IV

ANEXO JosÉ MIGUELFERNANDEZ PEREL tados de comercio. La parte principal del libro (páginas 43-160) relata la evolución del comercio alemán durante la vigencia de los tratados. El autor no se limita, sin embargo, a describir la circulación de mercancías entre los diversos países, sino que al mismo tiempo ofrece una des- cripción detallada de la "industrialización"de Alemania y de la situación de la agricultura. Sobre este último aspecto realiza un estudio inusita- damente minucioso. En este contexto, merece señalarse que todas sus observaciones y comentarios son estrictamente objetivos. El resto de la obra está dedicado a los trabajos preparatorios y a la implantación de la reforma arancelaria,así como a diversas reflexiones sobre el arancel propiamente dicho. El autor, que sin duda vivió en Ale- mania durante bastante tiempo, hace gala de un conocimiento, inusual en un extranjero, de las circunstancias de la política interna del país cuando describe los debates en torno a la tarifa arancelaria, las diversas organizaciones y asociaciones, y las negociaciones en el Reichstag. La última parte ofrece una panorámica de los tratados que se firmaron en virtud del arancel. El autor domina sin excepción el ingente material utilizado para este trabajo. Difícilmente se encontrarán muchos libros escritos por un extranjero que, a pesar de recurrir a fuentes remotas, ofrezcan una des- cripción tan exhaustiva y objetiva de las circunstancias alemanas como la que ofrece esta obra. Esperaremos con impaciencia los volúmenes siguientes.

Max Westphal

Reseña de Max Westphal al libro de Flores de Lemus La reforma arancelaria'

Flores, A., Profesor de la Universidad de : La reforma arancelaria, consideraciones y materiales. Vol.IAlemania: Cuaderno I:"Bosquejo de la política comercial alemania [sic] durante el gobier- no de los tres últimos cancilleres'', 1905: XVI y 23 7.

Antonio García Alix, ministro de Hacienda del último gobierno conservador devillaverde, resalta en el prólogo del libro que España no se había preocupado hasta entonces de analizar y regular las relaciones comerciales con el extranjero con el rigor y la minuciosidad que lo habían hecho otros países, sobre todo Alemania. A fin de estar mejor equipados para afrontar la inminente renegociación de los tratados comerciales, el Ministerio encargó al catedrático de Economía política de la Universidad de Barcelona, Dr. A. Flores, la realización de los estu- dios preparatorios necesarios. Las relaciones comerciales con Alemania constituyeron el pilar fundamental de su investigación. Este volumen representa la primera parte de sus "Consideracionesy materiales".En él analiza la política comercial alemana desde 1890 a 1905; a este primer tomo le seguirán otros tres volúmenes, de los que el segundo y el ter- cero abordarán el comercio hispano-alemán y el cuarto contendrá materialesL. Se ha autorizado la publicación del libro, porque -como señala un real decreto3- las cifras estadísticas que en él se recogen son conocidas y la obra en sí merece toda clase de elogios y recomendaciones, juicio que compartimos sin restricción a1guna.A pesar de su, en cierto modo, reducida extensión, el libro ofrece una descripción muy clarificadora de la política comercial alemana, de los hilos que la mueven y de las tendencias que se apuntan. Partiendo de una breve descripción de la situación de la política comercial antes de 1890, se estudian con profundidad las circunstan- cias que llevaron a la celebración de los tratados de Caprivi y demás tra- ' Esta reseña del economista alemán Max Westphal se publica en el Jabr- bucb für Gesetzgebung, Verwaltung und Volkswirtscbafi, vol. XXX, cuaderno 1, 1906: 353-354. Se ha puesto en cursiva aquella parte del texto que en el original figura en castellano y en redonda la que está en alemán. La traducción de la rese- ña la ha realizado Teresa Piñel, profesora del Departamento de Traducción e Interpretación de la Universidad Pontificia Comillas de Madrid. Como se sabe, estas previsiones sobre la publicación de la obra completa en cuatro volúmenes, que el propio Flores hace constar en la "Advertencia" que figura en la página XVI, no se cumplen por razones que se desconocen, y sólo se edita este primer volumen. En realidad, se trata de la R.O. de 2 de junio de 1905,en la que se dice que "teniendo en cuenta la conveniencia de que sean conocidos los datos estadísticos que contiene el trabajo del Sr. Flores de Lemus, por todos conceptos digno de recomendación y de elogio, se acordó la publicación del mismo". TRANSCRIPCION DE LAS CARTAS DE ANTONIO FLORES DE LEMUS A FRANCISCO GINER DE LOS RÍOS

Carta núm. 1

Granada 5 Mayo 97

Sr. D. Francisco Giner de los Ríos

Querido Maestro: Recibí la suya y el certificado por el que le doy un miüón de gracias. No le devuelvo adjunto el libro porque quiero tomar sobre el primero de los ensayos que lo forman algunas notas en cuanto pase la época de exámenes, si antes no lo necesitaV.,caso en el cual se lo enviaría sobre su aviso. No me envíe, si no le es molesto retenerlo ahí, el ensayo de G. de GreeF porque sobre no necesitarlo yo sería un volumen más que tras- ladar debiendo, como debo, ilevármelos todos cuando yo me marche de ésta en fecha próxima. Confieso a V. sinceramente que su carta me produjo honda pena: la idea de la relajación del vínculo intelectual que a V. me une me sería siempre sumamente dolorosa; pero con mayor razón cuando yo apare- ciera como el causante de eila. Si toda posición del hombre en cual- quiera de los momentos de su vida ha de contar necesariamente hasta su muerte, hay influencias que dejan de sí huella tan profunda que no pueden ser olvidadas por quien las sufre, por hacérsele patentes en todo desde la dirección general de su actividad hasta el más nimio deta- lle de su c0nducta.Y yo tengo para mí que su influencia de V. sobre sus discípulos todos y particularmente sobre mí pertenece a esa categoría, poniendo todo mi empeño en que al encontrarnos nuevamente me halle V., por lo menos, como me dejó. Me dirá V. quizá que al lado de Vida2hubiera podido continuar orientando el espíritu y preparándome para el trabajo serio que, si las contingencias no previstas no lo impi- den, ha de ser mi ocupación hasta que las fuerzas para hacerlo ileguen a faltarme,y debo aV. una explicación por no haber buscado esa ayuda. Cuando vine a mi primer cuidado fue hacerme presentar a él y escribí a V. mi primera carta3 avisándole mi estancia en ésta con la intención entre otras de que me enviase una carta para él, aunque no me atreví a pedírsela a V. claramente. Saqué de mi presentación y de lo poco que con ocasión tal hablé convida la impresión de que era hom- JosÉ MIGUELFEKNANDEZ PEREZ bre de carácter bien diferente del de Y y que sólo con la asistencia a su clase es como podíamos relacionarnos. Yo no tengo ciertamente una afición decidida al derecho político y esto me retrajo. Algunos días ha fui a visitarle a su casa donde, dicho sea de paso, se me fue el santo al cielo conversando con él y cuando creí haber estado media hora ihabí- an transcurrido más de dos horas! A pesar de todo si el año próximo vengo a esta a terminar la Licenciatura, derecho político estudiaré aun- que sólo aproveche de la enseñanza su aspecto de disciplina del espí- ritu. Relaciones más íntimas me serían muy agradables y ciertamente provechosísimas;pero Vida ejerce la profesión y ha de serme muy vio- lento pensar que yo haya podido estropearle su tiempo. Esto es lo que yo pienso; pero excusado es añadir que sobre ello están las indicacio- nes de V. que yo le suplico concrete como para ser cumplidas al pie de la letra. Ahora marchamos a toda máquina sobre la teoría general de la contratación y el estudio por estampación mecánica del texto en el cerebro me fatiga lo indecible: no atribuyo a otra causa lo que mi salud se ha resentido. A no tener esta estúpida, pero ineludible obligación haría enseguida lo que me indica Y sobre el librito de Hamon.Tengo cierto miedo por ser lo primero que ha de ser impreso y obra mía y prestarse poco el libro por ser casi todo él relato de las sesiones del últi- mo Congreso socialista y haber éste ocupado la mayor parte de su tiem- po como el más bullanguero de los parlamentos latinos4;mas si V. quie- re en cuanto despache de exámenes haré las notas dando cuenta de él - jcríticas? - y de cualquier otro queY me indique o que yo crea útil dar a conocer bien que consultándole a Y primer0.Y me dirá la extensión que a estos libros de mérito escaso sin duda les reservan VV. en el Boletín5. Mi enhorabuena a Quirós y bien que sólo tengo sobre el asunto suyo las pocas indicaciones que me ha proporcionado este año la lec- tura de algunos de los capí. [tulos] del movimiento; tengo vivos deseos de conocer el ensayo. ¡Que no pudiera yo el año próximo hacer algo análogo sobre el Socialismo! Perdone V. la extensión de esta carta que sin embargo tantas cosas deja de decir y sabe cómo le quiere su discípulo

Antonio Flores ANTONIOFLORES DE LEMUS:ANOS DE FORMACI~NIJNIVERSITARIA

Carta núm. 2

Los Viliares (Jaén) 11 Junio 97

Sr. D. Francisco Giner de los Ríos Madrid

Mi querido maestro:A su debido tiempo fue en mi poder, en Gra- nada, su tarjeta postal y como lo que sobre todo me importaba hacerle conocer en mi contestación era el punto a que iría a estudiar el año próximo esperé a venir a ésta para contestarle conociendo la disposi- ción de ánimo de mi padre. Desdichadamente para mí encuéntrale muy dispuesto a que me licencie en Granada a lo que ha contribuido quizá no poco la torpeza mía de traerle patente de sabio en todas las asigna- turas, por más que, y esto me tranquiliza algo respecto a la gravedad de mi culpa, en Granada y en el grupo que acabo de aprobar es imposible sacar otras notas6.He hablado a mi cuñado que está ahora aquí para que trabaje a mi padre en el sentido de mi vuelta a Madrid el curso próxi- mo; pero a pesar del vivo interés que en ello tienen mi hermana y su marido dudo del éxito de sus gestiones. Al siguiente día de llegar a Jaén me he venido al campo donde permaneceré si puedo hasta la apertura del próximo curso. Hoy he comenzado a tomar unas notitas del librito de Vera7 que le remitiré a V. uno de estos días. El libro de De Greef puede V. enviarlo a la casa núm. 17 de la calie de Argensola: diciendo al portero de dicha casa que lo entregue a mi cuñado, Fernando Astier, cuando vaya. Esto si es que le estorba el volumen; pues yo no lo necesito por ahora. Si pudiese V. y quisiese indicarme algunas buenas fuentes donde enterarme de algo de lo que se sabe sobre obligaciones contractuales civiles le suplico que lo haga -el Sr.Azcárate estará seguramente muy al corriente sobre elio. Mi padre me tiene ahora bien vigilado para que no estudie y difí- cilmente a sus espaldas podré hacer algo. Si continúa así me echará a perder el verano con sentimiento mío que me veo envejecer -pronto cumpliré 21 años- en la ignorancia más absoluta. Adiós, mi querido maestro, y téngame siempre por su discípulo más cariñoso

Antonio Flores

S/C en Los Viiiares (Jaén). Casería de la Trinidads. ANTONIOFLORES DE LEMUS: ANOSDE FORMACI~NUNIVERSITARIA

Carta núm. 3

Oviedo, 23, Octubre, 1897

Sr. D. Francisco Giner de los Ríos

Querido Maestro: hasta ayer no se ha abierto la clase de estudios prácticos jurídicos y sociales motivo principal de mi comunicación epistolar con V. durante el curso corriente. Ni en la reunión preparato- ria ni en la de apertura podía yo ni he podido formar una representa- ción neta y clara del espíritu, tendencias y procedimientos de esta escuela, a la cual he sido presentado por el Sr. Sela, y en cuyos trabajos tomaré parte cuando haya ocasión propicia para ello. Mis propósitos a este respecto son muy buenos: yo al menos así los juzgo y digo a V., que recibirá esta comunicación con cierta desconfianza porque V -sospe- cho yo- no la tiene grande en mi vocación para el estudio, creyéndome algo más.. .mundano y menos serio de lo que V., en sus buenas disposi- ciones hacia mí, por las que tan profundamente reconocido le estoy, deseara. No es esta sospecha mía poca parte a que yo lamente mis cir- cunstancias actuales de trabajo harto lamentables de suyo. El aprendi- zaje de nuestra legislación mercantil, procesal y civil hecho de la mane- ra que es corriente en nuestros establecimientos docentes (l...?) y con el aprovechamiento (i . . .!) que es necesario para tener contento [sic] a mi padre y a mi tíoy,a fin de que no me priven de mis sueños'" dorados, de mi viage [sic] a Alemania; la asistencia a las clases, y el estudio del alemán, ocúpame largo tiempo a diario y es poco el que me queda dis- ponible para dedicarlo, cuando el caso liegue, al trabajo serio, único fructífero. De lo poco que haga en este orden le tendré a V. al corrien- te con cartas sucesivas que V. ha de perdonarme por el tiempo que les roben a otras más importantes ocupaciones de V. Siempre suyo discípulo cariñoso

Antonio Flores de Lemus

S./C. Hotel de Madrid.

Josí MIGUELFERNANDEZ PÉREZ

Carta núm. 4"

Oviedo, 18 diciembre 1897

Mi apreciado maestro: Después de la apertura de la Escuela de Estudios Prácticos le escri- bí aV. Desde entonces no he recibido ninguna contestación de V., pero el Sr. Sela me ha dicho que V. le ha escrito acerca de mis asuntos12:le doy las gracias por eilo. Tan pronto como llegué aquí le dije al Sr. Buylla que me quería ocupar de los estudios de ciencias económicas. Después de esto he rei- vindicado muchas veces mi propósito, pero sin éxito. Finalmente se me ha prometido que recibiré algo que hacer. Aparte de todo lo dicho,voy todos los días a la Escuela y tomo par- te en las discusiones que allí tienen lugar. Creo que el Sr. Sela con quien tengo un trato más frecuente no está descontento conmigo y puedo decirle que el profesor"de Procedimien- tos" está totalmente c~ntento'~. Le quedo agradecido y su más devoto alumno

Antonio Flores

Dirección: Hotel de Madrid ANTONIOFLORES DE LEMUS.ANOS DE FORMACI~NUNIVERSITARIA

Carta núm. 5

Oviedo, 9, Febrero, 1898

Sr. D. Francisco Giner de los Ríos

Mi querido maestro: tuve el gusto de leer su carta tan cariñosa. No piense V. que el escribirle a V. de tarde en tarde proceda de una obser- vancia, en el caso, bien visible, de la regla "carta recibida, carta contes- tada", sino que temo y creo que [sic] con razón distraerle con cartas que han de decir muy poco; porque los hechos que yo debo comuni- carle son desdichadamente muy escasos. Puedo asegurar a V. que nada por aquí me distrae del trabajo y a pesar de esto no hago nada; no pue- do ponerme a hacerlo: los Procedimientos judiciales, los códigos civil y mercantil.. . se llevan mi tiempo y mis energías, dejándome apenas tiempo para el alemán, la escuela y pasear un rato distrayendo el espí- ritu y enterándome del modo de ser de estas gentes, tan diferentes del modo de ser de los andaluces, y aprovechar lo que pueda asirnilándo- me las cualidades buenas de este carácter; aunque, desde este punto de vista, no espero grandes resultados, por razones varias.k; créame V., lo siento porque el carácter asturiano, como se conserva en las gentes del pueblo, apenas [es] recognoscible en la clase media de acá, sino por sus defectos; ese modo de ser sencillo, sincero, honradoi4,me gusta mucho y desde luego paréceme preferible al de la gente baja andaluza (¿y la clase media?) la mitad de cuyo espíritu se ríe de la otra mitad, y todo él de cuanto hay de serio y digno de respeto en el mundo. A pesar de lo que, mi entusiasmo por estas gentes no llega al que V. siente por ellas. Estoy convencido de que si V. pudiera ser estudiante ovetense durante un mes, siquiera ese entusiasmo se había de enfriar bastante.\! se sonríe, sin duda, leyendo esto: cuando tenga el gusto de verlo y hablar con V. podrá conocer el reverso de la medaila de la cual sólo el anverso vió V. hasta ahora. Asisto desde el primer día a las lecciones del Sr. Redondo sobre "Arte"y no falto tampoco a la Escuela, a cuyos profesores y muy espe- cialmente al Sr SelaI5,estoy cada día más agradecido. De V. siempre cariñoso discípulo Antonio Flores JosÉ MIGUELFERNÁNDEZ PEREZ

Carta núm. 6

Tubinga, 19 de Marzo de 1900

Sr. D. Francisco Giner de los Ríos

Mi Señor y Maestro: ¡Ya estoy en Alemania! Lo que me pareció siempre un sueño, el ideal de mi vida universitaria comienza a realizar- se: haga Dios que no retorne a España sin dejarme aquí lo mucho malo que traigo, llevándome en cambio algo de lo muchísimo bueno que por aquí se halla. El que así suceda depende en gran parte de que V. no me discontinue sus consejos, pues con tan firme arrimo había de ser mi negadez [sic] casi inconcebible por lo grande para que yo desaprove- chara mi estancia en esta tierra de promisión de la juventud española. Tentado estoy de escribirle aV. un tomo en lugar de una carta; pero temo poner su paciencia en detrimento, que de no irme a la mano esta consideración le contaría por menudo mi viaje a través de Suiza, el país más hermoso del mundo. En Lausana conversé largo rato con un grupo de obreros que antes de partirme me hicieron entrega de una hoja sus- crita por todos ellos: "En souvenir de votre passage a Ia~ssanne'''~. Mi primera intención fue irme a Stuttgart; mas apenas llegado comprendí que en una población tan grande es muy dificil para un extranjero, que por añadidura no conoce la lengua del país, crearse rela- ciones, tanto menos cuanto que el curso no comenzará hasta fines del mes próximo venidero, en razón de lo que no podía contar con la ayu- da de los estudiantes. Víneme pues a Tubinga, y en llegando, me fui directamente a la Universidad donde encontré un señor muy amable que hablaba medianamente el francés. Le expuse el objeto de mi veni- da y mi ningún conocimiento ni del país ni del idioma. Me pareció que se interesaba por mí. Ello fue que llamó a un empleado y le ordenó que me acompañara a casa del profesor de "Lenguas románicas". Desgra- ciadamente, éste habíase partido de Tubinga la noche anterior, y no tor- nará aquí hasta mañana o pasado. Así que venga, iré a visitarlo para rogarle que me indique cuál sea a su juicio el medio más rápido posi- ble de aprender el alemán, habida cuenta de la ausencia de los estu- diantes con ocasión de las vacaciones, pues cuando el nuevo curso ANTONIOFLORES DE LEMUS:ANOS DE FORMACIÓN UNIVERSITARIA comience ningún método ni maestro mejores que el trato con los camaradas y éstos mismos. Adiós, mi querido maestro, téngame siempre por su criado y dis- cípulo que le besa las manos

Antonio Flores

Adresse:Alemania - Allemagne - Deutschland. Es preciso escribir- lo en las tres lenguas porque la carta ha de pasar por la Suiza alemana. Vale.

(Württemberg) - Tübingen. Hotel Schuler - Karlsstrasse. Carta núm. 7

Tubinga, 27 de Marzo de 1900

Sr. D. Francisco Giner de los Ríos

Mi señor y maestro: le escribí a V. hace algunos días; pero como hoy al preguntar en la oficina de Correos cómo debía franquear las car- tas, he comprendido que muy probablemente se perdió mi anterior, vuelvo a escribirle a V., pues por nada del mundo querría quedarme sin recibir carta suya instruyéndome ampliamente para mi mayor aprove- chamiento en este país. Por lo que V. más quiera, D. Francisco, no me deje V. de la mano. Estuve en casa de Herrn Prof.Vorcksch; me recibió con gran ama- bilidad. Es un hombre cultísimo y muy jovial; al poco rato de conversar con él en francés (que posee a la perfección) la causerie était si ami- cale quepo~sible'~.Me recomendó que me viniese a vivir a esta casa en que estoy; me explicó por menudo el sistema alemán de enseñanza, y me acompañó a casa de un joven, Herr O. Moser, a quien fui presenta- do, siendo a la presente el solo amigo que tengo en Tubinga; pero un amigo que vale por varios: es muy serio, y sumamente inteligente e ins- truido.Todos los días paseo con él, y poco a poco, me va haciendo entrar en esta vida, y poniéndome en guardia contra las malas cosas que debo evitar en el trato con los estudiantes: no son pocas, desgraciada- mente. El próximo semestre comenzará en los últimos días del mes de Abril, pues aunque la apertura es el 18, hasta después del 20 no dan principio las tareas. Sin perjuicio de seguir su consejo en cuanto V. sea servido de dármelo, mi propósito es seguir hasta donde se me alcance, dados mis pocos conocimientos de la lengua y de la materia de las explicaciones, los cursos de Schonberg y de Neumann, procurando orientarme en mi disciplina,y preparándome para llegar a ser, tan pron- to como sea posible, miembro pa~ivo'~de un seminario. Cuando esto suceda, ya no estaré en Tubinga; pero es muy probable que recorra otra u otras universidades antes de llegar a Berlín. Allí, Ad. [olfJ Wagner ha dado tal y tan grande puesto al estudio de las Staatswi~senschaften~~ que, segun me han dicho, solamente son admitidos como miembros activos2''del seminario los estudiantes que llevan largo tiempo de estu- diar aquellas ciencias. Sin duda, podría ir antes de lo que pienso a Berlín como miembro pasivo; pero habiendo de oir a varios otros profesores alemanes, prefiero ser activo en esa Universidad, porque es en el esta- do más avanzado del aprendizaje, cuando mayor fruto se saca de la enseñanza en una escuela determinada.Y hay que aprovechar en Berlín cuanto esté en mis posibles.\! no olvidará decirme lo que le parezca de todo esto. Los días que faltan para comenzar el curso los dedicaré entera- mente al alemán. Con tener que instalarme,y arreglar mis cosas segun informes seguros, me he visto precisado de emplear continuamente el francés, y mis progresos en el alemán no han sido muy grandes.Todo se andará sin embargo, si Dios quiere. Reciba V., mi querido maestro, el testimonio del acendrado cariño y alta consideración de su discípulo q.l.b.1.m.

A. Flores

PS. Hay que hacer que venga Gómez Bravo". Por las noticias que mis hermanos me dan de Palacios, me persuado de que no vendrá.Vale.

S/C. Neckarhalde, 68. Carta núm. 8

Tubinga, 20 de Abril de 1900

Sr. D. Francisco Giner de los Ríos

Mi señor y maestro: he recibido la carta que me hizo V. la merced de escribirme. Reciba V. las más expresivas gracias por sus consejos y el interés que se toma en mis cosas. Es para mí gratísirno participar, y cada día más, de sus esperanzas respecto a mi porvenir, y aunque también comparto sus temores, me per- mito desconvenir de Su consejo cuando supone que mi compañía pueda dañar a otros jóvenes. No quiera Dios contristarme con tales aprensiones. A Él le pido que me sostenga firme en mi propósito de trabajar se- riamente (y no para oposiciones,como le han dicho aV. malamente) para poder dar algo a mi patria al consagrarle mi alma, dedicándole mi vida. Mucho me satisfaría acompañarme de los demás para esa obra, si al juntarnos en ella todos pensábamos como el gran Florentino: "Qui si conven lasciare ogni sospetto, Ogni vilta conven che qiii sia m~rta"*~ De otro modo, yo iré solo hasta donde mis fuerzas alcancen con- tento de cumplir con mi deber. El horizonte se presenta bastante despejado. Mis progresos en la lengua durante los últimos días, han superado mis esperanzas:Ya com- prendo bien, y puedo expresarme en alemán sin gran dificultad. El semestre no será, pues, enteramente perdido. Me hailo perfectamente entre los alemanes que me distinguen entre todos los extranjeros: Dios se lo pague como yo se lo agradezco. Suyo, con la mayor consideración, discípulo y servidor q. 1.b.l.m.

Antonio Flores

PS. Mi presencia enTubinga no debe detener la venida de Palacios. La ciudad es bastante grande, y la Universidad sobrada para contener- nos a los dos sin que nos toquemos uno a otro. ANTONIOFLORES DE LEMUS:ANOS DE FORMACI~NUNIVERSITARIA

Carta núm. 9"

Tubinga, 27 de Abril de 1900

Sr. D. Francisco Giner de los Ríos

Mi querido Maestro: El curso de Herrn Neumann ha comenzado ya.A fuerza de aten- ción sigo sus explicaciones que son admirables. ¡Qué maestros, D. Francisco, qué maestros! El 30 de este mes explicará Herr Schonberg la primera lección sobre política de la Hacienda. Lo que me apena es la corta duración del semestre. En razón de ella se va más deprisa que yo deseara, mas como tengo algunos cursos por delante pienso caminar despacio. Tratando de hallar la característica de lo económico ha hecho Herr Neumann una crítica honda y sagaz de los conceptos recibidos, y con las muchas cuestiones que oyendo al maestro se me han presentado tengo tarea más que sobrada por ahora. Pero no sé caminar sin anda- deras,y aun a riesgo de molestarle,le suplico que me indique algo sobre una de mis cuestiones: es a saber. Se da por característica de lo econó- mico la aplicación del máximum de resultado con el mínimum de esfuerzo. A parte [sic] otras muchas observaciones, se ocurre pregun- tar: el derrochador tendrá seguramente mala cuenta, mas por eso ¿deja de moverse en el terreno de lo económico? V. comprende la analogía entre esta cuestión y esta otra: el delito es un hecho contra el derecho ¿pero está fuera de lo jurídico? ¿Ha escrito V. algo sobre ello? ¿Puede dar- me alguna indicación? Se lo agradecería en el alma. Su discípulo y servidor

Antonio Flores Carta núm. 10

Tubinga, 28 de Abril de 1900

Sr. D. Francisco Giner de los Ríos

Mi maestro y señor: he recibido su grata del 29. La que anterior- mente se sirvió V. dirigirme, interpretéla en el sentido que doy siempre a sus cartas y a cuanto de V. me viene: como el fruto de su acendrado cariño, sabio consejo y paternal tutela para con el discípulo que menos méritos cuenta, pero que más grande afecto y veneración tiene por V. Créame V. Maestro: entre mis defectos no está la hipocresía, y cuando le doy las gracias por sus bondades, gratitud es que del corazón me sale. Sí, estoy seguro de e1lo:V. me conoce bastante para saber que mi con- ducta, aun cuando más digna de vituperio, ha sido siempre sincera, que, en toda ocasión, le he mostrado a V. mi alma desnuda y sin artificio. Así, cuando la tarjeta de Palacios me hizo pensar que V. temía algún peligro para él de su contacto conmigo, declaré aV. francamente que no participaba de esa creencia, y me sería muy doloroso compartirla; pero era y es siempre excusado avisarle de cómo puede V. siempre decirme eso y cuanto le viniere en voluntad, y aun convencerme de eilo según lo ha V. experimentado en caso muy reciente. Mi error ahora procedía de no haber imaginado hablar castellano a los camaradas españoles que hubiesen de aprender alemán, antes he de ayudarles cuanto quieran y pueda en el aprendizaje de esta lengua. No se concretaban en esto mis buenos designios respecto de Palacios a quien en mucho tenía: Dios no quiera hacerme ver que mi estimación era superior a su mérito según él piensa de mí: yo no voy tan deprisa en la rectificación de mis juicios, y hasta ahora creo no ver error en que me yerre, el aprecio que hago de Leopoldo. La participación que V. tiene ya en nuestro negocio, yo la acepto con el más profundo acatamiento, seguro de que será para mi bien, yV respetará mis ideas en cuestiones de honor. Son éstas cosa personalísi- ma, y V. recordará cómo hombre tan sesudo y de moral tan irreprocha- ble como el Sr. Salmerón lo es sin duda, no ha temido poner su con- ANTONIOFLORES DE LEMUS: ANOS DE FORMACIÓN UNIVERSITARIA ciencia en detrimento cometiendo a dos amigos el encargo de exijir [sic] una reparación por las armas.

He aquí nuestro caso: Hace tiempo, me escribió Palacios pidiéndome informes sobre algunos particulares relativos a su venida. Contesté inmediatamente a cuanto me era preguntado, me ofrecí a a servirle de guía en los prime- ros tiempos de su estancia aquí, y entre burlas y veras, para no herir delicadezas, puse a su disposición, por si de él había menester, el dine- ro que yo tenía. La respuesta de Palacios fue una tarjeta postal donde, pasando en silencio todo lo anterior, declaraba que no debía juntarse conmigo en Tubinga. (Siento no conservar la tarjeta que ha desapareci- do de mi mesa mientras yo estaba últimamente en Estugarda14). Pienso que un hombre está en el mas perfecto derecho, en la más completa libertad de evitar la compañía de cualquier otro; pero si tiene la desfachatez de espetarle descaradamente sus juicios, lo,no debe con- tinuar iiamándose su amigo; 2", ha de atenerse a las consecuencias sin pretender el papel de víctima in0cente.Y las consecuencias en nuestro caso fueron las muy lamentables, pero muy naturales que V. conoce, y serán las que en adelante sobrevengan, pues todavía no estamos al remate. Porque V. me dice que mi carta fue irreflexiva, he vuelto a pensar en ella, sin mayor suceso que la primera vez para encontrar otra salida de la que tuve, es a saber, pedir una explicación anunciando que, si no la obtenía satisfactoria, rompería las relaciones de amistad y exijiríaZ5 una reparación en el terreno. No necesita V. esforzarse a persuadirme cuál efecto y cuán desas- troso produjo mi carta en el ánimo de Palacios, pues su contestación me lo da a entender bien claramente. Lo siento, y teniéndolo en cuen- ta he declarado a Leopoldo que su explicación sobre la tarjeta me satis- face plenamente, conque estaría todo arreglado sino [sic]fuera que en la misma carta donde se me declara tan favorablemente la tarjeta, se añade (no tengo inconveniente en copiarlo, habiendo Palacios mostra- do a V. mi carta, o por lo menos enterado de ella): Ahora, no sé qué decirte. Lo que sé es que antes de escribir yo carta como esa a un amigo mío, se me hubiera caído la cara de ver- güenza.Te retratas Flores, en ella (sic) de cuerpo entero, y eila (sic) es la que me enseña que no podemos continuar amigos16. JosÉ MIGUELFERNANDEZ PEREL

El primer punto carece de interés. Yo no tengo por vergonzoso pedir una explicación o una reparación cuando me creo ofendido, y que haya quien piense de otro modo, me tiene sin cuidado: allá ellos con su opinión. Lo que sí me interesa es que Palacios me diga el motivo de su con- vicción. Si se trata de una "incompatibilidad" hemos terminado senci- iiamente; pero si hay en ella algo que me sea deshonroso, Palacios debe declararlo y batirse conmigo: no hay otro remedio en el estado a que somos venidos. A no ser que quien lo dictó retire enteramente el párra- fo copiado, que en este caso yo no tendría motivo alguno de resenti- miento con el que hasta aquí fue mi amigo.\! comprenderá que tenga yo casi descartado [sic] por improbable la última solución. Créame Y, con la mayor consideración, su discípulo y criado

Antonio Flores ANTONIOFLORES DE LEMUS:ANOS DE FORMACION LJNIVERSITARIA

Carta núm. 11

Stuttgart, 3 de Mayo de 1900

Sr. D. Francisco Giner de los Ríos

Mi querido maestro: cuando se canse de tantas descomodidades como le causo, me manda V. a paseo con entera libertad, que así la ten- dré yo para consultarle todas mis dudas. La de hoy nace de haber recibido una carta de una familia asturiana pidiéndome consejo e informes para enviar un niño (de 15 ó 16 años) que debe estudiar en Alemania la carrera de ingeniero. La urgencia me ha obligado a responder antes de recibir indicaciones de V.; pero he sal- vado la posibilidad de rectificarme, y aplazado, hasta que Y me aconseje, dar indicaciones sobre el modo de vivir que más convenga al muchacho. En mi carta procuro mostrar la necesidad de que nuestro futuro ingeniero complete su formación en un Instituto alemán, antes de en- trar en el Polyteknicum; indico las 3 diferencias de Institutos que aquí hay, y muestro las razones que aconsejan elejir [sic] una Realschule2' por más adecuada a nuestro 0bjeto.V. dirá. Queda aún por decidir si el niño ha de entrar en un internado o vivir 1ibre.A no mirar más de la comodidad del momento, se daría la conveniencia a lo primero; pero atendiendo a lo porvenir jse puede esperar que saliendo del internado, un joven (y menos un joven espa- ñol) viva ordenadamente de su propio motivo, sin extraña tutela? Además jno se corre gravísimo riesgo de ahogar en germen la indivi- dualidad del educando haciéndolo caer en esta pícara desmedida afi- ción del vulgo de los alemanes, la pasión del uniforme? Para los prime- ros tiempos de su estancia aquí jno podríamos ayudarle Palacios que es asturiano, y yo que lo conozco bastante? De V. discípulo y servidor A. Flores PS. Tengo la satisfacción de anunciarle que muy probablemente, también vendrá a Alemania mi hermanito antes de comenzar sus estu- dios universitarios. Carta núm. 12

Berlín, 9 de septiembre 1900

Sr. D. Francisco Giner

Mi señor y maestro: tiempo ha que estoy de voluntad de escribirle a V., pero como no sabía dónde pasaba V. el verano he esperado hasta ahora que ya le supongo a V. en Madrid. Mis últimos meses han sido malos. Sin duda a causa de estos con- denados caracteres de letra, mis ojos se resintieron, y el Dr. Schleich, el más afamado oculista de Württemberg, me dijo que probablemente me quedaría ciego. El Dr. Hess de Würzburgo que es hoy, con el anciano Leber2" quien de mayor reputación goza enAlemania como oculista, me ha asegurado que no hay el peligro que el Dr. Schleich supone, y que puedo trabajar cuanto me plazca.También he visto a un psiquiatra que me ha asegurado que mis nervios están bien, y que cada día estarán mejor. Solamente el sistema de comidas me lo ha mandado cambiar, y en verdad que me siento muy bien con el régimen que me ha prescrito. Aquí estoy por consejo del Prof. Neumann. Hasta la segunda quinc. [ena] de Oct. [ubre] no empezará el curso. Pienso oir a Wagner, a Schmoiler, Sering,Wenckstern, etc. Seminarios, frecuentaré los de Wag- ner, Schmoiier y Sering.Y con esto, y seguir en mi trabajo de orienta- ción en la cienc. [ia] econ. [ómica] y en su literatura, ya hay que hacer en el semestre. Mi padre quiere que haga oposiciones a la cátedra de Santiagoz9.Ya me lo temía yo. Como hay que tirar a estar en Alemania tanto tiempo como me sea posible, haré, si no puede ser pasar por otro punto, opo- siciones a lo que mi padre quiera, una cátedra, una mitra, cualquier cosa. No tengo que decirle que seguiré trabajando como si tales oposiciones no hubieran de verificarse nunca. Para hacer una "preparación sistemá- tica" me iría a Madrid.V. sabe que en estas cosas "el medio lo es todo". Pienso que sabrá V. a qué fiebre guerrera están dados los alemanes. La idea de tener eine starke deutsche Flotte'" les vuelve el juicio. Los profesores de Berlín han publicado dos volúmenes sobre el asunto Handels- und Machtpolitik3'.Un brillante estudio de Schmoiler, otro muy concienzudo de P. Voigt (un poco breve en las conclusiones), otro de Sering (un tanto "chauvinista", pero con rasgos de maestro), y un excelente trabajo "hacendístico"de Wagner, son lo mejor del 1ibro.Ya se ha puesto a la venta el primer volumen del esperado Tratado de Economía de Schmollerj2.Pienso que le había de interesar aV. bastante. Quizá lo hailará V. más rico que profundo. Su pensamiento director es el mismo de todo el movimiento moderno en la Economía (exc. [epto] la esc. [uela]Austr. [ía~a])~'. Suyo amigo, discípulo y criado

Antonio Flores

ANTONIOFLORES DE LEMUS: ANOSDE FORMACI~NUNIVERSITARIA

Carta núm. 13

Berlín a 18 de Oct. [ubre] 1900

Sr. D. Francisco Giner de los Ríos

Mi querido Maestro: vamos a comenzar el nuevo curso. El plan de estudios en la Universidad que en mi carta anterior le indicaba ha tenido que sufrir algunas variaciones: el Profesor Wagner no dirigirá este se- mestre ningún seminario porque tiene que "leer" Volksw.[irtscbafts/lebre All.g[emeine undj Tb.(eorie] y Finanzwi~senscbaft~~.Tomocomo Ne- benfacb: Staatsrecbt bei Herrn Pro$ Gierke35. Al comenzar el curso mi "balance" es el siguiente:Allgem.(emeine] Wirtbscb./aftsJWiss.(enscba ftp? entera; Volksw.(irtscbaftsj T(issens- cbaft/ All.g[emeine] Th.[eorieI3':entera; V[olksJw.[irtscbafts]-Politik3'; Handels- und Verkehr~wesen~~;Geldpolitik4"; Wanderung und Koloni- sation4';Finanzwissenscbaft:Allg.[emeinej Th.[e~rie/~':entera; Finanz- bedar-: Privater~erb~~;Allg.[erneinejSte~erlehre*~; y de la Spez.[iale] Ste~erlehre'~estoy con los impuestos directos. Métodos4':He soltado ya las andaderas en la formación de la teo- ría. Conozco la técnica en las cuestiones de Pol. [ítica] económica, pero me falta todavía destreza: en la fijación de un fenómeno, o en la deter- minación de un movimiento empleo casi el doble de tiempo del que se debe emplear. En el método estadístico soy un pobre doctrino. Calculo que aún me faltan unos nueve meses de trabajo para soltarme bien. Hasta donde esto se puede preveer [sic],creo que en 11 meses -permaneciendo mis nervios en el excelente estado en que se hallan4'- podré tenerme por "formado". Trabajo cuanto puedo. Si mal no me acuerdo, le he dicho aY algu- na vez en qué pensamiento trabajo. Cuando salí de España imaginaba venir a aprender cómo trabajan los alemanes, y por tomar una materia donde irme experimentando elegiría la Economía que me era más fami- liar que el Derecho o cualquiera otra.Ya en Suiza me nacieron serias dudas sobre la cordura de mis intenciones, y a poco de llegar a Ale- mania conocí que, en efecto, eran disparatadas. La razón es muy senci- lla: que como trabajan los alemanes es.. . siendo "profesionales"y así, lejos de ser la materia cosa secundaria, según yo imaginaba, era preci- samente el quid."Saber las cosas", ahí estaba todo. Le escribí a mi padre preguntándole si estaba yo muy seguro en Alemania, me contestó que sí, y.. .jmanos a la obra! Me puse a estudiar seriamente la carrera de "cameralista",o por mejor decir de economista, pues en lugar de la VernaZ.[t~ngllehre*~hago entrar en mi cuadro los miembros (que de otro modo me faltarían) de la Enc. [iclopedia] econ. [ómica] que no son generalmente estudiados con las Kam./eral/ Wiss.[enschaflenj50.Ycon este pensamiento sigo. El dilet. [tantismo] es una peste en España, y es menester ir de tal manera no ya curado mas también "inmunizado"para no temer el contagio.A eso le he sacrificado ya algo en la opos. [ición] a la cát. [tedra] de Sant. [iago], pero más le sacrificara si más preciso fuera5'. Sabe cuánto le quiere su disc. [ípulo], am. [igo] y criado

A. Flores ANTONIOFLORES DE LEMUS: ANOSDE FORMACI~NUNIVERSITARIA

Carta núm. 14

Berlín, 14-XII-00

Sr. D. Francisco Giner

Mi Señor y Maestro: acabo de recibir la tarjeta que se ha servido enviarme. Mucho le agradezco el interés que V. se toma por mi estado. Es cierto que estuve mal, tanto que escapé de milagro, como sue- le decirse.V. sabe que desde años mi salud es detestable. Ahí me han tra- tado como enfermo de los nervios, y ya el psiquiatra a quien ví por reco- mendación deV me aseguró que mis nervios estaban muy sanos. Ahora caí, de nuevo, con los mismos síntomas que otras veces en España y aun el Prof. Ewald empezó a tratarme nuevamente en falso. En falso porque otro doctor descubrió que la causa de mis dolencias estaba en... ¡una albuminaria que en el primer análisis dio más del 8%de pérdidas! Sin esperanza, apenas, de vida he pasado algunos días, mas el resultado del tratamiento ha sido tan brillante que los tres últimos análisis acusan normalidad completa. El período agudo de la enfermedad ha sido muy corto,y así, no me ha perturbado sensiblemente en el curso de mi trabajo. En cambio es un problema que no sé cómo resolver, seguir adelante suprimiendo las veladas. Que no tiene solución es indudable, pues aquí solamente por rara excepción vela la gente. Pero es también segurísirno que "el paso" que yo traía hasta ahora no podrá seguir.Y el estudio de nuestra "cien- cia" o mejor de los estudios de ella es tal que la literatura es ya tanto un embarazo como una ayuda.Y de otra parte la fijación de los movimien- tos económicos exige tantísimas tablas y cálculos que hay que trabajar más de 300 horas para obtener un resultado (¡inseguro!) que puede expresarse en tres minutos. Mas haremos lo que se pueda, que de ahí adelante nadie podrá pedirnos nada. Sírvase V. recomendarme a los comp. [añeros] de Seminario y dis- poner de su discípulo, serv. [idor] y ami. [gol

A. Flores Abro la carta para darle a V. noticias de los compañeros: ¿Se acuerda V. de un muchacho, Manuel Sola, sobrino de mi anti- guo profesor de D.[erecho] Civil en Granada? Tengo acerca de él las mejores noticias. Granada no se lo ha tragado. Mí a la sombra del Sr. Vida se va formando; trabaja de veras: lo he metido en que aprenda ale- mán, y ya ha comenzado. Muy probablemente saldrá de ahí un buen Prof. de Derecho Civil. Si fuera\! tan amable que le preguntase al Sr.Vida qué le parece.. . Él no sabe que me interesa mucho porque es mi ami- go; mas también porque apenas se ve que haya quien quiera trabajar, y si por acaso se descubre uno, ya ve V. que la cosa es importante. De Palacios5': Me escribió que andaba vacilando entre dedicarse al Der. [echo] nat. [ural] o a la Economía. Síntomas de gravísimo estado contemplativo que puede degenerar en dilett. [antismo] incurable. No lo deje V. de la mano, o se perderá también ese muchacho.Yo le indica- ba en mi contestación que el Derecho natural que se estudiaba aquí al presente me parecía lo más adecuado a sus gustos; pero como es él quien debe decirlo le indicaba el medio de hacer un escrup~loso~~exa- men de conciencia. En realidad lo mejor sería que se viniera, pero no a Berlín, ni a Munich que sin poderle enseñar de la vida social lo que una gran población francesa, por ej. [emplo],serían muy ocasionadas a que no trabajase lo que puede y debe trabajar. A Gómez Bravo5' lo tiene V. ahí. Además poco podría yo decirle. Un instituto en que se administren palos y demás medios contra la pereza es la mayor de las necesidades que tenem0s.Y si no lo establecemos nosotros, ya lo establecerán los extrangeros [sic]: en esto no puede haber dudas. El otro día estuve a visitar al prof. K. Ze~mer~~que me reci- bió muy amable y habló largo rato sobre los estudios juríd.[icos] en Esp.[aña]. ¡Bonita idea tienen de nosotros! Suyo

A" Flores ANTONIOFLORES DE LEMUS:ANOS DE FORMACI~NUNIVERSITARIA

Tarjeta núm. lS6

Muy apreciado Señor Profesor: Mis más sinceras gracias por su amistosa tarjeta postal. Me encuen- tro relativamente bien, pero ahora me limito a asistir a las clases y a familiarizarme con los hechos económicos y con las teorías modernas. Mas esto lo hago con un tempo más lento que antes. El trabajo propiamente de investigación lo he parado desde hace cierto tiempo, pero espero poder volver a reanudarlo pronto. Con saludos cordiales para todos soy su devoto discípulo

A. Flores

Berlín, 19-1-0 1

ANTONIOFLORES DE LEMUS:ANOS DE FORMACI~NUNIVERSITARIA

Carta núm. 15

Berlín, 10-111-01

S. D. Francisco Giner de los Ríos

Mi señor y maestro. Estamos de vacaciones, al menos oficialmen- te, porque de hecho eso de vagar, holgar o como se diga, no es cosa que se puedan permitir sino los muchachos que aún tienen muchos semes- tres por delante.Yo me aprovecho del "cierre" para abrir mis trabajillos que andaban un poco descuidados con la falta de tiempo, que el más se lo llevaban las clases. Estoy tan satisfecho como cabe en un ente racional. El método estadístico no me ofrece ya dificultades a Dios gra- cias. Un poco de trabajo más en política económica y estamos al cabo con la "preparación". ¿Para qué? ¡Dios sabe! Mi economía tiene poca semejanza con lo que ahí se entiende por "ciencia económica" y unas oposiciones serán probablemente un fracas0.A pesar de esta presunción habrá que pro- bar fortuna, y si me fuera adversa, no sé cómo me las componga para ganarme el pan honradamente, ya que el derecho no me parece que podría cultivarlo con amor, y sería su ejercicio como profesión una prostitución indecente a que en ningún caso me daré. Sea como quiera mientras Dios no me deje ciego (y parece según los Profesores Silex e Hirschberg que con algún descanso volverán los ojos a su estado normal) no pienso arrumbar mis estudios ni quedarme con ellos en el cuerpo. Esa indiferencia con que estamos acostumbra- dos a mirar cómo nos llevan a la ruina los imbéciles que nos desgo- biernan (si es posible desgobernar a España más de lo que está) es cri- minal. Que las cosas vayan mal, es un gran daño; pero que no hagamos cuanto en nuestro poder esté por hacer que vayan mejor es un crimen de lesa patria. Apena comparar esa ignavia nuestra con la actividad febril de alemanes, rusos, ingleses, americanos y franceses que ahora se tiran los trastos a la cabeza (jmalas formas de lo que en sí es excelen- te!) por mor de las tarifas, y de lo que ha de pasar en China (me pare- ce que los americanos ven más lejos, en esta cuestión, que los alemanes e ingleses). Si no tengo cátedra, y aún teniéndola, escribiré libros o folle- Josí MIGUELFERNANDEZ PÉREZ tos o artículos de periódico, o echaré discursos o cosa que lo parezca, mas no me meteré en un rincón mientras pueda hacer algo. Y mis compañeros de Seminario ¿qué hacen? ¿Siguen esperando que les venga del cielo alguna cosa? Gómez Bravo me escribió anun- ciándome unos artículos suyos sobre anarquía, y no llegan nunca; Palacios parece que se casa (demasiado pronto me parece); de los demás no sé, si no es de Navarro5' cuyo asunto no va adelante a causa de la enorme crisis de la ind. [ustria] sid. [enírgica] alem. [anal. Me que- do en Berlín el sem. [estre] próximo. Han ampliado la facultad. Suyo, discípulo y criado q. l. b. 1. m.

A. Flores

S/C. Berlín, C. 22 Kl. Rosenthaler, 10 11 B. ANTONIOFLORES DE LEMUS: ANOSDE FORMACION UNIVERSITAR~A

Carta núm. 16

Berlín, 23-N-01

Sr. D. Francisco Giner de los Ríos

Mi señor y maestro: el sábado empezamos ya con el nuevo semes- tre. Las vacaciones han sido aprovechadas,y ayudando Dios también lo será el semestre. En él espero acabar mi orientación, de manera que después pueda trabajar solo en España, seguir de cerca, ¡relativamente!, el movimiento ulterior de la ciencia en Alemania y si en tanto se íiega, preparar muchachos para que por sí se hagan una idea en las cuestio- nes económicas. Mi trabajo en este semestre será ~ralte.~'de Econ. [omía] aplic. [ada] y Pol. [ítica] econ. [ómica] en sentido estricto. Es precisamente donde más ha dado de sí la ciencia alemana, y hasta donde hoy se puede hablar de ésta parece que prepare un renacimiento de la teoría económica. Hasta ahora es sin embargo mas el ruido que las nueces. Mucho es sin embar- go que sepamos a qué atenernos sobre la simplicidad de los análisis a la manera clásica (! ! !)59. Desde tres puntos de vista (y son para mí die ausschlaggebenden Momentebo) me parece deber dar particular cuidado a lograr una Vor- bildung' en Econ. [omía] pol. [ítica]Aplicada, y en verdad, tal que pue- da moverme con desembarazo y sin dificultad (salvo jnaturalmente! la del objeto en sí) en tales cuestiones:

1". La idea que me hago de los deberes de un economista en todas partes, y más que en ninguna otra, en España. 2".El no tenerse ahí, hasta donde yo conozco esas cosas, ni barrun- tos de lo que sea la Econ. [omía] especial6'. 3". El no prestarse cosa ninguna en la ciencia económica tanto como la econ. [omía] aplicada,para la preparación de los muchachos en el trabajo propio.

Sin duda, hace falta un seminario de economía, pero no cualquier profesor tiene en sus manos el constituirlo, aunque no tenga validez ofi- Josí MIGUELFERNANDEZ PEREZ cialG.Yhay que tener siempre presente que debemos dar de nosotros mismos hasta donde lo permita el cuadro oficial, y hacer por que esto se acomode a lo que hace falta. Una reforma de la Universidad españo- la, que la saque de su estado de imbecilidad sistemática cuya vida más se parece a la de las salesas que a cualquier cosa docente (selbstvers- tandlich, mit geulissen AusnahmenF4) (¡NO se preguntarán en los exá- menes más lecciones que las explicadas; ni se castigarán otros delitos ni faltas que los previstos en ley anterior a su perpetración!) y la pon- ga a la altura de las circunstancias (¿cuáles?) no hay que esperarla de golpe. Hay que hacer primero la gente que sienta esa necesidad, y sea capaz de llevar a cabo lo que es menestee5.Mas sin duda que si se logra- se sacar de los pocos elementos que tenemos ya, y de los que pronto se hallarían a mano, todo lo que de sí pueden dar, mucho se habría andad0.Y porque en la vida social cada institucións está en relación de Wirkung und Gegenwirkunpcon toda otra, la reforma de la vida del Estado (joficial!) español, podría llevar a una reforma radicaP (hasta donde una reforma puede ser radical en este mundo) de la vida uni- versitaria. Para mí no sería muy claro si Dios me pusiera en el dilema como al gallego de marras, el optar por uno u otro puesto para coad- yuvar a la reforma. No creo que las circunstancias me den muchos que- bradero~de cabeza sobre esto. Ellas elegirán por mí, y muy probable- mente "ninguna". Sea lo que Dios quiera. Que Él le prospere, y a mí no me olvide. L. b. l. m. su discípulo y criado

A. Flores ANTONIOFLORES DE LEMUS:ANOS DE FORMACIÓN UNIVERSITARIA

Tarjeta núm. 269

Sr. D. Francisco Giner de los Ríos

Mi señor y Maestro: Recibí su carta y la tarjeta postal: a entrambas las tengo en gran merced. El problema de nuestra reforma hecha desde la Universidad, hasta donde cabe hacerla desde allí, es enormemente complicado.Yo he pensado mucho en él y le he de escribir a V. despa- cio sobre estas cosas. Que la reforma ha de pasar a través de la con- ciencia es evidente. Que el profesor puede formar (¡intelectualmente!) [a] los muchachos en los "moldes" de nuestra org.[anización] actual, téngalo por verdad en los límites que le indicaba en mi anterior -por- que así en absoluto no me parece exacto-. Además la Universidad no es un montón de profesores, sino algo por sí. ¿Haría V. la bondad de enviarme los estudios econ. [ómicos] y sociales de Azcárate?'". Uno de estos días daré una conferencia en la As. [s~ciación]~'de Econ. [omíal Pol. [ítica] y quisiera decir algo sobre ese libro. Las señas están bien. Su d. [iscípulo] y criado

A. Flores JOSEMIGUEL FERNÁNDEZ PÉREZ

Tarjeta núm. 3"

Sr. D. Francisco Giner de los Ríos

Querido Maestro: Anoche puse en el Correo el tomito de Azcára- te7' -mil gracias-. No le escribo a V. largo porque los ojos han empeo- rado, y me han prohibido fijarlos. La conferencia se la enviaré cuando me la devuelva uno de los Pri~atdocenten'~de la Universidad, que se ha quedado con ella.También querría enviarle una nota sobre el "valor de uso" en Marx, en parte resumen, en parte contestación a una discu- sión con Wenckstern sobre ese asunto. Para mí fué la discusión muy interesante, y como después W [enckstern] me ha enviado su libro me habría gustado contestarle en el "Boletín"(¿?)Y Mit herzlichen Grüpn. IhP.

A. Flores ANTONIOFLORES DE LEMUS:ANOS DE FORMACION UNIVERSITARIA

Carta núm. 17

Berlín, 16,ag.(osto) 1901

Sr. D. Francisco Giner de los Ríos

Mi Señor y Maestro: ya estoy en estado de contestarle a su tarjeta sobre Be~prechungen~~del libro de Schmoller. La contestación es nega- tiva: sin duda esperan a que salga el 2" volumen. ¿Sabe V. que han anunciado a opo. [sición] la cát. [edra] de econ.- [omía] de la Un.[iversidad] de Barcelona?Yo iré Dios mediante, que si Él no media mal va elio: ¡DOSmeses y medio para un trabajo de inves- tigación y dos programas!'' Quería haberme ido como el pasado vera- no al campo, a la Turinguia [sic], porque estoy muy fatigado, y.. .¡ya escampa! Si viese V. al Sr. Buylla, le tendría en gran merced que le dijese:

-Que el trabajillo que me pidió sa1d1-á79en el Jahrbuch de Holt- zendorff si hay quien lo convierta de discurso en artículo, por- que yo no puedo levantar cabezas0. -Que si .ha publicado o publica algo contra la barbaridad de la reforma monetaria proyectada, sea servido de enviármelo.Mi ar- tículo sobre eso lo echó para atrás mi padre.Así anda el mundo por esas tierras".

Tuve noticias de Solas2y de Palacios, pero no sé si trabajan. De los demás, ni palabra. Perdone V. esta carta, y reciba el testimonio de respeto y cariño de su discípulo y servidor que le besa las manos

Antonio Flores Josí MIGUELFERNANDEZ PEREZ

Carta núm. 18

Berlín, 3 de Set. [iembre] 1901

Sr. D. Francisco Giner de los Ríos

Mi señor y maestro: Con la tarjeta que fue servido de enviarme fui a visitar a su Sr. Hermano, D. Bernardo, que me recibió con amabilidad extremada, lo mismo que Carlos. Entrambos, sobre todo D. Bernardo, son representaciones encantadoras del españolismo neto que cree fu- memente en los destinos y en el porvenir de nuestra pobre patria. Más fundamento tienen eilos que yo para establecer comparaciones, y qui- zás si antes hubiese tenido el gusto de conocerlos, no me volviera yo tan pesimista como me he vuelto. Les he dado mucho trabajo y moles- tia, y aún sigue molestándose D. Bernardo, por [lo] que le agradecería a Y mucho, si cuando le escriba le diese gracias en mi nombre por sus bondades. Ayer envié a España la solicitud cte.83para las oposiciones a la cátedra de Barcelona.Yo empecé ya el trabajiilo y los programas, pero van muy lentamente: estoy fatigado y no quiero agotarme: sería una imbecilidad. Me aseguran que las oposiciones serán reñidas. Parece que Palacios las hará también: no me sería muy agradable que nos tocase juntos en la trinca. Es un verhaltnism&sig verhangnbvollers4 ejercicio: yo soy áspero y la discusión regt viel zu uiel aufa5. Si no se hubiera casado, no es tan probable que se presentae. Por todos lados es esto de las oposiciones una cosa que hay que tirar a suprimir,tan próximas, sin que sepa por qué, no me dan buena espina. Suyo discípulo y criado

A. Flores ANTONIOFLORES DE LEMUS:ANOS DE FORMACION UNIVERSITARIA

Tarjeta núm. 4"

Mi querido maestro: Le doy las gracias por su tarjeta.Todo lo que me dice es exactísimo: cada día me siento más cansado y tengo necesi- dad de descanso. Sólo que no soy plenamente responsable. Conozco muy bien a mi padre y también el interés que tiene en las oposicioness8, y por eso no dejo el trabajo aunque comprendo que no podré hacer mucho. Un ensayo científico tal como se elabora actualmente este tipo de estudios exige mucho trabajo y dudo que pueda acabar para media- dos de noviembre. ¿No sabe Vd. nada de Buyiia?Yo no he recibido nada de él: sin duda los economistas (?) españoles dejan hacer al ministro lo que quiere o creen que el proyecto es imposible. Nosotros estamos en vísperas de nuevos tratados de comercio y no se está escribiendo nada para su pre- paración.Yo me he responsabilizado de la parte alemana y creo que si su hermano puede conseguir el material, para diciembre será posible disponer de alguna página sobre este asunto. Muchos saludos de su discípulo

A. Flores Josí MIGUELFERNÁNDEZ PEREZ

Carta núm. 19

Berlín, a los 2 1 de Set. [iembre] Ols9

Sr. D. Francisco Giner de los Ríos

Mi señor y maestro: he recibido la ta jeta p. [ostal] de que se ha ser- vido hacerme merced. Su interés de Y por mi salud y mis cosas me llega a lo más hondo: he dejado casi completamente el trabajo. Es casi excu- sado que le advierta que fuera de los programas y la memoria o como eso se diga, otra cosa no preparo para oposiciones.Y aun aquellos son a modo de borrones de estudios hechos o que han de hacerse sub spe- cie aternitatis. Más: como puedo trabajar poco, y esos borrones urgen, no hago otra cosa, si se exceptúa lo poquilio que hace falta para no vivir enterrado en vida. Vuelvo sobre las oposiciones ¡que el Señor confunda! El Reglamento de Alix era un paso hacia la sacblichkeiP de las oposiciones, y con ello a la negación de éstas en cuanto tales, y a su transformación en eleccionesyl.Yono sé cómo andan ahí las Academias, pero quizá sería el echar mano de ellas un medio de llegar a la educa- ción pura y simple: la independencia de las Universidades hoy, y su por- venir próximo no sólo es un sueño, más aún un sueño nada bello: tal es el estado de la masa de los profesores (i!). Universidades hay ahí donde la libertad significaría la caída en la barbarie, y el formarse el claustro con sotanas más o menos incultasyZ.Asíera el determinado en el ante- rior reglamento un estado de equilibrio indiferente de que había de pensarse cualquier cosa, dado el estado interno nuestro. ¿Qué hallar de sorprendente en que sea un ministro liberal (sic)93el ejecutor de la reacción? ¡Las oposiciones son "liberales" de cola a oreja! A media lec- tura del Regl. [amento] de Alix se echa de ver que el pesoy4de las opo- siciones pasaba con él de los opositores a los jueces95,con que éstos perdían su propio y Liberal carácter de estamentos vivos. La miaja de conciencia que no se les puede quitar es el lado por don[de] antes y ahora y siempre nos movemos en una línea continua. Ello es, y es el daño que yo tengo que hacer eso. Me preocupa mucho, muchísimo el "cómo".ComoV. ve desde mi punto de vista y en mi estado las agravantes son tres:

la.Mi carácter (?) engranado en la mala usanza alemana de discu- tir bárbaramente: Ces allemands sont toujours un peu en bois!"me decía un chico francés saliendo conmigo de una discusión en la que la mayor parte de los oradores (?) eran von und so weiter Freiherren (ili- bres o libertinos?), Grafen y demás9' (tomada a bulto, yo tengo por la aristocracia una cierta predilección, que no creo sea debilidad).

2". El estado de mi vista, y esto por dos razones: a) Preparación de ocho oras [sic] (jsocialistas!); respuesta por escrito9'. b) Consecuencias posibles de un agravio.

3". Que vengan a mi trincawamigos -o gente que merezca no venir a trinca ninguna-. Este último punto es para mí un tormento. Como le escribí a V., le escribí a Palacios diciéndole cómo me hallaba, y que vie- ra con V. el medio de que no pasara nada, y caso de que aconteciese quedara sin significación "trascendental",sino sólo que yo llevara lo que mereciese, de V. primero y pralmente.'"' y aun de él si así era cómodo.

Mas le escribí, porque había recibido carta de él, que decía traba- jaba poco, y determinaba por menor su "posición"tocante a "cátedras". Esa posición que V. conocerá, es como todo lo que no puede limpiarse de subjetivismo, muy relativa y muy discutible: yo diré más: muy errada. Pro illa: Si yo no entro, ¿quién entrará? Con la cátedra estoy en situación de "hacerme" un profesor seri0.Y el supuesto objetivo""de eso, a saber: que para saber explicar hay que haber explicado: ahí no hay Priuatdocenten, ergo... Contra il1am:Y es mi pimto de vista: En sí, y legalmente la entrada en la cátedra supone no sólo un más sobre los concurrentes (Vide sup.) sino antes de eso un mínimum. Esto, naturalmente, relativo según tiempo y lugar. He aquí lo grave. El candidato, aspirante o lo que sea, a profesor en España ¿debe tomar España como norma? La afirtiva.lo2me parece en nuestro caso (op. [osición] a cát. [edraj de Econ. [omía] Josi MIGUELFERNANDEZ PEREZ

Pol.[ítica] ) absurda. Una cátedra es una cátedra103en Sevilla como en Ber1ín.Y esto vale tanto como que quien aspire a ocuparla debe saber a) orientar en la disciplina (tratándose de disciplinas aplicadas, ade- más), b) industriar en la aplicación a la vida a) profesional, P) no pro- fesional, c) enseñar la construcción científica. ¿Se puede aprender eso en España? En general creo que sí, en Econ. [omía] Pol. [ítica] rotunda- mente, no1*'.El lado atacable de esta afirmación (neg. [ación] = es igual). Si ahí no puede apr. [enderse] no puede apr. [enderse] en parte ningu- na: übersehen wird dabeil" que para pasar del estado ese al deseable y exigible hoy, un científico, be~iehungsweise'~aprendiz de cient. [ífi- COI econ. [ómico] debería vivir algo más que Matusalén... si es que que- ría saber por sí y con solos los materiales muertos (libros, revistas, enquetes, Repports"', Berichte, etc., etc.). Para el caso (si yo no lo supiera por exp. [eriencia] prop. [ia], y doy que los demás tengan para esto mil millones de veces más aptitudes que yo) basta una muestra. Hace unos meses tuve de [sic] hacer una revisión de los libros de Piernas y Hurtado, un hombre ingenioso, sin duda. No hallé más que los dos tomitos de Hacienda y los tres diminutos cuadernos de Elementos de Ciencia económica (jes la econ. [omía] pol. [ítica] toda la Cien. [cia] econ. [ómica] Señor Piernas? ¿Ni eso?). Es una pena: Sobre orientación: toma por epochemachende Bücher'" los que quizás no leyeron más que sus autores, y al dar una dirección se le quedan en el tintero las obras fundamentales de un autor (en esto es de ver sobre todo Teoría de la Renta: Ricardo, y sobre Neumann,Wagner, etc.) o todo el autor. O se engaña durch und durch. U s. w. \O9. La vida econ. [ómica] como objeto de su investigación. Ignorancia de los hechos a punto que aquí no lo creería un estud. [iante] en primer semestre; absoluta falta de crítica, y en la inmensa mayoría de los casos hasta descon.[ocimiento] (¡de la existencia!) de las fuentes. Unilatera- lidad de los juicios (V [ide] sobre Ferroc. [arriles] del Est. [ado] y parti.- [culares]). En llegando al Kernpunktllo de una cuestión Abschneiden der Frage ansttat ihrer Losunglll (Vid. sobre Erwerbstrieb)lL2.Y. .. el cuento de nunca acabar (Vid. el capítulo sobre la mon.[eda] en los ele- mentos: Mis~verstandnis"~de Flórez Estrada, Z~samrnennahen"~de teorías sin llegar al punto donde cada una de ellas zutr~~t"~;de la cons- trucción sistemática de una teoría keine Ahnung!)lL6. Y dejo a los otros para venir a mí. (Los dejo porque no puedo representarme qué sería un seminario de Econ. [ornía] pol. [ítica] gelei- tetu- a la española!). No sé nada pero, (jse lo digo con la mayor satis- ANTONIOFLORES DE LEMUS: ANOSDE FORMACION UNIVERSITARIA facción de mi vida!) jsé trabajar! ¡Si Dios no me dejase ciego! Hay par- tes del método que ya las aplico como los leguleyos las fórmulas del Enjuiciamiento, hasta dormido. ¿Sabré explicar sin haber explicado? Dios y yo sabemos lo que hago por resolver el problema -¡y tengo esperanzas de resolverlo!-. En otras cosas he ganado también. Pero esto ya pica en Historia lo larguísimo de esta carta.V. perdone, pero jtengo siempre tantas ganas de escribirle, y ahora tengo tiempo!. . . Hágame merced de recordarme a mis antiguos compañeros de se- minario cuando los vea, que ya será pronto y mande a su discípulo y criado que le besa las manos

A. Flores

P.S.YOvolveré muy pronto a España: hasta finales de Octubre reci- biré aquí sus órdenes. A.E JosÉ MIGUELFERNANDEZ PERFZ

Tarjeta núm. 5""

Desde la Residencia Real de Aranjuez [frase ilegible].

A. Flores

REAL PALACIO-.- DE ARANJUEZ u UNION POSTAL1 UNIVERSELLE @ UNION POSTAL UNIVBRSAL

1...... x,:oe..u..&,J ..

----A kOTA. - En esto ama se esbribe la dhmibo S A la taelta el hiQ. otrr. - Se hacen eaW tarjatan 00~l

Carta núm. 20

Heidelberg, 17-VIII-02"9

Sr. D. Francisco Giner de los Ríos. Prof.

Mi señor y maestro: ayer al volver del seminario me encontré con la grata nueva de que el Sr. Simarro"" y su Señora se encontraban en Heidelberg y me traían visita de V. según rezaba la tarjeta que tuvieron la bondad de dejarme sobre la mesa. Fui al Hotel y me recibió su Se- ñora: el Sr. Simarro estaba en casa de uno de estos profesores; esperé mucho tiempo porque no quería dejar de verle, pero temiendo moles- tar demasiado pensé en ir a encontrarlos a la estación hoy antes de que se partiesen. Fíjese V. cuál no sería mi sorpresa cuando esta mañana mi Wirtin'2' me despierta del sueño dominguero de estudiante alemán que tiene su Kneipe"' el sábado por la noche con el aviso de que los Herr~cbaften'~~estaban esperando: tanta galantería se puede encontrar solamente en W., los ingleses del Mediodía que valen más que los del N~rte''~.Subimos a la Molkent~r"~y bajamos a la población por el cele- bérrimo Heidelberg Scblo~s'~~que ya conocían los Sres. Para mí ha sido un rato delicioso: hablamos mucho.. .sin entendernos; el Sr. Simarro, médico-sicólogo, un entusiasta del individualismo democrático (cum grano salis!) americano, y yo, economista neo-mercantilista,imperialis- ta, militarista a la Prusiana! Él muy partidario del espíritu científico libre inglés; y yo decidido por el gescbulteten GelebrteniL7alemán; él miran- do a los alemanes un poco a lo carneros de Panurgo, y yo creyéndolos los más gründlichen und gewissenhaften Forscher (im Grossen und Ganzen)""or la tendencia nativa de esta raza a la objetividad en todo, y porque desde que abren su cerebro al pensamiento llegan a formar su[s] theoretischen Kon~truktionen~~'como GebildeI3O de investiga- ción, y no a lo latino (a bulto y con reservas, natiirli~h!)'~~saltando de tbeoretischen Gebilden auf andere fertige Konstr~ktionen'~~.Esta diferencia de apreciaciones fue para mí muy hteresante -él siempre con el pensamiento de que yo ilegaré a mirar las cosas de otro modo cuando suelte mi figurín (?) germánico, y yo creyendo que él mudaría JosÉ MIGUELFERNÁNDEZ PEREZ quizás algo sus opiniones si viviese un par de años entre los bárbaros del N0rte.Y puede que entrambos tengamos razón. Hoy se han partido [sic] para Leipzig donde piensan asistir al jubi- leo de Wundt. Fui a despedirles a la estación, sintiendo que tan poco tiempo pasaran aquí. Le besa las manos s. d. [iscípulo] y c. [riado]

A. Flores

S/C. Heidelberg Plankengasse, 2,1 ANTONIOFLORES DE LEMUS: ANOSDE FORMACION UNIVERSITARIA

Carta núm. 21'33

Barcelona, 24,111,06

jveneradísimo Maestro!: El Sr. Profesor de Berlín von Halle me ha hecho llegar una carta totalmente halagüeña en la que se incluye una invitación para partici- par en la edición de una gran obra de Economía política1'*. Con mucho gusto accedo al deseo del Profesor de Berlín, pero siento cierto temor por el elevado nivel científico que ya han alcanza- do las otras partes de la obra. En el caso de que mis fuerzas no me alcan- cen entonces podría sufrir muy particularmente la dignidad de un pro- fesor español. Si no llego a estar a la altura de mi tarea encuentro plenamente justificado que sea yo quien cargue con los perjuicios. Pero es algo totalmente distinto si a causa de esto los Sres. colegas españo- les pueden verse arrastrados a sufrir también las consecuencias. En la duda me permito pedirle a V. un buen consejo. En tanto le doy las gracias por anticipado quedo su más devoto dis- cípulo

A. Flores Josi MIGUELFERNANDEZ PEREZ

Carta núm. 22

Barcelona, 9, N, 06

Sr. D. Francisco Giner de los Ríos

Muy querido y respetado Maestro: mil gracias por su carta. Si- guiendo su consejo, he firmado el contrato y el Prof. von Halle me acabó de meter en el lío: me decía que en vista del z~ortreflichenDe~tsche"~ de mis cartas, le enviase el manuscrito jen alemán! Estoy que no me Ile- ga la camisa al cuerpo. Lo peor será que el apetito venga comiendo. Yo he pensado que debía de dar de mano a cosas sin contenido, y le he escrito a von Halle que aunque hago lo posible por saber mi ofi- cio, allende el Rhin no soy ni quiero ser más que un alumno aplicado del Seminario, y que, así, me corrija y enseñe como a tal, que yo se lo agradeceré de veras. Si Dios no desayuda, pienso que saldré adelante. El material que hay que trabajar lo domino. Para más adelante, acaso me atreva a intentar una Untersuc/~ung auf Grund archiz~alischerQuellen"". La soledad me va acobardando, y me persuado de que para mi país no haré nada. Si al menos pudiera mantenerme en contacto con los tudescos, no me hundiría del todo. Le quiere a V. mucho su discípulo

A. Flores ANTONIOFLORES DE LEMIJS:ANOS DE FORMACION UNIVERSITARIA

Carta núm. 2313'

Barcelona, 29,V, 06

Sr. D. Francisco Giner de los Ríos

Mi más querido maestro: le supongo a\! ya de relativas vacaciones, y me permito enviarle noticia del estado de mis asuntos personales para que V. los sepa y, caso conveniente, me diga si no voy bien y qué debo hacer para enderezarlo. Estoy sumamente contrariado. La crítica alemana me ha sido sin excepción favorable en cuanto a mi conocimiento del material cientí- fico y la literatura"". Pero uno de los críticos, después de acentuar el carácter oficioso del libro, me atribuyó cosas contra la política alemana que yo no podía dejar pasar sin dejar a García Alix en una posición muy falsa. Salí, pues, a replicar en alemán como Dios me dio a entender. La polémica pública parece haber terminado. Mas el director de la revista me escribió al acabarse la discusión una carta, que yo le agradezco pro- fundamente, en que después de negar toda solidaridad con mi contrin- cante, me ofrecía la colaboración permanente en la revista.Yo no se si con esas incomprensibles pequeñeces de los sabios alemanes, habrá eso producido resquemor a mi contradictor, Ello es que éste ha toma- do el camino de las cartas privadas, y ya en este terreno entran otros "momentos". Mi última carta era bien concluyente. No sé en qué para- rá este negocio que lamento de veras. Una carta abierta mía sobre ese arancel de explotadores que han fabricado a espaldas de gobiernos que dieran vergüenza, si pudiera sen- tirla el pueblo que los produce, ha puesto en movimiento contra mí a estos Cacos"". De responderme se encargó el Decano de la Junta de Aranceles, Director de la Maquinista terrestre y marítima1"'. El nivel moral está dado en lo siguiente: me envió la réplica como carta parti- cular; le escribí en el acto rogándole que me autorizara para interponer mi valimiento cerca del Director de la Revista en que mi escrito había aparecido para que en el mismo lugar se imprimiera la contestación: mi escrito era público y yo antes deseaba que rehusaba la publicidad de la impugnación. El Autor de ésta me contestó que sería preferible que, Josí MIGUELFERNANDEZ PEREZ honrándole yo con mi amistad, en el seno de ésta discutiéramos el caso14'.Pues bien, D. Francisco, jcuando esto se escribía, ya la impugna- ción estaba publicada! Apenas me enteré le contesté en otro periódico mandándole a la escuela142.BenitoIi3 estuvo conmigo hasta que mi car- ta quedó en la imprenta; si no, no es a la escuela adonde le mando. Los exámenes han sido un fracaso. De ciencia, estoy acabando una pequeña contribución para Alema- nia. Estoy muy fatigado,y en Julio descansaré algo.Tengo varias recen- siones atrasadas, y otra contribución más extensa comprometida. Con ella acabaré el año. También esa es para Alemania, allí me dan IZO Marcos por pliego; aquí -salvo La Ley- ni de balde quieren lo que escribo. Y aún me escriben de allí que me quieren subir los honora- rios. Rico no me haré; hará dos meses, me costó una pagina manus- crita, idos semanas!'44. Le besa a V: las manos su respetuoso amigo y disc. [ípulo]

A. Flores ANTONIOFLORES DE LEMUS:ANOS DE FORMACION UNIVERSITARIA

'Al no dar ningún detalle, no se sabe exactamente a qué libro de Guiiiaume de Greef se refiere Flores. Este autor publica durante esos años varias obras, entre las que se encuentran las tres siguientes: L'evolution des croyances et les doctri- nespolitiques, Bruselas, 1895,331 páginas, traducida al castellano con el título La evolución de las creencias y de las doctrinaspoliticas; Les lois sociologiques, 2" edición, E Alcan, París, 1896,también traducida al castellano,con el título Las leyes sociológicas, y publicadas ambas en Barcelona por Henrich y Compañía Editores en su colección "Biblioteca Sociológica Internacional"; y su Introduction á la Sociologie, 2 volúmenes, Gustave Mayolez, Bruselas, 18861889. Jerónimo Vida y Vilches, catedrático de Derecho Político de la Universidad de Granada, era discípulo de Giner.Véase Santiago Valentí Camp, "Un apóstol de la educación. Francisco Giner de los Ríos", Estudio. Revista Mensual de Artes, Ciencias y Literatura, núm. 28, abril 1915: 39. En este artículo se contiene una amplia relación de discípulos de Giner, entre los que figura Francisco Bernis, pero no Flores.

j Esta carta de Flores no se conserva en el "Fondo Giner". Está claro que se trata del libro de Augustin Frédéric Adolphe Hamon, Le socialisme C le congres de Londres: étude historique, P.-V. Stock, París, 1897, M, 280 páginas, sobre el iV Congreso de la 11 Internacional, celebrado en Londres del 27 de julio al 11 de agosto de 1896. La delegación española estuvo formada por Pablo Iglesias, Jaime Vera y Casimiro Muñoz por el Partido Socialista y García Quejido por UGT. Véase T. Jiménez Araya, "La introducción del marxismo en España",art. cit.: 146147. Este autor acentúa el apellido Hamon escribiendo repe- tidamente "Hamón", una errata que se mantiene en la reciente edición de su tra- bajo, ya citada páginas 795 y 797, pasando también al índice onomástico general (página 930). Carlos Serrano señala que "una traducción del libro de Hamon se anuncia en España en Germinal, núm. 14,6/8/1897: Sn.Véase"El PSOE y la gue- rra de Cuba (1895-1898)", Estudios de Historia Social, núms. 8-9, enero-junio 1979: 294. No hay acuerdo entre los autores al referirse a la delegación española, Así, mientras Jiménez Araya aí3rma que "esta escasa participación era reconocida por la propia delegación española" (página 147),Tuñón de Lara dice que "la dele- gación española era numerosa" y que "a este Congreso asistieron [también] repre- sentantes de entidades no socialistas", entre los que cita a E Balaguer (por la Asociación de Barberos de Barcelona) y al belga L. Humenet (en quien había dele- gado una Federación agrícola catalana).Véase M.Tuñón de Lara, El movimiento obrero en la historia de España, Taurus, Madrid, 1972: 330.A la presencia de Jaime Vera en este Congreso hace referencia Pablo Iglesias en el artículo "El movi- miento obrero en España",publicado en la revista alemana Der Wahre Jacob, 28 septiembre 1897: 2.553-2.556, reproducido por Pedro Ribas en "Las relaciones JosÉ MIGUELFERNÁNDEZ PEREZ

entre el socialismo alemán y el español", Estudios de Historia Social, núms. 8-9, enero-junio 1979: 227-286. ia cita de Pablo Iglesias puede verse en la pagina 257. No consta que esta reseña crítica se publique en el BILE. Lo mismo suce- de con la que se menciona en la carta siguiente. Como ya se ha indicado antes, Flores obtiene la caliticación de sobresaliente y premio no sólo en las asignaturas de este curso, sino en las de toda la licenciatu- ra de Derecho, incluido el curso preparatorio, excepto en Elementos de Derecho Natural de primer curso, en que la calificación es de sobresaliente y menciÓn.Véase AHN, Sección Universidades,expediente académico de Antonio Flores de Lemus. ES muy probable que se trate -dadas las alusiones al socialismo de la carta anterior- del Informe presentado a la Comisión de Reformas Sociales por la Agrupación Socialista Madrileña, redactado por Jaime Vera y publicado "en condiciones muy precarias" en 1885,qiie es objeto de una nueva edición en 1895 en la "Biblioteca Socialista",firmado por primera vez porvera. Sobre este Informe véase el excelente trabajo de T. Jiménez Araya, art. cit.: 107-149.E1 texto entreco- miüado, en página 144.Véase también M.Tuñón de iara, Medio siglo de cultura española (1885-1936),Tecnos, Madrid, 1970:85-90. La cursiva corresponde al subrayado del original. Se trata de Antonio Flores Suazo, a quien se ha hecho referencia en la nota 9 de la Introducción.

lo Flores escribe primero "ensueños",perodespués tacha las dos primeras letras.

l1 Esta carta está escrita en alemán. " NO parece que se conserve esta carta.

l3 El catedrático de Procedimentos judiciales y practica forense es Juan María Rodríguez Arango.Véase T. López Cuesta, art. cit.: 97. '* La cursiva corresponde al subrayado del original. Las palabras en cursiva aparecen destacadas en el original con un tipo de letra diferente del resto. Esta referencia al profesor A. Sela, unida a la que se con- tiene en la carta anterior, parece indicar que Flores consigue establecer con él una relación más cordial que con A. Buylla, un hecho bastante lógico si se tiene en cuenta que, como se ha señalado antes, tiene a Sela de profesor en dos asignatu- ras de la Licenciatura,a diferencia de Buylla, que no le explica ninguna. Una cues- tión diferente es que este ultimo le haya podido dar clase en la Escuela Práctica.

l6 "En recuerdo de su estancia en Lausana".

l7 La conversación fue lo más amistosa que podía ser. Cursivas del autor. Para evitar repeticiones innecesarias,debe tenerse en cuenta que, cuando no se indique expresamente lo contrario, se entiende que las cursivas corresponden al autor.

Is Las cursivas corresponden al subrayado del original.

l9 Ciencias político-administrativas.

'O Las cursivas corresponden al subrayado del original.

'l Mariano Gómez Bravo fue compañero de Flores en el Seminario de doc- torado de Giner.Véase Leopoldo Palacios,"La cátedra de Giner", BILE, núm. 791, 28 febrero 1926: 63. " Estos versos, que Flores cita en su versión original italiana, corresponden a la cántica primera ("Infierno"), canto tercero ("La puerta del infierno. El vestí- bulo de los ignavos y el paso delAqueronten),versos 14 y 15,de la Divina Come- dia, de Dante Aligliieri, cuya traducción es la siguente:"Conviene abandonar aquí todo temor, conviene que aquí termine toda cobardía". Véase Dante Aiighieri, Divina Comedia, edición de Angel Chiclana, vigésima edición, Espasa Calpe, Ma- drid, 1999: 102. Debe señalarse que el texto exacto de los versos citados por Flores es ligeramente diferente: "Qui si convien lasciare ogni sospetto; / ogni vilta con- vien che qui sia mortan.Véase Dante Alighieri, La Divina Commedia, testo criti- co della Societa Dantesta Italiana riveduto, col commento scartazziano in questa nona edizione rifatto da GiuseppeVandeili,Ulrico Hoepli Editore, Milano, 1929:20. La explicación de esta pequeña divergencia quizá se deba a que Flores está citan- do de memoria, sin tener a mano la obra de Dante. 13Apartir de esta carta, y hasta la fechada el 3 de septiembre de 1901,Flores utiliza papel de luto como señal de duelo por la muerte de algún familiar cuya identidad es desconocida. 24 Denominación en castellano de la ciudad alemana de Stuttgart. 25 La cursiva corresponde al subrayado del original cuya ortografia se respeta. '"n el original la palabra "vergüenza"lleva la diéresis entre paréntesis para indicar que la añade Flores, a quien se deben también los dos "sic". " El sistema educativo alemán está formado por tres clases principales de instituciones: las Volksscbulen o escuelas primarias, las Mittelschulen, escuelas medias o institutos de segunda enseñanza y las Hocbscbulen o escuelas superio- res (Politécnico y Universidad). Dentro de la educación secundaria, el sistema escolar alemán cuenta con tres modalidades diferentes: el Gymnasium, Instituto de Secundaria para alumnos entre 10 y 19 años; la Realscbule, Instituto de Secun- daria de nivel intermedio, para alumnos entre 10 y 16 años, y la Hauptscbule, cen- tro de nivel más bajo de enseñanza secundaria, con orientación profesional para alumnos entre 10 y 15 ó 16 años. l" Se trata del catedrático Theodor Leber (1840-1917),"quien es ahora uno de los primeros oftalrnólogos de Alemania", según escribe Karl Roder a Giner el 13 de enero de 1878 desde Heidelberg. Véase Enrique M. Ureña y José Manuel Vázquez-Romero,Girzer de los Rios y los krausistas alemanes. Correspondencia inédita, ob. cit.: 207. 'Y Como ya se ha señalado, la cátedra de Economía política y Hacienda públi- ca de la Facultad de Derecho de la Universidad de Santiago se anuncia al turno de oposición por R.O. de 25 de agosto de 1900 (Gaceta del 30). El 9 de enero de 1902 el subsecretario del Ministerio de Instrucción Pública, Francisco Requejo, da a conocer la composición delTribuna1 (que es el mismo que para las cátedras de Barcelona yvailadolid) y la relación de opositores presentados. Entre ellos figuran Bernis, Zumalacárregui,Palacios y Valle Pascual, pero no Flores de Lemus, que no ha presentado su so1icitud.A continuación, el 16 de marzo de 1903 el secretario delTribuna1, ElíasTormo, informa de los cuatro opositores que han sido admitidos a los ejercicios: Francisco García de Cáceres, José María Zumalacárregui y Prat, Manuel Rey Gacio y Luis del Valle Pascual.Tras celebrarse la oposición, por R.O. de 10 de abril de 1903 es nombrado catedrático Zumalacárregiii, pero al poco tiempo solicita el traslado a la Irniversidad de Valencia, de la que es nombrado catedrático por R.O. de 13 de julio de 1903 (Gaceta del 19). Por tanto, queda de nuevo vacante esta cátedra de Santiago. Sin embargo, se sabe que por R.O. de 4 de septiembre de 1903 (Gaceta del 12) es nombrado para ocuparla Fernando Ros y de Andrés, catedrático excedente de Economía política de la Universidad de La Habana. Pero el 28 de septiembre de 1903 este catedrático, que no Uega a tomar posesión de la cátedra de Santiago, presenta una instancia solicitando que se deje sin efecto su nombramiento y que,"en el caso de que por este Ministerio no se acepte el criterio de igualdad entre las cátedras de Madrid y de La Habana, se le nombre catedrático de la misma asignatura de la Universidad de Barcelona o de la de Valencia, declarándose, en caso contrario, que el hecho de no posesionarse de la expresada cátedra de Santiago no da lugar a la pérdida de su derecho de excedente". El ministro de Instrucción, Juan de la Cierva,de acuerdo con los infor- mes emitidos por la Comisión Permanente del Consejo de Estado y del Consejo de Instrucción Pública, por R.O. de 31 de diciembre de 1904 (Gaceta del 14 de enero de 1905) resuelve lo siguiente: l0)"Desestimar la petición formulada por D. Fernando Ros de Andrés en lo que a las cátedras de la Universidad Central se refie- re, declarando que la categoría de la Universidad de La Habana no ha sido nunca legalmente igual a la de Madrid", ya que "de todas las disposiciones sobre la mate- ria se desprende que la categoría de la Universidad Central es única". 2") Desestimar también su petición respecto a las cátedras de Barcelona y Valencia porque "están desempeñadas por catedráticos numerarios cuyos nombramientos son firmes por no haber sido recurridos"; y 3")Acceder a su primera petición, anu- lando su nombramiento como catedrático de Economía política de la Universidad de Santiago, declarándole en situación de reserva forzosa y reconociéndole el derecho de ser colocado fuera de turno en la primera vacante que se produzca de cátedra igual o análoga a la de Economía política y Hacienda pública en las Facultades de Derecho de las Universidades de distrito. Más tarde, Fernando Ros será nombrado catedrático de Derecho mercantil de la Universidad de Valencia por R.0 de 10 de mayo de 1905. Después de la decisión del ministro, la cátedra de Santiago queda otra vez vacante, por lo que sale a concurso de traslado por R.O. de 17 de enero de 1905. Pero la R.O. de 9 de marzo de 1905 lo declara "de- sierto por falta de aspirantes" y dispone se anuncie al turno de oposición, lo que se hace el 30 de julio del mismo año. Entre los opositores admitidos a los ejerci- cios están Francisco Bernis,Américo Castro y José Santaló. Dichos ejercicios se celebran en el mes de marzo de 1906 y como resultado de los mismos es pro- puesto para ocupar la cátedra Bernis, que es nombrado catedrático numerario de Economía política y Hacienda pública por R.O. de 14 de abril de 1906 (Gaceta del 21). Como se sabe, posteriormente, el economista sevillano permuta esta cátedra con Teodoro Peña Fernández y por R.O. de 18 de agosto de 1906 Bernis es nom- brado catedrático de la Universidad de Salamanca y Peña de la Universidad de Santiago. 'O 'O Una poderosa flota alemana.

j' El título completo del libro, dirigido por Gustav Schmoller, Max Sering y Adolf Wagner, es Handels- und Machtpolitik: Reden und Aufsatze im Auftrage der "FreienVereinigung für Flottenvortr&ge"(Política comercial y de poder Dis- cursos y ensayos por encargo de la 'Xsociación libre de conferencias sobre la flota"), Cotta, Stuttgart, 1900,2 volúmenes.

jZ Se trata de la obra de G. Schmoller Grundriss der allgemeinen Volkswirt- schaftslehre (Principios de Economía política general), Duncker & Humblot, Leipzig, 1900,482 páginas.

J3 Como puede verse, la alusión de Flores a la llamada también Escuela de Viena no puede ser más breve, echándose en falta al menos alguna referencia a la "batalla del método". De todos modos, debe tenerse en cuenta el contexto en el que se hace.

'4 Economía política 81 Teorz'a general y Hacienda pública. De las palabras de Flores se deduce que Wagner no puede dirigir su seminario durante este semestre por tener que impartir esas dos asignaturas, lo que no parece ser del todo exacto. En este sentido, Bernis indica que desdeC'hacemuclios añosn,Wagner "explica ante un auditorio numerosísimo Economía teórica durante los semestres de invierno y Economía practica durante los de verano, además de consagrarse en la cátedra a otras especialidades económicas y principalmente a cursos de Ha- cienda pública". A su vez, de Schmoller dice que "explica Economía práctica durante los semestres de invierno y teórica durante los de veranon.VéaseE Bernis, Memoria razonada ..., ob. cit.: 19 y 9, respectivamente. En lo que se refiere al Seminario, se sabe que Schmoller dirigía el Seminario del semestre de invierno y Wagner el de verano.Así, Bernis señala que en el programa universitario de Berlín correspondiente al semestre de verano de 1904 figura el Seminario titulado "Ejer- cicios económico-nacionales y científico-financieros",a cargo del profesor Wag- ner. Ibídem: 202-203.La ayuda prestada por el profesor Enrique M. Ureña ha sido decisiva para descifrar las numerosas abreviaturas en alemán que Flores utiliza en esta carta.

j5 Asignatura complementaria: Derecho público con el señor profesor Gierke. A pesar de esta referencia, en la documentación disponible no consta que Flores se matriculara en esta asignatura. Pero sí se sabe que Otto Friedrich von Gierke (1841-1921) impartía en la Universidad de Berlín la asignatura Derecho público. Así, por ejemplo, Bernis lo cita entre los grandes maestros de dicha Uni- versidad como especialista en dicha materia.Véase su Memoria razonada..., ob. cit.: 211. 36 Economía general.

j7 Economía política: teoría general. lVolítica económica. Comercio y transportes. JosÉ MIGUELFERNANDEZ PÉREZ

4" Política monetaria. '' Emigración y colonización. " Hacienda publica: teoría general. '+Necesidades financieras. 44 Ganancia privada. " Teorí'a general de los impuestos. 46 Teoría especial de los impuestos. 47 Las cursivas corresponden al subrayado del original.

48 Las cursivas corresponden al subrayado del original. 49 Enseñanza o estudio de la administración. Ciencias Cameralistas. Como señala el profesor Fuentes, "el término Ca- meralismo deriva de la palabra 'Cámara' (en alemán Kammel; en latín Camara), que designaba el lugar en el que se almacenaba el tesoro real, significado que fue adquiriendo con el transcurso del tiempo una extensión mayor hasta referir la propiedad real y los ingresos del príncipe. Cómo administrar este patrimonio constituyó ocupación directa de una incipiente burocracia adiestrada en los escri- tos realizados por múltiples servidores de los príncipes alemanes, entre los que se ha destacado a Ludwig von Seckendorf, Johann Heinrich Gottlob von Justi y Josef von Sonnenfels. El rasgo unificador de esta literatura, sus problemas y sus preo- cupaciones consistieron en lograr una independencia y asentamiento de la eco- nomía del Estado como punto de partida para asegurar el bienestar de la nación". Véase E. Fuentes Quintana, Hacienda publica. Introducción y presupuesto, Imp. R. Ga Blanco, Madrid, 1970: 35. Flores de Lemus hace referencia a "los Kameralis- ten" en la Lección XLVII de su "Programa de un curso.. .",ya citado, donde distin- gue entre: "a)línea católica: Becher, von Hornigk, von Schroder; b) línea protes tante: von Seckendorf; profesores de Kameral Wissenschaften: Gasser, Dithmar, von Sonnenfels; empleados: von Bielfeld, von Justi; filósofos: Molhef, Thomasius, Wolff".Véase la página 538. Por su parte, el profesor Rojo escribe que la tradición cameralista es "fruto del intervencionismo burocrático, cuyas enseñanzas, orien- tadas a formar funcionarios públicos, se limitaban a proporcionar un conjunto de preceptos asistemáticos y alejados de los esquemas analíticos conceptuales". Añade que, en El Capital, Marx "calificó las 'ciencias camerales' de 'batiburrillo de conocimientos por cuyo purgatorio tiene que pasar el prometedor candidato a la burocracia alemana"'.Véase Luis A. Rojo,"Historia y economía en el imperio ale- mán", art. cit.: 171.Sobre el Cameralismo puede consultarse lo que escribe Schum- peter en Síntesis de la evolución de la ciencia económica y sus métodos, ob. cit.: 44-45 y en Historia del análisis económico, ob. cit.: 201-202 y 212-214.

