Interciencia ISSN: 0378-1844 [email protected] Asociación Interciencia

González S., Luis Alejandro; Prieto Arcas, Antulio; Molina, César; Velásquez, Jenniffer Los de la península de Araya, Estado Sucre, Venezuela Interciencia, vol. 29, núm. 8, agosto, 2004, pp. 428-434 Asociación Interciencia Caracas, Venezuela

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Cómo citar el artículo Número completo Sistema de Información Científica Más información del artículo Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Página de la revista en redalyc.org Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto LOS REPTILES DE LA PENÍNSULA DE ARAYA, ESTADO SUCRE, VENEZUELA

LUIS ALEJANDRO GONZÁLEZ S., ANTULIO PRIETO ARCAS, CÉSAR MOLINA y JENNIFFER VELÁSQUEZ

a fauna de reptiles re- en el estado Sucre se han realizado den- Materiales y Métodos presenta una parte muy tro de los límites de los Parques Nacio- significativa de la biodi- nales Península de Paria (Bisbal, 1994), Área de estudio versidad de ambientes xerófilos. En el Mochima y Turuépano (MARNR, 1992). oriente de Venezuela, la escasez de estu- En lo que respecta a la fauna reptiliana La península de Araya dios sobre los reptiles ha conllevado a un de las diferentes bioregiones del estado (Figura 1) está situada en la parte noroc- desconocimiento de las especies que ha- Sucre la información es fraccionada cidental del estado Sucre, Venezuela, bitan esta región y a la falta de progra- (Rivas y Oliveros, 1997; Oliveros et al., (63º32'-64º21'O, y 10º30'-10º40'N). Ella mas y proyectos dirigidos a conocer la 2000; Cornejo y Prieto, 2001). Hasta el constituye la parte occidental de la cordi- estructura e importancia de los hábitats y presente han sido reportadas 300 espe- llera de Araya-Paria, la cual es considera- de su fauna silvestre, en particular la her- cies de reptiles para Venezuela (Donoso- da como una prolongación oriental de la petofauna, lo que dificulta cualquier in- Barros, 1965, 1968; Roze, 1966; Peters Cordillera de la Costa. Posee aproxima- tento de planificación y ordenamiento te- y Donoso-Barros, 1970; Peters y Orejas- damente 84km de longitud y un ancho rritorial en lo que respecta al manteni- Miranda, 1970; Pritchard y Trebbau, variable entre 4 y 20km. miento y conservación de la diversidad de 1984; Lancini, 1986; Péfaur, 1992; Gor- El relieve del sur de la este grupo de vertebrados. zula y Señaris, 1998, Péfaur y Rivero, península, adyacente al golfo de Cariaco, En el estado Sucre se 2000), de las cuales 80 han sido regis- lo compone una serranía central con eleva- han establecido comunidades animales y tradas en el estado Sucre (Rivas y Oli- ciones de hasta 600msnm. En el sector oc- vegetales con características propias de veros, 1997; Oliveros et al, 2000; Cor- cidental de la península, la mayoría de las cada zona. Particularmente en la penín- nejo y Prieto, 2001). elevaciones no alcanzan los 100msnm. Ha- sula de Araya, la cual presenta atributos El presente trabajo tiene cia el norte las costas son bajas, confor- climáticos y edáficos diferentes a la de como objetivo contribuir al conocimiento mando una llanura costera con algunas de- otras áreas del estado, se han desarrolla- de los reptiles de la península de Araya, presiones inundables. Este tipo de topogra- do ecosistemas modelados no sólo por el generando un listado de las especies pre- fía, ubicada entre los sitios de Manicuare clima, sino también por la actividad hu- sentes, con sus abundancias relativas y y La Angoleta, ha permitido el asenta- mana y el sobrepastoreo caprino (Cu- disimilitud entre cada uno de los hábitats miento de núcleos humanos de importan- mana, 1999). que conforman a la península, así como cia (Schubert, 1972; Caraballo, 1982). Los trabajos existentes su relación con algunos factores ambien- En el este de la penín- sobre la fauna de vertebrados presente tales del área. sula los relieves montañosos se hacen

PALABRAS CLAVE / Península de Araya / Reptiles / Venezuela / Recibido: 14/01/2004. Modificado: 23/06/2004. Aceptado: 12/07/2004.

