la música de Verdi Notas a la produccióN “Con puede afirmarse realmente que mi Si hay un escenario del mundo rendido a Verdi es carrera ha comenzado”, afirmaba Verdi. En efecto, es la Arena de . Sus óperas más espectaculares el principio de todo: de su idilio con el público, de su y colectivas, empezando por Nabucco , parecen romance con la soprano Giuseppina Strepponi (que pensadas para este inmenso anfiteatro romano del encarnó a la primera Abigail, y con la que convivió siglo I, con capacidad para 16.000 espectadores. más de medio siglo) y, sobre todo, de su estilo Más aún si al frente de la orquesta se sitúa un viejo musical, que impactó al mundo antes incluso del conocido como Daniel Oren y Marco Faelli dirige un estreno. Lo relataba una crónica: “Era tan nueva, tan estupendo coro, verdadera estrella de la función. Y desconocida, tan rápida, que durante los ensayos los eso que el reparto de esta grabación es de categoría: operarios, pintores, maquinistas, abandonaban sus , barítono verdiano por excelencia, lleva tareas para mirar boquiabiertos”. cuatro décadas en la piel de , Miller, Simon ABUCCO de G. Verdi 4 N 1

Boccanegra o, por supuesto, el rey Nabucodonosor, 0

El joven compositor no había sido un niño prodigio. 2

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al que otorga autoridad, saber estar y carisma. Le d No tocaba bien el piano, razón por la cual le recha- o y zaron en el conservatorio de Milán. Pero logró cierta da réplica como Abigail la poderosa soprano Maria a m

Guleghina, y completa la terna la nobleza del bajo e

repercusión con su primera ópera, (1839), y d

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Carlo Colombara. Denis Krief, responsable de la ,

tres años después impresionó con la tragedia de los s e escenografía, propuso un moderno decorado de r hebreos y los babilonios. Hoy, aunque nos parezca el e c á trabajo de un joven a medio formar (con influencias estructuras metálicas y geométricas. C claras de Mercadante o Rossini), sigue sorprendiendo Esta ópera resulta, en cualquier caso, fascinante, por la energía de la orquesta, de un tamaño nunca tanto por su concepción como por sus repercu- visto, o por el desarrollo directo de la acción (las arias siones. Verdi no pudo escribirla en condiciones más no se deleitan en despliegues vacíos). Aunque la clave terribles: en 1839 habían muerto su primera mujer, reside en su dramatismo. Verdi llevaba el teatro en la Margherita Barezzi, y sus dos hijos. Desolado, sangre. “Solitario por naturaleza, encontró una concibió una comedia que, por supuesto, fracasó: manera de hablarle al mundo. Con él, recuperamos Un giorno di regno . Pero el empresario de , el sentido de pertenencia”, señala el crítico Alex Ross. Bartolomeo Merelli, se negó a que renunciase a “Sus escenas más memorables son aquellas en las componer, como pretendía, y le ofreció el libreto que todas las voces se unen en una masa visceral: el de Nabucco . Según relata el propio músico en sus final de y de Esbozos autobiográficos , regresó a casa sin ganas y o, por supuesto, Va pensiero ”. lanzó el manuscrito a la mesa. “El libro se abrió. Y El famosísimo coro comienza sotto voce , como si leí: Va, pensiero, sul’alli... Cerré el texto y me fui a viniera de lejos. Las voces suenan al unísono, y las la cama. Pero Nabucco no paró de darme vueltas”. armonías entran después. Sencilla, elegante, pegadiza, En su mente brotaron sin parar las melodías que es una de sus melodías más inspiradas, aunque nos iban a encumbrar su carrera. conmueve por un elemento añadido: la melancolía, Hay otras dos leyendas sobre el famoso coro. Es presente en otros momentos de la partitura, como falsa la que dice que en su estreno en 1842 el Dio di Giuda , aria del rey, o Anch’io dischiuso , de público se identificó con los judíos oprimidos por Abigail. El papel de la soprano es temible por su un invasor extranjero y se rebeló en una intensidad y los saltos de las notas más agudas a las manifestación nacionalista contra el ejército graves. El barítono, protagonista como en tantas de austríaco. Testigos de aquella primera noche lo sus obras de juventud, antecede al de Rigoletto , igual negaron, si bien esa melodía caló en el pueblo que el dúo de Nabucco y su hijastra sienta las bases italiano, primero como símbolo del Risorgimento, de los terribles desencuentros de y Amonasro. finalmente como una especie de himno nacional. Pese a la simple y machacona instrumentación, la La segunda leyenda es cierta: poco antes de morir, orquesta apunta maneras en la obertura, antología de el viejo Verdi dispuso en su testamento que el los temas más importantes que luego escucharemos: funeral fuera modesto, “sin cantos ni música”. Pero el agitado Il maledetto (coro del acto II), el poético las calles de Milán se abarrotaron. Y la multitud Va pensiero ... Había, en fin, suficientes razones para acompañó a su querido compositor a la tumba prever, como hizo Donizetti, que Verdi ocuparía “uno cantando Va pensiero . de los lugares más honrosos en la cohorte de los compositores”. Textos: Javier Heras

