Idomeneo Re Di Creta.Pdf
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89 Idomeneo rè di creta Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791) ÓPERA SERIA EN TRES ACTOS, KV 366. MÚSICA DE WOLFGANG AMADEUS MOZART (1756-1791). LIBRETO DE GIOVANNI BATTISTA VARESCO, BASADO EN LA OBRA IDOMÉNÉE (1712) DE ANTOINE DANCHET, SOBRE LA OBRA TEATRAL HOMÓNIMA (1705) DE PROSPER JOLYOT DE CRÉBILLON. ESTRENADA EN EL RESIDENZ- THEATER DE MÚNICH EL 29 DE ENERO DE 1781. ESTRENADA EN EL TEATRO REAL DE MADRID EL 17 DE JULIO DE 2008. VERSIÓN REVISADA POR WOLFGANG AMADEUS MOZART, ESTRENADA EN EL PALACIO DE AUERSPERG DE VIENA EL 10 DE MARZO DE 1786. NUEVA PRODUCCIÓN DEL TEATRO REAL, EN COPRODUCCIÓN CON LA CANADIAN OPERA COMPANY DE TORONTO Y EL TEATRO DELL’OPERA DI ROMA Director musical: Ivor Bolton Director de escena: Robert Carsen Escenógrafos: Robert Carsen / Luis Fernando Carvalho Iluminadores: Robert Carsen / Peter Van Praet Figurinista: Petra Reinhardt Coreógrafo: Marco Berriel Diseñador de vídeo: Will Duke Director del coro: Andrés Máspero Idomeneo: Eric Cutler (19, 21, 23, 25, 27 de febrero; 1 de marzo) Jeremy Ovenden (20, 26, 28 de febrero) Idamante: David Portillo (19, 21, 23, 25, 27 de febrero; 1 de marzo) Anicio Zorzi Giustiniani (20, 26, 28 de febrero) Ilia: Anett Fritsch (19, 21, 23, 25, 27 de febrero; 1 de marzo) Sabina Puértolas (20, 26, 28 de febrero) Elettra: Eleonora Buratto (19, 21, 23, 25, 27 de febrero; 1 de marzo) Hulkar Sabirova (20, 26, 28 de febrero) Arbace: Benjamin Hulett (19, 21, 23, 25, 27 de febrero; 1 de marzo) Krystian Adam (20, 26, 28 de febrero) El Gran Sacerdote de Neptuno: Oliver Johnston La Voz: Alexander Tsymbalyuk Orquesta Titulares del Teatro Real 19, 20, 21, 23, 25, 26, 27, 28 de febrero; 1 de marzo / 19.00 h Salida a la venta 12 de noviembre de 2018 90 Argumento Idomeneo Acto I Sin embargo Idamante corresponde al amor de Ilia y como prueba de esa pasión pone En el palacio real de Creta Ilia, la hija del en libertad a todos los prisioneros troyanos, ges- rey Priamo, deportada a la isla por Idomeneo tras to que provoca el agradecimiento de Ilia al igual la caída de Troya, lamenta su amargo destino. que el de sus coterráneos. Al contrario de Electra Ha surgido en ella un irreprimible sentimiento que no puede reprimir su descontento y su rabia, amoroso hacia Idamante, hijo de Idomeneo, una situación personal conflictiva ya que se trata de celosa de la atención que merece Ilia por parte un griego enemigo. Su tristeza es aún mayor de un muchacho al que ella desesperadamente pues está convencida que el muchacho ama a ama. En plena manifestación de su convulso es- Electra, la hija de Agamenón, también presente tado de ánimo, llega la noticia de que Idomeneo en el lugar tras haber huido de Argos. ha muero en el viaje de vuelta a la patria. 91 En una playa, ante un mar agitado, se Electra, al contrario, ve todos sus anhelos escuchan gritos pidiendo ayuda. El dios de las están a punto de ser satisfechos: recuperará el aguas, Neptuno, calma la tempestad, al mismo trono de Argos y disfrutará de él en compañía tiempo que alcanza la orilla en compañía de va- del hombre que ama: Idamante. rios adeptos Idomeneo, que en realidad sigue En el puerto de Sidón se realizan los últi- aún con vida. El rey se ha salvado merced a la mos preparativos para que la expedición se haga promesa hecha a Neptuno, la de sacrificarle el a la mar; una jornada en calma permite augurar primer ser humano que se encuentra a su llega- una travesía tranquila. Pero repentinamente se da a la isla. Reconoce, horrorizado, en la primera produce una aparatosa tormenta y como surgida persona que se le acerca a su hijo Idamante al de la misma un enorme monstruo emerge ame- que por esa espeluznante promesa a la marítima nazante de las agitadas aguas. Los presentes se deidad, acaba rechazando ante el asombro y la preguntan quién habrá podido despertar la ira tribulación del joven que es incapaz de entender del dios marítimo y entonces Idomeneo se con- tal actitud. fiesa culpable. Todos huyen dispersados por la Con el mar ya en completa calma las tro- tempestad. pas desembarcan recibidas con cantos y danzas por el pueblo cretense, una alegría generalizada Acto III que contrasta con los sombríos humores de pa- En unos encantadores jardines que rodean dre e hijo, Idomeneo e Idamante. el palacio cretense es el lugar idóneo para que Acto II Ilia acabe confesando sin reservas su amor por Idamante. Este se la acerca apenado, preguntán- En el palacio real Idomeneo se confía a dose por el extraño comportamiento de su padre su allegado de mayor confianza, Arbace, a quien ya que aún no ha llegado a saber los motivos de