Élites y Crimen Organizado

Élites y crimen organizado

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Tabla de contenido

Introducción ...... 3 Las Élites de Honduras ...... 6 Crimen Organizado en Honduras ...... 12 Juan Ramón Matta Ballesteros ...... 22 Antecedentes - Surgimiento de los militares hondureños como una élite burocrática .. 24 Matta Ballesteros: una vida de crimen ...... 28 Matta Ballesteros, el ejército y la CIA...... 32 El asesinato de un agente, el final de una relación ...... 35 Conclusiones - Una relación mutuamente beneficiosa...... 40 Epílogo: La nueva élite burocrática y el crimen organizado ...... 45 Los Cachiros ...... 60 Antecedentes - El noreste de Honduras y el desarrollo en el aislamiento ...... 62 Los Cachiros ...... 65 Los Cachiros y las élites transnacionales ...... 70 Los Cachiros y las élites tradicionales y burocráticas ...... 76 Los Cachiros y las élites sociales ...... 79 Conclusiones - Un juego peligroso ...... 82 Descripción del proyecto ...... 94 Descargo de responsabilidad ...... 94 Equipo de trabajo ...... 94 Fundación InSight Crime ...... 95 Derechos de Autor ...... 96

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Élites y Crimen Organizado Introducción

Por Steven Dudley

ctualmente Honduras es uno de los países que no está en guerra más violentos del planeta. La violencia en el país es perpetrada por A organizaciones criminales transnacionales, grupos locales de tráfico de drogas, pandillas y miembros corruptos de las fuerzas de seguridad, entre otros actores. Esta violencia constituye un foco de atención de los organismos de cooperación internacional, los gobiernos y las organizaciones multilaterales que suministran asistencia a Honduras, y es un tema central de los medios de comunicación dentro y fuera del país. Varias razones explican este hecho. La violencia afecta desproporcionadamente a las personas de las zonas pobres y marginales, y tiende a permanecer concentrada en ellas —un círculo vicioso difícil de romper en las naciones pobres—. Además, la violencia impide el desarrollo económico y altera la vida de todos en el espectro socioeconómico. Puede dar lugar a significativos cambios demográficos y a crisis, cuando grandes sectores de la población se trasladan a zonas urbanas o intentan migrar a otros países. Puede socavar la gobernabilidad y la democracia y servir 3 es.InSightCrime.org

Élites y Crimen Organizado como justificación para la represión y la implementación de políticas de seguridad de línea dura, lo cual desvía los recursos de programas económicos y sociales necesarios. Si bien el crimen organizado desempeña un papel importante en esta violencia, actúa más como la gasolina que como el motor: le proporciona a un sistema ya corrupto el combustible necesario para funcionar. Este estudio sobre Honduras se centra en este corrupto sistema. Su manifestación más visible es una policía inepta e involucrada en el crimen, a la cual un exministro de Seguridad se refirió una vez como “controladora aérea” para el aterrizaje de narcoavionetas en el país.1 Algunos sectores de esta fuerza policial también se desempeñan como sicarios y como escoltas de los grupos criminales; roban drogas y las revenden al hampa; y, por un precio, incluso atacan clientes rivales e interfieren en las investigaciones criminales. Sin embargo, tras esta forma de conexiones entre criminales y funcionarios estatales, que es la más evidente, existe otro tipo de corrupción aún más perversa. Ésta no acapara tantos titulares y es mucho más difícil de abordar, pues está integrada a los sistemas políticos, económicos y sociales del país. Opera en una zona gris, mezcla entidades legales e ilegales, empresas de papel y contribuciones de campañas políticas, y oculta sus actos ilícitos cooptando miembros del sistema de justicia y de las fuerzas de seguridad. Por supuesto, nos referimos a las conexiones entre las élites y el crimen organizado, tema de la presente investigación. Las élites de Honduras no son como las del resto de la región. Las tradicionales élites agroexportadoras e industriales que gobiernan en lugares como , y son menos prominentes en Honduras, en gran parte debido a la larga historia del país como una economía de enclave dominada por empresas multinacionales: la original República Bananera. Por el contrario, las élites económicas más poderosas de Honduras surgieron de los sectores de las finanzas y los servicios, las telecomunicaciones y los medios de comunicación. Son llamadas élites transnacionales debido a que muchos de sus miembros son inmigrantes de primera o segunda generación del Medio Oriente y Europa del Este, y dependen de las relaciones comerciales internacionales para acumular su capital. Las élites tradicionales basadas en la tierra también están presentes en Honduras, pero siempre han ocupado un segundo plano, y se han visto obligadas a buscar el poder a través del control de los puestos gubernamentales, en lugar de hacerlo mediante el uso de influencia financiera. Si bien las élites gobernantes de Honduras no comparten un mismo origen o una base económica con sus contrapartes de otros lugares de la región, sí comparten la misma inclinación que tienen sus vecinos de emplear al Estado para sus propios

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Élites y Crimen Organizado fines, y de empobrecerlo sistemáticamente. Durante años, tanto las élites tradicionales como las transnacionales han utilizado al ejército y a la policía para proteger sus tierras y compañías; se han beneficiado de la venta de terrenos y empresas públicas; y sus múltiples negocios han sido exonerados del pago de impuestos. Además, han saqueado los recursos del Estado y, a medida que el gobierno le ha dado mayor importancia a la economía, se han aprovechado de ello para generar más capital. Su dependencia del Estado ha abierto el camino para el surgimiento de un tercer tipo, que llamaremos élites burocráticas, las cuales han desarrollado sus propias bases de poder debido a las posiciones que ocupan en el gobierno. Por otro lado, Honduras se ha convertido en uno de los países más pobres, desiguales y endeudados del mundo. Todos los intentos de cambiar este sistema han tropezado con una firme y con frecuencia unificada oposición por parte de todo tipo de élites. Los intentos de ejercer un mayor control sobre las actividades de las élites son aplastados antes de comenzar. No es de extrañar entonces que el país les ofrezca a los criminales, grandes y pequeños, uno de los entornos más propicios para desempeñarse. Por un lado, un sistema de justicia ineficaz y unas fuerzas de seguridad corruptas —explotadas durante mucho tiempo por estas élites— les permiten a los grandes grupos criminales operar con impunidad; y por otro lado, una población empobrecida (que observa y entiende perfectamente la forma en que las élites se aprovechan de un sistema corrupto) busca obtener su parte, trabajando directamente con los criminales en las empresas legales e ilegales que éstos operan. En este contexto, la delincuencia es una de las pocas formas de movilidad social en el país. Es en esta zona gris donde las élites también interactúan con el crimen organizado. Lejos de distanciarse de este tipo de actividades ilegales, las élites han operado en este ámbito desde hace mucho tiempo. Desde la negociación de bienes y servicios de contrabando hasta la adquisición de permisos para sus negocios ilegales y “pases” para salir temporalmente de la cárcel, quienes interactúan en el mundo de la política y los negocios en Honduras han entendido que las leyes que rigen esta nación de ocho millones de habitantes no son más que medios para conseguir dinero. Por lo tanto, sus vínculos con el hampa consisten en interacciones sociales, comerciales y políticas en los múltiples espacios donde la política y los negocios toman lugar en Honduras. El resultado es una relación orgánica con el crimen organizado, que ayuda a algunos miembros de las élites a llegar a la cima, y a otros a mantenerse en ella.

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Las élites de Honduras

Las élites hondureñas tienen una historia particular, si se compara con la de otras de la región.2 La economía del país está basada en las exportaciones, al igual que sus vecinos. Sin embargo, a diferencia de ellos, las principales industrias de exportación en Honduras —la minera y la bananera— eran casi totalmente de propiedad extranjera. La élite económica local participaba principalmente en el sector del ganado vacuno y en otros proyectos agroindustriales, y pasó a conformar la columna vertebral de las agrupaciones políticas tradicionales del país: los partidos Nacional y Liberal. Sin embargo, en Honduras no se materializó una élite local fuerte basada en la tierra y la agroexportación, como la que se encuentra en otros países de la región. “La raíz [...] de la excepción que representa Honduras fue la inserción del país en el mercado mundial y el desarrollo de su aparato político nacional no bajo la égida de una oligarquía nacional agroexportadora, sino del capital monopolista de Estados Unidos”, escribe Rachel Sieder.3

6 es.InSightCrime.org

Élites y Crimen Organizado El más famoso de estos monopolios fue , que según Sieder “consolidó su hegemonía” sobre la política local en los años treinta y cuarenta del siglo pasado, durante la dictadura militar.4 Mientras tanto, una élite más tradicional y de menor tamaño competía por el poder —primero con estas empresas extranjeras y más tarde con los colonos extranjeros que concentraron sus esfuerzos en controlar el flujo de capital extranjero y facilitar los trámites de las empresas foráneas —.5 Estas comunidades de inmigrantes llegaron de Europa y el Medio Oriente durante el siglo XX. Desde entonces, han sido apodadas élites “transnacionales” o “trasplante” (también conocidos como “turcos”, una referencia más bien racista a sus orígenes del Medio Oriente, cuyo uso se ha generalizado). Estas comunidades transnacionales establecieron control sobre las que han llegado a ser las industrias dominantes de Honduras: los sectores financiero y de servicios, las telecomunicaciones y los medios de comunicación. También adquirieron tierras, compitiendo con la élite tradicional y, finalmente, superando su control sobre la economía agraria a medida que ésta se desplazaba hacia las exportaciones no tradicionales. Esta élite tradicional estaba ampliamente basada en la tierra, y para ejercer su influencia dependía de actividades como la ganadería o el cultivo de café y cacao. Sin embargo, nunca se logró fusionar de la misma forma en que las élites agricultoras lo hicieron en Guatemala, y quedó en gran medida marginada cuando el capital estadounidense comenzó a salir lentamente del país debido a la caída de los precios de las materias primas por el aumento de la competencia en todo el mundo. Hoy en día, puede ser difícil diferenciar entre la élite tradicional y la transnacional. Aunque esta fusión es más comúnmente asociada a las élites transnacionales que a las tradicionales, ambas han diversificado sus portafolios económicos, y ambas están profundamente involucradas en la política. Sin embargo, lo que es claro es que los principales grupos económicos de Honduras son dirigidos por trasplantes relativamente recientes que acumularon capital durante el último medio siglo. Los mayores conglomerados empresariales de Honduras llevan nombres claramente foráneos, como Facusse, Maalouf y Rosenthal.6 Mientras tanto, las élites agrícolas tradicionales han cambiado su enfoque y han buscado controlar los puestos gubernamentales y los cargos de elección popular. Dos de los tres últimos presidentes provienen de familias ganaderas, y el actual presidente, Juan Orlando Hernández, viene de una familia cafetera. Tanto para la élite tradicional como para la transnacional, sus perspectivas políticas y de negocios están entrelazadas con las de un gobierno que durante la mayor parte de su existencia fue más un facilitador que un ejecutor. A lo largo de la historia de Honduras, el Estado ha sido una fuente de protección jurídica y física para esta economía exportadora y para los terratenientes tradicionales y las clases comerciales transnacionales. Como señala Hugo Noé Pino, el sector público era visto como un “Estado concesionario”, que “estimula la 7 es.InSightCrime.org

Élites y Crimen Organizado inversión, pero no cobra impuestos”. El gobierno también fue un medio a través del cual las élites pudieron ampliar sus intereses. Y durante muchos años los partidos políticos del país representaron los intereses de esta élite. Hay debate en torno a qué fue lo primero que obtuvo la élite transnacional: el poder económico o el político. Como dice Noé Pino, hay dos visiones sobre el nexo político-económico en la cúspide del poder en Honduras: 1) que la acumulación de capital estuvo íntimamente relacionada con las conexiones políticas; 2) que la acumulación de capital fue lo que llevó a estas estrechas conexiones políticas. Ciertamente, ambos fenómenos participaron en este proceso. Y dado que las exportaciones tradicionales del país se redujeron, sobre todo en los años setenta — con lo que se desvaneció el poder de la élite tradicional—, la élite transnacional emergió para ejercer un control más directo sobre los partidos políticos tradicionales. De hecho, la evolución del Estado durante este período estuvo íntimamente relacionada con el desarrollo de la élite económica transnacional. Esta clase se unió a los dos partidos políticos tradicionales, a menudo haciendo contribuciones a ambos durante las elecciones, lo cual les permitía mantener intacta su influencia sin importar quién ganara. Noé Pino argumenta que este grupo creó asociaciones empresariales para canalizar sus necesidades e influencia, y que muchos de sus miembros han pasado por la puerta giratoria de los ministerios gubernamentales y el sector privado que ha caracterizado a Honduras durante al menos el último medio siglo. Para la élite transnacional, el papel del Estado era simple: crear y hacer cumplir normas que favorecieran su poder continuo sobre industrias clave y sobre la acumulación de capital que acompaña este proceso. En el camino también consiguieron controlar el discurso público: compraron periódicos, estaciones de radio y televisión, y han dirigido los sentimientos populares y los mensajes políticos hacia sus candidatos favoritos en apoyo a su modus vivendi. Desde los años setenta, los medios de comunicación se han convertido en gran medida en instrumentos de esta élite, así como en una de sus fuentes de ingresos.7 La dependencia de las élites de las fuerzas de seguridad del Estado para proteger sus empresas llevó al surgimiento de los militares como actores políticos y económicos. Este crecimiento estuvo favorecido por Estados Unidos, que, temiendo por la aparición del comunismo en la región, comenzó a capacitar funcionarios hondureños masivamente y a suministrar una mayor cantidad de asistencia,8 un proceso que se aceleró en los años ochenta y que ayudó a transformar la institución para siempre. Los miembros de las fuerzas armadas se convirtieron en lo que llamamos una “élite burocrática”, de la cual se tratará en mayor detalle en el primer estudio de caso de esta investigación. Algunos de sus descendientes conforman la

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Élites y Crimen Organizado élite política y económica de Honduras de hoy, y la institución está en el epicentro de la cambiante dinámica del poder en el país. El flujo de asistencia estadounidense se comenzó a presentar a medida que las exportaciones tradicionales fueron presentando un descenso continuo y el país trató de diversificar su economía. A instancias de Estados Unidos, su principal país donante, Honduras amplió su portafolio de exportaciones, redujo los aranceles, vendió empresas de propiedad estatal y entregó incentivos financieros para la inversión nacional y extranjera, en su mayoría en la forma de reducción de impuestos. En los años noventa, la ayuda de Estados Unidos cayó en picada y los bancos multilaterales llenaron el vacío y presionaron para la implementación de nuevas políticas de liberalización. Sin embargo, los esfuerzos de diversificación de la economía fracasaron en gran medida. A falta de una base de ingresos sólida y con un Estado que no estaba dispuesto —o era incapaz de extraer ingresos fiscales de las élites tradicionales y transnacionales—, el gobierno se basó en fuentes externas para impulsar la economía. Los préstamos de los bancos multilaterales y otros han convertido a Honduras en un paria perenne de la comunidad bancaria mundial, lo que ha dificultado aún más el crecimiento económico. (En marzo de 2014,Honduras tenía una deuda de US$7 mil millones, frente a US$ 2,7 mil millones en 2007.9) Y si bien la idea central era reducir el papel del gobierno en la economía, con la continua caída del PIB, el Estado terminó asumiendo una creciente carga para mantener la economía a flote. Desde 1980, el porcentaje del PIB que representan la administración pública, la defensa y otros servicios estatales han pasado del 16 al 22 por ciento. 10

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A pesar de estos grandes fracasos, las élites tradicionales y transnacionales han encontrado maneras de continuar ganando dinero a costa de la gran mayoría de los hondureños. Por su parte, la élite transnacional aprovechó las políticas de liberalización de mercado que se iniciaron en los años ochenta para dominar la industria textil, el turismo y las telecomunicaciones. Se han hecho especialmente fuertes en el sector de servicios, de financiación y en la construcción de centros comerciales, en la compra de las franquicias internacionales de alimentos; y se benefician de una de las mayores fuentes de ingresos del país: las remesas. Éstas representan entre el 18 y el 20 por ciento del PIB del país actualmente, e impulsan el consumo interno, lo cual fomenta el crecimiento del sector de servicios. Además de las remesas, en el país también surgieron otras fuentes de ingresos lícitas e ilícitas, sobre todo en lo relativo a los proyectos agrícolas no tradicionales como las plantaciones de palma africana y las ganancias del tráfico de drogas. El dinero del narcotráfico en sí puede ser considerado un tipo de remesa, pues el capital ilícito resultante de este comercio ingresa a la economía hondureña, pasando por el sector financiero y alimentando el crecimiento de las industrias del 10 es.InSightCrime.org

Élites y Crimen Organizado sector agroindustrial, la construcción y el turismo. Es por medio de este flujo financiero que las élites interactúan con actores ilícitos. Como veremos con detalle más adelante, todos los tipos de élite se pueden beneficiar de esta actividad económica ilícita, tanto directa como indirectamente. Por su parte, la élite terrateniente tradicional ha experimentado un resurgimiento de todo tipo al recuperar el control sobre los partidos políticos tradicionales, apropiándose del aumento de los gastos del Estado y aumentando su control sobre el flujo de capital extranjero a través de su dominio de los cargos públicos. Al igual que la élite transnacional, este grupo ve al Estado como un facilitador de las empresas comerciales, aunque en su caso, con frecuencia las oportunidades vienen a través de proyectos financiados con fondos públicos. La corrupción en este sistema es endémica y generalizada.11Quienes participan en ella usan estos fondos para mantener su control del poder, socavando o ignorando al Estado de Derecho según su conveniencia. La batalla por estos recursos está en el centro de muchas disputas políticas y, en cierto modo, ha moldeado al gobierno y a los partidos políticos del país. La toma de decisiones en torno a estos recursos puede prestarse para problemas, pues implica miles de millones de dólares. Y, en definitiva, es visto por la élite como un juego de suma cero: quienes controlan las palancas del gobierno controlan el botín en este sistema; y aquellos que están lejos de estas palancas se arriesgan a ser marginados. A medida que la dependencia de estos recursos gubernamentales aumenta, también lo hace la necesidad de controlar los filtros del gobierno para acceder a estos recursos. El resultado de esta creciente dependencia de los recursos estatales ha dado lugar al surgimiento de la mencionada élite burocrática. Como se ilustra en el primer estudio de caso, el origen de ésta se remonta a la junta militar de los años sesenta y setenta, y al control de facto de los militares durante los años ochenta. Pero fue en esta última década cuando la élite burocrática se convirtió tanto en una fuerza por derecho propio, como en una fuerza conjunta con la élite tradicional. El representante por excelencia de la élite burocrática es el presidente Juan Orlando Hernández. Educado en una escuela militar, Hernández siempre se ha rodeado de oficiales militares, incluyendo a su hermano, que es coronel del ejército de Honduras. Ha designado altos mandos militares en puestos que tradicionalmente han sido ocupados por civiles, y bajo su presidencia ha centralizado el control de las fuerzas de seguridad e inteligencia. El grupo de naturaleza híbrida que controla Hernández, conocido como Grupo Colobri, reúne tanto mandos militares como políticos locales y terratenientes, y coopera muy de cerca con el Estado a nivel regional y nacional.

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Élites y Crimen Organizado Las renacientes élites terratenientes y burocráticas tradicionales centraron su crecimiento económico en el control de recursos del gobierno y en puestos clave de la administración gubernamental, los cuales les dan acceso a una gran variedad de fuentes de ingresos. Las élites que controlan estos puestos pueden impedir el acceso de otras personas a las fuentes de ingresos y penalizar a sus rivales. Su dependencia de puestos y fondos del gobierno ha llevado a las élites a desarrollar sus propios movimientos políticos y facciones al interior de partidos existentes, así como a crear empresas privadas para poder tener contratos con el gobierno. Obtener y mantener esos puestos políticos es de suma importancia, y es en este contexto en el que se presentan las más oscuras alianzas. Las élites deben lograr conseguir apoyo público y privado para postularse a puestos en el gobierno y ese apoyo proviene de sus contribuciones financieras, de la cobertura y el apoyo de los medios, y de sus relaciones y alianzas económicas y políticas. La competencia entre los candidatos es constante y dinámica, y entre ellos se encuentran algunas de las más poderosas figuras del hampa de Honduras.

Crimen organizado en Honduras

La aparición de grupos de crimen organizado de tamaño significativo en Honduras comenzó a presentarse al menos hace 50 años. En sus más altos niveles, éstos se centraron en facilitar el transporte de drogas ilegales como marihuana y cocaína desde los países productores en el sur del continente a las naciones consumidoras en el norte. Más recientemente, comenzaron a facilitar la entrada de precursores químicos usados para la producción masiva de drogas sintéticas. El dinero producto de esta actividad compite con el de muchos negocios locales tradicionales y tiene la capacidad de modificar el poder a nivel local, regional e incluso nacional. En Honduras hay presencia de tres tipos de grupos criminales. El primero de ellos es el crimen organizado transnacional (COT), con grupos de o México, que usan al país como lugar de tránsito y punto de almacenamiento para los cargamentos de cocaína que llevan hacia Estados Unidos u otros mercados. Normalmente operan en grupos pequeños. Sus emisarios en estos países usualmente buscan asegurar el transporte de los cargamentos de drogas, la connivencia de los funcionarios y que todas las transacciones resulten según lo planeado. El estatus de Honduras como un lugar de refugio para el COT ha aumentado en los últimos años, y el país se ha convertido en una base de operaciones para los altos mandos de dichos grupos. Por ejemplo, según informes, miembros del liderazgo del Cartel de Sinaloa actualmente tienen bases de operaciones en .12

12 es.InSightCrime.org

Élites y Crimen Organizado En segundo lugar están los grupos locales de transporte —o “transportistas”— que operan en Honduras. Estos grupos están formados por familias hondureñas o redes de negocios muy estrechas que transportan bienes legales e ilegales a través del país. Trabajan de manera cercana con compradores y vendedores, así como con otras redes de transporte de Centroamérica y otras regiones. Además de traficar cargamentos, también almacenan grandes cantidades de éstos durante largos periodos de tiempo. Pero ninguna de estas tareas es fácil. Existen rivales que roban y revenden los productos ilegales; se cree que miembros de las fuerzas de seguridad, especialmente de la policía, hacen parte de dichas redes. Los transportistas también deben lidiar con un alto número de agentes aduaneros en cada frontera que atraviesan. Sin embargo —si se opera correctamente— el transporte de bienes ilegales puede ser una actividad muy lucrativa. El tercer tipo son los grupos criminales locales y las pandillas callejeras que operan en Honduras. Estos grupos están enfocados en actividades menos lucrativas, como la distribución local de drogas, la extorsión, el secuestro y el tráfico de personas. Sin embargo, la competencia por estos mercados criminales —en especial por el del tráfico local de drogas y la extorsión— ha convertido a Honduras en uno de los países más violentos del mundo. Las pandillas asesinan a sus rivales y con frecuencia se presentan disputas al interior de ellas. También acuden a agentes de seguridad corruptos para atacar a grupos enemigos. Su control territorial en algunas zonas es absoluto, si bien su interacción con las élites es mínima. El COT y los transportistas son los grupos criminales que tienen mayor interacción con las élites hondureñas. Como se verá en los estudios de caso, estas organizaciones necesitan de las autoridades judiciales para movilizar mercancía ilícita por terrenos peligrosos. Su interacción con las fuerzas de seguridad y con empresarios poderosos para lavar y legitimar su capital ilícito es necesaria. En este proceso establecen contactos políticos y financian candidatos para cargos públicos, en un esfuerzo para obtener protección de alto nivel y mayores oportunidades de negocios. El dinero producto del tráfico ilícito supera al obtenido de los negocios tradicionales y tiene la capacidad de modificar el balance de poder a nivel local, regional e incluso nacional. En Latinoamérica, el mejor ejemplo se presentó durante los años ochenta, cuando el Cartel de Medellín —la infame organización criminal colombiana— comenzó a secuestrar miembros de la élite, a asesinar jueces y policías y a detonar bombas en lugares públicos. Sin embargo, las raíces de esta dinámica vienen de años atrás, cuando las organizaciones criminales colombianas, y posteriormente las centroamericanas y mexicanas, comenzaron a traficar cocaína y otras drogas hacia Estados Unidos.