5' Como antes se ha señalado, Flores no se presenta a esta oposición a la cátedra de Santiago.

52 Las cursivas corresponden al subrayado del original. " La palabra "escrupuloso" aparece escrita encima de otra que está tachada, que es "concienzudo". La sustitución de una por otra pretende evitar la redun- dancia con "conciencia",que viene a continuación. 'Tomo antes se ha señalado, Mariano Gómez Bravo fue compañero de Flores en el Seminario de Giner. '' Karl Zeumer (1849-1914), destacado profesor de la Universidad de Berlín, es conocido en España sobre todo por su libro Historia de la legislación visigo- da, traducido del alemán por Carlos Clavería, Universidad de Barcelona, Facultad de Derecho, Barcelona, 1944,347 páginas. La traducción al castellano se justifica diciendo que esta obra "constituye, no obstante haber transcurrido casi medio siglo desde su publicación, uno de los estudios más valiosos acerca del Derecho visigodon.Véasela "Nota"de la página 6. En efecto, la edición original alemana, con el título "Geschichte der westgothischen Gesetzgebung", se publica en la revista Neues Archiv der Gesellschaftfiir altere deutsche Geschichtskunde, vols. XXIII (1897): 419-516;XXBr (1898): 39-122 y XXVI (1900): 91-149. Esta tarjeta está escrita en alemán. " Martín Navarro Flores forma parte, como Flores de Lemus, del grupo de los que, nacidos entre 1870 y 1880,constituyen 1a"promoción de admiradores y dis cípulos de Giner",en expresión de Gómez Molleda (ob. cit.: 283). Navarro, después de licenciarse en Filosofia y Letras, inicia los estudios de Derecho y es también alum- no de Giner en el curso de Doctorado (véase la relación de Palacios, ya citada). De- sempeña un papel importante en la formación del grupo institucionista catalán. Desde 1899 figura entre el profesorado de la Institución Libre de Enseñanza y, al mis mo tiempo, es secretario del Museo Pedagógico hasta 1904,en que obtiene por opo- sición la cátedra de Psicología, Logica, Etica y Rudimentos de Derecho del Instituto Técnico de Reus. Su nombramiento tiene lugar por R.O. de 10 de febrero de 1904 (Gaceta del 16). Navarro es autor del libro Kdcz y obra de Don Francisco Giner de los Ríos, Orión, México, 1945,283 páginas. A Martín Navarro hace referencia Ber- naldo de Quirós en dos trabajos suyos. Primero en su conocida descripción de la clase de Giner, en la que escribe lo siguiente:"Uno de los temas que más y mejor se trabajaron en la cátedra de Giner fue el origen y las formas de la teoría dualista en la Filosofía del Derecho. Aquí se distinguió el actual catedrático de Psicología del Instituto de Tarragona, Martín Navarro, que resumió la labor de algunos cursos en unos artículos muy estimablesn.VéaseC. Bernaldo de Quirós,"La clase de D. Francis co. Recuerdos de un discípulo",BZLE, núm. 663,junio 1915: 187, reproducido de la Revista de Derecho Privado, mayo 1915. Y años mas tarde cuando habla del "La- boratorio de Criminología",que funcionaba dentro de la propia cátedra de Filosofia del Derecho de Giner a partir del curso 1899-1900.Así, escribe: "Colaborábamos con él [Rafael Saliilas] media docena, o poco más, de interesados en esta clase de estudios, tales como (. . .)José María Llanas Aguilaniedo;Martín Navarro Flores (. ..); AgustínViñuales,que después pasó del campo de la Crirninología al de la Economía (. . .);el propio José Castillejo; y otros de menor asiduidad e interés".Véase Bernaldo de Quirós,"Reciierdosy enseñanzas de don Francisco Giner", en el voliimen colec- tivo Homenaje al Profesor LuisJiménez de Asúa, Buenos Aires, 1964, citado por José Luis García Delgado, El "Espartaquismoagrario"y otros ensayos sobre la estructura económica y social de Andalucía, Revista deTrabajo, Madrid, 1973:22. Josi MIGUELFERNÁNDEZ PÉREZ

58 Principalmente. Como puede verse, el uso de abreviaturas es frecuente en las cartas de Flores. Cuando las utiliza en los adverbios -como en este caso- sue- le añadir un signo encima de la palabra.

59 Como se sabe, una de las principales aportaciones de la Escuela Histórica alemana fue la gran cantidad de estudios de carácter histórico realizados sobre los más diversos aspectos de la realidad económica y social y, en especial, sobre las instituciones. Esta labor supuso un enriquecimiento notable del conocimiento que se tenía hasta entonces de su pasado. Sin embargo, en lo relativo al "renaci- miento de la teoría económica" no pasó de ser en un piadoso deseo que quedó incumplido, al menos dentro de esa corriente de pensamiento. En cambio, sí representó un verdadero resurgimiento teórico la aparición de la Escuela deViena a partir de la obra de Carl Menger. Por tanto, con esta valoración realista que hace de la primera Escuela, Flores no se deja llevar por la euforia historicista que, en esos años, predomina todavía en las universidades alemanas, como antes se ha señalado. " Los momentos decisivos. 61 Formación. " Flores, de acuerdo con la orientación metodológica dominante en las uni- versidades alemanas, distingue en la Economía política como ciencia dos grandes áreas o enfoques: la Economía política teórica y la Economía política especial o aplicada, también denominada Política económica. Puede verse, en este sentido, su citado "Programa de un curso de economía política", que aparece dividido bá- sicamente en dos partes: la primera relativa a la "Teorética económico-política" y la segunda sobre la "Política económica y economía aplicada".Véase el índice que figura en las páginas 508-509. Como se sabe, unos años más tarde, en 1905, Flores pone en marcha en el Ateneo de Madrid el Seminario o Laboratorio de Economía Política. " ¡Por supuesto, con ciertas excepciones! 65 Esta idea es plenamente gineriana. Es conocida la importancia que Giner otorgaba a la tarea de "hacer hombres", pues para él cualquier reforma debía em- pezar por el hombre. En este sentido, Pijoan nos recuerda lo que decía Giner: "-Leyes, decretos, ¿para qué? ¡Si.. . no tenemos gente para aplicarlos! - ...Hombres, hombres es lo que hace falta". Véase J. Pijoan,MiDon Francisco Giner (19061710), San Juan de Costa Rica, 1927: 51, citado por Gómez Molleda, ob. cit.: 47. " Inicialmente, Flores escribe la palabra "todo", que aparece tachada y, en su lugar, escribe encima "cada institución". "Acción y reacción. Subrayado en el original. Esta tarjeta no Lleva fecha, pero por el matasellos se sabe que ha sido envia- da desde Berlín el 7 de mayo de 1901. Flores se refiere al libro de Gumersindo deAzcárate Estudios económicos y sociales, Librería de Victoriano Suárez, Madrid, 1876. ANTONIOF~ORES DE LEMUS: ANOS DE FORMACIÓN UNIVERSITARIA

'' Creo que es más exacta esta transcripción que la que hace el profesor Velarde, que interpreta que Flores escribe "Academia".Véase J.Velarde, "El legado de Flores de Lemus", ob. cit.: 1 16. " El matasellos indica que esta tarjeta ha sido enviada desde Berlín el 14 de junio de 1901. En el anverso de la misma, además del nombre de Giner, figura: "Profesor de la Universidad Central / en Betanzos / (La Coruña)". -'El libro, al que se ha hecho referencia en la tarjeta anterior, tiene sólo 168 páginas. 74 Profesores no numerarios. " Está claro que Flores se refiere al BíLE. 'Ton un cordial saludo. Suyo. " Reseña o comentario. Flores hace referencia a la obra de Schtnoller Grundriss der allgerneinen Volkswirtscbaftslebre(Principios de Economíapolí- tica general), de la que ya ha hablado a Giner en la carta núm. 12, cuyo primer volumen se publica en 1900. El segundo volumen no aparece hasta 1904. Como ya se ha señalado antes, las oposiciones a la cátedra de Barcelona se convocan por R.O. de 21 de julio de 1901 (Gaceta del 30).Además de Flores, fir- man la oposición un total de 3 1 aspirantes,entre los que destacan Francisco Bernis -que fecha su instancia en Sevilla el 23 de octubre de 1901-,José María Zuma- lacárregui, Leopoldo Palacios (véase lo que comenta Flores en la carta siguiente) y Luis del Valle Pascual, pero de todos los citados sólo Flores se presenta a los correspondientes ejercicios.

-9 Nat. [uralmente], en alemán. Nota de Flores. Flores está haciendo referencia al Jabrbucbfür Gesetzgebung, Verwaltung und Volkswirtscbaft im Deutscben Reicb. La consulta de esta publicación entre 1901 y 1909, que se conserva en la Biblioteca del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, procedente de los fondos del Instituto de Reformas Sociales, no ha per- mitido localizar ni éste ni ningún otro trabajo de Flores. " Ya se ha comentado anteriormente esta cuestión. Es de lamentar la pérdi- da de este trabajo de Flores. ""e trata de Manuel Sola, al que ha hecho referencia en la carta de 14 de diciembre de 1900. X3 Correspondiente. " Relativamente siniestro.

85 Me altera demasiado. Ya se ha comentado en el texto que Palacios contrae matrimonio con Catalina Rodríguez Polo a fmales de junio de 1901. "'Está redactada en italiano. El autor desea dejar constancia de su agradeci- miento a Julia Piera por su generosa ayuda en la traducción de esta carta. El mata- sellos, que corresponde a Berlín, lleva la fecha del 16 de septiembre de 1901. En el anverso de la misma, además del nombre completo de Giner, figura: "Profesor de la Universidad Central / en Betanzos / (La Coruña)". En castellano y subrayado en el original. Como la carta es larga, después de la fecha Flores incluye esta advertencia a Giner:"iTome V. esto por partes, y no se canse tanto conmigo!". " Objetividad, imparcialidad. y' Durante su estancia al frente del nuevo Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes (18 abril 1900 a 6 mano 1901), en un gobierno conservador presi- dido por Francisco Silvela,Antonio García Alix modifica el sistema de oposiciones con varias medidas. En primer lugar, el R.D. de 22 de junio de 1900 (Gaceta del 24), firmado en San Sebastián,deroga los decretos de 30 de julio de 1897 y 11 de octubre de 1898,que concedían"derecho a obtener por concurso cátedras nume- rarias a los Ayudantes de la Facultad de Ciencias y del Museo de Ciencias Natu- rales, a los Directores de trabajos y Museos anatómicos, Profesores clínicos y Ayudantes de clases prácticas de la de Medicina, a los Ayudantes de Farmacia y a los Profesores auxiliares de Universidades e Institutos" (art. lo). En su lugar, y "mientras se dicten las disposiciones oportunas", declara aplicables las normas contenidas en la Ley de Instrucción Pública de 9 de septiembre de 1857 y los decretos leyes de 21 de octubre de 1868 y 25 de junio de 1875. En segundo lugar, por el R.D. de 27 de julio de 1900 (Gaceta del 29) se establece que la oposición es el "solo medio de ingresar en el Profesorado", poniendo de relieve que se trata del "único principio que resiste a la experiencia y es de menos imperfecciones entre nosotros" (exposición de motivos). De acuerdo con esta declaración de principios, en el art. lose decreta que "se ingresará exclusivamente por oposición en el Profesorado numerario y auxiliar de Facultades, Institutos y Escuelas Nor- males, de Veterinaria y de Comercio". En tercer lugar, un nuevo decreto de igual fecha aprueba el "Reglamento de oposiciones a cátedras, Escuelas y plazas de Profesores auxiliares",que introduce cambios importantes en la normativa vigen- te hasta entonces, sobre todo en lo relativo a la formación de los tribunales, lugar y época de celebración de las oposiciones y naturaleza de los ejercicios, tal como se ha comentado con anterioridad. Pero el 6 de marzo de 1901 se forma un gabi- nete liberal presidido por Sagasta y con Romanones como ministro de Instruc- ción Pública. La política educativa, que en lo fundamental continúa la labor de renovación de la enseñanza pública realizada por García Aiix, adopta ahora un carácter claramente reformista que proclama el respeto a la libertad de cátedra como un principio fundamental y trata de reducir la influencia de la Iglesia en la enseñanza. En este sentido, se eliminan algunos de los privilegios de los que dis- frutaba. Como ya se ha señalado en el texto, Romanones aprueba también un nuevo Reglamento de oposiciones por R.D. de 11 de agosto de 1901, que supone algunos cambios respecto al de García Alix. Esa alusión a la Iglesia pone de relieve que Flores se opone a la autonomía universitaria no porque sea contrario a ella en principio, sino porque teme que sirva para que los sectores más reaccionarios de la sociedad se apoderen de la Universidad. Como dice Yvonne 'ihrin, "la extrema derecha desea que la Univer- sidad goce de una autonomía lo más completa posible", señalando que "además de la lógica doctrinal, quizá hay que ver ahí una influencia personal de Menéndez Pelayo, cuya experiencia universitaria no podía menos de pesar a favor de la auto- nomía. En un informe sobre los decretos de 1892 (. . .) Menéndez Pelayo pide, ante todo, la independencia del cuerpo docente". Véase Y Turin, La educación y la escuela en España de 1874 a 1900, ob. cit.: 149. Por su parte, Gómez Moiieda escribe: "Con argumentos y razones distintos, los tradicionales batallan en pro de la autonomía con la misma fuerza dialéctica que los reformadores. Frente a las posibles injerencias del Estado, en viraje cada vez mayor hacia la izquierda, los tra- dicionales pretenden una reducción al mínimo del poder del Estado en la ense- ñanza oficial y una libertad e independencia máxima para la enseñanza privada". Véase Los reformadores de La España contevzporánea, ob. cit.: 449-450. Para entender esta referencia de Flores a la autonomía universitaria hay que tener en cuenta que García Alix, ministro de Instrucción Pública, había estado preparando desde 1900 un proyecto de ley sobre esta cuestión. Como señalaYTurin,"se tra- taba de una verdadera transformación del estatuto de la Universidad, del primer paso hacia una descentralización reclamada durante largo tiempo". Pero García Alix cesa en su cargo antes de que el proyecto sea aprobado y su sucesor, Roma- nones,vuelve a ocuparse de este tema."En este terreno -diceTurin- es donde más se señalaba la continuidad entre la obra de Romanoties y la de García Alix. Roma- nones sometió a las Cortes, apenas modificados, los proyectos de autonomía uni- versitaria y de reforma del Consejo de Instrucción Pública preparados por su antecesor. El propio García Alix se encargó de defenderlos ante las Cámaras, en nombre de la Comisión de Instrucción Pública".Véase Y Turin, ob. cit.: 340. Por R.D. de 25 de octubre de 1901 (Gaceta del 30) se autoriza a Romanones a some- ter a la deliberación de las Cortes un "Proyecto de ley sobre la organización de las Universidades". Como indica Turin, "García Alix y Romanones se rodearon de todas las precauciones políticas. Las dos comisiones encargadas sucesivamente de examinar el proyecto reflejaron lo más ampliamente posible la diversidad políti- ca de las Cámaras (. . .). Se había producido la unanimidad sobre la crítica de la centralización".El proyecto es sometido a discusión en el Congreso en diciembre de 1901 y pasa después al Senado,prolongándose el proceso hasta abril de 1902. La oposicición al contenido del mismo es escasa. Como diceTurin,"antes de inter- venir, los oradores tuvieron el cuidado de precisar que sus críticas no eran sinó- nimo de oposición". Sin embargo,"los más preocupados fueron, indudablemente, los neocatólicos. Eran, en principio, favorables a la descentralización; pero les parecía que la situación era escasamente propicia a la práctica de sus conviccio- nes.Temían, sin duda, que en aquel clima se beneficiarían de esto más los libera- les que ellos mismos (. . .).Mejor que la autonomía, los neocatólicos hubieran pre- ferido una disminución del número de Universidades y su especialización:una o dos Universidades para cada disciplina (. . .). En cuanto a los liberales,se muestran escépticos acerca de la realidad de una autonomía económica cuyo presupuesto es casi cero. La autonomía administrativa les parece que presenta sus ventajas y sus inconvenientes. ¿No habrá peligro de que procure al caciquismo una nueva ocasión de manifestarse?".Ibídem: 343-344. Por todo ello, el proyecto tiene poca oposición y es aprobado rápidamente. La Universidad parece mostrarse satisfe- cha, aunque considera que representa sólo un primer paso.Así se deduce del dis curso del profesor Lázaro e Ibiza en la apertura del curso 1902-1903 de la Uni- versidad Central: "La nueva ley no es más que una tendencia, una preparación a la autonomía universitaria,pero es un progreso evidente". Citado por YTurin, ob. cit.: 345. Por otra parte, esta limitación la reconoce el propio ministro en la pre- sentación de su proyecto a las Cortes.Así, dice: "A la autonomía de las antiguas Universidades españolas, dignas de competir en su tiempo con las primeras Universidades de Europa, sucedió, por excesiva reacción contra abusos y corrup- telas secundarias, un régimen centralizador, que ha convertido la enseñanza en mero servicio administrativo,en función burocrática, pendiente en todo momen- to y ocasión del impulso que reciba de los poderes públicos, y falta, por lo tanto, de espíritu corporativo que la vivifique, de estímulos que aceleren el desarrollo de sus energías y hasta de responsabilidad que la obligue a moverse por sí misma y la enaltezca ante los propios ojos y ante el juicio de la nación. A remediar tama- ños males va encaminado el presente proyecto de ley, bastante más conforme en su orientación y tendencias con el régimen universitario de los pueblos cultos, como Inglaterra,Alemania y Estados Unidos norteamericanos, que el actual régi- men establecido por nuestra legislación de Instrucción Pública. Mas como de una situación semejante a la en que hoy viven las instituciones docentes españolas, y de la cual procede en gran parte la atonía y decadencia que en ellas se nota, no es posible pasar de manera brusca a un sistema de amplia libertad, ha creído nece- sario el ministro que suscribe proceder con la mayor prudencia, con timidez aca- so a veces, para no comprometer por exceso de precipitación una obra en cuyos resultados finales cifra todo género de esperanzas. Por eso el presente proyecto de ley no va más aila, en realidad, de lo que pudiera llamarse la autonomía eco- nómico administrativa de las Universidades, para preparar de este modo el terre- no y establecer la base de ulteriores reformas que puedan dotar a aquéllas suce- sivamente, y a medida que las circunstancias lo aconsejen, de amplia autonomía en el orden científico, término y coronación naturales de la difícil labor que ahora se inicia. Pero aun dentro de la esfera en que el proyecto trata de moverse, toda- vía contiene reformas de grande transcendencia, dando entrada en la Universidad a las Asociaciones escolares, y reconociendo en aquélla el derecho a administrar sus bienes y de formar su presupuesto, autorizando a los Claustros y Juntas de catedráticos para intervenir en el nombramiento de sus jefes, y estimulando a las Facultades y Secciones universitarias para que estudien sin descanso cuantos problemas se relacionen con la función que les está confiada". Una cuestión dife- rente en la que aquí no se entra, es si esta ley fue realmente aplicada. La continui- dad que existe entre el proyecto de autonomía de García Alix y el de Romanones es destacada también por Jorge Buireu, que escribe: "Resultaba curioso que García Alix fuese atacado precisamente cuando se encontraba en la oposición y su pro- yecto fuese presentado por un ministro liberal,el conde de Romanones, que, reco- nociendo la bondad de la obra de su antecesor, no dudaba en proclamar que se ANTONIOFLORES DE LEMUS:ANOS DE FORMACIÓN UNIVERSITARIA honraba haciéndola suya".Véase J. Buireu Guarro,Antonio García Alix: un minis- tro del regeneracionisnzo (2852-1911), Instituto de Estudios Fiscales, Madrid, 1990: 199. Acotación de Flores. iY la responsabilidad! del Min. [istro] a los jueces. Nota de Flores.

95 En el Reglamento de García Alix se habla indistintamente de "jueces" o "vocales delTribunaln.Véanse,por ejemplo, los artículos 7",8", Y, 10", 12" o 15". Lo mismo sucede en el Reglamento de Romanones. " ¡Estos alemanes son siempre un poco de madera! Una traducción más libre sería: ¡Estos alemanes son siempre un poco duros de mollera! 97 Desde, y así sucesivamente, barones (. ..), condes y demás. Flores juega aquí con el significado literal de la palabra Freiherren: señores iibres. 98 Flores debe referirse al tercer ejercicio de las oposiciones a cátedra. El art. 20 del Reglamento de Romanones dice:"Seguidamente será incomunicado el opo- sitor durante ocho horas, facilitándole los libros, instrumentos y material científi- co que solicite para su preparación, y de los cuales se pueda disponer". Este artí- culo sigue literalmente el art. 20 del Reglamento de García Alix. Ya se ha señalado en el texto que el Reglamento de Romanones restable- ce el sistema de trincas y bincas que había sido eliminado por García AIix. '"' Principalmente. 'O' Subrayado en el original en ésta y en las otras palabras que van en cursiva. 'O2 Afirmativa.

'O3 Debe serlo: es igual para el caso. Nota de Flores. La palabra "no"aparece destacada en el original con caracteres mayores.

'O' Se olvida, además. '" O bien. "" En inglés la palabra correcta es reports, mientias que en francés sería rapport "" Libros sensacionales,que hacen época. "N Por completo, totalmente. Las abreviaturas u. s. w. corresponden a und so weiter: etcétera.

''O Punto esencial, clave. "' Se corta la pregunta en vez de dar la respuesta. '12 Impulso de ganancia, afán de lucro. Mala comprensión, equivocada interpretación.

'14 Yuxtaposición.

'15 ES verdadera, cierta, exacta.

''O ¡Ni idea! "'Dirigido. '18 La ta jeta, que contiene un breve texto escrito a lápiz en alemán con tra- zos rápidos, ofrece una vista del Palacio de Aranjuez y lleva un matasellos con fecha 24 de noviembre de 1901. ""a se ha señalado anteriormente en el texto la importancia que tiene fechar correctamente esta carta de Flores. Josi MIGUELFERNÁNDEZ PEREZ

la'> Luis Simarro y Lacabra (1851-1921) cursa los estudios de medicina en Valencia, licenciándose en 1873 en la Universidad Central. En 1902 obtiene por oposición la cátedra de Psicología Experimental en la Facultad de Ciencias de Ma- drid, sección de Naturales. Su nombramiento tiene lugar por R.O. de 5 de mayo de 1902 (Gaceta del 13),firmada por Romanones, en la que se le fija un sueldo anual de 4.500 pesetas. Gómez Molleda lo describe como un "hombre extraordinaria- mente afecto de Giner y de la Institución, desde 1877 hasta su muerte", encua- drándolo en el grupo de "otros científicos contagiados admiradores de Giner". Forma parte del núcleo inicial de colaboradores de la Institución y es profesor del laboratorio de Antropología del Museo Pedagógico NacionaLTambién pertenece a la primera Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas,jun- to a Ramón y Cajal, Menéndez Pidal, Echegaray, Menéndez Pelayo, Soroila, Costa, Azcárate, Buylla,Torres Quevedo y otros vocales, hasta un total de veintiuno, que son nombrados por sendos decretos de 11 de enero de 1907 (Gaceta del 15).Es colaborador habitual del BILE, en el que publica 26 trabajos y notas entre 1877 y 1902. Jesús Pabón dice de Simarro que fue "discípulo de Charcot, director del Manicomio de Leganés, profesor de Psicología Experimental en la Universidad de Madrid, parco en escritos médicos, autor de una sola obra extensa de carácter político" (se refiere a su libro sobre Francisco Ferrer Guardia, director de la Escuela Moderna de Barcelona, detenido en relación con los sucesos de la Semana Trágica de Barcelona, titulado Elproceso Fewer y la opitzión europea, Madrid, 1910). Si- marro estaba afiliado a la masonería y como masón, y no en calidad de psiquiatra, atiende a Ferrer, lo que -en opinión de Pabón- le impide comprobar "que Ferrer, encarnación a su juicio de la civilización europea, era un buen cliente suyo, pro- ducto patológico de la anarquía ibérica". Pabón atribuye a Simarro una gran in- fluencia en el brusco cambio de postura de Moret, que termina provocando la caída del Gobierno de Maura en el otoño de 1909, en contra de la opinión de A. Balles- teros Beretta que escribe:% dijo entonces que la noche anterior había estado en el domicilio de Moret don Francisco Giner de los Ríos, que había conminado al jefe liberal para que derribara a Maura". Por el contrario, Pabón afirma que "de las visitas a que se atribuyó la mudanza, la de Simarro es la más verosímil". La parti- cipación de Simarro en política se remonta a una etapa muy temprana de su vida, pues figura como tesorero en la Junta Revolucionaria de Valencia. Datos tomados de Gómez Molleda, ob. cit.: 231, 242, 297, 455, 457 y 472;Jesús Pabón, Cambó (18761918), Alpha, Barcelona, 1952: 334 y 348 y de la nota necrológica, sin fir- ma, publicada en el BILE, núm. 735,30 junio 192 1: 161-163.Sánchez Ron señala que Ramón y Cajal no vio con buenos ojos la relación de Simarro con la masone- ría, como se pone de relieve en la carta que escribe el 8 de agosto de 1922 a su amigo Carlos M. Cortezo: "Oportuno y justo está usted al hablar de Simarro, que no ha sido apreciado en toda su valía por haberse dejado prender en las 'redes' de la 'Institución Libre', uno de cuyos cánones sacrosantos consiste en estudiar y no escribir.Yo procuraré siempre hacer justicia al que, discípulo de Ranvier, trajo de París la buena nueva de la histología, esparciéndola a los cuatro vientos y benefi- ciándonos a todos. De su generoso magisterio guardo los mejores recuerdos y así, en mi autobiografía, procedí como con todos aquellos sabios a quienes debí el inestimable favor de una enseñanza práctica. Desgraciadamente,Simarro, que fue uno de mis íntimos amigos antes de las oposiciones, se apartó después un tanto de mí, aunque sin romper jamás del todo vínculos de compañerismo y confrater- nidad y murió sin haber leído mis 'Recuerdos' y sin saber lo mucho que yo le veneraba y le quería.. . Si yo hubiera podido forzar la consigna de sus carceleros le hubiera dicho que en España había algo más urgente y digno de su gran talen- to que presidir logias masónicas, defender anarquistas y afiliarse a un muriente y desacreditado partido republicano; volver por los fueros y el honor de la Raza a quien todos los países civilizados califican de bárbara e ignorante. Mostrar con hechos que podemos colaborar en la obra de la universal cultura; tal es la magna, la apremiante tarea que incumbe a los españoles ilustrados contemporáneos y futuros. Las demás cosas queden pan los abogados políticos o los tribunos popu- laresn.VéaseJ. M. Sánchez Ron, Cincel, martillo y piedra. Historia de la ciencia en España (siglos XZX y XX), Taurus, Madrid, 1999: 80-81.

12' Casera, dueña de la casa o piso, patrona. '" La traducción literal de Kneipe es taberna, tasca. En La reforma amnce- laria Flores escribe: "Muchos Wecbsel que el estudiante de Corps derrite en el Kneipe, pesarán como deudas sobre las propiedades paternasn.Véaseob. cit.: 157. Wecbsel, referida al estudiante, significa mensualidad.

12' Señores.

12' ES conocida la admiración que sentía Giner por el estilo y formas de vida de los ingleses, en contraposición a las "maneras sociales" de los españoles. Según Gómez Molleda, "el espíritu de la vida inglesa, su tolerancia para las diferencias de convicción, su culto a la libertad de creencia, así como el carácter de su educación fundamentalmente social,tenían que atraer forzosamente a D. Francisco y a sus dis- cípulosn.Véase ob. cit.: 83. Uno de ellos, Cossío, completa el retrato que hace de Giner con estas pa1abras:"Su cortesía para todo el mundo.. .,su especial don de gen- tes, en suma, hacían de él, junto al filósofo y al educador, un tipo acabado de hom- bre de mundo y de perfecto gentlernan"'.Véase Manuel B. Cossío,"Datos biográ- ficos de don Francisco Giner", BILE, febrero-marzo 1915: 37, citado por Gómez Molleda, ob. cit.:84. Otro destacado discípulo de Giner,Francisco Bernis, refleja tam- bién esa misma admiración por la vida inglesa en las cartas que dirige al maestro durante su estancia en Londres:"Lo que más me encanta no lo he dicho todavía: son los ingleses. (. . .) Siento que llegará el momento de dejar este cielo" (carta fechada el 20 de julio de 1905). Pocos días más tarde, escribe:"No puedo ser más feliz: las emociones bellísimas de mi vida aquí me rinden. No sé cómo decirlo, porque es inefable, pero así como los portentosos museos de Londres encierran lo mejor del mundo, así el espíritu de los ingleses contiene los sentimientos más bellos y delica- dos de la Historia. Me siento colonizado por estos hombres" (tarjeta postal de 5 de agosto de 1905).A finales de este mismo mes, vuelve a escribir:"Este alma inglesa, llena del sentimiento de la justicia, del amor a lo bello, de deber,de idealidad,de sen- ciüez de niño y madurez de estoico, aposentada en cuerpos muscuiosos.. .,rodeada de este ambiente de libertad y de naturaleza... es algo que me fascina. (...) los espa- ñoles debiéramos ilevar luto en el corazón mientras no seamos dignos de alcanzar este tenor de existencia".Véase la carta de 23 de agosto de 1905,"Fondo Giner", ARAH. El autor desea agradecer a Dña. Eiisa Bernis su deferencia al informarle sobre la existencia de estas cartas.Tarnbién en alguno de los libros de Bernis hay referen- cias al alto concepto que tiene del estilo de vida de los ingleses.Así, una de sus obras más importantes contiene esta sigmficativa dedicatoria:"A Inglaterra, el país eterna- mente joven, siempre estirnulador del ideal y de la acción; modelo de las institucio nes económicas del Continente, y patria de los más grandes economistas".Véase Consecuencias ecorzómicas de la guerra. La teoría y la enseñanza de los hechos desde 19 14 respecto a: I. El ciclo económico.ZI. Producción, distribución, renta y consumo.IZí. Los precios. íVDinem y bancos, Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas. Madrid, 1923:V. "' Bosque cercano a la ciudad, con abundante arbolado y, por ello, muy fre- cuentado -entonces y ahora- por ser un agradable lugar de paseo. lZTastiilode Heidelberg. Es una de las dos grandes glorias -la otra la cons- tituye su famosa Universidad, fundada en 1386- de esta bella ciudad, situada entre la orilla izquierda del río Neckar y los montes Konigsstuhl. El castillo, emplazado a cien metros sobre el río, se comenzó a construir en el siglo XIII, aunque la mayor parte se edificó durante el siglo XVIII. Es de forma cuadrangular, con torres cir- culares en sus esquinas y, durante el período nazi, Goering transformó su amplio comedor en sala de conciertos. En la actualidad se encuentra en ruinas. "' Erudito investigador.

12" Metódicos y concienzudos investigadores (en conjunto, en general). '" Construcciones teóricas. '% Producto, creación, configuración. iNaturalmente!

'j2Unas creaciones teóricas a otras acabadas construcciones.

'j3 Esta carta está redactada en alemán.

Ii4 Ernst von Halle propone a Flores que redacte la parte correspondiente a España del anuario, dirigido por él, Die Weltwirtschaft (La econonzía mundiao, una cuestión de la que ya se ha hablado con anterioridad.

Ii5 Excelente alemán.

'j6 Investigación basada en fuentes de archivo.

13' Por primera vez a lo largo de toda esta correspondencia. la carta de Flores Lleva un membrete impreso con el nombre y apellidos del autor. 13" Flores alude a la buena acogida que ha tenido en Alemania su libro La refor- ma arancelaria, un tema que ya se ha comentado. Sobre esta cuestión, el profesor Velarde que esta obra "tuvo bastantes críticas en Alemania, en lo que sé muy favorables, salvo una excepción de la que ya he hablado con otro motivo". Véase J.Velarde "Antonio Flores de Lemus: una revisión veinte años después", art. cit.: 127. Desconozco de qué excepción se trata y dónde se refiere a ella Velarde. ANTONIOFLORES DE LEMUS:ANOS DE FORMACIÓN UNIVERSITARIA

Flores hace referencia a su artículo "El nuevoArance1 deAduanasn,La Ley, núm. 1.1 71,30 abril 1906: 1-2,que formalmente se publica como carta dirigida al director de la revista, Miguel Pérez-Malo de la Cuesta. Debe destacarse la postura muy crítica que adopta Flores ante el Arancel de 1906 al calificarlode "arancel de explotadores".En la misma dirección,en la prensa de la época se dice que "el nue- vo arancel se ha hecho para que unas cuantas docenas de industriales indígenas se enriquezcan a costa de la miseria de todo el país".Véase "Arancelesy Tratados. Campaña antipatriótica",La Vanguardia, 1 mayo 1906:7, reproducido de El Ner- z~ion.En otros periódicos se le denomina "Arancel del hambre",lo que indigna a personas como Federico Kahola, destacado dirigente del Fomento del Trabajo Na- cional,que escribe:"Detal ha sido calificado el Arancel por uno de los diarios que alardean de mayor circulación".Sin embargo,en su opinión,es "una contradicción manifiesta motejar de Arancel del hambre el nuevo Arancel, sosteniendo que se ha hecho en beneficio exclusivo de Vizcaya y de Cataluña. Vizcaya es la gran pro- ductora de hierros y Cataluña la gran productora de tejidos:dos artículos que no se comen. No son estas regiones las que proveen a los españoles de artículos ali- menticios".VéaseE Rahola,"ElArancel del hambre",Diario de Barcelona, 11 mayo 1906:5.671-5.672. En este mismo periódico pueden verse otros artículos de Rahola relacionados con el Arancel de 1906, como "Contra la soberanía",4 mayo 1906: 5.3665.367, en el que afirma que "pocas veces en nuestro país se ha Ilevado a cabo una revisión arancelaria con mayor preparación y estudio",por lo que "cau- sa verdadera pena leer en los periódicos de España argumentos copiados de la prensa extranjera,que defiende los intereses de quienes codician nuestro merca- do,con el afánde combatir el alcance del Arancel. Más que tristeza,produce humi- Ilación, la alianza de los representantes de Cámaras extranjeras con algunas Cámaras españolas para lograr la rebaja de los derechos,intentando que se fije la segunda columna por las reclamaciones de nuestros competidores. Semejante labor tiene asomos de intervención, que los verdaderos patriotas no podemos tolerar".O los artículos titulados "E1 Arancel del dividendo", 18 mayo 1906,págs. 5.979-5.980 y "Contrastes.(Con motivo de la campaña antiarancelaria)",29 mayo 1906:6.419-6.420.

140 Se trata de José María Cornet y Mas, empresario catalán que figura ya en la relación de "Señores que componen la Junta de Aranceles y Valoraciones en 30 de abril de 1885",entre los "vocales designados por el Ministerio de Hacienda". Véase la publicación Tablas de valores para la estadística comercial y elArance1 de Aduanas para los años de 1883 y 1884, edición oficial,Est.Tip. Sucesores de Rivadeneyra, Madrid, 1885:5. Debe tenerse en cuenta que por R.D. de 16 de agos- to de 1895 se suprime la Junta de Aranceles y Valoraciones,organizada por R.D. de 30 de junio de 1882, siendo sustituída por el Consejo de Aduanas y Aranceles (CAA),que se compone de cuatro secciones: la)De comercio internacional. 2") De comercio nacional. 3")De servicio aduanero y 4") De valoraciones.Pues bien, por R.D. de 24 de septiembre de 1889 es nombrado vocal numerario del CAA "D. José Mana Cornet, industrial e ingeniero y vocal de la Junta de Aranceles y Valo- Josi MIGUELFERNANDEZ PEREZ raciones, Barcelona".Forma parte del grupo de 20 vocales con domicilio en pro- vincias, en contraposición a los 30 vocales con residencia en Madrid. Por R.O. de 25 de septiembre del mismo año se le designa miembro de la sección 4" del cita- do CAA. Un nuevo R.D. de 1 de febrero de 1898 suprime el CAA y crea en su lugar "una Junta, que se denominara de Aranceles y Valoraciones". La razón que se da para este cambio es que "las múltiples atribuciones conferidas al Consejo exigen una organización complicada que en ocasiones pugna con la rapidez necesaria en la emisión de los informes y con la pronta resolución de los asuntos". Por ello, se procede a "restringir las facultades de esta Corporación dentro de los límites que la den utilidad práctica y real", estableciéndose que el "objetivo primordial" del nuevo organismo es "el estudio general del Arancel de Aduanas y de las bases para fijar las tarifas; de donde dimana la necesidad de que su informe sea rápido en toda reforma general o parcial del Arancel, y obligatorio, además, para que nunca pueda llevarse a la práctica una alteración de los derechos de las mercancías importadas del extranjero que no resulte justificada y provechosa". Por R.D. de 1 de febrero de 1898 Cornet es nombrado vocal de la nueva Junta de Aranceles y Valoraciones UAV). Se tiene constancia de que permanece en este cargo al menos hasta el 30 de junio de 1914, como se deduce de la consulta de la publicación de la JAV, Tablas del valor oficial que han tenido las mercancías importadas y exportadas en el año 1913, edición oficial, Est.Tip. de Antonio Marzo, Madrid, 1915. El resto de la información se ha tomado de la obra de Julián Castedo y Hernández,Juntas de Aranceles y Valoraciones.Colección de sus Decretos y dis- posiciones orgánicas con los fundamentos de las respectit~ascreaciones o szcpresiones, Reglamentos y personal desde la primera en 1816 hasta la actual de 1898, Est.Tip.de Angel B.Velasco, Madrid, 1900,150 páginas. Según una infor- mación publicada en un diario de Barcelona,se sabe también que Cornet era pre- sidente de la Comisión interna de Aranceles de la Cámara de Comercio de Bar- celona y se dice de él lo siguiente: "Se le imputa ser más amigo del dictador que de los sometidos, del Sr. Sitges que de los vocales, y reventador de la clase once- na, a la que por sus negocios pertenecen.Vease "Asuntos económicos. Efectos de una dictadura", El Libeml, 29 junio 1906: 1. Parece deducirse que Cornet entra a formar parte de la JAV de la mano de Juan Blas Sitges, famoso personaje que en 1878 es ya "vocal secretario" de dicha Junta y que en 1898 es nombrado director general de Aduanas, cargo que sigue desempeñando en 1906, por lo que La Ley se refiere a él como el "eterno y jocundo director general deAduanasn.Véase "La reforma arancelaria", La Ley, núm. 1.180,6 junio 1906: 3. Más información sobre las andanzas de Sitges se publica en La Voz del Comercio de Barcelona, en la que se escribe:"Hubo ministro de Hacienda (el Excmo. Sr. D.Tomás Castellano) que, al enterarse de los manejos y conducta del director general de Aduanas, que era entonces el mismo Juan Blas Sitges, le arrojó de su despacho, medida violenta que obligó al Sr. Sitges a presentar la dimisión.Yo no quiero que V: E. \le dice al minis- tro de Hacienda,Juan Navarro Reverter] imite al Sr. Castellano,aunque estoy segu- ro que lo haría si le diese referencias uno que precisamente comparte c0nV.E. los Consejos de la Corona y se haiia al frente de un ministerio facultativo o técnico; yo lo que quiero es que se instruyan expedientes y se depuren responsabilidades y se exijan, respectivamente, al Sr. Sitges y a cuantos con él las hayan contraído". Véase "La Aduana de Barcelona", reproducido en La Ley, núm. 1.205, 14 enero 1907. Este comentario forma parte de un conjunto de artículos en los que se denuncia la situación de la Aduana de Barcelona, cuyo Negociado de cabotaje y entrada está a cargo de Ramón Sitges, hermano del director general de Aduanas. Como se sabe, Tomás Castellano y Villarroya es ministro de Hacienda en el Gobierno presidido por Marcelo Azcárraga y Palmero entre el 16 de diciembre de 1904 y el 27 de enero de 1905, es decir, con una duración inferior al mes y medio, siendo sustituído por un gabinete al frente del cual está Raimundo Fernandez Villaverde, con Antonio García Alix como ministro de Hacienda. Se deduce, por tanto, que Juan Blas Sitges vuelve entonces a ocupar de nuevo la Dirección gene- ral de Aduanas.José María Cornet y Mas ingresa en 1904 en la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona con un discurso titulado Influencia de la meta- lurgia en la prosperidad y poderío de las naciones, que es citado por Jaime Vicens Vives en su Manual de historia económica de España, con la colabora- ción de J. Nadal, 7" edición,Vicens Vives, Barcelona, 1969: 768. 14' Subrayado en el original. A pesar de haber consultado diversos diarios catalanes de esta época -como La Vanguardia, Diario de Barcelona de Avisos y Noticias, Diario del Comercio, El Liberal.. . - no ha sido posible encontrar la respuesta de Cornet ni la contestación de Flores. La localización de estos dos documentos exigiría una búsqueda más minuciosa en la prensa barcelonesa que desde Madrid es difícil rea- lizar.

143 Lorenzo de Benito y Endara, vicerrector y catedrático de la Universidad de Barcelona, es también discípulo de Giner. En el "Fondo Giner" se conservan varias cartas suyas dirigidas al maestro. En una de ellas, fechada en Barcelona el 1 de marzo de 1906, le habla del "amigo Flores, gran germanófilo". Esta alusión guar- da relación con la invitación que le ha llegado a Benito, a través de Giner, de cola- borar en la obra de Oscar Borchardt, Die Handelsgesetze des Erdballs (Las leyes comerciales del mundo), redactando la parte referida a España. Benito le contes- ta que si la colaboración "es posible hacerla en castellano cuente V. conmigo para tal empresa (. . .), pero si la cosa, como sospecho, no es posible hacerla de esa manera y es forzoso conocer el alemán hasta el punto de poder escribir en dicha lengua entonces habré de renunciar por la misma razón que renunciaba aquel a la mano de Dña. Leonor".Véasela carta de 23 de febrero de 1906. Giner debía pen- sar que Benito dominaba el alemán, porque al final de esa misma carta añade Benito:"Supongo que Valentí le habrá enviado la traducción que hice del libro de Schmoller, si no lo ha hecho dígamelo y se lo enviaré.Ahora recuerdo que la últi- ma vez que nos vimos ya me habló \! del libro este, y ahora también me explico por qué ha supuesto\! que sé el alemán. El libro lo traduje de una traducción fran- cesa". Esta traducción del libro de Schrnoller a que se refiere Benito lleva por título JosÉ MIGUELFERNANDEZ PEREZ

Política social y Economía política (Cuestiones fundamentales), Imp. Henrich y Compañía,Barcelona, 1905,2 vols., 214 y 183 páginas. En la Biblioteca Flores de Lemus de la RACMP se conserva un ejemplar de esta traducción castellana, que lleva la siguiente dedicatoria del traductor:"Ami amigo y compañero Dr.Antonio Flores". La edición francesa de la que Benito hace la traducción se titula Politique sociale et économie politique (questions fondamentales), Beaugency-LaffrayFils & Gendre, París, 1902,450 páginas Como se sabe, la edición original alemana de esta obra de Schmoller lleva por título Grundriss der allgemeinen Volkswirts- cbaftslebre (Principios de Economía política general), Duncker & Humblot, Leipzig, 1900-1904,2vols. Pues bien, Benito le da a leer a Flores la carta enviada por los editores para ver si dice algo sobre el idioma en que debe ir la colabora- ción, sacando la conclusión de que, aunque no se menciona para nada esta cues tión,"parece que, en principio, parten ellos del supuesto de que ha de hacerse en alemán, puesto que según lo que indican corre a cargo del colaborador respecti- vo el comprobar si la traducción de los textos está hecha de manera que corres ponda exactamente al espíritu de la ley".Benito le dice a Giner que "semejante tarea no puedo cargarla yo sobre mis hombros,pero el bueno de Flores dice que eso es sencillísimo, y que él se compromete a hacerlo sin dificultad de ninguna clase, y que cuente con él en absoluto".Benito tiene miedo a comprometerse, porque piensa: "¿Pero quién me asegura a mí que Flores ha de permanecer en Barcelona todo el tiempo necesario para que yo pueda salir adelante en mi empre- sa? Y,aun permaneciendo en Barcelona, pudiera también caer enfermo y enton- ces quedaba yo al descubierto.Todas estas consideraciones,y algunas más, le he hecho, pero él insiste en que esta es una ocasión que se me presenta para salir del estrecho círculo en que aquí nos movemos y que debo aprovecharla".Al final, interviene Giner ante los editores y éstos aceptan que Benito pueda redactar su trabajo en castellano.En una nueva carta de 23 de mano de 1906 Benito agrade- ce a Giner sus gestiones: "Mil gracias a V. por sus buenos oficios". Lorenzo de Benito es nombrado catedrático de Derecho Mercantil de España y principales naciones de Europa y América de la Universidad de Barcelona por R.O. de 5 de diciembre de 1899 (Gaceta del 16). Hasta entonces había sido catedrático de la misma asignatura en las universidades de Salamanca (1887) y Valencia (1895). En 191 1 Benito es nombrado gobernador civil de la provincia de Gerona por R.D. de 10 de febrero y permanece en este cargo hasta el 12 de octubre del mismo año. Unos años después,por R.O. de 12 de febrero de 1917 pasa a desempeñar la cáte- dra de Derecho Mercantil de la Universidad Central. Entre sus publicaciones des tacan Lecciones de Derecho Mercantil, Ensayo de una introducción al Derecho Mercantil y Legislación española sobre la correspondencia en materia civil y comercial. Benito era también Académico numerario de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación. 144 Las frases en cursiva figuran en el original con una letra de menor tama- ño, interlineadas entre el párrafo anterior y la despedida, lo que indica que han sido añadidas después. EL CONTEXTO EN EL QUE SE ESCRIBEN LAS CARTAS DE FLORES A GINER

Las relaciones entre Flores de Lemus y Giner de los Ríos

No se sabe con exactitud cuándo tiene lugar la primera toma de contacto entre Flores y Giner, a quien Unamuno denomina "nuestro Sócrates españoln6.Juan Velarde señala que en la formación universita- ria de Flores "pronto aparece la Institución Libre de Enseñanza"'. En un trabajo más reciente escribe que era "miembro de una familia de la alta burguesía andaluza -con enlaces con los Flores de Mojácar y su zona, y los Lemus de Andújar-, con una sólida base económica y un padre que pertenecía a la burocracia de una capital de provincia, muy bien relacionado con el mundo intelectual, concretamente con don Francisco Giner de los Ríos"'. En el mismo sentido, Fuentes Quintana destaca que Flores tuvo "la suerte de contar, en un país como el nuestro de autodi- dactas, con un maestro extraordinario que guiaría los pasos de su for- mación. Ese maestro singular sería Francisco Giner de los Ríos (. . .).A ese magisterio accedió Flores a través de la amistad que su padre -el abogado Francisco Flores Suazo- tenía con Giner, que acogió, con el júbilo del gran pedagogo que era, la tutela del futuro gran econ~mista"~. En el otoño de 1892 Flores se desplaza a Madrid desde Jaén, en cuyo Instituto había realizado brillantemente el Bachillerato, para ini- ciar la carrera de Derecho en la Universidad Central"'. En el curso 1892- 93 hace los estudios preparatorios1'.A continuación, durante los cursos 1893-94 y 1894-95,realiza los dos primeros años de la Licenciatura y, superados éstos, en el otoño de 1895 se matricula de tercer curso tam- bién en la Universidad Central12. Debió ser durante estos primeros años de la estancia de Flores en Madrid cuando conoce personalmente a Giner y se integra en el "cír- culo de 'selectos"', llegando a ser uno de los discípulos "predilectos del maestro"I3.Es necesario destacar el extraordinario impacto que la per- sona de Giner produce en el joven Flores. Se sabe que D. Francisco des- pertaba una gran admiración en los jóvenes universitarios. En este sen- tido, Gómez Moileda escribe: "La personalidad de Giner fue y perma- neció siempre extraordinariamente atrayente, irresistible para los alum- nos que llegaban a entrar -no todos lo lograban- en la zona magnética del maestro (...). Esta faceta de atractivos personales humanos de Giner contribuyó extraordinariamente al éxito de su proselitismo entre la juventud: innato buen gusto,comprensión idealista de la naturaleza, res peto al hombre, delicadeza con el niño, altura moral, espíritu abierto y enemigo de violencias, patriota amargo -y por esto más atractivo- (...). Giner era un estilo nuevo que cautivaba por ~orpresa"'~.Más adelante, Gómez Molleda añade: "Misterioso atractivo el que ejercía sobre los jóvenes aquel hombre pequeñito, anciano, de cuerpo enjutonL5.Uno de sus discípulos lo describe así:"Era un hombrecito pequeño, erguido, de ojos vivaces, frente despejada y barba canosa, afilada en punta, como la de los hidalgos del Greco, pero pulquérrimo, correctísimo, sonriente, atractivo a no poder más"'". Por eso, no deben extrañar las palabras que Flores escribe a Giner en la primera de las cartas que se conservan, en la que pone de relieve la huella indeleble que en él ha dejado el maestro":

Confieso a V. sinceramente que su carta me produjo honda pena: la idea de la relajación del vínculo intelectual que a V. me une me sería sumamente dolorosa; pero con mayor razón cuando yo apareciera como el causante de ella. Si toda posición del hombre en cualquiera de los momentos de su vida ha de contar necesaria- mente hasta su muerte, hay influencias que dejan de sí huella tan profunda que no pueden ser olvidadas por quien las sufre, por hacérsele patentes en todo desde la dirección general de su activi- dad hasta el más nimio detalle de su c0nducta.Y yo tengo para mí que su influencia de V. sobre sus discípulos todos y particularmen- te sobre mí pertenece a esa categoría, poniendo todo mi empeño en que al encontrarnos nuevamente me halle V., por lo menos, como me dejó1'.

En dichas cartas se ponen de manifiesto cuáles son los sentimien- tos de Flores hacia Giner. Entre eUos destacan el afecto, la admiración, el respeto, la gratitud, la veneración y el cariño que el joven estudiante tiene por su maestro19.Yson precisamente estos sentimientos los que le permiten recibir con la mejor disposición de ánimo no sólo los con- sejos, sino también las reconvenciones y reprimendas de Giner, que ocupaban un lugar importante en su método pedagógicoz0.Así, por ejemplo, en otra de las cartas escribe Flores: He recibido su grata del 29. La que anteriormente se sirvió V. dirigirme, interpretéla en el sentido que doy siempre a sus cartas y a cuanto de V. me viene: como el fruto de su acendrado cariño, sabio consejo y paternal tutela para con el discípulo que menos mérito cuenta, pero que más grande afecto y veneración tiene por V.".

Sin embargo, esta postura de docilidad ante los consejos de Giner no le impide mantener sus propias ideas y manifestarlas con sinceridad:

Créame V. Maestro: entre mis defectos no está la hipocresía, y cuando le doy las gracias por sus bondades, gratitud es que del cora- zón me sale. Sí, estoy seguro de ello: V. me conoce bastante para saber que mi conducta, aun cuando más digna de vituperio, ha sido siempre sincera, que, en toda ocasión, le he mostrado a V. mi alma desnuda y sin artificio. Así, cuando la tarjeta de Palacios me hizo pensar que V. temía algún peligro para él de su contacto conmigo, declaré a V. franca- mente que no participaba de esa creencia, y que me sería muy dolo roso compartirla; pero era y es siempre excusado avisarle de cómo puede V. siempre decirme eso y cuanto le viniere en voluntad".

Por ello, cuando hay de por medio cuestiones de honor exige un respeto para sus propios puntos de vista:

La participación queV. tiene ya en nuestro negocio,yo la acep- to con el más profundo acatamiento, seguro de que será para bien, y V. respetará mis ideas en cuestiones de honor. Son éstas cosa per- sonalísima2'.

Flores de Lemus y la Universidad de Granada

Como se ha señalado antes, Flores se matricula en la Universidad Central para estudiar el tercer año de la Licenciatura el curso 1895-96. Pero, sin que se sepan exactamente las razones -es posible que su deli- cada salud le impida asistir con regularidad a las clases-, con fecha 13 de febrero de 1896 dirige un escrito al rector en el que expone que "deseando pasar de la enseñanza oficial a la privada, se sirvaVI. dar las órdenes oportunas para que le sea admitida la renuncia de sus matrí- Josi MIGUELFERNÁNDEZ PEREZ culas oficiales y pueda ser examinado como alumno libre". A continua- ción, añade que "las asignaturas en que se halla matriculado el expo- nente son: Derecho penal, Derecho político y administrativo 2" curso, Hacienda pública y Derecho civil 1" curso", es decir, las materias corres- pondientes al tercer año de la Licenciatura. El rector, en el margen del mismo escrito ordena que "pase esta instancia al Sr. decano de la Facultad de Derecho, para que los catedráticos de las asignaturas (. . .) se sirvan informar si tienen o no sujeto al interesado a los exámenes extraordinarios, y para que dicho decano se sirva manifestar si el recu- rrente se halla sometido a la acción del Consejo de disciplina de la mis- ma". Ante las respuestas, en sentido negativo, tanto de los catedráticos como del decano, el rector, en escrito de 6 de marzo de 1896, decide: ..."admito al exponente la renuncia que hace de sus matrículas oficiales para el curso actual, anótese en su expediente y registros de matrícula y dése cuenta a los respectivos catedrático^"^^. En contra de sus planes iniciales, Flores no se examina por íibre de las asignaturas de tercero de Derecho en el curso académico 1895-96, por lo que, antes del comienzo del siguiente curso 189697, se matri- cula de nuevo de esas mismas disciplinas en la Universidad Central. Por tanto, está claro que Flores se ve obligado a repetir curso, un hecho no señalado por ninguno de sus estudiosos que, por su especial importan- cia, obliga a pensar en un empeoramiento de su salud. Sin embargo, unos pocos días después traslada su matrícula a la Universidad de Gra- nada. Este trámite lo realiza en su nombre Antonio Balboa, a quien diri- ge la siguiente carta:

Muy querido y distinguido amigo:Voy a molestar su atención por brebes [sic]momentos pan solicitar de V. un fabor [sic]: habien- do decidido trasladar mis estudios a la Universidad Literaria de Granada y no pudiendo ir personalmente a hacer el tnslado, por la presente le autorizo para que me represente en dicho acto. Gracias anticipadas por el fabor [sic] que V. me dispensa que- dándole muy agradecido por el mismo. S.S.S. Q.S.M.B. Antonio Flores de Lemus Jaén, 3 octubre 1896.

N.B. Pan evitar dudas le digo que a la Universidad que quiero trasladarme es a la literaria; pero de ninguna manera al Sacro- MonteLS. ANTONIOFLORES DE LEMUS:ANOS DE FORMACIÓN UNIVERSITARIA

Es precisamente durante su estancia en Granada en el curso 1896- 97 cuando se inicia la correspondencia que se conserva entre Flores y Giner. En esta vuelta a Andalucía debieron influir problemas de salud. Así, por ejemplo, en su primera carta a Giner, Flores le dice que "el estu- dio por estampación mecánica del texto en el cerebro me fatiga lo in- decible: no atribuyo a otra causa lo que mi salud se ha re sentid^"^" Por esta razón, en cuanto acaba los exámenes se retira al campo a descan- sar y a restablecer su delicada salud bajo la atenta y rigurosa vigilancia de su padre. Esta situación le provoca una enorme preocupación, espe- cialmente porque le impide dedicarse al estudio y a la lectura con la intensidad que a él le gustaría. Un reflejo muy significativo de estos pro- blemas puede verse en este párrafo de su segunda carta a Giner, en el que se reflejan sus grandes deseos de aprender: "Mi padre me tiene aho- ra bien vigilado para que no estudie y difícilmente a sus espaldas podré hacer algo. Si continúa así me echará a perder el verano con senti- miento mío que me veo envejecer -pronto cumpliré 21 años- en la ignorancia más espantosan2'. También en la Universidad de Granada, como en la mayor parte de las universidades españolas,había profesores relacionados con la Institu- ción'" Cuando Flores se incorpora a su Facultad de Derecho, en el otoño de 1896, destacan sobre todo dos profesores: Manuel Torres Campos, catedrático de Derecho Internacional Público y Privado desde 1886" y Jerónimo Vida y Vilches, catedrático de Derecho Político y Administrati- vo, que en 1892 había permutado su cátedra de Derecho Penal en Sa- lamanca con la Derecho Político ocupada por Pedro Dorado Montero, recién incorporado a Granada5'. Nada más llegar a Granada, Flores se pone en contacto con Jeró- nimovida, buscando en él la orientación y el consejo que en Madrid le procuraba Giner. Sin embargo, por varias razones -diferencias de tem- peramento, falta de tiempo por parte del catedrático, que ejerce tam- bién la abogacía.. .-, no llegan a congeniar y Flores se limita a asistir a sus clases de Derecho Político, una materia por la que, además, no sien- te una especial predilección. De todo ello da cuenta a Giner:

Me dirá V. quizá que al lado de Vida hubiera podido continuar orientando el espíritu y preparándome para el trabajo serio que, si contingencias no previstas no lo impiden, ha de ser mi ocupación hasta que las fuerzas para hacerlo lleguen a faltarme,y debo aV. una explicación por no haber buscado esa ayuda. Cuando vine a Granada Josi MIGUELFERNÁNDEZ PEREZ

mi primer cuidado fué hacerme presentar a él y escribí a V. mi pri- mera carta avisándole mi estancia en ésta con la intención entre otras de que me enviase una carta para él, aunque no me atreví a pedírsela a V. claramente. Saqué de mi presentación y de lo poco que con ocasión tal hablé con Vida la impresión de que era un hom- bre de carácter bien diferente del de V. y que sólo con la asistencia a su clase es como podíamos relacionarnos. Yo no tengo cierta- mente una afición decidida al derecho político y esto me retrajo. Algunos días ha fuí a visitarle a su casa donde, dicho sea de paso, se me fué el santo al cielo y cuando creí haber estado media hora ¡habían transcurrido más de dos horas! A pesar de todo si el año próximo vengo a ésta a terminar la Licenciatura, derecho político estudiaré aunque sólo aproveche de la enseñanza su aspecto de dis ciplina del espíritu. Relaciones más íntimas me serían muy agrada- bles y ciertamente provechosísimas;pero Vida ejerce la profesión y ha de serme muy violento pensar que yo haya podido estropearle su tiempo. Esto es lo que yo pienso; pero excusado es añadir que sobre ello están las indicaciones de V. que yo le suplico concrete para ser cumplidas al pie de la letra3'.

Una carta que, unos meses antes, a principios de febrero de 1897, envíavida a Giner, confirma estas impresiones de Flores. Está claro que Vida tiene muchas ocupaciones -quizá más por su trabajo como abo- gado en su bufete que por su cátedra, pero también por sus problemas familiares- y no tiene tiempo de ocuparse personalmente de Flores. Por esa carta se sabe que Giner le ha escrito interesándose por Flores. En su contestación Vida le dice a Giner lo siguiente:

Supongo que ese muchacho Flores Lemus por quien V. pre- gunta será el hijo del secretario de la Diputación de Jaén, Sr. Flores Suazo. Si es así, poco puedo decirle a V. de é1.A principios de curso estuvo aquí su padre; me presentó a él y al hijo [palabra ilegible]; se mostraron contrariados porque no le tiraba al chico estudiar con- migo y sí con Neri [o Nesi] el Derecho político; le ofrecí mis libros y le invité a que viniera a mi casa, para que habláramos; pero no le he vuelto a ver. Sin duda está muy atareado con sus c1ases.A algún compañero mío le he oído hablar de él con elogio. Ya comprenderáV. cuánto siento yo el alejamiento de ustedes; pero por desgracia, creo que va para rato, porque no sólo me cierra las puertas de Madrid ese sistema de permutar con catedráticos de provincias que se ha inventado ahora, sino también el número de mis hijos, que aumenta más que el sueldo de un profesor permite. ANTONIOFLORES DE LEMUS: ANOS DE FORMACIÓN UNIVERSITARIA

¡Ya tengo tres y para el Corpus tendré cuatro! Y lo peor es que aquí no sé qué hacer con ellos, porque los dos primeros ya están en situación de recibir alguna educación, y yo no puedo dedicarme a ellos ni sé dónde mandarlos".

Llama la atención en estas dos primeras cartas de Flores, escritas durante su etapa universitaria granadina, el interés que muestra por el estudio de las ideas socialistas, sin que sea posible delimitar en qué medida se debe a su iniciativa personal o al estímulo de Giner.Así, se sabe que éste le pide que redacte una reseña de la obra de A. Hamon sobre el Congreso socialista celebrado en Londres en el verano de 1896 y otra sobre un librito de Jaime Vera, con la finalidad de ser publicadas en el Boletín de la In~titución~~. Flores de Lemus no debió quedar muy satisfecho de la Universidad de Granada -a pesar de las excelentes calificaciones obtenidas-, por lo que intenta volver a Madrid a terminar allí sus estudios. Para conseguir que su padre, que quiere que continúe en Granada, dé su aprobación a estos planes utiliza la mediación de su cuñado Fernando Astier Balboa, que está casado con su hermana mayor Isabel. Flores se refiere a esta cuestión en una carta a Giner en la que escribe:

A su debido tiempo fué en mi poder, en Granada, su ta jeta postal y como lo que sobre todo me importaba hacerle conocer en mi contestación era el punto a que iría a estudiar el año próximo esperé venir a ésta para contestarle conociendo la disposición de ánimo de mi padre. Desdichadamente para mí encuéntrole muy dispuesto a que me Licencie en Granada a lo que ha contribuido quizá no poco la torpeza mía de traerle patente de sabio en todas las asignaturas, por más que, y esto me tranquiliza algo, respecto a la gravedad de mi culpa,en Granada y en el grupo que acabo de apro- bar es imposible sacar otras notas. He hablado a mi cuñado que está ahora aquí para que trabaje a mi padre en el sentido de mi vuelta a Madrid el curso próximo; pero a pesar del vivo interés que en elio tienen mi hermana y su marido dudo del éxito de las gestiones34.

Las dudas de Flores se ven contirmadas, ya que su padre no se deja "trabajar"por nadie, con lo que, al menos de momento, sus deseos de volver a Madrid se ven truncados. Sin embargo, tampoco continúa en Granada, sino que se traslada a la Universidad de Oviedo para terminar aiií los estudios de la Licenciatura de Derecho. Josi MIGUELFERNANDEZ PEREZ

Flores y la Universidad de Oviedo

Ante todo, es necesario preguntarse: ¿por qué marcha Flores a Oviedo a terminar su carrera? Como se acaba de ver, lo que él quiere es volver a la Universidad Central, pero su padre se opone a este deseo. ¿Cuáles son las razones que le mueven a elegir la Universidad de Oviedo? Se han dado varias respuestas. Por un lado, su hija Isabel escri- be:"El afán de saber quebranta su salud y los médicos aconsejan un cli- ma húmedo"35.Por otro, el profesor Velarde afirma que "el paso de la Universidad de Granada a la de Oviedo se debe al consejo de Giner de los Ríos"j6.Ambas respuestas son perfectamente compatibles y, aunque no se han aportado pruebas documentales, parece que la orientación de Giner fue decisiva y está relacionada con "lo que era en aquellas fechas la Facultad de Derecho de la Universidad ovetense en el con- texto cultural español"". Las tres cartas que se conservan de Flores a Giner escritas desde Oviedo no proporcionan datos definitivos sobre las motivaciones que le inducen a trasladarse a la citada Universidad, aunque si ofrecen algunos detalles de interés. Flores de Lemus llega a Oviedo en el otoño de 1897, es decir, en el centro del período de máximo esplendor que vive su Universidad entre 1883 y 1910, que Buylla denomina "nueva fase de la vida de nuestra Uni- versidad", los años de su "vida nueva'58.Como es sabido, en esta etapa se incorporan a la Facultad de Derecho destacadas figuras pertene- cientes a la Institución Libre de Enseñanza o relacionadas con ella: Adolfo Alvarez Buylia, Leopoldo Alas, Adolfo González Posada, Aniceto Sela, Rafael Altamira-+', Félix de Aramburu4".. . Esto le permite contar con un claustro de profesores que "pasó a ser, con diferencia, el mejor de España"". Una apreciación que es compartida plenamente por S. Me- lón, que afirma que, "a finales del siglo pasado y en los primeros años de éste, la Universidad de Oviedo se sitúa a la cabeza de las españo- las"". Unamuno consideraba que la situación de los jóvenes universita- rios ovetenses era envidiable, porque "tienen verdaderos maestros, maestros de alma -que es más que de doctrina- y pueden hacer Por su parte, Buylla describe así la llegada de este grupo de profesores a la Universidad de Oviedo:

Por entonces rejuvenécese y regionalízase, en el buen sentido de la palabra, nuestra Universidad. Al desaparecer al golpe de la muerte,y después de larga vida consagrada a la noble y elevada pro- ANTONIOFLORES DE LEMUS: ANOS DE FORMACIÓN UNIVERSITARIA

fesión de la enseñanza, los antiguos queridos maestros, coincidien- do con el fructificar no muy abundante, por desgracia, de la labor pedagógica más trascendental en lo moderno en nuestra patria, que, iniciada por el inolvidable Sanz del Río, tuvo genuina encarna- ción en la Institución Libre de Enseñanza de Madrid, renovóse el personal docente, viniendo a formar el Claustro los que apenas habían dejado de pertenecer al cuerpo estudiantil y que, formados en el movimiento regenerador, nutrido su espíritu de las nuevas y salvadoras ideas y, por suerte, asturianos en su casi totalidad, que es tanto como decir interesados en la prosperidad de lapatria peque- ña por amor a la patria grande, trabajaron entonces con pasión ver- dadera y trabajan ahora, un poco lejos ya de los entusiasmos de la juventud, con la tenacidad que da la mayor experiencia de la vida, por que su Universidad cumpla las tres misiones que acertada- mente asigna a estas instituciones el Último Congreso de Enseñanza superior: "una misión científica, la investigación desinteresada y el progreso de la ciencia; una misión profesional, y una misión de vul- garización y de formación del espíritu público"44.

A partir de principios del nuevo siglo, el grupo institucionista cita- do ira disgregándose de forma progresiva. En 1901 dejan Oviedo BuyUa y Posada, Uamados por José Canalejas para organizar la creación de un Instituto del Trabaj~~~.Este proyecto no llega a convertirse en realidad, pero en 1903, con Maura como ministro de la Gobernación, da paso a la creación del Instituto de Reformas Sociales4".Al año siguiente, Buylla es nombrado Jefe de la Sección de Estadística del Instituto y, a su vez, Posada Jefe de la Sección Técnica de Legislación e Información Bibliográ- fica''. Por otra parte, también en 1901 muere Alas. Poco después,Altami- ra está a punto de trasladarse a la Universidad de Zaragoza por motivos familiares y en 1906 a Madrid, a una cátedra del Ateneo. Sin embargo, como se sabe, permanece en Oviedo hasta 1911, en que es nombrado director general de primera enseñanza48.También a Sela intentan Ue- várselo a Madrid, pero el rector, Fermín CaneUa, se opone con rotundi- dad a este traslado. Es precisame este último quien, en una emotiva carta dirigida a Giner, fechada en$\ueao el 22 de diciembre de 1906, se refiere con amargura a este proceso de dispersión del núcleo inicial:

Pero i?y los amigos me tienen profundamente contrariado contribuyendo directa e indirectamente a despoblar mi querido Claustro. Con sentimiento indecible vi la marcha de los Adolfos [Buylla y Posada];hace días me disgusté profundamente con el pro- Josí MIGUELFERNANDEZ PEREZ

yecto de Rafael Altamira para regentar una cátedra en el Ateneo; y ahora viene el propósito de W. de llevarme a Sela para misión peda- gógica, que ciertamente desempeñará a maravillas. Mas esto queda desierto,pues dispersos los colaboradores de nuestra modesta obra docente y renovadora, será bien que cierre esta Casa y le remita las Uaves. Comprendo lo que significa el honrado interés individual y que también en Madrid van los queridísimos colegas a proseguir la empresa; pero siempre a costa de la asturiana. La complacencia humana que pude tener con el Rectorado por unánime propuesta de los compañeros4',amargada está ante la amenaza de quedarme tan solo; no podré realizar ideas y reformas que me han desvelado; y se debilitarán hasta desaparecer las insti- tuciones filiales de la Universidad, que hace años sostenemos con el brío posible. ¿Adónde voy a volver los ojos? (. . .). Yo también pude marcharme (. ..) y me lo impidió este entra- ñable amor a la Universidad y a la provincia (. ..). Perdone mis desahogos y créame siempre su muy devoto dis- cípulo, amigo y compañero que le quiere5".

Antes de producirse esta diáspora, el prestigio que la Universidad de Oviedo liega a alcanzar es muy grande. Para hacerse una idea, es ciente te recordar lo que dice de eila Giner en una carta a Leopoldo Alas: ''¡Qué Universidad microscópica, sí señor, pero Universidad, están ustedes haciendo poco a p~co!"~'.O lo que escribe en La reforma de la enseñanza del Derecho: "La más pequeña de nuestras Universidades parece dispuesta a iniciar un movimiento que sacuda el marasmo de nuestra enseñanza del Derecho (. . .). Nada tendría de anómalo que to- case a la Universidad de Oviedo despertar la conciencia de sus herma- nas, abriendo camino a la reforma pedagógi~a"~~.Estas últimas palabras de Giner no pueden ser más oportunas, porque hacen referencia a las innovaciones pedagógicas que el grupo institucionista introduce en la enseñanza. A este respecto,Alvarez Buyila señala que se han planteado

procedimientos instructivos y educativos muy en consonancia con el modo racional de realizar la función de que están encarga- das las Universidades. En muchas de sus cátedras se ha abandonado la retórica disertación del profesor, sustituyéndola por la conversa- ción, a la manera socrática, en que los discípulos entran como algo vivo; se les encomiendan memorias sobre temas de la asignatura;se hacen trabajos de índole completamente práctica en las asignaturas que a ello se prestan (Derecho civil, Procedimientos);se lleva riguro- samente el diario o "acta de clase", se giran visitas a talleres, fábricas, minas, puertos, tribunales de justicia, prisiones; se realizan excur- siones artísticas,arqueológicas en particular, y también recreativas, siempre mezclados alumnos y catedráticos, cuidando de que se haga reseña escrita de todas

Esa mezcla de profesores y alumnos a que alude Buylla es un as- pecto fundamental de la metodología utilizada.Aias se refiere a eiia di- ciendo:

Partidario yo, con varios de mis compañeros, de que nuestra enseñanza sea, ante todo, una amistad, un lazo espiritual, una co- rriente de ideas y también de afectos.. ., y jamás se reduzca a un puro mecanismo...;partidario yo, más de sugerir hábitos de reflexión que de enseñar una ciencia que acaso yo no tenga5*.

En el mismo sentido, S. Melón afirma que "la renovación pedagó- gica estaba basada en un trato íntimo del profesor con el alumno"55y, a continuación, recoge la descripción que un Aitamira emocionado hace del régimen de la Universidad de Oviedo a unos estudiantes americanos:

Ellos me querían, como quieren a mis compañeros ovetenses. Nos quieren por la forma especial de vida que hacemos allí.. . De los estudiantes de Oviedo salen siempre los mejores amigos de los profesores.. . Nosotros hacemos una vida muy familiar con ellos. Vida muy familiar en la cátedra, donde los agregamos a nuestra labor... nos encontramos a cada momento, un día en el bar, otro en la plaza, o paseando más de una vez, en grupos que forman con- juntamente profesores y alumnos.. . De vez en cuando salimos al campo. . . con nuestras meriendas en los bolsillos. . . Pero todavía creo que nos acerca mucho más que estas cosas, otra que tiene influencia grandísima en la vida docente.. . y es que nosotros nos descubrimos a ellos con entera franqueza,y están habituados a ver- nos, no con la autoridad del dómine que mantiene siempre la supe- rioridad sobre el discípulo.. . sino como hombres.. . que dicen que una porción de cosas de la ciencia que cultivan, no las saben56.

No debe caerse en la tentación fácil de idealizar en exceso al gru- po institucionista de Oviedo, y pensar que constituye un conjunto tan unido y cohesionado que impide totalmente que haya ciertas fisuras o roces entre sus miembros en el desarrollo de su actividad diaria. Como en todo grupo formado por personas, existe la posibilidad de que algu- nos componentes del mismo crean conveniente la adopción de una postura diferente de la que siguen los demás ante determinados acon- tecimientos o quieran poner en práctica tácticas distintas, aunque todos estén de acuerdo en la persecución de unos determinados obje- tivos finales. Incluso en determinados momentos puede dar la impre- sión de que la cohesión entre los miembros del grupo se ha roto, que ha desaparecido. Así se puede constatar, por ejemplo, a raíz de las elec- ciones a senadores, de tipo corporativo, para representar a la Univer- sidad de Oviedo, que tienen lugar en el mes de abril de 1898. En ellas sale elegido Marcelino Menéndez y Pelayo frente al candidato del gru- po, Juan Uña y Sarthou5'.Tras el fracaso experimentado, a pesar de las optimistas expectativas que tenían, un destacado componente del grupo, Aniceto Sela, arremete con fuerza contra algunos de sus miembros, en especial Alas y Aramburu, en una larga carta a Ginersx:

Bien sabe V. con cuánto respeto y cariño recibo siempre sus riñas y cuán de veras siento que un insignificante escrito mío, que para nada necesitaba V. haber leído, le haya producido disgusto. ¡Hartos estamos todos encima para preocuparnos de cosas que no valen la pena, por lo menos vistas a esa distancia! Casi me atrevería a asegurar, no lo tome, por Dios, a ridícula jac- tancia, que si V. se hubiese hallado aquí y hubiese leído lo que de nosotros se dijo, sin que nadie se tomara la molestia de rectificarlo, las groserías vomitadas contra la Institución por el periódico que defendía (?) a Aramburu y Alas, sin que ellos le mandaran callarse, como podían hacerlo; si hubiese V. visto, como nosotros vimos, que desde la elección universitaria no se va a mover aquí la hoja del árbol sin la voluntad de Pidal; si se hubiera convencido de que la contien- da en la cual Aramburu y Alas nos derrotaron estaba entablada entre los agentes de Pidal y nosotros; que a Uña se le insultó villanamente y que ya nunca volveremos a levantar cabeza en la Universidad ni podremos darle en la vida la representación que le corresponde, se hubiera V. expresado con más dureza y con no menor vehemencia. Claro está que la cosa hubiera resultado una agresión si yo no hubiese ido con el artículo al periódico para darme el gusto de conocer a los que no habían votado con nosotros (...),artículo que por otra parte no estaba hecho para ser firmado y apareció con una S. por costumbre de la imprenta (. . .). Se debía al pueblo liberal de Oviedo, en el que la Universidad ha de buscar su apoyo, la satisfac- ción de que nosotros no nos hacíamos complices de la conducta de los que derrotaron al candidato anticaciquil, y sin duda por la dis- tinta posición del punto de vista, lo que aV. le parece excesivo ha parecido tímido e insuficiente a nluchos de nuestros amigos que son a la vez amigos verdaderos de la Universidad. ¿Debimos nos- otros traer de Zaragoza a un catedrático que dejó a su mujer próxi- ma a dar a luz, mover de León a tres respetables señores, pedir el concurso de doctores residentes en Madrid, mover Roma con San- tiago y a Xiq. [ena] con Sagasta, para dejarnos derrotar por nuestros propios amigos de Oviedo sin formular siquiera una protesta? Quizá sí siguiendo las doctrinas deTolstoy, pero me figuro que para serle completamente fieles deberíamos marcharnos sin elec- ciones. Del ppouniversitario digo lo que le dije de la fe: que se tie- ne o no se tiene, pero no basta la voluntad para mantenerla. ¿Qué grupo puede existir con personas que la única vez que se les pide un esfueno que puede costarles algo nos dejan solos? Se ha roto, sin duda, pero no por culpa nuestra; y lo que me ha disgustado mucho es que Posada, por cuya iniciativa estuvimos a ver al rector antes de las elecciones para anunciarle que está [palabra ilegible] indefecti- blemente si votaba a Menéndez y Pelayo, venga ahora lamentándo- se de que haya pasado, en efecto. Además es ya hora de hablar claro sobre el tal grupo. Alas da a la Universidad el prestigio de su nombre, con o sin grupo; pero nada absolutamente que tenga valor pedagógico ni signifique cola- boración con una obra corporativa. Va a clase muchos días, otros muchos no, y cada vez que se plantea la cuestión de vacación le tenemos pasiva y hasta activamente enfrente de nosotros. Arambu- ru, cuya respetabilidad científica y cuya honradez contribuyen tam- bién al lustre de la Universidad, me ha convencido de que está con nosotros mientras Calleja [?] (el agente de Pidal), o su confesor, o su señora, o no sé quién no dispone otra cosa. Sin espíritu corporativo se hace muy poco, estoy por decir que nada, salvo lo poquísimo que hacemos nosotros cuatro (. . .). Resueltamente, no creo que pueda formarse grupo más que con los que quieran formarlo y por mi parte estoy decidido a con- tinuar haciendo todo lo que pueda, que siempre será bien poco, por la Universidad; pero desde la oposición, que es el sitio que nos corresponde ocupar a los que estamos en lamentable minoría. iY le habla V. a Alas de organizar la España nueva! ¿Con quién? Si los primeros talentos del país no son capaces de votar con arre- glo a su conciencia, ¿de dónde van a salir los factores de nuestra regeneración? Josi MIGUELFERNÁNDEZ PÉREZ

A principios de junio del mismo año, Posada escribe una nueva carta a Giner en la que le habla de la dificil situación en que se encuentra el grupo y de los problemas que existen para olvidar los aconteci- mientos y recomponer la unidad de sus miembros ante la brusca rup- tura de relaciones que se ha producido entre algunos de sus compo- nentes. Sólo le queda esperar que el paso del tiempo -las vacaciones de verano que ya están cerca- ayude a superar las tensiones existentes:

...De las cosas del grupo Altamira le habrá dado más detalles. Naturalmente con Sela como siempre. Aquello fue hijo de una mala interpretación y de un momento de mal humor muy explicable. Quedamos pues como estábamos; no podía ser de otra manera. La situación con Alas (la de Sela) hoy por hoy de absoluta ruptura, y por el momento sin esperanza de arreglo. Sela, creo haría cualquier sacrificio por establecer nuevo estado de cosas, pero ¿y Leopoldo? No hemos hablado del asunto, pero tal como han ido las relaciones hostiles, presumo que Leopoldo se negará en redondo a todo ase mo de explicación y temo que intentarlo sea, aún, contraprodu- cente. ¿Hará el tiempo algo? Es una esperanza, contando con que Sela ha de cumplir como debe, haciendo los sacrificios necesarios. Es una verdadera pena, porque la cosa ha trascendido a los chicos y esto molesta. Por fortuna hay unas vacaciones largas por delante59.

Flores de Lemus, además de asistir a las clases de la Universidad, completa su formación participando en las tareas de la Escuela Práctica de Estudios Jurídicos y Sociales, que se había creado en 1895, unos pocos años antes de su llegada a Oviedo. La Escuela, que "fue el orgullo de la Universidad" ovetense, se inspira directamente en el régimen de seminarios de las universidades alemanasG0.Según señala Melón,"la idea partió de don Adolfo Buylla, que con Posada, había conocido el régimen de enseñanza germano; encontró decidido apoyo en la mayoría de nuestros catedráticos y su funcionamiento fue ejemplar""'. Durante sus primeros años, dirigen la Escuela -que entonces llaman Academia- los profesores Buylla, Sela y Posada. Más tarde, se les une Altamira. ¿Qué pre- tende ser la Escuela? Lo define claramente Posada, que escribe lo si- guiente:

...cuando después de haber madurado por nuestra parte el pensamiento, lo comunicamos a alguno de nuestros discípulos ínti- mos -discípulos y amigos muy queridos, al propio tiempo- éstos lo acogieron con tal entusiasmo y simpatía,que presto se determhó y caracterizó lo que la Escuela debía ser en lo porvenir, lo que al fin fue: un centro de comunicación entre un núcleo importante de nuestros discípulos y nosotros, un medio excelente y eficaz de acción pedagógica, y, por fin, un buen instrumento de trabajo colec- tivo, tanto del trabajo propiamente científico y especial relativo a las disciplinas jurídicas y sociales, como del encaminado a comple- tar (. ..) la cultura general de los

En otro lugar, Posada se refiere de un modo más explícito al carác- ter complementario que tiene la Escuela respecto a la labor desempe- ñada en la cátedra:

El curso, se dice, no sirve para educar al alumno, ni para pre- parar al futuro hombre de ciencia; su acción es limitadísima, de mera propaganda, sin influjo moral inmediato sobre el discípulo. En el curso, el profesor habla a todos sus alumnos de igual manera; y es preciso hablar con cada alumno de un modo particular. El curso, por frn, no ofrece un campo adecuado para la aplicación de proce- dimientos pedagógicos progresivos. Por eso, por las deficiencias de este modo tan universal todavía de enseñar, se han organizado con iin nombre o con otro -seminarios en Alemania, conferencias en Francia, laboratorios en Italia- ciertas instituciones subordinadas a la enseñanza universitaria, cuyo frn es, por ahora, completar en la función docente la tarea de los cursos, acentuando así de un modo práctico el carácter esencialmente educativo de las Universidadesbs.

Por otro lado, la Escuela pretende llenar algunas de las más noto- rias y escandalosas lagunas existentes en la formación de los alumnos, secuela inevitable de una enseñanza secundaria totalmente insuficien- te. La situación en que llega la gran mayoría de los estudiantes a las facultades universitarias no puede ser más lamentable.El mismo Posada realiza esta sombría descripción de los alumnos de Derecho:

De Latín no hay que hablar: por excepción hay quien lo sabe; es extraordinario el que lee Francés; casi inverosímil qiiien pueda ayudarse con otro idioma vivo; la Historia suele estar como el Latín, la Geogtafía como la Historka, rayando en lo inexplicable la ignoran- cia de que dan pruebas en las disciplinas filosóficas y sociológicas. Si yo trasladase aquí los datos que tengo de mi experiencia perso- nal, tendría que llenar algunas páginas.. . vergonzosas. He encontra- Josí MIGUELFERNÁNDEZ PEREZ

do muchos alumnos que no me podían decir las capitales de los Estados de Europa; algunos, que no sabían dónde están las islas Canarias; otros, que jamás habían oído hablar de la guerra franco- prusiana; otros, que ni idea tenían de la Reforma,ni de la Revolución francesa; no pocos, para quienes los nombres de los más grandes fdósofos sonaban a cosa enteramente nueva".

Por su parte, Félix de Aramburu, rector de la Universidad de Ovie- do, pone el acento más en los aspectos formales que en el contenido, es decir, en las deficiencias que ha observado en las formas de expre- sión que utilizan los estudiantes, que revelan un escaso y pobre cono- cimiento de la lengua castellana:

Empezaré por llamar vuestra atención sobre un hecho que he tenido ocasión de observar con sobrada frecuencia en mi practica profesional: alumnos de estudios superiores, aun de los que califi- caríamos de distinguidos, tropiezan con visibles dificultades para exponer aquello mismo que conocen y entienden; su palabra es premiosa, inexacta, incorrecta; hay en su dicción pobreza de voca- bulario y vicios gramaticales, a las veces lamentabilísimos; y esto, contra aquella sentencia antigua de que "lo que bien se concibe bien se expresa y fácil a la dicción se aviene", la cual sentencia sin duda se dictó sobre el supuesto de que el cultivo del lenguaje de que el hombre ha de servirse para enunciar y trasmitir su pensa- miento, fuese un cultivo previo, real y continuado en la gran mayo- ría de las gentes y, por de contado, esmerado y completo en la cla- se oficialmente letrada.

La constatación de una situación tan deplorable como la descrita hace que el rector de Oviedo se pregunte:

¿Pero es que en España se estudia el español? ¿Cuándo?iDón- de? Si los alumnos han pasado por los dos primeros grados de la enseñanza (la escuela, el Instituto) sin que en ninguno de ellos se les hiciese conocer debidamente, y menos manejar con propiedad y destreza, el instrumento en que las ideas han de hallar un fiel intérprete, no es extraño que la antes aludida deficiencia sea tan común y notoria. A remediarla en buena parte pueden servir insti- tuciones como ésta donde el alumno, que ha de pensar por sí, se acostumbre a dar también forma personal y adecuada a lo que piensa; donde, estando como estamos en familia, la producción lite- raria, digámoslo así, es menos cohibida y dolorosa, y la posibilidad de reprender las faltas de forma en que el expositor incurra, se hace mayor y sin molestia para nadie. No es cosa -entendedlo bien- de hacer un orador de cada alumno (. . .); pero una cosa es el amane- ramiento cursi del charlatán y los enfadosos eufemismos del retóri- co, y otra la elocuencia sencilla, tersa, de veras expresiva y elo- cuente, del que dice bien aquello mismo que quiere decir, y acierta a servirse del signo más apto para establecer entre él y los que le oyen, o leen sus escritos, una apetecida comunidad de inteligencia. Para esto, no para lo otro, quiero yo los ejercicios de toda clase (diá- logos, disertaciones, memorias, actas) que tenéis en esta E~cuela~~.

La labor que se realiza en la Escuela es de gran interés para los alumnos, que asisten voluntariamente a ella deseosos de trabajar. El mé- todo de enseñanza que se utiliza es el siguiente:

...se proponen por los alumnos los temas, se designa de común acuerdo con los profesores el que más interese; un alumno ponente redacta, teniendo a su disposición los materiales suficien- tes, una Memoria, que se lee en la Escuela, y durante esta lectura, profesores y alumnos hacen las observaciones oportunas, sin apa- rato oratorio, evitando el torneo y lucha académicos. La Memoria compuesta por el ponente no es, pues, un trabajo definitivo; el tra- bajo definitivo es el que el mismo ponente redacta después de oídas y discutidas las observaciones de profesores y a1umnos.A fin de que colaboren en las tareas de la Escuela todos los asistentes a sus sesiones, de cada una de éstas debe hacer uno de los alumnos, por turno riguroso, el correspondiente extracto, que se lee y discu- te al principio de la siguiente se~ión'~.

Posada, que "era el alma de la Escuela""', ha dejado un amplio y de- tallado resumen de las principales tareas desarrolladas por la misma du- rante sus seis primeros años de funcionamiento, es decir, entre 1895 y 1901, que se refieren a las cuestiones siguientes:

lo.El libro de H. Spencer, El individuo contra el Estadom.Se hizo un análisis muy detenido del libro, se expuso con ocasión del mismo el sistema fdosófico, especialmente la sociología del autor, y con motivo de discutir sus ideas, se examinaron las doctrinas indi- vidualista, anarquista y socialista. 2".El szlfragio en los principales países. Se trabajó primera- mente sobre el concepto del sufragio, sobre sus problemas genera- les, extensión del voto, funciones del mismo, organización, etc., y JosÉ MIGUELFERNANDEZ PEREZ

luego se estudió de un modo especial la representación de las mi- norías, el sufragio femenino y el Referendum. 3". El libro de M. Alfredo Fouiliée, La ciencia social contem- p~ránea~~.Se analizó detenidamente el libro, y con ocasión de este análisis, se discutió el concepto de la sociología, leyendo y comen- tando el Discurso de ingreso en la Academia de Ciencias Morales y Políticas del Sr. Azcárate70;y se estudió con algún detenimiento la doctrina del organismo social". 4". El socialismo.Conversaciones acerca del socialismo,con el libro de M. Richard,Socialisme et science ~ociale'~,por guía unas ve- ces, otras el de M. Benoit Malon, Socialisme intégraP3,etc., etc. 5". Continuando el mismo tema, se leyó y comentó en otra ocasión La quinta esencia del socialismo, de S~haffle'~. 6". El Capital, de K. Marx. Lectura y comentario, en forma de conversación, de este libro75. 7". El método monográfico en las ciencias sociales7G.Estudio, en primer término, de los trabajos de Le Pla~~~,y luego de los de M. de Maroussen [sic] y C. Benoi~t~~;todo esto como preparación para hacer la monografía del obrero carpintero en Oviedo, que se inser- ta en estos AnuleP. El método monográfico y la aplicación indica- da de éste, fue la labor de una de las secciones durante tres años consecutivos. 8".Plan y bibliograpa de un estudio sobre las ideas políti- cas de los españoles en el siglo XW. Se procuró, especialmente, que los alumnos se adiestraran en investigaciones bibliográficas y que determinasen por sí el cuadro completo de las fuentes y de los asuntos que podría abrazar el tema. 9".El régimen colonial de España. Se estudió primeramente lo que son las colonias, tanto en la historia antigua como en nuestros tiempos, y luego se hizo un examen comparativo entre el régimen colonial inglés y el español. Con este motivo se hizo una revisión de la geografia de América y de Africa, con mapas y lectura de viajes, etcéterasi.

Los resultados obtenidos de esta importante labor desarrollada en la Escuela fueron, en general, buenos y abundantes, como corresponde al enorme y desinteresado trabajo desplegado por la mayoría de los profesores implicados en eila. Sin embargo, esta evaluación claramente positiva no debe impedir reconocer que alguno de eilos expresa, aun- que sea en privado, una cierta desilusión por algún aspecto concreto: ANTONIOFLORES DE LEMUS: ANOS DE FORMACION UNIVERSITARIA

Hemos mimado y llevado en palmas a los alumnos de la Es cuela práctica, para verlos en su mayor parte en la Congregación de San Luis Gonzaga, fundada por un procedimiento que tuvo todos los aspectos de un timo que se pretendió darnossz.

En algunas de las actividades realizadas en la Escuela participa Flores de Lemus, como se deduce de sus cartas a Giner. Así, se tiene constancia de que asiste a la inauguración del curso en la Escuela -donde es presentado por Sela-, que tiene lugar el 22 de octubre de 1897. En dicho acto el rector, Féiix de Aramburu, pronuncia unas sen- ciilas palabras, en un tono abiertamente familiar y exento de retórica, con las que pretende continuar el diálogo iniciado el curso anterior, en ocasión análogas3.El mismo Aramburu resume así el contenido de sus palabras:

Recuerdo que al inaugurarse el anterior curso discurrimos por un breve rato sobre el carácter y los más capitales y directos be- neficios de esta institución, destinada a promover y agilizar la obra personal de cada uno de vosotros en los estudios a que se contrae y a ser un valioso complemento de la labor de la cátedra oficial, har- to deficiente. Si hoy, pues, me permitís que paremos mientes en algunos de los que podríamos llamar beneficios indirectos de esta Escuela, según se nos vayan ocurriendo, haremos una especie de continuación de aquel trabajo, siempre interesante, siquiera no acierte yo a educir y expresar todo ese interés satisfactoriamenten4.

