MANIFIESTO AZUL Fanzine De Literatura E Inquietudes Varias Primavera 2010 Número 9
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MANIFIESTO AZUL fanzine de literatura e inquietudes varias Primavera 2010 número 9 © Isidoro Martínez Sánchez Depósito legal: MU-3094-2008 Vuelves la página y aquí estamos. Acabas de darte cuenta de que a veces Editorial no hay que llamar para reservar mesa. Lo mejor es dejarte caer, sin pensar demasiado en si tendrás hueco o te quedarás sin sitio. Pero tranquilo, la reserva estaba hecha desde hace semanas y ni siquiera te había avisado nadie. Porque Manifiesto Azul guarda siempre un reservado para ti, lector. Lo único que tienes que hacer a partir de ahora es ponerte cómodo para disfrutar de esta ingesta iletrada de párrafos, imágenes y versos. Aquí va la carta... Tendremos, como siempre, un buen primero de poemas. Algunos muy hechos, otros casi crudos. Colaboraciones habituales y otras a las que damos la bienvenida, como las de Raquel Lanseros o Katy Parra. Montados en la cabina de un ascensor nuestras emociones subirán y bajarán al tiempo que le tomamos el pulso al ritmo vital de Madrid. Pero si lo de subir y bajar no va contigo siempre podrás montar en autobús y viajar en línea recta. Quizá si no aprietas el botón de stop llegues hasta Estambul. Prepárate un té caliente para acompañar este plato y leer nuestra sección Transiciones. Allí podrás encontrar esta vez la crónica de un deli- cioso viaje a la capital turca. De segundo, ya lo sabes, te ofrecemos nuestras Recomendaziones, en las que incluimos, entre otras, una entrevista en exclusiva con la escritora catalana Cristina Fernández Cubas, y una aproximación teórica al universo de las buenas series que huelen casi más a producciones cinematográficas. Y si de verdad quieres pervertir tu ojo no te olvides de darle un buen bocado a nuestras libérrimas traducciones de poemas. William Blake y compañía te esperan para golpear tu cons- ciencia. Platos que, por cierto, puedes acompañar con la banda sonora de Mark Oliver Everett, alma mater de la banda ‘EELS’. Nosotros lo sa- camos de la Despensa de la cocina para servirlo directamente en tu mesa. Y si te esperas al postre encontrarás esta vez una sorpresa. Los personajes de ‘Reghú’ se preguntarán –nos preguntarán- qué etapa de nuestra vida creemos más pura. Éste es el menú del noveno número de Manifiesto Azul, esperamos que lo saborees como lo hemos hecho nosotros. Sólo nos queda recordarte que si quieres añadir algún otro plato, o cambiar algún ingrediente contamos contigo manda tu correo a colecti- [email protected]. Poesía PUERTAS tro a fuera, Y fui repitiendo la lección por la Que no volvería a verte escalera, Fue algo que aprendí casi al mis- Y aprendí que no volvería a verte, mo tiempo Casi al mismo tiempo Que cerraba la puerta. Que cerraba la puerta. No bastó que robaras besos de mis labios, Marta Delgado Marín Ni que tu tacto en mi piel, sonara a pecado, A confesión de mentiras y reserva de verdades, Que arrojaríamos a la mañana siguiente Al cubo del olvido. Que no volvería a verte Fue algo que aprendí, cuando asentías con la cabeza, Soltando los demonios de una frialdad reseca, Que se estampaba contra mis ojos, Ofreciéndome la estampa más CUANDO ÉRAMOS REYES triste De la temporada. Son nuestras palabras… Las mismas que ahora recorren pape- Y casi al mismo tiempo que la les osadía De azul y fotocopia Escapaba de nuestros cuerpos y Con la desmembrada inconsciencia saltaba por la ventana, De los que no nos planteábamos de- Huyendo al descubrir ese frío masiadas cosas. traicionero del silencio, Como de duelo, Pero al final son nuestras palabras… El humo dibujó risotadas de den- Esas que tartamudeaban enquistadas en estrofas de cuatro LANÇEROS versos, las que ahora titilan libres Poesía contando como les da la gana, Qué habría sentido yo la historia que nos hizo como hija de mil cañadas seremos. heredera de albéitares y herreros del sudor abatido de los hombres a Son ellas las que han hecho que pie vuelva a verte, que surcan en campaña cualquier A los pies de una fotografía, tierra Contando eso de cuando éramos en el nombre de un dios de quien reyes… nada pretenden. Y desde Madrid, Siempre es así. La sangre frágil de con la suficiente edad los desposeídos para dar valor a los recuerdos, viene a saldar la deuda Quiero seguir despeinando de la eterna codicia de unos pocos. palabras encarado a una mesa de quintos, Sí, mis antepasados estuvieron en Pues mi sonrisa de espuma tem- pranera Flandes aferrando los dedos a sus lanças de Aun saborea el tiempo perdido. palo. Lo haremos con nuestras pala- ¿Para qué? ¿Para quién? bras… Cachorros extirpados de sus pueblos Tu y yo y ese que siempre