LIÑO 11. Revista Anual de Historia del Arte

El palacio de Miranda-Valdecarzana y la capilla de Nuestra Señora de los Dolores de

Vidal de la Madrid Álvarez Universidad de

RESUMEN: En este estudio se aborda el análisis de los edificios barrocos conocidos como palacio de Valdecarzana y capilla de Nuestra Señora de los Dolores de Grado ().

ABSTRACT: In this paper we analyse the baroque buildings named palacio de Valdecarzana and capilla de Nuestra Señora de los Dolores in Grado (Asturias).

PALABRAS CLAVE: arquitectura, barroco, palacio, capilla, Asturias.

* * * * La Casa de Miranda que caracterizó a las instituciones asturianas 104 durante toda la Edad Moderna. Al igual que Desde los inicios de la Edad Moderna, en sucedió con el resto de la nobleza asturiana de Asturias se asistió a un proceso creciente de la época, el poder de este linaje, “muy antiguo fortalecimiento de la pequeña nobleza e, inclu- y de nobles hidalgos y caballeros”2, en opinión so, de algunos sectores de la burguesía de Tirso de Avilés, tuvo su origen en la consti- mediante la fundación de vínculos y mayoraz- tución del mayorazgo correspondiente, que le gos. De este modo, los grupos familiares sorte- permitió consolidar sus propiedades, acrecen- aban la fragmentación de sus patrimonios y, tarlas y evitar su dispersión. La fundación del como consecuencia, evitaban la devaluación mismo se efectuó por Diego de Miranda el 11 de su prestigio. La mayor parte de estas funda- de abril de 1504, usando la facultad concedida ciones se efectuaron entre los años iniciales del para este fin por la reina doña Isabel en el mes siglo XVI y primera mitad de la centuria de diciembre del año anterior. En dicho docu- siguiente, configurando la estructura básica de mento, don Diego nombra como heredero del la alta nobleza asturiana que caracterizó al mayorazgo a su hijo Lope Bernaldo de Miran- Antiguo Régimen en la región. Estos mayoraz- da y efectúa una enumeración de sus propie- gos fundamentaban su poder en la propiedad dades, que comprendían el coto de de la tierra, que generaba unas rentas depen- con su casa y fortaleza, los cotos de Villaruiz y dientes de la producción agraria, y en el con- Coalla, la fortaleza de Alesga, el coto de Val- trol de los cargos administrativos, que asegu- decarzana en el concejo de Teverga y el dere- raba fama e influencia. Así, los bienes raíces, cho de presentación en la abadía de San Pedro cuyos ingresos se materializaban en rentas en de Teverga, cuya defensa provocaría largos especie, se revelaron como valores sólidos en conflictos judiciales en el futuro3. épocas de devaluaciones monetarias, que soca- Este patrimonio inicial se fue acrecentando vaban las fortunas asentadas tan sólo en el sensiblemente con el paso del tiempo y el señor dinero. Además, el control de los empleos de Miranda logró reunir un número de cotos municipales derivó muy pronto en una oligar- más elevado que cualquier otro titular de seño- quización de la administración, tanto local ríos laicos de Asturias. Al marquesado de Val- como regional, que garantizaba la supervisión decarzana y, por tanto, a la casa de Miranda le de todos los acuerdos por las familias más correspondían los cotos de Aguino, Perlunes, poderosas y sus clanes próximos1. Luerces, , Ranón, Muros, Quinzanas y En este contexto, la casa de Miranda fue Soto de los Infantes y las jurisdicciones de uno de los grupos familiares más influyentes Cabruñana, San Pedro de Coalla y Valdecarza- de la región y una pieza fundamental del pro- na4. Además, en una región como Asturias ceso de clientelismo político y administrativo donde el porcentaje de habitantes sometidos al régimen señorial era muy reducido -nunca llegó al 10% de la población- el señor de Miranda también destacaba sobre el resto de la nobleza 1 Sobre la situación de la nobleza asturiana en la Edad local en número de vasallos, al habérsele conta- Moderna véanse: Baudilio BARREIRO MALLÓN, «La bilizado no menos de ochocientos, distribuidos sociedad asturiana de los siglos XVI y XVII. Familia 5 asturiana», en AA. VV., Historia General de Asturias, t. entre sus cotos señoriales . 3, Silverio Cañada, Gijón, 1984, pp. 49-64; «Concejos y señoríos asturianos en la Edad Moderna», en AA. VV., Historia de Asturias, t. 3, Prensa Asturiana, Oviedo, 2 1990, pp. 537-556 y «Aspectos socio-económicos de AVILÉS, Tirso de, Armas y linajes de Asturias y anti- Asturias en la Edad Moderna», en RAMALLO ASENSIO, güedades del Principado, GEA, Oviedo, 1991, p. 72. Germán (coordinador), Arquitectura señorial en el 3 El Marqués del Saltillo recoge el texto completo del Norte de España, Universidad de Oviedo, Oviedo, 1993, documento de fundación del mayorago de Diego de pp. 11-25; Alfonso MENÉNDEZ GONZÁLEZ, Élite y Miranda en su trabajo «Palacios ovetenses. Datos para poder: la Junta General del Principado de Asturias su historia (1474-1786)», Revista de la Universidad 1594-1808, IDEA, Oviedo, 1992, especialmente pp. Literaria de Oviedo, Oviedo, 1942, pp. 28-31. 525-778, “La venta de oficios públicos en Asturias en 4 ANES, Gonzalo, Economía y sociedad en la Asturias del los siglos XVI y XVII”, BIDEA, 112, Oviedo, 1984, pp. Antiguo Régimen, Ariel, Barcelona, 1988, pp. 158-159. 677-708 y “Edad Moderna (siglos XVI-XVIII)”, en Véase también Gonzalo ANES Y ÁLVAREZ DE CAS- Javier RODRÍGUEZ MUÑOZ (dirección), Enciclopedia TRILLÓN, Los señoríos asturianos, Silverio Cañada, Temática de Asturias. Historia, t. 11, Silverio Cañada, Gijón, 1989. Gijón, 1990, pp. 195-270; María Ángeles FAYA DÍAZ 5 BARREIRO MALLÓN, Baudilio, «Concejos y señoríos (coord.), La nobleza en la Asturias del Antiguo Régimen, asturianos», p. 552; e ÍDEM, «Aspectos socio-económi- KRK, Oviedo, 2004. cos de Asturias», p. 20.