Luis Alejandro González S. Licenciado en Biología, Universidad de Oriente (UDO), Vene- zuela. Docente-Investigador, Laboratorio de Ecología . Escuela de Ciencias, UDO. Dirección: Departamento de Biolo- gía, Escuela de Ciencias, Universidad de Oriente, Apartado Postal 245, Cumaná, Venezuela. e-mail: [email protected] Antulio Prieto Arcas. Licenciado en Biología y Educación y Magister Scientariun, UDO. Docente-Investigador, Laboratorio de Ecología Animal, Escuela de Ciencias, UDO. e-mail: [email protected] César Molina. Licenciado en Biología y Doctor en Ciencias en Ecología, Universidad Cen- tral de Venezuela (UCV). Director de Biocomercio y Bioseguridad, Oficina Nacional de Biodiversidad, Ministerio del Am- biente y los Recursos Naturales Renovables, Caracas, Venezuela. e-mail: [email protected] Jenniffer Velásquez. Tesista de pregrado, Laboratorio de Ecología Animal, Escuela de Cien- cias, UDO. e-mail: [email protected]

428 0378-1844/04/08/428-07 $ 3. 00/0 AUG 2004, VOL. 29 Nº 8 mucho más pronunciados, con paredes rocosas desnudas que prácticamente se hunden en el golfo, expuestas constante- mente al accionar del mar. Por otra par- te las elevaciones montañosas más im- portantes se alejan considerablemente hacia el interior, mientras que en el sec- tor costero del golfo se presentan des- censos pronunciados de las pendientes hasta llegar a áreas casi planas (Balda, 1960; MacSotay y Caraballo, 1966). El clima árido y sub- árido de la península es una consecuen- cia de la influencia de factores marítimos, continentales y altitudinales. Las precipita- ciones son mayores hacia el este de la península y varían entre 500 y 800mm en promedio anual, con una distribución temporal que resulta en seis meses se- cos. La temperatura promedio anual va- Figura 1. Area de estudio, señalando las diferentes unidades ecoló- ría entre 23 y 29ºC. Los vientos son un gicas y los 7 sitios de colocación de trampas y capturas manuales. factor importante en la península y pre- herbazal, sabana, manglar, espinar xerofítico, dominan los alisios que soplan del no- matorral xerofítico, bosque tropófilo. reste, aunque también ejercen influencia los vientos de mar y tierra (Ewel y en el lado oriental de la península. La 5- Matorral xerófilo (MX; 42%). Locali- Madriz, 1976). especie dominante es Rhizophora man- zado desde la parte central de la penínsu- gle, seguida de Avicennia germinans, la hacia el lado este. Presenta semejanza Unidades ecológicas Conocarpus erectus y Laguncularia ra- florística con el espinar xerófilo pero, a cemosa. En Laguna Grande del Obispo diferencia de éste, existe mayor propor- La península de Araya constituye una estrecha franja litoral, ción de especies leñosas y cactáceas su- presenta diversas formaciones vegetales, pero está más desarrollado hacia el saco culentas que alcanzan alturas de hasta las cuales se agruparon en el presente del golfo de Cariaco. 8m. Destacan Caesalpiniaceas (Prosopis trabajo en unidades ecológicas, utilizan- juliflora y Caesalpinia granadillo), Eu- 3- Sabana (SA; 1%). Formación herbá- do los criterios de Huber y Alarcón forbiáceas (Euphorbia sp. y Croton sp.), cea presente en la región oriental de la (1988) y Cumana (1999), modificados Cactáceas (Stenocereus griseus y Pereskia península, con un estrato superior arbó- según el mapa de vegetación de Vene- guamacho) y Poaceas (Panicum verruco- reo pobre pero bien definido y un estra- zuela (MARNR y PDVSA, 1999; Figura so, Paspalum sp. y Digitaria sp.). to inferior herbáceo dominado por gra- 1). La catalogación se estableció como: míneas. Los árboles son de aspecto 6- Bosque tropófilo (BT; 12%). Localiza- 1- Herbazal (HE; 3% del área de la pe- achaparrado con troncos retorcidos y de do sólo en el borde este de la península. nínsula). Formación ribereña a lo largo copas anchas orientadas en la dirección Formado por una vegetación mixta de 8- de la costa norte, ubicadas en las dunas del viento. El estrato inferior está cons- 10m de altura, donde predominan las fa- arenosas de las playas no inundadas por tituido por hierbas anuales, perennes, milias Caesalpiniacea, Euphorbiacea y el mar, en el estrato inferior de las co- erectas, postradas, acaules, cespitosas o Cactaceae, y algunas especies de árboles munidades de manglares, sobre suelos en macollas, dominadas por los géneros frutales introducidas para cultivo. impregnados de humedad y sales mari- de gramíneas Aristida, Bouteloua, Digi- 7- Dunas y playas arenosas (PA; 3%). nas, en depresiones inundadas por el taria, Eragrostis, Paspalum y Trachy- Localizadas en algunas áreas de la costa agua de lluvia y en pequeñas lagunas pogon y algunas cactáceas del género norte de la península con contacto perma- construidas por el hombre como bebede- Opuntia. En el estrato superior destacan nente con el oleaje. El sustrato es total- ros para animales. Entre las especies do- especies como Byrsonima crassifolia, mente arenoso y la vegetación caracterís- minantes de esta formación figuran Batis Mabea occidentalis y Roupala montana. tica es escasa, con predominio de gramí- maritima, Heliotropium curassavicum, Spo- 4- Espinar xerófilo (EX; 35%). Locali- neas. Ambas formaciones son importantes robolus virginicus y Sesuvium portula- zado desde la parte occidental de la ya que constituyen sitios potenciales de castrum. También se encuentran hidró- península, penetrando con profundidad anidación de tortugas marinas. filas vasculares entre las que destacan hacia el lado oriental, llegando al mo- Cyperus articulatus, Eleocharis cari- rro de Chacopata. La vegetación es baea, Ludwigia octovalis, Najas guada- Revisión bibliográfica y museos xeromorfa y principalmente representa- lupensis, Nymphaea amazonum, N. am- da por cactáceas y leguminosas arma- La información utilizada pla, Ruppia maritima y Typha do- das, de fenología caducifolia. Esta for- en esta investigación proviene de la revi- minguensis. mación está conformada por especies sión bibliográfica de estudios herpetoló- 2- Manglar costero (MG; 4%). Forma- leñosas, arbóreas y arbustivas, no ma- gicos locales, regionales y nacionales de ción arbórea sobre suelos húmedos y sa- yores de 5m, cactáceas columnares ma- Peters y Donoso-Barros (1970), Peters y linos, pobremente representada en forma yores de 2m, trepadoras-rastreras anua- Orejas-Miranda (1970), Gorzula (1981), de pequeños grupos aislados y dispersos les o perennes y epifitas-hemiparásitas Rivas y Oliveros (1997), Gorzula y o individuos solitarios en el lado occi- bienales o perennes arraigadas sobre Señaris (1998), Oliveros et al. (2000), dental, pero con mayor representatividad especies leñosas. Péfaur y Rivero (2000) y Cornejo y

