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Bioética y Cine RICARDO GARCÍA MANRIQUE “Colegas”: el aborto en España, 1982-2007

Ricardo García Manrique. Profesor Titular de Filosofía del Derecho y Miembro del Observatorio de Bioética y Derecho de la Univ. de Barcelona.

Desde el estreno de Colegas, el setenta y ochenta. Poco valorado por 25 de octubre de 1982, hasta los re- los críticos y bastante más por los cientes sucesos de noviembre y di- espectadores, relataba las aventuras ciembre de 2007, han pasado veinti- y desventuras de jóvenes crecidos en cinco años, todo un cuarto de siglo la periferia de las grandes ciudades de relativa paz en el todavía espino- (Madrid, Barcelona, Bilbao) que muy so asunto del aborto, una paz que pronto caían en los brazos de las parece que puede truncarse a raíz de drogas y de la delincuencia. El paisa- los sucesos aludidos, que no son je de estas películas era el de los otros que las acciones fiscales y judi- pequeños pisos de las colmenas ur- ciales contra algunas clínicas de Bar- banas que se ven desde los trenes celona en las que se practica la inte- de cercanías en Bellvitge o Entrevías, rrupción voluntaria del embarazo. A en Villaverde o Montcada, el de los fecha de hoy, a finales de diciembre, bares de barrio y los descampados. varios responsables de las mismas y La aventura era el atraco y la huida varios médicos han sido detenidos y veloz, el cubata, el canuto y el pico, algunos de ellos están en prisión, a la el sexo descubierto y la exaltación violento, directo y truculento, pero no espera de juicios que, de seguro, del compañerismo. El desenlace era falso ni seguramente malo, y a fecha seguirán dando que hablar. Y bien siempre trágico, en algún lugar que de hoy todo un documento de la Es- está que se hable de esta cuestión, podía estar entre la cárcel, el tiroteo paña de la época. Los dos directores porque esa paz relativa de ya tanto y la sobredosis. más importantes del género fueron tiempo ha venido acompañada de un El cine quinqui tenía, además, un José Antonio de la Loma y Eloy de la silencio explicable en términos socia- componente muy especial que resal- Iglesia, ambos recientemente des- les y políticos, pero no justificable en taba su veracidad: los actores prota- aparecidos. El primero dirigió la saga términos jurídicos ni morales. No es gonistas, y a menudo también los de Perros callejeros (hasta cuatro ésta una sección de actualidad, pero secundarios, no eran profesionales películas) y el segundo fue el autor me ha parecido que en esta ocasión del cine, sino de la delincuencia, de de El Pico (I y II), además de Cole- era oportuno atenderla, y para ello he modo que se representaban a sí mis- gas. Incluso un director de prestigio elegido una película que fue estrena- mos y, al cabo del tiempo, uno acaba como Carlos Saura realizó su aporta- da justamente la semana en que el por no recordar qué era realidad y ción con Deprisa, deprisa, una her- PSOE ganó aquellas elecciones del qué ficción, porque las trayectorias mosa película con la que ganó el Oso 28 de octubre, con un programa elec- de una y otra fueron siempre parale- de oro del Festival de Berlín en 1981. toral en el que figuraba, entre tantas las hasta el final. Casi todos ellos La cosa iba tan deprisa que su prota- promesas de cambio, la reforma de la acabaron muriendo mal y deprisa. gonista masculino, el mencionado regulación penal del aborto. Ya me Una lista básica habría de incluir a Valdelomar, estaba ya en la cárcel de he ocupado de la cuestión del aborto Ángel Fernández Franco (El Torete), Carabanchel, por un atraco a mano a la hora de comentar El secreto de Juan José Moreno Cuenca (El Vaqui- armada a una sucursal bancaria en Vera Drake y Las normas de la casa lla), José Luis Manzano, José Luis pleno centro de Madrid, antes de que de la sidra, en recientes ediciones de Fernández Eguia (El Pirri), José An- la película se estrenase. esta revista, y quizá se reiteren ahora tonio Valdelomar, Berta Socuéllamos La particularidad de Colegas, y la cosas que ya fueron dichas entonces, o incluso a Sonia Martínez, en su día razón por la que me ocupo de ella pero insisto en que la actualidad famosa presentadora de programas aquí, es que su hilo argumental es manda. infantiles, luego actriz y por fin prosti- una historia clásica de aborto, narra- Colegas es buena muestra de un tuta, drogadicta y fallecida a causa da en el típico contexto marginal de tipo de cine que se ha dado en llamar del sida, como varios de los anterio- este cine. Los protagonistas son el “cine quinqui” o “quillo”, que tuvo su res, con sólo treinta años. Todos trío formado por Rosario (Rosario momento en la España de los años ellos protagonizaron un cine duro, Flores), una chica de dieciocho años,

