HISTORIA, IDENTIDAD Y ALTERIDAD

ACTAS DEL III CONGRESO INTERDISCIPLINAR DE JÓVENES HISTORIADORES

José Manuel Aldea Celada Paula Ortega Martínez Iván Pérez Miranda Mª de los Reyes de Soto García (Editores)

Pablo C. Díaz (Prólogo)

Salamanca • 2012 Colección Temas y Perspectivas de la Historia, núm. 2

Editores: José Manuel Aldea Celada, Paula Ortega Martínez, Iván Pérez Miranda, Mª de los Reyes de Soto García. Comité editorial: Álvaro Carvajal Castro, Gonzalo García Queipo, Ana González-Muriel Valle, Javier González-Tablas Nieto, Amaia Goñi Zabelegui, Carmen López San Segundo, Isaac Martín Nieto, Alejandra Sánchez Polo, Francisco José Vicente Santos. Consejo asesor: Enrique Ariño Gil (Universidad de Salamanca), Javier Baena Preysler (Universidad Autónoma de Madrid), Valentín Cabero Diéguez (Universidad de Salamanca), Antonela Cagnolatti (Università di Bologna), Julián Casanova Ruiz (Universidad de Zaragoza), Rosa Cid López (Universidad de Oviedo), Mª Soledad Corchón Rodríguez (Universidad de Salamanca), Pablo de la C. Díaz Martínez (Universidad de Salamanca), Ángel Esparza Arroyo (Universidad de Salamanca), José María Hernández Díaz (Universidad de Salamanca), Mª José Hidalgo de la Vega (Universidad de Salamanca), Ana Iriarte Goñi (Universidad del País Vasco), Miguel Ángel Manzano (Universidad de Salamanca), Esther Martínez Quinteiro (Universidad de Salamanca), Manuel Redero San Román (Universidad de Salamanca), Manuel Salinas de Frías (Universidad de Salamanca).

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I.S.B.N.: 978-84-940214-3-5 Depósito legal: S. 495-2012 Maquetación y cubierta: Iván Pérez Miranda Edita: Hergar ediciones Antema Realiza: Gráficas LOPE C/ Laguna Grande, 2-12 Polígono «El Montalvo II» 37008 Salamanca. España

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Elena Diana Balboa Lagunero2 Universidad de Zaragoza [email protected]

Resumen: El presente trabajo trata de abordar el tratamiento de las magistraturas romanas en la epigrafía pública neo-púnica, más allá de las meras correspondencias, como expresión de una alteridad que en muchos casos se está intentando incorporar a la propia identidad. Intenta afrontar también los distintos procesos de formación de las maneras de referirse a estos cargos y magistraturas, en relación al complejo contexto en que surgen y se desarrollan. Tal análisis ayuda a la comprensión de cómo eran percibidas por parte de las poblaciones de sustrato cultural púnico dichas magistraturas, qué relación con cada una de ellas muestran, cómo se desarrolló esta respuesta en las distintas zonas y épocas,

1 El término neo-púnico, que en principio se utilizó para aludir vagamente a los testimonios de esta cultura posteriores a la caída de Cartago en el 146 a. C., tiene hoy fundamentalmente dos acepciones, una referida a la lengua y otra a la escritura, que requieren alguna matización. En cuanto a la lengua se refiere, más que definirla como degeneración, designa la evolución natural del púnico en las distintas áreas, algunas de cuyas diferencias características (como confusión entre letras con sonidos similares como /s/ y /z/, caída de la pronunciación de otras, etc.) ya se dejaban ver ocasionalmente en las inscripciones votivas o funerarias de sujetos de condición social baja, frente al sabor arcaizante de las de las élites en los últimos siglos de vida en la propia Cartago (otras características – como la adopción de algunos términos- son ciertamente fruto del contacto con el latín). Y en lo relativo a la escritura, alude a una derivación directa de las formas cursivas anteriores (frente a las más regularizadas de las inscripciones oficiales o privadas de individuos del entorno de las magistraturas, que Zamora denomina «escritura de la cancillería de Cartago» (ZAMORA, 2012), que precisamente en el contexto tripolitano son objeto de un intento de regularización ligada a su monumentalización que luego volverá a perderse; no obstante en momentos determinados pueden aparecer inscripciones con una cronología tardía para las que intencionadamente se ha querido usar la escritura normalizada anterior. 2 Becaria FPI, «Grupo Hiberus».

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y así mismo permite ponerlo en relación con la imagen que dentro del discurso público pretendían mostrar los emisores de estos mensajes epigráficos a los distintos receptores.

Palabras clave: epigrafía pública, neo-púnico, magistraturas romanas, alteridad, provincia romana de África.

Abstract: The present paper tries to approach the treatment of Roman magistracies in the neo-Punic public inscriptions, beyond the equivalences, as an expression of otherness that is often made ​​part of the identity itselft. To address the diverse processes of formation of the ways of referring to these charges and magistracies in relation to the complex context in which they were arise and develop. Helping its analysis to the understanding of how they were perceived by the Punic cultural background populations such magistracies, which related to each show, as this response was developed in the different areas and times and likewise in relation to the image to project into the public speech purporting to show the senders of these epigraphic messages to different receptors.

Key words: public epigraphy, neo-punic, Roman magistracies, alterity / otherness, Roman province of Africa.

Hablar de alteridad es hablar de la construcción de la identidad ajena, pero también dice mucho más de uno mismo de lo que normalmente se es consciente, dado que ambos conceptos, el «yo» y el «otro» nacen indefectiblemente unidos. Tradicionalmente se viene estudiando el tratamiento de las magistraturas púnicas en las fuentes greco-latinas y las distintas interpretationes que contienen. El presente trabajo propone, por el contrario, estudiar la manera de expresar las magistraturas romanas en la epigrafía pública púnica, no para profundizar en el conocimiento de las magistraturas romanas, sobradamente conocidas, sino para aproximarnos a la percepción de las poblaciones púnicas tenían de las mismas, con todas las implicaciones e información que ello pueda aportar. Estos fenómenos se aprecian, para empezar, cuando las identifican con un cargo propio –por ejemplo rb mḥnt por cónsul–, pero también cuando la asimilación no se produce, mostrando la ausencia de cargos propios con funciones equivalentes y se opta por una trascripción fonética –por ejemplo qwʿṭrbr / quattorvir–, o lo que es aún más interesante, por un circunloquio explicativo: rb tḥt rb mḥnt, «jefe en lugar del jefe del campamento» por procónsul, o bien tʾḥt mšlt ʿsr hmšlm «en el lugar de la autoridad de diez que tienen autoridad» para expresar la tribunicia potestas del emperador.

