Suplemento Cultural Mensual de La Jornada Veracruz  Domingo 29 de mayo de 2016  Número 5  Coordinador: José Armando Preciado Vargas

Q Not in This Lifetime... Tour,

la catarsis de Guns N’ Roses

C que demoró 23 años ATARSIS Ginger Ragazzo

Crónica-reseña del concierto de Guns n' Roses / F OTO Q La Feria

DE

R Juan A. Morales ICKY Relato de costumbres M ARSHALL

Q Regreso a Maikh’ Sikh y otros cuentos

Francisco Morales Hoil

Tercera entrega del libro de cuentos (Yebel Oda)

Not in This Lifetime... Tour, la catarsis de Guns N’ Roses que demoró 23 años

BROKEN DREAMS GINGER RAGAZZO A Mauricio Ballesteros, in memoriam Desde que tengo uso de razón, o más bien, desde que tengo memoria lúcida, recuerdo melodías que fueron “cinceladas” en al- noticias de ‘espectáculos’ en un televisor de incidentes ‘crueles’ que sobrevinieron llegó a tal grado de que al enterarme de guna parte de mi cerebro, vibraciones que de 14 pulgadas. El 9 de agosto de 1992 durante más de dos décadas, entre los que Not in This Lifetime... Tour escupí un acre se expandieron desde mis tímpanos hasta se reportaba el Montreal Riot y la prensa enlisto como más dolorosos la colabora- y despechado: “¿Qué, se les acabó el di- los más profundos recovecos de mi ser; a refería con gestos desaprobatorios los su- ción de en Nada Puede Cambiarme nero para las drogas?”, a quien me avisó temprana edad ya sentía la emoción que, cesos previos del Riverport Riot, aunado de –golpe bajo del que no por teléfono que Guns (classic lineup) de un modo u otro, hacía una implosión al comportamiento peculiar que distinguía me recobro hasta el día de hoy– o la ne- venía a México. Ni siquiera por ser una en mis entrañas para obligarme luego a a los personajes de la banda. gativa de Izzy yAxl de acudir a The Rock fuente de confianza le creí, autodestruida menear la cabeza de lado a lado y a pegar «Es impresionante» debí pensar so- And Roll Hall Of Fame, aunque su acto por la ironía y abyectas ideas germinadas de brinquitos por toda la casa. bre lo acaecido, en tanto que mis ras- fue justificado, seguir en la industria y no casi toda mi vida, debía cerciorarme de Esa “emoción” o sentimiento poseía gos pueriles se expandían y yo quedaba hacerlo aporreó severamente los anhelos propia mano. un nombre: “Guns N’ Roses”. Pero llegué boquiabierta, con los cabellos castaños de los fanáticos. Lo hice. Era verdad. Ante las abru- a saberlo cuando yo andaba por allí, casi revueltos en una mañana que se pinta ya Fue así como dejé atrás Use Your madoras noticias ni siquiera tuve el tiempo en pañales, conviviendo con mi hermano borrosa y de la cual no tengo más reminis- Illusion II y enterré cada vez más en el de emocionarme, habría de conseguir di- y mis hermanas, recordando cómo era cencias, aunque sólo un año más tarde, con vacío mis anhelos, hasta el punto en que nero para las entradas a toda costa, prever ‘being in the jungle’ aún en los 80’s. una conciencia un poco más desarrollada, en noviembre de hace ocho años salió el las diligencias menesterosas para estar en Viene a mi memoria postrera Van vi un comercial del que sería el tour del –álbum que me en- ese concierto y faltaba menos de una se- Halen, The Goonies, T2: Judgment Day, último concierto previo a su separación cantó aunque considero lejano al espíritu mana para la preventa en línea. Ignoraba Cyndi Lauper y Kurt Cobain, los colores de ‘Los Guns’–como les llamamos en que posee , si si sería necesario vender mi alma al mejor que se quedaron atrás y “una actitud” de México–y que incluía el que hasta ahora bien claramente esa no era la intención– postor para tales efectos, afortunadamente la juventud en la que yo nací y me fue he- había sido su último show en el River Plate y, tras leer la entrevista de Axl con Del no lo fue. redada, pero me parece todavía más nítida Stadium, Argentina, el 17 de julio del 93. James, en la que Rose asegura que había El 8 de febrero, a las 11:35 a.m. la indumentaria de la época, los jeans y El día en que vi ese anuncio nació “cero posibilidades de que tuviera algo –minutos ulteriores a una concentrada shorts, y las ‘camisas Grunge’ de franela en mí el sueño de verlos en vivo y, tras que ver con Slash de nuevo, de no ser por compra por Internet y un intento fallido a cuadros, algunas de ellas sobrevivieron los aciagos acontecimientos cuyo adveni- una emboscada”, sentí una nueva estocada por la saturación de la página web– apa- para serme ‘traspasadas’ hasta entrado miento vaticinó The Spaghetti incident?, (…) entonces perdí la fe, pese a que en reció la cinta verde con la leyenda “Tu el siglo actual, para ser olvidadas por lo se marchitaron mis esperanzas poco a los años posteriores resurgieron rumores compra está completa. Ginger, ¡Asistirás avant-garde o rematadas como bicocas en poco y al pasar de los años, mientras de una posible reunión, con todo y las es- a Guns N’ Roses”. ¡Victoria!, no pude mercados de ropa de segunda mano, lo crecía escuchando sus discos y envolvién- peculaciones en 2015 yo sólo ya no creía. más que hacer el gesto de Snake en VR- que ahora cualquier petimetre considera- dome en otros géneros musicales deriva- Así, no fue fácil reconstruir de un Training de Metal Gear Solid al llegar al ría basura (…) dos del Rock. día para otro la extraña amargura del checkpoint «Excellent Ginger» Incluso Y escarbando en mis recuerdos, me Al saber que las disputas y resen- castillo demolido sobre las negras nubes me pareció escuchar las fanfarrias del veo a mí misma sola en la sala, repanti- timientos entre los miembros se acrecen- de mis pensamientos, allí ya ni siquiera Final Fantasy VIII, todos suben de nivel, gada sobre un sillón y enajenada con las taban con el paso del tiempo y después atravesaba un rayo de luz. La infamia obtengo “Uña de dragón”, etcétera. 2 Domingo 29 de mayo de 2016