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Bioética y Cine su hermano Antonio (Antonio Flores), no transcurre en su casa, cuando, dad y la libertad, ya desde su título y poco mayor que ella, y José (José ante el acoso de su madre, y harta ya a lo largo de su metraje, y me gusta Luis Manzano), colega del segundo y de ocultar y fingir, le grita en la cara su relato de las condiciones de vida novio de la primera. Rosario se que- la verdad de su embarazo y de su del suburbio. En particular, creo que da embarazada de José y entre los amor por José y su voluntad de llevar acierta en el modo en que aborda la tres se disponen a buscar una solu- una vida independiente. Escena cla- cuestión del aborto, desde la pers- ción. La más inmediata es el aborto, ve, porque nos hace ver que gran pectiva de sus protagonistas, plan- aunque no la más fácil de llevar a la parte de la tensión que inunda la pelí- teada primero como una carrera de práctica. Lo más complicado no será cula hasta ese momento deriva de la obstáculos y como un problema an- encontrar el quién, porque pronto falta de libertad de sus protagonistas, gustioso, pero después como una contactan con una enfermera diplo- y se alivia en el momento en que Ro- situación en la que ante todo debe mada que práctica abortos clandesti- sario decide ir a por ella. Ahora sabe- prevalecer la libertad de decidir y en nos en su casa, sino las veinticinco mos que, una vez hecho público el la que, por tanto, debe ejercerse el mil pesetas que les exige por adelan- embarazo, va a quedarse con ese discernimiento y la reflexión, que en tado. Antonio y José pasarán por una hijo, y nos alegramos porque al final este caso llevan a la decisión de no serie de pruebas laborales de lo más ha sido capaz de elegir de acuerdo abortar y de tener el niño para sí mis- variado, sin éxito, hasta que por fin con su propio criterio, a pesar de to- mos. No hay maternidad ni paterni- acaban bajándose al moro por encar- das las adversidades sociales y fami- dad más responsables que las que go y subiendo con el hachís en la liares, y de iniciar una vida que sea la tienen lugar cuando ha habido otras entraña. Ya con el dinero en el bolsi- suya propia. Su decisión será apoya- opciones posibles. A pesar del entor- llo, vamos a darnos cuenta de que, da sin reservas por el novio y por el no y de sus propias limitaciones, los en realidad, la tarea más árdua no hermano, y la mantendrá ya definiti- protagonistas logran llevar a cabo recae en ellos, sino en Rosario: asu- vamente, rechazando incluso la ayu- este ejercicio de responsabilidad, y mir la decisión de abortar. Una vez da de las dos familias implicadas y a así la cuestión del aborto queda me- tumbada en la mesa de operaciones, última hora avenidas, porque esa jor enfocada que si simplemente se que no es sino la mesa del salón de ayuda todavía viene acompañada por hubiera narrado lo difícil que resulta- casa de la enfermera, y ya con las una condición limitadora de la liber- ba interrumpir el embarazo en la Es- piernas abiertas y el instrumental a la tad, la de que los futuros padres se paña de 1982. vista, descubrirá a tiempo que su casen. No parece que Rosario y José En la España de 1982, el año del decisión no es firme, o mejor, que su sean contrarios al matrimonio como Naranjito, del Papa y de Felipe Gon- firme decisión es la de no abortar. tal, pero después de todo lo que ha zález, un embarazo no deseado bien Sale corriendo porque quiere que esa pasado bien está que no acepten podría plantearse en gran parte de cosa que lleva dentro se convierta en condiciones de nadie, que no hipote- los casos tal y como se plantea en la un niño. La estación intermedia de su quen tan pronto su recién ganado película, no sólo por la intensidad voluntad será vender el futuro niño tesoro y que traten de construir una emocional que conlleva tener que por cuatrocientas mil pesetas a una familia que no se parezca a lo que de decidir entre continuar o no la gesta- organización que lo revenderá a una poco edificante hemos podido cono- ción, que me parece que era mucho familia pudiente. A ella le hace ilusión cer de las suyas. En esta voluntad de mayor entonces que ahora, sino por- que el niño viva y que lo haga como diferenciación y de mejora parece que, en efecto, una no podía contar hijo de buena familia que pueda aho- que radica el rechazo del matrimonio, con mucha ayuda, ni familiar ni social rrarse todos los sinsabores de la vida símbolo de lo que quieren evitar, ade- ni institucional. Abortar era un delito subproletaria; pero según pasan los más de radicar, claro está, en el castigado con prisión y una práctica días se da cuenta