236 Historia, Identidad y Alteridad Actas del III Congreso Interdisciplinar de Jóvenes Historiadores epigrafía y alteridad: cargos y magistraturas romanas en la epigrafía pública neo-púnica

Resultando particularmente visibles estos significativos matices, tanto en la primera posibilidad (cuando del cargo púnico se dispone de la suficiente información como para apreciar cuándo es o no una traducción literal), como sobre todo en la tercera, ya que expresa qué rasgo o función era considerada determinante3. No obstante, estas soluciones por las que optaron los redactores de los textos no parecen ser siempre excluyentes entre sí, pudiendo darse en algunos casos distintas posibilidades para el mismo cargo, según la época y el lugar; tal y como parece ocurrir por ejemplo con los aediles, mostrando un panorama heterogéneo.

Uno de los casos más interesantes es el empleo del término púnico rb mḥnt por cónsul4. Este podría traducirse como «jefe del campamento»5

3 Estas tres posibilidades de crear formas de referirse a los cargos romanos se corresponden con las que se dan en ámbito griego individualizadas por MAGIE (1905) quién las denomina comparatio, translatio y transcritio, hecho que ya fue apuntado en su día por BERTINELLI ANGELI (1970:17-18, 84-88), la cual mostró cómo fuera del proceso no hay coincidencia en los resultados y por lo tanto las soluciones adoptadas por los púnicos tuvieron que tener un desarrollo original en lugar de derivar de las adoptadas por los griegos. 4 Ver por ejemplo KAI 120 para la versión neopúnica y IRT 319 para la versión latina: 1.

2. MYNKD QʿYSR ʿWGSṬS BN ʾLM RB MḤNT PʿMT ʿSR WʾḤT WMYNKD PʿMʾT ʿSR WʾRBʿ WTḤT MŠLT ʿSR HMŠLM PʿMʾT ʿSR WḤMŠ ʾD[R KHNM [---]. 3. WZBḤM LHMYNKD QʿYSR ʾDNBʿL BN ʾRŠ PYLN/T WʿBDMLQRT BN ḤNBʿL BʿL ŠLM «MYNKDHRŠT ŠPṬM César MTN Augusto, BN ḤNʾ hijo PʿL del HŠḤM dios, generalW [---]. por undécima vez, y MYNKD por decimocuarta vezḤNBʿL y bajo BN la ḤMLKTautoridad ṬBḤPY de los diezRWPS que ŠPT tienen ZBḤ autoridad ʾDR ʿZRM [investido BN ʾRM [---].de la tribunicia potestas] por decimoquinta vez, potente de los sacerdotes [pontifex máximo].../ sacrificador para el MYNKD César Adonibal [«Baal es mi señor», posiblemente en la pronunciación tardía Iddibal como se ve por el paralelo de la inscripción latina] hijo de Aris PYLN/T [seguramente un sobrenombre] y Amílcar hijo de Aníbal, ejecutor del sacrificio ŠLM de las primicias [?]; siendo sufetas Mutun hijo de Hanon, fabricante o hacedor de HŠ M [¿mazas?¿relación con un cargo sacerdotal?] y [---] / Aníbal, hijo de Himilcón, aba pi Rufus, sufeta, sacrificador, prefecto del culto, hijo de [---]» a. [Imp(erator) Caesar diui f(ilius) AugustusḤ] co(n)s(ul) XI imp(erator) XIIII trib(unicia) pot(estate) XV pont(ifex) m[axi]mus Ṭ ḥ ʾRM b. M(arco) Licinio M(arci) f(ilio) Crasso Frufi co(n)s(ule) augure proco(n)s(ule) patrono flaminib(us) august(i) caesaris Iddib [a]le Arinis f(ilio) [.. 3 o 4 ..]one et [..3.. A]nnobalis f(ilio) [..3 o 4..]on[..1 o 2..]sufetib(us) Mutun Annonis f(ilio) ... c. Annobal Imilchonis f(ilius) Tapapius Rufus sufes flamen praefectus sacrorum de sua pequ[nia faciun]dum coe[ravitidem]que de[d]icavit [Para las inscripciones tripolitanas en este trabajo se ha optado por seguir las propuestas de lectura de Levi della Vida y Amadasi Guzzo recogidas en su ya prestigiosa obra de referencia LEVI DELLA VIDA-AMADISI GUZZO, 1987, y estas son las expuestas en las notas al pie junto a una adaptación castellana de sus traducciones; cuando se recogen posibilidades de lectura de otra procedencia, como las extraídas de JONGELING-KERR, 2005, este hecho figura debidamente especificado] 5 El primer elemento del término se utiliza habitualmente en la formación de títulos como

Historia, Identidad y Alteridad 237 Actas del III Congreso Interdisciplinar de Jóvenes Historiadores Elena Diana Balboa Lagunero y hace referencia al cargo púnico de general, reduciendo a sus funciones militares la compleja magistratura romana. El hecho de que tal asimilación se documente sistemáticamente en una zona como la Tripolitania, que se vio al margen de los conflictos bélicos, y en época imperial, cuando la magistratura presenta ya un fuerte contenido honorífico, y fundamentalmente político, merece ser explicado. Como se lleva aceptando desde Levi della Vida en adelante, probablemente, la interpretatio, aunque no esté documentada, sea muy anterior y se gestara en el ámbito cartaginés durante los enfrentamientos armados con Roma, cuando el contacto con los cónsules era en calidad de jefes de los ejércitos enemigos.

Más complicado resulta explicar el procedimiento que se sigue con imperator. Como se acaba de ver, el término de la tradición púnica semánticamente más similar es rb mḥnt - de hecho Justino y Tito Livio denominan así a distintos personajes púnicos que lo ejercieron6- , y, sin embargo, nunca se emplea con este significado. La explicación probablemente se deba buscar en que, mientras que imperator antes del principado era una titulatura «informal», otorgada por los soldados a distintos magistrados cum imperium (cónsules, procónsules, dictadores, pretores provinciales, etc..) en razón de sus éxitos militares, los rbm son una magistratura específica dentro del sistema cartaginés, tal como cuenta Aristóteles7, perfectamente diferenciada de los špṭm como muestra la documentación al menos desde la segunda mitad del s. V a. C8, de ahí que la tradición púnica haya reservado su uso rb khnm, «jefe de los sacerdotes», o rb sprm «jefe de los escribas», y de hecho es la raíz del apelativo divino rbtn «mi/nuestra Señora» aplicado a Astarté y a Tanit. En cuanto a los cargos militares, aparte del principal es rb mḥnt, donde este último término deriva del verbo ḥny/h, una de cuyas acepciones parece haber sido acampar, sobre el que se ha aplicado el prefijo m- de instrumento o lugar; así pues significa «campamento» y por extensión «ejército», por lo tanto «jefe del ejército», es decir «general». También se encuentran documentados epigráficamenterb m ʾt «jefe de cien», rb ḥmšt «jefe de cincuenta», rb šrt «jefe de diez» (ver SZNYCER, 1988: 113-121). 6 Justino XIX, 1, 6 o XIX, 2, 7, para los magónidas, o Tito Livio XXI, 2, 3-4, XXI, 3,1, XXI, 4, 3 o XXI, 10, 6, para los bárquidas, por ejemplo. 7 Política, II, 11, 9. 8 CIS I 5510 —que se inicia con la datación mediante una pareja de magistrados distintos de los rbm, que con toda probabilidad son los sufetas epónimos según es tradicional en la epigrafía púnica («bḥdš p ʿlt št ʾšmnʿms bn ʾdnbʿl hrb wḥnʾ bn bdʿštr t bn ḥnʾ hrb… »)—, parece contener una breve narración de la expedición en Sicilia del 406 a. C. conocida por Diodoro de Sicilia (XIII, [ ] 43) y comandada precisamente por los últimos[ ] magónidas, Aníbal. hijo de Giscón e Himilcon hijo de Hanón, a los que este autor denomina βασιλεύς. Por el contrario, la versión púnica, discurre de esta manera: «wylk rbm ʾdnbʿl bn grskn hrb wḥmlkt bn ḥnʾ hrb ʿlš wtmk hmt ʾyt ʾšt [ʾ]t šlm dl bʿl nws», es decir, «The rbm Adnibal, the son of Gisco the rb, and Himilco, the son of Hanno the rb, caused ʿlš to go. They took Agrigentum and

