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PERSONALIDADES ( I) Ltí ütscusión de la personalidad oe ; uno de los nombres más notorios del cine del último cuarto de siglo puede parecer más bien supérfluo o accidental. Puede ser resultado de una moda critica. Sin embargo importa más indagar la evolución que la obra de Bergman aporta para la comprensión del artista. Esa carrera ha transitado por experiencias dramáticas, ha intentado descubrir la presencia de Dios para tropezar con su silencio ahora parece volcarse hacia una autodestrucción del propio Bergman. Sus fantasmas personales se han convertido progresivamente en un reemplazo de la realidad, dando pie a quienes lo acusan de Individualista y traumatizado, dos reproches que pueden ser ciertos. Más en profundidad el arte de Bergman testimonia el ocaso de una forma de cultura que el director presiente muere con el. Este artícub Intenta ser un apunte de esas vetas que descubren los films de uno de los maestros del cine El canto del cisne del artista Bergman La última moda de la crítica consiste e'n demostrar que el cine del sueco Ingmar Bergman es más bien despreciable, una Opinión como cualquier otra que puede ser cierta en la medida que el arte de Bergman es resultado de una concepción individualista y traumatizada y de una ex­ tracción social que en Europa agoniza desde hace un tiempo. En un cuarto de siglo Bergman fue descubierto como un talento Joven, después se lo convirtió en el nombre mayor de la cultura sueca de este siglo, después alguien notó que esta­ ba envejeciendo y en los últimos años se ha intentado explicar que al fin y al cabo todos sus films son más o menos evasi­ vos, falsos, artificiales, individualistas, enajenados y viejos. Con Bergman estaría muriendo una visión del mundo de la que él seria uno de los últimos sobrevivientes, sin la lucidez de un Visconti o sin la garra demoledora de Joseph Losey. Bergman mismo no ha sabido qué hacer con esos cuestionamientos y desde Vergüenza hasta El huevo de la serpiente ha procu­ rado descubrir el mundo real, la sociedad con sus conflictos, la violencia y la gue­ rra. El resultado previsible es que esos film s se alejan aún más de la realidad porque Bergman, sospechosamente, no sabe muy bien qué pasa fuera de su pro­ pio mundo privado y personal En 41 Un gran sentido de culpa años de teatro y 35 de cine su vida se ha Identificado con la fabricación de ficcio­ En una presentación por televisión Mein Kampf de Hitler. Al regresar a nes, con su arte personal, con una fertili­ (RAI), reporteado por Jóm Donner, Suecia, fui un entusiasta progermano, Ingmar Bergman precisó ideas sobre el dad creativa infrecuente. En ese plazo y por consiguiente nazi'. nazismo y confesó que de joven había empezó y terminó la Segunda Guerra La entrevista para televisión de Don­ mundial, Suecia alcanzó grados de segu­ sido nazi: ner sirve para que Bergman justifique “yo tenía 16 años y acababa de re­ su evasión de la política: “Cuando vi ridad social y de confort imprevisibles, el cibir un . adoctrinamiento horroroso, y mundo descubrió la energía atómica, se las fotos de los campos de concentra­ iniciaron los vuelos interplanetarios, se por consiguiente regresé de Alemania ción, sentí una gran culpa y decidí que a Suecia convertido en un nazi. Nues­ agigantaron las contradicciones entre jarnás en la vida volvería a tener algo tros maestros suecos nos hacían creer que ver con la política Al final del centros de poder mundial y entre un que el país que debíamos admirar era mundo pobre y un mundo rico, emergie­ reportaje y preguntado sobre el punto, Alemania, porque allí estaban ocu­ Bergman, sin embargo, admitió que al­ ron naciones antes colonizadas y culturas rriendo cosas portentosas. Fui enviado go ha transado: “En los últimos tiem­ jóvenes en terceros países. Pero el arte por mis padres a Alemania, vacunado pos he vuelto a interesarme por la po­ de Bergman permanece ligado a los sen­ contra nada, pasando a vivir en el se­ lítica”, quizás como comentario perso­ timientos de culpa y pecado que podían no de una familia religiosa, cuyo jefe, nal y opinable sobre El huevo de la plantearse razonablemente muchos ciu­ un pastor no leía la Biblia sino el serpiente. ■ dadanos suecos entre las dos guerras. 10 Como en las comedias dramáticas de Gustav Molander sus personajes están asociados con la aspiración a la placidez de convivir entre cuatro paredes lejos del mundo, una operación que para Bergman genera conflictos individuales, desenten­ dimientos entre parejas, incomunicacio­ nes entre generaciones. No alcanza a ex­ plicar la violencia que golpea desde fuera y que desde El silencio amenaza quebrar esas cuatro paredes, el verano, el sonido del arpa, el lago al atardecer que para el director son imágenes asociadas con esa distante placidez en parte añorada. Como el viejo profesor de Cuando huye el dfa la recuperación del pasado puede ser una operación mágica que restablezca la cal­ ma, pero desde Gritos y susurros el pasa­ do parece aproximar a la muerte. En El huevo de la serpiente, que transcurre ín­ tegramente en el pasado (Alemania y el surgimiento del nazismo), se identifica con la presencia del mal en el mundo. Es curioso pero los mecanismos con que el maestro sueco se desvía y vuelve a sus obsesiones revelan al mismo tiempo su actitud como artista y pueden ayudar a explicar con la perspectiva del tiempo una parte considerable de sus 41 films. VIDA PERSONAL.