Catálogo De La Colección De Fósiles Del Museo Nacional
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UNAM I lililí lllll lllll lllll III 21107 INSTITUTO DE GEOLOGIA - CU ' UNAM ' . If , ' '' . - - ' • V d.c<? Z~ ( ) BIBLIOTECA ñ' o* \'} : - Y CATÁLOGO “ GOEEGGIÓ:Q ge EÓ$IIjE£ DEL MUSEO NACIONAL, POR EL DR. MANUEL M. VILLADA. MÉXICO Imprenta del Museo Nacional 1897 Qfvn* DONACION 1 7 OCT. 2012 tí I PREÁMBULO. L inmenso espacio de tiempo trascurrido desde E que las primeras tierras emergieron del seno de las aguas que cubrían la superficie del globo hasta nuestros días, constituye el tiempo geológico. En cierto momento la vida orgánica comenzó á manifes- una tarse en serie infinita de seres que sucesivamente fueron apaieciendo y como reemplazándose los unos á los otros. En la historia de la creación se han esta- blecido cuati o grandes divisiones: a 1 . tiempo , azoico, (sm vida); 2. a tiempo , paleozoico, (vida antigua); 3.a , tiempo mesozoico, (vida media); 4. a , tiempo caino- zoico, (vida i eciente). Por la predominancia de cier- tos seres, los tres últimos se han subdividido en edades. Las que corresponden al tiempo paleozoico, son: a 1. edad, de los Invertebrados; 2. a edad, de los Peces; a 3. edad, de las plantas del carbón, ó carbonífera. El tiempo mesozoico, en que los reptiles tomaron notable incremento revistiendo á la vez formas ex- traordinarias, comprende únicamente la edad rep- tiliana. n Al tiempo cainozoico corresponden la edad de los Mamíferos y la del hombre. Las distintas edades se han subdividido aún en pe- ríodos y éstos en épocas: siendo unos y otras espa- cios de tiempo más y más reducidos. México, Noviembre de 1897. Dr. Manuel M. Villada. , , MAMMALIA. 2. Carnívora. 3. 1 . —Mitad derecha del maxilar inferior del Ursus spelceus, 4. Blum.—Del terreno cuaternario, Francia. (Donación del 5. Sr. Dr. Alfredo Dugés.) 6. Prohoscidea. 7. 8. — Cráneo del Elephasprimigenius Blum.—Del terreno pleis- toceno de Tequixquiac, Estado de México. 9. —Maxilar inferior ó quijada del E. primigenius.—Del te- rreno pleistoceno de Tequixquiac, Estado de México. —Defensa ó colmillo del E. primigenius.—Del terreno pleis- toceno de Tequixquiac, Estado de México. — Série de dientes molares y colmillos de la especie seña- lada y del E. colunibi Falc.—Del terreno pleistoceno de Tequixquiac, Estado de México. — Ethmoides ó hueso del cráneo del E. primigenius.—Del terreno pleistoceno de Tequixquiac, Estado de México. —El mismo, de otra especie.—Del terreno pleistoceno de Te- quixquiac, Estado de México. —Primera vértebra cervical ó átlas del E. primigenius. Del terreno pleistoceno de Tequixquiac, Estado de Mé- xico. pleis- — La misma, al parecer, de otra especie. Del teneno toceno de Tequixquiac, Estado de México. — — 10. 2 11. —Segunda vértebra cervical ó eje del E. columbi?—Del terreno pleistoceno deTequixquiac, Estado de México. —Vértebra cervical, subsecuente á las anteriores, del E. primigenius.—Del terreno pleistoceno de Tequixquiac, Estado de México. 12. —Sériede 25 vértebras dorsales y lumbares de las dos expre- sadas especies de Elefantes. —Del terreno pleistoceno de Tequixquiac, Estado de México. 13. —Hueso sacro ó de la rabadilla del E. primigenius. — Del terreno pleistoceno de Tequixquiac, Estado de México. 14. —Porción superior del sacro del E. columbi?—Del terreno pleistoceno de Tequixquiac, Estado de México. 15. —Série de 13 fragmentos de costillas de una ú otra de las expresadas especies.—Del terreno pleistoceno de Te- quixquiac, Estado de México. 16. —Fragmento de omóplato izquierdo con su cavidad gle- noide, de una de las dos especies de Elefantes. —Del terreno pleistoceno de Tequixquiac, Estado de Mé- " xico. 17.—Fragmento de omóplato derecho, de uno ú otro Elefante. —Del terreno pleistoceno de Tequixquiac, Estado de México. 18. — Cavidad glenoide del mismo hueso de la espaldilla ú omóplato, de una de las dos especies de Elefantes. Del terreno pleistoceno de Tequixquiac, Estado de México. 19. — Cubito derecho ó hueso del antebrazo de uno ú otro Elefante. —Del terreno pleistoceno de Tequixquiac, Es- tado de México. 20.—Porción inferior y media del húmero derecho ó hueso del brazo, del E. primigenius.—Del terreno pleistoceno deTequixquiac, Estado de México. 21. —Porción inferior y media del húmero izquierdo, de la mis- ma especie. Del terreno pleistoceno de Tequixquiac, Estado de México. 22. —Fragmento del hueso húmero del i?, columbi?—Del te- rreno pleistoceno de Tequixquiac, Estado de México. 23. 3 24. —Fragmento del hueso húmero del E. primigcnius. —Del terreno pleistoceno de Tequixquiac, Estado de México 25. —Hueso iliaco derecho ó de la cadera, de una ú otra especie —Del terreno pleistoceno de Tequixquiac, Estado de 27. México. —Fragmentos del hueso iliaco derecho é izquierdo, con su 28. cavidad cotiloide, de una ú otra especie. —Del terreno pleistoceno de Tequixquiac, Estado de México. 29. —Fémur derecho ó hueso del muslo del E. primigcnius. —Del terreno pleistoceno de Tequixquiac, Estado de 30. México. —Fémur izquierdo, de la misma especie.