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REVISTA DE CRÍTICA LITERARIA LATINOAMERICANA Año XXX, Nº 60. Lima-Hanover, 2do. Semestre de 2004, pp. 229-249 CATÁLOGO, COLECCIÓN Y COLONIALISMO INTERNO: UNA LECTURA DE LA DESCRIPCIÓN DE LA PATAGONIA DE THOMAS FALKNER (1774) Álvaro Fernández Bravo Universiad de San Andrés, CONICET, Argentina En 1774, dos años antes de la fundación del Virreinato del Río de la Plata, se publicó en Hereford, Inglaterra la Descripción de la Patagonia y de las partes contiguas de la América del Sur de Tho- mas Falkner1. El libro comprende seis capítulos con una introduc- ción y un prefacio y fue acompañado por dos mapas del litoral marítimo del extremo sur de Sud América, las islas Malvinas y el interior del territorio, con sus ríos y principales accidentes geográ- ficos. Los mapas incluyen ilustraciones de una pareja de indígenas patagónicos, de sus viviendas y de algunos animales. La informa- ción sobre la región, con datos sobre puertos, producción agrope- cuaria, recursos naturales, distancias geográficas y un detallado mapa étnico de los habitantes indígenas es la primera descripción exhaustiva del interior del extremo austral de Sudamérica. Según declara Falkner en la introducción, se propone describir un reino desconocido en Europa apoyándose en su contacto directo con el territorio, que recorrió ampliamente durante los 38 años de su re- sidencia en Sudamérica como sacerdote jesuita, hasta la expulsión de la Orden de San Ignacio en 1767. En este trabajo intentaré dar cuenta de tres problemas en rela- ción con el libro de Falkner. En primer lugar, me propongo leer la Descripción en el marco de la creciente centralidad del mundo atlántico y analizar el impacto de la literatura de viajes del siglo XVIII en la formación de una nueva conciencia planetaria. El libro de Falkner permite reconocer un tipo de articulación entre litera- tura de viajes y saber científico, diferente al que predominó en las Relaciones de Indias de los siglos XVI y XVII. La atención asigna- da a especies vegetales y animales, recursos económicos, relaciones hispano-indígenas y etnias aborígenes señala una nueva configu- ración del archivo americano, escrito en otras lenguas además del español. Me interesa situar la Descripción en el contexto de lo que 230 ÁLVARO FERNÁNDEZ BRAVO Antonello Gerbi denominó la disputa del Nuevo Mundo. Obra con- temporánea de los debates sobre la naturaleza americana, si bien Falkner no manifiesta un conocimiento de los textos de los filósofos iluministas, su libro puede ser leído como una intervención en esa polémica, que interpone la perspectiva de un testigo ocular a las especulaciones filosóficas sobre América que circulaban en Europa y dialoga con la literatura de viajes publicada en el período. En se- gundo lugar me interesa analizar el inventario de especies y la función del mapa en el archivo imperial europeo. Falkner constru- ye una colección ambiciosa que describe la naturaleza y los habi- tantes, pero entre la acumulación aparentemente neutra de espe- cies aparecen consideraciones políticas y una crítica del sistema colonial. La crítica de Falkner precede y anticipa la de otros viaje- ros ilustres como Alexander von Humboldt y demuestra que ni mapas ni colecciones son acumulaciones inocuas de saber. Por último quiero interrogar la lectura y recuperación de la Descrip- ción en el período nacional en la Argentina, durante el cual fue publicada por primera vez en español, traducida y discutida por escritores y científicos. Según mi hipótesis, el libro resultó funcio- nal al proyecto de apropiación territorial implementado en la Ar- gentina durante el siglo XIX. El museo atlántico La atlantización del poder político europeo durante el siglo XVIII produjo un crecimiento del interés y el volumen de la litera- tura de viajes sobre el imperio colonial español en América publi- cada en Europa (Fabian, 1983; Lucena Giraldo, 1999). Los libros sobre las colonias españolas aumentaron en cantidad pero también cambiaron de registro. Tanto el mayor acceso de viajeros no espa- ñoles al territorio americano como la publicación y traducción de literatura de viajes sobre la región en un marco menos pautado que el de los cuestionarios e instrucciones que regulaban la publi- cación de escritos sobre América en España contribuyeron a esta transformación. Si las Relaciones de Indias eran gobernadas por una rígida retórica descriptiva –donde no obstante, según lo ha demostrado Elena Altuna, podían infiltrarse elementos como la crítica, la narración o la perspectiva personal de los autores– su horizonte de lectura estaba restringido a un ámbito administrativo y estatal que perseguía el control de los textos y de la difusión de información sobre América como un saber institucionalizado (Al- tuna, 1999 y 2002). Incluso las Cartas Anuas escritas por los jesui- tas participan de un pacto de lectura semejante: se trataba de do- cumentos destinados a una circulación restringida, donde los datos consignados responden a las expectativas de lectores que