AUG 2004, VOL. 29 Nº 8 429 Prieto (2001), así como del análisis de Con los datos obtenidos de especies (3) y el orden Crocodylia una la información disponible en las colec- durante la observación y trampeos se cal- sola especie (Tabla I). ciones de la Estación Biológica de Ran- culó la abundancia relativa de las espe- Las formaciones vegeta- cho Grande, Maracay (EBRG), el Museo cies registradas, estableciendo la siguiente les que presentaron el mayor número de de Historia Natural La Salle, Caracas escala (Goulding, 1988) basada en el nú- especies capturadas y/u observados fueron (MHNLS) y el Museo de Biología de la mero de veces observada y/o capturada el bosque tropófilo, con 28 especies, y el Universidad Central de Venezuela, Cara- en el total de salidas de campo: escasas matorral xerófilo, con 22 (Tabla I). Le si- cas (MBUCV). (<5% en frecuencia de aparición), poco guen en orden decreciente, el espinar xe- comunes (5-20%), comunes (21–40%), rófilo (19) especies, sabana (8) manglar Trabajo de campo abundantes (41-60%) y muy abundantes (7), Herbazal (5) y playas arenosas (4). (61-100%). Para calcular la similitud Las mayores abundancias relativas de Se efectuaron mues- taxonómica entre unidades ecológicas se reptiles se observaron en los alrededores treos de campo en diferentes áreas de utilizó el coeficiente de disimilitud inver- de las localidades de Campoma, Guaya- la península de Araya en las unidades so de Pearson (Krebs, 1985). cán, Caimancito, El Guamache y Mani- ecológicas antes mencionadas. Los cuare, mientras que la menor abundancia muestreos se realizaron en dos salidas Resultados y Discusión se registró en el extremo occidental de la de campo mensuales, entre enero y di- península, específicamente en Araya y ciembre del 2001. Cada salida de cam- Se registró un total de Punta Araya (Figura 1). po abarcó de dos a tres días, cuando se 34 especies de reptiles pertenecientes a El análisis de afinidad hicieron observaciones directas de todos 14 familias en 3 órdenes. Dentro del or- taxonómica entre las diferentes unidades los reptiles avistados durante caminatas den se identificaron 10 fami- ecológicas (Figura 2) indica la conforma- realizadas dentro de cada uno de los lias, 3 en el orden Testudines y 1 en el ción de dos grupos, uno conformado por hábitats seleccionados. Por otra parte, orden Crocodylia (Tabla I). El número de las unidades ecológicas espinar, matorral, se realizaron capturas manuales en las especies de reptiles encontrado en la pe- bosque tropófilo, sabana y manglar; y áreas cercanas a las trampas en diferen- nínsula de Araya representa el 38,2% del otro por las playas arenosas y herbazal, tes microhábitats (bajo las piedras, ho- total de los registrados para el estado Su- las cuales se encuentran muy separadas jarasca, sobre los árboles, charcos, cue- cre (Rivas y Oliveros, 1997) y aproxima- del resto. Sin embargo, dentro del primer vas, troncos secos, construcciones, lagu- damente el 11,33% del total de los repor- grupo el manglar y la sabana difieren nas, caños y lechos de ríos secos). No tados para Venezuela. Este porcentaje pa- sustancialmente, ya que el bosque tropófi- se realizaron colectas nocturnas por rece deberse a la baja productividad de lo, el matorral xerofítico y el espinar precaución hacia accidentes de morde- este tipo de área, dada su escasa precipi- conforman un grupo homogéneo, relacio- duras de ofidios, muy abundantes en el tación. nado por su cobertura arbórea. área, dada la carencia de equipos de El número de especies En términos de la es- primeros auxilios pertinentes a este tipo de reptiles reportados en este trabajo es