Caso Gallardón Contra Federico
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CASO GALLARDÓN CONTRA FEDERICO El 20 de junio de 2006 el alcalde de Madrid Alberto Ruiz Gallardón interpuso una querella contra el periodista Federico Jiménez Losantos por un delito de injurias graves y con publicidad. La querella, que a posteriori fue ampliada hasta en cuatro ocasiones, fue presentada en los juzgados a raíz de las opiniones que el director de Es la mañana emitió en la cadena COPE tras la intervención del popular en el Foro ABC-Deloitte. En dicho encuentro, el regidor de la capital pidió no responder a la “radicalidad de la izquierda” con más radicalidad y atacar al Gobierno no por lo que hizo o dejó de hacer entre el 11 y 14 de marzo del año 2004, sino por su gestión posterior. En el mencionado coloquio, que tuvo lugar el 7 de junio de 2006 en la capital española, uno de los periodistas asistentes preguntó a Ruiz-Gallardón la siguiente cuestión: “Parece que usted apuesta por un moderantismo ya que se ha referido a no contaminarse con el radicalismo de la izquierda gobernante y ha planteado también creo que una estrategia al decir que no se cansa de insistir en que no se insista sobre las fechas precedentes al 14 de marzo. ¿Usted cree que ésta es una idea ampliamente compartida en el Partido Popular o todavía tanto en la cuestión ideológica del moderantismo como en la cuestión táctica de lo que precedió al 14-M hay discrepancias?”. El alcalde respondió de forma extensa a la pregunta. Dentro de su contestación Gallardón pronunció las siguientes palabras textuales: “El 14 de marzo. Yo si creo que este Gobierno le debemos sustituir por la mala gestión que ha hecho de la confianza que el 14 de marzo la mayoría de los españoles depositaron en él. Y que volver al debate de por qué depositaron esa confianza puede traer el efecto perverso de distraer los profundos errores de gestión que el Gobierno ha realizado desde el 14 de marzo. Hablar del 11 al 14 de marzo, podría hacer pensar a algunos ciudadanos que no tenemos argumentos del 14 aquí para proponer una sustitución del Gobierno. Y los tenemos y muy sólidos. Yo creí que en una democracia, al margen de cuáles fueran las circunstancias, y todos saben cuáles fueron las circunstancias, yo creo que este Gobierno no merece continuar cuatro años más como consecuencia de haber dilapidado esa confianza que recibió de los ciudadanos. Y yo creo que además de construir con moderación, además de argumentar los errores del Gobierno, nosotros tenemos que hacer una propuesta de futuro. Los ciudadanos votan futuro. Siempre en todas las elecciones hay dos partidos: uno que representa al pasado y las pierde; y otro, que representa al futuro y las gana y eso ocurre en cualquier sistema democrático. Y nosotros tenemos que convocar al futuro a los ciudadanos españoles y solamente desde esa convocatoria, con ideas, con proyectos, avalados por equipos y avalados por la gestión de allí donde hemos tenido responsabilidades de gobierno, solamente desde esa convocatoria de futuro conseguiremos que sean más los que nos apoyen que los que se distancien. ¿Eso significa dar por bueno lo ocurrido entre el 11 y 14? ¿Eso significa no insistir en los errores del Gobierno? Rotundamente no, es nuestra obligación hacerlo. Pero eso sí significa que cuando se pretende gobernar España tu tienes que llamar a un proyecto que desde esta generación se esté trabajando para la siguiente, y no caer, y vuelvo al efecto mimético del radicalismo, en revisionismos históricos o en miradas hacia atrás, que forman parte más de los equipajes sentimentales de cada uno de nosotros o del trabajo de las cátedras de investigación”. Un día después de la celebración del Foro ABC- Deloitte el diario del grupo Vocento tituló en su portada: “Ruiz Gallardón invita a su partido a obviar el 11- M y a huir de la radicalización”. Dicha información firmada por la periodista Cristina de la Hoz destacaba que el regidor “tras aclarar las cuestiones formales de cómo debe ser, a su juicio, la oposición popular, entró en el “fondo” al defender que al Gobierno socialista “se le debe sustituir por su mala gestión”, por lo que volver al debate del 11-M “puede distraer de los enormes errores que ha cometido” además de hacer pensar que “no tenemos argumentos, que los tenemos y muy sólidos”. “Esta visión de la actuación política marca, sin duda, una estrategia diferenciada respecto a muchos dirigentes significativos de su partido, algunos de los cuales comparten con él la reunión de “maitines”, núcleo duro del PP en el que sus componentes ayudamos a Rajoy a conformar una propuesta”, señalaba la información de ABC. Dicho diario interpretó y publicó que de las palabras de Alberto Ruiz Gallardón se desprende la recomendación de una estrategia de oposición basada en el silencio político sobre lo ocurrido en los días posteriores a los atentados del 