Introducción Al Cine Latinoamericano
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Introducción al cine latinoamericano Paper-16|| Module-08 Historia del cine latinoamericano VIII: El cine de Brasil. Parte 2 Content writer Dr. Carlos Izquierdo Tobías Former Visiting Faculty JMI, Central University New Delhi Language reviewer Dr. Murad Khan Aligarh Muslim University Content reviewer Prof. Minni Sawhney, University of Delhi Módulo 8. Historia del cine latinoamericano VIII: El cine de Brasil. Parte 2 CONTENIDOS 1. Objetivos 2. Introducción 3. Otras películas relevantes de los últimos años de la dictadura 4. El cine brasileño de los ochenta 5. Tres directoras de cine brasileñas en los ochenta 6. Las dificultades de los noventa y la retomada (1995-2003) 7. Pós-retomada: un nuevo siglo para el cine brasileño 8. Conclusiones Brasil 1. Objetivos Los objetivos principales de este módulo son: - introducir al alumno a los eventos, figuras y obras cinematográficas más relevantes del cine brasileño desde los años setenta hasta nuestros días. - continuar presentando al alumno el cine brasileño de los últimos años de la dictadura. - destacar a los realizadores y obras más relevantes de los años ochenta en Brasil. - introducir al alumno a la obra de las directoras de cine brasileñas Ana Carolina, Tizuka Yamasaki y Suzana Amaral. - presentar al alumno el cine de Brasil de los noventa y la así llamada retomada. - resaltar los eventos, figuras y obras cinematográficas más relevantes del cine brasileño de los últimos años. 2. Introducción En este módulo continuamos el anterior sobre el cine de Brasil. El presente módulo retoma la historia del cine de este país en los últimos años de la dictadura y ofrece un recorrido hasta nuestros días por algunos de los eventos, figuras y obras cinematográficas más relevantes. Comenzamos hablando del cine de los últimos años de la dictadura, un tema del que ya empezamos a hablar en el módulo anterior. Aquí vemos cómo el cinema novo, que antes miraba a los espacios de la clase trabajadora y campesina y la cultura popular a través del prisma de la falsa conciencia, ahora redefine a estos como espacios de resistencia. Continuamos con el cine de los años ochenta que se vio profundamente afectado por las crisis económicas. Hablamos después sobre la obra de Ana Carolina, Tizuka Yamasaki y Suzana Amaral, tres directoras de cine brasileñas que destacaron en los años ochenta. Finalmente, dedicamos una sección a la resurrección de la producción autóctona brasileña, fenómeno conocido como la retomada, y otra sección, al cine más reciente. 3. Otras películas relevantes de los últimos años de la dictadura Los primeros filmes del cinema novo ofrecían historias en las que la religión y la cultura popular eran consideradas falsa conciencia. El movimiento creía que esta debía ser contrarrestada por una revolución burguesa progresiva dentro del proceso de modernización del país. Sin embargo, la experiencia de la dictadura hizo que muchos realizadores cuestionaran no sólo su relación con el poder, sino también sus nociones de “pueblo” y “lo público.” En este sentido, las luchas de la clase trabajadora y campesina y la reivindicación de la cultura popular como espacio de resistencia, y no como el contexto de la falsa conciencia, fueron una incorporación tardía al cine de aquellos cineastas. Encontramos ejemplos de esta tendencia en los años setenta. Nelson Pereira dos Santos hace una defensa de la cultura popular en O amuleto de Ogum (El amuleto de Ogum, 1974) en la que el culto afrobrasileño umbanda es presentado como la religión de los oprimidos desde los tiempos coloniales. El amuleto de Ogum protege al protagonista de las balas. En Na estrada da vida (El camino de la vida, 1980), el realizador cuenta, con elementos picarescos y llenas de humor, las peripecias de dos O amuleto de Ogum (1974) cantantes populares, Milionário y José Rico, por los alrededores de São Paulo y su consiguiente éxito. El proletariado urbano es el protagonista de A queda (La caída, 1976) de Ruy Guerra y Nelson Xavier. El filme cuenta la historia de los soldados quince años después de los eventos acaecidos en Os fuzis (Los fusiles, Ruy Guerra, 1964). Mario y Zé trabajan en la construcción del metro. Un accidente de trabajo mata a Zé y Mario intenta conseguir una compensación para la familia. La compañía, sin embargo, no se lo pondrá fácil. El mundo de los trabajadores es presentado aquí con las convenciones del realismo mientras que el de los empresarios parece estar estancado. La relación entre el artista y la clase trabajadora es el tema de O homem que virou suco (El hombre que se convirtió en jugo, 1980), de João Batista de Andrade, y Memórias do cárcere (Memorias de la cárcel, 1984), la obra maestra de Nelson Pereira dos Santos. La primera película narra la historia de un poeta del nordeste que se muda a São Paulo donde es confundido