Orthotrichaceae, Musci)
Total Page:16
File Type:pdf, Size:1020Kb
El género Ulota D. Mohr en la Península Ibérica y una nueva visión del complejo de U. crispa (Hedw.) Brid. (Orthotrichaceae, Musci). Tesis doctoral presentada por Rut Caparrós Callejo dentro del programa de Biodiversidad y Biología Evolutiva Dirigida por los doctores Ricardo Garilleti Álvarez, Francisco Lara García y Vicente Mazimpaka Nibarere Valencia 2015 A mis padres A Gabriel, que siempre estuvo en mi mente desde que comencé a recorrer este camino Agradecimientos En primer lugar, quería agradecer a mis directores de tesis, Ricardo Garilleti, Francisco Lara y Vicente Mazimpaka, la bonita oportunidad que me brindaron de iniciarme en el mundo de los briófitos. Para una iniciada en la fanerogamia y asidua de las herbáceas, este pequeño pero interesante mundo suponía todo un reto. En especial, les agradezco que pensaran en mí para un trabajo de taxonomía de musgos, y que confiaran en mi criterio para ir solucionando las preguntas que iban surgiendo. Con los años he descubierto que este trabajo me gusta más de lo que podría imaginar. También quiero agradecerles el intenso esfuerzo y dedicación que han puesto en los últimos meses para poder llegar a tiempo a la impresión final de este documento. Además, este trabajo, como el resto de mi formación docente e investigadora, ha sido posible gracias a la financiación pública a través de los proyectos ministeriales y la beca de Formación de Personal Universitario (FPU), esta última, disfrutada a través de la Universidad de Valencia, gracias a la cual tuve la oportunidad de impartir docencia en ella, lo que supuso una de las experiencias más enriquecedoras a lo largo de esta tesis. Quiero que conste mi agradecimiento a los conservadores de todos los herbarios a los que solicité préstamos de pliegos, y también a Pierre Boudier y Des Callaghan, por ser tan amables de enviarme materiales de sus herbarios personales. La historia no escrita de esta tesis, la parte humana que me ha acompañado, abrigado y permitido que milagrosamente esta etapa se cierre, ha sido infinita, intensa, llena de detalles, risas, lágrimas y sorpresas; llena de personas y momentos de incalculable valor que han quedado grabadas en mi memoria y que no sólo han hecho que esta tesis sea mejor, sino que han supuesto realmente una experiencia de vida para mí. Mis diferentes estancias fuera de España han supuesto siempre un impulso en esta investigación, de todas ellas traje siempre un saco lleno de respuestas y otras muchas preguntas. Tengo mucho que agradecer a las personas que allí encontré. De mi estancia en el Museo de Historia Natural, en Londres, quisiera agradecer a Len Ellis, conservador de briófitos, a Jovita Yesilyurt, encargada de las colecciones del Herbario de Criptogamia, y a Alison Paul, conservadora de pteridófitos, por su amable disposición a ayudarme en todo momento, y por su interés en cómo avanzaba con el ingente trabajo que suponía revisar este herbario. Quiero mencionar también a Holger Thues, conservador de líquenes, por sus consejos acerca de las etiquetas de revisión, y a Armando Méndez, trabajador de la biblioteca, por ayudarme a conseguir muchos de los protólogos y referencias antiguas que necesité. También quisiera dar mis más sinceras gracias al resto del personal del NHM: Gerardo, Elisabeth, Elisabetta, Rhina, Mamen, Jovita, Alan,…, por cuidarme y hacer de la estancia en el Museo y en Londres una etapa mucho más agradable. De mi estancia en Nueva York quería agradecer a Bill Buck que me acogiera en el Jardín Botánico de esta ciudad y me consiguiera un lugar de lujo para trabajar cómodamente toda mi estancia, por su eficiencia en la resolución de todos los problemas logísticos que se me plantearon durante este período, y por su invitación para la recolección en Chile. Tampoco puedo olvidar a Ellen Bloch, encargada de las colecciones del Herbario de Criptogamia, por su amabilidad y rapidez en la gestión de préstamos, y su ayuda con otros problemillas más cotidianos, y a Gena Fernández, asistenta del Herbario de Criptogamia, por resolver todas mis dudas en relación con la revisión de especímenes que allí me surgieron. Además, quiero que conste mi agradecimiento a Lisa Fruscella, por solucionar mis dudas burocráticas en la distancia, siempre con gran paciencia, y a Xavier Cornejo, por la ayuda con la preparación de uno de los mapas que luego verían su luz con la publicación de un artículo, y por las interesantes conversaciones compartidas aquí y allá. Quiero recordar a los maravillosos compañeros de comidas y charlas en los momentos de descanso y paseos por Nueva York: Stella Sylva, Christina Mozzicato, Benito Santos, Gena Fernández y Xavier Cornejo. Mi estancia hubiese sido muy diferente sin ellos por allí. En especial quería agradecer a mi Liz, compañera de faenas de la sala de al lado y aventuras por la gran Urbe, y a Waldo