Arte Religioso En La Diócesis De Valladolid
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ESTUDIOSDEL PATRIMONIO 09 CULTURAL noviembre 2012. www.sercam.es LA PROVINCIA JESUÍTICA DEL PARAGUAY ARQUITECTURA PASTORIL ETNOBIOLOGÍA EN LAS ARRIBES EN LOS JARDINES DE LA GRANJA ARTE EN LA DIÓCESIS DE VALLADOLID VENDEDORES AMBULANTES LAWRENCE & WOOLLEY 09 I ESTUDIOS DEL PATRIMONIO CULTURAL 76 ARTE RELIGIOSO EN LA DIÓCESIS DE VALLADOLID José Luis Velasco Martínez Delegado Diocesano de Patrimonio. Diócesis de Valladolid. Castilla y León está sembrada de iglesias, ermitas y elementos tanto en madera como platerías, bronces y otros objetos artísticos. Mucho se va conociendo, pero aún hay mucho camino por recorrer. Frases lapidarias han enfatizado algunas cosas: románico palentino, ca- mino de Santiago, etc., pero en esto no se resume toda la realidad. Palabras clave: Arte, arquitectura, Castilla y León, diócesis de Valladolid. 09 I ESTUDIOS DEL PATRIMONIO CULTURAL 77 DIÓCESIS La Diócesis de Valladolid cuenta, entre la zona urbana y rural, con trescientas siete parroquias, de las que cincuenta y cuatro están en el municipio de la capital y doscientas cincuenta y tres en el resto de la provincia. Si a estas cifras añadimos las relativas a las ermitas, con al menos una en cada pueblo -y en algunos, varias-, las iglesias que no son parroquias, las iglesias de las cofradías, los conventos y monaste- rios... sumamos más de quinientos monumentos en toda la provincia. A esta realidad arquitectónica hay que añadir los retablos -en número elevadísimo y de variada calidad y época-, las artes decorativas -de muy variado valor-, la documentación custodiada en los archivos, otro capítulo importantísimo de la cultura inédita de Valladolid - magníficas bulas, escrituras, cartas de fundación...-. Estos continentes, en número y calidad, y sus contenidos suponen la gran realidad patrimonial a la que hay que dar una respuesta hoy de cara al mañana. Se ha realizado un intenso trabajo en su conservación, con sus sombras, evidentemente, pero con un gran colectivo humano dedicado a la protección del patrimonio cultural religioso. En este sentido, el cam- bio de pensamiento que se ha producido en los últimos años ha sido ciertamente revelador: Los convenios entre la Diputación de Valladolid, la Junta de Castilla y León y el Arzobispado de Valladolid, han ofrecido excelentes frutos en la protección de nuestras iglesias, y se han aportado cantidades presupuestarias sig- nificativas para enderezar el patrimonio rural. La Junta de Castilla y León, a través de la Dirección General de Patrimonio, con la legislación específica que se va gestando sobre los bienes protegidos, los llamados BIC (Bien de Interés Cultural), está encargada de la custodia de sesenta y dos templos, entre ellos la ermita de Santa Ana (Pozuelo de la Orden), única ermita declarada BIC y ejemplo de arquitectura por su rareza. También Fomento, en su capítulo de vivienda, ha realizado muy excelentes restauraciones, como la iglesia románica de Trigueros del Valle. Sin embargo, la Junta de Castilla y León, en su sección de Patrimonio, debe enfrentarse al reto de la protección de un ingente número de monumentos distribuidos por toda la comunidad. En Valladolid hay dos iglesias mozárabes: Wamba y San Cebrián de Mazote, y aunque el románico pasa inadvertido y hay que reavivarlo, cuenta la diócesis con la iglesia de Arroyo de la Encomienda, que, aun no siendo BIC, es una joya del románico, o, entre otros, los tres ábsides románicos de Santervás de Campos de excepcional cali- dad. La evolución del siglo XV hizo desaparecieran gran parte de aquellas iglesias pequeñas del románico, para sustituirlas por las nuevas construcciones del plateresco y renacimiento que llenan nuestra geografía. La evolución y crecimiento de los pueblos, en definitiva, destruyó la riqueza románica, por ello hoy pre- dominan las iglesias góticas, renacentistas y barrocas. Pocas luces, en lo artístico, podemos añadir de los tiempos modernos, en los que, quizá, sobresalgan las iglesias de nueva ejecución de Torrelago en Laguna 09 I ESTUDIOS DEL PATRIMONIO CULTURAL 78 de Duero y La Flecha, en Arroyo de la Encomienda. Vamos a detenernos en dos iglesias restauradas por la Dirección General de Patrimonio: San Pedro de Alaejos y Nuestra Señora de la Asunción en Rueda. Parroquia de San Pedro de Alaejos, ejemplo del Renacimiento. En el siglo XVI se produce una situación de crecimiento y desarrollo de la villa de Alaejos que dará como fruto la construcción de dos parroquias, San Pedro y Santa María, con sus torres que anuncian que hay vida humana y religiosa, señorío de los Fonseca y riqueza en el lugar. San Pedro, construida en ladrillo, tiene planta de tres naves, ábside poligonal, bóveda de crucería de ladrillo con nervaduras muy finas formando estrellas, toda ella policromada con grisallas. Las naves están separadas por arcos de