tructura comunitaria de la herpetofauna de accidentes. superior al señalado para la cuenca media de la península de Araya, las especies Paralelamente se utiliza- del río Chama, estado Mérida, de 6 espe- epigeas (53%) que utilizan el estrato te- ron trampas de fosa o caída (Howard y cies (Péfaur y Pérez, 1995), aunque hay rrestre dominan sobre las especies arbó- Brock, 1961; Jones, 1981), de 13cm de que considerar que este último sitio es reas (32%) y las acuáticas (15%). Sin diámetro en su abertura y 16cm de pro- sólo un bolsón árido y muestra menor va- embargo, a medida que el elemento arbó- fundidad, colocadas en triadas con cercas riedad de formaciones vegetales. Igual- reo incrementa en las unidades ecológi- direccionales. Cada sistema de trampas se mente es superior al número de especies cas, incrementa la presencia de especies activó durante los días de muestreo y reportadas para la zona de la laguna de de reptiles que utilizan el estrato arbóreo eran revisadas y cerradas al final de cada Boca de Caño, en la península de de estas formaciones. Se aprecia (Tabla I) tarde. Se ubicó una trampa en cada uno Paraguaná, de 12 especies (Bisbal, 2001). un incremento en el número de especies de los siete sitios de captura, tratando de Sin embargo, el número de especies es desde los herbazales, donde ninguna de abarcar las diferentes unidades ecológicas inferior a lo reportado por Mijares y las especies presentes utiliza la vegeta- (excepto dunas y playas arenosas). El pe- Arends (1992) en un inventario herpetoló- ción como estrato de búsqueda del ali- ríodo de trampeo abarcó 100 días, por 10 gico de la totalidad del estado Falcón, re- mento, a la sabana (1), manglar (2), espi- horas diarias, para un total de 7000 ho- portando 84 especies de reptiles. Esta di- nar xerófilo (6), matorral xerófilo (9) y ras-trampas diurnas (HTD). ferencia se debe a que la superficie de la bosque tropófilo (11). Es interesante se- península de Araya es inferior a la del ñalar que I. iguana y T. hispidus, espe- Trabajo de laboratorio estado Falcón y a la diversidad de hábi- cies arborícola la primera y saxícola la tats, siendo ésta mayor en el estado Fal- segunda, utilizan el suelo con alta fre- En aquellos casos en que cón, con presencia de hábitats no áridos, cuencia en esta región y en algunos hábi- la observación de los ejemplares en el como los presentes en el cerro Santa tats. campo no permitió su clasificación taxo- Ana. Con relación al período nómica inmediata, se capturó una muestra Dentro del orden Squa- de actividad de los reptiles, el 62% de las representativa de la especie para ser iden- mata, la familia Colubridae presentó el especies es diurno y el 38% nocturno, re- tificada en el laboratorio con ayuda de mayor número de especies (8), con una saltando las culebras en este último (Ta- claves taxonómicas (Roze, 1966; Gorzula, amplia distribución en toda la zona pe- bla I). En términos tróficos, aunque las 1978a, b; Peters y Donoso-Barros, 1970; ninsular, seguida de la familia Viperidae categorías no son excluyentes, dominan Peters y Orejas-Miranda, 1970; Ávila- (3) y (2). Dentro de los lagartos, las especies carnívoras que se alimentan Pires, 1995). Los nombres científicos si- las familias mejor representadas fueron de vertebrados (49%), sobre las consumi- guen a La Marca (1997). La información Gekkonidae (4), Teiidae (3) y Polychro- doras de invertebrados (33%) y las herbí- sobre tortugas marinas provino de Guada tidae (3). En el Orden Testudines la fami- voras (18%). Es interesante señalar que y Solé (2000). lia Cheloniidae presentó el mayor número Ch. mydas se comporta como herbívora y

