Los Monjes Escritores E Investigadores Del Monasterio De San Juan De La Peña (Siglos Xvi-Xix)
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LA LABOR INTELECTUAL EN LOS MONASTERIOS: LOS MONJES ESCRITORES E INVESTIGADORES DEL MONASTERIO DE SAN JUAN DE LA PEÑA (SIGLOS XVI-XIX) Natalia JUAN GARCÍA1 Universidad de Zaragoza El monasterio de San Juan de la Peña (Huesca) es conocido, fundamental- mente, por su importancia como centro monástico benedictino y por el lugar que ocupa en los orígenes de la historia del Reino de Aragón2. Sin embargo, además de las históricas existen otras muchas perspectivas desde las cuales se puede estudiar este monasterio, como por ejemplo, la labor intelectual y de estudio que desarrollaron algunos de los religiosos de este cenobio. A lo largo de los siglos que estuvo ocupado por vida religiosa (esto es, 1025-1835) fueron muchos los monjes que vivieron en este conjunto monástico.3 Algunos de estos religiosos se dedicaron a estudiar e investigar sobre diver- sos temas relacionados con el monasterio, con la historia de Aragón, otros se limitaron a la recopilación de datos de los índices de los archivos, muchos es- cribieron sobre temas de filosofía, de derecho, de teología, de ética, de moral, otros prefirieron redactar sermones y algunos incluso se atrevieron a elabo- rar respuestas a tratados que habían escrito otros autores. La labor que desarrollaron estos monjes como estudiosos e investiga- dores provenía, en cierta medida, de los preceptos que San Benito había redactado en su Regla. Ciertamente, en la Regla de San Benito redacta en el año 529 se explicaba que los monjes debían combinar las horas de rezo con horas de trabajo manual para que, de este modo, la mente de estos re- ligiosos se mantuviese en equilibrio.4 Como ya señaló el propio San 1. Departamento de Historia del Arte, Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, Universidad de Zaragoza. [email protected] 2. Para un profundo y exhaustivo estudio del monasterio bajo de San Juan de la Peña adver- timos que la Dra. Ana Isabel Lapeña Paúl realizó su tesis doctoral sobre este tema llevan- do por título El monasterio de San Juan de la Peña: desde sus orígenes hasta 1410, Zaragoza, Caja de Ahorros de la Inmaculada, 1989. 3. El monasterio bajo de San Juan de la Peña estuvo ocupado desde el año 1025 hasta 1675 mientras que el monasterio alto lo hizo desde 1675 hasta 1835. 4. P. Maur Standaert, «La vida y la Regla de San Benito», en V.V.A.A., San Benito. Padre de Occidente, Barcelona, Editorial Blume, 1980, pp.13-52. STVDIVM. Revista de humanidades, 11 (2005) pp. 93-116 94 ][ NATALIA JUAN GARCÍA Benito en el capítulo número 68 de su Regla, «la ociosidad es enemiga del alma. Por eso los hermanos deben ocuparse en ciertos tiempos en el tra- bajo manual, y aciertas horas en la lectura espiritual».5 En lo que respecta a las horas que la comunidad dedicaba al trabajo manual, según la Regla, se trataba de tareas que servían para distraer a los monjes de la cotidiani- dad diaria y del esfuerzo que suponía la dedicación al Oficio Divino y era el prior del monasterio era quien debía ocupar «a los monges en algún exercicio de manos, canto o otras cosas».6 Dada la estructura administrativa del propio monasterio de San Juan de la Peña los monjes pudieron permitirse el lujo de dedicarse a estos me- nesteres ya que la comunidad hasta la Guerra de la Independencia estuvo constituida por veinte religiosos que disponían de unos ingresos propios para su manutención. En el caso de los religiosos de San Juan de la Peña no fue necesario que tuvieran que trabajar la tierra o cuidar del ganado sino que directamente percibían los beneficios del rendimiento de la tierra por lo que disponían de más tiempo para dedicarse a realizar un tipo de trabajo intelectual. En efecto, del cenobio pinatense salieron algunos monjes escritores que se interesaron por diversos temas de investigación fundamentalmente de cuestiones de historia, aunque no faltan ejemplos de religiosos preocupados por estudiar los orígenes y desarrollo de su propia fundación.7 Dada la cuantía de religiosos pinatenses dedicados a estos menesteres y el interés de sus aportaciones nos ha parecido interesante dar a conocer cuál fue la labor de los estos monjes. Por ello hemos querido dar a cono- cer aquí no sólo el título de los libros que publicaron (en algunos casos se hace mención no a los libros editados sino a los manuscritos que escribie- ron y que lamentablemente quedaron inéditos pero que se conservan en la actualidad) sino también en qué bibliotecas se pueden localizar actual- mente estos ejemplares y el número de los mismos que se conservan hoy en día (véanse notas al pie). Creemos que recoger la bibliografía publica- da por estos monjes no es importante tan sólo por el hecho en sí, es decir, conocer la fructífera labor de estos religiosos, sino que pensamos que puede ser interesante para ciertos estudiosos que pueden encontrar en al- gunos libros que aquí recogemos, títulos de interés para sus propios temas 5. Capítulo LXVIII de la Regla de San Benito. 