ENTREGADO: 2004 MEMORIAS DE ARQUEOLOGÍA 13 • 1998 • PÁGS. 581-602

PROSPECCIÓN MINERO-METALÚRGICA ANTIGUA EN LA SIERRA DE CARTAGENA Y SU TERRITORIO ADYACENTE

JUAN ANTONIO ANTOLINOS MARÍN

Palabras clave: Prospección arqueológica, minería y metalurgia antigua en Carthago Noua, poblamiento romano.

Resumen: Las prospecciones arqueológicas que hemos desarrollado en estos últimos años en la sierra de Cartagena y su territorio adyacente, motivadas por la investigación que esta- mos abordando acerca de la minería y metalurgia antigua en el distrito de Carthago Noua, nos han permitido registrar más de un centenar de yacimientos arqueológicos y etnográficos de distintas adscripciones culturales, la mayoría de ellos relacionados con las actividades minero-metalúrgicas, aunque también se han constatado otros asentamientos con distintas y variadas funcionalidades.

Keywords: Archaeological prospection, ancient mining and metallurgy in Carthago Noua, Roman village.

Summary: The archaeological prospections we have developed during the last years in the sierra of Cartagena and its surroundings are included in our investigation works about ancient mining and metallurgy in the region of Carthago Noua. These prospections have allowed us to catalogue more than a hundred of archaeological and ethnographic sites from different cultural origins. Although most of them are relationed with mining and metallur- gical activities, it has been proved however the existence of another locations with various and different purposes. MEMORIAS DE ARQUEOLOGÍA 13

INTRODUCCIÓN Menor y sus islas al este, la Rambla de Miranda al norte y el camino de la Hilada o antigua Vía Augusta al oeste, En 1997 iniciamos nuestra principal línea de inves- concretamente la carretera que desde el monumento tigación, relacionada con la industria funerario de la Torre Ciega, situado en las afueras de minero-metalúrgica romana en el distrito de Carthago Cartagena, se dirige en dirección norte a las actuales Noua, bajo la dirección del actual catedrático de poblaciones de La Aparecida, La Puebla y San Javier, Arqueología de la Universidad de Murcia, Sebastián F. respectivamente5. Ramallo Asensio1. Lógicamente, tuvimos la necesidad Lógicamente, no podíamos llevar a cabo una pros- de comenzar el estudio solicitando al Servicio de pección intensiva de cobertura total del área descrita Patrimonio Histórico de la Comunidad Autónoma de por la gran superficie que representaba, pero sí podía- la Región de Murcia el correspondiente permiso de mos aproximarnos a las zonas menos prospectadas y prospección arqueológica en la sierra de Cartagena2, desconocidas en esos momentos por la investigación una de las principales zonas mineras explotadas en la actual, además de visitar los yacimientos ya difundidos antigüedad3. para revisar y contrastar la documentación de la que Sin embargo, los primeros contactos que tuvimos disponíamos6; de este modo, las tareas previas al traba- con las publicaciones vinculadas con la minería nos jo de campo nos fueron de una gran utilidad, ya que permitió avanzar que no solamente debíamos centrar la estábamos obligados a rentabilizar las salidas y prospec- actuación arqueológica en la sierra minera, sino que ciones por el territorio delimitado. En este sentido, la además debíamos incluir al menos parte del campo de consulta de las referencias bibliográficas, así como la Cartagena, ya que, tal y como veremos más adelante, búsqueda de nuevas fuentes que podían igualmente un buen número de fundiciones e instalaciones meta- ofrecernos nuevos datos de interés, nos fue de un gran lúrgicas romanas se situaban fuera del área inmediata apoyo para adentrarnos en el tema e iniciar las pros- de los criaderos metalíferos. pecciones que, en nuestro caso, podríamos Por tanto, el título de la solicitud4 a la antedicha ins- denominarlas como selectivas. titución quedó reflejada como “Prospección No obstante, la arqueominería precisaba de otras arqueológica en el área oriental del término municipal ciencias indispensables que debían tenerse en cuenta, de Cartagena”, teniendo como límites geográficos el principalmente la geología y la ingeniería de minas, sector comprendido entre la ciudad de Cartagena y el disciplinas a las cuales debimos introducirnos y pro- de Cabo de Palos, la sierra de Cartagena y el fundizar de forma detenida para entender los aspectos Mediterráneo al sur, La Manga del , el Mar asociados con las técnicas de explotación del mineral;

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incluso se trataba de uno de los objetivos esenciales de nuaron destacando la riqueza mineral que poseía la investigación debido a que nunca se había tratado Hispania8. con la importancia que presentaba y merecía. De Si exceptuamos las obras de los historiadores erudi- hecho, cabría decir que una buena parte de la cataloga- tos de España de los siglos XVIII y XIX, en las que se ción, definición e interpretación de los yacimientos señalaban brevemente –siempre a través de las fuentes arqueológicos que se han descubierto en estos últimos literarias clásicas9– los trabajos en las antiguas minas de años se lo debemos particularmente a los ingenieros de Cartagena y, en general, de la Península Ibérica, el ini- minas de los siglos XIX y XX y, sobre todo, a los que cio de los estudios desde el punto de vista trabajaron en este distrito minero, ya que fueron testi- histórico-arqueológico no se produce hasta principios gos directos de las principales labores mineras romanas del siglo XX, en concreto mediante miembros y cola- y los primeros que las estudiaron, en casi todas las oca- boradores de la Real Academia de la Historia y siones, desde la perspectiva tecnológica. cronistas oficiales de la ciudad portuaria, como Javier Igualmente, la minería antigua iba acompañada de Fuentes y Ponte, González Simancas, Fernández- la metalurgia, si bien a la misma vez se trataba de un Villamarzo, Laymond, Jiménez de Cisneros y Fidel tema completamente independiente aunque, sin lugar Fita10. a dudas, la primera sin la segunda no tenía fundamen- Sin embargo, será a partir de la década de los años to alguno; en cualquier caso, debimos también 40 cuando cambie el panorama debido a una serie de familiarizarnos con los procesos metalúrgicos y los ele- hallazgos en varias zonas mineras de la Península mentos de fundición para mejorar los resultados de la Ibérica, principalmente en los distritos de la parte investigación. meridional. Las investigaciones llevadas a cabo en las Finalmente, tendríamos que decir que las salidas de minas del Coto Fortuna en Mazarrón, publicadas por campo llevadas a cabo en la sierra de Cartagena y su Guillermo Gossé en el nº 4 de la revista Ampurias11, territorio adyacente nos han permitido inventariar y representan una novedosa línea de trabajo vinculada catalogar, tal y como era de esperar, yacimientos con la arqueología minera, si bien tendríamos que arqueológicos que no están relacionados con la indus- subrayar que el citado artículo de Gossé, tanto el texto tria minero-metalúrgica antigua; por otro lado, se han como los dibujos, es un plagio de la obra “España clasificado varios de época moderna que presentan un Prehistórica” de Luis Siret, finalizada en 1891 y pre- gran interés desde el punto de vista etnográfico, histó- sentada un año después al premio Martorell12. rico y cultural. En esas mismas fechas y de forma casi simultánea, Fernández de Avilés realiza en el Cabezo Agudo de La BREVE RESEÑA HISTORIOGRÁFICA SOBRE Unión una intervención arqueológica y pone al descu- LA MINERÍA Y LA METALURGIA ANTIGUA EN bierto un poblado minero antiguo –tradicionalmente CARTHAGO NOUA denominado iberorromano cuando en realidad se trata de un asentamiento romano de época republicana– Las primeras referencias acerca de las minas de situado junto al complejo minero más característico de Carthago Noua proceden del historiador griego Polibio la sierra de Cartagena, el Cabezo Rajao13; aunque fue y, aunque su texto se perdió, quedó parcialmente regis- excavado parcialmente, halló restos de habitaciones y trado gracias a las notas recogidas en el libro III de la recuperó una gran cantidad de materiales y objetos, Geografía de Estrabón, si bien omitiendo el largo pro- escorias de plomo y fragmentos de litargirio14. Poco ceso de laboreo de las minas argentíferas, y señalando tiempo después, Antonio Beltrán ordenará y catalogará únicamente unos concisos datos sobre la situación y todos los materiales existentes en el Museo extensión que ocupaban en el sureste peninsular, la des- Arqueológico Municipal de Cartagena, lo que le lleva a cripción de uno de los métodos utilizados en el lavado presentar un amplio número de útiles y elementos del mineral, así como algún aspecto relacionado con la mineros recuperados en las explotaciones de Cartagena administración de las minas7. Después de este texto no y Mazarrón, exponiéndolos finalmente en una sala tenemos documentación escrita que nos hable directa- dedicada con exclusividad a esta industria15. mente de la minería romana en Cartagena, a pesar de Los tres artículos citados anteriormente permitirán que contamos con otros autores posteriores que conti- la divulgación y el inicio del estudio de la minería

