Poderes Regionales Y Globales En Un Mundo Cambiante”, Buenos Aires, Julio De 2014
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CONFERENCIA FLACSO-ISA: “Poderes Regionales y Globales en un Mundo Cambiante”, Buenos Aires, julio de 2014 EN LOS CONFINES DEL ESTADO: UNA MIRADA COMPARADA A LA SEGURIDAD EN LAS ZONAS FRONTERIZAS DE SURAMÉRICA1 Viviana García Pinzón2 INTRODUCCIÓN No poca de la literatura sobre teoría de la globalización, particularmente durante las décadas de 1980 y 1990, ha estado acompañada de un discurso que enfatiza en la desterritorialización del mundo, el declive del estado como actor central en el sistema internacional y la desaparición de las fronteras por cuenta de los intensos flujos e intercambios de bienes, activos financieros, de información y personas3. Entre los autores que critican esta perspectiva se encuentra Roland Robertson (2000), para quien el sentido que se la ha atribuido a la globalización como fenómeno exclusivo de lo macro social y de las transformaciones a gran escala hace parte de la denominada mitología de la globalización. En este sentido, una crítica frecuente a gran parte del discurso que señala a la globalización como fenómeno superador de lo local es que descuida el hecho que la construcción de lo local no se restringe simplemente a este ámbito, sino que va más allá, abarcando dimensiones translocales y superlocales. Robertson considera que la globalización ha asumido la simultaneidad y la interpenetración de lo global y lo local, de lo universal y particular; para captar estas dinámicas propone acudir al concepto de glocalización más que al de globalización. También, desde una perspectiva crítica al discurso globalista, Peter Andreas (2003) señala que dentro de la teoría de la globalización se habla del declive de las fronteras, a partir de una visión de éstas como puentes para transacciones comerciales más que como barreras económicas o líneas militares fortificadas. Sin embargo, si bien la globalización puede haber socavado los límites económicos, ha traído consigo también nuevas funciones y énfasis respecto al control del estado en los límites territoriales. Así “hay una variación histórica en las prioridades del control fronterizo. Aunque la defensa militar y la regulación económica han sido tradicionalmente preocupaciones centradas en las fronteras, en muchos lugares los estados se están reconfigurando (…) La importancia del territorio persiste pero hay un cambio de énfasis. En muchos casos la aplicación más intensiva de la ley para 1 Esta ponencia es resultado de los proyectos de investigación “Entre el conflicto y el aislamiento: Desarrollo, gobernabilidad y seguridad en las zonas fronterizas del norte y el sur de Chile a comienzos del siglo XXI” (Fondecyt- Chile) y “Seguridad y perspectivas de cooperación en la región Amazónica” (Grupo de Investigación en Seguridad y Defensa, Universidad Nacional de Colombia. 2 Magíster en Ciencia Política, Universidad de Chile y Politóloga, Universidad Nacional de Colombia. Investigadora en la Universidad Nacional de Colombia y docente en la Universidad de la Salle (Bogotá D.C.), [email protected]. 3 En este sentido, Newman señala que las nociones de desterritorialización o de un mundo sin fronteras se han convertido en palabras de moda en los estudios sobre globalización (2006:143). impedir la entrada de actores transnacionales clandestinos está acompañada de la desmilitarización y liberalización económica de las fronteras” (p. 681). Respecto a las fronteras y el territorio, la globalización no ha traído consigo la desaparición de las primeras o la irrelevancia las dimensiones territoriales y locales. La persistencia de disputas geográficas entre estados, la continuidad y emergencia de nuevos conflictos por el territorio, así como los esfuerzos de los estados por controlar las zonas limítrofes frente a las nuevas amenazas trasnacionales, evidencian la importancia del territorio, del espacio donde tiene lugar la interrelación entre fenómenos globales y realidades y prácticas locales. Paradójicamente, mientras la globalización ha estimulado la libre circulación de capitales y bienes, cuestionando la soberanía estatal en este ámbito, las formas de control territorial por parte del estado se mantienen y se han enfocado hacia impedir el flujo de ciertos bienes considerados ilícitos y también de personas, lo que es considerando como una problemática de seguridad. En este sentido, las zonas fronterizas son un espacio particular que ofrece una mirada a la naturaleza de las políticas territoriales y las dinámicas de seguridad en el siglo XXI. A finales de la primera década del siglo XXI, en un artículo en Foreign Affairs Latinoamérica, Claudio Fuentes (2008) usaba el adjetivo de “calientes” para referirse a las fronteras en América Latina y el Caribe. Según Fuentes, debido al bajo número