A su vez, el propio Flores de Lemus alude también indirectamente a este mismo acto cuando dice:

Ni en la reunión preparatoria ni en la de apertura podía yo ni he podido formar una representación neta del espíritu, tendencias y procedimientos de esta escuela (. . .) en cuyos trabajos tomaré par- te cuando haya ocasión propicia para ellos5.

En una segunda carta a Giner, Flores escribe: . . . "voy todos los días a la Escuela y tomo parte en las controversias que allí tienen lugarnffi. Sin embargo, a pesar de la primera ai%-mación,existen ciertas dudas sobre si su asistencia a la Escuela fue tan asidua y regular como él dice. Así, por ejemplo, en una carta que Leopoldo Palacios dirige a Giner le habla de Flores y añade este dato: "Hace días que no le veo por la Es- cuela"87.Es posible que se trate de ausencias esporádicas, pues en una Josi MIGUELFERNÁNDEZ PÉREZ carta posterior Flores vuelve a insistir: "Asisto desde el primer día a las lecciones del Sr. Redondo sobre 'Arte' y no falto tampoco a la Escuela, a cuyos profesores, y muy especialmente al Sr. Sela, estoy cada día más agradecido"". El profesor Velarde se ha referido al "impacto de la Universidad de Oviedo en los medios obrero^"^'. Este impacto se produce principal- mente a través de la "Extensión Uni~ersitaria"~',''sincuya actividad (. . .) la historia del movimiento obrero español y del reformismo social que- daría sin explicación"". La gestación y los primeros pasos de la Exten- sión Universitaria coinciden con la estancia de Flores en Oviedoy2.En el verano de 1897, el diario gijonés El Noroeste dedica un número mono- gráfico a dar cuenta del movimiento intelectual, económico y mercan- til de Asturias. Entre los trabajos que incluye figura uno de Aniceto Sela sobre la función social de la Universidad de Oviedo, que puede consi- derarse como un claro anticipo y una exacta descripción de lo que des- pués será la Extension Universitaria ovetense, cuya creación tiene lugar al año siguiente9'.Sela empieza diciendo que las universidades son, ante todo, "organismos dedicados a la investigación de la ciencia por sí mis- ma, y ya en tal concepto influyen positivamente en la sociedad;pero se les pide, con justicia, una acción más directa y una participación más activa en la reforma moral e intelectual del medio en que viven. En vez de mantenerse encastilladas en los dominios del puro saber, deben vivir en comunicación constante con el país, de modo que las aspiraciones y los sentimientos populares suban hasta ellas y la ciencia baje hasta el pueblo y se difunda por él"". Estas ideas son las que han inspirado la creación en Inglaterra de "la admirable obra titulada University Extension, a imitación de la cual se han fundado otras instituciones utilísimas en Bélgica, Alemania, Fran- cia, Rusia, los Estados Unidos, etc., como las conferencias populares, los cursos breves para obreros, las excursiones científicas públicas, las edi- ciones gratuitas de libros buenos, las sociedades para la propaganda y dirección de la lectura y otras semejante^"^^. En claro contraste con esta situación,"las Universidades españolas hacen muy poco todavía para llevar la educación y la cultura a los que no pueden adquirirlas en las aulas. (. . .) Salvo tal que otra conferencia en algún centro, perdida entre otras mil de carácter no universitario, apenas puede registrarse hecho alguno que revele que se ha compren- dido entre nosotros la necesidad de la que al principio hablaba. La Universidad de Oviedo ha comenzado a hacer algún ensayo en este sen- tido, organizando el rector y varios de sus profesores las colonias esco- lares de vacaciones, que tan beneficiosos resultados están produciendo en todas partes"". Pero Sela considera esta labor totalmente insuficien- te, por lo que piensa que es necesario dar un paso más en la dirección seguida por los países citados. En este sentido, afirma que "sería, a mi juicio, interesantísima y de buen éxito indudable, la organización de conferencias y lecciones para obreros, dadas por los profesores de la Universidad, especialmente por los de la Facultad de Ciencias, no sólo en Oviedo, sino en los grandes centros industriales, como Gijón, Lan- greo y Mieres. La empresa no ofrece grandes dificultades, y, dados los medios con que la Universidad cuenta, es de suponer que no faltará quien se decida a acometerlanY7. Este trabajo de Sela, que sería después secretario de la Extensión Universitaria de Oviedo durante muchos años, pone de relieve que en la Universidad ovetense estaba preparado el ambiente para que tuviera lugar la instauración formal de dicha institución. Según señala Melón, la propuesta para su creación la realiza Leopoldo Alas en el claustro de profesores que se celebra el 11 de octubre de 1898, y es aceptada por unanimidad.A continuación, se nombra una comisión de la que, entre otros, forman parte Buylla y Altarnira que, después de varias reuniones, el 15 de noviembre cuenta ya con el programa de cursos y actividades a desarrollar durante el primer año, y el 24 de noviembre de 1898 tie- ne lugar la sesión inaugural. Se dispone de diversas informaciones que señalan que la influen- cia de la Extensión Universitaria entre el mundo obrero fue grande, sobre todo en aquellos municipios en los que había una mayor con- centración de población obrera. Así, se sabe que se dan numerosas con- ferencias y cursos breves en los diferentes centros obreros de Asturias. Según Palacios, "los pueblos que han solicitado primeramente la ense- ñanza de la Extensión fueron Avilés y La Fe1guera.Y en los dos se inau- guró una serie de cursos abreviados de tres o cuatro conferencias o lec- ciones", sobre los que ofrece más detalles:

En Avilés, villa industriosa, rica, de las mas prósperas de As- turias, situada cerca del mar, rodeada de vías de comunicacibn, que la hacen excelente para el mercado y el tráfico, inició los cursos de la universidad popular el profesor señor Buylla, en un salón de la So- ciedad obrera, tratando de "Las grandes instituciones económicas del siglo actual".El profesor, como un "diputado de la Universidad", que es lo que en opinión de SadleP8 significan los maestros de la Extensión, expuso la naturaleza de los cursos que inauguraba; lo que significaba la Universidad ante los problemas contemporáneos; cómo cunde ese espíritu de expansión de la enseñanza frente a la fiebre de saber de las sociedades actuales. Después, entrando en el tema, expuso el concepto de Economía, antecedente necesario de las lecciones ulteriores, mientras un público numeroso escuchaba con religioso silencio y entusiasmo. Siguieron al señor Buyiia, otros: el señor Jove ("Los derechos políticos"); el señor Altamira ("Oríge- nes de la España moderna"). . . y mantiénese vivo el interés que con- grega a ricos y pobres en derredor del conferenciante. La Felguera es otro de los centros industriales de más floreci- miento en Asturias. Pueblo trabajador si los hay, inteligente, situado en un valle riquísimo, de altas montañas minadas por el trabajo, holladas por ferrocarriles en todas direcciones, animadas por el mi- do de las máquinas y sembradas de fábricas numerosas, es uno de los lugares de la región en donde se cultiva mejor el esfuerzo por el esfuerzo, y crece pujante el ansia de saber ante las maravillas de la industria. Una comisión de su Ateneo-Casino solicitó el servicio de la Universidad de Oviedo: el profesor señor Posada inauguró los cursos, ante un público numeroso, que reunía a todas las clases sociales,exponiendo "El sufragio político en los diferentes Estados". Definió el sufragio: si es una función del Estado, un deber o un dere- cho, y puso de manifiesto el carácter ético y racional del voto. Como en Avilés, cuajaron tan bien estas enseñanzas, que en el resto de las conferencias de este curso, como en los iniciados por los profesores señores Sela y Mur sobre "Geografía descriptiva" y "Productos indus- triales de la hulla", y por el doctor Clavería,acerca de la "Higiene del obrero", no decayó el entusiasmo de las gentes, y acuden con avi- dez a los beneficios de la Universidad que les llega a casaw.

A continuación,fueron otros municipios asturianos, como Langreo, Gijón, Oviedo,Trubia, Mieres, Salinas...,"y hasta Bilbao y Santander, los que se aprovecharon de estos saludables influjos de cultura, que sobre- pujaron y sobrepujan toda suerte de esperanzas""". Por otra parte, gracias al trabajo de Crespo Cabornerol"',se conoce especialmente la frecuente participación de Buylia en estas actividades y se tiene también constancia de su intervención como mediador en diversos conflictos obreros. Entre finales de enero y el mes de febrero de 1901, Buylia "siguióatentamente (. . .) el caso particular del conflicto que vivían los trabajadores gijoneses, quienes se encontraban en huelga al enfrentarse a las pretensiones de la Asociación patronal de trabajos del mierto", actuando "como mediador en esta Pero reviste mayor importancia la intervención de Buyila en un conflicto laboral, en mayo de 1903, en representación de la Universidad de Oviedo y a peti- ción de los propios obreros, un hecho del que Posada informa a Giner:

Hoy está Buylla en representación oficial de la Universidad en Arnao intentando arreglar aquella huelga -de unos centenares, qui- zá mil obreros-. Éstos lo solicitaron, y después de una pequeña bata- lla en el claustro se logró que éste aceptara el papel de (. . .) com- ponedor, delegando en Buylla.Veremos si esto es afortunado. Por el lado de los obreros no creo fracase, pero no sabemos si los patro- nos estarán en tan buena disposición.Veremos.La cosa puede tener gran importancia en el porvenir, si las gentes dieran en buscar a la Universidad como mediadora o árbitro, según ~onviniera'"~.

Otra de las realizaciones de la Extensión Universitaria fueron las colonias escolares, organizadas en 1894, que S. Melón considera "acaso (...) la más eficaz"ln4.Pero, en realidad, la opinión de este autor sobre la actividad de las mismas es claramente negativa, pues a continuación afirma que "su resultado fue engordar y mantener, no educar, a unos cuantos niños hambrientos, más prontos a asimilar alubias que precep- tos moralizantes de sabor ginerian~""'~.Esta opinión de Melón suscita una dura réplica por parte de Ramón Prieto Bances que, cambiando las alubias por los garbanzos, escribe en una carta dirigida a Rafael Gibert: "Es una pena que no se haya hecho un estudio serio de nuestra Ex- tensión Universitaria. Lo de Melón que V. cita (...) es lamentable. Decir por ejemplo que sirvieron nuestras colonias escolares para meter con garbanzos las doctrinas krausistas a pobres muchachos de siete u ocho años es una chabacanería inadmisible. Quizá más que a Melón, que es un hombre discreto, se debe el texto a los que le guiaron para compla- cer a los gallitos del tiemp~"'~. Durante su estancia en Oviedo, Flores se dedica principalmente a estudiar las asignaturas correspondientes al último curso de la Licencia- tura de Derecho y a aprender alemán, además de su trabajo en la Es- cuela y los ratos de ocio propios de cualquier estudiante. A todo ello se refiere en una carta a Giner:

El aprendizaje de nuestra legislación mercantil, procesal y civil hecho de la manera que es corriente en nuestros establecimientos JosÉ MIGUELFERNÁNDEZ PEREL

docentes (2.. .?) y con el aprovechamiento (i !) que es necesario para tener contento [sic] a mi padre y a mi tío, a fin de que no me priven de mis sueños dorados, de mi viage [sic] a Alemania; la asis- tencia a las clases y el estudio del alemán, ocúpame largo tiempo a diario y es poco el que me queda disponible para dedicarlo cuando el caso llegue, al trabajo serio, único fructífero'"'.

Como puede verse, Flores tiene ya muy claro el proyecto de ir a las universidades alemanas a completar sus estudios de economía cuan- do finalice la Licenciatura de Derecho. Para hacer posible ese "sueño dorado", se dedica de modo intensivo al estudio de la lengua alemana y, como una prueba de los progresos que está haciendo en el conoci- miento de ésta, le escribe a Giner una carta redactada íntegramente en alemán10x. En la siguiente carta se refiere de nuevo a esta cuestión, lo que pone de relieve lo mucho que le interesa en aquel momento, alu- diendo también al empleo que hace del escaso tiempo libre de que dispone:

Los Procedimientos judiciales, los códigos civil y mercantil.. . se llevan mis tiempos y mis energías, dejándome apenas tiempo para el alemán, la Escuela y pasear un rato distrayendo el espíritu y enterándome del modo de ser de estas gentes, tan diferentes (.. .) de los andaluces,y aprovechar lo que pueda asimilándome las cua- lidades buenas de este carácter;aunque, desde este punto de vista, no espero grandes resultados, por razones varia^'"^.

Más abajo, Flores señala que le gusta mucho "ese modo de ser sen- cillo, sincero, honrado" del carácter asturiano, que contrapone al anda- luz. Pero dice que, a pesar de ello, "mi entusiasmo por estas gentes no llega al que V. siente por eiiasn.Yaunque no explica las razones que tie- ne para defender esta opinión, añade: "Estoy convencido de que si V. pudiera ser estudiante ovetense durante un mes, siquiera ese entusias- mo se había de enfriar bastante"I1". De estas alusiones parece deducirse que Flores no comparte la excelente opinión que Giner tiene de los asturianos. Por eiio, parece obligado preguntarse también: ¿qué pensaban éstos de él? Se podría decir que las reticencias son mutuas. Leopoldo Palacios, compañero suyo en Oviedo y más tarde en Alemania, lo describe como "buen muchacho de veras y trabajador, y entusiasta, pero muy discutidor y ANTONIOFLORES DE LEMUS:ANOS DE FORMACI~NUNIVERSITARIA algo descontentadizo""'. Por su parte, las opiniones de los profesores, que son muy positivas en el fondo, reflejan también ciertas críticas a su carácter. Quien más le trató fue Sela, que le da clases de dos asignatu- ras, Derecho Internacional Público y Derecho Internacional Privado, de quien Flores tiene una imagen excelente. Pues bien, este profesor escri- be de él lo siguiente:

A Flores no le pasa nada de particular. En el verano viajó por Madrid y por esta provincia.Ahora se ha examinado de Práctica e Internacional privado y se graduará esta semana. Continúa traba- jando bien y asiste a mi clase y a la Escuela Practica. Es sí algo pedante, pero como de este defecto le encuentro ahora algo corre- gido,Vd. acabará seguramente de q~itárselo''~.

Posada, uno de los profesores que más tiempo permanece como catedrático en la Universidad de Oviedo, tiene una opinión menos favorable sobre el carácter de Flores, aunque reconoce que está mejo- rando:

El muchacho Flores se marcha para esa pronto, pues se hace abogado con la gracia.Yo le he tratado poco, porque no he encon- trado por dónde entrarle. Sin embargo, lo encuentro más tratable que en el curso pasado1''.

Debe advertirse que estas impresiones sobre Flores no son más que alusiones que aparecen esporádicamente en algunas de las cartas dirigidas a Giner. Una lectura atenta y más completa de toda esa nume- rosa correspondencia aportaría, sin duda, una mayor información en torno a esta cuestibn. De todos modos, estas pinceladas sueltas, de carácter impresionista, referidas a algunos de los rasgos más particula- res de su carácter, contribuyen a trazar un retrato menos lineal, en el que haya espacio para una mayor variedad de matices. En definitiva, se pretende ofrece un perfil más humano, que refleje con más realismo la compleja personalidad de Flores de Lemus ya desde sus años juveniles, lejos de toda tentación hagiográfica. Por otra parte, hay que señalar que cuando Flores liega a Oviedo se pone rápidamente en contacto con Buylia -probablemente por indi- cación de Giner-, que era catedrático de Economía política y Hacienda pública y decano de la Facultad de Derecho. En una carta dirigida a Giner escribe Flores: Josi MIGUELFERNÁNDEZ PÉREZ

Tan pronto como Uegué aquí le dije al Sr. BuyUa que me que- ría ocupar de los estudios de ciencias económicas. Después de esto he reivindicado muchas veces mi pretensión, pero sin éxito. Final- mente se me ha prometido que recibiré algo que hacer"*.

Puede observarse en sus palabras un cierto tono de queja por el "abandono"en que le tiene Buyila. Se desconoce cómo fueron las rela- ciones entre ambos en los meses siguientes, pues Fiores no vuelve a alu- dir a esta cuestión. Pero da la impresión de que no se dan las condicio- nes adecuadas para que se pueda producir una influencia grande de Buyila sobre Flores. Es razonable pensar que Buyila se encuentra total- mente absorbido por sus obligaciones académicas y por su actividad polí- tica, lo que le impide ocuparse de Flores de una manera especial y más personal. Se sabe que, precisamente durante el período de estancia de Flores en Oviedo, Buyila incrementa su labor política. Como escribe Crespo Cabornero, "Buyila, que siempre había estado ligado al movi- miento republicano, intensificó su actividad de propaganda ideológica en 1897 colaborando activamente con la Unión Republicana, fuerza política que trató de integrar las principales agrupaciones republicanas, tanto a nivel regional como nacional. (. . .)A lo largo de 1897 se intensificó la acti- vidad política republicana asturiana; en Gijón apareció el diario republi- cano El Noroeste, y en Oviedo continuó, en su segundo año, el semana- rio La Unión Republicana; y se multiplicaron los mítines, banquetes y manifestaciones políticas republicanas, en las que Buyila participa activa- mente""5.Después de producirse el asesinato de Cánovas en agosto, los republicanos asturianos aumentan su presencia en actos públicos."El dos de septiembre, Buylla con Melquíades Alvarez, Ararnburu, Azcárate y el Alcalde de Grado presidieron un homenaje a Pedregal, levantando una estatua en Grado, con la asistencia de una gran representación de repu- blicanos de toda Asturias. Buyila pronunció un discurso recordando el carácter democrático y reformista de la política por la que Pedregal tra- bajó"1L6.En la portada de la Unión Republicana se escribe: "En Asturias y fuera se lucha y se batalla por nuestra santa causa, y se trabaja por arrai- gar la santa idea republicana en el corazón del pueblo. Salrnerón en Cataluña yValencia,Azcárate en Galicia y León, Labra, Buyila, Sela, Alvarez y otros muchos en Asturias, prosiguen incansables su campaña fructífera de decir al país la verdad que debe conocer""'. Durante el curso 1897-98 continúa esta incesante actividad política de BuyilaH8.Ésta puede ser una de las razones que le impiden ocuparse de Flores como éste hubiera querido que lo hiciera. Por ello, no parece que exista base alguna para atribuir a Buylla un papel decisivo en la for- mación económica de Flores, y menos todavía en su traslado a Alemania a estudiar economía, en contra de lo que indica Leopoldo Gonzalo, una decisión que,por otra parte y como se ha visto antes,es anterior a su rela- ción con dicho profe~or"~.Tiene,pues, razón Velarde cuando, refiriéndose a Buylla, dice que "es evidente que no fue su maestro""". Pero habría que añadir que Buylla tampoco fue su profesor de Economía, al menos en la Licenciatura de Derecho. En efecto, no puede ser cierta la afirmación de Velarde de que Flores "había estudiado Economía Política por primera vez con Adolfo Alvarez Buylla""'. La explicación no puede ser más senci- lla: esta asignatura la cursa Flores en la Universidad Central en el primer año de Licenciatura (durante el curso 1893/94), a continuación del año preparatorio. Además, tampoco en la asignatura de Elementos de Ha- cienda pública tiene Flores de profesor a Buylla, dado que la estudia ini- cialmente también en Madrid con José Piernas Hurtado, aunque -como se ha visto antes- se examina de ella en la Universidad de Granada'". Por último, es necesario plantearse cuál es la influencia que en el joven Flores ejerce la Universidad de Oviedo, una cuestión sobre la que se han pronunciado los principales estudiosos de la obra de este eco- nomista. Así, López-Cuesta afirma que tiene el "convencimiento de que Flores no hubiera sido, posiblemente, lo que fue, sin Oviedo. Un año, un solo año, pero que es fundamental en la vida de don AntonionW3.Asu vez, Fuentes Quintana escribe: "Nada de lo que Flores hizo puede en- tenderse -en mi opinión- sin aludir a ese mundo singular que fue la Universidad de Oviedo de finales del pasado siglo"'24.Una afirmación que justifica diciendo que de las enseñanzas del "grupo de Oviedo" aprendería Flores "los tres rasgos que imprimirían una forma de pensar y trabajar que conservaría para siempre a lo largo de su vida: la necesi- dad de conocer profundamente la realidad social antes de intentar cam- biarla; el reformismo realista como alternativa para abordar la solución de los problemas económicos españoles, y la preocupación social para impregnar la estrategia de las medidas de política económica"125.Por su parte, Velarde hace referencia a esta cuestión utilizando el rótulo "el impacto de Oviedo, o si se prefiere, el impacto del Seminario de Giner de los Ríos"'Z6,10 que implica plantear el tema en un contexto más am- plio, en el que adquiere un mayor sentidoI2'. Una vez terminados sus estudios, con sobresaliente en todas las asignaturas, el 3 de noviembre de 1898 Flores realiza los ejercicios del JosÉ MIGUELFERNÁNDEZ PEREZ grado de Licenciado en Derecho ante un tribunal presidido porAdolfo A. Buylla y compuesto, además, por Fermín Canella, Rafael Altarnira y Vicente Mendoza, obteniendo también la calificación de sobresaliente. Flores es ya Licenciado en Derecho por la Universidad de Oviedo, un título que lleva fecha de 19 de noviembre de 1898.A continuación, se traslada de nuevo a la Universidad Central de Madrid para realizar el curso de doctorado.Tiene, así, la oportunidad de volver a encontrarse con Giner y de convertirse en alumno suyo en la asignatura de Filosofía del Derecho"", una cuestión que está suficientemente documentada, a pesar de las dudas expresadas por L. Gonzalo cuando afirma: "No me consta, sin embargo la relación directa entre Giner y Flores de Lemus como profesor y alumno. En el expediente académico de Flores figura como cursada (. . .) la asignatura Derecho Natural, pero no la de Filoso- fía del Dere~ho"'~~.Como es lógico, durante este período se interrumpe la correspondencia entre ambos,pero no es aventurado suponer que su relación se hace más estrecha y profunda, con lo que la impronta per- sonal del maestro sobre el joven discípulo se ve aumentada. Como seña- la Gómez Molleda, "según su propia declaración, D. Francisco fue el hombre que más influencia tuvo en su vida"')".0, como escribe él mis- mo a Giner,"hay influencias que dejan de sí huella tan profunda que no pueden ser olvidadas por quien las sufre""'. Durante el curso 1898-99, Flores está matriculado en la Universidad Central en las siguientes asig- naturas de doctorado: Literatura y Bibliografía Jurídicas, Historia de la Iglesia, Legislación Comparada, Historia de los Tratados y Filosofía del Derecho. La calificación que obtiene Flores en todas las asignaturas de doctorado -sin tener en cuenta Filosofía del Derecho- es la de sobre- saliente y premio. Tras finalizar el curso de doctorado, el 15 de diciembre de 1899 Flores defiende su tesis doctoral ante un tribunal formado por los doc- tores Rafael Conde y Luque (presidente), Aifonso Retortillo y Tormos (secretario),Tomás Montejo y Rica, Joaquín Fernández Prida y Lorenzo Moret Remisa, obteniendo la calificación de sobresaliente y premio ex- traordinarioB2.El trabajo lleva por título "Ensayo sobre la paz de Amiens (1801-1802) y su obra. Contribución al estudio de los Tratados ajusta- dos por España con las principales naciones de Europa". La estancia de Flores e11 las universidades alemanas

El 19 de marzo de 1900, Flores escribe a Giner la primera carta desde su llegada a Alemania, que ha debido tener lugar unos pocos días antes. Está fechada en Tubinga y sus primeras palabras no pueden ser más expresivas de lo que signfica para él el hecho de haber viajado por fm a este país. "¡Ya estoy en Alemania! 1,o que me pareció siempre un sueño, el ideal de mi vida universitaria comienza a realizarse". Esta des- bordante manifestación de júbilo está totalmente justificada si se tiene en cuenta que ha llegado a una nación quc describe como la "tierra de promisión de la juventud españ~la"'"~. rU~orabien, ¿por qué marcha Flores a Alemania?'.". Aunque no aportan pruebas. todos los autores dan la misma respuesta: el respon- sable de que Flores se dirija a ese país a completar sus estudios es Giner tle los Ríos.Así, por ejemplo, Fuentes Quintana escribe:"De nuevo aquí el consejo de su tiitor Giner Ic dejará pocas opciones, porque la incli- nación de su maestro le señalará claramente el camino hacia la Univer- Josí MIGUELFERNÁNDEZ PÉREZ sidad alemana,y hacia ella dirigirá sus pasos el joven Flores cuando con- taba veinticuatro años de edad"135.En efecto, Giner muestra una clara predilección por el sistema universitario alemán, que conoce perfecta- mente y describe con detalle'36.Como se sabe, este autor distingue tres tipos de universidades: el alemán, el inglés y el latino. Según el prime- ro, la universidad es una institución cientíjiica que "tiene por fin capi- tal la investigación de la ciencia y la educación de los científicos, fin al que se subordina todo fui profesional de otra índole"137.Por su parte, la Universidad inglesa constituye, ante todo, una institución educativa, que "se propone la educación superior de sus alumnos en los varios órdenes de la vida, y sólo como el primero de éstos (teóricamente), su cultura y aun la educación en el conocimiento; pero quizá más bien meramente intelectual, que propiamente científica". Por Último, según el tipo latino, la universidad es una institución profesional, es decir, "destinada a la preparación de aquellas carreras que, desde la creación de las universidades, se vienen estudiando en éstas"138. Sin embargo, aunque "en cada grupo predomina una de estas direcciones sobre las demás", Giner reconoce que "estos rasgos dife- renciales parece que comienzan a atenuarse, merced a un proceso complejo de asimilación y Por ello, afirma que "llamar al tipo inglés 'educativo' o pedagógico envolvería, sin embargo, error. Pues la universidad alemana (y a su admirable ejemplo las del mundo todo, más o menos rápidamente), como el más alto instituto científico de la nación, es cada vez más y más educativa, sólo que dentro de su peculiar esfera: en la investigación y la enseñanza. Es decir, cada día se va apartando más del antiguo carácter autoritario y escolástico, que era consecuen- cia del fui (. . .) de trasmitir a sus alumnos los frutos más sanamente pro- ducidos en la obra de la ciencia, y va llamando a aquéllos a una coope- ración más personal en esa misma obra. Usando de una nomenclatura inexacta, pero en nuestro país vulgarísima, se diría que, en vez de ense- ñarles la ciencia 'hecha', quiere más bien enseñarles 'a hacerla'.Y por esto, si la universidad inglesa es esencialmente educativa, no lo es la ale- mana menos, sólo que ceñida a su fin particular (científ~co)"~~~. En otro trabajo, en el que comenta un artículo del füósofo y peda- gogo alemán Friedrich Paulsenl*'sobre "la enseñanza superior en Fran- cia", Giner contrapone el sistema universitario alemán y el francés (que forma parte del latino), ya que descansan sobre dos principios total- mente opuestos: la autonomía del primero frente a la dependencia esta- tal del segundo. Así, escribe: "Las universidades alemanas son corpora- ciones libres, dotadas por el Estado, que apenas interviene en su ré- gimen exterior; las Facultades francesas, sobre todo antes de la Repú- blica, servicios administrativos, cuyo plan de estudios rígido, decretado por el Gobierno, difiere del programa flexible e individual de las alema- nas. Éstas, como dice Paulsen, son escuelas de libre investigación cien- taca y füosófica; aquéllas, centros de exposición y preparación para las carreras y diplomas"142. Por todo ello, según Giner, el régimen universitario alemán ha de- mostrado ser muy superior al francés, hasta el punto de que en Francia "los hombres de penetración intelectual" intentan, desde hace veinti- cinco años, "reformar sus instituciones de enseñanza superior, mode- lándolas sobre el principio germánico". Por tanto, aunque Giner reco- noce que las universidades alemanas "tendrán sus defectos, sin duda", concluye afirmando que su "sistema general parece hoy preferible a todos los pueblos cultos"1*.Se entiende así que Giner aconseje a Flores que se traslade a las universidades alemanas a completar su formación económica. Pero, por otra parte, hay que tener en cuenta que, a la altu- ra de 1900, la "batalla del método" ha quedado ya defuiitivamente zan- jada en contra de la postura defendida por la corriente hist0ricista.A pesar de ello, como señala el profesor Rojo, la "preponderancia"que adquiere la nueva Escuela Histórica a partir de la década de 1870 "en el mundo académico alemán (...) había de persistir hasta la primera gue- rra mundial"'44.A lo que contribuyó el hecho de que, como pone de relieve Hayek, "Schmoiler Uevó su animosidad hasta el extremo de declarar públicamente que los partidarios de la Escuela 'abstracta' no estaban capacitados para enseñar en las universidades alemanas y, como gozaba de tan sólido prestigio, aquella declaración supuso la ex- clusión de todos los partidarios de las teorías de Menger de los puestos académicos de Alemania. Todavía treinta años después de finalizada la controversia,Alemania seguía siendo, entre todas las naciones impor- tantes del mundo, la menos influenciada por las nuevas ideas, ya triun- fantes por doquier"'45. Este predominio que tiene todavía la corriente historicista ende- mania en los primeros años del siglo XX, a pesar de haber perdido por completo la vigencia en el plano teórico al ser desplazada por el pen- samiento económico marginalista, explica que los jóvenes estudiosos españoles sigan acudiendo a sus universidades -quizá por culpa de una deficiente orientación por parte de sus maestros- a profundizar en el estudio de la ciencia económica. Las consecuencias que de este hecho se derivan para la modernización de los estudios económicos en España no pueden ser más negativas, ya que provoca un considerable retraso en el proceso de incorporación de nuestro país al nuevo para- digma económico marginalista que, a partir de la década de 1890, se está imponiendo de forma abrumadora en la mayor parte de las uni- versidades europeas.

En la Universidad de Tubinga

Como se sabe, Flores se dirige primero a la Eberhard-KarZs-Uni- versitat Tübinger~'~~,para pasar después a estudiar en la Universidad de Berlín. Están claros los motivos de la elección de esta segunda univer- sidad, que guardan relación con su enorme prestigio académico, pero hasta ahora no se ha explicado por qué va primero a la de Tubinga. Ante todo, debe señalarse que Flores ha ido a Alemania a recibir las ense- ñanzas de los grandes maestros alemanes de la ciencia económica, como Schmoller, Sering, Wagner.. . y, de modo muy especial, desea incorporarse al seminario de ciencias político-administrativas de este último. Pero para ser admitido en él, además de dominar perfectamen- te el alemán1+',necesita tener unos determinados conocimientos de economía, que considera indispensables para poder sacar el máximo fruto de sus enseñanzas. Esa es la razón principal de que elija la Uni- versidad de Tubinga para realizar en ella esa etapa de formación previa que le permita acudir después a la Universidad de Berlín. Esta interpre- tación parece encontrar confirmación en la indicación de Flores sobre la posibilidad de ir también a otras universidades antes de acudir a la de Berlín. En este sentido, escribe a Giner: . . . "es muy probable que recorra otra u otras universidades antes de llegar a Berlín. Allí, Ad.Wagner ha dado tal y tan grande puesto al estudio de las Staatswissenschaften que, según me han dicho, solamente son admitidos como miembros activos del seminario los estudiantes que llevan largo tiempo de estu- diar aquellas ciencia^"'^^. Por otra parte, en torno a esta cuestión, Flores aporta un dato inte- resante no conocido hasta ahora. Le dice a Giner que inicialmente había pensado ir a la Universidad de Stuttgart. Sin embargo,"apenas iie- gado comprendí que en una población tan grande es muy difícil para un extranjero, que por añadidura no conoce la lengua del país, crearse relaciones, tanto menos cuanto que el curso no comenzará hasta fines del mes próximo venidero, en razón de lo que no podía contar con la ayuda de los estudiantes""'. Por esta razón, más que por cuestiones aca- démicas, decide trasladarse a Tubinga, una ciudad mucho más pequeña y cercana a aquélla que le puede facilitar la consecución de lo que en ese momento es su objetivo principal: aprender alemán lo más rápida- mente posible. Aunque la apertura oficial del semestre de verano está prevista para el 18 de abril, Flores calcula que las clases no van a dar comienzo hasta los últimos días del mes. Por eso, decide aprovechar esos días que median entre su llegada a Tubinga y el inicio del curso para dedicarse intensivamente al estudio del idioma, aunque le entristece comprobar que los progresos iniciales son menores de lo esperado por haberse vis- to obligado a utilizar repetidamente el francés en la realización de una serie de trámites. Sin embargo, cuando ya empiezan las clases, se mues- tra mucho más optimista, como puede verse en una nueva carta a Giner: "El horizonte se presenta bastante despejado. Mis progresos en la lengua durante los últimos días, han silperado mis esperanzas. Ya comprendo bien, y puedo expresarme en alemán sin gran dificultad. El semestre no será, pues, enteramente perdido"'50. A diferencia de lo que sucede en la mayor parte de las universida- des alemanas -las de Berlín y Leipzig son los dos ejemplos más repre- sentativos-, en las que las ciencias sociales (economía, sociología, cien- cias políticas) se estudian en la Facultad de Filosofía, lo que da lugar a que ésta alcance "un carácter verdaderamente enciclopédico", existen algunas universidades que cuentan con una facultad especial para la enseñanza de dichas ciencias. Ése es el caso de la Real Universidad de Tubinga y su "Facultad de Ciencias Políticas o del Estado (Staatswis- senschaftliche Fakultat)"15'. Pues bien, durante el semestre de verano de 1900 Flores cursa en ella las asignaturas de "Economía política General" con el profesor Friedrich Julius von Ne~mann'~~y "Economía aplicada y Política económica" con el profesor Gustav Friedrick.von Schonberg (1839-1908). Ninguno de los dos es un economista de pri- mera fila, pero sí se trata de profesores de gran prestigio que cuentan con una numerosa obra publicada que tiene una gran aceptación en su tiempo. En primer lugar, de NeumannI5jescribe Schumpeter que es un autor que, aunque permaneció aislado, se sitúa por encima de la media, considerándolo como un "teórico muy personal, a quien, aquí, no pode- mos hacer plena justicia"15'. A continuación, cita su Libro Grundlagen der Volkswirt~chaftslehre~~~y el artículo "Die Gestaltung des Preises un- ter dem Einfluss des Eigennut~es"'~~.Por su parte, Aifred Marshall subra- ya también la importancia de algunas de las aportaciones teóricas de Neumann15'. Pero se sabe que publica otros muchos trabajos, de los que se deduce que era un gran experto no sólo en cuestiones teóricas15", sino también en temas demográficos y, de manera muy especial, en cuestiones fiscales'59.Por Último, hay que aludir a la importante labor desarrollada por Neumann como director del Seminario de Tubinga, que "ha sacado una serie de excelentes discípulos, algunos de los cua- les continúan trabajando bajo la dirección del maestro y colaboran en la magnífica producción sobre la historia de la población alemana"'". En segundo lugar, Schumpeter incluye a Schonberg en la breve y selecta relación bibliográfica comentada con que inicia su ensayo, des- tacando de él su Handbuch der politischen Oekonomie y haciendo una vaga alusión a "los trabajos de S~honberg"'~'.En efecto, este autor es el editor literario del "voluminoso"Manual de Economía política162 en el que colabora un selecto grupo de especialistas en temas econó- micos, entre los que se encuentran Buchenberger, Conrad, von der Goltz, von Helferich, Kleinwachter, Lexis, Meitzen, Mithoff, Nasse, Neu- mann,von Rümelin, Sax, von Schee1,Wagner... y el propio Schonberglb3. Cuando Kleinwachter se queja de la falta de "libros de carácter general que reflejen el estado actual de la ciencia" económica, afiima que "a esta necesidad tenemos que agradecer la aparición de tres obras monu- mentales de la bibliografia alemana, así como su éxito, casi sin prece- dentes: el Manual de Economía política, de Schonberg; las publica- ciones dirigidas por Frankenstein y Heckel, ordenadas por ellos de un modo sistemático'", y el formidable Diccionario de ciencias políticas de Conrad, Elster, Lexis y Loning, que puede considerarse como una enciclopedia casi completa de estas ciencias"165.A continuación, subra- yaUlaimportancia de las tres obras que acabamos de men~ionar"'~~.Una idea del importante éxito editorial -al que se refiere Kleinwachter- del completo y excelente Manual de Schonberg se deduce de las cuatro ediciones que se publican hasta 1920, a las que alude Flores16'. Pero Schonberg es también autor de otros trabajos, entre los que se encuen- tran varios libros y diversas colaboraciones en obras colectiva^'^. La correspondencia entre Flores y Giner aporta algunos detalles sobre su estancia en la Universidad de Tubinga. Por un lado, se pone de relieve su admiración por sus profesores y, en especial, por Neumann, sobre el que escribe lo siguiente: "El curso de Herrn Neumann ha comenzado ya. A fuerza de atención sigo sus explicaciones que son admirables. ¡Qué maestros, D. Francisco, qué maestros! (. . .). Tratando de hallar la característica de lo económico l-ia hecho Herr Neumann una crítica honda y sagaz de los conceptos recibidos, y con las muchas cuestiones que oyendo al maestro se me han presentado tengo tarea más que sobrada por ahora. Pero no sé caminar sin andaderas"'". De Schonberg dice que el día 30 de abril va a explicar "la primera lección sobre política de la Hacienda". Por otro lado, lamenta que, debido a la corta duración del semestre, los profesores se vean obligados a ir en sus explicaciones más deprisa de lo que él desearía, pero se consuela pen- sando que "como tengo algunos cursos por delante pienso caminar despacio""".También sale a relucir en estas cartas ese patriotismo que tanto destaca Velarde como componente fundamental de la personali- dad de Flores"'. En este sentido, le dice a Giner que le pide a Dios "que me sostenga firme en mi propósito de trabajar seriamente (y no para oposiciones, como le han dicho a V. malamente) para poder dar algo a mi patria al consagrarle mi alma, dedicándole mi vida"17z.Se sabe tam- bién que, al finalizar el semestre de verano, Flores hace una evaluación muy positiva de las enseñanzas recibidas en la Universidad de Tubinga, como se puede ver en el siguiente párrafo contenido en una carta de Leopoldo Palacios a Giner: "Tuve una carta de Flores sumamente aten- ta y cariñosa y formal.Trabaja mucho, muchísimo por lo que dice, y me habla de aquellas enseñanzas que deben ser un encanto. Está en Berlín y piensa ir aviena; yo creo que acusa la carta una diferencia en el carác- ter y en la educación de Antonio, donde se ven ya muy claras las in- fluencias del medio en que vive. Figúrese Vd. si me habré alegrado"'".

En la Universidad de Berlín

Finalizados sus estudios en la Universidad de Tubinga, que acredi- ta por medio del correspondiente diploma con fecha 13 de octubre de 1900, Flores se desplaza a la Konigliche Friedrich-Wilj~elms-Uniuer- sitat de Berlín de acuerdo con el plan que se había trazado, y también aconsejado por el profesor Neumannl".Aunque el semestre de invier- no no empieza hasta la segunda quincena de octubre, a principios de septiembre Flores se encuentra ya en esta ciudad. En efecto, el día 9 de dicho mes dirige una carta a Giner, fechada ya en Berlín, en la que le dice que "mis últimos meses han sido malos",pues ha tenido alguno; problemas de salud. Por una parte, sus ojos se resienten "sin duda a cau- sa de estos condenados caracteres de letra"'-5.Trasacudir a un famoso oculista, éste le hace saber que su situación es tan grave que "proba- ANTONIOFLORES DE LEMUS:ANOS DE FORMACIÓN UNIVERSITARIA blemente me quedaría ciego". Alarmado lógicamente por este diagnós- tico, recaba la opinión de otro especialista que le asegura que no corre ningún peligro de ceguera y que no existe inconveniente alguno para seguir trabajando con intensidad. Por otra parte, Flores acude a la con- sulta de un psiquiatra porque tiene problemas nerviosos. Sin embargo, al no detectarle ningún síntoma de enfermedad, le aconseja como úni- co tratamiento que haga un cambio en el régimen de comidas. Recuperado el optimismo al comprobar su buen estado de salud, Flores anuncia a Giner sus planes para el semestre de invierno. Quiere asistir a las clases de Wagner, Schmoller, Sering,Wenckstern y de otros profesores, y va a hacer todo lo posible para ser admitido en los serni- narios dirigidos por los tres primeros. Sin embargo, se ve obligado a rea- lizar algunos cambios en este proyecto inicial, porque Wagner no dirigi- rá ningún seminario durante este semestre, ya que tiene que encargarse de la explicación de dos asignaturas:"Economía política: teoría general"y "Hacienda pública""". Pues bien, Flores se matricula de estas dos asigna- turas de Wagner y de otras cinco materias:"Economía política aplicada", impartida por Max Sering;"Historiade la constitución, la administración y el derecho de Prusia desde 1640 hasta la actualidad",por Gustav von Schmoller; "Historia económica", por Wilhelm Naudé; "Estadística eco- nómica" y "Cuestiones escogidas de política colonial", por Carl Ballod. Entre estos profesores destaca sobre todo la figura venerable de Adolf Wagner (1835-1917), "quizá el primer especialista europeo" en Hacienda pública1", de quien Bernis escribe en 1904 que es, entre todos los economistas alemanes,"el más profundo, el más avanzado, del que más puede aprendersem'-"En ese momento, Wagner tiene sesenta y nueve años y lo describe como "ya anciano y siempre vigoroso en sus pensamientos, profundo y penetrante en sus conceptos, sincero en la declaración de sus intenciones y tenaz y firme para sostenerlas. Su obra económica bastara para que se pronuncie con respeto el nombre de su patria""'. Después de enseñar en varias universidades,Wagner ocupa una cátedra de Economía política en la Universidad de Berlín a partir de 1870 y a lo largo de cuarenta y seis años. Durante todo este tiempo "ejerció una poderosa influencia como escritor de textos, monografias y panfletos políticos y como maestro de dos generaciones de altos fun- cionarios civiles prusianos", convirtiéndose -según Franz Oppenhei- mer- en "la conciencia político-social de En segundo lugar, sobresale la fuerte personalidad de Gustav von Schmoiier (1837-1917),jefe de la nueva Escuela Histórica alemana y"sin Josí MIGUELFERNANDEZ PÉREZ duda uno de los hombres más cultos entre los sabios alemanes de pri- mera fila"'x'.Flores escribe que "es el mejor economista vivo"'". A su vez, Schumpeter afirma que "aplicó a su tarea dirigente no sólo energía, espí- ritu combativo y una enorme capacidad de trabajo, sino también bas- tante capacidad estratégica y ~rganizativa"'~~.En este sentido, se ha dicho que "Schmoller fue uno de los mejores organizadores de la investigación en las ciencias sociales"'". En 1872 fue -junto a Wagner- uno de los principales fundadores de la Vereinfür Sociulpolitik, una organización que promovió la realización de numerosos estudios empíricos sobre las condiciones económicas y sociales de Alemania, convirtiéndose en "una poderosa fuerza que impulsó numerosas medidas ref~rmistas"'"~.Schmo- ller es profesor de la Universidad de Berlín desde 1882 y precisamente durante este semestre de invierno, en que Flores sigue allí sus estudios, publica el primer volumen de una de sus obras más importantes, el Grundriss der ullgemeinen Volkswirtscbaftslebre'", de cuya aparición el joven estudiante español da oportuna y puntual cuenta a Giner'". El impacto que estos dos profesores van a ejercer en la formación y en la futura orientación académica y profesional del joven Flores es muy importante. Por un lado, las enseñanzas de Wagner guardan una relación muy directa con su posterior dedicación y especialización en el ámbito hacendístico'". El profesor Fuentes Quintana ha sabido cap- tar con precisión la influencia que el pensamiento hacendístico de Wagner y, en general, su formación germánica tienen en la visión de los problemas de la reforma tributaria propuesta por Flores, que se con- creta en tres aspectos principales. En primer lugar, "la complejidad de variables que condicionan la evolución de los impuestos de una socie- dad".A este efecto, Fuentes recuerda el siguiente texto de Wagner: "El in~puestono es simplemente un medio de financiación que debe ana- lizarse por la técnica financiera. Es al mismo tiempo una cuestión polí- tico-social y un tema político-económico que se liga íntimamente con la ordenación del Derecho público y privado y con la organización eco- nómica de la sociedad. La Hacienda pública nunca debe perder de vis- ta esta realidad". En segundo lugar, "la interpretación dominante en Alemania del principio de la capacidad de pago, que alcanza su mejor expresión en las obras de E J. Neumann yA.Wagner, constituye un pun- to de partida de la visión general de Flores sobre el papel y las funcio- nes del sistema tributario". En aquella época se asiste en los principa- les países europeos a una crisis de los principios que habían sustentado hasta entonces el reparto de la imposición y se reclama la presencia ANTONIOFLORES DE LEMUS:ANOS DE FORI\IACIÓN UNIVERSITARIA obligada de la renta como base principal de la capacidad de pago. Esta reforma hace posible tanto la personalización de la relación tributaria como el establecimiento de progresividad en el reparto de la imposi- ción.A ello va unida la eliminación de los impuestos que gravan las ren- tas más bajas a través de la supresión del impuesto de consumos. Por último, Fuentes hace referencia a "la fundamentación de las haciendas locales en la doctrina germánica que Flores conoció con todo detalle y que se halla en el fondo de sus brillantes propuestas de reforma de la Hacienda local españ~la"'~'.Sobre esta cuestión debe hacerse una men- ción especial al Proyecto de Ley regulando las Exacciones Municipales de 7 de noviembre de 1910, en cuya exposición de motivos se definen claramente los "principios en que, según Flores, debería asentarse una Hacienda local, renovada en sus fuentes financieras y en los criterios de reparto de sus coste^"'^^'. Por otro lado, el magisterio de Schmoller, el principal represen- tante de la nueva Escuela Histórica, cala profundamente en Flores y contribuye de manera decisiva a moldear su pensamiento económico. Así,Velarde afirma que "el neohistoricismo de Schmoller y de un amplio conjunto de profesores alemanes, se había hecho carne en Flores, y jamás lo abandonarán"'.Y en otro lugar escribe:"Es ésta una línea que perdurará mucho tiempo en el ánimo de Flores de Lemus. (. . .) Tengo para mí que las finuras estadísticas de Flores, que le permitieron abrir panoramas que emplean economistas ajenos al historicismo -su inves- tigación sobre el consumo a base de Quets, su empleo del refinamiento de la teoría de las pequeñas muestras- poseyeron siempre un regusto neohistoricista. Incluso cuando, ya gravemente enfermo, emprende una investigación en 1940-194 1,la dirige al estudio de la Hacienda pública en tiempos de los Reyes católico^"'^^. Entre los demás profesores que tiene durante este semestre mere- ce la pena hacer una breve mención a Ballod y Sering'"'. Carl Ballod (1864-1933) es profesor de estadística económica, una materia por la que Flores demuestra un especial interés. Importa destacar de él que trabaja con Bortkiewicz y que es autor de diversos ensayos de estadís- tica teórica y aplicada'"'. Se sabe que Flores conoce y valora la obra de Ballod. Así, en su primer libro publicado, La reforma arancelaria, al hacer referencia a la investigación de la importancia relativa que tienen en la economía alemana la agriciiltura y la industria, dice que "las inves- tigaciones más sólidas e ingeniosas son las de Ballod y May"'"'. Pero, a continuación, añade que él mismo ha hecho una estimación sobre la Josí MIGUELFERNÁNDEZ PÉREZ

renta de los agricultores alemanes en la que llega "a resultados inferio- res a los de May", por lo que supone que el cálculo de este autor "es exageradamente alto en lo que se refiere a los Selbstandige in der Landwirt~chaft"'~'.Por el contrario, en lo relativo al valor de la pro- ducción agraria, afirma que "los resultados de mi propia investigación concuerdan bastante exactamente con los de Ballod", a pesar de lo cual piensa que "es preciso poner, detrás de las cifras correspondientes, un par de interrogaciones de las mayores"'". Ballod publica también otros trabajos sobre el sector agrario, interesándose sobre todo por los pro- blemas relacionados con el aumento de la productividad en la agricul- tura, en especial de la productividad del trabajo1". Debe mencionarse, además, que unos años más tarde, Ballod colabora en el Anuario diri- gido por Ernst von Halle en el que, precisamente, participa también su joven discípulo español199. Por su parte, Max Sering (1857-1939) es un destacado especialista en diversas materias de economía aplicada y, de forma muy especial, en política agraria, sobre la que publica importantes ensayos"". Quizá uno de los más conocidos es el que se contiene en el Diccionario de Elster?"'. En él -escribe Bernis- Sering "sostiene que a cada estado político, a cada estado de ideas político-económicas dominantes le corresponde una política agraria y distingue la de los Estados absolutos, la del libe- ralismo y la de la Economía social o política social y elogia la Escuela social de Schaffle, influída por Rodbertus y Stern, seguida por Hanssen, Knapp, Meitzen, Miaskowsky, Buchenberger, frente a la extrema indivi- dualista representada por Lujo Brentan~"~~~.De ahí que Sering se mues- tre partidario de una intervención del Estado a favor de la agricultura. En este sentido, Bernis escribe que "aquí el programa de las medidas que se enumeran es infinito", señalando que Sering las clasaca en dos grupos: "lo)lo que se refiere a la constitución social de la población agrícola (educación, mejoramiento de la distribución del suelo, modifi- caciones en el derecho de los propietarios en las herencias, obligacio- nes y arrendamientos, en las relaciones de los trabajadores con la tic- rra...); 2") lo que se contrae al cultivo del suelo (fomento de la producción, enseñanza agrícola, crédito, policía de los campos, seguros, estatutos, experimentaciones.. .)"'O3. Pero hay otro estudio de Sering donde se pone más claramente de relieve su condición de auténtico experto en temas agrarios. Flores lo conoce bien, pues hace una referencia muy elogiosa al mismo. Es un trabajo que aborda la crisis que afecta principalmente a la producción cerealícola de los diferentes países europeos a partir de la década de 1870 y que desencadena en la mayoría de ellos la aprobación de medi- das de carácter proteccionista2"'. Sobre este ensayo de Sering, Flores escribe lo siguiente:

El Gobierno [alemán] había enviado para investigar la exten- sión y naturaleza de la concurrencia ultramarina, a la América del Norte, al profesor Sering, y al profesor Karger, a la América latina. Los resultados de estas investigaciones se consignan en dos obras que son Standard Works de la Economía política moderna, paten- tizando que mientras la concurrencia norteamericana tiene un ca- rácter pasajero y dejará probablemente de ser ruinosa para Europa al cabo de una generación, la concurrencia sudamericana es de tal naturaleza que sus efectos han de hacerse sentir por tiempo indefi- nido. Decidida la protección aduanera, había, pues, que contar con sostenerla por bastantes lustro^'^^.

Pues bien, se sabe cuál es el trabajo del profesor Sering al que hace referencia Flores, sin ofrecer sobre él más información. Es un grueso volumen que lleva por título La concurrencia agraria de Norteamé- rica en el presente y en el futuro. Agricultura, colonización y trans- portes en Estados Unidos y en América del Norte británica2'".Se trata de un estudio serio y concienzudo en el que destaca la abundancia de datos aportados sobre el funcionamiento de la agricultura norteameri- canaLo7.A partir de ese momento, la elevación de las tarifas arancelarias, que culmina con la aprobación del Arancel alemán de 25 de diciembre de 1902, cuenta con una base científica más sólidazoR. Para que esta breve alusión a la figura destacada de Sering no que- de incompleta, es necesario añadir al menos cuatro cosas. La primera guarda relación con su labor como director, junto con Schmoller, de la famosa publicaci?n Staats- und Socialwissenschaftliche Forschungen, que se edita en$eil)zig entre 1878 y 1916, en la que aparecen impor- tantes trabajosjW.$ segunda es su colaboración activa en los conocidos e importantes Escritos de la Unión para la Política Social, en los que publica al menos dos ensayosz'".La tercera se refiere al análisis que efec- túa en 1928 de las graves consecuencias que están teniendo para la economía alemana los pagos por las reparaciones impuestas por los aliados y el papel importante que desempeña, en este contexto, el Plan Dawes de 19242".Por último, debe mencionarse la relación de Sering con lo que Flores denomina "la política de expansión alemana: Welt- Josi MIGUELFERNÁNDEZ PEREZ und Machtpolitik" -Ramos Oliveira habla directamente de "imperialis- mo alemán"-"2, que pone en marcha el príncipe de Hohenlohe tras su llegada al gobierno en 1894 en sustitución del general Capri~i''~.Sobre esta cuestión hay una referencia explícita en una de las cartas a Giner en la que Flores le dice:

Pienso que sabrá \! a qué fiebre guerrera están dados los alema- nes. La idea de tener eine starke deutsche Flotten"es vuelve el juicio. Los profesores de Berlín han publicado dos volúmenes sobre el asun- to Handels- und MachtpolitikL". Un brillante estudio de Schmo- Ilern(',otro muy concienzudo de l? Voigt (un poco breve en las con- cl~siones)~~~,otro de Sering (un tanto "chauvinista",pero con rasgos de maestro), y'un excelente trabajo "hacendístico"de Wagner, son lo mejor del libro"21n.

El hecho de referirse a Sering como "maestro" expresa de una manera bien elocuente la admiración que Flores tiene por este econo- mista, un sentimiento que se mantiene intacto a lo largo de los años. En efecto, en uno sus trabajos más conocidos Flores escribe:

Hasta donde he logrado entender la nueva edición de la fan- tasmagoría exportadora, su especial distintivo consiste en suponer que las iniciativas felices de nuestros agrónomos en el cultivo de secano, aumentando los rendimientos por hectárea y reduciendo los costos, van a realizar el milagro de convertir en realidad la ilusión de la exportación. Nadie estima en más que el autor de estas líneas el esfuezo y el talento de esos agrónomos españoles; pero sus des- cubrimientos tienen tan poca infiuencia sobre la concurrencia co- mercial de nuestros trigos como el descubrimiento del radio. Esos métodos son, en efecto, susceptibles de aplicación en una enorme zona de la producción exportad0ra.Y en la concurrencia comercial, no decide el valor absoluto de términos concurrentes, sino su dife- rencia; y esa diferencia seguiría subsistente. Porque no es el costo de producción, sino la renta, el factor decisivo en la concurrencia de los trigos, ahora como hace cuarenta años, cuando ese hecho fundamental fue descubierto por Máximo Sering, mi maestro2".

Para finalizar esta referencia a Sering quizá tenga interés señalar que su obra era conocida no sólo por los principales economistas espa- ñoles de la época, sino también por algunos destacados intelectuales, como es el caso de Unamuno"". Velarde afirma, en este sentido, que Unamuno "muestra un conocimiento de la economía no ya por encima del corriente entre los literatos, sino comparable al de algún profesio- nal~>~~~. Pues bien, entre los diversos economistas extranjeros citados por Unamuno se encuentra SeringZz'. Al terminar el semestre de invierno en la Universidad de Berlín, Flores hace un balance muy positivo del aprendizaje efectuado duran- te el mismo. Así, escribe a Giner:"Estoy tan satisfecho como cabe en un ente racional. El método estadístico no me ofrece ya dificultades a Dios gracias. Un poco de trabajo más en política económica y estamos al cabo con la 'preparación'"Z2'.Ahora bien, tras constatar los grandes pro- gresos realizados, es lógico que Flores se plantee si tiene la posibilidad de aplicarlos cuando vuelva a su país. En este sentido se pregunta: "¿Para qué? ¡Dios sabe! Mi economía tiene poca semejanza con lo que allí se entiende por 'ciencia económica' y unas oposiciones serán pro- bablemente un fracaso. A pesar de esta presunción habrá que probar fortuna"22! Pero, por encima de todo, lo que Flores tiene muy claro es que quiere poner los conocimientos adquiridos en las universidades alemanas al servicio de su patria, lo que subraya una vez más su acen- drado patriotismo, al tiempo que hace una feroz crítica a la clase polí- tica española por su incultura y, sobre todo, por el absoluto desinterés que muestra por el progreso de la nación. Sobre todo eilo, escribe a Giner:

Sea como quiera mientras Dios no me deje ciego (. . .) no pien- so arrumbar mis estudios ni quedarme con eiios en el cuerpo. Esa indiferencia con que estamos acostumbrados a mirar cómo nos iie- van a la ruina los imbéciles que nos desgobiernan (si es posible des- gobernar a España más de lo que está) es criminal. Que las cosas vayan mal, es un gran daño; pero que no hagamos cuanto en niies- tro poder esté por hacer que vayan mejor es un crimen de lesa patria. Apena comparar esa ignavia nuestra con la actividad febril de alemanes, rusos, ingleses, americanos y franceses (. . .). Si no tengo cátedra, y aún teniéndola, escribiré libros o folletos o artículos de periódico, o echaré discursos o cosa que lo parezca, mas no me meteré en un rincón mientras pueda hacer algo"'.

En los últimos días de abril de 1901 dan comienzo las clases del semestre de verano en la Universidad de Berlín. Se sabe que Flores se matricula en once cursos a cargo de los profesores siguientes: Adolf Wagner, "Economía política aplicada" y "Sistema monetario y comercio exterior"; Gustav von Schmoíler, "Economía política teórica" y "Situa- ción de las clases trabajadoras"; Max Sering, "Hacienda pública"; Ladis- laus von Bortkiewicz,"Teoríade la estadística";Reinhold,"Propedéutica de la economía política"; Otto ~intze,"Épocasde la historia del sistema de estados europeos"; Aifred Weber, "Política industrial"; Adoif von Wenckstern,"Política nacional desde la perspectiva de la política inter- nacional"; y, por último, Carl Ballod, "Estadística económica". Pero, por encima de todo, hay que destacar que Flores ve por fin cumplido un sueño intensamente perseguido: participar como miembro activo en el "Seminario de estadística de la ciencia del Estado", dirigido por el profesor Wagner. La fama que tenía este Seminario era tan grande que a él acudían numerosos alumnos procedentes de los más diversos paí- se^^'^. Fuentes Quintana ha señalado que este Seminario "ejercería una influencia decisiva sobre el Flores de Lemus que iba a entrar en el Ministerio de Hacienda pocos años después""'. Una influencia que este autor centra principalmente en dos aspectos: primero, la introducción, como premisa de cualquier reforma, de la información cuantitativa que ayude a conocer con precisión los problemas estudiados; y segundo, el "aprendizaje del arte de la investigación académica", que Flores aplica- ría más tarde en la Universidad, que tenía como base la estrecha cola- boración entre profesor y alumno2". Flores le dice a Giner que, con los conocimientos que piensa adquirir durante este semestre,"espero acabar mi orientación, de mane- ra que después pueda trabajar solo en España". Para ello, a diferencia de los dos semestres anteriores, en los que ha predominado una formación de carácter teórico,"mi trabajo en este semestre será principalmente de Economía aplicada y Política económica en sentido estricto. Es preci- samente donde más ha dado de sí la ciencia alemanan22y. Entre los profesores nuevos que Flores tiene durante este semes- tre deben destacarse tres nombres: Bortkiewicz, Wenckstern y Weber. Ladislaus von Bortkiewicz (1868-1931) fue un importante economista y, sobre todo, un destacado estadístico. Schumpeter lo considera como "el más eminente estadístico alemán desde Lexis, del cual fue discípu- lo en muchos aspectos irnp~rtantes'"~".En efecto, Bortkiewicz, que había estudiado en la Universidad de San Petersburgo, su ciudad natal, continuó después sus estudios con Lexis en Gotinga, donde hizo su tesis doctoral en 1893%'.Sus aportaciones en el campo de la estadística son muy notables. Una de sus contribuciones más conocidas se contiene en un pequeño folleto de sesenta páginas publicado en 1898 con el ANTONIOFLORES DE LEMUS:ANOS DE FORMACIÓN CiNIVERSITARIA título La ley de los pequeños números, que le reportó una merecida fama'32.Después de enseñar en Estrasburgo y en San Petersburgo, en 1901 es nombrado profesor "extraordinario" en la Universidad de Berlín. Este hecho va a permitir a Flores asistir a sus clases de estadísti- ca teórica. Por tanto, es razonable suponer que la excelente formación estadística de Flores -a diferencia, por ejemplo, de Bernis- se debe en gran medida a las enseñanzas recibidas de dos economistas tan com- petentes como Ballod y Bortkiewicz, a pesar de que Schurnpeter acuse a este último de haber sido "tan poco eficaz como profesor"z33y de que "sus clases, que elaboraba con una minuciosa y concienzuda aplica- ción, se cuenta que eran pronunciadas con las aulas más bien vacías"234. Se ha dicho que la influencia de Bortkiewicz sobre Flores no se limita a la enseñanza de la metodología estadística. Es conocido que en la obra de este autor, en especial en la de carácter económico, predo- mina una orientación esencialmente críticaz35.Este feroz espíritu crítico llevado al extremo le convierte a veces, en cierto sentido, en un mero "cazador de gazapos", pero en general hay que reconocer que Bort- kiewicz realiza una profunda y "muy competente críticanz3"Ésta es la valoración que hace Schumpeter del análisis de Bortkiewicz sobre la estructura teórica del sistema marxista, que es, sin duda,"la más impor- tante de sus realizaciones" y "lo mejor que se ha escrito nunca sobre el temanz3'.Por su parte, en opinión de Sweezy,"ningún estudioso serio de economía política clásica marxista puede permitirse ignorar la argu- mentación de Bortkiewi~z"~~~. Pues bien, teniendo en cuenta el gran interés que la obra de Mam despierta en este economista y el hecho de que Flores siente también por ella una honda admiración intelectual, podría pensarse en la posi- bilidad de que transmitiera algunas de sus inquietudes intelectuales en esta materia al joven estudiante españolz3y.Es una hipótesis que no pue- de descartarse totalmente, pero su confirmación necesitaría la realiza- ción de estudios detallados que, hasta ahora, nadie ha hecho. En prin- cipio, no parece probable que las clases de "Teoría de la estadística" fueran el contexto más adecuado para que Bortkiewicz pudiera comen- tar a sus alumnos sus trabajos sobre el pensamiento marxista. Sin embargo, no puede excluirse sin más la posibilidad de que, fuera de las aulas, este profesor hablara con Flores de dichos estudios.Ahora bien, la probabilidad de que esto sucediera quizá no ofrezca base suficiente para afirmar con rotundidad que "la influencia de Bortkiewicz en el economista español se encuentra patente (. . .) en estudios tales como Elproblema de la circulación del capital en Marx (1904),'trabajo de firma' presentado por Flores al concurrir a la oposición para la citada cátedra" (se refiere a la de la Universidad de Bar~elona)'~".El profesor Velarde, al hablar de las críticas de Bortkiewicz a Marx, actúa con mayor cautela cuando escribe:"Aquí se encuentra, quizá, la lejana raíz del ensa- yo sobre el esquema de la circulación en Marx que redactó Fl~res"~~'. En un trabajo más reciente, vuelve a referirse a esta cuestión en los siguientes términos:"Al indagar sobre el papel que tuvo Bortkiewicz en su formación en TubingaLi2,y saber que era ingeniero y buen conoce- dor de las matemáticas (. . .), creí encontrar el hilo de la admiración a Mam que siempre tuvo Flores de Lemus"'"-'. Si en el caso de Bortkiewicz se pueden albergar algunas dudas en torno a su posible influencia intelectual sobre Flores en temas relacio- nados con el pensamiento marxista, por falta de pruebas y de estudios específicos sobre la cuestión, no sucede lo mismo con el segundo de los profesores antes citados: Adolf von Wenckstern (1862-1914). Estamos ante un economista poco cono cid^'^', de quien deben seña- larse al menos dos cosas. La primera, que es la que interesa subrayar aquí, que estamos ante un gran estudioso del pensamiento marxista, una materia sobre la que ha publicado un libro sólo unos años antesa5. Flores, que está muy interesado en la obra de Marx, como se ha visto antes, debía conocer este hecho, por lo que, a pesar de no guardar rela- ción directa con la asignatura explicada por Wenckstern, tiene con él una larga conversación sobre algunos aspectos del marxismo. Existe constancia de la misma por una tarjeta postal que envía a Giner en la que le dice lo siguiente: "También querría enviarle una nota sobre el 'valor de uso' en Marx, en parte resumen, en parte contestación a una discusión con Wenckstern sobre ese asunto. Para mí fué la discusión muy interesante, y como después W [enckstern] me ha enviado su libro me habría gustado contestarle en el 'Boletín' (i?)"2".Además, se da la cir- cunstancia de que uno de los temas tratados por Wenckstern en su libro es el concepto de valor, dedicando sendos epígrafes a analizar su significado en Aristóteles y en Proudhon. Pero existe una coincidencia todavía mayor, y es que el primer epígrafe del trabajo de Wenckstern lleva por título "Der Gebrauchswert", es decir, el "valor de uso", exacta- mente el mismo tema sobre el que versa la nota de FloresL4'. El segundo aspecto que debe señalarse al hablar de Wenckstern es su relación con la política de expansión alemana de finales del siglo XIX, a la que antes se ha hecho referencia. Se tiene constancia de que parti- cipa activamente desde sus comienzos en la campaña que se desarrolla en Alemania, en especial a partir del nombramiento del alniirante von Tirpitz como ministro de Marina en 1897, para que la nación disponga de una marina de guerra importante. Se sabe que el 15 de diciembre de 1897 pronuncia una conferencia en la Asociación de Ciencias Políticas de Berlín con el título "Argumentación teórica sobre la necesidad de una poderosa flota alemana"'". Pero no se trata de una actuación aisla- da, sino que su colaboración directa en esta campaña patriótica tiene continuidad en los años siguientes. Así, en 1899 publica un trabajo sobre La creación y el mantenimiento de una flota de guerra ule- manaL4"y un año después edita dos nuevos libros en los que se reco- gen los discursos pronunciados en diferentes ciudades en torno al pro- yecto de construcción de una flota alemana2"'. El tercero de los profesores que se quiere destacar es Aifred Weber (186&1958),con quien Flores cursa la asignatura "Política industrialn.A pesar de su larga vida de noventa años, este economista y sociólogo ha sido eclipsado casi por completo por su hermano mayor Max (1864- 1920), quien, sin embargo, debido a su precaria salud, vivió treinta y cuatro años menos y con el que a veces se le ~onfunde'~'.Aifred estudia derecho en la Universidad de Berlín, donde es discípulo de Schmoller. Se doctora en ella en 1895 y cuatro años después comienza a dar clases de economía. Sigue en Berlín, hasta 1904,fecha en la que se traslada a la Universidad de Praga y, poco después, en 1907, a la de Heidelberg, donde permanece hasta su muertez5'.Por tanto, Flores lo tiene como profesor en sus primeros años de experiencia docente, durante los cua- les Weber se ocupa de cuestiones relacionadas con la actividad indus- tria125z. Como economista,Weber es conocido principalmente por su obra Sobre la localización de las industrias, que publica en 1909 como primera parte de un trabajo más amplio titulado Teoría pura de lu l~calización'~'.Weber tenía pensado elaborar una segunda parte de esta obra, pero nunca llegó a publicarla. Se ha escrito que este libro "fue quizá la aportación más original y permanente a la teoría económica escrita en alemán desde Der isolierte Staat de von ThünennB5.En efec- to, Weber parte del concepto de producción agrícola de von Thünen, pero lo transforma convirtiéndolo en un estudio sobre los factores que influyen en la localización industrial. Es importante destacar las dife- rencias metodológicas existentes entre ambos. En este sentido, se ha señalado que, "en contraste con la base empírica de la obra de von Josi MIGUELFERNANDEZ PEREZ

Thünen,Weber extrema el carácter deductivo y abstracto de la teoría locacional, resolviendo problemas muy significativos sobre un espacio ideal homogéneo, a base de combinaciones de distancias y costes de factoresnZS6. A Weber se debe "el primer tratamiento sistemático de la teoría de la localización ind~strial"~~',aunque el modelo teórico que utiliza "fue anticipado por Wilhelm La~nhardt"~~~.Por tanto, se podría afiimar que Weber es un eslabón importante de esa cadena de economistas y geó- grafos, principalmente alemanes, que han tratado de explicar la locali- zación espacial de las actividades económicas por medio de la deno- minada "teoría de los lugares centrales". Esta teoría, que parte de J. H. von Thünen, para quien la localización económica está determinada por su distancia respecto al mercado -es decir, lo que se pretende es minimizar los costes del transporte-, es desarrollada y perfeccionada sucesivamente durante el siglo XX por diferentes autores, entre los que hay que destacar a Aifred Weber, August Losch,Walter Christaller yTord Palandee59. Las inquietudes de Weber se fueron desplazando progresivamente desde la economía hacia la sociología, sobre todo a partir de la 1 Guerra Mundial. Y es en este nuevo ámbito de interés intelectual en el que escribe las obras que más han contribuido a que se le conozca, al menos en España, como es el caso de su Historia de la cultura o de La crisis de la idea moderna del Estado en Europa2"'. A mediados de agosto de 1901 finaliza el semestre de verano en la Universidad de Berlín. Flores escribe inmediatamente una interesante carta a Giner en la que merecen ser destacadas al menos tres cosas. Las dos primeras tienen que ver con Buylla. Una hace referencia a un "tra- bajillo" que éste le pidió a Flores. Pues bien, le encarga a Giner que le informe que saldrá publicado en alemán "en el Jahrbuch de Holtzen- dorf si hay quien lo convierta de discurso en artículo, porque yo no puedo levantar ~abeza"'~'.La segunda cosa que le pide a Giner es que le diga a Buylla "que si ha publicado o publica algo contra la barbaridad de reforma monetaria proyectada, sea servido de enviármelo. Mi articulo sobre eso lo echó para atrás mi padre.Así anda el mundo por esas tierras". La reforma monetaria que Flores critica tan duramente es la que pretende llevar a cabo Angel Urzáiz en su primera etapa como ministro de Hacienda,que se extiende desde el 6 de marzo de 1901 hasta el 19 de marzo de 1902, en un gobierno presidido por Sagasta. Dicha reforma hay que enmarcarla en el contexto de lo que Serrano denomina "la este- la del viílaverdismo", uno de cuyos aspectos es, junto al mantenimiento del equilibrio presupuestario, "la práctica de una política monetaria y financiera estricta y ortodoxa, incluso sin necesidad de considerarla una etapa en el camino hacia el oro, sino un objetivo intrínsecamente deseable. Esto comprendía el control severo de la circulación fiduciaria y las garantías metálicas, pero, sobre todo, la defensa de una progresiva separación entre el Banco de España y el Tesoro para poner coto a una relación acaso mutuamente beneficiosa,pero claramente perturbadora para el resto de la economía"262. Pues bien, la reforma monetaria proyectada por Urzáiz constituye un paso adelante en esa dirección y está formada por tres proyectos. El primero, que se propone disminuir el volumen de plata en circulación, es aprobado por las Cortes y se convierte en la Ley de 28 de noviem- bre de 1901 (Gaceta del 29). En su artículo loestablece que "queda pro- hibida la adquisición por el Tesoro de barras de plata y la acuñación de monedas de 5 pesetas de este En opinión de Serrano, esta medida supone "dar un paso en la dirección del oro, aunque corto, pues el problema de la plata tenía otros dos componentes que se obviaban, a saber, la limitación de su fuerza liberatoria para convertirla en mone- da verdaderamente auxiliar y su desmonetización. Al no tratarse, la me- dida 'produjo solamente un efecto de carácter moral', diría años des- pués Navarro Reverter. Porque ciertamente no volvió a acuñarse plata en toda la Restauración, pero la cantidad existente era tal que siguió pesando de forma decisiva en la situación monetaria española. (. . .) La cuestión era que la progresiva caída del precio de la plata había conti- nuado separando en estos años sus valores legal e intrínseco, haciendo de la desmonetización un proyecto cada vez más caro, en especial para el Banco de España, que tenía como reservas monedas de plata por su valor facial mientras el oro contabilizaba por el de mercad^"'"^. El segundo proyecto que Urzaiz adopta consta de dos decretos de 30 de noviembre de 1901 (Gaceta de 1 de diciembre). Por el primero se autoriza al ministro de Hacienda a presentar a las Cortes "un pro- yecto de ley sobre pago en oro de los derechos de los Aranceles de Aduanas de determinadas mercancías". En su exposición de motivos se hace una ju~t~caciónde la medida en los términos siguientes: "La ley de 28 del mes actual prohibiendo la acuñación de moneda de plata y autorizando al Gobierno para emitir obligaciones del Tesoro con el úni- co y exclusivo objeto de recoger los pagarés emitidos a favor del Banco de España, ha sido el primer paso en la empresa de normalizar nuestra Josi MIGUELFERNÁNDEZ PEREL circulación monetaria, acometida por el Gobierno con el firme propó- sito de que llegue a disfrutar la nación lo antes posible ventaja tan esencial para el desarrollo de su riqueza. Avanzando en ese camino, cree el ministro que suscribe que producirá efectos favorables para la realización de aquel propósito establecer el pago en oro de los dere- chos de Aduanas sobre determinadas mercancías, a semejanza de lo hecho por otras naciones, pero en forma tal que, no implicando, en realidad, la medida una agravación de los Aranceles2"',evite al Teso- ro la necesidad de comprar en períodos fijos, y por cantidades de ante- mano conocidas, la moneda de oro precisa para hacer frente a sus obli- gaciones en el extranjeron2'*.Se añade que "el limitar a los derechos de exportación y a los de importación de algunas mercancías la modifica- ción propuesta, obedece al propósito de afectar lo menos posible la situación de la industria nacional respecto alArance1 y al deseo de evi- tar al pequeño comercio las dificultades con que lucharía para la adqui- sición de moneda de oro". Por el segundo decreto se dispone, en su artículo único, que "los derechos de las mercancías comprendidas en las partidas del Arancel de importación enumeradas en el proyecto de ley que por Mi decreto de esta fecha autorizo al ministro de Hacienda a presentar a las Cortes, se recaudarán desde luego en la forma establecida en dicho proyecto de ley". Ese "desde luego" implica que la medida entra en vigor inme- diatamente, mientras las Cortes proceden a su discusión y después a su aprobación por Ley de 22 de febrero de 1902 (Gaceta del 23y6'.Serrano considera esta ley como "la más decisiva de las medidas monetarias adoptadas en este períodonzw.Pues bien, como resultado de su implan- tación, la cotización de la peseta mejora inmediatamente y, a partir de la Ley de 20 de marzo de 1906 (Gaceta del 22), se generaliza el pago en oro de los derechos de aduana, estableciéndose en su artículo loque "se fijarán y cobrarán en oro todos los derechos de las mercancías que se importen y e~porten"'~'.Debe tenerse en cuenta que, como señala Serrano,"la obtención de oro constituía un requisito previo y necesario para la implantación del patrón, pues de otro modo la convertibilidad no era creíble"z70. Para completar su reforma monetaria, Urzáiz elabora un tercer pro- yecto -cuyo contenido tiene un mayor calado y, por eso mismo, va a resultar más polémico- que presenta en el Congreso de Diputados el 22 de enero de 1902. Con el objetivo de estabilizar el cambio de la peseta y avanzar hacia el patrón oro, Urzáiz "planteó otra acción con el ANTONIOFLORES DE LEMUS ANOS DE FORMHCION LJNlVERSlTAKlA mismo norte aún más ambiciosa. Hablamos -escribe Serrano- nada menos que de la reorganización del Banco de España a imagen del in- glés, imponiendo una severa restricción en la emisión de billetes2-'.Tras el proyecto estaba el diagnóstico de que en España había un problema monetario serio, bien visible al solventarse el hacendístico;problema de- rivado de una organización monetaria muy defectuosa por mantener un claro dualismo Banco-Casa de la Moneda o, dicho en otras palabras, billetes-circulación metálica. Se trataba ahora de ir hacia el oro a través de una reforma institucional, en lugar de plantearlo por medio de la correspondiente acumulación previa de oro"272. En la exposición de motivos del proyecto de Urzáiz se dice que, debido al déficit presupuestario, la circulación fiduciaria ha alcanzado un volumen excesivo que, junto con las elevadas acuñaciones de plata, explican la depreciación de nuestra unidad monetaria. Por ello, una vez conseguida la nivelación del Presupuesto, es necesario reducir la cir- culación fiduciaria hasta situarla en unas cantidades más moderadas. Con esta finalidad, se dispone la reorganización del Banco de España mediante la constitución de un departamento de emisión totalmente separado de las demás operaciones y se le exige al Banco que proceda al aumento de las reservas para los billetes en circulación2". Como seña- la Rafael Anes, "el proyecto de Urzáiz no era ni más ni menos que un intento de implantar en España la ley Peel, el Bank Charter Act de 1844", es decir, un sistema que Schumpeter denomina "cien por cien de reser- vas para los billetes de Banco"'-'. En la prensa de la época se comenta que la emisión de billetes ha pasado de 750 millones de pesetas, en que se fijó en 1874, "a la aterradora cifra de 2.000 millones de pesetas" y que,por ello,"tiene el Sr. Urzáiz el pensamiento de conjurar la crisis eco- nómica que nos agobia con su proyecto que, en su esencia, es la adap- tación a España del acta inglesa de 1844""'. El proyecto de Urzáiz no llegó a convertirse en ley, dice Anes, porque "encontró la oposición del Banco de Españan2'".La consulta por parte de Serrano de las actas del Consejo de Gobierno del Banco de España le ha permitido documen- tar la rotunda oposición desplegada por esta institución al proyecto de Urzáiz, porque considera que atenta contra sus legítimos derechos2". Uno los autores de la época que critican con mayor dureza este proyecto de Urzáiz es José María Jiménez y Rodríguez, autor de una famosa Memoria premiada por la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas"~En ella, su autor se muestra en total desacuerdo con la opi- nión sobre los cambios que Urzáiz defiende en su proyecto, donde afir- Josi MIGUELFERNANDEZ PEREZ ma,"dándolo como cosa perfectamente averiguada yfuera de toda dis cusión, que el exceso de los biiletes en circulación sobre el metálico existente en las Cajas del Banco y las acuñaciones también excesivas de las monedas de plata, eran las causas únicas de la depreciación de nues- tra moneda y 'del consiguiente desnivel del cambio en el e~tranjero'"~. Añade que "la parte dispositiva del proyecto correspondía a esa intro- ducción. Era como una copia o caricatura de la famosa Acta de 1844, aunque más tenía de caricatura que de copia, supuesto que en la obra del Sr. Urzáiz aparecían exagerados los defectos de la de Roberto Peel", hasta el punto de que, de haberse aprobado, "hubiera resultado forzo- samente un encaje superior a la circ~lación"~~.En su opinión, "esto revela el poco detenimiento con que fue elaborado un proyecto tan transcendental, y así hubo de comprenderlo todo el mundo; pues aun- que (más por odio al Banco de España que por otro motivo) algunas entidades aplaudieron la tendencia del proyecto, no hubo un solo eco- nomista español que lo encontrase viable, y algunos convirtieron la crí- tica en chacota"281.Por último, Jiménez, que era abogado y director del Banco de España en Palma de Mallorca -mas tarde es nombrado jefe de las sucursales-, censura que Urzáiz presente su proyecto "sin acuerdo del Banco, a cuyos intereses tan gravemente afectaba, y sin considera- ción a que la organización y situación de ese Establecimiento arranca- ba de un contrato bilateral y oneroso celebrado entre el Estado y el Banco, y que ninguna de las partes tenía derecho a violar o rescindir sin el consentimiento de la otra"2s2. Como se sabe,Tirso Rodrigáñez, sucesor de Urzáiz en el Ministerio de Hacienda, presentará un nuevo proyecto que es sancionado como Ley el 13 de mayo de 1902 (Gaceta del 15). Olariaga afirma que "se hizo una ley de transacción (. . .), en la que únicamente se adoptan disposi- ciones para liquidar en diez años las deudas del Tesoro con el Banco, dejando a un lado los aspectos monetarios"'". Cuando habían transcurrido ya diez años de estos hechos, Urzáiz hacía las siguientes declaraciones a un periodista que le recordaba el fracaso de su proyecto de reforma del Banco de España:

No; el sistema inglés que yo seguía restringía mucho la emisión de billetes del Banco, si bien dejaba a éste en absoluta libertad para sus operaciones bancarias. Me fundaba en la teoría de que el papel es moneda.; que esta es una función regalista y que la circulación fidu- ciaria debe regularse sobre las existencias de oro, y no por la deman- da de préstamos y descuent0s.Y aquí viene lo gracioso del caso. En las secciones triunfaron todos mis candidatos.. . Pero, a pesar de esto, faltó valor para hacer frente a las resistencias que suscitó mi proyec- to de reforma; el gobierno acordó suspender las sesiones, y en vista de ello, dimití. Se enredó aquella crisis y salieron varios ministros284.

Flores no tenía una opinión muy positiva de los proyectos de Urzáiz, como se deduce claramente del hecho de calificar de "barbari- dad"su reforma monetaria2".Pero, además de eso, en un escrito suyo de 1905 lo compara con un ministro ruso de Hacienda, a quien denomina "el Urzáiz ruso".Así, al hablar de la situación de la Hacienda en ese país a finales del siglo XIX, dice que "estuvo dirigida por tres ministros": Bunge,Wyschnegradskiy Witte.Y, a continuación,añade que el sucesor de Bunge,

otro catedrático, Iwan Alexejewitsch Wyschnegradski (en ro- mance: Juan, hijo de Alejo Wyschnegradski), se había anunciado como el "hombre del superávit"y emprendió, en efecto, la obra del superávit a todo trance con una brutalidad que espera su igual en la Historia, tirando a suprimir el papel moneda y, de ahí para arriba, a crear un "fondo libre" con los excedentes. Los principios de justi- cia no le importaron gran cosa: él sabía que tenía que habérselas con un pueblo de bárbaros en el más exacto sentido de la palabra. Convencido el ministro de la incapacidad de la imposición directa en todas circunstancias (. . .), apretó la imposición indirecta, ha- ciendo tabla rasa de la política de Bunge, de salvar a los campesinos. Forzar las exportaciones y contener las importaciones para vencer la balanza de comercio y, por su medio, la balanza de pagos (. ..). El Urzáiz ruso tuvo que dejar el punto a Sergej Juljewitsch Witte (Sergio, hijo de Julio Witte).Witte ha gustado siempre de oponer su política a la de su predecesor de tan triste recuerdo, y de presen- tarse como un coptinuador de Bunge.AlgÚn hacendista occidental de mérito sobresaliente lo considera también de otro modo. Pero yo no logro ver lajustificación de esa opinión y hallo, más bien, en el régimen de Wyschnegradski-Witte una unidad fundamental de pensamiento, pareciéndome enteramente accidentales las diferen- cias.Witte es, sin duda, más genial,pero sus éxitos están en gran par- te preparados por su predecesor, la política del superávit a ultranza continúa; la Hacienda sigue basada en la recaudación indirecta; la exportación continúa forzada, la protección alcanza límites supe- riores y solamente los tratados abren en ella alguna brecha". JOSE MIGUELFERNANDEZ PEREZ

La postura de Luis Olariaga ante los proyectos de Urzáiz no es des- calificatoria como la de Flores. Olariaga formula su crítica desde un punto de vista técnico, pero se muestra comprensivo con el personaje, del que destaca su rectitud y su "ética reciedumbre". Así, en diciembre de 1915, con ocasión de su tercera incorporación al Ministerio de Hacienda en un gobierno presidido por Romanones2*-,Olariaga publica un excelente artículo en el que se pregunta con aparente extrañeza: "iUrzáiz en Hacienda! ¿Cómo ha sido ello?".Y contesta: "el señor Urzáiz ha sido hecho ministro por su significación de hombre recto, enérgico y entendido en asuntos financieros". Después, recuerda su primera eta- pa como ministro y, aunque reconoce las buenas intenciones del pro- yecto y la valentía de Urzáiz al enfrentarse al Banco de España, califica de simplista la teoría que defiende, que le impide ver otros aspectos importantes del problema. Sobre todo ello escribe Olariaga:

El señor Urzáiz fue por primera vez ministro de Hacienda en 1901. Era Sagasta presidente del Consejo. Por entonces el más urgente problema de nuestra Hacienda pública era el de los cam- bios. El dinero español estaba muy depreciado. El señor Urzáiz se propuso remediar radicalmente la cuestión. Para él estaba la clave en ir elevando el valor metálico de nuestra moneda hasta llegar a establecer el patrón oro. Con tal punto de vista intentó reducir el volumen total del dinero circulante, del dinero depreciado. Llevó a las Cortes dos proyectos: el que prohibía la adquisición de barras de plata y la acuñación de monedas del mismo metal con fuerza libe- ratoria,proyecto que fue ley en 28 de noviembre de 1901;y el famo- so proyecto de reforma del Banco. Este Último lo presentó a las Cortes el 22 de enero de 1902. Era un proyecto fulminante que alzó gran revuelo. En términos resumidos puede decirse que quitaba al Banco el control sobre la circulación de billetes. A los pocos días tramóse una conjura de exministros de Ha- cienda, la mayor parte liberales. Las minorías también hicieron fren- te al proyecto. El Sr. Sagasta vióse obligado a suspender las sesiones de Cortes. El Sr. Urzáiz dimitió, y su proyecto fue retirado. En su lugar, el nuevo ministro Sr. Rodrigáñez presentó otro esencialmente distinto. Conste, en primer lugar, que el proyecto del señor ministro dimisionario, al quitar al Banco el poder de regular la circulación fiduciaria, amenazaba derrumbar, más o menos prontamente, sus ganancias; pues sabido es que éstas no provenían de su trajín pro- piamente bancario, sino de especular con el crédito de la Nación. No hace falta, por tanto, esforzarse en convencer de que el Banco movilizó todas sus fuerzas políticas y sociales, y llevó parte preemi- nente en la organización de la cruzada contra el proyecto. Eso era lógico. Pero ocurrió algo más, porque el Banco en aquellos tiempos tenía medio país hostil que le culpaba del estado de los cambios, y el Banco solo no era fácil que entonces diera en tierra, tan presto, con los planes del audaz ministro. Ocurrió algo mas; todo hay que decirlo. Ocurrió que el Sr. IJrzáiz solamente encontró ayuda en alguno de los elementos de antiguo adversos al Banco. Otros de ellos -por ejemplo el Sr. Azcárate- combatieron el proyecto. ¿Por qué? Lo explicaremos. Ya se ha indicado que el Sr. Urzáiz tenía por fin inmediato restringir la circulación monetaria. Para efectuarlo quería pagar al Banco inme- diatamente las deudas del Tesoro, obligándole, en cambio, a retirar de la circiilación varios cientos de millones de pesetas en billetes. Naturalmente, muchas gentes se alarmaron. Era aquel un mo- mento nacional de gran desenvolvimiento económico; los capitales eran muy solicitados. Se temió una crisis de dinero y una alteración de precios. El ministro no procuraba demostrar que efectivamente sobrase moneda circulante, ni daba impresión de contar con sufi- ciente información para acometer con seguridad una empresa tan complicada y tan grave.Y el Banco agarróse a aquella tabla salva- dora.Y se salvó. ¿Qué se vió en el Sr. Urzáiz durante aquella nida lucha que ocasionó sil alejamiento del Gobierno? Una recta y heroica inten- ción: pero también un conocimiento incompleto del problema téc- nico que aspiraba a solucionar. El Sr. Urzáiz tenía su teoría; pero una teoría demasiado simplista que le hacía desconsiderar importantes aspectos de la realidad.Así sus planes eran rígidos y poco explicati- vos. Eran planes de un hombre tan convencido, que no sentía nece- sidad de convencer a los demás. Esto fue para él fatal. Le llevó a pen- sar que toda la fuerza que arrollaba a su proyecto no era sino la fiierza de sus enemigos personales y de los amigos del Banco. Es posible que estemos equivocados; pero nosotros, tal como lo enten- demos, lo afirmamos. Se advierte en el Sr. Urzáiz cierta tendencia mística; cierta ten- dencia a moverse en el mundo íntimo de las intenciones y senti- mientos. Fía mucho e11 dominar el corazón de las gentes con tensos e invisibles hilillos de confianza (. ..). Es además el Sr. Urzáiz hombre de doctrinas, cosa extraña, en verdad, en un político español, y especialmente en un ministro de Josi MIGUELFERNANDEZ PÉREZ

Hacienda. Son sus doctrinas las del liberalismo clásico;por lo menos esa es la conseciiencia que sacamos al analizar su obra política. Con doctrinas que buscan la máxima simplificación de las funciones del Estado respecto a la economía,y con la ética reciedumbre de nues- tro personaje, no es de extrañar su eterna actitud acusadora y dra- mática en un país como España, donde la intervención del Poder público se hace siempre en ventaja de tal o cual particular Empresa. Así se explica perfectamente su labor crítica2%. Unos años más tarde, Olariaga aborda de nuevo el problema del cambio de la peseta, haciendo referencia a los proyectos monetarios que, en los primeros años del siglo XX, intentan poner en marcha tanto Fernández Villaverde como Urzáiz. En este sentido, en 1933 escribe lo siguienteZR9: Todos estos proyectos de ley y todas esas medidas interven- cionistas para moderar los cambios,que fueron sucediéndose entre 1899 y 1914, respondían a una interpretación superficial e incom- pleta del problema monetario,por hallarse inspiradas en la más sim- ple formulación de la teoría cuantitativa del dinero -lo cual no deja de tener cierta explicación, dada la época en que se planearon. Tantovillaverde como Urzáiz creían ciegamente que la solución del problema monetario que habían dejado en España las guerras colo- niales era un sencillo problema de contracción de la circulación, y que bastaba con provocar la desinflación y asegurar luego con el patrón oro la estabilidad monetaria lograda. No se representaban las complicaciones que a la producción podía traer su política, ni las precauciones que habría que adoptar para el futuro en la ley ban- caria en relación con el descuento, ni ningún problema verdadera- mente orgánico en la política monetaria. Por eso carecían de base sólida para defenderse de la acometida de los intereses producto- res, aterrados con la crisis violenta que les amenazaba. Lo único que aceptaron de Viilaverde en la cuestión monetaria sus sucesores fue la idea de una regulación externa y circunstancial de los cambiosz*. Por último, en la carta de Flores a Giner que se está comentando hay una tercera cuestión que debe señalarse. Flores le dice que le gus- taría ir a descansar "como el verano pasado al campo, a la Turinguia [sic],porque estoy muy fatigadonz".Pero hay algo que le impide hacer realidad esos halagüeños y tranquilos proyectos. A finales de julio de 1901 se publica en la Gaceta la convocatoria de las oposiciones a la cátedra de Barcelona,y Flores, un tanto a su pesar, se ve obligado a pre- sentar la correspondiente solicitud. Hay que tener en cuenta que, des- de el verano del año anterior en que sale a concurso la cátedra de la Universidad de Santiago, su padre le esta presionando para que haga unas oposiciones y asegure su futuro'". Parece que entonces Flores consiguió convencerle de la necesidad de seguir en Alemania al menos un año mas y, por ello, no remite ninguna instancia para participar en dicho concurso"'. Pero ahora, precisamente por esa razón, no le queda más remedio que cambiar los planes veraniegos que había trazado y ponerse a preparar en serio la oposición para contentar a su padre, que tiene un gran interés en que se presente.Y entonces es cuando surgen los agobios y las preocupaciones por falta del tiempo necesario. Así, por ejemplo, le comenta a Giner: DOS meses y medio para un trabajo de investigación y dos programa^!"^". La cátedra de Economía política y Hacienda pública de la Univer- sidad de Barcelona había quedado vacante por el fallecimiento de su anterior titular, José Domenech y C~ll'~~.Por eso, "no habiendo exce- dentes ni catedráticos de los comprendidos en el art. 177 de la ley de Instrucción Pública",por R.O. de 2 1 de julio de 1901 se dispone que se anuncie "dicha vacante al turno de oposición directa entre doctores, que le corresponde, con arreglo al R.D. de 27 de julio de 1900, en su art. 15,y de conformidad con lo preceptuado en la Real orden de 21 de septiembre ÚItirn~"~~.En cumplimiento de la citada disposición, al día siguiente, 22 de julio de 1901, el subsecretario del Ministerio de Instrucción Pública, Federico Requejo, firma el correspondiente oficio anunciando la citada vacante al turno de oposición, que se publica tam- bién en la Gaceta del 30 de julio2". El 2 de septiembre de 1901 Flores envía desde Berlín la solicitud para tomar parte en las oposiciones a la cátedra de Barcelona2"".Se sabe, además, que ya ha empezado a redactar "el trabajillo y los progra- mas", pero no consigue hacerlos avanzar como a él le gustaría, sino que "van muy lentamente: estoy fatigado y no quiero agotarme: sería una imbecilidad""'. Sin embargo, tampoco puede coní5arse demasiado, por- que "me aseguran que las oposiciones serán reñidas"'". Además, se ha enterado de que también quiere presentarse Leopoldo Palacios, un compañero de estudios con quien ha tenido fuertes discusiones duran- te el año anterior, hasta el punto de estar dispuesto a batirse en duelo con él, porque considera que ha atentado contra su honor4"'.Por eso, a Flores no le agrada nada la idea de tener que enfrentarse a Palacios, especialmente en el ejercicio de la "trinca"joz. Josi MIGUELFERNÁNDEZ PEREL

La preocupación y la tensión que le genera el pensar en las oposi- ciones le llevan a escribir repetidamente diversas cartas y tarjetas pos- tales a Giner, para compartir así con él su estado de ánimo y tratar de encontrar ayuda en el maestro. Un especial interés tiene, en este senti- do, la carta que le escribe desde Berlín el 2 1 de septiembre de 190 1. En ella empieza haciendo referencia a los cambios que los sucesivos minis- tros de Instrucción Pública, Antonio García Alix y el conde de Romano- nes, han realizado en la regulación del régimen de oposici~nes"~.Y,a continuación, le indica a Giner tres razones por las que le preocupan especialmente estas oposiciones. La primera es su "carácter (?) engrana- do en la mala usanza alemana de discutir bárbaramente: Ces alemands sont toujours un peu en bois! me decía un chico francés saliendo con- migo de una discusión". La segunda es el estado de su vista, que no es bueno y teme que le pueda causar algún problema, sobre todo en aque- llos ejercicios de la oposición que tienen una mayor duración5O4.Como última razón Flores señala la posibilidad de que se presente a la oposi- ción algún amigo, como Leopoldo Palacios, "o gente que merezca no venir a trinca ninguna". Parece que Flores está insinuando su intención de actuar sin piedad alguna contra ese tipo de personas que, por su fal- ta de preparación, no deberían estar en una oposición a cátedra. Respecto a Palacios,Flores le dice a Giner que le ha escrito pidién- dole que hable con él para ver "el medio de que no pase nada, y caso de que aconteciese quedara sin significación 'trascendental', sino sólo que yo llevara lo que mereciesen.Añade que la razón por la que le ha escrito es que ha recibido una carta de Palacios en la que le explica detalladamente su postura "tocante a 'cátedras"', pero que no está de acuerdo con ella, porque la considera no sólo "muy relativa y muy dis- cutible", sino también "muy errada". Al -no disponer de la carta de Palacios, es difícil entender exactamente el sentido de la argumenta- ción que Flores desarrolla a continuación. Parece deducirse que Flores piensa que Palacios actúa con cierta ligereza, pues no es consciente de la enorme responsabilidad que implica ocupar una cátedra. Además, cree que su antiguo compañero de estudios no tiene una preparación adecuada y que la razón principal de que se presente a la oposición es que se ha casado y, por ello, necesita tener una seguridad e~onómica~"~. Por el contrario, para Flores todo aspirante a ocupar una cátedra tiene que tener un nivel suficiente de conocimientos que le permita desempeñar su tarea docente con dignidad, de tal manera que sea capaz de realizar con sus alumnos una triple tarea: primero, orientarles ANTONIOFLORES DE LEMUS:ANOS DE FORMACION UNIVERSITARIA en la disciplina que imparte; segundo, adiestrarles en la aplicación de esa ciencia a la vida profesional y no profesional; y tercero, enseñarles la "construcción científican. Flores piensa que, hablando en general, esa preparación puede adquirirse en España, pero que, en el caso de la Eco- nomía política, "rotundamente no". Y "si ahí no puede aprenderse no puede aprenderse en parte ninguna", porque "se olvida, además, que para pasar del estado ese al deseable y exigible hoy, un científico, o bien un aprendiz de científico económico debería vivir algo más que Matu- salén.. .si es que quería saber por sí y con solos los materiales muertos (libros, revistas, enquetes, Reports, Berichte, etc.)". Ahora bien, jcuál es el panorama que ofrece la Universidad espa- ñola en lo que se refiere a la Economía política? Flores toma como muestra el caso de José Manuel Piernas Hurtado (1843-1911)"" '", cate- drático de Economía política y Hacienda pública de la Universidad Cen- tral, de cuya obra realiza una crítica demoledora y, en cierto sentido, exagerada. Merece la pena transcribirla íntegramente:

Hace unos meses tuve de [sic] hacer una revisión de los libros de Piernas y Hurtado, un hombre ingenioso, sin duda. No hallé más que los dos tomitos de Hacienda'" y los tres diminutos cuadernos de Elementos de Ciencia económicaK'-(les la economía política toda la Ciencia económica señor Piernas? ¿Ni eso?). Es una pena: Sobre orientación toma por libros que hacen época los que quizá no leyeron más que sus autores, y al dar una dirección se le quedan en el tintero las obras fundamentales de un autor (en esto es de ver sobre todol'eoría de la Renta: Ricardo, y sobre Neumann,Wagner'", etc.) o todo el autor. O se engaña por completo. Etc. La vida ecoriórnica como objeto de su investigación.Ignorancia de los hechos a punto que aquí no lo creería un estudiante en primer semestre; absoluta falta de crítica, y en la mayorka de los casos hasta desconocimiento (¿de la existencia?) de las fuentes. Unilateralidad de los juicios (véase sobre Ferrocarriles del Estado y particulares). En llegando al punto esencial de una cuestión se corta la pregunta en vez de dar la respuesta (Vid. sobre afán de lu~ro)~~".Y... el ciien- to de nunca acabar (véase el capítulo sobre la moneda en los Elementos: interpretación equivocada de Flórez Estrada, yuxtaposi- ción de teorías sin llegar al punto donde cada una de ellas es cier- ta; de la construcción sistemática de una teoría jni idea!)"'.

