ACEUCHAL A FINALES DEL ANTIGUO RÉGIMEN. ECONOMÍA Y SOCIEDAD

ACEUCHAL AT THE END OF THE OLD REGIME. ECONOMY AND SOCIETY

José Antonio Ballesteros Díez Profesor-Tutor de Historia Moderna de España. UNED

RESUMEN. En este artículo se estudia la villa de Aceuchal, en el Partido de Mérida, a partir de los datos del Catastro de Ensenada; también se estudian algunos aspectos derivados de la Guerra de la Independencia y del hundimiento de las instituciones que se mantuvo durante todo el reinado de Fernando VII.

Palabras clave: Aceuchal; Partido de Mérida; Catastro de Ensenada; Provincia de León de la Orden de Santiago; tierras agrícolas; baldíos; demografía; población activa

SUMMARY: In this paper we studies the villaje of Aceuchal, in the Mérida Party, based of the Cadastre of Ensenada; some aspects derived from the War of Independence and the collapse of the institutions which he remained during the reign of Fernando VII.

Keywords: Aceuchal; Party of Mérida; León Province of the Order Santiago; agricultural lands; vacant lands; demographics; active population

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ACTAS DE LAS VI JORNADAS DE Y (14-16 noviembre-2014) Almendralejo, Asociación Histórica de Almendralejo, 2015, pp. 149-178.

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Introducción

Era notorio que la Hacienda española en la primera mitad del s. XVIII requería una profunda reforma, de una parte, para simplificar el procedimiento recaudatorio establecido sobre una gran variedad de figuras fiscales que se agrupaban bajo la rúbrica de Rentas Provinciales, de ahí que existiera el deseo de reducirlas todas a una, la que deseaban llamar la Única Contribución. Y también y con urgencia,, porque se necesitaba acrecentar los ingresos, y ello requería, si no se elegía aumentar la presión tributaria sobre los pecheros, integrar como contribuyentes a los miembros de los estamentos privilegiados: nobleza y clero; con respecto a éste se requería previamente la conformidad de la Santa Sede, la cual se consiguió en 1757 mediante un Breve papal de Benedicto XIV. Proyectos de reforma para la Hacienda había varios y desde mucho tiempo antes, entre los que destacaba el presentado por un regidor del concejo de , Miguel Zavala y Auñón372 al rey Felipe V, aunque sería bajo el reinado de Fernando VI cuando el marqués de la Ensenada acometería tal empresa, la cual, necesariamente debía partir del conocimiento preciso de las fuentes de rentas de los súbditos del reino castellano, por lo que, el 10 de octubre de 1749 se promulgaba un Real Decreto373 que ordenaba la realización del Catastro, el cual se iniciaba con la elaboración de un cuestionario (al que llamaron Interrogatorio374, y que adjuntamos como Anexo documental de este trabajo) para registrar en cada uno de los pueblos castellanos unas informaciones generales de la localidad (situación, extensión del término, dependencia jurisdiccional, vecindario, tipos de tierras y cultivos, existencia de otras fuentes productivas, etc.); este conjunto de datos globales se agrupaban en lo que se denominaba Respuestas Generales. Pero como la reforma fiscal pretendía sustituir el sistema vigente de tributación indirecta por otro que gravase directamente las rentas de las propiedades, así como los ingresos derivados de actividades mercantiles y laborales y financieras, se requería conocer individualmente para cada vecino lo que a cada uno atañía; este segundo tipo de informaciones se realizaron en cada localidad haciendo una relación detallada de cada uno de los afectados registrando todas las propiedades que poseía, con las cargas que tuvieran, y las rentas que le podrían producir, así como los ingresos por préstamos, oficios, actividades mercantiles o artesanales, etc.; estas informaciones personalizadas se agrupaban en las llamadas Respuestas Particulares. A tal cuestionario y sus respuestas se le conoció como Catastro de Ensenada 375. El expediente catastral pretendía recoger informaciones muy precisas de todos los partidos del Reino de Castilla, pueblo por pueblo, y de sus vecinos respectivos. Las averiguaciones se iniciaban con un bando en el que se les transmitía a los vecinos la orden del Rey de que todos quedaban obligados a presentar una declaración de sus bienes y rentas, según se explicaba en el bando: el conjunto de estas declaraciones constituirían las llamadas Respuestas Particulares, de las que en este caso no disponemos. Mientras los vecinos preparaban sus declaraciones, para lo que se les daba un plazo de hasta 30 días, el responsable de cumplimentar el Catastro, con la Comisión nombrada al efecto, respondían a un cuestionario de 40 preguntas, el cual se conocía como el Interrogatorio de las Respuestas Generales, tras haberse tomado juramento a los miembros de la comisión, con la excepción del cura, de que tenían que decir la verdad. La elaboración de la gran encuesta que era el Catastro de Ensenada no llegó a plasmarse en una reforma fiscal, pero los datos que se registraron constituyen la mayor y mejor información de la época pre-estadística, y los correspondientes a Aceuchal376 son los que, principalmente, utilizaremos en este trabajo

372 ZAVALA Y AUÑON, Miguel, Superintendente general de la Pagaduría General de Juros y Mercedes, había escrito una “Representación al Rey N.S. Felipe V (q.D.g.) dirigida al más seguro aumento del Real Erario, y conseguir la felicidad, mayor alivio y riqueza de su monarquía”, la cual fue publicada en 1732, poco después de su muerte. 373 Archivo Histórico Nacional (en lo sucesivo: AHN): Consejos. Libro 1510, fs 403-427. 374 AHN: Catastro Ensenada. Libro 1.510. 375 Archivo Histórico de Mérida (en lo sucesivo: AHM): Legajos 20 y 21. 376Archivo General de Simancas (en lo sucesivo: AGS): Catastro de Ensenada. Respuestas Generales. Libro 139

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Hacia los años últimos del siglo XV los territorios de la Orden Militar de Santiago, en la actual , constituían la llamada Provincia de León, bajo la jurisdicción de un gobernador, y dividida en dos partidos377, el de Mérida, en el que se agrupaban 49 pueblos, entre ellos la villa de Aceuchal, y el de Llerena donde lo hacían 30 localidades. En el partido de Mérida se disponía de una amplia extensión de tierra, de uso comunal, que eran los baldíos, los cuales se extendían sobre 59 fincas, cuya superficie total era de 104.581,5 fanegas a las que tenían acceso, reguladamente, los vecinos de todas las localidades del partido. El conocimiento de estos datos procede del estudio378 de las Respuestas Particulares del Catastro de Ensenada de Mérida; en ellas se reseñan individualmente los ocupantes de los baldíos, tanto de los pueblos del partido como de algunas localidades fuera del mismo, detallándose la identidad de los ocupantes y las parcelas ocupadas con expresión de su magnitud. Para el estudio que hacemos referido a Aceuchal estos datos se han incorporado a los procedentes de sus Respuestas Generales al Catastro, que hemos obtenido del Archivo Histórico Nacional379.

Aceuchal en el Catastro de Ensenada

El 30 de Julio de 1753 fue la fecha en que se formalizaron las Respuestas Generales de la villa de Aceuchal al Catastro por los miembros de la Comisión compuesta por Don Joseph Thomas Diez de Thejada, abogado de los Reales Consejos y Juez subdelegado en esta comisión para el establecimiento de la única Contribución; y habiendo precedido Recado político y citación concurrieron a la Casa de la Audiencia los señores Don Francisco Xavier Álvarez Ossorio, cura párroco, del abito de Santiago; Don Juan Ángel Caballero y Don Pedro Baquero, alcaldes ordinarios por ambos estados; Don Francisco Gutiérrez Salamanca, regidor decano, Sebastián de Toro Buenavida; Don Pedro Zeferino Fernández de Villareal, Juan Calderón de Gómez, escribano del Ayuntamiento, Don Alonso Murillo Arquijo, Don Bernardo Bezerra Zid y Don Diego Sánchez Bara, peritos nombrados por dicha justicia, como personas inteligentes y de buena opinión en el número de fanegas de tierra, sus calidades y productos; número de personas, sus oficios y utilidades, de los cuales, a excepción de dicho Párroco reciben juramento a Dios y una cruz, según derecho y prometieron decir la verdad, siendo preguntados por el tenor del Interrogatorio. Con relación a la extensión del término de la villa de Aceuchal, que le había sido concedido por Mérida a cambio de un tributo de 1 fanega de cebada por cava vecino y año380, se responde que el término de esta villa comprehende de Levante a Poniente tres quartos de legua, y de Norte a Sur legua y media, y de circunferencia quatro legua y media, y que todo se podría andar a un paso regular en yguales horas; confronta a el termino de Almendralejo, por el de Villalba el termino de la ciudad de Mérida y el de la Fuente el Maestre, y su figura se dibuja en esa página al márgen de lo escrito, según reproducimos a continuación Por la finalidad fiscal que tenía el Catastro, son los datos patrimoniales y productivos los que ocupan la mayor parte de las preguntas del cuestionario, siendo los aspectos demográficos y sociales a los que menos atención se presta; en consecuencia las informaciones sobre tierras, cultivos y ganados ofrecen el conjunto más denso, y será con los que comencemos este estudio.

377 RODRIGUEZ BLANCO, Daniel: La Orden de Santiago en Extremadura (siglos XIV y XV). Badajoz, 1985, pps. 27 a 29. 378 ARCHIVO HISTÓRICO DE MÉRIDA (en los sucesivo AHM): Legajo 20, libro 2º 379 AGS. Catastro Ensenada. Respuestas. Generales. Libro 135, pgs 057 a062. 380 RODRIGUEZ BLANCO, Daniel: Ob. Cit. Pag 62.

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Archivo General de Simancas: Catastro de Ensenada. Respuestas Generales. Libro135, pg. 059.

