Fidel--En--El--Año--De--La--Liberación
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Edición: Temis Tasende Dubois Diseño: Lamas Realización de cubierta: Osmel Barreto Prieto Corrección: Raisa Ravelo Marrero Mirta Suárez Solé Realización computarizada: Juan Carlos Pedreira © Eugenio Suárez Pérez Acela Caner Román, 2006 © Sobre la presente edición: Casa Editorial Verde Olivo, 2006 ISBN 959-224-208-9 Obra completa 959-224-210-0 Tomo 2 Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte, en ningún soporte sin la autorización por escrito de la editorial. Casa Editorial Verde Olivo Avenida Independencia y San Pedro Apartado 6916. CP 10693 Plaza de la Revolución, Ciudad de La Habana Segundo trimestrtrtreee ABRIL El pueblo reclama instrucción militar Abril se inicia con un incremento de los ataques de la prensa norteamericana contra la Revolución Cubana. Los más recientes provienen del Miami Herald, que publica una serie de reportajes ma- lintencionados sobre la situación de la isla. Mientras tanto, el pueblo reclama instructores militares que le enseñen el manejo de las armas para defender su Revolu- ción, como lo demuestra el mensaje de los avileños que publica la prensa cubana. Recogiendo la consigna calorizada por Fidel Castro en la con- centración del 22 [de marzo], como respuesta a una petición de obreros de San Antonio de los Baños que reclamaban instrucción militar para defender la Revolución continuamos recibiendo en Hoy men- sajes de solidaridad de la clase trabajadora a esta iniciativa del premier. De Ciego de Ávila recibimos una comunicación informándonos de una concentración para crear la milicia popular en dicha ciudad y la composición del comité gestor de la misma. Por la importancia que conlleva el asunto y como ejemplo vigoro- so al proletariado cubano trasladamos a nuestros lectores párrafos de la misiva de más señalado relieve: “Siguiendo las orientaciones del Comandante Fidel Castro de que hasta las mujeres y niños debían aprender el manejo de las armas, hemos constituido en esta ciudad una milicia popular cuyo comité dirigente es el siguiente: presidente, Antonio López Torres; organizador, Reinaldo Rodríguez; Propaganda, Faustino Reinoso Medina; secretario de Actas, Vicente López; secretario de Finanzas, Manuel González. “Esperamos que este ejemplo de los ciudadanos de San Anto- nio de los Baños y Ciego de Ávila sea imitado por todos los pueblos de Cuba”.1 1 Hoy, 3 de abril de 1959, pp. 1 y 3. 9 La noche del 1ro. de abril, Fidel Castro asiste al Stadium del Cerro para dejar inaugurado el campeonato nacional de pelota ama- teur. Ya en el terreno, pide tiempo para calentar el brazo y reali- za varios lanzamientos hacia el home antes de enviar la primera bola oficial, que recibe Felipe Guerra Matos, titular de la Dirección General de Deportes. No tuve ninguna segunda intención al aceptar la invitación El 2 de abril de 1959, Fidel Castro comparece nuevamente en el programa de televisión Ante la Prensa. El primer periodista en interrogarlo, le pregunta a qué obedece su decisión de ir a los Estados Unidos en viaje privado y no de carácter oficial. Fidel responde: […] No hay ningún misterio en la visita mía a los Estados Uni- dos y le voy a explicar cómo ocurrió la idea de la visita. Había recibido anteriormente infinidad de invitaciones a una serie de programas, de conferencias de prensa y de instituciones en los Estados Unidos, realmente no las había aceptado con motivo de lo ocupado que estaba aquí. También fui invitado por otros países, como Chile, por ejemplo, y no he podido disponer de tiempo para hacer el viaje; pero hasta que me hicieron una invitación la Aso- ciación de Editores, que anualmente celebra una conferencia en Washington, que es una Asociación de Editores numerosa. Me in- vitaron a la conferencia de este año para comparecer allí, hablarles y responderles a sus preguntas. Entonces, yo, que había rechazado numerosas invitaciones, decidí aceptar alguna para que no se pu- diera interpretar que estuviera en mi ánimo rehuir un interrogatorio o rechazar sistemáticamente cualquier invitación que me hicieran, y acepté esa. Esto precisamente está de acuerdo con mi manera de enfrentar los problemas y precisamente cuando se levantó la campaña contra Cuba en los primeros días del Gobierno Revolucionario, convocamos a una reunión de periodistas aquí a Cuba, sencillamente para respon- der a todas las cuestiones que tuvieran relación con la política cubana y con la Revolución nuestra, precisamente porque no tememos enfrentarnos a ningún tipo de interrogatorio, con facultades para hacernos todas las preguntas que estimen pertinentes, porque no hay preguntas indiscretas en la opinión pública. 