Solo De Música Cubana
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Solo de música cubana Solo de música cubana Olga Fernández Ilustraciones: Agenor Martí F. 2005 Solo de música cubana Olga Fernández 1ra. Edición: Ediciones ABYA-YALA 12 de Octubre 14-30 y Wilson Casilla: 17-12-719 Teléfono: 2506-247/ 2506-251 Fax: (593-2) 2506-267 E-mail: [email protected] Sitio Web: www.abyayala.org Quito-Ecuador Ilustraciones de interiores y de portada: Agenor Martí Fernández Impresión: Docutech Quito - Ecuador ISBN: 9978-22-522-6 Impreso en Quito-Ecuador, 2005. Índice Prólogo .......................................................................................................... 7 El areíto ......................................................................................................... 11 La primera danza cubana...................................................................... 13 El danzón desde el tiempo..................................................................... 15 Donde se canta el auténtico bolero ................................................... 17 Juan el Pandero.......................................................................................... 23 El embrujo del Tivolí .................................................................................. 25 Pacto inviolable .......................................................................................... 27 Canción de medianoche ........................................................................ 29 Sindo Garay: trovador mayor............................................................... 31 Manuel Corona: autor de réplicas...................................................... 37 La tradición de un nombre ..................................................................... 41 El último bohemio....................................................................................... 43 Cucho y sus malabares ........................................................................... 49 El trío más viejo del mundo .................................................................... 51 Yo soy el canto de los niños .................................................................. 57 La pícara guaracha .................................................................................. 63 Señor de la Nueva Trova........................................................................ 69 A pura guitarra........................................................................................... 73 El secreto de las cuerdas ........................................................................ 75 El bolero, esa metáfora del amor ........................................................ 81 Desde el fondo de una guitarra........................................................... 85 Eso que llaman changüí .......................................................................... 91 Cien años de un cantor........................................................................... 95 Del son a la salsa......................................................................................101 Caballero del son......................................................................................107 Hay que ir con el siglo ............................................................................111 El sucu-sucu..................................................................................................117 El órgano oriental......................................................................................121 Aquellas máscaras ....................................................................................125 Ahí viene el cocoyé...................................................................................129 Baile carabalí..............................................................................................131 Fiesta de tambores....................................................................................137 Día de Reyes ...............................................................................................141 De hombres y de dioses..........................................................................145 Cuando danza Yemayá ..........................................................................153 Los sagrados tambores batá.................................................................159 Tonadas trinitarias .....................................................................................163 Coro de claves ...........................................................................................165 6 Se formó la rumba.....................................................................................167 Prólogo La publicación de estudios dedicados a la música cubana –en todas sus facetas y manifestaciones– ha adquirido en los últi- mos años un auge notable. Son diversos los libros consagrados a plasmar la trayectoria de creadores e intérpretes, los textos donde se recogen etapas y géneros, sin faltar los bosquejos históricos, analíticos, y las obras de consulta. Sin embargo, es mucho aún lo que queda por indagar y revelar en el amplio, riquísimo recorrido de nuestra música a través del tiempo. De ahí la importancia y utili- dad que reviste la edición de este libro de la periodista y escritora Olga Fernández, titulado, significativamente, en su edición en inglés Pura guitarra y tambor. Porque la guitarra, de origen hispánico, y el tambor, de procedencia africana, estuvieron desde los primeros tiempos en manos del músico criollo y, ambos, realizaron la simbio- sis feliz que dio nacimiento a nuestra expresión nacional. Algunos de los textos incluidos en este libro aparecieron ini- cialmente en la revista Cuba Internacional, en una sección dedica- da a aspectos de la música folclórica que la autora mantuvo du- rante años. Otros trabajos son inéditos. Pero todos, como dice ella misma, plasman los aspectos concurrentes de nuestro folclore que ayu- daron a conformar una música que ha hecho extraordinarios aportes a la cultura universal, y que tuvo y tiene, paralelamente con los grandes cambios que ha sufrido la nación cubana, una base histórica en la con- ciencia popular. Solo de música cubana tiene una diversidad temática que lo hace valioso recuento abarcador de nombres, bailes, géneros, ins- trumentos musicales usados en nuestro arte sonoro… Desfilan ante nosotros juglares y trovadores como Chicho Ibáñez, Juan El Pande- ro, Angel Almenares, Sindo Garay, Manuel Corona, Cucho El Polle- ro, Teresita Fernández, Pablo Milanés y Ñico Saquito, el inmortal Trío Matamoros, el legendario Septeto Nacional, trompetistas des- collantes como Félix Chapottín; los primeros cantos y bailes de la Is- la; la guitarra criolla, la trova de Virgilio, un sonero clásico: Migue- lito Cuní, la bailarina folclórica Nieves Fresneda, el maestro Leo Brouwer, el órgano oriental, la rumba cubana, el changüí, el dan- zón, el sucu-sucu, la décima cantada, la tumba francesa, las tona- das trinitarias, los tambores batá, el Conjunto Folclórico Nacional, la fiesta afrocubana del Día de Reyes, el carnaval. Se modela ante nuestros ojos el apasionante tránsito de la formación de nuestra idiosincrasia sonora, el abrazo de las raíces hispánicas y africanas, matizadas con los aportes franco-afrohaitianos, y vemos cuajar to- do un camino artístico que se enriquece hoy con aportaciones con- temporáneas. La importancia de la música cubana ha ido creciendo a tra- vés del tiempo. Asentada sobre los elementos hispánicos y africanos que confluyeron en su base –más alguna posible huella aborigen en los primeros procesos sincréticos–, fue ganando fisonomía pro- 8 pia a través de los siglos XVII y XVIII, hasta llegar a ser, ya entrado el siglo XIX, una expresión realmente nacional. Pero es en el siglo XX cuando tiene lugar una evolución musical notabilísima, tanto en el surgimiento de géneros como en la creación de obras y en el desa- rrollo de intérpretes. En busca de esos tesoros de nuestra música ha ido Olga Fer- nández, pacientemente, y nos los entrega reunidos en este libro que sirve de fuente de información tanto como de reservorio de datos, contribución estimable al conocimiento del acervo musical –folclóri- co y elaborado– de nuestro pequeño caimán sonoro, que tanto aporte fundamental ha hecho a la música de El Caribe, de Améri- ca Latina, de Norteamérica y del mundo. La periodista, desdoblada en musicógrafa en estas páginas donde viven el ser y el tiempo del arte sonoro criollo, nos presenta, una por una, piezas escritas con sencillez y con rigor, y nos da su visión de un buen número de figuras y de temas, que desfilan a tra- vés de la palabra escrita. Los testimonios que recoge en la voz de tantos autores y actores de la música insular son valioso archivo y basamento que pudiera impulsar nuevos acercamientos –en profun- didad– a la vida y la obra de estos juglares y trovadores nuestros. Y su carácter periodístico –debe decirse–, su sentido divulga- dor, no los eximen de un cierto halo poético, que nace de la reali- dad misma de los hechos y afanes que han acompañado a estos creadores admirables. Nuestros días son de auge de la música popular en todo el mundo. Tanto en América, como en África y Europa (sin faltar zonas de Asia, como Japón), se llenan las ondas radiales, las pantallas de televisión, las salas, los teatros, de voces y agrupaciones que inter- pretan diversas líneas expresivas. Junto a las tendencias pop, rock y sus parientes de toda índole, resuenan los géneros caribeños, con marcada presencia de lo cubano. Los mejores representativos del movimiento llamado salsa, verdadero ajiaco donde entran distintos