238 Historia, Identidad y Alteridad Actas del III Congreso Interdisciplinar de Jóvenes Historiadores epigrafía y alteridad: cargos y magistraturas romanas en la epigrafía pública neo-púnica para la magistratura del consulado. Si se tiene que descartar el empleo del término propio más natural, queda la opción de una trascripción fonética literal, y de hecho ésta se documenta como ʾmprʿṭr por ejemplo en KAI 173. Sorprendentemente en el norte de África se encuentra de forma reiterada otro vocablo: mynkd. Como se puede apreciar, dicho término no guarda ninguna relación fonética, y los paralelos más próximos hay que buscarlos en la epigrafía funeraria líbica y bilingüe púnico-libica con mnkdʾ, mnkdh o similares. Todo esto, unido a que la etimología semítica propuesta por O. Rössler9 no está clara, deja abierta la posibilidad a un término de origen indígena asimilado por el sustrato púnico. Se ha planteado incluso que pudiera haberse usado para designar a una magistratura extraordinaria con poderes supremos similar a la dictadura romana en la propia Cartago10, pero algo así no está contrastado por la epigrafía púnica y su interpretación en los pasajes de las fuentes clásicas sería problemática. Quedan pues dos posibilidades: la primera, entenderlo no como una magistratura propiamente dicha, sino como un término vago y literario referido a un jefe militar heroico o heroizado11 -independientemente de su origen etimológico semítico o más made peace with it. But they put its tyrant to flight» en la traducción original de KRAHMALKOV, 1974: 172-177 (en realidad Adonibal ʾdnbʿl («Baal es mi señor», seguramente pronunciado Iddibal en época tardia) no Ḥnbʿl («gracia o bendición de Baal»), pero debido a que estos nombres tienden a mezclarse en los autores grecolatinos, y a través de Diodoro (quien lo denomina Αννιβας ), este personaje ha pasado a la tradición como Aníbal, normalmente acompañado de alguna información complementaria, como «el magónida» o «el nieto de Amílcar el de Himera», para diferenciarlo). Sobre esta discusión y las repercusiones del debate en torno a esta inscripción ver también KRAHMALKOV, 1976: 156. 9 Del verbo hebreo ngd, «andar delante», que en fenicio podría haber sido nkd, cuyo participio sería mnkd (amanakad) con un sentido de «aquel que va delante, que guía». La explicación expuesta originalmente en RÖSSEL, 1958: 111, es recogida tanto por GARBINI, 1968: 118-122 como por LEVI DELLA VIDA-AMADISI GUZZO, 1987: 49. Por otro lado ya Levi della Vida apuntó su similitud con el vocablo tuareg actual amenukal, como recoge el ya citado trabajo de Garbini, y más decididamente GALAND, 1968: 867, si bien ello no termina de probar por sí solo que la palabra se hubiese generado en el antecedente indígena de esta lengua, pues podría haber sido la evolución de un préstamo introducido en la Antigüedad. 10 Ver LEVI DELLA VIDA, 1971: 461, hipótesis recogida también en BERTINELLI ANGELI, 1970: 48-50 y en LEVI DELLA VIDA-AMADISI GUZZO, 1987: 50. 11 Ver el ya citado trabajo de GARBINI, 1968: 122-123, en donde se inclina por ese significado para explicar su alta presencia en los epitafios funerarios líbicos (envezde las hasta ese momento propuestas de jefes locales o un título tipo soldado o veterano del emperador). Este autor va más allá afirmando que podría haber derivado en un término religioso que formara parte de la fórmula funeraria (y no de la titulatura del difunto) y que su aplicación a Augusto y sus sucesores tendría en relación no con las funciones militares o políticas del emperador, sino con las religiosas. Esta teoría tendría más sentido si en vez de estar traduciendo el término imperator, lo hiciera con el de augustus, pero este aparece a

Historia, Identidad y Alteridad 239 Actas del III Congreso Interdisciplinar de Jóvenes Historiadores Elena Diana Balboa Lagunero probablemente líbico-, que, de usarse en Cartago, lo fuera a de manera oral y en un registro informal, dentro del campamento, con soldados auxiliares, y que por eso ningún rb se planteara grabarlo en su epitafio o introducirlo en su nomenclatura a la hora de dirigirse solemnemente a los dioses12; la otra es que la incorporación se produjera de manera tardía en el ámbito de la propia Tripolitania: en este caso sería particularmente precoz -desde las primeras menciones a Augusto- y exitosa. Por todo ello resulta más plausible algún tipo de precedente anterior, aunque no se pueda precisar su alcance y contenido original. ¿Por qué no se recurrió a una aproximación más sencilla para designar a los poderes y función reales del emperador en época imperial a través, por ejemplo, del conocidísimo término mlk, «rey», igual que en el oriente helenístico a veces se emplea βασιλεύς junto a αύτοκράτωρ? Probablemente porque cuando se tuvo que buscar la forma de expresar este cargo, en torno al cambio de era, la propaganda augústea hubiera hecho que no fuese bien comprendido en el ámbito provincial, o que, por el contrario, hubiera sido demasiado bien entendida y se hubiera esquivado intencionadamente cualquier mención explicita a la realeza, y una vez establecido el termino se hubiese mantenido para expresar la continuidad con sus sucesores y por hábito.