de que ella quiere hecho de que venga impuesto. No por lo tanto clandestina, además de no sólo que el niño nazca y viva, sino verán una peseta familiar, pero man- estigmatizada por la dominante aun- que sea su hijo y el de su novio. tendrán el espíritu libre para recons- que ya declinante Iglesia Católica. La Lo que Rosario necesita, en reali- truir su vida común. mejor opción era viajar a otros países dad, es conquistar la libertad de deci- Me gusta mucho esta película, a europeos donde el aborto era y es dir por sí misma acerca de las cues- pesar de cierto primitivismo, tosque- lícito durante las primeras semanas tiones importantes de su vida. La dad y truculencia. Me gusta el modo del embarazo. Así lo hacían mujeres escena que lo muestra en primer pla- en que exalta la amistad, la solidari- de clase media y alta, pero difícil-

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Bioética y Cine mente chicas como Rosario, a la que recursos, porque se trataba de una llos en que no había violación previa, le cuentan de un caso similar al suyo práctica muy cara. ni malformaciones graves del feto, ni resuelto sin mayores problemas en Pero en 1983, poco tiempo des- un peligro grave para la vida o la sa- Alemania; para nuestros colegas, esa pués de ganar las elecciones, el Par- lud de la madre. No se había optado opción era casi impensable por cara tido Socialista cumplió su promesa, al por la ley de plazos, que legalizase y sobre todo por lejana geográfica y menos en alguna medida, y fomentó con carácter general el aborto duran- culturamente. Así sucedía, por cierto, la aprobación en las Cortes Genera- te las primeras semanas del embara- en Abortar en Londres, una película les de una reforma del Código Penal zo, ni tampoco se había incluido una española de 1977, dirigida por Gil que introducía el famoso artículo 417 indicación “socioeconómica”, que Carretero y que tengo olvidada casi bis, en el que se disponían los tres hubiera permitido el aborto cuando la por completo, aunque recuerdo supuestos (ético, eugenésico, tera- mujer se hallase en determinadas haberla visto en televisión; y no por péutico) en los que el aborto no sería circunstancias personales que le casualidad el primer reportaje de El punible. La reforma, duramente con- hiciesen particularmente gravosa la País Semanal, y su primera portada, testada por el Partido Popular y por maternidad. Y entonces, ¿por qué la del 3 de octubre de 1976, se dedica- Convergència i Unió, fue después situación llegó a cambiar tanto? Pues ba a “abortar en Londres”, dando dada por buena en lo esencial por el porque la nueva regulación penal no carta pública a una situación, la del Tribunal Constitucional, en su senten- llegó a aplicarse nunca en su tenor aborto en España, cada vez más in- cia 53/1985. El argumento del Tribu- literal. Pronto se concedió la autoriza- sostenible (todavía en 1994 un perso- nal Constitucional, que merece la ción para la interrupción del embara- naje de Mañana en la batalla piensa pena recordar aquí, era muy sencillo: zo a un buen número de clínicas pri- en mí, la novela de Javier Marías, la vida humana dependiente debe ser vadas, en las que desde entonces ha decía que “siendo ella enfermera protegida desde el momento de su sido muy fácil conseguir los informes sabía bien que aún es Londres lo inicio, el de la concepción, como deri- médicos preceptivos que acreditan el más seguro e higiénico para estas vación del valor que la Constitución grave peligro para la salud psíquica cosas”). La segunda opción, no tan atribuye a la vida humana. Sin em- de la madre, de manera que, como buena, era el aborto clandestino, en bargo, el bien jurídico “vida humana declaraba a El País en 2001 el gine- condiciones sanitarias que no serían dependiente” puede ponderarse con cólogo Pere Enguix, “sólo el 5% de siempre del todo malas, pero que sí otros bienes jurídicos, también esta- los abortos que se practican están lo serían en muchos casos, y nunca blecidos constitucionalmente, como dentro de los supuestos legales. El tan buenas como sería de desear, la dignidad humana, la libertad, la 95% restante se cuela forzadamente como lo muestra una cifra de mortali- salud o la propia vida independiente en el supuesto psíquico. Hay que dad que se calculaba en torno al 1% y, por tanto, los tres supuestos del decir que todas las mujeres que quie- sobre los trescientos mil abortos art. 417 bis CP debían considerarse ren abortar están locas, tienen una anuales que se practicaban en Espa- constitucionales en la medida en que grave depresión o han intentado sui- ña en los años setenta (según el re- en esos supuestos el valor de la vida cidarse”. Esto es: se hizo una ley que portaje de El