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romana hispánica, ya que hasta el momento sólo investigación por medio de los profesores Ramallo encontrábamos respuestas en las fuentes literarias Asensio y Arana Castillo, a través de la excavación y greco-latinas. En cualquier caso, el panorama se verá estudio del horno de fundición romano de Loma de parcialmente paralizado durante varios años –aunque si Las Herrerías (Mazarrón, Murcia)22, tratándose por bien se realizaron algunas investigaciones16– hasta que tanto de la primera conexión entre dos disciplinas en en los años 60 se vuelve a retomar el interés científico principio distantes. que suscitó un tiempo antes la minería romana, princi- Así pues, fruto de los resultados alcanzados ante- palmente con las aportaciones de Blanco Freijeiro y riormente y debido a otros hallazgos relacionados con Luzón17, abriéndose los estudios a otras vertientes his- la metalurgia, varios profesores de la Universidad de tóricas como la jurídica, administrativa o social, e Murcia desarrollan un proyecto de investigación entre igualmente destacando ciertas anotaciones del distrito 1988 y 1990, con el título “Evolución y tecnología de minero de Carthago Noua. los procesos metalúrgicos en el Sureste de la Península En este sentido, tendríamos que subrayar la labor Ibérica durante el I milenio a.C.”, basado principal- realizada por Claude Domergue sobre la minería y la mente en el estudio de la documentación arqueológica metalurgia antigua en la provincia de Murcia. Así pues, que estaban proporcionando los yacimientos del pobla- inicia las investigaciones de las cartelas de los lingotes do del Bronce Final-Hierro I del Castellar de Librilla, de plomo hallados en los dragados del puerto de el de la Edad del Hierro de Punta de Gavilanes de Cartagena, llevando a cabo una sistematización crono- Mazarrón y Santa Catalina del Monte en Verdolay, del lógica de éstos, así como de las familias itálicas poblado ibérico de Coimbra del Barranco Ancho de vinculadas con estas actividades metalúrgicas18. No obs- Jumilla, y el ya aludido de época romana de Loma de tante, otro de los asuntos interesantes que desarrolló Herrerías de Mazarrón23. durante este tiempo fue el de llevar a cabo una serie de Paralelamente a este proyecto salen a la luz dos de prospecciones por las principales zonas mineras de la las obras más importantes de minería antigua, llevadas sierra de Cartagena que en esos momentos estaba a cabo por Claude Domergue: en 1987 publica explotando la sociedad francesa Peñarroya; de este “Catalogue des mines et fonderies antiques de la modo, estudió y catalogó tanto las minas antiguas que Péninsule Ibérique”, donde recopila, como el título se estaban descubriendo como diversas piezas vincula- indica, un catálogo de todas las minas y fundiciones das con las labores extractivas, como la interesante que se conocían en el suelo hispánico; por otro lado, en bomba de Ctesibio, publicada varias décadas más 1990 completa el trabajo anterior publicando “Les tarde19. mines de la Péninsule Ibérique dans l’antiquité romai- En 1975 el profesor de la Universidad de Murcia ne”, donde presenta una puesta al día de lo que se Javier R. García del Toro defiende su tesis doctoral conocía hasta el momento de cada uno de los aspectos “Trilogía económica de Cartagena en la Edad Antigua. implicados en la industria minera –geológicos, tecno- Estudio histórico-arqueológico”, examinando tres de lógicos, económicos, sociales y administrativos– de la los aspectos más destacados de las actividades produc- Península Ibérica; sin lugar a dudas, la documentación tivas del entorno de la ciudad portuaria, la minería, el del distrito de Carthago Noua que nos ofrecen dichas esparto y las salazones de pescado20; en particular, reali- obras sobresale ampliamente por la información de los za una revisión de las fuentes literarias antiguas así restos analizados. como de los materiales depositados en los museos En la década de los años 90 las investigaciones acer- arqueológicos de Murcia y Cartagena. ca de la minería antigua continúan, destacando el A partir de la siguiente década comienza a debatir- seminario “Minería y metalurgia en la España prerro- se el apoyo de otras ciencias afines a la arqueología para mana y romana”, celebrado en Fuenteovejuna en 1992, complementar las interpretaciones finales de algunos con motivo de los seminarios de verano “Fons de los restos arqueológicos que entran en esta faceta; en Mellaria” que dirigía Vaquerizo Gil, miembro del Área este sentido, la arqueometalurgia21 adquiere un papel de Arqueología de la Universidad de Córdoba24; dos preponderante en la definición de las técnicas y los pro- años más tarde se publica dicho seminario con la pre- cesos metalúrgicos empleados en la antigüedad. La sentación del último estado de la cuestión de la minería Universidad de Murcia se une a esta tendencia de y la metalurgia en los diferentes distritos de la

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Península Ibérica, incluyendo el de Cartagena, realiza- nes– como las realizadas “a cielo abierto”, los depósitos do por Ramallo Asensio y Berrocal Caparrós25. de estériles o terreras producidas a consecuencia de la Por otro lado, Berrocal Caparrós continuó con este antedicha explotación, y las zonas de infraestructuras tipo de estudios ejecutando la carta arqueológica del relacionadas con éstas, como dependencias anexas, municipio de La Unión26 y varias intervenciones en la almacenes, cobertizos, etc. Sierra de Cartagena27; igualmente, en el término muni- Durante la reactivación minera de los siglos XIX y cipal de Mazarrón se iniciaron algunas prospecciones XX se descubrieron las principales labores romanas vin- en los cotos mineros de San Cristóbal y Los Perules, culadas con esta industria31, entre las que cabría con el objeto de inventariar el patrimonio minero- destacar las del Cerro del Sancti Spiritus32 para las exca- metalúrgico para su posterior protección y vaciones subterráneas y el Cabezo Rajao33 para las conservación28. Finalmente, profesores e investigadores realizadas “a cielo abierto”, si bien en este coto minero de la Universidad de Murcia y del Consejo Superior de también sobresalieron los minados interiores; en cuan- Investigaciones Científicas están llevando a cabo las to a los depósitos de estériles o terreras antiguas el más más recientes investigaciones y realizando colaboracio- importante fue el denominado Hoyo del Agua34, situa- nes conjuntas en proyectos relacionados con la minería do al norte del Sancti Spiritus. antigua29. Por nuestra parte, se han catalogado principalmen- te excavaciones subterráneas, en concreto pozos en RESULTADOS DE LAS PROSPECCIONES Tajos Cortados (Láminas 1 y 2), Cabezo del Atalayón, ARQUEOLÓGICAS EN LA SIERRA DE Barranco del Moro o Fuente del Sapo, y galerías en el CARTAGENA Y SU TERRITORIO ADYACENTE Barranco del Francés, Rambla del Abenque (Láminas 3 y 4), Cabezo de Trujillo y Mina Balsa (Láminas 5 y 6). Las prospecciones que hemos desarrollado en la sie- En alguna ocasión se han observado pequeñas explota- rra de Cartagena y su territorio adyacente han ciones superficiales “a cielo abierto”, concretamente en permitido inventariar más de una centena de yaci- el Estrecho de San Ginés y en el Collado de Don Juan; mientos arqueológicos y etnográficos de diferentes en cualquier caso, habría que tener en cuenta que las adscripciones culturales y funcionalidades. La mayoría labores del último sistema de explotación citado se dio de éstos son de época romana y están vinculados a las casi con exclusividad en los criaderos metalíferos filo- actividades minero-metalúrgicas, aunque también nianos situados en las zonas volcánicas o eruptivas y, encontramos uillae o establecimientos agropecuarios, como es bien sabido, el coto argentífero con estas talleres de cantería, así como otros de dudosa funcio- características de la sierra de Cartagena es el ya aludido nalidad; por otro lado, los yacimientos etnográficos Cabezo Rajao, aunque también existen pequeños aflo- están relacionados con ocupaciones industriales o arte- ramientos de este tipo en varios sectores de la sierra sanales, como caleras, salinas y fundiciones. minera, como en el Cabezo de Trujillo, igualmente explotado en época romana35. Yacimientos minero-metalúrgicos antiguos Por otro lado, se han documentado pequeñas terre- ras antiguas en la Rambla del Infierno y Cabezo de la A continuación distinguimos los cuatro tipos de Escucha (Lámina 7), situadas junto a labores mineras yacimientos minero-metalúrgicos que hemos diferen- romanas; éstas se componen de tierras mezcladas con ciado (Tablas 1 y 2): labores y establecimientos pequeños nódulos de mineral, substancias estériles per- mineros, instalaciones para el tratamiento previo del tenecientes a la roca encajante donde se ubicaba el mineral, fundiciones, y dependencias de habitación y criadero metalífero y materiales cerámicos de filiación administración. romana. Una amplia mayoría de las labores y establecimien- 1.- Labores y establecimientos mineros (Figura 1) tos mineros de la sierra minera de Cartagena-La Unión datan de los siglos II-I a.C., si bien también tenemos En este grupo incluimos las labores que realizaron evidencias constatadas antes y después de este periodo los romanos para la extracción del mineral30, tanto las de tiempo, concretamente desde finales del siglo III excavaciones subterráneas –pozos, galerías y anchuro- a.C., tal y como queda atestiguado en el Cabezo de la

