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NOMBRAMIENTOS EPISCOPALES DURANTE LA GUERRA CIVIL 1 NOMBRAMIENTOS EPISCOPALES EN ESPAÑA Y ESTADO DE ALGUNAS DIÓCESIS CATALANAS DURANTE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) VICENTE CÁRCEL ORTÍ INTRODUCCIÓN Con este estudio termina la serie iniciada hace ya varios años, relativa a los nombramientos episcopales efectuados en España des- de mediados del siglo XIX, tras la restauración de la Jerarquía ecle- siástica en 1846, gracias a la normalización de las relaciones diplo- máticas entre el Papa Pío IX y la reina Isabel II. Indico la serie de artículos, según el orden cronológico de los pontificados, partiendo de los realizados por el beato Pío IX, desde 1846 hasta 18781, segui- do por León XIII, entre 1878 y 19032. Durante este pontificado inter- vino directamente en muchos nombramientos el cardenal secretario de Estado, Mariano Rampolla, buen conocedor de las cosas de Espa- 1. «Los nombramientos de obispos en España durante el pontificado de Pío IX. Primera parte: 1846-1855»: Analecta Sacra Tarraconensia 72 (1999) 319-488; «Se- gunda parte: 1857-1868»: Ibid. 73 (2000) 213-389; «Tercera parte. 1874-1878»: Ibid. 74 (2001) 317-462, y «El beato Pío IX restaurador del episcopado español en 1857»: Archivum Historiae Pontificiae 41 (2003) 145-193. 2. «Los nombramientos de obispos en España durante el pontificado de León XIII. Primera parte: 1878-1884»: Analecta Sacra Tarraconensia 69 (1996) 141-279; «Segunda parte: 1885-1903»: Ibid. 70 (1997) 321-504. 597 2 VICENTE CÁRCEL ORTÍ ña porque había sido nuncio en Madrid3. En los nombramientos del pontificado de san Pío X4 intervino el cardenal español Rafael Merry del Val, secretario de Estado5. Benedicto XV había sido secretario de la nunciatura de Madrid con Rampolla y también conocía la situación española, pero los nombramientos de obispos se hicieron a través de la Congregación de Asuntos Eclesiásticos Extraordinarios6; y este mismo sistema lo siguió Pío XI, si bien introdujo la novedad de enco- mendar a los cardenales miembros de dicho dicasterio el examen de algunos candidatos7. Durante los años de la Segunda República, des- de 1933 hasta 1936, la Santa Sede pudo nombrar libremente a los obispos, sin ingerencia alguna del poder civil8. Como complemento de los estudios anteriores, he examinado también diversas cuestiones canónicas, concordatarias y políticas relacionadas con los nombra- mientos episcopales hasta la segunda mitad del siglo XX9. El presente artículo se divide en tres grandes partes: – La primera se refiere a la provisión de diócesis situadas en territorio nacional. Durante los años 1937-1938 solo se cubrieron cuatro diócesis: Sevilla, Oviedo, Valladolid y León, sin intervención alguna del Go- bierno nacional. Sin embargo, muy complejas resultaron las negocia- ciones para los nombramientos de los administradores apostólicos ad 3. «Intervención del cardenal Rampolla en los nombramientos de obispos españo- les»: Archivum Historiae Pontificiae 34 (1996) 213-244. 4. «Nombramientos de obispos en España durante el pontificado de san Pío X (1903-1914)»: Analecta Sacra Tarraconensia 68 (1995) 235-423. 5. «Intervención del cardenal Merry del Val en los nombramientos de obispos»: Archivum Historiae Pontificiae 32 (1994) 253-291. 6. «Benedicto XV y los obispos españoles. Los nombramientos episcopales en España desde 1914 hasta 1922»: Archivum Historiae Pontificiae 29 (1991) 197-254; 30 (1992) 291-338. 7. «Los últimos obispos de la Monarquía (1922-1931). Primera parte: Cuestio- nes generales y nombramientos conflictivos»: Analecta Sacra Tarraconensia 83 (2010) 31-484; «Los últimos obispos de la Monarquía (1922-1931). Segunda parte: Provi- siones normales de diócesis»: Ibid. 84 (2011). 8. «Los nombramientos de obispos en España durante la Segunda República»: Ibid. 85 (2012) 143-629. 9. «Nombramientos de obispos en la España del siglo XX. Algunas cuestiones canónicas, concordatarias y políticas»: Revista Española de Derecho Canónico 50 (1993) 553-589; «Aplicación del Convenio de 1941 sobre nombramientos de obis- pos»: Anales Valentinos 20 (1994) 243-173; «Los nombramientos de obispos durante el régimen de Franco»: Revista Española de Derecho Canónico 51 (1994) 503-566. 598 NOMBRAMIENTOS EPISCOPALES DURANTE LA GUERRA CIVIL 3 nutum Sanctae Sedis de Vitoria y Lérida. La primera quedó vacante por renuncia del obispo Mateo Múgica en 1937 y la segunda por el asesinato en 1936 del obispo, el beato Salvio Huix Miralpeix. El artí- culo estudia también algunas propuestas para nombrar obispos auxi- liares, que no llegaron a efectuarse - La segunda describe el estado de algunas diócesis catalanas y la actividad de los obispos y vicarios generales; analiza la compleja situación de la diócesis de Lérida, dividida en dos territorios –repu- blicano y nacional–, que tuvo provisionalmente en la primavera de 1938 dos administradores apostólicos, Moll y Rial; la conflictiva si- tuación de este como vicario general de Tarragona y administrador apostólico de Lérida; las facultades pontificias concedidas a los