SEBASTIÁN CORZO SÁNCHEZ El acueducto romano de río Blanco, pp. 77-83

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EL ACUEDUCTO ROMANO DE RÍO BLANCO (OSUNA, SEVILLA) Por

SEBASTIÁN CORZO PÉREZ Arqueólogo

a relevancia del hallazgo de un acueducto romano en abundante variedad existente entre ambas, era la tendencia a el término municipal de Osuna, próximo al Cortijo nutrirse de las aguas subterráneas, en consecuencia, más pu- LGirón, limítrofe con Aguadulce por oriente, por don- ras y limpias que aquellas provenientes de ríos, en cuyo caso de discurre el río Blanco, acrecienta no solo el abundante podrían ser las subálveas, antes que las superfi ciales, caso de patrimonio arqueológico de la misma hasta entonces conoci- río Blanco. do1, tratándose de un hallazgo sin protección y delimitación Varrón3 incide en: arqueológica debido a su desconocimiento, sino que además incita de algún modo al interesante estudio de las aguas para Al construir los edifi cios para una granja deberá tenerse el entorno próximo, el cual y hasta la fecha prácticamente cuidado de que en su recinto haya agua o, si no, que se pueda ignoto, solo ha sido enunciado de forma epidérmica a través tomar fácilmente de algún lugar próximo. Lo mejor es dispo- de las interesantes estructuras de almacenamiento hidráulico ner de un manantial o, en todo caso de una corriente cons- tante. Si esto no se puede lograr, hay que construir cisternas conservadas tanto en la colonia como en su ager. (fi g. 1) bajo tejado, y pozos al aire libre, los primeros para usos de las No podemos, a falta de intervenciones arqueológicas sobre personas y los segundos para el ganado. el acueducto, más que hacer una breve referencia sobre él, no siendo objetivo de este artículo el poder elevar al grado En este sentido se debe buscar siempre un punto de agua que le correspondería un estudio más completo de la función, dulce cuya cercanía minimice los gastos de aprovisionamien- distribución y aprovisionamiento del agua para este munici- to, y redunde en la garantía y calidad de sus aguas. La presen- pio en época romana. cia o no de manantiales cercanos no es óbice para la creación Es bien conocido el interés por el agua, como bien vital de la mayoría de los establecimientos en época romana, pues y necesario en multiplicidad de usos, citado por numerosos la ingeniería hidráulica ofrece captaciones de agua a distan- autores clásicos como un bien preciado necesitado de una re- cias de 70 km caso que acontece a la ciudad de Gades. Es por gulación, en la mayoría de los casos, con carácter administra- ello difícilmente identifi cable con el simple reconocimiento tivo como sucede con los famosos y de todos bien conocidos de una estructura puntual el poder atribuir qué ciudad o cam- bronces de la lex coloniae, hallazgo inestimable en sus refe- pos se nutrieron de estas aguas, como ocurre con el acueduc- rencias en cuanto a la administración de este bien acontece. to que damos a conocer. Conviene determinar su dirección y Autores como el cordobés Séneca2 aluden a referencias tramos puntuales, por no decir los diferentes ramales en que sobre el agua puestas en boca de escritores como Ovidio, podrían derivar sus aguas, convirtiéndose este en un trabajo Virgilio, Lucilio, enunciando así con matiz fi losófi co pero de hercúleo que acontece a un marco de nivel macroespacial. La interesante refl exión sobre el devenir de las aguas. En este relativa ausencia de agua o difi cultad de extracción, caso que sentido escribe: «Las aguas todas ellas están en reposo o en podría acontecer en Osuna, muestra, a tenor de las fuentes movimiento; son colecticias o se nutren de diversas corrien- literarias, la necesidad de construir cisternas o piscinae para tes subterráneas». Es indudable que el aprovisionamiento de su almacenaje, testimonios de los que tenemos abundantes cualquier establecimiento sea urbano o villae, como máxi- ejemplos en el municipio de Osuna, y a las que nombra Ca- mos representantes del mundo urbano y rural, a pesar de la tón como elemento de importancia a la hora de comprar un 4 1 Realización de la Carta Arqueológica del término municipal de Osuna (Se- predio. villa), en A.A.A 1987, dirigida por J. A. Pérez y la actividad arqueológi- ca publicada bajo el epígrafe de «Yacimientos arqueológicos de Osuna (Sevilla), actualización y diagnosis» por J. M. Vargas. A.A.A.1998. 3 Varrón. De r.r. Lib. I, XI. p. 20. 2 Séneca. Naturales Questiones, Lib. III. 3, p. 118. 4 Catón. De agr. I,1, p. 49.