NOT IN THIS LIFETIME... TOUR ver cómo cada vez más el tropel, antes agitado, se entumía poco a poco pese a CIUDAD DE MÉXICO, MARTES19/04/2016.- El tan espe- los esfuerzos y la buena empapada de Ian rado día llegó, previamente plagado por Astbury con la bandera mexicana, que noticias que aumentaban la incertidumbre brincaba y agitaba los cabellos, al punto sobre el evento donde estarían los “semi- en el que la franca desilusión se iba gene- dioses” del Hard rock: “la prensa especia- ralizando. Si bien la desesperación alla- lizada dice que la reunión es un error”; naba con agigantados pasos, fue el anun- “No Steven, no Izzy, no Matt (…) en la cio de lo que sobrevendría y, así, como en ambigüedad”; “Axl se rompió ‘la pata’ en milagro misericordioso, simplemente dejó el show de Troubadour” (…) de llover, “justo a tiempo”. Una animada, pero sorprendente- Saqué la mano desde el sitio en el mente ordenada compañía, se agrupaba que me albergaba y sonreí «Nothing last en la periferia del Foro Sol el 19 de Abril forever, even cold » pensé 2016, «todo tiene que salir bien» debió al darme cuenta de que corría maquinal- cundir en el imaginario colectivo, en esta mente hacia el escenario y, después de ocasión saldrían puntuales, no habría que que el Staff escurrió el agua sobre éste aguardar a que Axl esperara a que se a marchas forzadas, el aliento volvió en alinearan las constelaciones en el cielo y oleadas por todo el foro. después aparecer on stage. De la nada la aglomeración se com- La concurrencia andaba en las in- pactaba; al echar una mirada atrás, se mediaciones excitada. Unos a paso veloz distinguía un lleno total que ardía ya en iban hacia la puerta correcta de su acceso, griterío por todos lados. Un sonido eléc- Slash y Axl I Fotos de Noiser otros calmados, mirando ya los puestos trico rompió la expectativa. En las pan- de souvenirs. Aquí y más allá comitivas tallas apareció el logo clásico de bala de bajaban de autobuses desentumiendo los los Guns, parpadeando, como lámpara de en las masas que mueve, «por eso los La angustiosa visión de un monitor miembros, con una resolana que se alter- neón verde en falla; The Merrie Melodies quieren muertos» divagué sobre Lennon de electrocardiograma marcaba la activi- naba con lluvia ligera, según los comer- (Looney toons intro) suena vaticinando la y demás, “el espíritu del Rock mismo es dad alterada del corazón de un hombre al ciantes todo el día había estado así, pero locura, seguido de The Equalizer, el sitio el de seguir adelante, sin importar nada borde de la muerte. Coma arrancó alaridos la venta de impermeables, tazas y demás se oscurece. más”, aunque algunos mueran en el in- en “I never really wanted to live”, pese a ya empezaba. Axl arriba a su trono y saluda. Se tento. algunos errores, Coma se elevó como un Por fuera del recinto ya se escu- escapan chillidos de alegría a hombres y Live and Let Die se explica por sí himno en el aire, entre la batería y porten- chaba el bullicio de los que habían acam- mujeres. It’s So Easy estalla con la energía misma, es el zeitgeist que se extendió en tosos guitarrazos de Slash. pado para obtener los mejores lugares de Ferrer en la batería y Slash comienza llamaradas innecesarias, la interpretación Subsiguiente Axl dijo algo inenten- de su zona, las pruebas de sonido y el en el centro-izquierda rasguñando su Les de esta pieza y más adelante Civil War dible en español para presentar a Slash intempestivo escándalo remoto, creando Paul Starburst mostaza, “Fear” se lee en recordó por qué la voz de es ex- “En la guitarra”, a lo cual este respondió una atmósfera que encendía aun más los su camiseta negra. Duff se luce frente Axl traordinaria en todos sus sentidos, en cada deleitando a un público superior a 65 mil sentidos. que lanza una patada de entusiasmo con la matiz, su mejor instrumento; digan lo que almas con el tema de El Padrino, cuyos Una vez dentro y, tras pasar varios pierna no lastimada, también Richard For- digan nunca habrá un timbre argentino riffs dieron paso a Sweet Child o’ Mine puntos de seguridad en donde las chicas tus, despeinado, hace gala de presencia. equiparable ni quien entone hablando sin que encendió de nuevo el espíritu de la au- fueron despojadas de sus cosméticos –no Inmediato Mr. Brownstone pone a perder la profusión del sentimiento, ni el diencia. Axl mudó su atuendo a uno estilo fueran a preparar un coctel explosivo– y a bailar a todos, las luces se elevan sobre sentido, a menos claro que esté dopado, lo