hace saber el secreto que le atormenta y para el tal actitud. Ha decidido enfrentarse al monstruo que no sabe hallar una solución viable. Arbace, y librar al pueblo cretense de esa imprevista ame- para evitar el sacrificio filial, aconseja que aleje naza. Los cuatro actores principales de la trage- de la isla a Idamante y que en esa huida le acom- dia, Idomeneo, Idamante, Ilia y Electra, juntos pañe Electra quien será reintegrada así al trono expresan los respectivos estados de ánimo que paterno que le corresponde. en ese momento les preocupan. Entretanto Idomeneo llega a saber el amor Mientras Idamante parte a enfrentarse que une a Idamante con Ilia lo cual agrava toda- con el monstruo, el pueblo se reúne bajo la guía vía más sus remordimientos considerando que la de Arbate intentado hablar con Idomeneo. En la inocente muchacha es otra víctima más de esos plaza principal de la ciudad es donde tiene lugar infaustos hechos y de su actuación. un encuentro en el que sacerdote y quienes le 92 93 acompañan exigen al rey que este cumpla ya su Pero cuando Idomeneo alza su mano dis- promesa a Neptuno, pese a que todos se hacen puesto a matar a Idamante pese a los impotentes eco del horror que supone el humano sacrificio ruegos de Ilia, se produce un temblor de tierra y que ha de cumplirse. se oye imponente la voz del dios Neptuno. Este dictamina que Idomeneo ha de renunciar al tro- En el templo de Neptuno va a tener lugar la no en favor de Idamante quien ha de disfrutar de cruenta ceremonia. Apenas finalizada la plegaria él en compañía de Ilia. Esa es la condición que introductoria al acto se escuchan unos gritos de pone el dios para olvidar el juramento debido. júbilo: Idamante ha dado muerte al monstruo. Electra enloquece de ira y desesperación. Sabedor por fin del misterioso comportamiento Idomeneo renuncia al trono de Creta y todos fe- paterno, se arrodilla ante Idomeneo dispuesto a lices bailan y cantan alabanzas al Amor, a Ime- que se cumpla el sacrificio. neo y a Juno. 94 Idomeneo Andrés Ruiz Tarazona La leyenda edificios en las excavaciones arqueológicas del pasado siglo, fueron sus ciudades principales. La mayor de las islas del Archipiélago, o mar Egeo, es la llamada Creta. Civilizada des- Han aparecido allí muy bellos objetos ar- de tiempos remotos, su potente cultura urbana tísticos, vasos con pinturas de gran realismo y alcanzó el apogeo en el periodo micénico, entre frescos preciosos del Idomeneo que reinó duran- los años 1600 y 1400 antes de Cristo. Invadida te el periodo helénico de la antigüedad clásica y por los aqueos poco después, no por ello perdió su renombre proviene de la importante partici- su importancia comercial y cultural. Cnosos y pación que tuvo durante la guerra de Troya, ciu- Festos, donde se han descubierto importantes dad de Asia Menor inmortalizada por Homero 95 en la Ilíada cuatro siglos después de aquella gue- elección de la más hermosa entre las tres importan- rra. En el Canto XIII del fabuloso poema, Merio- tes diosas Hera, Atenea y Afrodita. Paris entregó la nes y el monarca cretense cambian a su llegada famosa manzana de Eride (la Discordia) “para la la suerte del ala izquierda del campo de batalla. más hermosa”, a esta última diosa del Amor, y fue Idomeneo pese que era ya de cierta edad, (“en- ella, quien, reconocida, prometió entregar a Paris la trecano” se dice en la edición y traducción de mujer más bella del mundo: Helena, entonces en la Ilíada por Antonio López Eire), causó páni- Esparta como esposa que era de Menelao. co entre los troyanos “por su vigor comparable Afrodita logró que Helena se enamorase a una llama”. Mató a tres de los más valerosos guerreros de Troya: a Asio, a Alcátoo, casado con de Paris y partiese voluntariamente (esto último Hipodamia (una de las hijas de Anquises), y a es discutible) en su nave hacia Troya. Pero to- Ostrineo, el prometido de Casandra, la más ele- dos aquellos pretendientes de Helena, antes de gante entre las hijas del rey Priamo de Troya. La sus nupcias con el micénico Menelao, se habían presencia de Idomeneo en el combate, con un conjurado a defenderla caballerosamente fren- yelmo adornado de colmillos de jabalí, y un es- te a cualquier acechanza, fuese quien fuese el cudo en el que campeaba un gallo pintado, pues elegido por ella, y se pusieron a las órdenes de él se consideraba descendiente del Sol, imponía Agamenón para rescatarla de las manos troyanas terror al enemigo. Se ofreció para luchar contra y devolverla a su legítimo esposo. Así comenzó la el príncipe troyano Héctor, aunque no lo lograra guerra de Troya si accedía el átrida a compartir el por el sorteo; defendió las naves griegas cuando mando con él.