CUADERNOS DE LOS AMIGOS DE LOS MUSEOS DE OSUNA, N.º 15|| ISSN 1697-1019 ||2013 77 El acueducto romano de río Blanco , pp. 77-83 SEBASTIÁN CORZO SÁNCHEZ

comerciales con ciudades importan- tes de esta provincia en general y con el conventus Astigitanus, al que perte- nece, en particular, llama la atención el copioso patrimonio cultural hasta entonces conocido, el cual se presenta incrementado en cada momento por nuevos elementos que de carácter mo- numental nos acercan a la confi gura- ción espacial del territorio para el pe- riodo romano. Este es el caso en el que damos a conocer un acueducto romano ubicado en la margen izquierda del río Blanco, limítrofe con el municipio de Aguadulce. A los establecimientos defi nidos como villae, de tipo agropecuario nu- merados en las prospecciones realiza- das que ven refl ejados sus resultados a través de las dos cartas arqueológicas, hay que añadir las abundantes alusiones que sobre obras de carácter hidráulico encontramos bajo dichos establecimien- tos. Es indudable que existen numero- sas estructuras, que las fuentes deno- minan aljibes o cisternas, síntoma de un almacenamiento de agua fomentado por la carencia de este bien. Collantes de Terán recoge 23 yacimientos en los que se describen estructuras, en algunos casos no conservadas, haciendo alusión a los aljibes de época romana como los hallados en Consuegra con cubierta de medio cañón, con medidas de 1,80 x 1,80 m. Del yacimiento Matorrales se describe «un depósito de agua romano, orientado en sentido E-W; [...]. Consta de una nave con cuatro departamentos rectangulares a cada uno de sus lados mayores, todos ellos cubiertos por bó- vedas apuntadas. La construcción es de derretido con revestimiento de opus sig- ninum». De esta estructura no quedan restos. El yacimiento de Birrete, don- de se menciona otro aljibe abovedado, revestido de opus signinum, de 4,95 x 1. LOCALIZACIÓN DEL ACUEDUCTO DE RÍO BLANCO 1,40 m., del que aún permanece la es- tructura. En este artículo se indica la po- Otro celebre autor, como Paladio5, del s. IV d. C., alude en sibilidad evidente de localizar algunos yacimientos en estos su Tratado de Agricultura el modo de construir los aljibes, momentos no identifi cados, a parte de los ya 136 constatados. para lo cual indica: Se destaca la heterogeneidad en la localización de encla- ves, siendo el noreste el más idóneo para el establecimiento constrúyase con muros de mortero de Signia del tamaño que de la explotación agropecuaria debido a las características y quieras y puedas, pero más larga que ancha. Su suelo, conso- posibilidades de sus tierras como a su irrigación, otras pare- lidado por argamasa en cantidad, se alisará con un baño de cen más duras resistiéndose más tiempo a la antropización, pavimento de ladrillo, dejando un sitio para los desagües. Tal como los piedemontes del sureste.7 pavimento hay que pulirlo con todo cuidado hasta que brille y El estudio de obras hidráulicas consistentes en, como in- restregarlo constantemente con unto de tocino cocido. dican las fuentes, un abundante compendio de cisternas de época romana, desata el interés del conocimiento acerca de Sobre la elección de la situación de la explotación mencio- los recursos hídricos existentes en el territorio de Osuna para na Paladio la importancia de conocer y evitar los humedales época imperial romana, que sin ir más lejos serían similares y ríos, que en su mayoría pueden considerarse de naturaleza a los manejados en la actualidad. dañina para la salud. Para el estudio de recursos hídricos dentro del término de En Osuna, ciudad romana de la Bética por excelencia, en- Osuna, vista la necesidad de almacenaje constatada a través tonces denominada Colonia Iulia Genetiva, ubicada en la de este tipo de obras, consideramos la necesidad de un es- campiña sevillana, marco esencial6 que preconiza relaciones tudio hidrogeológico (fi g. 2) en el que encontremos zonas 5 PALADIO, Tratado de Agricultura. Lib. I, XVII, p.107, en el que hace refe- rencia a Signia como ciudad romana de donde toma la designación de dentro del territorio andaluz para incluso el s. XVI, constatándose una de la elaboración de un tipo de pavimento hidráulico consistente en frag- las arterias principales en conexiones tanto con Málaga, hacia la costa, mentos cerámicos machacados aglutinados con cal, denominado opus como con Córdoba y Sevilla. De la misma manera debe entenderse el signinum. papel catalizador que presenciaba en época romana. 6 En la publicación de Caminos y Pueblos de Andalucia (s. XVIII), realizada 7 VARGAS JIMÉNEZ, Juan Manuel y ROMO SALAS, Ana: «El territorio de Osuna por José Jurado Sánchez se aprecia la importancia estratégica que ocupa en la Antigüedad». En Urso, a la búsqueda de su pasado. Osuna 2002.