country. Cuando los vi más de cerca, entre los que llevaban cualquier suerte de gorro sus ejes y uno disfruta ya los solos de que en esta ocasión no aparentaba. los múltiples celulares que no querían de- o cachucha les hacían levantarlos a dis- Slash, “the great one”, vituperado a ve- Pero en Rocket Queen, la apología jar de grabar pensé: «¡Son reales, de carne tancia, esperabas con libertad en tanto que ces de sobrevaluado virtuosismo, fue a a la diosa, aparecieron las chicas en el y hueso, se ven como de plastilina!» y era disfrutabas de una cerveza, conversabas cerrar bocas para demostrar qué es ser un fondo que en vano esforzaban su danza genial ver a los dedos de Slash pisando los sentado o acostado sobre el asfalto, sa- verdadero rey en el escenario; ese modo sensual pues no bastaron para arrancarle trastes de su Gibson, cómo los cabellos ciabas tu hambre con una hamburguesa o de cuadrarse, colocar la guitarra sobre las miradas al solo de Slash que sacudía de Duff y la ropa de Axl vibraban con el jocho, o bien ibas a expulsar de tu cuerpo sí mismo y tocar recargado sobre un pie cabeza y melena lenta y cadenciosamente, sonido y el viento; no sólo los reflectores cualquier fluido que pudiese ponerse im- marcando el tempo con el otro es única, con las piernas abiertas; Axl pugnaba te hacen un ídolo –consideré– ellos repre- prudente. además dicho séase que algo evidente es por contener el baile y marcar el compás sentaban el ideal de la juventud, el éxito (…) A las siete de la noche los abi- su fortaleza física, luce macizo y en buena sobre el enorme sitial, Duff se encorvaba fuera del establishment. garrados asistentes empezaban a poblar forma para su edad, ciertamente se nota y torcía. Durante las En ese momento el flujo en las las gradas. La espera seguía y gruesos que le ha bajado a las drogas, contrario a chicas se desgarraban la garganta por sus extremidades de Slash comenzó a hip- nubarrones se extendían en el cielo para Duff McKagan que, pese a verse delgado ídolos, los chicos coreaban y triscaban. notizarme, de algún modo la magia de la mal augurio de los presentes. Claramente y enjuto, es el único que puede hacer que “Buenas noches motherfuckers!”, prestidigitación en sus manos me llevó al GN’R ha marcado generaciones, se api- el bajo suene bien en esta rola. lanzó Axl y cedió el micrófono a McKa- ensimismamiento, como cuando él mismo ñaban familias enteras, desde el sesentón Fue genial ver a Slash ejecutando gan que empezó a cantar frente a la eufó- parecía estar absorto por instantes al tocar hasta el niño de 10 años que daba un Chinese Democracy entre las luces rojas rica gente; se cruzaban las arrugas en su su guitarra; entonces, de algún modo paseo con su mamá evaluando el terreno. fulgurantes y la pirotecnia; hacía pensar boca vociferando Attitude, cover de Mis- Slash se convirtió en una cigarra gigante Casi a las ocho relámpagos alum- en un universo paralelo en el que Guns N’ fits, ataviado con camisa negra de bolitas que se alimentaba ávidamente de una braban el ya desfalleciente celaje ves- Roses se desarrollaba como otras bandas blancas. Axl estaba de vuelta, atravesado vaina blanca, sí, un grillo con enorme pertino, mientras pesados goterones gol- que envejecen juntas, pero era imposible por un mar de luces, dio paso a sus tonos cabeza, anchos y profundos ojos negros, peaban el asfalto y una lluvia torrencial sobrevivir al mundo en el que sólo ellos más emotivos en las notas del sintetizador sus mandíbulas eran el movimiento de los amagaba con estropear quizá, el mejor vivieron sin algunas tragedias, sin peleas, de Melissa Reese en This I love. dedos (…) me pregunté si estaba teniendo concierto del año –tal vez de mi vida– sin excesos; lo que pasó, llegué a la con- pero para cuando se desató el aguacero clusión, fue una necesaria catarsis de 23 con un poco de granizo la muchedumbre años. se aguerría, aferrada a su lugar por el que “You know where you are? You are pelearon duro, al tiempo en que otros in the jungle Mexico!” –dijo Axl acica- tantos afortunados se refugiaban junto al teando a sus fans– “you’re gonna dieee”. área de comida. En todos cantaban Cuando tocó The Cult los ánimos y el frío previo desaparecía saltando y con caían, la fría precipitación acometía con- los puños arriba para culminar en un “Oh, tra la muchedumbre y fue sorprendente yeah!”