- Bergman es un hom­ bre extraño que se dedica a escribir tea­ tro, libretos de cine, algunos ensayos, ha­ EL HUEVO DE LA SERPIENTE ce ópera, ballet, produce obras teatrales, Minuciosa reconstrucción de un tiempo perdido dirige películas y entre tanto ajetreo ha divino tesoro en 1950. Seis personajes cambiado cinco veces de matrimonio, un en busca de autor, que dirige en teatro dato que contraría la idea generalmente en 1953, anuncia la form ulación dialéctica aceptada de que conoce muy bien a las de El mago y El ojo del diablo en 1958 y mujeres. Su mundo personal no es dema­ 1960. Pero Pirandello está en la estructu­ siado parecido al de sus contemporáneos ra de El demonio nos gobierna (1948). suecos y consiste en vivir dentro del arte, Sed de pasiones (1949) será refilmada en aislado del mundo y hasta hace poco ins­ broma cinco años después como Una talado todos los años un par de meses en lección de amor. Dos piezas de Strind- una clínica, para superar sus neurosis. berg que dirige en 1940 y 1941, El peli­ Una de sus obsesiones es el arte y punto. cano y La sonata de los espectros inspi­ En los primeros veinte años de esa vida rarán la trilogía Detrás de un vidrio oscu­ las influencias que aquejan a sus obras ro, Luz de invierno y El silencio (1961- no provienen del mundo real sino de o- 63), de donde derivará una parte impor­ tras ficciones. La vida alegre (1954) que tante de sus films posteriores. En los últi­ dirige en Malmo inspira una comedia de mos diez años, sin embargo, sólo dos o época que se llamó Sonrisas de una no­ tres films prolongan experiencias artísti­ che de verano (1955). Su pieza Pintura cas previas: Escenas de la vida conyu­ sobre madera (1954) deriva luego en El gal, La flauta mágica y Sonata de otoAo, séptimo sello (1956) y Una lección de y no son los más significativos de ese amor (1954) continúa el tercer episodio período. El cine de Bergman parece ai* de Mujeres que esperan, dos años an­ lado del mundo exterior, agresivo y hostil. terior, sobre una obra teatral que se llamó Se apoya en experiencias estéticas, en re­ Ráquel y el portero de cine, escrita por cuerdos de niñez, en imágenes grabadas Bergman en 1945. Uno de Los cuentos en viejas iglesias donde su padre predica­ de Gaspar (1944) sería después Juventud ba, en la presencia del demonio. Incluso

FILMOGRAFIA INGM BERGMAN COMO LIBRETISTA tor, Alf Sjóberg. Libreto con Alf Sjóberg. Foto­ 1944 - El sádico (Hets). Director, Alf Sjóberg. Asistente grafía. Martin Bodin. Música, , de dirección, Ingmar Bergman. Fotografía, Martin Charles Redland, Bengt Hallberg. Con Olof Wid- Bodin. Música, . Con Stig Jár- gren, , Bjórn Bjelvenstam. Johnny rel, Alf Kjellin, , Olof Winnerstrand, Johansson. Gósta Cederlund. 1961 - Lustgarden (t.l. El jardín de ios placeres). Direc­ 1947 - Kvinna utan anslkte (t.l. La mujer sin rostro). Di­ tor, Alf Kjellin. Libreto con Erland Josephsc" bajo rector, . Fotografía, Ake Dahl- el seudónimo colectivo de Buntel Ericsson. Foto- quist. Música, Erik Nordgren. Con Alf Kjellin, graha, . Música. Erik Nordgren. Gunn Wállgren. Anita Bjórk, , Olof Win­ Con Gunnar Bjórnstrand, , Bibi nerstrand. Anderson, Per Myrberg. 1948 - Eva (t.l. Eva). Director, Gustaf Molander. Colibre­ COMO DIRECTOR tista, Gustaf Molander. Fotografía, Ake Dahlquist. 1945 - Kris (t.l. Crisis). Libreto de Ingmar Bergman so­ Música, Erik Nordgren. Con Birger Malmsten, Eva bre la pieza Moderdyret de Leck Fischer. Fotogra­ Stiberg, Eva Dahlbeck, Stig Olin, Inga Landgré. fía, Gósta Rosling. Música. Erland von Koch. Con 1950 - Mientras la ciudad duerme (Medan staden so- Dagny Lind. Marianne Lófgren, Inga Landgré, ver). Director. Lars-Eric Kjellgren. Libreto de Lars Stig Olin. -Eric Kjellgren, P.A. Fogelstróm sobre idea de 1946 - Det regnar pa var kárlek (t.l. Llueve sobre nues­ Ingmar Bergman. Fotografía, Martin Bodin. Con tro amor) Libreto de Ingmar Bergman. Herbert Gre­ Sven Erik, Inga Landgré, Adolf Jahr, Elof Ahr'e, venius sobre la pieza Bra mennesker -de Oscar Ulf Palme. Brathes. Fotografía, Hilding Bladh. Góran Strind- 1951 - Franskfid (t.l. Divorcio). Director, Gustaf Molan­ berg. Música, Erland von Koch. Con Barbro Koll- der. Libreto con Herbert Grevenius. Fotografía, berg, Birger Malmsten, Gósta Cederlund, Ludde Ake Dahlquist. Música, Erik Nordgren. Con Inga Gentzel, Douglas Hage, Hjórdis Pettersson Tidblad, Alf Kjellin, Doris Svedlund. 