Es obligado preguntarse: ja qué se debe esta crítica tan rotunda de Flores a Piernas Hurtado? No es fácil encontrar una respuesta convin- cente. La postura de Flores es todavía más sorprendente si se tiene en cuenta que está contenida precisamente en una carta dirigida a Giner. Como se sabe, Piernas es un miembro destacado de la Institución Libre de Enseñanza -desde 1888 forma parte de su Junta Directiva como con- siliario- y tiene una relación estrecha con su fundador. Por ejemplo, se conoce que en 1870 fue profesor "auxiliar de Filosofía del Derecho, la asignatura de GinerV3".Lo que sí está claro es que en la crítica de Flores hay una cierta exageración, porque reduce a sólo dos libros la obra científica de un autor que había publicado otros muchos trabajos que, además, contaron en general con una buena -y, en algún caso, excelen- te- acogida entre el público, como se deduce de las diversas ediciones que se hi~ieronj'~.Por otra parte, la opinión de Flores sobre Piernas Hurtado contrasta con la de otros autores contemporáneos. Así, por ejemplo, Otero Pedrayo, que fue alumno suyo, escribe: "Tenía nombre de muy sabio el señor Piernas Hurtado, catedrático de Hacienda, repu- blicano y marqués (. . Asistí alguna vez a la clase de Piernas. Daba la impresión de ser muy docto y muy cansadon314.A su vez, Gabriel Franco, que incluye a este autor en la "escuela ético-social",dice que "el gran mérito de dar a luz una obra según la nueva sistemática le correspon- de sin duda a José Piernas Hurtado, entonces profesor en la Universi- dad de Madridng5.Pero, sin duda, la valoración más positiva de la obra de Piernas se debe al importante hacendista norteamericano Seligrnan, para quien el Tratado contiene diversas aportaciones de gran interés316. Entre ellas destaca, primero, que supo asimilar críticamente la investi- gación hacendística extranjera reciente; segundo, que se acercó a las ideas del marginalismo financiero en lo referente al principio ideal de imposición, al estudiar el reparto de la carga tributaria; y, por último, que dio a conocer las obras de numerosos autores españoles, no sólo del siglo XVII sino también más modernos3". Sin embargo, los hacendistas españoles posteriores a Piernas Hur- tado consideran que este juicio de Seligman es excesivamente benévo- lo. Así, por ejemplo,Juan Sardá y Lucas Beltrán, aunque reconocen que "la obra de Piernas ha tenido una gran importancia en la historia de la ciencia financiera española"y que "tiene,sin duda, méritos que explican su éxito: gran amplitud, criterio sistemático relativamente moderno, claridad de exposición", señalan que,"al lado de estos méritos", existen también "algunas lagunas e impreci~iones"~'~.Unos años más tarde, L. Bel- trán adopta una postura más crítica al afirmar que "este libro fue pro- bablemente el mejor tratado español de Hacienda publicado entre los ANTONIOFLORES DE LEMUS: ANOS DE FORMACIÓN UNIVERSITARIA años 1860 y 1917, en que aparecieron, respectivamente, la citada obra de Toledano"" La Hacienda española: los impuestos, de Francisco Bernis; pero éste es casi su único mérito: sus criterios cientificos son, en el mejor de los casos, elemental es,^ con frecuencia desorbitados; sus errores de carácter histórico, numerosos"s20.Por su parte, el profesor Fuentes Quintana opina que "el juicio (. . .) de Seligman parece clara- mente generoso para la obra de Piernas Hurtado; en particular, su cono- cimiento de la Hacienda pública de la época puede discutirse a la vista de la exposición que Piernas hace en su manual de la obra de los hacen- distas alemanes, por no referirnos a su confesada ignorancia de las obras inglesas de Hacienda pública"s2'. En un trabajo reciente, Malo Guillén reivindica la importancia de la obra de Piernas en el contexto de la reacción que se produce dentro del krausismo -protagonizada por sus dos representantes más cualifi- cados, Giner de los Ríos y Azcárate- contra la escuela econorni~ta~~~.Así, afirma que su Tratado es "el texto fundamental de economía de la corriente krausi~ta"~~~,subrayando el destacado papel que juega esta obra en la renovación de los estudios sobre Hacienda pública. En este sentido, señala que su aparición "representó un avance sustancial res- pecto del estado en que se encontraba la ciencia de la Hacienda en España", aunque añade a continuación que "en ediciones posteriores de la misma obra no se acometió una profunda labor de actualización de sus contenidos teóricos, por lo que el proceso de renovación se Por otra parte, este mismo autor señala que este libro es el que "mejor permite observar cómo se concretaron en propuestas prác- ticas las teorías krausistas sobre la intervención pública en economía, usualmente expuestas en términos vagos y difusos". Por todo ello, Malo Guillén acaba reconociendo que "nos vamos a encontrar con el sor- prendente fenómeno de que una feroz discusión doctrinal en torno a principios generales de carácter abstracto y metafísico se diluye en buena medida al considerar las propuestas prácticas que de ellos se derivan. Así, se puede observar que Piernas se mostraba conforme con la política del laissez faire, pese a lo que manifestaba en la presenta- ción de la obra"325. En fecha posterior, en un excelente trabajo publicado en 2004, Za- balza se ha referido también a la obra hacendística de Piernas2?Aunque empieza reconociendo que "la influencia del Tratado de Piernas es innegable" en los hacendistas españoles que escriben en los primeros años del siglo XX,critica a este autor por haber mantenido su principal obra "prácticamente inmutable a lo largo de todas sus distintas edicio- nes". Un hecho que contrasta claramente con el proceder de otros hacendistas, quizá menos conocidos, como es el caso de Francisco Gil y Pablos, que "incorpora algunas de las aportaciones esenciales que sobre este aspecto de la tributación [el problema de la difusión del impuesto] se habían producido en la última década del siglo XIX, como por ejemplo, la teoría de la traslación de los impuestos del economista italiano Maffeo Pantale~ni"'~'. Flores termina esta larga carta a Giner hablando de sí mismo, qui- zá para subrayar el contraste entre la pobre opinión que tiene de Piernas Hurtado y lo que quiere llegar a ser él. Pero, sobre todo, parece que desea poner de relieve cuál es, a su juicio, el fruto más importante que ha sabido arrancar de su estancia en las universidades alemanas. Así, escribe: "Y dejo a los otros para venir a mí (. . .). No sé nada pero, (jse lo digo con la mayor satisfacción de mi vida!) jsé trabajar!3LX.¡Si Dios no me dejase ciego! Hay partes del método que ya las aplico como los leguleyos las fórmulas del Enjuiciamiento, hasta dormido. Dios y yo sabemos lo que hago por resolver el problema -¡y tengo esperanzas de resolverlo!-. En otras cosas he ganado también". La carta de Flores incluye una posdata en la que anuncia a Giner su intención de volver a España a finales de octubre de 1901. Se sabe que estos planes se cumplen según lo previsto, porque el 24 de noviembre le envía una tarjeta postal desde la "Residencia Real de Aranjuez". A partir de ese momento, se interrumpe temporalmente la relación epistolar entre ambos, que no se reanuda hasta agosto del año siguiente. Pero, antes de volver a España, Flores avanza en la elabora- ción de los dos programas y del trabajo de investigación que tiene que realizar para presentarse a las oposiciones a la cátedra de Barcelona. Este último lo finaliza durante el verano y se dispone de dos versiones o copias del mismo. La primera, que lleva por título "Presente y porve- nir de la exportación española al Imperio alemán", está firmada en Berlín en 1901 por "A. Flores, antiguo alumno de las Universidades de Madrid, Granada, Oviedo, París, Tiibinga, Berlín, etc.". Es un trabajo manuscrito sin paginación, bastante extenso y con abundante informa- ción estadística sobre la evolución del comercio hispano-alemán duran- te la década 1890-1900.La segunda copia adopta un título ligeramente diferente,"La exportación española al Imperio alemán", y parece ser la versión cali@ada y -posiblemente- corregida de la anterior, por lo que puede considerarse como la definitiva, es decir, la que ha prepara- ANTONIOFLLORES DE LEMUS:ANOS DF FORMACON UNIVERSITARIA do para presentar a las oposiciones. En su portada -en la que se inclu- ye una cita de Schmoller,como en la otra copia- consta que su autor es "A. Flores, antiguo alumno de las Universidades de Madrid, Berlín,Viena, etc."y está fechada en "Viena,vacaciones largas de 1901"52? Este hecho parece indicar que Flores, antes de volver a España, se ha trasladado a dicha ciudad, tal como había conlentado a Palacios en una carta, quizá para terminar su trabajo. En relación con los programas, se dispone del "Programa de un curso de Economía política""", fechado en Berlín, "curso de invierno de 1901-1902"yde unC'Borradorde un Programa de Hacienda públi~a"'~'.Como señala Fuentes Quintana,"estos dos progra- mas (. . .) no son tan sólo la enumeración de temas enunciados en dis- tintas lecciones, sino que cada programa va unido a una explicación del contenido de cada lección y de los motivos para considerarla parte del programa. Los programas detallan el contenido de sus distintas materias y la bibliografía disponible para su estudio"332. Esta vuelta temporal de Flores a España, de la que no han hablado hasta ahora los estudiosos de su obra, parece responder a la necesidad de presentar la documentación exigida, es decir, los dos programas de las asignaturas de Economía política y Hacienda pública y el trabajo de investigación,para poder realizar los ejercicios de las oposiciones a la cátedra de Barcelona5'. El 18 de enero de 1902 se publica en la Gaceta la composición del Tribunal que va a juzgar las oposiciones a las cáte- dras de Economía política y Hacienda pública de las universidades de Barcelona, Santiago y Vallad~lid~~'.Al mismo tiempo, se da a conocer la relación de los opositores presentados a cada una de ellas. Para la cáte- dra de la Universidad de Barcelona el número total de aspirantes es ini- cialmente de treinta, a los que se añade después uno mis"'. Entre todos ellos destacan como más conocidos, además de Flores, Bernis, Zumalacárregui, Valle Pascua1 y Palacios. Por razones que se descono- cen, los ejercicios de la oposición no dan comienzo hasta el mes de enero de 1904.

En la Universidad de HeidelbergB6

Ante este enorme retraso, Flores decide volver de nuevo a Alemania a finales de abril de 1902 para cursar diversas materias en el semestre de verano. La Universidad que elige ahora es la Rzlprecht-Karls-Univer- sitat de Heidelberg, que cuenta con una larga tradición. En efecto, esta Universidad es la más antigua de Alemania, pues fue fundada en 1386 y, aunque perdió importancia en los siglos XVII y XVIII, cobró nuevo auge a partir de 1803 con Karl Frederick3". En ella han enseñado hom- bres tan famosos como Reuchlin, Pufendorf, Gervinus, Fischer y Bunsen. Bernis la considera -junto a las universidades de Berlín, Bonn y Halle- uno de los centros docentes más adecuados para ampliar los estudios de economía y la principal razón que esgrime es su profesorado: "Los profesores de esta Universidad, Rathgen, Scherrer, Kindermann y, fuera de la Economía pero en relación con eila, el profesor de Derecho y teo- ría del Estado Jellinek me hacen esta Universidad deseable"33x.Pues bien, a las clases de dos de ellos asiste Flores durante los meses de abril a agosto de 1902, matriculándose en la Facultad de Filosofía en seis asignaturas, que son explicadas por cuatro profesores:"Economía polí- tica teórica" y "Hacienda pública", por Rathgen;"Economía política apli- cada",por Kindermann;"Banca y política bancaria"e "Historia de la Eco- nomía política", por Leser; y, por último, "Historia del colonialismo desde la era de los descubrimientos",por Schafer.También se matricula en el "Seminario de Economía política", dirigido por el profesor Rathgen. Fuentes Quintana se limita a dar los nombres de estos profesores y de las materias que explican, alegando que "sabemos muy poco" de Hay que reconocer que ninguno de los cuatro puede compa- rarse con los grandes maestros de la Universidad de Berlín, pero tam- poco son unos completos desconocidos.Por eilo, si se hace un pequeño esfuerzo de búsqueda de información, es posible llegar a conocer más cosas sobre eilos, al menos de los dos más importantes: Karl Rathgen (1856-1921) y Emanuel Leser (1849-1914)340. Rathgen era hijo del ex ministro de Schleswig-Holstein y cursa estudios de Derecho y Ciencias Políticas en Estrasburgo, Halle, Leipzig y Berlín. Entre 1882 y 1890 es profesor en la Universidad de Tokio, lo que explica que fuera un especialista en la economía del Asia oriental, hecho que se pone de manifiesto a través de sus numerosas publica- ciones sobre Japón3". Durante los años siguientes es profesor en las uni- versidades de Berlín, Marburgo, Heidelberg (de 1900 a 1907, coinci- diendo con la estancia de Flores342)y, por último, en Hamburgo. Rathgen es también un experto en cuestiones relacionadas con la política co- mercial y colonial. Como se ha señalado antes, Bernis lo destaca entre los profesores de las asignaturas de contenido económico.Además,a lo largo de su Memoria cita en varias ocasiones a este economista, indi- ANTONIOFLORES DE LEMUS:AQoS DE FORMACIÓN UNIVERSITARIA cando sus principales trabajos y aportaciones. Así, al examinar la evo- lución de la población y los movimientos migratorios señala que "elementos previos de estudio son: las fuentes oficiales estadísticas, las revistas y boletines, en ambas cosas posee Alemania excelentes auxilia- res (. . .) y los trabajos que en los Escritos de la Unión para la Política Social (Vereinsfür Socialpolitik) se han publicado de Schmoller,Thiel, Sombart, Sering, Philippovich, Rathgen, Hehl""'. Más adelante, cuando alude a la historia del comercio, Bernis escribe: "La literatura alemana es enorme.Además de lo que se dice al hablar de la teoría comercial, fijándome con Rathgen en los libros que estudian el desarrollo nuevo comercial son merecedores de estudio los libros de Wolfbaner, Mataja, Rathgen, Adler, Ehrenberg,Wernicke. . ."344. POCOdespués hace referen- cia a la teoría del comercio, señalando que "el comercio se opone hoy a conceptos antes comprendidos en éste: no es ya toda la actividad comercial desarrollada en el cambio, sino exclusivamente aquella que con el propósito de ganancia acerca los productos al consumidor"'". Bernis vuelve a citar de nuevo a Rathgen al analizar la "estadística mercantil", sobre la que escribe lo siguiente:"Las fuentes para el estu- dio estadístico del comercio participan en Alemania de la plenitud y seriedad y abundancia con que estos trabajos se cumplen allí. Las citas hechas en otros sitios al hablar de Estadística o de aspectos estadísticos, las doy aquí por reproducidas.Además: Rathgen en el Diccionario de Elster.. .""O. En efecto, en el Diccionario de Economíapolítica de L. Els- ter se contiene una colaboración de Rathgen sobre "Estadística comer- cialnji7.Y en otro Diccionario más famoso, el de Conrad -del que se ha afirmado que es "la principal enciclopedia económica alemana"-'4H,se incluye también un extenso trabajo de Rathgen y Lexis con el título "Po- lítica c~mercial"~~~'.Por último, debe recordarse que Rathgen es director del Seminario de Economía política de la Universidad de Heidelberg y que Flores asiste a sus sesiones"". De Emanuel Leser, profesor de "Historia de la Economía política"y de "Banca y política bancaria", se conocen diversos trabajos suyos que guardan una relación bastante estrecha con las dos asignaturas que ex- plica. Por una parte, están sus ensayos sobre historia del pensamiento eco- nómico, ya sea como autor o como traductor y editoF5'.Por otra, deben citarse también sus trabajos publicados relativos al sector ban~ario'~'. El semestre de verano de Flores en la Universidad de Heidelberg se prolonga hasta finales de agosto de 1902.Así,se sabe que el 16 de dicho mes sigue asistiendo a las clases, pues al día siguiente escribe una carta a Giner en la que cuenta que, a la vuelta del Seminario, se ha en- contrado con una tarjeta que Simarro le ha dejado anunciando su pre- sencia en la ciudad. Es interesante poner de relieve la contraposición que Flores establece entre su concepción ideológica y la de Simarro.Al "médico-sicólogo" lo describe como "un entusiasta del individualismo democrático (cum grano salis!) americano", mientras que a sí mismo se define como un "economista neo-mercantilista imperialista, milita- rista a la Pr~siana!"~~.Una vez más, se constata la intensa admiración que Flores tiene por Alemania, un sentimiento y una valoración que se han acrecentado durante su estancia en este país. Es importante destacar la fecha de esta última carta porque a partir de la misma se corta, aunque sólo sea momentáneamente, la correspon- dencia entre Flores y Giner. Esta puntualización temporal pretende corre- gir el error en que incurre el profesor Velarde al hablar de un supuesto "viaje de estudios" de Flores a Heidelberg, que tendría lugar en 1912,"del que no tenía noticia alguna, y que convendría investigar más a fondoq5'. En realidad,no hay nada que averiguar sobre esta cuestión por una razón muy sencilla: la estancia de Flores en Heidelberg -no un simple viaje de estudios- tiene lugar durante el año 1902,y la carta que escribe a Giner no corresponde a 1712, sino a diez años antes. La cuestión tiene cierta importancia porque, en contra de lo que supone Velarde, la interrupción de la correspondencia entre Flores y Giner se produce en 1906 -la Úiti- ma carta que le dirige está fechada el 27 de mayo de este año- y no en 1912. Por tanto, a diferencia de lo que afirma Velarde, no hay que atri- buirle un especial significado, ya que coincide con su agregación al Ministerio de Hacienda en comisión de servicios por R.O. de 3 de sep- tiembre de 1706"5. Está claro que, al residir Flores en Madrid a partir de ese momento. sus cartas a Giner se hacen totalmente innecesaria^^^^.

Vuelta de Flores a España y acceso a la cátedra de Barcelona

No se sabe exactamente cuándo se produce la vuelta definitiva de Flores a España.A la espera de la nueva información que pueda surgir del análisis de la documentación del Archivo Flores be Lemus, la fecha que dan la mayoría de autores es el año 1903, sin ninguna precisión mayor.Así, Carande afirma que "el 30 de septiembre de 1903 está en Madrid", como lo prueba el hecho de que ésa es la fecha de la instan- ANTONIOFLORES DE LEMUS:ANOS DE FORMACIÓN UNIVERSITARIA cia que presenta solicitando tomar parte en las oposiciones a la cátedra de Vallad~lid~~'.Más recientemente, Serrano escribe que "permaneció allí (en Alemania) hasta 1903"5H.Por su parte,Antonio de Lecea se refiere a "su estancia en Alemania (1 900-1902)", lo que viene a ser lo mismo359. Lo que parece estar claro es que Flores no sigue nuevos cursos en las universidades alemanas, pues no se tiene constancia de que se matri- cule en ninguna de ellas. Una vez en España, "residió de nuevo en Ma- drid mientras preparaba las oposiciones a la cátedra de Barcelona"'". El 10 de enero de 1904 aparece publicado en la Gaceta un anuncio, firmado por el presidente del Tribunal de oposiciones, Piernas Hurtado, por el que se convoca a los opositores "para las dieciséis del día 27 del actual, para que concurran al Salón de Grados de la Facultad de Dere- cho en la Universidad Central, a fin de dar comienzo a los ejercicio^"^". El 27 de enero, antes de dar comienzo a los ejercicios de la oposi- ción, el Tribunal, una vez constituido, hace pública la relación de los opositores "que han sido admitidos para tomar parte en los correspon- dientes ejercicio^"^". En ella figuran sólo seis personas:Juan Fernández Loaysa, José Santaló y Rodríguez, Antonio Flores de Lemus, Francisco García de Cáceres, Francisco Juan Benlloch y Angel Sánchez Vera. Los restantes veintiséis aspirantes a la cátedra han quedado "excluídos,por no haberse presentado al llamamiento del Tribunal, ni intentado justifi- car la causa que se lo impidiera""3.A continuación, comienzan los ejer- cicios, que se prolongan hasta el 16 de marzo de 19043". Se dispone de alguna información nueva, que no ha sido utilizada hasta ahora, sobre el desarrollo de la opo~ición~"~.Así, se sabe que, en el quinto ejercicio, Flores de Lemus somete a una dura crítica a uno de los aspirantes, José Santaló Rodríguez. Por una parte, le echa en cara que en su exposición se haya limitado a repetir el contenido del trabajo de investigación presentado, que trata de las formas sociales de produc- ción -las cooperativas-, cuando "el Reglamento dice terminantemente que ha de consistir este ejercicio en el desarrollo oral del trabajo, y en tierra de Castilla 'desarrollar' no es en ningún caso repetir.Y si como en la mayor parte de los casos humanamente pensando ha de suceder que el trabajo es más largo de lo que una hora de exposición consiente, como ya sabemos por experiencia, resultaría el ejercicio un desarrollo al revés; y no veo que este sea el modo más derecho de cumplir el Reglament~"'~. Por otra parte, Flores afirma que ninguna de las características que Santaló atribuye a las cooperativas es exclusiva de éstas. De una de ellas Josi MIGUELFERNANDEZ PÉREZ

(que enuncia diciendo "que sea libre y voluntaria") seña1a:"Si el Sr. San- taló hubiese estudiado la ley alemana a que hace referencia sin cono- cimiento bastante, y la hubiese opuesto a la legislación francesa, por ejemplo, le habría entrado por los ojos la vaciedad de su característica". Por último, le critica también la ausencia de "grandes autoridades" en la bibliografía citada, utilizando expresiones un tanto despectivas que pretenden poner en evidencia la ignorancia del contrincante, como por ejemplo:"¿le suena Sr. Santaló?"367. Una vez realizada la crítica del trabajo de su oponente, cuya réplica se desconoce, tiene lugar la exposición de Flores para explicar la meto dología, contenido y conclusiones de la investigación que ha presentado a la oposición, que versa sobre "La exportación española al Imperio ale- mán". Flores quiere poner de relieve que su trabajo -quizá para señalar la diferencia con su oponente- constituye una auténtica investigación de carácter científico.Así, afirma que,"el material está tomado siempre de la fuente, los cálculos hechos directamente sobre ella: esto se exige hoy en todas partes a la investigación científica". Sobre el objetivo perseguido en el estudio dice que "era averiguar la situación de nuestra exportación al Imperio alemán, sus determinantes y los movimientos que está llama- da a experimentar en lo porvenir próximo". En cuanto a la metodología utilizada, señala que "el proceso científico ha sido: en el método estadís- tico se ha determinado siempre la estática y los movimientos de las masas fundamentales. Los determinantes se han buscado con el método histó- rico donde se trataba de un proceso y por análisis abstracto en los demás casos. En éstos se ha probado después el influjo de cada determinante para ver si esos influjos eran o no sensibles, y cuando lo han sido se ha procurado dentro de lo posible la determinación de la cuantía del influ- jo por estos métodos y en este orden: método estadístico, estimación observación de masas, observación típica individual y convencimiento subjetivo". Entre las conclusiones a que llega en su trabajo destaca la siguiente: ". . .contra lo que generalmente se cree, la política del Canciller Caprivi no ha llevado consigo un aumento sensible en las importaciones, habiendo sido su efecto principal reforzar la tendencia ya iniciada en el sistema del príncipe de Bismarck de aumentar la producción de vinos de calidad en Alemania, disminuyendo la de los vinos ordinarios (. . .). Esta tendencia explica en parte el efecto al parecer paradógico [sic]de la polí- tica del Canciller Capri~i"~~. A continuación, se produce la crítica de Santaló al trabajo de Flo- res, una crítica fácil y de poco calado que parece se centra principal- mente en el hecho de que su oponente no ha puesto al día las estadís- ticas utilizadas. Flores se defiende contestando que "mi trabajo fue es- crito para la época en que parecía que iban a celebrarse las oposiciones y por esta causa no llega hasta el día. Sin embargo, hacerlo hasta la épo- ca presente es cosa fácil aunque yo no lo he de hacer aquí y si no se ha traído antes ha sido [más] por las dificultades de la copia (había que levantar todos los estados) que por las dificultades del objeto". Como resumen de los ejercicios de la oposición, Velarde afirma que Flores "realmente no tuvo contrincante desde un punto de vista ~ient%co''~~''. Finalizada la oposición, por R.O. de 28 de marzo de 1904 (Gaceta del 3 de abril) Flores es nombrado "catedrático numerario de Economía política y Hacienda pública de la Facultad de Derecho y Ciencias So- ciales de la Universidad de Barcelona, con el haber anual de 3.500 pese- tas y demás ventajas que concede la Leyn''O. Unos días más tarde, el 5 de abril, toma posesión de su cátedra y, a continuación,"iniciará sus clases en la Universidad de Barcelona de forma inmediata, clases rodeadas de una gran expectación del alumnado", según subraya Fuentes Quin- tana"'. Sin embargo, lo que no se ha destacado suficientemente es que los deseos de Flores iban en una dirección muy diferente, porque lo que él quiere realmente hacer en ese momento -y hay que reconocer que constituye una aspiración totalmente legítima y comprensible- no es empezar a deslumbrar a sus alumnos en las clases con sus conoci- mientos y sacarlos de la situación de ignorancia en que se encuentran, sino volver a Alemania a emprender nuevos estudios. En efecto, como señala Carande, ya "antes de aparecer el nombramiento en la Gaceta, y desde Barcelona, el 5 de marzo, solicita permiso para trasladarse a Ale- mania y estudiar allí, pensionado, la organización y obra realizada por la estadística del trabajo en aquel país"72. La justificación que da Flores al estudio que propone es la siguiente:

Cuando,penetrado de la importancia de informaciones seme- jantes, el gobierno español envió al extranjero persona que las hiciera, no realizó ésta, por lo que toca a Alemania, obra aprovecha- ble. De las investigaciones de estadística del trabajo realizadas por aquel imperio, y sus estados, se escaparon casi todas a la considera- ción del delegado español;los métodos no fueron objeto de estudio conveniente, hecho con la preparación de un profesional, y el de- legado de España equivocó, finalmente,el Órgano principal de la es- tadística imperial del trabajo que, poco antes, había pasado a la competencia del instituto imperial de estadística. La información correspondiente carecía, así, de valor y, después,quedaba por llenar una laguna importante en los trabajos auxiliares de la institución de la estadística del trabajo, en nuestra patria3-'.

Al leer este párrafo, de contenido muy crítico pero matizado, no puede dejar de sentirse una enorme curiosidad por saber a qué perso- na concreta está haciendo referencia Flores. Pues bien, si se consultan los ya numerosos estudios disponibles sobre este economista el resul- tado no puede ser más decepcionante: no existe la más mínima refe- rencia a este asunto, ni siquiera una posible pista"'. Ningún autor ha reparado en él o, lo que parece más probable, se ha aventurado a suge- rir un nombre. Sin embargo, existen algunas informaciones que permi- ten sugerir, aunque sea con un cierto riesgo de equivocarse, que esa persona es Juan Uña y Sarth~u"~.Precisamente, un trabajo de este autor proporciona una serie de datos que hacen posible afirmar, con cierto fundamento, que él es el anónimo destinatario de las referencias críti- cas de Fl~res''~. A pesar de estar perfectamente justificada la argumentación de Flores desde un punto de vista técnico, por desgracia no se le concede la pensión solicitada3--,por lo que se ve obligado a permanecer en Es- paña y a asumir sus responsabilidades como catedrático, es decir, empe- zar a dar sus clases en la Universidad de Barcelona. Pero su estancia en ella es más bien corta y, además, se ve interrumpida en numerosas oca- siones y por motivos diferentes. Haciendo un cálculo generoso, se po- dría decir que imparte clases durante dos cursos completos y una par- te, mayor o menor según los años, de otros cuatro cursos más. Por otro lado, los cursos completos no son consecutivos, sino que se sitúan uno casi al principio y el otro al final de su etapa en Barcelona. La distribu- ción de todos esos cursos debió ser aproximadamente la siguiente:

Curso 1903/1904: Flores toma posesión de su cátedra una vez comenzado el mes de abril, por lo que apenas quedan dos meses de clase. Esta limitación temporal difícilmente le puede permitir desarro- llar una actividad docente normal con unos alumnos que, se supone, han estado hasta entonces a cargo de otros profesores.

Curso 1904/1905: Flores inicia el curso con normalidad, pero el 22 de noviembre solicita al Ministerio de Instrucción Pública un mes de licencia sin sueldo, a partir del 7 de enero de 1905,para hacerse car- go de una de las "nuevas organizaciones" que se acaban de crear en la Escuela de Estudios Superiores del Ateneo de Madrid? el Laboratorio de Economía'" '"l. Una vez concedido el permiso, Flores advierte desde el principio que el tipo de trabajo que quiere realizar en el Laboratorio exige que el numero de alumnos sea muy reducido -no deben pasar de diez- y que desea reunirlos para las clases "no en el Salón de Sesiones, sino en algún local apartado,priz~atissime,como indican los programas alemanes. E1 Ateneo designó a este fin la Sala de Juntas, de inmejorables condiciones para el caso"'". Pero, llegado el día previsto para la prime- ra sesión del seminario, el número de personas que acuden es tan gran- de que no caben en dicha Sala ni de pie. Como "era absolutamente imposible que todos los presentados tomasen parte en los trabajos, y para que la selección se hiciese por sí misma, se decidió dar una con- ferencia, en el Salón grande, que sirviese de orientación acerca de la naturaleza y carácter de la institución que inauguraba entonces sus tra- bajos'>82. En esta conferencia, que se celebra el 28 de enero de 1905, Flores explica que el régimen de los Seminarios alemanes de economía responde a una concepción metodológica totalmente diferente a la del sistema tradicional español de enseñanza, pero que, en todo caso, el aprendizaje de la economía que se hace en nuestras universidades puede servir de "orientación previa" para el Seminario.A continuación, pone de relieve el carácter fundamentalmente pedagógico que preten- de darle al Seminario, haciendo una referencia al origen y funciona- miento de esta institución en Alemania:

Si el Laboratorio responde a uria exigencia puramente peda- gógica, claro es que no debe considerarse como enteramente fun- dada la opinión muy extendida de que aquella institución sea pro- pia de tendencias determinadas en la Ciencia económica. No; el Laboratorio supone solamente que la ciencia es un hacel; y como tal actividad,puede y debe ser educada y artísticamente reglada, sin que esto pueda conseguirse lanzando el profesor la obra hecha, desde la cátedra, sino haciendo los alumnos la obra guiados por el profesor. En otros términos: el Laboratorio se refiere a la forma de la enseñanza y no a su contenido. Y, sin embargo, aquella creencia tiene, como todas, sus visos de razón y sus apoyos. El primer Seminario de ciencias económicas le fundó el gran Maestro del realismo, que se llamó Ernesto Engel; rea- listas son los más insignes Directores de Seminario actualmente; la extensión de los Seminarios por Europa y América va unida a la Josi MIGUELFERNANDEZ PEREZ

extensión del realismo, y en España es al Único representante, a la razón [sic]de esta tendencia económica en nuestro país, a quien el Ateneo encargó de dirigir el Laboratorio. Esto procede del papel predominante y principalísimo que el realismo económico concede a la observación de los hechos en el estudio de la vida económico-política, y que hace indispensable la preparación larga y severa en el empleo de los cada vez más finos, complejos y difíciles métodos de observación de los fenómenos sociales. Sin aquéllos, el economista de la tendencia indicada no puede dar un paso, mientras que el economista abstracto puede bien fácilmente pasarse con las reglas del juicio de antiguo conte- nidas en los manuales de Lógica. La misma amplitud de los Seminarios hace que no pueda ha- blarse, sino muy vagamente, del método general de trabajo. General- mente se agrupan en torno de cada Director aquellos economistas que más de cerca siguen sus doctrinas económicas, y esto hace que el caráter de cada Seminario esté fuertemente influido por la per- sonalidad del profesor que lo dirige.Acontece también que una de las grandes reputaciones económicas de Europa, en una gran Uni- versidad pueda elegir sus alumnos con muy otra amplitud que un profesor más modesto, y hombres que ya vienen con una fuerte preparación científica en nuestra disciplina pueden, naturalmente, trabajar de otro modo que jóvenes principiantesJm.

Por último, Flores destaca las características más relevantes de los principales Seminarios alemanes dirigidos por Wagner, Schmoiler, Sering, Meitzen, Bücher, Stieda, Cohn, Lexis, Brentano, von Neurnann, Pierstoff..., señalando las publicaciones más importantes de dichos Seminarios, y termina indicando el método de trabajo que le parece más adecuado para su Laboratorio. Después de esta conferencia de Flores, que tiene un amplio eco en la prensa de Madrid3s",queda constituido el Labora- torio con un total de diez alumnos, tal como había exigido Floresjx5. Sólo se celebran tres sesiones3%,que se dedican al "examen del conve- nio adicional al Tratado de Comercio vigente con Noruega, que es el tema contenido en el Programa"jx7~ Pero el Laboratorio "no pudo, sin embargo, terminar sus tareas, por haber sido llamado el profesor por el Excelentísimo Sr. Ministro de Hacienda para colaborar en la prepara- ción de nuestros Tratados de C~rnercio''~~~. En efecto, el 10 de febrero el Ministerio de Hacienda pide al de Ins- trucción Pública que autorice una comisión de servicios a Flores para participar en los trabajos preparatorios de la reforma aran~elaria~~.Se otorga la correspondiente autorización por R.O. de 13 de febrero de 1905 y, de esta forma, comienza su larga y fecunda colaboración con el Ministerio de Hacienda que, en esta etapa inicial, se ve condicionada por diversas interrupciones. Así, la caída del gobierno de Fernández Villaverde y el nombramiento de un nuevo ministro de Hacienda, José Echegaray, provoca que, por R.O. de 26 de julio de 1905, se declaren concluidos los trabajos relacionados con la elaboración del nuevo aran- ce13". Mientras tanto, el curso ha finalizado y Flores sólo ha podido encargarse de las clases durante el primer trimestre. Una cuestión de la que se dispone de escasa información es la par- ticipación de Flores en la Segunda Asamblea Universitaria, que se cele- bra en Barcelona entre el 2 y el 7 de enero de 1905392.La Asamblea se inaugura con un discurso del rector de la Universidad de Barcelona, Rafael Rodríguez MéndeP9'. Entre los temas de carácter general, se dis- cuten tres ponencias: "Autonomía universitaria", redactada por Gu- mersindo de Azcárate, catedrático de la Universidad Central de Madrid; "Enseñanza universitaria",elaborada por Miguel de Unamuno, rector de la Universidad de Salamanca y "El profesorado", que presenta Blas Lázaro e Ibiza, catedrático de la Universidad CentraPy4.Pues bien, según Velarde,"Flores de Lemus participó activamente en la ponencia El pro- fesorado"jY5.Esta afirmación, tal como está formulada, puede entender- se de varias maneras, pero si se deduce de ella que Flores colabora en la redacción de dicha ponencia se obtiene una conclusión equivocada. De lo único de lo que, en principio, se tiene constancia es de que, tras la exposición que hace Blas Lázaro, Flores interviene en el amplio deba- te que se produce en torno a la misma, que estuvo muy animado, pero no se conoce el contenido de su interven~ión~~~.En las sesiones siguientes se ponen a discusión los "temas especialesn3"y, a continua- ción, tiene lugar la sesión de clausura, que es coordinada por el presi- dente efectivo de la Asamblea, Aniceto Sela. Durante la misma se realiza la votación de una serie de conclusiones, algunas de las cuales se con- sidera que son de inmediata

Curso 1905/1906: Éste es el primer curso completo que Flores explica en la Facultad de Derecho Be Barcelona, del que se conocen algunos detalles3". La apertura oficial del curso académico tiene lugar el 1 de octubre de 1905. El discurso inaugural es leído por Telesforo Aranzadi Unamuno, catedrático de Botánica y decano de la Facultad de Farmacia, y versa sobre "Vulgo, ciencia y sus relaciones"*". El acto lo Josi MIGUELFERNÁNDEZ PEREZ preside el rector de la Universidad, Joaquín Bonet y Amigó, barón de B~net*~"'.Flores tiene a su cargo las asignaturas de Economía Política y Elementos de Hacienda pública. En cuanto a los resultados consegui- dos, parece que no son muy satisfactorios, pues Flores que "los exámenes han sido un frac as^""'^. Sin embargo, los datos disponibles, aunque incompletos y poco detallados, no permiten conf3rmar una opi- nión tan pesimista"". Las tres cartas que Flores escribe a Giner durante su estancia en la Universidad de Barcelona corresponden a este curso. Resulta un tanto sorprendente que la única alusión que hace en ellas a su labor docen- te sea la relativa a los exámenes que, como se ha visto, no puede ser más breve. De este hecho no es lícito deducir, sin más, que no le inte- rese la enseñanza, pero quizá sí puede tomarse como un síntoma que indica la existencia de otras actividades que le atraen más, porque le resultan más gratificantes, como la investigación, la elaboración de tra- bajos y la difusión de los mismos a través de diferentes publicaciones nacionales y extranjerasm4.Como se sabe, Flores acaba de publicar su primer libro, La reforma arancelaria, que tiene una excelente acogi- da en Alemania"'?. Además, concede una entrevista a un periódico y durante este curso 1905/1906 inicia la publicación de algunos trabajos suyos en diversas revistas españolas, como Ateneo y La Ley4'', una labor que no tendrá continuidad en los años siguiente^^"^. A eso hay que añadir que, a lo largo de este mismo curso, entre los meses de noviembre y marzo, lleva a cabo la redacción de las conoci- das cartas al ministro de Hacienda Antonio García Alix, que no se publi- can hasta después de su muerte"". Pero, sobre todo, es ahora cuando se produce el comienzo de su colaboración en una importante publicación alemana. Esta colabora- ción le surge de la manera siguiente.A raíz de la aparición de su obra sobre la política comercial en Alemania, Flores recibe la invitación del profesor de la Universidad de Berlín, Ernst von Halle, para participar en la redacción de un amplio anuario sobre la economía mundial, dirigido por él, en el que colaboran destacados economistas de diferentes paí- ses, tanto europeos como americanos"'".Le propone a Flores que redac- te el capítulo correspondiente a la economía española y éste acepta encantado, pues supone una excelente oportunidad para darse a cono- cer en el ámbito académico internacional por medio de una publica- ción escrita en alemán. Pero antes de contestar escribe a Giner pidién- dole su opinión, porque siente un cierto "temor debido al elevado nivel ANTONIO FLORESDE LEMUS:ANOS DE FORMACIÓN UNIVERSITARIA científico que ya han alcanzado las otras partes de la ~bra"~".Aunque no se conserva la contestación de Giner, se sabe que se muestra total- mente favorable a la participación de Flores en dicha obra. Por ello, en una nueva carta que le envía unos días más tarde, tras agradecerle su contestación, le dice que, "siguiendo su consejo, he firmado el contra- t013412 . Pero no es sólo eso, sino que, además, von Halle le ha pedido que, dado el dominio del alemán que demuestra tener en sus cartas, le envíe su trabajo redactado en esta lengua. Es fácil comprender la inmensa satisfacción que esta petición produce en el joven catedrático, que escribe a Giner: "Estoy que no me llega la camisa al cuerpo. Lo peor será que el apetito venga comiendo". Flores se siente seguro de su capa- cidad para realizar con dignidad el trabajo encargado y, además, piensa que "el material que hay que trabajar lo domino", por lo que no des- carta efectuar más adelante una investigación basada en fuentes de archi~o"~.Pues bien, el trabajo de Flores, con el título "Spanien", se publica en 1906 en la 111 Parte de la obra Die Weltwirtschaft, dirigida por el profesor Ernst von Halle4'! Este anuario sigue apareciendo duran- te los dos años siguientes, en los que se mantiene la colaboración asi- dua de F10res"~.

Curso 1906/1907: Durante todo este curso Flores no imparte clases en la Universidad de Barcelona, por lo que se produce una in- terrupción importante en su actividad docente. Se sabe que ya en el mes de "agosto de 1906 volvió a Madrid para revisar antes de que fue- ran publicadas las estadísticas formadas por la Comisión extraparla- mentaria de Consumos, confiándosele, además, el comentario de los estados que aparecen impresos en el tomo lo de los trabajos de la Corni~ión"~'~.Antesde que se inicie el curso académico, una R.O. del Ministerio de Educación Pública de 3 de septiembre de 1906 dispone que, como catedrático numerario de la Facultad de Derecho de la Universidad de Barcelona, "quede agregado en comisión de servicio al Ministerio de Hacienda para auxiliar los trabajos del mismo". Se ha dicho que se trata de una fórmula de incorporación al Ministerio de Hacienda peculiar, por irregular, que se normaliza por el Decreto de 16 de enero de 1907, firmado por el ministro de Hacienda Navarro Reverter, por el que se le nombra Jefe de la Sección de Estadística de la Inspección General de Hacienda. A continuación, por R.O. de 20 de ene- ro de 1907, se dispone que preste sus servicios en la Comisión de estu- dio para la transformación del Impuesto de Consumos,"sin perjuicio de JosÉ MIGUELFERNANDEZ PEREZ atender los trabajos que le están encomendados como Jefe de la Sección de Estadística""'. En este curso Flores figura de nuevo como profesor en la Escuela de Estudios Superiores del Ateneo de Madrid, pero no como encargado del Laboratorio, sino de un curso ordinario de "Economía política"41x. Sin embargo, no se tiene constancia de que Flores llegue a impartir dicho curso, que coincide con el último año de funcionamiento de la Escuela41y.A pesar de todo, se sabe que, a partir del 20 de noviembre de 1906, Flores comienza a dar en dicha Escuela un curso de especializa- ción sobre "El Banco de España", sin que sea posible determinar la dura- ción del mismo mientras no se disponga de más informa~ión~~".

Curso 1907/1908:A lo largo de todo el primer trimestre Flores está ausente de la Universidad barcelonesa, pues sigue trabajando en el Ministerio de Hacienda en Madrid. Pero esta situación se ve modificada como consecuencia de la aprobación del Decreto de 17 de enero de 1908, del Ministerio de Instrucción Pública, que prohibe a los catedrá- ticos de Universidad estar en comisiones de servicios en la Adminis- tración, con la única excepción de los que trabajan en el Instituto de Reformas Sociales"'. Con esta medida se quiere acabar con la situación de abandono en que se encuentran muchas cátedras universitarias, cuyos titulares están desempeñando unas funciones que, por muy úti- les y convenientes que puedan ser para el gobierno, perturban grave- mente el desempeño de sus funciones docentes y, por ello, contribuyen al deterioro de la calidad de la enseñanza. Por esta razón, tras la promulgación de este Decreto, Flores se ve obligado a dejar su trabajo en el Ministerio de Hacienda y volver a Barcelona a ocuparse de sus obligaciones docentes cuando ya ha dado comienzo el segundo trimestre del curso. Esta vuelta a su cátedra se ve reflejada en un "Expediente de notoriedad", redactado supuestamente por el propio Flores, en el que consta que "durante 1908 volvió a Barcelona, terminando el estudio sobre el problema ferroviario espa- ñ01?'422. A pesar de todo esto, Flores sigue colaborando desde la capital catalana en los trabajos de la ahora denominada Comisión Consultiva de con sur no^^'^.

Curso 1908/1909: Éste es el segundo curso completo en que Flores está al frente de su cátedra de Barcelona ejerciendo su labor d0cente.A falta de una información más detallada, es razonable supo- ANTONIOFLORES DE LEMUS:ANOS DE FORMACIÓN UNIVERSITARIA ner que es ahora cuando tiene una de sus mejores oportunidades, durante toda su etapa catalana, de transmitir a sus alumnos sus amplios conocimientos científicos en el ámbito de la ciencia económica y que utiliza para ello las técnicas pedagógicas más adecuadas.

Curso 1909/1910: Ésta será la última etapa de la estancia de Flores en la Universidad de Barcelona. Pero, desgraciadamente,no es un curso completo, sino sólo el primer trimestre. En efecto, en el mes de noviembre de 1909 el ministro de Hacienda, Juan Alvarado, solicita al de Instrucción Pública que, en el caso de Flores de Lemus, se haga una excepción en la aplicación de Decreto de 17 de enero de 1908, para hacer posible su vuelta al Ministerio de Hacienda en comisión de ser- vicios. Para argumentar la petición se invoca el precedente de los cate- dráticos que están destinados en el Instituto de Reformas Socialesiz4. Pues bien, por R.0 de 11 de diciembre de 1909 el ministro de Instruc- ción le contesta manifestando que "no existe inconveniente en que don Antonio Flores de Lemus, catedrático de Economía política y Hacienda pública de la Universidad de Barcelona, desempeñe el destino de jefe de la Sección de Estadística de esa Subsecretaría,que le fue conferido por Real Decreto de 16 de enero de 1907 y estuvo sirviendo hasta que hubo de incorporarse a su cátedra por virtud de lo establecido en el Real Decreto (. . .) de 17 de enero del siguiente año". Contando con esta auto rización,el ministro de Hacienda, por R.0 de 17 de diciembre de 1909, dispone que "a la mayor brevedad se haga de nuevo cargo de la Sección de referencia el mencionado catedrático don Antonio Flores de Le- rnuS>'425.A partir de ese momento, Flores deja de ejercer su labor docen- te en la Universidad de Barcelona, sustituyéndole en la misma el profe- sor Jaime Algarra. Debe indicarse que, hasta ahora, no se ha investigado a fondo la etapa de Flores en la Universidad de Barcelona, por lo que no se dis- pone más que de informaciones dispersas, algunas de ellas sin contras- tación suficiente. Por tanto, hay que esperar a que se realicen dichos estudios que aportarán, sin duda, nuevos e interesantes datos4'".Pero, a pesar de esa falta de información y afrontando, por ello, un riesgo mayor, es posible efectuar una especie de balance provisional de esta etapa.Algo que se deduce claramente de las páginas anteriores es que la estancia de Flores en Barcelona no sólo fue temporalmente breve, sino que además estuvo interrumpida con excesiva frecuencia como consecuencia de los repetidos llamamientos que se le hacen desde Josí MIGUELFERNÁNDEL PÉREZ

Madrid, en especial desde el Ministerio de Hacienda, requiriendo su presenciai". Este hecho tuvo que influir de alguna manera en su labor docente, entendida en su sentido más amplio, condicionando y limi- tando su potencial eficacia, que podría haber sido mucho mayor. Con esto, no se quiere poner en cuestión de ningún modo la calidad de las enseñanzas impartidas por Flores, pues se dispone de numerosos testi- monios que no dejan lugar a duda alguna4*'".Lo que se pretende indicar es sólo que esa reducida y discontinua permanencia de Flores en Barcelona debió suponer un inconveniente importante para la forma- ción de un nutrido y coherente grupo de discípulos que integrasen una escuela con la misma importancia que, más tarde, llegará a alcanzar la escuela de Madrid"'. Con todo, hay que reconocer que en torno a Flores se forma un grupo de personas que pueden considerarse discípulos suyos. Como afirma Estapé, en el reducido tiempo de "los dos años que pasó en Barcelona (. . .) el insigne Flores creó tres tipos extrordinarios: Manuel Reventós4"',Nicolau d'OlweP1,que llegó a ser gobernador del Banco de España, y Vida1 i Guardi~la"'~.A estos tres economistas se suelen añadir dos nombres más, los de José MaríaTaiiada (1884-1946) y Jaime Algarra (1879-1948)133.Sin embargo, estos últimos no fueron estricta- mente alumnos directos de Flores, sino que su relación con él tiene lugar cuando ya han finalizado sus estudios universitarios. En este sen- tido, es significativo el hecho de que Algarra reconozca que cuando, al comienzo del segundo trimestre del curso 1909/1910, se ve obligado a sustituir a Flores ni siquiera le conoce*'. Por su parte, tampoco Tallada debió ser alumno de Flores, sino que primero realizó la carrera de inge- niería industrial y, posteriormente, decidió realizar estudios de econo- mía en Alemania con una beca de la Junta de Ampliación de Estudios, probablemente por consejo de Floresa5. Por todo ello, parece razonable que se hable de "grupo de Barcelo- na", como hacen los profesores Velarde y Fuentes Quintana. Pero, debido sobre todo a la breve duración de la estancia de Flores en la universidad catalana, que además se ve interrumpida en diferentes ocasiones, resul- ta bastante difícil que pueda existir el mismo grado de vinculación entre los componentes de este grupo y de estrecha relación con el maestro que en el caso del grupo de Madrid. Por eso, quizá no tenga mucho sentido hablar de una única "escuela realista" o de una "escuela realista española" -como parece deducirse de lo señalado por algún autor-, que estaría formada conjuntamente por el grupo de Barcelona y el de Madrid, cuando se sabe que entre ambos grupos no existe nin- guna conexión. La postura de Velarde sobre esta cuestión es bien clara: "Es curioso que este grupo catalán fuese dado de lado cuando Flores, como consecuencia de ser llamado por políticos de la capital del reino, primero de modo esporádico, luego de una forma sistemática, pasa a vivir en Madrid hasta conseguir su traslado a la Universidad Central en 192243".Esto es, no existe trabazón entre él y los que se vinculan con la situación madrileña de Flores de Lemus. Seguirán los del grupo de Barcelona, según el testimonio de Bauxili, teniendo unas relaciones excelentes con el viejo maestro, pero nada más""'. En definitiva, puede afirmarse que, a pesar de la brevedad de su permanencia en la Universidad de Barcelona, Flores, que fue una pieza clave en la renovación de la enseñanza y de los estudios de economía, consiguió crear un grupo notable de economistas que deben ser teni- dos en cuenta a la hora de analizar la historia del pensamiento econó- mico en España. Un logro que pone de relieve los méritos de Flores como maestro, por su eficacia docente y por su extraordinaria aptitud para contagiar su entusiasmo por la economía a los alumnos más capa- ces4j8.Pero también subraya la enorme calidad de ese pequeño grupo de discípulos que supo aprovechar de forma fructífera las enseñanzas del maestro y convertirse después en figuras destacadas en el ámbito económico, cultural y político, tanto regional como nacional. Ahora bien, quizás habría que añadir que este grupo de Barcelona no consti- tuye más que el primer núcleo de la escuela de Flores de Lemus, una escuela que alcanza su máximo desarrollo a partir del traslado definiti- vo de este economista a la capital de E~paña~'~.

' Un análisis detallado de la amplia y rica documentación que contiene pue- de verse en el artículo de Antonio de Lecea Flores de Lemus "E1 Archivo docu- mental de Antonio Flores de Lemus entra en la Academia. Nuevos elementos para el conocimiento de su obra", Papeles y Memorias de la RealAcademia de Cien- cias Morales y Políticas, nÚm.V, 1999: 125-147. ' De José M" Serrano Sanz véase "El 'curriculum vitae' y la obra de don Antonio Flores de Lemus", en E. Fuentes Quintana (dir.), Economía y econonzis- tas españoles. 6. La modernización de los estudios de economía, Galaxia Guten- berg y FUNCAS, Barcelona,2001 :4566. Por su parte, de Enrique Fuentes Quintana puede consultarse su exhaustivo trabajo "Flores de Lemus en el Ministerio de Hacienda", incluido en las páginas 165 a 268 de la misma obra. La calificación de "interesantísima correspondencia" es de Juan Velarde -a quien el autor facilitó en su día una copia de la misma- en su trabajo "Flores de Lemus: una revisión", Pensamiento Iberoamericano, núm. 2, julio-diciembre 1982: 181, en el que da cuenta por primera vez del hallazgo de estas cartas. Esta correspondencia, depositada en el Archivo de la Real Academia de la Historia (ARAH), pertenece a la Fundación Francisco Giner de los Ríos y, en la fecha en que el autor la consultó (1981), estaba bajo la custodia de un Patronato formado por los académicos Julio Caro Baroja, Luis García de Valdeavellano y Gonzalo Menéndez Pidal. La localización de estas cartas, sobre las que no había referencia alguna -en ninguno de los trabajos sobre Flores publicados hasta entonces se habla de ellas-, tuvo lugar de forma un tanto accidental, por mera curiosidad inte- lectual, cuando estaba buscando las de Francisco Bernis, cuya existencia conocía por la amable indicación de su hija Elisa Bernis. La documentación que se con- tiene en el denominado "Fondo Giner" es muy numerosa, está catalogada por com- pleto y reviste un gran valor histórico y cultural por la gran relevancia de sus auto- res, entre los que se encuentran personalidades destacadas pertenecientes a casi todos los ámbitos de la vida nacional: la política, la universidad, la economía, la lite- ratura.. . En relación con las cartas de Flores de Lemus a Giner, hay que señalar que en la catalogación efectuada en el "Fondo Giner" se le atribuyen varias cartas fechadas en 1892 y firmadas por un tal "Antonio" que, evidentemente, no es el futuro economista, sino un oficial de topógrafos que está haciendo sus practicas en Sevilla, mientras Flores se encuentra cursando los estudios preparatorios de la licenciatura de Derecho en la Universidad Central de Madrid. Las cartas se con- servan en las cajas números 10 (cuatro cartas del año 1897 y una de 1898), 12 (nueve cartas de 1900), 13 (cinco cartas de 1901 y otras tantas tarjetas de 1901 y una carta de 1902) y 15 (tres cartas de 1906). 4Además,en muchas de las cartas figura la letra"Cn,escrita a mano por Giner con lápiz de grueso trazo, que indica que han sido contestadas. ' A lo que añade V. A. Alvarez: Flores de Lemus "tenía razón, como es bien sabido, porque moneda legal es la que tiene poder liberatorio ilimitado, o la que no puede rechazarse en un pago, cualquiera que fuese su cuantía, y un pago en monedas de peseta podía no admitirse si pasaban de cincuenta. La peseta era, sim- plemente, moneda divisionaria y su plata de menor ley que la del duro. El duro no podía rechazarse en un pago, cualquiera que fuese su cantidad y por eso la con- testación correcta a la pregunta hubiese sido que la moneda legal de España era la peseta incorporada al duro".Vease V. A. Alvarez, "Don Antonio Flores de Lemus en mis recuerdos", Hacienda Pública Española, núm. 42-43, 1978: 27-28. Véase la carta de Miguel de Unamuno a Manuel B. Cossío, fechada en Salamanca el 9 de febrero de 1917,"FondoCossío", ARAH. Esta misma denomina- ción la utiliza Unamuno en un artículo que, con el título "Comentario", publica en El Día el 15 de febrero de 1917, donde escribe:"Nunca olvidaremos nuestras con- versaciones con él, con nuestro Sócrates español, con aquel supremo partero de las mentes ajenas". Reproducido en el Boletín de la Institución Libre de En- señanza (BILE), 1917: 58, y citado por M" Dolores Gómez Molleda en Los refor- madores de la España contemporánea, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, reimpresión, Madrid, 1981: 287. 'Véase J.Velarde,"Antonio Flores de Lemus: las lejanas raíces", Hacienda Pú- blica Española, núm. 4243, 1976:47. Sobre el proyecto institucionista, puede verse el trabajo de Enrique M. Ureña, "Fundamentos filosófico-políticosy realizaciones educativas de la Institución Libre de Enseñanza",en Pedro Alvarez Gzaro (dir.), Cien años de educación en España. En torno a la creación del Ministerio de Instruc- ción Pública y Bellas Artes, Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, Madrid, 2001 : 223-239. " J.Velarde,"Ellegado de Flores de Lemus",en E. Fuentes Quintana (dir.), Eco- nomía y economistas españoles. 6.La modernización de los estzrdios de econ* mía, ob.cit.: 67. Véase "El profesor Flores de Lemus y los problemas actuales de la economía española", en Acto solenzne de investidura como Doctor Honoris Causa del Excmo. Sr Dr D. Enrique Fuentes Quintana, Universidad de Sevilla, Sevilla, 1993: 30. Como puede verse, tanto Velarde como Fuentes destacan con acierto la figura importante del padre de Flores de Lemus. Pero llama la atención que nadie se haya referido a su tío paterno,Antonio Flores Suazo, cuya influencia en Flores de Lemus se desconoce, pero cabe suponer que fue más aiiá del hecho de darle su nombre. Sobre esta cuestión, la familia más directa quizá pueda aportar más información. Con todo, se sabe que el tío de Flores desarrolló la mayor parte de su actividad pro- fesional en un organismo oficial tan relevante como es el Consejo de Estado.Así, en 1896 ocupa el cargo de Oficial de primera clase, con la categoría de Jefe de Negociado de segunda. Pues bien, por R.D. de 10 de julio de ese mismo año, fma- do por el presidente del Consejo de Ministros,Antonio Cánovas del Castillo,y a pro- puesta del presidente del Consejo de Estado, es nombrado Oficial primero con la categoría de Jefe de Administración de cuarta clase. Más tarde es ascendido a la cate- goría de Jefe de Administración de tercera clase y por R.D. de 29 de noviembre de 1902 es nombrado Oficial Mayor del Consejo de Estado, con la categoría de Jefe de Administración de segunda clase. Después, por R.D. de 16 de mayo de 1904 se le nombra Oficial Letrado de termino, Mayor de Sección del Consejo de Estado y Jefe de Administración de primera clase, con el sueldo anual de 10.000 pesetas (recuér- dese que en ese mismo año Flores de Lemus percibe una remuneración de 3.500 pesetas como catedrático de la Universidad de Barcelona). A continuación, es nom- brado Teniente Fiscal de la Audiencia provincial de Valladolid, electo, cargo al que renuncia el 20 de junio de 1904. Finalmente, el R.D. de la Presidencia del Consejo de Ministros, firmado por Segismundo Moret, de 28 de mayo de 1906 (Gaceta del 31), dispone en su primen página: "Vengo en declarar jubilado, a su instancia, con el haber que por su clasificación le corresponda, a don Antonio de Flores Suazo, Oficial Letrado de término, Mayor de Sección del Consejo de Estado, concediéndo le los honores de Jefe Superior de la Administración civil, libres de gastos". Aunque sólo se trate de una conjetura sin pruebas que la apoyen, se podría pensar en la posi- bilidad de que su tío le pusiera a Flores de Lemus en relación con el amplio mundo de la Administración pública y del ámbito de la política, en especial en lo que se refiere al partido conservador. En las cartas a Giner hay una sola referencia a su tío, pero muy signiticativa. Se contiene en la carta escrita en Oviedo el 23 de octubre de 1897 y en elia habla del esfuerzo que pone en sus estudios "para tener contento [sic] a nii padre y a mi tío, a fin de que no me priven de mis sueños dorados, de mi viaje a Alemania". De esta alusión se deduce que, además de su padre, su tío tiene también alguna participación en los planes formativos de Flores. "' Un certiíTcadoexpedido por el Instituto de Segunda Enseñanza de Jaén el 5 de septiembre de 1892, con el VOBo del director del mismo, Mateo Tuñón de Lara, y remitido a la Universidad Central, ofrece cumplida información sobre los estudios cursados por Flores en este centro. Se sabe que verifica el examen de ingreso en el Instituto el 15 de septiembre de 1886 con la ~al~caciónde apro- bado. A continuación, durante los años 1886/87 a 1889/90 realiza los cuatro cur- sos que forman el Bachillerato,que incluyen un total de catorce asignaturas (Latín y Castellano 1" y 2", Retórica y Poética, Geografía, Historia de España, Historia Uni- versal, Psicología, Lógica y Etica,Aritmética y Algebra, Geometría y Trigonometría, Física y Química, Historia Natural, Agricultura y, por último, Idioma (francés, inglés o alemán) loy 2". En todas ellas, Flores obtiene la calificación de sobresaliente y premio. El 7 de junio de 1892 practica los dos ejercicios del grado de Bachiller, con la calificación de sobresaliente en ambos. El 29 de dicho mes verifica los ejer- cicios de oposición al premio extraordinario correspondiente a la sección de Ciencias, que le es concedido. Por último, el 20 de julio de 1892 se le expide el oportuno título de Bachiller por el Rectorado de la Universidad del distrito.Véase Archivo Histórico Nacional (AHN), Sección Universidades,Expediente académico de Antonio Flores de Lemus.

l1 Este curso estaba constituido por las asignaturas de Metaflsica, Literatura General Española e Historia Crítica de España, es decir, tres disciplinas de la Facul- JosÉ MIGUELFERNÁNDEZ PEREZ tad de Filosofía y Letras. Lo que se pretende con ellas es "que los alumnos amplí- en las nociones elementales que traen del Instituto en las materias que se consi- deran más relacionadas con la carrera de Jurisprudencia". Véase Justo Alvarez Arnandi, "El año preparatorio de la Facultad de Derecho", Anales de la Universi- dad de Oviedo.Año 11. 1902-1903, Est.Tip. de Adolfo Brid, Oviedo, 1903: 66. Las asignaturas que integran dicho curso van cambiando a lo largo del tiempo y así en el de 1902-1903 en vez de Metaíisica se explica Lógica Fundamental. Entre las "Con- clusiones de inmediata realización" que son aprobadas en la 11 Asamblea Universi- taria, celebrada en Barcelona del 2 al 7 de enero de 1905,figura la "supresión de los preparatorios de Derecho, e ingreso en esta Facultad y en la de Ciencias,mediante examen comparativo". Véase Aniceto Sela, "La Segunda Asamblea Universitaria", BILE, núm. 540,31 marzo 1905: 75. Pero esta medida no es llevada a la práctica al menos de forma inmediata, por lo que Adolfo Posada se queja de que "el año pre- paratorio (...) sólo sirve para prolongar el esfuerzo inútilmente", proponiendo que se amplíe la segunda enseñanza y se reduzca la duración de la Licenciatura de Derecho, que "exige en su desarrollo normal seis años, con el preparatorio, cuando en otras partes no suponen sino tres o cuatron.Véase su artículo "Los estu- dios de la Facultad de Derecho en España", BILE, núm. 553, 30 abril 1906: 98. Cursivas en el original. " Esta insistencia en los estudios que Flores hace en la Universidad Central se debe a que algunos autores sólo mencionan su paso por las Universidades de Granada y Oviedo. Esta omisión puede disculparse en los primeros trabajos que se publican sobre Flores, como el pionero de J.Velarde,Flores de Lemus ante la economía española, Instituto de Estudios Políticos, Madrid, 1961: 11;pero no en el muy reciente de José M" Serrano Sanz,"El 'curriculum vitae' y la obra de don An- tonio Flores de Lemus", en E. Fuentes Quintana (dir.), Economía y economistas españoles.6, ob. cit.: 56, donde escribe:"Licenciado en derecho por la Universidad de Oviedo, tras haber iniciado sus estudios en la de Granada". "Véase Gómez MoUeda, ob. cit.: 282 y 286.

l4 Ibídem: 204 y 205. l5 Ibídem: 246. '"VéaseA. Zozaya,"D.Francisco el Magno",BILE, 1915: 64, citado por Gómez MoUeda, ob. cit.: 279. " A esta misma cuestión hace referencia el anónimo discípulo de Flores cuando afirma que Giner de los Ríos es "el hombre que mayor influencia ha ejer- cido en el espíritu de aquéln.Véase la voz "Flores de Lemus (Antonio)" en la Enci- clopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana, Espasa Calpe, Madrid, 1924, tomo XXIV: 145, reproducido en Hacienda Pública Española, núm. 4243, 1976: 579. l8 Carta fechada en Granada el 5 de mayo de 1897. l9 Llama inmediatamente la atención el fuerte contraste existente entre el tono sencillo, espontáneo y familiar de las cartas que Francisco Bernis remite a Gi- ner y el que emplea Flores, de carácter más respetuoso y reverencial. Hasta la mis ANTONIOFLORES DE LEMUS. ANOS DE FORMACION UNIVERSITARIA ma forma de dirigirse a él es totalmente diferente. Bernis escribe siempre "Mi que- rido don Francisco", mientras que Flores emplea con más frecuencia el trata- miento de "Mi señor y maestro" o "Mi querido maestro". Es un simple detalle, pero significativo, que revela dos personalidades con rasgos muy dispares y unas dis- tintas y personales relaciones con Giner. Sobre este tema, Gómez Molleda señala que, en las conversaciones con sus discípulos, Giner "echaba mano de todos los registros, desde la ironía suave hasta la severidad inflexible que no admitía réplica, y que D. Francisco remataba con el argumento del afecto: 'pobre de ti el día que deje de regañarte, porque eso indi- cara que ya no me interesas"'.Véase ob. cit.: 210. " Véase la carta fechada en Tubinga el 28 de abril de 1900. Esta buena dis- posición para recibir de buen grado las regañinas o reprimendas del maestro se da también en otros discípulos de Giner,como Aniceto Sela, como puede verse en la carta 27 de abril de 1898, que se trascribe más adelante. " Carta de 28 de abril de 1900, ya citada. I' Ibídem. " Los escritos de los catedráticos de Derecho Penal (José Valdés Rubio) y Derecho Político (Fernando Mellado) llevan fecha de 20 de febrero de 1896. La respuesta del catedrático de Hacienda Pública (José Piernas Hurtado) es de 26 de febrero, y las del catedrático de Derecho Civil (Felipe Sánchez Román) y del deca- no de 2 de marzo de 1896.VéaseAHN,Expediente académico. " AHN, Expediente académico. Para comprender por qué Flores de Lemus no quiere ir a esta Universidad hay que tener en cuenta lo siguiente. Por K.D. de 31 de agosto de 1895 se había concedido a algunos centros regentados por reli- giosos, entre los que se encontraba el Colegio Seminario de San Dionisio Areo- pagita, del Sacro Monte de Granada, el privilegio de examinar y graduar a sus alumnos de la Facultad de Derecho, otorgando a sus califtcaciones el mismo valor legal y efectos académicos que los de los centros públicos. Pero, ante el carácter inconstitucional de esta situación, Romanones, ministro de Instrucción pública, por R.D. de 7 de noviembre de 1902 (Gaceta del 11) deroga el citado decreto de 1895, eliminando así la validez oficial de los estudios de Derecho cursados en dicho centro. Se permite que, "en lo sucesivo podrá darse esta enseñanza en el referido Colegio con carácter no oficial" y reservándose el Estado el derecho de inspección. Sin embargo, esta medida no comienza a aplicarse hasta el 1 de octu- bre de 1903,"en atención a estar ya efectuada en el presente curso la matrícula oficial en el Colegio Seminario del Sacro Monte de Granada".A pesar de ello, fue muy contestada por los sectores más conservadores, y en especial por la Iglesia Católica,que temía que se extendieran por España los movimientos anticlericales que, por esas fechas, se estaban desarrollando en Francia. La actuación de Roma- nones cuenta con el respaldo del Consejo de Instrucción Pública, que aprueba un informe sobre esta cuestión. En él se afirma que el citado decreto de 3 1 de agosto de 1895,"que de esta suerte confiere a un establecimiento privado, según la ley, el carácter de público, y le otorga la colación de grados reservada por la Consti- Josi MIGUELFERNANDEZ PEREZ tución al Estado, es decreto inconstitucional, de todo punto incompatible con el espíritu y la letra de la legislación vigente en esta materia". Después de efectuar un detallado estudio del caso, el informe del Consejo concluye diciendo:"l") Que el Colegio del Sacro Monte de Granada no es establecimiento público de ense- ñanza. sino de carácter privado, según las terminantes disposiciones de los artí- culos 2" y 6" del decreto de 29 de julio de 1874, elevado a ley por por la de 29 de diciembre de 1876. 23 Que en tal concepto de establecimiento privado, puede crear y sostener toda clase de enseñanzas, incluso la de Facultad de Derecho, gozando de libertad completa para adoptar el régimen que estime conveniente, con arreglo a lo dispuesto en el art. 6" de este decreto-ley.3") Que los alumnos de este establecimiento que deseen dar validez académica a sus estudios deberán someterse a las disposiciones generales referentes a la enseñanza privada, verifi- cando los exámenes y grados en los establecimientos oficiales correspondientes; y 4") Que los profesores del Colegio del Sacro Monte podrán tener en el examen oficial de sus alumnos la intervención que determina el art. 25 del reglamento de 10 de mayo de 1901, mediante las condiciones exigidas por los artículos 1" y 2" del Real decreto de 30 de agosto del mismo añon.Véaseel "Informe emitido por el Consejo de Instrucción Publica en pleno, respecto de los estudios de la Facul- tad de Derecho del Colegio Seminario de Teólogos y Juristas del Sacro Monte de Granada", que esta firmado por su presidente accidental, José de Cárdenas, y el Secretario, Miguel Betegón, el 3 de octubre de 1902. Este informe se reproduce en la Gaceta de 11 de noviembre de 1902, a continuación del decreto citado de Romanones. Sobre esta cuestión del Colegio del Sacro Monte, que guarda una estrecha relación con la política de Romanones de protección a la enseñanza pública, véase la tesis doctoral de Antonio Martínez Tnijillo, La Universidad de Granada (1900-1931), Universidad de Granada, 1986: 124-125.Véase también Gómez Molleda, ob. cit.: 447. El propio Romanones se refiere a este asunto en los términos siguientes:"Muydura fue también la batalla mantenida para suprimir en determinados establecimientos docentes. como la Universidad de Oñate y el Sacro Monte de Granada, no me acuerdo si Deusto, la validez de los estudios de Derecho dados en sus clases. Defendía el privilegio el rector del Sacro Monte, don José María Salvador y Barrera, dechado de simpatías y maestro de la persuasión, quien se trasladó a Madrid para acuciarme de continuo y hacerme desistir de mis propósitos. Con el frecuente trato que la discusión engendra, trabamos muy sin- cera amistad; no pudo vencer mi resistencia, pero, en cambio, prendado yo de sus condiciones, hice cuanto pude para elevarle al episcopado, donde, por su talento, en poco tiempo llegó a las más altas jerarquías, si bien murió sin vestir la púrpu- ra cardenalicia, no obstante tenerla bien merecidan.Véase conde de Romanones, Notas de una vida, reedición de Marcial Pons, Ediciones de Historia, Madrid, 1999: 179. La política educativa de Romanones ha sido analizada, entre otros auto- res, por Javier Moreno Luzón en su trabajo "Los liberales y la educación hace cien años: Romanones en el Ministerio", en Pedro Alvarez Lazaro (dir.), Cien años de educación el? España, ob. cit: 201-221,y mucho antes porYvonneTurin, La edu- ANTONIOFLORES DE LEMUS.ANO5 DE FORMACIÓN UNIVERSITARIA cación y la escuela etz España de 1874 a 1902. Liberalismo y tradición,Aguilar, Madrid, 1967,capítuloVI,"Ensayo de historia de la enseñanza oficial (189&1902)", en especial las páginas 327-353. 26Véasela carta fechada en Granada el 5 de mayo de 1897. "Véase la carta fechada en Los Villares (Taén) el 11 de junio de 1897. '"Véase Gómez Molleda, ob. cit.: 288 y SS.,donde analiza lo que llama "los focos de provincia", es decir, los grupos krausistas de las universidades de Sevilla, Granada,Valencia,Santiago, Salamanca,Zaragoza, Barcelona y Oviedo. Sobre la Uni- versidad de Granada en los años inmediatamente siguientes a la estancia de Flo- res, véase la tesis citada de MartínezTrujillo. 2%omez Molleda dice de ManuelTorres Campos (1850-1918) que su "acti- vidad y reputación científica fueron muy grandes en GranadaM.Véaseob. cit.: 296. Según Martínez Trujil10,Torres Campos fue "uno de los profesores más empren- dedores de la Universidad de Granada en el quicio entre los siglos XIX y XX". Véase ob. cit.: 114. Más adelante escribe:"Un alumno de Giner, de los de 'primera hora', había intentado en los años clave entre los dos siglos, realizar en Granada la tarea de 'colonización espiritual' emprendida por los 'selectos' de don Francisco en toda España. Se trata de Manuel Torres Campos, catedrático de Derecho inter- nacional en Granada desde 1886 a 1918. La influencia de este profesor en la for- mación de las asociaciones estudiantiles de la Universidad granadina fue decisiva. Campos simboliza, junto a (Fernando) de los Ríos, la huella gineriana en esta Universidad a principios de siglo; ambos sucesores de los importantes krausistas granadinos que enseñaron en ella en la segunda mitad del siglo pasado". Ibídem: 343. Segun Gil Cremades,Torres Campos, uno de los "hombres del krausismo", es un asiduo colaborador del BILE desde 1885 y publica también diversos trabajos en La Nueva Ciencia Jurídica, la Revista General de Legislacióiz y Jurispru- dencia y en la tercera época que inicia la revista La Administración entre 1895 y 1898.VéaseJuan José Gil Cremades, El reformismo español.Krausismo, escue- Iu histórica, neotomismo, Ariel, Barcelona, 1969: 2 12-217. Es también interesante señalar que Torres Campos es el destinatario de una de las cartas escritas por el krausista alemán Karl Roder, en la que se interesa por la situación de Giner a raíz de los acontecimientos que se suceden en la Universidad española tras la apro- bación del Decreto de Orovio de 26 de febrero de 1875. Dicha carta, que está fechada en Heidelberg el 23 de abril de 1875, ha sido publicada por Enrique M. Ureña y José Manuel Vázquez-Romero,Giner de los Ríos y los krausistas alema- nes. Correspondencia inédita, Facultad de Derecho, Universidad Complutense, Madrid, 2003: 175-176.Se sabe también que Roder no se atreve a escribir directa- mente a Giner y le hace llegar una carta suya, escrita el 17 de agosto de 1875, a través de Torres Campos. Véase ibidem: 179-180. Entre los principales trabajos publicados porTorres Campos están los siguientes: La pena de muerte y su apli- cación a España, E Góngora y Compañía Editora, Madrid, 1879,49 páginas; Ele- mentos de Derecho internacional privado, 3" edición corregida y aumentada. Fortanet, Madrid, 1906, 549 paginas (la 1" edición es de 1887); Elementos de Derecho internacional público, 2" edición corregida y aumentada, Fortanet, Madrid, 1904,501 páginas (la 1" edición es de 1890);Estudios de DerecI~ointer- nacional privado: continuación de los elenzeiztos de esta ciencia, Librería de Fernando Fe, Madrid, 189 1,132 páginas; Principios de Derecho internacionalpri- vado o de Derecho extraterritorial de España y América en sus relaciones con el Deredlo civil de España, Santiago Arranz y Cía., Madrid, 1883,325 páginas; El Congreso jurídico de Lisboa de 1889, Imp. de la Revista de Legislación, Madrid, 105 páginas; Nociones de bibliografia y literatura jurídicas de España, Est.Tip. de Góngora, Madrid, 1884 (existe una reproducción de esta edición realizada por Analecta, Pamplona, 2002, 295 páginas.); y Bibliografia española contemporá- nea del Derecho y de la política, 1800-1880, con tres apéndices relativos a la bibliografia extranjera sobre el Derecho español, a la hispano-americana y a la portuguesa-brasileña, Librería Fernando Fe, Madrid, 1883. "' En su etapa de catedrático de Derecho Penal en Salamanca,Vida publica diversos trabajos: su tesis doctoral, Carácter del Derecho Pretorio y su influjo en la legislación romana, Imprenta deAntonio Pérez Dubrull, Madrid, 1881,40 pági- nas; el librito Elproyecto de Códigopena1:apuntescríticos, Imprenta El Progreso, Madrid, 1885, 88 páginas y, por último, una memoria que es premiada por la Academia Granadina de Jurisprudencia y Legislación y se edita con el título La imputabilidad criminaly las causas que la excluyen o la modzfiican, Imprenta de Jacinto Hidalgo, Salamanca, 1891, 149 páginas. " Carta fechada en Granada el 5 de mayo de 1897. De las palabras de Flores parece deducirse que no llega a tener con Vida la confianza necesaria para que sea su 0rientador.Y eso que, desde el punto de vista intelectua1,Vida era una per- sona activa e inquieta.Además de los libros citados, si se repasan las páginas de la Revista General de Legislación y Jurisprudencia se encuentran otros trabajos suyos, como "La imputabilidad criminal y las causas que la excluyen o la modifi- can", tomo 76,1890:399-437 y 494-531 (que tiene el mismo título que una de sus obras, por lo que quizá sea una versión previa) o "Un caso práctico y varias cues- tiones procesales", tomo 88,1896:2&41.Además, durante estos años 1896 a 1898 dirige en esa misma publicación la sección "Revista de la Prensa Jurídica Extranjera", en la que se da cuenta de los trabajos editados en las principales revis- tas jurídicas europeas (que pasa a continuación a estar a cargo de Constancio Bernaldo de Quirós) y colabora también en la sección "Noticias Bibliograficas". Por su parte, Gil Cremades señala la colaboración de Vida en la revista La Nueva Ciencia Jurídica, donde publica dos artículos sobre materias de Derecho penal en 1891 y 1892, destacando el interés que reviste el ultimo de ellos.Véase ob. cit.: 215. "Véase la carta devida a Giner fechada en Granada el 2 de febrero de 1897, "Fondo Ginern,ARAH.En las cartas de Vida hay un membrete en el que figura su doble condición de "Catedrático y Abogado". " Más adelante, en la transcripción de las cartas de Flores, se hace una refe- rencia más detallada a esta cuestión. j4 Carta fechada en Los Villares uaén) el 11 de junio de 1897.

'5 Véase Isabel Flores de Lemus, "Antonio Flores de Lemus. El hombre", Hacienda Pública Española, núm. 42-43, 1976: 10. *Véase su artículo,ya citado,"Antonio Flores de Lemus: las lejanas raíces": 47.

j7 Véase Teodoro López-Cuesta,"Don Antonio Flores de Lemus y la Univer- sidad de Oviedo", Hacienda Pública Española, núm. 42-43, 1976: 91. "Adolfo Alvarez Buyiia,"La Universidad de Oviedo en la actualidad", Anales de la Universidad de Oviedo.Año I. 1901, Est.Tip. de Adolfo Brid, Oviedo, 1902: 25. Cursivas en el original. Este mismo período 1883-1910 es el estudiado por Santiago Melón en su conocido trabajo Un capitzclo en la historia de la [/niver- sidad de Oviedo, Instituto de Estudios Asturianos, Oviedo, 1963, reeditado en S. Melón, Estudios sobre la Universidad de Ouiedo, Universidad de Oviedo, 1998: 17-85.En relación con la publicación de los Anales de la Uniuersidad de Ouiedo, una prueba más de la intensa vida que animaba a esta institución, debe señalarse que "fueron recibidos con íntima satisfacción por Ginern.VéaseGil Cremades, ob. cit.: 203. En efecto, al comentar el contenido del primer volumen de los Anales, Giner escribe: "La Universidad española, jresucita?". Véase "La Universidad de Oviedo", en E Giner de los Ríos, Obras Completas, tomo 11, La Universidad espa- ñola, Imp. Clásica Espafiola, Madrid, 1916: 273.

jY Altamira, que gana por oposición la cátedra de Historia General del De- recho Español de la Universidad de Oviedo en 1897, "se incorpora entusiástica- mente a las tareas iniciadas por el grupo" (Gómez Molleda, ob. cit.: 318), que lo acoge con enorme alegría. Así se pone de manifiesto en la carta que le dirige Leopoldo Alas nada más enterarse:"Mi querido amigo: ayer me enseñó Sela el tele- grama de Azcárate en que nos anunciaba que era Vd. catedrático de Oviedo. Le doy y me doy la enhorabuena.Aqui hemos recibido la noticia con gran júbilo. Se alegran hasta muchos que no le conocen a Vd., pero saben quién es. Creo que Oviedo, a la larga, ha de agradarle a Vd. y si bien en la Universidad ha de encon- trar muchas plantas parásitas, covachuelistas reaccionarios o pasteleros, tendrá en cambio un núcleo de verdaderos amigos del estudio, liberales y buenos, y fuera de la casa no falta gente de buena intención y simpática. El país, cuando no llueve, delicioso (. . .). Mucho deseamos tenerle pronto aquí. Muy cariñosos recuerdos a don Francisco, Cossío (. . .) y le quiere muy de veras su leal amigo y compañero Leopoldo Alas". Esta carta, escrita en la enrevesada letra característica de Alas -que doña Emilia Pardo Bazán califica de "deliciosos garabatitosn-, está fechada en Oviedo el 25 de marzo de 1897 y puede consultarse en el Archivo Virtual de la Edad de Plata (1868-1936), Residencia de Estudiantes, Fundación Marcelino Botín. La cursiva corresponde al subrayado del original. Se trata de Félix Pío de Arambuni y Zuloaga y no de Féiix Pérez de Aramburu, como por descuido escribe Velarde en "Antonio Flores de Lemiis: las lejanas raíces", art. cit.: 48 y repite Fuentes Quintana en "Flores de Lemus en el Ministerio de Hacienda",en la obra dirigida por él Economía y economistas espa- ñoles. 6,ob. cit.: 166. Esto hace que en el "índice onomástico" de esta última obra haya dos "Arambums":Aramburu y Zuloaga, Félur Pío de, en la página 1056, y Pérez deAramburu, Félix, en la página 1072. En el texto de Velarde, cinco líneas después, se observa una nueva errata: Rogelio Jover Bravo en vez de Rogelio Jove Bravo. El origen de estas dos erratas quizá esté en J. J. Gil Cremades, ob. cit.: 202 y 204, res- pectivamente, en quien parece basarse Velarde. Aramburu es nombrado rector de la Universidad de Oviedo por R.D. de 23 de noviembre de 1888 (Gaceta del 25) y permanece en este cargo hasta marzo de 1906, en que pasa a ser catedrático en la Universidad Central. " Véase JuanVelarde,"Primera aproximación al estudio de la Universidad de Oviedo como enlace entre la Institución Libre de Enseñanza y el Instituto de Reformas Sociales",en M.Tuñón de Lara y J. E Botrel (ed.), Movimiento obrero, política y literatura en la España contemporánea, Cuadernos para el Diálogo, Madrid, 1974: 227. Como se señala en iin artículo necrológico sobre Giner,"refle- jo de la 'Institución' fue aquella Universidad de Oviedo, en la que llegaron a expli- car juntos 'Clarín', Aramburu, Posada, Altamira, Buylla, Sela, Melquíades Alvarez". Véase "El maestro de los maestros", El Radical, 19 febrero 1915, reproducido en el BZLE, núms. 659660, febrero-marzo 1915:90.