430 AUG 2004, VOL. 29 Nº 8 TABLA I DISTRIBUCIÓN Y ABUNDANCIA DE LOS REPTILES DE LA PENÍNSULA DE ARAYA EN LAS DIFERENTES UNIDADES ECOLÓGICAS Taxa H G HE MG SA EX MX BT PA R ORDEN TESTUDINES Batsch 1788 Familia Testudinidae Gray 1825 Geochelone carbonaria (Spix 1824) T, D H Pc, 2 Pc, 3 5 F, O Familia Cheloniidae Gray 1825 Caretta caretta (Linnaeus 1758) A, D H Pc L Chelonia mydas (Linnaeus 1758) A, D, N H, C E Pc L Eretmochelys imbricata (Linnaeus 1766) A, D C Pc L Familia Dermochelyidae Wieland 1902 Dermochelys coriacea (Vandelli 1761) A, D C E E L

ORDEN CROCODYLIA Gmelin in Linnaeus 1789 Familia Crocodylidae Cuvier 1807 Crocodylus acutus (Cuvier 1807) A, N C E L

ORDEN SQUAMATA Oppel 1811 Familia Gekkonidae Gray 1825 Gonatodes vittatus (Lichtenstein 1856) Ar, D I Pc, 2 Ma, 6 Ma, 8 Ma, 6 22 F, O Hemidactylus mabouia (Moreau de Jonnes 1818) Ar, N I Pc, 1 Pc, 2 C, 4 7 O, L Phillodactylus ventralis (O'Shaughnessy 1875) Ar, N I A O, L Thecadactylus rapicauda (Houttuyn 1782) Ar, N I Pc, 1 Pc, 1 C, 4 6 F, O Familia Gymnophthalmidae Merrem 1820 Gymnophthalmus speciosus (Hallowell 1861) T, D I Pc, 1 C, 2 C, 2 5 O Tretioscincus bifasciatus kugleri (Shreve 1947) T, D I Pc, 1 C, 2 C, 2 5 O Familia Iguanidae Oppel, 1811 Iguana iguana (Linnaeus 1758) Ar, T, D H E Pc, 1 C, 3 C, 10 14 F, O Familia Polychrotidae Fitzinger 1843 Polychrus marmoratus (Linnaeus 1758) Ar, T D I E, 1 E, 1 Pc, 4 6 F Anolis nitens (Wagler 1830) T, D I Pc, 6 6 F, O Anolis onca (O'Shaughnessy 1875) T, D I C, 3 C, 1 Pc, 1 5 F, O Familia Teiidae Gray 1827 Ameiva bifrontata (Cope 1862) T, D I, H Pc, 1 Ab, 3 Ab, 4 Ab, 5 Ab, 3 16 F, O Cnemidophorus lemniscatus (Linnaeus 1758) T, D I, H C, 4 Ab, 4 C, 3 C, 4 Ab, 9 24 F, O Tupinambis teguixin (Linnaeus 1758) T, D C, I C, 3 3 F, O Familia Tropiduridae Bell 1843 Tropidurus hispidus (Spix 1825) T, Ar, D I, H Pc, 3 Ma, 6 Ma, 5 Ab, 9 23 F, O Familia Boidae Gray 1842 Boa constrictor (Linnaeus 1758) Ar, N C E, 2 2 C, O ruschenbergerii (Cope 1876) Ar, N C E E, 1 1 O Familia Colubridae Cope 1886 Drymarchon corais (Boie 1827) T, D C E E E, 1 1 C, O Mastigodryas amarali (Stuart 1938) T, D C Pc, 1 E E 1 O Mastigodryas pleei (Duméril, Bibron & Dumeril 1854) T, D C Pc, 1 C, 1 C, 5 C, 1 8 F, O Oxybelis fulgidus (Daudin 1803) Ar, D C Pc, 1 C, 2 C C, 1 4 F, O Phimophis guianensis (Troschel in Schomburgh 1848) T, N C E, 1 C, 1 C Pc 2 F, O Pseudoboa neuwieddii (Dumeril, Bibron & Dumeril 1854) T, N C E E E L Spilotes pullatus (Linnaeus 1758) Ar, D C E C, 1 1 C, O Thamnodynastes sp Ar, N C E E L Familia Elapidae Boie 1827 Micrurus circinalis (Dumeril, Bibron & Dumeril 1854) T, N C E L Familia Viperidae Gray 1825 Crotalus durissus cumanensis (Humboldt, 1883) T, N C E Pc, 1 Pc, 1 Pc, 1 3 C, O Porthidium lansbergii rozei (Peters, 1959) T, N C E E C, 1 C, 3 4 C, O Bothrops asper (Garman 1883) T, N C E E Pc C L

Hábitat y hábitos (H): A: acuático, Ar: arbóreo, T: terrestre; D: diurno, N: nocturno. Gremio (G): C: carnívoro, I: consumidor de invertebrados, H: herbívo- ro. Unidades ecológicas: HE: herbazal, MG: manglar, SA: sabana, EX: espinar xerófilo, MX: matorral xerófilo, BT: bosque tropófilo. PA: dunas y playas arenosas. Registro (R) C: captura manual, F: captura en trampa de fosa, O: observado, L: literatura. Abundancia: E: escaso, Pc: poco común, C: común, Ab: abundante. Ma: muy abundante. El número al lado de cada abundancia, es la cantidad de ejemplares observados, capturados o caídos en fosa en cada unidad ecológica, mientras que el número en cada registro es el total.