1947 - Skepp till Indlaland (t.1. Barco a la india). Libreto DETRAS DE UN VIDRIO OSCURO 1956 - El relámpago en los ojos (Sista paret ut). Direc­ de Ingmar Bergman sobre la pieza Skepp till In- Cerca de la locura PERSONA Un caso de canibalismo Los fantasmas propios e intransferibles el mundo del arte y los artistas a partir de do todo, lo que queda es el problema de Ahora que salió de Suecia impulsado por Barco a la India (1947) ocupa obsesiva­ Dios, la ilusión perdida y adolescente. La un escándalo fiscal, quizas imagine que mente a Bergman: el varieté (Barco a la sociedad de la felicidad material burgue­ el mundo se le viene encima. Pero el India, Sonrisas de una noche de verano, sa no tiene esp'ritu y aparentemente el mundo es para Bergman una invención quizás NI hablar de estas mujeres, El asunto preocupa al director. Más bien la art'stica, personal, está poblado por sus huevo de la serpiente), la música (Música juventud, adultez y su aproximación a la propios fantasmas, por los personajes de en la noche, El fracasado, Ni hablar de es­ senectud, coinciden con un tránsito de la sus ficciones con los que exorcisó las tas mujeres, Persona, La flauta mágica, sociedad. La juventud desaparece des­ crisis de juventud, la angustia de Dios, la Sonata de otoño), el ballet (Juventud di­ pués de Un verano con Mónica, Dios de­ certeza de la muerte, la violencia. En bus­ vino tesoro, La flauta mágica donde se saparece después de El silencio, la muer­ ca de la placidez perdida que la prospe­ representa entre bambalinas), los pintores te hace su crisis como tema en Gritos y ridad económica fue incapaz de recupe­ (Mujeres que esperan, Una lección de susurros, probablemente la violencia ha­ rar, y de la construcción de una ilusoria amor, La hora del lobo), el cine (El de­ ya sido exorcisada con El huevo de la torre de merfil a la que antes agredían monio nos gobierna, en cierto modo Per­ serpiente. Es quizás una mera coinciden­ cr ticos desaprensivos (satirizados en Ni sona con su proyección interrumpida y El cia que los bienes materiales produzcan hablar de estas m ujeres) y a la que des­ huevo de la serpiente con sus documen- la búsqueda de Dios o que los peligros de de 1977 parece agredir el mundo todo (Ei os dentro de la ficción o las imágenes conflictos mundiales inspiren la idea de huevo de ia serpiente). Qué hará ahora Imadas que trasmite la televisión en Per­ que la violencia es una amenaza, pero Bergman parece la gran interrogante: se­ sona), el circo (Noche de circo, los sal- cabe suponer que intelectualmente Berg­ rá, claro, lo que haga con su propia vida, imbanquis de El séptimo sello), el teatro, man admite esas dificultades en el mundo pero parece dudoso que finalmente exor- laro (Noche de circo, Sonrisas, Juven- exterior. Cuando las supera y se desem­ cise sus propios fantasmas. Sería como jd, Detrás de un vidrio oscuro, El silen- baraza de la juventud, de Dios, quizás de suicidarse, un acto que por el momento io, Ni hablar, La flauta), la fotografía la violencia, es cuando ha alcanzado la sólo ha completado uno de sus persona­ «Confesión de pecadores, La pasión de saturación personal. Los conflictos entre jes, en El huevo de la serpiente casual­ ina). En los últimos tiempos la psiquia- parejas lo aliviaron bastante a partir de la mente. ría, los psiquiatras y los internados se década del 50 y sólo en 1973 con Esce­ E L BER G M AN J U V E N IL - Hay cinco pe­ lan vuelto más frecuentes (Persona, El nas de la vida conyugal sentaría a cua­ riodos en la Carrera del director. El prime­ oque, Cara a cara). Cada cual opina de tro personajes a discutirlos con la certeza ro comienza con su film inicial. Crisis, y o que conoce. de que esa era gente adulta *y recapitula- termina en 1948 con Puerto, se caracteri­ Sin embargo, indirectamente, la obra de tiva como él mismo. Cuando en 1952 una za por un estilo realista y el tratamiento Bergman alcanza a padeger los mismos crisis cerró los estudios suecos, Bergman pesimista de dramas sentimentales. El se­ vaivenes de una sociedad que tiene sus persistió en sus temas, situaciones y per­ gundo va de El demonio nos gobierna tropiezos. Alguna vez dijo que en Suecia, sonajes (Mujeres que esperan) como si hasta Sonrisas de una noche de verano, donde la socialdemocracia ha soluciona* nada hubiera cambiado a su alrededor. con dramas y comedias centrados en las

dialand de Martin Soderhjelm. Fotografía, Góran Bergman. Fotograba, Gunnar Fischer. Música, 1953 - Noche de ctrco iGycklarnas afton). Libreto de Strindberg. Música Erland von Koch. Con Holger Félix Mendelssohn, Wolfgang Amadeus Mozart, Ingmar Bergman Fotografía, Hilding Bladh, Sven Lówenadler, Birger Malmsten. Gertrod Fridh, An- Boris Smetana, Ludwig van Beethoven. Con Maj- Nykvist Música Karl-Birger Blomdahl. Con Har- na Lindahl. Britt Nilsson, Stig Olin, Víctor Sjóstróm. Birger riet Andersson Ake Grónberg, , An­ 1947--Música an la ñocha (Musik i mórker). Libreto de Malmsten, John Eckman, Margit Carlqvist. d en Ek Anmka Tretow, Gunnar Bjórnstrand. Ake Ingmar Bergman, Dagmar Edquist. Fotografía. 