. En Double Talkin' Jive Axl parecía querer caer del trono con tanto pataleo y de perfil, gesticulando, semejaba el mismo chico ebrio de antaño. Slash tuvo tiempo para encumbrar con habilidad sus manos. ¡Qué increíble es en vivo! He de confesar que a mitad de Es- tranged me descubrí a mí misma llorando. Director: Tulio Moreno Alvarado La temperatura bajó, los californianos se Subdirector: Leopoldo Gavito Nanson pudieron las leather jackets. Nunca antes Coordinador: José Armando Preciado Vargas había sentido con tanta fuerza el signifi- cado de esta canción y he de reconocer Diseño Editorial: Mayra Licona Aguilar el increíble trabajo que hicieron Reese y Ferrer aquí. Pensaba en lo poderoso del [email protected] género musical, en la fuerza que proyecta, Nubarrones I Foto de Ginger Ragazzo Domingo 29 de mayo de 2016 3 una epifanía o la mariguana circundante fortó ver el aporreo felino de Axl sobre rre, con las luces coordinadas en el sitial tuando a “Bumblefoot”, que actuó como estaba haciendo de las suyas. las teclas. de Axl, pirotecnia, humo, fuegos artificia- douchebag en aquella ocasión– ningún Cualquiera que fuese el caso, al Knockin’ on Heaven’s Door, el cover les en el cielo y confetti al mismo tiempo. miembro de GN’R es reemplazable para terminar estos espejismos no pude más de Bob Dylan que hicieron suyo, fue una Slash tocaba manos detrás del cuello, para provocar a la audiencia en su más pura que notar que a este número le siguieron vez más poseso y tomó sólo unos minutos arrojar posteriormente con Duff las espi- esencia. Civil War y Better, dando por sentado que de silencio para que el sonido de una loco- gas, entre el sincero aplauso y bullicio de Indudablemente en Not in This Li- las condiciones de Axl para el evento eran motora inundara el ambiente en una audiencia satisfecha de haber vivido fetime... Tour hubo varios errores en la claras, GN’R jamás dejó de ser GN’R en y todos parecieron recobrar las energías en un sueño que parecía imposible. puesta en acción y no fue un show que la ausencia de los demás elementos, sólo el proscenio, inclusive Duff corría ya en calificaría de abrumadora calidad téc- se ensanchó hacia la vertiente creativa que camiseta negra, su musculatura magra se EPILOGUE nica, sin embargo sí fueron notables los él fundó en sus entrañas y que ha sido, en marcaba bajo los tatuajes, Slash improvisó movimientos e indicaciones bien preme- ocasiones, injustamente desdeñada, de allí unos solos cuando Axl pidió a sus fans Sin importar lo lucrativo del evento que, ditados, que claramente mejoraron las que en muchos conciertos corriera a los ayudarle y cantar más fuerte. se ha sido dicho, dio lugar a la reunión de disposiciones que se requerían para lograr imbéciles que adjudicaban a sólo alguno Y, en el encore, precedido por mu- los miembros clásicos de Guns, cumplir un buen concierto, dadas las condiciones de los miembros la agrupación. GN’R no chas porras, Patience hizo mella entre el anhelo más profundo de miles de faná- adversas. es sólo un hombre, GN’R es una banda los presentes. Creo que muchos fanáticos ticos no tuvo precio, especialmente para Aunque a muchos se enfermaron que sigue, le pese a quien le pese. estarán de acuerdo en haber reemplazado los mexicanos. Escuché al salir a algunos por la mojada de esa noche, la mayoría A continuación de deleitar a la mul- The Seeker, cover de The Who, por al- coetáneos que perjuraban que “ya podían eran caras sonrientes al salir del sitio y los titud con el cover de Pink Floyd Wish You gunas que quedaron a deber, Don’t Cry, morir en paz”. nefastos vaticinios de que Axl y Slash ni Were Here en el dueto de guitarras Slash y Yesterdays, Since I Don’t Have You, Used Cuando Axl vino a México en siquiera se parpadearían en el escenario Fortus, el piano había sido colocado, Axl to Love Her, You’re Crazy o So Fine, años previos, durante la gira del Chinese fueron enterrados al verlos sonreírse con se acomodó en el banquillo adaptado y se cualquiera, hubiera sido ad hoc para esta Democracy, la percepción que daba era franqueza, o, al menos, algunos tuvimos cambió el sombrero. November Rain fue ocasión especial. distinta, en octubre del 2011 desahogué el placer de contemplarlo en vivo. ¡Enho- la balada más acompañada con el eco de Aunque al principio algo desenca- las ganas de verlo, pero sin desdeñar a rabuena, que vengan muchos conciertos aullidos desmedidos de miles de personas. jado, Ferrer pudo agarrar el paso al avan- su séquito entre los que destacan Ashba, más! Slash no se subió al piano aunque recon- zar la rola, fue un gran cie- , Mantia y demás –excep- [email protected]