42 Véase S. Melón, Un capítulo en La historia..., ob. cit.: 25. "Véase la carta de Unamuno a L. Palacios, fechada el 25 de febrero de 1898, reproducida por Juan Miguel Palacios,"Dos cartas inéditas de Miguel de Unamuno a Leopoldo Palacios", Sillaq núm. 24, octubre-diciembre 1986: 109. El autor desea agradecer al nieto de Leopoldo Palacios su amabilidad al facilitarle una copia de su trabajo. " Cfr. A. Alvarez Buylla, art. cit.: 29-30. Cursivas en el original. 45 Por R.D. de 11 de abril de 1902 (Gaceta del 13) se autoriza al ministro de Agricultura, Industria, Comercio y Obras Públicas, José Canalejas, para que pre- sente a las Cortes un proyecto de ley estableciendo un Instituto del Trabajo en dicho ministerio. Su creación se justifica en los términos siguientes:"No se impo- ne a los gobiernos de los pueblos cultos en estos tiempos de incesante progreso, ninguna preocupación más honda y justificada que la que entraña el llamado pro- blema social. o más concreta y propiamente obrero, por cuanto en él se ventilan las relaciones entre capitalistas y trabajadores, en su doble aspecto jurídico y eco- nómico. Si no se revelara su gravedad a través de complejos fenómenos fácil- mente observables, la denunciarían de vez en cuando el estallido frecuentísimo en el mundo industrial de numerosas huelgas, y constantemente el cuadro de sín- tomas no menos alarmantes de la pavorosa agitación agraria.Ya nadie, cualquiera que sea su criterio, niega la realidad candente de esta cuestión, que si ha venido incubándose desde largo tiempo atrás, a medida que la industrka adelanta y que el obrero se eleva, despertándose en él legítimo deseo de mejora, adquiere caracte- res más acentuados, y reclama solución, o por mejor decir, soluciones inmediatas. Pero aunque no fuera así, y cesaran en sus demandas los que muéstranse desaso- segados o iracundos en la ciudad y el campo, al Estado se impondna con toda la fuerza de un deber ético la necesidad de intervenir". Sin embargo, este proyecto de ley. tras ser aprobado por el Congreso, no llega a votación definitiva en el Senado. Sobre el intento de creación de este organismo, véase la obra El Instituto del Trabajo. Datos para la historia de la reforma social en España, por Adolfo Rzlylla, Adolfo Posada y Luis Morote, con un discurso preliminar de José Cana- lejas y Méndez y una Memoria acerca de los Institutos del Trabajo en el extran- jero, porj Uñrzji Sarthou, EstablecimientoTipowáf~code Ricardo Fe, Madrid, 1902, CLXVII, 342 páginas. Se dispone de una edición facsímil, con prólogo de Santiago Castillo, realizada por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social en 1986. La evolu- ción de este intento de creación del Instituto delTrabajo puede seguirse a través de las numerosas cartas que Adolfo Posada remite a Giner a lo largo de 1901 y 1902 pidiéndole su consejo e informándole de las gestiones que él y Buylla están hacien- do con Canalejas. En una iiltima carta, fechada en Oviedo el 28 de septiembre de 1902,cuando el proyecto ha fracasado, le informa de que "dentro de unos días sal- drá nuestro libro sobre el Instituto delTrabajon.Véase"Fondo Giner",ARAH. '"Velarde subraya el papel clave que desempeña Antonio Maura en la crea- ción del Instituto. Así, afirma: . . . "si no seguimos la pista de Maura, yo creo que es imposible entender la complicada malla que se ha de tejer para crear el Instituto de Reformas Sociales. Lo destaco porque siempre me ha causado asombro que entre Canalejas y Silvela se expropiase a Maura, ministro de la Gobernación de Silvela, y muy poco después, en el propio 1903, presidente del Gobierno, de ese papel, casi me atrevería a decir que central, en la aparición del Instituto".Y m5s adelante añade: "Un mes antes de ese homenaje [a Gabriel Rodríguez en el Ateneo de Madrid el 24 de marzo de 19031 ya había sido creado por Maura el Instituto de Reformas Socialesn.VéaseJ.Velarde,"Ante el centenario del Instituto de Reformas Sociales",conferencia inaugural de los actos conmemorativos del centenario de la creación del Instituto de Reformas Sociales, pronunciada en el salón de actos del Consejo Económico y Social el 26 de junio de 2003, disponible en la página web del citado Consejo, páginas 4 y 10, respectivamente. La creación del Instituto de Reformas Sociales tiene lugar por R.D. de 23 de abril de 1903 (Gaceta del 30). fir- mado por el presidente del Consejo de Ministros Francisco Silvela. En su exposi- ción de motivos se dice que, para "desarrollar gradual y sistemáticamente nuestra legislación social y conseguir incorporar a la vida nacional lo que en ella se dis- ponga, se hace ya indispensable un organismo adecuado" que "es, en suma, la adaptación de la Oficina Internacional del Trabajo de Bélgica, con toda su exten- sión y virtualidad, a la organización nuestra; en que no existe como allí centrali- zado en un Ministerio especial cuanto afecta a la industria y el trabajo en sus múl- tiples aspectos". Se señala la continuidad que hay entre el nuevo organismo que se pretende establecer y la Comisión de Reformas Sociales, creada por R.D. de 5 de diciembre de 1883 por Moret. Así, se dice que "la esfera amplísima reconocida a la Comisión de Reformas Sociales en sus funciones puramente consultivas, ejer- cidas siempre con elevado, imparcial y patriótico criterio, la tendrá el nuevo Instituto. con una más eficaz acción administrativa y a la que están atribuidos los medios indispensables para su dificil cometido, a fin de que sea la práctica guía de sus consejos y rija en la realidad el desarrollo de sus proyectosV.Tambiénse señala que "habiendo terminado la misión de la Comisión de Reformas Sociales del Ministerio de la Gobernación, el Instituto se hará cargo de la documentación y libros que a aquélla pertenezcan". De acuerdo con lo anterior, en el artículo 1" se consignan las funciones que se encomiendan al nuevo organismo: "Se estable- ce un Instituto de Reformas Sociales en el Ministerio de la Gobernación, que esta- rá encargado de preparar la legislación del Trabajo en su más amplio sentido, cui- dar de su ejecución, organizando para ello los necesarios servicios de inspección y estadística, y favorecer la acción social y gubernativa en beneficio de la mejora o bienestar de las clases obreras". Según el artículo 2" ,"el Instituto se compondrá de 30 individuos, 18 de libre elección del gobierno; de los 12 restantes serán ele- gidos, en la forma que preceptúe el Reglamento, seis por el elemento patronal y seis por la clase obrera, ambos en la proporción de dos representantes de la gran industria, dos de la pequeña industria y dos de la clase agrícola". Pues bien, por R.D. de 13 de mayo de 1903 (Gaceta del 15) el gobierno nombra a sus represen- tantes: presidente, Gumersindo de Azcárate, y vocales: Segismundo Moret,Vicente Santamaría de Paredes, Pedro J. Moreno Rodríguez, Fermín Hernández Iglesias, Rafael Salillas, Rogelio Inchaurrandieta, Jose Maluquer y Salvador, Jose Piernas Hurtado, Eduardo Sanz Escartín, Jose María Manresa y Navarro, Francisco Javier Ugarte, Raimundo Fernández Villaverde, Manuel Mariátegui y Vinyals (conde de San Bernardo), Melquiades Alvarez, Rafael Conde y Luque, Emilio Sánchez Pastor y José Echegaray. A continuación, por R.D. de 15 de agosto de 1903 (Gaceta del 18), frrmado porAntonio García Alix, se apmeba el Reglamento que regula el fun- cionamiento del Instituto y más tarde tiene lugar el nombramiento de los restan- tes vocales de acuerdo con lo que se establece en el capítulo VI, artículos 54 a 62. Entre los representantes obreros están Francisco Largo Caballero y Francisco Mora Méndez, y en la representación patronal destacan Eduardo Dato, el marqués de Urquijo, Luis Marichalar (vizconde de Eza) y el marqués de Comillas. 4- Una R.O. de 24 de mayo de 1904 (Gaceta del 27), firmada por el ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, Domínguez Pascual, dispone que,"de acuer- do con lo preceptuado en el Real decreto de 20 del corriente mes, S.M. el Rey (q. D.g.) ha tenido a bien autorizar a D. Adolfo Alvarez Buylla y González Alegre, cate- drático numerario de Economía política y Hacienda pública de la Facultad de Derecho de la Universidad de Oviedo con la antigüedad de 4 de julio de 1877, para que, conservando la propiedad de su cátedra, percibiendo el haber corres- pondiente a la misma, y continuando incluido en el escalafón universitario, pue- da desempeñar el cargo de Jefe de la Sección de Estadística del Instituto de Reformas Sociales, para el que ha sido nombrado en la sesión celebrada por el ple- no del citado Instituto en 23 del pasado abril, con sujeción a lo preceptuado en el Reglamento de 15 de agosto de 1903 y en el art. 15 de la vigente Ley de Presu- puestos de 29 de diciembre de 1903".Una R.O. similar, con la misma fecha, se aprueba y publica para que Adolfo González Posada y Biesca, catedrático de De- recho político español comparado con el extranjero, desempeñe el cargo de Jefe de la Sección Técnica de Legislación e Información Bibliográfica del citado Instituto. El R.D. de 20 de mayo de 1904 (Gaceta del 21), que se cita en la prime- ra R.O. dicta las normas para autorizar el servicio del profesorado de las universi- dades como jefes de las secciones técnicas del IRS. La justificación que se da para conceder esta autorización es que el Instituto "tiene el carácter de servicio públi- co, expresamente señalado en el Real decreto de 22 de abril de 1903 y en el Reglamento orgánico de 26 de julio siguiente". Por ello,"entiende el ministro que suscribe que a su obra nacional no debe negarse el concurso del profesorado uni- versitario que, por sus especiales estudios y trabajos en la cátedra, sea llamado a colaborar en función de tanta transcendencia". Por otra parte, "la índole del Instituto de Reformas Sociales reclama (. . .) una particular organización, que exi- ge un procedimiento determinado para el reclutamiento de su personal, que ha de buscarse, o fuera o dentro de las mismas dependencias del Estado, con entera libertad, sin sujetarse a las normas burocráticas generales; y no respondería el ministro de Instrucción Pública a las aspiraciones del legislador y del Gobierno, que han procurado separar todo género de obstáculos a fin de facilitar la mejor organización del citado Instituto, si no autorizase al profesorado universitario para que libremente pueda prestar el concurso que de su esfuerzo, competencia y laboriosidad se solicite". Como señala Velarde, los nombramientos de Buylla y Po- sada fueron muy bien acogidos en la Universidad de Oviedo y "el Claustro de la Facultad de Derecho, reunido el 4 de junio del mismo año 119041 'acordó.. . mani- festar su satisfacción por haber recaído distinción tan honrosa en dos de sus indi- viduos"'.Véase J.Velarde, "Primera aproximación al estudio.. . ",art. cit.: 235. " Rafael Ntamira y Crevea es nombrado director general de primera ense- ñanza por el ministro de Instrucción Pública,Julio Burell, por R.D. de 1 de enero de 19 11 (Gaceta del 2). 49 En una carta anterior, fechada en Oviedo el 25 de marzo de 1906, Canella da cuenta a Giner de su nombramiento como rector, al irse Aramburu a Madrid, insistiendo en la unanimidad de la propuesta del claustro. Le dice también que "los amigos íntimos hemos pensado en Aniceto Sela para vice-rector, cargo, al parecer, de libre elección, y por costumbre más de indicación oficiosa que de pro- puesta oficial del rector mientras no llegue la suspirada autonomía". Añade que, en cuanto tome posesión,"pienso hacer indicaciones a Madrid, como ya las escri- bí a Aramburu; pero quisiera que V. nos ayudase cerca del ministro de Instrucción Pública y aun del Sr. Moret para el muy conveniente nombramiento de Aniceto". Véase "Fondo Giner", ARAH. Fermín Canella y Secades es nombrado rector de Oviedo por R.D. de 21 de marzo de 1906 (Gaceta del 24). 'O 'O Esta carta pone de relieve la existencia de una relación cordial entre Canella y Giner, que no ha sido señalada hasta ahora.Véase "Fondo Ginern,ARAH.

51 Carta fechada el 18 de agosto de 1891, citada por J.Velarde, art. cit.: 48, y por Gómez Molleda, ob. cit.: 320.

52 Citado por J. Velarde, "La oleada historicista y el pensamiento económico español", en E. Fuentes Quintana (dir.), Economía y economistas españoles. 5. Las criticas a la ecotzomía clásica, Galaxia Gutenberg y FUNCAS. Barcelona, 2001: 340. Véase A. Alvarez Buylla, art. cit: 3 1. En otro lugar, Buylla hace una descrip- ción más detallada del método utilizado por él en sus asignaturas de Economía y Hacienda Pública en los términos siguientes: "lo.Un alumno redacta, por riguroso turno, el 'acta de clase'. Este trabajo consiste en recoger con exactitud cuanto en la cátedra pasa en orden al trabajo en ella realizado, lo mismo las manifestaciones aclaratorias o explicativas del pro- fesor, que las disertaciones de los discípulos. Aun cuando el acta debe ser una his- toria, un 'diario' de los trabajos de la clase, suelen los estudiantes comentar y ampliar en ella las materias tratadas. 2". El profesor hace todos los días una crítica del acta presentada, en cuanto a su parte interior o propiamente científica y a su forma -construcción, ortogra- fía-, poniendo de relieve las buenas condiciones y los defectos que obse~e. 3".No hay explicación, conferencia o disertación en forma oratoria y solem- ne del catedrático. Un alumno, designado en el momento, manifiesta lo que se le ocurre sobre el tema seííalado. y esto da motivo a un diálogo, mejor, a una con- versación en que, invitados por el profesor, suelen tomar parte (con el orden debi- do) varios alumnos, procurando siempre favorecer su espíritu de iniciativa y acos- tumbrarles a discurrir por sí. 4". No se recomiendan libros de escritores determinados; pero se procura señalar las fuentes de conocimiento mas apropiadas de donde puedan los alum- nos tomar los datos y noticias convenientes. 5" Hacia la mitad del curso, los alumnos, divididos en grupos, y siempre con la presencia y bajo la dirección del profesor, visitan el Museo industrial de la Escuela de Artes y Oficios, talleres, fabricas, minas, canteras, y redactan memorias especiales acerca de cada una de esas visitas. 6". En la catedra de Hacienda pública se habitúa a los alumnos al manejo de los presupuestos del Estado en la Gaceta y en la Colecciórz legislativa, y suelen también, a invitación del profesor, redactar memorias sobre los presupuestos de la provincia y ayuntamientos donde residann.VéaseA. Biiylla,"Notas sobre los pro- cedimientos de enseñanza. Facultad de Derecho. Economía y Hacienda pública", Anales de la Uni~~ersidadde Oviedo.Año 1. 1901: 44-45.

5' Véase Marino Gómez Santos, Leopoldo Alas, "Clarín",Oviedo, 1952:,cita- do por Gómez Molleda, ob. cit.:. 316.

55 Véase Un capítulo en la historia..., ob. cit.: 51.

5" R. Altamira, Conferencia pronunciada en el Prince Hall, 1909:VII, citada por S. Melón, ob. cit.: 52. Otra de las innovaciones pedagógicas que se plantean es la modificación del régimen de exámenes. Sobre esta cuestión se sabe que, por R.O. de 7 de mayo de 1894 (Gaceta del 12) se comisiona a los catedráticos Alvarez Buylla, González Posada y Sela "para que visiten algunos establecimientos de ense- ñanza de la vecina República Francesa, encargándoles a la vez de la redacción de una Memoria relacionada con el siguiente tema: 'Los exámenes. Su aspecto peda- ANTONIOFLORES DE LEMUS:ANOS DE FORbIACIÓN UNIVERSITARIA gógico y alcance disciplinario. Estado de este problema de la enseñanza en Francia"'. Se anade que "dicha comisión, que será del todo gratuita y por el tiem- po que duren las vacaciones del presente curso, podr5 comenzarse tan luego como los referidos catedráticos terminen los exámenes ordinarios de su respec- tiva asignatura".

5' Según Velarde, Menéndez Pelayo sacó 27 votos y Uña 22.Véase su trabajo "Primen aproximación al estudio.. .", art. cit.: 227. En relación con la candidatura de Juan Uña, se conservan tres cartas que Posada escribe a Giner. La primera, que está fechada el 14 de febrero de 1898, contiene una curiosa propuesta: "Hemos empezado a pensar en la cuestión de nuestro senador universitario. Desde luego nuestro grupo se inclina a D. Juan Uña.Y podría esta vez salir. No hay optimismo excesivo. Hemos tenido una carta de Sales [y Ferré] de Sevilla, que puede ayu- darnos a resolver la cuestión sin gran esfuerzo. Sales dice: los Liberales de Sevilla somos pocos para sacar a Uña jno podría venir M. Pelayo a Sevilla y lo votaríamos los liberales a condición de que los conservadores de Oviedo votasen a Uña? Hemos hablado con el rector y con Alas. Conformes: todos votarán a Uña, espe- cialmente si conseguimos resolver la cuestión con Menéndez. Alas ha escrito a éste, explicándole nuestro proyecto. Desde luego no necesitamos que los conser- vadores nos apoyen. Bastarka que se abstuviesen. Ahora bien, con todos estos ante- cedentes ¿no habría modo de afrontar la cuestión con el gobierno? M. Pelayo a Sevilla y que el gobierno declare candidato oficial en Oviedo a Uña, o por lo menos que deje en absoluta libertad a sus subordinados. Siendo oficial, Una sería seguro, quizá sin lucha. Si Menéndez logra de Pidal la abstención del elemento conservador Uña sería seguro. Es preciso hacer ahí (¿por Moret?) lo que se pueda. Quizá viene una hermosa ocasión, que sabe Dios si se volverá a ofrecer". La se- gunda carta, más optimista, lleva fecha de 12 de marzo de 1891:"EIecciórz D.Juan. No presenta mal aspecto.Tenemos mayoría. ¡NO la descompondrán! Si Pidal lo toma con fuerza y consigue apoyo oficial peligraríamos. El rector ha escrito a Menéndez [Pelayo] poniéndole mal la cosa. Leopoldo trabaja para conseguir que se retire advirtiéndole que acaso se expone a una derrota. Hoy le he escrito en ese sentido. Altamira bien, en su puesto con nosotros. En suma, trabajamos con fe, entusiasmo y poniendo el alma. ¡Dios sobre todo!". Por último, unos días después, el 19 de marzo, Posada escribe una tercera carta a Giner, pero ahora ya las cosas no se ven tan claras:"iEstuve de elecciones! Me fui a un concejo de la montaña a velar por la candidatura de Pepe. ¡Buena lección de Derecho político práctico me dió el cacique! A las 5 de la mañana eran las 7 y a las 7,15 las 9. Cuando, después de plantarme y amenazar con.. . el presidio pude entrar en el colegio con mis interventores, ya habían votado (?) todos nuestros electores. ¡Un escándalo! Hora antes de las 8 en que debía comenzar la elección.Y teníamos fuera tres veces más votación que el hijo de Pidal. Con decirle a V. que no oí durante todo el día por aquellas breñas más que viva la república. Los había que decían que 'votaban por la idea'. Algunos se llaman socialistas. Uno me ofreció 500 pesetas que son sus ahorros y además toma el fusil, si querkamos hacer la revolución. Lo cierto es que JosÉ MIGUELFERNANDEL PÉREZ

tuve que trabajar de firme para cortar una colisión sangrienta, pues el cacique tenía unos 50 hombres dispuestos a apalearnos y los electores de Pepe querían entrar a palos en el colegio. Resultado ipucherazo por Pidal! Con cinco protestas mías. Lo de la Universidad no sé cómo va. Parece bien, pero Pidal aprieta, y ya em- piezan a decir que Uña es un impío y nosotros unos librepensadores de El Motín. El rector.. . mas vale no hablar del rector hasta el final".Véase "Fondo Giner",ARAH. En esta carta se nota que Sela está defendiéndose de una regañina que le ha echado Giner a raíz de las elecciones a senadores.véase la carta manuscrita de A. Sela a Giner fechada en Oviedo el 27 de abril de 1898,"Fondo Ginern,ARAH. Las cursivas corresponden a los subrayados del original. Juan Velarde hace refe- rencia a este asunto de la elección de Menéndez Pelayo como senador por Oviedo desde una perspectiva diferente,y es curioso señalar que la idea que quiere subra- yar es exactamente la contraria: la gran cohesión que existe entre los miembros del grupo de Oviedo, así como el control que Giner tenía sobre el mismo (sobre esto último no hay duda alguna).Así, afirma Velarde: "El papel, pues, de Giner res- pecto a este grupo era continuo. Incitó a sus miembros a colaborar con la Iglesia, y concretamente con el obispo de Oviedo, Fray Ramón Martínez Vigil, del que Ile- gó a escribir Giner que si 'se aventurara por el camino de Ireland, Klein, etc., por poco que sea, será muy de alabar.. .Hay que ayudarle (bajo las condiciones razo- nables que ustedes dicen) con toda el alma'. O bien a veces les regañaba, como en el asunto de la polémica que emprendieron Buylla, Posada y Sela en El Liberal contra El Siglo Futuro. Así Giner consiguió que el movimiento de Oviedo fuese un todo cohesionado, que incluso llegaba a designar senador por la Universidad de Oviedo a Marcelino Menéndez y Pelayo, frente al barón de Covadonga, que era el candidato consewador de Unión Católica,Aiejandro Pidal, acusándole de impc- sición caciquil". Véase J. Velarde, "Ante el centenario del Instituto de Reformas Sociales",ya citado: 14. En otro trabajo,Velarde insiste en la misma idea de la fuer- te unión que hay entre los componentes del grupo de Oviedo: "Pero se sentía todo este gnipo como un todo perfectamente concertado. (. . .) Con estas reac- ciones, el grupo se cohesionaba cada vez más bajo la capitanía de Buylla y Clarín". Véase J.Velarde "La oleada historicista y el pensamiento económico español", en E. Fuentes Quintana (dir.), Economía y economistas españoles.5. Lm críticas a la economía clásica, ob. cit.: 341. Evidentemente, habría que investigar más este asunto en el que caben muchos matices. '"Véase la carta de Posada a Giner fechada en Oviedo el 1" de junio de 1898. Véase "Fondo Giner", ARAH. Cursivas en el original. 60VéaseYvonneSurin,La educación y la escuela en España de 1874 a 1902, ob. cit.: 241, donde alude también a la Escuela Práctica de Altos Estudios de Francia y a las "realizaciones inglesas" como fuente de inspiración de la Escuela de Oviedo. "' S. Melón, Un capítulo en la historia..., ob. cit.: 55-56. "'A. Posada,"Escuela Práctica de Estudios Jurídicos y Sociales",Anales de la Unitlersidad de 0uiedo.Año 1. 1901, ob. cit.: 197. Cursivas en el original. Este tra- bajo se publica también en el BILE, 1902: 262 y SS. ANTONIOFLORES DE LEMUS:ANOS DE FORMACIÓN UNIVERSITARIA

"A. Posada,"Sobre la Universidad de Oviedo. Una institución universitaria", BILE, núm. 450,30 septiembre 1897:258. Cursivas en el original. "A.Posada,"Los estudios de la Facultad de Derecho en España",KILE, núm. 553,30 abril 1906:99. Esta negativa descripción de Posada recuerda la referencia que hace Francisco Bernis a 1a"desesperante y absoluta inculturandela mayor par- te de sus alumnos que "están como muertos".Véase su carta a Giner fechada en Salamanca el 17 de mayo de 1907,"FondoGinern,ARAH. Igualmente, en una car- ta a su novia y futura esposa,Rosa Madrazo, Bernis se desahoga exclamando:"jeste pueblo no sime ni para pensar! (. . .). Sólo algunos muchachos, generalmente pobres, tienen entendimientoy carácter. ¡Cómome gustan los pobres!".Carta faci- litada amablemente al autor por Elisa Bernis. 65 Félix deAramburu,"Inauguraldel curso en la Escuela Práctica de Estudios Jurídicos y Sociales de Oviedo",BILE, núm. 453,31 diciembre 1897:353-354. Cur- sivas en el original. 66A.Posada,"Sobre la Universidad de Oviedo",art. cit.: 259. Sobre esta cues- tión del método de enseñanza utilizado en la Escuela, véase también A. Posada, "Escuela Práctica.. . ", art. cit.:200. "'Véase Gil Cremades, ob. cit.: 204. La primera edición de este conocido trabajo del filósofo y sociólogo inglés Herbert Spencer (1820-1903)se publica en 1884 con el título TCJe man versus the state: cotztaing "The new Torism","The conming slavery", "The sins of legis- lators", and "The great political superstition", D.Appleton and Co., Nueva York, 113 páginas. Al año siguiente se edita en Inglaterra por Williams & Norgate, Londres, 1885,113 páginas. Ese mismo año se publica en castellano con el título El indizliduo contra el Estado; los nuevos conservadores, la esclavitud del por- veni< las culpas de los legisladores, la gran superstición política, vertido direc- tamente del inglés por Siro García del Mozo, Imp. y Litografía de José M. Ariza, Sevilla, 1885,225 páginas. Hay también otra edición castellana temprana, traduci- da por A. Gómez Piniüa y publicada en Valencia por E Sempere y Ca.,pero en la que no consta la fecha. Un ejemplar de la edición castellana de Sevilla se conser- va en la biblioteca de la Universidad de Oviedo,por lo que es lógico pensar que fue ésta la utilizada en la Escuela Práctica.También se publica una edición en cata- lán con el título L'home contra L'Estat, proleg deTrinitat Monegal, Imp. Fidel Giró, Barcelona, 1905,XVI, 2 12 páginas. 69 La edición original de esta obra de Alfred Jules Émile Fouillée (1838-1912) se publica con el título La science sociale contenzporaine, Hachette et Cíe.,París, 1880, XIII, 424 páginas y se dispone de una edición castellana con el título La ciencia social contemporánea, traducción, prólogo y notas de Adolfo Posada, Imp. de Agustui Aurial, Madrid, 1894,416 páginas. Este filósofofrancés, profesor de la Escuela Normal Superior de París y miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, pretendió conciliar el idealismo con el positivismo, la metafi- sica con la ciencia,la libertad con el deterrninismo, mediante su teoría de las ideas- fuerza. Es un autor muy conocido en la España de finales del siglo XIX y primeras Josi MIGUELFERNANDEZ PEREZ décadas del XX, del que se traducen también otras obras como las siguientes: El moralismo de Kant y el amoralismo corztemporáneo, versión castellana, prólo- go y notas de Genaro González Carreño, Imp. de Ricardo Rojas, Madrid, 1908,458 págs.; La moral, el arte y la religión, según Guyau, traducción de Ricardo Rubio, Imp. de A. Marzo, Madrid, 1902,409 páginas; Nozlísiino concepto del Derecho en Ale?nania,Inglaterra y Francia, traducción de Eduardo Gómez de Baquero, Imp. de Gabriel L. del Horno, Madrid, (1909?), 374 páginas; Historia general de la filo- sofa, nueva edición aumentada con la Historia de la filosofa contemporánea, traducción de E Gallach Palés, Imp. de S. Rubio, Madrid, 1933,4 volún-ienes. Pero quizá uno de sus libros más conocidos en España -junto a La ciencia social con- temporánea- es el titulado Bosquejo psicológico de los pzreblos europeos, Imp. de Daniel Jorro, Granada, 1903,660 páginas, cuya edición original,Esquissepsycbo- logique despeuples européens, es publicada en Francia ese mismo año por la edi- torial E Alcan, París, XIX, 550 páginas. De esta obra se hace eco Constancio Bernardo de Quirós en un comentario titulado "Los españoles según un extranje- ro", en la revista Alma Española, año 11, núm. 17,6marzo 1904: 14,en el que seña- la las principales características del temperamento español. según el autor francés, insistiendo sobre todo en sus defectos: "Somos sanguinarios. País alguno da tanta cantidad de homicidios, si Italia se exceptúa.Yo añadiré que si se cuenta la cifra de delitos llamados de 'disparo de arma de fiiego', verdaderos homicidios abortados, Italia queda por debajo. Somos poco sociables, o mejor disidentes, faltos del ins- tinto de cohesión en todas las cosas. Somos incultos.. . Somos tristes, solemnes". Después, hace una referencia a los "tipos regionales"que describe Fouillée y se pre- gunta: "¿Qué pensar del retrato? Falto de un estudio directo del pueblo español y escaso de fuentes de información -como hace notar el traductor Ricardo Rubio-, Fouillée, a veces, comete manifiestos errores que hacen reir (. . .) (verbigracia: cuan- do habla de la franqueza de los gallegos). Con todo, no debemos rechazarles por- que nos haga aparecer peor de lo que quisiéramosn.Tambiénhace referencia a este autor Francisco Acebal, que escribe: "Fue también Fouillé [sic]el que. con su habi- tual ligereza, dijo que en España la raza es extremadamente unzyomte: raza doli- cocéfala, de talla peqzreña. Siempre los juicios con plantilla, afirmaciones geomé- tricas, de cartabón y compásn.Véasesu artículo "Alma asturiana", publicado en la revista Alma Española, año 11, núm. 9,3 enero 1904: 2. Cursivas de Acebal. "' Como se sabe, el discurso de ingreso de Gumersindo de Azcárate y Menéndez Morán en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, que tiene lugar el 7 de mayo de 1891, versa precisamente sobre e1"Concepto de la Sociolo- gían.Véase Discursos leídos ante la RealAcademia de Ciencias Morales y Poli- ticas en la recepción pública del Sr Gumersindo de Azcárate, Est.Tip. de For- tanet, Madrid, 1891, 72 páginas, donde se contiene también la contestación de Francisco Silvela (páginas 55-72). '' ES evidente que existe una errata y que debiera decir"organicismo social". -'Se trata del libro de Gaston Richard, Le socialisme et la science sociale, Félix Alcan, París, 1897, 199 páginas. ANTONIOFLORES DE LEMUS: ANOS DE FORMACION UNIVERSITARIA

'' Esta obra de Benoit Malon (1841-1893), editada por Féiix Alcan, París, 1891-1894,se compone de dos volúmenes de 449 y 460 páginas: i. Histoire des tbéories et tendances générales; II. Des réformes posibles et des mqyens prati- ques. Malon es autor de numerosos trabajos sobre el socialismo,entre los que se encuentran los siguientes: Histoire du socialisme depuis les temps plus recules jusqu'ci nos jours, H.Albert, Lyon, 1879,80 páginas; Précis bistorique, tbéorique et pratique de socinlisme, EAlcan, Paris, 1892, 352 páginas; La troisieme défaite du prolétariat francaise, G. Guillaume, Neuchatel, 1871,538 páginas; Exposé des écoles socialistasfran~aises,A. Le Chevalier, París, 1872,289 páginas; Capital et trauail, ou, Bastiat-Scbulze (de Delitzscb). Ferdinaizd Lassal1e;premikre tradzrc- tion francaise avec une notice sur le déz)eloppementt du socialisme en France et en Alleítzagne et sur la z~iede Ferdinand Lassalle, Librairie du Progres, París, 1880, 320 páginas. Como se sabe, Schulze-Delitzsch es el fundador de la institu- ción cooperativa en Alemania. Por último, Malon traduce al francés el libro de Schaffle, que se cita a continuación, con el título La quintessence du socialisme, Librairie du Progks, París, 1880,114 páginas.

74 Este ensayo de Albert Eberhard Friedrich Schaffle (1831-1903), traducido y anotado por Buylla y Posada y con un prólogo del autor, se edita en Madrid en 1885,Imp. de M.G. Hernández, XVIII, 128 páginas. La edición original alemana, que lleva por título Die Quintessenz des Socialismus, es de 1874.Tiene un enorme éxito editorial, tanto en Alemania (en 1912 aparece la 21" edición), como en el extranjero, pues se traduce también al inglés (Londres, 1889), al italiano (Génova, 1890) y al francés (Bruselas, 1886 y París, 1880, ya citada). Kleinwachter dice que en esta obra, "que podemos reputar como insuperable", Schaffle "redujo a una imagen armónica y comprensible los planes futuros y los ideales de reforma del socialismo",destacando que su aportación "fue algo considerable, pues los parti- darios del socialismo habían procurado evitar siempre, en lo posible, exponer sus ideas sobre la forma futura de la Economía y sólo se encontraban indicaciones accidentales, desparramadas en diversos escritos". Véase Federico von Kleinwachter, Economía política, 2" edición corregida, traducción de la 4" ed. alemana por Gabriel Franco, Gustavo Gili, Barcelona, 1929:55-56. Schaffle, a quien Schumpeter califica de "poderosa personalidad", es también autor de un libro "ambicioso",Bau urzd Leben des sozialen Korpers (Estructura y vida del cuer- po social), H. Laupp,Tübingen, 1875-1878,4 volúmenes. Sin embargo, la opinión que Schumpeter tiene de este trabajo no es muy favorable, pues escribe: "Pero a menos que (. . .) haya más de lo que yo soy capaz de hallar en él, no se puede decir que el análisis económico le deba mucho". Y unas páginas antes escribe: "Afortunadamente,el libro no queda completamente arruinado por los intentos que hace el autor de encontrar en el cuerpo social nervios y Órganos de diges- tión". Véase Joseph A. Schumpeter, Historia del análisis económico, Ariel, Bar- celona, 1971: 930 y 865, respectivamente.

'5 T. Jiménez Araya, al referirse a "la ausencia de indicios de una representa- ción significativa del pensamiento marxista" en la cultura académica, subraya que Josi MICOELFERNÁNDEZ PEREL

"vale la pena resenar, sin embargo, que, aunque sólo fuera a título individual,algu- nos miembros de la generación de sociólogos y economistas de finales de siglo tomaron contacto con la obra de Marx. Posada da noticia de los debates sobre El Capital, dentro de la Escuela práctica de estudiosjurídicos y sociales, en el seno de la Facultad de Derecho de la Universidad de Oviedo".VéaseJiménezAraya,"La introducción del marxismo en España: el Informe a la Comisión de Reformas Sociales de Jaime Veran,Analesde Economía, 3" época, núm, 15,julio-septiembre 1972: 108. Se dispone de una versión resumida de este trabajo publicada en E. Fuentes Quintana (dir.), Economía y economzistas españoles. 5, ob. cit.: 765-798. 7h Según Buylla, este método es "la mayor copia de datos para Uegar al más exacto conocimiento del estado de los trabajadores, y a buscar la mejor organiza- ción posible de la sociedad, a fin de que cesen tantas injusticias como dominan hoy por desgracia en las relaciones entre los hombres" y consiste en "una minu- ciosa descripción del estado económico (inventario de bienes, ingresos, gastos de todas clases), moral, religioso, artístico, de cultura, educación, etc.; descripción sacada del examen directo y personal del modo de existencia del sujeto a obser- vación, seguido de las consideraciones que sugiere al autor la situación de la fami- lia que es objeto de su estudio. Obedece este procedimiento metódico a la nece- sidad de reconocer el verdadero estado de la clase obrera, ya que se ha exagerado mucho en pro y en contra; único medio de Uegar después a síntesis segura, y no a construcciones meramente fantásticas,como son las que no buscan su apoyo en la realidad".Véase A. Buylla,"El método monograf~coen la Universidad ovetense", BILE, núm. 450,30 septiembre 1897: 259-260.Cursivas en el original. 77 Buylla escribe que, sin entrar a discutir ahora si el método monográfico, "sobre todo en su aplicación a la ciencia económica, ha sido iniciado por el famo- so M. Le Play, sociólogo y sabio ingeniero", lo cierto es que este autor "se dedicó con celo sin igual y con especialísima competencia al estudio detallado, minucio- sísimo, de las familias obreras, con ánimo de encontrar la que, constituída con toda pureza de costumbres y bajo la singular autoridad del padre, viniera a ser como el tipo de familia cristiana, en cuya restauración creía encontrar el econo- mista católico la felicidad humana". Ibídem: 259. Como se sabe, la importancia que Schumpeter otorga a Le Play es grande.Ahora bien, lo que valora de él no es tanto sil pensamiento como su método.Así, escribe: "Lo que para Le Play era lo principal, a saber,las ideas de esta Escuela en el campo de la política social,no nos interesa ahora. Pero su método resulta muy importante: consistía en investigacio- nes de detalle sobre las condiciones de vida de la clase obrera, por el estudio de una familia de trabajadores determinada y, muy especialmente, el de su presu- puesto. Este método ha sido aplicado, desde entonces, en Alemania, Estados Uni- dos e Inglaterra. Es evidente que, no sólo es necesario para el examen de nume- rosos problemas, sino que también puede aportar una contribución a nuestro conocimiento general del devenir social. No cabe reprocharle no habernos con- ducido, hasta hoy, a resultados susceptibles de ser brevemente enunciados, ya que ello es inherente a su naturaleza. Sólo que las proposiciones generales de Le Play ANTONIOFLORES DE LEMUS: ANOSDE FORMACIÓN UNIVERSITARIA no tienen ningún valor científico, en parte porque no están de acuerdo con sus aptitudes y, en parte, porque estaba totalmente desprovisto de formación econó- mica, incluso elemental. Ello, especialmente, les quita todo alcance a sus ataques contra los clásicos, a quienes parece que apenas había leído". Véase Joseph A. Schumpeter, Síntesis de la evolución de la ciencia económica y sus métodos, 2" edición, Oikos-Tau, Barcelona, 1967: 170. En el mismo sentido, en su Historia del análisis económico, ob. cit.: 585, Schumpeter escribe:"Le Play no tenía formación técnica de economista, e incluso despreciaba cordialmente las cuatro cosas mal entendidas que había aprendido de economía. Pero, a pesar de ello, merece un lugar en la historia del pensamiento económico por su método de estudiar pre- supuestos familiares, que un día puede contribuir a dar nacimiento a una teoría del consumo que merezca tal nombre". Pierre Guillaume Frédéric Le Play (1806 1882) fundó en 1856 la Société Internationale des Études Pratiques dlÉconomie Sociale. Esta Sociedad empieza publicando un boletín de sus sesiones que en 1881, un año antes de la muerte de Le Play, se convierte en la revista quincenal La Réforme Sociale, que se autodefine como "órgano de la Escuela de la paz social". Es una publicación de carácter conservador, católico y marcadamente antiindus- trial que se encarga de difundir y popularizar las actividades de todo el grupo. La obra más importante de Le Play es Les ouvriers européens. Études sur les tra- uaux, la vie domestique et la condition nzorale des populations ouvrieres de I'Europe, précédées d'un exposé de la métbode d'observation, Imprimerie impé- riale, París, 1855,301 páginas, que se publica con cargo a los fondos oficiales, pues Le Play es nombrado asesor privado de Napoleón 111. Entre 1877 y 1879 la edito- rial A. Mame et Fils publica en Tours la segunda edición, notablemente ampliada, que está formada por 6 volúmenes. Debe citarse también al menos otra obra nota- ble de Le Play, La réforme sociale en France, déduite de l'observation comparée despeuples européens, Pion, París, 1864,2 volúmenes, de la que se publicaron seis ediciones en vida de su autor y fue muy elogiada por figuras tan destacadas como Scliaffle, Sainte-Beuve o Montalembert. Sobre Le Play y su escuela puede verse Jesse R. Pitts, "Le Play, Frédéric", Enciclopedia Zntenzacional de las Ciencias Sociales, dirigida por David L. Sills,Aguilar, Madrid, 1975, vol. 3: 561-566 y, sobre todo, el trabajo más reciente de José Ignacio Garrigós Monerris,"Frédéric Le Play y su círculo de reforma social",Papers, Revista de Sociologia, núm. 69,2003: 133- 146. En éste último se pone de relieve "la importancia que Le Play tuvo como experto en cuestiones sociales en Francia, principalmente en los Últimos años de la Monarquía de Julio y en la Segunda República, entre un heterogéneo grupo de intelectuales y personalidades preocupadas por la paz social" y, en especial, el papel desempeñado por ese "círculo reformador" que se forma en torno a Le Play, que estaba "compuesto por personas de diferentes tendencias políticas unidas por la idea de la necesidad de realizar reformas sociales para alcanzar la estabili- dad de la sociedadn.Véase la página 135. '"Buylla afirma que es tanta "la importancia que se concede a este modo de proceder, que en la misma Sorbona hace años que un profesor distinguidísimo,M. Josí MIGUELFERNANDEZ PÉREL de Maroussem,ha establecido una cátedra dedicada a exponer los admirables resul- tados obtenidos de la aplicación del método monográfico".Véase"El método mono @co.. .", art. cit.: 260. Según Schumpeter, de Maroussem es uno de los sucesores de la "Escuela de Le PlayM.VéaseSíntesis ..., ob. cit.: 170. Entre las obras publicadas por Pierre-Robert Planteau du Maroussem (1862-1936) destacan Les enquetes, pra- tique et tbéorie, E Alcan, París, 1900, 328 páginas y La question ouzlri&re,Ed. Rousseau, París, 1891-1892,4volúmenes, un trabajo que recoge sus cursos libres en la Facultad de Derecho de París. Leopoldo Palacios, que a finales de 1901 está pen- sionado en París por la Universidad de Oviedo para estudiar la cuestión social y sus posibles soluciones en Francia y Bélgica, tiene como profesor en la Facultad de Derecho a este autor, sobre el que escribe: "La Facultad de Derecho tiene entre sus maestros a M. Gide (. . .) y a M. Pedro de Maroussem, profesor libre, que en su cáte- dra de 'Cuestiones agrarias y coloniales' se ocupó en 'los grandes comercios del algodón y la lana', según el método monográfico. Lo referente al método fue lo que más me interesó de sus estudios".VéaseL. Palacios, Las universidades populares, E Sempere y Compa.,Valencia,1908: 14. Más adelante hace una nueva referencia a él al hablar del College libre des sciences sociales de París, fundado en 1895,del que dice que en este centro "hace siempre un curso breve M. Maroussem, y el suyo de aquel año sobre la manera de hacer monografías, reducido a la exposición de parte de su interesante libro, es lo único que de la escuela conozco". Ibídem: 24. El Libro al que se refiere Palacios es el ya citado Les enquetes... " Debe tratarse de Charles Benoist (1861-1936), que es sobre todo el autor de La crise de I'Etat moderne:L'organisation du travail. 1.Le travail, le nombre et I'Etat. Enquete sur le travail dans la grande industrie. 2."L'espt?ce".L'ouvrier La classe ouririere, Plon-Nourrit,París, 1905 y 1914,2vols., 496 y 374 páginas, res- pectivamente. Con anterioridad, había publicado Les ouvri&resde l'aiguille a Paris. Notes pour I'étude de la question sociale, L. Chailley,París, 1895,296 páginas. Benoist publica también un libro titulado Cárzovas del Castillo:la Restazcmtion rénovatrice, Plon, París, 1930, 400 páginas, traducido al castellano por Enrique González Fiol con el título Cánovas del Castillo. La Restauración renovadora, Edic. Literarias, Madrid, 1931,313 páginas. " Como señala Giner de los Ríos, en el primer volumen de los Anales se publican "cuatro monografías sobre El carpintero ovetense (. . .), hechas bajo la dirección del señor Buylla, por los alumnos señores Alvarez Pérez, la la;González Wes y Pérez Fernández, la 3"; Secades Caces y Forero del Busto, la 4"; la 2" no Ile- va firma. Este importante trabajo (de que ciertamente maestro y discípulos esta- rán harto más satisfechos que de las absurdas pmebas de los exámenes de curso) tal vez facilite el camino a este género de investigaciones". Véase E Giner, "Ia Universidad de Oviedo", en La Universidad española, ob. cit.: 280. Por su parte, Buylla dice que "los alumnos, dirigidos por el que firma estas líneas, han empren- dido el estudio de la situación del obrero carpintero, comenzando por la familia de un ebanista modestísimo, casi pobre, que trabaja por su cuenta: monografia que ha resultado sumamente interesante por todos conceptos, habiendo dado ocasión a que los jóvenes estudiantes, durante las largas visitas que se han hecho al hogar del mísero obrero, en huelga forzosa durante mucha parte del año, a cau- sa del irrisorio precio a que los compradores de los muebles que fabrica -ordi- nariamente comerciantes de mobiliario usado- se los pagan, y de los gastos exi- gidos por sus muchos hijos, alguno de ellos enfermo crónico, vieran muy de cerca los mayores extremos de pobreza y comprendieran cuán indispensable es pensar seriamente en prevenir los males que ésta produce". Aiiade que, "durante el curso pasado, se continuó la tarea iniciada en el anterior dedicando varias sesiones a es- tudiar el estado del obrero carpintero con taller propio, y que, ayudadopor la for- tuna, ha podido entrar en contratas de construcción de edificios,aunque en esfe- ra modesta, y ha logrado tener oficiales y aprendices que trabajan por su cuenta". Véase A. Buylla,"El método monográfico.. .", art. cit.: 260. Cursivas en el original. "' A. Posada, "Escuela Practica.. . ", art. cit.: 198-200. Cursivas en el original. Posada añade que,"aunque esta es la tarea habitual de la Escuela, sin embargo, en alguna ocasión se han efectuado otros trabajos. Recordaremos tres. lo.Una confe- rencia del Ilmo. Rector,Aramburu, en la cual definió de una manera magistral la función propia de nuestra Escuela en la labor universitaria. 2". Otra conferencia de nuestro malogrado compañero Leopoldo Alas, acerca de Oña fórmula de Ihe- ring: Por encima y rnás allá del derecho romano (en alemán la fórmula completa es ésta: Durcb das romiscben Recbt., aber über dasselbe binaus);y 3". Un curso del vicedirector del Instituto provincial, Sr. Redondo, sobre Arquitectura". Ibídem: 200-201. Cursivas en el original. Véase la carta de Sela a Giner fechada el 27 de abril de 1898,ya citada. " Un resumen de las palabras del rector puede verse en E de Aramburu, "Inaugural del curso en la Escuela Práctica de Estudios Jiirídicos y Sociales de Oviedo", ya citado: 353-356.Se publica también en los Anales de la Universidad de Oviedo, ob. cit., vol. 1: 201 y SS.Una compilación reciente de los discursos pro- nunciados en la ceremonia de inauguración de curso puede encontrarse en Santos M. Coronas González, El Grupo de Oviedo:Discursos de apertura de curso 1862-1903, Universidad de Oviedo, 2002,2 volumenes. " Ibídenl: 353. Cursivas en el original.Al final de este acto,Aramburu anun- cia que la Universidad y la Escuela "acaban de recibir un refuerzo valiosísimo con el nuevo catedrático de Historia del Derecho", Rafael Altamira, que se incorpora a Oviedo a partir de ese curso. Ibídem: 355. 85Véasela carta a Giner,fechada en Oviedo el 23 de octubre de 1897,"Fondo Giner",ARAH.En los Anales de la Universidad de Oviedo, que dan cuenta de los trabajos de los alumnos, no se ha encontrado ninguna referencia a alguna posible colaboración especial de Flores. MVéasela carta fechada el 18 de diciembre de 1897. 87Véasela carta fechada en Oviedo el 27 de marzo de 1898,"Fondo Giner", ARAH. =Véase la carta fechada en Oviedo 9 de febrero de 1898. Como antes se ha señalado, el Sr. Redondo era el subdirector del Instituto provincial de Oviedo. JosÉ IUIGUELFERNANDEZ PÉREZ

Palacios dice de él que era director de las Excursiones de Arqueología asturiana y que, en cierta ocasiÓn,"hizo una lección general preparatoria en la Universidad y emprendió después su obra, visitando con las personas inscritas los monumentos notables de Oviedo y sus alrededores". Véase L. Palacios, "La Extensión Univer- sitaria", ob. cit.: 151. J.Velarde,"AntonioFlores de Lemus.. .", art. cit.: 48. En otro lugar habla de "la fusión sociedad asturiana-Universidad ovetense". Véase J. Velarde, "Primera aproximación al estudio.. . ", art. cit.: 228. Sobre la misma, véase especialmente el trabajo de A. Sela, Extensión Uniz~ersitaria.Memorias correspondientes a los czirsos 1898 a 1907, Librería General de Victoriano Suárez, Madrid, 1910,287 páginas.véase también el trabajo de S. Melón, "La Extensión Universitaria: antecedentes y características", en Estudios sobre la Universidad de Oziiedo, ob. cit.: 87-1 14. y' J. Velarde, "Universidad de Oviedo", en Gran Enciclopedia Asturiana, Silverio Cañada Editor, Gijón (s.f.), tomo XnT. 70. " Y también con la de Leopoldo Palacios Morini -compañero de curso de Flores en Oviedo-, por lo que su testimonio reviste una especial imp0rtancia.A Palacios se debe un excelente trabajo titulado "La Extensión Universitaria", en el que analiza sucesivamente: "1. Qué es". "11. Cómo nace". "111. Extensión de la Extensión"."IV En Españan."V.Oviedo"."Vi. Crítica". Está incluído en su libro Las universidades populares, ob. cit.: 125-156. "'A. Sela, "Una función social de la Universidad de Oviedo", El Noroeste, 15 agosto 1897: 10-11, reproducido en el BILE, núm. 450,30 septiembre 1897: 257- 258. Se utiliza esta Última edición. 94 Ibídem: 257.

95 Idem. Ibídem: 257-258. Unos años después, Palacios reconoce también la labor desplegada por otros centros universitarios cuando escribe: "Las universidades que aquí mantienen la Extensión, o han hecho algo con ese propósito, son las de Zaragoza, Barcelona, Sevilla y Oviedo". Aunque luego añade: "Pero donde la obra de la Extensión se reveló con más vitalidad y carácter, acaso por haber nacido des- pués de otros ensayos, fue en la Universidad de Oviedo". Véase L. Palacios, "La Extensión Universitaria",ob. cit.: 147 y 149. " Ibídem: 258. 98 Palacios debe hacer referencia al libro de Michael Ernest Sadler y Halford John Mackinder, University Extensión. Has it a future?, H.Frowde, Londres, 1890, VII, 236 páginas.

9y Véase L. Palacios, "La Extensión Universitaria",ob. cit.: 15 1-153. '" Ibídem: 153. Giner de los Ríos ofrece una completa relación de "las perso- nas y los temas de la Extensión desde el principio hasta 190 1 ".Véase "La Univer- sidad de Oviedo", en La Universidad española, ob. cit: 282-284.A su vez,Velarde da una amplia lista de los "centros en que se impartieron enseñanzas en el período 18981909".VéaseJ.Velarde,"Primera aproximación al estudio... ", art. cit.: 228229. ANTONIOFLORES DE LEMUS:ANOS DE FORMACIÓN UNIVERSITARIA

'O1 Juan A. Crespo Cabornero, Democratización y reforma social en Adolfo A. Buylla.Economía, Derecho, Pedagogía, Etica e Historia social, Universidad de Oviedo, Oviedo, 1998: 107-122.Debe señalarse que, con frecuencia, el segundo apellido de este autor es citado erróneamente como "Carbonero". Así ocurre, por ejemplo, en el monumental Diccionario de pensamiento económico en España (1500-2000), de Luis Perdices de Blas y John Reeder, Síntesis, Fundación ICO, Madrid, 2003: 41, o en algunos trabajos incluidos en la obra de E. Fuentes Quintana (dir.), Economía y economistas españoles. 5. Las críticas a la ecorzomía clásica, ob. cit.: véanse, por ejemplo, las págs. 118,300,318,393 y 926.

'O2 Véase Crespo, ob. cit.: 110. ""Véase la carta fechada en Oviedo el 20 de mayo de 1903,"Fondo Giner", ARAH.

lWS. Melón, 1Jn capítulo en la historia..., ob. cit.: 71 .Velarde escribe que "las Colonias Escolares de Vacaciones, bajo la inspiración de don Manuel Bartolomé Cossío, (. ..) se iniciaron a principios del siglo en Salinas" y "después de Salinas, la labor coexistió con otra en Laviana".Añade que esta obra "beneficiaba sobre todo a los niños pretuberculosos de la zona central, minero-industrial,asturiana" y que en ella "trabajó el profesor Rego, de la Institución Libre de Enseñanzan.VéaseJ. Velarde,"Primera aproximación al estudio.. . ", art. cit.: 228.

'O5 Ibídem: 72. '" Esta carta de Prieto Bances, fechada el 15 de octubre de 1970, está publi- cada en R. Gibert,"Don Ramón Prieto Bances (1889-1972)",Annals of theArchive of "Ferran Valls i Taberner's Library", núm. 11-12, 1991: 484. Para entender esta airada reacción de Prieto Bances debe tenerse en cuenta que Melón está atacan- do algo que forma parte de su propia experiencia vital, ya que, como escribe Gibert, "desde 1916 [Prieto Bances] había desempeñado la secretaría de la Junta de Extensión Universitaria, actividad surgida originalmente en Vetusta y sirvió de modelo para toda España, no sin enemigos que con razón pensaban que la Universidad no es cuestión de extensión sino de intensidad". Ibídem: 438. 'O7 Véase la carta de 23 de octubre de 1897. Según consta en su expediente académico, durante el curso 1897-98 Flores está matriculado en las asignaturas siguientes: Derecho Civil español, común y foral(2" curso), Derecho Mercantil de España y de las principales naciones de Europa y América, Procedimientos Judiciales y Derecho Internacional Público. 'ORVéasela carta fechada en Oviedo el 18 de diciembre de 1897. IwVéase la carta a Giner fechada el 9 de febrero de 1898.

'lo Ibídem. la cursiva corresponde al subrayado del original. Giner tenia una excelente opinión de los asturianos, como puede verse en este texto sobre la Universidad de Oviedo: . . . "corto número de alumnos; posición envidiable en una de las más bellas regiones de Europa; una ciudad pequeña donde será fácil a los maestros influir sobre la vida entera de sus discípulos y mantener por medio de una intimidad afectuosa, cierta tutela moral, como en los días mejores de nuestras antiguas escuelas; el carácter grave, noble, dulce y varonil, a la vez, de aquella raza, JosÉ MIGUELFERNÁNDEZ PÉREZ a la cual pertenecen, casi en totalidad, profesores y alumnos; la simpatía de sus conciudadanos que va creciendo de hora en hora al par de los resultados visibles de sus generosos esfuerzos".Véase E Giner,"Ia reforma de la enseñanza del Dere- cho", citado por Antonio Jiménez-Iandi, La Institución Libre de EnserZanza y su ambiente, vol. 111, Universidad Complutense, Madrid, 1996: 179. Una interesante descripción de los principales rasgos distintivos del c'arater asturiano puede verse en el artículo de Francisco Acebal "Aúna asturiana", ya citado,Alma Española: 2-4. "' Vease la carta de Palacios a Giner, fechada el 27 de marzo de 1897,ya citada. lIL Véase la carta de A. Sela a Giner, fechada en Oviedo el 30 de octubre de 1898, "Fondo Giner", ARAH. La primera de las asignaturas a que se refiere es Práctica forense y redacción de instrumentos públicos. Por su parte, Flores escri- be a Giner:"Creo que el Sr. Sela con quien tengo un trato más frecuente no está descontento conmigo y puedo decirle que el profesor 'de Procedimientos' está totalmente contento".Véase la carta fechada el 18 de diciembre de 1897. El cate- drático de Procedimientos judiciales era Juan Maña Rodnguez Arango. "' Carta de A. González Posada a Giner, de fecha 11 de octubre de 1898, "Fondo Giner",ARAH.

'14 Véase la carta fechada el 18 de diciembre de 1897,ya citada. '15 J.A. Crespo, ob. cit.: 84. "" Ibídem: 87-88. "'Véase La Unión Republicana, 19 septiembre 1897: 1, citado por Crespo, ob. cit.: 88. "'Pueden verse más detalles en J.A. Crespo, ob. cit.: 89-91. ""11 este sentido, L. Gonzalo escribe que, entre todos los profesores del "Movimiento de Oviedo", es necesario "reparar en una figura que, a mi juicio, debió itifluir decisivamente, cuando menos, en la posterior orientación de los pasos de Flores de Lemus hacia la ciencia y la universidad alemanas. Me refiero a Don Adolfo Alvarez Buylla". Unas líneas después se refiere a "la actividad estricta- mente universitaria de Alvarez Buylla (. . .) en la que Flores de Lemus debió de par- ticipar, sin duda, tomando contacto con las nuevas corrientes de la Ciencia ecc- nómica europeo-continental".VéaseL. Gonzalo,"Floresde Lemus en la historia del pensamiento económico español", Revista de Economia Aplicada e Historia Econónzica, núm. 3, 1993: 53-54.

''O J.Velarde,"Inicio y final de la batalla del método en España, a través de las figuras de Adolfo ÁIvarez Buylla yAntonio Flores de Lemus",en J. L. García Delgado (ed.), Los orkenes culturales de la 11 República, Siglo XXI, Madrid, 1993: 200, un trabajo en el que realiza una revisión crítica de la obra de Buylla. "'Véase J.Velarde, ibidem: 2 12. Una afirmación que viene a confirmar lo que ha escrito en la página 200:A. BuyUa,"además,dio clase de Economía" a Flores. 12' De todos modos, no puede excluirse tajantemente la posibilidad de que BuylIa realice con Flores alguna labor de orientación en la ciencia económica, ya sea de carácter personal en el marco del Seminario de Economía que este profe- sor dirigía en la Facultad de Derecho o en la Escuela Práctica. ANTONIOFLORES DE LEMUS:ANOS DE FORMACION UNIVERSITARIA

'" T. López-Cuesta, "Don Antonio Flores de Lemus y la Universidad de Oviedo", art. cit.: 91. 12' 12' E. Fuentes Quintana, "La ideología de la reforma tributaria silenciosa", Hacienda Pública Española, núm. 42-43, 1976: 114. lL5 E. Fuentes Quintana,"El profesor Flores de Lemus y los problemas actua- les de la economía española",ob. cit.: 31. Un desarrollo más amplio de estas ideas puede verse en su artículo, ya citado,"La ideología de la reforma tributaria silen- ciosa": 115-117. J.Velarde,Economistas españoles contemporáneos:primeros maestros, Espasa Calpe, Madrid, 1990: 77. "'A pesar de ser mayoritaria esta opinión sobre el papel determinante que la Universidad de Oviedo tiene en Flores, debe señalarse que no es la Única.Así, uno de sus discípulos,Vicente Gay, habla de "unrelatiz~o injlujo que ejerció sobre él la Universidad de Oviedo". Véase V: Gay, "Progreso de la cultura económica en España. El profesor Antonio Flores de Lemus", Moneda y Crédito, núm. 8, 1944, reproducido en Hacienda Pública Española, núm. 42-43,1976:567. Cursivas del autor.

ILX En relación con la clase de Giner se remite a las precisas y emotivas des- cripciones hechas por sus discípulos, en especial Leopoldo Palacios y Constancio Bernaldo de Quirós. Menos conocida es la que hace Antonio Machado, que se piiblica a los pocos días de la muerte del "maestro de maestros", en la que escri- be:"Desdeñaba D. Francisco todo lo aparatoso, lo decorativo, lo solemne, lo ritual, el inerte y pintado caparazón que acompaña a las cosas del espíritu y que acaba siempre por ahogarlas. Cuando veía aparecer, en sus clases de Doctorado -él tenía una pupila de lince para conocer a las gentes- a esos estudiantes hueros, que van a las aulas sin vocación alguna, pero ávidos de obtener a fin de año un diploma en papel vitela, sentía una profunda tristeza, una amargura que rara vez disimula- ba. Llegaba hasta rogarles que se marchasen, que tomasen el programa H o el tex- to B pan que, a fin de curso, el señor X los examinase". Véase A. Machado, "D. Francisco Giner de los Ríos", Idea Nueva, Baeza, 23 febrero 1915, que se repro- duce en el BILE, núm. 664, julio 1915: 220-22 1. "9Véase L. Gonzalo,"Flores de Lemus en la historia del pensamiento econó- mico español", art. cit.: 72, nota 5. Esta actitud parece motivada en principio por la adopción de una postura metodológica rigurosa, pero que es aplicada con una cierta cortedad de miras. mies bien, al realizar dicha afirmación, L. Gonzalo se olvida de los numerosos testimonios disponibles, incluso de compañeros de clase de Flores, como es el caso de L. Palacios. Por otro lado, no tiene en cuenta el hecho elemental, conocido por cualquier estudioso de Giner, de que éste no examinaba nunca, por lo que no existen calificaciones de su asignatura. Siicede lo mismo con otro discípulo del maestro, Francisco Bernis, que realiza el doctorado al año siguiente. En su expediente académico tampoco figura la asignatura Filosofia del Derecho, pero se tiene constancia de que la cursa porque se conservan los res- guardos de la solicitud de matrícula en dicha asignatura, de las tasas abonadas y un documento en el que figura que está matriculado en la misma. Lo que sucede es que la asignatura Filosofía del Derecho, explicada en la Universidad Central, era de carácter voluntario a partir de la R.O. de 31 de agosto de 1893, como señala J. J. Gil Cremades, ob. cit.: 189. Quizá sea esa la razón de que en los certificados aca- démicos las asignaturas voluntarias -Filosofia del Derecho, Estudios superiores de Derecho Romano e Instituciones de Derecho Público en el curso 1899/1900- no figuren o aparezcan tachadas, con independencia de que se hayan cursado o no. Por otra parte, en el Archivo Flores de Lemus, depositado en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas (RACMP), se conservan unos apuntes manuscritos suyos tomados en el Seminario de Giner.Versan sobre los principios generales del Derecho, entre ellos el derecho civil a la libertad de contratación y su influencia en las actividades económicas y sociales, incluyendo numerosas y precisas citas bibli~g~casde diversos autores.véase la carpeta 1, exp. 1007. "" D. Gómez Moiieda, ob. cit.: 286. 13' Véase la carta de 5 de mayo de 1897, ya citada. ""e algunos de estos profesores escribe Otero Pedrayo: conocí "bien poco al rector, don Rafael Conde y Luque.. . Se le temía en los exámenes. Parecía un señor andaluz, de buena estampa, desengañado. Senatorial y cortijero. Citaba mucho al marqués de Olivart y a la escuela internacionalista española.. . Era su 'alter ego' en cátedra y exámenes el conocido y barroco Retortiilo, buena perso- na, uno de los pocos españoles que supo con claridad llevar 'su papel' y asumió la responsabilidad de romper, si no lanzas, bastones retorneados y botines por una época que se iba. Él hubiera detenido el tiempo en el día de Santa Isabel y las ter- tulias en la sastrería de Utrillo. Era 'enfático' por sacrificio y por deber. O lo que creía tal. No podría ilustrar su conducta y leyenda la doctrina de la 'Naturalidad del énfasis', de Unamuno.. . Fernández Prida, en el doctorado, explicaba 'Historia del Derecho Internacional'. Grave y afectuoso, un poco lejano -sólo le ví en Tri- bunales-, se animaba si algún examinando le declaraba con exactitud las pose- siones y derecho concedidos a Suecia en las bocas de los ríos alemanes por la paz de Westfalia o discutía con tino sobre el estatuto de las bocas del Danubion.Véase Ramón Otero Pedrayo,"Mis maestros universitarios", en Homenaje a don Ramón Carande, Sociedad de Estudios y Publicaciones, Madrid, 1963, vol. 11: 328-329. Ramón Nonnato María de Dalmau y Olivart, marqués de Olivart, al que tanto cita- ba Conde y Luque, es autor de una importante y monumental recopilación titula- da Colección de tratados, conr)eniosy documentos internacionales desde el rei- nado de doña Isabel 11 hasta nuestros días, formada por 13 volúmenes, Madrid, 1890-1911, y un volumen más con los tratados de los tres primeros años de la mayoría de edad de Alfonso XII, Madrid, 1911. Rafael Conde y Luque es un perso- naje muy conocido que ocupa múltiples cargos: diputado a Cortes, subsecretario del Ministerio de Justicia en 1890, Fiscal delTribuna1 Supremo entre noviembre de 1891 y diciembre de 1892, director general de Instrucción Pública en 1895,vocal de la Comisión de Reformas Sociales, consejero de Instrucción Pública y rector de la Universidad Central (1903-1916). En 1904 se le concede la Gran Cruz de ANTONIOFLORES DE LEMUS: ANOS DE FORMACION UNIVERSITARIA

Alfonso XII "enatención a los relevantes servicios prestados a la cultura nacional", y en 1918 se le otorga el título de conde de Leyva. Por su parte,JoaquínFernández Prida es catedrático de Derecho Internacional, sucesivamente, en las universida- des de Santiago,Valladolid y Madrid. Entre otros cargos, desempeña los de vocal del Instituto de Reformas Sociales; ministro de Gracia y Justicia, de la Gober- nación, de Marina, de Estado; senador vitalicio,consejero de Estado y vocal de la Junta Constructora de la Ciudad Universitaria de Madrid.A su vez,Tomás Montejo y Rica es catedrático de la Facultad de Derecho de la Universidad Central y vice- rrector de la misma en 1921, vocal de la Comisión General de Codificación,vocal de la Comisión Asesora de Reforma Tutelar y Acción Educativa (junto a Rafael Salillas, JuliánJuderías y Leopoldo Palacios), ministro de Instrucción Pública en dos ocasiones entre 1920 y 1922 y senador vitalicio. Por Último, Lorenzo Moret Remisa es profesor auxiliar de la Facultad de Derecho de la Universidad Central desde 1885 y miembro de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, y Alfonso Retortillo es profesor numerario de la Escuela Normal de Maestros de Madrid y auxiliar numerario de la Facultad de Derecho de la Universidad Central. '" J.Velarde subraya que "la llegada a Alemania tenía que deslumbrar a una persona" como Flores, sobre todo por la atractiva y envidiable situación por la que atraviesa este país en todos los ámbitos: "Una audaz política nacionalista, que había llevado a la ruidosa victoria de 1870, se combinaba con una burocracia efi- cacísima, con una economía floreciente, con una original política social, con la creación de una democracia que pretendía, al modo de la británica,no tener gran cosa que ver con la revolución francesa,con un ejército y una armada de poderío bien contrastado, con una expansión colonial que iba de Camenín o Africa Oriental a Nueva Guinea, las Marianas o Kiao-Tscliu,y además con una sociedad que vivía, en lo cultural, un auténtico siglo de oro: de la fisiología a la historia de Roma, de la fisica a la economía, los grandes maestros enseñaban en universida- des germanas, escribían en alemán, y hacían de Berlín una nueva Atenas y del Reich alemán el faro intelectual más destacado de finales del siglo XM y comien- zos del XX. Jamás abandonaría la actitud reverente que le provocó todo esto al joven Flores de Lemus".VéaseJ.Velarde,"El legado de Flores de Lemus", art. cit.: 68-69.Pero no es Flores el Único economista andaluz de la generación del 98 que se siente atraído por el brillante panorama que ofrece la ciencia en Alemania.Tres años más tarde sigue el mismo camino Francisco Bernis. Por eso, no tiene razón Cuenca Toribio cuando afirma:"En contraste con los miembros de las próximas generaciones -sobre todo de la inmediata-, los componentes de las del 98 y del

13 poseen antes de alcanzar la madurez muy pocas experiencias transpirenqia cas. Con la excepción (. ..) de García Morente y las más parciales de Angulo, Herrero García,Torres López, Luna, Langle, Yanguas Messía. ninguno de los intelectuales andaluces aquí mencionados [entre los que cita expresamente a Flores de Lemus y Bernis] (?) sus años de aprendizaje y de viajes por el extranjero (. . .). Por cir- cunstancias diversas los integrantes de ambas generaciones se acomodaron a la consigiia ganivetiana: Noli foras ire; in interiore Hispaniae habitat veritas". Véase José Manuel CuencaToribio,"Notas para el análisis de la cultura intelectual andaluza del siglo XX",Revista de Estudios Regionales, núm. extraordinario, volu- men 11, 1980: 114 y 115. El interrogante entre paréntesis quiere indicar que falta alguna palabra en el texto citado. "' Según T. López-Cuesta,Flores obtiene una beca de la Universidad Central para ampliar estudios enAlemania.Véase su trabajo "Don Antonio Flores de Lemus y la Universidad de Oviedo", art. cit.: 95.

1'5 Véase Fuentes Quintana,"Flores de Lemus en el Ministerio de Hacienda", art. cit.: 167.

136 Véase E Giner, "Las universidades de tipo germánico", en Obras Com- pletas, tomo X,Pedagogía uniz/ersitaria, Imprenta de Julio Cosano, Madrid, 1924: 43-57. '' E Giner, "Sobre reformas en nuestras universidades", en La Universidad española, ob. cit.: 109. En el mismo sentido, Posada destaca el contraste existente entre la Uni- versidad española y la alemana cuando escribe: "Así como aquí, en la enseñanza universitaria toda -esto es, hasta en las Facultades de Ciencias y de Filosofía y Letras más desinteresadas- predomina el fin profesional de la obtención del títu- lo oficial que capacita para un modo de vivir, sobre el fin científico; en las uni- versidades alemanas predomina, por el contrario, este último sobre el primero. En efecto, aquellas universidades son, antes qiie nada, centros de investigación cien- tífica. El fin profesional tiene, por lo común, un lugar secundario", pues "no debe olvidarse que en Alemania la enseñanza universitaria tiene un carácter esencial- mente académico. Lo profesional tiene su complemento, para los estudios jurídi- cos, en el referendarn examen, en los años preparatorios que capacitan para cier- tas funciones públicas y en el examen de Estado".VéaseA. Posada,"La enseñanza de las ciencias políticas enAlemanian,BILE, nnúm. 539,28 febrero 1905: 34. Cursi- vas en el original. "' E Giner, "Sobre reformas en nuestras universidades", en La Unizjersidad española, ob. cit.: 110-111. "" E Giner, "La crisis presente en el concepto de la universidad", en Pedagogía universitaria. ob. cit. : 3 1-32.

14' Como filósofo, Friedrich Paulsen (18461908) tiene publicadas dos obras muy conocidas: Einleitung en die Philosophie, segunda edición,W. Hertz, Berlíri, 1893, XVI, 444 páginas, que cuenta con una traducción al inglés con el título Introduction to Pbilosophy, translated with the autor's sanction by Frank Thilly, Nueva York, Henry Holt and Co., [1895], 437 páginas, así como Immanuel Kant. Sein Leben und seine Lehre, E Frommanns Verlag (E. Hauff), Stuttgart, 1899, XVI, 407 páginas, de la que también se dispone de una traducción inglesa: Immanuel Kant, his life and doctrine, translated by J. E. Creighton and Albert Lefevre, C. Scribner's Sons, Nueva York, 1902, XIX, 419 páginas. Como pedadogo quizá su obra más importante es Die deutschen Universituten zrnd das universitatsstu- dilrm (Las universidades alemanas y los estudios universitarios), A. Asher & Co., Berlín, 1902, XII, 575 páginas, una obra que aparece citada por Adolfo Posada en "La enseñanza de las ciencias políticas en Alemania",art. cit.: 34, y también por Francisco Bernis, Memoria razonada presentada a las oposiciones a la plaza de pensionado en el extranjero por la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, Berlín, 1904:200, texto manuscrito,Archivo General de 1aAdministraciÓn de Alcalá de Henares. Pero Paulsen ha publicado también otras muchas obras, como Deutscbe Bildungsweserz in seiner gescbicbtlicben Entwicklung, traducida al inglés con el título German education past and present, translated by T. Lorenz,T. E Unwin, Londres, 1908, de la que se ha hecho una reimpresión por parte de AMS Press, NuevaYork, 1976,XX, 310 páginas; Gescbicbte des Gelebrten Unterricbts auf den deutschen Schulen un Urziversitaten vom ausgang des Mittelalters bis zur Gegenwart (Historia de la enseñanza de la educación en las escuelas alema- nas y universidades desde elfi~zalde la Edad Media basta la actualidad), Veit & Co., Leipzig, 18961897, 2 volúmenes; Padagogik, J. G. Cotta, Stuttgart und Berlin, 191 l,VIII, 430 páginas, traducida al castellano y prologada por el famoso jesuita i? Ramón Ruiz Amado con el título Pedagogía racional, Tipografía La Educación, Barcelona, 1927,388 páginas, que la califica de una de las "dos joyas de la Pedagogía moderna" (la otra es, en su opinión, el libro de E. Meumann, Pedagogía experimental). '" Véase E Giner de los Ríos, "Enseñanza superior", en Pedagogía unitlersi- taria, ob. cit.: 59. Ibidem: 61. '"Véase L.A. Rojo,"Historia y economía en el imperio alemán", en G.Anes, L. A. Rojo y PTedde (ed.). Historia económica y pensanziento social, Alianza, Banco de España, Madrid, 1983:182-183.Por su parte, J.Velarde afirma que el his- toricismo tenía "una extraordinaria vigencia en el mundo académico, hasta el pun- to de que la mantendría hasta la segunda guerra mundial".Véase su trabajo "Inicio y final de la batalla del método en España, a través de las figuras de Adolfo Alvarez Buylla y Antonio Flores de Lemus", art. cit.: 213.

145 Véase la introducción de Friedrich A. von Hayek a la obra de Carl Menger Principios de Economía política, Unión Editorial, Madrid, 1983: 29. En el mismo sentido, Schumpeter afirma que "en Alemania y en Francia, donde la enseñanza superior tiene una gran importancia en la vida científica nacional, hay que tener en cuenta, también, que los adeptos de Walras y los de Menger fueron casi exclui- dos de las cátedras universitarias francesas y alemanas. Así, se comprende que a un largo período en que se les ignoró, sucedió otro en el que la teoría de la utili- dad marginal fue combatidan.VéaseJ.A. Schumpeter, Síntesis..., ob. cit.: 188. 14" La Universidad de Tubinga es fundada en 1477 por el conde Eberhard im Bart. En 1536 se establece en eila un SeminarioTeológico Protestante,el Tübinger Stift, como principal bastión académico de la nueva fe en el Sur de Alemania. En la segunda mitad del siglo XVIII el duque Karl Eugen pone en marcha un ambi- cioso programa de reforma y de renovación que hace posible que la pequeña uni- versidad inicie una etapa de expansión. En 1769 adopta su nombre actual en memoria de sus dos creadores, el conde Eberhard y el duque Karl Eugen. En esta Universidad han estudiado, entre otros, el astrónomo Johannes Kepler, el poeta Friedrich Holderling y los filósofos Hegel y Scheiling. lo El dominio del idioma era un requisito imprescindible. En este sentido, Ortega y Gasset escribirá sólo unos pocos años después desde Leipzig: "Aquí las clases no son como ahí (...). Lo mejor, lo prodigiosamente útil son lo que llaman Institutos o Laboratorios o Seminarios de filología, historia, ciencias naturales, filosofia,etc., donde se trabaja más personalmente, se discute, etc., bajo la direc- ción del maestro que suele ser el hombre más eminente en la materia.Yo no pue- do por falta de alemán hasta dentro de algún tiempo usar de estas instituciones". Véase la carta a su padre, fechada el 21 de mayo de 1905, reproducida en José Ortega y Gasset, Cartas de un joven español, edición y notas de Soledad Ortega, E1 Arquero, Madrid, 1990: 150. 14" Véase la carta a Giner de 27 de marzo de 1900. Por su parte, Francisco Bernis afirma que "la admisión en los Seminarios depende de ciertas pruebas de capacidad a que el profesor somete al aspirante en una primera entrevista en casa del primeron.VéaseE Bernis, Memoria razonada..., ob. cit: 201-202, '*Véase la carta que escribe a Giner desdeTubinga el 19 de marzo de 1900. ""Véase la carta de 20 de abril de 1900. Véase Adolfo Posada,"La enseñanza de las ciencias políticas enAlemaniaV, art. cit.: 35.

'j2 NO debe confundirse a este economista con John von Neumann, autor (con Oscar Morgcnstern) de la clásica obra Theor)~of Games and Economic Behaviol; Princenton Uriiversity Press, Princenton N. J., 1944, como hace el res- ponsable del índice onomástico del volumen 6 de Economía y economistas espa- ñoles, ob. cit.: 1071. 15' Se dispone de algunos datos sobre la vida de E J.von Neumann. Se sabe que nace en Konigsberg en 1835 y que en 1864 es asesor del gobiern0.A año siguiente oposita a una cátedra de la Universidad de su ciudad natal. De allí pasa a la Universidad de Basilea como catedrático de Economía política en 1871. Dos años después marcha a Friburgo de Brisgovia y, por último,en 1876 se le reclama desde la Universidad de Tubinga para ocupar una cátedra. Muere en Friburgo el año 1910. "' Véase J.A. Schumpeter, Síntesis..., ob. cit.: 85.

'j5 J.E Neumann, Futzdamentos de Economía política, tomo 1, H. Laupp, Tubinga, 1889,VI1,258páginas. 156"La formación del precio bajo la influenciade intereses",publicado, según Schumpeter, en Tübinger Zeitschr, 1880. En realidad, debe tratarse de la publica- ción Zeitscbrift für die gesammte Staatswissenschaft, en cuyo volumen 36,1880: 275-366 y 504-567, se contiene este extenso trabajo de Neumann, que aparece publicado dividido en dos capítulos o partes. Esta antigua e importante revista, en la que colaboran economistas como Albert Schaffle,se edita en Tubinga desde 1844, lo que explicaría la forma en que Schumpeter se refiere a ella. La colección más completa -aunque con algunas lagunas- que existe en España de esta publi- cación para la etapa 1844-1900 se conserva en la Biblioteca del Ateneo de Madrid. Por otra parte, debe señalarse que no tiene sentido alguno que Leopoldo Gonzalo, al hablar de Neumann, además de olvidar su libro más importante, escri- ba:"En particular, merece mención su obra 'Die Gestaltung des Preises unter dem Einfluss des Eigennutzens' [sic] (Tübinger Zeitschr., 1880), bien ponderada por el economista austríaco e historiador del análisis económico".Véase L. Gonzalo, "Flores de Lemus en la historia.. .",art. cit.: 56. Como se ha señalado, se trata de un artículo publicado en la citada revista sobre el que, además, Schumpeter no formula ninguna opinión. 15' Así, Marshall escribe: "La relación entre leyes naturales y económicas ha sido estudiada de un modo exhaustivo por Neumann (Zeitschrzytfür die gesam- te Staatswissenschaf, 1892), quien concluye (página 464) que no hay más tér- mino que el de ley (Gesetz) para expresar aquellas manifestaciones de tendencia que desempeñan un papel tan importante tanto en las ciencias naturales como en la economía". Véase Alfred Marshall, Principios de economía, Aguilar, Madrid, 1957: 29. En efecto, la consulta del volumen 48, correspondiente al año 1892, de la citada revista permite localizar un amplio artículo de Neumann titulado "Natur- gesetz und Wirtschaftsgesetz"("Ley natural y ley económica"), que se publica en las páginas 405-475. 15%sí, Conrad &rma que "en los actuales tiempos han enriquecido la teoría en Alemania sobre todo hombres tan eminentes como Neumann.. .". Véase J. Conrad, Historia de la economía, 2" edición, Imprenta y Librería de Monserrat, Barcelona [s.f.]:229. Se sabe también que, al exponer su postura sobre la clasifi- cación de las ciencias económicas, Karl Menger critica la opinión defendida por Neumann.Véase José Castillejo, "Metodología de los estudios jurídicos en Aiema- nia", BZLE, núm. 557,31 agosto 1906: 236. Por su parte, cuando Bernis hace refe- rencia a los conceptos económicos fundamentales, señala que hay que tener en cuenta "los trabajos en especial sobre estos conceptos de Neumannn.VéaseE Ber- nis, Memoria razonada..., ob. cit.: 83.

'59 Entre los trabajos publicados por Neumann se encuentran los siguientes: Die Steuer und das offentliche Interesse (Los impuestos y el interés público), Duncker & Humblot, Leipzig, 1887, 562 páginas; Volk uvzd Nation. Eine Studie (Pueblo y nación. Un estudio), Duncker & Humblot, Leipzig, 1888,164 páginas; Die personliche Steuern vom Einkommen, verbunden mit Ertrags- oder mit Vermogenssteuern (El impuesto personal sobre la renta enlazado con los impuestos sobre el haber y losproductos) -se respeta la traducción de Bernis-, Tubinga, 1896; Die progressizie Einkommenstezier im Staats- und Gemeinde- haushalt (El impuesto progresiz~osobre la renta en la economía del Estado y del Municzpioj, Leipzig, 1874;Zz~r Reform deutscher Fabrz'kgesetzgebung (Para la reforma de la legislación alemana sobre fábricas), Leipzig, 1874; Steuerre- formfrage (El problema de la reforma tributariaj, Stuttgart, 1896;Die Gemein- desteuerreform, mitbesonderem Bezug auf sachsische Verhaltnisse (La reforma de los impuestos municipales, con especial referencia a la situación sajona), Tubinga, 1895. Neumann colabora también en el famoso Handbi~chder politis- chen Oekonomie de Schonberg, del que se habla después, con dos trabajos que se incluyen en el tomo 1:"Wirtschaftliche Gmndbegriffe" ("Los conceptos funda- mentales de la Economía social"): 146186 y "Die Gestaltung des Preises" ("La for- mación del precio"): 253-316 (se cita por la 4" edición). Por su parte, E Bernis cita también otros dos trabajos de Neumann: Zur Gemeindesteuerreform in Deutschlarzd (Para la reforma del impuesto comunal en Alemania) y Beitrage zur Geschichte der Bevolkerung in Deutschland (Contribuciones para la his- toria de la población en Alemania). Véase su Memoria razonada..., ob. cit.: 27- 28. Una información más completa sobre la obra de Neumann puede verse en C. Meitzel, "Neumann, Friedrich Julius von", en Ludwig Elster, Adolf Weber y Frie- drich Wieser (dir.), Handworterbucb der Staatswissenschaften, 4" edición, Gus- tav Fischer, Jena, 1923-1929. La nota bibliográfica de Meitzel se encuentra en el tomo 6: 744. Como puede comprobarse, la gran mayoría de estas publicaciones abordan cuestiones fiscales. En relación con sus trabajos demográficos, al hacer referencia Bernis a la "teoría de la población y su crecimiento", señala que "son importantes aquí las obras de Mohl, Roscher, Rümelin, Mayr, Westergaard, Neu- mann. . . ". Ibídem: 88-89. "Véase Luis delvalle Pascua1,"Los estudios económicos en España. El labo- ratorio de economía del Ateneo", Nuestro Tiempo, año V, núm. 50, febrero 1905: 252. Sobre esta misma cuestión, Posada escribe: "Debe citarse también el [semi- nario] de Neumann, en Tubinga, y el de Laspeyres, en Giessen, especiales, sobre todo, para trabajos de estadística".VéaseAdolfo Posada, "La enseñanza de las cien- cias políticas en Alemania", art. cit.: 39. '" Véase Schumpeter, Síntesis,.., ob. cit.: 18. '" Giistav von Schonberg (ed.), Handbuch der politischen Oekonomie, H. Laupp, Tubinga, 1882, tres volúmenes. Como se sabe, una parte importante del contenido del volumen 1 del Manual de Schonberg la traduce A.Alvarez Buylla y la publica con el título Economía por Neumann, Kleinu~achtel;Nasse, Wagnel; Mithofly Lexis, versión española del alemán precedida de un estudio sobre "El concepto de la economía y el carácter de su ciencia"porA.A.Buylla, La España Moderna, Madrid, 1894,676 páginas. En concreto, de los trece trabajos que con- tiene dicho volumen 1, Buylla incluye en la edición española los siete siguientes (se ha respetado la traducción de Buy1la):"Los conceptos fundamentales de la eco- nomía social", por Friedrich J. Neumann; "La producción económico-social en general", por Friedrich Kleinwachter; "La formación del precio", por Friedrich J. Neumann; "La moneda", por Edwin Nasse; "El crédito y los bancos", por Adolf Wagner;"La distribución económico-social", por Theodor Mithoff ; y, por último, "El consiimo económico-social", por Wilhelm Lexis. En el Diccionario de pensa- miento económico en España (150@2000), de Luis Perdices de Blas y John Reeder,ya citado, al hacer referencia a este libro, se comete el olvido -que se repi- te tres veces- de no incluir en el título a Nasse y, además, se dice simplemente que ANTONIOFLORES DE LEMUS: ANOS DE FORMACIÓN UNIVERSITARIA

"es una recopilación de textos de estos economistas alemanes que pertenecen a la escuela político social o escuela realista, que tanto influyeron en Antonio Flores de Lemusn.Véasela voz, redactada por Perdices,"AlvarezBuylla y González Alegre, Adolfo": 41; algo similar se escribe en las voces "Escuela histórica alemana en España, La recepción de la": 442, y "Manuales de Economía política (siglos WC y m":591. Por tanto, a pesar de ser un dato importante, se ignora por completo la relación que existe entre este libro y el Manual de Schonberg, que debiera indi- carse porque es señalada ya por autores de la época. Así, por ejemplo, Jaime Algarra afirma que el libro de Buylla incluye "unas monografias que figuran en el Manual de Schonberg". Véase la nota del traductor en el libro de J. Conrad, Historia de la economía, ob. cit.: 232. Por otra parte, si es cierta la afirmación de Velarde de que Buylla "no parece haber conocido bien el alemán", causa cierta sorpresa que se atreva a traducir de dicho idioma éste y otros trabajos.vease J. Velarde,"La oleada historicista y el pensamiento económico español", art. cit.: 341.

Ih' No tiene sentido hacer aquí una relación detallada de todos los trabajos incluidos en el Manual de Schonberg. Utilizando como base la 4" edición -que se conserva, aunque incompleta, en la Biblioteca Flores de Lemus de la RACMP-, se ofrece sólo una breve información de su contenido. Consta de 3 volúmenes, de los que el 2 y el 3 están formados cada uno por dos tomos. El volumen 1 incluye, además de los ya citados en la nota anterior, los siguientes trabajos: de Schonberg sobre la "Economía política"; de Hans von Scheel, "La Economía política como ciencia" y "Socialismo y comunismo"; de Emil Sax, "Transportes y comunicacio- nesn;"Pesosy medidas", de Ludwig von Jolly; y de Gustav von Rümelin,"Teoría de la población" (citado por A. Marshall, ob. cit.: 160). En el volumen 2, tomo 1, Theodor von der Goltz estudia la "Agricu1tura";AugustMeitzen,"Política agraria en sentido estricto";Johannes Conrad,"Competencias del Estado en la agricultura"; Johann von Helferich."Economía foresta1";Tuisko Lorey y Ludwig von Jolly,"Cazan; Adoif Buchenberger, "Pesca"; Karl Schenkel, "Minería" y Schonberg, "Industria" (citado también por A. Marshall, ob. cit.: 247).Del volumen 2,tomo 2, destacan los capítulos de Schonberg, "La cuestión obrera en la industria"; Joseph Kohler, "La protección del derecho industrial del inventor de patentes, modelos y marcas"; Lexis, "El comercio"; Wagner, "Los seguros" y Heinricli Geffcken, "Política de la población, emigración, colonización". Por último, el volumen 3,tomos 1 y 2,cons- tituye un completo análisis de la Hacienda pública, estudiándose sucesivamente el objeto y la historia de la ciencia de la Hacienda, los gastos del Estado, los ingre- sos, la teoría general y especial de los impuestos, los impuestos directos, los impuestos a la exportación, la renta de aduanas, los impuestos sobre herencias y la circulación, el orden económico-financiero y el crédito púb1ico.M faltar este volumen 3 en la Biblioteca Flores de Lemus, su contenido se ha tomado de E Bernis, Memoria razonada ..., ob. cit.: 73.Entre los autores de los trabajos conte- nidos en este volumen destacan Wagner, Geffcken, Helferich, Zeller, Schall.. . Respecto al análisis de Schonberg sobre la industria, Karl Kautsky muestra su total desacuerdo con la descripción que hace de la situación de la industria a domici- Josi MIGUELFERNANDEZ PEREZ lio en el medio rural alemán. Así, afirma que "Schonberg, en su Manual de Economía política (Handbuch der politischen Oekonomie), tomo 11: 428, pone de relieve las ventajas de la industria a domicilio dondequiera no ha de competir con las máquinas. Reunida toda la familia,'puede el padre atender a la educación de sus hijos; las mujeres ocuparse de la casa, y las doncellas seguir al amparo de la familia'. Como el trabajo es libre, su duración depende de la voluntad del obre- ro:'Su vida es más alegre, más placentera, más intensa. En la industria rural a domi- cilio, el trabajo de taller alterna con la sana labor agrícola, y evítase la aglomera- ción de obreros en un solo punto, tan perjudicial a éstos y a la comunidad. Aquélla, en fin, permite el empleo temporal de todas las fuerzas productivas de la familia, haciendo posible para todos un aumento de ingresos'. Junto a estas ven- tajas indiscutibles hay ciertos inconvenientes que el mismo Schonberg reconoce; pero, a pesar de ellos, concluye: 'Que los Últimos, por grandes que sean, no quitan que la industria doméstica sea la mejor forma de explotación, desde el punto de vista social del obrero"'. Frente a esta descripción un tanto idílica, Kautsky afirma que "la realidad nos ofrece otro cuadro (. . .). Por de pronto no hay en el campo otro trabajo secundario que favorezca tanto la disminución del suelo como la industria a que nos referimos, porque ninguno es susceptible de tan rápido pro- greso como ésten.A continuación, enumera todos los inconvenientes que, en su opinión, tiene este tipo de actividad y concluye diciendo: "Menos mal que la industria casera no es más que un transito a la gran industria".Véase la conocida obra de Kautsky La cuestión agraria, traducción directa del alemán de Ciro Bayo, escrupulosamente revisada y corregida por Miguel de Unamuno, Viuda de B. Rodñguez Serra,Madrid, 1903: 181-183.Sedispone de otras ediciones de esta obra en castellano, como la de Siglo XXI (6" edición, Méjico, 1984,CXVIII, 540 páginas), que incluye una extensa introducción del historiador italiano Giuliano Procacci; la de Ruedo Ibérico (París, 1970, XXYVIII, 503 páginas), con el prólogo de Ernst Schraepler a la edición alemana de 1966;y por último, la de Editorial Laia (2" edi- ción, Barcelona, 1974). Esta última, que reproduce la de Ruedo Ibérico, incurre en algunos errores, como afirmar que es una "versión castellana de Miguel de Unamuno", y escribir incorrectamente el apellido del autor, bailando dos letras del mismo: "Kaustky".Por otra parte, para entender la crítica de Kautsky, debe tener- se en cuenta la rígida base ideológica desde la que se efectúa. En efecto, como señala Seligman, "cuando Kautsky escribía sobre agricultura era tan dogmático como la gran mayoría de los marxistas; estaba furioso a causa de que el pequeño granjero no salía de la escena económica de acuerdo con el horario marxista. Finalmente concedió a regañadientes que las pequeñas granjas sobrevivirían incluso en Rusian.VéaseBen B. Seligman,Principales corrientes de la ciencia ecu nómica moderna. (El pensamiento económico después de 1870), Oikos-Tau, Barcelona, 1966: 100. '" Véase Kuno Frankenstein y Max von Heckel, Hand- und Lehrbucb der Staatswissenschaften (Manual y libro de texto de ciencias politicas), C.L. Hirschfeld, Leipzig, 1898 y siguientes. 16' Véase Johannes Conrad, Ludwig Elster, Wiihelm Lexis y Edgar Loning (ed.), Handworterbucb der Staatswissenscbaften (Diccionario de cienciaspolí- ticas), Gustav Fiscl-ier,Jena, 1890-1897,6volúmenes más 2 suplementos. La segun- da edición es de 1898-1901 y consta de 7 volúmenes. Flores de Lemus cita la ter- cera edición, que se publica entre 1909 y 191 1 en 8 volumenes.Véase A. Flores, "Programa de un curso de economía política", Hacienda Priblica Española, núm. 42-43, 1976: 512. Se dispone también de una cuarta edición, a cargo de Ludwig Elster, AdolfWeber y Friedrich Wieser, publicada entre 1923 y 1929,que consta de 8 volúmenes y un suplemento y repertorio final a la obra completa, que puede consultarse en algunas bibliotecas españolas. E von Kleinwachter, Economía política, ob. cit.: 2. '" En el "Programa"presentado en 1920 a las oposiciones a la cátedra de la Universidad Central, Flores cita la existencia de cuatro ediciones realizadas en 1882,1885-86,1890-91y 1896.Véase su "Programa de un curso.. .", ya citado: 512. Esta última edición se publica, en realidad, entre 1896 y 1898. '" Entre otros, deben citarse los siguientes: Finatzzverbaltnisse der Stadt Base1 im XN und XK Jabrbundert (Situación financiera de la ciudad de Basilea en los siglos XNy Xv, H. Laupp,Tubinga, 1879, XV, 821 páginas; Zur wirtscbafZichen Bedeutung des deutscben Zunftwesens im Mittelalter (Sobre la significación ecotzómica de los gremios alemanes en la Edad Media), Topos Verlag, Vaduz/Liechtenstein, 1977, 144 páginas (se desconoce la fecha de la edi- ción original); Die Sozialpolitik des deutschen Reichs (La política social del imperio alemán), H. Laupp,Tübingen, 1886,38 páginas (discurso pronunciado el 6 de marzo de 1886 como rector de la Universidad de Tubinga); Arbeitsamtel: Eitze Aufgabe des deutschen Reichs (Oficinas de empleo. Una tarea del imperio alemán), J. Guttentag (D. Collin), Berlín, 1871,43 páginas;"ArbeitV("Trabajo"), en el Handworterbucb der Staatswissenscbaften de Conrad.. . '" Este reconocimiento de las aportaciones teóricas de Neumann lo sigue manteniendo Flores muchos años después. Así, en su "Programa de un curso.. . " cita repetidamente a Neumann, en especial en la Lección XIII, dedicada al análisis de los "Elementos de las relaciones econÓmicas".Véase art. cit.: 5 15. I7OVéase la carta de 27 de abril de 1900.