1950 - Sant hánder inte har (t.l. Esto no ocurre aqu'). Fridell Góran Strindberg. Música. Erland von Koch. Con Libreto de Herbert Grevenius. Fotografía, Gunnar 1954-Una lección de amor (En lektion i kárlek). Libre­ Mai Zetterling. Birger Malmsten, Fischer. Música, Erik Nordgren. Con Signe Has- to de ingma- Bergman Fotografía, Martin Bodin. Olof Winnerstrand, Naima Wifstrand. Gunnar so, Alf Kjellin, Ulf Palme, Gósta Cederlund, Stig Música Dag Wiré?' Con Eva Dahlbeck. Gunnar Bjómstrand. Olin. Bjómstrand. . , 1948 - Puerto (Hamnstad) Libreto de Ingmar Bergman 1950 - Juventud divino tesoro (Sommarlek). Libreto de Ake Grónberg. Olof Winnerstrand. sobre relato de Olle Lánsberg. Fotografía, Gunnar Ingmar Bergman, Herbert Grevenius. Fotografía, 1955 - Confesión de pecadores (Kvinnodróm). Libreto Fischer. Música, Erland von Koch. Con Nine- Gunnar Fischer. Música, Erik Nordgren. Con Maj- de ingmar Bergman. Fotografía, Hilding Bladh. Christine Jónsson, Bengt Eklund, Berta Hall. Erik Britt Nilsson, Birger Malmsten, Alf Kjellin, Annali- Con Eva Dahlbeck Harriet Andersson. Gunnar Hell. Birgitta Vahlberg. sa Ericsson, Georg Funquist, Stig Olin. Bjórnstrand, Ulf Palme. Inga Landgró. Naima Wíf- 1948 • El demonio nos goblerna/Prisión (Fángelse). Li­ 1952-Mu)eres que esperan (Kvinnors vántan). Libreto Strand. breto de Ingmar Bergman. Fotograba, Góran de> Ingmar Bergman. Fotografía. Gunnar Fischer 1955 - Sonrisas de una noche de verano (Sommarnat- Strindberg. Música, Erland von Koch Con Doris Música, Erik Nordgren Con Anita Bjórk, Maj-Britt tens leende). Libreto de Ingmar Bergman. Foto­ Svedlund. Birger Malmsten, Eva Henning, Hasse Nilsson. Eva Dahlbeck, Gunnar Bjórn6trand. Bir­ grafía, Gunnar Fischer. Música, Erik Nordgren Ekman, Stig Olin. ger Malmsten, , Bjórn Bjelvenstam. Con Ulla Jacobsson. Eva Dahlbeck. Margit Carlq ,1949 • Sed da pasiones (Tórst). Libreto de Herbart Gre- vist. Harriet Andersson. Gunnar Bjórnstrand, Jar venius sobre relatos de Birgi. Tengroth. Fotogra­ 1952 - Un verano con Mónica (Sommaren med Monika) Kulle. Ake Fridell. Bjórn Bjelvenstam. Naima Wifs­ fía, Gunnar Fischer. Música, Erik Nordgren. Con Libreto de Ingmar Bergman, P.A. Fogelstróm so­ trand. Eva Henning, Birger Malmsten, Birgit Tengroth, bre una novela de P.A. Fogelstróm. Fotografía. 1956 - El séptimo sello (Det sjunde inseglet). Libreto de Mimi Nelson. Hasse Ekman. Bengt Eklund, Naima Gunnar Fischer. Música. Erik Nordgren. Con Har- ingmar Bergman sobre su pieza Tramalnmg. Foto­ Wifstrand riet Andersson, Lars Ekborg. Georg Skarsted! grafía, Gunnar Fischer Música. Erik Nordgren Con 1949 - El fracasado (Till glódje). Libreto de Ingmar Dagmar Ebbesen, Ake Fridell, Ake Grónberg . Gunnar Bjórnstrand Nils Poppe. 12 relaciones sexuales, que según parece dí- gitan las mujeres, superiores a sus pare­ jas masculinas. El tercero empieza con El séptimo sello y deriva a su trilog a Detrás de un vidrio oscuro, Luz de invierno y El silencio, incluyendo certezas, interrogan­ tes de Dios, que posibilitaron el equivoco de creer a Bergman un metaf'sico. En una cuarta etapa y a partir de Persone, las angustias son interiores con dosis de desequilibrios, canibalismo, mujeres que fagocitan a otras (Persona), demonios que sorben a sus inventores (La hora dsl lobo), la muerte (Gritos y susurros) y la violencia (Vergüenza) que nunca se acla­ ra si provienen realmente del mundo ex­ terior o de las traumadas experiencias de sus personajes, como la Caperucita Roja de en Cara a cara. Salvo error este per'odo se cerrar a con El huevo de la serpiente: Sonata de otoño sería el comienzo de una aceptación callada de la senectud, el comienzo irrito de la calma perdida. Pero ése es apenas un pronósti­ co. Esa ciudad extraña transitada por caballos esqueléticos En una escena clave de Puerto, Nine- siones juveniles, de alguna manera los lismo poético francés y en parte del neo­ Christine Jonsson se contempla en un mayores con sus tabús morales (el pastor rrealismo italiano (Puerto), de pronto se espejo y escribe con un lápiz la palabra Gunnar Olsson de Juventud), la soledad. abren a una serie de films donde predo­ "sola”. La muchacha acaba de despedir a Con los años Bergman fue abandonando mina la fascinación por las mujeres. En su amante de la noche anterior y queda el esquema de mujeres-jóvenes-incom- Sonrisas, que cierra este segundo perío­ enfrentada a un conflicto con su madre. prendidas-buscan-el-amor-y-fracasan, pe­ do de su obra, Bergman asegura que en­ La situación es t pica de los primeros ro la soledad ocasional de sus persona­ tre los sexos hay una imcompatibilidad films de- Bergman, centrados en mujeres jes persiste, incluso hasta El huevo de la profunda y que sólo ocasionalmente pue­ jóvenes en conflicto con los mayores, con serpiente y explica desequilibrios de Liv de derivar a un transitorio acuerdo de romances breves y frustrados, jugados a Ullmann en Cara a cara y discusiones inte­ partes. En el prólogo de Noche de circo veces en dos tiempos de pasado y pre­ lectuales de Ullmann y el payaso Fróst (Anders Ek) cuenta que sente ("Seguramente era otra", reflexiona en Escenas de la vida conyugal, donde volv a al estado fetal y desapareja en el Maj-Britt Nilsson en Juventud, recordan­ esposos y amantes antes fueron jóvenes. vientre de su esposa Alma (Gudrun Brost) do esa juventud en tiempo pasado). La En El Silencio, Gunnel Lindoblóm y su y en Sed de pasiones Birger Malmsten soledad se ha dicho que es propia de hermana están solas en Tii- asum'a la posición fetal de rodillas ante Suecia, un país con suicidas y dipsóma­ moka, el pastor Gunnar Bjórnstrand está su mujer Eva Henning. Bergman arriba a nos en buena cantidad, donde el erotismo solo ante un Dios dudoso en Luz de in­ dos conclusiones: que las mujeres son y el amor físico de los años 50 era