medio punto. En el presbiterio destaca el Retablo Mayor, renacentista, fechado en 1603, obra de Juan Sáez de Torrecilla. Otros retablos y mobiliario, así como la luz y el sonido, han sido ob- jeto de una restauración integral. A los pies se levanta esbelta torre de ladrillo de cinco cuerpos separados por azulejería, con remate octogonal y cúpula apuntada y coronada por chapitel. Las intervenciones sobre este edificio se han desarrollado a lo largo de varios años ya que se optó por una restauración integral y por fases. Así, la Dirección General nombró un arquitecto encargado del proyecto, y determinó las líneas a seguir; posteriormente se presentó el proyecto, que fue estudiado téc- nicamente para pasar, luego, a las valoraciones económicas y su final aprobación. Salió después la obra a pública subasta anunciada en el BOE y se adjudicó a la empresa que se encargaría de la ejecución material. Todo este proceso administrativo se alargó a lo largo de todo un año. En la primera fase, se actuó sobre los tejados, los paramentos exteriores y la torre, así como en el tratamiento de humedades. Estudios, levanta- miento de planos, cantidad de empresas y estudios para cada una de las cosas que se observan llevaron a un proyecto que se revisó por los técnicos de la Dirección General para sacarlo a subasta para contratistas cualificados por la letra K. De ellos, se escogió al que ejecutaría la obra. Esta labor y su acabado costaría varios años. Realizada esta fase se pasó, en una segunda etapa, al interior, con sus paramentos y bóvedas pintadas de grisallas. Bóvedas y paramentos verticales (no se han tocado los pavimentos), volvieron a formar el pro- yecto de la segunda etapa: Estudios, diferentes puntos de vista para proceder a su restauración, andamia- jes según la ley europea que tejieron todo el interior del templo... Capítulo especial supone la intervención sobre las bóvedas policromadas de grisallas, labor manual y técnica llevada a cabo por la empresa Granda, 09 I ESTUDIOS DEL PATRIMONIO CULTURAL 79 Iglesia de San Pedro, Alaejos. Foto: SERCAM 09 I ESTUDIOS DEL PATRIMONIO CULTURAL 80 y la restauración del Retablo Mayor y limpieza de los demás altares, verjas, puertas, etc. El resultado fue la configuración de un conjunto de gran belleza en la que la luz procedente de las ventanas y la iluminación adecuada, resaltan tal cantidad de detalles y matices que podemos gozar de las obras bellas restauradas. Desde el inicio hasta la entrega de la obra, han sido varios años, pero se ha realizado una labor com- pleta que ha devuelto su ser original y vivo a la iglesia parroquial de San Pedro de Alaejos. Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, Rueda, ejemplo del Barroco. El resurgimiento de Rueda sucedió en el siglo XVII, bonanza que se mantuvo por un tiempo y que con- llevó la construcción de un nuevo templo barroco. Se eligió como arquitecto a Manuel Serrano, vallisoleta- no afincado en Madrid y vinculado a Reales Obras como el palacio de la Granja de San Ildefonso o el palacio de Aranjuez. Traído por el obispo de Sigüenza para construir la iglesia de su pueblo, Renedo, al acabar, en 1736, se le encomendó el proyecto de Rueda. Los vecinos de la localidad hicieron notar taxativamente que fuera él y no otro quien se encargase de la obra por entera satisfacción que de él tienen… y lo acredita la mis- ma experiencia en la obra de la iglesia nueva que ha fabricado en el lugar de Renedo y otras partes, que es el más hábil perito idóneo para fabricar la iglesia de esta villa1. Este dato no significa otra cosa que el aprecio de los vecinos de Rueda por la obra de su nuevo templo. Esa era también la descripción del Obispado de Valla- dolid: Tiene esta villa una parroquia y suntuosa iglesia, fabricada en estos últimos años con toda hermosura y simetría de las obras modernas (Ortega y Rubio). Antonio Ponz en su Viaje de España (Tomo XII, pág. 621) no es así de optimista y afirma que la iglesia parroquial, sin embargo de las alabanzas que le dan sus naturales, es un estupendo aborto del arte, señaladamente su gran fachada, compitiendo en ella la arquitectura y escul- tura sobre cuál ha de ser peor. Sobre gustos no hay nada escrito. En cualquier caso, son las iglesias de Renedo y Rueda las únicas levantadas por Serrano en la diócesis de Valladolid, y, concretamente, la iglesia de Rueda pasa por un excepcional ejemplo, y no sólo vallisoleta- no, del barroco nacional. Sólo conserva de la etapa anterior la esbelta torre de ladrillo del siglo XVI, el resto es barroco en edifico, muebles y retablos. Qué gozo es ver esa unidad de yeserías, retablos y demás objetos que se usan para el culto. Afirmamos su pensamiento barroco y una única obra en la Diócesis de Valladolid con todos los ele- mentos barrocos. Mucho y bueno. La fachada, cuál altar ascendente entre guirnaldas y columnas con la 1 Ortega y Rubio: Los pueblos de la provincia de Valladolid.