"l Se trata de "un patriotismo crítico, propio de los hombres de la genera- ción del 98, en la que se le puede encuadrar perfectamente. Así se explica que esté dispuesto a pasar a la acción de forma inmediata. La catástrofe de 1898, que conoce Flores de Lemus cuando concluye sus estudios de Derecho en la Uni- versidad de Oviedo, le va a marcar de modo muy claron.VéaseJ.Velarde,"El lega- do de Flores de Lemiis", art. cit.: 68. En otro lugar, escribe: "Pero a este concreto reformismo se añade en Flores de Lemus un patriotrismo extraordinariamente hondo, que le obligaba a plantearse muy seriamente el problema de España". Véase J.Velarde,"AntonioFlores de Lemus: una revisión veinte años después", en E. Fuentes Quintana (dir.), Economía y economistas españoles. 6, ob. cit.: 130.

1'2 Véase la carta de 20 de abril de 1900. Josí MIGUELFERNANDEZ PÉREZ

"' Véase la carta fechada en Toro el 2 de octubre de 1900, "Fondo Giner", ARAH. '" El mismo Flores escribe a Giner: "Aquí estoy por consejo del Prof. Neumannn.Veáse la carta de 9 de septiembre de 1900. La Universidad de Berlín se crea en 1809 e inicia su actividad docente durante 1810 con parte del profe- sorado de la Universidad de Halle, que había sido clausurada por Napoleón 1.

IT5 Flores critica, con toda razón, la letra gótica, "de forma rectilínea y angu- losa, que se usó en lo antiguo, y que se emplea aún, especialmente en Alemania", como dice el Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia Española. ''"sta es la razón que da Flores en su carta a Giner de 18 de octubre de 1900.

17' Véase E. Fuentes Quintana, "Flores de Lemus en el Ministerio de Hacienda", art. cit.: 174.

17" E Bernis, Memoria razonada. .., ob. cit.: 187. En el mismo sentido, Piernas Hurtado se refiere también al "profundo Wagner", del que cita su obra Finanzwissenschafi (Hacienda pública), que utiliza a través de la traducción ita- liana de Bocardo. Véase J. M. Piernas, Tratado de Hacienda pública y examen de la española, 5" edición,Victoriano Suárez, Madrid, 1900, tomo 1: 17.

179 E Bernis, ibídem: 19. Se supone que a esta edad las clases de Wagner no serían ya como las describe Schumpeter: "Adolf Wagner gritaba y pataleaba, y lan- zaba puñetazos contra opositores imaginarios, por lo menos hasta que la letargia de la edad le aplacó los ánimosn.VéaseJ. A. Schumpeter,Historia del análisis eco- nómico, ob. cit.: 879.A1 cumplir los 70 años, Max Sering y Gustav Schmoller le dedican un homenaje que se publica en el Jahrbucb für Gesetzgebung, Verwal- tung und Volksu~irtschaft,vol. XXIX, cuaderno 2, 1905: 1-10, con el títiilo "Zum 70. Geburtstag von Adolf Wagner". Ia0VéaseGerhard Meyer,"Wagner,Adolf",Enciclopedia Internacional de las Ciencias Sociales, dirigida por David L. Sills, ob. cit., vol. 10: 599. Entre sus princi- pales obras relacionadas con la enseñanza están Grundlegung der politischen Oekonomie (Fundamentos de Economía política), publicado inicialmente en 1876, y su libro fundamental en el área de las finanzas públicas, Finanzwissens- chaft (Hacienda pública), editado en 1871-1872. Sobre la obra de Wagner, véase Hermann Reich, "Wagner, Adolf Heinrich Gotthelf, en John Eatwell, Murray Milgate y Peter Newman (ed.), Tbe New Pa1grave:A Dictionaty of Economics, 3" edición corregida, The MacMillan Press, Londres, 1996, vol. 4: 846. En torno a Wagner, Bernis escribe lo siguiente: "Nacido en 1835,25 de marzo en Erlangen, era en 1858 profesor de IaAcademia Comercial deViena; en 1863 lo era en Ham- burgo, en Dorpat en 1865, en 1888 en Friburgo y en 1870 en Berlín, donde hace muchos años explica ante un nurnerosísimo auditorio Economía teórica durante los semestres de invierno y Economía practica durante los de verano, además de consagrarse en la cátedra a otras especialidades económicas y principalmente a cursos sobre Hacienda pública. En su obra Grundlegung... declara para explicar la situación de este trabajo en la ciencia que los autores más influyentes en él son: ANTONIOFLORES DE LEMUS:ANOS DE FORMACIÓN UNIVERSITARIA

los economistas Schaffe, Lange, Scheel, Rosler y Tonnies y los juristas: Ihering, A. Menger y el eminente profesor de la Universidad de Berlín Gierke. Su obra no pue- de estudiarse entera en sus escritos. Famosa fue sil conferencia en la freie kirch- liche Versammlutzg evangelischer Manner [Asa?nbleareligiosa libre de hom- bres evangélicos],el año 1871 sobre la cuestión social [Rede über die sociale Fruge, Discurso sobre la cuestión socia4, en la que marcó sus grandes significa- tivas desviaciones de la Economía clásica, dando motivo al Barón de Oppenheim para que inventase, aplicándoselo al ilustre profesor, el después tan repetido títu- lo "Socialistade cátedn", a lo que Wagner contestó con una carta pública [Offener Brief au H. B. Oppenheim, Carta abierta al Barón Oppenheim].Famosos son también sus trabajos en la Verein für Socialpolitik [Unión para la Política Social],de la que ha sido presidente, y los trabajos sobre los impuestos comuna- les al abandonar esa presidencia (.. .) donde se marcan diferencias con otros eco- nomistas alemanes. Estudiar [a] este pleclaro maestro en sus libros, oirlo en sus clases,trabajar con él en el Seminario de la Universidad de Berlín sobre Estadística y ciencias del Estado puede ser de resultados excelentesn.A continuación, enu- mera una extensa y completa relación de sus principales obras. Véase E Bernis, Memoria razonada..., ob. cit.: 19-24.Como se sabe, Schumpeter muestra su des- acuerdo con la denominación que reciben estos economistas alemanes cuando hace referencia al "grupo cuyo trabajo se centró en torno al interés de la época por la reforma social y cuyas cabezas fueron muy desafortunadamente bautizadas 'socialistas de cátedra' (Kathedersozialisten)".Véase su Historia del análisis eco- nómico, ob. cit.: 832.

IR' E Bernis, ibídem: 10. '"A. Flores de Lrmus,"La técnica de nuestra reforma arancelaria hasta la pre- sentación del Proyecto de Ley de Bases",Ateneo, año 1, núm. 2, febrero 1906: 180.

IR' J. A. Schumpeter, Historia del análisis econónzico, ob. cit.: 887. Como muestra de esta actividad, Schumpeter señala que, "entre otras cosas, fundó una revista -luego conocida por Schmollers jahrbuch- y editó una serie de mono- grafias -las Forschutzgen- que fueron útiles a la causa y facilitaron la publicación de los trabajos de la escuela". Ibídem. '" Véase B. Schefold, "Schmoller, Gustav", en John Eatwell, Murray Milgate y Peter Newman (ed.), Tbe New Pa1grave:A Dictionary of Economics, ob. cit.,vol.4: 257.

lH5Véase Gerhard Meyer,"Wagner, Adolf", art. cit.: 599. Estos estudios empí- ricos a los que se refiere Meyer se contienen en los Schrzyten des Vereins für Sociulpolitik (Escritos de la Uniónpara la Política Social), que Schumpeter con- sidera como una "impresioriante colección" compuesta por "188 'volúmenes', muchos de los cuales constan de varios volúmenes", que "da testimonio de una incatisable voluntad de exploración con la que estamos en deuda por una inesti- mable ampliación de nuestro conocimiento factualn.VéaseSchumpeter, Historia del análisis económico, ob. cit.: 880, donde realiza iina evaluación del contenido de estos trabajos, de muy desigual calidad. Josi MIGUELFERNÁNDEZ PÉREZ

PPrzcipios de Economía política general, Duncker & Humblot, Leipzig, 1900, MII, 482 páginas. J. Conrad dice que considera este trabajo de Schmoiier, "sobre todo en su segunda parte, como la obra más excelsa y más adecuada para nuestra ciencia que se ha publicado desde hace muchos lustros en los dominios de lo económico-nacionaln.Véasesu Historia de la economía, ob. cit.: 225. '"Véase la carta de 9 de septiembre de 1900, en la que Flores escribe:"Ya se ha puesto a la venta el primer volumen del esperado tratado de Economía de Schmoiier. Pienso que le había de interesar a V. bastante. Quizá V. lo hallará más rico que profundo. Su pensamiento director es el mismo de todo el movimiento moderno en la Economía (exc. [epto] la esc. [uela] Austr. [íaca])".El segundo volu- men no se publica hasta 1904. '= Sobre esta cuestión, el profesor Fuentes escribe: "Lo cierto es que la posi- bilidad de especialización en el campo de la Hacienda pública se aprovecharía plenamente por Flores. Sus conocimientos de los principios de la Hacienda públi- ca de su tiempo, el dominio e incluso la erudición adquirida en la lectura de las principales mono@as y artículos publicados en las revistas de la especialidad, así como el conocimiento extraordinario de Flores de las grandes reformas finan- cieras y fiscales de su tiempo, constituirían una deslumbrante realidad que mani- fiestan sus esritos. Es esta formación en los distintos aspectos que ofrece la acti- vidad financiera la que mejor caracteriza y la que mejor preparará a Flores para los trabajos que realizará en el desempeño de sus servicios en el Ministerio de Ha- ciendan.VéaseE. Fuentes Quintana,"Flores de Lemus en el Ministerio de Hacien- da, art. cit.: 175-176. 'HyVéaseE. Fuentes Quintana,"Iñ ideología de la reforma tributaria silencio- sa", art. cit.: 118-1 19. '"' Ibídem: 126. "' J.Velarde,"Inicio y final.. .", art. cit.: 214. Sobre estos dos grandes econo- mistas, véase el trabajo poco conocido de José M" Zumalacárregui,"La personali- dad científica de Schmoller y de Wagner", La Lectura, ano WII, tomo primero, marzo 1908: 262-270. "'J. Velarde,"Flores de Lemus: una revisión", art. cit.: 187. I9j El profesor de Historia Económica,Wilhelrn Naudé (18661904), es menos conocido. Se sabe que publica diversos trabajos de carácter histórico sobre polí- tica comercial. Entre ellos se encuentra el titulado Deutsche stadtische Getrei- dehandelspolitik vom 15. - 1 7.Jahrhundert, mit besonderer Berücksichtigung Stettins und Harnburgs (La política municipal alemana de comercio de cerea- les de los siglos XVXVZZ, con especial consideración de Stettin y Hambutgo), Duncker & Humblot,Leipzig, 1889,WII,154 páginas. Debe aclararse que Stettin es el nombre alemán de la ciudad de Szcezin, en la actualidad capital de la provincia polaca homónima, puerto fluvial sobre el río Oder e importante centro industrial. Perteneció a Alemania hasta 1945 y era su mayor puerto en el Báltico. Residencia de los príncipes de Pomerania durante cuatrocientos años, en 1360 esta ciudad formaba parte de la Liga Hanseática. De 1648 a 1678 perteneció a Suecia y en 1680 fue entregada a Prusia. Un segundo trabajo de Naudé lleva por título Die Getreidehandeispolitik der europaischen Staaten uom 13. bis zum 18.Jahrhun- dert (La política de comercio de cereales de los Estados europeos desde el siglo XIII al XVIII), Parey, Berlín, 1896,XVI, 443 páginas. lg4 Entre otros, destacan los siguientes: Grundriss der Statistik (Fundamen- tos de estadística), Guttentag, Berlín, 1913, VII, 348 páginas; Der Zukunftsstaat. Produktion und Konsum im Sozialstaat (El Estado futuro. Producción y con- szinto en el Estado social), Dietz, Stuttgart, 1919, 240 páginas; "Die mittlere Lebensdauer in Stadt und Land" ("La duración media de vida en la ciudad y en el campo"), Staats- und socialwissenschaftliche Forschungen, vol. 16, cuaderno 5, 1889,Leipzig, 141 paginas, un trabajo sobre el que Bortkiewicz escribe una amplia reseña en el Jahrbuch für Gesetzgebung, Verulaltung und Volkswirtschaft, vol. XXV) cuaderno 4,1901: 423-428; Die Finanzen nach dem Kriege (Las finanzas después de la Guerra), Verlag der Europaischen Staats- und Wirtschafts-Zeitung, Berlín, 1917, 52 páginas; Die Lebensfahigkeeit der stadtischen und landlichen Beuolkerung (La vitalidad de la población urbana y rural), Leipzig, 1897, cuyos datos cita Kautsky, ob. cit.: 235.

19' De C. Ballod cita Flores su artículo "Die Bedeutung der Landwirtschaft und der Industrie in Deutschland"("La importancia de la agricultura y la industria en Alemania"), en Jahrbuch für Gesetzgebung, Verwaltung und Volkswirtschaft im Deutschen Reich, 111,1898.A su vez, el trabajo de May, titulado "DasVerlialtnis zwischen Einkommen und Familiementfaltung" ("La relación entre renta y con- sumo familiar"), se publica en la misma revista, 111, 1903. Agricultores independientes. Ig7 Véase A. Flores, La reforma arancelaria. Consideraciones y materiales, Imp. de Antonio Marzo, Madrid, 1905:75. IgxAtítulo de ejemplo, véanse los dos siguientes,publicados en elJahrbuch für Gesetzgebung, Vewaltung und Volksu~irtschaft:"Die Hebung der Produk- tivitat der Landwirtschaft" ("El aumento de la productividad de la agricultura"), vol. XXVII, cuaderno 2, 1903: 75-105 y "Die Produktivitat der Arbeit in der Landwirtschaft" ("La productividad del trabajo en la agricultura"),vol. XXM, cua- derno 3, 1905: 1-28,que forma parte de un trabajo mis amplio.También debe citarse un extenso trabajo titulado "Landwirtschaft und Kolonisation im spanis- chen Arnerika" ("Agricultura y colonización en Hispanoamérica") (I y 10, Jahr- buch für Gesetzgebung.. ., vol. XXVI, cuadernos 3 y 4, 1902: 377-393 y 257-277, que es un detallado comentario a la obra de Karl Karger del mismo título que se cita más adelante. '" La colaboración de Ballod se mantiene durante los tres años en que se publica el Anzcario y -al menos en el primero de ellos- se ocupa de analizar la situación de la economía rusa.Véase C. Baiiod, "RuBland" ("Rusia"), en Ernst von Halle (hrsg.), Die Weltwirtschaft (La economía mundial), Druck undverlag von B.G.Teubner,Leipzig, Berlín, 1906: 72-83. Se habla de esta cuestión más adelante, al comentar la colaboración de Flores. Josi MIGUELFERNÁNDEZ PEREZ

'" Se sabe que, en el semestre de invierno del curso 1904-1905, Sering imparte la asignatura "Política agraria, industrial y mercantil". Esta información se contiene en A. Posada, "La enseñanza de las ciencias políticas en Alemania", art. cit.: 36. Una muestra de los conocimientos de Sering sobre el sector industrial es su libro Geschichte derpreussisch-deutscbeneisenzolle zlon 1818 bis zur gegen- wart (Historia de los aranceles prusiano-alemanes sobre el hierro desde 1818 hasta la actualidad), Dunker & Humblot, Leipzig, 1882, m,31 3 páginas. 20' Véase Max Sering, "Agrar- und Industriestaat" ("Estado agrícola e indus- trial"), en Ludwig Elster (ed.), Worterbuch der Volkswirtschaft (Diccionario de Economía política), Gustav Fischer,Jena, 1898: 48 y siguientes.

lo' Véase F. Bernis, Memoria razonada..., ob. cit.: 103-104. Las cursivas corresponden al subrayado del original. En un trabajo reciente, Enrique M. Ureña se refiere al "enfoque ético-antropológico de la ciencia económica" de Schaffle. Véase su colaboración "Krausismo y economía", en E. Fuentes Quintana (dir.), Economía y economistas españoles. 5, ob. cit.: 307-318. 'O' 'O' E Bernis, ibídem: 105-106.Kautsky (ob. cit.: 166) hace referencia a un nue- vo trabajo de Sering sobre política agraria del que reproduce dos párrafos, pero no indica el título ni otros datos bibliográficos. Sólo señala que esta publicado en el Handworterbuch der Staatswissenschaften, el famoso Diccionario de Conrad ya citado. Consultados los nueve tomos que componen la 4" edición del mismo -la única a la que el autor ha tenido acceso- se comprueba que no incluye nin- gún trabajo de Sering sobre el sector agrario, sino Únicamente de otros autores como Heinrich Dietzel ("Apr-Industriestaat oder Industriestaat", "Estado agro- industrial o Estado industrial"), G. von Below ("Agrargeschichte", "Historia agra- ria") y W. Wygodzinski ("Agrarpolitik","Política agraria"), que se contienen en el tomo 1. Como la obra de Kautsky se publica en 1899, es posible que el trabajo de Sering se incluyera en la laedición del Diccionario, que se edita entre 1890 y 1897. '"A esta reacción proteccionista se refiere Flores en 1906: . . . "el sostén de la política librecambista en la Europa continental era el interés de la exportación agrícola. La situación cambia en el Centro y Occidente desde mediados del pasa- do siglo, con la aparición de los Estados Unidos, Rusia,Australia; durante cierto tiempo también la India, y, ÚItimamente, la República Argentina, como proveedo- res universales de aquellas mercancías. La agricultura europea, que no tiene a su disposición tierras vírgenes y lleva sobre su espalda, por obra de la historia, la inmensa pesadumbre de rentas incomparablemte más altas que la de aquellos paí- ses, se ve arrojada del mercado británico y amenazada en su propio suelo. La pro- tección toma así un aspecto característico de defensa contra las exportaciones industriales británicas y contra los productos agrícolas y ganaderos de Ultramar y de Orienten.Véanse las "Cartas de Flores de Lemus al ministro de Hacienda García Alix",publicadas inicialmente en Moneda y Crédito, 1952-1953,y reproducidas después en Hacienda Pública Española, núm. 42-43, 1976: 291-421. La cita co- rresponde a la Carta n! fechada en Barcelona el 21-1-1906:409. "'Véase A. Flores, La reforma arancelaria, ob. cit.: 159-160.Flores se refie- re también a esta cuestión en la Lección XXXVII, dedicada a la política agraria, de su "Programa de un curso...". Al hablar de "ia política comercial exterior de la Europa occidental ante la concurrencia agrícola ultramarina", alude al "carácter y porvenir de la concurrencia de los EE. UU. de Norte América"y, a continuación, a "la concurrencia argentinan.Véasela página 528. '" Véase M. Sering,Die landwirtscbaftlicbe Konkurvenz Nordamerikas in Gegenwart und Zukunft. Landwirtschaft, Kolonisation und Verkehrswesen in den Vereinigten Staaten ztnd in Britiscb-Nordamerika, Dunker & Hiimblot, Leipzig, 1887, XXVI, 759 páginas. A su vez, la investigación del profesor Karl Karger es todavía más extensa, ya que consta de dos tomos. Se titula Land- iuirtscbaft und Kolonisation im spaniscben Amerika. 1. Die La Plata-Staaten.3 Die süda~nerikaniscbenWeststaaten und Mexiko (Agricu1tur.a y colonización en Hispanoamérica. I. Los Estados del Plata. 2. Los Estados sudamericanos del Oeste y MGico), Dunker & Humblot, Leipzig, 190 1, IX, 939 y VII, 743 páginas, res- pectivamente. Se dispone de la traducción castelkana de una parte del segundo volumen con el título Agricultura y colonización en México en 1900, Univer- sidad Autónoma Chapingo, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en An- tropología Social, Chapingo, México, 1986,349 páginas. "' Puede comprobarse que Kautsky utiliza algunos de estos datos al hablar de "La competencia de productos ultramarinos y la industrialización de la agri- cultura" en el capítulo 10 de La czdestión agraria, ob. cit.: 234,239 y siguientes. '"Vlores considera el proceso de elaboración de este Arancel como un cla- ro modelo que desearía que España imitara. Así, destaca que "la discusión fue muy viva. Quizás nunca ni en ningún pueblo se produjera controversia igual, así por el número, como por la calidad de muchos de los que en ella tomaron parte. Desde las más modestas reuniones de aprendices de economista, en los rincones de las cervecerías, hasta el Auditorio múximo de la Universidad berlinesa; desde el mee- ting popular, con oradores rojos y discursos subversivos,hasta las cultísimas sesio- nes del Verein für Socialpolitik, en Munich, en todas partes se discutía la cues- tión vital. Alemania, en aquella aventura de encrucijada, am Scbeidewege, tenía que elegir un camino, elección, según todas las probabilidades, decisiva para su porvenir. Proteccionistas y Librecambistas agitaban la opinión sin descanso, y de esa lucha ha salido, juntamente con mucha broza periodística y de acarreo, una literatura sobre la cuestión, que será muy dificilmente superada en el resto de la literatura económica del mundo". Véase La reforma arancelaria, ob. cit.: 188. Cursivas en el original.

209 Se publican 189 volúmenes y la empresa editora es Duncker & Humblot. Flores de Lemus la incluye entre las "Riblicaciones de Sociedadesv.véasesu"Progra- ma de un curso.. .",ya citado: 51 2. Entre los trabajos que Sering publica figura "Ges chichte der preussichdeutschen Eisenzolie von 1818 zur Gegenwart" ("Historia de los derechos arancelarios del hierro pmsiano-alemán desde 1818 hasta la actuali- dad"), Staats- und Socialwissenschaftlicbe Forscbungen, cuadernos 3 y 4,1882. JosÉ MIGUELFERNANDEZ PEREZ

''O Véase Max Sering, "Arbeiter-Ausschüse in der deutschen Industrie. Gutachten, Berichte, Statuten herausgegeben im Auftrage desvereins für Socialpo- litik,"("Comités obreros en la industria alemana. Dictámenes, informes y estatutos publicados por encargo de la Unión para la Política Social"),SchrzJ2en des Vereins für Socia@olitik, núm. 46, 1890 y "Die innere Kolonisation im ostlichen Deutsch- land" ("La colonización interior en Alemania oriental"), Schrzyten des Vereins für Socialpolitik, núm. 56,1893.Este trabajo de Sering aparece citado varias veces por Kautsky, quien hace notar su total desacuerdo con algunas de sus conclusiones. Véase K. Kautslq ob. cit.: 109-110,153 y 175. Recuérdese la observación que se ha hecho antes sobre la crítica de Kautsky a Schonberg. Sering es también autor de un trabajo relacionado con el movimiento cooperativista, que lleva por título Das genossenchaftswesen und die Entwicklung der preussischen Zentralgenosens- cbamasse, (La cooperativa y el desarrollo de la Caja cooperativa central pru- siana), Debates del Landesoekonomie-Kollegium prusiano, febrero de 1897. '11 Véase M. Sering, Deutschland unter dem Dawes-Plan.Entstehung, Rechts- grundlagen, wirtschaftliche Wirkungen der Reparationslasten,W. de Gruyter & Co., Berlín, Leipzig, 1928,VI, 237 páginas. Se dispone de una versión inglesa con el título Germany under the Dawes Plan. Origin, legal foundations and econo- mic efiects of tbe reparation paymentes, i? S. King, Londres, 1929, M, 251 pági- nas. Sobre esta cuestión, debe recordarse la postura crítica, pero realista, adopta- da por J. M. Keynes ya desde la firma del Tratado de Versailes. Este economista consideraba que las condiciones económicas impuestas a Alemania por los alia- dos en la conferencia de París de junio de 1921 no sólo eran imposibles de cum- plir, sino que, al provocar una fuerte y prolongada recesión en la economía ale- mana, podían tener también efectos negativos en toda la economía europea.Véase su libro Las consecuencias económicas de la paz, traducción de Juan Uña, Ma- drid, 1920. Se ha consultado la edición realizada por Crítica, Barcelona 1987. Por todo ello, en 1924 se tuvo que elaborar el Plan Dawes que, al escalonar los pagos y reducir su cuantía anual, ofreciendo a la vez una importante ayuda financiera, facilita la recuperación de Alemania. Posteriormente, en 1929, se aprueba el Plan Young, por el que se dilatan todavía más los pagos pendientes. 212VéaseAntonioRamos Oiiveira,Historia socialy económica dedlemania, 2" edición, Fondo de Cultura Económica, México, 1964, tomo 1: 272. Por su parte, el profesor Rojo escribe:"A medida que pasaban los años, Alemania fue olvidando la frase de Bismarck que la había caracterizado como una potencia satisfecha y pasó a participar de la fiebre imperialista de finales de siglo y a registrar formas virulentas y agresivas de nacionalismo pan-germánico", que explica como "pro- yecciones hacia el exterior de las angustias interiores". Véase Luis Angel Rojo, "Historia y economía en el imperio alemán", art. cit: 179.

"j Véase A. Flores, "Programa de un curso.. .", ya citado, Lección LI: 541. A esta misma cuestión se refiere Flores en otro lugar donde escribe:"Estrechamente ligado a la política de expansión alemana, está el cambio de Notas de 12 de febrero de 1899, en cuya virtud España cedió a Alemania las Carolinas, Palaos y Marianas, excepto Guan, mediante ciertas condiciones y la indemnización de 25 millones de pesetasn.VéaseLa reforma arance~aria,ob. cit.: 39. Como señala la historiadord Mary Fulbrook,"el gobierno Hohenlohe marcó el comienzo de una política inter- nacional más agresiva, en la que destacó la fundación de la Liga Naval en 1898,tras el nombramiento del almirante vonTirpitz como ministro de Marina en 1897;esta Liga constituía, junto a la Liga Pangermánica creada en 1893, un importante grupo de presión que recibía considerable apoyo financiero por parte de industriales como Krupp y Stumm.Tirpitz sostenía queAlemania necesitaba una rápida expan- sión de la marina, no sólo como fuerza disuasoria, sino también para competir con Gran Bretaña, la destacada potencia naval; aunque las colonias alemanas no eran muy importantes comparadas con las de Inglaterra, se puso mucho empeño en suscitar el fervor popular a favor de una flota alemana, elemento cuyo peso au- mentaría en la política interna con el cambio de siglon.VéaseM. Fulbrook, Historia de Alemania, Cambridge University Press, Cambridge, 1990: 197. Puede consultar- se también la conocida obra de Pierre Guüien, El imperio alemán (1871-1918), VicensVives, Barcelona, 1973, en especial el capítulo M, "La política mundial del Reich", en el que se dedica un epígrafe específico a "La política naval": 237-239. "' Una poderosa flota alemana. 115 El título completo del libro, dirigido por Gustav Schmoiíer,Max Sering y Adolf Wagner, es Handels- und Machpolitik. Reden und Aufsatze im Auftrage der "FreienVereinigung für Flottenvortrage" (Política comercial y de poder Dis- cursos y ensayos por encalgo de la 'Xsociación libre de conferencias sobre la flota'?, J. G.Cotta, Stuttgart, 1900,2 vols., 208 y 246 páginas. 11-1 ensayo de Schmoiler lleva por título "Die wirtschafliche Zukunft Deutschlands und die Flottenvorlage" ("El porvenir económico de Alemania y el proyecto de flota"), vol. 1: 1-38. "'PaulVoigt, profesor de la Universidad de Beriín, es autor del trabajo "Deutsch- land und der Weltmarkt"("Alemania y el mercado mundial"), vol. 1: 133-208. "Téase la carta de 9 de septiembre de 1900. En la Biblioteca Flores de Lemus de la RACMP se conserva sólo el volumen 1 de Handels- und Machtpolitik que, además de los ensayos de Schmoiler y Voigt citados por Flores, contiene los tres siguientes: K. Lamprecht, "Die Entwickelung des wirtschaftlichen und geisti- gen Horizonts unserer Nation" ("La evolución de los horizontes económico y espi- ritual de nuestra nación"): 3962; Richard Ehrenberg, "Die Seefahrt im Leben der Volker" ("La navegación en la vida de los pueblos"): 63-84;y Ernst Francke,"Welt- politik und Sozialreform" ("Política mundial y reforma social"): 85-132. Des- conozco los títulos de los trabajos de Sering y de Wagner incluidos en el volumen 2, en el que se publica también un trabajo de Ernst von Haiie que lleva por título "Die Entwicklung und Bedeutung der deutschen Reederei" ("La evolución e importan- cia de las compañías navieras alemanas"). A. Flores de Lemus, "Sobre una dirección fundamental de la producción rural española", El Financiero, 5 abril 1926, reeditado en Hacienda Pública Es- pañola, núm. 42-43, 1976: 483. Cursivas en el original. Josi MIGUELFERNANDEZ PEREZ

"O Recuérdese que Unamuno revisa la traducción castellana de la obra de Kautsky La cuestión agraria en la que se citan diversos trabajos de Sering. 12' J. Velarde, "Unamuno y los estudiosos españoles de la economia", Znzles- tigaciorzes Económicas, núm. 17,enero-abril 1982: 6. Por su parte, Carlos Serrano subraya el interés de Unamuno "por las cuestiones económicas, y más particular- mente por las de economía agraria".Véase su trabajo "Hacia la reforma agraria: Maeztu, Unamuno y la meseta castellana (18981899)", en José Luis García Del- gado (ed.). La España de la Restauración. Política, economía, legislación y cul- tura, Siglo XXI Editores, Madrid, 1985: 35 1.

"2 Puede comprobarse en el siguiente párrafo tomado del segundo de los artíciilos que escribe sobre "La conquista de las mesetas": "Ya lo había advertido el insigne Roscher, indicando que el valor de las tierras es desproporcionado a la renta que dan (Grundlagen der National Oekonomie) (Fundamentos de econo- mía política], y a tal asunto han dedicado sus luces Cooke, Schaeffle, Sering,von der Goltz y otros, pero sobre todo Ruhland, proponiendo diversos expedientes, inútiles en realidad todos para fijar el precio justo de la tierra u obviar a los daños que su sobreevaluación engendran.Véase M. de Unamuno, Obras completas. ZZZ. Nzcevos ensayos, Escelicer, Madrid, 1968: 707-708. "' Véase la carta de 10 de marzo de 1901. 114 Ibídem.

l" Ibídem. lZ6Así,el propio Flores escribe:"Cuando yo estudiaba en Berlín, en la Escuela de Investigación, que dirigía Adolfo Wagner, no eran los alemanes mucho más numerosos que los extranjeros, japoneses en gran parte. Hoy hasta los Estadillos de los Balcanes tienen sus técnicos perfectamente preparados en las Escuelas de la Europa Centraln.Véase la entrevista que Flores concede en 1905 al Heraldo de Madrid, que se cita más adelante. Por su parte, Castillejo señala que "los grandes Seminarios tienen una concurrencia procedente, no sólo de Alemania, sino de casi todas las naciones cultas".José Castillejo,"Sobrela enseñanza en la Universidad de Berlín",BZLE, nnúm. 534.30 septiembre, 1904: 270. "' E. Fuentes Quintana,"Flores de Lemus en el Ministerio de Hacienda", art. cit.: 174. ""n este sentido, Posada subraya que los seminarios "responden a la ten- dencia general pedagógica hacia la enseñanza individual, mediante la acción directa del profesor sobre cada alumno". Vease A. Posada, "La enseñanza de las ciencias políticas en Alemania", art. cit.: 38. Por otra parte, se sabe que la valo- ración que daban los alumnos a la asistencia a los seminarios era muy elevada. Así, Luis del Valle escribe: "La obra del Seminario en la formación científica de los economistas es tal, que hoy en Alemania no se da tal nombre a ninguno que haya dejado de pasar por ellos. Los economistas espontáneos son en Alemania desconocidos".Véase L. del Valle,"Los estudios económicos en España", art. cit.: 252. lL9Véasela carta a Giner de 23 de abril de 1901. ""Véase J.A. Schumpeter,"Ladislaus von Bortkiewicz (186&1931)", en Diez grandes economistas:de Marx a Kqtzes, Alianza, Madrid, 1997: 473. En opinión de Oscar Anderson, Bortkiewicz fue "uno de los pocos personajes realmente gran- des en el campo de la estadística matemáticav.véase la nota necrológica publica- da en Zeitschrzyt für Nationalokonomie, vol. 111, núm. 2, 1932, citada por Paul M. Sweezy en la "Introducción" a E. von Bohm-Bawerk, R. Hiiferding y L. von Bortkiewicz,Economía burguesa y economía socialista, Cuadernos de Pasado y Presente, Buenos Aires, 1974: 23. Las relaciones entre Flores y Wilhelm Lexis (1837-1914) no están nada claras, porque hasta ahora nadie las ha documentado, lo que no ha impedido que la mayoría de los autores insistan en la estrecha vinculación existente entre ambos. Parece que tienen muy presente la alusión del propio Flores a "mi gran maestro Lexis", al referirse al proteccionismo integral en su famosa intervención del 20 de enero de 1928 en la Asamblea Nacional de la Dictadura. Así, unos afir- man que Lexis fue maestro de Flores en la Universidad de Berlín y que trabajó allí con él, lo que no es posible porque Lexis fue profesor en varias universidades -Estrasburgo, Dorpat, Friburgo, Breslau y, sobre todo, Gotinga, en la que estuvo desde 1887 hasta su muerte en 1914-, pero no en la de Berlín. Es muy significati- vo que Carande no cite a Lexis entre los profesores de Flores en la Universidad de Berlín. En efecto, al referirse a una solicitud, suscrita en Berlín el 30 de agosto de 1901,para concurrir a las oposiciones de la Universidad de Barcelona,dice que Flores menciona que ha tenido en Berlín como profesores a "Wagner, Schmoller, Sering,Naudé, Bortkiewicz y Bailod", sin citar para nada a Lexis.Véase R. Carande, "Mis acreedores preferentes", en Siete estudios de historia de España, 2" edición, Ariel, Barcelona, 1971: 223. Otros autores dicen que Flores conoció y trató a Lexis en Gotinga, pero resulta que Flores no estudió en esta Universidad.Por tanto, a fal- ta de datos que ofrezcan una mayor información, lo más razonable es pensar que fue Bortkiewicz quien hizo de intermediario poniendo a Flores en relación con Lexis. Una relación que pudo revestir diversas formas. que convendría investigar, pero no la de profesor y alumno. Un caso totalmente distinto al de Lexis -pero del que apenas se ha hablado, salvo una breve alusión de Velarde- es el de Werner Sombart (1863-1941), otro gran estudioso de Marx a quien consta que Flores conoce personalmente, quizá durante su estancia en Berlín, donde aquél era pro- fesor, cuando está a punto de publicar el primer volumen de su famosa obra Der moderne Kapitalismus, Duncker & Humblot, Leipzig, 1902. Una prueba de ello es que, cuando Sombart viaja a Madrid en 1933 a pronunciar un ciclo de confe- rencias en la Universidad Central, quien hace su presentación, con palabras muy elogiosas, es Flores de Lemus. La primera de dichas conferencias tiene lugar el 27 de marzo. Preside el acto el ministro de Instrucción Pública, y están también pre- sentes el rector de la Universidad Central, Claudio Sánchez Albornoz, y el decano de la Facultad de Derecho,Adoifo Posada. De la intervención de Flores la prensa hace el siguiente resumen: . . . "comenzó diciendo que si era fácil manifestar quién era Werner Sombart -un sabio de renombre universal-, era muy dificil decir qué Josi MIGUELFERNÁNDEZ PEREZ es. Empresa dificil el clasificarlo. Es la figura de más fuerza y más indómita de la Economía actual. Alguien ha dicho que es un artista. Sombart es gigantesco por su dimensión, por su fuerza y por desaforad0.Y con su fuerza de gigante, Sombart clava sus ojos en Marx, y con la critica de todos, Sombart levanta su capitalismo en el campo que Marx roturó. Marx vio un trozo de la curva del capitalismo; Sombart ha estudiado todo su desarrollo. La obra de Werner Sombart puede con- cretarse en este concepto: es preciso contemplar todo el desarrollo de la curva; sólo en la historia de los pueblos extintos, donde se contempla la curva en todo su desarrollo, pueden estudiarse a fondo las cuestiones sociales. Combatido Sombart por los historiadores, por los economistas y por los marxistas, del fragor de esta lucha se saca esta consecuencia: se puede estar con o contra Sombart, pero no sin él, que se ha convertido en centro de este sistema solarn.Tras la pre- sentación de Flores, interviene Sombart para darle las gracias, añadiendo que aun- que no entiende perfectamente el español cree que Flores ha expuesto perfecta- mente su teoría.Véase "Werner Sombart, en la Universidad Central. Disertó sobre la situación caótica de la Economía nacional", El Debate, 28 marzo 1933: 9. En las cuatro conferencias restantes -todas ellas pronunciadas en francés, en vez de en alemán,"para mayor facilidad del auditorio" - Sombart analiza los siguientes temas: "La Economía nacional que trata de comprender las relaciones económicas", la doctrina de Carlos Maní, la crítica a la teoría marxista sobre las leyes de empo- brecimiento obrero y concentración del capital y, por último, la economía regla- mentada. Sobre ésta, puede verse el comentario "La economía planeada. Última conferencia del cursillo Sombart", El Debate, 3 abril 1933: 9. 232 Se publica en alemán con el título Das Gesetz der kleinen Zahlen, Teubner, Leipzig, 1898.

'j3 Véase J. A. Schumpeter, Historia del análisis económico, ob. cit.: 931. 12' Véase J.A. Schumpeter, "Ladislaus von Bortkiewicz (18681931)", en Diez grandes economistas, ob. cit.: 474. 235 Así, por ejemplo, Luca Meldolesi afirma que "Bortkiewicz was essentially a critic" .Véase la voz "Bortkiewicz,Ladislaus von" en John Eatwell, Murray Milgate y Peter Newman (ed.), The New Pa1grave:A Dictionary of Economics, ob. cit., vol. 1: 263. Las expresiones entrecomiíladas son de Schumpeter, Historia del análi- sis económico, ob. cit.: 931. '-"Véase J. A. Schumpeter, "Ladislaus von Bortkiewicz", ob. cit.: 475. Schumpeter hace referencia a dos trabajos de Bortkiewicz sobre el denominado "problema de Wertrechnung und Preisrechnung" o "problema de la transforma- ción". El primero forma parte de una serie de tres artículos con el título "Wer- trechnung und Preisrechnung irn marxschen System" ("Cálculo del valor y cálculo del precio en el sistema marxista"), Archiv für Sozialwissenschaft und Sozial- politik, vol. XXIII, 1906, cuaderno 1: 1-50;vol. XXV, 1907, cuaderno 1: 10-51 y cua- derno 2: 445488. El segundo, "Zur Berichtigung der grudlegenden theoretischen Konstruktion von Marx im drittend Band des Kapital" ("Sobre la rectificación de ANTONIOFLORES DE LEMUS:ANOS DE FORMACIÓN UNIVERSITARIA la construcción teórica básica de Marx en el volumen 111 de El capital"),se publica en Jahrbücher für Nationalokonomie und Statistik, vol. m 1907,cuaderno 3: 319-335.Véase Scliumpeter, Historia del andlisis económico, ob. cit.: 664. 238 Véase la "Introducción" citada: 26. En otro ensayo más conocido, Sweezy escribe:"El único entre los críticos de la estructura teórica de Marx, Bortkiewicz, advirtió toda la importancia de la ley del valor y de su empleo. Además, fue Bortkiewicz quien sentó la base para una prueba lógicamente inobjetable de la justeza del método de Marx, lo que le da derecho a ser considerado no sólo como un crítico sino también como un contribuyente de importancia a la teoría mar- xista". Véase Paul M. Sweezy, Teoría del desarrollo capitalista, 8" reimpresión, Fondo de Cultura Económica, México, 1974: 83. IBS calificativos de "genio" y "genio gigante", que Flores utiliza en alguna ocasión para referirse a Marx, no permiten albergar ninguna duda sobre la pro- funda admiración que siente por él. 240VéaseL. Gonza10,"Flores de Lemus en la historia del pensamiento econó- mico español", art. cit.: 59. Debe indicarse que, en contra de lo que dice este autor, el trabajo de Flores está fechado en Madrid el 30 de enero de 1920 y que la cáte- dra a la que oposita en ese momento corresponde a la Universidad Central. Por tanto, han transcurrido casi veinte años entre la fecha en la que Flores es alumno de Bortkiewicz y la realización del citado trabajo. "'Véase J.Velarde,"AntonioFlores de Lemus: las lejanas raíces", art. cit.: 54. 14'Aquí existe una errata, ya que debe decir Berlín. '4' J. Velarde, "Los caminos de la heterodoxia. Una recapitulación y algunas ideas", en E. Fuentes Quintana (dir.), Economía y economistas españoles. 5, ob. cit.: 896. "'Tan poco conocido, al menos en España, que en el índice onomástico del volumen 6 de Economía y economistas españoles figura "Wenckstern,VI',como si la "V" fuera la letra inicial de su nombre.Véase ob. cit.: 1079. Un error que se repite en la página 561 del nuevo y completo índice onomástico que se incluye en el volumen 9, Cronología, bibliografla e índices, publicado en 2004, a pesar de que en la página 413 se afirma que se han corregido "los inevitables errores en una obra de tamaña envergadura". Sin embargo, se dispone de alguna información sobre este autor. Así, se sabe que Wenckstern fue primero oficial en activo duran- te los años 1880-85 y después colono en Sumatra entre 1885 y 1890. Más tarde estudia en las universidades de Munich y Berlín, donde se doctora en Filosofía en 1893.A continuación, es profesor de Economía política y Hacienda pública enTokio Iiasta 1895 y al año siguiente figura como profesor auxiliar en la Universidad de Berlín, en la que permanece hasta 1906 en que pasa a la de Breslau como cate- drático. 245 Véase A. von Wenckstern, Marx, Duncker & Humblot, Leipzig, 1896,265 páginas. Bernis hace una referencia a este libro cuando, al hablar del socialismo, escribe:"Aquí me remito a lo ya dicho sobre el socialismo y sus obras más cientí- ficas. Los trabajos sobre esos socialistas cientificos como los de Kozak, Dietzel y Adler sobre Rodbertus, o de Wenckstern (. . .) sobre Marx son dignos de estudio". Véase E Bernis,Memoria razonada..., ob. cit.: 85. Se sabe también que, en el cur- so 1904-1905,Wencksternimparte la asignatura "Historia de la Economía nacional y del socialismo", una información que encaja perfectamente con las inquietudes intelectuales y conocimientos de este economista. Véase Adolfo Posada, "La ense- ñanza de las ciencias políticas enAlemanian,art. cit.: 36. '*"Véase la tarjeta enviada por Flores desde Berlín el 14 de junio de 1901. Por equivocación,Velarde fecha esta tarjeta el 16 de agosto de 1901.Véase J.Ve- larde,"El legado de Flores de Lemus", ob. cit.: 116. No parece que este trabajo de Flores llegara a publicarse en el BILE y así lo señalavelarde. Por otra parte, la con- sulta del Archivo Flores de Lemus tampoco ha permitido localizar este texto suyo sobre el valor de uso en Marx, que parece no tiene nada que ver con su trabajo de 1920 sobre El problema de la circulación del capital en Marx, ya citado. En otro trabajo,Velarde habla directamente de la "pérdida de su 'Nota sobre el valor de uso en Marx"'.Véase J.Velarde,"Antonio Flores de Lemus: una revisión veinte años después", art. cit.: 130. '" El libro de Wenckstern tiene dos partes. En la primera, además de "El valor de uso", estudia -entre otras- cuestiones como "El 'salto mortal' de la mercancía", "El trabajo" y "El carácter ético del marxismo". En la segunda parte aborda los siguientes temas: "Aristóteles y el valor", "Proudhon y el valor", "Stirner y el mar- xisn~o","Schopenhauer y el marxismo", "Hegel y el marxismo", "Jules Le Che- valier" y "Kant y el marxismo". '*'Véase A. von Wenckstern, Tbeoretiscbe Begnindung der Nothwendigkeit einer starken deutscben Flotte",Brige, Berlín, 1898,20páginas. Bernis se refiere, sin duda, a este folleto cuando cita los trabajos de "Wenckstern sobre los argu- mentos de la necesidad de una poderosa flota alemanan.Véase su Memoria razo- nada..., ob. cit.: 151. "A. von Wenckstern, Die Scbaffung und Eri~altung einer dezctscben Scblacbtflotte, Duncker & Humblot, Leipzig, 1899,65 páginas.

250 Véase A. von Wenckstern, Heimatpolitik durcb Weltpolitik.Reden zur Flottenriorlage (Una política patria por medio de una política mundial.Discur- sos sobre el proyecto de flota), Duncker & Humblot, Leipzig, 1900, 130 páginas, y Auf Scbolle und Welle.Reden in Ost- und Westdeutscblandzur Flottenvorlage (Sobre témpanos y olas. Discursos en Alemania oriental y occidental sobre el proyecto de flota), Duncker & Humblot, Leipzig, 1900. De este ultimo libro se publican tres ediciones durante el año 1900, lo que da una idea de la excelente acogida que tiene. Este economista es también autor de otras obras de contenido económico, como Einfübrung in die Volkswirtscbaftslebre (Introducción a la economía política), Duncker & Humblot, Leipzig, 1903,VII,239 páginas; Le Play, Preuss, Berlín, 1893,62 páginas; y Die neuen Handelsuertrage, ibre Wirkung auf unser wirtscbaftlicbes Leben (Los nuevos tratados de comercio y su injiuencia en nuestra vida económica), Berlín, 1905. Para una mayor información sobre la obra de Wenckstern puede verse la completa relación que se contiene en C. Meit- ANTONIOFLORES DE LEMUS: ANOS DE FORMACIÓN UNIVERSITARIA zel, "Wenckstern,Adoif v.", en Ludwig Elster, AdolfWeber y Friedrich Wieser (dir.), Handworterbuch der Staatswissenschaften, ob. cit., tomo 8, páginas 985-986. '" El problema se agrava al ver que a Aifred Weber se le confunde también con Adoif Weber. En efecto, si se consulta el índice onomástico del volumen 6 de Economía y economistas españoles, se comprueba que en la página 1079 apa- recen citados Alfredo Weber y Max Weber. Pues bien, ese Aifredo Weber es, en rea- lidad, Adoifo Weber, puesto que es a él a quien se refiere Camilo Lebón en la pági- na 469 como autor del conocido Tratado de economíapolítica. Pero como sólo cita la inicial de su nombre, el responsable de la elaboración del índice lo con- funde con Alfred Weber. A continuación, figura en dicho índice onomástico Max Weber. Pero de las cuatro referencias a páginas que se incluyen hay una que no corresponde a este autor, sino a su hermano Alfred: es la que hace referencia a la página 17411, que remite al trabajo de Fuentes Quintana sobre Flores, ya citado. Como Fuentes habla sin más detalles del "doctor Weber", el documentalista que ha realizado el índice incurre en un nuevo error. Esta larga etapa de docencia de Weber en Heidelberg se ve interrumpida por un período de retiro voluntario, que se extiende entre 1933 y 1945, con el que pretende expresar su protesta más enérgica contra el régimen de Hitler. Como señala Edgar Salin,"en 1933 pidió la jubilación. Después de haber Luchado durante años contra el nazismo,vivió en completo aislamiento después de su jubi- lación y continuó escribiendo (. . .). Después de la derrota nazi,Weber, con casi 80 años de edad, comenzó a dar clases de nuevo. En los trece años que precedieron a su muerte, el 'gran viejo de Heidelberg' (como le llamaban los norteamericanos) alcanzó el cénit de su influencia, tanto como político, ya que fue muy estimado, especialmente por los dirigentes del nuevo partido socialdemocrático y los nue- vos sindicatos, como en cuanto científico". Véase Edgar Salin, "Alfred Weber", Enciclopedia Internacional de las Ciencias Sociales, dirigida por David L. Sills, ob. cit., vol. 10: 719. "%Así,se sabe que publica diversos trabajos sobre esta materia, entre los cua- les figura uno de carácter breve con el título Hausindustrielle Gesetzgebung und Sweating-System in der Konfektionsindustrie (La industria doméstica y el sis- tema de trabajo en la industria de la confección), Duncker & Humblot, Leipzig, 1897,35 páginas. 254 Véase Alfred Weber, Über den Standort der Industrien. Erster Teil, Reine Theorie des Standorts, mit einem mathematischen Anhang von Georg Pick, J.C.B. Mohr,Tubitiga, 1909,246 páginas. Un ejemplar de esta edición alemana se conserva en la Biblioteca de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas. Esta obra de Weber cuenta con múltiples ediciones en diversos idiomas. La versión inglesa,traducida y anotada por CarlJ. Friedrich, que lleva por título Theory of the location of industries, University of Chicago Press, Chicago, 1929, MWII, 256 páginas, ha sido objeto de varias ediciones posteriores. 255Véa~eEdgar Salin,"AifredWeber", ob. cit.: 718. La obra de Johann Heinrich von Thünen (1783-1850),Der isolierte Staat in Beziehung auf Landwirtschaft und Natiorzalokonomie (El Estado aislado en relación con la agricultura y la economía política), consta de tres partes que se publican sucesivamente en 1826,1850 y 1863. Schumpeter hace un gran elogio de vonThünen al decir que "este granjero práctico era un pensador nato" y lo sitúa entre los mejores econo- mistas de su época, incluso -en cierto sentido- por delante de Ricardo.Vease su Historia del análisis económico, ob. cit.: 524. En su obra Síntesis de la evolución de la ciencia económicn..., ya citada, afirma que "v.Thünen es el pensador por excelencia" (página 82). Un análisis crítico del pensamiento de este economista puede verse en Arthur H. Leigh, "La teoría de von Thünen sobre la distribución y la aparición del análisis marginal", en J. J. Spengler y W R.Ailen (dirs.), El pensa- miento económico de Aristóteles a Marshall, Tecnos, Madrid, 1971: 563-586.Por su parte, Jürg Niehans realiza una amplia referencia a la vida y a la obra de von Thünen en la voz correspondiente de The Neul Pa1grave:A Dictionary of Eco- nomics, ob. cit., vol. 4: 636-639. '5Vease José Luis Sampedro y Rafael Martínez Cortiña, Estructura econó- mica. Teoría básica y estructura mundial, 3" ediciÓn,Ariel, Barcelona, 1973: 38. Francisco Bernis subraya la gran importancia que tiene la contribución de Weber -a quien por errata cita como "E.Webern- y añade que Furlan ha hecho una expo- sición de su teoría de la localización industrial en la revista Weltwirtschaftliches Archiv. En efecto, la consulta de esta publicación -en la que se editaron trabajos de economistas españoles como Román Perpiñá y el propio Bernis- permite des- cubrir un interesante artículo del Dr. V. Furlan, que incluye un gran aparato mate- mático y gráf~co,con el título "Die Standortsprobleme in derVolks und Weltwirt- schaftlehre" ("El problema de la localización en la economía política"), Weltwirtschaftliches Archiv, volumen 2, cuaderno núm. 1, 1913: 1-34.La alusión de Bernis se encuentra en su trabajo "Economía política", incluído en la obra de Maurice Potel, Enciclopedia comercial. El comerciante moderno, tomo I1,T edi- ción ampliada, Labor, Barcelona, s.f.: 874; en las páginas siguientes Bernis realiza un resumen del artículo de Furlan, que era profesor en la Universidad de Basilea. 257 M. J. Beckmann, "Location of economic activity", The New Palgrave, ob. cit., vol. 3: 223. "'Véase Martin Beckmann,"Weber,Alfredn,The New Palgrave, ob. cit., vol. 4: 886. W Launhardt (1832-1918) publica en 1882 un trabajo titulado "Die Bes- timmung des zweckmassigsten Standortes einer gewerblichen Anlage" ("La deter- minación de la localización más adecuada de la planta industrial"), Zeitschrifit des Vereins deutscher Ingenieure, núm. 26: 106-115. Launhardt, que era profesor del Instituto Tecnológico de Hannover y tenía una formación de matemático y físico -como Bortkiewicz-, es reivindicado por Schumpeter que constata que "ni el Palgrave's Dictionary ni la Enciclopedia of the Social Sciences lo mencionan". Lo pone como ejemplo de las posibilidades que surgen de la colaboración entre economistas e ingenieros, y afirma que Launhardt "no sólo estudió la influencia de los gradientes y las curvas en los costes de funcionamiento de los ferrocarri- les, sino que construyó también una teoría económica de los ferrocarriles que, ANTONIOFLORES DE LEMUS: ANOS DE FORMACIÓN UNlVEKSiTARlA entre otras cosas, contenía el teorema -base de su tesis de que el ferrocarril debe ser propiedad del Estado- de que las ventajas sociales de los ferrocarriles se maxi- mizan cuando lo que se carga por el servicio no excede de lo que hoy llamaría- mos el coste marginal. De esto se infiere que los gastos generales deberían ser financiados con la renta publica, y éste es el teorema que tanto se ha discutido en nuestros días tras su descubrimiento independiente por el profesor Hotelling. Esto es mucho más interesante que las generalidades sobre la deseabilidad de una nacionalización o regulación, especulaciones que, como es natural, aparecieron abundantemente". Schumpeter cita tres obras de Launhardt: Mathematische Begründung der Volkswirtschaftslehre (Principios matemáticos de la econo- mía política), 1885; Die Betriebskosteiz der Eisetzbahnen (Los gastos de e.~plo- tación de los ferrocarriles), 1877, y Kommerzielle Trasierung der Verkehrsulege (Trazado comercial de las rutas de tráfico), 1872. Véase J. A. Schumpeter, Historia del análisis económico, ob. cit.: 1034-1035.La queja de Schumpeter ha sido atendida por los editores de The New Palgrave, que en su última edición incluyen un trabajo de Jürg Niehans sobre Carl Friedrich Wilhelm Launhardt. Véase ob. cit., vol. 3: 140-142.La relación entre Weber y Launhardt ha sido subra- yada también en fecha reciente por Philip McCann en su libro The economics of industrial location. A logistics-costs appmach, Springer-Verlag. Berlín-Heidel- berg, 1998: 17, en el que realiza una amplia revisión de la teona de la localización industrial y de sus desarrollos posteriores. "y De August Losch (19061945) hay que citar su obra Die raumliche Ordnz~ngder Wirtschaft (El orden espacial de h economía), G. Fischer,Jena, 1944,380 páginas. Se dispone de una edición inglesa con el título The economics of location, traducida y anotada por Wüliam H. Woglom, Yale University Press, New Haven, 1954,520 páginas. De Walter Christaller (1894-1975) es importante su libro Die zentralen Orte in Süddeutschland, G. Fischer, Jena, 1933,331 pági- nas. La edición inglesa de C. W. Baskin lleva por título Centralplaces in southern Germany, Prentice-Hall,Englewood Cliffs, N. J., 1966.Por Último, deTord Folkeson Palander (1902-1972) debe citarse su trabajo Beitrage zur Standortstheorie (Con- tribuciones a la teoría de la localización), Almqvist & Wikseil, Uppsala, 1935, 419 páginas.También podna incluirse aquí a Andreas Predohl(1893-1974),del que hay que mencionar su artículo "Das Standortsproblem in der Wirtschaftstheorie", Weltu~irtschaftlichesArchiv, vol. 2 1, 1925: 294-331, más conocido en su versión inglesa con el título "The theory of location ui its relation to general economics", Journal of Political Economy, vol. 36,1928: 371-390. '" A. Weber, Historia de la cultura, traducción española de Luis Recaséns Siches, Fondo de Cultura Económica, México, 1941,469páginas, que cuenta con varias ediciones posteriores. La edición original se publica en Holanda con el títu- lo Kulturgeschichte ak Kultursoziologie (Historia de la cultura como sociolo- gía de la czrltura), A.W. Sijthoff, Leiden, 1935,423 páginas. Por su parte, su obra La crisis de la idea moderna del Estado en Europa la traduce José Pérez Bances para Revista de Occidente, Madrid, 1932, 187 páginas, a partir de la edición ale- JosÉ MIGUELFERIUÁNDEZ PEREZ

mana, Die Krise des modernen Staatsgedankens in Europa, Deutsche Verlags- Ansalt, Stuttgart, 1925, 172 páginas. '"' Véase la carta a Giner fechada en Berlín el 16 de agosto de 1901. Flores está haciendo referencia al Jabrbucb für Gesetzgebung, Verwaltung und Volkswirtschaft im Deutschen Reicb. La consulta de esta publicación, que se con- serva en la Biblioteca del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, procedente de los fondos del Instituto de Reformas Sociales, no ha permitido al autor localizar ni éste ni ningún otro trabajo de Flores entre los años 1901 y 1909. Véase el excelente trabajo de José María Serrano Sanz El oro en la Res- tauración, discurso de ingreso en la Real Academia de Ciencias Morales y Polí- ticas, Madrid, 2004: 1 14. *" En su artículo 2""se autoriza al Gobierno para emitir en operaciones suce- sivas obligaciones del Tesoro hasta una suma igual al importe de la Deuda flotan- te procedente de Ultramar", indicándose que "el producto de la negociación de dichas obligaciones se aplicara única y exclusivamente a satisfacer la referida Deuda flotante". **Ibídem: 1 15.

je5 Cursivas del autor. Esta cuestión debe ser destacada porque, en contra de la interpretación de algunos autores, el pago en oro de los derechos de Aduana no supone ningún aumento de la protección arancelaria. De ello se encarga el artí- culo 2" del proyecto de ley en el que se contiene un mecanismo que "consistía en practicar, en el momento de la liquidación, una reducción sobre los derechos que debían satisfacerse en oro, tal que asegurase que su equivalente en pesetas-plata coincidía con el importe que por esos derechos se hubiera pagado, de no decre- tarse su cobro en oro. Para ello, se diseñó una tabla en que se relacionaban el tipo medio del cambio y el de la reducción de derechos que, en función del primero, correspondía pagar el mes siguiente". Véase Marcela Sabaté, "Tipo de cambio y protección de la economía española de principios de siglo", Revista de Econo- mía Aplicada, vol. 1, núm. 1, primavera 1993: 8 1. Es interesante recordar que Olariaga no alude para nada a la finalidad proteccionista cuando escribe: . . . "y se estableció el pago en oro de una parte de los derechos de Aduana; esto último con el propósito de reforzar la reserva metálica del Bancon.Vease su clásica obra La política monetaria en España, Librería General de Victoriano Suárez, Madrid, 1933: 109. '" Estas obligaciones procedían de la conversión de la deuda exterior reali- zada por Camacho en 1882. Como señala Serrano, de acuerdo con los testimonios de la época, la necesidad de comprar divisas de países de patrón oro (francos, libras esterlinas y marcos) "al plazo fijo de los vencimientos desataba una intensa especulación contra la peseta y aumentaba el quebranto delTesoro por la depre- ciación de la moneda españolan.VéaseJ. M. Serrano, El oro en la Restauración, ob. cit.: 116. "' Una Real Orden de esta misma fecha dicta una serie de medidas comple- mentarias "para el más acertado cumplimiento" de la ley. ANTONIOFLORES DE LEMUS:ANOS DE FORMACIÓN UNIVERSITARIA

2"8J. M. Serrano, ob. cit.: 116. '"'La influencia del pago en oro de los derechos de Aduana en la mejora del cambio es destacada por Serrano, quien afirma que "la cotización mejoró instan- táneamente, pues al mes de ser implantada la peseta había pasado de cotizar desde 142,35 hasta 135,88 francos y así continuó en los arios siguientes". Ibídem: 117. ''O ''O Ibídem: 118. "Wlariaga destaca el "sentido aún más radical" del proyecto de Urzáiz, que insiste en "las tendencias monetarias de Villaverde",poniendo también de relieve el doble objetivo perseguido por el ministro:"ia idea de Urzáiz consistía, no sólo en reducir la circulación monetaria, sino en ir además inmediatamente al patrón oro con un Banco emisor dividido en dos departamentos, como el de Inglaterra". Véase La política monetaria, ob. cit.: 109. "V.M. Serrano, ob. cit.: 119-120. "' Se establece que el pasivo del departamento de emisión esté constituido por los billetes y el activo por pagarés delTesoro al 2,5 por 100, por el importe de 900 mülones de pesetas que en ese momento tiene el Banco en su cartera, efectos de deuda delTesoro, el oro que tiene en caja y moneda de plata hasta com- pletar con el oro y la deuda del Tesoro una cantidad igual a la de billetes, y según el Gobierno recoja los pagarés del Tesoro que el Banco tiene en su activo, éste recoja y cancele una cantidad igual de billetes. L74 R. Anes,"EI Banco de España (1874-1914): un Banco nacional", en Gabriel Tortella (dir.), La banca española en la Restauración. Tomo I: Política yp?lan- zas, Banco de España, Madrid, 1974: 179. 275VéaseN. M.,"El gobierno y el Banco de España",Nuevo Mundo, núm. 423, 12 febrero 1902. 276 R.Anes, ob. cit.: 179. '"J. M. Serrano, ob. cit.: 120-122. J. M. Jiménez y Rodríguez, Estudio crítico de la crisis monetaria, Est.Tip. de Jaime Ratés, Madrid, 1905,327 páginas. Esta Memoria, presentada bajo el lema "Oro es lo que oro vale", obtiene el Premio del Conde de Toreno concedido por la Academia en el Quinto Concurso Extraordinario (bienio 1902 a 1904). 279 Ibídem: 205. En opinión de Jiménez, la explicación de la relación auto- mática que Urzáiz y otros políticos españoles establecen entre la cotización de la peseta y la cantidad de billetes en circulación está en un artículo de Paul Leroy- Beaulieu, publicado en L'Economiste Francais en julio de 1894, que fue reprodu- cido por muchos periódicos españoles. En este sentido, escribe: "Desde que en 1894 M. P. Leroy-Beaulieu,hurgando en los principios de la Economía clúsica, des- cubrió que la depreciación de la moneda española era debida exclusivamente a la cantidad representada por los billetes del Banco de España en circulación, detnostrando esta tesis con un estado en que presentaba, año por año, las cifras de la circulación y las de los cambios, se apoderó esta idea con fuerza de una obse- sión de todas aquellas inteligencias españolas que, desprevenidas y poderosas, encontraron muy cómodo asimilarse ese razonamiento, pues además de estar sus- Josí MIGUELFERNÁNDEZ PEREZ crito por una firma prestigiosa, presentaba y resolvía la cuestión de un modo que estaba al alcance de todas las inte1igencias.Y aunque cuando L'Economiste Fran- gais publicaba esa opinión, los billetes en circulación sólo importaban 925 millo- nes y la prima del cambio estaba a 2 1, y se vió pocos meses después desmentido Mr. Leroy-Beaulieu por el hecho de que sin descender la circulación bajó el cam- bio a menos de 7 por 100, y en épocas posteriores estuvo largo tiempo alrededor de 20 por 100, existiendo, sin embargo, una circulación superior en 600 millones a la que ya en 1894 denunció M. Leroy como excesiva, quedó sembrada esa semi- ila y arraigó tan fuertemente, que la inmensa mayoría de los hacendistas españo- les no han pensado después en resolver la crisis monetaria de otro modo que pro- curando la disminución de los billetes en curso". Ibídem: 204. Cursivas en el original. Jiménez hace el siguiente cálcu1o:"como la circulación ascendía entonces a 1.640 millones y el encaje a 786, si según el art. 3' hubiese recogido el Tesoro los 900 millones que importaban los pagarés de Ultramar, con arreglo a esta ley el Banco hubiese debido retirar de la circulación 900 millones de pesetas en bille- tes, y así sólo hubieran quedado en curso 740 millones, o sean 46 millones menos que el encaje".Ibídem: 206. 2s' Ibídem: 205-206. Cursivas en el original.

2XZ Ibídem: 206-207.Quince años después, este mismo autor hace referencia a "los varios proyectos de reforma de la ley del Banco, que fueron elaborados en los primeros años de este siglo para conseguir la baja de los cambios sobre el extranjero, problema que equivocadamente se empeñaron en resolver nuestros hacendistas exigiendo al Banco la enajenación de buena parte de su Cartera con el fin de que disminuyera el importe de los billetes en circulación", añadiendo a pie de página:"Estos señores habían oído campanasn.Véasesu prólogo, fechado en agosto de 1922, a la segunda edición del libro de Eloy Martínez Pérez, Banco de España. Su régimen, operaciones y sitzración, Graficas Reunidas, Madrid, 1922:X. Cursivas en el original. '"' L. Olariaga, ob. cit.: 109.Además,"el Banco se resistió de manera tan con- tumaz que nunca liquidó su Cartera".J. M. Serrano, ob. cit.: 123. 284Véase"El Bachiller Corchuelo","AngelUrzáiz. Confesiones de su vida y de su obra", Por esos Mundos, núm. 204, enero 191 2: 108-109.

lR' Se comprende que el futuro autor del "Dictamen de la Comisión del Patrón Oro" rechace tajantemente unas medidas de reforma monetaria basadas en una base teórica tan elemental y simplista. En su "Programa de un curso..:', ya cita- do, en la Lección XLIV, Flores hace una referencia muy precisa a todas estas medi- das: ..." ley de 28 de noviembre de 1901 y Real Orden de 6 de noviembre del mis mo año. Proyecto de Urzáiz de 22 de enero de 1902 sobre La reforma de la ley del Banco de España; referencia a las disposiciones monetarias del año 1901 y siguien- tes, ley de 13 de mayo y Convenio de 17 de julio de 1902;proyecto de Villaverde de 21 de octubre de 1903 y crítica de Otto Heyn. La ejecución de la ley de 1902". Véase la página 534. '"<' Veanse las "Cartas de Flores de Lemus al ministro de Hacienda García Ah",ya citadas, Carta 111, fechada en Barcelona el 11-12-1905:404-405. Cursivas en el original. "' Como se sabe,Angel Urzáiz fue tres veces ministro de Hacienda. La pri- mera, ya señalada, entre 1901 y 1902. La segunda, muy breve, sólo permanece en el cargo del 23 de junio al 18 de julio de 1906, en un gobierno presidido por Montero Rí0s.Y la tercera, del 9 de diciembre de 1915 al 25 de febrero de 1916. En relación con esta cuestión, Serrano escribe:"el 14 de marzo [de 19021 dimitió Urzaiz (. . .),'y no ha vuelto a ser ministro de Hacienda', añadió un Olariaga muy crí- tico con el episodio" .VéaseJ. M. Serrano,ob. cit.: 12 1-1 22. La afimación de Olariaga -que se contiene en su artículo "Las ganancias del Banco son causa permanente de que en tiempo normal sea depreciado el dinero español", España, núm. 4, 19 de febrero de 191 5 y se reproduce en Luis Olariaga, Escritos de reforma, edición e introducción de J.Velarde, Madrid, 1992: 123- es, por tanto, totalmente exacta en el momento en que se hace, pero si se repite a posteriori debe matizarse. Véase L. Olariaga, "El enigma del Ministerio",España. Se~?zanariode la Wda Nacional, núm. 49,30 diciembre 191 5: 2. "9 Con anterioridad, en 1918, y a petición de Maura, Olariaga había redacta- do un informe sobre los cambios en España en el que puede 1eerse:"Aún se sigue por lo común opinando que el problema de nuestros cambios depende esencial- mente de nuestra constitución monetaria y que en el llamado saneamiento de nuestra moneda está su solución.Todavía se explica que esa creencia dominase en 1903 cuandoVillaverde presentó su proyecto de saneamiento de la moneda y regulación del cambio exterior, pero ya hoy al cabo de haberse operado,sin rejor- ma alguna monetaria, una absoluta transformación del problema hasta el pun- to de hallarse la peseta por encima del dólar, es evidente que no puede ser plan- teada la cuestión en esos términos". Más adelante se pregunta:"iCuáles fueron los motivos que dieron lugar a la reacción de nuestros cambios?".Trasanalizar la evo- lución de la peseta frente al franco desde 1901, afirma que "la reacción franca y definitiva en nuestros cambios se opera en 1906",año en que se produce "el alza brusca y decisiva del cambio de la peseta y (...) no obedeció a ninguna importante alteración de la relación en que el oro se hallaba representado dentro de la cir- culación monetaria española. Los factores que influyeron fueron otros bien dis- tintos siendo los principales los que se enumeran a continuación: 1) El efecto de la reforma arancelaria de 1906, que disminuyó las importaciones. 2) El hecho de coincidir esta reforma arancelaria con una pdcoyuntura a la alza en toda Europa que favoreció la salida de los dos grupos más importantes de artículos de expor- tación que producimos: los minerales y, las frutas. 3) La entrada de una enorme cantidad de capital extranjero, por divetlsas causas. 4) El aumento de remesas de moneda forastera hechas por la gran cantidad de españoles que emigraron des- pués de las guerras coloniales. 5) La iniciación de una política de intervención en los cambios al establecerse el pago en oro de los derechos de Aduana. 6) El pro- greso de la economía nacional que fue nivelando el comercio exterior, año por año".Véase L. Olariaga,"Notas para una política de regulación de los cambios en España", Archivo Antonio Maura, legajo 250/23. Las cursivas corresponden al subrayado del original. Este documento,que consta de 9 páginas mecanografiadas sin numeración,es del año 1921, aunque hacia el final del mismo se dice que "las anteriores líneas fueron escritas en 1918". En efecto, como señala el propio Olariaga en otro escrito:"Don Antonio Maura tenía como uno de sus problemas vitales de gobierno la defensa del mercado de cambios de la valuta española, al terminar las guerras coloniales, frente a la opinión de Villaverde de seguir otros caminos para defender la peseta, y en este respecto el Sr. Maura pidió un informe en mayo de 1918 al catedrático de la Universidad de Madrid, especializado en materias monetarias, don Luis Olariaga, sobre los países, como Alemania,Austria- Hungría, Bélgica y Grecia, que venían interviniendo su cambio valutario con la compraventa de divisas, en lugar de la importación o exportación de oro;a cuyo informe obedece la siguiente carta: Sr. D. L. Olariaga. Mi distinguido amigo: recibí ayer y leí con el mayor interés la nota clarísima y admirablemente concisa,en que ha tenido V.la bondad de concretar su opinión, a mi ruego, acerca del tema de la moneda y los cambios. Porque desde la víspera estaba yo padeciendo las consecuencias de un enfriamiento que llegó a ponerme afónicoy que todavía me tie- ne con escasa voz, no abusé desde luego de la buena voluntad de V. invitándole a un comentario dialogado de la nota;pero he de rogarle a V. tan pronto como me sea posible y para V. no demasiado molesto, que, al efecto me dedique un rato más. Entretanto le manifiesto el mayor agradecimiento por su trabajo que me sirve de auxilio en la justificada preocupación que acompaña al obligado deseo de acierto. Salúdale affmo.A. Maura. Y don Antonio Maura siguió estudiando la cuestión de acometer cuando fue- ra oportuno la defensa y la preparación de una política estabilizadora previa a la adaptación [sic]del patrón oro hasta la aprobación por el Gobierno del Proyecto de Ley de Ordenación Bancaria a fines de 1921 ".Este comentario de Olariaga for- ma parte de un documento,que lleva por título "Informaciónsobre creación, com- posición y funciones del Consejo Superior Bancario". remitido el 28 de abril de 1975 al Vicesecretario del Consejo Superior Bancario, Enrique Jiménez-Arnau. Sobre la distinta concepción de la política económica por parte de Fernández Villaverde y Maura, véase L. Olariaga, "Política económica de Maura", España, núm. 13, reproducido en Escritos de reforma, ob. cit.:407-416. L90 L. Olariaga,La política monetaria en España, ob. cit.: 112.Y ya que se ha citado aquí a Olariaga y, unas páginas más atrás, al semanario Nuevo Mundo, pare- ce la ocasión oportuna para referirse a la relación que tuvo este economista con esa publicación y con la revista Por esos Mundos, que no ha sido señalada por los ANTONIOFLORES DE LEMUS:ANOS DE FORMACION UNIVERSITARIA autores que se han ocupado de él. mies bien, se sabe que Olariaga no sólo cola- bora ocasionalmente en das,sino que a comienzos de noviembre de 1911 acep- ta encargarse de llevar la gerencia de las mismas. Parece que es al final de su estan- cia en Londres, donde ha residido durdnte los tres últimos años, cuando empieza a escribir en la revista Por esos Mundos. En esta ciudad inglesa Olariaga conoce a Ramiro de Maeztu, con el que llega a tener una gran amistad. Maeztu es enton- ces corresponsal de Nuevo Mundo, donde colabora desde el otoño de 1907,y tie- ne una sección fija con el titulo "Desde Londres", que adopta también otras deno- minaciones, como "Desde Berlín","Desde Roma","En Madrid","En Bilbao","Desde San Sebastián". . ., según el lugar en que se encuentre, y escribe también en Por esos Mundos. Es lógico, pues, pensar que utilice su influencia para que Olariaga empiece a publicar sus primeros trabajos en esta última revista. Es curioso que estos escritos iniciales poco o nada tengan que ver con la economía. El primer tra- bajo localizado lleva por título 'yorge V en la intimidad. Un capitulo de la historia inglesa". Se publica en Por esos Mundos, núm. 198, julio 191 1: 75-81, a raíz de la coronación del nuevo monarca inglés que sucede en el trono a su padre Eduardo VII. Olariaga hace referencia al discurso que pronunció, siendo todavía príncipe, a la vuelta de una visita a las colonias, en el que "arengó a los industriales ingleses para que no se dejaran arrebatar su supremacía en los mercados coloniales.Aquel discurso, que fue muy comentado, dio lugar a la fama de proteccionista que se le atribuye y como un proteccionista no tiene hoy cobijo en el dogma liberal inglés, de ahí que hayan considerado conservador a Jorge V" (páginas 80-81). Unos meses después, en el número 205, de febrero de 1912: 131-136,publica un cuento que lleva por título "El ascenso del rey", que va acompañado de diversas ilustraciones. Pero entre estos dos escritos han ocurrido cosas importantes en la vida de Olariaga, pues muere su padre y se ve obligado a volver a España. Se pone a bus- car trabajo y, al quedar vacante el puesto de gerente de las dos publicaciones fun- dadas por José del Perojo, acepta encargarse del mismo. En el número 930 de Nuevo Mundo, que corresponde al 2 de noviembre de 191 1, se publica una nota en la primera pagina, firmada por "La Empresa", con el título "A nuestros lectores. La gerencia de Nuez10 Mundo".En ella se señala que "ha sido separado de la geren- cia de Nuevo Mundo y Por esos Mundos D. Mariano Zavala, habiendo sido susti- tuido por D. Luis Olariaga Rijana". El cambio se completa con el cese del director de Por esos Mundos y el nombraiiiiento de Emilio H. del Villar, que ya había desempeñado ese puesto antes "con gran acierto". Las razones que se alegan son que Zavala no ha sabido continuar el éxito que la revista alcanzó en vida de su fundador y que, además, se han puesto en juego "los mas innobles procedimien- tos -desde amenazar al personal hasta inutilizar las drogas que sirven para el gra- bado- a fin de entorpecer la publicación" de la revista. Por todo ello, y a la vista del "carácter económico, sólo económico" que ha tenido la última gerencia, en la que "el Sr. Zavala fue a la parte, sin gran desventaja por cierto", la dirección ha decidido cesarle con una indemnización de "diez mil duros". En esta misma nota se anuncia que, junto a los colaboradores habituales, como Maeztu, Andrenio -Eduardo Gómez de Baquero-, Baldomero Argente, Mariano Marfil, Julio Cam- ba.. ., se van a incorporar las firmas de otros nuevos, como Benavente -que ten- drá una sección con el título "Acotaciones"-, Mariano de Cavia -lleva la sección "De usted para mín-,María de Maeztu,Valle Inclán, Ortega y Gasset, Luis de Zulue- ta, etc. Olariaga, ademis de llevar la gerencia de la revista, publica ocasionalmente algunos trabajos, como los titulados "Tierra de brujas" (núm. 935,7 diciembre 1911: 4), sobre esos personajes de ficción, eternos como las nieblas de los montes vas- cos de su infancia, y "El arte de los niños" (núm. 959,23 mayo 1912: 5), en el que, a propósito del precoz pianista Pepito Arriola, afirma que en el arte "hay un ele- mento individual, personal, ingénito; cierto. Pero hay otro de relación, social, adquirido; y éste es precisamente el que fuerza nuestras fibras para alzarnos has- ta lo bello (. . .). Por eso no creemos en el arte de los niños". ¿Hasta cuándo se man- tiene esta doble relación de Olariaga con Nuevo Mundo? En la revista no se dice nada de la finalización de su actividad gerencial, pero se comprueba que en los meses siguientes no publica nuevos trabajos. Por otra parte, se sabe que a media- dos de 1912 Olariaga ha dejado la publicación. En efecto, en una carta que Leopoldo Palacios escribe a José Castillejo le dice: "Luis Olariaga ha salido de Nuevo Mundo y busca colocación. El Instituto [de Reformas Sociales] presumo que tarde o temprano, le hará un hueco, pero por de pronto el que dejó está ocu- pado. Él es puntual, culto, vivió tres años en Inglaterra y, además del inglés, habla y escribe el francés, jservirale para algo?". La carta, fechada en la Huerta de la Virgen, Palencia, el 5 de agosto de 1912, puede consultarse en el Archivo Virtual de la Edad de Plata (1868-1936),Residencia de Estudiantes, Fundación Marce- lino Botín. Se conoce también que el 1 de octubre de 1912 Olariaga está en Alemania y que el 10 de febrero de 1913 dirige una instancia desde Berlín al pre- sidente de la Junta para Ampliación de Estudios OAE). En ella expone que "dese- ando estudiar en Alemania el problema agrario alemán y, en general, las investiga- ciones económicas hechas con relación a dicho problema por la ciencia alemana, solicita una de las pensiones anunciadas por la Junta en su convocatoria fecha 3 de enero último". Entre la documentación que acompaña figura "una Memoria resultado de sus investigaciones sobre el problema agrario inglés, efectuadas durante los tres años que estudió en Londres". Entre otros méritos, alega el de "haberse enterado de prácticas administrativas y cuestiones de Hacienda y Banca durante ocho años - 1900/1908- que estuvo empleado en la Casa de Banca de D. Cipriano Martínez, de Vitoria, y tres años más -19081911- que lo estuvo en el 'Crédit Lyonnais', de Londresn.Añadeque ha "prestado sus servicios en la Sección la-Biblioteca- del Instituto de Reformas Sociales", una afirmación que confirma lo que dice Palacios. La instancia de Olariaga puede verse en el Archivo de la JAE. Por tanto, tiene razón M" del Carmen Pérez de Armiñán, en lo relativo al primer trabajo de Olariaga, frente a Venancio del Val que afirma que estuvo empleado en la Banca de Valle, antecedente del Banco de Vitoria. Véase el libro de la primera, Problemas geopolíticos, sociales y económicos en la obra periodística del pro- fesor Olariaga, Instituto de Estudios Fiscales, Madrid, 1991: 26. La versión que se ha recogido más arriba sobre la salida de Zavala de la gerencia de Nuevo Mundo es la que dan sus nuevos propietarios, pero, además de no responder a la realidad, sirve para también conocer las razones del abandono de Olariaga. En efecto, se sabe que Mariano Zavala, como gerente, y FranciscoVerdugo, como redactor jefe, habían sido los verdaderos artífices de la fuerte expansión de la revista que había llegado a tener una importante tirada. Como escribe Gómez Aparicio, Zavala,"con una clara sensibilidad administrativa, dotó a la Empresa de la modernidad infor- mativa y técnica que aseguró sus éxitos". Por su parte,Verdugo, "buen periodista y excelente dibujante, fue un audaz innovador en materia de confección y llevó materialmente el peso de las dos publicaciones". Pero a la muerte del fundador, que tiene lugar el 17 de octubre de 1907 "en circunstancias verdaderamente trá- gicas" -fallece de manera súbita en el salón de sesiones del Congreso tras pre- sentar una enmienda a la Ley de Reforma de la Administración Local-, los liere- deros de Perojo, "menos dúctiles, acaso, (. ..) que éste para llevar tan importante empresa periodística, entregaron las altas funciones gerenciales, con menosprecio para los servicios prestados por Zavala, a Miguel de Maeztu, hermano de Ramiro. Y, en colisión las ideas administrativas de Maeztu con las de Zavala, éste renunció al cargo, actitud en la que le secundaron los más valiosos elementos de la Empresa, como Verdugo Landi, José María Carretero ("El Caballero Audaz") y los redactores grjficos José Campúa y José Díaz Casariego, así como hasta sesenta y tres empleados entre redactores, administrativos y tipógrafos, todos los cuales comenzaron inmediatamente a publicar -con carácter provisional, en los talleres de El País- una nueva revista semanal: Mundo Gráfico, cuyo primer número vio la luz el 2 de noviembre de 191 1. (...) La lucha fue implacable: empezando por la significativa circunstancia de aparecer Mundo Gráfico el mismo día de la sema- na -el jueves- en que lo venía haciendo Nuevo Mundo. Pero la hostilidad revis- tió toda clase de exteriorizaciones, no pocas de ellas con resonancia de escánda- lo, como la captación de los más destacados colaboradores de Nuevo Mundo, que pasaron en gran parte a engrosar las filas de Mundo Gráfico. Nuezlo Mundo aca- bó por sucun~bir:en 1913, Mariano Zavala y FranciscoVerdugo Landi adquirieron su título y el de Por esos Mundos, así como sus talleres de la calle Larra, a los que pasó a imprimirse Mundo Gráfico, y en 1914 constituyeron como sociedad anó- nima la empresa Prensa Gráfica. Como no disponía Prensa Gráfica de suficientes medios, recabó la aportación de capital de La Papelera Española, cuyo director, Nicolás María de Urgoiti (...), asumió la presidencia de la nueva sociedad. Instaló ésta sus talleres en otro edificio de la caile de Hermosilla, y el que en la calle de Larra construyera Perojo pasó a propiedad de La Papeleran.A partir del 3 de ene- ro de 1914, Prensa Gráfica lanza una nueva publicación semanal, La Esfera, lujo- samente editada,"cuyos ejemplares comenzaron a venderse al precio -exorbitan- te entonces- de 50 céntimos". Esta revista "fue desde su aparición -por la variedad y calidad de sus colaboraciones, por la audacia de sus estampaciones en color y por la riqueza y multiplicidad de sus grabados- un alarde de buen gusto y de perfección técnica que la equipararon a las mejores publicaciones extranje- ras de su clase".Véase Pedro Górnez Aparicio, Historia del periodismo español. De las guerras coloniales a la Dictadura, Editora Nacional, Madrid, 1974: 544- 546. Para entender la presencia de Miguel de Maeztu en la gerencia de la revista hay que tener en cuenta un hecho señalado por Indalecio Prieto: "Miguel de Maeztu (...), por su matrimonio con la viuda de Perojo (...), entró en posesión de la popular revista graf~caNuevo Mundo, la cual, pésimamente administrada, cayó con edificio y maquinaria en manos de su principal acreedor, La Papelera Española".Véase 1. Prieto, De ini vida: recuerdos, estampas, siluetas, sombras, Oasis, México, 1968: 294, citado por María Cruz Seoane y María Dolores Sáiz, Historia del periodismo en España. 3. El siglo XX: 1898-1936, Alianza, Madrid, 1996: 175. De todo lo anterior parece deducirse que cuando, en noviembre de 191 1, Olariaga se hace cargo de la gerencia de la revista su situación económica es ya muy dificil, por la desastrosa gestión anterior. Además, su tirada ha descen- dido, ha perdido a las personas más valiosas de su plantilla y, lo que es más grave, tiene que enfrentarse a una nueva publicación dispuesta a hacerle la competen- cia en todos los ámbitos. La batalla que se entabla entre ambas estaba condenada al fracaso, por lo que Olariaga se ve obligado a dejar la publicación y a buscar un nuevo medio de vida. "' Véase la carta a Giner fechada en Berlín el 16 de agosto de 1901. "' La cátedra de Economía política y Hacienda pública de la Facultad de Derecho de la Universidad de Santiago, que está vacante por fallecimiento de su titular Alfredo Brañas y Menéndez, "se anuncia a oposición, turno en el cual la corresponde ser provista", por R.O. de 25 de agosto de 1900 (Gaceta del 30), que añade que "las oposiciones se anuncien y celebren por el reglamento vigente de 27 de julio próximo pasado". La R.O. citada está firmada en Santander por el ministro de Instrucción Pública,Antonio GarcíaMi. L93 Se puede comprobar que Flores no figura en la relación de opositores presentados a la cátedra de Santiago que hace publica la Subsecretaría de Instruc- ción Pública el 9 de enero de 1902 (Gaceta del 18). En cambio, sí están en ella Zumalacárregui, Bernis y Palacios. '"Véase la carta a Giner fechada en Berlín el 16 de agosto de 1901.

L9i De este catedrático apenas se conocen trabajos publicados, a excepción de dos discursos que fueron editados: Déficitpennanente de nuestra ffacienda: discurso [pronunciado] en el acta de la sesión celebrada en el Ateneo Bar- celonés el día 7 de diciembre de 1891 por José Domenech y Coll, Tip.-Lit. Luis Tasso, Barcelona, 1892,49 páginas, y Discurso inaugural que en la solemne aper- tura del curso acadénzico de 1892 a 1893 1qó ante el claustro de la Univer- sidad de Barcelona el doctor José Domerzec/~y Coll, Imp.Jaime Jepús, Barcelona, 1892,34 páginas. '" Esta R.O. está firmada por el ministro de Instrucción Pública, conde de Romanones, y se publica en la Gaceta del 30 de julio de 1901. Salvo error por mi parte, ningún estudioso de Flores hace referencia a la fecha exacta de esta con- vocatoria. Por otro lado, debe recordarse que, según el artículo 3" del vigente ANTONIOFLORES DE LEMUS:ANOS DE FORMACION UNIVERSITARIA

Reglamento de oposiciones a cátedras, "el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes hará las convocatorias dentro del mes de julio de cada año".

2"' El escrito del subsecretario dice: "Se halla vacante en la Facultad de Derecho de la Universidad de Barcelona la cátedra de Economía política, dotada con el sueldo anual de 3.500 pesetas, la cual ha de proveerse por oposicion e11 el turno establecido en el núm. 3" del artículo 15 del Real decreto de 27 de julio de 1900, según lo dispuesto en la Real orden de esta fecha. Los ejercicios se verifica- rán en la forma prevenida en el Real decreto citado y reglamento de igual fecha. Para ser admitido a la oposicion se requiere poseer las condiciones determinadas en los artículos 10 y 16, párrafo segundo del Real decreto de 27 de julio de 1900. Los aspirantes presentarán sus solicitudes en esta Subsecretaría,por conducto de los Jefes de los establecimientos en que presten sus servicios, en el improrroga- ble término de tres meses, a contar desde la publicación de este anuncio en la Gaceta, acompañadas de los documentos que acrediten su capacidad legal y los méritos y servicios que les convenga justificar, debiendo además entregar al Tribunal un trabajo de investigación o doctrinal propio y el programa de la asig- natura al presentarse para dar comienzo a los ejercicios, sin cuyo requisito no podrán ser admitidos a los mismos. Según lo dispuesto en el art. 3" del expresado reglamento, este anuncio deberá publicarse en los Boletines oficiales de todas las provincias y en los tablones de anuncios de los establecimientos docentes; lo cual se advierte para que las autoridades respectivas dispongan desde luego que así se verifique, sin más que este aviso. Madrid, 22 de julio de 1901.- El Subsecretario, E Requejo". La fecha exacta se conoce porque Flores le dice a Giner: "Ayer envié a España la solicitud correspondiente para las oposiciones a la cátedra de Barce- lonan.Véase la carta fechada en Berlín el 3 de septiembre de 1901. Por su parte, Carande señala que la instancia de Flores, "de su puño y letra, suscrita en Berlín (30 de agosto de 1901), la presenta su padre (. . .) y llega acompañada de inscrip- ciones de matrícula y certificados de estudio deTubinga y Berlínn.VéaseR. Caran- de,"Mis acreedores preferentes", en Siete estudios de historia de España, ob. cit.: 223. De acuerdo con el vigente Reglamento de oposiciones, art. 5",como la con- vocatoria de la cátedra se publica el 30 de julio de 1901, Flores tiene hasta el 30 de octubre pan presentar su solicitud. Se sabe, por ejemplo, que la remitida por Bernis está firmada en Sevilla el 23 de octubre, es decir, sólo unos días antes de que finalice el plazo, lo que parece indicar que esta dudando hasta última hora si acude o no a la convocatoria. '" Según el art. 6" del vigente Reglamento de oposiciones a cátedras,"el día en que el opositor deba presentarse para dar comienzo a los ejercicios, entregará alTribunal un trabajo de investigación o doctrinal propio, y el programa de la asig- natura, requisito sin el cual no podrá ser admitido a los mismos". ""Véase la citada carta de 3 de septiembre de 1901. 'O' Sobre esta cuestión, puede verse la carta a Giner fechada enTubinga el 28 de abril de 1900. JosÉ MIGUEIFERNÁNDEZ PÉREZ

'"'Véase la carta de 3 de septiembre de 1901. La reintroducción de la "trin- ca" es una de las modificaciones que se contienen en la reforma que Romanones hace en el régimen de oposiciones. Se hace una referencia más detallada a esta cuestión más adelante, al hablar del desarrollo de los ejercicios de la oposición de Barcelona. "'' Por R.D. de 26 de julio de 1900 (Gaceta del 29),Antonio García AIix, pri- mer ministro de Instrucción Pública, que forma parte de un gobierno conserva- dor presidido por Francisco Silvela, establece una nueva regulación para la provi- sión de cátedras. Dicha normativa se desarrolla con más detalle en el "Reglamento de oposiciones a cátedras, Escuelas y plazas de Profesores auxiliares", que se aprueba por R.D. de 27 de julio de 1900 (Gaceta del 29). Pues bien, al formarse el nuevo gabinete liberal, presidido por Sagasta, con Romanones como ministro de Instrucción, a pesar de que existe una gran continuidad con la labor desarro- llada por García Alix, la política educativa toma un camino claramente reformista. En lo que se refiere al régimen de oposiciones, Romanones hace aprobar un nue- vo Reglamento por R.D. de 11 de agosto de 1901 (Gaceta del 16), que, respetan- do en lo fundamental el anterior, introduce una serie de modificaciones en las normas que regulan el acceso a cátedras. Debe advertirse que, aunque la cátedra de Barcelona se ha convocado antes de aprobarse el nuevo Reglamento de opo- siciones, de acuerdo con la disposición transitoria segunda, "las disposiciones de este reglamento serán aplicables a las oposiciones en que no se hallen constitui- dos los Tribunales", que es el caso de la cátedra de la Universidad de Barcelona. Se hace referencia a estos cambios más adelante al hablar de la evolución que sigue la convocatoria a la cátedra de Barcelona.