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Vista general del conjunto formado por la casa de Valdecarzana y la capilla de Nuestra Señora de los Dolores con una reconstrucción hipotética del trazado de la muralla medieval. Dibujo de Cosme Cuenca y Jorge Hevia

El fundador de tan relevante mayorazgo, El hijo de Diego, Lope, le sucedió al frente Diego de Miranda o Diego Fernández de del mayorazgo y, a su muerte, fue sepultado en Miranda, estaba casado con su prima Isabel la iglesia del convento de San Francisco de Ramírez de Guzmán, hija del titular de la casa Oviedo, a diferencia de su padre, cuyo cuerpo de Quirós, y era descendiente de Gonzalo Ber- descansa en la abadía de San Pedro de Teverga. naldo de Quirós, quien había sido el primer Hasta ese momento, ambos lugares se habían señor de Valdecarzana, según consta en el convertido en las alternativas preferidas por los documento de donación otorgado por Enrique miembros de la familia para su enterramiento II en 1372. Los hijos de Gonzalo, Lope y Gutie- rre González de Quirós, dieron origen respecti- vamente a los linajes de Miranda o Valdecar- procede sustancialmente de tres fuentes: el «Árbol zana y de Quirós6. Ambas estirpes mantuvie- genealógico de varios señores de la casa de Miranda ron sus vínculos de parentesco durante mucho con diferentes enlaces de otras casas y familias» elabo- tiempo y formaron uno de los grupos familia- rado por Ciriaco Miguel Vigil en el mes de junio de 7 1883 y cuyo conocimiento debemos a la generosidad res más influyentes de la nobleza asturiana . del p. José María Patac (†); el estudio clásico de José Manuel Trelles Villademoros, Asturias Ilustrada, origen de la nobleza de España, su antigüedad y diferencias, t. II, Ayalga, Salinas, 1980 (edición facsimilar de la de 6 URÍA RÍU, Juan, Estudios sobre la Baja Edad Media Madrid, 1739), pp. 811-841; y el fondo documental del asturiana (Asturias de los siglos VIII al XVI), Bibliote- maltrecho Archivo de la Casa de Valdecarzana (en ade- ca Popular Asturiana, Oviedo, 1979, pp. 204-206. lante, ACV), depositado en la actualidad en el Real Ins- 7 La información relativa al linaje de la casa de Miranda tituto de Estudios Asturianos (Oviedo).

El palacio de Miranda-Valdecarzana y la capilla de Nuestra Señora de los Dolores de Grado pero, con el paso del tiempo, la mayor parte de fue concedido por Felipe IV por sus servicios y 106 ellos acabaron optando por el templo tevergano los de su linaje y que se vinculó desde ese y tan sólo unos pocos prefirieron el convento momento a la varonía de la casa de Miranda. ovetense, que anteriormente había sido el sitio Falleció en Rioseco y sus restos fueron traslada- predilecto. Para comprender esta elección debe- dos a la colegiata de San Pedro de Teverga. Se mos valorar en su justa medida el derecho de casó en segundas nupcias con Rosenda Pardo y presentación en la colegiata de San Pedro de Aguiar († 1668), de cuyo matrimonio nació Teverga que asistía a la casa de Miranda y que Lope Fernández de Miranda Ponce († 1688), II ya figuraba en la donación de 1372. Estos dere- marqués de Valdecarzana, quien años después chos de presentación y patronato generaban de su muerte protagonizó un curioso aconteci- diversos beneficios económicos pero, sobre miento que quiso justificarse con explicaciones todo, constituían una garantía de la antigüedad sobrenaturales. Lope de Miranda había fallecido del linaje que se asociaba a la vetustez del tem- en Madrid y su cadáver fue depositado en la plo de fundación altomedieval. De este modo, iglesia del monasterio de Santa Ana de esa ciu- podemos explicar la fortaleza de los vínculos dad; no obstante, en su testamento había expre- que unían a los Miranda con Teverga y su inte- sado su deseo de ser enterrado en la colegiata de rés en demostrar fehacientemente la legalidad San Pedro, como el resto de sus predecesores. Su de sus derechos cuando éstos fueron cuestiona- esposa, Josefa María Trelles Simo Carrillo y dos, que derivó en un larguísimo proceso judi- Albornoz († 1714), al no poder atender en vida cial que duró cerca de dos siglos8. esta petición, decidió enterrarse provisional- Tras Lope, sus sucesores siguieron sepul- mente en la capilla de los Remedios del con- tándose en la colegiata de San Pedro, conver- vento de San Francisco de Oviedo y solicitar a tida ya en el panteón por excelencia de la casa su hijo el traslado de ambos cuerpos a Teverga, de Miranda. Así, tanto Sancho de Miranda junto con los de otros miembros de la familia9. (1505-1586), como Diego Fernández de Miran- Algunos años más tarde, cuando Sancho da, que estaba casado con Inés de Valdés Salas, Fernández de Miranda, III marqués de Valdecar- sobrina del Inquisidor General Fernando de zana, procedió a exhumar el cuerpo de su padre Valdés, y Lope de Miranda († 1626) decidieron para efectuar el traslado «se halló el cadáver por voluntad propia que sus restos descansa- íntegro y en la propia conformidad las ropas sen en el templo de Teverga. Además, el matri- interiores y exteriores de la mortaja y tan cono- monio de Lope con Leonor Ponce de León cido por el semblante como lo era en vida»10. Cienfuegos incorporó a la casa de Miranda los Este peculiar suceso motivó una investigación señoríos de Muros, Ranón y el puerto de la Arena de . Su hijo, Diego Fernández de Miranda Ponce de León († 1632), asumió una ambiciosa reforma de la residencia de la fami- 9 «[...] Ítem es mi voluntad que cuando parezca haya lia en Oviedo entre los años 1627 y 1629, que pasado tiempo conveniente sea mi cadáver trasladado causó algunos conflictos al vecino hospital de por dicho mi hijo el marqués a la iglesia colegiata de San Juan por ocultación de luces. Pese a falle- San Pedro de Teverga de nuestro patronato disponien- cer en Villanueva del Infantado, su cuerpo do al mismo tiempo como se lo encargo mucho así como es de su obligación y lo espero de su amor (ya también reposa en San Pedro de Teverga. que yo no pude ejecutarle en mis días) que se traigan A Diego le sucedió su hijo, Sancho de de Madrid las cenizas del señor marqués su padre y mi Miranda Ponce de León († 1661), protagonista marido, y los del señor don Álvaro de Miranda su tío, de sucesos de armas relevantes, como el socorro abad que fue de Teverga y colegial en el mayor del obispo, que están depositados en el monasterio de de Fuenterrabía a donde acudió con cien caba- Santa Ana de la orden del Císter de dicha villa de lleros asturianos equipados a su costa, y I mar- Madrid y las de mi hijo el capitán don Benito Miguel de qués de Valdecarzana desde 1642, título que le Miranda, que está depositado su cadáver en el colegio de la Compañía de Jesús de la ciudad de Badajoz y que unos y otros a un tiempo se lleven a dicha iglesia cole- giata en donde están las cenizas de sus mayores y mis hijos [...]», ACV, testamento de doña Josefa María Tre- 8 Sobre los derechos de presentación y patronato de la lles Simo Carrillo de Albornoz otorgado ante el escri- casa de Miranda en la colegiata de San Pedro de Tever- bano Diego Blanco Sacedo el 14 de febrero de 1713, ga véanse URÍA RÍU, Juan, Estudios, pp. 204-205 y documentación sin clasificar. ALONSO ÁLVAREZ, Raquel, «La colegiata de San Pedro 10 «Información de la vida y costumbres del señor don Lope de Teverga. La “imagen medieval” de un edificio refor- Fernández de Miranda hecha a pedimento del señor don mado», Asturiensia Medievalia, 7, Oviedo, 1995, pp. Sancho Fernández de Miranda, Marqués de Valdecarza- 238-242. na», ACV, documentación sin clasificar, f. 1vº.