un su­ vierno, las mujeres de Persona (Ullmann, misteriosas y por eso fascinantes (lo que cedáneo perecedero y donde los veranos Bibi Andersson) están solas «e incomuni­ parece poco novedoso) y que sólo rede suelen ser cortos. En estos films hay va­ cadas. Al principio parece claro que las ciéndose a no tener esperanzas, a no so­ rios villanos: el tiempo que rompe las ilu­ mujeres de Bergman (hasta El demonio ñar, se puede lograr un acuerdo con el nos gobierna) están solas por culpa de mundo en que se vive, como proponen los hombres, esos estériles egoístas "El Juventud divino tesoro, Noche de circo, hombre sólo cañonea", dice Gunnar Bjórn­ Confesión de pecadores, una idea más strand en Confesión de pecadores, pero bien pesimista e irracional, explicable si las mujeres son capaces de dar a luz (tres se admite que este mundo es un infierno, en Tres almas desnudas). Desde El de­ como el director creía un^s años antes, o monio nos gobierna la idea es que la que toda angustia se disuelve en la bús­ soledad es propia de este mundo, un in­ queda, silencio y ausencia de Dios, como fierno del que los seres humanos están imaginará durante los siete años siguien­ prisioneros. tes. El realismo de ambientes a veces próximo EL BERGMAN METAFISICO.- Algún al documental de su contemporáneo Gós- iluso pensó después de La fuente de la ta W emer (El tren), la influencia del rea­ doncella (1959) que un poco más y 3erg-

Bibi Andersson Bengt Ekerot Ake Frideil. Inga Gilí mar Bergman sobre una pieza danesa Fotogra- . Anders Ek, Inga Landgré. f a. Gunnar Fischer. Música, Domenico Scarlatti. 1957 - Cuando huye el dia (Smultronstállet). Libreto de Con Jarl Kulle, Bibi Andersson. Stig Járrel, Nils Ingmar Bergman. Fotografía, Gunnar Fischer. Poppe, Gertrud Frid, Gunnar Bjórnstrand, Georg Música, Erik Nordgren Con Victor Sjóstrom. Bibi Funquist, Sture Lagerwall, Axel Düberg. Andersson, Ingrid Thulin, Gunnar Bjórnstrand. 1961 - Detrás de un vidrio oscuro (Sasom i en spegel). Folke Sundquist, Bjórn Bjelvenstam. Naima Wifs- Libreto de Ingmar Bergman Fotografía, Sven Ny- trand. Ake Fridell, Max von Sydow. kvist. Música. Johan Sebastian Bach. Con Harriet 1958 - Tres almas desnudas (Nára livet). Libreto de Ing­ Andersson, Max von Sydow. Gunnar Bjórnstrand. mar Bergman. Ulla Isaksson sobre el cuento Del Lars Passgard vánliga, vardiga de Ulla Isaksson. Fotograf a. Max 1962 - Luz de Invierno (Nattvardsgásterna). Libreto de Wilén. Con Ingrid Thulin, Eva Dahlbeck, Bibi An­ Ingmar Bergman Fotograba. . Con dersson. Barbro Hiort af Ornas, Max von Sydow. Gunnar Bjórnstrand, Ingrid Thulin, Max von Sy­ Erland Josephson, Inga Landgré. dow. Gunnel Lindblom. Alan Edwall. 1958-E l mago (Ansiktet). Libreto de Ingmar Bergman 1963-E l silencio (Tystnaden). Libreto de Ingmar Berg­ Fotograba, Gunnar Fischer. Música, Erik Nord­ man. Fotograf a. Sven Nykvist. Música. Johan Se­ gren Con Max von Sydow. Ingrid Thulin. Ake bastian Bach. Con Ingrid Thulin. Gunnel Lind­ Fridell. Naima Wifstrand. Lars Ekborg. Gunnar blom, Jórgen Lindstróm, Hakan Jahnberg. Birger B|órnstrand, Erland Josephsson, Gertrund Frid, Malmsten. los Eduardini. Bengt Ekerot 1964 - Ni hablar de estas mujeres (Fór att inte tala orrt 1959 - La fuente de la doncella (Jungfrukállan). Libreto ali dessa kvinnor). Libreto de Ingmar Bergman. Er­ de Ulla Isaksson sobre la balada del siglo XIV land Josephson con el seudónimo colectivo Buntel La hija de Tóre en Vánge. Fotograba, Sven Nyk­ Ericsson. Fotograf a (Eastmancolor). Sven Nykvist, > vist. Música. Erik Nordgren. Con Max von Sydow, Música. Erik Nordgren. Con Jarl Kulle. Eva Dahi- Birgltta Valberg. Gunnel Lindblom. Birgitta Pet- beck. Bibi Andersson. Harriet Andersson, Gertruc LUZ tersson, Axel Düberg. Tor Isedal Fridh. , Barbro Hiort af Ornas Interrogantes .... — *------1960 - El ojo del diablo (Djávulens óga). Libreto de Ing- 1966-Daniel (Daniel) del film colectivo Los estimulan- 13 como presiente el adolescente de De­ trás de un vidrio oscuro (o los personajes de El silencio), un film donde el padre explica al hijo que ‘‘Dios es amor" como decía San Pablo. Curiosamente a una ma­ yor presencia de Dios corresponde una presencia ocasional del demonio y una dominante de la muerte; corpórea en El séptimo sello, anticipada en el prólogo y presentida por Victor Sjóstróm en Cuan­ do huye el día. El mago Max von Sydow recuerda a Cristo, padece un calvario per­ sonal, intenta una resurrección laica, es juzgado por la Corte de Dinamarca y su trayectoria bordea muertos y disecciones de cadáveres en El mago; en El ojo del diablo el dem onio es derrotado por la obstinación de la virgen Bibi Andersson que impide la seducción a que la somete VERGÜENZA Jarl Kulle, en un tono de burla menor, La violencia literal donde las virtudes no son recompensa­ das; en La fuente de la doncella, el mal man se volvería católico. Era un error, contra el horizonte apocalíptico de El como se supo, pero ese film admit'a una séptimo sello. En La fuente de la donce­ destruye a la muchacha rubia, violada por mendigos (Axel Düberg, Tor Isedal, Alian proximidad de Dios a través del sacrificio lla el sacrificio de los justos hace surgir Edwall, contemplados por el