78 CUADERNOS DE LOS AMIGOS DE LOS MUSEOS DE OSUNA, N.º 15|| ISSN 1697-1019 ||2013 SEBASTIÁN CORZO SÁNCHEZ El acueducto romano de río Blanco, pp. 77-83

2. MAPA HIDROGEOLÓGICO DEL ENTORNO de acuíferos, surgencias, manantiales, presentes en un tipo abundancia de lagunas que se encuentran en el entorno próxi- de suelo caracterizado por terrenos calizos que promuevan mo al área de estudio, caracterizadas por zonas palustres y esa acumulación de agua. Es conocido que el territorio urso- humedales, hoy y en algunos casos modifi cadas, colmatadas, nense, al igual que la campiña sevillana, se encuentra mar- y extintas, que podemos ver en planos como el de los años cado por una toponimia que hace alusión tanto a la escasez 60, haciendo alusión a las lagunas de la Turquillas, lagunas de agua como a la defi ciente calidad de la misma, existiendo de Calderón, limítrofes en la zona norte de Osuna con . zonas endorreicas con humedales salobres, acuíferos libres El carácter que presenta a nivel macroespacial el entorno de de escasa potencia con materiales permeables marcados por Osuna hace referencia al encajonamiento del cauce del Gua- materiales impermeables triásicos como el yeso y la halita dalquivir, caracterizado en su margen derecha por el aporte (sal gema), que condicionan la salinidad de estas, así como hidrológico de corrientes superfi ciales de agua con abundan- ríos y arroyos que de algún modo aluden a las características cia de ríos y arroyos, de los que se nutre este. Entre la cam- de las aguas, caso de río Blanco, arroyo Salado... revelando piña y en las estribaciones de la Sierra de Estepa localizamos así la precariedad de este bien, dando lugar a la búsqueda de el aprovisionamiento hidrológico de época romana, cercana acuíferos o manantiales, fundamentalmente aguas subterrá- a puntos de agua dulce, los cuales escasean debido a las con- neas o subálveas como recurso para su abastecimiento, lugar diciones hidrogeológicas del terreno, en cualquier caso esca- cercano al nacimiento del arroyo o río, pues a medida que sas, tal y como se confi gura la litología, condicionante para las aguas descienden por la campiña se hacen más salobres. la existencia de aguas fundamentalmente subterráneas, de las Hablando de la Turdetania Estrabon dice que «en su territorio que se servían para el abastecimiento villae y ciudades. hay minas de sal y no pocas corrientes de ríos salobres».8 Basta con observar el mapa hidrológico9 del entorno a La hidrogeología de la campiña sevillana, marcada al norte Osuna para determinar por un lado la amplia presencia de por Sierra Morena, cuyos arroyos y ríos aprovisionan la mar- materiales de baja y primaria permeabilidad, caracterizada gen derecha del Guadalquivir, se presentan escasos debido por suelos margosos, arenas amarillas y calizas, y por otro en parte, salvo en la zona más oriental, a la presencia de ma- por materiales triásicos salobres procedentes de la alta com- teriales precámbricos y paleozoicos, como pizarras, cuarci- posición en yesos, arcillas y materiales como la halita, los tas y granitos, que imprimen a estos suelos características de cuales difi cultan las formaciones de surgencias, manantiales impermeabilidad, presentándose aisladamente en zonas ca- o fuentes, y en defi nitiva aguas subterráneas de las que nutrir- lizas, originando la escasez de fuentes, manantiales o aguas se los municipios en la actualidad. subterráneas. Existen en algunas zonas dentro de las calizas En la antigüedad estas difi cultades se manifi estan en el cámbricas de Sierra Morena como acuíferos carbonatados, y mismo sentido y grado, con la ausencia de abastecimiento, en algunos valles como el del Bembézar. y la búsqueda de puntos óptimos para el desarrollo de acuí- Hay que hacer mención a las modifi caciones al que el te- feros, como sucede en formaciones cársticas, en suelos del rritorio de Osuna ha sido expuesto a través del tiempo, en jurasico como los pertenecientes a la Sierra de Estepa, ca- lo que al medio ambiente se refi ere, haciendo alusión a las racterizados por calizas y dolomias, y la presencia puntual características edafológicas e hidrológicas contenidas en la en algunas zonas concretas y alejadas, como las formaciones 8 ESTRABÓN: Geografi a. Libros III, 2, 6. Editorial Gredos. Traducciones de 9 Mapa del Instituto Geológico y Minero de España ( IGME), concretamente M.ª José Meana y Felix Piñero. Madrid 1992. el del Sistema de Información del Agua Subterránea (SIAS).