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Élites y Crimen Organizado El pionero en estas actividades de transporte en Honduras fue Juan Ramón Matta Ballesteros, quien es objeto de nuestro primer estudio de caso.13 Durante los años setenta, cuando Matta Ballesteros comenzó a surgir como transportista, los grupos criminales de Honduras ya controlaban el negocio del transporte.14La red de distribución de Matta Ballesteros se extendería desde Colombia hasta México. Sus aliados en México serían conocidos como el Cartel de Guadalajara, del cual posteriormente se desprenderían algunos de los grupos criminales más grandes del país: el Cartel de Sinaloa, el Cartel de Juárez y el Cartel de Tijuana. Sus aliados en Colombia eran miembros de lo que posteriormente se convertiría en el Cartel de Medellín. Como veremos, la red hondureña de Matta Ballesteros incluía a miembros del ejército, una institución en ascenso en parte al flujo de asistencia de Estados Unidos durante la guerra de los en la vecina Nicaragua.15 Fue durante esta época que Honduras ganó el apodo de USS Honduras. Un documento de 1988 del gobierno de Estados Unidos describe a Matta Ballesteros como un “violador de clase I de la DEA.”16 Sus negocios legales en Honduras estaban creciendo. Para entonces tenía inversiones en plantaciones de café, tabaco y especias, ganado y productos lácteos, y había fundado empresas constructoras y agroindustriales en Honduras.17 En 1985 todo cambió cuando el Cartel de Guadalajara, enfurecido por un operativo desplegado por la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA por sus iniciales en inglés), el cual tenía como objetivo erradicar amplios terrenos de plantaciones de marihuana en México, secuestró y asesinó a Enrique Camarena, un agente de la DEA. La muerte de Camarena llevó a que el gobierno de Estados Unidos buscara hacer justicia. En los años siguientes, muchos de los líderes y miembros del Cartel de Guadalajara fueron arrestados y condenados en México. Matta Ballesteros fue arrestado en Colombia, pero con ayuda del Cartel de Medellín logró escapar y huir a Honduras, donde encontró protección gracias a su vasta red de contactos y a sus riquezas. En 1988, los militares, cediendo a las preocupaciones de Estados Unidos por la creciente influencia de Matta Ballesteros, lo interceptaron durante su ejercicio matutino, lo amordazaron, lo llevaron a República Dominicana y después a Estados Unidos, donde fue oficialmente arrestado y acusado por el asesinato de Camarena y por otros crímenes. De ahí fue trasladado a Estados Unidos. Hasta dos mil hondureños, la mayoría estudiantes, enardecidos por su captura, atacaron la embajada de Estados Unidos, incendiando varios edificios anexos y vehículos. Al menos cuatro de los protestantes murieron y algunos oficiales estadounidenses aseguraron que las autoridades hondureñas se tardaron dos horas en llegar al lugar de los hechos.18 Matta Ballesteros fue sentenciado en un juzgado de Los

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Élites y Crimen Organizado Ángeles por secuestro19 y tráfico de drogas, y actualmente se encuentra recluido en una prisión federal. Tras la dramática caída de Matta Ballesteros, el país continuó siendo utilizado como un puente por los traficantes de bienes ilícitos 20 ; además de drogas, éstos incluyen armas, dinero, personas y en general todo tipo de bienes de contrabando que se mueven tanto dentro como fuera de Honduras. Por ejemplo, durante la guerra civil un grupo de contrabandistas salvadoreños transportaba diariamente productos lácteos de Honduras a El Salvador. El denominado “Cartel de los Quesos”, que luego sería llamado “Los Perrones”, desarrolló una red de tráfico de drogas que aún se extiende desde Panamá hasta Guatemala. Uno de sus jefes de operaciones, José Natividad Luna Pereira, alias “Chepe Luna”, operaba la red desde San Pedro Sula hasta que fue asesinado en Honduras en 2014.21 A principios de la primera década del siglo XXI, el país experimentó otra oleada de actividad narcotraficante. Durante esa época, las organizaciones criminales mexicanas constituidas tras la caída del Cartel de Guadalajara establecieron un mayor control sobre la cadena de distribución, y empezaron a usar a Centroamérica como su corredor principal. Entonces emergieron varios grupos de transportistas locales. Entre ellos se encontraban los grupos de Chepe Luna en El Salvador y Honduras, el de José Miguel “Chepe” Handal Pérez en San Pedro Sula, el de la familia Valle Valle en Copán, el clan Zelaya en Atlántida, y la organización de Los Cachiros en Colón.22 Los Cachiros son objeto de nuestro segundo estudio de caso. La principal función de este grupo consistía en transportar cocaína a través de la región, pero también tenían varios negocios alternos, como el tráfico de personas y la distribución local de drogas. El tamaño de esta industria criminal es enorme en comparación con la economía hondureña. El Departamento de Estado de Estados Unidos estima que el 95 por ciento de la cocaína transportada de Suramérica a Estados Unidos pasa por los corredores mexicanos y centroamericanos; 80 por ciento de ésta hace una parada en Centroamérica.23 Normalmente, el precio que se cobra por el transporte de cocaína es la diferencia entre el precio al por mayor de la droga donde es recogida y su precio donde es llevada. En el caso de Honduras, esta diferencia está en el rango de US$2.000 y 2.500 por kilo desde el momento en el que la droga entra en el país hasta el momento en el que sale. 24 El precio de la cocaína varía claramente, pero la diferencia se ha mantenido estable por varios años. Esto implica que solamente el mercado del transporte de drogas tiene un valor anual de entre US$600 y 750 millones, lo cual representa entre el 3 y el 4 por ciento del PIB del país.25 Según nuestras estimaciones, los ingresos por el tráfico de drogas representan más de la mitad de lo que el país obtiene con el café, su principal producto de exportación.26

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Élites y Crimen Organizado Los cinco grupos mencionados anteriormente tienen fuertes conexiones políticas y económicas que les han ayudado a desarrollar vínculos cercanos con las autoridades, como se describió previamente con el caso de Matta Ballesteros y el ejército. Uno de ellos, Handal, era un candidato al Congreso antes de que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos lo añadiera a su Lista Clinton (Kingpin List) en abril de 2013.27 Handal negó estar involucrado en el tráfico de drogas antes de darse a la fuga,28 un estatus que aún conserva.29

Figura 2: Diagrama Handal

Fuente: Departamento del Tesoro de Estados Unidos Por su parte, Francisco Zelaya Fúnez tenía varias compañías de construcción y firmó una serie de contratos públicos con la ciudad de antes de que fuera capturado en México en 2013; un diario lo vinculó a un alto funcionario de la pasada administración. 30 En cuanto a la familia Valle Valle, mantenía fuertes conexiones con Alexander Ardón, el alcalde de El Paraíso, una ciudad ubicada en la frontera con Guatemala. El hermano de Ardón, Hugo, dirigió el Fondo Vial, un importante fondo de construcción y mantenimiento vial del gobierno. 31

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Élites y Crimen Organizado Este tipo de conexiones entre políticos y actores criminales ha sido común a lo largo de los años. En 1987, el congresista Félix Cerna Salgado admitió tener una relación estrecha con Matta Ballesteros. Durante los primeros años del nuevo siglo, tres congresistas fueron capturados por transportar drogas. En 2014, las autoridades hondureñas arrestaron a Arnaldo Urbina, el alcalde de Yoro, y lo acusaron, junto a muchas otras personas, de dirigir una red de tráfico de drogas y sicariato responsable por el asesinato de 137 personas y la desaparición de otras 45.32 La habilidad de las organizaciones criminales para acumular capital y ejercer este poder económico para su beneficio es desconocido en gran medida, pues las autoridades hondureñas han abierto pocos casos judiciales sólidos en su contra, y los medios locales no son muy dinámicos. Aún más, los funcionarios públicos amenazan estos intereses bajo su propio riesgo. En diciembre de 2009, policías asesinos mataron al zar antidrogas de Honduras Julián Arístides González, y dos años más tarde le dispararon a Alfredo Landaverde, quien fue su asesor. Los investigadores del caso determinaron rápidamente que los pistoleros eran agentes de policía que operaron bajo las órdenes de altos mando de la institución. Sin embargo, los investigadores enterraron rápidamente los informes y no salieron a la luz hasta años más tarde. En abril de 2013, un sicario asesinó a Orlan Chávez, el principal fiscal investigador de lavado de dinero.33 El día antes de su muerte, Chávez había ordenado una serie de allanamientos a presuntas propiedades del ya mencionado Chepe Handal, las cuales fueron incautadas. Si bien Handal es el principal sospechoso del asesinato, el caso sigue sin resolverse. El poderío económico de estos grupos sólo se dio a conocer luego de que Estados Unidos denominara a Handal, y posteriormente a Los Cachiros, como narcotraficantes, y los añadiera a su Lista Clinton. 34 Los distintos consorcios empresariales de Handal incluían varios talleres de autopartes, una distribuidora de motocicletas y una tienda de ropa. En un proceso expedido por el Distrito Sur de Florida, se le obligó a pagar US$38 millones en activos por sus negocios ilícitos. Tras los allanamientos que las autoridades realizaron a las propiedades de Los Cachiros en septiembre, resultó claro que Handal era pequeño en comparación con este grupo. En su Lista Clinton, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos enumera cinco negocios que se creía eran propiedad de la organización,35 y funcionarios de ambos países estimaron que los activos del grupo alcanzaban los cientos de millones de dólares. A finales de 2014, las autoridades estadounidenses y hondureñas también empezaron a perseguir a la organización familiar de los Valle Valle. Según el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, los activos de este clan familiar

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Élites y Crimen Organizado incluían varias plantaciones de café y un rancho ganadero. Según las declaraciones del Departamento del Tesoro, el grupo transportaba más de 10 toneladas de cocaína cada mes a través de Honduras. Cálculos aproximados realizados por InSight Crime ubican las ganancias anuales del grupo en cerca de US$300 millones, equivalente al 1,6 por ciento del PIB de Honduras. Figura 3: Diagrama Valles

Fuente: Departamento del Tesoro de Estados Unidos

Tal vez más importante que la tenencia de café y su ganado, era su vínculo directo con Ardón, el alcalde de El Paraíso, y con su hermano Hugo,36 gracias a quienes lograron adjudicarse varios contratos estatales y facilitar el movimiento de dinero entre ellos y sus socios legítimos e ilegítimos. El carrusel creado para este tipo de flujo de dinero es parte crucial para entender cómo la corrupción y el crimen actúan en países como Honduras. El dinero se mueve desde las arcas del Estado hacia negocios lícitos e ilícitos, cuyos propietarios posteriormente financian candidatos que apoyen sus proyectos o faciliten sus actividades de lavado de activos. Los hermanos Ardón tenían la maquinaria perfecta para mantener este

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Élites y Crimen Organizado carrusel rodando. Durante el proceso el público hondureño es dejado fuera de la vista. Pero en octubre de 2014, el gobierno hondureño parecía tenerlos en la mira, aludiendo a la red en los medios de comunicación (llamándola el “Cartel de Alex”) y prometiendo mayores acciones para desmantelar completamente la red de los Valle Valle. La red, y en este caso los Ardón y la familia Valle Valle, lograron crear un poderoso grupo que alcanzó las más altas esferas del poder en Honduras. Lo cual, como nuestro estudio de caso lo ilustra, es más la norma que una excepción en el país, y está cambiando por completo las estructuras de poder de las élites de Honduras.

Notas al pie

[1] Geoffrey Ramsey, “Departure of Honduras security minister a victory for corrupt cops,” InSight Crime, 12 de septiembre de 2011. Disponible en:http://www.insightcrime.org/news- analysis/departure-of-honduras-security-minister-a-victory-for-corrupt-cops

[2] Esta sección está basada principalmente en las investigaciones realizadas por el historiador hondureño Jorge Amaya. También toma elementos de Hugo Noé Pino, “Elites, Estado y la reconfiguración del poder en Honduras, 1990-2011: El ámbito de la política fiscal,” y de Manuel Torres Calderón, “La élite, su orientación y fundamentos geográficos en Honduras,” los cuales serán publicados próximamente en un libro de FLACSO- editado por Eric Hershberg y titulado “Elites y la configuración del poder en Centroamérica: Dinámicas de acumulación y sus consecuencias, Vol. 2.”

[3] Rachel Sieder, “Honduras: The Politics of Exception and Reformism (1972-1978),” Journal of Latin American Studies, vol. 27, no. 1 (1995), p. 106.

[4] Ibíd.

[5] José Edgardo Cal Montoya, “Estado y élites en la historia de Honduras: reflexiones sobre su situación actual (1980-2009),” en “Memorias del III Congreso de Investigación Científica,” Instituto Universitario en Democracia, Paz y Seguridad (IUDPAS), Universidad Nacional Autónoma de Honduras(UNAH), 2009.

[6] Torres Calderón, op. cit.

[7] Rockwell, Rick. “La concentración de los medios de comunicación y la perpetuación de los sistemas elitistas en Centroamérica,” que será publicado próximamente en un libro de FLACSO- Costa Rica editado por Eric Hershberg y titulado “Elites y la configuración del poder en Centroamérica: Dinámicas de acumulación y sus consecuencias, Vol. 2.”

[8] Sieder, op. cit., p. 107.

[9] Datos del Banco Mundial. Disponibles en:http://www.worldbank.org/en/publication/global- economic-prospects/data?variable=BNCABFUNDCD_®ion=LAC

[10] Noe Pino, op. cit.

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[11] En 2014, Transparencia Internacional ubicó a Honduras en el lugar 140 entre 177 países, en su índice de percepción de corrupción, asegurando que tiene recursos escasos y que no es abierto con su presupuesto. Disponible en:http://transparency.org/country#HND_DataResearch

[12] Steven Dudley, “Estados Unidos desenmascara al jefe del Cartel de Sinaloa en Centroamérica al incluirlo en su lista de capos,” InSight Crime, 7 de enero de 2015. Disponible en:http://es.insightcrime.org/analisis/estados-unidos-desenmascara-jefe-cartel-sinaloa- centroamerica-lista-capos

[13] Matta también se escribe frecuentemente como “Mata.” Vea: Proceso Digital, “A 12 ascienden los bienes asegurados a Ramón Mata Ballesteros,” 31 de julio de 2014. Disponible en:http://www.proceso.hn/component/k2/item/85914.html

[14] Julie Marie Bunk y Michael Ross Fowler, “Bribes, Bullets, and Intimidation: Drug Trafficking and the Law in ” (University Park, PA, 2012).

[15] James LeMoyne, “Military Officers in Honduras Are Linked to the Drug Trade,” New York Times, 12 de febrero de 1988. Disponible en:http://www.nytimes.com/1988/02/12/world/military- officers-in-honduras-are-linked-to-the-drug-trade.html

[16] Senado de Estados Unidos, “Drugs, Law Enforcement and Foreign Policy: A Report Prepared by the Subcommittee on Terrorism, Narcotics and International Operations of the Committee on Foreign Relations” (aka the Kerry Committee Report), Diciembre de 1988, p. 77.

[17] Bunk, op. cit., p. 276.

[18] Associated Press, “Honduran leader acts to put down anti-U.S. protests,” 8 de abril de 1988. Disponible en:http://www.nytimes.com/1988/04/09/world/honduran-leader-acts-to-put-down- anti-us-protests.html

[19] John H. Lee, “Camarena Figure Gets 3 Life Terms,” 9 de mayo de 1991. Disponible en:http://articles.latimes.com/1991-05-09/local/me-1914_1_honduran-juan-matta-ballesteros

[20] Esta sección y la siguiente se basan en numerosas entrevistas hechas por investigadores de InSight Crime a agentes antidrogas de las agencias de inteligencia de Honduras, Guatemala, El Salvador y Estados Unidos desde 2010 hasta la actualidad. Las entrevistas fueron hechas con la condición de que sus nombres no apareciesen publicados. Esta condición, limitante pero necesaria, es para poder obtener una mirada más amplia de las organizaciones y actividades en cuestión.

[21] Entrevistas de InSight Crime con agentes antidrogas hondureños y estadounidenses, quienes solicitaron su anonimato, 2013.

[22] Ibíd.

[23] Bureau of International Narcotics and Law Enforcement Affairs, “2012 International Narcotics Control Strategy Report (INCSR),” 7 de marzo de 2012.

[24] Entrevista de InSight Crime con un miembro de una organización traficante de drogas quien solicitó su anonimato, , Honduras, 3 de mayo de 2013.

[25] El Banco Mundial estima que el PIB de Honduras es de US$18,5 mil millones. Disponible en:http://data.worldbank.org/country/honduras

[26] El café, según el Observatorio de Complejidad Económica, vale US$1,38 miles de millones. Disponible en:http://atlas.media.mit.edu/profile/country/hnd/

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[27] Departamento del Tesoro de Estados Unidos “Treasury Designates Honduran Drug Traffickers,”informe de prensa , 9de abril de 2013.Disponible en:http://www.treasury.gov/press- center/press-releases/Pages/jl1888.aspx

[28] AFP, “‘Chepe’ Handal niega que sea narcotraficante,” 10 de Abril de 2013.Disponible en:http://www.elheraldo.hn/sucesos/622110-219/chepe-handal-niega-que-sea-narcotraficante

[29] La Tribuna, “Cae supuesto narco hondureño y es extraditado hacia los EE UU,” 6 de julio de 2013. Disponible en:http://www.latribuna.hn/2013/07/06/cae-supuesto-narco-hondureno-y-es- extraditado-hacia-los-ee-uu/

[30] Marguerite Cawley, “Alcalde de Honduras es acusado de liderar un grupo narcotraficante,” InSight Crime, 24 de julio de 2014. Disponible en:http://es.insightcrime.org/noticias-del- dia/alcalde-honduras-acusado-liderar-grupo-narcotraficante

[31] El Heraldo, “Asesinan a fiscal y coordinador de la unidad Contra el Lavado de Activos,” 19 de abril de 2013. Disponible en:http://www.elheraldo.hn/csp/mediapool/sites/ElHeraldo/Sucesos/story.csp?cid=622187&sid= 293&fid=219

[32] Departamento del Tesoro de Estados Unidos, “Treasury Targets ‘Los Cachiros’ Drug Trafficking Organization in Honduras,”19 de septiembre de 2013. Disponible en:http://www.treasury.gov/press-center/press-releases/Pages/jl2168.aspx

[33] Ibíd.

[34] Steven Dudley y Marguerite Cawley, “En una acción histórica, Hondurascaptura a integrante de un prominente clan de la droga” InSight Crime, 3 de octubre de 2014. Disponible en:http://es.insightcrime.org/analisis/accion-historica-honduras-captura-integrante-clan-droga

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Élites y Crimen Organizado Juan Ramón Matta Ballesteros

Por Steven Dudley

n la mañana del 5 de abril de 1988, Juan Ramón Matta Ballesteros salió de su mansión en Tegucigalpa para irse a trotar. Matta Ballesteros era buscado E por asesinato, narcotráfico y otros crímenes en varios países, pero en Honduras se sentía seguro. Solía organizar fiestas con altos funcionarios en su casa, y tenía conexiones con oficiales militares.1 En sus negocios legales empleaba miles de lugareños, quienes lo honraban porque proveía medicinas, construía escuelas y hacía donaciones a causas benéficas.2 Se dice que una vez le ofreció al gobierno pagar la creciente deuda externa, ofrecimiento que al parecer por lo menos un político lo tomó en serio.3 Matta Ballesteros también les había ayudado a los militares hondureños y a Estados Unidos en su lucha contra el comunismo en la región. Mediante una aerolínea que él había establecido, Estados Unidos enviaba suministros a los Contras, grupo contrarrevolucionario nicaragüense, debido a la guerra de poder de Washington contra el gobierno sandinista que había tomado el poder tras derrocar en 1979 a la dictadura corrupta de Nicaragua, que era apoyada por Estados Unidos. El gobierno de Estados Unidos le hacía pagos a su aerolínea por la ayuda prestada, a pesar de que la propia Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA por sus

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Élites y Crimen Organizado iniciales en inglés) había clasificado a Matta Ballesteros en la Categoría I de los “transgresores de la DEA”.4 Cuando Matta Ballesteros regresó de trotar, descubrió con sorpresa que lo estaban esperando militares y policías hondureños, así como cuatro mariscales. Un mariscal estadounidense que estaba en el lugar dijo que Matta Ballesteros intentó huir pero fue capturado. Se presentó un forcejeo. “Durante el forcejeo, tanto Matta Ballesteros como los oficiales hondureños lanzaron puñetazos y patadas”, escribió más adelante el mariscal en una declaración juramentada.5 “De repente vi que Matta Ballesteros había sido derribado al suelo, en un intento por detenerlo”. Las autoridades hondureñas finalmente acorralaron a Matta Ballesteros cerca del vehículo que el mariscal conducía, lo esposaron, pusieron una capucha negra sobre su cabeza y lo obligaron a entrar al coche. Matta Ballesteros siguió forcejeando, pidiendo misericordia y pateando la puerta del coche, que ya había sido cerrada. “No me hagan esto, por favor”, gritaba. “No me entreguen a los gringos”.6 Matta Ballesteros tenía razón de estar preocupado. En Honduras podía ser un hombre altamente influyente, pero Estados Unidos lo requería por la muerte de un agente de la DEA en México, y allí enfrentaría la pena de muerte. “Yo no tuve nada que ver con eso”, gritaba, probablemente refiriéndose a la muerte del agente. “Déjenme ver a mis hijos por última vez. Ellos me van a matar”.7 En el carro del mariscal había dos policías hondureños y un escolta militar, quienes condujeron a Matta Ballesteros a una base de la fuerza aérea hondureña a una hora de distancia. Allí las autoridades de Estados Unidos y Honduras lo embarcaron en un avión y lo llevaron a República Dominicana. Menos de 24 horas más tarde se encontraba en una prisión de Estados Unidos enfrentando cargos de secuestro, asesinato y narcotráfico.8 Cuando apareció la noticia del extraordinario sometimiento de Matta Ballesteros, Honduras entró en conmoción. El ejército guardó silencio en cuanto al arresto y el presidente habló de “expulsar” al supuesto asesino y narcotraficante.9 Pero el 6 de abril, unos 300 manifestantes marcharon hacia el centro de Tegucigalpa; esa noche, varios estudiantes quemaron una bandera de Estados Unidos y una copia de la Constitución hondureña frente al Congreso.10 Varios congresistas y juristas reprocharon a los militares y la policía por el “secuestro”, así como a los tribunales que ordenaron la búsqueda y confiscación de las propiedades de Matta Ballesteros.11 El 8 de abril, al menos mil manifestantes marcharon hacia la embajada de Estados Unidos.12 En el alboroto 23 es.InSightCrime.org

Élites y Crimen Organizado que siguió, un anexo de la embajada de Estados Unidos fue incendiado, así como unos 20 vehículos;13 se hicieron varios disparos y murieron cinco personas. Días después los medios de comunicación dijeron que “las protestas más violentas contra EUA en Latinoamérica”.14 El incidente en la embajada fue la culminación de una retorcida y sanguinaria relación entre Matta Ballesteros, el ejército y el gobierno de Estados Unidos. Relación que se encuentra en la base de un fenómeno muy importante en Honduras, que implica el desarrollo de una élite relativamente nueva. Este grupo no hacía parte de las élites tradicionales o transnacionales que por largo tiempo habían controlado los recursos económicos del país y dirigido sus riendas políticas. Por el contrario, surgió de las fuerzas armadas, una institución tradicionalmente considerada como músculo de la élite, y no como su cerebro. Y aquí es donde debemos empezar esta historia.

Antecedentes - El surgimiento de los militares hondureños como una élite burocrática

Las fuerzas armadas hondureñas han estado siempre en la cima de la pirámide del gobierno, o muy cerca de ella, pero no siempre han tenido el poder directamente. Por más de cien años después de su fundación en 1825,15 el ejército participó en las guerras civiles y en las agitaciones políticas, a veces en los márgenes y otras veces liderando eventos que más tarde fueron caracterizados como “levantamientos revolucionarios”. En varias ocasiones, los generales se convirtieron en presidentes tras sus victorias en el campo de batalla.

El más representativo fue el general Francisco Morazán. Considerado como el Simón Bolívar centroamericano, Morazán se convirtió en presidente de la Confederación Centroamericana antes de que se desintegrara al final de la década de los treinta del siglo XIX. Morazán sigue presente en los nombres de provincias, parques, calles y una academia militar en Honduras. Los políticos de la época se habían forjado esencialmente en los campos de batalla, pero los militares no dirigían las riendas del poder. Se puede decir más bien que durante este período eran los protectores de los intereses de los demás en lugar de un actor político y económico como tal.

De hecho, durante sus primeros cien años, el ejército estaba organizado en pequeños enclaves, era una fuerza dividida, con estructura poco centralizada y sin alcance nacional. Estas fuerzas dispares protegían inicialmente los intereses de las élites tradicionales, es decir, a quienes cultivaban cacao y café y eran dueños de haciendas ganaderas en esos enclaves. Con el tiempo, su lista de clientes aumentó y llegó a incluir multinacionales que cultivaban frutas y otros productos,16 pero su

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Élites y Crimen Organizado función seguía siendo en gran parte la misma. Y aunque las fuerzas armadas proporcionaban un medio de movilidad social, los militares no tenían ninguna participación directa en las actividades económicas que protegían.

A principios de los años treinta, esta situación empezó a cambiar. En 1932, Honduras eligió a un oficial del ejército como presidente, el general Tiburcio Carias Andino. El gobierno de Carias -- que duró 16 años -- es clave para entender cómo las fuerzas armadas comenzaron a establecerse como un grupo de intereses independientes y finalmente como una élite burocrática. Es en parte por ello por lo que Carias inició el proceso de institucionalización de las fuerzas armadas. Él centralizó la estructura del ejército y amplió sus alcances. Su administración creó además el Régimen de Pensiones Militares en 1935. Esta sería la base para lo que se llamó más tarde el Instituto de Previsión Militar (IPM), que fue un antecedente del sistema nacional de seguridad social y más tarde desfalcaría a varias empresas estatales importantes.17

La presidencia de Carias marcó además el comienzo de un período en el que el personal militar comenzó a ser políticamente más activo. El general era militante del Partido Nacional que actuaba en su propio interés y en el de su partido.18 Ello incluía el encarcelamiento, la deportación y -- al parecer -- el asesinato de opositores políticos, especialmente del Partido Comunista Hondureño y de su rival, el Partido Liberal. También censuró a los medios de comunicación. En esencia, Carias estaba construyendo una casta dentro del ejército, que trascendía su identidad militar y pronto influiría en la toma de decisiones a nivel nacional con regularidad y lograría consolidarse económicamente.

Para finales de los años cincuenta, el ejército estaba listo para dar el siguiente paso. Comenzó por absorber a la policía civil, convirtiéndola en una guardia nacional. Luego, en 1963, justo antes de las elecciones generales en las que el candidato presidencial del Partido Liberal parecía ir tras la victoria, el general Oswaldo López Arellano lideró un golpe militar. El golpe de Estado fue el comienzo de un período de régimen militar casi ininterrumpido que duró hasta 1982, gran parte de él bajo López Arellano. Dado que sus alianzas políticas florecieron y se volvieron cada vez más conscientes de sus propios intereses, los militares ya no eran sólo un apoderado de las élites. Ahora se centrarían en reforzar y asegurar su propio modus vivendi.

Este cambio fue evidente en varios sentidos. Los militares ampliaron su control sobre los sectores civiles del gobierno. Efectivamente, las fuerzas armadas tomaron el control del Instituto Nacional Agrario (INA) bajo la apariencia de un intento de 25 es.InSightCrime.org

Élites y Crimen Organizado reforma agraria. Asumieron el control del funcionamiento de las aduanas y de los servicios de patrulla en las fronteras, los aeropuertos y otras infraestructuras vitales. El control de estos puestos les garantizó a los militares acceso a recursos, tanto lícitos como ilícitos, como se podrá constatar mediante las relaciones de algunos funcionarios militares con contrabandistas. Además, el ejército aumentó su participación en una serie de entidades públicas. El portafolio económico del ejército se amplió, incluyendo desde empresas de telecomunicaciones y pasando por franquicias de armas hasta bancos. Ser parte del ejército también tenía ventajas económicas. Las empresas ya no pagaban los mismos impuestos de importación o sobre las ganancias, lo que les daba una ventaja competitiva.

Durante este período, militares activos y retirados continuaron fortaleciendo sus vínculos con la clase política tradicional. La mayoría de estos oficiales trabajaban con el Partido Nacional, de orientación conservadora, pero otros comenzaron a trabajar con el Partido Liberal, que era más centralista. Ambos partidos suministraron miembros de sus gabinetes a los gobiernos militares en las décadas de los sesenta y setenta Dentro de ellos estaba Ramón Lobo Sosa un terrateniente y

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Élites y Crimen Organizado líder del Partido Nacional que era Ministro de Comunicaciones y Obras Públicas entre 1965 y 1971 bajo la administración López Arrellano. (Luego sería diputado y estaría ligado -- junto con su familia -- al crimen organizado.)

Las relaciones entre oficiales y políticos iniciaron un proceso por el que se hizo más difícil distinguir entre estas diversas élites. Con mayor frecuencia, sus intereses coincidían en momentos cruciales de la política, la economía y la sociedad. En el sector privado, altos funcionarios compraron funerarias, cementerios, concesionarios, gasolineras, aserraderos, servicios de autobuses y empresas de seguridad privada. Algunos se hicieron socios de importantes instituciones financieras. Por ejemplo, en 1974, López Arellano fundó el Banco Ficensa, y luego se hizo socio de Credomatic, una empresa de servicios financieros que administra transacciones internacionales.

Las operaciones desde el interior de las élites del país permitieron abrir el camino para otros medios de ascenso social. El poder político, en combinación con mayor poder económico, significó mayor convivencia de estas élites. Pronto los hijos de los militares empezaron a casarse con hijos de la élite tradicional, estableciendo nuevos linajes político-militares que actualmente definen sus propios caminos en el poder.

En 1981, bajo presión de Estados Unidos, el ejército anunció que supervisaría el regreso de los civiles al gobierno. Para entonces, el ejército se había establecido firmemente como una élite burocrática y seguiría siendo un actor sumamente importante en la política y en la vida económica hondureña durante la siguiente década, en parte debido al interés de Estados Unidos en financiar guerras contra sus enemigos en la región. La ayuda militar de Estados Unidos aHonduras ascendió a US$333 millones desde 1980 hasta 1989 (en dólares de 2011), la segunda ayuda en la región después de El Salvador.19 La ayuda general de Estados Unidos a Honduras también se disparó, llegando a US$289,1 millones en 1985, y la mayor parte de esta ayuda no estaba dirigida a los militares;20 en esa década, Estados Unidos ofreció cerca de US$2.500 millones (dólares de 2011) en ayuda total.21

Para Honduras, este dinero significaba su estabilidad. Fortalecía al gobierno y a la economía, mientras que las exportaciones tradicionales menguaban y las iniciativas para modernizar la economía fallaban. La ayuda extranjera le inyectó al ejército un increíble poder militar y capacidad de influencia, los cuales usó, como se señaló anteriormente, para ingresar en los círculos de las otras élites.