niño Ove Po- de la rubia y pura Brigitta Petterson, don­ una misteriosa (6 milagrosa?) fuente. Pero rath); en Detrás de un vidrio oscuro, una cella de noble familia medieval. Era tam­ antes Cuando huye el día, que se inicia representación teatral al comienzo alude bién el segundo film sobre la Edad Media con una pesadilla expresionista donde los de Bergman, que había reconstruido el relojes detenidos y un carro amenazante a la muerte pero luego el padre confiesa apocalipsis en El séptimo sello (1956). anuncian la muerte (los mismos símbolos a von Sydow' que ya ha intentado suici­ Pero en ambos films coexiste la fascina­ invadirían luego El silencio) termina con darse; en El silencio casi todas las imá­ ción por lo demoniaco: la partida de aje­ el acomodo a la sabiduría del anciano genes son de muerte y destrucción, el drez del caballero Max von Sydow con la Victor Sjóstróm, un sosias de Bergman sexo aproxima a la muerte. En la medida muerte Bengt Ekerot, la violación de la (Isak Borg, las mismas iniciales). En Tres que Dios se vuelve el tema recurrente, doncella, y más claramente las brujerías almas desnudas todo está bañado por para Bergman se asocia con imágenes de de El mago y El ojo del diablo suponen una luz diáfana para significar que las corrupción, muerte y presencias más o que este mundo está dominado por el de­ mujeres, con su capacidad de engendrar menos explícitas del demonio. Lo más monio. En una evolución que termina vida, están cerca de Dios. En El siendo, sensato es entonces desembarazarse de con El silencio Bergman arriba a la con­ una carta en el idioma de Tiimoka lanza ese Dios tan molesto, vengativo y cruel, clusión de que si Dios existe (cosa dudo­ sobre Gunnel Lindblom la palabra ‘'espíri­ proveniente quizás del Antiguo Testamen­ sa) por lo menos no se comunica: en De­ tu" mientras la lluvia bautismal penetra to. El proceso empieza con la lejana trás de un vidrio oscuro Harriet Anders- por la ventanilla del tren. La metafísica Edad Media pero termina con nítidas alu­ son lo confunde con una araña monstruo­ reemplaza en estos films a la realidad in­ siones a la guerra atómica y a la destruc­ sa y Lars ‘Passgard con su padre Gunnar mediata o cotidiana, que ocasionalmente ción de la humanidad por los chinos (Luz Bjórnstrand; en Luz de invierno el sacerdote aparece en Cuando huye el día y Tres de invierno) y a un pa>s convulsionado en Bjórnstrand insiste en que Dios se co­ almas desnudas, posible réplica optimis­ un equívoco tiempo presente (El silencio) munique pero sólo obtiene respuestas ta de la angustiada Noche de circo. Los conflictos y desequilibrios de los per­ humanas; en El silencio Dios está decidi­ Aparte las referencias b'blicas de dos sonajes progresan desde Detrás de un damente ausente. Oblicuamente en casi títulos (‘‘...Y en cuanto el Cordero abrió el vidrio oscuro (la locura de la hija Harriet todos estos films hay claves contradicto­ séptimo sello, hubo un silencio en el cielo Andersson) hasta los vómitos físicos de rias de ese escepticismo. La pareja Jof, como de una media hora", Cap. V, versicu^ Ingrid Thulin, asqueada por el sexo en El Mia y el Niño (Bibi Andersson, Nils Poppe), lo 1) en El séptimo sello y luego en De­ silencio, rozando el lesbianismo, con su como réplica de la Sagrada Familia se trás de un vidrio oscuro [‘‘Pues ahora sólo repulsa por el semen, refugiada en el salva de la muerte y sigue viaje recortada podemos ver a través de un espejo, oscura­ onanismo y abandonada en esa ciudad mente; pero entonces veremos cara a cara; deforme. En ese film la piel (sudorosa, ahora conozco en parte; pero entonces co­ cuarteada de Gunnel Lindblom) empieza Suecia de hoy noceré tal como soy conocido", Epístola de a ser la otra imagen recurrente. La des­ Yo tengo el sentimiento de hablar en San Pablo, Corintios Primero, XIII, 12), la trucción quizás atómica, los desequili­ mis films de la Suecia de hoy, tratando idea de Dios parece referida a una vieja brios de los personajes, la obsesión por de responder a sus problemas. Sólo imágen divina, un Dios hostil y vengador la piel de sus mujeres, anticipan el perio- que trato de ir al centro de estos pro­ blemas y no quedar en la periferia. A- quí en Suecia, tenemos todo. O mejor, vivimos en la ilusión de que tenemos tes (). Libreto de Ingmar Bergman. Fo­ Nykvist. Música, Jan Johansson. Con Bibi Ander­ tografía (16 mm.), Ingmar Bergman. Música. Kabi sson. Max von Sydow, Elliott Gould, Sheila Red, todo. Pero en medio de esta vida ple­ Laretei. Con Daniel Bergman. Cortometraje. Barbro Hiort af Omás. na, tenemos un gran vacío, la ilusión 1966 -Persona (Persona). Libreto de Ingmar Bergman. 