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Planta baja del estado actual de la casa de Valdecarzana de Grado. Dibujo de Cosme Cuenca y Jorge Hevia

sobre su vida y costumbres para buscar algún finalmente en el abandono de sus residencias hecho significativo que diera una justificación en Oviedo: la Casa del Campo fue vendida para sobrenatural a lo sucedido. Sin embargo, la bús- cuartel en el año 1756 y el palacio de Miranda queda apenas dio fruto y el único aconteci- fue aforado a la familia Heredia en 1768. miento relevante que podía vincular al marqués El III marqués de Valdecarzana estaba casa- con un episodio «milagroso» fue que estando en do con María de Atocha Saavedra Ladrón de Grado en cierta ocasión ocurrió el derrumbe de Guevara († 1747), condesa de Escalante y de sus caballerizas; pese al elevado número de per- Tahalú y marquesa de Rucaño. El primogénito sonas que se habían congregado allí para des- de ambos, Lope Fernández de Miranda, fue pedirle, el incidente no causó víctimas11 . apartado de la sucesión por «ineptitud y fatui- Sancho Fernández de Miranda († 1737) edi- dad» en 172712 y el marquesado recayó en su ficó la Casa del Campo de Oviedo (1706-1707) hermano Sancho Fernández de Miranda Ponce y la capilla de Nuestra Señora de los Dolores († 1757), que se convirtió en el IV marqués de de Grado (1713-1716). Además, es muy proba- Valdecarzana a la muerte de su padre en 1737. ble que también fuera responsable de la tras- cendental reforma del palacio de Grado que se efectuó por estos años. En 1717, se trasladó a 12 La declaración de primogenitura a favor de Sancho Fer- la corte iniciando un proceso de alejamiento nández de Miranda, que apartaba definitivamente a su progresivo de sus posesiones en la región, que hermano mayor Lope, fue suscrita por los marqueses de menguó la influencia de su familia y derivó Valdecarzana el 19 de noviembre de 1727 en Madrid ante el notario Juan Arroyo de Arellano. Véase ACV, documentación sin clasificar. Por su parte, José Manuel Trelles Villademoros afirma que Lope «fue defectuoso del juicio» y falleció sin haberse casado en el año 1737, 11 Ibídem. un día antes que su padre el marqués (op. cit., p. 820).