Dentro del ámbito de las interpretationes de los púnicos se encuentran algunas que aparentemente no plantean variación semántica notable, como ʾdr khnm en lugar de pontifex maximus, o, sin salirse del ámbito religioso y un poco más compleja, zbḥm para flamines. En el primer caso, no corresponde a un equivalente púnico, como podría haber sido rb khnm, literalmente «jefe de los sacerdotes»13, que parece haber sido el cargo sacerdotal más importante. continuación como una trascripción fonética clara, por lo que su aplicación sigue siendo difícil de encajar. 12 Si el término no es usado (al menos epigráficamente) por los rbm púnicos tampoco es empleado en sus inscripciones bilingües o en púnico por los jefes númidas o mauritanos (al menos desde que empiezan a generarlas), así por ejemplo Sifax, Massinissa o Juba I se autodenominan siempre mlk (y rex en el caso de las monedas bilingües latino-púnicas de Juba I), y Makusan es llamado mlk mšlyym, «rey de los masilios» en KAI 161 y se citan los años de su reinado como referencia cronológica (ej: KAI 141 «bšt X lmlkm»). Por lo tanto, si es un término para jefe o príncipe de origen indígena, también carecía de tradición epigráfica en este ámbito. 13 Por ejemplo, C.I.S. 5988: , es decir «Tumba (de) Batbal, sumaQBR sacerdotisa BTBʽL [realmente RB KHNM el BT cargo ḤMLKT esta en HRB masculino BN MGN «jefe BN de sacerdotes»,BDʽŠTRT ʼŠT pero ḤMLKT debe HŠPṬtratarse BN de BDʽŠTRTun error de HŠPṬ omisión BN ʼDNBʽLde la taw HŠPṬ final BN del ʽZMLK femenino HŠPṬ siendo

240 Historia, Identidad y Alteridad Actas del III Congreso Interdisciplinar de Jóvenes Historiadores epigrafía y alteridad: cargos y magistraturas romanas en la epigrafía pública neo-púnica

Este término, a diferencia de khn y khnt («sacerdote» y «sacerdotisa»), en la epigrafía cartaginesa aparece siempre en solitario, sin hacer referencia a una divinidad o templo concretos al que estuvieran adscritos, quizás porque lo que se pretende resaltar es el rango del cargo del dedicante o difunto o un miembro de su genealogía —que es el contexto en el que normalmente aparece— y hacer referencia a la jerarquización interna de cada grupo sacerdotal y no a un «sumo sacerdote» (como a veces también se traduce) que concentrase todo el poder religioso de la ciudad, que no parece haber existido14. Probablemente por ello se descartó su empleo prefiriéndose la creación de un término nuevo para hacer referencia al pontifex maximus, pues ni siquiera este término púnico era capaz de englobar la concentración de poder del cargo romano, especialmente su vertiente jurídica que debía de resultar particularmente extraña, valor semántico que se hubiera tratado de alcanzar a través del primer elemento, ʾdr, «potente, poderoso».

RB KHNT como en CIS 5949, pues el nombre de la difunta es claramente femenino, «hija [de el dios] Baal» y se la denomina «hija» y «esposa»] hija de Himilcón, el rab, hijo de Magón, hijo de Bostar, esposa de Himilcón, el sufeta, hijo de Bostar, el sufeta, hijo de Adoníbal, el sufeta, hijo de Ozmilk, el sufeta». (CIS 5955): «Tumba de Himilcón ( MLKT («hermano de (laQBR diosa) ḤMLKT MLKT KHN («Reina» BʿLŠMN )» ) y BNMLK ʿZRBʿL («hermano HSNʾ BN de ʾŠMNʿMS(el dios) MLK) HSNʾ no BN son MHRBʿL el mismo RB nombreHKHNM en BN púnico ʿBDMLKT pero RBson HKHNM unificados en su trascripción por las fuentesḤ grecolatinas, existe incluso una inscripción bilingüeḤ greco-púnica donde esos dos nombres son llevados respectivamente por un individuo y su padre, y trascritos en la versión griega de forma idéntica), sacerdote de Baal Shamin («el señor de los cielos»), hijo de Asdrúbal, (sacerdote con grado ? ) segundo, hijo de Esmunames, (sacerdote con grado ? ) segundo, hijo de Maharbal, sumo sacerdote, hijo de Abdmilket, sumo sacerdote»; o (CIS 5950): «Tumba de Sofonisba, la sacerdotisa,QBʿR ṢPNBʿL hija deHKHNT Asdrúbal BT hijoʿZRBʿL de Magón,BN MGN hijo BN de BDʿŠTRT Bostar, esposaʾŠT ḤNʾ de HŠPṬ Hanón, RB el KHNM sufeta BN(y) sumoʿBDMLQRT sacerdote, HŠPṬ hijo RB de KHNMAmílcar MTRḤ el sufeta, ʿŠTRNY sumo sacerdote (y) (cargo de contenido religioso sobre el que no se posee demasiada información)». Inscripciones extraídas de BÉNICHOU-SAFAR, 1982: 209, 211 y 218. MTRḤ ʿŠTRNY 14 Como apunta J. A. Zamora (2006: 27-42), en el mundo fenicio el poder religioso no tenía una entidad independiente y en competencia con el poder político sino que era un aspecto complementario del mismo, y en concreto en referencia a este cargo, su primera atestación se encuentra en los textos ugaríticos, donde figura (sólo en masculino) como parte de «los hombres del rey» junto a otros funcionarios civiles y militares, reservándose el monarca el protagonismo religioso; más tarde, en las ciudades fenicias levantinas, el rey conserva un papel similar, aunque en algunos casos, como los reyes de Sidón, empieza a acompañar su título del de sacerdote haciendo específica mención de ello, siendo también frecuente que recayera sobre miembros de su familia, para finalmente en el mundo púnico occidental los individuos con el cargo de rb khnm pertenecen a las familias que ejercen los altos cargos políticos y militares como rbm y špṭm, (si se trata de la misma persona se exponen figurando los cargos religiosos al final).