1972-Gritos y susurros (Viskningar och rop). Libreto perdida de Dios, llámese como se Fotografía, Sven Nykvist. Música, Lars Johan Wer- de Ingmar Bergman. Fotografía (Eastmancolor), le. Con Liv Ullmann, Bibi Andersson. Margarefha Sven Nykvist. Música Friedrich Chopin, Johan quiera, poco importa, una necésidad de Krook, Gunnar Bjórnstrand, Jorgen Lindstróm. Sebastian Bach. Con Harriet Andersson, Ingrid seguridad intelectual que compense to­ 1967-La hora del lobo (Bargfimmen). Libreto de Ing­ Thulin, Liv Ullmann, Kari Sylwan. Erland Joseph­ mar Bergman. Fotografía, Sven Nykvist. Música, son, Georg Arlin, Andera Ek, Inga Gilí. das las insuficiencias de la seguridad Lars Johan Werle. Con Liv Ullmann, Max von 1973-Escenas de la vida conyugal (Scener ur ett ák- material, social. Este vacío y todo lo Sydow, Ingrid Thulin, Erland Josephson, Gertrud tenskap). Libreto de Ingmar Bergman. Fotografía, que los hombres inventan para llenar, es Fridh, Gudrun Brost, Bertil Anderberg, Georg Ry- (Kodakchrome), Sven Nykvist. Con Liv Ullmann. deberg, Naima Wifstrand. Erland Josephson, Bibi Andersson. Gunnel Lind­ lo que describo en mis films, y creo 1968 - Vergüenza (Skammen). Libreto de Ingmar Berg­ blom, Barbro Hiort af Ornás. que es una manera de hacer cine com­ man. Fotografía, Sven Nykvist. Con Liv Ullmann, 1974-La flauta mágica (Trollflójten). Libreto de Ingmar prometido en los problemas contempo­ Max von Sydow. Gunnar Bjórnstrand, Sigge Fur- Bergman sobre la ópera de Wolfgang Amadeus st, Barbro Hiort af Ornás. Hakan Jahnberg. Mozart libretada por Schikaneder. Fotografía ráneos, e incluso en un aspecto funda­ 1968 - Ei rito prohibido (Riten). Libreto de Ingmar Berg­ (Eastmancolor), Sven Nykvist. Música, Wolfgang mental: dar un sentido espiritual o hu­ man. Fotografía, Sven Nykvist. Con Ingrid Thulin, Amadeus Mozart. Con Josef Kostlinger, Irma Urri- Anders Ek, Gunnar Bjórnstrand, Erik Hell. lla, Hakan Hagegard, Elisabeth Eriksson. mano a una civilización de la felicidad 1969-La pasión de Ana (En passion). Librpto de Ing­ 1975 - Cara a cara (Ansikte mot ansikte). Libreto de Ing­ material. En todo caso, es mi problema mar Bergman. Fotografía (Eastmancolor), Sven mar Bergman. Fotografía (Eastmancolor), Sven personal. No me pidan que hable de Nykvist. Con Liv Ullmann, Max yon Sydow. Bibi Nykvist. Música, Wolfgang Amadeus Mozart. Con Andersson. Erland Josephson. Érik Hell, Sigge Liv Ullmann. Erland Josephson, Gunnar Bjóms- otra cosa, no sabría hacerlo. ■ Fürst. trand, Alno Taube-Henrikson. . Ingmar Bergman j 1971 - El toque (Beroringen/The Touch). Libreto de Ing­ 1977 - El huevo de la serpiente (Das schlangenei). Li­ mar Bergman. Fotografía (Eastmancolor), Sven breto de Ingmar Bergman. Fotografía (Technico- 14 do siguiente en su obra donde las angus­ exteriores, indescifrables: gente que hace orgullo personal pero también de una in­ tias y la muerte son interiores, despobla­ la guerra o que hiere a los pacíficos (Ver­ tención menos clara de destruir sus raí­ das de toda posibilidad metafísica. güenza) o la reciente reconstrucción del ces: el gobierno sueco rectificó acusacio­ EL BERGMAN QUE SE DESTRUYE.- ascenso de Hitler en un presunto Berlín nes e intentó recuperar a una personali­ Las imágenes son las mismas, con varian­ minuciosamente reconstruido (El huevo dad ilustre pero la buena disposición tes. Toman los signos de mares plomizos de la serpiente). Esa violencia agresiva, tropezó con una aparente obstinación de y cielos amenazantes, las figuras que se que en El silencio descubr a la homose­ Bergman. Hay un parecido empecina­ recortan contra el horizonte, el grito de xualidad latente de las hermanas, desnu­ miento en su últimos doce films (con* un pájaro nocturno, los espejos que de­ da la impotencia del esposo de Vergüen­ sólo tres excepciones: Escenas, La flauta vuelven una imagen irreal, los relojes que za, delata las reticencias de la médica mágica y quizás Sonata de otoño) en a veces carecen de agujas, las represen­ psiquiatra de Cara a cara y descubre os­ destruir a personajes que son er parte re­ taciones de ficciones, las imágenes lumi­ curas fascinaciones en la relación entre flejo personal de Bergman, en parte fan­ nosas de un pasado irrecuperable (con Liv, Ullmann y su cuñado David Carradine, tasmas personales. Esa actitud destructi­ hamacas que se mecen o junto a un huer­ contemplados (voyeurismo) por el malé­ va de su propio mundo, el que ha creado to de fresas silvestres), los silencios pro­ volo Heinz Bennent, que simula ser un a lo largo de cuarenta películas, es la que longados. Pero al mismo tiempo todo genio nazi pero no es sino una prolonga­ imprime claramente a El huevo de la ser­ cambia. En Persona una enfermera (Bibi ción de los contemplativos Bibi Anders­ piente un aliento apocalíptico. En El Andersson) es absorbida por la actriz Liv son y Erland Josephson de La pasión de demonio nos gobierna un mundo inasible JÍlmann que al parecer padece serios tras­ Ana, que también se llaman Vergerus estaba gobernado por el demonio. En El tornos y no puede soportar la realidad de (Eva y Elis). Para convertir en presencias silencio el infierno llega desde fuera. En este mundo; la absorción se completa dramáticas reales y corpóreas a estos La hora del lobo los fantasmas angustian con la de su propia personalidad. En La personajes. Bergman se acerca escrupu­ a un personaje que puede ser una réplica hora de lobo hay otros desequilibrios de losamente a los rostros, a la piel en pri­ de Bergman. En El huevo de la serpiente otro artista (Max von Sydow) absorbido mero^ planos, a las arrugas y los poros ese mundo exterior hostil es fácilmente por los demonios que son los suyos pro­ de los rostros agobiados