Periodista Sánchez Asensio, 3 10004 Cáceres. Tfno.: 927 212 983 www.multicinescaceres.com siNopsis parte i: J erusaléN parte iii: l a profecía Una obertura interesante da paso a la acción, en Abigail se ha proclamado reina de Babilonia. Para Jerusalén, siglo VI a. C. El ejército del rey babilonio, apaciguar a Nabucco, le intenta hacer creer que Nabucodonosor, asedia la ciudad y se dirige al templo todo es por su bien, y logra que firme el decreto de Salomón. Allí se refugian los hebreos (coro: Gli de ejecución de los israelitas, entre los que se arredi ). Su sacerdote, Zacarías, les insta a confiar “en incluye Fenena. El largo dúo en los jardines la eterna ayuda de Dios” ( Freno al timor , magnífica colgantes ( Donna chi sei? ) es un diálogo tenso en aria para bajo). Por si acaso, ha tomado como rehén el que él sufre por la humillación (“¡desgraciado a la hija del rey enemigo, Fenena. viejo!”) y ella parece disfrutar: “Mucho más vale el trono que un padre perdido”. A cargo de la prisionera se queda el general Ismael, enamorado de ella, que le libró de la cárcel hace Una trompeta conduce a la muerte a los judíos. tiempo. El joven quiere devolverle el favor, pero se Cuando el rey es consciente de que entre ellos lo impide la cruel Abigail, la hija mayor del rey, quien está Fenena, intenta convocar a sus guardias, que se ha infiltrado en el santuario con su séquito. En el no le obedecen. También trata de desprestigiar a NABUCCO de apasionado terceto Io t’amava , se confiesa a Ismael: Abigail, pero ella rompe el documento sobre sus orígenes. A Nabucco no le queda otra que Grabada en directo en la Arena de Verona / junio de 2007 “Mi amor es una furia, te puede conceder vida o muerte. ¡Podrías salvar a tu pueblo!”. Cuando él la renunciar al poder y suplicar piedad, aunque su rechaza, jura vengarse. “¡Viva Nabucco!, grita, hijastra no flaquea: “¡No eras así cuando me Director musical: Daniel Oren • Tragedia lírica en cuatro actos secundada desde fuera de escena por los soldados. reservabas al deshonor!”. Director de escena: Denis Krief • Música de Giuseppe Verdi, libreto de Temistocle Altivo, Nabucodonosor ocupa el recinto sagrado: “La En la orilla del Éufrates, los hebreos lloran su Decorados y vestuario: Denis Krief Solera compasión será delito”. El plan de Zacarías fracasa, anhelada libertad ( Va pensiero: “vuela, pensa- Iluminación: Paolo Mazzon • Estrenada el 9 de marzo de 1842 en el Teatro porque Ismael deja huir a Fenena. Por su culpa, el miento”) en un coro inolvidable: “¡Ay, mi patria, Coreografia: Maria Grazia Garofoli Alla Scala de Milán. templo es destruido y los hebreos, expulsados. tan bella y perdida!”. Pero basta de lamentos, les Maestro del coro: Marco Faelli • Duración: 2h 30 min, incluido un descanso parte ii: e l impío reprocha el profeta Zacarías, que llama a la Orquesta y coro de la Arena de Verona resistencia. “Sé leer en el vacío del futuro”, dice, y • En italiano con subtítulos en castellano En Babilonia, Nabucco ha nombrado regenta a predestina la caída de Babilonia (aria: Del futuro ). Fenena. Tras un agitado preludio de orquesta, comienza una escena clave (y dificilísima de cantar), parte iV: e l ídolo caído artistas , persoNaJes y Voces el soliloquio de Abigail. En un documento robado al “No diría que es ateo… sin duda, poco creyente”, Nabucodonosor despierta de sus pesadillas • Leo Nucci | Nabucodonosor, rey de Babilonia | rey, ha descubierto que no es su auténtica hija, sino -descritas con acierto por la orquesta- y recupera barítono escribió sobre Verdi su esposa, Giuseppina que desciende de esclavos. Su ira y sus complejos Strepponi. El compositor nunca se pronunció la cordura. Al ver encadenada a su hija, implora • | Abigail, su hijastra | soprano se desatan en la melodía estridente del recitativo el perdón al “Dios verdadero” -el de los judíos- y sobre sus creencias. Y su obra no las aclara, Ben io t’invenni , pero le sigue un aria delicada, • Fabio Sartori | Ismael, general de los hebreos | porque si bien critica el fanatismo religioso promete restaurar su templo en Jerusalén ( Dio di tenor Anch’io dischiuso , sobre su inocencia perdida. Será Judà , fabulosa aria de barítono). Algunos fieles (Don Carlo, Aida ), también ensalza valores como la única vez que se muestre vulnerable. • | Zacarías, sumo sacerdote de el sacrificio por amor ( La traviata ). En Nabucco , soldados se unen a la causa con un entusiasmado Jerusalén | bajo el argumento se basa en un hecho histórico, Los sacerdotes de Baal –la divinidad asiria- conside- coro guerrero. • Nino Surguladze | Fenena, hija de Nabuco- descrito con detalle en la Biblia: la invasión de ran una amenaza a la princesa, simpatizante de sus En el altar de sacrificios, tras una marcha fúnebre, donosor | soprano Jerusalén por los babilonios, en el 586 a. C. El adversarios hebreos, y se confabulan con Abigail la princesa Fenena se siente en paz con su alma. • Coro | Pueblo judío rey Nabucodonosor II ordenó destruir su templo para que se alce con el poder. Para ello, propagan el Su cálida Oh dischiuso es la “preghiera” (plegaria) y desterró a los hebreos en la que se considera falso rumor de que el rey ha caído en la batalla. que las heroínas verdianas suelen cantar en el la primera diáspora del pueblo judío (que pudo Por su parte, Zacarías convierte al judaísmo a una último acto de las óperas. regresar 70 años más tarde a Israel, cuando los infiel, Fenena, en la solemne aria Tu sul labbro . La Justo a tiempo, un lúcido Nabucco aparece, persas conquistaron a los asirios). El libreto no joven logra así que su amado Ismael se reconcilie con espada en ristre, para aclamar al Dios de los se divide en actos, sino en partes, cada una con los suyos: el Consejo religioso lo había condenado hebreos. Cuando ordena derribar el ídolo de Baal, un título (“Jerusalén”, “El impío”, “La profecía” y por traicionar a la patria (“ Il maledetto ”, le canta el éste se desploma solo, como por un milagro. Los “El ídolo caído”) y una cita del libro de Jeremías. coro, con desprecio), pero ahora ya no es a una judíos, liberados de sus cadenas, alaban al cielo y El escritor Temistocle Solera había colaborado enemiga a la que ha salvado la vida, sino a una judía. regresan a Jerusalén. La derrotada Abigail se con Verdi en su debut, Oberto . Aquí lograron su La alegría dura poco. Cuando un solado anuncia la intenta redimir antes de su muerte (algunas primer gran éxito, y repetirían con I lombardi, versiones cortan la extraordinaria escena de su Giovanna d’Arco y , obras menores de un supesta muerte de Nabucodonosor, Abigail reclama la corona. Pero aparece su padrastro, furioso y mega- despedida). Finalmente, Zacarías honra a período (los llamados “años de galera”) en que Nabucco, servidor de Dios y “rey de reyes”. componía sin parar. lómano: “Solo existe un Dios… ¡yo, vuestro rey! ¡Adoradme a mí!” ( Chi mi toglie ). Un rayo (la ira divina, suponemos) lo deja inconsciente.