la llamo teoría ONU: “Tras ponernos la vacuna, ¿segui- “ HARTMUT ROSA DETECTA UNA de la resonancia— es que es urgen- remos en business as usual? ¿O vamos RAZÓN DE LA SORDERA DE te escuchar al otro, responder con a aprender lecciones elementales?”. nuestra voz y vernos lanzados hacia GOBERNANTES Y GOBERNADOS: ese mundo común que sólo enton- ESCUCHAR LA REALIDAD ces podrá advenir. Es un proceso de En sesión dedicada a explorar la nueva LA ILUSIÓN DE CONTROL QUE NOS HA transformación mutua, necesitamos globalidad, ElBaradei comparte cartel DADO EL PROGRESO, Y QUE POLÍTICOS buscar de manera permanente una con los filósofos Rocco Ronchi, de Ita- forma de trabajar en que escuche- lia, y Hartmut Rosa, de Alemania. Rosa HAN ERIGIDO EN ESTANDARTE . mos y respondamos de un modo —cuyo tema de estudio es la acelera- que nos transforme. Es la única ma- ción de las sociedades contemporá- nera adecuada de lidiar con las dife- neas— detecta una razón de la sordera Este nuevo paradigma es en reali- rencias que tenemos en el mundo. de gobernantes y gobernados: la ilu- dad muy antiguo. El evento pandé- sión de control que nos ha dado el pro- mico retoma una idea clásica de la “Necesitamos movilizarnos al nivel greso, y que políticos —en especial, los política, la que Platón metaforizaba de la sociedad civil”, tercia ElBaradei, populistas— han erigido en estandarte. con el arte cibernético,1 es decir, que “pero la clave es organizarnos, tener el arte del gobierno debe ser análo- objetivos unificados y trabajar juntos... El lema del Brexit fue “Recuperar el go al del piloto de una nave: no ejer- ¿Podemos tener un nuevo paradigma control”, la idea de que es posible ce dominación sobre los elementos, de gobernanza y construir un nuevo dominar políticamente el mundo... no impone su voluntad. Acompaña tipo de democracia, en el que la gente Prometen ignorar los mercados, los movimientos, se regula a partir se sienta representada y participe?”. ignorar la Ley, los medios... El Covid de ellos y los dirige. Puede hacerlo Attali encuentra la avenida para ello nos deja claro que es una ilusión: no porque es parte de esa naturaleza en un cambio de coordenadas: puede haber control total del mun- que querría regular. do. Ofrece una nueva comprensión Echamos en falta una idea de la El modelo en el que estamos hoy, y de la soberanía: no controlar sino política como arte de lo imposible: en el que estaremos cada vez más ser capaces de escuchar y responder. una técnica que confronta un ele- si no actuamos, es el del individua- Creo que ése debería ser el paradig- mento que escapa al control, que lismo. Está en la economía y la polí- ma de la cooperación internacional: por definición es externo a las cosas tica, en todas las dimensiones de no dominar a los demás a través que podemos hacer. La pandemia la vida. Los nuevos medios y las de reglas sino escuchar sus ideas puede llevar a un nuevo modo de redes sociales nos conducen al de- —sobre cualquier tema—, encontrar hacer política que se haga cargo de la sarrollo del individualismo, el egoís- soluciones... Espero que la crisis sea naturaleza como elemento visto en mo, el narcisismo. A escala global, el punto de partida de algo nuevo. su dimensión más incontrolable. eso significa estar encerrado en el propio grupo —eso conduce al popu- Por desgracia, como bien apunta ElBa- ElBaradei espera que “quizá en meses, lismo—, cerrarse en un género espe- radei, no ha sido así: “Lo politizamos, cuando la vacuna haya llegado, vea- cífico, olvidarse de los otros. hicimos que se tratara de quién tiene mos lo tontos que hemos sido en el Para librarnos de la pandemia en la primera vacuna, en lugar de pensar manejo de la pandemia, cuántos mu- el largo plazo es necesario no estar cómo distribuirla de forma equitativa”. rieron por nuestra ineptitud, y par- en la ideología del egoísmo sino en Los gobernantes, advierte Rosa, siguen tamos de ahí para aprender