caso que te hago es poco: el cazo”. Comienza el segundo cuadro. Se apagan las lu- JUAN A. MORALES La Feria ces, retumba la música y al clamor de unas trompetas aparece la Bella Durmiente. Inmediatamente reconozco Durante el año el pueblo se adormece. En febrero la columna, entre los Caballeros de la Espada Flamígera en ella, a la voz de “Pedro”. Los diez minutos vuelan y tolvanera corre por el Valle, silba entre las pencas secas y las beatas. Reparte volantes. Me ve de frente, me cuando salgo anuncian “Blanca Nieves”. Los chiquillos de las nopaleras, agrieta la tierra y el polvo se anida en la entrega un panfleto y aprieta mis dedos –¿Irás? –Pre- del público, que estaban conmigo, corren a los juegos nariz y los dientes. En mayo el calor nos tuesta el cuero gunta y me deja lelo. No sé qué hacer con el papel. mecánicos; pero la música ya prepara la atmósfera de la y los aguaceros de agosto bajan furiosos de la montaña, Trato de levantar mi alba almidonada y la roja sotana; otra función y me quedo. Lo avanzado de la tarde atrae escaldan el Valle y arrastran al llano ramas, basura y pero el cíngulo me lo impide, mientras lucho contra el más público y el salón se llena en un santiamén. Poco hasta gallinas. Las heladas no respetan el calendario, faldón me ve, divertida, le entrego la cadena cobriza antes de la tercera llamada, de entre las cortinas de ter- queman las plántulas, resecan la milpa o acaban con la del sahumerio y con toda calma arremango la enagua, ciopelo rojo asoma el rostro de la niña de los cabellos de papa. En el llano cada temporada nos impone su ritmo, guardo el impreso en la bolsa trasera de mi pantalón y elote. Trae una charola de madera con dulces, muéganos pero yo me rijo por el almanaque de la fe: Navidad, los doña Emerenciana, devota de la Congregación de San y cacahuates garapiñados. Llega a mi lugar, el rostro se Reyes Magos, la cuaresma, Corpus Cristi y San Miguel Francisco, me reprende y me sorraja un cocotazo al que me enciende y me pregunta por el sahumerio. No sé qué Arcángel. La gente espera esa fecha porque la feria se respondo humilde: “paz y bien, hermana”. contestar y sonrío como tonto. Me ofrece una paleta de empata con las fiestas patrias y nos olvidamos tantito de Termina la función y voy al parque. Una tras otra, malvavisco, le indico con la mano que no tengo dinero. las penas, pues de no ser por la feria, no habría ni dónde las carpas están recién pintadas y ordenadas. En la pri- “Tómala –dice–, no te la estoy cobrando”. Apenado refugiar el tedio, pero esta vez presiento que algo va a mera presentan a la mujer pulpo y el gritón de la entrada quiero salir de la carpa pero señala imperiosa una silla ocurrir. Mi má dice que soy ave de mal agüero. dice que fue castigada por desobedecer a sus padres. Ella en el rincón, me dispongo a ver el cuadro y adivino de En plena cosecha llegan los juegos mecánicos. vive en una enorme pecera y las truchas nadan en torno inmediato que ella es Blanca Nieves, su voz es preciosa. El pueblo bulle. La boruca baja de las rancherías para suyo. Con un tentáculo, la guapísima muchacha quiere Cuando termina la tanda ya está en la puerta ofreciendo congregarse en el llano. Los comerciantes se instalan atrapar un camarón seco que el Capitán “Escualo” le sus dulces. Me ve salir y me llama “En el parque, en el en los portales. La Posada es una algarabía y Don Ni- arroja al estanque, pero no puede atraparlo y las beatas hueco del árbol viejo, dejé unos boletos –dice–, entrega colás, el dueño del Mesón, cuelga de los postes hilos se persignan y rezan la magnífica “Glorifica mi alma sólo uno en cada función, que si mi papá se da cuenta, con papel picado. Bajo el Portal las marchantas apo- señor…”. En tan sólo cinco minutos termina la función me mata”. Le agradezco y durante un angustioso y largo sentan sus tinacales para vender pulque en jícaras. El y nos echan de la carpa. En el pabellón más grande un le- momento solamente nos miramos, por fin me dice “Soy cura cierra las calles y las piadosas mujeres de la “Vela trero reza “La rubia que todos quieren”. Me asomo. Los Helena. Oye. ¿Eres cura?”