Historia, Identidad y Alteridad 241 Actas del III Congreso Interdisciplinar de Jóvenes Historiadores Elena Diana Balboa Lagunero

En cuanto a la equivalencia zbḥ / flamen, a diferencia del caso anterior, se elige un término genuinamente púnico que se podría traducir por «sacrificador»15, y hace referencia a una tipología específica de sacerdote de atribuciones más prácticas y menos administrativas que las de un khn: es precisamente este aspecto dentro de sus cometidos el que se viene relacionando desde Février16 con la secespita de los flamines para justificar su asimilación. También se documentan las variantes zbḥm lhmynkd q ysr «zbḥm para el mynkd César» que equivale a la versión latina a flaminib(us) august(i) caesaris17, o zbḥ lʾlm wʾspʿsyʿnʾ «zbḥ para el dios Vespasiano» ʿque se corresponde con flamen divi Vespasiani18, ambas en relación con el culto imperial. En cuanto al empleo de ʾlm para divus, este se encuentra también en relación con el título de Augusto en la ya citada KAI 120, qʿysr ʿwgṭs bn ʾlm «Cesar Augusto hijo del dios», o en KAI 122 —que conmemora la construcción del templo local a Roma y Augusto, así como la erección de diversas estatuas de miembros de la familia imperial— donde la titularidad se expresa como šʾlm ʿwgṭs whrmʾ «de el dios Augusto y la Roma»19. En principio se podría pensar que el término rpʾm «espíritu», bien conocido en su acepción de espíritus de los reyes difuntos divinizados en Ugarit, y presente, por ejemplo, en la muy posterior maldición con que se cierra la inscripción funeraria sobre el sarcófago del rey Tabnit de Sidón20, podría ser más cercano a divus, sobre todo en este contexto de las divinizaciones de César y Augusto; sin embargo la ausencia de monarquía en los centros occidentales y, sobre todo, la gran distancia espacio-temporal lo más probable es que

15 La misma raíz presente en mzbḥ «altar» con el prefijo m- de instrumento o lugar. 16 En Février, 1948: 84-85, explicación recogida, comentada y en buena parte seguida en obras posteriores que han tratado el tema como Bertinelli Angeli, 1970: 42-43 y Levi della Vida, 1987: 51. 17 Ver las anteriormente citadas KAI 120 e IRT 319. 18 Ver KAI 126 e IRT 318, recogidas más adelante. 19 Levi della Vida ha propuesto como explicación al empleo del alef final para trascribir una «a» latina, contrario al sistema de matres lectionis usado en Leptis para trascribir la vocalización de nombres propios y palabras latinas, práctica tardía y que varía de unas regiones de sustrato púnico a otras —por ejemplo los sonidos transcritos por determinadas letras en Leptis presentan distintas equivalencias que en, Cerdeña—, que la fijación de esa transcripción para Roma debía de haberse producido antes de la sistematización del sistema de matres lectionis en Leptis, proponiendo que, al igual que rb mḥnt para cónsul, hunda sus raíces en la tradición cartaginesa —que al fin y al cabo según las fuentes inicia sus relaciones con la ciudad del Lacio al año siguiente a la expulsión de Tarquino (Polibio, III, 22) —; ver a este propósito LEVI DELLA VIDA-AMADISI GUZZO, 1987: 54. También resulta interesante que el artículo determinado preceda al nombre de la ciudad, ya que no se emplea para nombres propios de ciudades o regiones en la epigrafía fenicia o púnica, quizás sea un modo de resaltar la personificación y con ello la divinización. 20 KAI 13.

242 Historia, Identidad y Alteridad Actas del III Congreso Interdisciplinar de Jóvenes Historiadores epigrafía y alteridad: cargos y magistraturas romanas en la epigrafía pública neo-púnica haya provocado la caída en desuso del vocablo, al menos con esta acepción concreta, o incluso el olvido del concepto mismo en la tradición púnica más inmediata al alcance de los habitantes de Leptis21. Aunque tampoco puede descartarse totalmente que pueda deberse a un desconocimiento de matices del idioma latino. También se encuentra la variante zbḥ lkl ḥyt , «zbḥ para toda la vida», equivalente en la versión latina a flamen perpetuus22, la precisión de su carácter vitalicio puede deberse a que lo habitual sea su temporalidad, punto desconocido para el cargo púnico original.

Finalmente, en las inscripciones también aparece el cargo praefectus sacrorum o praefectus omnium sacrorum, en latín, y en púnico, ʾdr ʿzrm, que independientemente de los problemas etimológicos del segundo elemento del último término, y sobre todo de la búsqueda de paralelos anteriores, parece tratarse de un cargo puramente local y no romano, y por lo tanto quedaría fuera del objeto de estudio del presente trabajo. Continuando con el siguiente grupo de cargos «traducidos», y su posible relación con formas «transcritas» alternativas, está el problemático mundo de las magistraturas municipales. Leptis Magna habría entrado en contacto con Roma mientras esta libra la guerra de Yugurta, tal como informa Salustio23. Su apoyo al bando adecuado en esta y en las sucesivas guerras civiles le habrían garantizado una posición ventajosa, o al menos no desfavorable, y autonomía interna dentro de su alianza con Roma sin que puedan precisarse los términos exactos de la misma —¿se mantuvo el foedus original con sus implicaciones de amicitia y societas o fue ampliado o sustituido en algún momento entre su firma y la municipalización como ocurrió con Gadir?¿Era una ciuitas libera et inmune o estaba sometida al pago de impuestos?—, para transformarse en municipium de derecho latino bajo Vespasiano y colonia en el 110 d. C. con Trajano24.

21 La única mención en occidente procede de una bilingüe púnico-latina (KAI 117) traduciendo l ʿl ʾn ʾ rʾpʾm a la conocida fórmula latina DMS (Dis Manibus Sacrum), es decir, a manes en un sentido de espíritus, antepasados difuntos, cuya naturaleza divina tiene que ser reforzada o [especificada] con el término ʾlnm —escrito aquí como ʿlʾn ;ʿlnʾ o ʿlnm según las lecturas—, pero sin el componente de rey difunto trasformado en héroe que se codea con los dioses en el más allá —compárese por ejemplo, con las referencias a los rephaʾim mencionadas en DEL OLMO LETE, 1988: 51-60— , tal vez porque la falta de practica en relación a la realeza hubiera llevado en este contexto a una evolución de significado o reducción de sus acepciones. 22 Ver las anteriormente citadas KAI 126 e ITR 318. 23 Sall., Bell. Iug., LXXVII. 24 Ver IRT 271 donde se la denomina colonia Ulpia Traiana.

Historia, Identidad y Alteridad 243 Actas del III Congreso Interdisciplinar de Jóvenes Historiadores Elena Diana Balboa Lagunero

Al problema de la datación exacta de algunas inscripciones, se une el de la continuidad en la denominación local de los cargos25, que lleva a plantearse cuándo se está traduciendo al púnico un cargo romano y cuándo traduciendo al latín un cargo púnico, ya que se desconoce si la organización local sufrió algún tipo de adecuación o cambios concretos para hacerla más similar a la organización política romana antes de la municipalización como ocurrió en otros centros —o simplemente, en el momento que tenemos culto imperial aunque falten décadas para la municipalización y los encargados del mismo no parezcan poseer la ciudadanía romana, ¿están actuando como cualquier zbḥ o ya son verdaderos flamines?26 —, ni conocemos cuales son sus leyes municipales exactas ni las particularidades locales que pudieran haber conservado, por ejemplo, en las inscripciones siguen apareciendo sufetas27,