País, que citaba fuentes humana dependiente debía ceder no arreglaba prácticamente nada si del Tribunal Supremo). En cualquier ante esos otros valores. atendíamos a su letra, pero que de caso, abortar era muy caro para la Con aquella reforma del 83, y su hecho arregló mucho: ahora se pue- mayoría de las mujeres. Poner precio convalidación constitucional del 85, la de abortar casi libremente en Espa- a algo, sobre todo si es un precio cosa cambió, y mucho; pero veamos ña, aunque, eso sí, pagando los tres- alto, es negar ese algo a muchos, o el peculiar modo en que se operó cientos o cuatrocientos euros corres- hacérselo extremadamente dificulto- este cambio. En realidad, la reforma pondientes (que diría que es una so, y así sucedía con el aborto en del Código Penal afectaba a un redu- cantidad menor que las veinticinco España. En definitiva, la libertad de cido número de casos, porque la in- mil pesetas de 1982), mintiendo so- las mujeres en este ámbito estaba mensa mayoría de los abortos que de bre la verdadera causa, y renuncian- doblemente restringida, primero para hecho se venían realizando en Espa- do a los medios y modos de la sani- todas, porque eran obligadas a ocul- ña no quedaban cubiertos por ella. El dad pública. tar, a mentir y a delinquir si querían artículo 417 bis, en su tenor literal, Por eso, la situación de las muje- interrumpir su embarazo, y después despenalizaba sólo abortos excepcio- res que, como la Rosario de nuestra para las que disponían de menos nales, pero no los ordinarios, aque- película, quieren abortar o que, mejor

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Bioética y Cine dicho, se plantean si abortar o no, ha posible por la conjunción de dos fac- tienda “la sombra de la sospecha” mejorado mucho. Ya no hace falta tores: uno, el hecho de que dicho sobre todos los centros que practican viajar al extranjero ni recurrir a enfer- supuesto no tiene limite temporal de interrupciones del embarazo, en un meras que actúan clandestinamente, aplicación, es decir, cabe realizar el magnífico ejemplo de la hipocresía a ahora basta con reunir algo de dinero aborto en cualquier momento del em- la que me refería. Sería interesante y mentir con la colaboración del psi- barazo si la vida o salud física o psí- saber qué es lo que el ministro y la quiatra, más o menos cerca de casa quica de la madre corren peligro; y el consejera entienden por un aborto y en clínicas dotadas de instalacio- otro, el hecho de la laxitud con que legal, si para ellos basta la mera au- nes y personal adecuados. Quizá por este supuesto se aplica. El supuesto, sencia del deseo de ser madre eso, porque la situación ha mejorado como tal, parece bien formulado, por- (desde luego acompañado por una tanto, el tema del aborto ha quedado que si de veras la vida o salud de la comprensible angustia derivada del silenciado casi por completo durante madre corren peligro parece que el embarazo no deseado) para conside- un cuarto de siglo, excepción hecha aborto debería ser legal, como lo es, rar acreditado el grave peligro para de algún proceso judicial extemporá- en cualquier momento. Sin embargo, su salud psíquica. Porque, si es así, neo y de algún conato de nueva re- dado que en la práctica el supuesto entonces cualquier mujer que desea- forma pronto aparcado, como el de se usa para dar cobertura a los abor- se abortar entraría dentro del supues- 1995 o como la promesa electoral de tos voluntarios no ligados a un peli- to terapéutico (que, recordemos, no una ley de plazos hecha en 2004 por gro real para la vida o la salud, el contiene un límite temporal), y enton- el Partido Socialista, olvidada tan resultado es mucho peor que el de ces no se entiende de qué podría pronto como se ganaron las eleccio- una ley de plazos, que limitaría a las acusarse al personal sanitario en nes (el grupo socialista llegó incluso primeras semanas de gestación los esos casos “excepcionales” (ni tam- a votar contra tres propuestas en abortos voluntarios, algo que para poco se entiende para qué servirían este sentido planteadas ante el Con- muchos, entre los que me incluyo, los otros dos supuestos, el eugenési- greso de los Diputados por IC-V, parece mucho más sensato. co y el ético). Y, si no es así, como ERC y BNG, en septiembre de ese Ahora parece que el debate vuel- creo que es el caso, entonces resul- mismo año). ¿Debemos, pues, dar- ve a reabrirse, aunque contra la vo- taría que las declaraciones de uno y nos por satisfechos? Yo creo que no, luntad de los partidos políticos mayo- de otra caerían ya en el terreno de lo por las dos razones que ya ofrecí en ritarios. Cercanas las elecciones, y cínico. comentarios anteriores: primero, por- en pleno e inacabable