In Focus 04. Alligator Records. 30 Años Con El Blues
Total Page:16
File Type:pdf, Size:1020Kb
IInnffoorrmmeess AALLLLIIGGAATTOORR RREECCOORRDDSS 3300 aaññooss ccoonn eell BBlluueess l heredero de Chess Records como primer sello de música negra del mercado ha celebrado su 30 aniversario en muy buena forma. Su camino ha sido accidentado Epor momentos, pero siempre ascendente e imparable, como la tenacidad y esfuer- zo de su fundador y cabeza pensante: Bruce Iglauer, el hombre que amaba el Blues. Y esa es, sin duda, la diferencia funda- marrón ante la puerta. Una vez dentro, ba a terminar porque se reía demasiado mental entre Alligator y su ilustre antece- era difícil ver a la banda entre el gentío. fuerte."Así debía de ser Hound Dog sor, el sello de los hermanos Chess: la Florence´s no era lo bastante grande Taylor, y Bruce Iglauer decidió que aque- motivación de aquellos fue la de explotar como para tener un escenario. lla banda tenía que grabar un disco, con- el filón que supuso la música negra para Sencillamente apartaban algunas mesas vencido de que esa música podría llegar público negro, mientras que Iglauer del fondo y la banda metía sus amplis." a un público más amplio y joven. Así se lo encontró su motivación en los oscuros En aquel lugar, cada domingo, tocaba la expuso a Bob Koester, pero él no lo vio garitos de Chicago, y su mercado, así, con lo que, sin pensárselo dos en el público blanco consumidor de veces, Iglauer fundó su propia dis- música negra. Corey Harris cográfica para producir su disco. Ya En 1966, Bruce Iglauer descubrió tenemos Alligator Records. su pasión por el Blues gracias a El álbum se grabó en dos noches, una actuación de Mississippi Fred en la primavera del 71, en un estu- McDowell. Estudiante de la dio alquilado, en directo y en dos Universidad de Lawrence, en pistas, con los mismos instrumentos Appleton, Wisconsin, Iglauer y amplificadores usados a diario en comenzó a introducirse en la músi- el Florence´s, y captura, según la ca llevando un programa en la emi- obsesiva intención de Iglauer, el sora del campus y desplazándose a sonido y el sentimiento de los clubes menudo a Chicago donde vio a de Blues de Chicago en un disco. Muddy Waters, Junior Wells, Magic "Genuine Houserockin´ Music" Sam, etc. Al poco tiempo, estaba decía la portada, y esta frase se convenciendo al comité de activi- convertiría en el eslogan oficial de dades de la universidad para traer la casa. En realidad, en lo único en a Luther Allison a tocar en la fiesta que consistía la compañía en aquel de la facultad. Aunque finalmente momento era en el propio Iglauer tuvo que pagarlo de su bolsillo como agente, manager, productor y pudo organizar dos actuaciones de distribuidor; una base de operacio- la banda, que vieron agotarse las nes en su minúsculo apartamento, entradas. La audaz gestión de tapizado con cajas llenas de discos aquel estudiante de 22 años llegó a y con una pequeña mesa de traba- oídos de Bob Koester, fundador de jo junto a la cama, y su viejo Delmark Records (con quién graba- Chevrolet como sistema de distribu- ba Luther Allison), quien no perdió ción. un segundo en ofrecerle un puesto en su compañía tan pronto el joven Así las cosas, tiró 1000 copias del Bruce apareció por Chicago. álbum, por supuesto pagadas de su propio bolsillo, las metió en el A principios del año 70, y ya asiento trasero del coche y salió a la establecido en Chicago, Iglauer carretera a buscarse la vida. El sis- vivía su sueño dorado, recorriéndo- tema consistía en visitar dos o tres se a diario los clubes del South y el emisoras de radio y camelarse al DJ West Side y asistiendo a las graba- de turno para conseguir que pusie- ciones de sus héroes en los estudios ra el disco. Una vez logrado esto, de Delmark, junto a Koester. Sin acercarse a algún distribuidor y sol- embargo, el descubrimiento que habría banda favorita de nuestro protagonista: tarle el medio farol de que el disco en de ser más trascendental para el futuro de Hound Dog Taylor & The HouseRockers. cuestión estaba sonando en todas las Bruce Iglauer sería "Florence´s Lounge", Dos guitarras y batería, "todos tocando emisoras de los alrededores, y así conse- en un oscuro rincón del South Side: uno sentados mejor de lo que otros lo hacen guir que lo pasara a las tiendas. Dado lo de los locales mas desconocidos y menos de pie". "Todo el tiempo golpeando el rudimentario del método, y a pesar de glamourosos de la ciudad: "Solo para ritmo con los dos pies, lanzando atrás la que empezaba a ser una época difícil entrar en Florence´s", cuenta Iglauer, cabeza con cada agudo, riéndose de sí para la música minoritaria (es el momen- "tenías que rodear el camión aparcado mismo, de la banda y de la gente, y con- to