10 Fidel: En el Año de la Liberación Preguntas indiscretas pueden existir para los gobiernos cuando no están claros, cuando no tienen sus ideas muy claras, porque si en otra ocasión ha sido de interés reunir a los periodistas, tiene que ser de interés que se reuniera aunque no sea en Cuba un grupo nu- meroso de periodistas para una conferencia de prensa, y con ese cri- terio acepté la invitación. Yo no era todavía primer ministro cuando me hicieron la invitación […] Posteriormente vino la designación de primer ministro y siguió pendiente la invitación, la que no tengo ninguna razón para rechazar ya que tengo las mismas razones que tenía aquellos días para comparecer en esa conferencia, y no he variado de opinión. El hecho de que hubiera aceptado que fuera como visita priva- da, en esto actué como cuando actúo en todas mis cosas. Soy mucho más amigo de la actuación sencilla, natural, que todas las cuestiones protocolares. No tuve ninguna segunda intención al aceptar aquella invitación; me invitaban editores de periódicos; de acuerdo con mi línea revolucionaria y mi posición sobre la libertad de prensa, mi disposición a responder sobre todas las cuestiones del gobierno, me parecía correcto aceptar esa invitación.2 Fidel responde a otras preguntas de los periodistas respecto a su viaje a los Estados Unidos. Mis pronunciamientos en los Estados Unidos no pueden ser distintos de los que he formulado aquí. He hablado con claridad sobre la mayor parte de los problemas revolucionarios que intere- san a Cuba y pueden afectar a ciertos intereses aquí en Cuba. Allí muchas cuestiones se tocarán, entre otras cosas, uno de los puntos y problemas que más han servido como arma para atacar a la Revolución: el problema de los fusilamientos. Todas esas cosas se abordarán allí. Y la ventaja que significa poder decir allí muchas cosas que, dichas aquí, los cables las cambian y las presentan de un modo dis- tinto; porque ustedes saben que una misma noticia hay muchas ma- neras de plantearla y puede ser completamente transformada en el camino, y sin duda, que los pronunciamientos míos y las cosas de Cuba han sido constantemente alteradas y publicadas de una forma que se aparta de la verdad. 2 Revolución, 3 de abril de 1959, p. 1. 11 Allí hay ventaja de poder hablar directamente a la opinión pú- blica, y en cuanto a la campaña de la Time, responderle en su propio terreno, en los Estados Unidos y hablarle a la opinión pública de la política de esa revista y si puede uno contemporizar con los puntos de vista reaccionarios de esa revista, que es enemiga de los pueblos; una revista que se ha ensañado con Cuba de una manera violenta, sin otro resultado que despertar más la solidaridad del pueblo cubano con su gobierno, porque solamente los traidores son los que, frente a esta campaña, abandonan a su patria para aplau- dir sus pronunciamientos.3 La esesLa tratratrategia de la contrarrrrevolución es crearearearnosnosnos problemas en la misma masa En relación con una pregunta sobre el auge del comunismo en Cuba y el miedo que esto ha provocado en algunas personas, Fidel Castro responde de inmediato. Es bueno que esa pregunta me la haya hecho porque es muy con- veniente aclarar ese problema fundamental, porque eso es un pretex- to fundamental que tienen esas minorías, y que también tiene la contrarrevolución ya que no tienen otra cosa de qué agarrarse para hacer sus movimientos y sus planes contra la Revolución Cubana. Miedo al auge del comunismo, ¿por qué? Porque si lo que ha so- brevenido en el país no tiene posiblemente nada que ver con esos temores, si lo que ha sobrevenido en el país es la recuperación de las libertades públicas, la recuperación de los derechos ciudada- nos, de prensa, de reunión, de escribir, de pensar y de hablar. Eso es lo que se ha establecido en el país, y ¿es que el establecimiento de las libertades públicas significa el auge del comunismo? ¿Es que las libertades públicas, los derechos que hoy disfruta toda Cuba, significa que eso traiga aparejado el auge del comunismo? ¿Signi- fica que es preferible vivir como vivíamos bajo el régimen de Batista, censurado todo el mundo, oprimido todo el mundo, perseguido aquí todo el mundo, a vivir como está viviendo hoy el pueblo de Cuba? Sencillamente los comunistas tienen su periódico. ¿Qué quieren, que dejemos hablar a todo el mundo menos a los comunistas? ¿Por qué? […] 3 Ibídem, pp. 1-2. 12 Fidel: En el Año de la Liberación La teoría político-filosófica ideal es aquella que le da al hombre todas sus libertades y además le proporciona las satisfacciones de orden material. Esa es nuestra doctrina revolucionaria. Todo lo demás, ¿quiere que le diga lo que es? Pretextos. ¿No están aquí hablando de comunismo? Después dirán que como no fusilamos a los comunistas y no clausuramos el periódico Hoy, somos comu- nistas, que somos traidores a la patria. Que es bueno que vengan aquí mercenarios extranjeros a destruir la patria. Por aquí se empie- za y por allí se termina. Léase, si no, esos tres articulitos publicados en el periódico Miami Herald, un periódico donde precisamente se ataca a la Revolución, da la casualidad, por todas las cosas buenas que ha hecho.