La Feria De San Juan De Los Lagos, 1823-1857.”
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__________________________________________ “C OMERCIO , FE , PELIGRO Y PLACER : LA FERIA DE SAN JUAN DE LOS LAGOS , 1823-1857.” T E S I S Que para obtener el grado de Maestro en Historia Presenta Daniel Díaz Arias Director de tesis Adriana Corral Bustos San Luis Potosí, S.L.P. Septiembre, 2012 Los muertos disfrutan sólo de la existencia que les concede la memoria de los vivos. Anatole France. La isla de los Pingüinos. 2 ÍNDICE Cuadros e ilustraciones. Fig.1. Mapa hidrológico de Jalisco 30 Fig.2. Climas de Jalisco 31 Fig.3. Los Altos de Jalisco 35 Fig.4.4 Plano topográfico de la villa de San Juan de los Lagos 43 Fig.5. Caminos que unían a San Juan de los Lagos con Aguascalientes, Guadalajara, San Luis Potosí y Zacatecas (1810) 45 Fig.6. Detalle de caminos del centro de México de una carta de la República Mexicana (1866) 51 Fig.7. Grafo de los caminos y poblaciones adyacentes a San Juan de los Lagos 52 Cuadro 1. Número de asistentes a la feria según estimaciones de varios informantes 179 Fig.8. Vista de San Juan de los Lagos 254 Fig.9. Coche de colleras 255 Fig.10. Carro americano 255 Fig.11. Arrieros 256 Fig.12. Viajero con traje de camino para la lluvia 257 Fig.13. La feria de San Juan de los Lagos. 257 Fig.14. Monje de la Merced de viaje 258 Fig.15. Tierritas de San Juan 258 Fig.16. Exvoto 259 Fig. 17. Exvoto 259 Fig. 18. Modos de viajar en México 260 Fig.19. Pelea de Gallos 260 Fig. 20. El Monte 261 Fig.21. Asalto a la diligencia 263 Contenido. Introducción 6 Capítulo. 1. San Juan de los Lagos y su feria en su contexto espacial e histórico 11 1.1. Planteamiento de la investigación 11 1.2. Justificación 12 1.3. Preguntas de la investigación 13 1.4. Perspectiva teórica 14 1.5. Espacio social 21 1.6. La temporalidad 22 1.7. Estado de la cuestión 26 1.8. San Juan de los Lagos, el pueblo y su contexto 29 1.8.1. El medio físico 29 1.8.2. División política 34 1.8.3. El medio social 35 1.8.4. San Juan de los Lagos: el pueblo a mediados del siglo XIX 38 1.9. La centralidad o la producción de capitales de San Juan de los Lagos como origen de su feria 45 1.10. Orígenes de la feria de San Juan 58 3 1.10.1. Ferias coloniales 58 1.10.2. Las ferias decimonónicas 61 1.10.3. La feria de San Juan 63 Capítulo 2. Mercancías provenientes de todos los puntos del globo : El comercio y los comerciantes durante la feria de San Juan de los Lagos 72 2.1. Algunos agentes y prácticas comerciales presentes en la feria de San Juan de los Lagos 72 2.1.1. En el camino 72 2.1.2. La arriería 74 2.1.3. Las diligencias 81 2.1.4. Las carretas 83 2.1.5. Los rebaños 85 2.2. Hospedaje y servicios en el camino 87 2.3. El gran mercado 88 2.3.1. Espacios de venta y espacios en renta en San Juan de los Lagos 89 2.3.2. De lo que se vendía en la feria 95 2.3.3. Hacer negocios 107 2.4. La decadencia comercial después de 1857 112 2.4.1. El ferrocarril 113 2.4.2. Las alcabalas 117 2.5. Ferias durante el porfiriato 117 2.6. La feria en su centenario 119 Capítulo. 3. Conciencias Callosas : Peregrinos, capellanes y sacerdotes viajeros en el Santuario de San Juan de los Lagos 123 3.1. Origen de la devoción a la virgen de San Juan 126 3.2. El Santuario 131 3.3. Los fieles 134 3.4. Los capellanes 135 3.5. Los sacerdotes foráneos 164 Capítulo 4. Revoltijo de gentes inconfesadas : Diversiones públicas, tahúres, contrabandistas, ladrones y prostitutas en la feria de San Juan de los Lagos 172 4.1. La Meca mexicana 177 4.2. El intercambio cultural: música, textos e ideas 181 4.3. La feria como lugar de esparcimiento 187 4.4. Juegos y tahúres 193 4.5. Contrabando 201 4.6. Ladrones 208 4.7. Prostitución 223 Conclusiones 232 Fuentes y bibliografía 243 Anexos 254 San Juan de los Lagos 254 Viaje de Madame Calderón de la Barca en diligencia 255 Los carros y sus conductores 255 Cargar una mula 256 4 Jornada de caballo 257 Un estadounidense pasea entre los puestos de la feria 257 Exvotos 259 El ranchero rumbo a la fiesta 260 Cómo jugar al monte 261 El juego del carcamán 261 Payno describe a sus Bandidos 263 5 INTRODUCCIÓN . ¿Cómo reconstruir lo ya pasado? ¿Por dónde empezar? ¿Por la historia de políticos y generales? ¿Es la historia sólo el relato de los grandes hechos? ¿Cuál es la importancia de la historia de aquellos que no figuran con su firma en los tratados, que nunca dijeron frases célebres o cuyas estatuas no presiden una plaza o parque públicos? ¿Cómo escribir la historia de aquellos que han sido recurrentemente ignorados tanto por los