Expresiones Culturales Andaluzas
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Expresiones culturales andaluzas Isidoro Moreno Juan Agudo [coordinadores] Patrocinan: © Los autores © De esta edición: Aconcagua Libros Sevilla, 2012 D.L.: SE 4569-2012 ISBN: 978-84-96178-96-0 Aconcagua Libros (Sevilla) E-mail: [email protected] www.aconcagualibros.net ÍNDICE A modo de presentación.................................................................................7 La identidad cultural de Andalucía. Isidoro Moreno................................11 El habla andaluza: descripción y valoración sociolingüística. Miguel Ropero Núñez.....................................................................................35 Espacios de sociabilidad y arquitectura tradicional. Juan Agudo............63 Sociabilidad, relaciones de poder y cultura política en Andalucía. Javier Escalera Reyes......................................................................................127 Las fiestas andaluzas.Isidoro Moreno y Juan Agudo..................................165 El flamenco.Cristina Cruces Roldán...........................................................219 Las actividades artesanas en Andalucía: economía y cultura del trabajo manual. Esther Fernández de Paz.....................................................283 Autores.....................................................................................................319 A modo de presentación Isidoro Moreno y Juan Agudo (editores) La colaboración prestada por el Centro de Estudios Andaluces nos ha dado la oportu- nidad de preparar dos volúmenes en los que, de forma complementaria, se analizan las principales expresiones culturales que actúan hoy como referentes de la identidad cultural de Andalucía. En el primero de ellos, que es el que tiene el lector ahora en sus manos, nos centramos en los marcadores de esta identidad. En el segundo (coordi- nado por José Hurtado Sánchez y Celeste Jiménez de Madariaga), el interés se dirige a los condicionamientos y consecuencias, en diversos ámbitos, de esa identidad para entender las características y funcionamiento de la sociedad andaluza. Levi-Strauss, en el ensayo Raza e Historia que le fuera encargado por la UNESCO en 1952, entre las argumentaciones a las que recurre en defensa de la diversidad cultural y las identidades culturales de los pueblos, llegó a decir: “Las grandes declaraciones de los derechos del hombre tienen también esta fuerza y esta debilidad de enunciar el ideal, demasiado olvidado a menudo, del hecho de que el hombre no realiza su naturaleza en una humanidad abstracta, sino dentro de culturas tradicionales donde los cambios más revolucionarios dejan subsistir aspectos enteros, explicándose en función de una situación estrictamente definida en el tiempo y en el espacio”. Son a estos “aspectos enteros” que subsisten y se transmiten de una generación a otra a los que nos referimos a lo largo de los capítulos de esta obra: a aquellos que se sustentan en lo que suele denominarse tradición, que no equivale a inexistencia de cambios ni se compone de simples reliquias del pasado. El concepto antropológi- co de tradición tiene como núcleo los valores que constituyen el soporte ideacional de las expresiones colectivas de un pueblo, en nuestro caso el andaluz. Estas expre- siones constituyen la forma específica y diferenciada de interpretar y desarrollar la experiencia colectiva y son, siempre, resultado de procesos históricos y de condicio- namientos estructurales. Conviene estudiarlas y profundizar en su significación, sin quedarse sólo en las formas sino atendiendo también a las funciones y significados. Y es preciso, asimismo, estudiar los procesos y condicionamientos históricos y las estructuras sobre las que se desarrolla el presente de una sociedad para entender por qué son unos y no otros sus marcadores identitarios y para conocer cuáles son sus potencialidades y capacidad de resistencia y/o adaptación ante (o frente a) otras lógicas culturales. A modo de presentación 7 Es una moda intelectual, políticamente no inocente, la de afirmarse “ciudadano del mundo” y renegar de la identidad cultural en el seno de la cual cada ser humano nació a la vida y se modeló como tal. El pseudouniversalismo etnocida se enmasca- ra frecuentemente de defensa de la igualdad, como si diferencia e igualdad fueran términos antitéticos. Y no lo son: la igualdad a la que debemos aspirar se sitúa en el plano de lo social y las diferencias, la diversidad que debemos preservar, se refieren al ámbito de lo cultural. Lo opuesto a la igualdad es la desigualdad (de derechos, de acceso a bienes y servicios, de oportunidades, con sus consecuencias de discrimina- ción, clasismo, racismo y sexismo) y lo opuesto a lo diferente es lo uniforme. Ese pseudouniversalismo no es más que la máscara