25 Paralela a la que se da en ciertas instituciones, como las que aparecen en la fórmula ʾdrʾ ʾlpqy wʿm ʾlpqy «los poderosos de Leptis y el pueblo de Leptis», equivalentes al senado y la asamblea del pueblo, documentadas en las fuentes y la epigrafía para Cartago y otros centros occidentales de origen fenicio (ver Sznycer, 1975: 47-68) y que en Leptis encontramos desde KAI 119, datada a finales del s. II o principios del s. I a. C., a KAI 126 / IRT 318, del 92 d. C. bajo Domiciano, cuando la municipalización llevaba ya varios años asentada, correspondiendo al ordo et populus de la versión latina, haciendo referencia al ordo decurionum. 26 Siendo la más antigua muestra los mencionados en KAI 120, datada por la titulatura imperial en el 8 a. C. 27 Ver la ya citada KAI 126/ IRT 318, datada en el 92 d. C.: [-----]

1. BN ṬYBRY Q[LʿWDY SʾSTY] 2. ʾDR ʿZRM Z[BḤ LʾLM] 3. WʾSPʿSYʿNʾ [Š]PṬ 4. ZBḤ LK[L ḤY]T MḤB ʾRṢ M 5. ḤB BNʾ ʿM MYŠQL ʾRS M 6. MŠLK BNʾ ʿM MḤB DʿT HTMT 7. LMY LPNY ʾDRʾ ʾLPQY WʿM ʾLPQY 8. LPY MʾSʾ ʾBTM WMʾSM BN/TM 9. YTNʾ LʿBD BṢPʾT KL ḤYTM 10. MZBḤ WPʾDY «[Tiberio Claudio, de la tribu Quirina, Sestius] / hijo de Tiberio Q[laudio Sestius] / prefecto del11. culto, PʿLs[acrificador LMBMLKTM del dios] BTM / Vespasiano, sufeta / sacrificador para toda la vida, amante del país [patria en la versión latina] / amante de los hijos del pueblo [ amante de los ciudadanos en la versión latina], ornamento del país [patria en la versión latina] / salvador de los hijos del pueblo, amante de la concordia / al cual por primera vez los grandes de Leptis y el pueblo de Leptis [ordo et populus en la versión latina] / por las obras de sus padres y por su propia obra / dieron para servirse las vestiduras [laticlavio en la versión latina] toda la vida / (este) altar y podio / hizo según el trabajo que ellos requirieron, (costeó) en su

244 Historia, Identidad y Alteridad Actas del III Congreso Interdisciplinar de Jóvenes Historiadores epigrafía y alteridad: cargos y magistraturas romanas en la epigrafía pública neo-púnica

¿hasta qué punto son IIviri con una denominación arcaica o conservan algunos rasgos de la que fue máxima magistratura de Cartago28? Ya se ha mencionado el problema de los sufetas, ¿por qué una magistratura tan importante, cuyo correspondiente natural para una interpretatio hubiera sido el consulado —o al menos así parecía a algunas fuentes latinas29—, se reserva para un cargo menor como los IIviri municipales? Ya se ha explicado el gran arraigo del binomio rb mḥnt / consul, y su posible origen; de nuevo también aquí la cuestión militar podría haber sido determinante, pues esta magistratura, cuya larga vida va al menos de la primera mitad del s. V a. C.30 a principios del s. III d. C.31, aunque no se conocen todas sus funciones, a juzgar por la epigrafía y sobre todo las fuentes parece haber tenido, al menos totalidad [de sua pecunia facienda curavit en la versión latina]». a. Imp(eratore) Caesare divi Vespasiani f(ilio) Domitiano Augusto Germanico pontf(ice) max(imo) trib(unicia) potest(ate) XI imp(eratore) XXI co(n)s(ule) XVI censore pe[rpetu] o patre patriae b. Ti(erius) Claudius Quir(ina tribu) Sestius Ti(beri) Claudi Sesti f(ilius) praefectus sacrorum flamen divi Vespasiani sufes flamen perpetuus amator patriae amator civum ornator patriae amator concordiae cui primo Ordo et Populus ob merita maiorum eius rt ipsius lato clavo semper uti conce[ssit] c. podi(um) et aram d(e) s(ua) p(ecunia) f(acienda) c(uravit) 28 Sobre el debate al respecto ver Bénabou, 1976: 518-519. 29 Tito Livio, XXX, 7, 5 («senatum itaque sufetes, quod uelut consulare imperium apud eos erat, uocauerunt») (para otras referencias a esta magistratura a la cabeza del Estado entre los púnicos ver XXVIII, 37, 1-2.(«sufetes eorum, qui summus Poenis est magistratus») y XXXIV, 61, 14-15); Justino, XXXI, 2, 6, en referencia al sufetato de Aníbal Barca en el 195 a. C. («postera die ciuitas principem suum ac tum temporis consulem in foro expectabat») o la comparación presente en Cornelio Nepote, XXIII, 1, 4 («ut enim Romae consules, sic Carthagine quotannis annui bini reges creabantur»). 30 Existe una estela, CIS 5632, procedente del tofet de Cartago, que utiliza la siguiente fórmula de datación: , es decir, «en el vigésimo año de la jurisdicción de los jueces (špṭm, /softim/, sufetas) en Cartago» y la instauración (o restauración) de los sufetesBʿSRM en ŠT la ciudad.L[ŠPṬ]/ Teniendo ŠPṬM BQRTḤDŠ[T]Ṣ en cuenta que esta estela está datada por criterios paleográficos entorno al 450 a. C., ello implicaría para este posible acontecimiento la fecha orientativa de 470 a. C. — todo ello considerando la oscilación de decenios o más, que ofrecen este tipo de dataciones—, en cualquier caso no muy desviada ya que los signos son más arcaicos, especialmente los aim y taw que la ya antes mencionada CIS I 5510, datada en el 406 a. C. como indica KRAHMALKOV ( 1976: 154, nota al pie nº 1). 31 Siendo el testimonio más tardío el de la inscripción KAI 173 procedente de Bitia, en Cerdeña, datada claramente en época de Caracala: « » (Imperator Caesar Marcus Aurelius Augustus), figurando fechada así : « »,ʾMPRʿṬR es decir, «en QʿYSR el año MʿRQH de los ʿWRHLY sufetes ʿNṬNYNHBobal (degeneración ʿWGSṬH de /Bodbaal/ a su vez de «b yod Baal» en el que la «y» cae como en BdmlqrtBŠT BomílcarŠPṬM BBʿL o HRʾMY…, Bodesmun) WMʿRQH el romano y Marco». Ver AMADISI GUZZO, 1990: 48. BDBʿL Bdʾšmn Historia, Identidad y Alteridad 245 Actas del III Congreso Interdisciplinar de Jóvenes Historiadores Elena Diana Balboa Lagunero para los dos últimos siglos de existencia de Cartago, que es el centro del que mayor información se dispone, un carácter eminentemente civil32. De ahí que el control de la política interna de esta pareja de magistrados epónimos pueda ajustarse mejor a la de los praetores urbani, o su equivalente municipal, los IIviri, además de la carga de prestigio a la que las élites politanas no hubieran estado dispuestas a renunciar, al menos en principio.