Quizás el ejemplo más simbólico del alcance de los militares se presentó cuando el jefe de las fuerzas armadas, Gustavo Álvarez Martínez, creó la Asociación para de Honduras (APROH) en 1983. Esta era una asociación empresarial ultraconservadora (algunos dicen que “fascista”).22 23 Entre sus miembros

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Élites y Crimen Organizado fundadores se encontraba Miguel Facusse, posiblemente el miembro más poderoso de la élite del país. Facusse fue el asesor económico del presidente civil que se eligió entonces, y se desempeñó como vicepresidente de la APROH.24

Sin embargo, Martínez fue destituido como jefe de las fuerzas armadas en 1984, y salió de la APROH, y del país, en medio de rumores de un posible golpe militar. La experiencia de la APROH significaría una lección para algunos miembros de la élite del país, quienes comenzaron a distanciarse de los militares. Aunque la asociación continuó siendo un vehículo para que los administradores del poder en el país canalizaran sus intereses políticos y económicos, los militares estuvieron marginados en gran parte de estas alianzas y tratos secretos.

Aquel fue el principio del fin del ascenso de los militares, al menos por el momento. La región estaba cambiando, pero los oficiales militares tardaron en reaccionar. Estados Unidos estaba amainando sus esfuerzos por financiar guerras en Honduras —una política que había hecho que los militares y el gobierno hondureños parecieran débiles y cooptados por Washington—.25Marginado y avergonzado, el ejército comenzó una lenta retirada de la política. No por casualidad este retiro se dio cuando Estados Unidos cambió sus políticas de lucha contra el comunismo por la lucha contra las drogas en la región. Hacia 1988, las lealtades de los militares se dividieron entre su benefactor oficial, Estados Unidos, y su benefactor no oficial, Juan Ramón Matta Ballesteros.

Matta Ballesteros: una vida de crimen

La historia de Matta Ballesteros está plagada de versiones confusas y contradictorias. Según él mismo, nació en Tegucigalpa en 1945 y fue el segundo de cuatro hermanos.26 Algunos dicen que era un ratero indigente;27 otros dicen que pedía dinero en los autobuses.28 Fuentes consultadas para este reporte y que solicitaron el anonimato, indican que los antecedentes más conocidos de la vida criminal de Matta Ballesteros se remontan a inicios de los años 70 en la colonia “Soto” de Comayagüela, Distrito Central de Honduras. Para entonces, en ese popular barrio se forjaban los grandes expendedores de marihuana y a la edad de 24 o 25 años ya se le ubicaba a Matta Ballesteros como el vendedor de drogas más poderoso e influyente del lugar. “Recuerdo que lo conocíamos como el ‘pusher man’ porque en ese tiempo era una de las canciones que más pegaba”, un TK explicó a InSight Crime. “Era un himno para muchos amigos del barrio que se dedicaban a la venta de marihuana y todo mundo sabía que Matta era el mejor haciendo eso. Vivía en la casa que estaba colindando el cementerio y todo 28 es.InSightCrime.org

Élites y Crimen Organizado mundo sabía que “andaba en la moña”. Ya para entonces en su casa se veían filas de gente pobre que llegaban a pedirle dinero, regalos, de todo!. Todo lo mundo lo quería y ciertamente desde joven ya lo veían como un benefactor. Pero también ya para ese tiempo se veía que “la bola” (policía antidrogas) entraba y salía de su casa con paquetes de todo tipo y de todo tamaño”.29 Finalmente, Matta Ballesteros logró llegar a México y luego a Estados Unidos, donde al parecer trabajó como jornalero en Texas y como empleado de un supermercado en la ciudad de Nueva York.30 De pronto se conectó con grupos que se dedicaban al contrabando y al tráfico de drogas ilegales. A finales de los sesenta, la red se extendió a Washington DC, donde un ex agente de la DEA afirmó que lo había detenido en 1969, cargando 50 kilos de cocaína en el aeropuerto internacional de Dulles.31 Otra versión dice que fue detenido en Dulles en 1970, con 24,5 kilos de cocaína.32 En todo caso, evadió los cargos de tráfico de drogas y fue condenado por violaciones a la inmigración. Las autoridades estadounidenses recluyeron a Matta Ballesteros en la Base Aérea Eglin en Florida, pero él escapó y regresó a México, donde comenzó a tener un increíble poder dentro del hampa y cumplió un papel clave en el comercio de cocaína.33 Aunque fue detenido en al menos dos ocasiones más en los años setenta en México, logró conseguir su libertad y establecer relaciones aún más profundas con el creciente mundo criminal mexicano.34 Durante este período, al parecer conoció a Alberto Sicilia Falcan, un traficante cubano que vivía en México, y a Miguel Félix Gallardo, mexicano proveniente de la famosa provincia de Sinaloa, que se encontraba construyendo lo que se conocería como el Cartel de Guadalajara.35 Matta Ballesteros también llegó a Colombia, donde se conectó con quienes estaban conformando lo que se conocería como el Cartel de Medellín. Pronto se convirtió en un importante negociante de todo tipo de mercancías, desde cocaína hasta piedras preciosas y armas para Estados Unidos. Conectó a las hampas mexicanas y colombianas, proporcionando un puente vital por Centroamérica para el transporte de cocaína. Las conectó además con su país natal, donde llegó a ser parte de una empresa de contrabando de esmeraldas, cocaína y armas dirigida por María y Mario Ferrari. Y más adelante conectó a la CIA con su ejército apoderado en Nicaragua, los Contras. La red de tráfico de esmeraldas se extendía desde Colombia hasta México,36 y por un tiempo el negocio fue bueno. Además de traficar mercancías ilegales hacia el norte, Matta Ballesteros y Mario Ferrari eran propietarios de una discoteca. Los Ferrari operaban con impunidad gracias a sus conexiones militares. Poseían una concesionaria de automóviles y una empresa cervecera ubicada en una propiedad del director de la Prisión Central, el coronel militar Ramón Reyes Sánchez.37

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Élites y Crimen Organizado La red de los Ferrari fue, al parecer, la primera conexión directa de Matta Ballesteros con los militares hondureños. Los militares se aseguraban de que sus socios traficantes no fueron enjuiciados y facilitaban su paso por aeropuertos, fronteras y aduanas, que eran controladas por el ejército en ese momento. Como lo detallan Julie Marie Bunck y Michael Ross Fowler en “Bullets, Bribes and Intimidation” [“Balas, sobornos e intimidación”], cuando Matta Ballesteros quería que, por ejemplo, se destruyeran sus antecedentes judiciales y las investigaciones contra él, acudía a los Ferrari.38 En determinado momento surgió un conflicto entre los Ferrari y Matta Ballesteros. Algunas fuentes dicen que la disputa fue por un acuerdo sobre drogas en el que Matta Ballesteros sentía que había sido estafado.39 En diciembre de 1977, secuaces de Matta Ballesteros secuestraron a los Ferrari y los llevaron a Colombia, donde Matta Ballesteros supervisó personalmente su tortura, según testificó más tarde uno de los asesinos; luego fueron llevados de nuevo a Honduras y ultimados, dijo el mismo asesino.40 Seis meses más tarde, los cuerpos de los Ferrari fueron encontrados en un pozo en una finca en las afueras de Tegucigalpa.41 Informes posteriores de los periódicos El Tiempo y La Prensa sobre los asesinatos de los Ferrari —así como una crónica elaborada por la periodista Thelma Mejía para el Transnational Institute42— hallaron que hubo un grupo de colaboradores militares en el crimen y comenzaron un lento proceso que puso en evidencia la complicidad de los militares en el tráfico de drogas y en operaciones de contrabando por todo el país.43 Entre estos colaboradores se encontraba el ya mencionado coronel Reyes Sánchez; el coronel Leonidas Torres Arias, jefe del servicio de inteligencia “G2” (el equivalente de la CIA); el teniente coronel Juan Ángel Barahona, jefe de Interpol; y el coronel Armando Calidonio, miembro de la Dirección Nacional de Investigación (DNI), una unidad especial de investigaciones (y padre de Armando Calidonio Alvarado, futuro diputado por el Partido Nacional y luego electo alcalde de San Pedro Sula en el 2013). De los implicados en el asesinato, el coronel Torres Arias merece mención especial. El Tiempo dijo que el asesinato fue planeado desde la oficina de inteligencia de Torres Arias en el G2 junto con Matta Ballesteros. Pero la participación de Torres Arias en las operaciones de Matta Ballesteros parece haber ido mucho más allá de ayudar a aniquilar a sus rivales. El coronel también fue el mediador para los contactos oficiales en otros países, en particular con un coronel panameño llamado Manuel Noriega. Los dos coroneles se conectaron a finales de los años setenta, según José Blandón, un exfuncionario panameño que trabajó para Noriega y testificó ante el Congreso de Estados Unidos en la década de los ochenta.44 (Noriega se convertiría más tarde en un dictador militar, que gobernó a Panamá entre 1983 y 1989, tiempo durante el cual facilitó el transporte ilegal de drogas a Estados Unidos y preparó el terreno para la invasión de Estados Unidos 30 es.InSightCrime.org

Élites y Crimen Organizado a Panamá en 1989). Torres Arias fue inicialmente apoyado por la CIA, que se hizo la de la vista gorda frente a su participación en el narcotráfico debido a sus fuertes creencias anticomunistas.

En otras palabras, Torres Arias fue el agente clave que le proporcionó a Matta Ballesteros un camino hacia la élite burocrática militar en Honduras (y Panamá). Aunque fue expulsado de su cargo tras revelaciones de que mantuvo reuniones secretas con el fin de conseguir armas ilegales para los rebeldes salvadoreños, se cree que Torres Arias fue cercano al hampa durante años después de salir del ejército,45 proporcionando estrechos vínculos entre Matta Ballesteros y cuerpos oficiales del ejército hondureño en la década de los ochenta. A pesar de varias declaraciones públicas que relacionaban a los militares con el crimen, no hubo condenas para ninguno de los supuestos conspiradores del asesinato de los Ferrari. Las declaraciones más conocidas vinieron del jefe de la Interpol Juan Ángel Barahona, quien, después de haber sido vinculado públicamente con el crimen, implicó a los militares en actividades de narcotráfico y en el asesinato de los Ferrari, diciendo que “muchas estrellas” habían sido implicadas —una referencia a las insignias de los oficiales de más alto rango en las fuerzas armadas—. También dijo que el jefe de las fuerzas armadas en aquel momento, el general Policarpo Paz García, había ocultado grabaciones y documentos que conectaban a altos funcionarios militares con el narcotráfico.46 Barahona fue posteriormente detenido por calumnia, puesto en confinamiento solitario y sin posibilidad de acceder a su abogado.47 El padre de Mario Ferrari escribió una carta al diario El Tiempo, en la que decía que su hijo había trabajado estrechamente con las autoridades militares y que ellas eran responsables de su muerte.48 Pero en los años que siguieron el gobierno detuvo la investigación, y finalmente la clausuró; los oficiales militares implicados nunca fueron acusados. Matta Ballesteros huyó, y permaneció sobre todo en España en los años siguientes. Finalmente fue absuelto de los cargos de asesinato, después de entregarse a las autoridades algunos años más tarde.49 El gobierno también ordenó un informe interno sobre el tema, que no encontró ninguna mala actuación por parte de los militares. La oficina de prensa del ejército escribió: “Ningún oficial en servicio dentro del instituto armado ha estado involucrado en los crímenes de tráfico de drogas y estupefacientes, en el caso de los esposos Ferrari, ni en los hechos de sangre sobre los que profesamente ha informado la prensa”. Irónicamente, en el mismo comunicado la oficina de prensa 31 es.InSightCrime.org

Élites y Crimen Organizado admitió que “algunos miembros de las Fuerzas Armadas pudieron haber cometido irregularidades en el desempeño de sus funciones, por acción o por omisión”.50

Matta Ballesteros, el ejército y la CIA

El tráfico de drogas continuó y, según muchos informes, aumentó en los años después de los asesinatos de los Ferrari. Algunos decían que ello se debía a las conexiones que se generaron en los años setenta entre narcotraficantes y altos rangos del ejército, incluyendo los supuestos vínculos de Matta Ballesteros con el jefe de las fuerzas armadas, el general Paz García. Este último se convirtió en jefe de Estado tras el llamado “golpe de cocaína” en 1978, que Matta Ballesteros supuestamente ayudó a financiar.51 No hay ningún documento oficial que respalde esta afirmación, pero el interlocutor clave entre Matta Ballesteros y los militares,

32 es.InSightCrime.org

Élites y Crimen Organizado Torres Arias, permaneció en servicio durante toda la administración de Paz Garcia.52 El modus operandi para el transporte de drogas ilegales era similar al de hoy. Los cargamentos de marihuana y cocaína se transportaban a través de aguas hondureñas, donde “naves madre” colombianas los descargaban en barcos camaroneros hondureños, para luego seguir su viaje hacia Estados Unidos por mar, aire o tierra.53 Esto ocurría con el conocimiento y la complicidad de la armada hondureña, según el testimonio de un agente de la DEA en 1986.54 Este agente dijo que cuando él le notificaba a la marina sobre alguna actividad sospechosa, los funcionarios se demoraban en actuar o decían que no tenían combustible para perseguir a los traficantes. Y añadió que Torres Arias, jefe de los servicios de inteligencia, estuvo implicado en el tráfico de drogas. “Era difícil llevar a cabo investigaciones y esperar a que las autoridades hondureñas ayudaran a hacer las detenciones cuando era a ellas a quienes estábamos tratando de investigar”, dijo el agente de la DEA.55 Estas actividades de narcotráfico también ocurrían con el visto bueno de funcionarios de inteligencia de Estados Unidos que en ese momento se encontraban involucrados en una guerra contra el gobierno sandinista de Nicaragua. Esta guerra, y la lucha contra el comunismo en general, eran prioritarias para Estados Unidos, que por lo tanto permitía la circulación de drogas hacia el norte y de armas y suministros hacia el sur, a menudo bajo la supervisión de Matta Ballesteros y sus aliados militares. Blandón, por ejemplo, dijo que hacia la década de los ochenta Torres Arias y Noriega participaban en el negocio de las drogas y traficaban armas, muchas de ellas para los insurgentes salvadoreños. Y agregó que las mismas pistas de aterrizaje clandestinas en Honduras utilizadas por aviones que llevaban armas al ejército financiado por Estados Unidos y conocido como los Contras, también se usaban para el tráfico de estupefacientes.56

En el centro de la ayuda estadounidense a los Contras estaba SETCO, una aerolínea que Matta Ballesteros estableció en Tegucigalpa. SETCO conectaba a Matta Ballesteros con los militares hondureños y el gobierno de Estados Unidos, que utilizaba la aerolínea para llevar suministros a los Contras a lo largo de la frontera de Honduras y Nicaragua en la década de los ochenta. Los registros muestran que el Departamento de Estado le pagó US$185,924.25 a SETCO entre enero y agosto de 1986.57

“A principios de 1984, SETCO era la principal empresa usada por los Contras en Honduras para transportar insumos y personal para la Fuerza Democrática Nicaragüense (FDN), una facción de los Contras, haciendo al menos un millón de entregas de municiones, alimentos, uniformes y otros suministros militares para los Contras entre 1983 y 1985”, según consta en el informe Kerry, que lleva el 33 es.InSightCrime.org

Élites y Crimen Organizado nombre del entonces senador y actualmente secretario de Estado John Kerry, quien dirigió la investigación del Comité de Relaciones Exteriores del Senado sobre el apoyo de Estados Unidos a los Contras.58

Matta Ballesteros también utilizaba la aerolínea para llevar drogas hacia el norte, a sus socios en México. El informe añade que otras agencias de Estados Unidos sabían del rol de SETCO en el tráfico de drogas. “Un informe investigativo de la aduana en 1983 señala que ‘SETCO significa Servicios Ejecutivos Turistas Commander y es dirigido por Juan Ramón Mata [sic] Ballesteros, un transgresor Clase I de la DEA’”, dice el informe Kerry. “Según la Agencia Antidrogas [sic] ‘La aerolínea SETCO es una sociedad formada por negociantes americanos que tienen tratos con Matta y trafican narcóticos a Estados Unidos´”.

Estos contactos les proporcionaron considerable protección a Matta Ballesteros y a sus aliados militares mientras traficaban cocaína y marihuana a Estados Unidos. También les permitieron fortalecer sus contactos con el ejército hondureño, que estaba creciendo con la ayuda de Estados Unidos. La prioridad de la CIA era clara: mantener a los Contras a flote a cualquier precio. Para mencionar un solo ejemplo, el agente de la DEA que había trabajado en Honduras dijo que le contó a Estados Unidos sobre la participación de Torres Arias en el narcotráfico, pero que el coronel seguía siendo un aliado de Estados Unidos durante este período.59 La oficina de la DEA en Honduras fue cerrada en 1983 por “razones presupuestarias”.60

“En lugar de actuar decididamente para acabar con el narcotráfico intensificando la presencia de la DEA en el país y usando la ayuda que Estados Unidos les ofrecía a los hondureños como apoyo, Estados Unidos cerró la oficina de la DEA en Tegucigalpa y pareció haber ignorado el asunto”, se lee en el informe Kerry.61

La ayuda de Estados Unidos también pareció envalentonar a ciertos sectores de los militares hondureños. En 1984, el FBI incautó un cargamento de cocaína por valor de US$40 millones en una pista de aterrizaje al sur de Florida. El FBI dijo que el dinero iba a ser utilizado en un complot para asesinar al entonces presidente de Honduras, Roberto Suazo Córdova. Un hombre fue detenido en Estados Unidos, y el agregado militar de Honduras en fue implicado y extraditado a Estados Unidos para enfrentar cargos relacionados con el caso. Sin embargo, altos funcionarios de inteligencia de Estados Unidos intervinieron en su favor —

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Élites y Crimen Organizado aparentemente por los “servicios” prestados a Estados Unidos en la guerra declarada a los Contra— y lograron reducir su condena a cinco años en la prisión de la base aérea de Eglin. El otro sospechoso fue condenado a 30 años en una cárcel de Estados Unidos por su participación en el caso.62

“Parece que un factor apremiante en las relaciones entre Estados Unidos y Honduras era el apoyo a la política estadounidense en la región, sobre todo el apoyo a la guerra contra los Contras”, agregó la Comisión Kerry en su mordaz evaluación del tema. “Mientras el gobierno de Honduras ofreciera apoyo, los demás temas eran de importancia secundaria”.63

Estos temas generaron dudas alrededor de las actividades de Matta Ballesteros, quien hacia mediados de la década de los ochenta era uno de los narcotraficantes más importantes en el hemisferio. Con aliados en Colombia y México, así como con un grupo de altos oficiales militares hondureños y de la CIA que protegían sus negocios ilícitos, Matta Ballesteros parecía relativamente intocable. En particular, sus conexiones con el servicio hondureño de inteligencia militar, o G2, parecían de gran alcance. Según un exmiembro del servicio diplomático, el G2 solicitó un pasaporte para Matta Ballesteros en 1982. “Me aboqué al entonces canciller... para consultarle el caso”, explicó el exdiplomático. “Éste vino e hizo unas aproximaciones y recuerdo encogió sus hombros y nos dijo: dénselo, es una petición de alto nivel y es parte de negociaciones que desconozco”.64

El asesinato de un agente, el final de una relación

En 1985 todo cambió para Matta Ballesteros, cuando el Cartel de Guadalajara, enfurecido por el éxito de la DEA en el decomiso de grandes extensiones de sus cultivos de marihuana en México y en los envíos de cocaína a Estados Unidos,65 secuestraron y mataron66 a Enrique Camarena, un agente de la DEA. El asesinato de Camarena se dio lentamente. Un año después de su muerte, las autoridades mexicanas entregaron varias horas de grabaciones de audio de una sesión de tortura del agente y su piloto, quien también fue asesinado. En las grabaciones, Camarena gime de dolor y ruega por su vida, mientras que entrega información confidencial acerca de informantes de la DEA y otros agentes.67 “Con la paliza que me has dado, ¿crees que te voy a mentir?”, les preguntaba a sus interrogadores.

Camarena y su piloto fueron encontrados enterrados en un campo de Guadalajara, junto con otros cuerpos.68

Luego de la muerte de Camarena, el gobierno estadounidense comenzó una búsqueda implacable de justicia. En los años siguientes, numerosos miembros y líderes del Cartel de Guadalajara fueron detenidos y condenados en México. Otros 35 es.InSightCrime.org

Élites y Crimen Organizado fueron atrapados en México y llevados ilegalmente a Estados Unidos para ser juzgados allí. El mismo Matta Ballesteros fue detenido en Colombia en 1986, pero, con ayuda del Cartel de Medellín,69 escapó y logró regresar a Honduras, donde se sentía protegido por su vasta red y por su riqueza.

Al principio, esta protección fue abundante. Matta Ballesteros era una figura pública en Honduras, igual de conocido como empresario y filántropo como narcotraficante. Se dice que tenía plantaciones de café, tabaco y especias, así como lecherías y tierras dedicadas a la ganadería en Honduras; fundó además empresas de construcción y agroindustriales.70 Construyó escuelas, y en sus negocios se emplearon por lo menos 4.000 personas.71 Daba dinero en efectivo en la puerta de su casa y solía llamar a las farmacias para garantizar medicinas para los enfermos.72 Se dice también que alguna vez ofreció US$25.000 durante un Teletón; su ofrecimiento fue rechazado, pero de todas formas despertó simpatías.73 Fue, según varias fuentes militares consultadas para este estudio, humilde y sencillo —el tipo de persona que disfrutaba comiendo en la cocina con sus cocineras—.

Matta Ballesteros también ejerció una influencia política significativa. Organizaba fiestas en su mansión, donde supuestamente recibía a políticos, militares y al entonces jefe de policía de Honduras.74 En cierto momento, como su socio Pablo Escobar lo había hecho en Colombia, ofreció públicamente pagar la deuda externa del país. Los funcionarios hondureños pensaron que la oferta podría haber sido más que simbólica, y en 1986, el entonces ministro de finanzas, Reginaldo Panting, consideró que el dinero de Matta Ballesteros “sería bien recibido en nuestro país, ya que nos ayudaría a mejorar nuestra balanza de pagos”.75

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Los comentarios sobre la deuda externa ofrecen una mirada a la mentalidad de los gobernantes hondureños con respecto al capital ilícito. Honduras era una economía de enclave, dependiente del capital extranjero para su crecimiento y desarrollo económico. Esto se intensificó en los años ochenta, cuando, dado que las exportaciones tradicionales disminuyeron, el país se inclinó por la ayuda de Estados Unidos y más tarde por la de los bancos multilaterales. Visto desde esta perspectiva, el capital ganado en el extranjero por Matta Ballesteros encaja bien en el modelo económico de Honduras. Él era, en cierto modo, un nuevo empresario que podría facilitar inversión extranjera directa y ofrecer miles de puestos de trabajo. Al contrario de lo que ocurrió con Escobar, su generosidad fue agradecida públicamente.

Sin embargo, el cerco pronto se cerró alrededor de Matta Ballesteros. Ello se debió en parte a su implicación en el caso Camarena. Pero también se debió al cambio de política interna de Estados Unidos. En los años ochenta, Estados Unidos padecía una oleada de violencia, parte de la cual estaba relacionada con el aumento del consumo interno de drogas y el tráfico de drogas al interior de las ciudades. Para los políticos y funcionarios del gobierno estadounidense, traficantes extranjeros como Escobar y Matta Ballesteros eran siempre chivos expiatorios convenientes.

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Élites y Crimen Organizado Con el tiempo, estos temores incluso remplazaron la amenaza comunista y llevaron al derrocamiento y encarcelamiento de uno de los muchos socios regionales de Matta Ballesteros y Escobar, el gobernante militar panameño Manuel Noriega.

A principios de 1988, el gobierno de Estados Unidos discutía abiertamente el caso de Matta Ballesteros y sus nexos con militares de alto rango hondureños. Entre ellos se encontraba quien por mucho tiempo fue su conexión con las fuerzas armadas, el exjefe de inteligencia Torres Arias, quien había regresado aHonduras en 1987, poco más de un año después del arribo de Matta Ballesteros.76 Funcionarios antinarcóticos enviaron preguntas escritas a la audiencia de un comité del Congreso de Estados Unidos, en las que hacían referencias a informes según los cuales Torres Arias era un “consejero influyente” del entonces jefe de las fuerzas armadas, el general Humberto Regalado, y del nuevo jefe de inteligencia militar.77

En los días siguientes, una lista de posibles colaboradores de Matta Ballesteros, presuntamente elaborada por Estados Unidos, fue leída en voz alta en la radio hondureña. La lista incluía al ministro de Defensa, el director de inteligencia militar, el jefe de la armada, el jefe de personal de las fuerzas armadas y el exdirector de la escuela de comando militar.78 También se insinuaba que Matta Ballesteros contaba entre sus socios al jefe de la policía, Leonel Riera Lunati, y que empleaba a un grupo de exmiembros de las Fuerzas Especiales de Honduras para que trabajaran para él y para su empresa de seguridad.79 En una respuesta escrita acerca de la pregunta sobre la relación entre Torres Arias y Regalado, el Departamento de Estado restó importancia a dicha conexión. “No creemos que sea un asesor influyente”, dice, refiriéndose a Torres Arias. “Es normal que Torres conociera a Regalado y a otros oficiales militares hondureños con quienes prestó servicio”.80

Sin embargo, el gobierno estadounidense estaba claramente preocupado.81 La audiencia del Congreso sobre el asunto en marzo de 1988 comenzó con referencias del congresista Benjamín Gilman, de Nueva York, sobre los problemas en Honduras. “Un miembro del Cartel de Medellín, Juan Matta Ballesteros, se ha establecido en Honduras”, dijo. “Ya está extendiendo su influencia corruptora en esa sociedad. Está intentando comprar a funcionarios del gobierno hondureño. Ballesteros es un fuerte narcotraficante que conoce bien su negocio”.82

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Élites y Crimen Organizado El congresista señaló además la presunta participación de militares hondureños en las actividades criminales de Matta Ballesteros. “También me preocupan los recientes informes de que algunos militares hondureños pueden estar involucrados con el narcotráfico, y espero que no dirijamos nuestra mirada hacia otros intereses de seguridad allí”, dijo, en referencia a la guerra que se estaba adelantando contra el régimen sandinista en Nicaragua. “Espero que el señor Ballesteros no haya logrado aún construir una red de tráfico de drogas enHonduras, con la colaboración de algunos de estos militares corruptos”.83

Aunque le había restado importancia a las conexiones de Torres Arias con las altas esferas del ejército hondureño, el Departamento de Estado también estaba preocupado por lo que estaba ocurriendo en Honduras. Durante esa misma audiencia, el subsecretario del Departamento de Estado en la Oficina para Asuntos Interamericanos, Elliott Abrams, señaló que el tráfico de cocaína había aumentado inmediatamente después de la llegada de Matta Ballesteros al país.84 En febrero de 1988, el Departamento de Estado de Estados Unidos emitió una declaración sobre estas preocupaciones.

“Este Departamento y muchos funcionarios hondureños, incluyendo los dirigentes de las fuerzas armadas, están seriamente preocupados ante la posibilidad de que el tráfico de drogas haya aumentado significativamente ahora que Juan Ramón Matta Ballesteros regresó a Honduras proveniente de Colombia”, dijo el Departamento de Estado. “Creemos que él está tratando de crear una red de tráfico de drogas en Honduras, sin duda con la colaboración de algunos funcionarios corruptos. Sin embargo, no creemos que tal corrupción se haya generalizado aún”.85

El mensaje era claro. Ya era hora de cortar lazos con Matta Ballesteros, y el 5 de abril las Fuerzas Especiales Hondureñas y la policía, junto con cuatro mariscales de Estados Unidos, lo interceptaron después de regresar de trotar en la mañana, lo ataron y lo llevaron a República Dominicana. De allí fue trasladado a Estados Unidos para enfrentar cargos por el caso de Enrique Camarena, entre otros cargos;86 aquel puede ser considerado una detención extraoficial. Miles de hondureños, descontentos con aquella acción, y presuntamente alentados por los militares, incendiaron un anexo del Consulado de Estados Unidos.87 Cinco personas murieron, y funcionarios de Estados Unidos dijeron que las autoridades hondureñas se tardaron dos horas en intervenir.88 Matta Ballesteros fue condenado después por secuestro en un tribunal de Los Ángeles,89 y por tráfico de drogas en un juicio aparte; permanece en una prisión federal de Estados Unidos.