tendrá por la pobreza seca El desparpajo de un tiro certero, siempre tan aliada Seguiremos dentro del cuento, de las guerras ajenas. entre líneas que harán justicia Acechaban las aguas donde el cruel A los tiempos donde fuimos septentrión Tres, en una mesa de una cantina, castigaba sus huesos. en el principio de una pequeña Ellos pierden la vida. Otros ganan el historia oro. contada con nuestras palabras. Qué habría sentido yo. Fran García Pujante Raquel Lanseros THROUGHOUT deja asomar un trozo de polea, THE LOOKING GLASS advierte que su azul se ha replegado y perezosamentePoesía el horizonte se arrebuja y descuelga el bastidor del mundo. Y sabe ahora que vivir Aun de este lado algo se percibe. ha sido ver morir a cada instante. Un espejismo impertinente; hueco entre lo otro y ninguna parte. DRAGONES Como tierra de nadie y romance fronterizo y anulación. a mi hija Carlota No olvidaré la aljaba bien nutrida Y, con el mirar sosegado, ni el yelmo que brillara con la luz una columna de otro tiempo primera de la tarde. Sentiré y al tiempo olvidada del tiempo que la sangre ha encarnado una vez – calle de San Andrés, justo más enfrente del Café Universal –: mis mejillas. Y cuando las pisadas gravilla y suciedad y extrañamiento consiga descifrar en la floresta y llegue a donde pulen sus escamas los últimos dragones, pensaré en ti y desearé que estés conmigo Joaquín Lameiro por que adviertas que puedo todavía cazarte uno cada madrugada. SIGLO DE ORO Ahora, cuando todo ha terminado David López Sandoval y regresa el otoño y su luz muestra el alma de las cosas como un bál- samo VOLVER dorado que prepara nuevamente para el cambio de piel y el reen- ...al lugar donde has sido feliz cuentro, no debieras tratar de volver… y amarillean tardes y costumbres Joaquín Sabina imponiendo bruñidas proporciones al cuerpo y la mirada, y palidece Hay lugares a los que ya no sé vol- también ese silencio a ti tan caro, ver, detén tu paso, observa cómo el aunque vuelva. cielo Aunque conozca el camino y la puerta esté abierta. No sé volver. No sé volver. AunquePoesía vuelva, A aquella terraza a recoger mis cosas, a la que tantas veces subí o a esperar, por última vez, un mila- a esperar un milagro, gro, o a tender la ropa. no sé volver. No sé volver. LANA A ese pasillo, NO VERBAL lleno de verdades, lleno de mentiras. El silencio es lo que queda del amor Por el que mi sueño siempre después de hacerlo, se perdía buscando mi habitación, después de que nos haya hecho sin y terminaba durmiendo en otra palabras cama. ángulos rectos de su geometría, No sé volver. porque utilizar las palabras es siem- pre A la cocina una forma de justificar nuestros de la que recuerdo sobretodo el miedos. rincón más sucio y vacío, Me gusta concebir el amor en silen- donde me sentaba a ser feliz, cio a estar descalza, porque creo que el sonido de los y a sentir de la vida cuerpos lo sencillo y lo barato. al rozarse puede ser fingido. Lo que merecía la pena. A veces quisiera taparme los oídos No sé volver. de fuera para oír en mi interior cómo nom- A ese salón bras al amor, de risas de madrugada, cómo me nombras, amor, cuando con el sueño en los talones. estoy dentro, Desde donde se comprendía el porque a veces el aire limpio de mundo palabras entre el desorden y el frío, es la única verdad. y yo intentaba retenerlo siempre bajo mi manta. He aprendido con el tiempo que el amor que se nombra sin hacer ruido, EXIT como el cine mudo cuando aún Poesía no existían En noches como ésta los subtítulos, tiene múltiples los balances no ayudan demasiado. caras: Los recuerdos te escupen a la cara la del placer más intenso se y desde algún lugar del corazón parece en exceso te arrojan trapos sucios. al dolor permitido. No grites. A estas horas no ha de escucharte nadie. También se puede saber la me- dida del amor por cómo músculos y huesos Sería preferible chirrían en silencio que a golpes de martillo sin necesidad de subtítulos. desclavaras tu culpa de las cosas que El silencio cortado frame to amas. frame por el pestañeo No busques una excusa para retroceder de mis ojos, con el único objeti- ni pongas esa cara de perro apaleado. La noche te ha elegido y eso es todo. vo de hacerte mía. Sabes que no hay salida de emergencias. Después sólo el silencio. Y tras él cualquier palabra es DÍAS DE VINO una impudicia, suena a indecente, incapaz de Ayer la rosa, el vino, estar a la altura. sus ojos, como cálices, Sólo un beso puede romper en al fondo de la noche. silencio el aire La música de Strauss descomponiendo versos sin escrúpulos, sin que se llene de palabras des- la luna, casi llena, orientadas cumpliendo su propósito, que nunca aciertan a ser más la voluntad de ser verbales que el silencio.