6. Archivo Histórico Provincial de Huesca (A.H.P.H.), Hacienda, 15983/1. Epílogo de la vi- sita de Figuera. 7. Además de estos monjes eruditos hubo otros muchos religiosos de San Juan de la Peña li- cenciados en distintas disciplinas. Sirva como ejemplo: Archivo Histórico Nacional de Madrid (A.H.N.M.), Clero/Carpetas, San Juan de la Peña, carpeta n° 758, Exp. n° 10. 31 de enero de 1693. El rector y canciller de la Universidad hiraciense concede el grado de li- cenciado y doctor en Arte y Sagrada Teología a José Plácido Cabrero monje del monas- terio tras haber superado un riguroso examen. La labor intelectual en los monasterios: Los monjes escritores e ... ][95 de investigación que es posiblemente siglos antes hubieran llamado la atención de estos monjes. El primer caso que queremos comentar es el de Fray Lope Pérez de la Peña,8 que fue monje profeso de San Juan de la Peña y que destacó a lo largo de su vida como religioso de este monasterio por su dedicación y es- tudio. En el año 1320 fue elegido abad del monasterio pinatense donde murió seis años más tarde. Lo cierto es que Fray Lope Pérez de la Peña no llegó a publicar nada pero lo hemos querido incluir aquí por dos razones. En primer lugar, porque Fray Lope Pérez de la Peña adquirió una gran cantidad de libros y manuscritos para la biblioteca de San Juan de la Peña; y en segundo lugar, por que favoreció notablemente el estudio y la inves- tigación entre los monjes de su comunidad.9 Sí que vieron la luz las obras de Fray Martín Pérez de Oliván.10 Este religioso, natural de Utebo (Zaragoza), se trasladó desde su pueblo natal a estudiar a Bolonia en el año 1525 y se doctoró ocho años después en derecho canónico y civil. En el año 1551 fue nombrado abad de San Juan de la Peña y presidente de la Congregación Benedictina, un cargo de gran importancia que ocupó entre 1560 y 1563, fecha en la que falleció. Escribió y redactó varias cartas en latín algunas de las cuales fueron publicadas, más de doscientos años des- pués de su muerte, en la obra de J. Ginés titulada Commentarium de fra- terna correptione11 en el año 1780. Un monje pinatense que pudo ver su obra publicada fue Fray Juan de Beragua.12 Este monje profeso de San Juan de la Peña era natural de Jaca y en 1573 publicó un libro titulado Memorial del Real Monasterio de San Juan de la Peña del Reino de Aragón13 y Apuntes de Historia de Aragón14 un volumen de 97 folios distribuidos en 4 tomos. Otro religioso que po- demos sumar a esta lista fue Fray Juan Fenero,15 doctor en teología, que también fue monje de San Juan de la Peña donde llegó a ser elegido abad del monasterio en el año 1573, cargo que ocupó hasta su muerte en 1592. 8. Datos sobre Fray Lope Pérez de la Peña se pueden encontrar en Ernesto Zaragoza Pascual, Història de la Congregación Benedictina Claustral Tarraconense (1215-1835), Barcelona, Publicacions de l’abadía de Montserrat, 2004, p. 388. 9. Ibidem. 10. Datos sobre Fray Martín Pérez de Oliván se pueden encontrar en Ernesto Zaragoza Pascual, op. cit., 2004, p. 388. 11. Las cartas de Fray Martín Pérez de Oliván fueron publicadas en obra de J. Ginés titula- da Commentarium de fraterna correptione fue publicada en Salamanca, Colonia y Madrid en el año 1780. 12. Datos sobre Fray Juan de Beragua se pueden encontrar en Ernesto Zaragoza Pascual, op. cit., 2004, p. 373. 13. Juan de Beragua, Memorial del Real Monasterio de San Juan de la Peña del Reino de Aragón. 14. Juan de Beragua, Apuntes de Historia de Aragón. 15. Datos sobre la vida de Fray Juan Fenero se pueden consultar en Ernesto Zaragoza Pascual, op. cit., 2004, p. 381. 96 ][ NATALIA JUAN GARCÍA Lo cierto es que a pesar de que Fray Juan Fenero trabajó y estudió muchí- simo no llegó a publicar nada. Afortunadamente, nos dejó manuscrito, la transcripción de copias y extractos de distintos privilegios del monasterio de San Juan de la Peña que se conservaban en el archivo pinatense. A esta tendencia de monje estudioso e investigador se sumó también Fray Diego Juárez,16 nacido en Daroca (Zaragoza) desde donde se trasla- dó a estudiar a la Universidad de Alcalá de Henares en la que se doctoró en teología. Fue abad del monasterio de Santa María de Alón entre 1590 y 1592. Precisamente en esta última fecha fue elegido abad de San Juan de la Peña, cargo que ocupó hasta 1607 fecha de su fallecimiento.