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Conclusiones - Una relación mutuamente beneficiosa

La relación entre Matta Ballesteros y las élites burocráticas militares surgió de las oportunidades y las circunstancias, pero se volvió esencial para ambas partes. Esta relación comenzó porque Matta Ballesteros y sus aliados criminales del momento, los Ferrari, necesitaban ayuda del ejército para el tráfico de drogas ilegales y esmeraldas. El ejército controlaba los aeropuertos, las fronteras, las aduanas y las oficinas de inmigración, entre otras agencias vitales del gobierno. Este control de puestos burocráticos lo convertía en un obstáculo para el tráfico de mercancías ilícitas. En lugar de lidiar con ese obstáculo, la red criminal decidió cooptar al ejército y hacerlo jugar en su equipo. Era una relación simbiótica en el nivel operativo más básico.

Sin embargo, la relación trascendió este nivel básico y llegó a incluir a los niveles más altos de las fuerzas armadas e incluso del gobierno. Hasta ahora no está claro cómo logró penetrarlos. Tampoco está claro si esta penetración se dio de abajo hacia arriba o de arriba hacia abajo. Lo que está claro es que llegó hasta el corazón de los servicios de inteligencia militar. Torres Arias, el aliado clave de Matta Ballesteros, no era sólo un guardia de frontera o un soldado de bajo rango cuando presuntamente participó en el asesinato de los Ferrari: era el jefe del servicio de inteligencia militar G2. Esta distinción es importante —y los servicios que él ofrecía eran vitales—.

Arias Torres parece haber sido el protector y el conducto a través del cual Matta Ballesteros desarrolló una relación profunda y duradera con los militares. Si bien en un principio sólo prestó protección, con el tiempo se convirtió en un arma ofensiva, ofreciéndole acceso a equipos, armas y personal. Lo más seguro es que Matta Ballesteros utilizó estas ayudas para matar a sus poderosos aliados, los Ferrari, una vez ellos le dejaron de ser útiles o lo hicieron enfurecer. Torres Arias también ayudó a establecer contactos en otros países, como Panamá, donde su relación con Manuel Noriega resultó igualmente importante.

A partir de ese momento, lo que surgió fue nada menos que una alianza entre la red de Matta Ballesteros y la élite militar burocrática. Matta Ballesteros utilizó sus contactos en el ejército para crear un corredor amplio y lucrativo para el transporte de drogas hacia el norte, junto con sus socios en Colombia y México. Hábilmente logró cruzar sus intereses con los del ejército y con los del otro benefactor de este último, Estados Unidos —un tema que trataremos más adelante—. El uso de la aerolínea SETCO fue, por ejemplo, un movimiento de un experto ajedrecista que entendía cómo satisfacer las necesidades de los jugadores políticos locales e internacionales, al mismo tiempo que lograba sus propios propósitos. En otras palabras, era un juego en el que todos ganaban.

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De esta manera, Matta Ballesteros se convirtió en uno de los más poderosos narcotraficantes del mundo, acumulando una fortuna que, según algunos, alcanzó miles de millones de dólares.90 Utilizó su capital económico en el extranjero para evitar enfrentar cualquier pena de prisión, sobornando y amenazando a los funcionarios y autoridades de las prisiones cuando fuera necesario, en lugares como Colombia y posiblemente España. Y usó su capital político y social para evitar llegar a la cárcel en Honduras.

Es tentador imaginar lo que le habría sucedido a Matta Ballesteros si hubiese tomado un camino ligeramente diferente. Su base económica, política y social le había proporcionado una buena posición que le hubiera permitido hacer una transición hacia una élite más consolidada. (Como veremos, se trata de una transición que su familia ha intentado continuar, pero con poco éxito). Además, él tenía maneras de ganarse a la gente del común, que iban más allá de su fama como narcotraficante.

“Las aves siempre mantienen limpio su nido”, le dijo un militar en retiro a InSight Crime. “Y Moncho (Ramón) quería vivir en Honduras, quería ayudar al país, no lo quería para traficar. Si usted me pregunta ‘¿cómo mira el pueblo a los narcos?’, la respuesta es sencilla, ellos dan empleo, dan de comer a la gente, le ayudan, los protegen, les hacen sentir que son parte de ellos; por eso la gente los admira. Y

41 es.InSightCrime.org

Élites y Crimen Organizado siendo pragmático, ¿qué prefiere el pueblo: morirse de hambre con honor o comer con deshonor los tres tiempos al día por la actividad del narco? La respuesta es clara”.91

Cuando Matta Ballesteros estuvo preso unos días en una cárcel capitalina, luego de escapar de una cárcel en Colombia y de regresar a Honduras, la gente lo visitaba y “las filas eran enormes”, le dijo un exmilitar a InSight Crime. “Le llevaban comida y él les retribuía con cariños [dinero]. Luego llegaban a su casa en la colonia Los Ángeles [en Tegucigalpa], por eso cuando lo extraditaron salieron a las calles a defenderlo y protestar; él ya había elaborado una red social de protección”, señaló el exmilitar.92

Sin embargo, fue este capital político y social el que lo hizo parecer tan peligroso para Estados Unidos y aceleró su conversión de aliado anticomunista a enemigo narcotraficante. Su desafiante imagen pública después de que regresó a Honduras, junto con su implicación en el asesinato de un agente de la DEA, lo hicieron un fácil chivo expiatorio para la clase política de Estados Unidos, que estaba en la búsqueda de responsables durante un período de agitación interna. Ese asesinato, y su manifiesta ambición de convertirse en un agente legítimo del poder, finalmente se volvieron contra él. Y también afectaron a su familia. Sus hijos no podían ingresar a las escuelas dirigidas por la élite del país.93 Los clubes campestres estaban fuera de sus límites. Incluso su intento de financiar una Teletón fue rechazado debido a su reputación de narcotraficante.

Este incidente —tal vez el primer intento público de Matta Ballesteros por ganar legitimidad entre las élites— terminó siendo humillante. Él le ofreció una gran donación a la Fundación Teletón, pero fue rechazada por su principal promotor, el empresario de medios de comunicación Rafael Ferrari, quien dijo públicamente que ese dinero no era bienvenido. “Recuerdo cuando don Rafael Ferrari llegó en medio de la Teletón para rechazar esta donación, que creo que era de más de un millón de lempiras, mucho dinero en aquel entonces, con lo que se hubiera llegado a la meta, o incluso se hubiera excedido, pero fue muy valiente al rechazar ese dinero de la droga; fue un golpe para Matta”, le dijo a InSight Crime un periodista que cubrió el evento.94

Este caso demuestra que Matta Ballesteros nunca habría podido ser parte de una élite en el sentido tradicional porque sus actos criminales, en particular el asesinato de un agente de la DEA, eran demasiado públicos y la figura de un traficante de drogas muy bajo en la escala social.

La ambición también cumplió un papel central en la caída de los militares hondureños. Irónicamente, los militares hubieran podido alcanzar su gran poder político sin Matta Ballesteros. Habían surgido como una élite burocrática antes de

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Élites y Crimen Organizado que él se convirtiera en su benefactor no oficial. Las fuerzas armadas habían pasado de protectoras de la riqueza del país a participantes activas y beneficiarias de la misma. Esto hacía parte de un proyecto que los militares habían elaborado para controlar las agencias más importantes del gobierno y los recursos del Estado, así como para desarrollar una visión política que iba más allá de las fronteras de clase. El poder de los militares era tal que logró atraer a las élites tradicionales, y eventualmente también a las transnacionales, posicionándose hasta convertirse en un agente de poder a largo plazo.

Sin embargo, algunos miembros de esta élite burocrática buscaban ganar más poder obteniendo parte de los grandes ingresos ilegales que estaban a la mano. Esta tentación es comprensible. El dinero de la droga era significativo, y sin duda venía acompañado de poder. Trabajar con las figuras del hampa les facilitó a algunos militares los recursos necesarios para emprender nuevos negocios y ampliar su alcance político y su influencia. Y, como veremos, algunas de las familias que presuntamente trabajaban con Matta Ballesteros se han convertido en parte de la nueva élite que hoy dirige al país.

Si esta estrategia pasó de los altos mandos a los bajos es algo que se desconoce, y quizá es irrelevante. La relación del ejército con Matta Ballesteros alcanzó los niveles más altos del organismo. Otros miembros de la institución desconocían esa relación, se beneficiaron de ella o participaron directamente en ella durante al menos una década, a pesar de sus claras repercusiones para la dinámica interna del ejército. Por ejemplo, hay quienes dicen que esta relación pudo haber fomentado el golpe de Estado a finales de los años setenta, que puso al general Paz García en el poder. Aunque hay poca evidencia que respalde esta afirmación, el funcionario identificado como el contacto clave de Matta en el ejército (Torres Arias) mantuvo sus poderosas conexiones con altos mandos militares durante años después de que hubiera estado conectado con Matta Ballesteros.

No hubo ninguna oposición visible a la conexión de los militares con Matta Ballesteros hasta que ésta puso en peligro la relación de la institución con Estados Unidos. Tras la captura de Matta Ballesteros en abril de 1988, The New York Times informó que se habían presentado “hostiles enfrentamientos entre facciones” del ejército hondureño en los días previos a su detención, entre aquellos que querían seguir trabajando con el traficante y aquellos que querían romper los vínculos con él. El artículo menciona las audiencias del Congreso en las que Blandón y otras 43 es.InSightCrime.org

Élites y Crimen Organizado personas se referían a la complicidad del ejército hondureño con el narcotráfico como el punto de inflexión.95

En los días siguientes a la captura y extradición de Mata, las instituciones del Estado parecían estar en una situación de confusión generalizada y cruce de acusaciones sobre quién había sido el responsable de lo sucedido con el narcotraficante. Aunque la captura de Matta se habría dado por una orden emitida por un juzgado de la capital hondureña, Salomón Jiménez Castro, entonces presidente de la Corte Suprema de Justicia afirmó a los medios de prensa que ese poder del Estado había sido completamente ajeno a la extradición de Matta. Mientras tanto el Ministro de Relaciones Exteriores, declaraba que el supuesto traficante de drogas había sido secuestrado por una iniciativa de autoridades hondureñas en respuesta a una orden emanada del poder judicial y calificaba la situación como irregular. En la entrevista el funcionario dijo también que en su oficina no se había registrado ninguna solicitud de extradición del parte del gobierno de Estados Unidos pero que estaban vigentes varios tratados de extradición entre ambos países y que uno de ellos era el de 1912 que había sido aprobado y ratificado por ambos países. Tan solo un día antes el entonces Ministro de Gobernación, Romualdo Bueso Peñalba afirmaba también a la prensa nacional que Juan Ramón Matta no podía ser extraditado de Honduras porque no existía un tratado de extradición.

Pero en vez de salvar a Honduras mediante la vergüenza pública y un arresto ilegal, el gobierno de Estados Unidos es en parte culpable por la alianza de los militares hondureños con los traficantes. Estados Unidos le había estado enviando señales contradictorias a su aliado, debido a sus otros intereses políticos en la región. Específicamente, la relación activa de la CIA con SETCO, la aerolínea de Matta Ballesteros, así como con figuras como Arias Torres, en la década de los ochenta, fue una luz verde no oficial de que las ganancias ilegales del mundo de la droga eran aceptables, en tanto sirvieran al propósito mayor de la lucha contra el comunismo. El mensaje cambió sólo después de que el aliado criminal de los militares hondureños participara en el asesinato de un agente antidrogas de Estados Unidos. Este asesinato, junto con una creciente presión por hacer frente a la violencia del narcotráfico en el país, llevó al gobierno de Estados Unidos a dar un ultimátum a los militares hondureños con respecto a Matta Ballesteros: o él o nosotros.

El arresto de Matta Ballesteros significó el final de una era para el ejército hondureño. La decadencia y la arrogancia que lo habían caracterizado, sobre todo en la década de los ochenta, llegaron a un final abrupto y público. Su principal benefactor oficial (Estados Unidos) esencialmente lo había humillado al cambiar sus prioridades y detener a su benefactor no oficial (Matta Ballesteros). La

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Élites y Crimen Organizado inconformidad popular que se presentó después del arresto ilustra cuánto capital político y social había construido Matta Ballesteros en Honduras. Ilustra además la frustración de la población por el hecho de que su país había sido utilizado como una base militar estadounidense durante casi una década.

Tras la extraordinaria captura de Matta Ballesteros, los militares hondureños cayeron en un purgatorio político. Aunque la captura de Matta Ballesteros no causó este cambio, sí contribuyó a ello. El gobierno civil no tardó en sustituir supervisores militares que habían dirigido varios departamentos durante años. Entre éstos se encontraban Hondutel, el Instituto Agrario y los servicios de inmigración. APROH se distanció de la base militar que había creado. Y el gobierno restableció formalmente una fuerza de policía civil, independiente del ejército.

Aun así, varios exmilitares utilizaron este periodo para iniciar negocios y carreras políticas, con lo cual prepararon el terreno para la siguiente generación de élites burocráticas. Sin duda, la élite burocrática que surgió durante el medio siglo antes del arresto de Matta Ballesteros no desapareció luego de eso, sino que sólo cambió de engranaje, mostrándose ahora como el principal organismo de lucha contra el crimen en el país y aprovechando su antigua alianza con el Partido Nacional. Los resultados son evidentes en la clase gobernante de hoy.

Epílogo: La nueva élite burocrática y el crimen organizado

El 31 de julio de 2014, las autoridades hondureñas confiscaron 17 propiedades pertenecientes a Juan Ramón Matta Waldurraga, hijo de Juan Ramón Matta Ballesteros.98 Durante mucho tiempo ha habido rumores sobre la participación de Matta Waldurraga en el tráfico de drogas, y la familia ha tenido varios encuentros con la ley desde que Matta Ballesteros fue encarcelado. En 1993, la policía colombiana detuvo a Jaime García García, cuñado de Matta Ballesteros, y lo acusó de tráfico de cocaína a Estados Unidos a través de Costa Rica.99

En 2004, un avión cargado de drogas ilegales aterrizó frente a una de las propiedades de Matta Waldurraga en la provincia de Olancho, supuestamente procedente de Colombia.100 En los años siguientes, las autoridades colombianas también confiscaron propiedades y detectaron movimientos de grandes cantidades de dinero de la familia dentro y fuera de ese país.101 En 2005, el director de inmigración de Honduras fue detenido por permitir que catorce colombianos vinculados a Matta Waldurraga ingresaran al país sin visas.102

En las entrevistas realizadas para este informe, funcionarios activos y retirados se refirieron con frecuencia a Matta Waldurraga como el sucesor de su padre en el tráfico de drogas, así como una persona que gestiona contratos del gobierno y sirve como una especie de banco informal para el hampa. Pero las recientes 45 es.InSightCrime.org

Élites y Crimen Organizado expropiaciones no estaban acompañadas de una orden de arresto oficial en su contra, y Matta Waldurraga nunca ha sido acusado de ningún delito en Honduras. En declaraciones a la prensa, Matta Waldurraga se refirió a la operación de incautación de 2014 como una “payasada”, y dijo que esa propiedad había sido heredada de su abuela.103 La familia también protestó por la confiscación por parte del gobierno, pero poco pudo hacer. El gobierno hondureño dijo que las propiedades habían sido compradas con ingresos ilegales y que por tanto podían ser expropiadas según una nueva ley que el gobierno había aprobado sólo dos años antes.104

Las acciones agresivas del gobierno contra la familia hubieran sido sorpresivas si previamente no hubiera hecho clara su intención de adoptar una línea dura contra el crimen. Desde que asumió la presidencia en 2014, la administración de Juan Orlando Hernández, miembro incondicional del Partido Nacional, con una educación castrense y ascendientes militares, ha mostrado su determinación de ir contra el tráfico de drogas. Además de sus acciones contra el clan de Matta Ballesteros, la administración Hernández capturó a un hondureño acusado de narcotráfico y lo extraditó a Estados Unidos —el primer hondureño extraditado en más de cien años105—, y capturó a tres miembros importantes del clan Valle Valle106, una poderosa familia de narcotraficantes que viven en la provincia de Copán, al occidental del país, y que, según un funcionario estadounidense le dijo a InSight Crime, habían estado traficando hasta 20 toneladas de cocaína por mes en el país.107 El gobierno además declaró al país zona de exclusión aérea para los traficantes, al aprobar una ley que autoriza a la fuerza aérea a derribar naves sospechosas de cargar drogas en su espacio aéreo.108 Hacia finales de 2014, casi la mitad de los narcotraficantes hondureños requeridos por Estados Unidos estaban en custodia,109 y los vuelos cargados con drogas habían disminuido considerablemente, según entrevistas con agentes de drogas hondureños e internacionales.110

Hernández estableció que su administración está firmemente en contra del crimen organizado, y lo hizo con una coalición que, extrañamente, evoca a la de los años ochenta, que estuvo dominada por los militares. Si bien no ha servido en el ejército, Hernández —quien por mucho tiempo ha sido un acérrimo seguidor del Partido Nacional, y que se desempeñó como presidente del Congreso— se ha rodeado de numerosos militares retirados y en servicio. Entre ellos se encuentra su hermano Amílcar Hernández, quien es uno de sus más importantes asesores de seguridad; el

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Élites y Crimen Organizado general retirado Julián Pacheco, quien ha ocupado varios puestos importantes, incluyendo el de ministro de Seguridad, y Óscar Álvarez, un exoficial de las Fuerzas Especiales de Hondurasque se formó y entrenó en Estados Unidos y ha desempeñado cargos ministeriales y en el Congreso.

En cuanto a Pacheco, es sin duda el miembro más poderoso de la élite burocrática desde que Paz García abandonó el cargo en 1981. Después de ganar la presidencia, Hernández inmediatamente designó al exjefe de inteligencia militar como director de la FUSINA, una fuerza especial interinstitucional creada para luchar contra el crimen organizado. Entre otras funciones, FUSINA tiene control sobre la Fuerza Nacional Antiextorsion (FNA). La FNA administra la única unidad de interceptación telefónica del gobierno y al parecer mantiene estricto control sobre las operaciones de inteligencia. Los poderes de Pacheco aumentaron a principios de 2015, cuando se convirtió en el primer general militar activo del país en ser nombrado ministro de Seguridad. Él debió retirarse oficialmente del servicio para asumir el cargo, pero en una entrevista con InSight Crime afirmó que los rumores acerca de su alcance eran exagerados.111 “No tengo tanto poder como la gente cree; eso no es cierto”, dijo. “Además, el único poder que puedo tener es la experiencia que he logrado acumular en una carrera de 35 años”.

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Otro consejero cercano al presidente es Álvarez, quien tuvo entrenamiento con las Fuerzas Especiales del Ejército de Estados Unidos antes de servir en las Fuerzas Especiales de Honduras. Fue ministro de Seguridad en 2002 y luego de nuevo en 2010. Álvarez es un descendiente de la élite burocrática militar: su tío fue el general Gustavo Álvarez Martínez, el fundador de APROH, la asociación empresarial constituida por militares. Como un poderoso miembro del Partido Nacional, Álvarez ha sido asesor cercano de más de un presidente. Le ayudó a Porfirio Lobo a ser elegido y luego sirvió como su ministro de Seguridad. Más tarde hizo lo mismo para Hernández, trabajando en su campaña y ayudándole a diseñar su estrategia de seguridad. Álvarez es actualmente congresista y se desempeña como jefe de la bancada del Partido Nacional en el Congreso.

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Élites y Crimen Organizado Uno de los confidentes cercano a Álvarez durante años, y que pertenece al mismo partido, proviene también de una importante familia de militares. Armando Calidonio Alvarado sirvió como viceministro de Seguridad cuando Álvarez fue ministro entre 2002 y 2005, y luego de nuevo entre 2010 y 2011. Además trabajó en las campañas de Lobo y Hernández y llegó a ser congresista. En 2013, fue elegido alcalde de San Pedro Sula. El padre de Calidonio, también llamado Armando Calidonio, fue uno de los acusados de tener vínculos con la red de Matta Ballesteros después del asesinato de los Ferrari.

En un hecho a los gobiernos militares de los años 1970, Hernández ha llenado el gobierno de personal militar en cargos que han sido civiles tradicionalmente. Además de Pacheco, nombró a militares como jefes de la aeronáutica civil, el sistema penitenciario, los puertos nacionales, las “zonas de desarrollo” especiales, el instituto de desarrollo agropecuario, y la autoridad en materia de vivienda.

El gobierno de Hernández es, en esencia, un híbrido de élites terratenientes y burocráticas tradicionales. Los antecedentes del propio presidente ilustran esta mezcla. Nacido en una familia de 17 hijos, Hernández estudió en una escuela militar. Su familia era de pequeños caficultores y al parecer él progresó gracias a sus conexiones políticas y su matrimonio a Ana García Carías, una descendente del General Tiburcio Carías Andino, el mismo que puso en marcha los cambios que resultaron ser claves en la transformación a los militares a una élite burocrática. Estas conexiones han resultado en negocios lucrativos. Se dice que es dueño de fincas cafeteras, entre otras explotaciones agrícolas, así como de hoteles y estaciones de radio y televisión.112 Hernández es además un hombre poderoso en el Partido Nacional. Ha obtenido apoyo para importantes personalidades del partido, como Porfirio Lobo y su hermano, Ramón, de quienes también ha recibido apoyo, y supuestamente dirige el partido. Ha sido vinculado a un misterioso grupo de presión llamado Colibrí, que al parecer ha diseñado lucrativos contratos y esquemas de comisiones para sus miembros y simpatizantes.113

Sin embargo, el poder de la administración de Hernández es más evidente en las fuerzas de seguridad. Además de centralizar el control y el flujo de la inteligencia mediante el ministro de Seguridad, Julián Pacheco, como presidente del Congreso ideó una ley que creó una policía militar de 5.000 miembros.114 Como presidente, ha consolidado ese organismo. Hernández y Pacheco insisten en que la policía militar es sólo una medida temporal, pero en 2015 Hernández intentó consagrar dicha entidad en la Constitución del país. La medida fracasó, pero Hernández dijo que volvería a intentarlo más adelante.115

El alcance y el poder de la élite burocrática militar impresionan a algunos observadores, especialmente porque la relación de la institución con el crimen organizado está aún en duda. El primer período de Álvarez como ministro de 49 es.InSightCrime.org

Élites y Crimen Organizado Seguridad, por ejemplo, coincidió con una ofensiva contra las pandillas de Honduras, llevada a cabo, en parte, por un escuadrón de la muerte dirigido por la policía, conocido como Los Magníficos.116 Un presunto miembro de este grupo era un comandante de la policía llamado Juan Carlos “El Tigre” Bonilla. La inspectora de policía en aquel momento dijo que había comenzado 13 investigaciones internas sobre las actividades de Bonilla, incluyendo el asesinato de varios hombres que habían secuestrado y asesinado al exministro Reginald Panting, el mismo hombre que había considerado públicamente la oferta de Matta Ballesteros de ayudar a pagar la deuda del país.117 Los casos fueron cerrados, dijo la inspectora, por orden de Álvarez.

Aunque el presidente Hernández no se ha visto implicado en actividades delictivas, en su campaña presidencial participaron algunos miembros cuestionables, como Hugo Ardón, quien encabezó la campaña de Hernández en la parte occidental del país. Ardón dirigió el organismo encargado de las carreteras durante años hasta junio de 2015, tiempo durante el cual aprobó millones de dólares en contratos gubernamentales con empresas dirigidas por grupos criminales, como Los Cachiros, un poderoso clan que solía tener su base en la provincia de Colón (y que es tema de nuestro segundo estudio de caso). El hermano de Ardón, Alexander, fue alcalde de El Paraíso, Copán, un importante corredor para el narcotráfico. Como alcalde, Alexander se hizo tristemente célebre por haber reconstruido la alcaldía a imagen de la Casa Blanca, incluso con un helipuerto. Las autoridades le dijeron a InSight Crime en 2015 que estaban investigando a Alexander por tráfico de drogas.118

En el Partido Nacional ha habido importantes figuras conectadas con actividades criminales. Ramón Lobo, exdiputado y hermano del expresidente Porfirio “Pepe” Lobo, ha estado bajo investigaciones por años. Un hijo de Ramón, Jorge, fue detenido en 2002 cargando US$6 millones. Pagó cinco años de prisión. En 2003, su hija, Margarita, fue herida en un ataque de la organización criminal Los Cachiros, debido a un traficante rival que supuestamente estaba saliendo con Margarita en ese momento. En 2012, Ramón asistió a la inauguración de una estación de gasolina y un centro comercial en el estado de Colón; el centro comercial fue construido por Javier Rivera Maradiaga, el líder de Los Cachiros.119

Pepe Lobo también ha estado conectado con elementos criminales. Durante su período en el cargo, el hijo de Lobo publicó en Facebook una foto del entonces 50 es.InSightCrime.org

Élites y Crimen Organizado presidente con José Natividad “Chepe” Luna Pereira. Luna, ciudadano salvadoreño requerido en ese momento por Estados Unidos por narcotráfico, aparentemente era el propietario y director de una flota de autobuses y camiones desde su sede en San Pedro Sula. Cuando fue detenido en Honduras en 2011, durante la administración de Lobo, las autoridades salvadoreñas y estadounidenses trataron de deportarlo a El Salvador, donde enfrentaba cargos por tráfico de drogas, pero un juez misteriosamente lo liberó antes de que pudieran sustentar los cargos.120 Luna fue asesinado en San Pedro Sula en el año 2014.121

La familia Lobo ha seguido siendo objeto de investigaciones desde que Lobo terminó su periodo en el cargo.122 Según informes, en mayo de 2015 el hijo de Lobo, Fabio Lobo Lobo, fue capturado en Haití en una operación conjunta entre Haití y Estados Unidos, y enviado a Nueva York para enfrentar cargos por narcotráfico. Lobo no defendió a su hijo y le dijo a la prensa que él debería afrontar las consecuencias de sus actos. En un tuit, el embajador de Estados Unidos en Honduras, James Nealon, declaró: “Nadie está por encima de la ley”.

Notas al pie

[1] James LeMoyne, “Military Officers in Honduras Are Linked to the Drug Trade”, New York Times, 12 de febrero de 1988. Disponible en:http://www.nytimes.com/1988/02/12/world/military- officers-in-honduras-are-linked-to-the-drug-trade.html

Vea también: Steven Dudley y Michael Lohmuller, “Documentos revelan vínculos entre la CIA y Guadalajara, no un complot” 13 de noviembre de 2013. Disponible en: http://es.insightcrime.org/analisis/documentos-revelan-vinculos-entre-la-cia-y-guadalajara- no-complot?highlight=WyJjb21wbG90Il0=

[2] Larry Rohter, “Seized Honduran: Drug Baron or a Robin Hood?”, The New York Times, 16 de abril de 1988. Disponible en:http://www.nytimes.com/1988/04/16/world/danli-journal-seized- honduran-drug-baron-or-a-robin-hood.html

[3] Julie Marie Bunck y Michael Ross Fowler, “Bribes, Bullets, and Intimidation: Drug Trafficking and the Law in Central America” (University Park, PA, 2012), p. 276.

[4] Senado de Estados Unidos, “Drugs, Law Enforcement and Foreign Policy: A Report Prepared by the Subcommittee on Terrorism, Narcotics and International Operations of the Committee on Foreign Relations” (a.k.a., the Kerry Committee Report), Diciembre de 1988, p. 77.