Aspectos económicos. La tierra

Manifiestan que todas sus tierras son de secano. Loa vecinos expertos nombrados por la comisión del concejo para responder al Interrogatorio de Aceuchal estiman que las tierras de labor en la dehesa son de 1ª, de 2ª y de 3ª calidad, y se siembran un año y descansan otro. Como medida de tierra se usaba la fanega de puño en sembradura, que es una unidad referida a la capacidad de una tierra para admitir una cantidad de semilla determinada y hacerla germinar, de tal modo que una tierra de primera requería menos superficie que una de segunda para ser sembrada por una fanega (medida de volumen) de cereal, y lo mismo sucedía a la de segunda con respecto a la de tercera. Esta manera de medir la tierra era la habitual en todos los pueblos, aunque, de oídas, sabían que había una medidas basadas en unidades geométricas, que tenían como unidad la vara castellana, y así, en Aceuchal, dicen que la fanega tendrá unas 8.750 varas quadradas. Sabemos que la medición de una extensión se hace calculando cuantas veces contiene a una unidad de superficie de orden geométrico. En Castilla, la unidad de longitud era el pie, que tenía como múltiplo a la vara (= 3 pies), y de esta se derivaba como medida de superficie la vara cuadrada. Pero la vara no era una medida unificada en Castilla, aunque se dijese la vara castellana, siendo la más común la de Burgos, con valor de 36 pulgadas; pero también se empleaba el marco de Ávila, con valor de 31 pulgadas, que era la de uso más frecuente en Extremadura, y concretamente en Aceuchal. Este estudio se ha basado en las Respuestas Generales al Catastro de las localidades cabeza de partido en la provincia de Extremadura, y de las pertenecientes al Partido de Mérida, en los ámbitos económico y administrativo, partiendo en éste caso de las Respuestas Generales y de las Particulares381. En la mayor parte de las localidades, al referirse a la medición de las tierras de su término, responden que lo habitual es usar el término fanega, pero señalando que no se refieren a una extensión geométrica, múltiplo de una unidad, sino a la superficie de tierra sobre la que se podía sembrar una

381 AHM: Catastro de Ensenada. Legajos 20 y 21.

153 fanega, en volumen, de grano, y es a lo que llaman fanega de puño en sembradura. Esto supone una gran diversidad de tamaños, puesto que, cuanto menos fértil es un suelo, más superficie se necesita para sembrar una fanega de cereal; es decir, la fanega de menor extensión era la que se media sobre la tierra más fértil. A este modo de medición de tierra se le conocía como “fanega de trigo en sembradura a puño”, no existiendo una relación fija entre la cabida de la fanega (55’5 litros de capacidad) y la superficie de siembra. La variabilidad de las medidas de superficie la resolvía el Catastro, a efectos de homogeneizar la valoración de los rendimientos económicos de las tierras, mediante lo que llamaron “nota de valor de las clases de tierras”, o también “tablilla de las clases de tierras”; artificio por el que clasificaban las tierras según calidades, estableciendo unos niveles en su producto unitario, asignando una producción para cada uno de ellos según el cultivo que soportaran. Pero si este procedimiento era de utilidad a los efectos que perseguía el Catastro, sin embargo, cuando lo que se pretende conocer es la extensión geométrica de unas fincas, nos encontramos con la imposibilidad de cuantificarla con precisión por la variabilidad de las medidas de un lugar a otro, incluso dentro de un mismo partido, y así, para los pueblos que hemos estudiado, de la Provincia de Extremadura, una fanega de puño en sembradura, tenía estos valores, en varas castellanas cuadradas: 10.000: Villanueva de la Serena382 y Calamonte383. 8.750: Cáceres384, Mérida385, Alange386, Villagonzalo387, Almendralejo388, Fuente del Maestre389; Lobón390, Aljucén391, Arroyo de San Serván392, Carrascalejo393, Cordobilla de Lácara394, Don Álvaro395, Esparragalejo396, La Garrovilla397, Mirandilla398, La Nava de Santiago399, San Pedro de Mérida400, Torremejía401, Oliva de Mérida402, Palomas403, Puebla de la Reina404, Puebla del Prior405, Aceuchal406, Ribera del Fresno407 y Villafranca408. 8.600: Valencia del Ventoso409. 8.100: Alcántara410. 7.850: Llerena411.

382 AGS: CE. RG. Lib. 152 383 AGS: CE. RG. Lib. 139. 384 AGS: CE. RG. Lib. 137 385 AGS: CE. RG. Lib. 144. 386 AGS: CE. RG. Lib. 135. 387 AGS. CE. RG. Lib. 153. 388 AGS. CE. RG. Lib. 134. 389 AGS: CE. RG. Lib. 140. 390 AGS: CE. RG. Lib. 143. 391 AGS. CE. RG. Lib. 135. 392 AGS. CE. RG. Lib. 135. 393 AGS. CE. RG. Lib. 139. 394 AGS: CE. RG. Lib. 139. 395 AGS: CE. RG. Lib. 140. 396 AGS: CE. RG. Lib. 140. 397 AGS: CE. RG. Lib. 135. 398 AGS: CE. RG. Lib. 145. 399 AGS: CE. RG. Lib. 146. 400 AGS: CE. RG. Lib. 150. 401 AGS: CE. RG. Lib. 151. 402 AGS: CE. RG. Lib. 146. 403 AGS: CE. RG. Lib. 147. 404 AGS: CE. RG. Lib 147. 405 AGS: CE. RG. Lib. 147. 406 AGS. CE. RG. Lib 135. 407 AGS. CE. RG. Lib. 148. 408 AGS: CE. RG. Lib. 153 409 AGS: CE. RG. Lib. 152. 410 AGS. CE. RG. Lib. 134.

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7.000: Badajoz412 y Plasencia413. 6.400: Trujillo414. 5.750: Jerez de los Caballeros415 5.625: Montijo416. 4.400: Torremocha417 y Valdefuentes418. 4.200: Benquerencia419, Alcuescar420, Arroyomolinos421, Casas de Don Antonio422, Salvatierra423, Zarza de Montánchez424 y Montánchez425. Y pueblos que se refieren a la fanega en sembradura pero dicen que no saben cuantas varas castellanas comprende una fanega: Zarza de Alange426, Puebla de la Calzada427, Almoharin428, Botija429, Torre de Santa María430, Valdemorales431, Puebla de Sancho Pérez432 y los Santos de Maimona433. En la respuesta de la Puebla de Sancho Pérez dicen así: “La medida que se usa en esta villa es la de puño en sembradura, teniendo por una fanega de tierra la que se ocupa con una de trigo, que se diferencia según la calidad de la tierra, pues en la de 1ª se ocupa menos tierra que en la de 2ª, y en la de 2ª menos que en la de 3ª, y así no pueden hacer juicio de las varas que cada una puede ocupar y si es lo que entra en una fanega de trigo para sembrar”. La explicación es sumamente clara. Al responder a la pregunta 10ª del Interrogatorio se dice que “el término de esta villa se compone de 8 o 9.000 fanegas”. Esta imprecisión puede deberse a varias causas, una bastante extendida era que, a sabiendas de que el Catastro tenía una finalidad fiscal, trataban de reducir las base imponible del futuro tributo; pero, sin ser mal pensados, también se producían estas anomalías porque los agrimensores no tenían, en muchos casos, la posibilidad de efectuar una medición exacta, por dificultades del terreno, por accidentes geográficos y otras causas, como vemos en el caso del llamado Coto de Campomanes, parte de una dehesa del concejo de Mérida que el rey Carlos III regaló a Don Pedro Rodríguez Campomanes, y del que sabemos434, por una carta de Diego de Vargas y Carvajal a Campomanes, el 13 de Junio de 1772, en la que se dice: “ también me aseguró lleva formado el mapa que ha dispuesto el Sr. Director de Ingenieros y que sólo saca mil setecientas fanegas de tierra, cuya considerable baja de las tres mil que hacíamos juicio contendría el Coto” Como vemos, aquí todavía es mayor proporcionalmente la diferencia que en el caso del término de Aceuchal.

411 AGS: CE. RG. Lib. 142 412 AGS: CE. RGT. Lib. 136 413 AGS: CE. RG. Lib. 147. 414 AGS: CE. RGT. Lib. 151. 415 AGS: CE. RG. Lib. 154 416 AGS: CE. RG. Lib. 154. 417 AGS: CE. RG. Lib. 151. 418 AGS: CE. RG. Lib. 153. 419 AGS: CE. RG. Lib. 152. 420 AGS: CE. RG. Lib. 134. 421 AGS: CE. RG. Lib. 134. 422 AGS: CE. RG. Lib. 139. 423 AGS: CE. RG. Lib. 149. 424 AGS: CE. RG. Lib. 154 425 AGS. CE. RG. Lib. 144. 426 AGS: CE. RG. Lib. 154. 427 AGS: CE. RG. Lib. 147. 428 AGS: CE. RG. Lib. 134. 429 AGS: CE. RG. Lib. 136. 430 AGS: CE. RG. Lib. 151. 431 AGS: CE. RG. Lib. 153. 432 AGS: CE. RG. Lib. 147. 433 AGS: CE. RG. Lib. 149. 434 RODRIGUEZ de CAMPOMANES, Pedro: Epistolarío. Tomo I (1747-1777). Ed. Fundación Universitaria Española, Madrid, 1983, pg 164.