Otro cargo problemático son los aediles. Parece existir un cargo local, los mḥzm, que debía estar relacionado con la inspección o supervisión de mercados, como su propia etimología indica33, así como con el cobro de multas34. La continuación de su empleo para los ediles parece haber sido, pues, la natural. Sin embargo, a complicar las cosas vienen KAI 127 y su correspondiente IRT 294, pues se hace referencia al empleo de un dinero procedente de las multas de un cargo que en la inscripción latina aparece como IIIvir macelli —leído como IIIIvir macelli en Jongeling y Kerr35—, es decir, los tres (o cuatro) hombres encargados del mercado, cargo no romano que parece referirse a la perfección a los mḥzm. Pero en el equivalente púnico hay una laguna en esta parte del texto, por lo que podría equivaler a hbqr, «el bqr», término de significado dudoso, —de hecho, ni siquiera es segura la lectura de la bet—, o directamente a alguna de las partes perdidas, por lo que no es posible descartar o confirmar la relación respecto losm ḥzm o los aediles. Finalmente, en el fragmento de una inscripción, posiblemente más tardía que las anteriores, KAI 125, se mencionan lo que a juzgar por la versión latina (IRT 305) parece la sucesión de cargos desempeñados por el dedicante ([---] [---]), lo que parecen ser las transcripciones

ʿYDLS QWʿṬRBR LMB 32 Epigráficamente la participación en campañas militares solo está atestiguada para losrbm (ver la ya citada CIS I 5510), donde la posible pareja de sufetas es mencionada solamente como referencia cronológica). Y en las fuentes referidas a los conflictos librados por la metrópolis africana en los s. III-II a.C. (las más detalladas), se encuentran uno o varios jefes militares actuando simultáneamente y por periodos de tiempo que van desde unos meses a largos años, lo cual ya de por sí no se presta mucho a encajar con la pareja anual de sufetes, lo cual terminaría de descartarse si las equivalencias más aceptadas para las interpretatio greco-latinas son correctas, por ejemplo, en toda la narración de la II Guerra Púnica en Polibio sólo hay dos posibles menciones a sufetas: una para el senador que trasmite la respuesta del senado de Cartago a la embajada romana en el 218 a.C. (III, 33, 3), y otra como cargo ocupado por el padre de uno de los lugartenientes de Aníbal Barca, Hanón, hijo de Bomílcar, en la línea del resto de sobrenombres y filiaciones que el autor recoge para facilitar la diferenciación entre personajes con el mismo nombre (III, 42). 33 De mḥz «mercado». Este término equivale a forum en KAI 124 en relación a su correspondiente latina IRT 338. 34 Ver, por ejemplo, KAI 130. 35 Ver Jongeling-Kerr, 2005: 20.

246 Historia, Identidad y Alteridad Actas del III Congreso Interdisciplinar de Jóvenes Historiadores epigrafía y alteridad: cargos y magistraturas romanas en la epigrafía pública neo-púnica fonéticas de aedilis y IIIIvir. Por desgracia el equivalente latino, también con grandes lagunas, solo permite confirmar la correspondencia del segundo término. Así pues, en este caso, la cuestión de la equivalencia púnica para aedilis queda por fuerza abierta, habiéndose dado seguramente distintos intentos de solución a lo largo del tiempo. Por último, encontramos el interesante caso de los circunloquios explicativos, sobre todo los relativos a aspectos un poco más complicados del sistema romano como las promagistraturas (véase la fórmula rb tʾḥt rb mḥnt, «jefe en lugar del jefe del campamento» por procónsul36) o el concepto de potestas, especialmente cuando adquiere identidad propia y se aplica fuera de la magistratura en la que se origina (como tʾḥt mšlt ʿsr hmšlm «en el lugar de la autoridad de diez que tienen autoridad» para expresar la tribunicia potestas del emperador37). En este último caso, hay que destacar que el tribunado de la plebe era una magistratura que les debería de resultar particularmente extraña, no ya por la más que probable ausencia de magistraturas equivalentes dentro de su propio sistema, sino porque el carácter eminentemente urbano y centrado en la política interna no hubiera dejado muchas oportunidades para que se diera un contacto directo durante la República y menos aún durante el Principado; no es de extrañar pues que lo que les parezca definitorio —y casi lo único de lo que pudieran haber tenido noticia— de los miembros de este collegium sean sus atribuciones especiales usurpadas por el emperador de Augusto en adelante.

36 Ver por ejemplo KAI 118:

1 LʾDN LʾMN MʾŠ ʾLM ŠPʿR ST WMQDŠ BTʾY WḤʿRPʾT ʾŠ BʾNʾ WʾYQDŠ 2 BŠT RB TʾḤT RB MḤNT BŠD LWBYM LWQY ʿYLY LʿMYʿ N/TKSP BN «Para el señor, para Amon [a menos que fuera el Amón del culto helenístico-egipcio de Siwa,3 ŠʿYDWʿSN/T tendría que BN ser N/TMRR MN, para ʾŠ BBNʾ ser elMʿSNKʿW púnico Baal. BTṢʾTM Hamon, BTM pero en la escritura neo- púnica son frecuentes las incorrecciones], esta estatua del dios...y el santuario de sus edificios templarios y Ḥlos pórticos que ha construido y consagrado / en el año del jefe en lugar del jefe del campamento en el territorio de los libios [Procónsul de la provincia de África Proconsular], Lucio Elio Lamia, hijo de / /T hijo de que pertenece a los hijos de [clan o tribu indígena, como todos los nombres mencionados] de su dinero, completamente».N/TKSP ŠʿYDWʿSN N/TMRR 37 Ver por ejemplo la ya citadaMʿSNKʿW KAI 120.