AUG 2004, VOL. 29 Nº 8 431 carnívora, y T. teguixin además de consu- mir vertebrados también consume inverte- brados. Por su parte A. bifrontata, C. lemniscatus y T. hispidus consumen, ade- más de invertebrados y reptiles pequeños, frutos de cactáceas tanto de bajo porte, como Melocactus curvispinus, Opuntia caracasana y O. elatior, de cactus arbó- reos Rhodocactus guamacho y cactus co- lumnares Stenocereus griseus y Piloce- reus moritzianus, funcionando como dispersores de las semillas de estas espe- cies. Figura 2. Dendrograma de diferencias taxo- El total de reptiles co- nómicas entre las unidades ecológicas en la península de Araya, basadas en el coefi- Figura 3. Número de especies registradas lectados con trampas de caída fue de 144 ciente inverso de Pearson. HE: herbazal, por mes ( — ) y de ejemplares capturados animales (Tabla II), repartidos en 14 es- MG: manglar, SA: sabana, EX: espinar xe- ( — ) acumulados por mes en trampas de pecies, lo que representa 41,18% de todas rófilo, MX: matorral xerófilo, BT: bosque caída en la península de Araya, Venezuela, las especies registradas en este estudio tropófilo y PA: Dunas y Playas arenosas. durante el año 2001. (Tabla I). Aunque las trampas de caída arrojan un buen porcentaje del total de especies capturadas, tan sólo una especie de captura. Sin embargo, en otro orden nos valles y cauces de escorrentía, se de- es registrada únicamente por este método, de ideas, las mayores abundancias obser- sarrollan pequeñas áreas con vegetación el resto de las 13 especies fueron tam- vadas en el bosque tropófilo, matorral xe- de mayor complejidad como consecuen- bién avistadas y/o colectadas (Tabla I). rófilo y el espinar xerófilo parece obede- cia de la protección contra la acción En los ambientes con mayor cobertura de cer a la mayor complejidad estructural de eólica y con una mayor disponibilidad de especies arbustivas y arbóreas (espinar los mismos y por consecuencia una ma- nutrientes y humedad, lo que permite la xerófilo, matorral xerófilo y bosque tro- yor disponibilidad de nichos (MacArthur presencia de elementos arbóreos de las pófilo) se capturaron 120 ejemplares en y MacArthur, 1961; August, 1983), auna- familias Cactaceae, Caesalpinaceae y trampas de caída, lo cual corresponde a do al hecho de que estas formaciones ve- Euphorbiaceae, dispuestos irregularmente 84% del total de ejemplares registrados getales tienen mayor extensión y están (Cumana, 1999). por esta técnica. La tasa general de cap- menos fragmentadas que el herbazal, el Con relación a la abun- tura fue de 2,06 ejemplares/100 HTD, es- manglar y la sabana (Figura 1). dancia de especies, C. lemniscatus, T. his- timación ligeramente superior a la obteni- Espacialmente, se obser- pidus, G. vittatus, I. iguana y A. bifronta- da por Péfaur y Pérez (1995) para verte- vó una mayor cantidad de especies en el ta fueron los lagartos más abundantes, y brados epígeos en el bolsón xerofítico de sector oriental de la península de Araya, entre las serpientes destacan M. pleei y Mérida, Venezuela. Esta tasa de captura producto de la presencia de un extenso O. fulgidus. es relevante si consideramos que las matorral xerófilo y una porción de bos- En las laderas de los ce- trampas no se utilizaron en horas noctur- que tropófilo (Figura 1). Este último po- rros y áreas abiertas de las unidades eco- nas. see una fisionomía más estructurada, ade- lógicas del espinar y del matorral fueron El número de especies más de una mayor riqueza hídrica y la observados muchos individuos de varias de reptiles capturados osciló mensual- presencia de zonas cultivadas que pueden especies de reptiles refugiándose en el es- mente, presentando valores bajos de ene- proporcionar recursos adicionales a la trato inferior de plantas, como Agave ro a julio, y aumentando a un poco más fauna nativa. Por el contrario, la menor cocuy y Castela erecta, probablemente del doble de agosto a diciembre, época variedad de especies la presenta el sector buscando sombra para termorregular o de lluvias (Figura 3). Por otra parte, la occidental de la península, la cual está forrajeando por posibles presas. Otras proporción de individuos capturados au- cubierta por vegetación xeromorfa, princi- plantas importantes en el área, son el oli- mentó casi tres veces durante este mismo palmente por el espinar xerófilo y un ra- vo Capparis pachacca, que presenta hue- período de tiempo, lo que indica que las mal muy pequeño del matorral xerófilo. cos y corteza rugosa, donde algunos indi- especies son más abundantes debido al Ambas unidades de vegetación se ubican viduos de G. vittatus y T. hispidus se re- proceso de reclutamiento de crías y juve- sobre superficies planas y, sólo en algu- fugian y/o sé mimetizan contra el color niles a la población de mucha de las es- pecies, además de mostrarse más activas. Los hábitats con mayor TABLA II número de especies también presentaron NÚMERO DE ESPECIES Y DE INDIVIDUOS COLECTADOS DE REPTILES CON el mayor número de ejemplares captura- TRAMPAS DE CAIDA EN LAS DIFERENTES UNIDADES ECOLÓGICAS DE LA dos (Tabla II). La mayor cantidad de in- PENÍNSULA DE ARAYA, VENEZUELA dividuos capturados se obtuvo en la uni- dad de bosque tropófilo (40,97%), segui- Unidad ecológica Número de Número de Porcentaje da por las unidades ecológicas de mato- especies individuos del total rral xerófilo y espinar xerófilo. El man- Herbazal 2 4 2,77 glar, la sabana y el herbazal mostraron Manglar 5 9 6,25 las menores abundancias. Estas diferen- Sabana 5 11 7,64 cias pudieran estar reflejando directamen- Espinar xerófilo 11 27 18,75 te el uso que hacen del hábitat los indivi- Matorral xerófilo 9 34 23,61 duos de las diferentes especies, ya que en Bosque tropófilo 12 59 40,97 todos ellos se utilizó el mismo esfuerzo Totales 144 100,00