y sudorosos, ob­ identificadle: es el mundo privado creado pios y que pueden contaminar a su mujer sedido por la forma como una mujer perfora por Bergman, la pretendida torre de mar­ Liv Ullmann, en una suma de alucionacio- a otra en Persona, por los fantasmas que se fil amenazada por las autoridades suecas. nes que se convierten en el torturado es­ hunden en el protagonista de La hora del Como siga así va a tener que ponerse tilo del film. En Vergüenza las amenazas lobo, el ingenuo desconcierto de Liv Ull- velozmente a la tarea de construir otra provienen del mundo exterior de un país man en Vergüenza incapaz de reaccionar torre de cristal que lo aislé de; mundo, sometido a varios excesos para concluir contra una violencia que no sabe de dón­ cosa difícil a los 61 años, fuera de Suecia con padecimientos psíquicos de sus pro­ de viene, por la muerte en Gritos y susu­ y con la certidumbre escondida de que tagonistas, el matrimonio Liv Ullmann-Max rros, por la certeza de traumas persona­ esa casta (o clase) de la que proviene y von Sydow. En La pasión de Ana cuatro les en Cara a cara. que suele asemejar a los artistas con dio­ personajes se separan tras la muerte del A mediados de la década del 60 Berg­ ses superiores, entró en agonía al tiempo hijo de una de las mujeres (Liv Ullmann) y man adquirió el hábito de permanecer un que estallaba la Segunda Guerra. Es de­ el alejamiento de su esposo (von Sydow), mes o dos todos los años en una clínica, cir, al mismo tiempo que Bergman co­ como paso previo a los deseos de muerte un dato que sugiere Ni hablar da estas menzaba su carrera como creador. Y co­ de casi todo el elenco, un objetivo que no mujeres. El tratamiento pareció muy ra­ mo muchos otros artistas a lo largo de la saben cómo concretar y se angustian. En zonable a los críticos de su obra. Para historia, su obra es el canto del cisne: El toque hay tentaciones e infidelidades entonces los personajes de sus films em­ magistral, concluyente, con un dominio para que Bibi Andersson se acerque a pezaron a ser perturbados por males psí­ formidable del medio y con el enorme Elliot Gould y Max von Sydow sufra. En quicos, a partir de los estallidos de locura miedo y el terrible dolor de saber que con Gritos y susurros es decididamente la de Harriet Andersson en Detrás de un vi­ esa obra terminan muchas cosas. Según muerte de Harriet Andersson el eje sobre drio oscuro. En mayor o menor medida se mire ese es, también, un signo cultural el que giran frustraciones familiares, am­ los films del director son un reflejo de sus y no sólo social y Bergman es sin ninguna putaciones sexuales, torturas varias. En (propios conflictos e incluso su proceso duda el artista más representativo en es­ Cara a cara quien pierde pie y se dese­ de liberación de temas y obsesiones (có­ te siglo de ese declive que recuerda al quilibra es Liv Ullmann, que en el fondo de mo las mujeres digitan a los hombres, el ocaso con sus bellezas, el aire brumoso su ser tiene un miedo atroz por el sexo. silencio de Dios, por ejemplo) está vincu­ contra el horizonte, la tristeza infinita por Todo indica que estos personajes pade­ lado con la expresión a través del cine nostalgias de una pasada, irrecuperable cen senos trastornos y debieran acudir a como equivalente probable d^l sillón del placidez. Quizás por eso sus films son clínicas como la que reccoge a la actriz psicoanalista. Por eso este último periodo cada vez más desgarrados y conlusamen- Elisabeth Vogler de Persona (y Vogler se de su obra puede inducir a temores va te destructivos de ese mundo personal, llamaba también el personaje fraudulento rios porque el empecinamiento de Berg­ que no es al fin y al cabo tan personal ni de El mago). Los desequilibrios ps;qui- man por salir de Suecia es síntoma de un exclusivo. ■ M. Martínez Carril cos, la muerte que ronda y el terror por el sexo que quien más quien menos escon­ de íntimamente, parecen ser ios nuevos temas, que se vinculan con las amenazas ..

lor), Sven Nykvist. Música, Rolf A. Wilhelm. Con Liv Ullmann, David Carradine, Gert Froebe, Heinz Bennent, Giynn Turman. En Alemania Federal. 1978 - Sonata de otoño (Hóstsonat). Libreto de Ingmar Bergman. Fotografía (Eastmancolor), Sven Nyk­ vist. Música, Frederic Chopin, Johan Sebastian Bach, Georg Friederich Haendel Con , Liv Ullmann, Lena Nyman. En Noruega. PARA TELEVISION 1957-Herr Sleeman kommer (t i. Llega el señor Schle-- man). Libreto de Ingmar Bergman sobre pieza, de Hjalmar Bergman. 1963 - Tramalnir.g (Pintura sobre madera). Libreto de Ingmar Bergman sobre pieza teatral de Ingmar Bergman y adaptación de El séptimo sello 1969 - El rito prohibido (Riten), ver como director. 1969 - Faró-dokument. (t.l. Documental de Faro). Libreto y fotografía de Ingmar Bergman. Cortometraje - 1970- Reservatet. En banalltetens tragl-komedl (t.l. Re­ servado. Una tragicomedia de banalidades). Di­ rector, Jan Molander. Libreto de Ingmar Berg­ man. 1973 - Escenas de la vida conyugal (Scener ur ett ák- tenskap). ver como director. 1974 - La flauta mágica (Trollflójten). ver como director 1975 - Cara a cara (Ansikte mot ansikte). ver como di­ LA PASION DE ANA rector. Drama con vericuetos