585 N... Yacimientos arqueológicos Adscripción cultural Funcionalidad 1 La Reona Romana / Moderna Labores mineras 2 Cabezo de la Escucha Ibérica / Romana / Moderna Labores mineras 3 Cabezo del Atalayón Romana / Moderna Labores mineras 4 Bol de los Dentoles Romana / Moderna Labores mineras 5 Cucón del Lobo Romana / Moderna Labores mineras 6 Tajos Cortados Romana / Moderna Labores mineras 7 Cabezo de San Ginés Romana / Moderna Labores mineras 8 Cabezo de Ponce Romana / Moderna Labores mineras 9 Collado de Don Juan Romana / Moderna Labores mineras 10 Sancti Spiritus Romana / Moderna Labores mineras 11 Peña del Águila Romana / Moderna Labores mineras 12 Barranco del Moro Romana / Moderna Labores mineras 13 Collado de las Tinajas Romana / Moderna Labores mineras 14 Rambla del Infierno Romana / Moderna Labores mineras 15 Rambla de la Boltada Romana / Moderna Labores mineras 16 Rambla del Abenque Romana / Moderna Labores mineras 17 Cabezo del Pino Romana / Moderna Labores mineras 18 Las Colmenas Romana / Moderna Labores mineras 19 Lomo de los Lobos Romana / Moderna Labores mineras 20 EL Gorguel Romana / Moderna Labores mineras 21 Cuestas de las Lajas Romana / Moderna Labores mineras 22 El Descargador Romana / Moderna Labores mineras 23 Montes Francis Romana / Moderna Labores mineras 24 Cabezo Rajao Romana / Moderna Labores mineras 25 Cabezo de los Cuernos Romana / Moderna Labores mineras 26 Cabezo Porpuz Romana / Moderna Labores mineras 27 Cerro de la Campana Romana / Moderna Labores mineras 28 Cabezo Trujillo Romana / Moderna Labores mineras 29 Cruz Chiquita Romana / Moderna Labores mineras 30 Barranco del Francés Romana / Moderna Labores mineras

Tabla 1. Principales labores mineras antiguas en la sierra de Cartagena. PROSPECCIÓN MINERO-METALÚRGICA ANTIGUA EN LA SIERRA DE CARTAGENA Y SU TERRITORIO ADYACENTE

Figura 1: Situación de las principales labores mineras antiguas de la sierra de Cartagena.

Escucha y Mina Balsa, hasta el siglo I d.C., con los tes- sa cantidad de metal que podían obtenerse en las fun- timonios de la Fuente del Sapo (Cabezo de Trujillo) y diciones. En consecuencia, debieron solventar este Las Calesas (Peña del Águila), entre otros lugares. inconveniente realizando un tratamiento previo del mineral, que consistía en el estrío, trituración, lavado y 2.- Instalaciones para el tratamiento previo del mineral concentración, logrando de este modo aumentar el volumen de mineral beneficiable y, por tanto, alcanzar El segundo tipo lo formarían los yacimientos un mayor rendimiento durante el proceso de fundi- arqueológicos asociados al proceso de concentración y ción36. tratamiento del mineral, con plazas destinadas a la tri- Los testimonios arqueológicos permiten señalar que turación y lavado del mineral, incluyendo los depósitos este tipo de yacimientos pueden localizarse indistinta- de estériles procedentes tanto de la molturación de las mente junto a las labores o instalaciones mineras menas como de los residuos procedentes del lavado (Rambla del Abenque) y en los centros de fundición antiguo. (Gachero de los Urrutias, Escorial de Lo Poyo). Se Los criaderos de galena argentífera de la sierra de caracterizan por presentar lavaderos de mineral Cartagena se han caracterizado siempre por su comple- (Barranco del Moro; Los Ruices II; Lámina 8) y mate- jidad y baja ley en plata; este hecho supuso un riales o elementos arqueológicos relacionados con la problema en la industria metalúrgica tanto antigua trituración del mineral, como molinos circulares (Mina como moderna, ya que los esfuerzos realizados en la Balsa) y bloques pétreos –las denominadas “piedras con extracción del mineral no se rentabilizaban por la esca- cazoletas”– empleados como soporte para la moltura-

587 N... Yacimientos arqueológicos Localidad-Paraje/Municipio Adscripción cultural Funcionalidad 31 Los Ferreres Los Beatos /Cartagena Romana Fundición 32 La Cañada Los Beatos /Cartagena Romana/Islámica Fundición 33 Rolandi Los Beatos /Cartagena Romana Fundición 34 El Carrilete El Algar /Cartagena Romana Fundición 35 La Atalaya I El Algar /Cartagena Romana Fundición 36 La Atalaya II El Algar /Cartagena Romana Fundición 37 Los Sáez El Algar /Cartagena Romana Fundición 38 Fuente del Sapo El Algar /Cartagena Romana Minero-Metalúrgico 39 Rambla de Trujillo El Algar /Cartagena Romana/Islámica Minero-Metalúrgico* 40 Los Ruíces II El Algar /Cartagena Romana Fundición 41 Escorial del Tiro de Pichón El Algar /Cartagena Romana Fundición 42 Montes Francis El Algar /Cartagena Romana Instalación Minera 43 Cabezo Marcelino II Media Legua /Cartagena Romana Minero-Metalúrgico 44 El Carmolí Pequeño Los Urrutias /Cartagena Ibérica/Romana Fundición 45 El Gachero de Los Urrutias Los Urrutias /Cartagena Romana Fundición 46 El Pino Los Urrutias /Cartagena Romana Fundición 47 Molino del Miedo Los Urrutias /Cartagena Romana Fundición 48 Las Calesas Peña del Águila/Cartagena Romana Fundición 49 Escorial de Los Riscales Los Camachos/Cartagena Romana Fundición 50 Escorial del Ventura Los Camachos/Cartagena Romana Fundición 51 Cabezo Otahonero II Los Camachos/Cartagena Romana Fundición 52 Salinas de Lo Poyo Los Nietos/Cartagena Romana Fundición 53 Escorial de Lo Poyo Los Nietos/Cartagena Romana Fundición 54 El Beal El Beal/Cartagena Romana Fundición 55 Rambla del Beal El Beal/Cartagena Romana Fundición 56 Mina Blanca El Beal/Cartagena Romana Instalación Minera 57 Rambla de Las Cobaticas Calblanque/Cartagena Romana Fundición 58 Salinas de Calblanque Calblanque/Cartagena Romana Fundición 59 Las Ratoneras Calblanque/Cartagena Romana Instalación Minera 60 Los Simones Escombreras/Cartagena Romana Fundición 61 Rambla del Abenque El Gorquel/La Unión Romana Minero-Metalúrgico* PROSPECCIÓN MINERO-METALÚRGICA ANTIGUA EN LA SIERRA DE CARTAGENA Y SU TERRITORIO ADYACENTE