El palacio de Miranda-Valdecarzana y la capilla de Nuestra Señora de los Dolores de Grado Por su parte, María de Atocha Saavedra dispu- La última poseedora de la casa de Miranda 108 so que el cadáver de su marido, cuyos restos fue Luisa de Rojas Fernández de Miranda († yacían en el monasterio de Santa Ana de 1834), tras cuya muerte los títulos y propieda- Madrid, fuese trasladado finalmente a la cole- des pasaron a poder de la casa condal de Santa giata de San Pedro de Teverga, mientras que Coloma y marqueses de Valle-Hermoso14. ella sería sepultada en el convento madrileño de Jesús Nazareno de los Trinitarios Descal- zos13. Además, en su testamento previene la El palacio de Miranda-Valdecarzana cantidad de mil pesos para ayudar al manteni- en Grado miento de la capilla de Nuestra Señora de los Dolores de Grado y dona a su fábrica algunas 1. Las casas de la familia Miranda joyas, lo cual revela su compromiso con la en Asturias erección del templo. A Sancho Fernández de Miranda, que estu- La necesidad de contar con una residencia vo casado con Ana Catalina de Villacis, le próxima a sus propiedades rústicas y la con- correspondió gestionar la venta de la Casa del centración de cotos o señoríos en las manos de Campo y fue el primer marqués en romper la los linajes más poderosos convirtieron a éstos costumbre familiar de ser enterrado en San en los poseedores de un patrimonio arquitectó- Pedro de Teverga, pues prefirió descansar en la nico disperso por toda la geografía asturiana. iglesia del convento madrileño de Jesús Naza- Salvo casos muy excepcionales, las viviendas reno de los Trinitarios Descalzos, donde ya de cada familia eran un conjunto heterogéneo reposaba su madre. Su hijo, Judas Tadeo Fer- de construcciones carentes de unidad de estilo nández de Miranda y Villacis, había nacido en y producto de diversos momentos edificato- Madrid en 1739 y se convirtió en el V marqués rios. Todas ellas tenían en común el titular y su de Valdecarzana en 1757. Estaba casado con carácter de obra relevante en su entorno, des- Isabel Felipa Regio Branciforte y no tuvieron tinada a singularizarse en su marco ambiental descendencia, por lo que la estirpe se extinguió y proponiendo una interpretación de dominio con ellos. En sus disposiciones testamentarias físico sobre el territorio donde se asentaban. A fechadas en el año 1791, la marquesa mani- finales del siglo XVII, la necesidad de interve- fiesta su deseo de ser enterrada en la capilla de nir de forma más comprometida en el control Nuestra Señora de la Soledad de Madrid, pero de las instituciones públicas provocó un asen- desconocemos cuál pudo ser la última morada tamiento más continuado de estos linajes en de su esposo. No obstante, su alejamiento de los centros urbanos. Este hecho estimuló la las posesiones asturianas de la familia y la modernización de sus casas en estos lugares o inexistencia de una voluntad personal para ser la erección de nuevas residencias. En ambos enterrado en un lugar concreto, según mani- casos, se buscaban unos objetivos de protago- fiesta en un poder otorgado en 1770, nos lle- nismo y exhibición semejantes a las obras van a pensar que finalmente sería sepultado en rurales, aunque más limitados por la inmersión un templo madrileño. en el contexto urbano, y se prestaba una aten- ción especial al carácter vanguardista de unos diseños que debían vincularse a las corrientes artísticas más novedosas del momento. Todo 13 «[...] Ítem es mi voluntad que luego que yo muera lle- este proceso entró en crisis en el último tercio ven el cuerpo de mi marido (que esté en gloria) que está del siglo XVIII, cuando las principales familias depositado en San Bernardo a Asturias a la iglesia cole- giata de San Pedro de Teverga y se paguen todos los ya disponían de casas de prestigio en las ciu- gastos que hubiere por sacarle del depósito de dicho dades de la región y, además, habían desplaza- San Bernardo y por llevarle y hacerle un novenario con do su residencia habitual a la capital del los sacerdotes que pareciere estar cerca por allí con un reino15. oficio el primer día y otro el último pagando las misas a tres reales y esto que se pague de mi caudal, y se lo pido a mi hijo que lo ejecute prontamente como tam- bién le pido procure mantener la capilla de Nuestra 14 Señora de los Dolores con la decencia que le corres- LANA-DÍAZ, José María, El concejo de Teverga y la ponde para que dure la devoción que han con Jesús insigne colegiata de San Pedro, Palencia, 1952, p. 22. Nazareno, allí, y con la Virgen de los Dolores [...]», 15 Sobre la arquitectura palaciega del barroco en Asturias ACV, memorial de la marquesa difunta que acompaña a véanse Germán RAMALLO ASENSIO, Germán, La su testamento y lleva fecha de 25 de junio de 1747, arquitectura civil asturiana. Época Moderna, Ayalga, documentación sin clasificar, ff. 20vº-21. Salinas, 1978; ÍDEM (coord.), Arquitectura señorial en

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Alzado de la fachada principal (oriental) de la casa de Valdecarzana de Grado. Dibujo de Cosme Cuenca y Jorge Hevia

En el caso de la familia Miranda el esque- El conjunto de Villanueva se conserva en ma que acabamos de esbozar se cumple a la mejor estado. El elemento más relevante es la perfección. Cuando en el año 1719 se hizo el torre medieval, probablemente de finales del inventario de los bienes que el marqués de Val- siglo XIV o comienzos del XV, que es una de decarzana había dejado en sus casas, se anota- las más altas de Asturias y se encuentra aso- ron seis residencias principales, de las cuales ciada a una estructura de protección del patín tan sólo conservamos relativamente íntegras algo posterior. A su lado figura la construcción en la actualidad dos de ellas. El conjunto lo palaciega como desarrollo del primitivo encla- integraban las casas de Grado, Muros, Villa- ve defensivo a orillas del río Cubia y una capi- nueva, Teverga y las dos de Oviedo, la del lla exenta de apreciables proporciones. La Campo de San Francisco y la conocida como vivienda traza un rectángulo en planta y com- casa de Miranda en la calle de San Juan16. bina los dos pisos del lienzo central con los La casa de Valdecarzana en Muros del Nalón tres del cuerpo extremo. Presenta una factura se incorporó a la familia Miranda por el matri- popular y parece el resultado de varios monio de Lope de Miranda († 1626) con Leonor momentos constructivos, aunque el grueso de Ponce de León, señora de de Muros, la obra es de Época Moderna18. Ranón, Navia y Puerto de la Arena. En la actua- El palacio de Valdecarzana en Teverga pre- lidad se ha perdido la mayor parte del conjunto. senta planta de «U» con un patio en el centro y Quedan restos de la torre medieval y la portada un corredor en su interior. Se trata de una obra de acceso al recinto, que ha sido atribuida al modesta y también parece el resultado de maestro Juan de Cerecedo, el viejo, y se compo- varias intervenciones. ne de un gran arco de dovelas gigantes flan- La Casa del Campo de Oviedo fue construi- queado por torrecillas y con remate almenado17. da por Sancho Fernández de Miranda, III mar- qués de Valdecarzana, entre los años 1706-1707. Estaba situada en las afueras de Oviedo, en la el Norte de España, Universidad de Oviedo, Gijón, zona inferior del Campo de San Francisco, y se 1993; Vidal de la MADRID ÁLVAREZ, “Arquitectura concibió como una finca de recreo y esparci- Barroca Civil”, en Javier BARÓN (dir.), El arte en Astu- rias a través de sus obras, Prensa Asturiana, Oviedo, 1996, pp. 197-228. 16 ACV, «Inventario que se hizo en el año de 1719 de las entre otros, por Fernando Marín («Zona centro occiden- alhajas que el Marqués de Valdecarzana dejó en sus casas tal. , Muros del Nalón, y Cas- de la villa de Grado: Muros: Villanueva: Teverga y las de trillón», Liño, 3, Oviedo, 1982, p. 280) y Pilar García la ciudad de Oviedo que llaman de Miranda y en las del (Arquitectura en Asturias, 1500-1580. La dinastía de Campo de dicha ciudad», documentación sin clasificar. los Cerecedo, RIDEA, Oviedo, 1996, p. 185). 17 La atribución procede de Ángel Pulido («Soto del Barco. 18 Sobre la torre de Villanueva véase J. Luis AVELLO ÁLVA- Muros», en BELLMUNT, Octavio y CANELLA, Fermín, REZ, Las torres señoriales de la Baja Edad Media astu- Asturias, t. III, Gijón, 1900, p. 86) y ha sido seguida, riana, Universidad de León, León, 1991, pp. 137-140.