432 AUG 2004, VOL. 29 Nº 8 del tronco. Por su parte, algunos ejempla- (Familia Gekkonidae) que han sido repor- Mem. Cong. Geol. Ven. III. Caracas, T. II: res de C. durissus cumanensis, B. cons- tadas en zonas de bosques húmedos 928-934. trictor, S. pullatus y P. guianensis pasan premontanos del estado Sucre cercanas a Bisbal F (1990) Inventario preliminar de la fauna el día en los troncos huecos de esta espe- la península y con características ambien- del cerro Santa Ana, península de Paraguaná, estado Falcón, Venezuela. Acta Cient. Venez. cie y otros árboles, y sólo al oscurecer tales parecidas a los bosques tropófilos 41: 177-185. del sector oriental (Rivas y Oliveros, salen a forrajear. Bisbal F (1992) Inventario preliminar de la fauna En las playas arenosas 1997). Entre las serpientes, no se observó acuática del pantano oriental, estado del norte y sur de la península se ha cita- a Chironius multiventris, Clelia clelia y Monagas y Sucre. Acta Cient. Venez. 43: do la presencia de cuatro especies de tor- Leptodeira annulata (Familia Colubridae) 270-282. tugas marinas anidando (Guada y Solé, que son características de bosques secos Bisbal F (1994) Inventario preliminar de la fauna 2000), mientras que en el bosque tropófi- tropicales. La baba (Caiman crocodilus) silvestre del Parque Nacional Península de lo se observó a la tortuga terrestre G. ha sido reportada por Gorzula (1981) en Paria, estado Sucre, Venezuela. Acta Cient. Venez. 45: 328-334. carbonaria de la familia Testudinidae. De una ocasión en la laguna de Campoma, Bisbal F (2001) Estudio preliminar de los verte- las cuatro especies de tortugas marinas pero dado que no se ha registrado desde brados del Refugio Laguna de Boca de que han sido reportadas para la península esa fecha, no se incluyó en el presente Caño, península de Paraguaná, estado Fal- de Araya, dos (E. imbricata y D. coria- estudio. cón, Venezuela. Rev. Unellez. Cien. Tec. 19: cea) están clasificadas como “en peligro 1-17. crítico” por la Unión Mundial para la Conclusiones Caraballo LF (1982) El golfo de Cariaco. Parte Conservación de la Naturaleza (UICN; 1: Morfología y batimetría submarina. Es- Crowder, 2000). Las otras dos (C. mydas, Los resultados de esta tructuras y tectonismo reciente. Bol. Inst. Oceanog. Venez. Univ. Oriente 21: 13-35. y C. caretta) son consideradas “en peli- investigación indican la presencia de 34 Cornejo PA, Prieto A (2001) Inventario de repti- gro” (Rodríguez y Rojas-Suárez, 1999) y especies de reptiles en toda la extensión les en dos zonas semiáridas del noreste de la están protegidas por el Gobierno Nacio- de la península de Araya, registrándose la península de Araya. Estado Sucre, Venezue- nal (República de Venezuela, 1996b), ra- mayor cantidad de ejemplares y especies la. Acta Cient. Venez. 52: 265-271. zón por la cual organismos internaciona- en el sector oriental, caracterizado por la Cumana L (1999) Caracterización de las forma- les (PNUMA, WIDECAST), en colabora- existencia de un bosque tropófilo y un ciones vegetales de la península de Araya, ción con instituciones públicas y privadas matorral xerófilo, que representan mejo- estado Sucre, Venezuela. Saber 11: 7-16. del país, se encuentran desarrollando un res condiciones climáticas y florísticas Crowder L (2000) Leatherbacks survival will Plan de Acción para la Recuperación de que las áreas del sector medio y occiden- depend on an international effort. Nature las Tortugas Marinas en el Territorio Na- tal. Estas últimas presentan una vegeta- 405: 881. cional (Guada y Solé, 2000). ción predominante de espinares y mato- Donoso-Barros R (1965) Las serpientes. Museo de Historia Natural (Chile) 2: 1-24. El caimán de la costa rrales, algunas de las cuales se encuen- (C. acutus) y todas las tortugas marinas tran intervenidas y desertificadas por el Donoso-Barros R (1968) The lizards of