algo”. De el altruismo. No es algo naïf —ser aplicando el paradigma del control a cumplirse su deseo, la política habrá bueno por el mero gusto de serlo— algo que, por definición, escapa a él: “Lo advenido en arte de lo imposible. sino muy racional: lo llamo altruis- que vemos a escala política y social es mo egoísta o altruismo racional. un intento desesperado por recuperar ESCUCHARNOS ENTRE NOSOTROS el control de algo incontrolable. El vi- El Premio Nobel, sin embargo, subra- Rosa cree que el cambio de paradigma rus es símbolo paradigmático de lo no ya: “No estoy seguro de que los líde- es posible, e invoca a Hannah Arendt y controlable”. Su colega Ronchi coin- res de hoy sean capaces de eso. Están NICOLÁS su confianza en la capacidad humana cide y apunta las coordenadas de un distraídos, son miopes, no tienen la ALVARADO para dar a luz lo nuevo: “Los académi- proyecto deseable: la construcción de fuerza para sacar nos de esto. A menos (Ciudad de cos tenemos la obligación de insistir un nuevo paradigma político. que la sociedad civil se movilice, el México, 1975), en que la amenaza sea manejada con paradigma seguirá siendo incorrecto. escritor, miras al futuro abierto”. En las sesio- El evento pandémico mapeado por Necesitamos uno nuevo y basado en promotor cultural nes De muro a muro —disponibles en el colega Rosa trae a la luz un impo- la equidad, en la cooperación: eso es y comunicador, www.demuroamuro.mx—, doce hom- sible e invita a la política a medirse responsabilidad de la sociedad civil”. ha escrito los bres y mujeres de ideas dieron fe de su con él. Por tanto abjura de la idea del Ronchi acota: “No sabíamos que so- libros Con M de compromiso con ello. dominio, para medirse con lo indis- mos uno, pero con la pandemia lo sen- México (2006) ponible... La pandemia revela una timos de inmediato. Ésa es la primera y La ley de Nota dimensión de imposibilidad, obliga virtud del virus: la unificación del pla- Lavoisier (2008), 1 Si bien la acepción más conocida hoy de la a la política a tener lo imposible por neta bajo el plano de la sensibilidad”, así como las palabra “cibernética” es la de lo “creado y regu- objeto. Esto cambia el estatuto del aunque Rosa resulta notablemente me- obras de teatro lado mediante computadora”, en su definición discurso político: ya no dominio ni nos optimista. Si bien es momento Cena de Reyes original es la “ciencia que estudia analogías poder regulador, sino algo que se- de dar voz a la ciudadanía, y el mun- (2011) y Te vuelvo entre los sistemas comunicación de los se- cunda el movimiento de lo vivien- do ha conocido avances en ese sentido a marcar (2014), res vivos y de las máquinas” (DRAE). Ésta deri- te. Es una transformación positiva: (las reivindicaciones de género, racia- entre otros. va del vocablo griego que cita Ronchi; aludía obliga a repensar la política. les y sexuales de tiempos recientes), al “arte de gobernar una nave”.

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MARIANA H, la conductora salvaje, acaba de estrenar su EL CORRIDO DEL segundo libro. A través del vaso (Reservoir Books, 2020) ETERNO RETORNO reúne veintiséis conversaciones con algunos protagonistas twitter.com Por de la escena musical actual. Una horchatota sonora que arroja un diagnóstico insolente sobre ese animal mitológico EL LIBRO AVENTURA CARLOS conocido como rock mexicano. UNA PREGUNTA QUE VELÁZQUEZ El cometido de A través del vaso parte de una premisa NO TIENE RESPUESTA. @Charfornication bastante campechana. Esbozar en unas cuantas páginas un perfil biográfico de los personajes entrevistados. Pero esta QUÉ ES EL ROCK MEXICANO . inocente iniciativa se trastoca. A partir de las confesiones de los músicos comienzan a emerger temas bastante de Fernando Rivera Calderón. El líder de Monocordio se escabrosos: la enfermedad y la muerte, las broncas al sincera y comparte momentos complicados de su vida. interior de cada banda, la lucha por