El palacio de Miranda-Valdecarzana y la capilla de Nuestra Señora de los Dolores de Grado miento de la familia Miranda, que conectaba de proyecto, pero aparecen vinculados a él Juan 110 esta forma con las nuevas modas cortesanas de de Naveda (c. 1575-1640) y Gonzalo Güemes inspiración francesa. Era un gran caserón exen- Bracamonte, dos de los arquitectos más activos to, carente de patio interior y provisto de un del momento en Asturias. No obstante, en amplio jardín, que habría sido imposible de 1668 Lope Miranda Ponce de León contrató obtener en el constreñido espacio de la vieja con el maestro trasmerano Gregorio de la Roza vivienda de la familia en Oviedo y fue destina- (c. 1643-post. 1708) una importante reforma do a acoger todo tipo de celebraciones festivas. de su vivienda en Oviedo que, entre otras Con el establecimiento definitivo del marqués obras, supuso la reconstrucción de las fachadas en la corte sus viviendas en Asturias, especial- occidental y septentrional del inmueble20. mente las ubicadas en Oviedo, perdieron su fun- En el año 1768, José Froilán de Heredia, ción residencial y entraron en un franco decli- canónigo de la catedral de Oviedo, aforó per- ve. La Casa del Campo fue vendida por Sancho petuamente la casa de Miranda en nombre de Fernández de Miranda, IV marqués de Valdecar- su sobrino Antonio, para proporcionar una zana, al Principado en 1756, para instalar en vivienda digna a su linaje, pues no disponía de ella el cuartel de Milicias. Finalmente, pasó de ninguna en la capital del Principado. En esos nuevo a propiedad privada y fue convertida en momentos la casa se encontraba en ruinas por viviendas de alquiler entre los años 1871-1875, haber permanecido deshabitada desde hacía una función que mantuvo hasta su derribo entre muchos años. El arquitecto Manuel Reguera 1880 y 189019. elaboró un informe que preveía la permuta de La casa principal de los Miranda en Oviedo una casa adyacente en el flanco meridional y ha llegado hasta nosotros transformada por la la ampliación de la vivienda hacia este lado. gran reforma del último tercio del siglo XVIII, De esta forma, se conseguía ganar las luces del que la convirtió en la vivienda de la familia mediodía, un pequeño espacio ajardinado para Heredia. No obstante, aún conserva una parte recreo íntimo de sus habitantes y un lienzo sustancial de la obra del siglo XVII. Responde- para colocar el escudo de los Heredia. Las ría al tipo de vivienda estructurada en torno a obras culminaron en torno al año 1774, pero el un patio central, pero no era exenta. La presen- diseño final de la nueva fachada hacia el jar- cia de los restos de una torre en el lienzo sep- dín evidencia la intervención de un maestro de tentrional sugiere la existencia de una fachada gusto más decorativo, probablemente José entre torres que sería la principal y se dispon- Bernardo de la Meana, quien modificaría en dría hacia la calle de San Juan, enfrentada a las parte el diseño primitivo de Reguera que, en casas del marqués de Camposagrado. En el cen- cambio, parece haberse respetado en el patio21. tro de esta fachada se abre una puerta adintela- da flanqueada por fajas cajeadas y rematada por un balcón corrido apoyado sobre ménsulas. El 2. La casa de Grado resto del muro revela una gran austeridad y un carácter muy plano, tan sólo articulado median- La de Grado era una de las viviendas prin- te vanos y líneas de imposta sin moldurar. El cipales del linaje en la región y aún se conser- escudo dispuesto en esta portada, ceñido con la corona del marquesado, sustituye, sin duda alguna, a uno anterior, tal vez el que hoy se encuentra en el muro oriental. 20 Entre 1627 y 1629, para efectuar los trabajos fue preci- Toda esta parte del palacio parece haber so llegar a un acuerdo con el cabildo de la catedral de Oviedo a causa de los daños que la obra provocaría en sido edificada por Diego de Miranda, quien el vecino hospital de San Juan -en su mayor parte ocul- entre los años 1627 y 1629 efectuó una amplia tación de luces-. En el reconocimiento preceptivo inter- reconstrucción de sus casas en Oviedo. Desco- vinieron Naveda y Güemes como peritos en representa- nocemos quien pudo haber sido el autor del ción de las partes. Véase Vidal de la MADRID ÁLVA- REZ, La arquitectura de la Ilustración en Asturias. Manuel Reguera, 1731-1798, RIDEA, Oviedo, 1995, p. 146. Sobre la intervención de Gregorio de la Roza debe consultarse Archivo Histórico de Asturias, Protocolos 19 Sobre la Casa del Campo véanse Javier GONZÁLEZ de Oviedo, ante José González Ardisana, caja 7319, ff. SANTOS, «La Casa del Campo: un palacio dieciochesco 39-42. ovetense desconocido», Ástura, 6, Oviedo, 1987, pp. 23- 21 Sobre este palacio véanse Germán RAMALLO ASENSIO, 32, y Vidal de la MADRID ÁLVAREZ, «Aportaciones La arquitectura civil, pp. 124-126; Javier GONZÁLEZ documentales para el estudio del cuartel de Milicias de SANTOS, «La Casa del Campo», pp. 23-24 y Vidal de la Oviedo», Liño, 10, Oviedo, 1991, pp. 113-119. MADRID ÁLVAREZ, La arquitectura, pp. 142-156.