[5] Declaración juramentada referida en el Departamento de Estados de Estados Unidos, en cable a la embajada de Estados Unidos en Honduras, “Update on USG Prosecutions of Matta”, 15 de julio de 1988.

[6] Ibíd.

[7] Ibíd.

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[8] Noveno Circuito de Apelaciones de Estados Unidos, “USA v Matta Ballesteros”, No. 91-50336, 1995.

[9] Departamento de Estados de Estados Unidos, cable a la embajada de Estados Unidos en Colombia, “Information on the arrest of Matta Ballesteros”, 25 de mayo de 1988.

[10] Ibíd.

[11] Cable de la Embajada de Estados Unidos al Departamento de Estado, et al. “Honduran public reaction to Matta’s arrest”, 8 de abril de 1988.

[12] Los Angeles Times, “1,000 Attack US Embassy in Honduras”, 8 de abril de 1988. Disponible en: http://articles.latimes.com/1988-04-08/news/mn-1123_1_u-s-embassy

[13] Ibíd.

[14] El Heraldo, “Las protestas más violentas contra EUA en Latinoamérica”, 14 de abril de 1988.

[15] Fuerzas Armadas de Honduras, “Historia de las Fuerzas Armadas deHonduras.” Disponible en: http://www.ffaah.mil.hn/

[16] El ejército era usado para controlar a los trabajadores en huelga a nombre de las compañías bananeras. Vea por ejemplo Thomas M. Leonard, “The ” (Santa Barbara, CA, 2011), p. 88; y Robert Jackson Alexander, Eldon M. Parke, “A History of Organized Labor in Panama and Central America” (Westport, CT, 2008), p. 122.

[17] Instituto de Prevision Militar, “Historia y Creacion.” Disponible en:http://grupoipm.hn/sobre- ipm/historia-y-creacion/

[18] El Partido Nacional es el más conservador de los dos partidos dominantes; fue fundado por un general y se alió con los militares durante el período del régimen militar. Vea: “Two Traditionally Dominant Parties”, en Tim Merrill (ed.), “Honduras: A Country Study” (Washington, DC 1995). Disponible en:http://countrystudies.us/honduras/

[19] US Agency for International Development (USAID), “U.S. Overseas Loans and Grants: Obligations and Loan Authorizations, 1 de Julio de 1945-30 de septiembre de 2012.” Disponible en: https://eads.usaid.gov/gbk/

[20] Senado de Estados Unidos, “Drugs, Law Enforcement and Foreign Policy: A Report Prepared by the Subcommittee on Terrorism, Narcotics and International Operations of the Committee on Foreign Relations” (a.k.a., the Kerry Committee Report), Diciembre de 1988, p.73.

[21] Peter Meyer, “Honduras-US Relations”, Congressional Research Service, 24 de julio de 2013, p. 19. Disponible en:http://www.fas.org/sgp/crs/row/RL34027.pdf

[22] Leslie Bethel (ed.), “The Cambridge , Volume 7: 1930 to the Present” (New York, 1990), p. 311.

[23] Manuel Torres Calderón, “La élite, su orientación y fundamentos geográficos en Honduras”; se publicará próximamente en un libro de FLACSO-Costa Rica editado por Eric Hershberg, titulado “Élites y la configuración del poder en Centroamérica: Dinámicas de acumulación y sus consecuencias, Vol. 2.”

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[24] Tanya M. Kerssen, “Grabbing Power: The New Struggles for Land, Food and Democracy in Northern Honduras” (Oakland, CA, 2013), p. 8.

[25] Manuel Torres Calderón, “La élite, su orientación y fundamentos geográficos en Honduras”; se publicará próximamente en un libro de FLACSO-Costa Rica editado por Eric Hershberg, titulado “Élites y la configuración del poder en Centroamérica: Dinámicas de acumulación y sus consecuencias, Vol. 2.”

[26] La familia Matta Ballesteros creó un sitio web dedicado al “abuelo, padre, esposo, hermano y amigo”. Disponible en:http://www.juanramonmata.com/origenes/

[27] Julie Marie Bunck y Michael Ross Fowler, “Bribes, Bullets, and Intimidation: Drug Trafficking and the Law in Central America” (University Park, PA, 2012),, p. 271.

[28] El Pais, “Del autobús a la avioneta”, 4 de diciembre de 1990. Disponible en: http://elpais.com/diario/1990/12/04/espana/660265220_850215.html

[29] TK - footnote needed.

[30] Larry Rohter, “Seized Honduran: Drug Baron or a Robin Hood?”, The New York Times, 16 de abril de 1988. Disponible en:http://www.nytimes.com/1988/04/16/world/danli-journal-seized- honduran-drug-baron-or-a-robin-hood.html

[31] Michael Kenney, “From Pablo to Osama: Trafficking and Terrorist Networks, Government Bureaucracies, and Competitive Adaptation” (University Park, PA, 2007), p. 240.

[32] Julie Marie Bunck y Michael Ross Fowler, “Bribes, Bullets, and Intimidation: Drug Trafficking and the Law in Central America” (University Park, PA, 2012), p. 271.

[33] Larry Rohter, “Seized Honduran: Drug Baron or a Robin Hood?”, The New York Times, 16 de abril de 1988. Disponible en:http://www.nytimes.com/1988/04/16/world/danli-journal-seized- honduran-drug-baron-or-a-robin-hood.html

[34] Julie Marie Bunck y Michael Ross Fowler, “Bribes, Bullets, and Intimidation: Drug Trafficking and the Law in Central America” (University Park, PA, 2012), p. 272.

[35] El núcleo de esta organización dará origen a algunos de los grupos criminales más famosos de México: los carteles de Sinaloa, Juárez y Tijuana.

[36] Noveno Circuito de Apelaciones de Estados Unidos, “USA v Matta Ballesteros”, No. 91-50336, 1995.

[37] Thelma Mejía, “Unfinished Business: The Military and Drugs in Honduras”, Transnational Institute, 1 de diciembre de 1997. Disponible en:http://www.tni.org/article/unfinished-business- military-and-drugs-honduras

[38] Julie Marie Bunck y Michael Ross Fowler, “Bribes, Bullets, and Intimidation: Drug Trafficking and the Law in Central America” (University Park, PA, 2012), p. 277.

[39] Ibíd.

[40] Ibíd.

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[41] Thelma Mejía, “Unfinished Business: The Military and Drugs in Honduras”, Transnational Institute, 1 de diciembre de 1997. Disponible en:http://www.tni.org/article/unfinished-business- military-and-drugs-honduras

[42] Ibíd.

[43] Vea, entre otras noticias de La Prensa: “Pagó para hacer desaparecer fichas delictivas en la DNI”, 2 de abril de 1986, p. 4; “Crimen de los esposos Ferrari, deuda de Matta ante la justicia hondureña”, 1 de abril de 1986, p. 5; “En libertad hermanos Reyes, responsables de la muerte de los esposos Ferrari”, 4 de septiembre de 1996, p. 6; “El caso Ferrari: Una historia de mafias, venganzas, terror y romance”, 1 de abril de 1986, p. 2. Varios de estos informes también se mencionan en Julie Marie Bunck y Michael Ross Fowler, “Bribes, Bullets, and Intimidation: Drug Trafficking and the Law in Central America” (University Park, PA, 2012).

[44] Senado de Estados Unidos, “Drugs, Law Enforcement and Foreign Policy: A Report Prepared by the Subcommittee on Terrorism, Narcotics and International Operations of the Committee on Foreign Relations” (a.k.a., the Kerry Committee Report), Diciembre de 1988, pp. 74-75.

[45] James LeMoyne, “Military Officers in Honduras Are Linked to the Drug Trade”, New York Times, 12 de febrero de 1988. Disponible en:http://www.nytimes.com/1988/02/12/world/military- officers-in-honduras-are-linked-to-the-drug-trade.html

[46] Thelma Mejía, “Unfinished Business: The Military and Drugs in Honduras”, Transnational Institute, 1 de diciembre de 1997. Disponible en:http://www.tni.org/article/unfinished-business- military-and-drugs-honduras

[47] John Saunders, “Drug fighter is silenced”, The Globe and Mail, 27 de julio de 1978.

[48] Thelma Mejía, “Unfinished Business: The Military and Drugs in Honduras”, Transnational Institute, 1 de diciembre de 1997. Disponible en: http://www.tni.org/article/unfinished-business- military-and-drugs-honduras

[49] La Prensa, “Absuelto Ramón Matta”, 23 de agosto de 1986, pp. 4-5. Citado en Julie Marie Bunck y Michael Ross Fowler, “Bribes, Bullets, and Intimidation: Drug Trafficking and the Law in Central America” (University Park, PA, 2012).

[50] Thelma Mejía, “Unfinished Business: The Military and Drugs in Honduras”, Transnational Institute, 1 de diciembre de 1997. Disponible en:http://www.tni.org/article/unfinished-business- military-and-drugs-honduras

[51] Peter Dale Scott y Jonathan Marshall, “Cocaine Politics: Drugs, Armies, and the CIA in Central America” (Berkeley, CA, 1998), p. 54.

[52] US Congress, House Committee on Foreign Affairs, “Narcotics review in Central America: Hearing before the Committee on Foreign Affairs, House of Representatives, One Hundredth Congress, second session, March 10, 1988” (Washington DC, 1988), p. 79.

[53] Senado de Estados Unidos, “Drugs, Law Enforcement and Foreign Policy: A Report Prepared by the Subcommittee on Terrorism, Narcotics and International Operations of the Committee on Foreign Relations” (a.k.a., the Kerry Committee Report), Diciembre de 1988, pp. 74-75.

[54] Ibíd, p. 75.

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[55] Ibíd.

[56] “Drugs, Law Enforcement And Foreign Policy: Report By The Committee On Foreign Relations, US Senate” (Washington, DC, 1989), p. 74.

[57] Senado de Estados Unidos, “Drugs, Law Enforcement and Foreign Policy: A Report Prepared by the Subcommittee on Terrorism, Narcotics and International Operations of the Committee on Foreign Relations” (a.k.a., the Kerry Committee Report), Diciembre de 1988, p. 43.

[58] Ibíd, p. 45.

[59] Al menos un informe contradice ligeramente esta afirmación. Dice que Torres Arias fue enviado a Argentina en 1981, supuestamente para sacarlo del camino. Fue absuelto en 1982. Vea: Doyle McManus y Ronald J. Ostrow, “U.S. Aides Link Honduran Military Chief, Drug Trade”, 13 February 1988. Disponible en: http://articles.latimes.com/1988-02-13/news/mn- 10860_1_honduran-military

[60] Senado de Estados Unidos, “Drugs, Law Enforcement and Foreign Policy: A Report Prepared by the Subcommittee on Terrorism, Narcotics and International Operations of the Committee on Foreign Relations” (a.k.a., the Kerry Committee Report), Diciembre de 1988, p. 75.

[61] Ibíd, p. 78.

[62] Ibíd, p. 76.

[63] Ibíd, p. 79.

[64] Entrevista de InSight Crime con el representante del Ministro de Asuntos Exteriores, Tegucigalpa, 11 de octubre 2013.

[65] Ioan Grillo, “El Narco” (New York, NY, 2011), pp. 66-67.

[66] Philip Shenon, “US Said to have Tapes of a Drug Agent’s ”, The New York Times, 16 de febrero de 1986. Disponible en:http://www.nytimes.com/1986/02/16/us/us-said-to-have-tapes-of- a-drug-agent-s-torture.html

[67] Associated Press, “Tapes of Agent Slain by Captors: ‘Don't Hit Me,’” 6 de agosto de 1988. Obtenido mediante The New York Times. Disponible en:http://www.nytimes.com/1988/08/06/us/tapes-of-agent-slain-by-captors-don-t-hit-me.html

[68] Christopher Lehmann-Haupt, “Books of The Times; Behind the Torture-Death of a US Drug Agent”, The New York Times, 13 de octubre de 1988. Disponible en: http://www.nytimes.com/1988/10/13/books/books-of-the-times-behind-the-torture-death-of- a-us-drug-agent.html

[69] Esta fuga implicó un presunto soborno, que se cree que fue de 1 o 2 millones de dólares. Vea: US Congress, House Committee on Foreign Affairs, op. cit., p. 77. Vea también: Senado de Estados Unidos, “Drugs, Law Enforcement and Foreign Policy: A Report Prepared by the Subcommittee on Terrorism, Narcotics and International Operations of the Committee on Foreign Relations” (a.k.a., the Kerry Committee Report), Diciembre de 1988, p. 77.

[70] Julie Marie Bunck y Michael Ross Fowler, “Bribes, Bullets, and Intimidation: Drug Trafficking and the Law in Central America” (University Park, PA, 2012), p. 276.

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[71] Collier, Robert. “Honduras Drug Traffic Quietly Overlooked.” Pacific News Service, 20 de mayo de 1988. Vea también: Larry Rohter, “Seized Honduran: Drug Baron or a Robin Hood?”, The New York Times, 16 de abril de 1988. Disponible en: http://www.nytimes.com/1988/04/16/world/danli- journal-seized-honduran-drug-baron-or-a-robin-hood.html

[72] Larry Rohter, “Seized Honduran: Drug Baron or a Robin Hood?”, The New York Times, 16 de abril de 1988. Disponible en:http://www.nytimes.com/1988/04/16/world/danli-journal-seized- honduran-drug-baron-or-a-robin-hood.html

[73] Ibíd.

[74] Loren Jenkins, “US Reported to Blame Colonel for Honduran Delay During Riot”, Washington Post, 12 de abril de 1988. Disponible en:http://www.washingtonpost.com/archive/politics/1988/04/12/us-reported-to-blame-colonel- for-honduran-delay-during-riot/4b7a01e8-6992-411f-b4eb-68a6ed91d3fe/

[75] Julie Marie Bunck y Michael Ross Fowler, “Bribes, Bullets, and Intimidation: Drug Trafficking and the Law in Central America” (University Park, PA, 2012), p. 276.

[76] US Congress, House Committee on Foreign Affairs, “Narcotics review in Central America…” op. cit., p. 79.

[77] Ibíd.

[78] Rohter, “Military Infighting Seen Behind Honduran’s Arrest”, The New York Times, 15 de abril de 1988. Disponible en:http://www.nytimes.com/1988/04/15/world/military-infighting-seen- behind-honduran-s-arrest.html

[79] Ibíd.

[80] US Congress, House Committee on Foreign Affairs, “Narcotics review in Central America…” op. cit., p. 79.

[81] En mayo de 1988, las autoridades de Estados Unidos arrestaron al hermanastro del general Regalado, coronel Rigoberto Regalado, en Miami, cuando encontraron cerca de 26 kilos de cocaína en su equipaje. El coronel Regalado era el embajador de Honduras en Panamá en ese momento. (Vea: Stephen Kinzer, “' Trust of Military Leaders Plummets With Drug Arrest”, 25 de mayo de 1988. Disponible en:http://www.nytimes.com/1988/05/25/world/hondurans-trust-of-military-leaders-plummets- with-drug-arrest.html)

[82] US Congress, House Committee on Foreign Affairs, “Narcotics review in Central America…” op. cit., p. 3.

[83] Ibíd.

[84] Ibíd, p. 37.

[85] Elaine Sciolino, “Drugs and Honduras: US Concerned”, The New York Times, 17 de febrero de 1988. Disponible en:http://www.nytimes.com/1988/02/18/world/drugs-and-honduras-us- concerned.html

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[86] Noveno Circuito de Apelaciones de Estados Unidos, “USA v Matta Ballesteros”, No. 91-50336, 1995.

[87] Rohter, “Military Infighting Seen Behind Honduran’s Arrest”, The New York Times, 15 de abril de 1988. Disponible en:http://www.nytimes.com/1988/04/15/world/military-infighting-seen- behind-honduran-s-arrest.html

[88] Associated Press, “Honduran leader acts to put down anti-U.S. protests”, 9 de abril de 1988. Disponible en:http://www.nytimes.com/1988/04/09/world/honduran-leader-acts-to-put-down- anti-us-protests.html

[89] John H. Lee, “Camarena Figure Gets 3 Life Terms”, 9 de mayo de 1991. Disponible en: http://articles.latimes.com/1991-05-09/local/me-1914_1_honduran-juan-matta-ballesteros

[90] James LeMoyne, “Military Officers in Honduras Are Linked to the Drug Trade”, New York Times, 12 de febrero de 1988. Disponible en:http://www.nytimes.com/1988/02/12/world/military- officers-in-honduras-are-linked-to-the-drug-trade.html

[91] Entrevista de InSight Crime con coronel del ejército que prefiere mantenerse anónimo. Tegucigalpa. Fecha:

[92] Falta nota al pie.

[93] Entrevista de InSight Crime con analista político que prefiere mantenerse anónimo. Tegucigalpa, 25 de abril de 2014.

[94] Entrevista de InSight Crime, periodista (anónimo?), Honduras.

[95] Rohter, “Military Infighting Seen Behind Honduran’s Arrest”, The New York Times, 15 de abril de 1988. Disponible en:http://www.nytimes.com/1988/04/15/world/military-infighting-seen- behind-honduran-s-arrest.html

[96] El Heraldo, “Poder Ejecutivo es el responsable exclusivo de la extradición de Matta”. 7 April, 1988.

[97] El Heraldo, “Bueso Peñalba: no se podía deportar”. 6 April, 1988.

[98] Kyra Gurney, “Confiscación de inmuebles de narco vinculado a la CIA es el más reciente golpe contra la impunidad en Honduras”, InSight Crime, 4 de agosto de 2014. Disponible en: http://es.insightcrime.org/noticias-del-dia/confiscacion-inmuebles-narco-vinculado-cia- reciente-golpe-contra-impunidad-honduras?highlight=WyJreXJhIl0=

[99] Hilda Caldera y Gustavo Alfredo Landaverde, “Comportamiento reciente del narcotráfico, el crimen organizado y maras en Honduras”, United Nations Development Programme (UNDP), p. 284.

Vea también: El Tiempo, “Tras el rastro de Matta Ballesteros”, 10 de septiembre de 1993. Disponible en:http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-218609

[100] Ibíd, p. 285. Vea también: El Tiempo, “Así vive la esposa de un capo de la mafia, fugitiva en Bogotá”, 3 de abril de 2005. Disponible en:http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM- 1626554

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[101] El Tiempo, “Así vive la esposa de un capo de la mafia, fugitiva en Bogotá”, 3 de abril de 2005. Disponible en:http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-1626554

[102] Caldera y Landaverde, op. cit., p. 285.

[103] La Prensa, “Como ‘payasada’ califica el hijo de Matta Ballesteros la incautación de bienes”,, 1 de agosto de 2014. Disponible en:http://www.laprensa.hn/honduras/tegucigalpa/734126- 98/como-payasada-califica-el-hijo-de-matta-ballesteros-la-incautaci%C3%B3n-de-bienes

[104] Gurney, “Confiscación de inmuebles de narco vinculado a la CIA…”, op. cit.

[105] El Heraldo, “Así fue la extradición del hondureño Carlos el ‘Negro’ Lobo”, 9 de mayo de 2014. Disponible en:http://www.elheraldo.hn/pais/707599-364/as%C3%AD-fue-la-extradici%C3%B3n- del-hondure%C3%B1o-carlos-el-negro-lobo

[106] Marguerite Cawley, “¿Qué sigue en la repentina lucha antidrogas deHonduras?”, InSight Crime, 8 de octubre de 2014. Disponible en: http://es.insightcrime.org/noticias-del-dia/que-sigue- lucha-antidrogas-honduras

[107] Entrevista de InSight Crime con funcionario de antinarcóticos que prefiere mantenerse anónimo. Estados Unidos, por teléfono, 2 de agosto de 2014.

[108] Marguerite Cawley, “Honduras aprueba ley para derribar avionetas con drogas, Bolivia está lista para seguirle los pasos”, InSight Crime, 20 de enero de 2014. Disponible en: http://es.insightcrime.org/noticias-del-dia/honduras-aprueba-ley-para-derribar-avionetas-con- drogas-bolivia-esta-lista-para-seguirle-los-pasos

[109] Marguerite Cawley, “Casi la mitad de los traficantes hondureños buscados por Estados Unidos han sido capturados”, InSight Crime, 7 de octubre de 2014. Disponible en: http://es.insightcrime.org/noticias-del-dia/mitad-traficantes-hondurenos-buscados-ee-uu- capturados

[110] Varias entrevistas de InSight Crime con agentes antinarcóticos hondureños y extranjeros en 2015.

[111] Steven Dudley, “Las enseñanzas de un exgeneral para la policía deHonduras: Entrevista”. InSight Crime, 2 de marzo de 2015. Disponible en:http://es.insightcrime.org/analisis/exgeneral- quiere-ensenarle-policia-honduras-entrevista

[112] Hector Calix, “Juan Orlando, empresario y político que sueña con gobernar Honduras”, El Heraldo, 16 de noviembre de 2012. Disponible en:http://www.elheraldo.hn/alfrente/565512- 209/juan-orlando-empresario-y-politico-que-suena-con-gobernar-honduras

[113] Vea, por ejemplo, El Heraldo, “Exministro Héctor Guillén firmó un contrato "a precio de gallo muerto”, 2 de agosto de 2012. Disponible en:http://www.elheraldo.hn/alfrente/565303- 214/exministro-h%C3%A9ctor-guill%C3%A9n-firm%C3%B3-un-contrato-a-precio-de-gallo-muerto

[114] Charles Parkinson, “Congreso de Honduras vota a favor de fuerza de policía militar”, InSight Crime, 19 de agosto de 2013. Disponible en:http://es.insightcrime.org/noticias-del-dia/congreso- de-honduras-vota-a-favor-de-fuerza-de-policia-militar==

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Élites y Crimen Organizado

[115] Arron Daugherty, “Presidente de Honduras ignora al Congreso en cuanto a la policía militar”, InSight Crime, 27 de enero de 2015. Disponible en:http://es.insightcrime.org/noticias-del- dia/presidente-de-honduras-ignora-al-congreso-en-cuanto-a-la-policia-militar

[116] Daniel Valencia Caravantes, “Un western llamado Honduras”, El Faro, 20 de mayo de 2013. Disponible en:http://www.salanegra.elfaro.net/es/201305/cronicas/12118/Un-western-llamado- Honduras.htm

[117] El Heraldo, “Borjas: Juan Carlos Bonilla implicó a Óscar Álvarez”, 6 de abril de 2013. Disponible en: http://www.elheraldo.hn/pais/332175-364/borjas-juan-carlos-bonilla- implic%C3%B3-a-%C3%B3scar-%C3%A1lvarez

[118] Para más información sobre Alexander Ardón, vea: Douglas Farah y Carl Meacham, “Alternative Governance in the Northern Triangle: Finding Logic within Chaos,” Center for Strategic and International Studies, September 2015. Disponible en:http://csis.org/files/publication/150911_Farah_AlternativeGovernance_Web.pdf

[119] La Tribuna, “Inauguran en Tocoa una moderna estación de servicio”, 3 de enero de 2012.

[120] Mimi Yagoub, “¿Fue el asesinato de 'Chepe Luna' de El Salvador un golpe criminal o sólo negocios?”, InSight Crime, 27 de junio de 2014. Disponible en: http://es.insightcrime.org/noticias- del-dia/fue-asesinato-chepe-luna-el-salvador-golpe-criminal-o-solo-negocios

[121] Loren Riesenfeld, “Hijo del expresidente de Honduras capturado por narcotráfico”, InSight Crime, 22 de mayo de 2015. Disponible en:http://es.insightcrime.org/noticias-del-dia/hijo- expresidente-honduras-capturado-narcotrafico=

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Élites y Crimen Organizado Los Cachiros

Por Steven Dudley

omo suele suceder en Honduras, las noticias comenzaron como un rumor entre los ricos: Javier Rivera Maradiaga, el mayor de los tres hermanos C Rivera Maradiaga que siguen vivos y cabecilla del temido y poderoso grupo narcotraficante hondureño conocido como Los Cachiros, se había entregado a las autoridades de Estados Unidos para enfrentar acusaciones de narcotráfico. Pocos días después, se filtró a los medios sociales, luego a la radio,1 y luego a varios periódicos.2 Pronto, estuvo fuera de dudas que Javier estaba bajo custodia de Estados Unidos. Más aún, el hermano de Javier, Devis Leonel, y posiblemente su otro hermano, Santos Isidro, se habían entregado también para enfrentar los cargos.

Los detalles de su entrega eran vagos. Una de las versiones más difundidas decía que se habían entregado en la Embajada de Estados Unidos en Tegucigalpa.3 Pero otros decían que había sucedido en una isla del Caribe, probablemente en las Bahamas.4 Y otros más contaron a InSight Crime que ocurrió en el mar, en aguas internacionales.5 El resultado fue el mismo: el núcleo de un grupo del que pocos en Honduras hablaba hacía unos cuantos años se encontraba en custodia estadounidense.

El momento no fue coincidencia. Los Cachiros habían estado prácticamente fugitivos en su propio país durante años. Aun cuando no enfrentaban cargos criminales en Honduras, el gobierno estadounidense los había convertido en el paradigma por excelencia del narcotráfico internacional en el país cuando en 2013 el Tesoro de Estados Unidos anunció que apuntaba a los activos del grupo. Sucedió 60 es.InSightCrime.org

Élites y Crimen Organizado por una buena razón. La organización, que se inició como una familia de ladrones de ganado, había crecido hasta crear multimillonario un imperio que incluía actividades legales e ilegales en todo el litoral norte. Financiaban campañas políticas e incluso tenían una acción en un conocido equipo de fútbol.

Lo más importante, las empresas de Los Cachiros se habían cruzado con importantes miembros de la élite hondureña. Dichas élites incluían algunos de los nombres más sólidos de los círculos empresariales y políticos en Honduras. Las asociaciones comerciales, como indican los registros, eran claras, pero las relaciones políticas y empresariales que sostenían las élites con los Rivera Maradiaga eran confusas. ¿Sabían las élites con quiénes trataban? ¿Se conocía el origen de la riqueza de Los Cachiros? ¿Tenía alguna importancia si Los Cachiros no tenían acusaciones penales en Honduras? Estas son preguntas que pocos se hacen en lugares como Honduras. El dinero puede paliar la mayoría de transgresiones, en especial con índices de impunidad cercanos al percentil 90.

Pero siempre hay una remota posibilidad de que pudiera filtrarse algo de información por fuera de los círculos más cercanos del poder a agentes estadounidenses algo menos condescendientes. Este parecía el peligro con Los Cachiros quienes, más que buscar responder por su pasado, parecían estar huyendo al único lugar seguro que les quedaba. En los días que siguieron a su entrega, Óscar Álvarez, un influyente congresista y exministro de Seguridad, anunció que las personas que habían “estado vinculadas [con Los Cachiros] debían estar muy preocupadas”.6 Más adelante, los informes de prensa dijeron que los hermanos estaban cooperando con la justicia estadounidense a cambio de la seguridad de su familia y allegados.7

Justo lo que Los Cachiros temían se había visto claramente en los días anteriores a los informes de su dramática entrega. Su red incluía un amplio círculo de testaferros y agentes políticos que tenían la misma o más información incriminatoria sobre sus contactos con las élites de Honduras del tipo que Álvarez citaba. Entre esos agentes había un hombre llamado Juan Gómez Meléndez. Gómez era un exgobernador y exdiputado que en algún momento comenzó a administrar negocios de Los Cachiros.8 Al igual que ellos, había rumores de que Gómez se entregaría a las autoridades estadounidenses, pero él no tuvo tanta suerte como los hermanos Rivera Maradiaga. Fue asesinado cuando salía de un banco en la ciudad de Tocoa,9 sede de facto deLos Cachiros por más de una década antes de escapar al sistema penal de Estados Unidos.