de guerras interestatales y guerras civiles vigentes la región es considerada como una de las regiones más pacíficas del mundo. Sin embargo, los conflictos territoriales irresueltos entre los estados, la desconfianza en las relaciones estatales, el crecimiento de las amenazas trasnacionales y la debilidad de los estados configuran un escenario donde los límites fronterizos han adquirido gran importancia como espacio de potenciación de las problemáticas de seguridad, así como de desarrollo de iniciativas de cooperación que, a su vez, estimulan la integración. No obstante, una de los mayores obstáculos a dicha cooperación es la superposición de la agenda tradicional – conflictos limítrofes pendientes- con amenazas no tradicionales. ¿Cuál es la situación de las fronteras en Sur América? ¿En qué forma se expresan las tendencias globales en los espacios fronterizos de la región? ¿Las políticas de seguridad en estas zonas están basadas en visiones geopolíticas propias de la agenda tradicional o buscan hacer frente a la agenda de nuevas amenazas? ¿Cuál ha sido el desarrollo de la cooperación interestatal para la seguridad? Este artículo busca responder a estos interrogantes a partir del estudio comparado de tres triples fronteras de Sur América: La triple frontera del Paraná (Argentina - Brasil y Paraguay), la triple frontera Amazónica (Brasil-Colombia-Perú) y la triple frontera Andina (Bolivia-Chile-Perú). Según Boisier (2009) las triple-fronteras han adquirido renovada importancia en el período reciente, debido a que se las considera zonas geoestratégicas claves por los fenómenos de migración ilegal, contrabando, narcotráfico, pero también por el comercio transfronterizo, la paradiplomacia y la glocalización. Los objetivos de este trabajo son dos: Por un lado, caracterizar las problemáticas de seguridad en las zonas fronterizas mencionadas y las políticas públicas e iniciativas de cooperación que han sido implementadas por los estados en esta materia. Por otra parte, aportar a la comprensión de las relaciones internacionales en América Latina y de las dinámicas de glocalización que tienen lugar en nuestra región. El texto se compone de tres partes: En la primera, se desarrolla una revisión teórica sobre límites, fronteras y territorio. En la segunda, se aborda el concepto de seguridad, sus transformaciones e impacto en las políticas fronterizas. En tercer lugar, se presenta un análisis comparado de las tres triples fronteras con base en las dimensiones señaladas anteriormente. LÍMITES, FRONTERAS Y TERRITORIO La noción de frontera ha sido utilizada para denominar realidades fácticas, metafóricas o imaginarias construidas social o disciplinariamente, se trata de un concepto polisémico al que se recurre con distintas acepciones dentro de las ciencias sociales (Bartolomé, 2005; Tapia, 2012). No obstante, a partir de la paz de Westfalia (1648) se sentó la tradición que concibe a las fronteras como demarcaciones de los estados nacionales y de las sociedades que los habitaban (Tapia, 2012:179). Al respecto, Gottman (1973 citado por Machado. Et. Al.: 2009, 99) señala que en geografía política una frontera internacional puede ser considerada una zona de indeterminada anchura cruzada por una línea de límite que determina los límites de la soberanía territorial de un estado. En general, el estudio de las fronteras ha estado asociado a las líneas que separan la soberanía de los estados en el sistema internacional (Newman, 2003), esta es una visión geopolítica de la frontera como elemento de demarcación de la soberanía de un estado, que ha llevado a que en gran parte de la literatura límite y frontera sean tratados como sinónimos. Sin embargo, hay una diferencia entre los límites fronterizos y las áreas de frontera: el límite se concibe como la constitución de líneas de separación físicas y visibles entre espacios económicos, políticos y sociales. Entre tanto, el área de frontera es la región o área en relativa proximidad al límite, donde las dinámicas de cambio y las prácticas cotidianas están afectadas por la misma presencia del límite (Newman, 2006). Como bien lo señala Lía Machado (2000), mientras los límites fronterizos son obra de los estados que a través de instrumentos jurídicos marcan la separación entre unidades políticas soberanas y delimitan el territorio bajo control estatal; las áreas de frontera son construcciones sociales de los pueblos, los cuales se pueden expandir más allá del límite jurídico del estado, desafiar la ley territorial de cada estado limítrofe y a veces crear una situación de facto potencialmente conflictiva. Las dinámicas y fronteras culturales, económicas y sociales no siempre coinciden con los límites estatales; de manera tal que las áreas de frontera son espacios de movimiento, intercambio e integración en variadas formas, cuyo desarrollo territorial