62 Playa del Gorguel El Gorquel/La Unión Romana Minero-Metalúrgico 63 Isla Perdiguera Mar Menor Romana Fundición 64 El Descargador El Descargador/La Unión Romana Instalación Minera 65 Barranco del Moro Barranco del Moro/Cartagena Romana Instalación Minera* 66 Barranco del Fránces I Llano del Beal/Cartagena Romana Instalación Minera 67 Barranco del Fránces II Llano del Beal/Cartagena Romana Instalación Minera 68 Los Pajarillos Llano del Beal/Cartagena Romana Minero-Metalúrgico 69 Collado de Don Juan Llano del Beal/Cartagena Romana Instalación Minera 70 La Reona Cabo de Palos/Cartagena Romana Instalación Minera 71 Cabezo de la Escucha Cabo de Palos/Cartagena Ibérica/Romana Instalación Minera 72 Rambla del Infierno Portman/La Unión Romana Instalación Minera 73 Mina Balsa II Portman/La Unión Romana Instalación Minera 74 Estrecho de San Ginés Estrechode San Ginés/Cartagena Romana Instalación Minera * Yacimientos con lavaderos o materiales arqueológicos vinculados con el tratamiento previo del mineral. Tabla 2. Yacimientos minero-metalúrgicos antiguos documentados en la sierra y campo de Cartagena.

ción o monda del mineral (Rambla del Abenque; Lámina 9). En cuanto a los residuos procedentes del proceso de lavado del mineral, encontramos en el yaci- miento de la Rambla de Trujillo varios de estos depósitos de estériles, en concreto pueden diferenciarse tres tipos por su morfología, ya que las acumulaciones de residuos de lavado están clasificados por tamaños –a con- secuencia del proceso de decantación del mineral– y únicamente tienen como denominador común los mate- riales cerámicos que contienen.

3.- Fundiciones y escoriales

Se corresponderían con los centros metalúrgicos dedicados a la transformación de las menas argentíferas –una vez finalizados los procesos de estrío, trituración, lavado y concentración del mineral– y los depósitos de escorias o escoriales procedentes del proceso de fundi- ción. Estas factorías se sitúan en las inmediaciones o junto a las labores mineras de la sierra de Cartagena (Los Simones, Los Pajarillos, El Beal), o bien distancia- dos de los yacimientos metalíferos, en particular, tanto Lámina 1: Pozo romano situado en el coto minero de Tajos Cortados (Calblanque). Se trata de un pozo vertical de planta ovalada excavado en en las zonas costeras (El Gachero de los Urrutias, la roca (esquistos), con un eje mayor de aproximadamente 2,15 m y un eje Escorial de Lo Poyo, Isla Perdiguera) como en la propia menor de 1,20 m.

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Lámina 4: Detalle del interior de la galería de la Rambla del Abenque descrita en la lámina precedente.

Lámina 2: Detalle del tramo superior de uno de los hastíales del pozo de Tajos Cortados (Calblanque) descrito en la lámina precedente. Pueden observarse las cavidades rectangulares, de aproximadamente 0,20-0,22 m de lado y 0,08-0,10 m de profundidad, excavadas en la roca a intervalos regulares. Se trata de un método empleado en la antigüedad para poder descender a través de pozos verticales: el acceso hacia el interior de la mina se realizaba labrando en las paredes una serie de huecos o cavidades, a modo de peldaños, y con la ayuda auxiliar de una maroma el minero descendía con facilidad desde la superficie. Este sistema de comunicación se utilizó ampliamente en la industria minera, tal y como lo atestiguan los hallazgos de Aljustrel en Portugal (Domergue, 1983, pp. 13-14, Fig. 11), Río Tinto en Huelva (Luzón, 1970, p. 228, Fig. 8) y Laurium en Grecia (Forbes, 1966, p. 151, Fig. 15; y p. 211, Fig. 24).

Lámina 5: Galería romana situada junto al yacimiento de Mina Balsa. Fue seccionada hace unas décadas debido a los trabajos de preparación de uno de los accesos a la cantera Gloria; está excavada en el terreno natural (esquistos arcillosos) y parcialmente rellena de escombros; el tramo de galería conforma una bóveda de medio punto y presenta casi 3 m de lon- gitud, 1,50 m de altura y 1,10 m de anchura.

llanura del denominado campo de Cartagena (Rolandi, El Pino, El Carrilete), si bien también se ubican en Lámina 3: Entrada a una galería romana inclinada, de 1,20 m de altura y 0,90 m de anchura, situada en la Rambla del Abenque y fortificada en pequeños cerros con ausencia de mineralizaciones (La mampostería en seco con bloques de mármol obtenidos de un aflo- Atalaya, Otahonero). ramiento ubicado junto a ésta.

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Lámina 9: Detalle de dos bloques de caliza empleados en la trituración del Lámina 6: Detalle del lucernario documentado en uno de los hastíales de mineral, localizados in situ en el yacimiento romano de la Rambla del la galería de Mina Balsa anteriormente definida (Lámina 5). El lucenario Abenque. A la izquierda de la imagen se observa un bloque de caliza tiene unas dimensiones medias de 0,16-0,18 m de anchura, 0,12 m de dolomítica con unas dimensiones máximas conservadas de 0,32 x 0,30 x altura y 0,10-0,12 m de profundidad. 0,15 m; presenta una cazoleta de 0,13 m de diámetro y 0’04 m de pro- fundidad. A la derecha encontramos otro bloque de caliza dolomítica con unas dimensiones máximas conservadas de 0,40 x 0,22 x 0,19 m; tiene cazoletas en dos de sus lados mayores, una de 0,15 m de diámetro y 0,08 m de profundidad, y otra de 0,14 m de diámetro y 0,04 m de profundi- dad; además, uno de sus lados menores viene determinado también por otra cazoleta de 0,12 m de diámetro y 0,03 m de profundidad.

Lámina 7: Vista general de una terrera antigua situada en la vertiente septentrional del Cabezo de la Escucha (Cala Reona, Serreta de Cabo de Palos). Este depósito de estériles mineros antiguos contiene fragmentos cerámicos de los siglos IV-II a.C., pequeños nódulos de carbonato de cobre (malaquita) e hidróxidos de hierro, así como materiales estériles (esquistos y cuarcitas) con impregnaciones de óxidos de hierro.

Lámina 10: Vista general del Escorial del Ventura, situado al Oeste del cabezo homónimo. Se trata de un escorial de los siglos II-I a.C. que fue parcialmente beneficiado a mediados del siglo XIX.

En cuanto a los escoriales sólo quedan en la actuali- dad cuatro lomas o colinas de escorias en Lo Poyo, El Gachero de Los Urrutias, Los Riscales y Cabezo Ventura (Lámina 10); en este sentido, sabemos por los ingenieros de minas que a mediados del siglo XIX exis- tían numerosos escoriales en la zona que nos ocupa que fueron explotados para obtener el plomo y la plata que 37 Lámina 8: Pileta realizada en mampostería ordinaria para el lavado del dejaron en ellos los romanos . En cualquier caso, aún mineral, situada y registrada en el yacimiento de Los Ruices II (El Algar). existen importantes concentraciones de escorias anti- Es de planta circular y presenta un diámetro exterior de 2,50 m interior, otro interior de 1,70 m y una profundidad de al menos 0,70 m. guas en El Molino del Miedo, Tiro de Pichón o Fuente

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to de Los Ruices42, lugar donde se hallaron habitaciones pavimentadas en opus signinum decoradas con teselas; igualmente, los materiales arqueológicos recuperados en las prospecciones superficiales del Carrilete en El Algar, Rolandi y La Cañada en Los Beatos43, como tese- las, losetas de mármol y fragmentos de pintura mural, permiten plantear la posibilidad de que además de estar vinculados a las actividades metalúrgicas presenten este tipo de estructuras de habitación.