CUADERNOS DE LOS AMIGOS DE LOS MUSEOS DE OSUNA, N.º 15|| ISSN 1697-1019 ||2013 79 El acueducto romano de río Blanco, pp. 77-83 SEBASTIÁN CORZO SÁNCHEZ de calizas cámbricas de Sierra Morena, entre los ríos Hués- Para la distancia de Osuna a Marchena, Miñano relacio- nar y Bembézar, propiciados por la formación de detritos los na los escasos lugares habitados y dentro de estos los raros cuales fomentan el almacenaje de agua, no ocurriendo así en «buenos bebederos». Desde el municipio de Aguadulce, en- las vertientes pronunciadas de la ladera sur de la sierra, en la tre Osuna y Estepa hasta Pozo Dulce, se encuentran corrien- que se produce el arrastre de dichos materiales. En defi nitiva, tes de aguas caracterizadas por sus denominaciones: arroyo se constata la escasez de recursos hídricos en Sierra Morena salado, río Blanco, Salado de Jarda, Salado de Morón, en en contraposición con los de las Cordilleras Subbéticas. El cuya cabecera afl oran algunas aguas utilizables, al menos acusado estiaje del Guadalquivir y ríos en general reproduce para el regadío. de igual modo la carencia de agua y la búsqueda de la misma La carencia de recursos hídricos en la campiña sevillana en las aguas subterráneas. viene refl ejado por la ciudad de Écija11, la antigua Astigi, que En la margen izquierda del Guadalquivir sucede un caso hasta y exceptuando las poblaciones de Los Palacios similar, el cual viene refl ejado en las palabras de Santiago o Villafranca, se nutren de recursos ajenos, caso de la ciudad Miñano: de Sevilla, con fuente de aprovisionamiento durante la anti- güedad y el medievo de Alcalá de Guadaira y en la actualidad Apenas el Genil sale del terreno quebrado que ha tenido que de Sierra Morena. recorrer, entra en el llano donde la tierra está impregnada de Estudios llevados a cabo sobre las características hidro- sal [...], y entonces es tan rara el agua dulce, ya por la orilla geológicas del entorno y abastecimiento de Astigi, Colonia derecha [...] ya por la izquierda [...] que cuando se encuentra una fuente de agua dulce, da su nombre a toda la comarca, Augusta Firma con testimonios de estructuras hidráulicas como lo haría una singularidad notable. De uno y otro lado del para la contención de agua dentro del ager astigitanus, con río se encuentran, a diversas distancias en las llanuras, balsas evidencias desde la antigüedad hasta la actualidad de défi cit de agua salada.10 hídrico. La mención de Aguadulce12 por los testimonios escritos El río Blanco, el cual reproduce la frontera natural del acerca del abastecimiento de agua pasa por nombrar para el municipio de Osuna por su lado oriental, diferenciándola de 1845 un total de 110 casas de dos pisos, con pozo de agua Aguadulce, mantiene un drenaje hacia el norte, siendo tri- dulce casi todas. Del término de Osuna13 es muy descripti- butario del río Genil. En este entorno hallamos el arroyo de vo en cuanto a lo que al agua afecta, aludiendo a la falta de Ribera, el cual confl uye con río Blanco a la altura del Cortijo huertas, fi el refl ejo de una agricultura de secano, sin manan- Girón, lugar en el que encontramos la captación y conduc- tiales ni arroyos para el riego surtiéndose de la población de ción de agua de época romana. Aguadulce. De igual modo se hace alusión a los ríos salo- Es notoria la abundancia de cursos de agua que provienen bres, algunos de los cuales desarrollan lagunas de esta índole. en sentido este-oeste, descendiendo por la Sierra de Estepa, Ventajas de su ubicación estratégica y la falta de caminos. Se para agregarse al río Blanco, al cual le infi ere una avenida de habla de 13 fuentes que surten de agua al pueblo siendo la agua considerable –poco recomendada por su turbidez en la principal la de Los Perros, abastecida por una mina subterrá- captación de las aguas superfi ciales– capaz de profundizar en nea. Con respecto a las corrientes de agua se precisa que no su cauce, tal y como se muestra en la imagen (fi g. 3), fenó- hay río alguno que fertilice este término. meno erosivo que en cierto modo contribuye al deterioro de El acueducto se trata de una obra hidráulica basada en la dicha estructura romana. Debemos aludir al modesto relieve combinación de elementos de extracción y distribución del subbético entre la Sierra de Estepa con materiales jurásicos, agua, en la que aún son visibles los restos estructurales carac- con su punto más elevado en Becerrero, con 847 metros, y las terizados por un sólido