Catalogo-Mirame-Mirame.Pdf
Total Page:16
File Type:pdf, Size:1020Kb
ALBERTO GARCÍA ALIX CARLOS DE ANDRÉS CHEMA MADOZ CIUCO GUTIÉRREZ DANIEL CANOGAR ESTEFANÍA GRANDÍO ISABEL MUÑOZ JOSÉ LUIS SANTALLA LAURA TORRADO MANUEL DE LOS GALANES MIGUEL ORIOLA MIGUEL TRILLO OUKA LEELE RAFAEL LIAÑO ROSA MUÑOZ Los convencionalismos sociales están En los últimos años son muchos los presentes más de lo deseable en nuestras artistas que han trabajado sobre este vidas y todos queremos conocer los aspecto teatral del ser humano y han códigos del momento para no quedarnos reflexionado sobre el hecho de que nos fuera del tiempo. La industria de la moda vestimos para algo más que proteger se mueve sin cesar planteando nuevas nuestro pudor o de las inclemencias del tendencias, actualizando conceptos, tiempo. Algunas veces el artista ironiza reinventando colores, para que la intentando neutralizar las tensiones y maquinaria no pare. Estar totalmente al ansiedades que la moda y el “estar al día sobre las novedades de la moda es día” genera en algunas personas. En otros complicado y la opción que le queda al casos, el artista se limita a describir las 3 ser humano es la de agarrarse a la estética situaciones cargándolas de significado, del grupo social en el que se encuentra convierte lo banal en metafórico. Y en la más a gusto. Esto nos hace sentirnos mayoría de las veces el artista reinventa parte del grupo, parte de la sociedad, y los objetos y las situaciones para crear nos da seguridad en el día a día de las un orden nuevo en el que las emociones relaciones personales. De alguna manera, y la imaginación son parte esencial de su nuestra manera de vestirnos y calzarnos existencia. ya da ciertas claves de nosotros a los Esta exposición reúne a un grupo de demás y nos ahorra mucho tiempo de fotógrafos españoles que han participado explicaciones innecesarias. Aunque ya se de una u otra manera en esta reflexión sabe que el hábito no hace al monje y sobre el tema de la moda. La paradoja, uno puede ser muy libre de intentar el símbolo, la metáfora, la evocación, la engañar al contrario y no darle demasiadas ensoñación, el objeto de deseo, la pistas con nuestro hábito. Resulta una teatralidad y la descripción son la materia obviedad decir que la ropa y los del discurso narrativo con la que han complementos con los que nos vestimos construido sus imágenes. La muestra no no son otra cosa que parte del disfraz con pretende ser un reflejo exhaustivo de el que creamos el personaje que hemos cómo se ha tratado el tema en España decidido ser para participar en el gran en los últimos años, simplemente pretende teatro de la vida. crear un espacio para que el espectador sea cómplice del juego que los artistas le plantean y participe de la diversidad expresiva que el lenguaje fotográfico es capaz de ofrecer. Ciuco Gutiérrez ANATOMÍAS DE TELA Y CUERO Por Santiago Olmo El traje y los zapatos son las huellas del que nada tiene que ver con la verdad y cuerpo, repiten sus formas y establecen mucho con anacronismos y fantasías. su presencia, evocando actitudes y Tomemos como ejemplo la obra de maneras de estar o de vivir. Pero en el Memling Los siete gozos de María en la arte el traje ha determinado Alte Pinakothek de Munich. El cuadro de 5 fundamentalmente la situación de una grandes dimensiones nos sitúa en un escena, un contexto y a la vez un paisaje poblado en el primer plano de documento. El modo en el que los construcciones populares de techos a dos personajes aparecen vestidos en una aguas y vigas de madera vista, como las determinada escena o situación nos indica que se diseminaban en la campiña de su estatus social, su dignidad y establece Flandes en la época en que vivió el pintor, además el sentido que tiene la mientras que algunas construcciones representación. palaciegas de estilo gótico llevan la mirada En la pintura y el arte el traje desempeña hacia una ciudad amurallada en la que no sólo un papel documental que refleja se alternan cúpulas redondeadas de la realidad de su propia época, sino inspiración oriental con torres puntiagudas también el modo en el que el imaginario y tejados de pizarra. El paisaje punteado colectivo relee la historia. En la pintura de montañas rocosas se abre en el religiosa del siglo XV europeo, las escenas horizonte en grandes bahías marinas y de la historia sagrada se combinan con desembocaduras de ríos. La escena central el retrato orante de los patronos y mecenas es la adoración de los Reyes Magos, que a uno o a ambos lados de los retablos. ataviados con trajes principescos Mientras que en la escena central los combinan una idealización de la personajes visten las túnicas de una antigüedad con el recargamiento de la hipotética antigüedad de la Palestina moda del momento. La comitiva real romana, los patronos son retratados con incluye algunos