Otros yacimientos antiguos

Lámina 11: Detalle del escorial de la fundición romana del Beal, corres- pondiente a los siglos II a.C.-I d.C. Esta acumulación de escorias presenta En este apartado incluimos los yacimientos que no un espesor de 0,20-0,45 m y está completamente cubierta por una capa están relacionados con la industria minero-metalúrgica de tierra de casi un metro de altura. antigua, como los talleres de cantería, las uillae o esta- blecimientos agropecuarios y los indeterminados del Sapo; incluso en la fundición romana del Beal (Tabla 3). encontramos un escorial cubierto por una capa de tie- rra de algo menos de un metro de altura (Lámina 11). 1.- Talleres de cantería Desde el punto de vista cronológico las fundiciones coinciden temporalmente con las explotaciones mine- Se ha documentado una serie de zonas de extrac- ras de la sierra de Cartagena, desde finales del siglo III ción de piedra o canteras con huellas antiguas, así a.C. (Rolandi, La Cañada) hasta el siglo I d.C., aunque como los asentamientos o talleres vinculados a éstas; en la mayoría de éstas se encuadran en el momento de total se han constatado tres canteras de explotación de esplendor minero, entre los siglos II y I a.C. andesitas44, siete de calizas45 y dos de mármoles46, con materiales cerámicos de filiación romana que parecen 4.- Dependencias de habitación y administración confirmar su antigüedad. Todas las canteras registradas se explotaron por el En la sierra de Cartagena disponemos de varios sistema denominado “a cielo abierto”, mediante la con- asentamientos vinculados con las explotaciones mine- formación de hiladas de varios bloques, a modo de ro-metalúrgicas aunque con una serie de gradas, y siguiendo la estratigrafía de la roca; también particularidades funcionales y constructivas que se se han detectado ranuras longitudinales (Cantera del diferencian de varios de los yacimientos anteriormente Sabinar), pequeñas cavidades para la introducción de descritos. Sin lugar a dudas, estas actividades precisa- cuñas (Cantera del Cabezo Mingote I, Cantera de La ban estancias de habitación o dormitorio para los Atalaya I; Lámina 12 y 13), así como bloques ya distintos operarios, zonas destinadas al almacenaje y extraídos, aunque semielaborados, que fueron aban- dependencias de administración para que el personal donados debido a una repentina fractura durante el encargado del control, gestión y dirección, pudiera rea- proceso de desbaste (Cantera de la Rambla de lizar y organizar adecuadamente el trabajo en las minas Trujillo; Lámina 14). o en las fundiciones38. De este modo, los departamen- Los yacimientos o talleres de cantería que se han tos pavimentados con losetas cerámicas hallados en los documentado presentan un horizonte cronológico yacimientos de Mina Mercurio39 y Collado de Don comprendido entre el siglo II a.C. y el siglo I d.C., y en Juan40, de opus signinum decorado con teselas de Mina algunos de éstos se ha podido comprobar que están Balsa y el de opus scutulatum del Castillet41 permiten asociados también a otras actividades industriales, en constatar la existencia de este tipo de estancias. particular con la minería y la metalurgia, tal y como Por otro lado, estas estructuras de habitación las sucede en los yacimientos de la Rambla de Trujillo47 y encontramos también en las fundiciones situadas en el Rambla del Abenque48. campo de Cartagena, como en el caso del asentamien-

592 PROSPECCIÓN MINERO-METALÚRGICA ANTIGUA EN LA SIERRA DE CARTAGENA Y SU TERRITORIO ADYACENTE

N... Yacimientos arqueológicos Localidad-Paraje/Municipio Adscripción culural Funcionalidad 75 Lo Clemente I El Algar/Cartagena Romana Villa-Almazara 76 Lo Clemente II El Algar/Cartagena Romana Villa-Almazara 77 Los Boteros El Algar/Cartagena Romana Villa 78 Cantera de La Atalaya I (Andesitas) El Algar/Cartagena Romana Taller de cantería 79 Cantera de La Atalaya II (Andesitas) El Algar/Cartagena Romana Taller de cantería 80 Cantera del Cabezo de Trujillo I (Calizas) El Algar/Cartagena Romana Taller de cantería 81 Cantera del Cabezo de Trujillo II(Calizas) El Algar/Cartagena Romana Taller de cantería 82 Cantera de la Rambla de Trujillo (Mármol) El Algar/Cartagena Romana Taller de cantería 83 Cantera del Carmol (Andesitas) Los Urrutias/Cartagena Romana Taller de cantería 84 Casas del Ventura Los Camachos/Cartagena Romana Villa-Almazara 86 Cantera del Cabezo Mingote I (Calizas) Los Nietos/Cartagena Romana Taller de cantería 87 Cantera del Cabezo Mingote II (Calizas) Los Nietos/Cartagena Romana Taller de cantería 88 Cantera de Las Matildes I (Calizas) El Beal/Cartagena Romana Taller de cantería 89 Cantera de la Rambla del Abenque I (Mármol) El Gorguel/Cartagena Romana Taller de cantería 90 Roche Roche/La Unión Romana Indeterminado 91 Casas del Escorial del Ventura Cartagena Romana Indeterminado 92 Los Roses La Puebla/Cartagena Romana Villa-Almazara 93 Casas Grandes La Palma/Cartagena Romana Villa-Almazara 94 Cementerio Viejo de Los Belones Los Belones/Cartagena Romana Indeterminado 95 Cala de Las Mulas Los Belones/Cartagena Romana Indeterminado 96 Cantera del Cabezo de la Fuente (Calizas) Los Belones/Cartagena Romana Taller de cantería 97 Lo Gallego San Félix/Cartagena Romana Indeterminado 98 Cantera del Sabinar (Calizas) El Sabinar/Cartagena Romana Taller de cantería 99 Cantera del Cabezo Beaza (Andesitas) Torre Ciega/Cartagena Romana Taller de cantería

Tabla 3. Otros yacimientos antiguos constatados en la sierra y campo de Cartagena.

2.- Villas o establecimientos agropecuarios de algunas de las piezas que se han constatado en al menos cinco de estos yacimientos permiten definir en Entre los yacimientos registrados se han documen- cierta medida la funcionalidad que podrían adquirir; tado seis que por su situación espacial, particularidades probablemente, se trate de uillae relacionadas con la del entorno en el que se ubican, los materiales y ele- producción de aceite (Lo Clemente I, Lo Clemente II, mentos arqueológicos asociados a éstos, podrían Casas del Ventura, Casas Grandes y Los Roses), a tenor relacionarse con asentamientos agropecuarios o villas de los pies o bases de prensa (Láminas 15 y 16) y piezas agrícolas. No obstante, las características morfológicas asociadas a la molturación de la aceituna (Lámina 17),

593 Lámina 13: Detalle de un bloque andesítico a medio extraer hallado en la Lámina 12: Detalle de un frente de explotación correspondiente a la can- cantera de La Atalaya I; pueden observarse las pequeñas cavidades rectan- tera del Cabezo Mingote I; puede observarse un bloque de caliza en gulares para la colocación de cuñas. proceso de extracción y las cavidades rectangulares para la colocación de cuñas.

Lámina 15: Pie de prensa construido con un bloque de caliza gris, situado en el yacimiento de Lo Clemente I; presenta unas dimensiones aproximadas de 1,22 m de diámetro y 0,28 m de altura.

Lámina 14: Bloque de mármol fracturado localizado en la cantera de la Rambla de Trujillo, con unas dimensiones de 1,40 m de longitud, 0,30 m de anchura y 0,28 m de altura.