que fueron sus contemporáneos como por los historiadores actuales? Hay que reconstruir la historia a partir de aquellos que la hicieron, pero esta vez incluyendo a los que no idealizamos porque no han sido tomados en cuenta. Obviemos a los “grandes”, pues los ojos de los héroes no nos sirven, son de bronce, no se puede mirar a través de ellos, veamos el pasado a través de los de los seres humanos que lo vivieron, como nosotros, con más penas que glorias. A lo largo del siglo XIX, los políticos mexicanos de distintas facciones buscaron hacer de México una nación y formar a sus habitantes como ciudadanos ejemplares. Liberales, conservadores republicanos, monárquicos, centralistas o federalistas, todos esperaban poder poner en práctica sus planes para gobernar un pueblo al que no lograban comprender del todo. Prueba de ello es que esperaban que las leyes por sí solas cambiaran a la sociedad en la que se aplicaban a la vez que descreían de las capacidades intelectuales y/o morales del grueso la población. Durante mucho tiempo la historia no fue otra cosa que los hechos de los políticos y de los militares, una historia con héroes a los cuales celebrar (los que ganaban o eran derrotados más o menos gloriosamente defendiendo a la patria o ciertos ideales que generalmente identificamos como patrióticos) y villanos a los cuales culpar de las desgracias nacionales (los que generalmente perdían frente a los héroes, ya fuera militar o moralmente). Pero en este relato de grandes personajes no figura la masa que 6 luchó con ellos, que los apoyó en momentos cruciales y que, también no en pocas ocasiones, los sufrió o los ignoró. ¿Cómo entender todos los proyectos fallidos de Mora, Alamán y sus herederos intelectuales sin conocer a esa sociedad donde trataron de implantarlos? ¿Quiénes servían los cañones de la república en Puebla el 5 de mayo de 1862? ¿Por qué tantos ladrones infestaban los caminos? ¿Cómo llegaban de Veracruz a la mesa de don Porfirio los vinos europeos? ¿Para qué responder estas preguntas? Consideramos que una historia que ignore a la sociedad y sus prácticas y la coloque solamente como un receptor de las ideas o herramienta de las voluntades de los “Héroes” –al más puro estilo de Carlyle- o sujetos a fuerzas dialécticas tan misteriosas como la mismísima providencia, será siempre una historia incompleta, tendenciosa y sumamente idealizada, favorable solamente a unos cuantos propósitos temporales y en lo general poco fértil. En los últimos tiempos el ser humano común y corriente ha reclamado el lugar que siempre le ha correspondido en la historia. Para tratar de comprender al grueso de la sociedad tenemos a la historia desde abajo la historia cultural, la historia de la vida cotidiana, historias que, al contrario de lo que podría pensarse, no se quedan sólo en el recuento anecdótico. Estos abordajes no tratan acerca de “cómo se hacían las tortillas” o de los “juegos infantiles”, sino que buscan explicar en gran parte lo que no explican los otros enfoques históricos sobre la realidad de México. Lo que acontecía de manera cotidiana afuera de la Cámara de Diputados, del Palacio Nacional o de los campos de batalla; la realidad del día a día de hombres y mujeres que también fueron parte activa de los grandes procesos históricos, hasta hace muy poco no era algo que considerara susceptible de constituir el eje central de las investigaciones, pero en la actualidad la historiografía ha comenzado a reconocer su importancia. 7 En este contexto, la presente investigación pretende aportar una visión de la sociedad mexicana decimonónica a través del estudio de la feria de San Juan de los Lagos, un evento que combina importantes elementos presentes en ella: la religión, el comercio, la diversión y la ilegalidad. La inquietud fundamental es reconstruir una parte de la vida de la gente común en un suceso que a pesar de ser periódico era extraordinario ya que convocaba a miles de personas de distintas regiones y aun países que asistían al lugar con objetivos diversos. Esta reconstrucción de la historia de la feria de San Juan de los Lagos persigue el objetivo de ilustrar las costumbres de la sociedad mexicana del siglo XIX. Los ejes que articulan nuestra propuesta de estudio son dos : las actividades comerciales y las prácticas religiosas, pero ellos no constituyen el fin específico de la investigación. Exponemos a través de ellos cómo se desarrollaba la vida común de las personas “anónimas ”, cómo se relacionaban las diferentes clases sociales y cómo se comportaban en eventos extraordinarios.