VIDAL DE LA MADRID ALVAREZ va en su mayor parte. Sin embargo, carecemos murallas, cuyo mantenimiento se convirtió en 111 de fuentes documentales directas acerca de ella una pesada carga para la mayoría de estas y nuestro conocimiento se basa prioritaria- poblaciones23. mente en el análisis de su estructura y elemen- El primer testimonio documental de la exis- tos y en el examen comparativo con otras tencia de una cerca en Grado es la carta de construcciones similares. Además, su carácter venta de una casa fechada en el año 1310. Es eminentemente popular y la ausencia de ras- posible que hubiera sido construida poco tiem- gos definitorios de estilo impiden asignar su po antes, tal vez a finales del siglo XIII, aun- autoría a un maestro concreto y dificultan las que con toda probabilidad hubo de ser reedifi- hipótesis sobre su cronología. Por último, la cada tras la destrucción de la población efec- observación detallada de sus muros, cubiertos tuada por el caballero-bandido Gonzalo Peláez de grietas, cicatrices y vanos tapiados o de Coalla en 1308 o 1309. Gracias al tramo replanteados, ha revelado la existencia de integrado en la estructura del palacio y a otro varios momentos constructivos, integrados por de cierta extensión conservado en el flanco la intervención final que proporcionó a la obra oriental de la villa, así como a diversos testi- su compacta apariencia actual. monios documentales, podemos proponer una Según han demostrado las prospecciones reconstrucción bastante aproximada del traza- arqueológicas, los estudios planimétricos y el do de la primitiva muralla medieval. Su perí- examen de los muros, el palacio de Miranda de metro presentaba un trazado próximo al círcu- Grado fue edificado aprovechando un tramo lo y a principios del siglo XIX conservaba al de la muralla medieval que cercaba la vieja menos dos puertas principales, una hacia el puebla22. Al igual que otras polas como Can- Campo de San Antonio, que se abría en la gas del Narcea, Lena o , la villa de esquina nororiental del palacio, y otra próxima Grado fue fundada por el rey Alfonso X, que le a la ubicación actual de las casas consistoria- otorgó su carta fundacional en una fecha sin les. El conjunto del recinto limitado por esta determinar pero en torno a mediados del siglo cerca era muy reducido y apenas abarcaba XIII. La creación de estas pueblas reales tenía poco más del espacio ocupado por la casa de como objetivo atraer a los campesinos a unos Miranda, su jardín, situada ante ella, incipientes núcleos urbanos, cuyos privilegios la capilla de Nuestra Señora de los Dolores y la suponían un freno a la voracidad señorial. Al antigua parroquial, que se encontraba ubicada abrigo de la protección real, las villas nuevas en una parcela situada al sur del palacio24. fueron creciendo demográficamente y adopta- ron unos planos muy diversos dependiendo de la topografía de cada localidad. En el caso de 23 Grado, al igual que en o en Sobre el proceso de fundación de nuevas poblaciones en Asturias a lo largo de la Baja Edad Media véase Juan , se prefirió un plano de villa itineraria Ignacio RUIZ DE LA PEÑA, Las «Polas» asturianas en la que ajusta su trazado urbano al recorrido del Edad Media, Universidad de Oviedo, Oviedo, 1981, camino francés. Además, para protegerse de las especialmente las páginas 62, 93, 124 y 135 relativas a agresiones exteriores y fortalecer su vocación Grado. ciudadana, las pueblas de reciente fundación 24 A falta de otros testimonios más precisos, para hacer- nos una idea bastante aproximada del trazado de la solían acometer la erección de unas costosas cerca medieval de Grado resulta de gran interés el «Cro- quis de Grado i sus inmediaciones vistas del alto de la Cuba con las obras hechas por los enemigos» que copió José Valladares del original realizado por Bernardo Fer- 22 La intervención arqueológica sobre el edificio se cir- nández del Pozo en una fecha sin determinar pero pró- cunscribió a aquellos lugares afectados o transforma- xima a la Guerra de la Independencia. En este dibujo se dos por el proyecto de obra. Estos sondeos fueron diri- aprecia con claridad el lienzo oriental de la muralla que gidos por la arqueóloga Otilia Requejo Pagés que hizo remata en una especie de fortaleza o torreón a la altu- un extracto de sus conclusiones en su estudio «Excava- ra del Campo de San Antonio. El resto de la cerca adop- ciones arqueológicas en el palacio de Miranda-Valde- ta un trazado más irregular y utiliza la capilla de Nues- carzana (Grado) 1992-1993», en AA. VV., Excavaciones tra Señora de los Dolores como parte de la fortificación. Arqueológicas en Asturias 1991-94, Consejería de Edu- El abandono del trazado circular en esta parte tal vez cación, Cultura y Deportes del Principado de Asturias, sea debido a que se trata de las defensas fabricadas por Oviedo, 1995, pp. 318-321. Debe consultarse también los franceses en 1811, tras haber sido derruida parcial- Otilia REQUEJO PAGÉS, «Memoria sobre la Interven- mente la muralla por orden de la Junta General del ción Arqueológica en el Palacio de Miranda-Valdecar- Principado el año anterior. Sea como fuere, el croquis zana, Grado (1992-1993)», Consejería de Educación traza un recinto próximo al círculo donde tan sólo se Cultura y Deportes del Principado de Asturias, Oviedo, incluyen las posesiones de la familia Miranda, la vieja 1993, (inédito). iglesia parroquial y algunas construcciones menores

El palacio de Miranda-Valdecarzana y la capilla de Nuestra Señora de los Dolores de Grado La muralla medieval se conservó en su carga del muro en la habitación del ángulo nor- 112 mayor parte hasta su destrucción en 1810 oriental del palacio. Puede fecharse en el siglo durante la Guerra de la Independencia por XIV y es posible que fuera el acceso a un cubo motivos militares. A lo largo de los meses pre- o torre ubicada en esta zona y relacionada con cedentes, estas defensas habían sido utilizadas la puerta de la cerca medieval abierta hacia el por los invasores franceses para protegerse de Campo de San Antonio26. los ataques de las tropas asturianas y, una vez Este segmento septentrional de la vieja recuperada la plaza, la Junta General del Prin- muralla, que todavía conserva la curvatura de cipado decidió su demolición con el fin de evi- su trazado, y uno de los cubos que flanquea- tar que fueran nuevamente utilizadas. Al año ban la entrada a la villa constituyen la estruc- siguiente, Grado sufrió otra ocupación y Bon- tura más antigua del conjunto y fueron inte- net, privado de la cerca en la mayor parte de la grados en fecha temprana en la vivienda de los ciudad, decidió fabricar unas fortificaciones Miranda. A partir de la cerca, las estancias provisionales que seguían parcialmente el tra- residenciales comenzaron su crecimiento hacia zado de la vieja muralla y fueron demolidas en mediodía, ocupando progresivamente los 1812 cuando se recuperó la villa25. terrenos que integraban el jardín de la casa y El tramo de muralla bajomedieval integrado aproximándose a la iglesia parroquial de San en el palacio constituye su fachada septentrio- Pedro, hoy desaparecida. Este templo, de ori- nal hasta la altura del piso principal. Está for- gen románico y situado frente al lienzo meri- mado por cantos de tamaño grande y mediano dional de la casa, era de pequeñas dimensiones unidos con mortero de arena y cal y hasta y ya a mediados del siglo XVII se propuso su fechas recientes se prolongaba en su extremo reforma para dar cabida a todos los feligreses oriental ocupando el espacio destinado hoy a de la parroquia27. Sin embargo, la parcela ocu- acera. Vinculado a este fragmento de muralla, pada por la iglesia no permitía esta ampliación durante las obras de rehabilitación del palacio y tampoco existía espacio suficiente en las ha aparecido una puerta estrecha de arco apun- parcelas adyacentes, por lo que se planteó su tado, que se encontraba cegada y oculta por la traslado a otro lugar donde fuera posible la