. –Me da miedo que nos vea perpetua” arman sus tenderetes para vender antojitos, hombres, cerveza en mano, se arremolinan y las gordas su padre o mi má, y sé que ella, la más bella niña que escapularios y estampitas. Los rancheros compran ce- mujeres de cabello pintado lucen sus minifaldas y bailan he visto, se irá del pueblo y no volveré a verla “Román ras, milagritos de azogue y latas de aceite de oliva para “A go-go”. Nunca había visto señoras en tales fachas; Castillo –le digo– y soy acólito, no cura”. la lámpara del Santísimo. Cada año, la venta costea las entro medroso, atento a sus movimientos y una bailarina Inmediatamente me hago conocido en la feria. festividades y para agenciarse recursos, por la noche, a me clava su inquisidora mirada y golpea mi espalda para Don Macario, el hombre que cuida la entrada de la carpa los acólitos nos ordenan empaquetar las latas de aceite sacarme a empellones “¡Vieja fodonga!” –pienso. me invita a trabajar repartiendo volantes y me paga con y llevarlas a los puestos para venderlas otra vez. En una carpa medina veo en un letrero desven- boletos para subir a los juegos mecánicos. Salgo de la En la nave mayor de la Parroquia suben en andas cijado “Títeres Herrera”, y a todo pulmón anuncia un escuela, corro a la carpa, los reparto y Helena me acom- la estatua alada del Arcángel. Diez hombres la pasean viejo “Pásele, pásele, dos tandas por un boleto”. Pago y paña. El siguiente domingo me dice que debe regresará por las polvorientas calles, el sol refulge en su armadura entro. Cuatro chamacos y yo constituimos el “respeta- a Guadalajara. Me da tristeza y pienso, cómo es que azul cobalto y, bajo el metal, se le ve un fino coleto de ble”. Tomo lugar a media sala, a pocos minutos dan la siendo una niña ya conoce el mundo, mientras yo, en cuero, mandado a hacer en las tenerías de Coatepec, el tercera llamada y como no entra ni un alma más, inicia sexto de primaria, “Lo único interesante que conozco es faldón de satén azul deja al descubierto sus lechosos la función. Entonces descubro que los gritos de horror, el Rancho Ocopila y al Padre Manuel –le digo e imito al muslos. Por debajo de las botas se encuentra derrotado las risas y la música que me animaron a entrar es una cura– Pater Noster, qui es in caelis”, ella ríe y se le di- el demonio y San Miguel Arcángel lo amenaza con la grabación. No hay orquesta ni actores, solamente mu- bujan dos hoyuelos. La invito a misa de la noche porque toledana, la espada que doña Edelmira –la dueña de ñecos con hilos que aparecen dirigidos por una batuta hay una boda. Cuando la gente sale, me separo de los la fábrica de embutidos– trajo desde España, para que invisible, y la trama me atrapa de inmediato. acólitos y la busco. Está en la última banca, con su rollo luzca mejor armado el Santo varón. Al tañer de la flauta vuelan los pájaros, el pato de volantes, corro hacia ella y nos metemos en la puerta La procesión enfila por las calles laicas de Be- obedece al oboe, el gato al clarinete, el Lobo se mueve de la escalera de caracol que sube al coro. Los novios nito Juárez, dobla en Leyes de Reforma, continúa por al tronar de las trompetas y Pedro sale a escena con el ya salen y les cantan el “Ave María”, Helena toma mi Juan Álvarez y regresa por Constitución de 1857. Las murmullo de los violines. Salen los cazadores y sus mano, la oprime con fuerza, besa mi mejilla “Así nos rancheras que acompañan la estatua del arcángel lucen armas son los golpes de tambor. La música lo envuelve van a cantar –dice– cuando nos casen”. Me pierdo en su sus faldas zanconas de vivos colores, rebozos terciados todo e incorpora los graznidos de los tordos que viven verde mirada y afirmo –Así será. –Se aproxima, apenas y trenzas atadas con listones tricolores. La orquesta de en el parque, lo mismo que el chirriar herrumbroso de roza mis labios con los suyos y sale corriendo. San Juan Xiutetelco marcha al frente de los caballeros los juegos mecánicos, que ya piden clemencia. “Pedro Al día siguiente, lunes, me levanto temprano. Mi de la “Espada Flamígera”, quienes hacen turnos para –dice el abuelo enojado–, la pradera es un lugar peli- má me ordena dar de comer a las gallinas, lo hago tan rá- cargar la efigie. El cura ornamentado en amarillo y oro, groso”. Algo no está bien, Pedro se escucha como si pido como puedo. Corro y corro. Las beatas ya salen de parte plaza seguido de nosotros –los monaguillos– y yo fuera una niña y su voz se acomoda graciosa al rasgueo misa de seis “Paz y bien, Romancito”. Llego al parque atizo el sahumerio del que escapa una nube de copal de los violines. Termina el cuadro y en el intermedio, y no hay nada, ni rastro de la carpa. Voy al viejo árbol, que baña a las damas de la nocturna Adoración. fuera del local, gritan los vendedores de loza “Va esa espanto a la ardilla impertinente que ahí vive y meto la En un descanso para relevar a los cargadores cacerola, échale otra, que no se note la pobreza”, y en mano. Saco un papel “Manila” amarillo y arrugado en el aparece una niña güera, con sus once años brillándole alguna otra parte cantan la lotería “El que despertó a que me promete “Volveré por ti”. Las Atracciones Nava en los cabellos de elote. Sin mediar palabra se mete a la San Pedro: el gallo. La cobija de los pobres: el sol, el regresan cada año, pero los Títeres Herrera, jamás. 4 Domingo 29 de mayo de 2016