vi- carios generales y administradores apostólicos de la zona republica- na; la situación de la diócesis de Tortosa; la propuesta de destinar al beato Manuel González García, obispo de Palencia, a la diócesis de Cádiz; la situación de algunas diócesis catalanas, con nuevos docu- mentos sobre las presiones del Gobierno para forzar la dimisión del arzobispo de Tarragona, cardenal Vidal y Barraquer, exiliado en Ita- lia, ante las que la Santa Sede no cedió. Aunque no fue un nombramiento para una diócesis, merece ser estudiada atentamente la misión que la Santa Sede encomendó en 1938 al obispo de Gerona, José Cartañá, porque le encargó asistir provisio- nalmente a los sacerdotes y fieles españoles prófugos en la Francia del Sur, concediéndole para este caso las facultades de obispo resi- dencial y pidiéndole, además, que informara a la Santa Sede sobre la situación religiosa en el territorio republicano que, prácticamente, se redujo a las diócesis catalanas. La idea original de esta misión partió del cardenal Vidal y Barraquer, que quiso trasladarse a Francia para seguir de cerca al situación de los sacerdotes y seglares que habían huido de la persecución religiosa, pero como esto no se pudo realizar por diversas razones, se prefirió buscar la otra solución, que fue muy tardía y resultó muy efímera y de escasa eficacia. - La tercera parte estudia las pretensiones del Gobierno nacio- nal, que todavía en plena guerra, pidió privilegios excesivos sobre los nombramientos de obispos y la restauración del Concordato de 1853. Esta cuestión quedó pendiente a finales de 1938; fue retomada al acabar la guerra, concluida con el convenio de 1941 e integrada en el concordato de 1953. Siguiendo la misma metodología de los estudios anteriores, re- 599 4 VICENTE CÁRCEL ORTÍ produzco en el apéndice los documentos más importantes y extensos referentes a cada tema o cuestión tratada en el cuerpo del artículo. CRONOLOGÍA DE LOS NOMBRAMIENTOS EPISCOPALES EN 1937 Y 1938 SEVILLA († cardenal Esteban Ilundáin Esteban, 10 agosto 1937): cardenal Pedro Segura Sáenz, arzobispo dimisionario de Toledo (14 septiembre 1937). VITORIA (A.A. sede plena) (después renunció de Mateo Múgica Urrestarazu, 12 octubre 1937, nombrado obispo titular de Cinna): Francisco Javier Lauzurica Torralba, obispo titular de Siniando y auxiliar de Valencia (11 septiembre). OVIEDO († Justo de Echeguren Aldama, 16 agosto 1937): Manuel Arce Ochotorena, obispo de Zamora (22 enero 1938). VALLADOLID († Remigio Gandásegui Gorrochátegui, 16 mayo 1937): Antonio García García, obispo de Tuy (4 febrero 1938). LEÓN († José Álvarez Miranda, 4 marzo 1937): Carmelo Ballester Nieto, C.M., Visitador de las Hijas de la Caridad de España (12 febre- ro 1938). BARBASTRO: A.A. Lino Rodrigo Ruesca, obispo de Huesca. LÉRIDA: A.A. Manuel Moll Salord, obispo titular de Claudiópolis de Isauria y coadjutor c.d.s. de Tortosa, y Salvador Rial Lloberas, vicario general de Tarragona. PRIMERA PARTE: DIÓCESIS DEL TERRITORIO NACIONAL EL CARDENAL PEDRO SEGURA NOMBRADO ARZOBISPO DE SEVILLA EN 1937 En plena Guerra Civil, Segura10, tras haber presidido el funeral del arzobispo de Sevilla, cardenal Ilundáin11, fallecido el 10 de agos- to de 1937, manifestó tanto a Pío XI como al cardenal Pacelli, deseos 600 NOMBRAMIENTOS EPISCOPALES DURANTE LA GUERRA CIVIL 5 de volver a España desde su destierro en Roma12, pues consideró lle- gado el momento propicio para regresar a una sede metropolitana es- 10. Pedro Segura Sáenz (Carazo, Burgos, 4 diciembre 1880 - Sevilla, 8 abril 1957). Estudió en el Seminario Pontificio de Comillas y fue ordenado sacerdote el 9 de junio de 1906 y el mismo año consiguió el doctorado en Teología. Dos años des- pués fue destinado como párroco a Salas de Bureba y alcanzó el doctorado en Dere- cho Canónico, y en 1911 obtuvo el de Filosofía. En 1912 obtuvo por oposición la canonjía de doctoral en la catedral de Valladolid y en esta ciudad impartió clases de Decretales en el seminario y ocupó diversos cargos hasta ser nombrado secretario de Cámara y Gobierno por el cardenal José María de Cos y Macho. El 14 de marzo de 1916 fue nombrado obispo titular de Apolonia y auxiliar del mencionado cardenal. El 10 de julio de 1920 fue trasladado a la diócesis de Coria y el 20 de diciembre de 1926 fue nombrado arzobispo de Burgos. El 19 de diciembre de 1927 Pío XI lo nombró cardenal del título de Santa María in Trastevere y lo nombró arzobispo de Toledo. Tras la proclamación de la República defendió abiertamente a la monarquía y al rey en una pastoral que fue calificada como provocadora por las nuevas autoridades re- publicanas. Esta desafortunada intervención del cardenal primado concitó tales iras que Segura hubo de esconderse en Madrid, de donde salió (11 mayo) el mismo día de la quema de conventos para pasar la frontera francesa (13 mayo) a la espera de que los ánimos se calmasen. Tras una breve estancia en Lourdes, pasó a Roma donde fue recibido por Pío XI, pero como no quería vivir lejos de los acontecimientos, la noche del 11 de junio retornó a España, de donde fue inmediatamente expulsado.