Según al menos un informe de prensa, el asesinato de Gómez reafirmó la decisión de Los Cachiros de huir a los brazos de Estados Unidos.10 Durante años, habían provisto una inyección de recursos importante al sistema bancario, las industrias agrícola y turística y a las arcas de diferentes partidos políticos. A cambio, habían 61 es.InSightCrime.org

Élites y Crimen Organizado gozado de una racha como una de las organizaciones de narcotráfico más poderosas del istmo. Pero como lo mostró con claridad el homicidio de Gómez, esa racha había llegado a su fin, y estaban en peligro de ser asesinados también. En otras palabras, Los Cachiros comprendieron que su utilidad para la élite hondureña había llegado a su fin. Era hora de irse, mientras aún pudieran hacerlo.

Antecedentes - El noreste de Honduras y el desarrollo en el aislamiento

La zona costera noreste donde operaban Los Cachiros abarca los departamentos de Colón, partes de Gracias a Dios y Olancho, y se extiende hacia el occidente hasta la ciudad de San Pedro Sula. La región ha estado en la extraña posición de ser el centro de enormes proyectos de desarrollo agrícola, pero de poca infraestructura. La Trujillo Railroad Company, subsidiaria de la United Fruit Company, funcionaba desde el departamento de Colón a comienzos del siglo XX. Durante un agresivo proyecto de reforma agraria durante los años setenta y ochenta, se distribuyeron grandes extensiones de tierra a grupos campesinos, pero las agroindustrias como la Standard Fruit Company, subsidiaria de Dole Food Company, siguen operando en la zona.

En los años noventa, con una ley que permitía vender la tierra a propietarios privados, parte de la tierra pasó a las manos de grandes intereses agrícolas, en especial Miguel Facusse, uno de los hombres más acaudalados de Honduras. Hasta el día de hoy sigue en disputa el proceso, el cual se analiza adelante en más detalle. Basta decir que Facusse y muchos otros han desarrollado desde entonces grandes plantaciones de palma africana que se extienden a lo largo y ancho de lo que se conoce como valle del Bajo Aguán, una región fértil con numerosos ríos que hace de ésta un área atractiva para la agricultura. Otras grandes industrias; principalmente la ganadería y la minería, también están presentes y han aumentado su tamaño e importancia en el área.

Pese a la presencia de estos grandes intereses económicos, la zona permanece hasta el día de hoy aislada de las estructuras centrales de gobierno de Hondurasen Tegucigalpa. Sólo una carretera importante conduce a la capital financiera del país, San Pedro Sula. De hecho, la primera carretera pavimentada de cualquier ciudad en la región —desde La Ceiba a Trujillo— no estuvo terminada hasta los años ochenta.

El único desarrollo importante de esta área puede atribuirse en su mayor parte a su tremendo acceso al mar, que ha contribuido a atraer también algo de turismo. Esa realidad permite explicar porqué Trujillo fue la primera capital deHonduras y la principal puerta, y el primer lugar, donde las naves españolas atracaron en el

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Élites y Crimen Organizado continente centroamericano. Los esfuerzos por repeler las continuas incursiones de piratas llevaron a muchos a huir tierra adentro, lo que explica los asentamientos más grandes, como Tocoa, que son, en la actualidad, los centros de la actividad económica y política en la zona, aun cuando Trujillo se mantiene como la capital política del departamento.

Dado el relativo aislamiento del área, es de esperarse que su actividad económica esté más centrada en el comercio a lo largo de la costa y con otros países del Caribe que con la parte central del país. En el siglo XIX, familias de la élite, como los Castillo y los Julia, que formaron la corporación “Julia & Castillo”, exportaban ganado a Cuba.11 Otra familia, los Crespo, importaban licor de Cuba.12 Posteriormente, la familia Crespo se emparentó por matrimonio con otra familia de la élite, los Melhado, para formar el núcleo de una élite político- económica que dominaría las actividades políticas y económicas de la zona hasta finales del siglo XX.

Ya fuera por razones políticas o económicas, estas élites trabajaron arduamente para mantener el área por sí mismos. Para citar un ejemplo, José Castillo Melhado, diputado de Colón en los años treinta, ayudó a la Truxillo Railroad Company a librarse de una obligación contractual con el gobierno que habría llevado a la construcción de una vía férrea entre Trujillo y Tegucigalpa. Entretanto, las élites siguieron desarrollando las zonas costera y el interior para recibir y procesar importaciones de lugares tan remotos como Inglaterra.13 Este relativo aislamiento también puede haber facilitado las actividades ilícitas de esas élites. Por lo menos un investigador indica que las élites se beneficiaron del contrabando, en gran parte de Inglaterra.14 Pero, aunque parece un escenario muy probable, InSight Crime no pudo hallar documentación alguna que respaldara esas afirmaciones.

Como en el resto de Honduras, muchas de las élites del noreste eran de procedencia extranjera. La familia Glynn, descendientes de inmigrantes ingleses, operaban la lucrativa Truxillo Railroad Company. Los Glynn se convirtieron a la larga en unas de las familias importadoras-exportadoras más destacadas de la zona, así como grandes hacendados y ganaderos.15 Esas familias llegaron a dominar la esfera política en el noreste y ocuparon muchos cargos diplomáticos, en especial en Inglaterra, Estados Unidos y España.

En los años setenta y ochenta, el noreste se convirtió en el centro de la experimentación y el desarrollo alternativo, proceso que facilitó la llegada de otras élites a la zona. Bajo el dominio de un dictador militar en dos ocasiones, el General Oswaldo López Arellano, el país emprendió una reforma agraria que demandó la expropiación de más de 600.000 hectáreas, buena parte de las cuales serían de la Standard Fruit Company.16 Esa ambiciosa propuesta fue truncada por motivos políticos, pero algo de la tierra de la compañía pasó a las manos de cooperativas 63 es.InSightCrime.org

Élites y Crimen Organizado agrarias, que, con ayuda del gobierno, formaron la Empresa Asociativa Campesina de Isletas (EACI).

Durante algunos años, la EACI fue la envidia de las cooperativas de toda Centroamérica. Exportaba banano, y sus operadores se convirtieron en importantes líderes sociales y políticos en la región. Pero la EACI tuvo una corta vida. Sufrió de corrupción, y el gobierno militar persiguió en forma sistemática a sus líderes durante los años ochenta. Sus ventas cayeron, y en una negociación muy controvertida a comienzos de los noventa, se vendieron hasta 8.000 hectáreas a varios compradores, entre los que se contaban la Standard Fruit y empresarios como Miguel Facusse.17 El negocio de la tierra con Facusse ha estado en el centro de una batalla contenciosa y casi sin tregua entre lo que queda de las cooperativas que conformaron la base de la EACI, de un lado, y Facusse y otros, en la parte antagonista. Como veremos con Los Cachiros, los actores criminales han aprovechado esta conmoción para promover sus intereses particulares.

La venta de la tierra fue el inicio de un cambio a gran escala en las élites del noreste. El poder de las élites tradicionales importadoras-exportadores y latifundistas en el área decayó hasta cierto punto, mientras que la élite transnacional, en particular Facusse, entró con fuerza a la zona. Lo que queda es una combinación de las diferentes élites descritas en la introducción a la parte de Honduras. Élites tradicionales son actores importantes en la región. Ramón Lobo, exdiputado y hermano del expresidente Porfirio Lobo, está a la cabeza de ellos, pero otros, como Óscar Nájera —otro diputado— son también grandes terratenientes en el Bajo Aguán.

La combinación de la reforma agraria, los programas de incentivos del gobierno y el surgimiento de la industria de la palma africana ha apuntalado la población en la región. Datos del censo muestran que la población de Tocoa creció cuatro veces en los últimos cinco lustros del siglo XX.18 No es claro que la economía haya mantenido un crecimiento suficiente para soportar este rápido aumento de la población. La palma africana, por ejemplo, es intensiva en mano de obra al comienzo, pero no a largo plazo.

Éste es el vacío que llena la nueva economía criminal en la región. Es difícil cuantificar el papel del crimen crimen organizado en el desarrollo de la zona. Numerosos expertos regionales señalaron a los investigadores de InSight Crime19 que, muy al comienzo, una mayor actividad económica da a los criminales la oportunidad de blanquear sus ganancias. Pero otros declararon que las ganancias criminales son un motor importante de la actividad económica y con seguridad un generador de empleo. Aunque es imposible determinar la magnitud y el alcance de la influencia criminal —como se evidencia en el caso de Los

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Élites y Crimen Organizado Cachiros—, esta es significativa. Y esa influencia se ha extendido a las esferas política, económica y social de la vida de la región.

Los Cachiros

Fuente: Departamento del Tesoro de Estados Unidos

Los Cachiros fueron uno de los grupos criminales más importantes de Honduras en las dos últimas décadas. En el centro del grupo se encontraba la familia Rivera Maradiaga. La familia es oriunda de Cayo Sierra, un pueblo en las afueras de Tocoa. Al decir de muchos, las actividades delincuenciales de la familia comenzaron con el robo de ganado.20 Un funcionario de inteligencia hondureño comentó que la familia también estuvo involucrada en el robo de autos.21 Las actividades de la familia en el hampa aumentaron cuando entraron en contacto y comenzaron a trabajar directamente con Jorge Aníbal Echeverría Ramos, alias “El Coque”. Se sabe menos sobre El Coque, pero parece haber sido el cabecilla de otra organización de tráfico, robo y contrabando, cuya suerte, junto con la de Los Cachiros, iba en ascenso a comienzos de la década de 2000.

65 es.InSightCrime.org

Élites y Crimen Organizado En ese momento, Honduras estaba cobrando importancia como corredor para la cocaína que era movida hacia el norte. Las razones son muchas, pero se centran principalmente en el control que asumían los grupos criminales mexicanos sobre la cadena de distribución de sus homólogos colombianos. El corredor natural para el transporte de cocaína para estos grupos mexicanos es Centroamérica. Los aumentos en las incautaciones de drogas en Centroamérica en este periodo confirman esa tendencia.22 El mayor volumen de drogas implicaba mayores ganancias para organizaciones como la de El Coque y Los Cachiros.

El Coque tenía aliados poderosos que le ayudaron a crecer para convertirse en una fuerza formidable. Informes de los medios lo conectaban con Margarita Lobo, hija de Ramón Lobo, el peso pesado de la política mencionado anteriormente.23 Lobo era diputado en esa época. Su hermano, Porfirio, era el presidente del Congreso y llegaría a ser presidente de Honduras algunos años después. Ramón Lobo nunca ha sido acusado de tráfico de drogas ilegales o cualquier cosa relacionada con actividades del crimen organizado

El Coque también se ganó poderosos enemigos, incluyendo Los Cachiros. No es claro porqué ocurrió la ruptura. Un informe dice que El Coque asesinó a un miembro de la familia Rivera Maradiaga24, pero no hay una versión definitiva. Lo que sí es claro es que en algún punto hubo una separación violenta, y Los Cachiros pasaron a la ofensiva. Primero, asesinos intentaron matar a El Coque en San Pedro Sula, dejando 25 agujeros de bala en uno de sus vehículos e hiriendo a Margarita Lobo en la operación.25 El Coque sobrevivió y huyó a Cuba, luego a Costa Rica, donde otra cuadrilla de sicarios intentó asesinarlo una segunda vez. Después de que esa también fallara, El Coque se fue a Panamá, donde fue arrestado y devuelto a Honduras. En su cuarto día en la cárcel, varios sicarios le dispararon tres veces, y lo asesinaron.26

Dirigidos por Javier, el mayor de los hermanos, Los Cachiros se tomaron el control de algunas de las rutas de cocaína más importantes en el istmo. Colón tiene una ubicación estratégica a lo largo de la costa noreste: al oriente se encuentra el departamento de Gracias a Dios, y al sur está Olancho. Estos tres departamentos se han convertido en algunas de las mejores áreas para el aterrizaje de pequeñas aeronaves que traen droga de Suramérica, en parte debido a la infraestructura dejada por la economía agroexportadora que alguna vez floreció en la zona. Hay poca presencia estatal y vastos tramos de tierra que se usan para crear campos de aterrizaje clandestinos provisionales. También hay grandes extensiones de plantaciones de palma africana y otros negocios agroindustriales que pueden ayudar a camuflar el almacenamiento y movimiento de productos ilícitos. Además, la costa recibe drogas por mar, transportadas por lanchas rápidas y barcos pesqueros.

66 es.InSightCrime.org

Élites y Crimen Organizado Hay motivos para creer que grandes hacendados facilitan al menos algo del movimiento de las mercancías ilícitas por la zona. Un cable diplomático de Estados Unidos, con fecha del 19 de marzo de 2004, divulgado por WikiLeaks, dice que una avioneta no autorizada que transportaba cerca de una tonelada de cocaína aterrizó unos días antes en la hacienda de Miguel Facusse.27 El cable afirma que Facusse mismo le dijo a la policía que la nave había aterrizado el 16 de marzo, y que los guardias de su propiedad le habían disparado a la avioneta, que estalló en llamas. Sin embargo, el cable diplomático arrojaba dudas sobre la versión de los eventos dada por Facusse. El cable, citando a la policía y otras “fuentes”, indica que el avión aterrizó el 14 de marzo; unos 30 hombres armados descargaron la cocaína y luego incendiaron la aeronave.

“La propiedad de Facusse está fuertemente vigilada y el prospecto de que algunas personas pudieran acceder a la propiedad y, sin autorización, usar la pista aérea es cuestionable”, señala el cable. “Además, la declaración de Facusse obviamente contradice otra información recibida de la fuente de seguridad del Estado sobre la fecha real del evento y la inteligencia del TAT [Equipo de Análisis Táctico] sobre la pista aérea el 14 de marzo”.

No hay evidencia que indique que esta cocaína hacía parte de los tratos comerciales ilícitos de Los Cachiros en la zona. De hecho, como se detalla abajo, es posible que Los Cachiros hayan trabajado contra los intereses de Facusse, fomentando las incursiones armadas en sus tierras. Los Cachiros mismos también tienen suficiente tierra en la que moverse, almacenar y despachar productos ilegales. Como se señala en mayor detalle más adelante, poseen grandes cantidades de palma africana y ganado y tienen otra infraestructura y empresas que facilitan estas actividades sin tener que depender de otros. Lo sucedido en la tierra de Facusse es más digno de mención como un medio para ilustrar la oportunidad —o el riesgo, dependiendo de la interpretación que se le dé al evento— para los mayores latifundistas del lugar.

El área también ofrece una enorme fuerza laboral. Pescadores y operadores de barcos subempleados o sin trabajo están disponibles para recibir y almacenar las mercancías ilícitas. También pueden ayudar a reaprovisionar de combustible los botes y servir como vigías. Una gran población indígena aislada y marginada que se extiende hasta Nicaragua ofrece servicios adicionales para las actividades ilícitas. Un presunto cómplice de Los Cachiros, Bismarck Antonio Lira Jirón, fue arrestado en Nicaragua, donde las autoridades lo acusaron de lavado de dinero, entre otros delitos, después de descubrir sus ofertas multimillonarias para la compra de tierras en diferentes partes del país.28

Al decir de muchos, Los Cachiros eran una organización muy unida. Mantenían la mayoría de sus tratos entre la familia y amigos cercanos. Si bien Javier era el líder, sus hermanos, Devis Leonel y Santos Isidro, se encargaron de otros temas 67 es.InSightCrime.org

Élites y Crimen Organizado relacionados con lo militar y comercial. Su padre, su madre y su hermana y por lo menos un primo participaban también en la parte comercial. Sin embargo, para dirigir su negocio de tráfico de cocaína, la organización tenía que subcontratar gran parte de sus operaciones a otros grupos de menor tamaño. Estos incluían un fondo de marinos y transportadores en tierra, mecánicos, abogados y otra infraestructura necesaria para mantener el buen funcionamiento de sus operaciones.

A lo largo de su existencia, la organización tuvo que desarrollar contactos dentro de las fuerzas de seguridad. La más importante fue la policía. La policía hondureña es conocida como una de las más corruptas en el hemisferio y ha sido vinculada a casos de narcotráfico, redes de robo de autos, empresas de extorsión y escuadrones de la muerte. Los intentos de depurar la policía han fallado en su mayoría y han llevado a la renuncia de por lo menos un ministro de seguridad.29 La policía está, en esencia, al servicio del mejor postor.

En Colón, Los Cachiros presuntamente tenían al jefe de la policía en su nómina, y por lo general los funcionarios debían pagar un precio para ganar ese puesto.30 Estos policías formaban su primer anillo de protección. Garantizaban que el grupo y sus asociados se enteraran de cualquier presencia o actividad de fuerzas de seguridad. La influencia de los Cachiros llegó a las más altas jerarquías de la institución. La lista de sospechosos de colaborar recogida por los investigadores de InSight Crime incluye a un exdirector de la policía nacional de Honduras. Ninguno de estos policías ha sido investigado o imputado por las autoridades, lo que hace difícil declarar con algún grado de certeza lo que conllevó esa relación.

Los Cachiros también trabajaron para infiltrar otros sectores de las fuerzas de seguridad. El militar a cargo de Colón dijo a InSight Crime que su conductor trabajaba con el grupo criminal hasta que lo transfirió. También comentó que había perdido la confianza en los demás soldados. (Este oficial susurraba las respuestas mientras sus tropas estaban cerca). El grupo criminal también había intentado infiltrar a su gente en cargos importantes del Ministerio de Seguridad. Un emisario, diputado de Colón, Juan Ramón Salgado Cuevas, fue asesinado en 2006 después de no lograr colocar al candidato de Los Cachiros en el ministerio, confiaron fuentes de inteligencia a InSight Crime.31 (Salgado Cuevas, cabe anotar, también representó al hijo de Ramón Lobo durante su juicio penal).

Los Cachiros mantenían contactos en los más altos escalones del sistema judicial y las fuerzas de seguridad, según hallaron los investigadores de InSight Crime. Antes de su vuelo a Estados Unidos, miembros de la familia Rivera Maradiaga habían sido arrestados por lo menos en dos ocasiones, pero no se les había imputado cargo alguno. Según varios funcionarios hondureños entrevistados por los investigadores de InSight Crime, Devis Leonel aún afronta cargos por intento de asesinato a raíz del ataque en 2003 en el que resultó herida Margarita Lobo; y Santos Isidro tiene 68 es.InSightCrime.org

Élites y Crimen Organizado una orden de arresto por posesión ilegal de armas. Pero aun después de que el Tesoro de Estados Unidos los clasificara como “capos” en 2013, y las autoridades hondureñas comenzaran a apuntar y confiscar numerosos activos, los miembros de la familia no afrontaron cargos penales por narcotráfico en Honduras. Más aún, para la época en que las autoridades alcanzaron sus cuentas bancarias para confiscar el dinero, esas cuentas se habían vaciado.32

El modelo de negocios de Los Cachiros funcionaba. Acumularon considerable riqueza con su proyecto ilícito. Las autoridades ofrecen estimativos muy variados sobre cuánta cocaína se mueve por el área de influencia de Los Cachiros, pero coinciden en que es importante, o por lo menos que estaba a la altura del grupo. En el extremo más bajo, las autoridades dijeron que el grupo movía entre una y dos toneladas por mes; en el extremo más alto, lo ubicaron entre cuatro y cinco toneladas mensuales. El rango de ganancias mensuales era por consiguiente entre US$2 millones y US$12,5 millones.33 Las autoridades dicen que el grupo también controlaba la distribución local de cocaína, el tráfico de personas y posiblemente otras actividades delincuenciales en su área de influencia.

Los Cachiros canalizaron de manera sostenida su ganancia a la economía lícita y se posicionaron como importantes actores políticos y económicos en el ámbito nacional. En septiembre de 2013, cuando las autoridades hondureñas y estadounidense comenzaron a confiscar las propiedades de la organización, funcionarios de Estados Unidos y Honduras estimaron los activos del grupo en US$500 millones y en US$800 millones, respectivamente.34 En una entrevista, un alto funcionario de la Oficina Administradora de Bienes Incautados del país (OABI), indicó que el valor de los activos se acerca a los US$300 millones.35

Las empresas jugaban un papel importante en la economía regional y nacional. El negocio de ganadería del grupo, Ganaderos Agricultores del Norte, fue uno de los mayores proveedores de carne en el noreste, y, según un comprador de esa carne, en el país.36 Habían comprado y explotado por lo menos dos hoteles y un zoológico y ecoparque llamado Joya Grande. Al parecer tenían una participación importante en las operaciones del club de fútbol de Tocoa, Real Sociedad, si bien esas conexiones pueden haberse terminado después de las sonadas acciones contra la familia por parte de Estados Unidos. Más recientemente, se habían diversificado entrando en la minería. En total, las autoridades hondureñas informaron haberse incautado de 128 activos diferentes de los Cachiros,37 incluyendo una empresa transportadora, una compañía de seguridad, varias grandes parcelas de tierra, una tienda de ropa, una estación de gasolina y decenas de millones en efectivo.38

Los Cachiros también tenían extensas plantaciones de palma africana en la región del Bajo Aguán cerca de su base de operaciones de facto, Tocoa, así como en el departamento de Cortés; eran los propietarios de una de las pocas plantas de 69 es.InSightCrime.org

Élites y Crimen Organizado procesamiento de palma africana del país, de la cual un funcionario estadounidense afirmó que no estaba en operación.39 La industria de la palma africana es propicia a la infiltración del crimen organizado en muchas etapas: requiere de grandes extensiones de tierra donde es fácil implementar y mantener ocultas pistas de aterrizaje clandestinas; tiene transacciones regulares en efectivo; usa muchos vehículos, incluyendo camiones para transportar todo tipo de productos; entrada de químicos y salidas de productos, lo cual facilita el movimiento de productos ilícitos y actividades de lavado de dinero, y conexiones con otros grandes proyectos agroindustriales, más el poder político que ello conlleva. Las empresas tradicionales agroindustriales como el ganado son pilares para los intereses ilícitos por muchas de las mismas razones.

Los Cachiros y las élites transnacionales

Fuente: Departamento del Tesoro de Estados Unidos

Los Cachiros utilizaron sus negocios lícitos y su participación en el proceso político para acercarse a las élites. Este contacto parece haber llevado a algunos arreglos comerciales y probablemente a algunas contribuciones de campañas, si bien, como se señaló al comienzo, la evidencia es escasa. Los Cachiros, como la mayor parte de las empresas criminales, usaron apoderados para estar al frente de sus negocios y 70 es.InSightCrime.org

Élites y Crimen Organizado parecen haber dado contribuciones en efectivo (aunque es posible que hayan hecho grabaciones en video de algunos de sus encuentros).40 También usaron intermediarios para negociar con sus socios. Dado que los miembros del grupo no suelen estar inscritos como los directores de las empresas, y dado que no manejan directamente los negocios o las relaciones políticas, es imposible saber si sus socios tenían conocimiento de que trabajaban con presuntos criminales a menos que en algún punto hayan sido incriminados. Por consiguiente, la evidencia aquí presentada es en gran parte circunstancial y no debe ser considerada una acusación formal de cualquier delito.

Es posible que la interacción comercial más importante entre Los Cachiros y las élites transnacionales se diera en el sector bancario. El sector bancario, como se señaló anteriormente, es uno de los más importantes en Honduras y está controlado en gran parte por las élites transnacionales. Ha prosperado en décadas recientes con la integración de Honduras a la economía global, y con el acelerado crecimiento de las remesas y la inversión en negocios como las franquicias de comidas rápidas. Los Cachiros fueron, en efecto, unos de los mayores proveedores de remesas e inversión local en proyectos agroindustriales y turísticos.

Los Cachiros tenían su cuentas en diferentes lugares, incluyendo una de las mayores operaciones de propiedad familiar en Honduras, el Banco Continental. De las 64 cuentas, confiscadas por el gobierno, “la gran mayoría” eran con Continental, según un funcionario del gobierno que investigó al grupo.41 Los Cachiros, dice el investigador, “tenían todas sus líneas de crédito con el Banco Continental”. Esto incluía el ganado, la palma africana y el zoológico, dijo. Las conexiones del banco con Los Cachiros no pasaron desapercibidas para las autoridades. La comisión de Banca y Seguros del gobierno multó al banco en 2014, por cerca de 12 millones de lempiras (algo más de US$500.000) por no verificar la fuente de los ingresos de sus clientes, agregó el investigador del gobierno.

No hay nada oficial que vincule a Los Cachiros con los propietarios del banco, el poderoso clan Rosenthal, pero el banco ha sido objeto de algún escrutinio por parte funcionarios también en otras circunstancias. En 2012, por ejemplo, el gobierno buscó crear un fideicomiso privado para administrar la recaudación y distribución de un impuesto especial de seguridad. El administrador del fondo debería manejar información sensible, que comprendía la manera como se utilizarían los recursos en las fuerzas de seguridad, así como en otros equipos, infraestructura y proyectos relacionados con la seguridad. Continental ofreció la propuesta más atractiva, según dos fuentes cercanas al proceso. Sin embargo, miembros de la comisión de banca y seguros del gobierno, así como consultores externos, recomendaron al gobierno tomar distancia de este banco, debido a que no había seguido el protocolo requerido para vetar a algunos de sus clientes; entre ellos, la familia Rivera

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Élites y Crimen Organizado Maradiaga.42 El gobierno eventualmente decidió administrar el dinero por sí mismo a través del Banco Central, y ofreció una excusa pública por ese repentino cambio de dirección.43

La acusación más fuerte contra el banco vino del Departamento de Justicia de los Estados Unidos. En octubre 2015, autoridades de los Estados Unidos capturaron a Yankel Rosenthal, sobrino de Jaime Rosenthal Oliva. La familia Rosenthal son los dueños del Banco Continental entre muchas otras empresas. Después de la captura de Yankel, los EEUU acusaron a Yankel, Jaime, el hijo de Jaime, Yani, y un abogado de la empresa, Andrés Acosta García, de lavado de activos.44 Durante el mismo día el Departamento de Tesoro puso la familia en su lista “kingpin” prohibiendo a cualquier otra empresa hacer negocios con ellos y destruyendo el conglomerado de la familia que había hecho negocios durante medio siglo.45

Los Rosenthal son una familia de origen rumano-judío que se estableció en Honduras en 1929.46 Su patriarca, Jaime Rosenthal Oliva, es un peso pesado de siempre en las esferas política y económica de Honduras. Se postuló para la presidencia en 1985, fue vicepresidente a finales de los años ochenta y sigue siendo un directivo de alto rango del Partido Liberal. Su hijo, Yani Benjamin Rosenthal Hidalgo, siguió los pasos de su padre y se lanzó a la presidencia en las elecciones pasadas. Yani Rosenthal sigue siendo miembro del Congreso y es un importante funcionario del partido. El resto de los Rosenthal están esparcidos en todos los negocios familiares.

Los activos de la familia los convierten en uno de los primeros cinco conglomerados en Honduras, según varias tabulaciones no oficiales realizadas por medios de comunicación, académicos y economistas. Además del banco, el Grupo Continental, como se conoce al conglomerado, posee acciones en otro de los principales bancos de Honduras, el Banco de Occidente,47 una empresa de cemento, una compañía de seguros, un negocio de exportación de café, una cadena de televisión, una planta empacadora de carne, un periódico y una operación de productos de cuero, entre muchos otros negocios. Algunos de los activos económicos del grupo se encuentran en exportaciones no tradicionales, como el aceite de palma africana y las granjas de cocodrilos.