Vene- zuela (checklist and key). Carib. J. Sci. 8: reportadas en este estudio están afectadas sobrepastoreo del ganado caprino y vacu- 105-122. en la actualidad por actividades relacio- no, así como por el cultivo de la sábila Ewel J, Madriz A (1976) Zonas de vida en Ve- nadas con el comercio de ejemplares vi- (Aloe vera), frutas y verduras que ha in- nezuela. FONAIAP. Caracas, Venezuela. vos y/o de sus partes, motivo por el cual crementado la deforestación, con una 270 pp. han sido categorizadas en el Apéndice I concomitante aceleración de los procesos Gorzula S (1978a) Clave para los lagartos y de la Convención Internacional sobre el de erosión, con impactos negativos en un amphisbaenidae de Venezuela. Boletín Técni- Comercio de Especies de Plantas y Ani- futuro cercano sobre las poblaciones de co. Ministerio del Ambiente, Caracas, Vene- males Amenazados (CITES; República de vertebrados epígeos. zuela. 32 pp. Venezuela, 1996a, b). Por su parte, la tor- Gorzula S (1978b) Clave para los ofidios de Ve- nezuela. Boletín Técnico. Ministerio del Am- tuga terrestre G. carbonaria, los lagartos AGRADECIMIENTOS biente, Caracas, Venezuela. 23 pp. I. iguana, T. teguixin y la serpiente B. Gorzula S (1981) Los reptiles de Sucre. Cap. 5 constrictor, todas de interés cinegético, se Los autores agradecen a en Inventario Nacional de Fauna. Ministerio encuentran vedadas para la caza (Repú- José Ramón Rodríguez y José Andrade, del Ambiente, Caracas, Venezuela. 139 pp. blica de Venezuela, 1996a) y están inclui- de CIEGUDO, por permitir el uso de las Gorzula S, Señaris J (1998) Contribution to the das en el apéndice II del CITES debido a instalaciones, a José Véliz por su asesora- herpetofauna of the Venezuelan Guayana. I. que la cacería ha mermado algunas de miento con los datos de vegetación, a A data base. Scientia Guaianae 8: 1-268. sus poblaciones en el ámbito nacional Gilson Rivas por la revisión taxonómica Goulding M (1988) The fishes and the forest, (Bisbal, 1990; Bisbal, 1992). de algunos ejemplares, al pueblo de Gua- exploration in Amazonian natural history. Dado el diseño de mues- yacan por su hospitalidad, y al Consejo University of California Press. San Francis- co, CA, USA. 280 pp treo de campo usado, cabe suponer que de Investigación de la Universidad de muchas especies de reptiles terrestres y Oriente por el financiamiento del presente Guada H, Solé G (2000) WIDECAST Plan de acción para la recuperación de las tortugas arborícolas de hábitos nocturnos no fue- estudio (CI-5-1001-1021/01). marinas de Venezuela. En Suárez A (Ed.) ron capturadas ni observadas en los dife- Informe Técnico del PAC Nº39. UNEP Car- ibbean Environment Programme, Kingston, rentes recorridos realizados por las for- REFERENCIAS maciones vegetales de la península. Otro Jamaica. 112 pp. factor importante a considerar fue la in- August PV (1983) The role of habitat complexity Howard W, Brock M (1961) A drift fence pit accesibilidad de muchas de las áreas altas and heterogeneity in structuring tropical trap that preserves captured rodents. J. mammals communities. Ecology 64: 1495- Mammal. 42: 386-391. xeromorfas del centro y oriente de la pe- 1507. nínsula. Entre las especies de posible pre- Huber O, Alarcón C (1988) Mapa de vegetación Ávila-Pirés T (1995) Lizard of Brazilian Amazo- de Venezuela 1:2000000. Ministerio del Am- sencia pero no registradas en este estudio nia (Reptilia; Squamata). Zool. Verhand. biente / Bioma. Caracas, Venezuela. están los lagartos Ameiva ameiva (Fami- Leiden, 299: 1-706. Jones KB (1981) Effects of grazing on lizard lia Teiidae), Anolis auratus (Familia Balda FA (1960) Estructura geológica de Chi- abundance and diversity in western Arizona Polychrotidae) y Gonatodes humeralis guana, península de Araya, estado Sucre. Southwestern Naturalist 26: 107-115.

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