la permanencia en el Y los diálogos que ha sostenido consigo mismo para salir mercado, la inconformidad por el horario destinado en los adelante. Su entrevista es uno de los mejores pasajes del festivales, el demasiado o nulo apoyo en radio, etcétera. libro. A diferencia de muchos de sus colegas, blande la Si bien es cierto, como dice la contraportada, que en A honestidad sin pudor. Sin pose. Y eso se agradece. través del vaso conviven distintos estilos, todo pasa por el Pero también hay muchos momentos de güeva. Y esto tamiz del rock. Y ésa es una de las razones por las que este no constituye un defecto del libro. Se trata, una vez más, libro es un fiel reflejo del rock que se produce en nuestro del espejo que refleja lo que somos. Gran parte del rock país. Un animal amorfo en el que cabe todo. Como lo mexicano y sus actores son de güeva. Mariana H bien podría demuestran los carteles de festivales. En una jornada bien haber eliminado estos pasajes. Qué bueno que no lo hizo. pueden alternar los Tigres del Norte con Caifanes o Fobia Porque el retrato del panorama sería engañoso. Hay pasajes con los Ángeles Azules. O Natalia Lafourcade con Molotov. bastante aburridos. Sin embargo es necesario leerlos para El rock mexicano se ha desdibujado en las últimas décadas. reconocer por qué el relevo generacional no termina de Y A través del vaso da cuenta de ello. producirse y seguimos escuchando las mismas canciones Otra de las cosas que desnudan esta serie de entrevistas que hace veinte años. es el ego estratosférico que poseen algunos intérpretes de Este libro, que comenzó con una inocente charla nuestro rock. Un ego que no se corresponde con la calidad de cantina, acabó por convertirse en un resumen de musical de los increpados. La modestia no es cualidad del los vicios, las ineptitudes y flaquezas de nuestro rock. músico nacional. Hay de todo. Desde aquel que se queja Me encantaría decir que también de sus virtudes, pero del mainstream siendo él mismo el mainstream, hasta los desafortunadamente son muy pocas, poquísimas. En este privilegiados que se quejan de la falta de apoyo. A través del sentido A través del vaso era un libro necesario, urgente, que vaso es un documento que evidencia de manera clarísima debería existir desde hace tiempo y que ahora llega gracias a las pobres correspondencias entre nuestra tradición rockera Mariana H. Como toda antología, no están todos los que son y sus estrellas. ni son todos los que están. Una de las ausencias que más me Por ejemplo, hay músicos que a través de sus respuestas hacen ruido es la del Warpig. Pero al parecer ya se prepara dejan entrever una formación musical de primer nivel, una segunda entrega. La que seguro se conformará también además de una erudición sin límites (hablan de grandes de algunas divas y músicos de verdad. figuras con conocimiento) que no es traducida en la música A través del vaso aventura una pregunta que no tiene de sus respectivas bandas. La marca registrada del rock respuesta. Qué es el rock mexicano. ¿Existe? Si alguien mexicano es la autocomplacencia. La autocrítica no es una tiene una respuesta por favor que la comparta. Más que práctica común en el músico mexicano promedio. Con una antología de rostros, este libro debe apreciarse como un honrosas excepciones. análisis del fan que somos. Porque finalmente es el público A T R A V É S Una de esas excepciones es Jaime López. Su entrevista mexicano el que consume este rock avejentado. Somos es de las mejores del libro. Junto con la de Sergio Arau y la nosotros los que pagamos. D E L V A S O

2020 HA SIDO el año más extraño de nuestras vidas. Es LA CANCIÓN #6 muy posible que también sea el que más música hayamos escuchado gracias a la tecnología, enriqueciendo a los TRES WARREN MURIÓ EN Por dueños de las plataformas y las redes, y empobreciendo a MARZO. CON ÉL SE TERMINÓ ROGELIO los artistas. Sus vibraciones nos han salvado en el encierro.