opus quadratum, realizado en sillares estribaciones de las Sierras de los Caballos, caracterizadas bien escuadrados, con módulo doble en longitud que en su por un diapirismo precoz, perteneciendo a los afl oramientos ancho, en torno a 1 m x 0,50 m realizados en caliza de alta subbéticos a modo de Klippes, presentando el resto suaves dureza. Dicho material se destina a la ejecución de una es- llanuras aluviales de gran extensión. La orogenia de esta tructura de captación de agua junto al río Blanco, formando zona se confi gura con materiales del Trías con facies de bre- lo parece ser, dadas sus dimensiones y morfología, una caja cha poligénica de cemento yesífero, de noria constituida y delimitada por tres muros realizados Los actuales cauces de ríos, con depósitos cuaternarios y arroyos que forman pequeños depósitos de fangos y arenas 11 El problema del abastecimiento para la ciudad de Écija a mediados del s. margosas producto de la erosión reciente no benefi cian a las XX, pone al descubierto la necesidad de localizar zonas de aprovisio- namiento de agua, implicando de este modo un estudio del bajo Gua- cualidades hidrológicas para su extracción, pudiendo por el dalquivir y su entorno en el que debe refl ejar, con ligeras variantes, la contrario localizar pequeños acuíferos en materiales jurási- casuística para época romana. Este problema requiere un Plan iniciado cos muy dispersos y de pequeña extensión superfi cial sobre en el 1958, descartando las aguas del Genil por no ser potables. Una el Trías, así como en la falda de Pedrera y , con calizas alternativa era la explotación de acuíferos de arenas y conglomerados al oeste de Écija, y la otra un embalse en arroyo Salado, con la confl uencia nodulosas y brechoides. del manantial de Gilena, situado en las cercanías de Aguadulce, y la La hidrogeología distingue 3 tipos de materiales carbonáti- última propuesta acorde al aprovechamiento de los manantiales de Es- cos, margo-arcillosos y cuaternarios: tepa, perteneciente a la Unidad de la Sierra de Estepa, único acuífero de Materiales carbonatados: material calcáreo que constitu- cierta entidad en la cuenca baja del Guadalquivir, formado por calizas. De él se alimentan surgencias como Ojo de Pedrera, Fuente de Santiago, ye los mejores acuíferos con permeabilidad primaria baja, Fuente de Gilena, con fuerte aprovechamiento tradicional. El encargo y secundaria muy alta, por fi suración o alteración, con esco- de posteriores estudios se centran en cuatro posibilidades: terrazas del rrentías superfi ciales y por infi ltración. La hidrología subte- Genil, altiplanicies al este y al oeste de Écija y Sierra de Estepa. Como rránea esta ligada a fenómenos kársticos. Teniendo en cuenta resultado se descartan las aguas del Genil, y el acuífero de las altiplani- cies del este de Ecija, de escasos recursos y condiciones hidroquímicas. la precipitación como su extensión se defi nen como buenos Las altiplanicies del oeste presentaban un manto de gran extensión y acuíferos, aprovechados desde hace tiempo, sobre todo los escasa potencia, lo cual exigiría un elevado numero de pozos. La Sierra manantiales que se producen en las laderas de las sierras al de Estepa ofrecía mejor panorama. Osuna se abastecía de la fuente del cortar la superfi cie topográfi ca a la superfi cie piezométrica. Ojo de Pedrera. Se optó por aguas de Sierra Morena, con el embalse del Retortillo, desde el Bembézar, que abasteció a Fuentes de Andalucía, La En segundo lugar, los materiales margosos, arcillosos man- Luisiana, Marchena, , Osuna, , Morón de la tienen un bajo potencial para aguas subterráneas, con per- Frontera. El Plan Écija concluyó en 1980, creando un anillo hidráulico meabilidad primaria media baja, y los depósitos cuaternarios del bajo Guadalquivir dejando fuera el núcleo de la Sierra de Estepa. con un 25% de llanura aluvial y fondos de vaguada, con nin- Con posterioridad suministraría a , Lebrija y Sevilla. (vid. Lean- dro del Moral Ituarte. Op.cit. n. 10. p. 402). gún aprovechamiento hidrogeológico superfi cial. 12 Tomo I. en el Diccionario Geográfi co-Estadístico-Histórico de España. 10 En La obra hidráulica en la cuenca baja del Guadalquivir (ss. XVIII-XX). Pascual MADOZ. Madrid 1845. Gestión del agua y organización del territorio, publicada por Leandro 13 Tomo XII. en el Diccionario Geográfi co-Estadístico-Histórico de España. del Moral Ituarte. P. 398. 1991. Sevilla. Pascual MADOZ. Madrid 1845.