Bonet el escuchar mis teorías taxonómicas y mis momentos eureka. Gracias a Douglas Daly por poner el punto de calidez en el Jardín Botánico con inmejorables “coffee times” y agradables charlas, estupendas para desconectar del trabajo. A Daniel Atha, mi compañero de piso, por su amabilidad y por cuidarme con sopitas bien calientes los días que llegaba tarde de trabajar y hacía frío, y por dejarme acompañarle al campito en alguno de sus muestreos. Por último, de entre las personas que se cruzaron en mi camino durante mi estancia en Nueva York, agradezco infinitamente a Bobbi Angell, ilustradora científica del Jardín Botánico sus consejos con los dibujos y su sencillez y amabilidad al compartir conmigo sus materiales de trabajo. Además, Juan Castillo, ilustrador científico del Real Jardín Botánico de Madrid, me dio también buenos consejos sobre dibujos de plantas, que han supuesto un valioso recurso para poder hacer los míos. De mi estancia en Ginebra agradezco a Michelle Price su inestimable ayuda con la búsqueda bibliográfica de referencias antiguas y reconstrucción de historias nomenclaturales y al resto de las personas que allí me ayudaron o acompañaron. En la Universidad de Valencia quería agradecer a Mª Jesus Sanchís y Consuelo Muñoz su amabilidad y paciencia con los trámites administrativos y su ayuda en la distancia, desde los comienzos hasta los últimos momentos antes del depósito de la tesis. En especial quería agradecer a Belén Albertos y Richi el que me acogieran en su casa en más de una ocasión, y más tarde en sus vidas durante mis estancias en Valencia, en las que no eché en falta nada. Gracias por adoptarme y cuidarme durante este tiempo y gracias por las muchísimas risas compartidas. A Patricio, Ruth, Antonio y, de nuevo, a Belén y Richi, por aquellas agradables comidas, los cafés y las horchatas entre preparación y preparación de microscopio, imprescindibles para mi trabajo diario. Quiero agradecer a la Sociedad Española de Briología (SEB) sus Ayudas a la Movilidad, que han permitido que pudiese asistir a alguna de las reuniones y congresos de criptogamia. Deseo dedicar un especial agradecimiento a la Unidad de Botánica de La Universidad Autónoma de Madrid. Se puede decir que allí nació y creció mi interés por la botánica, gracias, a pesar de las dificultades, creo que no podría haber elegido otro camino mejor. Para mi mesa camilla de la Universidad Autónoma en Madrid, vaya un enorme GRACIAS, compañeros de hoy y de ayer: Fátima, Helios, Gabriel, Manuel, Pedro, Beatriz, Juancho, Belén, Rafa, Nagore, Isabel, Alberto, Narel y Gorka. Guardo infinidad de estupendos recuerdos con vosotros, habéis sido uno de los pilares emocionales más importantes durante la realización de esta tesis. A mis increíbles compañeros briólogos de la Universidad Autónoma de Madrid. Han sido sin duda un gran aliciente para mi trabajo diario y mi curiosidad científica, además de un apoyo y susurro de ánimos constante. Simplemente esta tesis hubiese sido mucho más ardua sin ellos. A Belén Estébanez, porque nunca me dio un no por respuesta a ninguna de mis peticiones de ayuda. Da mucha tranquilidad saber que siempre podía y puedo contar con ella. Por lo mucho aprendido a su lado, porque sin ella este período no hubiese sido tan divertido, gracias por enseñarme la cara más bonita de la investigación y por confiar en mi profesionalidad. A Nagore, gracias infinitas por la ayuda con mapas y la maquetación. Ella ha sido la hechicera particular de mi tesis, sabía resolver en décimas de segundo cada uno de los problemas que le planteaba y que me afligían; y por escuchar con gran paciencia mi lucha interna por desentramar el complejo del grupo Ulota crispa día sí y día también. Creo que el mejor oxígeno que he compartido en mi vida ha sido el respirado durante nuestro trabajo en Quintos de Mora, fue un placer. Como dijiste alguna vez, no somos tan distintas y me alegro mucho por ello. A Rafa, por la ayuda con textos en latín y búsquedas bibliográficas, por las bonitas y emocionantes conversaciones sobre lo que debía ser una especie, por los momentos de dar rienda suelta a las locuras de un taxónomo, y por comprenderme tan bien cuando llegaban los bajones tras esas exaltaciones. A Isabel, que cargó con una parte sustancial del trabajo molecular de esta tesis, le doy muchas gracias de corazón por su paciencia y por todo lo que he aprendido al respecto a su lado. A Bea, compañera de sótano y de duras jornadas al microscopio, gracias por la buena compañía y las charletas, ayudaron a relajar mentes y comprender mejor lo que tenía enfrente. También quiero dedicar un recuerdo especial a mi amigo David, que resolvió muchas de mis dudas con la nomenclatura de las especies. Horas de teléfono entre Murcia y Madrid llevamos a nuestras espaldas para hablar de lo emocionante que habíamos descubierto, o simplemente para tranquilizar el alma después de un día intenso.