Regreso a Maikh’ Sikh y otros cuentos (parte 3) FRANCISCO MORALES HOIL

Kel Tademaket se fue haciendo famosa por los espléndidos gadamese, de raíces amazigh, ubicado en las colinas del regalos que ofrecía. Me hice amigo personal de Harramin Yebel Nefusa. La arquitectura me impresionó sobremanera; Yebel Oda Ibn Shukbu. Llegamos a ser casi como padre e hijo, lo que las primeras casas que vi ahí, las que están al descubierto, debe parecer sobrenatural, puesto que él nunca conoció mi fueron talladas en la piedra caliza de la montaña, dotándole Mi vida en el desierto comenzó cuando fui desterrado de nombre, y yo sólo conocí su cara cuando él murió. de una apariencia mágica, de espejismo, y que incitaba, Maikh’ Sikh. Desperté en este lado del mundo sin posesión Tres décadas enteras pasé en el desierto con Harramin sin embargo, a reparar en la artificialidad de la obra, en alguna, además de mis tristes vestiduras y mi cimitarra. En Ibn Shukbu y la tribu Kel Tademaket. Lo que viví entonces la capacidad humana. Lo que siguió a ello, aunque no tan Maikh’ Sikh yo pertenecía a una de las familias más anti- con mis compañeros debe ser lo más increíble que haya impresionante por lo burdo de su factura, me causó un guas y mejor acomodadas; en ese momento, sin embargo, yo acontecido a cualquiera desde el inicio de los tiempos hasta asombro casi comparable con el que manifiesta quien mira estaba a punto de perecer en el desierto sin tener siquiera un hoy. Estuvimos en Sión, a la que llaman también Yerus- por primera vez a Maikh’ Sikh; me regresó el sueño, la vida, compañero que rezara por mi alma, y con una sed terrible, halaim, en Siria, Tlön y Egipto, en la fatua Palestina y en al sugerirme la idea que le daría algo de sentido. Desde la una sed imposible de describir, una sed de años enteros, de Constantinopla. Conocimos Europa también e intercam- cima hasta la base del Yebel Nefusa fue tallado un gran una vida sin haber bebido agua, de la que los guardianes del biamos especias, piedras y brujerías con los gitanos de los agujero que permite el paso de la luz a algunas habitaciones Templo, quienes me habían ahí abandonado, me dejaron un Cárpatos y con los marinos del mar Caspio. Vimos al mundo que fueron talladas alrededor de éste en la piedra. El lugar solo tonel, con un grabado en un idioma extraño; una sen- en su totalidad, y éramos dueños de él. Todo eso me hizo lo me intrigó por algún tiempo y fue la inspiración para mi tencia mágica que hacía que el agua se enturbiara proyecto. Cuando estuve listo, me despedí de la tumba cada vez que me incliné a beberla, no obstante el de Harramin Ibn Shukbu Ibn Ahmad Ibn Muhammad que no soplara ni un poco de viento. Estaba seguro Al—Muhalid Ibn Raschid Sheik Hamet y partí al de que iba a perecer. No tenía idea alguna de dónde Cairo para contratar a los arquitectos y la mano de me encontraba, por lo que caminar hacia cualquier obra capaz de ayudarme a construir mi sueño: ésta, su lado hubiera sido una necedad. El primer día fuera amada ciudad, tallada en las entrañas del Yebel Oda, de mi lugar de origen estuvo plagado de pesadillas con profundas horadaciones alrededor de los cuales que me atormentaron cuando intenté dormir, y de se crearan complejas redes de galerías con plazas, largas e inútiles reflexiones sobre lo estúpido de terrazas, lugares para el comercio, calles enteras, mi proceder, la razón de mi expulsión de la ciudad, fuentes, parques, lagunas incluso. Una gran ciudad en de que me despojaran de mi nombre. La primera el corazón de una montaña en donde finalmente me noche, me sobrecogió una tristeza profunda, una asenté para tener una familia. congoja que se adueñó de mi cuerpo entero y me La ciudad no tardó en habitarse; rápidamente oprimía el pecho: Fue entonces cuando, por pri- —primero por el Cairo, desperdigándose desde ahí mera vez, no vi en el cielo nocturno una luna llena. hacia el resto del orbe— se corrió el rumor de que se Pasé un día completo sin moverme, por la había construido una magnífica ciudad en Yebel Oda. pena, por la tristeza. La noche fue peor. Al tercer De todos los lugares que en algún momento vi, gene- día, el implacable sol del desierto comenzó a for- raciones enteras en busca de la majestad y la magnifi- mar ampollas en mi piel. Intenté calmar el escozor cencia que sus propias ciudades habían perdido vinie- y el fuego que sentía en mi cuerpo mojándolo en- ron a refugiarse aquí, a Yebel Oda, haciendo de ella en tero, pero en lugar de apaciguarse, el ardor crecía. muy poco tiempo una utópica metrópoli multilingüe, Así, estuve sumido en el sufrimiento más terrible ocupada por varios miles de habitantes conducidos que nunca sentí hasta que cayó la noche, con su según el sistema de gobierno de los amazigh, de la que luna incompleta y, con ellas, la infinita tristeza de yo soy el líder. Yo mismo soy Yebel Oda. las noches anteriores. El agua estaba a punto de Ha ya veinte años de esto. Mi ciudad se ex- terminarse y yo supe que no alcanzaría para sobre- tiende muy adentro en las entrañas de la tierra. La vivir una jornada más. El miedo me arredraba, me gente está feliz y nada hace falta a ninguno de sus rodeaba como una manada de fieras desconocidas, habitantes. Pero a mí… pero el cansancio y la enfermedad fueron inven- No puedo negar que mis vidas —itinerante al cibles, y me llevaron, poco a poco, a un sueño principio y sedentaria ahora: no deben, no pueden ser profundo, que yo confundí entonces con la muerte. la misma— me han dado buenos momentos. Adoro Al despertar, estaba en la carpa de un hom- a mi familia y estoy orgulloso de mi pueblo, de mi bre con tidjelmoust que dijo llamarse Abdul Ibn gente, pero