80 CUADERNOS DE LOS AMIGOS DE LOS MUSEOS DE OSUNA, N.º 15|| ISSN 1697-1019 ||2013 SEBASTIÁN CORZO SÁNCHEZ El acueducto romano de río Blanco, pp. 77-83 en este material. Las excavaciones clandestinas ofrecen la pétreo y argamasa (opus caementicium) que le infi eren una visión parcial de esta estructura sin que aparezcan alcanzadas alta resistencia y estanqueidad, garantizada en muchos casos las cotas inferiores de la misma. El ancho de la caja, con 0,60 por revestimientos en opus signinum. El specus de dimen- m se defi ne por la sucesión de hasta tres hiladas de sillares, siones interiores cuenta con una luz de 0,40 m y una altura las cuales mantienen las mismas cotas en sus muros enfren- visible, dada su colmatación parcial, de 0,60 m le confi ere tados. El interior de la caja se encuentra en la actualidad per- unas dimensiones propias de una importante conducción de pendicular al cauce del río, alcanza más de 3 m de longitud, agua, acorde a un caudal de abastecimiento considerable, in- difi cultando la destrucción de uno de sus laterales su correcta dicando un volumen de extracción que defi ne al río Blanco, dimensión. al menos en esta zona, como un punto de agua dulce de alta rentabilidad, garante en su aforo y calidad de las aguas. El desarrollo de estos acueductos, bien por motivos de ingenie- ría como para mantener la seguridad y garantía de las cua- lidades del agua se realizaba en la mayoría de su recorrido de manera subterránea. No se aprecia revestimiento alguno en el interior del specus, con la salvedad de la presencia de costras calcáreas por el tránsito prolongado del agua y las características de la misma que ayudan a su acumulación. De este tramo abovedado se detectan al menos 10 m de recorri- do, tal y como se aprecia puntualmente en zonas descarnadas del mismo, las cuales aceleran el ritmo de deterioro (fi g. 5). Esta conducción, como veremos entestada a una estructura en opus quadratum, presenta prácticamente al inicio de su re- corrido, un pozo de resalte, en el que se aprecia un mechinal en la obra de ladrillo con el fi n de descender hasta el interior 3. SITUACIÓN DEL ACUEDUCTO CON RESPECTO A RÍO BLANCO para inspección y limpieza de dicha conducción, al igual que a fi n de reproducir un descenso de la cota de su trayecto- Esta estructura de captación, es decir el caput aquae, se en- ria, motivada posiblemente por la orografía por la que debe cuentra con respecto al resto de las estructuras, aguas arriba, transcurrir el acueducto, observándose un paulatino descenso en la zona sur del área en donde se localiza el ingenio hidráu- de la cota del terreno natural a medida que avanzamos hacia lico. Entre esta estructura, aparentemente aislada, y aquellas el norte sin conocer hasta el momento su sección longitudinal que defi nen niveles de pavimento y conducción de agua hay o transversales, lo cual impide incidir en el resto y modalidad un vacío de unos 5 m en el que no se aprecian elementos que de los tramos del mismo. La trayectoria de inicio la realiza en pertenezcan a este complejo, aunque hay que tener presen- cota de unos 2 m por debajo del terreno natural, descendien- te la visión sesgada del conjunto, de una parte, sin excavar do en el primer pozo de resalte o spiramen unos 0,40 m.14 Se con metodología arqueológica y de otra, por la desaparición trata del primer pozo y único documentado, el cual presenta parcial de las estructuras bien por motivos naturales bien por una sección cuadrangular. causa de los continuados expolios a los que se ha sometido el La conducción, entestada en una estructura realizada en yacimiento. Destacamos, pues, elementos que hace unos diez opus quadratum, cuya disposición parece ofrecer el cierre años nos eran inapreciables debido al soterrado de los mis- al inicio de tal canalización, acoge, casi en su comienzo, a mos y que, como hemos enunciado, se hacen tangibles tras una superestructura como puede ser un muro (fi g. 6) el cual un tiempo de erosión, lluvia y excavaciones furtivas, factores se encuentra en consonancia con los restos de una estructura que en combinación agudizan, junto a la situación en la que latericia de planta cuadrada que sobremonta la conducción y obran estas estructuras en un cortado del río, una prolongada sobre la que se desarrolla un muro realizado en opus caemen- destrucción del acueducto. ticium. Como nivel de pavimento, asociado a estas dos hojas de muro, hallamos un ligero depósito constituido por mate- rial pétreo y cal de unos 5 cm de espesor, el cual se asienta sobre un depósito de sedimento constituido por elementos constructivos, caso de tegulae y sellado por un fi no estrato formado por huesos de aceituna calcinados. Todo parece indicar que se trata de una estructura de con- tención de agua, como resultado de la elevación y almacena- miento de la misma previo a su conducción. Las dimensio- nes, de las que solo conocemos su ancho, no presentan gran desarrollo, no siendo su fi nalidad la de almacenamiento sino y seguramente la de pequeño acopio con el fi n de imprimir- le una mayor presión, sabiendo además la salida inminente y continua de estas aguas. Dicha piscina pudiera funcionar como depósito de decantación en donde el agua, antes de ini- ciar el descenso por la canalización pudiese sedimentarse y aclararse.15