del intento de imposición totali- taria de un único modelo cultural, antes el de la “civilización” europea, hoy el de la lógica de la globalización mercantilista que tiene como objetivo desidentificar a los pueblos y a las personas que los componen, apartándolos de sus valores comunita- rios y de sus referencias culturales, y hacer desaparecer la memoria colectiva para así dominarlos más fácilmente y hacerles jugar el papel que conviene a los intereses hegemónicos a nivel planetario. Escribía Gabriel García Márquez, refiriéndose a Macondo (el país imaginario de su novela más magistral) que sus moradores perdieron la memoria y quedaron sumidos en la estupidez del olvido porque dejaron de saber quiénes eran, de dónde venían y por qué eran como era. Sin memoria colectiva, sin conocer el sentido de las expre- siones culturales, sin conciencia de sí mismo, un pueblo deja de serlo. Andalucía no debe convertirse en otra Macondo, no debe doblegarse ante las presiones de la lógica cultural utilitarista y desidentificadora que invade hoy el mundo. Sin chovinismos ni arrogancias pero con rotundidad, tiene que afirmar su entidad de pueblo cultural, como señalaba Blas Infante, el ser la civilización más antigua del occidente europeo, la que posee una cultura más radicalmente suya, como escribía Ortega. No es infrecuente que, todavía hoy, se ponga en cuestión por algunos la existencia de una cultura andaluza específica. Este negacionismo oculta, no pocas veces, la ex- propiación que se ha realizado de una parte de sus contenidos para presentarlos, desactivándolos de sus significaciones profundas, como genéricamente españoles. La “folklorización” de algunos de nuestros más importantes referentes culturales es otra forma de negación, o de desvalorización, de la especificidad cultural, de la existencia de unos valores y de un ethos traducidos en expresiones culturales que es la base de la existencia de pueblo: de nación cultural. Por ello, de sujeto colectivo de derechos. Los diversos capítulos de este libro están referidos a distintos ámbitos y expresiones de la cultura andaluza que constituyen hoy marcadores de la identidad. Hubiera sido posible, y quizá conveniente, agregar varios otros pero difícilmente podrá discutirse 8 Expresiones culturales andaluzas Coordinadores: Isidoro Moreno y Juan Agudo Sevilla. Aconcagua Libros. 2012. ISBN: 978-84-96178-96-0 Centro de Estudios Andaluces. Consejería de Presidencia / Asociación Andaluza de Antropología que el contenido de los que aquí se desarrollan forman parte del núcleo fundamental de dicha identidad. Su permanencia, no exenta de riesgos de desnaturalización, pone de manifiesto su vitalidad y capacidad de adaptación/resistencia. No se trata de estar cerrados a la interculturalidad (cuando esta sea realmente tal) ni de practicar ningún tipo de inmovilismo ni de rechazo sistemático de los cambios, muchos de ellos sin duda necesarios. Pero sí de oponerse a quienes plantean que hemos de abandonar nuestra cultura, o buena parte de los valores que la sustentan, porque “dificultan” la modernización (palabra que en este contexto no es sino un medio de ocultamiento del objetivo de hacernos desaparecer como pueblo e incorporar como individuos, de forma subalterna, al sistema económico y social dominante, desigualitario y deshu- manizado). Ante el riesgo de sucumbir a los falsos cantos de sirenas, pocas tareas más necesarias que la de ofrecer un panorama analítico, realizado por especialistas, de algunas de las más importantes expresiones culturales de la identidad andaluza. Con la intención de que los andaluces podamos conocernos mejor y entender por qué somos como so- mos. Y para que quienes quieran acercarse a Andalucía como pueblo puedan hacerlo sin tener como falsos guías los estereotipos y clichés al uso. Compartimos plenamente el ideal de Juan Ramón Jiménez, cuando soñaba con raíces que vuelen y alas que arraiguen. Plasmación más precisa no cabe de la constante reafir- mación del poeta en su ser andaluz y en su aspiración universal: dos referentes para él ineludibles y en modo alguno incompatibles. Andalucía, octubre 2012. A modo de presentación 9 I. LA IDENTIDAD CULTURAL DE ANDALUCÍA Isidoro Moreno 1. La identidad cultural: conceptos fundamentales En la “Declaración sobre los derechos culturales” elaborada por el Grupo de Friburgo, constituido por expertos de diversos continentes y nacionalidades, a instancias de la UNESCO y del Consejo de Europa, se define laidentidad cultural como el conjunto de las referencias culturales por el que un pueblo, y las personas pertenecientes a él, se definen, manifiestan y desean ser reconocidos. La identidad cultural implica, según la Comisión de las Comunidades Europeas y la UNESCO (1997), “las libertades inhe- rentes a la dignidad de la persona e integra, en un proceso permanente,