exileshmagazine.com EL GRUPO QUE ARMÓ EN No enlisté a los músicos y las músicas que han desfilado GARZA @rogeliogarzap entre mis bocinas, sin embargo, Spotify me reveló al que 2003 CON ELIZABETH HART . más escuché: los Psychic Ills, el quinteto de Nueva York encabezado por el compositor, guitarrista y cantante su tendencia a improvisar sobre piezas atmosféricas que Tres Warren. Los empecé a sintonizar en 2019, mientras rebasaban la media hora, en muerto serán recordados leía Keep Music Evil, de Jesse Valencia, en el que aparecen como exploradores de la mente y la música. como algunos de los hijos putativos del psicodélico The Su sonido es lento en apariencia, pero veloz en esencia. Brian Jonestown Massacre. No tienen ninguna prisa y suelen caer en letargos densos, Pero Tres Warren murió en marzo, a los 41 años, por humeantes, lo que difiere de la mayoría de los grupos causas desconocidas. Con él también se terminó el grupo actuales, leyendas y promesas que no logran bajarse de la que armó en 2003 con su cómplice, la bajista y cantante canción de tres minutos y siguen probando las fórmulas Elizabeth Hart, el guitarrista y tecladista Tom Gluibizzi y del pop a ver con cuál pegan. Los Psychic Ills dejaron una el baterista Brian Tamborello. La célula del grupo siempre discografía interesante: cuatro elepés, cinco epés, cuatro la integraron Warren y Hart, quienes mantuvieron la sencillos y tres compilaciones, desde la música ranchera experimentación a través de los extremos: del country, el profunda de One Track Mind, hasta la electrónica vía Moog folk, la sicodelia y el garage, a la música instrumental, la de Mirror Eye que hará felices a seguidores de Tomita. electrónica, la oriental y el minimalismo ambiental. Con Para mí son como una maldición, por fin encuentras eso crearon un sonido hipnótico y alucinante. Desde el a un grupo que te engancha y entonces desaparece. güero Beck en los noventa, que uno recuerde pocos se Fue una lástima perder su actuación cuando tocaron habían arrojado a tal empresa musical poseídos por el por acá en 2018, sin cabeza ya no queda oportunidad de L O S espíritu zappatista del fallecido Frank, envueltos en una disfrutar el sonido de la mantis eléctrica. Música extraña bruma sicoactiva. En vivo se consideraban jam band por para días extraños. PSYCHIC ILLS

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FILO LUMINOSO ace cuatro años, cuando Trump estremeció al mundo Por al derrotar a Hillary Clinton, los NAIEF YEHYA Hdemócratas trataron de explicar el monumental error de los encuestadores @nyehya y expertos responsabilizando a granjas > espinof.com Fuente de bots rusos y conspiraciones que involucraban al propio Putin. La respuesta en realidad era doméstica y estaba en el descontento acumulado de las masas rurales, la clase obrera y los pobres. Numerosas comunidades, tras haber votado por Obama dos veces, dieron su voto a Trump en un fatídico HILLBILLY, UNA revés. Entonces, los liberales buscaron descifrar lo que pasaba por la mente de ELEGÍA RURAL, esos grupos marginales y oprimidos Glenn Close y Amy Adams en Hillbilly, una elegía rural. que los habían traicionado y eligieron a DE RON HOWARD J. D. Vance, un nativo de Appalachia, quien escapó de la La Historia (con mayúscula) es aquí reducida a fotos pobreza y las drogas al enlistarse como infante de marina y viejas y souvenirs de otras épocas. Nunca se le usa para luego estudiar en Ohio State y en la escuela de leyes de entender las condiciones y a los responsables de la Yale. Vance trabaja en una de las empresas de inversiones desgracia económica y social. La cultura en crisis no tiene de riesgo de Peter Thiel (el voraz billonario fundador de ninguna importancia ante la motivación y necesidad de JD PayPal) y se convirtió en el intérprete oficial del de obtener un puesto que le permita pagar la colegiatura. pensamiento red neck para las élites costeras. Es en esencia Su respuesta consiste en manejar docenas de horas, un propagandista conservador que baraja sin originalidad pagar con tarjetas de crédito un centro de rehabilitación lugares comunes respecto de la superación personal, y regresar a tiempo para la entrevista final. Vance no el trabajo duro y el rechazo a que el gobierno intervenga cuestiona que el país más rico del mundo no ofrezca seguro en la vida de las personas (lo cual se traduce en eliminar médico gratuito a toda la población, ni la crueldad de un regulaciones, cortar programas sociales, médicos y de hospital que echa a la calle a una paciente vulnerable por desarrollo para las comunidades desfavorecidas que viven no tener recursos. Lo que sí hace JD es pasearse inexpresivo en la más abyecta miseria). Su libro Hillbilly, una elegía y confundido mientras Glenn Close y Adams roban cámara rural: Memorias de una