— Del terreno pleis- 31. toceno de Tequixquiac, Estado de México. — Tibia derecha ó hueso de la pierna, de la misma especie. —Del terreno pleistoceno de Tequixquiac, 32. Estado de México. — Extremidad inferior del radio izquierdo ó hueso del an- 33. tebrazo, del mismo E. primigcnius.—Del terreno pleis- toceno de Tequixquiac, Estado de México. * — Huesos del carpo y metacarpo ó de la pata delantera, de la misma especie. Del terreno pleistoceno de Tequix- 34. — quiac, Estado de México. —Huesos del tarso y metatarso ó de la pata trasera, de la 35. misma especie.—Del terreno pleistoceno de Tequix- quiac, Estado de México. —Conjunto de tres piezas del E. primigcnius: región pos- terior del cráneo con el agujero occipital y cóndilos; región anterior del omóplato con la cavidad glenoide; diente molar.— Del tereno pleistoceno de Tlatlauqui, Sierra de Puebla. —Maxilar inferior ó quijada del Dibelodon Shepcirdy, Leyde, ó Mastodonte. —Del terreno pleistoceno de Tequixquiac, Estado de México. — Fragmento de omóplato izquierdo con su cavidad gle- noide, de la especie anterior.—Del terreno pleistoceno de Tequixquac, Estado de México. * El número que ó este ejemplar corresponde debió ser el 24 y 25 el que sigue. — 36. 4 inferior del húmero derecho, de la misma es- 37.—Extremidad peje, Del terreno pleistoceno de Tequixquiac, Es- tado de México. Extremidad inferior del radio izquierdo, de la misma es- pecie. Del terreno pleistoceno de Tequixquiac, Es- tado de México. 38. El mismo hueso anterior ó del antebrazo, sin sus dos ex- tremidades, de la misma especie. —Del terreno pleisto- ceno de Tequixquiac, Estado de México. 39. —Fragmento de hueso iliaco derecho con la cavidad gle- noide, de la misma especie.—Del terreno pleistoceno de Tequixquac, Estado de México. 40—Hueso del fémur derecho ó muslo, de la misma especie. —Del terreno pleistoceno dé Tequixquiac, Estado de México. 41. — Fragmento inferior de la tibia derecha ó hueso de la pierna, de la misma especie. —Del terreno pleistoceno de Tequixquiac, Estado de México. 42. —Fragmento del hueso iliaco izquierdo, de la misma es- pecie —Del terreno pleistoceno de Tequixquiac, Es- tado de México. Las osamentas fósiles antes enumeradas, y que no son sino una mínima parte de las que han sido desenterradas al prac- ticarse la grande obra del tajo de Tequixquiac, así como las encontradas en otros distintos lugares de las altas mesas de la República, demuestran con toda evidencia, que las regiones comprendidas en ellas estuvieron habitadas por los grandes Mamíferos provistos de trompa, del órden de los Proboscidios, correspondiendo á cuatro ó cinco especies extinguidas en la actualidad. Los geólogos han comprobado que tal suceso acaeció durante el período pleistoceno, intermediario entre la edad terciaria y la cuaternaria ó éra del hombre; fueron, pues, nuestros predecesores, quizá contemporáneos del hombre pri- mitivo. En el mundo actual ó periodo reciente de la última de las edades expresadas, existen solamente dos especies nuevas: el Elefante de la India y el de la África; desapareciendo por , 5 completo los Mastodontes, que fueron animales de distinto gé- nero. Las muelas en los primeros tienen una estructura más complicada: en ellas la dentina ó marfil se halla dispuesta en capas más ó menos numerosas, paralelas entre sí, vertical- mente transversas y revestidas de esmalte; plegadas además y recortadas en sus bordes de diversos modos; unidas, en fin, por abundante cemento. En los segundos, la mesa de los ex- presados dientes está dividida en costillas transversales, en forma de cuña, y cuyas cúspides se subdividen á menudo en pe- queños conos que se asemejan más ó menos á las tetas de una vaca: de aquí el nombre genérico de tales animales, formado de dos voces griegas: mostos, teta, y odos diente. En unos y otros Proboscidios faltan por completo los dientes caninos co- mo en los Roedores, pues sus enormes defensas ó colmillos son verdaderos dientes incisivos, existiendo un solo par en el maxilar superior y á veces otro en el inferior, según las espe- cies; con la particularidad de que en los Mastodontes persisten en ellos las cavidades que contienen la pulpa dentaria, y que su crecimiento continúa mientras el animal vive. Por último, los dientes de los Elefantes y Mastodontes difieren de los que poseen los demás órdenes de animales, en que casi siempre se desarrollan de atrás adelante y no verticalmente al desgaste dentario. UNGULATA. ARTIODACTYLA (PARIDIGITATA) BUNODONTA. Su id se. 43.—Dibujos tomados del natural, de diferentes huesos del Platygonus Alemani A. Dug. —Del tajo de Tequix- , quiac. Los huesos originales se hallan en poder del Sr. Dr. Al- fredo Dugés, distinguido zoologista radicado en la Ciudad de Guanajuato, quien los estudió y le impuso nombre á esta nueva — 6 ani- especie. Estos restos fósiles son de un verdadero Javalí, familia: mal de distinto género que el Cerdo, pero de la misma o ya- y como fueron encontrados en la misma capa de terreno qne fue- cimiento de los Mastodontes y Elefantes, se deduce ron contemporáneos de estos Proboscidios.