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Extensión y uso de la tierra en Aceuchal

Uso 1ª calidad 2ª calidad 3ª calidad Sembradura 1.000 fanegas 2.000 fanegas 2.000 a 3.000 fgas Viña y olivar interpolado 1.300 fanegas 200 fanegas Indeterminado Baldíos y heras 1.500 a 2.200 fanegas 600 fanegas Indeterminado Olivares recién puestos 50 a 60 fanegas Indeterminado Huertas 1 fanega 2 fanegas 1 fanega

La Comisión de la villa que respondió al Catastro, además de ser imprecisa en cuanto a la medición de superficies, también lo era en cuanto a la determinación de los cultivos. Pues aunque separa los olivares intercalados entre las viñas de los olivares recién plantados, no nos detalla si eran olivos o acebuches, pues en este momento en que se formaliza el Catastro coincide con la introducción generalizada del olivo en sustitución del acebuche en las tierras extremeñas, el cual debía ser cuantitativamente importante en el término de la villa, porque parece ser que el topónimo Aceuchal se deriva de acebuchal. Pero estos datos no representaban la realidad de la tierra disponible para los vecinos dentro de su propio término concejil, ya que no figuran los baldíos, que como tierras de uso comunal se registraban en las Respuestas Particulares de la cabeza del partido, como titular de los baldíos, figurando los vecinos de cada pueblo que eran ocupantes de estas tierras. Los baldíos del término de Mérida435 cubrían una extensión de 104.581,5 fanegas, y en ella había ocupantes de 55 localidades. Con relación a los baldíos hay un primer problema, que es el de su propio nombre, y junto a éste estaba también el de la titularidad real del dominio pleno sobre esas tierras, para unos de realengo, para otros, concejiles: en cualquier caso si se aceptaba por todos que eran bienes de uso comunal regulado por el concejo cabeza del partido. En el partido de Mérida, los baldíos de extendían sobre 59 fincas a las que tenían acceso, reguladamente, los vecinos de todas las localidades del partido. El conocimiento de estos datos procede del estudio de las Respuestas Particulares del Catastro de Ensenada de Mérida; en ellas se reseñan individualmente los ocupantes de los baldíos, tanto de los pueblos del partido como de algunas localidades fuera del mismo, detallándose la identidad de los ocupantes y las parcelas ocupadas con expresión de su magnitud. Para Aceuchal los datos cuantitativos de ocupantes y superficie sobre los baldíos del partido de Mérida los exponemos seguidamente, Ocupación de tierra en los baldíos de Mérida

Superficie Parcelas Superficie Nº de Nº de Parcela media Localidad ocupada por por ocupantes parcelas (fga/parcela) (fanegas) ocupante ocupante Aceuchal 2 2 12 6 1 6

Estos dos vecinos de Aceuchal eran Leonor la Campuzana y Pedro Zeferino Fernández de Villareal, que ocupaban 6 fanegas cada uno y a los que se les estimó como rendimiento de esas parcelas una renta anual de 135 reales. Las producciones eran de trigo, cebada, habas, garbanzos, aceite, vino y legumbres. Es de señalar que, a esta altura de los tiempos, a mitad del siglo XVIII, como en la generalidad de los pueblos de Extremadura, no aparezca ni uno solo de los muchos cultígenos que se introdujeron en España a raíz del descubrimiento de América,

435 BALLESTEROS DÍEZ, José Antonio.: “El uso de la tierra del término de Mérida en el siglo XVIII”. Boletín de la Real Sociedad Geográfica. T-143, pp 61-88. Madrid, 2007.

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Los rendimientos que se reseñaron para el cultivo del trigo, los exponemos comparándolos con los de Mérida436 y Almendralejo437. Producción de trigo según la calidad de la tierra (en fanegas/fanega)

Calidad de la tierra Aceuchal Mérida Almendralejo Tierra de 1ª 10 8 10 Tierra de 2ª 7 5 8 Tierra de 3ª 5 3 6

Estas diferencias en las producciones, superiores en la comarca de Barros respecto de las del valle del Guadiana, no dependían sólo de la calidad de las tierras, sino también de la cantidad gastada por fanega en la sementera, que en Aceuchal era, para el trigo, de 1’5 fanegas de grano por fanega de tierra de 1ª calidad; 1 fanega y 1 quartillo en la de 2ª para el trigo, y 1’5 para la cebada, y en las de 3ª una fanega de trigo o 1 fanega y 1 quartillo para la cebada. Mientras en Mérida se empleaba 1 fanega más 1 cuartilla sobre la fanega de tierra, y en Almendralejo gastaban 2 fanegas. Para otros cultivos se reseñaba que la fanega de tierra puesta de olivos era ocupada por 30 pies y producía 12 arrobas de aceite la de 1ª, 8 la de 2ª y 4 la de 3ª. Para el viñedo, la fanega de tierra la ocupaban 1.000 cepas, que producía 25 arrobas de vino la de 1ª, 18 la de 2ª y 12 la de 3ª. En términos monetarios, el precio que se obtenía para la fanega de trigo era de 15 reales de vellón, 7 para la de cebada, 12 la de habas, 30 para la de garbanzos, 15 para la arroba de aceite y 10 para la de vino. La fanega de hortalizas y frutales, o con hortalizas sóla, por la inferior y cortedad de algunas, que lo más del año están sin producir, regulan como rendimientos 40 ducados a la de 1ª, 30 a la de 2ª y 20 a la de 3ª; a cada frutal suelto estiman, en tierra de 1ª calidad, 3 reales, 2 en la de 2ª y 1 en la de 3ª, y señalan que el producto de los olivos que se hallan en las viñas, como el de cualquier otro árbol, compensando por lo que impiden las cepas, queda incluso en su regulación.

Pero la cuantía de la producción agraria por unidad de superficie no dependía sólo de la cantidad de semilla que se sembraba, o de la alternancia entre años de cultivo y años de descanso (año

436 BALLESTEROS DÍEZ, José Antonio: “Propiedad y renta de la tierra de Mérida en la Extremadura del siglo XVIII”. Revista de Estudios Extremeños, T-LX, Num. 3, Badajoz, 2004, pps 1075 a 1142. 437 BALLESTEROS DÍEZ, José Antonio: “Almendralejo según el Catastro de Ensenada (1753)”. Revista de Estudios Extremeños, T-LXV, Num. 1. Badajoz, 2009, pps175 a 214.

157 y vez, trienal, etc.), sino también de la calidad de las tierras. En el caso de Aceuchal tomamos la información del Mapa provincial de suelos438, del que mostramos el fragmento donde se ubica nuestra villa y su comarca. A la vista del mismo, y considerando un circulo en torno a Aceuchal, tenemos al N y NE un suelo tipo 15c; al E, en las proximidades de la localidad, un suelo 5c, de poca extensión; al SE está un suelo 4b, y cerrando el circulo perimetral, hasta el N, un suelo 5b, que ocupa la mitad del terreno que hemos considerado. La explicación de estos suelos es la siguiente. 15ª: es un suelo ligado a la presencia de arcillas, de retícula expandible. Estos suelos, al secarse durante el verano, se contraen, lo que produce agrietamientos. Son suelos compactos y profundos; se los conoce como vertisuelos, y son los más fértiles de la región; tienen una gran capacidad de retención de agua y son muy ricos en sustancias minerales. El suelo 5c es una tierra parda meridional. El material originario de este suelo son el granito y la diorita, lo que les da una textura arenosa El suelo 4b es el de una tierra caliza, de color pardo y estructura grumosa. El suelo 5b es también una tierra parda meridional, son suelos de poco espesor, pobres en sustancias coloidales, fácilmente erosionables y con poca capacidad de retención de agua; tienen una estructura areno-limosa, y son muy aptos para el cultivo de a vid. Sobre las producciones de las tierras estaban impuestos los derechos eclesiásticos del diezmo, que ascendía a 700 fanegas de trigo, de las que percibía 500 la encomienda propia del Marqués de Grimaldo (residente en Madrid, lo que nos da testimonio de uno de los problemas crónicos de Extremadura, el del absentismo de los propietarios de tierras), 150 la Mesa Maestral de la Orden de Santiago y 50 la casa de San Marcos de León. De la cebada percibía 600 fanegas la citada encomienda, 400 la Mesa Maestral y 60 el convento de San Marcos de León. El diezmo de las habas era de 50 fanegas, 15 el de los garbanzos, en lo que va incluida la primicia. La primicia toda pertenecía a la encomienda, que percibía 150 fanegas de trigo y otras tantas de cebada, 15 de las habas y 5 de los garbanzos; y el voto del Señor Santiago para la Santa Iglesia Catedral compostelana tenía una cuantía de 60 fanegas de trigo cada año. El diezmo suponía una tributación decimal para el trigo, y para el vino se tomaban de 10 colmadas 1 vaida; la primicia era 1 por cada 12, y el voto de Santiago se pagaba llegando a 13, pero el que araba con una yunta tributaba 1 quartilla, y si con más animales, media fanega, y hacen la observación de que siempre de la mejor semilla. A todo lo largo del tiempo del Antiguo Régimen, el trigo fue el alimento básico de la población, por lo que desde la Corona se prestaba una especial atención a las variaciones de las cosechas, influidas por la sequía y las plagas de langosta, que cuando eran malas dejaban un rastro demográfico negativo con las hambrunas que sufría la población, situaciones que además empobrecían a las gentes por el aumento desmesurado de los precios. Esto se había tratado de controlar desde los tiempos de los Reyes Católicos, que ordenaron la observancia de unos precios máximos para la venta del trigo, lo que se conocía como la tasa del trigo. Además, por iniciativas diversas, se había formado una red de depósitos locales que como un servicio comunal prestaba semillas a los labradores cuando era el tiempo de la sembradura y vendía trigo a las panaderas, y para dotarse de existencias compraba el trigo prácticamente en toda Castilla439. Esta institución era conocida como pósito, alhondiga o arca de misericordia, según las regiones y comarcas. Habían tenido una regulación con Felipe II y con Carlos III se creó un organismo estatal para su control, y del estado de los fondos de trigo de los pósitos existentes en el Partido de Mérida440 hemos conocido los asientos441 correspondientes a

438 Explicación del mapa provincial de suelos”. Instituto Nacional de Edafología y Agrobiología (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) Madrid. Edición de la Diputación provincial de Badajoz. 1968, 100 pgs. 439 BALLESTEROS DIEZ, José Antonio: El Pósito de Mérida en los siglos XVI y XVII. UNED. Mérida, 1986, 440 ARCHIVO HISTORICO DE MÉRIDA (en lo sucesivo AHM): legajo 68 441 Como medidas de capacidad se usaban la fanega, que como divisores tenía a la cuartilla (4 en 1 fanega) y los celemines (12 en 1 fanega). Como medidas monetarias el sistema tenía como unidad al maravedí, (moneda de

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Aceuchal en el año 1798, de los detallamos la data y el cargo442. En el Interrogatorio de la Real Audiencia de Extremadura443, del año 1791, se cuantifica el fondo de trigo del pósito en 6.193 fanegas, y en dinero en 18.407 reales.

Estado del pósito de Aceuchal en 1798

Concepto Fanegas Cuartillas Celemines Cargo de trigo  Fondo del pósito 6.443 2’5 8  Reintegradas en el año 1.169 2,5  Reintegradas de creces 113 2’0 5  Deuda de los vecinos 4.276 0’5 10  Fallidas 866 3’5 3  Fallidas sin creces 18 2’0 Total cargo 6.443 2’5 8 Reales Maravedíes Cargo de dinero . Existente en la caja del pósito 64.409 30 . Deuda contra la Junta de Propios 3.393 16 . Reintegrado en el año 3.285 7 . Deben los vecinos 3.161 22 . Cobrado 128 3 Total cargo 24.375 3 Data de dinero  En deudas de vecinos 3.032 22  Contra la Junta de Propios 3.393 16  Existente en caja 6.339 19

Estos datos nos manifiestan que en Aceuchal existía un pósito de trigo, y que su capacidad de almacenamiento era importante.