11 de marzo en Madrid con el objetivo de acceder al poder en las próximas elecciones generales. También lo entendieron así algunos miembros del Partido Popular. Según publicó el diario El Mundo en su edición nacional dos días más tarde, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre rechazó la invitación a la moderación del alcalde de la capital. También mostró abiertamente sus discrepancias su número dos Ignacio González. El mencionado periódico titulaba así la noticia: “Aguirre replica a Ruiz Gallardón que en el PP se habla con moderación. El vicepresidente de Madrid contradice al alcalde en su deseo de obviar el 11-M”. A raíz de esta noticia, Federico Jiménez Losantos criticó duramente el intento de Ruiz Gallardón de silenciar políticamente lo ocurrido desde el 11 al 14 de marzo para obtener a cambio mejores réditos políticos en forma de acceso al gobierno de la nación por parte del Partido Popular. En los días posteriores al 7 de junio de 2006, el comunicador, en el ejercicio de su libertad de expresión, reconocida por el artículo 20 de la Constitución española, opinó sobre la conducta pública del alcalde de Madrid. No obstante, Jiménez Losantos no fue el único periodista, ni la COPE el único medio de comunicación, desde los que se reprobaron las palabras del dirigente popular. Según denuncia la querella, el periodista pronunció las siguientes palabras: “Vamos a ver: tú lo que estás diciendo, tú alcalde, tu Gallardón, es que te da igual que haya 200 muertos, 1.500 heridos y un golpe brutal para echar a tu partido del Gobierno, te da igual con tal de llegar tú al poder. Esa es la historia; te conocemos hace tanto tiempo, has sido tan redomadamente traidor al fondo y a la forma de tu partido que hijo mío, quien no te conozca que te compre”. GALLARDÓN SE QUERELLA CONTRA EL PERIODISTA El 10 de julio de ese mismo año el juzgado de Instrucción Número 2 de Madrid admitió a trámite la querella interpuesta por Ruiz Gallardón contra el periodista. Diez días después, el comunicador declaró ante la magistrada Mónica Aguirre de la Cuesta. En su interrogatorio judicial, el periodista defendió que desde los micrófonos del programa que entonces dirigía hizo una “crítica al poder y no una crítica personal, sino a un cargo público que aspira a tener relevancia en la vida pública nacional”. Por este motivo, así como porque la doctrina jurisprudencial y constitucional amparan la crítica política férrea dentro de la libertad de expresión, el director de Es la Mañana de esRadio solicitó a la Justicia el archivo de la causa. El comunicador pidió el sobreseimiento del caso “ante la ausencia total” de injurias, ya que éste aseguró que nunca actuó con ánimo de lesionar la dignidad del querellado. Por otro lado, el periodista defendió que en una sociedad democrática puede parecer legítimo, razonable y, “hasta obligado”, criticar unas manifestaciones como las que produjeron en el Foro ABC, en las que se viene a comprar la preocupación por investigar el mayor atentado perpetrado en Europa. Más cuando la información sobre la que se opinó era a su juicio veraz y de relevancia pública. Tal y como sostiene el Tribunal Constitucional, aunque en abstracto determinadas expresiones puedan ser injuriosas no es posible valorarlas separadamente de su contexto. En este sentido, el periodista recordó que las palabras de Ruiz Gallardón fueron pronunciadas cuatro días antes de la celebración de la manifestación en apoyo a las víctimas del terrorismo auspiciada por la AVT y su propio partido político en defensa de la investigación judicial y política de lo ocurrido entre los días 11 al 14 de marzo de 2004 en Madrid. Jiménez Losantos defendió que el alcalde con su actitud buscó crear un estado de opinión indiscutiblemente nocivo para una determinada posición política y vital, la de las víctimas, y “decididamente proclive” a la tesis del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y a sus medios afines, el imperio Prisa. La manifestación convocada para el 10 de junio de 2006, arropada y apoyada por el Partido Popular del que Gallardón es miembro, pretendía reclamar “el cese de la negociación con la banda terrorista ETA” y “conocer la verdad sobre la autoría y circunstancias en las que se produjeron los atentados del 11 de marzo de 2004”. Por esta razón, las valoraciones realizadas por el alcalde de Madrid, a tres días vista del acto, ponían al descubierto una flagrante contradicción y deslealtad con su formación política y con su masa electoral, atacando esta posición política y tildándola de radical. En este contexto, el periodista de esRadio valoró las palabras de Gallardón “desde una perspectiva periodística, ética y moral, que le obligaba como a muchos ciudadanos a considerar que no pueden existir dobleces ni dudas acerca de la necesidad de investigar judicial y también políticamente hasta las últimas consecuencias estos hechos”.