Historia, Identidad y Alteridad 247 Actas del III Congreso Interdisciplinar de Jóvenes Historiadores Elena Diana Balboa Lagunero

Conclusiones La interacción cultural que se produjo entre el mundo neo-púnico y el romano —particularmente intensa en los centros de la Tripolitania entre los s. I a. C. y I d. C., pero también en otras áreas sin tanta plasmación epigráfica pública como Cerdeña, o incluso sin ella, como el sur de Hispania38—, que hunde sus raíces el periodo anterior y que se mantendrá por largo tiempo, se desarrolló, según muestra la epigrafía, en un panorama particularmente rico en cuanto a soluciones, que refleja una actitud activa a la hora de buscarlas, donde se aprecia la vitalidad del sustrato púnico no exactamente anterior39

38 Donde desde el punto de vista epigráfico se cuenta con poco más que las leyendas de las monedas para rastrearla. Tomemos por ejemplo un gran centro como Gades, con mucha más tradición y prestigio, y no menos recursos económicos que Leptis, donde las fuentes aportan datos de las diferentes fases y formas de su transición política, así como el meteórico ascenso de una familia de la élite local, los Balbo, una o dos generaciones antes de que los Ṭbḥpy/ Tapapius/Tapafius empiecen a registrarse en la epigrafía. (ver AMADASI GUZZO, 1983: 377-385 o Di Vita, 1983: 356-376). Balbo el menor también emprendió un ambicioso programa urbanístico en su ciudad natal, se le atribuye la erección completa de la barriada en tierra firme, y elementos de monumentalización como el teatro coincide su construcción con este periodo (ver entre otros LÓPEZ CASTRO, 1994; RODRÍGUEZ NEILA, 1992 o RODRÍGUEZ NEILA, 1980). ¿Por qué no tenemos grandes inscripciones bilingües conmemorativas (o al menos latinas), como en el foro, el teatro, los templos, etc., de Leptis? El deseo de proyectar y consolidar la imagen de su poder y prestigio local así como su papel de intermediarios entre Roma y su comunidad no debió se ser menor, y la lengua debía de continuar en vigor para la mayor parte de la población como muestran pequeños grafitos sobre cerámica y otros materiales. Desgraciadamente, a menos que hubiera un vacío de registro, la plasmación epigráfica de este proceso no se produjo privándonos de una fuente de enorme importancia, eso es lo que hace tan especial a Leptis, no la interacción misma, sino que aquí, a diferencia de otros lugares, ésta es particularmente visible y por lo tanto rastreable y estudiable. 39 Ver CRAWLEY QUINN, 2003; 2010, donde la autora plantea cómo en el caso de Leptis no debe aproximarse al problema partiendo de dos unidades culturales una frente a la otra sino de un panorama mucho más rico y complejo. Donde hay un fuerte sustrato indígena local (recuérdese la noticia de Salustio respecto a practica constante de matrimonio mixtos de los colonos y el líbico como lengua habitual, o que los sobrenombres de algunas de las grandes familias como los Ṭbḥpy/ Tapapius/Tapafius o los Caphada sean un sobrenombre de origen indígena) infrarrepresentado en el registro epigráfico más monumental, seguramente por considerarse indigno o impropio para esas funciones; con un elemento púnico que aunque sin duda arraigado de antiguo en la zona sufre una extraordinaria potenciación en los siglos posteriores a la caída de Cartago (prácticamente no había epigrafía púnica antes de la fecha en el enclave, ni había tofet en este centro o los inmediatos, sino que se crean ahora, de un modo no genuino e imitando la tipología de estelas directamente de la ciudad de Elisa, igual que en Cirta), de un modo intencionado y un poco artificial, pues Cartago sigue siendo el referente cultural inmediato más prestigioso (y desde luego mejor carta de presentación internacional que los elementos indígenas). Pero al mismo tiempo la zona llevaba siglos recibiendo la influencia griega de la vecina Cirenaica, la cual se intensifica en época helenística, a través de los contactos con el reino de los Ptolomeos (como se muestra

248 Historia, Identidad y Alteridad Actas del III Congreso Interdisciplinar de Jóvenes Historiadores epigrafía y alteridad: cargos y magistraturas romanas en la epigrafía pública neo-púnica que, muy lejos de una aculturación pasiva, plasman su propia visión, traduciéndola a su mentalidad o explicándola. Esto se observa también en el hecho de que no sólo se adapta el lenguaje, sino también la localización y el propio mensaje atendiendo a los distintos grupos de posibles destinatarios. Las parejas de inscripciones neo-púnicas / latinas, aun estando juntas, no siempre ocupan el mismo lugar, figurando, por ejemplo, la latina en la parte exterior de la construcción y la neo-púnica en el interior; tampoco son exactamente equivalentes, destacándose, por ejemplo, las referencias al emperador y al gobernador provincial en la latina mientras que en la púnica se profundiza más en los datos del dedicante local. El análisis que se ha venido repitiendo tradicionalmente de que en un primer momento se opta por la traducción o explicación de los cargos romanos que van siendo sustituidos por la trascripción fonética, entendiéndolo como una fase previa a la definitiva romanización40, aunque pueda ser útil como una aproximación a la periodización a nivel general, merece ser matizado y no puede ser aplicado a todos los casos. Para empezar, no todos los cargos se prestan por igual a adaptarse a una solución u otra, pues no siempre se poseen otros equivalentes o son fáciles de explicar; y en muchos casos, debió de darse un proceso de experimentación o vacilación en cuanto a la forma de referirse a los mismos, como seguramente ocurrió con los ediles. Y sobre todo, no todos los cargos tienen la misma importancia para los emisores de este tipo de epigrafía, ni afecta tanto la forma que estos asuman al mensaje o imagen final que pretenden mostrar41. Tampoco pueden ser lo mismo asimilaciones que lleven siglos arraigadas en la visión local, como por ejemplo en la adopción de elementos arquitectónicos, especialmente ornamentales o en la convivencia de sistemas métricos). Es este complejo y heterogéneo microcosmos el que está entrando en contacto con el mundo romano. 40 La progresiva desaparición de la escritura neo-púnica, primero a nivel de la epigrafía pública restringiéndose cada vez más a usos privados, sobre todo entre grupos sociales como las mujeres o los elementos más desfavorecidos y rurales; la sustitución por el alfabeto latino que no la lengua en las inscripciones latino-púnicas; y finalmente la definitiva desaparición como lengua escrita que no hablada del neo-púnico (este sobrevivó a la caída del Imperio Romano, como muestran varios testimonios destacando los de Agustín de Hipona). Ver SZNYZER, 1999: 171-181 y FERNÁNDEZ ARDANAZ, 1991: 137-167. 41 Por ejemplo, no se pondrá el mismo cuidado en elegir el término con el que referirse al nuevo poder imperial, que al buscar la manera de traducir la tribunicia potestas que, al fin y al cabo, es un trámite que hay que añadir sobre todo por su valor de referencia cronológica externa y que no va a afectar a la vida cotidiana de los habitantes de Leptis.

Historia, Identidad y Alteridad 249 Actas del III Congreso Interdisciplinar de Jóvenes Historiadores Elena Diana Balboa Lagunero que el cónsul es el rb mḥnt de los romanos, que otras que se improvisen en el momento ante una nueva necesidad. Ni las instituciones y magistraturas locales que cuenten con mayor prestigio, siendo el caso extremo el de los sufetas, que lleva a que permanezcan en púnico incluso en las versiones latinas y se mantenga la denominación para los máximos cargos durante la municipalización —quizás el cambio de estatuto a colonia permitió menos flexibilidad en la estructura local al menos a nivel formal—, frente alas denominaciones de otros cargos que por sus características, dificultades de asimilación, falta de tradición o menor trascendencia, llevaron a su pronto abandono.

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