La guerra de la Independencia y sus secuelas

Los acontecimientos militares, primero con la Guerra de la Independencia, y luego con la invasión de los llamados Cien Mil Hijos de San Luis, fueron absolutamente nefastos para Extremadura y especialmente para los pósitos, pues sus fondos de trigo y las existencias de dinero se utilizaron para fines distintos a los suyos propios, en todos los sitios y durante muchos años. Extremadura fue escenario muy castigado durante la Guerra de la Independencia por causa de la vecindad con Portugal, cuyo dominio y control apetecían tanto los franceses como los ingleses, por lo que Extremadura fue objetivo y solar de todos los ejércitos. La invasión militar de los llamados Cien Mil Hijos de San Luis, con cuya intervención los franceses dieron fin el llamado Trienio liberal y propiciaron la vuelta al absolutismo, también se sufrió especialmente en Extremadura, porque el duque de Angulema, que

vellón), 34 maravedíes equivalían a 1 real (moneda de plata ) y 375 maravedíes hacían 1 ducado (moneda de oro) 442 Cargo y data: Data era el conjunto de partidas que en una contabilidad componían el descargo o salidas de lo recibido, es decir, gastos y salarios, así como lo no cobrado o los fallidos detectados (despoblación, pobreza, y persistencia de privilegios de franqueza); en la data se debía detallar el importe y destino dado a las cantidades percibidas. Se contrapone a "cargo" como concepto contable representativo de las entradas o ingresos 443 Interrogatorio de la Real Audiencia, Partido de Mérida, Ed. Asamblea de Extremadura, Mérida, 1994. Datos del estadillo general del partido de Mérida

159 mandaba al ejército invasor, decidió para alcanzar y conquistar Sevilla, donde se habían refugiado el rey y su gobierno, dividir sus fuerzas en dos columnas, una que avanzaría a través de La Mancha, y otra que lo haría por Extremadura, con lo que nuestra región volvió a ser un escenario bélico donde nuevamente los pueblos sufrieron el azote del paso de los ejércitos. Una de las primeras acciones que tomaron las juntas, en este caso la de Mérida al frente de su Partido444 fue la de recaudar dinero, y para ello ordenaron, en Junio de 1808, a los pueblos que recabasen las “cantidades más posibles” de los vecinos ricos, y las remitiesen a Mérida en un plazo no superior tres días; Se concreta en las localidades siguientes: Aceuchal, Almendralejo, Villafranca, , Villalba, Lobón, Arroyo de San Serván, , , , La Oliva, Guareña, , Alcuescar y Arroyomolinos. Pero luego siguieron apretando a los concejos con requerimientos de dinero por distintas vías, y así, en 1811, para financiar el hospital militar445, se hizo un reparto en el Partido por importe de 16.000 reales, de los que a Aceuchal se le asignaron 750 (4¡69 %). El año 1812 fue el más duro del tiempo de la guerra, y así menudearon las tributaciones para financiar gastos militares diversos, como fue el reparto de 100 raciones diarias para socorro del hospital446, del que a Aceuchal le correspondieron 5 raciones (5’00 %). Ese mismo año, se ordena otro repartimiento de 200.000 reales en el que a Aceuchal se le asignan 12.000 (6’5 %). Poco después nuevo repartimiento, esta vez de raciones de pan y menestra, se trataba de copiar 2.500 panes y 1.500 menestras, y Aceuchal hubo de contribuir con 130 panes (5’2 %) y 80 menestras (5’3 %). Siguió un repartimiento de 25.000 arrobas de heno, y Aceuchal aportó 1.300 (5’2 %), y para la conducción de víveres para la tropa se hizo un repartimiento de carretas, a Aceuchal le requirieron 7 (4’7 %), de un total de 148. Pero el dinero era imprescindible, y para la conducción de suministros militares se ordenó el repartimiento de 45.000 reales, de los que Aceuchal entregó 2.500 (5’52 %). Poco después, nuevo repartimiento, esta vez de 15 reales diarios de salario al encargado de los despachos de veredas y copias de ordenes, en total se requerían 5.500 reales y Aceuchal dio 360 (6’54 %). Nuevamente se hace un repartimiento de pan y menestra, 198 unidades de cada cosa, a lo que Aceuchal contribuyó con 12 panes y 12 menestras (6’06 %). Pero si grave era el hecho de la guerra, tanto o más lo fue el hundimiento de las instituciones, que prácticamente dejaron de funcionar, aunque sobre ellas intervinieran los poderosos de los pueblos en su propio beneficio generalmente y con bastante impunidad, puesto que hasta los años últimos del reinado de Fernando VII no se hicieron intentos de reorganizar mínimamente el tejido institucional. Y una de las instituciones más descontroladas fueron los pósitos, tanto por sus fondos de trigo y cebada, como por el dinero de su arca. Pero no habían sido solamente los ejércitos los que habían despojado a los pósitos de sus bienes, sino que en el desorden social que caracterizó aquella época eran muchos los deudores, generalmente los labradores que habían tomado trigo del pósito para la sementera y que no habían devuelto sus préstamos a los pósitos; también los administradores de los pósitos que no daban cuenta precisa de los fondos disponibles; algunos habían entregado fincas rústicas y urbanas como compensación de sus deudas, pero estos bienes no le producían a los pósitos beneficio alguno, si no gastos, y aun así eran mayoría los que no habían satisfecha mínimamente sus deudas de trigo o de dinero. Para resolver esta crítica situación, la Dirección General de Pósitos447, en escrito de 9-6-1833 dirigido a la Subdelegación de Pósitos del Partido de Mérida, le comunicaba el siguiente dictamen: 1. Se perdonan y declaran extinguidos todos los débitos a favor de los pósitos del reino cuyo origen sea anterior al 1º de junio de 1814, y que provengan de los préstamos o repartimientos ordinario y extraordinario hechos a particulares. 2.- Se exceptúan… aquellas deudas de la citada época que procedan de alcances contra los depositarios, o individuos de los ayuntamientos o juntas que han manejado los pósitos, o de

444 RODRÍGUEZ GRAJERA, Alfonso, y ORTIZ MACÍAS, María Magdalena: Una ciudad en guerra 1808- 1812. Badajoz, 2008.pgs. 92-93. 445 RODRÍGUEZ GRAJERA, Alfonso, y ORTIZ MACÍAS, María Magdalena: Ibid..pg. 209. 446 RODRÍGUEZ GRAJERA, Alfonso, y ORTIZ MACÍAS, María Magdalena: Ibid.pgs 233 a 254. 447 AHM: Legajo 64.

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malversación de fondos, y también las que se hallen ya aplazadas y afianzadas, o se estén reintegrando con los productos de bienes o fincas arrendadas o en administración. 3.- Se procederá a la venta o enajenación de todas las fincas rústicas y urbanas que pertenezcan en propiedad a los pósitos por cualquier título que sea…. Exceptuándose los edificios que están destinados a panera y oficinas del ramo. En 1816 ya se había pretendido restaurar el control sobre los pósitos, y como base de referencia el Contador General de los Pósitos del Reino certificó que la última cuenta presentada por el pósito de Mérida era la correspondiente al año 1807. Desde el Gobierno Político de la Provincia de Badajoz, en 1822, se dirigieron al ayuntamiento de Mérida en relación a las últimas cuentas rendidas, la antes citada de 1807, y le manifiestan que “no pueden menos de admirar la indolencia en el asunto a que se trata”, apercibiendo al ayuntamiento para que en el plazo de 20 días informe de las cuentas de los años 1821 y 1822. La respuesta del concejo emeritense es bastante ilustrativa de las diversas acciones que habían sufrido los pósitos en todo ese tiempo, y decía así: “Este Ayuntamiento constitucional cree no ser acreedor a que Vds le haya conminado con multas y apercibimientos… tratándole de inobediente, cuando a los menores anuncios de Vs. se sacrifica en no faltar en los más mínimo que se le ordenase…El asunto de que trata es el más difícil que pueden ofrecerles a imposible de efectuar lo que quiere…pues según los informes que ha tomado esta corporación de los individuos de ella en años anteriores…resulta que después de rendida la cuenta de 1807 acaeció nuestra gloriosa revolución por la Independencia, que por ella se formó en esta ciudad una Junta de Gobierno que reasumió todas las autoridades sin excepción alguna, llamándose Junta Suprema, y que no hubo tesorería depositaria de panera de pósitos, ni ningún fondo a que no echasen mano para disponer de ellos a su arbitrio para levantar tropas, sostenerlas y atender a (sus) gastos…Que a este fin hicieron afrontar a todos los deudores sus descubiertos, tanto de granos como de maravedíes, sin que quedase si no en algún infeliz que absolutamente n tenía ni podía. Que en el año 9, después de haberse gastado muy mucho en el suministro de las tropas que transitaron por esta ciudad en el 8, por la insurrección de los franceses, se hallaron la panera del pósito con multitud de trigo reintegrado y que, desde el 26 de marzo hasta el 13 de junio que la ocuparon, quedó barrida, y fue necesario conducir de las casas de los vecinos a la panera lo que fue preciso para el paso del Ejercito formado en … (y siguen diciendo que) se formó un expediente justificativo, y se habían solicitado arbitrios, pero que no habían recibido ninguna resolución” A pesar de estos escritos conminatorios, no se logró recuperar las deudas y fondos de los pósitos, pues tan caótica situación no sólo se evidenciaba en el pósito de Mérida, sino en todos los del Partido, asunto sobre el que, en 1825, el Director General de Pósitos se dirigió, a través del Subdelegado, a todos los pósitos del Partido de Mérida ordenando “que inmediato procedan al reintegro de todo lo que se está debiendo…tanto de deudas anteriores como por las corrientes…y lo harán de las cantidades de grano y maravedíes que tomaron de los mismos pósitos en las épocas anteriores, por deber ser reintegrados dichos fondos por referidas corporaciones bajo su responsabilidad”. En febrero de 1830, nuevamente el Contador general de los Pósitos del Reino vuelve a certificar las cuentas del pósito de 1807, y también advierte de “la omisión y abandono con que miran algunas Juntas de gobierno de los pósitos la buena administración y reintegro de sus fondos…no debiendo disimular semejantes abusos tan perniciosos, se hace el más estrecho encargo para que en lo sucesivo sean exactas en el cumplimiento de sus obligaciones; en el supuesto de que se impondrá a todos los individuos de la Junta que incurriesen en semejante defecto las penas a que se hiciesen acreedores. Las juntas, con el Procurador Síndico, reclamarán la cobranza de todas las partidas que se hayan sacado del pósito con calidad de reintegro para gastos comunes y objetos generales de los pueblos, por el interés que deben tener en su recaudación para los fines de su instituto de promover y fomentar la agricultura; y si en este importante punto fueran omisos se les cargará la responsabilidad”. Y se añadía lo siguiente: “Nota: Los alcances en granos y maravedíes que resultaron a favor de los pósitos se entregarán real y efectivamente por los depositarios al tiempo de presentar las cuentas a las juntas para su aprobación”. La respuesta del ayuntamiento emeritense insiste en que “este pueblo es uno de los que más padecieron en la Guerra de la Independencia en términos que quedó reducido a una mitad de su vecindario, perdiendo sus labradores sus yuntas y