viaje hacia el Una posible reforma de la regula- que no debe aceptarse la privatiza- centro (o sea, hacia la derecha), el ción del aborto voluntario debería ción casi total de una prestación sani- PSOE no parece dispuesto a arries- contener dos cambios fundamenta- taria, que siempre genera discrimina- gar con una medida que podría res- les. El primero sería añadir un cuarto ción en alguna medida, y segundo, tarle votos, dando por buena la regu- supuesto de aborto no punible, el que porque no debe darse por buena una lación actual, cosa sorprendente suele denominarse “ley de plazos”: situación que obliga a las mujeres a cuando el 95% de los abortos son durante las primeras semanas del mentir sobre los motivos de su deci- ilegales. Su actitud es más bien la de embarazo (quizá doce o catorce) de- sión. Añado ahora una tercera razón, “tengamos la fiesta en paz”, por mu- bería permitirse el aborto de toda suscitada por los recientes sucesos cho que eso conlleve los males deta- mujer que acredite fehacientemente aludidos al principio: según parece, llados en el párrafo anterior. Sólo así su voluntad firme de abortar, si se en alguna clínica de Barcelona se pueden entenderse las declaraciones quiere con la necesaria asistencia y han venido practicando abortos sin del ministro de Sanidad (La Vanguar- control psicológico y psiquiátrico. El tener en cuenta lo avanzado de la dia, 21 de diciembre de 2007), para anclaje constitucional de este su- gestación, incluso en el séptimo y quien “las presuntas malas prácticas puesto sería el resultado de la ponde- octavo mes de embarazo. Es muy o actuaciones ilegales son excepcio- ración entre dos bienes: por una par- posible que, también en estos casos, nales” (nada más lejos de la reali- te, el valor de la vida humana depen- se haya vulnerado la ley mediante la dad); o las de la consejera de Sani- diente, menoscabada por el aborto, y, indebida aplicación del supuesto del dad de la Generalitat de Cataluña, en por otra, el valor de la dignidad y li- peligro para la salud psíquica de la ese mismo diario y fecha, que recla- bertad de la mujer, menoscabadas madre, o así podemos suponerlo si- mó que “no se generalice” el caso de por la prohibición del aborto. Cabe quiera sea como hipótesis. Esto es las clínicas investigadas y no se ex- suponer que, durante las primeras

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Bioética y Cine semanas del embarazo, el menor sistir en la desprivatización del abor- estreno, una película tan modesta desarrollo del feto significaría que la to, al menos en algún nivel significa- como Colegas permite volver a re- ponderación se inclinase en favor de tivo que acabe con la discriminación pensar la delicada situación en que la libertad y la dignidad de la mujer social que la privatización supone. todavía se hallan las mujeres que y, por tanto, que, en ese caso, el Es muy probable que la situación desean abortar, y calibrar aquello en aborto sería constitucional, quedan- actual se deba precisamente al lo que durante ese tiempo hemos do satisfechas las exigencias del hecho de que los médicos saben avanzado y aquello en lo que no. En Tribunal Constitucional y también muy bien que, de acuerdo con la tiempos de recuperación de la me- las de la justicia. Este supuesto se- norma vigente, los abortos son casi moria histórica, bien haríamos en ría, sin duda, el más habitual en la siempre ilegales y es comprensible utilizarla para avanzar en los objeti- práctica, y para los casos excepcio- que no quieran arriesgarse a practi- vos emancipadores e igualitarios de nales quedarían los otros tres, que, carlos (en la sanidad privada la cosa la mejor tradición ilustrada, bien pre- ahora sí, podrían ser controlados es diferente, porque está de por sentes en nuestra segunda repúbli- estrictamente, evitando casos como medio el negocio). Sin embargo, con ca y luego en los primeros años de los que han dado lugar a la interven- una nueva regulación como la suge- la transición, y a menudo, como en ción judicial. Qué duda cabe que rida, ya no habría razones para que este caso, apartados de la agenda habría quien protestaría y quien los abortos del cuarto supuesto no política, por supuestamente realiza- consideraría inconstitucional la me- se practicasen en hospitales públi- dos, mucho antes de lo debido. La dida, pero esto no es ninguna nove- cos, como debe ser de acuerdo con denuncia contenida en la película de dad ni, de por sí, ningún impedimen- lo justo y con los principios que ins- sigue vigente en to. piran nuestro sistema sanitario. buena parte y bien haríamos en El segundo cambio debería con- Veinticinco años después de su atenderla.

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