Lámina 16: Pie de prensa realizado en caliza gris, de 1,46 m de diámetro y 0,30 m de altura, ubicado en Las Casas del Ventura (Los Camachos). Lámina 17: A la derecha de la imagen se observa un orbis de trapetum de forma semiesférica en travertino para la molturación de la aceituna, situa- do en el yacimiento de Los Roses (La Puebla); la pieza tiene 0,83 m de diámetro y 0,29 m de altura, mientras que el orificio circular interior pre- senta 0,11 m de diámetro. A la izquierda se aprecia la parte inferior de una rueda de molino realizada en conglomerado, de 0’46 m de diámetro y 0,11 m de altura. PROSPECCIÓN MINERO-METALÚRGICA ANTIGUA EN LA SIERRA DE CARTAGENA Y SU TERRITORIO ADYACENTE

aunque también podrían estar determinados por otro labores mineras en la sierra de Cartagena y entorno, el tipo de establecimientos con actividades de carácter trabajo posterior de Ramallo Asensio y Berrocal agrario o ganadero; estos asentamientos presentan un Caparrós (1994) acerca del distrito minero de Carthago horizonte cronológico entre el siglo I a.C. y el siglo II Noua, el estudio de Ruiz Valderas (1995) sobre el pobla- d.C49. miento rural situado en el territorio oriental de Cartagena, el catálogo de yacimientos mineros del 3.- Indeterminados Término Municipal de La Unión realizado por Berrocal Caparrós (1995; 1999) y la aportación de Murcia Además de los yacimientos aludidos anteriormente se Muñoz (1999; 2000), sobre algunas cuestiones relacio- han catalogado cinco de funcionalidad incierta que no nadas con los aspectos cronológicos de un amplio presentan en superficie estructuras o materiales arqueoló- número de estos asentamientos, no se han planteado gicos que permitan definir su funcionalidad; en principio, nuevas propuestas sobre la dispersión y funcionamiento abarcan desde el siglo II a.C. hasta el siglo I d.C. del territorio del entorno inmediato a Cartagena. En cuanto a los yacimientos vinculados a las activi- Yacimientos etnográficos dades minero-metalúrgicas, creemos conveniente abordar algunas cuestiones que se han planteado con Finalmente, en cuanto a los yacimientos etnográfi- anterioridad, a tenor de los resultados que nos ha pro- cos (Tabla 4), se ha registrado una explotación salinera porcionado el análisis y estudio de los yacimientos a orillas del Mar Menor (Salinas de Lo Poyo), dos cale- registrados durante estos años. ras en el Huerto de Las Calesas al este de la Peña del En primer lugar, cabría diferenciar varios tipos de Águila (Calera de las Calesas I y II; Lámina 18) y otras yacimientos minero-metalúrgicos, ya que hasta estos dos en el campo de Cartagena, en concreto en Los momentos se había hablado casi con exclusividad de Camachos (Calera de Los Camachos) y en el paraje de asentamientos mineros en general. Sin lugar a dudas, Lo Rizo en El Algar (Calera de Lo Rizo). Por otro lado, nos encontramos con dos actividades completamente se han constatado dos fundiciones de mediados del distintas, la minera y la metalúrgica, y tres tipos de siglo XIX para el beneficio de escorias romanas yacimientos, las instalaciones mineras, las fundiciones (Fundición de la Fuente del Sapo y de Lo Rizo; Lámina y los que realizan ambas labores o los minero-metalúr- 19), así como cuatro canteras de los siglos XIX y XX, gicos, si bien incluyendo entre cualquiera de éstos otras en particular una de andesitas (Cantera de La Atalaya estancias y espacios destinados al tratamiento previo III), otra de mármol (Cantera de la Rambla del del mineral, habitación o dormitorio, almacenaje y Abenque II) y dos de calizas (Cantera del Cabezo administración del personal encargado de realizar las Trujillo III y Cantera de Las Matildes II). distintas tareas. Obviamente, las instalaciones mineras se sitúan en la sierra junto a los criaderos metalíferos, CONSIDERACIONES FINALES mientras que las fundiciones se ubican tanto en ésta como fuera de su área de influencia, en numerosos casos Las prospecciones desarrolladas en la sierra de a distancias muy alejadas, si tenemos en cuenta que Cartagena y en el sector sur-oriental del campo de también encontramos asentamientos mineros que des- Cartagena han permitido ampliar el repertorio de yaci- arrollan los trabajos de fundición y obtención del metal. mientos arqueológicos que se conocían hasta estos Así pues, aunque se ha intentado en estudios ante- momentos en el territorium de Carthago Noua. Sin riores diferenciar el horizonte cronológico, las embargo, todavía son escasos los estudios y las interven- características y la funcionalidad del poblamiento, lo ciones arqueológicas que se han emprendido en estos cierto es que los testimonios arqueológicos con los que asentamientos rurales que permitan definir tanto la evo- disponemos en la actualidad permiten restablecer y lución del poblamiento como los diferentes definir la estructuración del territorio con mayor acontecimientos acaecidos paralelamente al desarrollo amplitud y certeza que las propuestas que se han bara- de la ciudad portuaria. De hecho, después de las prime- jado en estos últimos años. De este modo, Berrocal ras investigaciones de Domergue (1987; 1990) sobre la Caparrós (1995, p. 114; 1999, pp. 185-188) diferencia definición del poblamiento minero-metalúrgico y las dos fases en relación con el poblamiento que se esta-

595 MEMORIAS DE ARQUEOLOGÍA 13

N... Yacimientos etnográficos Localidad-Paraje/Municipio Cronología 100 Salinas de Lo Poyo Los Nietos/Cartagena Siglo XIX 101 Calera de Lo Rizo El Algar/Cartagena Siglo XIX 102 Calera de Los Camachos Los Camachos/Cartagena Siglo XIX 103 Calera de Las Calesas I Atamaría/Cartagena Siglo XIX 104 Calera de Las Calesas II Atamaría/Cartagena Siglo XIX 105 Fundición de la Fuente del Sapo El Algar/Cartagena Siglo XIX 106 Fundición de Lo Rizo El Algar/Cartagena Siglo XIX 107 Cantera de La Atalaya III(Calizas) El Algar/Cartagena Siglo XIX-XX 108 Cantera del Cabezo de Trujillo III(Calizas) El Algar/Cartagena Siglo XIX-XX 109 Cantera de Las Matildes II (Calizas) El Beal/Cartagena Siglo XIX-XX 110 Cantera de la Rambla del Abenque (Mármol) El Gorguel/Cartagena Siglo XIX-XX

Tabla 4. Yacimientos etnográficos registrados en la sierra y campo de Cartagena.

blece en este área, en concreto desde la perspectiva cro- minero-metalúrgicos –situados en zonas medioambienta- nológica, funcional y territorial. Por un lado, propone les propicias para obtener otras producciones– debieron un primer periodo en época republicana, principal- desarrollar secundariamente otras actividades económicas mente asociado a la industria minera y centrada en la por la presencia de materiales o elementos correspon- vertiente sureste de la sierra minera de La Unión, y un dientes a la producción agraria, probablemente como segundo periodo, comprendido entre finales del siglo I consecuencia de la necesidad del aprovisionamiento y a.C. y finales del siglo II d.C./inicios del siglo III d.C., abastecimiento de los distintos grupos poblacionales y los vinculado esencialmente a las actividades agropecuarias trabajadores de las minas de Carthago Noua51. que se desarrollan en el sector noroeste de La Unión, en Así pues, hay que tener en cuenta que la compleja particular los terrenos de llanura. Sin embargo, tal y fisonomía de la sierra de Cartagena no permite el buen como ya hemos señalado con anterioridad, desde fina- desarrollo de las actividades agrarias, a excepción de la les del siglo III a.C. hasta el siglo I d.C. encontramos vertiente septentrional de ésta y algunos sectores privi- un amplio número de asentamientos minero-metalúr- legiados y muy concretos, como el valle de gicos que se establecen tanto en la sierra de Cartagena Escombreras; además, nos parece poco probable que la como en la llanura prelitoral y costera del Mar Menor- explotación minera a gran escala que se llevó a cabo en campo de Cartagena50. la sierra de Cartagena permitiera el desarrollo de las Igualmente, tendríamos que señalar que varias fundi- actividades agrícolas e incluso las ganaderas, no sólo ciones o factorías metalúrgicas situadas en la planicie del por los condicionantes orográficos, sino también por el campo de Cartagena han sido erróneamente asociadas y amplio numero de labores e instalaciones mineras y definidas como uillae o asentamientos agrícolas, cuando depósitos de estériles diseminados por toda la sierra en realidad presentan estructuras y materiales claramente minera. Por tanto, los asentamientos –principalmente relacionados con la transformación del mineral (lavade- metalúrgicos– establecidos en la llanura del campo de ros, restos de hornos, escorias,...), como en el caso de La Cartagena y en las inmediaciones de la sierra reunían Atalaya, Cabezo Otahonero o Los Ruices; no obstante, los factores ambientales esenciales para la producción, tenemos testimonios arqueológicos para determinar que junto al plomo y plata, de otros géneros derivados de la algunas de estas factorías de fundición y asentamientos explotación de los recursos agrarios. Igualmente, las