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cuantos granos tenían, habiendo adelantado tan poco que, en general, sólo han podido reunir de una a dos miserables yuntas”. Y prosigue: “el pósito de esta ciudad se componía, en el año 1807, de 5.425 fanegas de trigo y 8.324 reales, lo que se considera muy excedido, pues con el total fondo de 2.000 fanegas es muy suficiente para el socorro de la actual labor y de los vecinos, pues es conocido que los muchos fondos de los pósitos es una ruina de los labradores, porque en años escasos o medianos se van recargando hasta que tienen que vender todo cuanto poseen para su reintegro… (por) todo lo cual piden se reduzca a 2.000 fanegas el fondo a reponer en el pósito”. Pero el esclarecimiento de las cuentas desde el año 1807, que se pretendía conseguir en 1829, no se refería solamente al pósito de Mérida, sino a todos y cada uno de los pueblos del Partido448, cuyos informes repiten el argumento de los padecimientos sufridos por los avatares bélicos, y todos piden se reduzca la cuantía de sus existencias mínimas, y así vamos a reseñar los informes de Aceuchal: Aceuchal: “El Ayuntamiento de la villa propone para el reintegro a su Real Pósito en la cantidad de 29.769 reales y 20 maravedíes pagados por el cupo de los 300 millones y prestados a sus propios, e igualmente para la partida de 269 fanegas y 5 celemines y 3 cuartillos de trigo entregadas en la plaza de Badajoz, la enajenación de la panera de dicho pósito por hallarse ruinosa y no serle necesaria por tener suficientes silos para el recogido de los granos, y el resto por un repartimiento vecinal sobre todas las alhajas y efectos de su término alcabalatorio, lo qual creo ser conforme y arreglado por la imposibilidad de su vecindario”. En mayo de 1831 desde el gobierno se les vuelve a exigir que justifiquen los datos que han solicitado con reiteración, y esta es la respuesta a Aceuchal: Aceuchal: “No siendo suficientes las certificaciones estampadas en las anteriores diligencias y para justificar la salida de las partidas comprendidas en el estado que esta por cabeza, según apetece la Superioridad, por ser unas certificaciones aéreas y sin firmeza, reducidas a las mismas cuentas remitidas en los últimos años, devuélvase dicho expediente para que la Junta del Real Pósito de Aceuchal proceda a su justificación en forma, ante su Resal Justicia, en la inteligencia que no verificándolo en el termino de tercero día pasará comisionado a su costa a `ponerlo en execucion” El 6 de Junio de 1831, desde el Partido de Mérida se justifica a Aceuchal diciendo “el Ayuntamiento y junta de la villa de Aceuchal justifica haberse destrozado por las tropas francesas en el año 1809, mil veinte y cinco fanegas de trigo que existían en su Real Pósito; haber entregado a la plaza de Badajoz en el año 1823, para el suministro de las tropas, doscientas sesenta y nueve fanegas y cinco celemines y tres cuartillas de trigo; haber vendido en el año (borroso) cuyo valor fue para el pago de los caballos requisados a sus vecinos por el ejercito; y últimamente que las quinientas setenta y cuatro fanegas cuatro celemines y tres cuartillo que dieron anteriormente por fallidas, lo son en efecto; cuyas cuatro partidas suman la de mil novecientos noventa y siete fanegas, diez celemines y dos cuartillos de trigo extraidas de dicho fondo. Que igualmente acredita ser fallida la cantidad de quinientas cuarenta y siete reales y 17 maravedies de vellón por insolvencia de sus deudores, y que los Propias están debiendo veinte y cinco mil setecientos sesenta y nueve reales y veinte maravedíes de vellón. Que según la tasación de Peritos inteligentes, la Panera asciende a la cantidad de veinte y cinco mil ciento ochenta y ocho reales de vellón, que aquel fondo corresponde tres silos en la mejor situación de las sileras, que hacen dos mil y quinientas fanegas de trigo y en sus inmediaciones hay otros de dominio particular de que podrá usar la Junta. Con vista de todo creo conveniente se le admita la propuesta que hace de venta de la Panera y con su producto reponer el desfalco del Pósito. Ampliando el déficit a un repartimiento vecinal como tiene pedido, pero sobre todo V.I. como siempre acordará lo mas justo”. En este texto aparecen los términos panera y silera, el primero se refiere al edificio donde se guardaba el trigo del pósito, utilizando el sinónimo pan como trigo, y era un almacenamiento temporal, con entradas y salidas prácticamente diarias: la silera era el conjunto de silos subterráneos que se utilizaban para guardar el trigo durante varios años. A continuación exponemos el croquis de dos silos de la silera de Mérida, ubicados en lo que luego fue la villa de Calamonte, y que ahora se

448 AHM: Legajo 64.

162 localizan en un corralón junto a la Plaza del Altozano de dicha localidad, donde se conocen más de 130, todos ellos excavados en la tierra caleña.

Por si este hundimiento de las instituciones no fuera suficientemente grave, por las diversas causas que se han apuntado, y sin la pretensión de agotar la lista de ellas, no hay que dejar olvidado el secular problema de la inflación de los precios, que constituía un azote crónico para los pueblos. Sobre estos tenemos dos informaciones, una449 correspondiente a la valoración que se hizo por una comisión acerca de los suministros que se habían hecho al ejército entre 1808 y 1812

Precios de los géneros suministrados al ejército de 1808 a 1812 (en reales)

Género Año 1808 Año 1809 Año 1810 Año 1811 Año 1812 Trigo (fanega) 40 50 60 130 320 Cebada (fanega) 22 40 44 70 140 Habas (fanega) 30 60 70 120 140 Garbanzos (fanega) 60 100 250 400 440 Paja (arroba) 1’5 2 3 3 5 Avena (fanega) 11 30 30 80 100

Este problema del encarecimiento de los precios hizo que se requiriese450, el 9 de septiembre de 1815, a los corregidores para que, cada quince días, informasen de los precios de distintos productos al Presidente del Consejo, y los datos que facilitaron, entre esa fecha de 1815 y el principio de 1816, fueron los siguientes:

449 AHM: Legajo 47, carpeta 8 450 AHM: Legajo 35, carpeta 7.

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Precios en reales por fanega (1815-1816)

Septiembre Octubre 24 octubre Noviembre 30 novbre 15 dicbre 15 enero 1815 1815 1815 1815 1815 1815 1816 Trigo 54 54 54 56 60 60 60 Cebada 32 32 37 44 44 45 40 Habas 50 50 50 50 30 30 50 Avena 20 20 22 24 26 24 30 Garbanzos 104 104 100 100 100 110 100 Centeno 26 26 30 32 36 35 34

José Fontana451 señala el problema triguero como el más importante de la crisis económica, y expone los precios en 65 mercados diferentes entre los años 1819 y 1820, donde sólo en 4 de ellos el precio del trigo es inferior a 20 reales/fanega; en 22 mercados oscila entre 21 y 30 reales; en otros 22, varía entre 31 y 40 reales; en 13 iba de 41 a 50, y en 5 mercados el precio era superior a 50 reales/fanega. Pero este encarecimiento no era resultado de la especulación, como se deduce de una petición hecha en las Cortes de 1820-182, en la que se informaba que un precio del trigo inferior a 40 reales la fanega haría que dejara de cultivarse en muchas regiones porque no se cubrirían los gastos. Y es que, como Fontana señala en otro trabajo452 la inexistencia de un mercado nacional conducía a que se produjesen encarecimientos y desabastecimientos, incluso en periodos de abundancia, lo que era especialmente acusado con el trigo y en Extremadura, como ya se ha visto en una comunicación a las II Jornadas de Almendralejo453.

La ganadería

La respuesta a la pregunta 20 del Interrogatorio expresa que hay ganado de lana fina y basta, cabras, zerdos, yeguas, bueyes de labor, algunas vacas y caballerías mayores y menores. Respecto a la riqueza ganadera, el baremo de rendimientos que establece la comisión para los distintos tipos de ganado nos dan los siguientes detalles:  Para el ganado lanar se detallaba que cada 7 ovejas finas producían 1 arroba de lana, que unos años por otros vale 42 reales, producen 3 crías por no hacerse queso, y que cada una de éstas vale 8 reales a los 6 meses, 12 al año y 18 a los dos años; a los 3 años el carnero vale 24 reales. Cada 9 ovejas bastas producen 1 arroba de lana, que vale 24 reales, unos años con otros, se obtienen 3 crías, que a los 6 meses valen, cada una, 6 reales, al año 11 reales y a los dos años 15; y el carnero 16 reales a los dos años y a los tres 22 reales. Cada 5 carneros finos produce 1 arroba de lana, y cada 7 los bastos.  Respecto del ganado porcino se dice que a una puerca de cría se le consideran al año 3 lechones, que a los 6 meses valen, cada uno, 15 reales, al año 32, a los dos año 60 y a los tres, si se queda para casta, 75; si se le engorda puede salir 8 arrobas, que a 15 reales puede valer en la matanza 120 reales  En cuanto al ganado vacuno, se estima que una vaca producía, cada 2 años, una cría, que al año vale 90 reales, a los dos 150 y a los tres, la hembra, 220 y el macho 264. A una yunta de bueyes se le regula, por sementeras y barbecheras, en arrendamiento, 200 reales, y a las vacas la mitad, señalándose que las que hay en esta villa sólo sirven en la labor de sus dueños.