4. SPECUS DEL ACUEDUCTO

La conducción discurre paralela a escasos metros del río, (fi g. 3) en su margen izquierda, en dirección aguas abajo, ha- cia el norte. Esta canalización cubierta, denominada specus, 14 Nos podemos hacer una idea si lo comparamos con de las dimensiones del se realiza en obra latericia formando una sección rectangular segundo acueducto construido en Colonia Patricia (Córdoba) en época cubierta con bóveda de cañón que cubre el tramo subterráneo fl avia, denominado en las inscripciones como Aqua Nova Domitiana del acueducto(fi g. 4). Dicha bóveda de cañón emplea dove- Augusta. Aunque esté sin cubierta mantenía unas dimensiones de luz las latericias de 15 cm de longitud, lo cual es poco habitual de 0,60 m x 0,44 m. En J. M. BLÁZQUEZ MARTÍNEZ: «Los acueductos romanos en Hispania». En Aquam perducendam curavit. Cádiz 2010. en la ejecución de este tipo de obra hidráulica, siendo más 15 Tal y como describe FRONTINO en Los acueductos de Roma, XV. Colección común el empleo de encofrados constituidos por material hispánica de autores griegos y latinos. CSIC. Madrid 1985.

CUADERNOS DE LOS AMIGOS DE LOS MUSEOS DE OSUNA, N.º 15|| ISSN 1697-1019 ||2013 81 El acueducto romano de río Blanco, pp. 77-83 SEBASTIÁN CORZO SÁNCHEZ

a la elevación de las mismas a través de ciertos ingenios, so- bre todo en caso de que el acuífero o manantial no se encuen- tre en cotas más elevadas que aquellas que ofrecen el lugar de destino. La estructura a la que aludimos y se confi gura en opus quadratum ofrece en las hojas interiores de la caja (fi g. 7) unas interesantes muescas (fi g. 8) circulares que obedecen más a fenómenos reproducidos por el paso de una noria que a motivos naturales. Por este motivo se piensa en la utilización de una noria como base extractora de las aguas. El empleo de la rota aparece mencionado por san Isidoro de Sevilla,16 el cual y parafraseando a Lucrecio17 (5,517) nos habla de la noria: «In fl uvio versare rotas atque austra vide- mus» diciendo que «como vemos el río mueve las norias con sus cangilones». La noria (rota) se denomina así porque es como si hiciera caer (ruere) el agua. Vitrubio, en uno de sus libros de arquitectura, hace mención de los artifi cios para sa- car agua, describiendo una de las norias denominadas timpa- no, atendiendo a la compartimentación radial de su interior.18 A falta de intervenciones arqueológicas, con visión parcial de los restos, apuntamos pues la posible instalación de una rueda vertical movida por la acción humana, sobre la cual podemos encontrar cierto paralelo en el aprovisionamiento de agua en Trôia19. Para este lugar, cercano a un río del litoral portugués, contamos con un pozo de extracción adosado a un edifi cio sobre el que se asienta un depósito.20 Canalizaciones de esta índole son defi nidas como acueduc- tos dedicados para el regadío, tal y como aluden los estudios sobre algunos acueductos publicados en Córdoba, de estruc- turas y características similares al que damos a conocer.21 En el entorno de Astigi se conoce un specus, que posible- mente y según los autores estuvo dedicado al regadío, entre 5. TRAMO VISIBLE DEL ACUEDUCTO otros conocidos oralmente, denominado La Palmosilla Baja, acueducto en íntima relación con la villa altoimperial de su entorno inmediato, a unos trescientos metros. El empleo de ladrillos, el tipo de bóveda y empleo de sillares así como las dimensiones de estos, lo hace muy similar al que presenta- mos en Osuna. De igual modo se sitúa en la llanura aluvial colindante con la dirección del Genil. Posibilidad de que su destino fuese los regadíos.22

