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1 Adela Lucía Eduarda de la Santísima Trinidad Almerich Cardet La última amante de un rey romántico. Entre la historia y la leyenda 2 Norberto Mesado Oliver Con la colaboración de Ramón López Sales y Mª. Teresa Beatriz Navarrete. La muerte no llega con la vejez, sino con el olvido (Gabriel García Márquez) A otras tantas Adelas que, en el anonimato del silencio y el olvido, lucharon por una sociedad más libre. a Marc i Carles, els meus fills. Burriana, 2007. ÍNDICE Agradecimientos 3 1- A modo de prólogo 2- El escrito de D. Eduardo Ranch Fuster 3- Burriana en la segunda mitad del siglo XIX 4- Francisco Tárrega Eixea en Burriana 5- El recuerdo de Adela Lucía Almerich Cardet 6- Las entrevistas 6-1: Gracia y Teresa Juan Barberá 6-2: Dolores López Saborit 6-3: Adela Alonso Pallarés 6-4: Carmen Franch Molés 6-5: Paquita Ramón Safont 6-6: Carmen Piqueres Gaspar 6-7: Rosalía Fenollosa Almerich 6-8: Juán Manuel Arambul Saborit 6-9: Adela Bagán Fenollosa 6-10: Lola Serra Cabrera 6-11: Isabel Amiguet Monsonís 6-12: Eugenia Moliner Ferrer 6-13: Carmen Carda Vilar 7- Adela en las “Memorias” del periodista y político Vicente Marco Miranda 8- En busca de Pascual Almerich Puchades, el padre de Adela Lucía 9- En busca de la identidad de Adela Lucía Almerich Cardet y de su esposo Matías Cantavella Mompó 10- Tras Matías Cantavella Mompó. La 3ª Guerra Carlista y la 1ª Guerra Cubana 11- Matías Cantavella Mompó en el libro de entierros de blancos de Caibarién, Cuba, y la defunción en Burriana de Vicenta Cardet Daudí, madre de Adela Lucía Almerich 12- La “Tenda d´Art Porcar”. Dos óleos sorprendentes del pintor José Brel 13- El levantamiento del general Martínez Campos en Sagunt. Una visión nueva de D. Joaquín Peris Fuentes dentro del entresijo de la de otros historiadores 14- El tren de su Majestad el Rey, y el desastre causado por el Mijares y la Rambla de la Viuda 4 15- Hay que distraer al Rey. Otro manuscrito inédito de Joaquín Peris Fuentes 16- Alfonso XII entre la vida y la muerte. Otra versión de Joaquín Peris Fuentes 17- El secreto Pacto del Pardo. Una posible vía para su esclarecimiento 18- Nacimiento de Alfonso XIII 19- El Caserón de Medrano 20- Francisco Fenollosa Prior, un terrateniente atractivo señor de La Regenta 21- Aquellos manuscritos de Adela Lucía Almerich que no fueron incinerados 22- Adela Lucía Almerich en el madrileño Gran Hotel de París. Su carta nº 1 23- Adela Lucía Almerich en el balneario de Florencio Monlleó. La Vilavella 24- ¿Quién fue el General Blanco? 25- Adela Lucía Almerich Cardet, vecina de Castelló 26- El casamiento de Francisco Fenollosa Pérez, con Adelita N. Almerich. Los hijos. 27- El óbito de Adela Lucía Almerich Cardet 28- El inicio de un diario interrumpido 39- ¿Fue Adela Lucía Almerich “La Cubana”? 30- ¿Quién fue Milá? NOTAS FINALES (Bibliografía) ADDENDAS I- Una magna custodia procesional, con joyas de la reina María Cristina de Habsburgo Lorena II- Algunos bienes muebles de Adela, procedentes de su chalet III- Un cuento recuperado: El príncipe y la hija del leñador IV- Adela frente al Ayuntamiento de Vila-real V- Informe de personalidad de Dñª Adela Almerich Cardet Agradecimientos Cuando la corte o la nobleza viaja, los cronistas y periodistas de todo lugar se 5 afanan en reseñar su paso y sus andanzas, por minúsculas que éstas sean, en periódicos y crónicas largas; pero cuando estos lo hacen con “otra corte”, más o menos oculta, suele haber un silencio prieto. Y es fácil escrutar lo primero y difícil, o casi imposible, lo segundo. Cuando esto se intenta hay que afanarse por preguntar al pueblo coetáneo, si es que aún llegamos a tiempo, ya que la historia oral (aquella “memoria histórica”) es corta y rápidamente sufre roturas. Con ella se suelen entretejer otros sueños, y otros olvidos. Si no llegamos del todo, habrá que suplir lo perdido auscultando los restos minúsculos para poderlos, si se consigue, hilvanar. Después, todo ello se agranda con documentos, si se consiguen, que custodian los archivos para despertar y hacer latir de nuevo aquellas tradiciones que nos siguen conmoviendo, y que puede que aún llegamos de pequeños a oír de labios de nuestros mayores. Este es el caso de Adela, una de las mujeres que, se cuenta, tuvo amores con un rey tan romántico como fue Su Majestad D. Alfonso XII. En esta red, enmarañada perennemente, hay que intentar esclarecer cuanto se captura, sea poco o mucho, casi siempre de acuerdo con la paciencia y buena suerte del investigador. A veces entre el pescado menudo sale uno grueso, o excesivamente orondo, y entonces hay que recordar aquella frase atribuida a Bertrand Duguesclin cuando ayudando a su dueño Enrique II este hundía el puñal en el pecho de D. Pedro de