'O4 Debe señalarse que la preparación del tercer ejercicio tenía una duración de "ocho horas (jsocialistas!)", según la expresión de Flores. De acuerdo con el art. 20 del Reglamento, "el tercer ejercicio consistirá en la explicación, que deberá durar de una hora a hora y cuarto, de una lección de las contenidas en el progra- ma del opositor actuante, de tres que sacará a la suerte ante el secretario del Tribunal. Seguidamente será incomunicado el opositor durante ocho horas, facili- tándole los libros, instrumentos y material científico que solicite para su prepan- ción, y de los cuales se pueda disponer".

'O5 En la carta anterior, de 3 de septiembre de 1901, Flores dice de Palacios: "Si no se hubiera casado, no es tan probable que se presentara". Flores ya cono- cía desde unos meses antes que Palacios tenía la intención de casarse, un hecho que él consideraba prematuro.Así, en la carta de 10 de marzo de 1901 le dice a Giner: "Palacios parece que se casa (demasiado pronto me parece)". Según la información facilitada al autor por Juan Miguel Palacios, su abuelo contrae matri- monio con Catalina Rodríguez Polo el 23 de junio de 1901 en Palencia. Se sabe que Palacios notifica también este acontecimiento a Unamuno. En efecto, el 5 de septiembre le escribe para felicitarle por el discurso pronunciado en el Teatro Arriaga de Bilbao el 26 de agosto de 1901, con ocasión de los primeros Juegos Florales de su ciudad natal y, a la vez, le informa de su reciente boda. Unamuno le ANTONIOFLORES DE LEMUS: ANOS DE FORMACIÓN UNIVERSITARIA contesta amablemente el 19 de septiembre felicitándole con estas expresivas palabras:"Dicha, alegría y salud en su matrimonio le deseo, y que le sea su mujer tal cual me es la mía, mi verdadero sosténn.VéaseJ. M. Palacios,"Dos cartas inédi- tas de Miguel de Unamuno a Leopoldo Palacios", art. cit.: 11l. Por otra parte, pare- ce que, para esas fechas, las relaciones entre Flores y Palacios se han reanudado con normalidad, como se desprende de la correspondencia que se conserva. Véase, por ejemplo, la carta de Palacios a Giner fechada en Toro el 2 de octubre de 1900, ya citada. 305 bi7 En torno a este economista, véase Eloy Fernández Clemente, "José Manuel Piernas Hurtado, catedrático de Economía en Zaragoza (187G1882):'Nulla Economia sine Ethica'", CuadernosAragoneses de Economía, vol. 12,1988,:5-17. Sobre su acceso a la cátedra de Zaragoza escribe lo siguiente:"Cuando, en 1875, triunfa la Restauración, Piernas va a encontrarse abiertamente incómodo con las nuevas directrices políticas, que sufre en su propia carne. En efecto, aunque tras una oposición de traslado es propuesto en primer lugar en una terna (el 13 de marzo de 1876), el ministro cambiará el orden, postergándole al tercer lugar y designándole para la cátedra deValladolid. Sin embargo, una Real Orden que cum- ple la sentencia de la Sala de lo contencioso del Consejo de Estado, le nombra para la cátedra de Zaragoza, el 8 de agosto de ese mismo año. Ocupa el número 210 del escalafón de catedráticos de Universidad, y le ascienden de 3.000 a 3.500 pesetas anuales de sueldo. Sucede en la cátedra a Nicolás Canales e Ibáñez, cesante por excedencia". Ibídem: 7-8. Sobre esta cuestión se dispone de una mayor infor- mación que amplía y corrige parcialmente la ofrecida por Fernández Clemente. Así, se sabe que por R.O. del ministro de Fomento, marqués de Orovio, de 11 de marzo de 1875 (Gaceta del 18) se ordena al director general de Instrucción Públi- ca que se provea por traslación la cátedra de Elementos de Economía política y Estadística de la Facultad de Derecho, sección civil y canónico, de la Universidad de Zaragoza, vacante por fallecimiento de su anterior titular. En cumplimiento de esa orden, ese mismo día 11 de marzo dicho director general,Joaquín Maldonado, firma un oficio que se publica en la Gaceta del 19, que dice:"Resultando vacante en la Facultad de Derecho, Sección de civil y canónico, de la Universidad de Zaragoza la cátedra de Elementos de Economía política y Estadística, dotada con 3.000 pesetas, que según el art. 226 de la ley de 9 de septiembre de 1857 y el 2" del reglamento de 15 de enero de 1870 corresponde al concurso, se anuncia al público, con arreglo a lo dispuesto en el art. 47 de dicho reglamento, a fin de que los catedráticos que deseen ser trasladados a ella, o estén comprendidos en el art. 177 de dicha ley o se hallen excedentes, puedan solicitarla en el plazo improrro- gable de 20 días, a contar desde la publicación de este anuncio en la Gaceta. Sólo podrán aspirar a dicha cátedra los profesores que desempeñen o hayan desempe- ñado en propiedad otra de igual sueldo y categoría, y tengan el título de doctor en dicha Facultad y Sección. Los catedráticos en activo elevaran sus solicitudes a esta Dirección general por conducto del Decano de la Facultad o del Director del Instituto o Escuela en que sirvan". Dentro del plazo fijado, se presentan dos soli- citudes. La primera es de José Manuel Piernas Hurtado, catedrático por oposición de Economía política y Estadística de la Universidad de Oviedo desde 1870 y encargado de la de Filosofía del Derecho, que ha sido vocal de varios tribunales de oposición y autor de tres obras: Indicaciones sobre el concepto y plan de la ciencia económica, Ideas 1) noticias económicas del Quijote, y Legislación de Instrucción pziblica, con notas, observaciones y la concordancia de todas las disposiciones que comprende desde la ley de 7 de septiembre de 1857.Parte 14 Ley de Instrucción pública. De la publicación de esta última se da cuenta en la Gaceta de Madrid del 10 de junio de 1868 en un elogioso comentario que se incluye en la sección "Parte no oficial. Interior" de la página 15. La segunda solici- tud corresponde a Nicolás Canales e Ibáñez, profesor por oposición de la asigna- tura de ampliación del Derecho civil y Códigos españoles en la Universidad de Granada,que ha desempeñado como Auxiliar y sustituto varias cátedras y que está publicando una obra titulada Legislación hipotecaria española. Historia, con- cordancias y explicación histórica,filosófica y exegética de las leyes de 1861 y 1869 y de los reglamentos dadospara su ejecución. El Consejo de Instrucción Pública, que tiene que ser oído según dispone el párrafo segundo del art. 49 del reglamento de 15 de enero de 1870,"opinó que el primer lugar de la propuesta debía concederse, con arreglo al art. 49 del mismo reglamento, a D. José Manuel Piernas, que desempeñaba una asignatura igual a la vacante y era el más antiguo en el profesorado, sin hacerse mérito de D. Nicolás CanalesM.Apesar de lo cual, el ministro de Fomento, marqués de Orovio, por R.O. de 25 de junio de 1875 nom- bra a Nicolás Canales para la cátedra de Zaragoza y posterga a Piernas a la cátedra de Valladolid (que había estado desempeñada por Eduardo Orodea y ahora se encontraba vacante, anunciándose su provisión al turno de concurso por R.O. de 13 de enero de 1876, Gaceta del 19). Ante este hecho, Piernas presenta una de- manda en el Consejo de Estado solicitando se declare procedente la vía conten- ciosa, se consulte con el Gobierno la revocación de la R.O. recurrida y se declare "además que el demandante es el único que se presentó en el concurso con las condiciones necesarias para obtener la cátedra vacante, para la cual debió ser nombrado desde luego; y que en el caso de que se declare que fue necesario oir al Consejo de Instrucción Pública, la propuesta formulada por este Cuerpo se entienda unipersonal y hecha a favor del recurrente". Declarada procedente la vía contenciosa y ampliada la demanda, se emplaza al Fiscal del Estado para que res- ponda. En su contestación, el Fiscal solicita se absuelva a la Administración y se confirme la R.O. reclamada.Tras esta respuesta, Piernas demanda a la Administra- ción ante la Sala de lo Contencioso del Consejo de Estado, que se hace cargo de la misma en primera y única instancia. En su resolución, este organismo efectúa una prolija y detallada argumentación sobre el caso, en la que destacan estos dos razonamientos legales: "Considerando que para proveer por traslación la cátedra de Elementos de Economía política y Estadística de la Universidad de Zaragoza, fueron llamados por el anuncio publicado en la Gaceta de 19 de marzo último los profesores que deseando obtenerla estuviesen comprendidos en las prescripcio- ANTONIOFLORES DE LEMUS:ANOS DE FORMACION UNIVERSITARIA nes del art. 47 de dicho reglamento; y son estos los que hubiesen desempeñado en propiedad y por oposición asignatura igual a la vacante (. . .).Considerando que siendo los dos Únicos aspirantes que solicitaron su traslación, D. José Manuel Piernas y D. Nicolás Canales e Ibáñez, comoquiera que este carecía del título de numerario de dicha asignatura,del que se hallaba aquel investido, es evidente que no tenía Canales aptitud legal para la traslación que pretendía, por no hallarse comprendido entre los profesores que taxativamente determina el art. 47 del reglamentoV.Ala vista de todo lo anterior, la Sala de lo Contencioso del Consejo de Estado, en sesión a la que asisten D. Pedro Nolasco Aurioles, presidente; D. Tomás Retortillo, D. Agustín de Torres Valderrama, D. José García Barzanallana, el marqués de la Ribera, D. Pascua1 Bayarri, D.Agustín de Perales, D. Esteban Martínez, D. Juan Jiménez Cuenca, D. Juan de Cárdenas y D. Estanislao Suárez Inclán, falla a favor del demandante, Piernas Hurtad0.A continuación, por R.D. de 8 de junio de 1876, firmado por el rey Aifonso NI y el presidente del Consejo de Ministros, Antonio Canovas del Castillo, se dispone lo siguiente: "Vengo en declarar que D. José Manuel Piernas tiene derecho a que en él se provea la cátedra de Elementos de Economía política y Estadística de la Universidad de Zaragoza, y por consi- guiente en dejar sin efecto la Real orden impugnada de 25 de junio último". Este decreto es leído por el secretario del Consejo de Estado, Pedro de Madrazo, en la audiencia pública que celebra la Sala de lo Contencioso el 22 de junio de 1976, en la que se acuerda "que se tenga como resolución final en la instancia y autos a que se refiere; que se una a los mismos; se notifique a las partes, y se inserte en la Gaceta". Así se hace en la edición del 23 de julio de 1876,págs. 195-196.A la vista de esta sentencia, el nuevo ministro de Fomento, conde deToreno aprueba la R.O. de 8 de agosto de 1876 (Gaceta del 13) que dispone:"Cumpliendo con lo preve- nido en la sentencia de la Sala de lo Contencioso del Consejo de Estado publica- da en la Gaceta del día 23 de julio último, S.M. el Rey (Q.D.G.) ha tenido a bien dejar sin efecto la orden de 25 de junio de 1875, y en su consecuencia declarar excedente a D. Nicolás Canales e Ibáñez, catedrático de Elementos de Economía política y Estadística de la Universidad de Zaragoza, y nombrar para dicha cátedra, con el carácter de numerario, sueldo y ventajas que actualmente disfruta, a D. José Manuel Piernas y Hurtado, que desempeña igual asignatura en la Universidad de Valladolid". Como se sabe, Piernas permanece en la cátedra de Zaragoza hasta 1882,fecha en la que solicita su traslado a la Universidad Central en la que se man- tiene hasta su jubilación, que tiene lugar por R.D. de 5 de noviembre de 1909 (Gaceta del 6). Entre ambas fechas, Piernas es nombrado Consejero de Instrucción Publica en tres ocasiones (RR.DD. 21/6/1893,12/11/1897 y 7/3/1902), Inspector General de enseñanza y Vocal ponente de la Sección tercera del Consejo de Instriicción míblica (R.O. 14/10/1898), Consejero de Filipinas y de las posesiones españolas del Golfo de Guinea (R.O. 31/10/1899),Vocal de la Comisión codifica- dora de la legislación de Hacienda pública y presidente de la Sección 5" "Clases pasivas y Procedimiento económico-administrativo"(R.D. 15/8/1895),Vocal de la Comisión de Reformas Sociales (R.D. 7/5/1901) y Vocal del Instituto de Reformas JosÉ MIGUELFERNANDEZ PEREZ

Sociales (R.D. 13/5/1903). Por último, el 12 de enero de 1905 ingresa en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas con un discurso que lleva por título "Consideraciones acerca del principio de solidaridad y de sus consecuencias en el orden económico", que es contestado por Amós Salvador y Rodrigáñez. "* Flores hace referencia al Tratado de Hacienda pública y examen de la española, del que entonces se acaba de publicar la 5" edición. Parece que llamar "tomitos" a dos volúmenes de 22 cm. que tienen 539 y 692 páginas, respectiva- mente, quizá no es lo más apropiado. Por el contrario, como se recoge más ade- lante, Fabián Estapé califica el Tratado de Piernas de "voluniinoso". De todos modos, debe tenerse en cuenta que se trata de algo relativo y es posible que, en comparación con los gruesos y densos tomos alemanes, la obra de Piernas le parezca a Flores insignificante, pero no sólo por sus características físicas, sino principalmente por su contenido.

jo7 Debe tratarse de la obra Principios elementales de la cierzcia económi- ca, que se publica inicialmente en forma de cuadernos. Cuando Flores escribe esta carta (19-Sepbre.-1901)se han publicado los tres cuadernos a los que hace referencia y, además, ha aparecido también un cuarto, que "comprende la teoría del consumo", Imprenta de los Hijos de M. G. Hernández, Madrid, 1900, que se contiene en las páginas 450-516. Por último, en 1902 se publica el quinto y Últi- mo cuaderno,"Parte especial. Esferas de la vida económica", en la misma impren- ta: 517642. Posteriormente, la obra se publica formando un solo volumen, Imprenta de los Hijos de M. G. Hernández, Madrid, 1903,567 páginas. De Neumann, Piernas sólo cita el trabajo "Los conceptos económicos fun- damentales de la economía social", incluido en el libro editado por Alvarez Buylla, Economía, ya citad0.A su vez, de Wagner hace referencia al Lebrbucb der poli- tiscben Oekonomie (Manual de Economía política) y prescinde de sus obras más importantes.

jW Flores utiliza el término Erwerbstrieb, que podría traducirse por afán de lucro, impulso de ganancia. Es posible que esté haciendo referencia al concepto de "interés personal", que Piernas expone y critica. Así, éste escribe: ..."más graves son todavía los efectos de la teoría que quiere fundar el orden económico sobre el principio del mero interés personal. El amor de sí mismo, que sustituye en el hombre al instinto de conservación, es un sentimiento natural y necesario para la existencia individual; pero elevado a criterio de conducta degenera en egoísmo, que es la negación del bien ajeno. (...) si hay un principio que decide acerca de la legitimidad del interés, ese principio, superior sin duda, llámese como se quiera, interés general, solidaridad, bien absoluto, sera la verdadera fuente de la unidad y la armonía, y la regla que, por tanto, debe señalarse como propia de la conduc- ta económica". J. Piernas Hurtado, Principios elementales de la ciencia econó- mica, ob. cit.: 152-154.En su Vocabulario de la economía Piernas recoge tam- bién críticamente el concepto del"1nterés personal".Veanse las páginas 99-101 de la 5" edición de esta obra, realizada por Calpe, Cía.Anónima de Librería, hblica- ciones y Ediciones, Madrid-Barcelona (s.f.). ANTONIOFLORES DE LEMUS:ANOS DE FORMACION UNIVERSITARIA

-"O Debe señalarse que, en estos párrafos, se han traducido al casteiiano las expresiones que Flores escribe en alemán, idioma que acentúa la rotundidad de la crítica. Puede verse al final la transcripción literal de la carta. "' M. D. Gómez Moileda, Los refonnadores de la España contemporánea, ob. cit.: 306. '" Eloy Fernández Clemente recoge un total de veinticinco libros y articu- los, de los cuales al menos veinte se publican antes de 1901, año en que Flores hace su crítica.Véase la relación de obras que se incluye al final de su trabajo 'yosé Manuel Piernas Hurtado.. .", ya citado: 16-17.En cuanto a las ediciones que se rea- lizaron de sus obras, hay que señalar que las que tuvieron un mayor éxito fueron las siguientes: Tratado de Hacienda pública y examen de la española, 5" edi- ción refundida nuevamente, Librería de D.victoriano Suárez, Madrid, 1900-1901, 2 vols. 539 y 692 páginas; Vocabulario de la economía. Exposición de la nomen- clatura y de los principales conceptos de esta ciencia, 6" edición, Espasa-Calpe, Madrid, 1936, 227 páginas; Principios elementales de la ciencia económica, 2" edición,Victoriano Suárez, Madrid, 1903, 567 páginas; (se dispone de una repro- ducción de la 2" edición de 1875, publicada por Analecta, Pamplona, 2003, 612 páginas); Tratado elemental de estadística, 3" edicion, Imp. Hijos de M.G. Her- nández, Madrid, 1912, 276 páginas (existe una reproducción de la laedición de 1873 realizada por el Instituto Aragonés de Estadística, Zaragoza, 2000, 334 pági- nas); Ideas y noticias econótrzicas de"E1 Quijote':Ligero estudio bajo este aspec- to de la inmortal obra de Cervantes, 2" edición, Imp. Hijos deTello, Madrid, 19 16, 97 páginas.. . Refiriéndose a la primera de las obras citadas, Fabián Estapé habla de "el bests-seller [sic]que representó durante años y años el voluminoso Tratado de Hacienda pública, de Piernas y Hurtado". Véase E Estapé, Introducción al pensamiento ecotzómico. Una perspectiva española, edición de José M" Serrano y Antón Costas, Espasa Calpe, Madrid, 1990: 204.

jU Piernas era marqués consorte, pues se había casado con la marquesa de Vista Alegre.Véase Fernandez Clemente, art. cit.: 14. '"Véase Ramón Otero Pedrayo,"Mis maestros universitarios",en Homenaje a don Ramón Carande, ob. cit.: 328. $15VéaseG. Franco,"La teoría económica de nuestro tiempo. España",Anales de Economía, 3" época, núm. 15, julio-septiembre 1972: 14-15.Este trabajo se pu- blica originariamente en Hans Mayer (ed.),DieWirtscbaftstbeorie der Gegenwart (La teoría económica de nuestro tiempo), Julius Springer,Viena 1927, tomo 1: 218-235. "'Véase Edwind R. A. Seligman,Essays in Taxation, Macmillan, Nueva York y Londres, 1895: 382-383. Este conocimiento por parte de Seligman de la obra de los economistas españoles no debe extrañar si se tienen en cuenta dos hechos. El primero, que a principios de 1906 Seligman realiza un viaje por España en el que visita, entre otras ciudades, Sevilla y Madrid. Se sabe que Bernis, que considera a Seligman "el primer hacendista de América",le facilita cartas de presentación para José Castillejo y Giner de los Ríos.véase la carta de Bernis a Giner fechada en Se- JosÉ MIGUELFERIUÁNDEZ PEREL villa el 5 de enero de 1906. El segundo hecho, poco destacado, es que Seligman es el autor del prólogo a la obra de John Laures, Tbe Political Economy of./uan de Mariana, Fordham University Press, NuevaYork, 1928,XN, 3 19 páginas, lo que demuestra su interés por el pensamiento económico de uno de los economistas más conocidos de la Escuela de Salamanca. En dicho prólogo, Seligman pone de relieve que existen todavía numerosos tratados no estudiados e incluso no des- cubiertos y que de toda esa literatura económica no reivindicada la más impor- tante es la producida en España durante el siglo XVI y principios del XVII (se refieren a esta cuestión -citando a Henry W. Spiegel- Laurence S. Moss y Chris- topher Ryan en la introducción a la obra de M. Grice-Hutchinson Ensayos sobre elpensamiento económico en España, Alianza, Madrid, 1995: 19-20).Como apén- dice se incluye en el libro de Laures el texto latino del tratado del E! Mariana De monetae mutatione, que ocupa las páginas 241-303 y que se publicó originaria- mente en Colonia en 1609 formando parte de una obra más amplia titulada Septem Tractatus. En este tratado, el historiador jesuita critica la medida tomada por el gobierno de Felipe 111 de duplicar el valor de la moneda de vellón o mone- da fraccionaria, que obligaba a quienes la tuvieran en su poder a acudir a las Casas de Moneda para su resellado. Como señala Domínguez Ortiz, "quien llevaba, por ejemplo, cien maravedís, recibía cincuenta, con una estampilla que elevaba su valor nominal a cien. La otra mitad era para la Hacienda. Esto era ya una medida claramente inflacionaria". Pues bien, el I? Mariana "protestó en su tratado Sobre la alteración de la moneda, como había protestado en el tratado De Rege, del envi- lecimiento de los hombres que ocupaban el Poder y del fetichismo de la realeza absoluta. Fue perseguido, y no sólo por el gobierno sino por la Compañía de Jesús a la que pertenecía, y que había pasado de la situación independiente que tuvo en sus comienzos a otra de conformismo político y social".VéaseAntonio Domín- guez Ortiz, El Antiguo Régimen: los Reyes Católicos y los Austrias, Alianza,Alfa- guara, Madrid, 1973: 367. Debe señalarse que la versión castellana -hecha por el propio Mariana, pero que no se publica hasta 1854- lleva por título Tratadoy dis- curso sobre la moneda de ztellón. Se dispone de una edición moderna de la mis- ma realizada por el Instituto de Estudios Fiscales, Madrid, 1987, con un estudio introductorio de Lucas Beltrán. Por su parte, Marjorie Grice-Hutchinson señala que la crítica del I? Mariana se realiza desde su doble condición de filósofo esco- lástico y economista.Así, cuando "en su tratado sobre la devaluación de la mone- da se opone a ésta sobre la base de que una medida de este tipo atenta no sólo contra la ley española sino también contra la razón y la ley natural, está escri- biendo como un filósofo escolástico. Cuando examina el hecho de que todas las mercancías se encarecerán en proporción a la reducción en el valor del dinero, que el control de precios será inútil porque los productos ya no se dirigirán al mercado, y que, si se persiste en esta actitud devaluatoria, el comercio español se precipitará hacia la decadencia, está escribiendo como un economista político". Véase su libro El pensamiento económico en España (1 177-1740), Crítica, Bar- celona, 1982: 163-164.A su vez, Francisco Gómez Camacho siibraya el carácter impositivo que la inflación tiene para Mariana. En este sentido, afirma que "Ma- riana defendió que la manipulación de la moneda por la autoridad originaba una inflación que no era otra cosa que un impuesto más que se cargaba sobre la población sin que ésta pudiera hacer nada por evitarlon.Véasesu obra Economía y filosofía moral: la formación del perzsaírtiento económico europeo en la Escolástica espatiola, Síntesis, Madrid, 1998: 306.

jl' Un estudio más detallado de esta cuestión puede verse en E. Fuentes Quintana, "Presentación" a la obra de AUan R. Prest, Hacienda pública, Gredos, Madrid, 1967: XII-XIII y en Ricardo Calle, La Hacienda pública en España. Un análisis de la literatura financiera, Fundación Universitaria San Pablo (CEU), Madrid, 1978: 335-336. "v.Sardá y L. Beltran,"Apéndice 1. Literatura española sobre Hacienda",en la obra de Eheberg-Boesler,Principios de Hacienda, Gustavo Gili, Barcelona, 1944: 23-24.

31' Se refiere al Curso de Instituciones de Hacienda pública de España, de EustaquioToledano,Imprenta de Manuel Galiano, Madrid, 1859-1860,2 volúmenes.

"O L. Beltrán, Historia de las doctrinas económicns, 4" edición. Teide, Bar- celona, 1989: 384. '*' Véase E. Fuentes Quintana, "Presentación" citada, página XIII. Es posible que Fuentes haga referencia a la siguiente afirmación de Piernas: "No conocemos en la lengua inglesa ninguna obra completa de ciencia financiera". Véase su Tra- tado de Haciendapública y examen de la española, 4=edición,Tip. de M. Ginés Hernández, Madrid, 1891, tomo 1: 57.

'22 Véase José Luis Malo Guillén, "El pensamiento económico del krausismo español",en E. Fuentes Quintana (dir.), Economía y economistas espaiioles.5, ob. cit.: 389450. Puede consultarse también el trabajo anterior de José M" Serrano Sanz, "Los estudios económicos en España a finales del siglo XM: historia de un estan- camiento", en Germa Be1 y Alejandro Estruch (coord.), Industrialización en España: entusiasnzos, desencantos y rechazos, Civitas, Madrid, 1977, en especial las páginas 255-263. '"J. L. Malo Guiilén, ob. cit.: 422. "' Ibídem: 430. Ibídem: 422. En las páginas siguientes Malo Guillén estudia con más detalle esta contradicción que se da en la obra de Piernas. Así, escribe: "Pese a la apertura en algún punto a la heterodoxia gerrnana. el fondo de la obra era claramente libe- ral, por cuanto se mantenía una actitud contraria al gasto público y a la emisión de deuda, y se condenaban la actividad productiva del Estado y la función redistributi- va de los impuestos. En primer lugar, negaba que existiera justificación económica para la ejecución de obras públicas (...). En segundo lugar, Piemas pretendía limitar al máximo la propiedad del Estado. Si bien aceptaba la propiedad pública de los montes. siempre que se ejerciera no como una forma de obtención de rentas, sino para asegurar su conservación y repoblación, en general indicaba que 'la posesión por el estado de tales bienes [ferrocarriles,minas, valores], que ha de manejar pro- ductivamente, le distrae, le saca de su terreno, y es antieconómica porque desnatu- raliza y limita la actividad industrial'. (...) De igual forma, el Estado debía abstenerse de ejercer la industria, salvo escasas excepciones en que se admitía en atención al cumphniento de determinados fines propios (fábricas de armamento, por ejem- plo). Mayor era incluso la condena cuando el Estado se reservaba el ejercicio de determinadas industrias en régimen de monopolio, apartando sectores productivos de la iniciativa privada, lo que conseguía 'castigando como delitos actos de trabajo, no sólo lícitos, sino meritorios' (...). Piernas Llegaba al extremo de criticar los mono- polios públicos en la acuñación de la moneda y el servicio de correos, al no encon- trar su justificación económica, a la vez que adoptaba en algunas materias, como el monopolio del tabaco, posiciones más radicalmente antiestatalistas incluso que el propio Leroy-Beaulieu,líder por aquellos años de la escuela liberal francesa.Si a esto le unimos qiie Piernas rechazaba la posibilidad de subvencionar determinados sec- tores productivos por cuanto esa actuación discriminaba negativamente a los demás, la conclusión es clara: el modelo krausista resulta muy poco intervencionis- ta, pese al mayor contenido de la actuación estatal que propugna, en comparación con el individualismo radical. Se trata, por tanto, de una variante heterodoxa del libe- ralismo, genuinamente novecentista, muy alejada de las corrientes intervencionistas que defienden un papel mas activo del Estado en la economía". Ibídem: 423424. ""Juan Zabalza, "Más allá de Flores de Lemus. La literatura hacendística en España en el primer tercio del siglo XX (1901-1936)", Asociación de Historia Económica, Documento de Trabajo núm. 401, 53 páginas. En este interesante estudio Zabalza aporta una sugestiva y novedosa interpretación de la principal obra hacendística de Francisco Bernis.A partir del reconocimiento de la "incues- tionable" y "esencial influencia de Wagner" en la misma, se intenta "desvelar,en sus grandes rasgos, la trama teórica y las principales fuentes que nutren la reflexión de Bernis sobre el sistema tributario español", con la finalidad de "demostrar la calidad de La Hacienda española en el contexto de la literatura hacendística" de la época. Ibídem: 14 y 11, respectivamente. '" Ibídem: 5. De Francisco Gil y Pablos, Zabalza cita su obra La difusión del impuesto, Imprenta de los Hijos de M. G. Hernández, Madrid, 1903. '2Wna expresión que recuerda la opinión de Giner, ya recogida anterior- mente, sobre la función de la Universidad alemana, que "en vez de enseñarles [a los alumnos] la ciencia 'hecha', quiere más bien enseñarles 'a hacerla"'. Véase F. Giner, Pedagogia universitaria, ob. cit. : 3 1. "" La copia caligrafiada consta de 327 cuartillas. Ambos documentos se con- servan en el Archivo Flores de Lemus, carpeta 6, expediente 3001 (1 y 2). Estas "vacaciones largas de 1901" se extienden desde mediados de agosto de ese año. fecha en la que Flores finaliza el semestre de verano en la Universidad de Berlín, hasta el mes de abril de 1902 en que se matricula en la de Heidelberg. "" Consta de 225 cuartillas caligrafiadas. '" Consta de 280 cuartillas manuscritas. Los dos programas se conservan en el Archivo Flores de Lemus, carpeta 1,expediente 2009. 322 E. Fuentes Quintana, "Flores de Lemus en el Ministerio de Hacienda", ya citado: 176. Se prescinde aquí de un análisis del contenido de los programas y del trabajo citado. Sin embargo, de acuerdo con el art. 60 del Reglamento de 11 de agosto de 1901, la entrega alTribuna1 del programa de la asignatura y del trabajo de investi- gación se efectuará "el día en que el opositor deba presentarse para dar comien- zo a los ejercicios". "' El oficio, fechado el 9 de enero, aparece firmado por el subsecretario del Ministerio de Instrucción Pública, Federico Requejo y Avedillo. Dicho Tribunal está formado por José Manuel Piernas Hurtado como presidente, y como vocales: Francisco J. Jiménez de Vargas (marqués de la Merced), José María Olózaga,Adolfo Alvarez Buyila, Ramón Guixé Mexía,Joaquín Sánchez deToca y Juan Cancio Mena. Como suplentes figuran Vicente Santamaría de Paredes, Fernando Mellado,Teo- doro Peña Fernández y Elías Tormo. Debe señalarse que Romanones realiza cam- bios en la composición de los tribunales. García Alix había suprimido "por com- pleto la participación que antes tenían en dichosTribunales las personas llamadas competentes", por entender que "si alguna vez lo eran, en otras, las más, carecían de condición tan esencial, así como de la experiencia para juzgar con acierto, que sólo puede obtenerse en el continuo ejercicio de la enseñanza".Véase la Expo- sición de motivos del R.D. de 27 de julio de 1900. Pues bien, Romanones dispone que, entre los siete miembros delTribunal, haya "una persona de reconocida com- petencia". Como se vera después, no es la única cuestión en la que Romanones moditica la reforma realizada por su antecesor en el Ministerio y vuelve a la situa- ción previa. "' La relación completa de los aspirantes, tal como figura en la Gaceta del 18 de enero de 1902, es la siguiente: Juan Fernández Loaysa, Manuel Fernández Mourillo, Luis Cereijo y López, José Santaló y Rodríguez,Antonio Flores y de Lemus, Antonio Jereix Núñez, Jacinto Vega March, Manuel Oiler Celda, Manuel de Lasala Llana, José María Navarro de Palencia, Francisco Bernis Carrasco,José María Pujó y Balnis,Víctor Pío Brugada,José María Ventura Pallás, Fernando de Abalo y Patxot, Vicente Guastarino y Robba, Francisco García de Cáceres, Francisco Juan Benllide y José María Zumalacárregui y Prat,"que tienen completos sus expedientes y, por consiguiente, acreditada su capacidad legal". Y Angel Sánchez Vera, Francisco Javier Vales, Quintín Palacios Herranz, Antonio Ruiz Devesa, Manuel Rey García, Luis del Valle Pascual, Ricardo Mur Sánchez, Antonio Díaz Pla, Isaac Galcerán Cifuentes, Leopoldo Palacios Morini y Enrique García Herrero,"que deberán acre- ditar su capacidad legal ante el Tribunal antes de dar comienzo a los ejercicios, refiriéndola a la fecha en que terminó la convocatoria", es decir, el 30 de octubre de 1901. A continuación,el 5 de febrero y a petición del interesado, se incluye una aclaración en la Gaceta que dice:"En las listas de opositores a las cátedras expre- sadas de Economía política y Hacienda pública de las Universidades de Santiago y Barcelona figura D. Antonio Ruiz Devesa, en lugar de D. Antonio Riu Devesa". Está firmada por el subsecretario de Instrucción, E Requejo, el 3 de febrero. Unos días después, el 24 de enero se publica en el diario oficial una nueva nota del sub- secretario, con fecha del día 20, con el siguiente texto:"Como ampliación al anun- cio del tribunal de oposiciones y lista de opositores a las cátedras de Economía política y Hacienda pública, vacantes en las Universidades de Valladolid, Santiago y Barcelona, se hace público que por error material dejó de incluirse en la expre- sada lista, y en el grupo correspondiente a los aspirantes a la de Barcelona, a D. Pedro Corominas y Montañá, que presentó su instancia solicitando tomar parte en dichas oposiciones con fecha 8 de octubre del ano Último, en cuyo día tuvo entra- da oficial en el Registro general de este Ministerio.Por tanto, debe figurar en la lis- ta de opositores a la cátedra de Economía política y Hacienda pública de Bar- celona D. Pedro Corominas y Montañá, que se mostró aspirante dentro del plazo legal de la convocatoria, terminado en 31 de octubre pasado". Por ello, con esta inclusión el número definitivo de aspirantes a la cátedra asciende a 3 1. jj6 La estancia de Flores en esta Universidad no se conocía -al margen de las cartas a Giner- hasta la entrega de su archivo personal a la RACMi? El primero en hablar de ella ha sido Antonio de Lecea Flores de Lemus en su artículo "El Archivo documental de Antonio Flores de Lemus entra en la Academia. Nuevos elementos para el conocimiento de su obra", art. cit.: 130 y 146. Después, se han referido a esta cuestión Fuentes Quintana y Serrano Sanz. Por eso, no tiene sentido la pos- tura un tanto extrema -en cuanto excluye Heidelberg, no en otros aspectos que el autor comparte- de Manuel Martín Rodnguez afirmando en 2001 que, aunque "Flores manifestó que había 'visitado las principales universidades del continente: Francia Suiza y Aiemania', sólo está documentado que hiciera cursos completos enTubinga y Berlínn.VeaseM. Martín,"Flores de Lemus y la nueva economía polí- tica española del siglo XX", en E. Fuentes Quintana (dit), Economía y economis- tas españoles. 6, ob. cit.: 159. De todos modos, no debe excluirse la posibilidad de que este trabajo de M. Martín haya sido redactado antes de la publicación del artí- culo de A. de Lecea, lo que explicaría y justificaría por completo su postura. La consulta posterior, por amabilidad del autor, de su trabajo Cinco grandes econo- mistas andaluces ante el comercio internacional, Universidad de Granada, 1994, confirma plenamente esta hipótesis.Veáse, en este sentido, la página 116. "' La denominación oficial de la Universidad incluye los nombres de Ruperto 1, que fue quien la fundó en el siglo m y del gran duque Carlos Federico de Bade, que le dio un impulso definitivo a principios del siglo XIX. La Univer- sidad de Heidelberg ha quedado inmortalizada en la opereta de Sigmund Rom- berg El príncipe estudiante. "" E Bernis, Memoria razonada... , ob. cit.: 2 10. Como se sabe, Georg Jelli- nek (1851-1911) es autor de obras importantes en el ámbito de la teoría del Esta- do, algunas de ellas traducidas a varios idiomas, entre ellos el castellano, como Teo- ría general del Estado, traducción y prólogo de Fernando de los Ríos,Albatros, Buenos Aires, 1943,647 páginas, y Reforma y nzutación de la Constitución,Cen- tro de Estudios Constitucionales, Madrid, 1991,91 páginas, con introducción de Pablo Lucas Verdú. Adolfo Posada describe con detalle la metodología seguida por Jellinek en su Seminario de Derecho político de la Universidad de Heidelberg, que lo hace especialmente atractivo para los estudiantes, lo que "explica que los ex- tranjeros acudan, como en peregrinación, hacia el profesor alemán".Véase A. Po- sada, "La enseñanza de las ciencias políticas en Alemania", art. cit.: 40. A su vez, José Castillejo analiza el tratamiento que Jellinek hace del "problema del método, referido especialmente a la doctrina del Estado", en su obra Das Recbt des mo- dertzen Staates (El derecho de los Estados modernos), tomo 1, Allgemeine Staatslehre (Doctrina general), Berlín, 1900.J. Castillejo,"Metodologíade los estu- dios jurídicos en Alemania", art. cit.: 265-268. ''9 E. Fuentes Quintana,"Flores de Lemus en el Ministerio de Hacienda", art. cit.: 177. Una información más detallada sobre la ITniversidad de Heidelberg -car- gos académicos, planes de estudio de las distintas facultades, profesores que están a cargo de las diversas asignaturas y seminarios, etc.- durante el semestre en que Flores permanece en ella puede encontrarse en el calendario escolar de Otto Petters (ed.), Heidelberg UniversitRts-Kalender(Calendario de la Universidad de Heidelberg), Sommer-Halbjahr (semestre de verano) 1902. Se conserva un ejemplar en el Archivo Flores de Lemus. No se sabe de dónde extrae el autor del índice onomástico del volumen 6 de Economía y economistas españoles los nombres erróneos de "Friedrich" Rathgen (página 1.073) y de "Markus" Leser (página 1.068). Estos errores se repi- ten en las páginas 527 y 493, respectivamente, del nuevo índice onomástico del volumen 9, Cronología, bibliografía e índices, publicado en 2004. Debe señalar- se que el profesor Fuentes no indica el nombre de pila de estos dos economistas. Véase su trabajo "Flores de Lemus en el Ministerio de Hacienda", art. cit.: 176. '" Como Staat und Kultur derJapaner (Estado y cultura de los japone- ses), Velhagen & Klasing, Bielefeld, 1907,140páginas; Japans Volkswirtscbaft und Staatsbaushalt (La economía japonesa y el presupuesto del Estado), Duncker & Humblot, Leipzig, 1891;Die Japaner in der Weltu~irtscbaft(Los japoneses en la economía mundial). Teubner, Leipzig, 1911,145 páginas;Die japanische Finanz- politik 1895-1904 (La política hacendística de los japoneses, 1895-1904), Leipzig, 1905;Die Japaner and ihre wirtschaftliche Entwicklung (Los japoneses y su etlolución económica), Leipzig, 1905... ''* En el Archivo Flores de Lemus, carpeta 2, exp. 1.019, se conserva una pequeña libreta, con tapas negras, en cuya primera página figura: "Rathgen, Ha- cienda Pública", y más abajo:"Mart.Mierc. Jueves y Viernes (. . .) Sommer Halbjahr 1902".A primera vista, parecen ser los apuntes, manuscritos a lápiz, tomados por Flores en las clases de este profesor sobre "Historia de la Ilacienda". Las páginas están numeradas de la 1 a la 57 y, a continuación, hay otras doce páginas más sin numerar. Por otra parte, Flores cita a Rathgen en suNProgramade un curso.. . ", art. cit.: 540, encuadrándolo dentro del "historicismo 'moderno"'. F Bernis, Memoria razonada..., ob. cit.: 89. La consulta de la publicación citada por Bernis permite localizar un trabajo de K. Rathgen titulado "Englische Auswanderung und Auswanderungspolitik im neunzehnten Jahrhundert" ("Emigración inglesa y política emigratoria en el siglo m"),ScbriJten des Vereins für Socialpolitik, núm. 72,1896.En este mismo volumen, que consta de 302 pági- nas, se incluyen otros trabajos sobre movimientos migratorios de R. Mayo-Smith y R.A. Hehl (éste es el autor citado por Bernis en Último lugar).También sobre la emigración, pero desde una perspectiva diferente, publica Rathgen otro artículo titulado "Die Auswanderung als weltwirtschaftliche Problem" ("La emigración como problema económico mundial"),Jabrbucb für Gesetzgebung, Verwaltung und Volkswirtscbaft im Deutscben Reicb, vol. XXX, cuaderno 2, 1906: 83-94. 244 E Bernis, ibídem: 140-141. 145 Ibídem: 142. j4" Ibídem: 153. j4' Véase K. Rathgen, "Handelsstatistik",en Ludwig Elster (ed.), Worterbucb der Volkswirtscbaft,ob. cit., tomo 1: 1.274 SS.En este mismo Diccionario hay otros tres artículos de Rathgen: uno titulado "Handel"("Comercio"), tomo 1: 1.232 6;el segundo, "Handelspolitik" ("Política comercial"), tomo 1: 1.259 SS.,y el tercero "Schutzsystem"("Sistema protector"), tomo 2: 743 ss.Todas las citas se refieren a la 3" edición de 19 1 1.

'4H Véase Klaus-Peter Heiss, "Lexis,Wilhelm", en David L. Süls (dir.), Enciclo- pedia Internacional de las Ciencias Sociales, ob. cit., vol. 6:575. "9 Véase K. Rathgen y W Lexis, "Handelspolitik" ("Política comercial")^ Ludwig Elster, Adoif Weber y Friedrich Wieser (dir.), Handu1orterbucb der Staat- swissenscbaften, ob. cit., tomo 5: 82-98.Aunque en el índice del tomo consta sólo el primer autor, al final del artículo figuran los nombres de Lexis, fallecido en 1914, y de Rathgen. El trabajo estudia tanto la política comercial interior como la exterior, efectuando un análisis específico de la influencia que la 1 Guerra Mundial ha tenido en eilas. A continuación, examina críticamente los objetivos que se pre- tende alcanzar con los "sistemas protectores" y la teoría del librecambio. Al final, se incluye una amplia bibliogrdia sobre la cuestión estudiada en la que figuran tra- bajos de List, Lexis,Taussig, Cohn, Dietzel, Roscher, Ehrenberg, Schmoller, Sering. Wagner, Heifferich, Brentano, Keynes ... Por otra parte, Max Weber cita un nuevo artículo de Ratl-igen titulado "Markte und Messen" ("Mercados y ferias"), publica- do en la 3" edición del Handul6rterbucb, tomo 6.Véase M. Weber, Historia eco- nómica general, Fondo de Cultura Económica, México, 1942: 309. No se ha podi- do comprobar esta cita al no disponerse de esa edición. En la 4" edición, que es la que se ha consultado, figura también la voz "Markte und Messen", pero está fir- mada por R. Pantlen.Véase el tomo 6:481-496. j50 Luis del Valle escribe que el director del Seminario de Economía de Hei- delberg "es Rathgen. El local del Seminario, situado al lado de la Universidad, care- ce de condiciones, y la Biblioteca es algo defectuosa, aunque no exista ninguna en España que se la pueda comparar. Rathgen pertenece enteramente a la dirección de Schtnoiler, entendimiento muy fino, un tanto volteriano y en comunicación menos estrecha con los discípulos de lo que fuera de desear". Véase L. del Valle Pascual,"Los estudios económicos en EspañaM,art.cit.: 252. Para ampliar lo que aquí se dice sobre este autor,puede verse la nota biobibli~g~cade C. Meitzel,"Rathgen, Karl", Handworterbuch der Staritswissenschaften, ob. cit., tomo 6: 1.170-1.171. '" Leser ha escrito, entre otros, los siguientes trabajos: Der BegrzF des Reichtums Dei Adam Smith (El concepto de riqueza en Adam Stnith), Winter, Heidelberg, 1874,142 páginas; Untersuchungen zur Geschichte der Nationaloke nomie (Investigaciones sobre historia de la economía política), Fischer, Jena, 188 1,121 páginas;"Die britische Erbschaftsbesteuerung" ("La imposición inglesa sobre sucesiones"), en Zeitschriftfür die gesamte Staatswissenschaft, 1881.Ade- más, debe incluirse aquí la labor de traducción y edición que realiza Leser de algu- nos trabajos de Thomas R. Malthus, Drei Schrzj2en über Getreidezolle aus den Jahren 1814 und 1815 (%-es escritos sobre aranceles cerealícolas de los años 1814 y 18151, Duncker Sr Humblot, Leipzig, 1896, XXTV, 129 páginas, y de Ricar- do, David Ricardo's kleinere SchrzJiten (Pequeños escritos de David Ricardo), Fischer,Jena, 1905, XX, 125 páginas, que se publican en la "Colección de viejos y nuevos escritos de economistas nacionales y extranjeros" que está dirigida por Lujo Brentano y Emanuel Leser. Entre ellos destaca E. Leser, Die Hypothekenbanken und ihre Jahresabs- chlüsse (Los Bancos hipotecariosy su balance anual), Winter, Heidelberg, 1879, 121 páginas. "' Véanse más detalles sobre esta cuestión en la carta de 17 de agosto de 1902. Velarde utiliza esta autodefinición de Flores para expresar su total des- acuerdo con Estapé en los términos siguientes: "Por lo tanto nada de 'adscripció ideologica antimilitarista', como se lee en Fabián Estapén.VéaseJ.Velarde,"Antonio Flores de Lemus: una revisión veinte años después", art. cit.: 99. En efecto, Estapé escribe:"De Lemus adoptó una actitud ideológica antimilitarista y antirruptura de los derechos constitucionales, a pesar de ser, como él decía,'un católico a macha- martillo"'. Se ha consultado la versión castellana de la obra de Estapé. Véase E Estapé, Sin acuse de recibo, edición a cargo de Monica Terribas i Sala, Plaza & Janés, Barcelona, 2000:41. "4 J. Velarde, "Antonio Flores de Lemus: una revisión veinte años después", art. cit.: 117. JS5 El proceso de incorporación de Flores al Ministerio de Hacienda lo estu- dia con detalle Serrano Sanz en su trabajo "El 'curriculum vitae' y la obra de don Antonio Flores de Lemus", art. cit.: 50-52.Sobre esta cuestión, parece oportuno y justo recordar que quien dio a conocer por primera vez la documentación con- tenida en el expediente personal de Flores de Lemus en el Ministerio de Hacienda fue el profesor César Albiñana García-Quintana, en la Revista de Econonzía Política, vol.VII1, núm. 3. septiembre-diciembre 1957: 1.058-1.062,un hecho que algunos autores olvidan. "" Sobre todo este asunto,Velarde, tras aludir a una "discusión" que se pro- duce entre Flores y Simarro. escribe lo siguiente: "Me parece que el maurismo de Flores queda así bien probado, y para mí se abre una interrogación importante. Después de ésta, parece que se corta la correspondencia con el que aún en la últi- ma carta se le llama 'mi señor y maestro'. Puede deberse todo a que la residencia de Flores de Lemus en Madrid hacía ocioso el intercambio epistolar con Giner. Pero a mí me llamó la atención que la muerte de Giner de los Ríos, el 18 de febre- ro de 1915, no provocó en Flores ninguna reacción pública. Ni la menor alusión aparece, por ejemplo en el Boletín de la Institución Libre de Enseñanza, ni tam- poco institucionistas discípulos de Flores de Lemus han explicado, o aludido al menos, a este silencio. Desde luego me importa mucho señalar que lo que aporto son cuestiones que me punzan el ánimo, y que con la publicación de estas refle- xiones no pretendo herir la memoria de ninguno de estos dos grandes españoles universitarios".VéaseJ.Velarde,"Antonio Flores de Lemus: una revisión veinte años después", art. cit.: 117-118. En un trabajo reciente, el profesor Velarde hace refe- rencia de nuevo a este encuentro entre Flores y Simarro en los términos siguien- tes: "Quizás el choque entre el economista y Simarro, con consecuencias proba- bles en las relaciones entre Flores de Lemus y Giner de los Ríos, hiciese disminuir el interés de este economista por un mundo hijo de la Institución Libre de Enseñanza". En nota a pie de página indica que "la última palabra sobre Sirnarro y donde también se recoge este incidente (...) ha sido la de Heliodoro Carpintero, en su intervención ante la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, en el cur- so 2000-2001".Véase J.Velarde,"Olariaga y el Banco de España",Papeles y Memo- rias de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, núm. XI, 2003: 77. En efecto, en el núm. 79, vol. LIV, de los Anales de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas se publica un artículo de Helio Carpintero titulado "El doctor Simarro y la psicología española", que ocupa las páginas 193-213.Se trata de un excelente trabajo sobre Simarro, pero, en lo que aquí interesa, su encuentro con Flores de Lemus, no aporta nada nuevo, sino que se limita a repetir el error de Velarde: que este encuentro se produce en 1912.Tras analizar de nuevo el origi- nal de la carta de Flores y consultar al personal especializado del Archivo de la Real Academia de la Historia, se confirma que la carta de Flores es del año 1902, y así la tienen clasificada en su documentación. Lo que sucede es que el carácter cerrado del cero y el trazo grueso de la pluma que Flores utiliza dan la impresión equivocada de tratarse del número 1, cuando en realidad es un cero.

'57 R. Carande,"Mis acreedores preferentes", art. cit.: 223. Flores no realizará los ejercicios correspondientes a las oposiciones a la cátedra devalladolid, que tie- nen lugar entre el 30 de enero y el mes de abril de 1905, porque previamente ha sacado la cátedra de Barcelona. En cambio, sí se presenta a esos ejercicios Bernis, pero no obtiene la cátedra. J. M. Serrano Sanz,"El 'curriculum vitae' y la obra de donAntonio Flores de Lemus",art. cit.: 56. '59 A. de Lecea Flores de Lemus,"EIArchivo documental de Antonio Flores de Lemus entra en la Academia", art. cit.: 130. 3'* Ibídem: 127. '" En el escrito, que está fechado en Madrid el 9 de enero de 1904, se inclu- ye de nuevo la relación completa de los convocados, que son los mismos que figu- ran en la publicada en 1902. La razón de que los ejercicios de la oposición se rea- licen en Madrid está en el art. l" del Reglamento, que dispone: "las oposiciones para la provisión de cátedras de Facultad, Institutos, Escuelas Normales, de Vete- rinaria y de Comercio, se verificaran en Madrid". '" Debe recordarse que la R.O. de 20 de octubre de 1902 (Gaceta del 24) establece que el día del comienzo de las oposiciones, "al constituirse el Tribunal, procederá inmediatamente a la revisión de las instancias y documentos presenta- dos por los opositores o que éstos entreguen en el acto, acordando por mayoría absoluta de votos las admisiones y exclusiones correspondientes, y dando lectura de ellas seguidamente. De este acuerdo podrán reclamar en el acto los opositores verbalmente o por escrito. El Tribunal deliberará a continuación sobre las recla- maciones formuladas, y las resolverá por mayoría de votos (. . .). Una vez acordadas en definitiva las admisiones y exclusiones de los opositores, el presidente del Tri- bunal las hará públicas en la Gaceta de Madrid, y dará comienzo a las oposiciones". '6' Entre los excluídos figuran Zurnalacárregui (que por R.O. de 10 de abril de 1903 ha sido ya nombrado catedrático de la Universidad de Santiago, aunque poco después, por R.O. de 13 de julio de 1903,se acepta su traslado a la Universidad de Valencia), Bernis (que decide no realizar los ejercicios -quizá por la presencia de Flores- y que se presenta primero a la cátedra devalladolid, aunque sin éxito pues quien obtiene la cátedra esVicente Gay, y después en 1906,con mas fortuna, a la de Santiago,que ha dejado libre Zumalacárregui), Palacios y Valle Pascual. Respecto a 1ü composición delTribuna1, señalavelarde que el nombrado inicialmente en 1902 "se acabó alterando por renuncias" quedando formado del modo siguiente: presi- dente, José Manuel Piernas Hurtado y vocales: Eduardo Sanz y Escartín, Manuel Bedmar Escudero,Teodoro Peña Fernández,Ismael Calvo Madroño, Francisco J.Jimé- nez de Vargas (marqués de la Merced) y José María Olózaga y Bustamante como secretario.Véase J.Velarde, Flores de Letnus ante la economía española, ob.cit.: 14. Por tanto, se da la coincidencia de que Flores tiene de presidente delTribuna1 a un economista al que, antes de conocerse la composición del mismo y quizá por la propia tensión generada por la preparación de la oposición, había criticado con especial dureza. Menos mal que esta critica la realizó en un ámbito privado. Otro de los cambios que introduce Romanones en el denominado Regla- mento reformado de oposiciones, aprobado por García Alix en 1900, es el relati- vo a los ejercicios que deben realizar los opositores. García Alix había criticado el sistema vigente hasta ese momento por no estar de acuerdo con él. Así, afirma que "los ejercicios serán lo que hasta ahora no han podido ser plenamente, esto es, cumplida prueba de suficiencia, merced a la naturaleza de los ejercicios, la aboli- ción del secreto de las urnas con la publicidad de los cuestionarios, y a la supre- sión de los debates y estétiles torneos del ingenio y de la retórica, que en bincas o trincas mantenían los opositores, y en las que el interés personal y el apasiona- miento de la lucha usurpaban de continuo la plaza que a la serena e impersonal exposición de la verdad correspondía".Véase la exposición de motivos del R.D. de 26 de julio de 1900 (Gaceta del 29). En aplicación de estas ideas, el artículo 18 Josi MIGUELFERNANDEZ PEREZ dispone:"Los ejercicios de oposición a cátedras numerarias serán seis: los tres pri- meros, respuesta oral a cinco preguntas, escrita a otras dos y desarrollo sin limi- tación de tiempo de una más, todas de un cuestionario formado por el Tribunal; el cuestionario habrá de ser reservado hasta el momento oportuno. El cuarto ejer- cicio tendrá carácter práctico, y el quinto y sexto consistirán en contestaciones del opositor a las preguntas u observaciones que el Tribunal le haga sobre el tra- bajo de investigación o doctrinal de tema libre, pero referente a la asignatura y sobre el programa que debe presentar para tomar parte en los ejercicios".Todas estas cuestiones relativas al desarrollo de los ejercicios son objeto de un trata- miento más detallado en el Reglamento reformado de 27 de julio de 1900. Pues bien, Romanones, en el nuevo Reglamento de 1 1 de agosto de 1901, sin dar nin- guna razón que justifique este retroceso, restablece el sistema de trincas que había eliminado García AIix. En efecto, el art. 16 dispone: "Los opositores se dis tribuirán a la suerte en trincas y bincas, según su número, para la práctica del quinto ejercicio. Dichas trincas y bincas se reorganizán en caso necesario". En los artículos siguientes se regulan los seis ejercicios de las oposiciones. Los cuatro pri- meros no experimentan cambios, pero sí los dos siguientes. Así, el art. 25 dice:"las oposiciones a cátedras tendrán dos ejercicios mas sobre los [cuatro] referidos. El primero consistirá en el desarrollo oral del trabajo de investigación o doctrinal propio presentado por el actuante, en el que podrá invertir hasta una hora. Los opositores de la trinca o de la binca, en su caso, harán observaciones por el tér- mino máximo de media hora, a las que el actuante contestará sin emplear más de otra media hora. El segundo, que se verificará en iguales condiciones que el ante- rior, versará sobre la defensa que hará el opositor de las ventajas de su programa". '"Véanse las dos notas manuscritas de Flores que se conservan en elArchivo Flores de Lemus, carpeta 2, expediente 1.02 1. Está claro que Flores está haciendo referencia al quinto ejercicio, el de la trinca, en el que el opositor tiene una hora para exponer su trabajo. De esta intervención de Flores se deduce que cumple a la perfección las dos cualidades que, según Ortega y Gasset, debe reunir todo buen opositor que quiera ganar una cátedra en España:"hay que ser un gran tenor para cantar los elo- gios a la propia obra y ser un fiero jabalí para atacar la ajena". Estas palabras de Ortega son una clara referencia al sistema de "trincas" restablecido por el nuevo reglamento de oposiciones. Citado por E. Fuentes Quintana,"Joan Sardá y el Plan de Estabilización y Liberalización de la economía española",Papeles y Memorias de la RealAcademia de Ciencias Morales y Políticas, núm. XI, 2003: 165-166. '@Véaseun mayor detalle de la exposición de Flores en las dos notas manus- critas, ya citadas. 369VéaseJ.Velarde, Flores de Lemus ante la economía española, ob. cit.: 14. De José Santaló Rodríguez, quizá el principal oponente de Flores, se sabe que en 1914 figura en la lista de opositores a la cátedra de Derecho mercantil de la Universidad de Valladolid, que es declarada desierta. Más tarde es nombrado Juez de primera instancia de San Sebastián y en 1923 Magistrado de la Audiencia terri- torial de la misma ciudad. En 1926 se le promueve a la plaza de Magistrado de la Audiencia territorial de Oviedo y en 1927 es nombrado presidente de IaAudiencia de Santander. Entre 1930 y 1931 desempeña el cargo de gobernador civil de la provincia de Guipúzcoa y, después de ocupar la presidencia de las audiencias de Valladolid y Las Palmas, finaliza su carrera profesional como Magistrado de la Sala tercera del Tribunal Supremo.

"O Esta R.O. está firmada por el ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, Lorenzo Domínguez Pascual.

'71 E. Fuentes Quintana,"Flores de Lemus en el Ministerio de Hacienda", art. cit.: 177. "%. Carande,"Mis acreedores preferentes", art. cit.: 223.

j7j Este párrafo, que corresponde a la solicitud presentada por Flores, lo reproduce Carande, ibídem: 223-224.

974 El mismo Carande, al reproducir el texto citado, se limita a añadir el siguiente comentario: "Este párrafo esboza ya todo un programa. A él se atuvo Flores, desde su ingreso en los cuadros de la administración del Estado. Era preci- so investigar para hacer cosa aprovechable, adoptar métodos eficientes, no incu- rrir en olvidos ni predilecciones subjetivas, ejercitar crítica severa sobre la obra propia y ajena, rectificar errores y corregir deformidades anteponiendo, a todo, el interés del paísn.Véase Carande, ibídem: 224. 3'5 3'5 De este autor escribe Gómez Molleda que "terminó el bachillerato en 1888 como alumno de la Institución Libre, aunque examinándose en el Instituto de San Isidro como los demás; se licenció en Derecho en 1892. En la Institución, andando el tiempo, ocupara un puesto en la Junta Directiva". En nota a pie de página añade: "JUAN UÑAY SARTHOU (1871-1921?).Prologa el tomo XX de las O. C. de Giner. La relación con la Institución se mantiene además a través de su mujer, hermana de José Pedregal. En política figuró en el partido socialista. Su hijo Juan Uña y Pedregal estudió también Derecho en Madrid y en Oviedo".Véase su libro Los reformadores de la España contemporánea, ob. cit.: 284. Se sabe que Uña es nombrado vocal del Consejo Nacional de Cultura por decreto de 19 de octubre de 1933, firmado por el ministro de Instrucción Pública, Domingo Barnés, y que, al año siguiente, por decreto de 1 de noviembre de 1934, se le asciende a Jefe de Administración Civil de tercera clase a propuesta del ministro de Trabajo, Oriol Anguera de Sojo. Por tanto, la fecha de su muerte no puede ser la señalada, aunque con dudas, por Gómez Moileda.Al morir su padre Juan Uña y Gómez, en septiembre de 1909, es elegido para sustituirle en la Junta Directiva de la Institución Libre de Enseñanza como consiliario, cargo en el que permanece hasta 1913. Juan Uña es autor de un estudio sobre Las asociaciones obreras en España: notas para su historia. Memoria sobre el tema "Losgremios en España desde los tiempos antiguos hasta su desaparición ", Establecimiento Tipograf~co de G. Juste, Madrid, 1900,374 páginas. Pero, sobre todo, a Uña se le conoce como traductor, entre otras, de dos conocidas obras de dos importantes economistas ingleses: John Stuart Mill, de quien traduce su Autobiografiá, Espasa Calpe, Josi MIGUELFERNANDEZ PEREZ

Madrid, 192 1,302 páginas, y John Maynard Keynes, del que vierte al castellano Las consecuencias económicas de la paz, Angel Alcoy, Madrid, 1920,259 páginas, que ha sido objeto de nuevas ediciones en 1987,1997 y 2002, en las que se mantiene la traducción de Uña. "" En efecto, como escribe el propio Uña, en mayo de 1902 es designado por el ministro de Agricultura,José Canalejas,"para estudiar sobre el terreno en París, Bruselas y Zurich, la organización y funciones de los OfSices du Travail y del Arbeitersekretariat (Secretaría de Trabajo) respectivos.Tratábase de aportar a la proyectada obra del Instituto delTrabajo el dato práctico, concreto y vivo, tan con- veniente, conocido el espíritu de la institución, para darle vida y forma adminis- trativa y ponerla en actividad. (. . .) Trato en mi trabajo, como dato preliminar, de los antecedentes inmediatos y del origen oficial de estas instituciones; estudio lue- go su fin, no en principio, sino según la legislación positiva que las rige; después su organización interior, tal y como es en la realidad; y acabo considerando cómo llevan a la práctica su fin, o sea la obra que realizan y el método que emplean en sus principales trabajos. He creído preferible seguir este orden, por cuestiones, y no por países, para que resalte más la comparación, y he ampliado el estudio tra- tando de países no visitados por mí, valiéndome de datos ya directos, como los de Inglaterra y Estados Unidos, ya de segunda mano, como los de Alemania, Austria e Italia". Más adelante, al referirse a los fines para los que se crea en Francia el OfSice du Travail en el Ministerio de Comercio, Industria y Colonias, por la ley de 20 de julio de 1891, Uña señala que en el artículo primero de la misma se dice que es un organismo "destinado a reunil; coordinar y vulgarizar todos los datos refe- rentes a la estadística del trabajo".Después añade que el decreto de 19 de agos- to de 1891, relativo a su organización,"en su artículo primero también, especifica algo más su misión diciendo que tiene por tal 'recogel; coordinar ypublical; en los limites y condiciones expresados en el presente decreto, todas las informa- ciones relativas al trabajo, sobre todo en lo que concierne al estado y desen- volziimiento de la producción, la organización y la remuneración del trabajo, sus relaciones con el capital, la condición de los obreros, la situación compara- da del trabajo en Francia y el extranjero, y efectuar todos los trabajos relacionados con este orden de ideas que le fuesen pedidos por el ministro de Comercio"'. El trabajo de Uña se incluye como "Apéndice octavo. Los Institutos delTrabajo. Notas de viaje por J. Uña y Sarthou, auxiliar de la Biblioteca del Senado"en el libro El Ins- tituto del Trabajo, ob. cit.: 260-342.Las citas trascritas corresponden a las páginas 263 y 274, respectivamente. Cursivas de Uña. mies bien, no puede ser más clara la relación que existe entre el cometido asignado a Uña y el trabajo que Flores quie- re realizar en Alemania si es pensionado. Por otra parte, si se analiza el contenido del estudio de Uña, se puede observar que el tratamiento que hace del caso ale- mán -a diferencia del francés, el belga y el suizo- no puede ser más elemental, algo normal si se tiene en cuenta que no viaja a Alemania y que, además, sólo uti- liza información "de segunda mano", como él mismo advierte con toda honesti- dad. Le dedica sólo 39 líneas de un total de 82 páginas (véanse las páginas 271, ANTONIOFLORES DE LEMUS: ANOS DE FORMACIÓN UNIVERSITARIA

284-285 y 318) y parte de la información que utiliza procede de un artículo de Colajanni,"GliUffici del Lavoro", publicado en la revista italiana Rz~oformaSociale, vol. X, 1900. Por Último, Flores tiene razón en la crítica que hace sobre la compe- tencia que tiene el instituto imperial de estadística sobre el órgano principal de la estadística del trabajo, mientras que Uña afirma que la Commision fürArbeiter- Statistik (Comisión para la Estadística Laboral), "que no es propiamente un Office du Traz~ail",fuecreada en mayo de 1892 y regulada en sus atribuciones por decreto de 16 de enero de 1894, estando "sometida al Consejo Federal y al Canciller del Imperio". Véanse las páginas 284 y 285. 37' ES importante subrayar este temprano interés de Flores por el estudio de las estadísticas laborales que, según señala Carande, está relacionado,"en los albo- res de nuestra política social, con las fecundas tareas del Instituto de Reformas Sociales, cuya labor callada y austera, como toda la obra de sus inspiradores (Mamá, Azcárate, Maluquer, Buylla y Posada) ha cuajado en frutos que no pode- mos olvidar, a medio siglo de distancia". Ibídem: 225.Velarde añade que, segúnVi- ñuales, Flores "incluso pensó en pasar a trabajar en el Instituto de Reformas Sociales".Véase J.Velarde,"LaEscuela de Madrid de Economía", en José Luis García Delgado (ed.), Estructura económica de Madrid, 2" edición, Civitas, Comunidad de Madrid, Madrid, 2003: 993. Sobre la Escuela de Estudios Superiores del Ateneo de Madrid, véase el capítulo iV, epígrafe 3, de la conocida obra de Francisco Villacorta, El Ateneo Cient2jcic0, Literario y Artístico de Madrid (1885-1912), Centro de Estudios His- tóricos, Madrid, 1985: 97-111, donde señala que esta Escuela, que había iniciado sus actividades en el curso 189697,"surge para suplir en el terreno de los estu- dios especializados, postuniversitarios, las deficiencias de la enseñanza oficial. La categoría del alumnado se adecua perfectamente a este nivel". Este autor subraya el enorme interés despertado por esta iniciativa del Ateneo, así como la elevada preparación de los alumnos que acudían a las clases. En este sentido, dice que "por las referencias existentes sabemos que asistieron a las lecciones, según las espe- cialidades, personalidades de la política, hombres de ciencia, profesores y alumnos de las Escuelas técnicas, miembros de los cuerpos profesionales del Estado, profe- sores y maestros, clérigos, médicos y alumnos de la Facultad de Medicina, entre otros". La cita corresponde a la página 109.Por su parte,Victoriano García Martí, que fue secretario de esta institución entre 1919 y 1922, afirma que "una de las funcio nes más importantes y destacadas del Ateneo en su larga vida, pero especialmente en la época que reseñamos, fue la de Centro o Escuela de Estudios Superiores". Véase su libro ElAteneo de Madrid (1835-1935), Dossat, Madrid, 1948: 193. 3'9Véaselai'Memoria de Secretaría referente al curso de 1903 a 1904",inclui- da en Ateneo Científico, Literario y Artístico de Madrid, Escuela de Estudios Supe- riores.Curso de 1905 a 1906.Lista de profesores y asignaturas. Programas. Con- ferencias de Extensión universitaria, Imp. y Lit. de Bernardo Rodríguez, Madrid, 1905:98, donde el secretario primero del Ateneo, Mariano Miguel de Val, escribe: "Una de las nuevas organizaciones del curso último fue la creación del Labo- ratorio de Economía Política bajo la dirección del joven e ilustradísimo catedrá- tico de la Universidad de Barcelona, D. Antonio Flores de Lemus" .También empieza a funcionar un Laboratorio de Criminología, a cargo de Pedro Dorado Montero, y un Laboratorio de Lingüística, dirigido por Julio Cejador. Como señala Fran- cisco Viüacorta, se trata de "seminarios de estudio, que ya se habían intentado poner en marcha en el curso 18981899 en las disciplinas de biología, psicología y antropología y que sin dejar de considerar lo que suponen de renovación meto- dológica, como la investigación experimental, la relación directa profesor-alumno, el trabajo de grupo (. . .), es evidente que aproximan también la enseñanza impar- tida a la más preciada tradición ateneística: el debate cultural, la polémica ideoló- gica y el análisis de las cuestiones de actualidadn.VéaseE Villacorta, ob. cit.: 106. wAl hacer alusión al "Seminario de Economía Política que fundó, nada más Uegar del extranjero, en el Ateneo de Madridn,Velarde&rma:"De Flores ateneísta sabemos muy poco.Yo me he encontrado exclusivamente con esta creación, que alteraba los viejos planteamientos librecambistas que había hecho connaturales con esta institución Gabriel Rodríguez, y con una referencia a un choque dialéc- tico en la Cacharrería entre Flores y Unamuno, que me relató Ramón Prieto Ban- ces, quien fue testigo del mismon.VéaseJ.Velarde, "Las cuatro escuelas de Flores de Lemus", en E. Fuentes Quintana (dir.), Economía y economistas españoles. 6, ob. cit.: 269. "'Ateneo de Madrid, Escuela de Estudios Superiores..., ob. cit.:98. Cursivas en el original.

%' Ibídem. '" Ibídem: 99-100.Estos cuatro párrafos trascritos figuran en la Memoria del Ateneo entre comillas, lo que parece indicar que recogen textualmente la inter- vención de Flores. Cursivas en el original. 38J En la citada Memoria del Ateneo se escribe:"La prensa diaria y las Revistas profesionales y alguna general que consagró detenido estudio al Laboratorio mos traron con sus juicios, sin excepción favorables, que el Laboratorio respondía a una necesidad".Ibídem: 101.Una muestra representativa de estas opiniones es un artículo de Adolfo Posada en el que dice:"El Sr. Flores de Lemus, profesor de Eco- nomía en Barcelona, inauguró hace unos días su Laboratorio de Economía Polí- tica en el Ateneo. No me fue posible, con gran sentimiento mío, asistir a la primera lección del joven y sabio maestro; pero he leído los periódicos; he hablado con algunos oyentes, y sobre todo conozco al Sr. Flores, y me imagino lo que ha debi- do ser su primera lección, como presumo lo que podrá ser el curso del discípulo de Schmoller. La juventud estudiosa que siente la pasión del trabajo y se inclina hacia las cuestiones económicas debe aprovechar la ocasión que el Laboratorio del Ateneo le brinda para orientarse en el manejo de ciertos procedimientos cien- tíficos modernos. Pero no me propongo hoy hablar del Laboratorio del Sr. Flores. Ocasión habrá de ello. Como el Sr. Flores, según parece, dedicó su primera lección a explicar lo que son en Alemania los Seminarios de Economía, y con tal motivo se ha dicho algo, en son de elogio, de los seminarios de las universidades alema- nas, he creído que no podía elegir mejor tema para esta revista que los semina- rios" .VéaseA. Posada,"Revista de Enseñanza. Los Seminarios",Heraldo de Madrid, 5 febrero 1905: 1.Por su parte, en la revista Nuestro Tiempo, dirigida por Salvador Canals, publica Luis del Valle un artículo titulado "Los estudios económicos en España. El Laboratorio de Economía del Ateneo", que empieza diciendo: "Ya ha comenzado a funcionar esta institución, completamente desconocida en España. Su director, el joven y talentoso profesor de Economía Política y Hacienda Pública de la Universidad de Barcelona,D. Antonio Flores de Lemus, educado en Alemania, donde ha sido uno de los más sobresalientes discípulos de los grandes maestros de la ciencia, comprendiendo la necesidad de rectificar nuestros arcaicos y ruti- narios procedimientos de enseñanza, ha importado de Alemania la concepción del Seminarien (Seminario, palabra de acepción enteramente distinta de la que aquí se emplea, para uso de la enseñanza religiosa, y que puede traducirse por Laboratorio)". L. del Valle, art. cit.: 251.M final de este trabajo su autor hace refe- rencia a un artículo suyo publicado en El Liberal "a raíz de la inauguración del Laboratorio". Ibídem: 256.

3X5 Estos alumnos, entre los que se encuentran varias personas conocidas, son los siguientes: Leopoldo Palacios Morini, profesor de la Universidad Central; José de Igual, profesor de la Escuela de Artes 1ndustriales;Amando Castroviejo y Navajas, profesor de la Universidad de Sevilla; Felipe Bareño y Arroyo, profesor del Instituto de Gijón;Antonio Gascón, director del Boletín Minero; Domingo Villar Granjel, abogado; José Prat, abogado, que será después una figura destacada del Partido Socialista;RamírezTomé, periodista; Rafael Gallego Díaz, diputado a Cortes y, por úItimo,Vicente Gay Forner, profesor de la Universidad de Valladolid.Véase Ateneo de Madrid, Escuela de Estudios Superiores... , ob. cit.: 101.Teniendo en cuenta esta relación detaUada,Villacorta señala el error que figura en el cuadro incluído en la página 135 de la Memoria citada del Ateneo en el que se dice que el Seminario de Flores sólo cuenta con tres alurnnos.Véase E Villacorta, ob. cit.: 297. Estas sesiones tuvieron lugar los días 4,11 y 18 de febrero de 1905, a las que hay que añadir la conferencia inicial, celebrada el 28 de enero, que la Me- moria del Ateneo considera como una sesión más del Seminario.VéaseAteneo de Madrid, Escuela de Estudios Superiores... , ob. cit.: 135. Por tanto, Serrano Sanz se olvida de citar la sesión del día 11 de febrero cuando afirma que Flores "imparte cuatro lecciones (28 de enero, 4 de febrero y 18 de febrero)".Véase su trabajo "El 'curriculum vitae' y la obra de don Antonio Flores de Lemus", art. cit.: 57. El Programa del Seminario de Flores de Lemus figura en Ateneo de Ma- drid, Escuela de Estudios Superiores. Curso de 1904 a 1905. Lista de profesores y asignaturas.Programas. Memoria de Secretaría referente al curso de 1903 a 1904, Est.Tip. Sucesores de Rivadeneyra, Madrid, 1904: 32-33. El título del Progra- ma es "Los nuevos Convenios comerciales ajustados por España. Primera serie". Su contenido se reproduce íntegro a continuación: Determinantes generales actuales de la política comercial exte- rior en el Continente y en el Reino Unido; exigencias consiguientes de la política comercial española; principales determinantes internos; comparación con las bases de nuestra política comercial en el último decenio del pasado siglo; tendencia general de la reforma. -Convenios ajustados antes de la reforma del Arancel; diferen- cia que debe hacerse en el examen del Convenio con Noruega y del ajustado con Grecia. -Examen del Convenio con Noruega: motivos de la negocia- ción; su crítica y fijación consiguiente del punto de vista en el examen del Convenio. Comercio hispano-noruego: fuentes: dificultades y reser- vas. Artículos de comercio; su significación económica; importancia cuantitativa del tráfico;desarrollo y tendencia del desenvolvimiento. El comercio marítimo hispano-noruego:participación de banderas. Movi- miento de buques noruegos en puertos españoles; su cuantía y carác- ter en los puertos peninsulares del Atlántico y en los de Canarias y del Mediterráneo; influjo de la política de 1892. Interés y posición res- pectiva de cada una de las Partes contratantes en el Convenio. La even- tualidad de una guerra aduanera; exigencias para la reforma de nues tra legislación comercial;experiencias en igual sentido. -Examen de los principales artículos de exportación y de las disposiciones correspondientes del Convenio: vinos; desenvolvimien- to de la exportación; sus causas; significación actual de la exportación; efectos del nuevo Convenio sobre ella; consecuencias respecto de la forma del Convenio. -Pasas: significación del tráfico para ambos países; consecuencias respecto del Convenio. -Naranjas y limones: desenvol- vimiento y estado actual de la exportación;sus causas; sus consecuen- cias. -Otros artículos; concesiones inútiles; otras ridículas; conve- niencia de evitar la repetición de esta falta de seriedad. -Examen de la exportación de uvas; significación especial de esta partida. -Importación en España de artículos noruegos y procedentes de Noruega. Bacalao y pez-palo: significación de esta partida para Noruega; significación para España; tendencia de las importaciones de bacalao; causas de Las oscilaciones; influjo sobre el consumo nacional; efecto sobre la pesca española;significación para la agricultura;enorme impor- tancia del problema y necesidad de resolverlo, efectos sobre nuestra balanza internacional de pago; determinación del fin de la política eco- nómica española en este punto; medios de acción; consecuencias para el Convenio; comparación del proyecto presentado a las Cortes y del Convenio deíinitivo. -La madera: significación de esta partida; crítica de la política de 1892; efectos sobre el estado actual; diversas formas de repercusión de este impuesto; carencia de orientación racional de la política del Convenio; consideración de las "teorías" económicas del Ministerio de Hacienda. -Otras partidas; optimismo ministerial y técnica aduanera; el Conde de Posadowsky y el Conde de San Bernardo. -Valor del Convenio para cada una de las Partes contratantes; consecuencias; proyecto de un nuevo Convenio. '" Uno de los alumnos asistentes,Vicente Gay, afirma que "de tal seminario, que tuvo corta existencia, salieron los primeros discípulos del maestro Flores, los cuales, bajo la dirección de éste, hicieron una investigación sobre el Tratado de Comercio de España con Noruega, demostrando los grandes errores cometidos por el inspirador, de cierta fama como agrario, Conde de San Bernardo, entonces ministro, y los no menos equivocados durante la discusión del Tratado en el Senado español".Véase V. Gay, "Progreso de la cultura económica. ..", art. cit.: 565. Manuel Mariátegui y Vinyals, conde de San Bernardo, es nombrado ministro de Estado por R.D. de 20 de julio de 1903 (Gaceta del 21), siendo presidente del Consejo Raimundo Fernández Viüaverde. Con anterioridad había desempeñado los cargos de director general de Agricultura, Industria y Comercio, alcalde de Madrid, vocal de la Comisión para informar sobre la crisis agrícola y pecuaria y director general de Obras Públicas. Muere en 1905. is9 Ateneo de Madrid, Escuela de Estudios Superiores. Curso de 1905 a 1906..., ob. cit.: 101.

j9' Flores comienza su colaboración en el Ministerio de Hacienda a instancia de Fernández Viilaverde.Así, Viñuales escribe:. .. "fue llamado por don Raimundo Fernández Viilaverde, Presidente del Consejo de Ministros, a colaborar en la Ad- ministración, en aquel duro trance de la liquidación de la Guerra de Cuban.Véase A.Viñuales,"Antonio Flores de Lemus 1876-1941n,Moneda y Crédito, núm. 39, 1951, reproducido en Hacienda Pública Española, núm. 42-43,1976: 572-573.

591 Flores entra en el Ministerio de Hacienda estando de ministro Antonio García Alix, continúa con Angel Urzáiz, que permanece menos de dos meses en el cargo (del 26 de mayo al 18 de julio), y cesa con su sucesor Echegaray. Esto hará decir a Flores que "en pocos días hemos pasado de un ministro ultraproteccio- nista a un librecambista". Véase la entrevista publicada en Heraldo de Madrid, que se cita más adelante.

i92 La información principal sobre estaAsamblea procede deAniceto Sela,"La SegundaAsamblea Universitaria",BILE, núm. 540,31 marzo 1905:68-76. Una infor- mación complementaria se contiene en la prensa barcelonesa de esos días, de la que se han consultado El Liberal, El Diluvio y Diario de Barcelona, que adop- tan posturas muy distintas ante la Asamblea. 393 El acto tiene lugar en el salón doctoral de la Universidad Literaria. En su dis- curso, el rector "manifestó que el profesorado español no buscaba efectos de relum- brón en sus reuniones, sino objetivos prácticos y conducentes a su regeneración". Después, aludió al "estado de nuestra Universidad, que calificó de morboso", y aña- dió que "a este árbol marchito universitario hay que proporcionarle agua, oxígeno y todo lo indispensable para que adquiera nueva sabia y se haga frondoson.A con- tinuación, afirmó que "no podemos permitir que haya un pueblo ignorante, pues así jamás habrá soberanía nacional. Hemos de declarar la guerra al analfabetismo y, todos a una, luchar hasta conseguir el engrandecimiento de la patria". Para terminar, JosÉ MIGUELFERNÁNDEZ PEREZ

"propuso (. . .) a la Asamblea, celebrar una fiesta de Extensión Universitaria, erni- nentemente pedagógica, para lo cual sera necesario hacer una visita a los Ateneos obreros. Esta proposición fue visiblemente acogida con muestras de agrado" .Véase "Asamblea Universitaria. Sesión inaugural", El Liberal, 3 enero 1905: 2.

j9' No están presentes en IaAsamblea ni Azcárate ni Unamuno, por lo que sus ponencias son leídas por otras personas.

'95 Véase J.Velarde, "Antonio Flores de Lemus: las lejanas raíces", art. cit.: 50. Aunque este autor no indica la fuente que utiliza, parece deducirse que es el tra- bajo de Sela ya citado. 'N Sobre esta cuestión, Sela escribe: "La discusión de la ponencia del Sr. Lázaro sobre el profesorado ocupó toda la sesión del día 4 y gran parte de la del 5. Consumiendo turnos, apoyando enmiendas, aclarando algún punto debatido, o promoviendo nuevas cuestiones incidentales, intervinieron, además del ponente, los Sres.VilaVendreil, López Martínez, Schwartz, Riquelme, Galí, Prats, Domenech, León y Ortiz, Castells, Bartual, Rodríguez Ruiz, Navarro Martín, Flores, Agulló, Casares, Mollá, Bonet y Milego". Después, en torno a la discusión de la ponencia de Blas Lázaro, Sela dice: "Los puntos sobre que el debate estuvo más empeñado fueron: la reorganización de la enseñanza, como condición obligada de la reorga- nización del profesorado; la creación de una Escuela especial destinada a la pre- paración de los profesores, que fue desechada por un voto de mayoría en momen- tos en que habían salido del salón varios asambleístas, pero que se reclama en algunos de los temas especiales, como base indispensable de toda reforma sólida; la oposición, como único medio de ingreso, que fue muy combatida, aunque se aprobó al fin por considerable mayoría; la retribución de los profesores de Universidad, respecto de la cual la Asamblea, afirmando la necesidad de elevarla para que el profesor pueda dedicarse exclusivamente a la enseñanza, se mantuvo muy indecisa entre adoptar el criterio del ponente, expuesto después de un maduro estudio del asunto, o pedir la reproducción del proyecto de ley modifi- cando el escalafón, presentado a las Cortes por el Sr. García Alix, prefiriendo al fin el sistema de la ponencia y enlazándolo con la jubilación forzosa a los 70 años de edad, previa la declaración de que no podía aceptarse sin establecer al mismo tiempo los quinquenios, en vez del actual sistema de ascenso; así como la cuantía de las pensiones que se proponen para premiar a los catedráticos y para comple- tar estudios en el extranjero, mostrándose muchos de los que terciaron en el debate partidarios de que se ampliara su número, aunque no se aumentase la con- signación señalada a cada una. Las conclusiones relativas a los deberes de los pro- fesores, que figuran al final de la ponencia, fueron aprobadas por unanimidad". Véase A. Sela,"La Segunda Asamblea Universitaria",art. cit.: 73.

jY- Entre ellos figuran la reorganización de las facultades de Ciencias, Medici- na, Farmacia, Derecho y Filosofía y Letras; las escuelas normales, la enseñanza de las artes industriales en España y la política pedagógica. Sobre esta cuestión, véase A. Sela,"La SegundaAsamblea Universitaria",art. cit.: 73-75.Finalizada la Asamblea, muchos de los asistentes se trasladan en excur- ANTONIOFLORES DE LEMUS:ANOS DE FORMACIÓN UNIVERSITARIA sión a Villanueva y Geltrú para "admirar las bellezas que encierra la Biblioteca- Museo del gran patricio D.Víctor Balaguern.A continuación, se celebra un ban- quete en el restaurante de la estación que cuenta con la presencia de unos seten- ta comensales, entre los que figuran el rector Rodríguez Méndez, Sela, Benito, Lázaro, Casares... Véase "Fiestas de la Asamblea Universitaria",El Liberal, 7 enero 1905:3. El domingo día 8,según había anunciado el rector en el discurso de inau- guración de la Asamblea, tiene lugar una fiesta de Extensión Universitaria en la que participan los profesores asistentes y los representantes de numerosos cen- tros y asociaciones obreras de Cataluña. Se sabe que se envía a los ateneos obre- ros una circular en la que se dice que, con motivo de la fiesta organizada para el próximo domingo día 8,"laUnión de los Ateneos Obreros (en formación) se com- place en invitar a todas las Sociedades afines para que asistan a dicho acto que ha de unir en fuerte abrazo a los profesores que quieren enseñar con el pueblo que desea aprender".Véase "Los Ateneos Obreros y la Asamblea Universitaria",El Liberal, 4 enero 1905: 2. Los días siguientes la prensa de Barcelona sigue ofre- ciendo información relacionada con la Asamblea. Así, el lunes día 9 El Liberal publica unas declaraciones de Sela en las que, "aludiendo a los fundadores de la Extensión Universitaria, entre los que se encuentra, dijo que cómo habían de soñar ellos la trascendencia y la significación de la Extensión Universitaria,que hasta los representantes de América aplauden su labor".Añadió que "la Extensión Universitaria representaba una doble corriente, de la Universidad al pueblo y de éste a la conquista de aquélla". Véase "Fiestas de la Asamblea Universitaria. Extensión Universitaria",El Liberal, 9 enero 1905: 2. El martes el mismo diario inserta en primera página una gran foto con el titulo "La fiesta de la Extensión Universitaria" y un pie que dice: "El rector entregando los premios". Se incluye también en la misma página un artículo editorial titulado "Ante el país desatendi- do",en el que se subraya "el valor y la importancia de la Asamblea Universitaria (. . .) y la significación de sus acuerdos, que son en sí de una consideración gran- dísima". El miércoles día 11, con el título "Una opinión autorizada sobre la Asamblea Universitaria",se reproduce la entrevista realizada al profesor Blas Lázaro e Ibiza, a quien se califica de "el sabio botánico" y "uno de los profesores de más valor con que cuenta España". Igualmente, en un editorial se dice: "La Asamblea Universitaria de Barcelona marca derroteros a los gobiernos que sean celosos del bien público; sus conclusiones deben ser bien acogidas, constituyen- do la base de lo que acertadamente se ha liamadopolítica pedagógican.Véase"La obra de la Asamblea",El Liberal, 11 de enero de 1905: 1. Cursivas en el original. 3* Durante este curso 1905/1906 Flores sigue figurando como profesor del Laboratorio de Economía política del Ateneo de Madrid. Se conoce el Programa que envía, que lleva por título "Las reformas agrarias en la Europa Occidental", cuyo contenido es el siguiente:"I.- Irlanda. 11.- Prusia. 111.- Dinamarca. N.- Meck- lenburgo-Schwerin.V-1nglaterra.VI.- Noruega. // 1.- 1rlanda:AnActto amend the Law relating to the occupation and owernship [sic]of Land in Ireland and for the purposes relating thereto [sic],and to amend the Labourers (Zmland) Acts. (Irish Josi MIGUELFERNÁNDEZ PEREZ iand Act, 1903, 3 Edw. 7. ch. 37)".Veáse Ateneo de Madrid, Escuela de Estudios Superiores. Curso de 1905 a 1906..., ob. cit.: 14. Sin embargo, a diferencia del curso anterior, en la Memoria del Ateneo no consta que Flores llegue a impartir las clases correspondientes a este Programa. '" Telesforo Aranzadi (1860-1945) había sido nombrado catedrático de Mineralogia y Zoología, aplicadas a la Farmacia, de la Universidad Central por R.O. de 5 de febrero de 1895. A continuación, pasa a ocupar la misma cátedra en la Universidad de Granada y por R.O. de 5 de mayo de 1899 (Gaceta del 2 1) se le nom- bra catedrático de Botánica descriptiva de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Barcelona, "con el mismo carácter de numerario y sueldo que en la actualidad disfruta"en la Universidad de Granada. Entre los méritos de Aranzadi que se citan se dice que "hapublicado muchos trabajos en revistas cientificas,y escrito varias obras, mereciendo citarse las siguientes:Elpueblo euskaMuna, Estudio de Antropología, Un avance a la Antmpología de España y Lecciones de Aiztropología (en colabo- ración con Luis de Hoyos),y Setas u hongos del país vasco".Más tarde, declarada vacante la cátedra de Antropología de la Facultad de Ciencias,Sección de Naturales, de la Universidad de Barcelona, por R.O. de 4 de septiembre de 1920 (Gaceta del 19) se nombra catedrático a Aranzadi "conel mismo sueldo y número de escalafón que actualmente disfruta".El nombramiento cuenta con los informes positivos de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Barcelona -que señala la "brillante lista de méritos" del candi- dato- y del Consejo de instrucción Pública. Como se sabe,Aranzadi era primo de Miguel de Unamuno y a ambos hace referencia Pedro Dorado Montero en una car- ta a Giner, fechada en Salamanca el 30 de noviembre de 1898, en la que escribe: "iUnamuno?Es muy diferente en la vida de lo que es en los periódicos y demás escritos:ni es socialista ni cristiano;no es más que ególatra:todo su temperamento es de tal, y su conducta responde a esta máxima, qiie me han dicho haberle oido algunas veces:'al hombre hay que tratarlo como a los limones:se les exprime mien- tras dan jugo, y luego se les tim'.No resiste que haya nadie que valga más que él ... y su primoAranzadi; habla mal, no sin arte a veces,de todo el mundo (empezandopor Vds. los integrales).Y está dominado por un gran afán de originalidad y populari- dad.Y sobre todo esto,y como medio para ello, una gran inteligencia y mucha cul- tura".ia cursiva corresponde al subrayado del original."FondoGiner", ARAH. El pro- pio Unamuno hace referencia a su primo Aranzadi en una carta al conde de las Navas, fechada el 13 de marzo de 1914. En elia cita un artículo suyo publicado en Mundo Gráfico del que dice:"Pero lo más de lo que cuento en él, incluso lo de las bellotas, es exactísimo.Esto último le ocurrió a un primo mío, catedrático hoy de la Universidad de Barcelona". Esta carta puede consultarse en M. de Unamuno, Epistolario inédito 1 (1894-1914), edición de Laureano Robles, Espasa Calpe, Madrid, 1991: 328330. Por su parte, las cartas dirigidas por Aranzadi a Unamuno han sido publicadas por J.Ignacio Tellechea en "Cartas a Miguel de Unamuno de Telesforo de Aranzadi, Resurrección M" de Azcue, Justo Gárate y Angel Apraiz", Revista Internacional de los Estudios Vmcos, núm. 32,1987:315-362. 'O1 Por R.D. de 15 de noviembre de 1901 se otorga a Joaquín Bonet y Amigó el título de barón de Bonet. Es nombrado rector de la Universidad de Barcelona por R.D. publicado en la Gaceta el 20 de agosto de 1905.Unos años después,por R.D. de 28 de enero de 1909, se concede "la Gran Cruz de la orden del Mérito Naval, con distintivo blanco, libre de derechos, al rector de la Universidad de Barcelona, D. Joaquín de Bonet y Amigó, barón de Bonet". 4n2Véasela carta a Giner fechada en Barcelona el 29 de mayo de 1906. 'O3 Así, se sabe que los 653 alumnos oficiales que se presentan a examen obtienen las siguientes calificaciones:suspenso, un 8,4 por 100; aprobado, un 52,4;notable, un 23,l;sobresaliente, un 16 por 100. Entre los 913 alumnos no ofj- ciales presentados los resultados son peores: un 17,9 por 100 obtiene la califica- ción de suspenso, un 68,9 aprobado, un 9,s notable y un 3,4 por 100 sobresa- liente.Debe indicarse que estos datos tienen un carácter global, ya que se refieren a la Facultad de Derecho en su conjunto,pues no se dispone de informacióndes- agregada por asignaturas. Existe una informaciónmás detallada en lo relativo a las matrículas de honor. Las tres matrículas que otorga Flores -de un total de 30, que recaen todas en alumnos oficiales- corresponden a la asignatura Elementos de Hacienda pública, y los alumnos que las obtienen son José María Bellido Moraleda, Agustín Durán Sanpere y José Grases Coll. Sobre todo ello,véase el volumen Uni- zlersidad de Barcelona 1905 a 1906,Tipografía La Académica, de Serra Hnos. y Russell, Barcelona, s.f.:127-128. Flores de Lemus figura en la relación que aparece en la página 126, correspondiente a la Facultad de Derecho:"Señorescatedráticos de esta Facultad, con indicación de las asignaturas a su cargo y domicilio de los mismos".Su domicilio es Ronda Universidad,número 12.También consta en dicha relación Lorenzo de Benito y Endara, catedrático de Derecho mercantil de la Uni- versidad de Barcelona. "" También existe una evidente motivación económica, aunque tenga una importancia secundaria. Es conocido el reducido sueldo que perciben los cate- dráticos de Universidad en aquel momento. Esta precaria situación económica condiciona la calidad de la enseñanza que imparten, que es muy inferior a la de otros países. En este sentido, Flores, con su gracejo andaluz, escribe:''¿Enseñar como los alemanes?Más de dos mil pesetas he pagado yo de libros y revistas poco ha;nos paga el Gobierno tres mil escasas,y así me quedan setecientas pesetas para mi solo y para todo el año;ya comprenderá usted que no podemos enseñar como los alemanes mientras no se invente la alimentación aérea".Véase la entrevista concedida al Heraldo de Madrid, que se cita más abajo. En estas condiciones, es normal que Flores se ocupe de ver el modo de completar sus reducidos ingresos como catedrático con la publicacióti de diversos trabajos. Con todo, la situación económica de Flores, que está aún soltero, es menos grave que la de otros cate- dráticos casados y con numerosos hijos, como Unamuno que, siendo rector de la Universidad de Salamanca, se ve obligado a escribir en la prensa porque el sueldo que percibe no le alcanza para cubrir sus necesidades fami1iares.A este problema se refiere en una carta que remite al director de La Lectura, Francisco L.Acebal, Josi MIGUELFERNÁNDEZ PEREZ que le pregunta por qué no escribe algún artículo para su revista. Unamuno le contesta lo siguiente:"Respecto a eso de no enviar nada a La Lectura ya le habla- ría. Es que no tengo tiempo. Leo más que nunca, preparo algunos libros y para prensa no escribo salvo a La Nación, de Buenos Aires y al Imparcial y esto para completar mi presupuesto de ingresos. Es cuestión económica. Ya ve usted, un artículo de La Nación me vale más que dos, tres o cuatro de otras partes.Y si me he reducido a esas dos publicaciones es por ser las que mejor me pagan. Usted mismo, con dirigir La Lectura, veo que escribe más en La Nación que en ella. Pero, en fin, veré.. .".Véase la carta fechada en Salamanca el 26 de junio de 1909, Archivo de la Junta para Ampliación de Estudios. En ella Unamuno remite los infor- mes reservados, que le han pedido desde la Junta, sobre dos personas -Carlos Herrera y José de la Rosa- que han solicitado una beca para realizar estudios fue- ra de España. Su opinión es negativa en ambos casos, pues afirma que "nada se per- dería con que no fuesen ni uno ni otro al extranjero, y nada se ganaría, creo, con que fuesen. Primero el Herrera. Es un insustancial, medio amemado, que siendo médico y padre ha llamado a una curandera a que vea a su hijo. Le creo incapaz de sacar fruto del viaje. Del otro, del de la Rosa me dicen que es un tarambana, un atropellado con viveza ratonil y nada más.Y habiendo como habrá otros de bue- nas condiciones vale mas aumentar [acimentar] a estos con lo que aquellos habnan de malgastarn.Alfinal de la carta añade:"Escrita ésta me he visto con el Decano de Medicina, quien me confirma los informes que le doy respecto al Sr. de la Rosa". La palabra que va entre corchetes corresponde a la transcripción que hace Lau- reano Robles de esta carta de Unamuno en la obra Epistolario inédito 1 (1894- 1914), ob. cit.: 260, con la que el autor no está de acuerdo. El texto manuscrito de Unamuno no ofrece ninguna duda. Por otra parte, el verbo "acimentar" sólo se uti- liza en su forma reflexiva y con un significado diferente. "' El propio Flores escribe a Giner:"La crítica alemana me ha sido sin excep- ción favorable en cuanto a mi conocimiento del material científico y la literatu- ra".Véase la carta de 29 de mayo de 1906 en la que le relata la polémica que ha tenido con un autor alemán a propósito de su libro. En un artículo suyo, Flores dice de esta misma obra: . . . "son las alteraciones de los Aranceles las que más se ven; pero no es posible dejar de tener en cuenta las demás. Por esta razón, cuan- do yo recibí encargo de poner en claro aquellos cambios económicos del exte- rior, en cuanto interesasen para nuestra reforma arancelaria, no me limité a la con- sideración del régimen aduanero, sino que procuré al mismo tiempo ahondar en las demás cuestiones: la crítica alemana ha hecho notar esta tendencia de la par- te publicada de mi obra, con su maestría de siempren.Véasesu trabajo "La técni- ca de nuestra reforma arancelaria hasta la presentación del Proyecto de Ley de Bases": 175, que se cita más adelante. Pero, sin duda alguna, el autor que más ha destacado la excelente acogida que la obra de Flores tiene en Alemania es su dis- cípulo Agustín Viñuales, que escribe: "En la revista de Schmoller se puede leer la reseña de este libro, que trata un tema sobre el cual se han escrito montones de obras y en el que han medido sus fuerzas los grandes economistas de la época. La crítica dice así:'Es el mejor libro sobre nuestra política comercial que se ha escri- to en lengua extranjera"'. A. Viñuales, "Antonio Flores de Lemus 1876194 1 ", art. cit.: 573-574. En el mismo sentido, Carande afirma que el trabajo de Flores "es, a juicio de la revista de economía y administración más famosa de Prusia, la mejor de las obras dedicadas a este asunto, entre muchas escritas en lengua extranjera". Véase R. Carande, "Mis acreedores preferentes", ob. cit.: 225. Esta recensión tan elogiosa se publica en el Scbmoller's Jabrbucb, es decir, en el Jabrbucb für Gesetzgebung, Verwaltung und Volkswirtscbaft, vol. XXX, cuaderno 1,1906:353- 354 (hace referencia a eila Roberto Gailotti en "La literatura económica contem- poránea en España",Moneda y Crédito, núm. 67, diciembre 1958:3 1).Ahora bien, lo que no dicen ni Flores, ni Viñuales, ni Carande es que el autor de esta reseña -que, por su interés, se reproduce en el Anexo final de este trabajo- es Max Westphal, un economista alemán nacido en 1880 a quien Flores conoce durante su estancia en Alemania y al que le une una estrecha amistad. Una prueba de la misma es que Flores le dedica su trabajo "La exportación española de minerales de hierro". En efecto, en su página 3 figura esta expresiva dedicatoria:"Ami cole- ga Máximo Westphal". Por otra parte, Westphal es autor del trabajo Die deutscb- spaniscben Handelsbeziehungen (Las relaciones comerciales bispano-alema- nas), que se publica en la revista Staats- und socialwissenscbaftliche Forschungen, vol. 21, cuaderno 5: 1-88,y también de forma separada, como folleto, por la edito- rial Duncker & Humblot, Leipzig, 1903, 88 páginas. Flores escribe una extensa reseña del mismo en el periódico -ni siquiera puede llamarse diario, porque se publica los martes, jueves y sábados- jienense La Unión, que se define como "órgano del partido liberal de la provincia". En elArchivo Flores de Lemus, carpeta 7, exp. 3.005,se conserva un ejemplar -o parte de él, ya que sólo son cuatro pági- nas sin numeración- correspondiente al 14 de noviembre de 1903, en cuyas dos primeras páginas figura el texto de Flores, señalándose al principio que "sigue"lo publicado anteriormente y al final que "seguirá"otro día, lo que indica que la rese- ña es bastante amplia y se incluye al menos durante tres días. Por otro lado, el que sea precisamente en este periódico donde Flores publique el comentario a la obra de Westphal puede deberse a que un amigo suyo,Alfredo Cazabán -de quien se habla en la nota siguiente-, colabora en él, dándose la coincidencia de que ese mismo día 14 aparece un pequeño artículo suyo con el título "De cartas íntimas". Por otra parte, se puede ver que Flores cita el trabajo de Westphal en La reforma arancelaria, ob. cit.: 23 y 24, donde pone de relieve que este autor rectifica el error en que incurren Zimermann, Grunzel yAsliley al hacer referencia a los recar- gos arancelarios impuestos a las mercaderías españolas en el fracasadoTratado con Alemania de 1893. De este Tratado dice Flores, citando de nuevo a Westphal, que "ha llegado a ser poco menos que el 'modelo de cómo no deben ser ajustados los Tratados de comercio; porque de éstos no debe sacar ventajas uno solo de los Estados, de un modo leonino'. M. Westphal, apud SchmoUer's Forschungen, Bd. XXI,H. 5, S. 51n.VéaseLa reforma arancelaria, ob. cit.: 23. Como se sabe,la deno- minación Scbmoller's Forscbungen corresponde a la publicación, ya citada, Staats- Josi MIGUELFERNANDEZ PEREZ und socialwissenschaftlicbe Forschungen, que es editada por Schmoller. Por ulti- mo, una muestra del interés de Westphal por la economía española son las recen- siones que publica durante esta época sobre algunos libros que estudian diversos aspectos financieros de la misma. Entre esas recensiones pueden citarse dos que aparecen en el Jahrbuch für Gesetzgebung... :en la primera, publicada en el vol. XXK, cuaderno 2,1905:371-372, comenta el libro de Francisco Rivas Moreno, Las cajas rurales. El crédito agrícola.La cooperación. El ahorro.Elproblema agrario, Imp. de Francisco Vives Mora, Valencia 1904,405 páginas; en la segunda, que se incluye en el vol. XXXII, cuaderno 2, 1908: 352-353,reseña la obra de Aifred Hen- nicke, Die Entu~icklurzgder spanischen Wahrung von 1868-1906 (La evolución de la moneda española de 1868 a 1906), Cotta, Stuttgart, 1907,VI,128 páginas.