jinetes a caballo y a lomos los trajes más elegantes y austeros del de camello, ataviados los primeros con presente, pero en muchas ocasiones sombreros de ala vuelta, calzas y jubones, también los santos de la antigüedad visten mientras que los segundos están vestidos con recargados ropajes del presente del con túnicas de lino blanco y turbantes. pintor. Una mirada atenta nos va a dar La virgen María aparece sentada, bajo el las claves de una interpretación histórica dintel de un portal en ruinas y techumbre ANATOMÍAS DE TELA Y CUERO de paja, con un amplio vestido azul que cae de modo principesco como un fenómeno de analogías imprevisibles, y la carga psíquica con pliegues historiados. En otra escena un Cristo resucitado de los sueños van a ser herramientas de una gran capacidad aparece cubierto por una simple túnica de color rojo. Mientras operativa en la creación de imágenes y en el desencadenamiento el paisaje remite a las convenciones de la pintura gótica nórdica, de las historias que éstas sugieren. un paisaje imaginario del norte de Europa que poco tiene en El fetichismo es abordado por Freud por primera vez en 1905 común con Tierra Santa, los soldados romanos van cubiertos de en Tres ensayos para una teoría sexual, en el que titula Las armaduras medievales, en la comitiva de los Reyes Magos aberraciones sexuales, y sitúa el fetichismo como una desviación abundan los trajes a la turca y los campesinos y pastores aparecen que implica la “sustitución inapropiada del objeto sexual”: “El vestidos con los trajes populares de la época. sustitutivo del objeto sexual es, en general, una parte del cuerpo La evocación de la lejanía y el exotismo que sugería Palestina muy poco apropiada para fines sexuales (los pies o el cabello) se convertirá en una convención de trajes fantasiosos, turbantes o un objeto inanimado que está en visible relación con la persona y plumas, colores vivos y sobre todo turbantes, ya que los turcos sexual; y especialmente con la sexualidad de la misma (prendas habían ocupado oriente y sustituido al poder bizantino. de vestir, ropa blanca). Este sustitutivo se compara, no sin razón, El anacronismo se convierte así en un documento. En él se con el que el salvaje encarna a su dios. (...) Así pues es subraya tanto una determinada idea de historia y de antigüedad, regularmente propio del amor normal cierto grado de tal fetichismo, sobre todo en aquellos estadios del enamoramiento en los que 6 sobre la que se superponen las sensaciones del exotismo; como la importancia del traje en una fantasía que implica una maestría el fin sexual normal es inasequible o en los que su realización técnica, a partir de las texturas, los pliegues de las telas y los parece aplazada. colores. ¡Procúrame un pañuelo que haya ceñido su seno, algo con lo En la pintura el traje reproduce una anatomía artificial y cultural, que alimentar mi amor! simbólica, que se contrapone al desnudo, y frente a la realidad (Goethe, Fausto, I, escena VII)” del cuerpo establece una construcción de imaginación. Freud liga la aparición del fetichismo con el descubrimiento del Es a principios del siglo XX cuando las vanguardias recuperan niño varón de la ausencia de pene en la mujer o en la madre, el objeto de uso cotidiano tanto en las obras y representaciones, y en la creencia que ello se debe a una castración que a él como el propio objeto en tanto que objeto, mediante el mecanismo también puede amenazarle. En un artículo dedicado al fetichismo de la apropiación, manipulación que conlleva aunque sea una de 1927, Freud se detiene en especificar algunas elecciones de mínima transformación y finalmente su inserción en el ámbito fetiches sexuales: “Parece más bien que el establecimiento de artístico. El calzado y los elementos de indumentaria ya no son un fetiche se ajusta a cierto proceso que nos recuerda la abrupta sólo elementos reproducibles, se convierten por sí mismos en detención de la memoria en las amnesias traumáticas. También objetos cargados de sentido y de simbolismo: la influencia de en el caso del fetiche el interés se detiene, por así decirlo, en las corrientes de pensamiento psicoanalítico y muy determinado punto del camino: consérvase como fetiche, por significativamente el surrealismo que se hace eco de ellas serán ejemplo, la última impresión percibida antes de la que tuvo decisivos en esta transformación, lo que dará lugar a una carácter siniestro y traumático. Así el pie o el zapato deben su reconsideración analógica del cuerpo a través de sus adornos y preferencia –total o parcialmente- como fetiches a la circunstancia elementos de uso cotidiano. El surrealismo utilizará no sólo un de que el niño curioso suele espiar los genitales femeninos desde lenguaje poético de raíces literarias, también un marco visual abajo, desde las piernas hacia arriba.