solicitan y esperan una información predeterminada. LECTURA DE LA DESCRIPCIÓN DE LA PATAGONIA DE FALKNER 231 En contraste, la circulación de información sobre los territorios escasamente conocidos de América durante el siglo XVIII obedeció a intereses comerciales y científicos, políticos y estratégicos vincu- lados con la creciente centralidad del mundo atlántico. Los viajeros científicos buscaban alimentar el archivo imperial europeo con da- tos sobre zonas virtualmente ignotas y que adquirían un mayor peso en la formación de una nueva conciencia planetaria. Aunque también se esperaban ciertos datos, como mapas más exactos, in- formación sobre recursos económicos y situación política, el mar- gen de opinión de los autores era más laxo y la oportunidad para la crítica más amplia. La historia natural ocupó un lugar central en este esquema, con descripciones, observaciones, inventarios y cla- sificaciones de especies biológicas que aspiraban a la formación de un catálogo descriptivo universal (Pratt, 1992). Sin embargo, la contribución del libro de Falkner a este catálo- go tuvo efectos concretos sobre todo en el nivel local. Fue una in- tervención decisiva para el establecimiento del Virreinato del Río de la Plata en 1776, al llamar la atención en la corte de Carlos III sobre el valor de la región y su estado de abandono por parte de las autoridades coloniales, en el marco de un crecimiento del valor es- tratégico de las colonias españolas como proveedoras de materias primas y como mercado para el tráfico de esclavos y manufacturas, y de un fortalecimiento del comercio entre Europa, Africa y Améri- ca a través del Océano Atlántico (Canals Frau, 1974; Brading, 1984; Weber, 1998). Luego de la publicación de la Descripción en Inglaterra, Machón realizó una imperfecta traducción que circuló en la corte causando alarma, e influyó en la nueva política hacia el Río de la Plata. De hecho, poco después de la publicación de la Descripción, las expediciones de Antonio Viedma (1780) y Basilio Villarino (1782) recorrieron la costa patagónica, donde fue fundada Carmen de Patagones. La llegada de Falkner al Río de la Plata fue el resultado indi- recto de la Paz de Utrecht, que había garantizado en 1713 a los in- gleses el acceso a los puertos españoles para abastecerlos de escla- vos africanos –los Asientos que funcionaron entre ese año y 1739 (Studer, 1958; Rípodas de Ardanaz, 2002:15-20). Thomas Falkner, un joven médico británico que viajaba a bordo de un barco negrero, desembarcó en Buenos Aires luego de su paso por Africa en mayo de 1730. Nacido en Manchester en 1702, Falkner realizó estudios de medicina en Londres donde, según su más importante biógrafo, fue discípulo de Isaac Newton, cuyas teorías inspiraron el viaje de La Condamine (Furlong Cardiff, 1929:15). Luego de graduarse, fue empleado en la South Sea Company, dedicada al tráfico de escla- vos. En su viaje al Río de la Plata recibió el mandato de la Royal Society de Londres de estudiar las aguas y las propiedades medi- cinales de las hierbas locales2. Comercio y conocimiento, como ser- 232 ÁLVARO FERNÁNDEZ BRAVO ía característico de muchos viajeros del siglo XIX, impulsaron su empresa. El viajero desembarcó en Buenos Aires en 1730 y poco después enfermó gravemente3. Fue atendido por los sacerdotes jesuitas que lograron sanarlo y lo convirtieron al catolicismo. Poco después in- gresó en la Compañía de Jesús. Se dedicó a la labor misionera, re- corriendo el sur de la actual Provincia de Buenos Aires –en parti- cular la zona de la laguna de los Padres, entonces una frontera formada por tres reducciones de indígenas que Falkner contribuyó a fundar. También recorrió Santa Fe, Córdoba y Santiago del Es- tero, de lo cual da cuenta en su libro. Por su condición de británico, Falkner no fue enviado a las misiones jesuíticas del Paraguay, que permanecen fuera del foco de interés del libro4. Residió por perío- dos entre los indígenas en el sur de la actual provincia Buenos Ai- res y de allí proviene la mayor parte de la información recabada sobre la Patagonia (Nacuzzi, 1998; Iglesias, 2000). En Santa Fe fue administrador de una estancia jesuítica en Carcarañá, donde recogió restos fósiles y describió un animal prehistórico. En Córdo- ba, poco después de su llegada a Buenos Aires, realizó su forma- ción y ordenación como sacerdote, y luego de sus estadías en la zo- na de Laguna de los Padres y en Santa Fe, regresó la ciudad medi- terránea para ejercer la triple profesión de farmacéutico, médico y sacerdote. Algunos autores señalan a Falkner como el primer pro- fesor de matemática de la Universidad de Córdoba y del territorio que luego se llamaría Argentina (Canals Frau, 1974:17; Babini, 1986:53). En Córdoba permaneció sus últimos años en América hasta su expulsión junto a los jesuitas en 1767. A su regreso a Eu- ropa luego de un breve paso por España, estuvo en Italia y final- mente viajó a Inglaterra, donde se encontraba en septiembre de 1771, y donde permanecería hasta su muerte, en 1784 (Furlong, 1929:55, Lafone Quevedo, 1911:8).