16 Cita en Etimologías, vol. II, cap. XX , n.º 15, pp. 524-525. SAN ISIDORO DE SEVILLA. Ed. bilingüe. J. Oroz Reta y M. A. Marcos Casquero, 1994, 2 vols. 17 LUCRECIO: De rerum natura, libro V, ed. J. D. Duff, M. A, Cambridge: at the University Press,1930. en 516, p.17. 18 VITRUBIO. Los diez libros de arquitectura. Trad. J. Ortiz y Sanz. Imprenta Real, Madrid 1787. Libro X, cap. IX, p. 247. 19 A. DE CARVALHO QUINTELA et alii: «Instalação romana de captação, ele- vação e armazenamento de agua em Trôia. (Grândola, Portugal)». Co- nimbriga, 32-33. (1993-4), pp. 157-169. 20 La planta del pozo, de forma trapezoidal, con dimensiones: 0,97 m y 0,64 m por una longitud de 6,67 m y con una profundidad de 2,30 m. 21 Encontramos cierta similitud en la publicación: «Notas sobre dos acueduc- tos para riego romanos de la zona de Almodóvar del Río (Córdoba)», en Corduba. 1980-1, pp. 49-57, publicado por Genaro CHIC GARCÍA, en el que se presenta una construcción subterránea con pozos circulares. Uno de los acueductos en el Cortijo Nuevo, siguiendo la dirección del río Guadalquivir y otro en la otra margen, denominado Cortijo de Fuen- real. En ambos casos obras hidráulicas de gran magnitud destinadas al aporte hídrico de zonas más bajas cercanas al río. Se le presupone, dada la ausencia de unidades de habitación como lugar de llegada de las aguas, un uso para el riego, y por ello realizados por particulares. Otro tramo signifi cativo se documenta junto al río Cubillas, a la altura de Deifontes, en Granada, al parecer dedicadas principalmente al uso del regadío. Con un caput aquae de un acueducto en el nacimiento de Deifontes, con tres afl oramientos de agua bicarbonatada cálcica. El primero de los manan- tiales, a escasos metros del río Cubillas, está formado por una cabecera semicircular-parabólica realizada con sillares en caliza con dimensiones iguales a las identifi cadas en nuestro acueducto, de entre 99-108 cm por 6. ESTRUCTURA MURARIA Y NIVEL DE PAVIMENTO SOBRE CANALIZACIÓN 39-52 cm. Posiblemente asociados a una villa romana. El tramo que se describe tiene un recorrido de 1 700 m., conectando tres asentamientos ro- manos de tipo rural. Es interesante la búsqueda en su trazado de una cota No precisamos, al menos en relativa abundancia y a juzgar óptima adaptándose al terreno, no con un carácter rectilíneo. Uso rural por las fuentes literarias como arqueológicas, información aunque deja abierta la posibilidad de abastecimiento urbano. En Margari- acerca de la extracción de las aguas en su recepción, tal y ta ORFILA PONS y otros. «Estudio preliminar de los elementos constructi- como se concibe en la defi nición de caput aquae. Si aparecen vos hidráulicos». Anales de Arqueología Cordobesa 7, 1996, pp. 83-114. 22 Pedro SÁEZ FERNÁNDEZ, Salvador ORDÓÑEZ AGULLA, Sergio GARCÍA-DILS por el contrario testimonios de la proveniencia de las aguas, DE LA VEGA, con «Infraestructuras hidráulicas en el territorio de una por lo común subterráneas, aunque en pocos casos nos remite colonia romana en la Bética», p. 436. en Aquam perducendam curavit. Cádiz 2010.

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Si no atribuimos este acueducto a ningún centro de llegada de tipo urbano, descartándola como obra civil de cierta en- vergadura, debemos presumir de la ausencia de estructuras viarias de cierta entidad que solían acompañar al recorrido de los acueductos en su necesidad de control y reparaciones o limpieza, existiendo la posibilidad de pertenecer a las cen- turiaciones de una ciudad.24 No obstante la orientación del acueducto, en su sentido sur-norte, acompañando el curso del río podría ser indicativo, más por el curso de agua, que por la conducción, de una posible línea de centuriación. Para la datación del acueducto, dada la ausencia de excava- ciones arqueológicas como del escaso material de superfi cie, en el que se ha localizado un fragmento de sigillata sudgálica, se propone su ejecución en época altoimperial, ss. I-II d. C. Sirva este artículo como preámbulo de un estudio más ex- haustivo que propicie la conservación, el estudio y difusión del mismo, evitando el continuado expolio al que se ve so- metido. (fi g. 9 y 10)

7. POSIBLE CAJA DE NORIA

8. MUESCAS CIRCULARES PRODUCTO DEL GIRO DE LA NORIA (¿?)

La ubicación del acueducto que damos a conocer se debe, a 9. VISTA GENERAL DEL ESTADO ACTUAL tenor de la dinámica que ofrecen algunos paralelos cercanos, a la necesidad de elegir un recorrido que ofrezca una oro- grafía lo más regular posible y que mantenga una pendiente idónea. Esto ocurre sobre todo en los cursos de los ríos, con lo cual el coste se vería minimizado. Debe ofrecer el abaste- cimiento hídrico a uno o varios establecimientos de carácter rural como son las villae, las cuales no deben estar muy lejos de los cursos de agua, en este caso el río Blanco como tribu- tario del Genil. En la carta arqueológica y su posterior revi- sión se muestra una cierta concentración de establecimientos romanos en la franja oriental del municipio, con villas como Cortijo Tesoro, Alcalá Morisco y C. Cabezas, a los que bien podría haber suministrado las aguas de este acueducto.23 De este modo debemos esperar, casi con seguridad, la ausencia de estructuras emergentes tales como arcuationes, minimi- 10. ARTICULACIÓN DE LAS ESTRUCTURAS CONSERVADAS zando los costes de su trazado, caso similar al localizado en Deifontes (Granada). 24 MIRÓ ALAIX, Carmen: «El abastecimiento de agua a la Colonia Iulia Augus- 23 Op. cit. n. 1. ta Paterna Barcino». Aquam perducendam curavit, p. 148. Cádiz 2010.

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