próximas a ésta. Este documento gráfico está deposita- do en el Archivo Histórico Militar de Madrid y se reco- 26 Los sondeos arqueológicos no han podido confirmar la ge en la tesis de doctorado de Jorge Argüello Menén- existencia de esta torre, pero la arqueóloga Requejo dez, «Artesanos e industria artesanal del país asturiano Pagés comparte nuestra interpretación de esta estructu- en la Edad Media», leída en 1996. Agradecemos al autor ra. Véase Otilia REQUEJO PAGÉS, «Excavaciones ...», p. la información suministrada sobre el mismo. También 318. La «torre vieja» que se menciona en el inventario de Álvaro Fernández de Miranda publica un interesante 1719 probablemente sea ésta (véase Apéndice Documen- plano-croquis de la villa firmado por Nazario L. de Ola- tal). En un pequeño cuadro de José Uría (144 x 241 mm) varría y fechado a finales del siglo XIX, Grado y su datado por el profesor Javier Barón en una fecha ante- concejo, 1982 (reedición de la de Madrid, 1907), desple- rior a 1900 y titulado «Mercado de Grado» (colección gable entre las páginas 26 y 27. particular) aparece una torre medieval asociada a una 25 Álvaro Fernández de Miranda relata pormenorizada- estructura palaciega. No obstante, resulta imposible cer- mente la situación de Grado durante la Guerra de la tificar si se trata de una imagen real o de una recreación Independencia y las distintas alternativas de ambos arbitraria y personal del autor. Agradecemos al profesor bandos en la ocupación de la ciudad. Además, propor- Barón la colaboración prestada para su consulta. ciona el dato de la destrucción de la muralla en 1810 y 27 La vieja iglesia parroquial de San Pedro de Grado aún una somera descripción de la misma: «[...] Tenía la estaba en pie a finales del siglo XIX y es descrita por muralla, más bien gruesa cerca, dos “portonas” con Ciriaco Miguel Vigil que recoge su origen románico y puente levadizo sobre el foso que la rodeaba, llegando la existencia de reformas en la nave, tal vez de época hasta ella las aguas del Cubia, que seguían su curso por barroca: «[...] Conserva escasos recuerdos de su primiti- la finca de Socampo. Una de las “portonas” daba al va construcción de arquitectura románica, que parece Campo, y la otra, derribada en 1866, a la Plaza del se remonta a fines del siglo XII. Sufrieron restauracio- Ayuntamiento, y cuyo arco sostenía la “torrecilla del nes su única nave, el presbiterio con su bóveda de reloj”. Presentaba el muro metro y medio de espesor, cañón seguido y el arco de triunfo; pero las columnitas variando su altura entre seis y siete metros, y el foso empotradas en que éste apoya, tienen sus antiguas contaba de ancho seis y dos de profundidad, aproxima- basas y capiteles. De la puerta de ingreso de costado damente [...]». Véase Álvaro FERNÁNDEZ DE MIRAN- queda el arco semicircular con adorno ajedrezado, y en DA, op. cit., pp. 8 y 193-242. Sobre la utilidad y sim- los capiteles cabezas de clavos prismáticos. La principal bolismo de las murallas en las villas de la fachada can- es moderna, y por el exterior del ábside luce ventanilla tábrica véase Beatriz ARIZAGA BOLOMBURU, Urbanís- circular con una estrella central de cuatro brazos. [...]», tica medieval (Guipúzcoa), Kriselu - Diputación Foral Ciriaco MIGUEL VIGIL, Asturias monumental, epigráfi- de Guipúzcoa, San Sebastián, 1990. ca y diplomática, Oviedo, 1887, pp. 389-390.

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Alzado de la fachada principal (oriental) de la capilla de Nuestra Señora de los Dolores de Grado. Dibujo de Cosme Cuenca y Jorge Hevia

erección de un edificio que respondiese a las mente, el traslado no se verificó hasta la erec- necesidades de la villa. Esta propuesta, formu- ción del templo actual en 189029 y las defi- lada en noviembre de 1677 cuando se fijó un ciencias documentadas en el siglo XVII se plazo de ocho meses para iniciar las obras, resolverían en precario con una reforma limi- contaba con el apoyo del marqués de Valde- tada de la nave y de sus cubiertas. carzana, quien vería en el traslado del templo Desconocemos el momento exacto en que la posibilidad de disponer de más espacio para tuvo lugar la construcción de la primera casa su vivienda y, además, estaba dispuesto a con- de la familia Miranda en Grado, pero tal vez tribuir generosamente en la financiación de los se tratase de un primitivo emplazamiento trabajos. No obstante, la nueva parroquial con- bajomedieval próximo a la muralla que taba con el rechazo del resto de los nobles de comenzó a crecer en los albores de la Época la población, preocupados por el elevado coste Moderna. Si fuese así, no ha llegado hasta del proyecto y, sobre todo, opuestos al trasla- nosotros ningún testimonio de esta etapa, do de las sepulturas de sus familias28. Final- pues los pilares de sección octogonal que con- figuran el patio deben considerarse un ele-

28 Archivo Histórico Diocesano de Oviedo, caja 22.4.15- 16, Libro de fábrica de San Pedro de Grado, 1641-1767, ff. 74, 88 y 127. 29 FERNÁNDEZ DE MIRANDA, Álvaro, op. cit., p. 5.