todas las noches que no veo la luna llena Abu Al Qasim Khalaf Ibn Al Abbas Al Zaharawi, elevándose en el cielo, cada vez que tomo un poco de y ser médico personal de Harramin Ibn Shukbu, agua para mitigar esta sed insaciable, siento un vacío quien con magnanimidad me había mandado a re- terrible que nada sino Maikh’ Sikh puede llenar. Pero coger del camino a su paso. El médico dijo que me soy ya un viejo y no tengo las fuerzas para emprender encontraba en la caravana principal de la tribu Kel un viaje largo, aunque la voluntad sigue indiferente al Tademaket, de la que su señor era líder, me contó paso del tiempo, al cambio del curso de los ríos y de también que su señor Ibn Shukbu era descendiente La Danza I Ilustración de Pavel Santa Rosa las vidas que se agitan como mariposas que baten sus directo de Shukbu Sheik Hamet, señor del Sahara alas alrededor de mí. Ni siquiera esta ciudad por mí Verde, a quien todo el Ehén rindió tributo en su tiempo, y que ahora soy; me forjó. Pero siempre mantuve la secreta fundada, que prácticamente tallé de la roca con mis propias que tenía suerte de estar ahí, aunque fuese como un esclavo, esperanza de que el término feliz de alguno de esos largos manos, me ha logrado quitar de la cabeza a mi lugar de y que diera las gracias a su señor y a los dioses. Cuando le viajes fuera mi adorada Maikh’ Sikh. origen. pregunté por qué me habían recogido, él señaló y tocó mi Hace veinte años ya que Harramin, mi salvador, mi Mis amados hijos, mis más queridos, les hago ahora frente, y me dijo que debía descansar. No habló más por ese amigo, murió durante una epidemia de locura en el desierto, entrega de lo que soy, de lo que he sido. Ustedes, a partir día. En ese momento no entendí qué quería decir con eso, suicidándose al volver su cordura poco después de matar a de ahora, se convertirán en lo que seré. Confío a ustedes mi pero lo recuerdo como el hito que fue para mi vida. A partir su primogénito y al médico Abdul, eliminando así sus dos suerte, mi inmortalidad. En este cofre guardo nuestro verda- de entonces, la señal que llevo como desterrado de Maikh’ fuentes de inmortalidad. Cuando descubrimos su cara para dero nombre. Deben prometer que no lo abrirán sino hasta Sikh ha sido fundamental para determinar el sentido que mi honrarlo, lo comprendí: en la frente llevaba la señal de exilio encontrarse con nuestro destino. suerte adopta. de Maikh’ Sikh. En un manuscrito que se descubrió poco Harramin Ibn Yebel Oda, hijo ; a ti hago entrega Cuando estuve repuesto de las heridas —de la sed tiempo después en su tienda, escrito en un extraño tifinagh, del gobierno de ésta, nuestra amada ciudad. Eres joven aún, nunca he podido reponerme—, hice uso de mis habilidades daba cuenta, entre otras cosas, de su longevidad (su diario se y tienes mucho que aprender. Debes saber que todo puedes para hacerme un inaden de la cáfila, en la que, en no mu- remontaba a fechas de hacía casi dos siglos; se le calcularon aprenderlo en los libros, y eso te suplico: No viajes nunca, cho tiempo, me hice de buena fama. En un par de meses, entonces ciento setenta años de vida —y doscientos veintio- Harramin. Haz de Yebel Oda la más grande de las naciones reservaban para mí la mejor materia prima; en menos de un cho a Abdul, el médico—) y de su árbol genealógico, que del mundo. No cejes en tu esfuerzo para lograrlo. Tienes año, me hice el líder e instructor de los demás inaden. Hubo manifestaba que su antepasado que había sido desterrado toda la confianza de tu padre en que lo harás. Te amo, joven hombres ricos que llegaron a pagar a mi señor un elefante de Maikh’ Sikh era Shukbu Sheik Hamet, iniciador de la Harramin. por alguna de mis estatuillas, dos diamantes por una de más larga descendencia de que se tiene conocimiento en la Jhebedel Ibn Yebel Oda, mi hijo, mi primogénito; te mis no mejores espadas... Poco después, conocí al mismo historia de la humanidad. di la vida y te doy ahora mi nombre, mi cimitarra y todos Harramin Ibn Shukbu. Me sorprendió que un hombre de Yo estaba destrozado y no podía seguir. Mi hermano los medios necesarios para que partas en busca de la ciudad su edad (por lo que se veía de sus manos y su cara, no le de pena y compañero de alma estaba ya muerto y sería en que nací. Al terminar este día saldrá la luna nueva. Yo me calculé más de cuarenta años, apenas el doble de mi edad) enterrado en la siguiente ciudad que visitáramos. Yo había colgaré de la viga que está sobre nuestras cabezas para dejar fuera tan respetado por tantas personas. Me llamó para ha- viajado durante la mayor parte de mi vida, y el no haber en- de existir y así tengas no sólo mi nombre, sino mi propia cerme su herrero y artesano particular. Empecé entonces a contrado la muerte no me libraba de la esperanza de la vida vida y mi misma identidad. A partir de mañana, contarás trabajar exclusivamente para él. Yo hacía sólo las cosas que sedentaria. No podía, sin embargo, seguir buscando Maikh’ mi historia como si fuera la tuya. Vuélvete Yebel Oda, en- él me pidiera, casi siempre, regalos que hacía a los jefes de Sikh. Ya no creía en la esperanza de volver a encontrarme cuentra tu ciudad, y recupera tu nombre. Sé impetuoso y no otras tribus o de las ciudades que visitábamos. Él, a cambio, en ella. Así, decidí que me quedaría a vivir en donde ente- pierdas nunca de vista tu objetivo. Ve con Dios, hijo mío, y me otorgó la libertad, además de los mejores alimentos, rráramos a Harramin. pide a los djinns que te favorezcan, pues sólo ellos podrán bellísimas mujeres y riquezas increíbles. La caravana de El lugar al que llegamos fue un pueblo hermano mostrarte el camino hacia Maikh’ Sikh.