451 FONTANA, Josep: La quiebra de la Monarquía Absoluta .1814-1820. Ariel. Barcelona, 1978, pps 327, 328 452 FONTANA, Josep: “La formación del mercado nacional y toma de conciencia de la burguesía”, en Cambio económicos y actitudes políticas en la España del siglo XIX. Ariel, Barcelona, 1975, pps 13 a 37 453 BALLESTEROS DIEZ, José Antonio: El trigo de Almendralejo en la Extremadura de los siglos XVI y XVII. Actas de las II Jornadas de Historia de Almendralejo y Tierra de Barros. Almendralejo, 2011, pgs. 171 a 188.

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 En relación con la ganadería equina, la comisión dice que una yegua producirá cada dos años, una cría, que al año vale 100 reales, a los dos 190 y a los tres, el potro 250, y la potranca 300 reales. Por la labor en la trilla, cada yegua percibía 4 fanegas de trigo y 2 de cebada. A cada caballería mayor le regulan, en cada año, 320 reales, y a la menor 160, a excepción de las de los labradores, que éstas sólo sirven para la asistencia de la labor. Una jumenta produce cada dos años una cría, que al año vale 6 ducados, a los dos años serán 10 y a los tres 12.  A cada cabra se le estima una cría al año, que a los 6 meses vale 10 reales, al año 15, a los dos años 22; y el macho, a los tres años vale 30 reales, y de leche se le regulan 3 reales al año.  Respecto a la apicultura se detalla que sólo hay en el término de Aceuchal 16 colmenas, que son propiedad de Joseph Ximenez, y a las que consideran una utilidad anual de 1 quartillo de miel, que valdrá 2’5 reales, más 1 libra de cera que valdrá lo mismo que la miel y medio enjambre que estiman su valor en 5 reales. La cabaña de Aceuchal aparece cuantificada en el Interrogatorio de la Real Audiencia de Extremadura454, del año 1791  Ganado vacuno 200 cabezas  Ganado lanar 12.000 cabezas  Ganado de cerda 1.000 cabezas  Yeguas 60 cabezas

La población

Para exponer la evolución demográfica de la población de Aceuchal, vamos a reseñar algunos datos que conocemos relativos a la misma desde el siglo XV en adelante. Daniel Rodriguez Blanco455 da el número de vecino entre 1494 y 1529

Vecindario de 1494 a 1529

Año Vecinos 1494 190 1498 190 1501 232 1503 235 1511 173 1515 180 1529 399

Zarandieta456, en su Historia de Almendralejo, expone que en 1531 la población de Aceuchal era de 399 pecheros, y tomando el conocido censo de población de 1591457, los vecinos eran 499, de los cuales 4 eran hidalgos, 490 pecheros, 4 clérigos, 6 religiosos. De la presencia de moriscos en esta población a final del siglo XVI, tenemos en Guadalupe458 un censo de la Inquisición de Llerena en el que se reseñan 8 moriscos en la localidad, 8 personas, pues

454 Interrogatorio de la Real Audiencia.. Partido de Mérida. Ed. Asamblea de Extremadura. Mérida 1994 455 RODRIGUEZ BLANCO, Daniel: Ob. Cit, pg 98. 456 ZARANDIETA ARENAS, Francisco: Almendralejo en los siglos XVI y XVII. Almendralejo. 1993, Los datos proceden de AGS: CG, leg 768. 457 AGS: DGT, inv. 24, leg 1301-5 458 Archivo del Real Monasterio de Guadalupe. Legado Barrantes. Ms. B/5, f. 3-78. FERNANDEZ NIEVA, Julio: “Un censo de moriscos extremeños de la Inquisición de Llerena (año 1594)”, Revista de Estudios Extremeños, T XXIX, Num. I, Badajoz, año 1973, pags 149 a 176.

165 este censo no es sólo de cabezas de familia, sino que se hizo casa por casa contando a todos sus moradores. El censo señala una gran irregularidad en la distribución de 14.428 moriscos por las distintas localidades extremeñas, pues salvo el caso de , donde se cuentas 4.800, en el resto en ninguna se alcanza el millar ( 852, Mérida 752, Benquerencia 682, Plasencia 532, Trujillo 512, 482, Llerena 455), y en la parte baja de esta escala están los pueblos de la comarca de los Barros: Almendralejo 50, Alange 22, La Fuente del Maestre 6, Villafranca 4, Villalba 3, La Zarza de Alange, 2, Torremejía 2, Feria 1. Es llamativo que en una zona agrícola tan fértil como la de los Barros se ubicaran esos pocos moriscos a pesar de la buena fama que tenían como trabajadores del campo. También Zarandieta459, para los años primeros del siglo XVII, a partir de datos de archivos distintos, da los siguientes vecindarios

Población de Aceuchal a comienzos del siglo XVII

Año 1600 Años 1603-1605 Años 1610-1612 Vecinos 520 503 500

Posteriormente, Zarandieta460 ofrece los datos de 1646, en los que se detalla el número de viudas Población en 1646

Vecinos Clérigos Viudas Vecinos 242 6 56

Los padrones y vecindarios tenían, casi siempre, una finalidad fiscal, por lo que figuraban en ellos los pertenecientes a estamentos privilegiados, como eran los hidalgos, pero en el Archivo Histórico de Mérida461 tenemos un documento del año 1658 que nos reseña ese dato, que exponemos seguidamente, acompañado de los correspondientes a Mérida y Almendralejo

Hidalgos en el siglo XVII

Almendralejo Aceuchal Mérida 25 4 74

En el Censo de Floridablanca, de 1787, se cifran en 28 los hidalgos vecinos de la villa de Aceuchal. Es notorio el aumento del grupo social de los privilegiados en el tiempo de una centuria. En el Interrogatorio de la Real Audiencia de Extremadura, efectuado en 1791, se cuentan solamente 18 miembros del estado hidalgo El estamento eclesiástico estaba formado por 19 sacerdotes y 6 ordenados de menores. También se consigan como vecinos de Aceuchal dos religiosos franciscanos descalzos que atienden una hospedería, propia del convento de Montevirgen que está en el término de la villa de Villalba. En el Censo de 1787, se cuenta como población eclesiástica masculina a 1 cura, 1 teniente de cura, 2 acólitos, 16 ordenandos a título de patrimonio y 5 de menores. Como personal femenino había un convento de religiosas dominicas, bajo la advocación de Nuestra Señora de los Remedios, que integraban 20 religiosas de velo negro y 4 de velo blanco. Con respecto a los datos de final de la centuria anterior es acusada la disminución demográfica que se produce en Aceuchal: pero si tomamos los bautismos (equiparándolos a nacimientos) que se

459 ZARANDIETA ARENAS, Francisco: Ob. Cit, pgs 81 y 82. 460 ZARANDIETA ARENAS, Francisco: Ob. Cit, pg 95; datos de AGS: DC, leg 23-1 461 AHM: Legajo 10, carpeta 45.

166 celebraban a finales del XVI y los comparamos con los de 1646, vemos que estos son mayores, lo que induce a pensar en lo erróneo del recuento de pecheros del 1646.

Bautismos en Aceuchal462

Media móvil 1587-1595 58’22 Año 1646 64

Como vemos hay un aumento de bautismo de casi el 10 %, que si lo estimamos como proporcional a la población nos indicaría un crecimiento positivo de la misma, y no la disminución que antes hemos visto. La población que se cuenta en el Catastro para Aceuchal era de 500 vecinos pecheros, más 30 o 40 pobres de solemnidad. Como era normal en los vecindarios de aquel tiempo, se cuentan solamente los vecinos, es decir, los cabezas de familia, y no los habitantes. Pero para hacernos una idea de la evolución demográfica de Aceuchal, y contando solamente vecinos, vamos a exponer unos datos de 1501 de Mérida, Almendralejo y Calamonte, para compararlos con los que se dan de las mismas localidades en el Catastro.

Evolución demográfica 1501- 1753

Año Mérida Aceuchal Almendralejo 1501463 819 232 439464 1752 1042465 500 1000466 Variación + 27,23 % + 115,51 % + 127,79 %

Es decir, en algo más de 250 años, Mérida ha aumentado el 27’3 %; Aceuchal, el 115’51 %, y Almendralejo el 127’8 %. Hay que señalar que Almendralejo estaba entre los núcleos de población extremeños con crecimiento demográfico más sostenido, y, por lo que vemos, en Aceuchal también se gozaba de una positiva salud demográfica. En estudios del Catastro de otras localidades hemos relacionado la superficie de la tierra de labor con el número de vecinos, porque al ser la tierra el bien económico primordial en el Antiguo Régimen, entiendo que el valor de esa relación puede ser indicativo de la posibilidad, no sólo de alimentar a la población, sino de ofrecer trabajo a los vecinos, e incidir directamente en la evolución demográfica, tanto en lo que es el crecimiento vegetativo como en la capacidad de asimilar inmigrantes de otras localidades o, por el contrario, la expulsión de emigrantes a otras localidades o a las Indias. Precisamente la población que más pasajeros envió a las Indias fue Medellín, y en esa población la relación fanegas/vecino era de 3’22, la más baja. En el caso de Aceuchal, tenemos que la superficie de labor es de 5.000 o 6.000 fanegas, considerando la primera cuantía y cifrando la población en 540 (los vecinos más los pobres), tendríamos una relación de 9’26 fanegas por vecino, y si tomamos la segunda cifra, la de 6.000 fanegas, la relación tendría el valor de 11’11 fgas/vecino. Este relación también estaría influyendo en que los cultivos en la localidad fueran bianuales o trienales, es decir, tenemos un factor independiente de la calidad del suelo como condicionante de los sistemas productivos.

462 ZARANDIETA ARENAS, Francisco: Ob. Cit, pg 95; pgs 80 y 96 463 Archivo Histórico Nacional. Orden de Santiago. Visita al Partido de Mérida, Libro 1.104 464 ZARANDIETA ARENAS, Francisco: Almendralejo en los siglos XVI y XVII. Almendralejo, 1991, pg. 48. 465 BALLESTEROS DÍEZ, José Antonio: “La población de Mérida en la Extremadura del siglo XVIII”. Revista de Estudios Extremeños. Tomo lX, Num. II, Badajoz, 2004, pgs. 651-695. 466 BALLESTEROS DÍEZ, José Antonio: “Almendralejo según el Catastro de Ensenada (1753)”, Revista de Estudios Extremeños. Tomo LXV, Num.1. Badajoz, 2009, pgs. 175-214.