A pesar del problema con el impuesto especial de seguridad, Continental y los Rosenthal también hacen importantes negocios con el gobierno, en especial en lo que respecta a sus iniciativas de asociación público-privada.48 En 2013, por ejemplo, el banco fue seleccionado para administrar fondos para un proyecto que buscaba recuperar los costos de energía "perdidos".49 En el mismo año, se eligió al banco para administrar becas para el Ministerio de Educación en cinco departamentos del país.50 Por su parte, el Banco de Occidente también recibe

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Élites y Crimen Organizado contratos del gobierno con regularidad, como los relacionados con la compra de medicinas para el sistema público de salud.51

El Grupo Continental también hizo negocios con Los Cachiros. Jaime Rosenthal y su hija Patricia Rosenthal, en una entrevista con InSight Crime, declararon que su relación comenzó a finales de los años setenta o comienzos de los ochenta, cuando Javier Rivera Maradiaga comenzó a llevar ganado de Colón para vender a la planta empacadora de carne de los Rosenthal, la Empacadora Continental, en San Pedro Sula. Javier, señalaron los Rosenthal, era pobre; vendía cerca de una docena de cabezas de ganado por vez, luego dormía en su auto o en la calle antes de conducir a casa al día siguiente. Con el tiempo, su situación cambió.

“Y él se fue haciendo grande con el tiempo, pues. Uno ve a una persona que ha empezado así y va después con su camioncito, y después con otro y otro”, explicó Jaime Rosenthal. “Está haciendo bien sus negocios; fue creciendo”.

Los Rosenthal admiten que el clan Rivera Maradiaga eventualmente abrió cuentas en el Banco Continental, pero dicen que los Cachiros no manejaban sumas de dinero exorbitantes en esas cuentas. “Las cuentas que ellos pudieron manejar eran razonables con el negocio que tenían”, afirmó Patricia Rosenthal, vicepresidenta del Banco Continental.

Como lo señaló el fiscal del gobierno, el gran negocio entre el Grupo Continental y Los Cachiros estaba en los préstamos. Los Rosenthal dijeron que el dinero que primero le prestaron a la familia Rivera Maradiaga era para sus negocios de producción de ganado y leche, en 2006.

“Ahí fue cuando empezamos a tener relaciones con ellos, de préstamos, ahí fue cuando la relación comenzó con el banco”, explicó Patricia Rosenthal. “Ya el empacador lo conocía, traían más vaquitas y todo y nos dijimos, ‘miren, podría ser un buen cliente,’ y les dimos para ganadería y ganadería de leche. La ganadería de leche la vendía en Ceiba a una ganadería bien grande y la ganadería de carne a nosotros y a otras empacadoras. Para el banco no era nada mal negocio, pues tenía buenas, nos podían pagar directamente los compradores, que eran grandes todos.”

Los Rosenthal dijeron que. como con cualquier cliente, hicieron pasar a la familia Rivera Maradiaga por el debido proceso, pero no tuvieron banderas rojas. Añadieron que Los Cachiros pagaron sus préstamos en cheque y mostraron a InSight Crime una copia de un cheque firmado, entregado al banco por Javier Rivera Maradiaga, del cual dijeron era un pago por un préstamo. (Ver fotografía abajo)

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Otros préstamos vinieron después de los entregados para la producción ganadera y lechera, incluyendo algunos para las plantaciones de palma africana de Los Cachiros. Los Rosenthal dijeron que era algo totalmente normal: el fuerte del banco era los préstamos a negocios agrícolas, y los Rivera Maradiaga eran buenos clientes.

“Eran buenos clientes nuestros”, agregó Patricia Rosenthal. “Otra cosa es que la fuerza del banco es la zona norte, que incluye toda la zona de todo el litoral norte, y somos el banco más fuerte en agricultura y en vivienda social. Porque la junta directiva que preside el banco siempre ha creído que es el deber hacer un aporte en esas dos áreas de Honduras, lo único que puede hacer ese tipo... No tenemos capacidad de hacer como país nada más que sea agricultura”.

Quizás las conexión más obvia entre el grupo empresarial y Los Cachiros es que el Banco Continental era un importante inversor en el Zoológico y Ecoparque Joya Grande, como se evidencia en la placa que conmemora ese respaldo en la entrada del zoológico y un importante préstamo que hizo el banco para la construcción del zoológico.52 Fuentes del gobierno indicaron que InSight Crime que creen que el banco no había reclamado el resto del préstamo, debido a los interrogantes que enfrentaría en relación con sus prácticas de diligencias convenientes.53

Los Rosenthal dijeron que no lo habían cobrado porque el préstamo estaba ligado a un proceso legal contra Los Cachiros. Aunque es posible que esta haya sido la conexión más vergonzosa entre el Grupo Continental y la familia Rivera Maradiaga, los Rosenthal insistieron que era un buen negocio y no involucraba dinero de la droga. “No es un proyecto que iban a pagar con droga, es un proyecto que pagaba solito con cualquier análisis que uno hiciera, y en efecto se pagó”, Rosenthal said.

Sin duda, el parque sigue recibiendo críticas muy favorables de los turistas.54 Y los Rosenthal dice que fue una decisión de inversión que ha beneficiado a Honduras.

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Élites y Crimen Organizado “Cuando nosotros hicimos el análisis de ese préstamo era un préstamo muy bueno, no solo para ellos sino que para el país, el préstamo se pagaba solo y promovía una zona del país para el turismo donde normalmente no llegaba gente. Ellos hicieron un gran trabajo porque empezaron a traer gente de toda Centroamérica, tenían unos boogaloos que alquilaba”, afirmó Jaime Rosenthal.

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Élites y Crimen Organizado El Banco Continental también respaldó el equipo de fútbol de Tocoa, que la familia Rivera Maradiaga supuestamente apoyó financieramente. El logo del banco aparecía en la camiseta del Real Sociedad, y desde 2012, el banco apareció registrado como patrocinador oficial en la página de Internet del equipo. Pero ese tipo de apoyo no es inusual, replicó Jaime Rosenthal. El banco patrocina a otros equipos, como el fenómeno de siempre el Club Deportivo Marathón, de propiedad de los Rosenthal. El equipo de Tocoa también tiene el patrocinio de empresas como Coca-Cola. En una respuesta por escrito a un artículo de InSight Crime sobre las presuntas conexiones del equipo de Tocoa con Los Cachiros, Jaime Rosenthal precisó que la publicidad en las camisetas de fútbol no es más que un buen negocio; también defendió el historial de transparencia del banco.55

“Ciertamente su artículo ha dañado nuestra imagen y nos está causando problemas.”, escribió Rosenthal a InSight Crime. “Nuestro negocio ha estado en Honduras desde hace más de 100 años… Hemos emitido estados financieros por más de 35 años y podemos probar el origen de cada centavo que tenemos”.

Los Cachiros y las élites tradicionales y burocráticas

En el transcurso de este periodo de increíble crecimiento económico para el grupo traficante, Los Cachiros se involucraron más en la política, apoyando a candidatos de diferentes partidos, festivales locales y programas sociales, y desarrollando el tipo de contactos comerciales que les permitió trabajar con el gobierno e influenciar sus operaciones. Estas conexiones eran facilitadas por las contribuciones financieras de la organización criminal a los políticos mismos y comenzó un proceso mediante el cual el grupo podía penetrar a todos los segmentos del Estado y la sociedad.

Se desconoce el alcance de las contribuciones de Los Cachiros a las campañas, pero numerosos investigadores hondureños e internacionales, así como fuentes locales en Colón, declararon a InSight Crime que eran significativas y frecuentes. El grupo también parece haber ofrecido igualdad de oportunidades. Los dos principales partidos del país, el Partido Nacional y el Partido Liberal, fueron ambos beneficiarios, según declaraciones de las autoridades hondureñas y extranjeras a InSight Crime. Otros partidos también se beneficiaron de las inversiones de Los Cachiros a las campañas, según diversas fuentes consultadas por InSight Crime.

Los aportes arrojan una luz sobre una debilidad del sistema electoral de Honduras: dependen más de donantes adinerados. Más aún, hay pocas regulaciones, si hay alguna, a estas contribuciones a campañas. La legislación hondureña no impone límites a la cantidad que las personas pueden donar ni requiere la publicación de los nombres de los donantes. No es claro qué organismo del gobierno, si hay

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Élites y Crimen Organizado alguno, es el responsable directo de la supervisión de los temas financieros de las campañas.56 No existe un comité de supervisión riguroso que investigue las contribuciones a las campañas, y la evidencia de aportes ilícitos es anecdótica y en ocasiones circunstancial. Los investigadores de InSight Crime, por ejemplo, conocieron historias sobre la campaña de un político en un hotel de "propiedad de un narco" y el intercambio de “maletas llenas de billetes”. Pero no hay procesos judiciales oficiales para apoyar estas aseveraciones.

Sin embargo, numerosas fuentes contaron a InSight Crime que esas contribuciones políticas ayudan a reconstruir el poder de las élites tradicionales, que se centra en el control del proceso político tanto como en la acumulación de nuevas fuentes de capital. En este aspecto, fuentes del gobierno hondureño comentaron a InSight Crime que las conexiones políticas de Los Cachiros se centraban en varios actuales y anteriores diputados, y en un exgobernador de un departamento.

Entre ellos, el exgobernador de Colón, Juan Gómez Meléndez, fue el agente político más importante que tuvieron Los Cachiros, según dijeron fuentes de inteligencia a InSight Crime. Antes de su asesinato en enero de 2015, era el apoderado predilecto de Los Cachiros y su intermediario más activo con otros negocios y aliados políticos, según funcionarios de inteligencia del gobierno y documentos obtenidos por InSight Crime. Manejaba al menos una parte de sus operaciones ganaderas y de aceite de palma, según esos funcionarios de inteligencia. Una empresa bajo su dirección aseguraba contratos de obras públicas y mantenía relaciones con otras figuras importantes que operan en este opaco mundo de la narcopolítica.

Esta mezcla de capital ilícito, corrupción e influencia del narcotráfico crea un lucrativo carrusel que queda ilustrado con mayor claridad por las diferentes empresas que obtienen proyectos de obras públicas y licencias para desarrollar, por ejemplo, proyectos turísticos y de extracción de minerales. Tanto los actores ilícitos como los políticos se benefician de estos contratos. Los políticos reciben comisiones clandestinas o una parte económica de los proyectos. Y los actores ilícitos pueden reforzar sus intereses comerciales legítimos, ampliar su capital social y ocultar sus ganancias ilícitas.

En el caso de Los Cachiros, los investigadores de InSight Crime hallaron numerosos contratos entre empresas controladas por los Rivera Maradiaga y el Fondo Vial, o autoridad de carreteras, ente gubernamental responsable de administrar la construcción y el mantenimiento de las autopistas, puentes y túneles del país. Los contratos entre las empresas de Los Cachiros y el Fondo Vial que ocurrieron entre 2010 y 2013, totalizaron algo más de US$4 millones (84.751.000 Lempiras). Incluyeron tramos de carreteras entre tres departamentos: Colón, Olancho y Yoro. Los contractos cubrieron reparaciones “de emergencia”, construcción de carreteras y la construcción de un puente. 77 es.InSightCrime.org

Élites y Crimen Organizado El hombre que ejecutaba estos contratos era Hugo Ardón, director del Fondo Vial hasta junio de 2015. Ardón es hermano del tristemente célebre exalcalde de El Paraíso, Copán, Alexander Ardón. Alexander Ardón se hizo famoso por remodelar la oficina del alcalde para que pareciera la Casa Blanca, lo que incluyó la adición de un helipuerto en el techo del concejo municipal, y por mucho tiempo ha enfrentado acusaciones de narcotráfico. No es de sorprender que los hermanos también ejecutaran contratos de obras públicas.57

En 2014, el ministro de Seguridad de Honduras confió a InSight Crime que Alexánder Ardón estaba siendo investigado por narcotráfico, pero no se han presentado cargos y Alexánder Ardón ha negado cualquier conexión con actividades ilícitas en el pasado.58 Varias fuentes indicaron a InSight Crime que esta falta de acciones contra Alexánder Ardón tenía que ver con los contactos de Hugo Ardón con la Presidencia. Además de dirigir el Fondo Vial, Hugo Ardón dirigió la campaña a la presidencia de Honduras de Juan Orlando Hernandez en la parte oeste del país.59

Estas alianzas se han desarrollado, en parte, porque los factores económicos internos y externos han cambiado la composición de la sociedad hondureña y la dinámica del poder entre las élites. La economía del país sigue dependiendo del dinero de fuentes extranjeras. Pero ha expandido los canales por los que pasa este dinero y el número de beneficiarios. Lo que esto implica en la práctica es que el control sobre los cargos en el gobierno que son el filtro para este capital tiene mayor importancia que nunca antes. Y es en estos espacios donde un nuevo tipo de lo que llamamos élites burocráticas60 se está fusionando con las élites tradicionales y desafiando a las élites transnacionales que han dirigido Honduras durante décadas.

Como se esbozó en nuestro primer estudio de caso, estas élites burocráticas suelen ser un híbrido entre quienes dependen de los cargos en el gobierno para tener poder y quienes proceden de familias terratenientes tradicionales y desde entonces han asegurado el poder político. El presidente Juan Orlando Hernández es un buen ejemplo de este nuevo híbrido. Como lo muestra el primer estudio de caso, el presidente ha usado tanto su riqueza personal como sus nombramientos en el gobierno para convertirse en el poder supremo del país. Entendiendo que la base de su poder depende de los cargos burocráticos, también ha puesto a sus aliados en puestos importantes en todo el gobierno.

Entre esos aliados está el general retirado Julián Pacheco, quien constituye un ejemplo de cómo se han entrecruzado estas élites burocráticas con Los Cachiros. Pacheco era el líder del batallón del ejército en Colón a comienzos de la década del 2000, cuando Los Cachiros estaban empezando a ganar relevancia. El gobernador en esa época era el ya mencionado Juan Gómez Meléndez. Pacheco tenía una 78 es.InSightCrime.org

Élites y Crimen Organizado relación cercana con Gómez, quien era el interlocutor del gobierno en la región en temas de seguridad. Ambos se reunían semanalmente, comentó Pacheco en una entrevista.61 Se mantuvieron en contacto después de que Pacheco pasó a otro cargo, si bien Pacheco afirma que se distanció del político hasta su asesinato en enero de 2015.

Las élites burocráticas se encuentran en una posición única. Como se señaló en el primer estudio de caso, ambas son beneficiarias directas de sus conexiones con los actores ilícitos, e, irónicamente, beneficiarios de los recursos para combatirlos. Ambas relaciones con el crimen organizado se derivan de su control de estos cargos en el gobierno. Su conocimiento y la capacidad de controlar estos filtros es lo que les ha permitido catapultarse a los cargos que en la actualidad ostentan, y harán casi cualquier cosa para mantenerse en dichos cargos. En otras palabras, necesitan el poder político y los recursos que aquél conlleva. Para llegar allí, dependen de las contribuciones ilícitas a sus campañas tanto como cualquier otra élite.

Las élites burocráticas también tienen intereses creados en mantener este sistema en el que el gobierno es el guardián indispensable de estos y de otros recursos públicos, y vigía de la ley y el orden. El sistema funciona para ellos en numerosas formas, incluyendo el darles el pretexto de fortalecer las fuerzas de seguridad, ampliar sus poderes de vigilancia, custodiar sus finanzas bajo un velo de secreto y "seguridad nacional" y socavar el equilibrio de los poderes. Todas estas acciones les permiten mantener su posición social, adherir más aliados y debilitar a sus rivales.

Los Cachiros y las élites sociales

Además de sus conexiones con las élites transnacionales, tradicionales y burocráticas, Los Cachiros dependen de una elaborada configuración de actores para llevar a cabo sus negocios lícitos e ilícitos. Para empezar, tienen miles de empleados, entre los que se cuentan abogados, ingenieros, así como obreros de la construcción, el agro y el transporte. Se dice que pagan a un gran número de conductores de taxi, indigentes, discapacitados, quienes pasan mucho tiempo en espacios públicos trabajando como informantes. Fuentes en Tocoa afirman que Los Cachiros interactúan regularmente con autoridades religiosas, así como con líderes comunitarios y ayudan a pagar los festivales locales. Su relevancia social ha crecido, según se dice, con su dirección del equipo de fútbol, que compitió por el campeonato de la liga hondureña de fútbol por varios años seguidos cuando la familia Rivera Maradiaga tomó una acción.

Por lo menos una parte del prestigio social de Los Cachiros se deriva del hecho de que en algún punto mantuvieron a raya la violencia y la extorsión, según declararon

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Élites y Crimen Organizado a InSight Crime autoridades locales y otras fuentes. La conexión más fuerte del grupo con pandillas es con el temido Barrio 18. Barrio 18, como se la conoce, es una de las dos pandillas callejeras más importantes del hemisferio occidental. Los Cachiros usan las ramificaciones del grupo para recibir, almacenar y transportar drogas en pequeñas cantidades, como señalan investigadores locales y extranjeros. Estos grupos transportan la droga usando motocicletas y autos que de manera intermitente y transitan por caminos secundarios para evitar los retenes del ejército y la policía. Los Cachiros ejercen cierto grado de control sobre las actividades de los grupos, incluyendo la venta local de drogas que los mismos Cachiros suministran, a menudo como pago en especie por sus servicios.

La ironía es que la llegada de mayores cantidades de drogas ilícitas es en sí una causa del incremento de la violencia en Honduras en los últimos años. El Observatorio de Violencia informó que Colón tuvo 277 homicidios en 2014, lo que arroja un índice de muertes violentas de más de 88 por 100.000 habitantes.62 La violencia, según un fiscal local, se debe en parte a la competencia de lo que llaman “líneas” de territorio, donde las pandillas pueden vender su producto. Fuentes locales informaron que Los Cachiros dijeron que presionarían para reducir la violencia, pero el alto número de homicidios indica que podía haberse salido de su control.

Algunas fuentes locales informaron que Los Cachiros pueden haber ampliado su red para incluir las cooperativas agrícolas. Existen por lo menos siete cooperativas de campesinos en la región, muchas de las cuales tienen miles de asociados y controlan grandes porciones de tierra. Estos grupos hacen campañas y ejecutan invasiones a tierras en un intento por recobrar la tierra que alegan fue transferida a manos privadas en los años noventa mediante lo que aducen fue por engaño o a la fuerza. Los líderes de estos grupos pueden considerarse en algunos aspectos una forma de élite social en la región, dado su poder para influir en sus multitudinarios asociados, y a sus contactos internacionales con organizaciones no gubernamentales en Europa y Estados Unidos. El Movimiento Unificado Campesino del Aguán —MUCA—, por ejemplo, ha estado presente en la región desde su formación en 2001, y ahora se dice que controla cerca de 4.000 hectáreas de tierra, más que cualquier otra cooperativa en la región.

Como se documentó anteriormente, hay evidencia de que otros actores en el conflicto de la tierra, incluyendo unidades militares locales y grandes terratenientes, han transigido con grupos criminales. También es posible que lo hayan hecho algunas cooperativas. Las apuestas son altas; el conflicto ha costado más de 100 vidas desde 2010, entre ellos campesinos, miembros de las fuerzas de seguridad y empleados de la agroindustria. Los campesinos son especialmente vulnerables a esta violencia, y los activistas informaron que por lo menos 88

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Élites y Crimen Organizado campesinos o sus partidarios fueron asesinados entre 2010 y 2013, muchos en ataques dirigidos.63

Un miembro de una cooperativa les dijo a los investigadores de InSight Crime que elementos dentro de las cooperativas locales habían establecido vínculos con narcotraficantes en la región. Y afirmó que varios miembros dentro de las cooperativas se beneficiaban de esos tratos. A cambio de armas para pelear en el conflicto agrario, los miembros del grupo campesino ofrecen instalaciones para almacenar droga y permiten el paso de cargamentos de droga por su territorio, e incluso pueden actuar como sicarios para los traficantes.

Existen numerosos grupos armados en el área, algunos de quienes han sido ligados a los grandes intereses agrícolas, otros a las cooperativas y otros más a los grupos narcotraficantes. Como se señaló anteriormente, algunos de ellos pueden camuflar sus actividades bajo el pretexto de que son efectivos de seguridad privada. Los conflictos por la tierra suelen implicar conflicto, y separar un grupo armado de otro, así como distinguir las alianzas, es una tarea casi imposible.

Los investigadores de InSight Crime estuvieron presentes en una de esas tomas durante un viaje de campo a la zona en agosto de 2013. La cooperativa, una rama de MUCA que se autodenominó MOCRA (Movimiento Campesino Recuperación del Aguán), incluía a unos 200 campesinos. La seguridad privada en el terreno — que según los medios noticiosos pertenecía a Miguel Facusse—64 dispararon a los miembros de la cooperativa, que también estaban armados. Resultaron heridos tres ocupantes ilegales.65 Los refuerzos del MOCRA llegaron en camionetas 4 x 4 de alta gama y bien armados, pero para entonces la policía y el ejército habían llegado e impidieron que los campesinos llevaran adelante su plan de continuar la incursión.

La conclusión de estas conexiones con las élites sociales es que es difícil separarlas de la presencia política y económica general de Los Cachiros en la zona. Las potenciales conexiones con cooperativas influyentes, autoridades religiosas y otros miembros prestantes de la sociedad surgen de que en realidad es una familia que tiene miles de empleados, numerosos negocios y grandes extensiones de tierra.

Lo que es claro es que Los Cachiros entendían la importancia de la élite social, y parecían estar usando estas conexiones para su beneficio. Esto se hizo evidente después de que el gobierno incautara algunas de sus propiedades y negocios. Cientos de empleados y parientes se tomaron las calles y marcharon con pancartas en apoyo a la organización criminal. También publicaron advertencias directas al entonces candidato Juan Orlando Hernández sobre las posibles repercusiones políticas si intentara extraditar a miembros de la familia Rivera Maradiaga a Estados Unidos para responder por sus cargos.

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Élites y Crimen Organizado No sabemos si estas manifestaciones tuvieron un impacto directo en la política del gobierno. Sin embargo, el gobierno ha hecho un esfuerzo por mantener en operación al menos una parte de los negocios de Los Cachiros.

Conclusiones - Un juego peligroso

Las conexiones entre las élites hondureñas e importantes grupos criminales encajan, en muchas formas, en la urdimbre macro del desarrollo político y económico de Honduras. La economía de Honduras ha dependido por mucho tiempo de capital extranjero para estimular el crecimiento. Primero la minería y más tarde el banano se convirtieron en el núcleo de una economía que en su mayoría estaba en manos extranjeras. Después la diversificación económica, incitada por la ayuda extranjera y las remesas, se convirtió en el centro de un sistema crepitante que busca más facilitar el movimiento de capital extranjero que mejorar la capacidad de general capital localmente.

El narcotráfico a gran escala encaja en este sistema económico. Hace parte de la economía de servicios. Los mayores grupos son esencialmente facilitadores, que transportan cocaína ilegal de un lado a otro del país. Sus ganancias son gigantescas remesas que se reinvierten en diferentes partes de la economía y el sistema político. La magnitud del negocio de la droga lo convierte en un participante formidable en la sociedad hondureña, tanto que desempeña un papel en el desarrollo de la economía y en la política partidista.

Esto se hace evidente en el caso de Los Cachiros, quienes han desarrollado sólidos vínculos con las tres categorías principales de élites en este país: la transnacional, la tradicional y la burocrática. Estas intersecciones son comunes a lo largo del país. Las élites tradicionales, cuya riqueza se concentra en proyectos relacionados con la tierra, como el café y el ganado, se entrecruzan en su mayor parte con grupos criminales en el ámbito político, donde estas élites han surgido en años recientes para desafiar a los operadores políticos de larga data en Honduras, las élites transnacionales. Esas élites transnacionales están más diversificadas y sus necesidades son distintas, pero algunas de ellas interactúan con los grupos criminales en la esfera económica, en particular en el sector financiero. Las élites burocráticas se cruzan con Los Cachiros en los negocios estatales y en asuntos de seguridad.

Esta relación entre Los Cachiros y las élites transnacionales se ilustra con mayor claridad con los tratos comerciales entre Los Cachiros y el Grupo Continental, el poderoso conglomerado propiedad de la familia Rosenthal. Es difícil saber qué podría motivar la relación entre el Grupo Continental y Los Cachiros, aparte de los negocios. En la superficie, esto puede parecer obvio. La industria bancaria, por

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Élites y Crimen Organizado ejemplo, busca capital; los intereses criminales tienen grandes cantidades de capital. Este capital, y las transacciones que involucra, da a los bancos un potente incentivo para eludir las prácticas de diligencia debida y "conocer al cliente" recomendadas por los reguladores internacionales.66

Por su parte, los Rosenthal negaron que hubieran eludido alguna de sus responsabilidades. Dijeron que la debida diligencia del banco no descubrió nada que impidiera que el banco hiciera negocios con familia Rivera Maradiaga. Más aún, aseveraron que habían roto todas las relacionas con el grupo cuando el Tesoro de Estados Unidos declaró objetivo a Los Cachiros en 2013. “Nosotros no teníamos motivos para creer que ellos eran tan pícaros como resultaron ser”, comentó Jaime Rosenthal a InSight Crime.

“Porque no había ningún documento ni nada que dijera que ellos estuvieran involucrados en el narco”, añadió Patricia Rosenthal.

Lo mismo se aplica a la relación entre el Grupo Continental y los Cachirosaparte de la banca. InSight Crime no tiene evidencia, por ejemplo, que indique que las relaciones entre las operaciones de cría de ganado de los Cachiros y cualquier planta empacadora de carne fueran de naturaleza corrupta o más allá de la simple razón de que uno tenía un producto para la venta y que el otro quisiera procesarlo. De hecho, la superposición entre los Cachiros y el Grupo Continental podían hacerse pasar por circunstanciales: las dos familias podían fluir en los mismos círculos y simplemente tener intereses comerciales comunes.

Al mismo tiempo, sin embargo, es claro que Los Cachiros y los Rosenthal no vienen de los mismos círculos, ni siquiera cercanos. Las dos familias no vienen de la misma región ni de los mismos estratos económicos. Los orígenes de Los Cachiros como ladrones de ganado y narcotraficantes los ponen en una clase social diferente que la de uno de los mayores conglomerados de Honduras. Más aún, no hay nada que indique que Los Cachiros eran actores políticos o de negocios importantes antes de su súbito incremento de ganancias producto del tráfico de cocaína en grandes cantidades a través de Honduras.

Los incentivos que ponen a los Cachiros en proximidad con la familia Rosenthal no tienen que ser obvios para ser atractivos. Las empresas en manos criminales suelen tener múltiples fines. Para disimular sus ganancias ilícitas, por ejemplo, el crimen organizado puede ofrecer importantes incentivos financieros a empresas y clientes legítimos. En el caso de la industria financiera, la contraprestación podía estar en la gran cantidad de dinero que introducían en sus cuentas o en la cantidad que pagaban para mover el dinero entre dichas cuentas.

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Élites y Crimen Organizado Los grupos del crimen organizado también pueden ofrecer excesivos descuentos en sus productos a sus clientes o asociados. Si bien los Rosenthal afirman no haber recibido ningún descuento por la compra de ganado de la familia Rivera Maradiaga, se dice que Los Cachiros emplearon esta práctica en sus ferreterías de Tocoa, que eran conocidos en el área por la venta de productos de bajo precio pero alta calidad. En estos casos, tanto los criminales como sus clientes ven la transacción como una ganancia: los clientes reciben productos económicos o grandes cantidades de capital, y los criminales lavan sus ganancias y obtienen una ventaja competitiva en el mercado. Esta ventaja competitiva se extiende a todos sus negocios.

La familia Rivera Maradiaga también fue un actor económico importante. En esencia, al negociar con la familia Rivera Maradiaga, el Grupo Continental se aliaba con un conglomerado económico importante que le suministraba capital y nuevas oportunidades de negocios, además de conexiones políticas y económicas. Los Rosenthal, por ejemplo, afirmaron que la familia Rivera Maradiaga era el distribuidor de leche más importante de Honduras y uno de los proveedores más importantes de ganado. Todos estos factores hacen más competitivo al Grupo Continental, lo que les permite expandir su control en algunas de las industrias más importantes del país. La relación con el Grupo Continental, a su vez, ofrecía a Los Cachiros un medio por el cual lavar sus ganancias a través de numerosos negocios con alta demanda de efectivo. En todo esto, el banco es la clave. Si el banco no realiza su debida diligencia, entonces todas las demás actividades pueden mover por sus puertas tanto de las ganancias ilícitas como sea necesario.