596 PROSPECCIÓN MINERO-METALÚRGICA ANTIGUA EN LA SIERRA DE CARTAGENA Y SU TERRITORIO ADYACENTE

Lámina 18: Horno de cal parcialmente excavado en el terreno y revestido Lámina 19: Horno metalúrgico perteneciente a la Fundición de Lo Rizo, con bloques de piedra caliza perteneciente a la calera de las Calesas I; es empleado a mediados del siglo XIX para el beneficio de escorias romanas. de planta circular y presenta un diámetro de poco más de 3 m. fundiciones establecidas en las zonas costeras del Mar la sierra minera; de hecho, podemos también afirmar Menor o junto a las distintas ensenadas o fondeaderos que aunque los trabajos mineros modernos han des- de la vertiente meridional de la sierra de Cartagena truido o sepultado en numerosas ocasiones los –como la de Escombreras, El Gorguel, Portman, antiguos, del mismo modo, también han permitido Calblanque o Cala Reona– presentaban otra gran ven- conservar, reutilizar y descubrir otros que todavía taja desde el punto de vista económico, ya que permitía están sin investigar. una rápida distribución marítima de los lingotes manu- facturados en las factorías metalúrgicas –incluso el mineral extraído en la sierra minera podía también BIBLIOGRAFÍA transportarse en embarcaciones hasta las fundiciones alejadas de ésta– y recíprocamente obtener las mercan- AGÜERA MARTÍNEZ, S., INIESTA cías y productos importados –principalmente de la SANMARTÍN, A. y MARTÍNEZ ALCALDE, M., Península Itálica– que aparecen de forma mayoritaria 1993 (1999): “Carta arqueológica de Mazarrón. en estos asentamientos. Resultados de la campaña de 1992-1993”, Memorias de Finalmente, nos gustaría resaltar que nuestra Arqueología, 8, pp. 507-522. modesta aportación viene determinada por el resultado ALBUQUERQUE E CASTRO, L. DE, 1963: de una serie de prospecciones selectivas que hemos des- “Três Minas. Arqueología mineira”, Actas do Congresso arrollado en la sierra de Cartagena y su territorio Internacional de Etnografia, I, Lisboa, pp. 1-15. adyacente y, en ningún momento, hemos pretendido ANTOLINOS MARÍN, J.A., 1999: “Estudio pre- realizar un estudio exhaustivo de cada uno de los yaci- liminar del complejo metalúrgico de época mientos ni de la vertebración y funcionalidad del tardorrepublicana de los Beatos (Cartagena)”, XXIV poblamiento del territorio que nos ocupa, sino el de Congreso Nacional de Arqueología (Cartagena, 1997), exponer sintéticamente los distintos tipos de yacimien- IV, Murcia, pp. 109-118. tos minero-metalúrgicos que podemos encontrarnos ANTOLINOS MARÍN, J.A., 2002: “La minería y entre la ciudad de Cartagena y Cabo de Palos. la metalurgia romana en la Sierra de Cartagena a través Igualmente, no queremos terminar sin aclarar que de los ingenieros de minas de los siglos XIX y XX”, en la sierra de Cartagena aún debemos encontrar un Primer Simposio sobre la Minería y la Metalurgia importante y abundante número de yacimientos Antigua en el Sudoeste Europeo (Serós-Catalunya, 2000), minero-metalúrgicos y de labores mineras antiguas, La Pobla de Segur, pp. 351-362. debido a que no se ha llevado a cabo una prospección ANTOLINOS MARÍN, J.A., 2003: “Le zone miniè- arqueológica de cobertura total que permita cuantifi- re de Mazarrón (Murcia)”, Atlas Historique des Zones car y valorar conjuntamente el patrimonio que atesora Minières d’Europe II, Belgium, Dossier I, pp. 1-14.

597 MEMORIAS DE ARQUEOLOGÍA 13

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598 PROSPECCIÓN MINERO-METALÚRGICA ANTIGUA EN LA SIERRA DE CARTAGENA Y SU TERRITORIO ADYACENTE

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599 MEMORIAS DE ARQUEOLOGÍA 13

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600 PROSPECCIÓN MINERO-METALÚRGICA ANTIGUA EN LA SIERRA DE CARTAGENA Y SU TERRITORIO ADYACENTE