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Como en tantas otras cosas, el Catastro da muy escasa información demográfica; para subsanar esta deficiencia vamos a exponer los datos que proporcionaba, en 1787, el Censo de Floridablanca, que aunque de unos años después, para los demógrafos es el más preciso de los que se efectuaron en España a lo largo de la centuria, que hace un recuento de habitantes, no de vecinos, y proporciona los siguientes datos. Censo de población de Aceuchal en 1787

Sexo Habitantes Varones 1.217 Mujeres 1.185 Total 2.402

y además detalla la composición de la población según diversos tramos de edades, como reproducimos en la siguiente tabla.

Distribución de la población seglar por edades y sexo en Aceuchal en 1787

Rango de edades Varones Mujeres Total < 7 años 257 190 447 De 7 a 16 196 174 370 De 16 a 25 166 208 374 De 25 a 40 269 256 525 De 40 a 50 136 129 265 > 50 años 191 214 405 Totales 1.215 1.171 2.386

Estados civiles en Aceuchal en 1787

Estado civil Varones Mujeres Total Solteros 637 543 1.180 Casados 494 522 1.016 Viudos 84 106 190 Total 1.215 1.171 2.386

Estratificación de los solteros por edades y sexos

Rango de edades Varones Mujeres Total < 7 años 257 190 447 De 7 a 16 196 174 370 De 16 a 25 166 208 374 De 25 a 40 269 256 525 De 40 a 50 136 129 265 > 50 años 191 214 405 Totales 1.215 1.171 2.386

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Este Censo de 1787 es prolijo en información y también hace una estratificación por edades, sexos y estado civiles que exponemos.

Estratificación de los casados por edades y sexos

Rango de edades Varones Mujeres Total < 7 años De 7 a 16 De 16 a 25 29 67 96 De 25 a 40 220 228 448 De 40 a 50 113 110 223 > 50 años 132 117 249 Totales 494 522 1.016

Y para las viudas y viudos

Estratificación de los viudos por edades y sexos

Rango de edades Varones Mujeres Total < 7 años De 7 a 16 De 16 a 25 3 1 4 De 25 a 40 14 5 19 De 40 a 50 12 13 25 > 50 años 55 87 142 Totales 84 106 190

Posterior en muy pocos años al Censo de Floridablanca se realizó una encuesta por la Real Audiencia de Extremadura, fue en el año 1791, en la que se registraron los siguientes datos para la villa de Aceuchal

Aceuchal en el Interrogatorio de la Audiencia de Extremadura (1791)

 Nº de vecinos 710  Nº de hidalgos 18  Nº de labradores 210  Nº de jornaleros 320  Nº de artesanos 32  Clerigos tonsurados y sacerdotes 20 Según el Catastro, la población de Aceuchal se alojaba en 428 casas habitables, había 13 yermas y 5 solares.

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Población Activa y actividades económicas

Se relacionan las siguientes: Sólo hay una taberna para abastecimiento de vino y vinagre. El abastecedor de vino se llamaba Francisco Lozano, al que le estiman una utilidad neta de 2.000 reales; el cual tiene además un vendedor para el aguardiente, al que se le estiman 700 reales de utilidad; Francisco Lozano también tiene a su cargo el abasto de aceite y pescado, lo que le produce de utilidad 100 ducados, y a Leonor Sebastiana por la venta de aguardiente 200 reales. A Pedro Bajón, por pesar el pescado, se le estiman 200 reales A Manuel de la Cruz, mesonero, por la venta de aceite, 50 reales El jabón lo vendía un vecino de la Puebla del Montijo, a la sazón, Sancho Sánchez, al cual le produce de utilidad 750 reales; y a Don Juan Torrado Paino, por pesarlo, 150 reales Un mesón que corre al cargo de Leonor Moreno, mujer de Manuel de la Cruz, ausente, le produce 1.000 reales al año. Otro, de Juan de la Ysla, 400 reales, y un tercero, de Juan Sanchez Parra, se estima produce 600 reales Además de estas actividades se reseñaban también las de algunos oficios y profesiones: A cada capitular (miembros del cabildo concejil) 3 ducados al año Al médico, 1.800 reales (inclusa una suerte que se le ha regularizado en 300 reales) Al cirujano, 600 reales más un caiz de trigo y una suerte der 4 fanegas. Al escribano del ayuntamiento, 950 reales y una suerte de 4 fanegas. A Francisco Ortiz de la Barrera, mayordomo de propios, 400 reales A Francisco Durán Cordobés, alguacil mayor, 400 reales A Juan Miguel de Sotomayor, y a Juan Ponce de León, ministros ordinarios, 360 reales a cada uno A Juan Pizarro, peón público, 264 reales. A Don Roque Ortiz Cabeza, abogado de la villa, vecino de Almendralejo, 300 reales. A Alonso Triana, por regir el reloj, 120 reales y 3 arrobas de aceite. A Don Diego Sánchez, presbítero sacristán mayor, 200 reales por el toque de la queda y ánimas. A Francisco Montes, Antonio Mejía y Sebastián Mejía, 400 reales a cada uno como guardas de campo y dehesa. Al predicador cuaresmal, 500 reales. A Don Marcos Marin, vecino de Zafra, por el tráfico que tiene en hierros, granos y otras mercancías, le regulan una utilidad anual de 8.000 reales. A Don Pedro Quirós, medico, incluyendo lo que percibe del concejo, 4.400 reales. A Don Juan Contreras, cirujano, incluyendo lo que le da el concejo, 1.000 reales. A Bartolomé Pérez, boticario, 1.200 reales A Don Agustin Velasco, boticario, 700 reales A Juan Calderón, escribano del ayuntamiento público y del juzgado, y también escribano de rentas, incluyendo lo que le paga el concejo, 2.200 reales. A Francisco Ventura, oficial de dicha escribanía, 400 reales, y por notario 100 reales más A Pedro Salon, notario, 200 reales. A Alonso Triana, notario, 300 reales, y por ministro eclesiástico igual cantidad, y por el reloj los 150 que le da el concejo. A Alonso Triana de Parada, fiscal de vara, por la cobranza de la iglesia, 150 reales. A Don Pedro Zeferino, por la administración de la encomienda, 150 ducados A Don Diego Becerra, vecino de La Fuente del Maestre, administrador de la Mesa Maestral467, 50 ducados.

467 Aquella parte del patrimonio de una orden militar cuyas rentas corresponden al maestre de la misma es lo que constituía la Mesa Maestral. El origen de esta institución se remonta al final del siglo XIII, cuando los maestres y los caballeros dejaron de hacer vida conventual, pues hasta entonces el patrimonio de la Orden se mantenía indiviso. El resto de las rentas de los bienes patrimoniales de la Orden es el que se reparte en las

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A Don Francisco Andrade y Figueroa, administrador del tabaco, 200 ducados A Joseph Ximenez, notario, 200 reales A Sebastián Fernández y a Manuel Gómez Becerra, maestros de primeras letras, 50 ducados cada uno, y a éste, por organista, otros 50 ducados. A Francisco Rodriguez Cañamero, por su tienda de especiería. 500 reales, y a Gregorio Rodriguez, por la misma actividad, 100 ducados A Nicolás Mateo, oficial de la cuchilla, 1.000 reales Al peón público, incluso lo que le da la villa, 450 reales. A los dos ministros ordinarios, incluyendo lo que les da el concejo, 800 reales a cada uno Al alguacil mayor, incluso lo que le da la villa, 800 reales A Andrés Fernández Torbisco, barbero, 700 reales; a Juan Martin Lobato, barbero, 500 reales; a Joseph Ximenez, barbero, 300 reales; a Joseph Núñez de León, barbero, 100 ducados; a Pedo de Jesús Nuñez de León, lo consideran ynutil por su edad y achaques; a Antonio Fernandez Romo, barbero, 500 reales. Hay cuatro herradores: Bartolomé García Jara, Juan Sánchez Parra, Joseph Diaz y Pedro Serrano, a los que le estiman unos ingresos diarios de 6 reales a cada uno; y al ficho Pedro Serrano, por más industria, 100 ducados. Hay cuatro herreros: Juan Maqueda, Joseph Ruiz Espada, Pedro Gonzalez Ordoñez y Juan Maqueda de Gongora, que ganan al dia 8 reales. A los sastres Francisco de la Cruz, Francisco López Maldonado, Juan becerra, Juan Felix Merchan y Juan Vicente Serrano Flores, se les estima un ingreso diario de 5 reales a cada uno Hay cinco carpinteros: Alonso Triana de Parados, Juan Sánchez Lázaro, Juan de Feria, Juan Garcí Ayala y Miguel Rodríguez Ortega, que gana cada uno 6 reales al día. Sebastián Gimenez, tallista, 10 reales diarios Hay nueve zapateros, a los que se les estima que ganan al día 6 reales cada uno. Pedro Lozano, albardero, 6 reales al día Dos alarifes ganan, cada uno, 5 reales al día Habrá hasta 250 jornaleros, a quienes regulan un jornal diario de 3 reales, y lo mismo a los labradores, sus hijos y mozos de labor Al aperador, 1.200 reales Al mayoral de ovejas, 1.000 reales, al mariadero 8010 y al zagal 600. Al mayoral de yeguas, 750 reales, y al zagal 400. Al mayoral de cerdos 700 y al zagal 400 Al mayoral de cabras 750 y al zagal 400 A Juan Rodriguez, vaquero del concejo, 800 reales

Tanto el Censo de Floridablanca como el Interrogatorio de la Real Audiencia de Extremadura enumeran las actividades que desempeñaban los vecinos que formaban lo que llamamos población activa

encomiendas que se asignan a los comendadores; cuando el número de caballeros de hábito superó al de las encomiendas, éstas se adjudicaron a los más meritorios, mientras que el resto recibía del maestre una cantidad en metálicos procedente de las rentas de la Mesa Maestral. Esta partición de las rentas entre el maestre y los comendadores tuvo su origen en la organización eclesiástica, cuando estableció la separación entre mesas episcopales y las capitulares, las abaciales y las monacales o las priorales y las conventuales.