familia y una cultura en crisis, tratando inútilmente de rescatar esta cinta del marasmo publicado en 2016, poco antes del ascenso de Trump, acartonado y estéril que es la ilusión hollywoodense de se volvió un bestseller. La adaptación cinematográfica la compasión y solidaridad con los pobres, por la vía del del mismo aparece justo durante el colapso de ese régimen escándalo grotesco, la caricatura y la humillación. y el berrinche del mandatario que se niega a dejar la Howard evita toda complejidad sociológica o filosófica Casa Blanca. y se concentra en una trama de redención con ecos El hecho de que Ron Howard, con su larga trayectoria de de manual de autoayuda. El relato trata sobre dos mediocridad, irrelevancia y buena taquilla dirigiera esta generaciones de madres sufridas. Primero la abuela, adaptación, anunciaba a gritos que el lado sociopolítico Mamaw (Close), como el eje moral de la familia, una mujer del libro sería extirpado para elaborar un producto agresiva y protectora, que lanza frases insultantes —pero manipulador y mercenario, cargado de emocionalidad sabias— y termina reemplazando a su hija en la tarea de histérica, con aspiraciones de complacer a un público educar a JD. Mamaw a su vez escapó de su pueblo natal, liberal con complejos de culpa. La incoherencia arranca Jackson, Kentucky, para ir en busca de una mejor vida con el absurdo del título: Hillbilly, una elegía rural. No a Middletown, Ohio, pero ahí también se encontró con se cantan elegías a los vivos y a pesar de sus múltiples cierres de fábricas y violencia doméstica. Y segundo, predicamentos y ruina económica, Appalachia y el la madre de JD, Bev, quien pasa en un suspiro de ser una Cinturón de la Biblia están muy lejos de extinguirse. La mujer cariñosa a una psicópata dispuesta a estrellar su guionista Vanessa Taylor (La forma del agua) realizó una coche y matarse junto con su hijo. adaptación caótica del libro, que se desarrolla a saltos entre Para Howard no es importante mostrar cómo cayó Bev en 1997 y 2011. La historia brinca entre flashbacks que la adicción, más allá de explicar que había sido una buena eventualmente se tornan en dos líneas temporales, casi dos estudiante, que debió renunciar a una educación para películas, una cargada de gritos y furia y la otra de angustia cuidar a sus hijos y que con muchos sacrificios terminó y ambición, que en vez de revelar algo importante sobre estudios de enfermería. La tragedia de Bev es mostrada los personajes y su situación simplemente es un ping pong fuera del contexto de la devastación causada por la redundante y del todo sobreexplicativo. epidemia de adicción a los opiáceos que estratégicamente El protagonista JD (Owen Asztalos) crece entre tragedias, desató la empresa Purdue Pharma, así como se ignora el carencias y disfuncionalidad familiar. Su madre, Bev impacto de las escandalosas limitaciones de la protección (Amy Adams) es una adicta, con problemas emocionales y social. Al final, se nos informa en un considerado intertítulo psicológicos intensos. Más tarde, JD adulto (Gabriel Basso) que Bev ha dejado las drogas. Más que el desarrollo de un “ SE NOS INFORMA trata de ser contratado para una pasantía como asistente personaje tenemos un PowerPoint con final feliz. legal en una prestigiosa firma de abogados, a pesar de los En un sentido, la cinta de Howard resulta más honesta de QUE BEV prejuicios de clase de sus futuros colegas. Tenemos así la lo que podría imaginarse ya que retrata la inhumanidad HA DEJADO infaltable escena de la confusión ante los vinos blancos de la percepción de Vance y sus aliados republicanos: y el gran número de tenedores en la mesa de un banquete. la comunidad es irrelevante ante el éxito profesional- LAS DROGAS. MÁS Pero JD es tan brillante y talentoso que sabemos que monetario del héroe. Ésta es una celebración de un QUE EL DESARROLLO triunfará, con un poco de ayuda de su devota novia capitalismo sin regulaciones ni protección para los de origen hindú, Usha (Freida Pinto). En medio del ciudadanos, generoso y tolerante con las corporaciones, DE UN PERSONAJE nerviosismo de las entrevistas de trabajo, JD recibe una ya sean aseguradoras médicas, empresas mineras, TENEMOS llamada de su hermana (Haley Bennett) para anunciarle siderúrgicas e instituciones de educación superior. La que su madre ha tenido otra sobredosis de heroína frivolidad de la cinta se resume en que si bien no tiene UN POWERPOINT y tiene que regresar a ayudarles. A riesgo de perderlo respuestas para entender la mentalidad de los blancos CON FINAL FELIZ . todo viaja para rescatar a su madre, quien no tiene hogar pobres rurales, incluye una oportunidad para Adams y ni seguro médico que la proteja. Close de por fin llevarse un Oscar.

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