NOTAS: cando así a la industria minero-metalúrgica por excelencia en época republicana. 9 Entre estas destacamos las de Soler (1777-78, pp. 25-27), 1 Ramallo Asensio, 2003, p. 304. Bermúdez (1832, p. 160) y Morayta (1886, pp. 198-204); igual 2 El distrito minero de Carthago Noua lo conformaba la sierra de sucede con las obras del siglo XX, como la dirigida por Menéndez Cartagena, los cotos mineros de Mazarrón, Águilas y, probable- Pidal (1962). mente también, las zonas mineras de Almería, en particular la sierra 10 González Simancas, 1905-1907; Laymond y Jiménez de Almagrera y sierra de Gádor; de este modo, elegimos empezar la Cisneros, 1906, pp. 153-155; Fita, 1906, pp. 155-163; Fernández- investigación en Cartagena, si bien continuaremos posteriormente Villamarzo, 1907, pp. 55-58. la investigación en los otros sectores hasta completar toda el área. 11 Gossé, 1942, pp. 43-68. 3 En la Península Ibérica podrían diferenciarse cuatro amplios focos 12 Un ejemplar de esta obra inédita se encontraba en el Archivo del de explotación minera: las minas de oro del Noroeste peninsular y Museo Arqueológico Nacional de Madrid, obra que ha sido defini- del Tajo, las minas de cobre, hierro, minio, plomo y plata de Sierra tivamente editada y publicada en el 2001 por la Junta de Andalucía. Morena, las explotaciones de cobre, plata y oro del Suroeste, y por 13 Fernández de Avilés, 1942, pp. 136-152. último, las ya aludidas minas argentíferas del Sureste peninsular 14 Varias décadas más tarde el profesor Lillo Carpio completará el (Sánchez-Palencia y Orejas, 1998, pp. 104-107; Orejas, A., trabajo anterior realizando un croquis de las estructuras exhumadas Plácido, D., Sánchez-Palencia, F. J. y Fernández-Posse, M. D., y una reconstrucción hipotética del poblado (Lillo Carpio, 1986, p. 1999, pp. 284-291). Sin embargo, también se desarrollaron otras 302). labores puntuales en el resto de Hispania, algunas de éstas de cierta 15 Beltrán Martínez, 1945, pp. 201-209; idem, 1948, pp. 202-209. importancia como las minas de lapis specularis de Osa de La Vega 16 Durante la década de los años 50 se realizaron algunos estudios en Cuenca (Bernárdez, Guisado y Villaverde, 2002, pp. 291-302). relacionados con la minería, entre los que destacarían los de D’Ors 4 N.º de Expediente: 2/98. (1953), Chamoso Lamas (1954-1955) y Cardozo (1957). En 5 Brotons Yagüe y Ramallo Asensio, 1989, pp. 101-119. Portugal también se estaban estudiando minas antiguas y materia- 6 Cabría decir al respecto que la prospección arqueológica se realizó les arqueológicos mineros, como los que llevaron a cabo Viana, sin recibir subvención alguna, por lo que todos los gastos corrieron Freire de Andrade y Veiga Ferreira (1954, pp. 79-92) o Veiga por nuestra cuenta y, en consecuencia, nos era imposible preparar Ferreira y Pires Teixeira (1955, pp. 392-398). una prospección sistemática con varios técnicos, hecho que, indu- 17 Blanco Freijeiro, 1962, pp. 31-45; Blanco Freijeiro y Luzón dablemente, hubiera sido lo deseable. Nogué, 1966, pp. 73-88; Luzón Nogué, 1967, pp. 138-150; idem, 7 Estrabón Geografía III 2, 10: “Polibio, por su parte, al recordar las 1968, pp. 101-120; Blanco Freijeiro y Luzón Nogué, 1969, p. 124- minas de plata de Nueva Carquedón, dice que son grandísimas y 131. que distan de la ciudad unos veinte estadios, abarcando una cir- 18 Domergue, 1965, 9-25; idem, 1966, pp. 41-72. cunferencia de cuatrocientos estadios, en donde se mantenían 19 Domergue, 1987, p. 380; idem, 1990, pp. 457-460; idem, 2003, cuarenta mil trabajadores fijos que reportaban en aquel entonces al p. 8. pueblo romano veinticinco mil dracmas diarias. Pasaré por alto los 20 García del Toro, 1977, pp. 107-112; idem, 1977-1978, pp. 27- restantes pasos del proceso de explotación, porque es largo de refe- 57; idem, 1980, pp. 23-46. rir, pero cuenta él que la pepita de plata arrastrada por los ríos es 21 “Es aquella rama de la arqueología que estudia los procedimien- triturada y cribada en tamices a contracorriente; se trituran de tos de extracción de los metales a partir de sus minerales, de su nuevo los residuos, una vez filtrados en el correr de las aguas se vuel- afino, y de la preparación de sus aleaciones, su conformado y uso ven a triturar, y al fundirse el quinto residuo, ya separado el plomo, en el pasado, al tiempo que define y valora las técnicas empleadas se obtiene la plata en estado puro. Las minas de plata existen tam- para ello y su adecuación a la consecución de su objetivo final”. bién en la actualidad, pero no pertenecen al estado ni las de allí ni Sarabia Herrero, 1996, pp. 11-18. las de otros lugares, sino que su propiedad a pasado a manos de par- 22 Ramallo Asensio, 1982, pp. 925-936; Ramallo Asensio y Arana ticulares”. Castillo, 1985, pp. 49-67; Arana Castillo, 1982, pp. 937-945; 8 Plinio el Viejo, autor del siglo I d.C., dedica los libros XXXIII y Arana Castillo y Pérez Sirvent, 1981, pp. 15-27. XXXIV de su Historia Natural a la metalurgia y a la mineralogía. 23 Muñoz Amilibia, 1993, p. 11. Por otra parte, San Isidoro de Sevilla, autor de los siglos VI-VII 24 Vaquerizo Gil, 1994, p. 9-11. d.C., hizo un compendio sobre los metales (Etim. XVI). Si excep- 25 Ramallo Asensio y Berrocal Caparrós, 1994, pp. 79-146. tuamos a ambos autores, los datos de esta industria se reducen a 26 Berrocal Caparrós, 1995, pp. 111-117; idem, 1999, pp. 183-193. generalidades poco importantes para nuestra investigación, aunque 27 idem, 1989, pp. 140-147; Berrocal Caparrós y Roldán Bernal, no por ello dejan de ser interesantes y puedan aprovecharse en otro 1992, p. 255-266. momento. Por otro lado, el silencio en las fuentes literarias no sig- 28 Agüera, Iniesta y Martínez, 1993, pp. 507-522. nifica el cese de la explotación minera en Carthago Noua; en 29 Orejas, A., Plácido, D., Sánchez-Palencia, F. J. y Fernández-Posse, realidad, los autores posteriores a Estrabón realzan otros recursos M. D., 1999; Arana Castillo, Antolinos Marín, Alías Linares y Ros naturales como las salazones o la industria espartera, aunque omi- Sala, 2000; Arana, Antolinos y Alías, 2000; Orejas y Antolinos, ten lo respectivo a la minería. Tal vez, es a partir de estos momentos 2001; Orejas y Sánchez-Palencia, 2002; Ros Sala, Arana y cuando comienza a destacar la comercialización de otras produc- Antolinos, 2003; Orejas y Ramallo, 2004. ciones y manufacturas que, aunque ya existían anteriormente, es 30 En líneas generales, para el estudio de las técnicas de explotación ahora cuando alcanzan su máxima plenitud y desarrollo, desban- del mineral empleadas en la Antigüedad pueden consultarse, entre

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otros, los trabajos de Davies (1935), Forbes (1966), Ramin (1977), 45 Este tipo de roca se empleó copiosamente en la ciudad de Conophagos (1980), Domergue (1990) y Healy (1993). Carthago Noua como elemento constructivo en sillares y mampues- 31 Domergue, 1987, pp. 356-405; Antolinos Marín, 2002, pp. 351- tos, fustes de columna, frisos y basas, y para la elaboración de piezas 362. o elementos industriales como prensas de aceite, molinos de grano, 32 González Lasala, 1852, pp. 551-565. o como morteros para la trituración del mineral. La abundancia en 33 Basilio y Trías, 1883, pp. 138-140; Malo de Molina, 1889, p. 76. la zona de estas calizas, así como su amplia gama de tonalidades, 34 Tirado, 1862, p. 235-236. dureza, resistencia a la erosión, su fácil labrado y pulimento, acre- 35 Arrojo y Templado, 1927, p. 384. ditan su dilatado uso y distribución. 36 Monasterio y Correa, 1846, pp. 287-352; idem, 1850, p. 166; 46 A partir del siglo I a.C. el mármol se convirtió en el material Escosura y Morrogh, 1857, pp. 509-525. decorativo y constructivo más importante de la arquitectura roma- 37 Ezquerra del Bayo, 1850, pp. 489-511; Escosura y Morrogh, na; en esta dinámica participaron también las principales ciudades 1857, pp. 509-525; Antolinos Marín, 2002, pp. 351-362. de Hispania, sobre todo los núcleos poblacionales ubicados en la 38 En Río Tinto se han diferenciado este tipo de dependencias. Pérez costa del Mediterráneo y los de la cuenca del Guadalquivir (Rodá Macías, 1986, pp. 145. de Llanza, 1998, p. 113). De este modo, Carthago Noua actuó 39 Ramallo Asensio, 1991-1992, p. 202; Ramallo Asensio y Berrocal como uno de los principales centros de recepción de mármoles que Caparrós, 1994, pp. 95-96. fueron extraídos en otras provincias romanas, si bien también se 40 Mora, G., Tortosa, T. y Gómez, M. A., 2001, pp. 159-160. emplearon otros materiales marmóreos procedentes de canteras 41 Ramallo Asensio, 1985, pp. 70-72 y p. 153; Ruiz Valderas, 1995, próximas a la ciudad, como los del Cabezo Gordo, atestiguado en pp. 168-171. numerosos edificios de Carthago Noua y en diversos asentamientos 42 Ramallo Asensio, 1985, pp. 64-67. rurales del entorno de la ciudad (Arana y Ramallo, 1985, pp. 391- 43 Antolinos Marín, 1999, pp. 109-118. 398; Ramallo y Arana, 1987, pp. 68-70; Soler Huertas, 2003, pp. 44 Junto a las calizas y las areniscas las rocas básicas tuvieron una 149-187; Arana y Soler, 2003, pp. 423-432). importancia preponderante en las edificaciones de la Cartagena 47 Antolinos, Arana y Soler, 2002, pp. 21-36. antigua, tal y como vemos en el monumento funerario de la 48 Arana y Antolinos, 2003, pp. 109-110. Torreciega o el anfiteatro; también se utilizaron en numerosos asen- 49 Antolinos Marín y Soler Huertas, 2001, pp. 537-555. tamientos rurales del entorno de Carthago Noua, particularmente 50 Antolinos Marín, 1999, pp. 109-118; Orejas y Antolinos, 2001. como material refractario en la fabricación de hornos de fundición 51 Arana Castillo, Antolinos Marín, Alías Linares y Ros Sala, 2000, en los centros metalúrgicos. pp. 309-314; Domergue, 2003, p. 10.

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