en que las emisoras empiezan a recor- delante y pasar entre el grupo de hom- tando chistes indescifrables que no llega- tar las listas musicales para incluir única- bres que bebían de bolsas de papel 80 Alligator Records mente artistas muy populares; era lo que Como el público y la crítica seguían la compañía desde una situación de claro más dinero daba y punto), el disco apoyando el proyecto y, como de costum- reconocimiento y éxito: Koko había sido "Hound Dog Taylor & The House Rockers" bre, no había mucho que perder, Iglauer una primera figura del blues a lo largo de se abrió un hueco muy considerable: decidió que el riesgo era lo suyo y apos- los 60, con singles de gran popularidad, 10.000 copias vendidas el primer año, lo tó, para el tercer disco, por un recién lle- como su versión del "Wang Dang que hizo que Iglauer se deci- Doodle", y había hecho giras por Europa diera a dejar Delmark y compartiendo escenario con Muddy dedicarse a Alligator Waters. "Era una pequeña compañía por Records en cuerpo y alma. aquel entonces", cuenta Koko, "pero fue En cuento al nombre, hay lo mejor que pudo haberme pasado. Mi que señalar que no fue una carrera no empezó realmente hasta que cuestión de parafernalia del llegué a Alligator." Su álbum "I Got What blues, los pantanos de It Takes" salió en 1975, y resultó ser la pri- Louisiana y tal, sino que el mera nominación del sello para los "caimán" es el propio Bruce Grammy, algo que se convertiría en habi- Iglauer, que hace castañete- tual: a partir de entonces, raro ha sido el ar los dientes cuando le año en que ningún artista de Alligator gusta una canción... consiguiera alguna nominación. El disco había tenido Tras el segundo disco de Son Seals, el buena acogida pero esto no año 76 vería la muerte de Hound Dog enriqueció a nadie. Iglauer Taylor y la publicación de su disco póstu- se resignó a sacar cada mo, "Beware Of The Dog", que supuso la disco pensando en el segunda nominación al Grammy. El siguiente, lo que le permiti- bache se superó con creces. En 1978 ría un máximo de uno al Iglauer ficha a otra leyenda: Albert año. Sin mucho que perder, Collins, cuyo álbum "Ice Pickin`" obtuvo el jefe decidió que grabaría nominación al Grammy junto con el lo que quisiera y como qui- segundo de Fenton Robinson, "I Hear siera, es decir, a los músicos Some Blues Downstairs", y la primera que realmente adorase, sin entrega de la serie "Living Chicago Blues", preocuparse de las ventas, recopilación (otra arriesgada idea de con lo que, como era de Iglauer, cómo no) de artistas poco cono- esperar, volvió al viejo cidos de la escena habitual de Chicago. Florence`s y sacó del olvido Todo esto, mas el segundo álbum de a otro viejo maestro de Koko, el tercero de Son Seals y el "Living Chicago: nada menos que Chicago Blues II", todo el mismo año, Big Walter Horton. convirtió este 78 en el primer año real- Superviviente de la época mente fuerte de Alligator; de aquí en ade- dorada de la Chess, el anti- lante, todo iba a salir muy bien. guo sideman de Muddy Dave Hole Waters, Otis Rush y demás Para el año siguiente, Iglauer tuvo que no había grabado anterior- elegir, entre los artistas recopilados en mente más que un disco como líder, y en gado a Chicago casi totalmente descono- "Living Chicago Blues", a uno que graba- los últimos tiempos apenas se le veía cido. El joven Son Seals tenía, como ría un disco propio para el catálogo. El siquiera por los viejos clubes. "Big Walter único aval, la confianza que en él había elegido fue el veterano Lonnie Brooks, había sido siempre mi armonicista favori- depositado Hound Dog Taylor cediéndole quién ya había tenido un nombre allá por to, y nunca le oí sonar mejor que cuando un par de noches a la semana en el los 50 en Louisiana, pero que en este tocaba con su "hijo" Carey Bell en el "Expressway Lounge"(a cuatro manzanas momento sobrevivía por los clubes del Florence`s, cada uno con el brazo sobre de "Florence`s"), donde tocaba (con una West Side. "Bayou Lightning" fue su álbum los hombros del otro, las cabezas juntas y guitarra prestada) y cantaba "como si su de entrada en Alligator, donde hoy día las armónicas respondiéndose mutua- vida dependiera de cada nota y cada todavía continúa. Los 80 trajeron diversas mente.". El disco sería, pues, una reunión palabra". "The Son Seals Blues Band" fue novedades; el primer disco grabado fuera entre ambos armonicistas, y la primera el Alligator del año 73, y la confianza de Chicago (que se convertiría en el tes- vez que Horton grababa según su criterio, depositada en él daría sus frutos: tres tamento musical de Professor Longhair y eligiendo personalmente temas y músi- años después, tras su segundo disco supondría otra de las cumbres de la dis- cos.