Castilla, denominado el Cruel (un rey que en el decir del cronista López de Ayala “dormía poco e amó mucho mujeres [y] fue cobdicioso de allegar tesoros e joyas”): “ni quito ni pongo rey, pero ayudo a mi señor”. Un poco de todo esto tiene la narración histórica que hoy tienes en tus manos. Si te agrada nos sentiremos satisfechos pues nada hemos cobrado por ella, pese a los muchos gastos y viajes; y si no... que Dios nos pille confesados, ya que nosotros ni ponemos ni quitamos, aunque como me dirá el historiador y amigo Pere María Orts i Bosch en carta de fecha 1 de mayo de 2001: “no faça de diendes i badomies”; pero hemos contribuido, por respeto a una tradición oral, a las habladurías y a los infundios, pues de ellos se vale muchas veces la investigación para poder alcanzar aquella meta propuesta: el recuerdo hondo. En el presente caso intentaremos, con las evocaciones casi perdidas, acercarnos a una mujer “moderna” y valiente que supo ponerse por montera aquella España profunda en la que los prejuicios, bien orquestados por la oligarquía y la iglesia, frustraron la libertad al pueblo. Sobre el tablero de la historia rodaban los dados... y la suerte estaba echada: ¿Qué otra cosa podía hacer Adela sino amar con pasión romántica para escribir su propia vida? En cualquier caso tiene nuestro perdón si es que tuvo culpa. Por ello recordamos a Jesús de Nazaret, el cual, al dirigirse a una de las mujeres que le acompañaban, le dijo: “Mucho se te perdonará porque has amado mucho”. En agradecimiento, citamos a: 6 D. Eugenio Díaz Manteca, Director del Archivo Histórico de la Diputación de Castellón; D. Juan Vicente Hernández, Coronel Director del Instituto de Historia y Cultura Militar del Archivo General Militar de Segovia; Teniente Coronel Ricardo Pardo Camacho, Director del "Aula Militar Bermúdez de Castro", Castelló; Excma. Sra. Dª Isabel Allende, Embajadora de Cuba en Madrid; al Dr. Eusebio Leal Spengler, historiador de la ciudad de La Habana (Cuba); a Dª Inmaculada Nieto Aldea, notario-archivero de Castelló; a Dª Mª Dolores Parra Arcas, Jefe del Negociado de Archivo Histórico de la ciudad de Granada; Dª María Aparicio Bonache, Jefa de Organización y Personal del Colegio Notarial de Valencia; Drs. Carles Pitarch y María Teresa Oller, musicólogos; Sr. Enric M. Cuñat Sesé, Alcalde Presidente del Ayuntamiento de Alfara del Patriarca; Dr. Manuel Martí i Martínez, del Departament d´Historia Contemporània de la Universidad de Valencia; Dª Mª del Carmen González-Blanco Aguilar, Directora del Archivo General del Ministerio de Fomento; Dª María Luisa Conde Villaverde, Directora del Archivo General de la Administración (Alcalá de Henares, Madrid); D. Vicente Gil Vicent, Director del Arxiu Històric de Vila-real; D. Antonio Luque García, Consejero Técnico del Ministerio de Justicia; Dª María Lourdes de Juan, Directora del Hotel París de Madrid; Dr. Ernest Ortoll, del Museu Frederic Marès de Barcelona; y a D. Joan Vicent Cavaller, Director del Museu d´Història de La Vilavella (Castelló). Y, muy en especial, a nuestro antedicho amigo el laureado historiador valenciano Sr. D. Pere María Orts i Bosch, a quien debemos un sinnúmero de consultas sobre personajes y políticos de la Restauración; así como a Dª Matilde Fenollosa Capella, dueña de la bella finca de “La Regenta”, Burriana, quien nos ha facilitado las únicas cartas conservadas tanto de Adela como de su padre Francisco, y algunas de las fotografías que ilustran el libro. El agradecimiento, también, a los Juzgados de Almassora en las personas de Dª María Pilar González, Dñª María Pilar Vicent Moliner, y D. Manuel Albiol Francisco; de Burriana en los amigos D Juan Cumbau Palmer, D. José Luis Dosdá Ros, Dª Mª Dolores Vilar Cantavella, Dª Mª Gloria Vallés García y a Dª Carmen Ibáñez Ibáñez; de Castelló, Dª Maricarmen Queral, y Dª Maricarmen Ripollés; y de Vila-real, D. Benito Almazán. Igualmente damos las gracias a cuantos hemos entrevistado y figuran en el texto del presente estudio histórico, la mayoría de los cuales (los nacidos prácticamente con el siglo XX) nos dejaban al poco tiempo. Sus palabras no sólo nos acercan a la propia protagonista, Adela Lucía, sino, también, a los inicios de Les Alqueries como colectividad y crisol de cuanto hoy se ha gestado: su independencia. Y no creemos equivocarnos al decir que Adela Lucía Almerich Cardet, aún no habiendo nacido aquí, es su figura más representativa. Su paso almizcló y sazonó otras vidas, y su perfume sigue perdurando en este pueblo. Hacemos también extensivo el agradecimiento a Dª Victoria Serrano i Arroyo por haber llevado a término la revisión de los textos en valenciano; a Dª Lourdes Burdeus Díaz- Tendero, y a D. José Luís Gil Cabrera, amigos de siempre, por la revisión del conjunto de la obra.