Las conexiones también dieron a Los Cachiros una mejor posición social. Esta apuesta por legitimarse funcionó. Los Cachiros, como dijo el director de la policía de Tocoa a InSight Crime, eran vistos como “señores del pueblo”, es decir, empresarios legítimos y agentes no oficiales del interés público. Cuando la familia Rivera Maradiaga emprendió uno de sus últimos proyectos, una gasolinera y un centro comercial, las élites de la zona estaban presentes, incluyendo a Ramón Lobo, el exdiputado y hermano del expresidente Porfirio Lobo.67 Cuando el gobierno ordenó la incautación de sus empresas hubo grandes protestas en Tocoa.

“Si algo tuvieron los hermanos Rivera Maradiaga es que la gente les guardó siempre lealtad, ellos trataban bien a sus empleados y no sembraron miedo. La gente les guardaba respeto. Eran sanguinarios con sus enemigos, pero con los Colonos siempre fueron solidarios y colaboradores”, detalló uno de los agentes de inteligencia a La Prensa.68

El número y el alcance de los intereses comerciales compartidos sin duda plantea interrogantes sobre si los Rosenthal sabían de las actividades ilícitas deLos Cachiros. Sin embargo, Honduras ofrece pocos impedimentos para el desarrollo de 84 es.InSightCrime.org

Élites y Crimen Organizado dichos vínculos. Los rumores sobre las ganancias lícitas e ilícitas de Los Cachiros se remontan a años atrás, pero ni la prensa ni el gobierno hablaba en público contra ellos. Aun después de que el Tesoro de Estados Unidos incluyera a Los Cachiros en su lista de “capos”, el entonces presidente Porfirio Lobo sólo hizo una referencia limitada e indirecta al grupo.

“Hay muchos grupos de investigación que indagan la conducta de todos, incluso de los grupos, ellos deben de conocer sobre los diferentes grupos”, comentó el presidente.69

Cuando InSight Crime se reunión con ellos, los Rosenthal también se mostraron como víctimas. Alegaron que no tenían los recursos o los medios para verificar todos los antecedentes de sus clientes y comentaron que ésa debía ser función del gobierno.

“La obligación de nosotros debiera ser si hubiera una gente responsable que cualquier información que caiga en manos de nosotros se lo pudiéramos dar, y ellos la pudieran ir a revisar, que tuvieran la capacidad para irla a revisar, y digan “no es cierto, es un chisme callejero” o “es cierto, no hagan negocios con ellos””, aseguró Jaime Rosenthal. “Pero lo que está ahorita es que ellos están sentados a que nosotros decidamos quien es y no es delincuente. Para eso está el Estado, para eso está el gobierno, eso no es función de los bancos, no de las personas. Para eso se creó el Estado”.

En un punto, los Rosenthal realmente solicitaron ayuda del gobierno de Estados Unidos con su diligencia conveniente. “En Banco Continental, S.A. somos muy cuidadosos con nuestra empresa y nuestros clientes y queremos serlo, y dado que Grupo Continental participa en muchos negocios que incluyen la agroindustria, debemos ser especialmente cuidadosos sobre las personas con las que hacemos negocios”, decía una carta de marzo de 2012, escrita por Jaime Rosenthal dirigida a la Embajada de Estados Unidos. “Para nosotros es muy importante el buen nombre, y dado que la DEA y la Embajada de Estados Unidos son las personas mejor informadas de Honduras, agradeceríamos mucho si pudiéramos confirmar con la DEA algunos de los nombres de nuestros clientes para asegurarnos de no resultar implicados en ningún asunto que pueda perjudicar el buen nombre de nuestra familia”.70

Independientemente de cuánto supieran los Rosenthal sobre las actividades ilícitas de sus socios, también tenían una excusa válida y legítima para no distanciarse de esas relaciones: no hay acusaciones penales contra ningún miembro de la familia Rivera Maradiaga en Honduras que prohibiera directamente al Grupo Continental hacer negocios con los Cachiros.

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Élites y Crimen Organizado Esa zona gris, donde la legalidad está en entredicho, pero no se ha confirmado, es grande en Honduras y permite a los actores de la élite seguir trabajando con intereses sospechosos de ser ilícitos. Sin duda, las instituciones judiciales, los comités de vigilancia y los entes regulatorios son notablemente laxos, incompetentes y propensos a la corrupción en Honduras. En la mayoría de los casos, esto permite a las élites moldear y torcer las normas para mantener su posición social. En este caso, da a las élites transnacionales denegabilidad plausible y la capacidad de ajustarse a una nueva realidad económica y política —el poder en aumento del crimen organizado y las élites rivales— que de otro modo pondría en riesgo sus intereses. Como lo indicó Jaime Rosenthal a InSight Crime, “Nosotros no hemos hecho nada ilegal”.

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Élites y Crimen Organizado Lo que motivó la relación entre Los Cachiros y las élites tradicionales y burocráticas es más difícil de probar en forma empírica. Políticos de la época y actuales parecían actuar como emisarios del grupo: ayudándoles a legalizar y legitimar sus posesiones económicas; garantizando una legislación favorable para sus intereses comerciales y protegiendo de procesos judiciales a ellos, a sus familias y a sus aliados cercanos. Quizás la ventaja más evidente para la organización criminal fue su capacidad de afectar la manera como se destinaban los dineros públicos en su área de influencia. La perspectiva de construir carreteras, por ejemplo, era muy atractiva para Los Cachiros en muchos aspectos. Con los proyectos de obras públicas, podían obtener un lucrativo contrato, que también les permitía ofrecer empleo local y acumular su capital social en el proceso; también les ofrecía un mecanismo mediante el cual lavar sus ganancias ilícitas, entregar comisiones ilícitas a sus operadores políticos y ayudar con las contribuciones a las campañas.

Sin embargo, la relación entre Los Cachiros y estas élites era mucho más profunda que el simple intercambio de favores. Si bien había los elementos esperados de provecho político, la alianza entre grandes grupos del crimen organizado y las élites tradicionales y burocráticas ha tenido un impacto que dura mucho más de lo que los contratos del gobierno pueden garantizar. Estos actores ilícitos están modelando un estado en el que la principal fuente de acumulación de capital depende de su combinación de capital ilícito y del gobierno, y del poder político que éste financia. Esto es especialmente cieto en países como Honduras, porque, como se anotó, las ganancias de estas organizaciones criminales pueden ser importantes, y porque sus inversiones y el gasto en la economía local pueden competir con los gastos del gobierno local y nacional.

El resultado es que se desfigura el cálculo económico-político y se catapulta una élite híbrida construida alrededor de estas operaciones lícitas e ilícitas. La base de esta corrupta alianza no es nueva. El sistema político en Hondurassiempre ha sido financiado por los ricos. Los partidos políticos han estado mucho tiempo en deuda con estos financiadores de campañas, haciendo su oferta con exoneraciones de impuestos, concediendo contratos sin licitación, limitando la regulación y socavando el sistema de justicia. Los beneficiarios y financiadores del nuevo sistema, sin embargo, esperan esos y otros favores, incluida la promesa de limitar las investigaciones penales relativas al lavado de dinero, narcotráfico y homicidios, entre otros, y la capacidad de participar de la corrupción y el nepotismo tan prominentes en los tratos comerciales del gobierno.

El nuevo modelo se refuerza en diferentes formas. Los grupos criminales operan con impunidad y ayuda de políticos locales. Los grupos usan este poder económico para ejercer influencia en el proceso político respaldando a estos mismos políticos o apoyando partidos políticos. Los candidatos y partidos están en deuda con estos

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Élites y Crimen Organizado grupos criminales, y apoyan una legislación favorable que abre oportunidades de negocios para la alianza, y la presión en busca de medidas que limiten las operaciones de las fuerzas de seguridad. Los políticos —y sus élites burocráticas— también se aprovechan de estas relaciones para fortalecer su propia mano, extrayendo recursos de las arcas del gobierno o usando su influencia para favorecer sus propios intereses económicos y políticos.

Las implicaciones de estas alianzas son amplias. Diferentes movimientos políticos y económicos parecen estar desarrollándose alrededor de la afluencia y el movimiento de capital ilícito. Y mientras en un nivel este capital se acomoda en el plan histórico mayor del desarrollo político y económico deHonduras, hay algunas diferencias importantes sobre lo que ha pasado antes. Lo que separa este periodo de otros es la naturaleza ilícita de este capital y los peligros que plantea para la gobernabilidad democrática. El capital ilícito desvirtúa el campo de juego político y económico, y socava el proceso democrático mediante la influencia corruptora del dinero, y la amenaza del uso de la fuerza.

La situación ha llevado a una considerable tensión. Como se señaló anteriormente, algunos grupos de la élite han elegido alinearse con los generadores de este capital ilícito. Parece haber claros beneficios para estas conexiones y muy pocos obstáculos. El incentivo más claro es el acceso a esta enorme entrada de capital extranjero. Dado que hay poco riesgo de acciones judiciales, parece haber pocos inconvenientes para las élites. Siempre y cuando no haya acusaciones formales contra estos actores ilícitos, las élites en cuestión tienen la denegabilidad plausible.

Pero, ¿qué hay con quienes se resisten? Cruzarse a los actores criminales conlleva múltiples riesgos que van más allá de la pérdida de respaldo financiero. Los Cachiros, por ejemplo, esperan mucho de sus aliados políticos, y las la relaciones con representantes del Congreso han sido beligerante en ocasiones. Como se anotó antes, su apoyo a un representante dependía de muchos aspectos, incluyendo su capacidad para instalar un aliado en el Ministerio de Seguridad. El posterior asesinato del diputado ilustra lo alto de las apuestas. Como se observó en el caso del asesinato de Juan Gómez Meléndez, las apuestas parecen ser igual de altas para los grupos criminales. Al huir a Estados Unidos, los Cachiros pueden haber escapado de la ira de las élites.

El proceso se da en tiempo real, por lo tanto es difícil —y podría ser prematuro— estimar la influencia y el poder de estos intereses en convergencia, la sustancia exacta de sus alianzas o relaciones con las organizaciones criminales, y la manera como éstos dos interactúan en los diferentes planos social, político y económico. Lo que podemos decir, sin embargo, es que el cálculo de si alinear o no los intereses propios con los grupos criminales ha cambiado. Desde la perspectiva de las élites, decir no a estas alianzas puede tener peores implicaciones que decir sí. Esto, en 88 es.InSightCrime.org

Élites y Crimen Organizado parte, se debe a la percepción de que enHonduras, la política es un juego de ganar o perder. Como se hace evidente en el aumento de la deuda, la cantidad de recursos públicos y capital extranjero que ingresa al país no puede saciar el apetito de estas élites.

Así, pues, la discusión en Honduras no es sobre el bien o el mal, sino sobre la supervivencia. La situación parece estar llegando al punto en que todas las élites enfrentan el mismo dilema: alinear sus intereses con los narcopoderes que están brotando en el país, o esperar a que estos poderes asuman el poder de las palancas políticas y económicas más importantes del país. Al final, el dinero sucio que ofrecen los grupos y empresas criminales ilícitos puede marcar la diferencia entre ganar y perder una campaña política, asegurar o no un contrato importante o una asociación de negocios, y conservar o perder una posición privilegiada en la sociedad hondureña.

Notas al pie

[1] Tiempo, Honduras: Se entregó jefe de Los Cachiros a EE.UU., 31 de enero, 2015.

[2] La Prensa, Jefe de los Cachiros se entregó al Gobierno de EUA, 3 de febrero, 2015. Disponibe en: http://www.laprensa.hn/sucesos/791366-410/jefe-de-los-cachiros-se-entreg%C3%B3-al- gobierno-de-eua

[3] Tiempo, Honduras: Se entregó jefe de Los Cachiros a EE.UU., 31 de enero, 2015.

[4] Tiempo, FFAA: Manejamos que se entregó jefe de los Cachiros, 4 de febrero, 2015.

[5] Entrevista de InSight Crime con funcionarios de Estados Unidos que solicitaron mantener el anonimato por estar trabajando en el caso, Washington DC, febrero, 2015.

[6] Tiempo, Óscar Álvarez: Sectores que tienen vínculos con 'Los Cachiros' deben estar muy preocupados, 5 de febrero, 2015.

[7] Tiempo, Cachiros se entregaron a autoridades estadounidenses a cambio de protección para sus familias, 12 de febrero, 2015.

[8] La Prensa, DLCN: exdiputado asesinado era testaferro de Cachiros, 9 de febrero, 2015. Disponible en: http://www.laprensa.hn/sucesos/793289-410/dlcn-exdiputado-asesinado-era- testaferro-de-cachiros

[9] El Heraldo, Honduras: Matan a exgobernador y exdiputado de Colón, 22 de enero, 2015. Disponible en: http://www.elheraldo.hn/pais/787911-364/honduras-matan-a-exgobernador-y- exdiputado-de-col%C3%B3n

[10] La Prensa, Los Cachiros y la caída de su imperio, 9 de febrero, 2015. Disponible en: http://www.laprensa.hn/honduras/793305-410/los-cachiros-y-la-ca%C3%ADda-de-su-imperio

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[11] Elizet Payne Iglesias, El puerto de Truxillo: un viaje hacia su melancólico abandono (Tegucigalpa, 2007), p. 307.

[12] Ibíd, p. 169.

[13] Ibíd, p. 172.

[14] Ibíd, pp. 329-336.

[15] Jorge Alberto Amaya, Los Árabes y palestinos en Honduras: 1900-1950î (Tegucigalpa, 1997).

[16] Charles D. Brockett, Public Policy, Peasants, and Rural Development inHonduras, Journal of Latin American Studies, Vol. 19, No. 1(Mayo, 1987), pp. 69-86, Cambridge University Press.

[17] Vea más sobre la familia Facusse en la introducción a los estudios de caso de Honduras.

[18] La población de Tocoa era de 14.815 habitantes en 1974; en 2001, contaba 61.370. Ver: Secretaría de Gobernación y Justicia, Municipalidad de Tocoa, Departamento de Colón: Diagnóstico Institucional y Financiero (Tegucigalpa, 2005), p. 7.

[19] Tres investigadores de InSight Crime viajaron a la zona durante el tiempo de la investigación. Por razones de seguridad, desean mantener el anonimato.

[20] Este informe se basa en numerosas entrevistas con residentes del área de influencia de la familia, así como con fuentes de orden público hondureñas e internacionales. Esas fuentes prefirieron mantener el anonimato por temor, o para no obstaculizar investigaciones en curso.

[21] Entrevista de InSight Crime, funcionario de inteligencia de la policía hondureña, Tegucigalpa, 24 de febrero, 2010.

[22] Según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), las incautaciones de cocaína en Centroamérica pasaron de 17 toneladas en 2000, a 97 en 2006. Ver: Claudio Dami·n RodrÌguez Santorum, et al., Transnational Organized Crime in Central America and the Caribbean: A Threat Assessment, ONUDD, septiembre 2012, p. 19.

[23] Otto Vargas, Sicarios persiguieron a hondureño hasta matarlo, La Nación, 8 de julio, 2004. Acceso 1 de septiembre, 2014 en:http://wvw.nacion.com/ln_ee/2004/julio/08/pais19.html

[24] Ibíd.

[25] Ibíd.

[26] De una lista de muertes en las penitenciarías de Honduras firmadaspor el secretario de seguridad de Honduras y obtenidas por el autor.

[27] Departamento de Estado de Estados Unidos, Drug plane burned on prominent Honduran's property, 19 de marzo, 2001. Divulgado por WikiLeaks. Disponible en: https://wikileaks.org/cable/2004/03/04TEGUCIGALPA672.html

[28] Acusación oficial del gobierno nicaragüense obtenida por InSight Crime.

[29] Geoffrey Ramsey, Departure of Honduras Security Minister a Victory for Corrupt Cops, InSight Crime, 12 de septiembre, 2011. Disponible en:http://www.insightcrime.org/news- analysis/departure-of-honduras-security-minister-a-victory-for-corrupt-cops 90 es.InSightCrime.org

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[30] Fuentes de inteligencia hondureñas contó que un policía que aspirara a un puesto en Colón debía pagar a sus superiores de la policía una cuota de ingreso única de US$5.000.

[31] Entrevista de InSight Crime con un oficial de la inteligencia hondureña, op. cit.

[32] Charles Parkinson, Cachiros Knew about Honduran Police Operation: Official, InSight Crime, 10 de octubre, 2013. Disponible en:http://www.insightcrime.org/news-briefs/cachiros-knew-about- honduras-police-operation

[33] InSight Crime calcula esta cifra usando un estimativo aproximado de la diferencia en el valor del kilogramo de cocaína cuando ingresa a Honduras y cuando sale de Honduras: US$2.000.

[34] Steven Dudley, US Pushes Honduras to Crack Down on Cachiros, InSight Crime, 19 de septiembre, 2013. La cifra de US$800 millones viene del director de la policía nacional de esa época. Además sólo se refiere a los activos incautados. Debe notarse, sin embargo, que había numerosos avalúos contradictorios de otras fuentes sobre lo incautado. La embajadora de Estados Unidos para Honduras, Lisa Kubiske, comentó en su cuenta de Twitter que los activos confiscados se avaluaban en por lo menos US$500 millones. Un funcionario de la Fiscalía General de Honduras declaró que los activos se valoraban en mucho menos que el estimado de Kubiske. Cuando se les preguntó en el expediente por los activos decomisados, los funcionarios del Tesoro de Estados Unidos declinaron emitir un estimado.

[35] Entrevista de InSight Crime con funcionario de la OABI, que manifestó su deseo de mantenerse en el anonimato, 25 de abril, 2014.

[36] Después de que el Tesoro de Estados Unidos los incluyera en la Lista de Capos en mayo de 2013, el negocio ganadero del grupo se desestabilizó y los precios de la carne en la región tuvieron importantes aumentos, según los residentes de Tocoa entrevistados para este estudio.

[37] La Prensa, Gasolinera y apartamentos les incautan a los Cachiros, 30 de noviembre, 2014.Disponible en: http://www.laprensa.hn/sucesos/772656-410/gasolinera-y-apartamentos-les- incautan-a-los-cachiros

[38] Las empresas de seguridad facilitan el crimen organizado mediante el abastecimiento de armas y su capacidad para camuflar actividades ilícitas, como la recepción y el acompañamiento de cargamentos de droga, ya que son servicios de seguridad con todas las licencias.

[39] Entrevista de InSight Crime con funcionario estadounidense, que manifestó su deseo de mantenerse en el anonimato, 4 de abril, 2014.

[40] El Heraldo, Los Cachiros grabaron videos espía para proteger sus vidas, 27 de abril, 2015. Disponible en: http://www.elheraldo.hn/pais/834710-331/los-cachiros-grabaron-videos- esp%C3%ADa-para-proteger-sus-vidas

[41] Entrevista de InSight Crime con un investigador del gobierno que solicitó mantener el anonimato, dado que el caso contra el banco sigue técnicamente abierto, Tegucigalpa, 25 de mayo, 2015.

[42] Un consultor del gobierno habló con investigadores de InSight Crime a condición de mantener el anonimato. La historia del consultor fue confirmada por funcionarios de inteligencia extranjeros.

[43] Ultima Hora, Banco Central manejara fideicomiso de tasa de seguridad, 27 de julio, 2012. Disponible en:http://ultimahora.hn/node/7130#sthash.XqGvbIjg.dpuf 91 es.InSightCrime.org

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[44] vs Jaime Rolando Rosenthal Oliva, et al., emitida 7 de octubre de 2015. Disponible en http://www.insightcrime.org/images/PDFs/2015/RosenthaletalIndictment.pdf

[45] US Treasury, Treasury Sanctions Rosenthal Money Laundering Organization, 7 October 2015. Disponible en http://www.treasury.gov/press-center/press-releases/Pages/jl0200.aspx

[46] Entrevista de InSight Crime con Jaime y Patricia Rosenthal, San Pedro Sula, 2 de junio, 2015.

[47] El Banco de Occidente también ha estado sometido a algún escrutinio. El investigador del gobierno antes citado señaló que los Cachiros usaban el banco para algunas de sus operaciones. Y la organización criminal Valle Valle, que operaba desde el departamento de Copán, la usaba para casi la mitad de sus necesidades bancarias, agregó. El investigador añadió que el grupo Valle Valle realizaba casi la mitad de sus movimientos bancarios con el Banco Continental.

[48] Vea aquí la lista de iniciativas: http://coalianza.gob.hn/v2/?page_id=143

[49] Ver: http://coalianza.gob.hn/v2/wp-content/uploads/2013/06/CONTRATO-COALIANZA- ENEE-CONTINENTAL.pdf

[50] Ver:http://www.se.gob.hn/ultimoscomunicados/comunicado2pagobecas.pdf

[51] Ver: http://www.bancocci.hn/NewsLocal20140113-01.html

[52] Entrevista de InSight Crime, funcionario de la Oficina Administradora de Bienes Incautados (OABI) que manifestó su deseo de mantenerse en el anonimato, 25 de abril, 2014.

[53] Ibíd.

[54] Ver Trip Advisor para tener algunos ejemplos recientes:http://www.tripadvisor.com/Attraction_Review-g2290671-d3737582-Reviews- Joya_Grande_Zoo_y_Eco_Parque-Santa_Cruz_de_Yojoa_Cortes_Department.html

[55] Steven Dudley, How a Good Soccer Team Gives Criminals Space to Operate, InSight Crime, 11 de junio, 2014. Disponible en:http://www.insightcrime.org/news-analysis/how-a-good-soccer- team-gives-criminals-space-to-operate#response

[56] Ver: http://www.idea.int/political-finance/country.cfm?id=97

[57] Ver esto, por ejemplo: http://www.latribuna.hn/2013/10/10/avanzan-en-la-construccion-de- puente-en-cuyali-el-paraiso/

[58] La Prensa, Soy el rey del pueblo, 25 de julio, 2011. Disponible en:http://www.laprensa.hn/especiales/381733-273/soy-el-rey-del-pueblo

[59] Para más informaciónsobre Alexander Ardon, ver: Douglas Farah y Carl Meacham, Alternative Governance in the Northern Triangle: Finding Logic within Chaos, del Centro de Estudios Internacionales, septiembre de 2015. Disponible en:http://csis.org/files/publication/150911_Farah_AlternativeGovernance_Web.pdf

[60] Como se mencionó en la introducción a los estudios de caso de Honduras, élites burocróticas hace referencia a las élites que dependen de sus puestos en el gobierno o de sus escaños políticos para ganar influencia y poder. Como se describió en la introducción a la parte de Honduras, a menudo son un híbrido, que extrae recursos de su posición como hacendados o empresarios, pero

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Élites y Crimen Organizado usando su control de altos cargos en el gobierno que ganaron o por elección o por designación para tomar las decisiones en temas de seguridad, entre otros importantes aspectos.

[61] Entrevista de InSight Crime con Julián Pacheco, Tegucigalpa, 16 de febero, 2015.

[62] Observatorio de la Violencia, Boletín enero-diciembre 2014, febrero, 2015. Disponible en: http://iudpas.org/pdf/Boletines/Nacional/NEd36EneDic2014.pdf

[63] Rights Action, Human Rights Violations Attributed to Military Forces in the Bajo Aguán Valley in Honduras, febrero, 2013. Disponible en:http://rightsaction.org/sites/default/files/Rpt_130220_Aguan_Final.pdf

[64] Radio America, Campesinos incendian fina de palma africana en el Bajo Aguán, 1 de mayo, 2013. Disponible en: http://radioamericahn.net/campesinos-incendian-finca-de-palma-africana- en-el-bajo-aguan/

[65] http://conexihon.hn/site/noticia/derechos-humanos/derechos-humanos-conflicto-agrario-y- minero/honduras-guardias-privados

[66] Esta realidad es demasiado evidente en Honduras, donde, el día en que las autoridades estaban confiscando las propiedades de los Cachiros, la embajadora de Estados Unidos en el país aleccionaba a representantes del sector financiero sobre el lavado de dinero y el financiamiento de partidos políticos con capital ilícito. Ver: La Prensa, Kubiske: Dinero ilícito de campañas arriesga proceso electoral, 19 de septiembre, 2013.

[67] La Tribuna, Inauguran en Tocoa una moderna estación de servicio, 3 de enero, 2012.

[68] La Prensa, Los Cachiros y la caÌda de su imperio, 9 de febrero, 2015.

[69] El Heraldo, Presidente de Honduras: Seguridad "debe conocer" sobre Los Cachiros, 2 de junio, 2013. Disponible en:http://www.elheraldo.hn/sucesos/622527-219/presidente-de-honduras- seguridad-debe-conocer-sobre-los-cachiros

[70] Los Rosenthal entregaron una copia de la carta a InSight Crime.

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Élites y Crimen Organizado Descripción del proyecto

“Élites y crimen organizado” es un proyecto adelantado durante varios años con el financiamiento de International Development Research Centre (IDRC), con el propósito de investigar las dinámicas existentes entre el crimen organizado y las élites de cuatro países: Honduras, Guatemala, Nicaragua y Colombia. Para más información sobre este proyecto, ver: es.insightcrime.org

Descargo de responsabilidad

La investigación presentada en este informe no necesariamente refleja las posiciones de IDRC. Las ideas y opiniones consignadas en este documento son responsabilidad de sus autores.

Equipo de trabajo

El proyecto estuvo bajo la dirección de Steven Dudley, codirector de InSight Crime. Javier Meléndez fue el coordinador del proyecto. Dudley coordinó la investigación en Honduras, junto con el Centro de Investigación y Promoción de los Derechos Humanos (CIPRODEH) y la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ). Edgar Gutiérrez coordinó la investigación en Guatemala, junto con la Fundación DESC. Meléndez coordinó la investigación en Nicaragua, junto con Expediente Abierto y el Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas (IEEPP). Jeremy McDermott, codirector de InSight Crime, coordinó la investigación en Colombia. Varios investigadores independientes, quienes prefieren no divulgar sus nombres, también prestaron una invaluable ayuda en Honduras, Guatemala y Nicaragua. InSight Crime extiende sus agradecimientos a todos los participantes y colaboradores.

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Élites y Crimen Organizado La Fundación InSight Crime

InSight Crime es una fundación dedicada al estudio de la principal amenaza a la seguridad nacional y ciudadana en Latinoamérica y el Caribe: el crimen organizado. Buscamos profundizar y enriquecer el debate sobre el crimen organizado en las Américas, proporcionando al público informes periódicos, análisis e investigaciones sobre el tema y sobre los esfuerzos de los Estados para combatirlo. Cumplimos esta misión:

 Proporcionando análisis oportunos y de alta calidad sobre los hechos noticiosos relacionados con el crimen organizado en la región;  Investigando y redactando informes sobre el crimen organizado y sus múltiples manifestaciones, incluyendo su impacto sobre los Derechos Humanos, el gobierno, la política de drogas y otros problemas sociales, económicos y políticos;  Organizando talleres para periodistas, académicos y organizaciones no gubernamentales sobre la forma como se debe cubrir este importante asunto, sobre cómo mantenerse a salvo y sobre cómo proteger su material y sus fuentes;  Apoyando a los investigadores locales por medio de estos talleres y publicando, traduciendo y promocionando su trabajo con el fin de llegar a una audiencia más amplia;  Desarrollando una red regional de investigadores que estudien el crimen organizado;  Presentando a los gobiernos, organizaciones no gubernamentales, académicos y grupos de interés, en sesiones públicas y privadas, las estrategias y los obstáculos que hay en la implementación de políticas de seguridad ciudadana en el terreno. Para más información, visite es.insightcrime.org O contáctenos a: [email protected]

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Élites y Crimen Organizado Derechos de autor

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