con un asesino. En su búsqueda del auténtico asesino, el poeta se sumerge en el mundo de los inmigrantes del nordeste que viven explotados. Memórias do cárcere se basa en las vivencias del escritor Graciliano Ramos que fue encarcelado durante la dictadura de Vargas entre 1936 y 1937. Durante su encarcelación, el escritor se relaciona con reclusos de diferentes clases sociales que terminan ayudándolo consiguiéndole papel y lápices para que escriba sus memorias y ocultando los manuscritos de las autoridades. Una de las películas mejor consideradas del momento fue Bye Bye Brazil, dirigida por Carlos Diegues en 1979, que narra las tribulaciones de tres artistas ambulantes que recorren el país ofreciendo espectáculos a aquellos que no tienen acceso a la televisión. El filme fue nominado en el Festival de Cannes. En 1981 Hector Babenco estrenó Pixote, A lei do mais fraco, una original y durísima película basada en el libro A infância dos mortos (La infancia de los muertos) de José Louzeiro. El filme sigue con un estilo de documental las tribulaciones del niño Pixote desde un reformatorio de pesadilla hasta los bajos fondos de Río. Babenco hizo uso de actores no profesionales cuyas vidas reales no estaban, sin embargo, muy alejadas de las que recrearon en la ficción. Babenco adaptaría en 1985 El beso de la mujer araña de Manuel Puig en una coproducción entre Brasil y los Estados Unidos Pixote, A lei do mais fraco (1981) gracias a la cual conseguiría ser el primer director latinoamericano nominado al Óscar al mejor director. 4. La crisis del cine brasileño en los ochenta A comienzos de los ochenta la recesión económica brasileña, resultado de factores como las crisis petroleras y la enorme deuda externa, afectó profundamente la producción cinematográfica. El cine dejó de recibir el apoyo del Estado y el público, desalentado por los bajos salarios y el desempleo, dejó de acudir al cine. Bajo la influencia de distribuidores extranjeros, los propietarios de salas de cine lucharon por derogar la ley que les obligaba a mostrar películas brasileñas. En 1981 falleció Glauber Rochar. Leon Hirszman moriría en 1987 y Joaquim Pedro de Andrade, un año después, sin poder llevar a cabo su adaptación para el cine de Casa-grande e senzala (Los maestros y los esclavos) de Gilberto Freyre. De los realizadores iniciales del cinema novo seguirían rodando Nelson Pereira Dos Santos y Ruy Guerra. Las coproducciones fueron un método de mantener cierta producción. Es el caso de dos películas de Ruy Guerra, Eréndida (1982) - rodada en español con financiación de México, Francia y Alemania y que adaptó la novela La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y su abuela desalmada - y Fábula de la bella palomera (1988), con la colaboración de Televisión Española. La primera película cuenta la historia de una abuela que obliga a su nieta a prostituirse para saldar una deuda, mientras que la segunda trata sobre un aristócrata que seduce a una chica del pueblo. Ruy Guerra continuaría su carrera con la épica histórica Kuarup (1989), que adapta la novela de Antônio Callado recuperando el viejo debate sobre civilización y barbarie. Por su parte, Nelson Pereira dos Santos rodaría, tras su magistral Memórias do cárcere, el drama Jubiabá (1986) como coproducción entre Francia y Brasil. El filme trata sobre un huérfano de color, Balduino, que es adoptado por el comendador Ferreira y termina enamorándose de la amante del este. En los ochenta surge también una nueva generación de cineastas en São Paulo de la que forman parte Sérgio Bianchi (Mato eles?, 1982), Hermano Penna (Sargento Getúlio, 1983), Sérgio Toledo (Vera, 1987) y André Klotzel (A marvada carne, 1985). Sus películas llegarían a ser más populares en festivales que entre el público más general. 5. Tres directoras de cine brasileñas en los ochenta Los ochenta también fueron testigos del desarrollo de las carreras cinematográficas de tres directoras que supieron ofrecer nuevas imágenes a la tradición del séptimo arte del país. Se trata de Ana Carolina, Tizuka Yamasaki y Suzana Amaral. Ana Carolina ya había rodado Mar de rosas en 1977 con la estética del cinema marginal y la road movie. Se trata de la historia de una mujer que asesina a su marido y huye con su hija perseguida por una presencia masculina indeterminada. Este filme es considerado el primero de una trilogía sobre la condición femenina que completan Das tripas coração (De tripas corazón, 1982) y Sonho de valsa (Sueño de vals, 1987). Mar de rosas (1977) Das tripas coração se alza como una reflexión sobre la mirada masculina por medio de la historia de un inspector que es enviado a cerrar un internado de niñas. Mientras aguarda en la sala de espera para comunicar el cierre de la institución a los responsables de la misma, el inspector se duerme y tiene un sueño en el que tanto niñas como profesoras comienzan a tener sexo desenfrenadamente.