'O" La entrevista, que lleva por título "De actualidad. La cuestión de los Tra- tados. Una conferencia con el profesor A. Flores", se realiza en Jaén, donde Flores pasa unos días de descanso con su familia, y está firmada por el periodistaAlfredo Cazabán, que declara que "desde la infancia me une una estrecha amistad" con el entrevistado. Se publica en Heraldo de Madrid, 21 agosto 1905: 1 y 4.

407 En la revista Ateneo Flores publica dos artículos. El primero lleva por títu- lo "El problema del impuesto de consumos. La abstención delAteneon,año 1, núm. 1, enero 1906:58-62, Adopta la forma de carta abierta dirigida a Rafael Salillas, que forma parte de la Comisión Ejecutiva de dicha revista y está fechada en Barcelona el 25 de enero de 1906. De este trabajo J. M. Serrano afirma que "no [ha sido] cita- do hasta ahora", lo que no es cierto porque aparece recogido ya en 1985 por E Vi- Ilacorta, ob. cit: 164-165 y 21 7, donde le dedica un amplio comentario. El segundo artículo de Flores se titula "la técnica de nuestra reforma arancelaria hasta la pre- sentación del Proyecto de Ley de Bases",Ateneo, año 1, núm. 2, febrero 1906: 174- 180. Aparece citado incorrectamente por Serrano como "La técnica.. .hasta la pre- sentación de nuestro Arancel de bases". A su vez, en La Ley, que se autocalifica de "periódico decano de la prensa económico-financiera de España", Flores escribe otros dos artículos: el primero, que trata sobre "El nuevo Arancel de Aduanas", núm. 1.171,30abril 1906:1-2. va precedido de una nota de la dirección de la revis- ta que dice: "Sobre este importante asunto hemos solicitado la valiosa y autoriza- da opinión del catedrático de la Universidad de Barcelona D. Antonio Flores de Lemus, quien ha tenido la bondad, muy agradecida por nosotros, de deferir a nues- tro ruego, favoreciéndonos con la siguiente carta". El segundo se titula "Las reba- jas en la segunda columna del nuevo Arancel de Aduanas", núm. 1.177, 14 junio (no abril, como escribe Serrano) 1906: 1-3,y en él Flores contesta a las observa- ciones que le han dirigido en relación con el contenido del artículo anterior. Es conocido el grave problema existente en esa época en España,en com- paración con otros países, de la falta de publicaciones científicas especializadas en el ámbito de la economía, que hace difícil la publicación de trabajos mínima- mente serios y rigurosos. Flores se queja a Giner de esta situación cuando escribe: "De ciencia, estoy acabando una pequeña contribución para Alemania (. . .).Tengo varias recensiones atrasadas, y otra contribución más extensa comprometida (. . .). ANTONIOFLORES DE LEMUS: ANOS DE FORMACIÓN I~NIVERSITARIA

También esa es para Alemania, allí me dan 120 Marcos por pliego; aquí -salvo La Ley- ni de balde quieren lo que escribo".Véase la carta de 29 de mayo de 1906. '09 Estas cinco cartas ven la luz por primera vez en la revista Moneda y Cré- dito, núm. 43, diciembre 1952; núm. 45, junio 1953 y núm. 46, septiembre 1953. Más tarde, se reproducen en Hacienda Pública Española, núm. 42-43, 1976: 391- 421. Sobre las mismas dice Leopoldo Gonza1o:"Escritas entre noviembre de 1905 y marzo de 1906,constituyen una brillante y documentada exposición de las prin- cipales cuestiones relativas a la política arancelaria al iniciarse el siglo XX (. . .). En ellas queda patente un claro conocimiento de las doctrinas económicas sobre la materia, así como de los hechos históricos que influyeron sobre la controversia librecambio-proteccionismo".Véase L. Gonzalo,"En torno a la obra de Flores de Lemus", Hacienda Pública Española, núm. 42-43,1976:385.

"O Aunque ningún autor lo ha señalado, es probable que Flores conociera al profesor E. von I-Ialle durante su estancia en Berlín. '"Véase la carta de 24 de marzo de 1906. "2 Véase la carta de 9 de abril de 1906. La huella de sus maestros alemanes no puede ser más clara. Como señala Vicente Gay, "de los históricos, principalmente, tomó la inclinación que expresaba con frecuencia diciendo que 'había que trabajar sobre las fuentes' y era admirable ver el dominio documental que poseían.VGay,"Progreso de la cultura económica en España. El profesor Antonio Flores de Lemus", art. cit.: 567. "' Ernst von Halle (hrsg.), Die Weltwirtschaft.Ein Jahr- utzd Lesebuch. I. Jahrgang 1906:III. Teil.Das Ausland (La economía mundial. Un anuario. LAño 1906:III Parte. El extranjero), Druck und Verlag von B.G.Teubner,Leipzig, Berlín, 1906, págs. 185-213.Este trabajo de Flores ha sido publicado en la revista Inves- tigaciones Económicas, núm. 2 1, mayo-agosto 1983: 34-94, con el título "La eco- nomía española en 1905",con una amplia introducción de JuanVelarde (páginas 23-33) a quien se debe también su localización.

415 Ernst von Halle (hrsg.), Die Weltwirtschaft.Ein Jahr- und Lesebuch. I. Jahrgang 1907:IIL Teil.Das Ausland (La economía mundial. Un anuario. L Año 1907:III Parte. El extranjero), Druck undverlag von B.G.Teubner,Leipzig, Berlín, 1907,XIII. Spanien: 206220. El volumen correspondiente a 1908 lleva por título Die Weltwirtschaft.Ein Jahr- und Lesebuch. I.Jahrgang 1908: IIL Teil.Das Auslnnd, Druck und Verlag von B.G. Teubner, Leipzig, Berlín, 1909, XIL Spanien: 95-103. Tengo en mi poder una copia de estos dos trabajos de Flores desde 1992, fecha en que Dirk Kieseweter, entonces alumno del programa Erasmus, los localizó en la biblioteca de la Universidad deTubinga por indicación mía. Dispongo también de la traducción castellana de ambos textos, realizada por Alvaro y Marta Soto de Scals. En la biblioteca citada se conserva un ejemplar de la obra de Flores La reforma arancelaria, que se encuentra también en la biblioteca de la Universidad de Berlín. *16 Véase la voz "Flores de Lemus (Antonio)" en la Enciclopedia Unizlersal Ilustrada Europeo-Americana, ya citada, reproducida en Hacienda Pública Es- pañola, núm. 42-43, 1976: 580. JosÉ MIGUELFERNÁNDEZ PEREZ

4" Expediente personal de Flores, ya citado, publicado por el profesor Aibi- ñana: 1059. 4'sVéase la relación de profesores y asignaturas del "Curso de 1906 a 1907" en Ateneo, 1, num XII, diciembre 1906: 533.

4" En efecto, la Escuela de Estudios Superiores es sustituída por una nueva Escuela de Estudios Especiales, que "comienza a funcionar en este mismo curso 190647".Véase EViliacorta, ob. cit.: 109. Este autor &rma que, "aunque la revista Ateneo da noticia del funcionamiento simultáneo de ambas Escuelas, al menos hasta el mes de mayo (. ..), todo hace pensar que esta segunda Escuela constituye una alternativa de relevo ante la decadencia de la de Estudios Superiores". Ibidem. 42" La referencia a este curso se contiene en la revista La Ley, donde se publi- ca la siguiente información, que pone de relieve la metodología utilizada por F1ores:"En la Escuela de Estudios Superiores del Ateneo de Madrid ha comenzado ayer el curso de especialización que, sobre el tema 'El Banco de España', explica el ilustre economista, nuestro colaborador y amigo, don Antonio Flores de Lemus. El Sr. Flores de Lemus, valiéndose del diálogo con los alumnos como procedi- miento pedagógico, comenzó por determinar bien el objeto de estas lecciones, circunscribiéndolo, de acuerdo con sus alumnos, a la situación actual del Banco de España, y repartiendo a éstos los trabajos con que han de contribuir al estudio del tema. He aquí un curso por todo extremo interesante, y de cuyo buen éxito científico es garantía el nombre del ilustre profesor". Esta información aparece publicada en la sección "Crónica",con el título "Ateneo de Madrid", La Lq, núm. 1.198,21 noviembre 1906: 5. "'Esta excepción se produce al amparo del R.D.de 20 de mayo de 1904,fir- mado por el ministro de Instrucción Pública, Lorenzo Domínguez Pascual, ya citado. 422 "EXpediente de notoriedad del Excmo. e Ilmo. Sr. Don Antonio Flores de Lemus". Este documento, que se compone de tres hojas mecanografiadas, se con- serva en el Archivo Flores de Lemus, carpeta 4, exp. 1.038.La cita corresponde a la página 2. Sobre la cuestión de la temprana dedicación de Flores al estudio de la problemática de los ferrocarriles, que se ve confirmada aquí, puede verse el tra- bajo del autor "La postura de Flores de Lemus ante el problema ferroviario: el 'Informe de los sabios'", Información Comercial Española, núm. 740, abril 1995: 133 y 141-142.

423 José Ma Serrano afirma que en 1908"colaboró en el tomo 111 de Estadistica de presupuestos municipales de las capitales de provincia, publicado por la Comi- sión Consultiva de Consumos (Madrid,Imprenta M. Minuesa, 1908)".Véase Serrano, "El 'curriculum vitae' y la obra de don Antonio Flores de Lemus", art. cit.: 59. 424 Se ha hecho referencia a esta cuestión al hablar del nombramiento, que tiene lugar en 1904, de Adolfo Aivarez Buylla y de Adolfo González Posada, enton- ces catedráticos de la Universidad de Oviedo, como jefes de las secciones de Estadística y de Legislación, respectivamente, del Instituto de Reformas Sociales. 425 Expediente personal de Flores, ya citado: 1.059.A continuación, por R.D. de 1 de octubre de 1910 (Gaceta del 2) se dispone que "D. Antonio Flores de Lemus, en la actualidad encargado de la Jefatura de la Sección de Estadística de la Inspección General de Hacienda, con arreglo a lo consignado en el capítulo lo, artículo 2" de la Sección 9" del presupuesto de gastos del Estado, continíie desem- peñando dicho cargo". Por último, por un nuevo R.D. de 31 de diciembre de 1910 (Gaceta de 1 de enero de 1911) se nombra "Jefe de la Sección de Estadística de la Dirección General de Contribuciones a D.Antonio Flores de Lemus, que desem- peña igual cargo en la Subsecretaría del Ministerio de Haciendan.Ambosdecretos están firmados por el ministro de Hacienda Eduardo Cobián. 4290breesta cuestión, al hablar del grupo de Barcelona,Velarde afirma que "lo ha comenzado a estudiar el profesor Estapén.VéaseJ.Velarde,"Las cuatro es- cuelas de Flores de Lemus", art., cit.: 269. *"Así, por ejemplo, Fabián Estapé hace referencia a "sus breves estancias en Barcelona" en su libro Introducción al pensamiento económico, ob. cit: 194. '18 El más conocido de todos es el de Agustín Calvet (Gaziel), que luego sera un famoso periodista y director de La Vanguardia, que es citado por diversos autores. Por su parte, Carande escribe:"Sus enseñanzas en Barcelona sobresalían, en la Universidad y fuera de ella; así lo afirmaban alumnos suyos muy distingui- dos, compañeros míos en Berlín (1912)".Véase R. Carande,"Antonio Flores de Le- mus en el Ministerio de Hacienda", en Una escolaridad con vacaciones y cuatro maestros, Sevilla, 1977: 57. Es posible que uno de esos compañeros de Carande en Berlín fuera Manuel Reventós. '" Entendiendo escuela en el sentido que le da Velarde cuando escribe: "El término escuela de pensamiento se aplica a un grupo de investigadores, de pro- fesores universitarios y de escuelas superiores, de académicos, que adopta puntos de vista muy similares ante alguna cuestión fundamental. De ahí se va a derivar una Weltanschauung [visión del mundo] común. En el caso de la economía esto trasciende hacia la orientación de la política económica". Véase J. Velarde, "La Escuela de Madrid de Economía", art. cit.: 973-974. 430 Según Estapé, "Manuel Reventós fue el mejor discípulo de don Antonio Flores de Lemus en BarcelonaV.VéaseE Estapé, Sin acuse de recibo, ob. cit.: 51. Sobre Reventós se contiene una amplia información en el "Prólogo"de Manuel J. Peláez al número monograf~code los Annak of tbe Archive of "Ferran Valk i laberner's Libray"",que lleva por título "Estudios de Economía política, Hacienda pública, Econometría, Economía de la empresa e Historia de las doctrinas y de los hechos económicos en homenaje a Lluís Nicolau d'Olwer y Manuel Reventós i Bordoy en el primer centenario de su nacimiento", núm. 7-8,1990,en especial las páginas 20-32. En este trabajo se señala que Reventós nace en Barcelona el 19 de diciembre de 1888 y muere en 1942. Por tanto, no son exactos los datos que faci- lita Comín, que dice que vive entre 1883 y 1968.Véase el "Álbum" de Francisco Comín, incluido en E. Fuentes Quintana (dir.), Economía y economistas españo- les. 6, ob. cit.: XXVIII. La fecha de nacimiento no puede ser 1883, porque se sabe que Reventós y Nicolau d'Olwer nacen el mismo año y que cursan el Bachillerato en el mismo colegio (Colegio de los Jesuitas de la caUe Caspe de Barcelona) y en JosÉ MIGUELFERNÁNDEZ PEREZ el mismo curso. Como Nicolau nace en 1888 no podrían ser compañeros de curso. Respecto a la fecha de la muerte, si ésta tiene lugar en 1968 resulta que Reventós habría vivido 85 años, algo poco probable para los de su generaciÓn.A continua- ción, cursa la licenciatura de Derecho en la Universidad de Barcelona y se exami- na de la asignatura Elementos de Hacienda pública, obteniendo la calificaciónde "Sobresaliente en la convocatoria de junio de 19081909 y la Matrícula de Honor en septiembre,aunque en Economía política, en el curso 1905-1906,hubo de con- formarse sólo con Notable".Peláez añade que "el descubrimiento de la figura de Flores de Lemus fue decisivo en su formación económica" y "con él Reventós mantendría una fecunda relación intelectual a lo largo de los años siguientes de vida profesional".Por tanto,teniendo en cuenta que durante esos dos cursos com- pletos Flores está dando clases en su cátedra de Barcelona, puede deducirse que Reventós le tiene como profesor. Más tarde, Reventós "amplióestudios en Berlín, Düsseldorf,Würzburg y Frankfurt con Franz Oppenheimer,Gustav Schmoiíer y el administrativista Schanz, entre 191 1 y 1913, becado por el Ayuntamiento y la Di- putación de Barcelona y probablemente también por la Junta de Ampliación de Estudios". Reventós había tenido ya su primer contacto con la obra de Schmoller a través de las clases de Flores de Lemus, pero "enAlemania la figura de Schmolier y sus enseñanzas constituyeron un capítulo transcendental dentro de la forma- ción intelectual de Manuel Reventós". Este economista es profesor de la Escuela de Comercio de Barcelona, de la Escuela de Administración Pública de la Manco- munidad de Cataluña,de la Escuela de Estudios Sociales y de la Facultad de Cien- cias Económicas de la Universidad Autónoma de Barcelona, a cuyo claustro se incorpora como profesor agregado para enseñar Economía política, Economía teórica e Historia económica. Siendo ministro de Economía Nacional Nicolau d'Olwer, Reventós es nombrado director general de Comercio y Política Arance- laria por decreto de 17 de abril de 1931, cargo en el que permanece hasta el 23 de diciembre de 1931 en que presenta su dimisión. Según Peláez, Reventós "es autor de más de doscientas publicaciones, artículos, colaboraciones y comenta- rios en revistas y prensa periódica sobre materias económicas, hacendisticas, sociológicas e históricas". Sus primeros trabajos sobre temas económicos los publica en El Poble Catala, colaborando más tarde en La Veu de Catalunya, La Publicitat y El MatL Entre sus principales piiblicaciones destacan La doctrina del impuesto único de Henry George.Ensayo de crítica, Casa Editorial Estudio, Bar- celona, 1918, 119 páginas, en la que se alinea entre los críticos del pensamiento de George,y Els moziirnents socials a Barcelona durant el segle XIX, La Revista, Barcelona, 1925 (se dispone de una nueva edición,con prólogo de Pere Gabriel, realizada por Crítica, Barcelona, 1987, XVII, 188 páginas). Deben citarse también sus colaboraciones en la Geografía Universal y en la Historia Moderna editadas ambas por el Instituto Gallach.Se confirma la suposición de Peláez de que Reven- tós disfrutó de una beca de la Junta,porque en los Anales de la Junta de Amplia- ción de Estudios e Itzz~estigacionesClentíjicas, tomo 13,1914:345-430, se inclu- ye la memoria redactada por Reventós que se titula "Notas sobre algunas formas típicas de la imposición real de productos de la propiedad inmueble". Publica también dos trabajos sobre el pensamiento económico de Walther Rathenau: el primero con el título "Walther Rathenau" aparece en la Revista de Catalunya, núm. 165-166,1922: 169-172y el segundo, titulado "Una nova utopia. L'economia de la pau de Walther Rathenau", en Economia i Finances, núm. 14, julio 1919: lb. Peláez señala que "es relativamente curiosa,y merece ser remarcada aquí, la actitud contraria de Manuel Reventós a los decretos de colectivización de S'Agaró. Es conocida su oposición a Liuís Nicolau d'Olwer, de lo que ha dejado un testimonio Eugeni Xammar, en relación con las enajenaciones de oro y plata por parte del Banco de España" (vkase el libro de este autor Seixanta anys d'anur pel món. Cont~ersesambJosep Badiu i Moret, Barcelona, 1975:438439). Peláez añade que Reventós es autor de "un certero comentario" sobre el Banco de España "en rela- ción con el R.D. de 29 de setiembre de 1930, publicado en la Revista de Cata- lunya",diciembre 1930: 359-361, cuyo contenido reproduce íntegramente.Véase Manuel J. Peláez, art. cit.: 30-32. Otro autor que estudia a Reventós es José Calvo González, en un trabajo dividido en tres partes: "Centenario Manuel Reventós i Bordoy (1882-1942). Pensamiento económico (T) (Aprendizaje y formación doc- trinal)", Cuadernos infornzativos de Derecho histórico público, procesal y de la navegación, núm. 11, enero 1990: 2.599-2.615;"Manuel Reventós i Bordoy. Pen- samiento económico (li)(19 14-1923)",Cuadernos inforinativos de Derecho his- tóricopúblico, procesal y de la navegación, núm. 12-13,junio 1990: 2.991-3.006 y "Manuel Reventós i Bordoy. Pensamiento económico (IIi) (1 914-1923)", Annals of theArcbive of "Ferran Valls i Tubernerk Library",núm. 11-12, 1991: 489-498. Dos nuevos trabajos publicados sobre la obra de Reventós son los de María Encar- nación Gómez Rojo: El peizsamiento político, económico y social de Manuel Reventós i Bordoy, Barcelona, 1993,156 páginas, y en especial el más reciente de la misma autora, Historiografía jurídica y económica y peizsamiento jurídico- pziblico, social y económico de Manuel Reventós i Bordqy (188&1942), Ser- vicio de Publicaciones de la Universidad de Málaga, Málaga, 200 1,519 páginas. Por último, y como anécdota, debe señalarse que en el "'mdice onomástico" que figu- ra al final del tomo 6 de Economía y econoinistas españoles, ya citado, aparecen recogidos los nombres de lo que parece que son tres personas diferentes: "Raventós,Manuel", "Reventbs, Manuel" y "Reventós, Miguel", cuando en realidad se trata del mismo economista: Manuel Reventós i Bordoy.Vease la página 1.073. Sobre Liuís Nicolau d'Olwer se puede consultar igualmente la informa- ción contenida en el "Prólogo"de Manuel J. Peláez, ya citado, al número mono- gráf~code los Annals of the Archive of "FerranValls i Taberner's Libraiy",núm. 7-8, 1990, sobre todo las páginas 1-20.Nicolau nace en Barcelona el 20 de enero de 1888 y muere en 1961. Cursa los estudios de Derecho y de Filosofia y Letras (sección de Filología) en la Universidad de Barcelona, obteniendo en esta segun- da carrera las máximas calificaciones en todas las asignaturas, salvo en Teoría de la Literatura, en la que consigue sobresaliente. A continuación, se doctora en Filología Griega en la Universidad Central de Madrid. Según Unamuno, Nicolau JosÉ MIGUELFERNANDEL PÉREZ d'Olwer era el "hombre que sabía más griego en España". Su contacto con la cien- cia económica es temprano, pues tiene a Flores de Lemus como profesor de Economía política y de Hacienda pública. Sin embargo, durante su época de estu- diante no parece manifestar una excesiva afición hacia esta última asignatura, pues en una carta a Ramón d'Abadal de 25 de agosto de 1910 escribe: "D'Hisenda no n'he fet res en espera d'uns apunts que va prometre'm en V. Solé y que enca- ra espero". Como señala Peláez, su vinculación al mundo económico es posterior. Fue concejal del Ayuntamiento de Barcelona, donde está ligado principalmente a actividades culturales, participando en la fundación de la Escola del Mar en 1922, que supone para él la satisfacción más grande de su paso por la comisión de Cultura.Antiguo militante de la Lliga Regionalista, es uno de los fundadores en 1922 de Acció Catalana, de la que Uegaría a ser presidente. Las elecciones muni- cipales de abril de 1931 son un rotundo fracaso para este grupo político, lo que no impide que Nicolau sea nombrado ministro de Economía Nacional en el gobierno provisional de la 11 República y en el primer gobierno de Azaña. Durante su etapa de ministro se plantean graves problemas, como el de intentar establecer las bases para una reforma agraria. Elegido diputado en 193 1,tiene la oportunidad de participar en los debates sobre el artículo 26 de la Constitución de 1931, que provocan una gran división en Acció Catalana, justificando su voto favorable a la redacción definitiva en varios artículos que publica en La Publicitat. También sigue de cerca las discusiones sobre el Estatuto catalán. Por Decreto de 24 de mayo de 1933 (Gaceta del 26) es nombrado presidente de la delegación españo- la -de la que forma parte Flores de Lemus en representación del Ministerio de Hacienda- en la Conferencia Económica Mundial que se celebra en Londres. En las elecciones generales de febrero de 1936 es el diputado más votado de toda España, y en esa legislatura ocupa la titularidad de la ponencia de la Comisión par- lamentaria de Estado. Por decreto de 4 de mano de 1936 (Gaceta del 5), siendo ministro de Hacienda Gabriel Franco,Azaña le nombra gobernador del Banco de España, cargo en el que desarrolla una destacada labor que Peláez estudia con detaUe.Al año siguiente, por decreto de 1 de septiembre de 1936, es designado delegado suplente de España en la decimoctava reunión ordinaria de la Asamblea de la Sociedad de Naciones que se celebra en Ginebra. Más tarde, por Decreto dado en Salamanca el 4 de mayo de 1937 (BOE del 3,firmado por Francisco Franco, se dispone que "cese en el cargo de gobernador del Banco de España D. Luis Nicolau d'Olwer, debiendo entenderse retrotraído el cese, para todos los efectos,al 18 de julio de 1936".Nicolau es autor de una biografía de Reventós,titu- lada "Manuel Reventós: notes per a un assaig biogdfic", que se incluye en su libro Caliu. Records de mestres i amics, con prólogo del Dr. Jordi Rubió i Balaguer, Selecta, Barcelona, 1973: 73-115 (laedición, Institut Catala de Cultura, México, 1958,244 páginas). Una de sus obras más conocidas es L'expansió de Catalunya en la Meditewania oriental, Barcino, Barcelona, 1926,262 páginas (hay al menos otras dos ediciones posteriores). A él se debe también la publicación de la obra de Ramon Montaner, L'expedició dels catalans a Orient, text, introducció, notes ANTONIOFLORES DE LE~VUS:ANOS DE FORMACIÓN UNIVERSITARIA i glossari per Lluís Nicolau dlOlwer,AtenesA.G.,Barcelona, 1926,232 páginas. Son numerosos sus artículos en el diario La Publicitat, entre los que destaca el titula- do "Com enteneu el turisme a Catalunya?".Véase La Publicitat, 18 de julio de 1930:9. En él propone la conveniencia de que Cataluña se integre en las grandes rutas del turismo inglés y americano, poniendo de relieve que la naturaleza y el arte deben ser los dos grandes pilares del turismo catalán. Señala Peláez que en este trabajo Nicolau critica "el centralismo que había dominado hasta entonces el Patronato Nacional de Turismo, mostrándose partidario de potenciar un Comité autóctono, ya que la labor de promoción realizada por la publicidad institucional del mismo en el extranjero le llevaba a Nicolau a la tajante conclusión de que 'el que realice un viaje a España solicitado por el reclamo de estos carteles, no visi- tará nunca Cataluña"'. Peláez indica también que en 1945 publica un folleto en México sobre el Banco de España, pero sin ofrecer más detalles. Pero Nicolau D'Olwer es también autor de otros muchos trabajos, como La llip5 de la dicta- dura, Liibreria Catalonia, Barcelona, 1931,244 páginas, en el que efectúa una dura crítica a la etapa de gobierno de Primo de Rivera; o los que demuestran sus cono- cimientos de la historia de la América hispana, entre los que se incluyen Fray Bernardino de Sahagún (147-1570), Instituto Panamericano de Geografía e Historia, Mexico, 1952,229 páginas, que forma parte de la serie "Historiadores de América" y cuenta con una traducción al inglés realizada por Mauricio J. Mixco y prólogo de Miguel León-Portilla, University of Utah Press, Salt Lake Ci$ 1987, XVIII, 201 págs.; Relaciones dzplomáticas hispano-mexicanas, El Colegio de México, México, 1949; Relaciones de la Nueva España (por] Frny Toribio de Benavente Motolinía, introducción y selección de L. Nicolau d'Olwer, Univer- sidad Autónoma de México, México, 1964,153 páginas; Cronistas de las culturas precolombinas, antología,prólogo y notas de Luis Nicolau d7Olwer,Fondo de Cul- tura Económica, México, 1963,XVI, 756 páginas.'i'ambién están sus estudios sobre la literatura catalana, que conoce a fondo, como Sobre les fonts catalanes del Timnt lo Blancb, Tipografia I'Avenq, Barcelona, 1907; Literatura catalana, pers- pectiz~ageneral, La Revista, Barcelona, 1917, 120 páginas; Resum de literatura catalana, Barcino, Barcelona, 1927, 130 páginas; Del dialeg en la poesía medie- val catalana, Publicacions de 1'Escola d'Art Dramatic, Barcelona, 1920, 23 pági- nas; L'Escola poética de Ripoll en Les segles X-XZZZ,Barcelona, 1920,84 páginas. O sus trabajos sobre la cultura clásica griega, en la que era un auténtico experto, como El teatro de Menandro. Noticias histórico-literarias,texto original y ver- sión directa de los nuevos fragmentos por L. Nicolau d'Olwer,Tipografia I'Avenc, Barcelona, 1911,332 páginas. Una completa relación de su obra puede verse en Rosa Soler i Modena y Eulalia Miret i Raspall, Bibliografia de Lluís Nicolau d'Olweq Institut dlEstudis Catalans, Barcelona, 1995,90 páginas.Algo que no pue- de dejar de mencionarse aquí, porque constituye un aspecto importante en La vida de Nicolau D'Olwer, es su relación con el mundo de la cultura y, en especial, la enorme tarea desplegada para favorecer el estudio y la enseñanza de las lenguas clásicas por medio de su participación en varias asociaciones nacionales e inter- nacionales creadas con esta finalidad.Como reconocimiento a esta labor, con oca- sión de su fallecimiento, se le rinde un merecido homenaje de carácter interna- cional, coordinado por Ramon Aramon i Serra, que, con el título "Estudis de Ilatí medieval i de filologia romiinica dedicats a la memoria de Lluís Nicolau d'Olwern, se publica en la revista Estudis Romanics, vol.VIIII (1961) y M (1961), 267 y 285 páginas, respectivamente. En este homenaje colabora una amplia representación de los mejores especialistas en la materia, tanto españoles como extranjeros. Por último, debe señalarse un hecho que ha contribuido a conocer mejor la biografia intelectual de Nicolau d'Olwer: la publicación de la correspondencia que man- tiene con otros personajes del primer tercio del siglo XX.Véase, en este sentido, Jaume Sobrequés i Callicó, Manuel J. Peláez Albendea, Francesc Vianova i Vila Abadal y Maria Soriano i Marín, Epistolari de Lluís Nicolau d'Olwer arnb Ramon &Abadal i de Vinyals i arnb Ferran Valls i Tabernel; 1905-1933, Promocions Publicacions Universitaries, Barcelona, 1989,240 páginas. Más reciente es la apa- rición del Epistolarz' de l'exili frances, 1941-1946Lluís Nicolau dfOlwel;Ferran Cuito i Canals, edició a cura d'Eulalia Duran i de Mireia Campadabal, portic d'hadeu Cuito, Publicacions de 1'Abadia de Montserrat, Barcelona, 2003, 249 páginas. En el "índice onomástico" del tomo 6 de Economía y economistas espa- ñoles, ya citado, este economista figura como "Olwer, Luis Nicolau de", transfor- mando el apellido paterno en su segundo nombre.Véase la página 1.071. 45L Fuentes Quintana afirma en un trabajo reciente que el Grupo de Barcelona consideraba a "José [sic]Vida1 i Guardiola" (1887-1950) como "el pri- mer discípulo de Flores. El magisterio y los consejos de Flores le llevarían también a realizar sus estudios de posgrado en Alemania con el propósito de especializar- se en Economía y Administración pública. Autor de numerosos estudios sobre pro- blemas de economía aplicada, dirigiría la revista Economia i Finances y desem- peñaría sus enseñanzas en 1'Escola d'Alts Estudis Comercials". Véase E. Fuentes Quintana, 'yooa Sardá y el Plan de Estabilización y Liberalización de la economía española", art. cit.: 161. La confusión en el nombre de pila de Vida1 i Guardiola (José en vez de Miguel), que aparece también al pie de la fotografia de este eco- nomista que se acompaña, se da igualmente de forma reiterada en el "Álbum" de Francisco Comín, ya citado: XXVIII-XXM. Este economista estudia Derecho en la Universidad de Barcelona en tres cursos académicos (1903 a 1906), realiza el exa- men de grado el 28 de junio de 1906 y termina la carrera con sólo 18 años. En 1910 defiende su tesis doctoral en la Universidad Central sobre el tema La refor- ma de los impuestos directos en Prusia (1891-1893) ante el estado actual de la tributacion española. AVidal y Guardiola se debe, según Velarde, la propuesta de creación, siendo ministro de Hacienda el político catalán JuanVentosa i Calvell, del Servicio de Estudios del Banco de España en 1931, del que fue su primer direc- tor, pero permanece poco tiempo en este cargo por el cambio de régimen político. Véase J.Velarde,"Lascuatro escuelas de Flores de Lemus", en E. Fuentes Quintana (dir.). Economía y economistas españoles. 6, ob. cit.: 270. Entre los trabajos publi- cados porvidal i Guardiola están Coup d'oeil d'ensemble sur les industries espag- noles, Ojeada sobre las industrias españolas, Imp. Moderna de Guinart i Pujolar, Barcelona, s.f. (1914?), 36 páginas; es el texto en francés y en castellano que co- rresponde a su participación en el VI11 Curso Internacional de Expansión Comer- cial, y se puede consultar también en el libro Lecciones del VIII Curso Interna- cional de Expansión Comercial celebrado en Barcelona del 27 (de julio) al 12 de agosto de 1914, bajo el patronato de S.M. Don Alfonso XZI Rey de España y los auspicios de la Sociedad Internacional para el Fomento de la Enseñanza Mercantil, Imp. Moderna de Guinart i Pujolar, Barcelona, 1915, XXVII, 748 pági- nas; La Conferencia Monetaria Internacional de Bretton Woods, Inter-American Council of Commerce and Production, Montevideo, 1945,226 páginas. También deben citarse, por la influencia de Flores de Lemus que revelan, dos detallados programas para uso de sus alumnos: el Programa de Z'assignatura de la teoria de Z'Hisenda pública segons les explicacions del pro$ D. M. Vida1 i Guardiola, Mancomunitat de Catalunya, Escola de Funcionaris d'Administració Local, Barce- lona, 1921, 142 páginas, y el Programa de la legislación financiera española segons les explicacions del pro$ D. M. Vida1 i Guardiola, Mancomunitat de Cata- lunya, Escola de Funcionaris d1AdministraciÓLocal, Barcelona, 192 1,67 páginas. También colabora en el folleto La representación proporcional, Publicación de la Joventut Nacionalista,Barcelona, 1910,78 páginas. Se sabe también que duran- te los años 1932 y 1933 pronuncia diversas conferencias de contenido político, pues la biblioteca de la Universidad de Barcelona conserva los carteles anuncia- dores, en los que figuran los títulos y temas de las mismas: "La política de 1'Esquerra Republicana es la mort de l'obrerisme i de tota bona política obreris- tan,"La cansó enfadosa de la protecció als humils en contraposició amb els inte- resos veritables de I'obrer catala", "Russia, darreres notícies","¿El comunisme rus avanqa o es transforme?", "La incapacitat de 1'Esquerra es proverbial". En dichos carteles Vidal i Guardiola aparece presentado unas veces como "l'eximi econo- mista", otras como "Diputat a Corts" o "Diputat de la Lliga". Estas críticas a Esquerra Republicana en actos públicos no podían quedar sin respuesta. Así lo confirma un cartel de esta formación en el que se dice: "Es aixo la capacitat dels homes de la iiiga?,es aixo la moralitat dels homes de la Lliga?:governant la Lliga i dirigint les finances municipals el Sr.Vida1 i Guardiola, diputat de la Lliga, I'as- sessor financer de Cambó, l'home de la Chade i del Suro.. . l'arbitri sobre peix i mariscos estava concertat amb una empresa privada.. . i 1'Ajuntament recaptava.. . ara governa I'Esquerra, que no es un partit de tecnics, ni dóna patents de morali- tat,pero,I'Esquerra ha recaptat pels mateixos concepts: ion anava a parar el millió anual que I'Ajuntament ingressava de menys?". Entre los discípulos de Vidal i Guardiola figuran principalmente dos destacados economistas: José Antonio Vandellós Sola y Joan Sardá Dexeus.Véase también la información contenida en la voz "MiquelVidal i Guardiola", redactada por M" Encarnación Gómez Rojo, que se puede consultar, bajo el rótulo Grandes Economistas, en la siguiente página iueb: http://www.ezcmed.net/economistas/index.htm. Por Último, debe señalarse que hasta ahora nadie ha dado cuenta de la destacada colaboración devidal i Guardiola Josi MIGUELFERNÁNDEZ PEREZ en la interesante revista La Cataluña, en la que publica numerosos trabajos, en especial durante su estancia en Alemania para ampliar estudios (1907-1908). En eila escriben también con asiduidad Reventós,Tallada y otros economistas catalanes. Velarde incluye también en este grupo catalán a Bartolomé Amengual, José María Pi i Sunyer, Cristóbal Massó y Andrés Bausili, que era discípulo de Vidal i Guardiola.Véase J.Velarde,"Las cuatro escuelas de Flores de Lemus", ob. cit.: 270. No se sabe por qué razón Velarde escribe repetidamente Bauxili (con "x"), cuan- do parece que la forma correcta es Bausili (con "S"), y eso mismo hace también E Comín. Véase el "Álbum" citado, páginas M y XI. En su ensayo "La Escuela de Ma- drid de Economía", art. cit.: 978,Velarde cita el libro de Bausili -aquí lo escribe con "S"- Capitalismo siglo XX. Sus crisis y sus vicisitudes, Editorial Sudame- ricana, Buenos Aires, 1985. Pero se sabe que Bausili -"muy directo colaborador de Cambó", según Velarde- ha publicado también otros trabajos, entre los que se encuentran al menos los tres siguientes: La crisis de la exportación, Sociedad de Estudios Económicos, Barcelona, 1925,23 páginas; Cambó y el desarrollo: acon- tecer econónzico en su época y en el mundo contemporáneo, Institución Cul- tural Española, Buenos Aires, 1974,382 páginas, y por Último, Argentina: la trage- dia de la prosperidad, Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 1989,229 páginas.

414 Exactamente, Algarra escribe: "Cuando por vez primera tuve que encar- garme de su curso (enero de 1910) sin haberle todavía ni conocido ni tratado, me hallé con unos alumnos carentes de libros de texto o de guión y, desde luego, de programa. Les había aconsejado que escogieran para preparar su examen el libro más simpático según se antojo; con la advertencia de que el mejor consistía en el libro de la vida, donde podrían estudiar un sector cualquiera, observando directa- mente los fenómenos económicos, esforzándose después en describirlos con exactitud, y deduciendo o induciendo más tarde, tras de concienzudo análisis, las posibles conc1usiones.A la sazón sólo podía recomendarse un übro en español, conteniendo unas pocas monografias traducidas del alemán: la Economía del doc- tor Buylla" .Véase J. Algarra, "Don Antonio Flores de Lemus (el profesor y el fun- cionario)", Hacienda Pública Española, núm. 42-43, 1976: 553-554. Como se sabe, la referencia a la falta de programa habría que matizarla.Además, debe seña- larse que si la anécdota que cuenta Carande se refiere a Algarra -como parece a primera vista-, se deduce que el aprecio que Flores sentía por él no era muy gran- de. En efecto,Carande escribe:"Dejo al buen juicio del lector la calificación de una réplica que le escuchamos dar, a una persona que apareció en el despacho, un día de uno de los primeros años de nuestras reuniones. Entraba presuroso un desco- nocido, y resultó ser el sustituto de don Antonio en la cátedra de Barcelona. De sopetón le dijo que estaba sumamente preocupado porque, en caso de cumplir- se las disposiciones más recientes del ministro de instrucción pública, cesarían las agregaciones,y las suplencias, y tendnan que volver don Antonio a Barcelona y el sustituto a su destino: -Imagínese mi desolación al pensar que si yo me voy de mi cátedra, que- darán los alumnos de mi seminario de Barcelona abandonados, sin dirección. ANTONIOFLORES DE LEMUS:ANOS DE FORMACIÓN UNIVERSITARIA

La réplica de don Antonio fue poco más o menos ésta: -Comparto su preocupación, eminente compañero, aquellos alumnos, si usted no les dirige, quedarán en tinieblas; lo mismo nos sucederá a nosotros en cuanto usted salga de esta habitaciónn.k;a continuación,Carande comenta:"Me atrevo a transcribir esta anécdota, recordando que, en vida de don Antonio, algu- nas gentes le creían intratable.Si estas palabras suyas fueran impertinentes,son las más graves que le oí pronunciar. Ciertamente no era propenso Flores de Lemus a disimular, a fingir, ni a callar lo que sintiera, y tampoco sus detractores consiguie- ron -si llegaron a intentarlo- encubrir su malquerencia y su maledicencian.Véase R. Carande,"Antonio Flores de Lemus en el Ministerio de Hacienda",ob. cit.: 61. En fecha reciente,Gómez Rojo se ha referido al "trato vejatorio e insolente de Flores a su auxiliar de cátedra en Barcelona",de acuerdo con el testimonio de Pere Bosch Gimpera. Véase María E. Gómez Rojo, "Antonio Flores de Lemus (18761941)", Contribuciones a la Economía, diciembre 2005, que se puede consultar en http:/~www.eumed.net/ce/ Por tanto, ese "imperecederorecuerdo de una amis tad sincera" de que habla Algarra no parece que fuera compartido por Flores. Véase Algarra, art. cit.: 550. Por su parte, Fuentes Quintana realiza una valoración muy crítica de la labor docente de Algarra, que fue profesor de Sardá. Así, afirma: "JoanSardá no tuvo demasiada suerte con el catedrático que tenía encomendadas las enseñanzas de Economía Política y Hacienda Pública en 1925. Se trataba de Jaime Algarra. Contaba este profesor con un manual, titulado pretenciosamente Teorética, con el que ofrecer a sus alumnos la base de su formación económica. Quien se acerque hoy a la obra, publicada en dos volúmenes, reconocerá sus gra- ves defectos,que Joan Sardá resumiría en uno solo: su marcada obsolescencia res- pecto de los conocimientos vigentes en la Economía Política y en la Hacienda Pública de su tiempo. La obra se quedaba en la Economía y la Hacienda de vein- te años atrás, cuando la escuela histórica alemana dominaba las enseñanzas de la Economía, y no atendía al dominio que ya entonces existía de la escuela de Cambridge y de la obra de Alfred Marshall, que había revolucionado las enseñan- zas de Economía a partir de 1890. Una situación que no variaba con la utilización que también realizaba Algarra del Manual de [sic] Historia de la Economía de Conrad,que, a pesar de algunas ventajas docentes, detenía su narración en el mis mo punto en el que lo había hecho la Teorética de Algarra. Es decir, en la que Algarra denominaba 'escuela histórica',ignorando las aportaciones del margina- lismo y las decisivas de Alfred Marshall.A estos planteamientos negativos, el exi- gente estudiante Sardá añadía la excesiva dedicación de Algarra a los asuntos de su bufete,más que a la puesta al día de las enseñanzas de la Economía Política y la Hacienda Pública y al conocimiento y difusión de las innovaciones que se esta- ban produciendo en sus estudios. De esta manera,Jaime Algarra se convirtió en el primer profesor de Joan Sardá, pero de ninguna manera fue su maestro, recono- cido por él como taln.Véase E. Fuentes Quintana, "JoanSardá y el Plan de Esta- bilización...",art. cit.: 160. El título completo del libro de Algarra es Explicaciones teminológicas de econonzía teorética, segunda edición,Victoriano Suárez, Ma- Josi MIGUELFERIUÁNDFZ PEREZ drid, José Bosch, Barcelona [19-?],2 volúmenes, 536 y 264 páginas, pero existen también otras ediciones. En el catálogo de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos figura una obra de Algarra con el título Notas para seguir las explicaciones terminológicas de economía teorética, Librería Bosch, Barcelona, s.f., 344 páginas, que parece ser un libro diferente, pero no ha sido posible com- probar1o.A su vez, Juan Velarde pone también de relieve la escasa dedicación de Algarra a su cátedra:"Algarra,me dijo más de una vez Sardá, no se preocupaba de la cátedra:'Sólo le interesaba su bufete'".Véase J.Velarde,"Joan Sardá Dexeus y sus aportaciones a los estudios económicos y a la economía española", en E. Fuentes Quintana (dir.), Economía y economistas españoles. 7.La consolidación acadé- mica de la economía, Galaxia Gutenberg y FUNCAS, Barcelona, 2002: 373. Fabián Estapé, al recordar en sus memorias los años de estudiante en la Facultad de Derecho de Barcelona, hace una curiosa descripción de Algarra como profesor, que va acompañada de una evaluación claramente negativa.Así, escribe: "En eco- nomía política me encontré con un catedrático cómico, Jaume Algarra i Postius. Se trata de un caso sorprendente, porque aunque lo he intentado jamás he llega- do a comprender cómo pudo ser el sucesor de don Antonio Flores de Lemus. (. . .) don Jaume Algarra poseía una actitud y un sustrato muy diferentes. Su actividad docente fue por completo distinta de la llevada a cabo por Flores de Lemus duran- te los dos años que pasó en Barcelona. (. . .) Para hacernos una idea de quién era el catedrático Jaume Algarra, basta con recordar que afirmaba no querer saber nada de los tribunales de oposición. 'Son disputas en Madrid, disgustos.. . -afir- maba-. ¿Sabe qué hago yo para evitarlos? Cátedra que sale, presento mi instancia, y así no pueden ponerme en el tribunal'. Su carrera profesional seguía fielmente esta tónica, y el nivel de sus clases magistrales tenía la siguiente guisa: 'Ustedes tengan en cuenta que si z1an al mercado y quieren comprar dos longanissas,y luego quieren adquirir una tercera... '. Así eran las cosas, qué le vamos a hacer. Para reforzar su autoestima ante los alumnos solía decir que en los congresos a que era invitado nadie le llevaba la contraria. Él estaba orgulloso,y yo pensaba que los otros congresistas tenian un sentido ahorrador del tiempo. Eso sí, era un hom- bre bien situado. Durante la guerra civil había estado en la Italia fascista y, cuando volvió, en su capítulo patrimonial figuraba el monasterio de Murtra, que había adquirido como rentas amortizadas del clero del siglo pasado.También de esto se sentía orgulloso, porque el interior del monasterio contenía un van dike y un rubens. Nunca nos invitó a comprobarlo, por lo que de momento sólo forma par- te del transfondo verbal con el que nos obsequiaba en sus clases". Más adelante, Estapé hace referencia a sus años de adjunto en la cátedra de Historia del Derecho de Luis García de Valdeavellano: . . . "don Luis me advertía que yo demostraba mas intuición y conocimiento para la economía que para el derecho. Pensé en las enseñanzas de don Jaume Algarra y al principio me asusté mucho; ide ninguna manera! Así pues, de forma cordial le dije que no estaba seguro. Sin hacer una des- cripción meticulosa ni descalificadora de los métodos de Algarra Postius, que era lo que merecía, don Luis me insinuó que la economía no tenía nada que ver con lo ANTONIOFLORES DE LEMUS:ANOS DE FORMACIÓN UNIVERSITARIA

que nos había enseñado el pintoresco sucesor de Flores de Lemusn.VéaseE Es- tapé, Sin acuse de recibo, ob. cit.: 41,42,43y 64, respectivamente. Por otra parte, debe mencionarse también que Algarra es autor de otros trabajos poco conocidos y de escasa importancia: Colonización de España.Algunas indicaciones acerca de la repoblación interior de unos territorios en la provincia de Granada, Imp. y Librería de Montserrat, Barcelona, 1911,16 paginas; Formación delprecio de las carnes en el mercado de Barcelona. Estudio de la crisis de otoño de 191 1, Ayuntamiento de Barcelona, Barcelona, 1912, 113 páginas.; La propiedad mer- cantil y la expropiación forzosa, E. Subirana, Barcelona, 1929.91 páginas;El mo- nopolio de explosivos ante elparlamento, conferencia pronunciada el 18 de no- viembre de 1916 en el Fomento delTrabajo Nacional, Imp. E. de Borrás, Mestres y Cia., Barcelona, 1916,32 páginas, y "El crédito de los pequeños municipios y la so- ciedad del crédito comunal del reino de Bélgica", Anales de la Juntapara Amplia- ción de Estudios e Investigaciones Cient@cas, tomo 13,memoria 2,1914: 187-275, que parece indicar que disfrutó en dicho país de una beca de estudio concedida por este organismo. En cambio, es más conocido que Algarra es el traductor al cas- tellano de dos manuales de economía que tienen una notable difusión en las facul- tades de Derecho y de los que se publican varias ediciones: la Historia de la Economía, de Johannes Conrad, que ya se ha citado anteriormente, y los Prin- cipios de Hucienda pública, de Luigi Einaudi, que traduce con Miguel Paredes, Aguilar, Madrid, 1948. Por último, hay que señalar que cuando Algarra termina sus estudios no tiene todavía clara su dedicación al análisis y a la enseñanza de la eco- nomía -en contra de lo señalado por Comín-, como parece deducirse del hecho de que su tesis doctoral pertenezca al ámbito del Derecho. Su título es El ante- proyecto de código civil suizo. Los modos de adquirir la propiedad según el mismo comparados con los de la legislación española, Imprenta y Librería de Montserrat, Barcelona, 1910,64 páginas.véase E Comín,"Álbum"citado: XXXI. En la vida académica de Algarra -que era hijo de militar, como él mismo indica- hay que señalar que, "en virtud de oposición y propuesta del Tribunal calificador",es nombrado catedrático de Economía política y Elementos de Hacienda pública de la Facultad de Derecho de la Universidad de Zaragoza por R.O. de 13 de mayo de 1912 (Gaceta del 22), declarándose "vacante la Auxiliaría del tercer grupo de la Facultad de Derecho de la Universidad de Barcelona, de la que es titular el Sr. Algarra en la actualidad" desde su nombramiento por R.O. de 3 1 de diciembre de 1910 (Gaceta del 4 de enero de 1911). Unos años después, por R.O. de 28 de octu- bre de 1916 (Gaceta del 5 de noviembre), se dispone que Algarra "quede agrega- do, sin limitación de tiempo, a la [Facultad de Derecho] de Barcelona, encargán- dose del desempeño de la cátedra de Economía política y Elementos de Hacienda pública, así como también del Laboratorio de Estadística económica y financiera establecido en dicha Universidad".Cuando en 1920 Flores gana la cátedra de Ma- drid, Algarra pasa a ocupar la que queda vacante en la Universidad de Barcelona. Por R.D. de 17 de noviembre de 1922 (Gaceta del 18)Algarra es nombrado Dele- gado regio en Barcelona del Ministerio de Trabajo, Comercio e Industria, siendo JosÉ MIGUELFERNANDEZ PÉREZ ministro Abilio Calderón, y permanece en este cargo hasta el 1 de junio de 1923 en que se acepta su dimisión por el nuevo ministro Joaquín Chapaprieta. Después de la guerra civil Algarra es nombrado decano de la Facultad de Derecho de la Uni- versidad de Barcelona por R.O. de 18 de junio de 1945, siendo ministro de Edu- cación Ibáñez Martín. 435 El profesor Fuentes Quintana señala que Tallada, ingeniero industrial, "decidiría continuar sus estudios de Economía tras obtener una beca de la Junta de Ampliación de Estudios, que dirigía, en el campo de especialización en mate- rias económicas, por aquel entonces, el propio profesor Flores de Lemus, quien dirigiría sus pasos hacia la Economía para estudiar materias sociales y los proble- mas del empleo.Tras de estos estudios,Talladaejercería la docencia de forma cons- tante. Fue, en primer lugar, profesor de Economía Social de la Escuela de Funcio- narios de la Mancomunidad de Cataluña.Tallada dedicaría una atención espeial a lo largo de su vida académica y profesional a las materias sociales y al problema del empleo, gozando de gran prestigio y autoridad entre los economistas de su tiempo, y fue el autor de numerosos trabajos de economía aplicada, llenos de buen sentido", entre los cuales destaca su "Historiade las finanzas españolas en el siglo XIX, cuyo uso por los historiadores ha sido constante hasta la actualidad". Véase E. Fuentes Quintana,"JoanSarda y el Plan de Estabilización...",art. cit.: 16@161. Tallada es también autor de otros trabajos como Economia monetaria espanyola, Agrupació Pro-Ciencies Economiques, Imp. de la Casa Provincial de Caritat, Bar- celona, 1930,108 páginas, que se reimprime en la Editorial Alba, Barcelona, 1974, 112 páginas y se pubiica también en castellano en la revista Moneda y Crédito con el título "El problema monetario español en el siglo m",número 58, 1956; Economía política, José Montesó, Barcelona, 1937, VIII, 437 páginas; L'organització economica a la Rússia sovietica, con prólogo de Miguel Vidal i Guardiola, G. Casacuberta, Barcelona, 1935,88 páginas.; Barcelona económica y financiera en el siglo XIX, Librería Dalmau, Barcelona, 1944,98páginas.; La polí- tica económica en los tiempos de crisis, cursillo profesado en la Universidad de Salamanca durante el ejercicio académico 1937-1938,Bosch, Barcelona, 1940,130 páginas; Técnica y economía, Bosch, Barcelona, 1942,94 páginas; Economía de la postguerra, Barcelona, 1926; La crisi d'una civilització, Llibreria Catalonia, Barcelona, 1934,147 páginas; La guerra económica, Edit. Idea (Aldus, Santander), 1948,236 páginas, tomo XII de la Historia de la Segunda Guerra Mundial, que se publica entre 1941 y 1948.Tallada colabora también con Francisco Carreras y Candy, Antonio Tiffón y Bartolomé Amengual y Andreu en la obra Prestigios y valores de Cataluña contemporánea.Hombres y mujeres ilustres, su vida y su historia, Editorial Orbis, Barcelona, 1935, 382 páginas, que tiene un prólogo de Manuel Silva Bello. Se sabe también que, por R.O. de 27 de agosto de 1912 (Gaceta del 30),Tailada es nombrado delegado oficial del gobierno en el Congreso Inter- nacional de protección legal de los trabajadores,que tiene lugar en Zurich durante los días 5 al 12 de septiembre de dicho año,"debiendo percibir la subvención de 500 pesetas". Más tarde, desempeña el cargo de Inspector provincial de Trabajo ANTONIOFLORES DE LEMIJS: ANOSDE FORMACIÓN UNIVERSITARIA en Barcelona, para el que es nombrado a propuesta del Instituto de Reformas Sociales.Se desconoce la fecha de este nombramiento, pero sí consta que se acep- ta su dimisión por R.O. de 26 de abril de 1920 (Gaceta del 27), siendo ministro de la Gobernación Joaquín Fernández Prida. Como se sabe, el citado Instituto dependía de dicho Ministerio. Por úItimo,Tallada forma parte de la Comisión para el Estudio de la Implantación del Patrón Oro, creada por la R.O. de 19 de diciem- bre de 1928 (Gaceta del 20), que está integrada también por Flores de Lemus, Bernis,Viñuales y Forcat, que son nombrados por R.O. de 9 de enero de 1929. 4'6 En esta fecha existe una errata evidente porque, como se sabe, es en 1920 ciiando Flores accede a la cátedra de Economía política y Hacienda pública de la Universidad Central. "'Véase J.Velarde,"Las cuatro escuelas de Flores de Lemus",ob. cit: 270. "" Se utiliza este adjetivo de forma intencionada. Sobre esta cuestión Algarr-a escribe: "Para algunos [Flores] fue el profesor por excelencia; en el sentido de hombre ideal para contaminar sus ansias, sus aspiraciones, sus rigorismos y sus vigilias a las curiosas selecciones que se acercaban a él. Es innegable que ejerció sobre ellas un magisterio sutil y un tenaz influjo, en particular cuando un signo de fertilidad brillaba o se ocultaba en las mismas. El de la existencia de una. .. 'capacidad'.Tampocoaquí cabían los términos medios. La sociedad contemplada y discernida por Flores se integraba por dos extensas categorías:la de los capaces para la empresa que se habían impuesto o desempeñaban, y la de los incapaces para ella.Así se explica el fenómeno varias veces observado, cuando después de una sesión de eximenes de su disciplina aparecían las papeletas con las notas dis- pensadas; el alumno suspendido por vez primera tenía seguridad casi absoluta de que se le pondría asiinismo de espaldas la suerte en una segunda presentación. Porque no permitía el paso a quienes juzgaba como seres incapaces genéricos para llegar a dominar la materia del curso o para intervenir dignamente en las complejidades del Derecho una vez conseguido el título. En cierta ocasión, en una inacabable cena en su recoleta vivienda madrileña de la calle del Conde Duque, en una pausa del leit motiv de la conversación, que era la escuela psicológica aus- tríaca, le hice observar aquella coincidencia en la reprobación de los alumnos, en la que incurría sin darse cuenta.'Ia incnpacidad es incorregible: los incupaces no se corrigen y por eso reiteran, se limitó a contestarme"'.Véase J.Algarra, art. cit: 550. Cursivas del autor. "9 Por otro lado, dentro de la escuela de Madrid entendida en un sentido amplio,Velarde distingue tres grupos o escuelas diferentes: el primero, de carac- ter neohistoricista, formado por "los tres íntimos": Carande,Viñuales y Franco; el segundo, donde "frente a Schmoller tomó vida cada vez más Marshall y sus Prin- cipios",lo integran Rodríguez Mata,ValentínAndrésAlvarez y Castañeda;y, por Últi- mo, un tercer grupo, en torno a la Junta para Ampliación de Estudios e Investiga- ciones Científicas, del que forman parte Prados Arrarte, Sánchez Sarto, Ullastres, Vergara Doncel, Naharro y Mariano Sebastián.Véase J.Velarde, "Las cuatro escue- las de Flores de Lemus", ob. cit.: 270.

La figura y la obra de Flores de Lemus han sido objeto de nume- rosos estudios por parte de diversos autores, entre los que es obligado mencionar a los profesores Juan Velarde y Enrique Fuentes Quintana. Por esta razón, puede parecer un tanto pretencioso, y hasta superfluo, dedicar un nuevo trabajo a este destacado economista. Sin embargo, hay una etapa en la vida de Flores, que es fundamental para entender toda su obra científica y su actuación profesional, sobre la que se dis- pone de menor información, lo que explica que no haya podido ser analizada por los estudiosos con la misma profundidad que el resto de su trayectoria. Se trata de los años de su formación universitaria, pri- mero en distintas universidades españolas y, después, en Alemania, adonde acude para especializarse en el ámbito de la ciencia económi- ca en algunas de sus universidades más prestigiosas. Además, en fecha todavía no muy lejana ha tenido lugar la dona- ción, por parte de sus herederos, del archivo personal y de la biblioteca de Flores de Lemus a la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas'. Este hecho ha permitido ampliar de manera importante el conocimiento que se tenía hasta ahora sobre el conjunto de su vida y obra, pero quizá de una forma especial sobre esa etapa de formación y los primeros años de su actividad docente. El análisis, todavía parcial y fragmentario de esta nueva documentación -a la espera de la aparición de las tantas veces anunciadas "obras completas" de Flores de Lemus, que incluirán sin duda nuevos e importantes estudios- ha dado ya sus primeros resulta- dos, como puede comprobarse en los últimos trabajos publicados por Serrano y Fuentes Quintana, que incorporan una información más abun- dante que la conocida hasta ahora2. Pues bien, toda esta documentación ya disponible se ve confirma- da y completada con otra nueva de carácter más personal y directo, constituida por la numerosa e interesantísima correspondencia que Flores de Lemus mantiene con Francisco Giner de los Ríos, que ha per- manecido inédita hasta ahora salvo algunos fragmentos dados a cono- Josí MIGUELFERNÁNDEZ P~REZ cer por el profesor Velarde. Gracias a ella se dispone de más datos en torno a la personalidad y a la actuación del joven Flores, desde los años de formación universitaria hasta la primera etapa de docencia en la Universidad de Barcelona. De esta correspondencia que Flores dirige a Giner se conservan un total de veintitrés cartas y cinco tarjetas, aunque, por las referencias que en ellas se hacen, se deduce que le envió al menos una más, que, por desgracia, ha debido perderse.También es de lamentar que no se hayan conservado las contestaciones de Giner a Flo- res, que se sabe que existieron, pues éste alude con frecuencia a ellas4. Este trabajo pretende explotar la información contenida en esa correspondencia que Flores remite a Giner entre los años 1897, fecha de la primera de las cartas conservadas,y 1906,en que le escribe la últi- ma desde Barcelona. Está dividido en dos grandes partes. En la primera, se empieza haciendo una breve referencia al comienzo de las relacio- nes entre Flores y Giner, que probablemente se produjo en el otoño de 1892, cuando el joven estudiante se traslada a Madrid a realizar en la Universidad Central los estudios preparatorios y, después, los dos pri- meros cursos de la licenciatura de Derech0.A continuación, se analiza el contexto en el que se escriben las cartas: la primera la escribe desde Granada, en cuya Facultad de Derecho está realizando el tercer año de la licenciatura en el curso 1896-97y donde entra en contacto con algu- nos profesores relacionados con la Institución Libre de Enseñanza. Parece que esta vuelta de Flores a Andalucía, tras estudiar en Madrid los dos primeros cursos, está motivada por problemas de salud, una cues- tión a la que alude en la segunda carta enviada desde la provincia de Jaén, donde está descansando. Las cartas siguientes están fechadas en Oviedo. Aunque Flores quiere terminar su licenciatura de Derecho en la Universidad Central, por consejo de Giner acude a la Universidad de Oviedo en el otoño de 1897, cuando esta institución -y de forma espe- cial su Facultad de Derecho- está viviendo una etapa de gran esplendor y de intensa renovación pedagógica.A sus clases en la Facultad Flores une también su asistencia a la Escuela Practica de Estudios Jurídicos y Sociales, que se había creado dos años antes.Todo induce a pensar que se trata de un curso importante en su formación universitaria, que va a dejar en él una huella profunda, aunque es posible que quizá se haya exagerado un tanto este "impacto de Oviedo".Así, por ejemplo, la in- fluencia de Adolfo Alvarez Buylla en su formación económica es posi- ble que no sea tan decisiva como pretenden algunos autores. Por otra parte, parece que Flores no llega a congeniar muy bien con los asturia- nos, pues dice expresamente que no comparte el entusiasmo de Giner por su carácter. Tras licenciarse en Derecho en la Universidad ovetense, Flores se traslada a la Universidad Central a realizar el curso de doctorado y tener así la oportunidad de asistir a las clases de Giner de los Ríos. Como es lógico, de este año no se conservan cartas, pues el contacto directo y personal con el maestro las hace innecesarias.Terminado el curso, en el mes de diciembre de 1899 defiende su tesis doctoral y, aconsejado de nuevo por Giner, empieza a dar los pasos necesarios para su marcha a Alemania a ampliar sus estudios de economía, un hecho que se pro- duce a mediados de marzo de 1900. Con este viaje Flores logra ver hecho realidad uno de los sueños que más larga y ardientemente ha perseguido y para el que ha estado preparándose concienzudamente, entre otras cosas estudiando alemán con intensidad ya desde su estan- cia en Oviedo. A esta etapa de la vida de Flores corresponde la mayor parte de las cartas que dirige a Giner sucesivamente desde Tubinga, Berlín y Heidelberg, en cuyas universidades cursa estudios y donde queda literalmente deslumbrado ante los grandes economistas alema- nes de la ep0ca.A través de ellas se obtiene una información directa, de primera mano, de los estudios que está realizando en cada momento, de los profesores que explican las principales materias, de sus preocu- paciones y temores más personales -como sus problemas de salud y, sobre todo, el miedo a quedarse ciego por culpa del dictamen exagera- do y precipitado de un famoso oculista-, de las aspiraciones profesio- nales que tiene de cara al futuro a su vuelta a España ... Se sabe, por ejemplo, que en sus planes iniciales figuraba ir primero a la Universidad de Stuttgart,pero los cambia sobre la marcha para dirigirse a la Univer- sidad de Tubinga, una ciudad más pequeña en la que tenga menos pro- blemas a causa de sus todavía insuficientes conocimientos del alemán, por lo que intens&a el estudio de esta lengua aprovechando para ello los días que faltan hasta el comienzo de las clases. Al finalizar el semestre, Flores hace un balance muy positivo de las enseñanzas recibidas en Tubinga, en especial de los profesores Neu- mann y Schonberg. Pero, a fin de cuentas, esta universidad no es para él más que un primer peldaño hacia la meta que se ha propuesto con- quistar: acudir a la Universidad de Berlín a recibir las enseñanzas de los grandes maestros de la ciencia económica alemana, entre los que des- tacan con especial intensidad Schmoller y Wagner, y asistir a sus famo- sos seminarios como miembro activo a empaparse de sus conocimien- Josi MIGUELFERNANDEZ PEREZ tos económicos y, no menos importante, de los métodos y técnicas de investigación. La influencia de estos dos economistas en el joven estu- diante es decisiva, tanto en lo que se refiere a su formación como a su futura orientación académica y profesional. Además, Flores sigue los cursos impartidos por otros notables profesores de la misma universidad, entre los que se encuentran Bortkiewicz, Baiiod, Sering,Wenckstern y Alfred Weber, pero no parece que figure Wilhelm Lexis -al menos no se ha aportado ninguna prueba- a pesar de las aí3-maciones,algunas insis- tentes, en sentido contrario de diversos autores. En las cartas se encuen- tran determinadas informaciones sobre algunos de estos economistas, que quizá sean menos conocidos, pero que ejercieron también un influ- jo indudable sobre Flores. Así, por ejemplo, el enorme interés que siente por la obra de Marx no podría explicarse adecuadamente sin tener en cuenta las enseñanzas y las inquietudes despertadas por algunos de estos autores. Su estancia en Alemania se ve interrumpida por una vuelta temporal a España para participar en las oposiciones a cátedra que se han convocado en la Universidad de Barcelona. Pero, una vez presentada la documentación exigida, ante el retraso que se produce en el comien- zo de los ejercicios, Flores decide regresar a Alemania a terminar de completar su formación. Elige para elio la antigua y venerable Univer- sidad de Heidelberg, en la que se matricula en diversas asignaturas del semestre de verano y en un seminario de economía dirigido por el pro- fesor Rathgen, prolongándose las clases hasta finales de agosto de 1902. El tiempo que Flores permanece en Alemania no hace más que aumentar e intensificar la admiración que siente por este país y, al año siguiente,vuelve a España convertido en un "economista neo-mercanti- lista imperialista, militarista a la prusiana", como se define a sí mismo en una de las cartas a Giner, Reside durante unos meses en Madrid mientras prepara las oposiciones a la cátedra de Barcelona, que tienen lugar entre los meses de enero y marzo de 1904. Es nombrado catedrá- tico el 28 de este último mes y, a los pocos días, toma posesión de su cátedra de Economía política y Hacienda púbiica. Es importante señalar que las intenciones inmediatas de Flores no son las de dedicarse a su actividad docente, sino que hace todo lo posible para marchar de nue- vo a Alemania con el propósito de estudiar las estadísticas laborales de aquella nación, que considera ejemplares. Pero, al no concedérsele la pensión solicitada, se ve obligado a asumir sus responsabilidades como catedrático. Causa una cierta extrañeza que en sus cartas a Giner sólo exista una única y breve alusión a su labor docente, mientras que abun- dan las referencias a su actividad investigadora, que se traduce en la publicación de importantes trabajos tanto en España como en Alema- nia, desde donde solicitan su colaboración. Este hecho le produce una enorme y lógica satisfacción,de la que hace partícipe inmediatamente a Giner. Está todavía por estudiar a fondo la etapa de Flores en Barcelona, aunque debe señalarse que las cartas no ofrecen mucha información adicional. Pero, de todos modos, lo que sí está claro es que su estancia en la Universidad barcelonesa es relativamente breve en el tiempo y, lo que es más importante, se ve interrumpida en múltiples ocasiones debi- do a los requerimientos que se le hacen desde Madrid, en especial desde el Ministerio de Hacienda. Esta doble circunstancia, evidentemente, tuvo que infiuir en su actividad docente, entendida en un sentido am- plio, condicionando sus resultados, pero no le impidió dejar un pequeño ppode discípulos destacados. La segunda parte del trabajo, la más importante, incluye la tras- cripción literal de todas las cartas y tarjetas, escritas por su propia mano, que Flores dirige a Giner entre 1897 y 1906 siguiendo una orde- nación temporal. El lector tiene así la oportunidad de penetrar sin inter- mediarios en esa relación personal que se establece entre el discípulo y el maestro, en la que iiama la atención el tono reverencial, de pro- fundo respeto y de admiración sin límites de Flores hacia Giner. La tarea de descifrar los textos de Flores ha sido dificil y laboriosa, pues su cali- grafía, que inicialmente es bastante clara y legible, se vuelve con el tiempo cada vez más tortuosa, un hecho en el que han debido influir los graves problemas de visión que tiene ya desde su juventud.A ello hay que añadir el empleo frecuente de abreviaturas y de expresiones en alemán y en otros idiomas, dándose también el caso de escribir por completo la carta en otras lenguas distintas del castellano, como el ale- mán o el italiano, lo que se indica expresamente en cada caso. Se ha res- petado escmpulosamente el texto de Flores, incluidas algunas faltas de ortografía que se han señalado en cada caso. Las palabras que en el manuscrito original aparecen incompletas por utilizarse una forma abreviada -tanto en castellano como en otros idiomas- se han com- pletado, pero colocando entre corchetes las letras que se añaden. Las cartas van acompañadas de algunos comentarios del autor, siempre en notas, con la intención de aclarar o ampliar determinadas cuestiones tratadas o sugeridas por Flores. Estas cartas ayudan a formarse una imagen más completa y huma- na de Flores, ya que desvelan las principales inquietudes y preocupa- Josi MIGUELFERNÁNDEZ PEREZ ciones que tiene durante estos años. Entre otras muchas posibles, sólo se van a destacar ahora tres cuestiones. La primera hace referencia a la gran importancia que Flores concede a la amistad. Se pueden encontrar frecuentes alusiones a algunos de sus antiguos compañeros de estu- dios, sobre todo de aquéllos que han compartido con él los pupitres del Seminario de Filosofía del Derecho de Giner, como Mariano Gómez Bra- vo, Manuel Sola, Martín Navarro Flores o Leopoldo Palacios. Por todos eilos se interesa Flores con frecuencia, les envía recuerdos y pregunta a Giner por las actividades que está realizando cada uno, trasmitiéndo- le a su vez a éste las informaciones que le llegan sobre eilos. Pero por encima de la amistad está el honor y Flores no consiente bajo ningún concepto que se ponga en duda el suyo. Por eso, le dice a Giner que está dispuesto a batirse en duelo con uno de sus mejores amigos, Pala- cios, a quien conoce desde su estancia en Oviedo, si no le da una expli- cación satisfactoria en torno a unas afimaciones contenidas en una carta que éste le ha dirigido y las retira inmediatamente, porque consi- dera que atentan contra su honor. La segunda cuestión que aparece subrayada en las cartas es el inte- rés que siente Flores por la Universidad y la necesidad de corregir la de- plorable situación en que se encuentra en España. En una de ellas le dice a Giner que es preciso realizar "una reforma de la universidad espa- ñola, que la saque de su estado de imbecilidad sistemática cuya vida se parece más a la de las salesas que a cualquier cosa docente (¡por su- puesto, con ciertas excepciones!)". Pero añade que esa reforma "no hay que esperarla de golpe", sino que "hay que hacer primero que la gente sienta esa necesidad". Flores demuestra con esto que conoce bien la importancia que el maestro otorga a la tarea de "hacer hombres" como paso previo e indispensable a la realización de cualquier reforma. En otra carta hace referencia a la autonomía universitaria, un asunto que en aquel momento está de actualidad por el proyecto presentado al Congreso por el ministro de Instrucción Pública, conde de Romanones. Pues bien, dando prueba de una gran dosis de realismo, afima que "la independencia de las Universidades hoy, y su porvenir próximo no sólo es un sueño, más aún un sueño nada beilo: tal es el estado de la masa de los profesores (i!). Universidades hay ahí donde la libertad significa- ría la caída en la barbarie, y el formarse el claustro con sotanas más o menos incultas". De forma muy especial, Flores manifiesta su inquietud por el lamentable estado de los estudios de economía en las universi- dades españolas, sobre todo si se establece una comparación con las ANTONIOFLORES DE LEMUS:ANOS DE FORMACIÓN UNIVERSITARIA universidades alemanas. Además, se muestra dispuesto a colaborar acti- vamente en la mejora de este estado de cosas, anticipando ya la idea de organizar en el futuro, cuando vuelva a España, un seminario de eco- nomía, aunque no tenga reconocimiento oficial. Por último, no puede dejar de mencionarse la enorme preocupa- ción que muestra Flores por la situación de España. En este sentido, lla- ma la atención que, ya desde sus años de formación universitaria, el deseo de servir a su patria sea uno de los ideales que dan sentido a su vida y guían su actuación. Podría incluso afirmarse que una de las razo- nes más importantes de su marcha a Alemania a completar su forma- ción económica es la de estar mejor preparado para poder trabajar con mayor eficiencia en provecho del país que le ha visto nacer. Así, en una de las cartas a Giner le dice que pide a Dios "que me sostenga firme en mi propósito de trabajar seriamente (y no para las oposiciones, como le han dicho a V. malamente) para poder dar algo a mi patria al consa- grarle mi alma, dedicándole mi vida". Pero, como señala el profesor Velarde, el patriotismo de Flores es un "patriotismo crítico", como co- rresponde a un miembro destacado de la generación del 98, que mani- fiesta su profundo desacuerdo con la actuación de los políticos y está dispuesto a colaborar en la mejora de la gestión de la vida pública. Ambas cosas pueden verse en estos párrafos extraídos de una carta diri- gida a Giner desde Berlín: "Sea como quiera mientras Dios no me deje ciego (. . .) no pienso arrumbar mis estudios ni quedarme con ellos en el cuerpo. Esa indiferencia con que estamos acostumbrados a mirar cómo nos llevan a la ruina los imbéciles que nos desgobiernan (si es posible desgobernar a España más de lo que está) es criminal. Que las cosas vayan mal, es un gran daño; pero que no hagamos cuanto en nuestro poder esté por hacer que vayan mejor es un crimen de lesa patria. Apena comparar esa ignavia nuestra con la actividad febril de alemanes, rusos, ingleses, americanos y franceses que ahora se tiran los trastos a la cabeza (jmalas formas de lo que en sí es excelente!) por mor de las tarifas (. . .). Si no tengo cátedra, y aun teniéndola, escribiré libros o folletos o artículos de periódico, o echaré discursos o cosa que lo parezca, mas no me meteré en un rincón mientras pueda hacer algo". Se ha dejado conscientemente para el final la tarea más grata y reconfortante para todo autor, que es la de agradecer la colaboración que ha recibido durante el proceso de elaboración del trabajo. En pri- mer lugar, deseo manifestar mi gratitud a la dirección del Archivo de la Real Academia de la Historia, en el que está depositada la correspon- dencia mantenida entre Flores y Giner, por todas las facilidades dadas primero para su consulta y ahora para su publicación. En segundo lugar, ha sido especialmente importante la desinteresada ayuda recibi- da del profesor Enrique M. Ureña en la traducción de algunos de los numerosos términos en alemán que Flores emplea, así como en la difí- cil y laboriosa tarea de descifrar las abreviaturas en esa misma lengua que utiliza con frecuencia en sus cartas. Por Último, quiero expresar mi agradecimiento a tres personas sin cuya colaboración este trabajo nun- ca habría podido publicarse. Se trata de los profesores Juan Velarde, Enrique Fuentes Quintana y José Luis García Delgado. De los tres fui alumno en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Com- plutense, donde yo estaba cursando entonces la Licenciatura. Al primero le debo mi interés por la figura y la obra de Flores de Lemus, que anali- zaba con un enorme entusiasmo en la asignatura de los cursos de docto- rado "Historia del pensamiento económico español". Más tarde, fue tam- bién él quien me animó a publicar estas cartas de Flores y a redactar un escrito introductorio. Del profesor Fuentes Quintana recibí las prime- ras explicaciones de Hacienda pública. Recuerdo que, al llegar a la pri- mera clase de las ocho de la mañana, aUí estaba ya D. Enrique junto a una pizarra en la que había escrito un amplio y detallado esquema de la lección del día que la ocupaba por entero, que después nos explicaba con su potente voz.También recuerdo la experiencia de sus exámenes orales en los que a un compañero de curso -que luego desempeñó altos cargos en sucesivos gobiernos de Felipe González- le tocó sufrir exac- tamente la misma experiencia a la que Flores de Lemus sometió una vez a uno de sus alumnos, según nos cuenta Valentín Andrés Alvarez:

-¿Cuál es la moneda legal de España? -La peseta. -Bien. -Entonces don Antonio, sacaba una peseta del bolsiilo y volvía a preguntar- ¿Es ésta la moneda legal de España? -Sí. -Puede retirarse. No tiene usted idea de lo que es moneda legal ni del Estatuto monetario español5.

Por supuesto, la parte final del examen que presencié no fue así exactamente, porque D. Enrique no sacaba de su bolsiilo una peseta de plata, sino una "rubia"y, a pesar del desconcierto del alumno, no le orde- nó retirarse sino que le hizo otras preguntas para darle otra oportuni- dad demostrar sus conocimientos. Al profesor Fuentes quiero agrade- cerle ahora su generoso ofrecimiento de edición de este trabajo por parte de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas. Finalmente, al profesor García Delgado, que me inició en el estudio de la economía española, deseo expresarle mi más sincera gratitud, entre otras muchas cosas, por haber leído las diversas versiones de este trabajo y por las acertadas sugerencias que me ha formulado, pero también, y de mane- ra muy especial, por aceptar gustosamente escribir el prólogo. En últi- mo lugar, pero el primero en importancia, deseo manifestar el recono- cimiento que debo a mi familia por su comprensión durante el largo proceso de elaboración de este libro.

Durante un largo año, la cortesía del autor de la obra que abren estas líneas me ha permitido conocer sucesivas versio- nes, cada vez más depuradas, de lo que, en mi opinión, es un producto intelectual modélico, y no sólo por su buen acabado.

Debe reconocerse, por lo pronto, un alto grado de atrevi- miento -de la naturaleza del que Bachelard consideraba un método en el proceder cientvico- a quien, a estas alturas, se propone aportar aspectos novedosos sobre la trayectoria bio- gráfica y la laborprofesional de Antonio Flores de Lemus, tan frecuentadas desde hace medio siglo por las firmas mayores de nuestros especialistas. Baste, a este respecto, con la prueba más reciente: son seis, nada menos, los ensayos que a aquél se le dedican en el volumen 6, "La modernización de los estudios de economía': de la obra -excepcional por tantos motivos- dirigida por Enrique Fuentes Quintana, Economía y econo- mistas españoles (Madrid, 2001), mereciendo únicamente dos Zumalacárregui, Carande y Bernácel: y tan sólo uno, en cada caso, los ocho restantes autores a los que ahí se destaca con tratamiento singularizado:Bernis, Franco, Viñuales, Álvarez de Cienfuegos, Olariaga, Fernández Baños, Perpiñá y Vandellós. Es elogiable, pues, atreverse a aportar novedades en un terri- torio tan poblado. José Miguel Fernández Pérez lo hace.

Para conseguirlo, el autor se ha centrado, con buen olfa- to de investigadol: en las etapas de la vida de Flores hasta aho- ra más apresuradamente estudiadas, las que corresponden a sus años de formación universitaria, dentro y fuera de nues- 13 Josi MIGUELFERNÁNDEZ PEREZ tras fronteras, y a su paso por la catedra de Economía políti- ca y Hacienda pública en la Universidad de Barcelona. Son abundantes los datos y matices novedosos contenidos en esta obra sobre esos pasajes de la biografía del que fuera el eco- nomista mas influyente de su generación.

En torno al segundo de ellos, por ejemplo, dos circuns- tancias ahora mejor conocidas llaman la atención. Por un lado, el hecho de que, inmediatamente después de ganar la cátedra, Flores haga todo lo posible para conseguir una beca que lepermita volver pensionado aAlemania -en cuyas Uni- versidades de Tubinga, Berlín y Heidelberg había cursado estudios posdoctorales-, con el fin de rendir un informe sobre la estadística del mercado de trabajo en ese país, lle- gando a argumentar para ello el escaso valor del estudio pre- vio efectuado por quien había sido enviado a tal objeto por el gobierno -probablemente Juan Uña, según deduce el autor-; un episodio que revela, sin duda, que para eljoven catedrático ya resultaban mas atractivas las tareas de investigación que las propias de la docencia universitaria, un rasgo que no hará sino acentuarse con el paso del tiempo. Algo en lo que redunda la otra circunstancia aludida: me refiero a las reite- radas interrupciones -ahora documentadas en detalle- que salpican el desempeño por Flores de Lemus de esa catedra durante los años en que es titular de ella.

La principal fuente de documentación que se ha utiliza- do es la numerosa correspondencia mantenida desde 1879 a 1906 entre quien es entonces un joven universitario, hijo de un abogado de provincias, y su maestro y mentor intelectual, Francisco Giner de los Ríos. Unas cartas sobre cuya existencia nada se sabía, pues ninguno de los estudiosos de Flores había hecho referencia alguna a las mismas hasta ser descubiertas por el autof Se trata de una base informativa del todo origi- nal, que facilita un acercamiento muy directo al protagonis- ta, incluso a su intimidad, al manzyestarse en esas abundan- tes paginas epistolares estados de ánimo, temores, inquietudes y planes de vida. Son cartas, en suma, que ayudan mucho a conocer mejor una personalidad muy compleja, como ya advirtiera en su día Carande, y no exageraba ()qué decir de un incidente como el que le llevará a Flores a intentar batir- se en duelo con Leopoldo Palacios, su antiguo compañero en la Universidad de Oviedo!).

Quien tenga oportunidad, por lo demás, de echar una ojeada a las cartas manuscritas de Flores, con letra tortuosa y plagada de abreviaturas y de modismos en alemán, com- prenderá mejor la esforzada y paciente tarea que ha realiza- do Fernández Pérez para identificar vocablos y expresiones, intentando siempre captar los signzyicados correctos. Habla ello muy claramente de la actitud vocacional del autor de este libro por la investigación que, primero, ha de fatigar bibliote- cas, archivos y hemerotecas, que ha de demorarse después en la interpretación minuciosa de los materiales hallados y con- sultados, para finalmente establecer relaciones y delimitar contextos que iluminen mejor episodios y parcelas de la rea- lidad que un día tuvo vida. Así lo ha hecho, y de modo impe- cable, José Miguel Fernández Pérez para brindarnos las pagi- nas de esta obra, rebosantes de información documental y buen sentido interpretatiuo, producto de un oficio al que el entusiasmo no le hace perder rigor

Una obra que, a buen seguro, contribuirá a valorar más ajustadamente la talla intelectual deAntonio Flores de Lemus, lo que quiere decir con más distanciamiento crítico que el que hasta ahora ha marcado la pauta. En el dominio cientí- fico, canonizar no es nunca aconsejable. Con su libro, José Miguel Fernández Pérez nos lo vuelve a demostral; un mérito no menor -y termino retomando lo que apunté al arrancar- de su fructvero atrevimiento.

Madrid, 1 de junio de 2006 José Luis García Delgado