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Poblacion activa

Actividad Censo de 1787 Interrogatorio de 1791 Labradores 222 210 Jornaleros 305 320 Comerciantes 4 Artesanos 60 32 Escribanos 1 1 Criados 2 Empleados a sueldo 2 Fuero militar 23

Estructura social y riqueza

Junto a las Respuestas Generales y Particulares, correspondientes a cada localidad, y para el ámbito territorial superior, en nuestro caso la Provincia de Extremadura, se confeccionaba, a partir de las Respuestas Particulares, lo que se llamaba el Libro del Mayor Hacendado de la Provincia, en el que se recopilaba, dentro de cada partido y localidad por localidad, cual era el declarante de cada una de ellas a quien más riqueza se le había estimado, tanto por patrimonio como por rentas financieras. En el Partido de Mérida, para Azeuchal468, la persona considerada como mayor hacendado fue Francisco Gutierrez Salamanca, al cual se le estimó, como producto de lo real 15.334 reales de vellón; por esquilmo de ganados y colmenas, 14.982,25 reales de vellón, lo que alcanzaba un valor total de 30.316,25 reales de vellón. Como ya se ha dicho, no se indicaban en las Respuestas del Catastro cuantos nobles había en la localidad, pero los escribanos que confeccionaron las respuestas fueron dejando una pista clara de cuáles eran las personas a las que se consideraba poderosas o importantes, bien por su pertenencia a la hidalguía, por la relevancia de su actividad profesional, por su pertenencia al concejo como regidor, o, simplemente, por su riqueza, especialmente si era propietario de tierras; pues el escribano, a todas estas personas les hizo preceder a sus nombres con la partícula “don”, lo cual ha sido respetado en este artículo. Y es que el estudio de los “dones” (es decir, las personas a las que “don” precede a su nombre) ha dado resultados muy efectivos la localizar y determinar quienes componían las oligarquías locales. Con este detalle se han facilitado todas las referencias personales que figuran en el presente trabajo, que, ciertamente, son muy escasas. En la pregunta 36 se dice que el villa habrá de 30 a 40 pobres de solemnidad.

El Concejo

La teoría jurídica que amparaba la institución de los concejos, como órgano de gobierno político de los pueblos, decía que “El gobierno de los pueblos, por derecho natural, pertenece a los pueblos mismos” Esta (potestad) reside hoy en los ayuntamientos y concejos, cuyos sujetos que los componen nombra el Rey o los mismos pueblos que, no pudiendo gobernarse por todos sus individuos, la necesidad misma obliga a diputar ciertas personas para el gobierno. Ayuntamiento o concejo, en la significación material, es la casa o lugar donde se debe juntar la Justicia, regidores y demás personas que lo componen, a tratar del gobierno del pueblo; en lo formal significa el alcalde, regidores y demás personas de que se forma” El concejo, como institución para el gobierno de los pueblos, tuvo una primera forma a lo largo de la Edad Media, como concejo abierto o general, y desde 1348 como concejo reducido, después llamado “regimiento”, al cual pasaron todas las atribuciones de la asamblea general de

468 GARCÍA MARTIN, B.:”El libro del Mayor Hacendado”. Revista de Estudios Extremeños, Tomo XXXV, Num.. II. Badajoz, 1979, pgs 363-403. (La referencia archivística del documento es. AGS. Sección Catastro, Libro 155)

172 vecinos y, más tarde, se añadirían otras nuevas, en conjunto se aprecian las siguientes: el derecho de elección de oficios, la administración de las rentas y bienes del común, la realización de obras públicas y su mantenimiento, velar por la seguridad de los vecinos y de sus propiedades, aprobar ordenanzas municipales, elevar peticiones al rey. Y el alcalde era el que impartía justicia en primera instancia Con los Reyes Católicos, las Cortes de 1480 (Toledo) extienden y organizan el régimen de corregidores, lo que va a suponer el establecimiento de un sistema que permite el control del concejo por la Corona. Como deberes del concejo están, en primer lugar, la provisión de abastos, el evitar la carestía, el cuidado para que los pesos y medidas sean fieles y los vendedores no cometan engaño; el arrendamiento de abastos y el nombramiento de obligados; la institución y administración de pósitos; la administración de los bienes de propios (de cuyas rentas se nutre el presupuesto de gastos ordinarios de los concejos); la propuesta de establecer arbitrios para atender gastos extraordinarios. El cabildo concejil de Aceuchal lo componían: dos alcaldes ordinarios, uno por cada estado, a la sazón eran Don Juan Ángel Caballero, por los hidalgos, y Don Pedro Baquero por los pecheros (es evidente que estos dos alcaldes no son los que se reseñan en el documento de constitución de la Comisión de Aceuchal, que terminó sus trabajos el 21 de Mayo de 1754, por lo que durante esos meses se debió producir el relevo de los titulares en los oficios de la alcaldía). Había seis regidores perpetuos469, que a la fecha de la formalización del Catastro se encontraban en ejercicio, y eran ocupados por Don Francisco Gutierrez Salamanca, regidor decano, Don Andrés Pérez Romero, Francisco Moreno Romero, Mateo Ortiz (escribano), Sebastián de Toro Buenavida, Don Pedro Zeferino Fernandez de Villarreal, y Don Angel Eduardo Rangel, a los cuales se les registra como producto 33 reales anuales a cada uno; estaba sin ejercicio uno que había sido de Don Rodrigo Rangel Romero, y que tras su muerte había recaído en Don Juan Rangel Murillo; otro era de Doña Olalla Marias, otro de Don Alonso Murillo; otro de Don Juan Antonio de Guzmán, otro de Don Luis Bezerro, otro de los herederos de Don Juan de la Cruz Buenavida y otro de los herederos de Gonzalo Romero, que de presente no les produce nada y todos han sido enajenados por servicio pecuniario. La hacienda del concejo se nutría de los ingresos procedentes de una dehesa, dividida en trozos, cuyos nombres son: “trozo de arriba”, “trozo del corralón”, “trozo de escobales”, “merchana” y “trozo de abajo”, a los que se estima, como promedio de un quinquenio, un producto de 3.000 reales por sus hierbas, y 14.000 reales por la labor. También se reseña que, por defecto de bienes propios

469 Los regidores fueron instituidos cuando se suprimieron los cabildos o concejos abiertos y se nombraron, en el siglo XIV, por el rey Alfonso XI unos regidores para algunos concejos, lo que supuso el paso de concejo abierto a concejo cerrado o de regimiento. Los regidores que nombró el rey inicialmente tenían carácter vitalicio, pero conforme se fue extendiendo el sistema los regidores tenían carácter anual, eran electivos y se guardaba la mitad de los puestos para los hidalgos, con el llamado privilegio de la "mitad de oficios". Por virtud de la autoridad real, de la que en definitiva dependían todos los oficios, se empezaron a vender por la Hacienda Real, lo que tuvo una doble consecuencia, por una parte dejaron de ser anuales, o anales, y pasaron a ser vitalicios o perpetuos, según la merced otorgada; y, por otra, que la venta de estos oficios no guardaba el privilegio de reserva de la mitad de oficios. Regidor perpetuo era aquel miembro del cabildo de un concejo que había adquirido, por compra a la Hacienda Real, el puesto de regidor en el cabidlo concejil o regimiento; en la carta real de concesión de esa merced se hacía figurar como un donativo a la Corona el importe del precio pagado por la regiduría. Las caracteristicas principales de este modo de acceso y desempeño de una regiduría son: 1º - Por el privilegio de perpetuidad tenían el carácter de ser hereditarios. 2º - Se patrimonializaban por sus titulares, y así no sólo podían transmitirlo hereditariamente sino que también podían cederlo, venderlo o darlo en concepto de dote, según la voluntad del propietario. 3º - Cuando el titulo del oficio de regidor recaían e una mujer soltera, o en un menor de edad, debían nombrar a otra persona (varón y mayor de edad) para que desempeñara el oficio en condición de teniente. 4º - Para hacer efectiva la transmisión de un títular a otro, era preceptivo pagar el impuesto de la media annata (establecido en 1631), y el concepto por el que se efectuaba la tributación podía ser: para adquirir la perpetuidad de la regiduría cuando inicialmente se había concedido como vitalicia; por su acrecentamiento; por suplir a un menor de edad; por venta del título a un nuervo propietario; por sucesión del titular ante la renuncia de éste; por herencia del titular.

173 usan del arbitrio de sembrar en sus dehesas, todos los años 400 fanegas, cuyo producto estiman entre 10 y 11.000 reales, que consignan como caudal de propios y son destinados a los gastos de la villa y su común. El concejo de la villa pagaba anualmente, del caudal de propios, lo siguiente: A cada uno de los alcaldes ordinario, 600 reales A cada capitular, 50 reales Al medico 1.800 reales Al cirujano 600 reales Al escribano del ayuntamiento 950 reales A Francisco Ortiz de la Barrera, mayordomo de propios, 400 reales A Francisco Durán Cordobés, alguacil mayor, 400 reales A Juan Miguel de Sotomayor y Juan Ponce de León, ministros ordinarios, 360 reales a cada uno cada año A Juan Pizarro, peón público, 264 reales A Don Roque Ortiz Cabeza, abogado, vecino de Almendralejo, 300 reales A Alonso Triana, por regir el reloj, 120 reales y 3 arrobas de aceite A Don Diego Sánchez, presbítero sacristán mayor, 200 reales. A Francisco Montes, Antonio Mejía y Sebastián Mejía, guardas de campo y dehesa, 400 reales a cada uno De los gastos en los juicios de residencia, e insaculación, 100 ducados Cera y festividad de la Candelaria, 450 reales Derecho s de renta por las hierbas y rastrojeras, por cientos y alcabalas, 600 reales. La villa y sus propios estaban grabados con el principal de un censo de 10.000 ducados, que tienen entendido se formalizó para financiar la compra de la jurisdicción, y por el que pagaban anualmente de rédito 300 a Don Baltasar de Moscoso, vecino de la villa. Pagaban 2.400 reales con el Servicio Real Ordinario y Extraordinario También había en la villa una casa que servía de hospital para recoger a pobres transeúntes sin renta alguna

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Anexo documental: Interrogatorio del Catastro de Ensenada

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