El palacio de Miranda-Valdecarzana y la capilla de Nuestra Señora de los Dolores de Grado mento arcaizante de época barroca y no un do de la fachada oriental pudo haber sido tras- 114 factor estilístico gótico30. ladado a esta ubicación desde el lienzo septen- Ya en la fase barroca es posible distinguir trional, que aún conserva un hueco en lugar al menos tres intervenciones que han dejado su preferente para su colocación y, según cree- huella en el edificio. La primera es la más difí- mos, habría sido la fachada principal de la casa cil de precisar. Tal vez haya tenido lugar en un a lo largo de la mayor parte del siglo XVII. momento próximo a la reforma del palacio de Esta primera reforma barroca consistiría Oviedo, pues el escudo que hoy figura en la esencialmente en la configuración de una fachada principal es idéntico al que aparece fachada principal flanqueada entre dos torres sobre una ventana del lienzo oriental del pala- en el lienzo septentrional. En el nivel inferior cio de Oviedo31. Ambos son anteriores a la de esta fachada se conservarían como vanos concesión del marquesado de Valdecarzana tan sólo las saeteras correspondientes al tramo (1642), pues carecen de corona y el león ram- de muralla y, en el piso principal y en las pante de los Ponce de León que figura en la torres, se ensayaría una primera ordenación de siniestra del blasón partido aún no se ha con- vanos presididos por las armas de la familia en vertido en tenante. Además, los dos escudos el eje central. En el interior las estancias se dis- también parecen haber sido removidos de su pondrían ya en torno a un patio central con ubicación inicial en las fachadas principales de saeteras en la planta baja. En este momento, es ambas casas. En Oviedo, este escudo ocuparía posible que la construcción estuviese limitada un lugar preferente de la fachada principal, por la pared meridional del patio y por la parte enfrentada al palacio del marqués de Campo- exterior de este lienzo, hacia el jardín, existie- sagrado, al menos desde la reconstrucción se una solana o corredor apoyado sobre pila- efectuada por Sancho Fernández de Miranda res, semejantes a los conservados en esta zona. (1627-1629), y sería trasladado después de la La segunda gran ampliación del palacio concesión del título para dejar su lugar a otro, pudo efectuarse en el último tercio del siglo el actual, que demostrase de forma inequívoca XVII, una vez consolidado el marquesado. A el nuevo rango del linaje32. En Grado, el escu- este momento correspondería la configuración del patio, la escalera principal y la mayor parte del interior. Los pilares octogonales del patio aparecen en varios palacios asturianos del 30 En opinión del profesor Ramallo Asensio, el pilar de siglo XVII como el de Inclán en Pravia o el de sección octogonal de tradición gótica utilizado en los Toreno en Cangas del Narcea, aunque tan sólo patios de los palacios barrocos asturianos es una recu- éste está datado en 1701. La existencia de una rrencia medieval y puede ser datado entre los años clara cicatriz en el muro occidental indica la finales del siglo XVII y los iniciales de la centuria siguiente. Véase Germán RAMALLO ASENSIO, «Recu- existencia de un impulso edificatorio anterior rrencias a la estética tardogótica en la arquitectura a la erección de las torres meridionales que asturiana del primer tercio del siglo XVIII», Anales de proporcionó al edificio un trazado cuadrangu- la Historia del Arte, 4, Homenaje al Prof. Dr. D. José M.ª lar en planta. de Azcárate, Madrid, 1994, p. 230. Con toda probabilidad, la construcción de 31 La familia Miranda tiene por armas un escudo de sable de blasón partido con cinco doncellas pintadas hasta la capilla de Nuestra Señora de los Dolores debajo de los pechos y con una venera cada una que les entre los años 1713-1716 motivó la última tapa el resto del cuerpo, en la diestra, y un león corona- gran reforma de la casa. Los objetivos de esta do rampante, en la siniestra. Además, el escudo está orla- ampliación serían de dos tipos: por una parte do por dos sierpes aladas de sinople en campo de oro, se buscaba una conexión coherente con el que se anudan por el cuello en el extremo superior y por sus colas en el inferior. Según Tirso de Avilés, las donce- templo y, por otra, se deseaba proporcionar al llas figuran en el escudo de los Miranda desde la reden- palacio una fachada más moderna, hacia el ción del tributo de las cien doncellas, que tuvo su prelu- interior de la ciudad, en consonancia con las dio en la liberación de otras cinco efectuada por Álvaro modas contemporáneas. Siguiendo estos plan- Fernández de Miranda. El león rampante coronado se teamientos, se añadió el cuerpo meridional de incorporó al escudo de la casa de Miranda por el matri- monio entre Lope de Miranda (†1626) y Leonor Ponce de las torres, se trazó la nueva fachada oriental, León (†1599) a cuyo linaje pertenecen estas armas. Véase se unificó el conjunto mediante la disposición Tirso de AVILÉS, op. cit., pp. 72-75. Sobre la difusión y regular de los vanos y se dejaron unos sillares variedades de estas armas en Asturias puede consultarse en la esquina suroccidental de la obra para Francisco SARANDESES, Heráldica de los apellidos astu- rianos, RIDEA, Oviedo, 1994, pp. 243-245. favorecer la conexión del palacio con la tribu- 32 Esta opinión es compartida por el profesor González na de la capilla recién construida. El proyecto Santos en «La Casa del Campo», p. 24. de vincular ambos edificios mediante un pasa-

VIDAL DE LA MADRID ALVAREZ dizo volado o un cuerpo de arquitectura es culadores, pero mantienen una clara ordena- 115 posible que nunca llegara a ejecutarse, pues ción de los vanos. La principal se abre hacia Gaspar Melchor de Jovellanos en su visita de una plazuela intramuros que los Valdecarzana 1795 contempló el conjunto tal como se con- consideraban de su propiedad y fue la causa de serva en la actualidad33.Las reformas posterio- un largo litigio con el municipio por su domi- res afectaron a la construcción de una solana nio durante la segunda mitad del siglo XIX; la con arcadas sobre pilares en el lienzo meridio- fachada septentrional, posiblemente la princi- nal, que unía las dos torres de este cuerpo, la pal en los primeros tiempos del palacio, se abre apertura arbitraria y desordenada de vanos en hacia el antiguo Campo de San Antonio, un todo el conjunto, especialmente en el nivel espacio no edificado extramuros, conserva ele- inferior del patio y en las fachadas occidental mentos del carácter defensivo de la muralla y y septentrional, el rasgado de las ventanas de mantiene una ordenación adecuada para reci- las torres y del entresuelo para convertirlas en bir un escudo familiar; la meridional participa balcones y el cierre del corredor del patio de una ordenación semejante a las anteriores, mediante muro enlucido con ventanas en los daba a la vieja parroquial de San Pedro y se espacios entre pilares. singulariza por la solana que une las dos Entre los años 1989 y 1997 el edificio fue torres; la occidental se disponía hacia el jardín sometido a un intenso proceso de rehabilita- familiar y tal vez por su carácter íntimo se ción según un proyecto elaborado por los trazó de forma más rutinaria. arquitectos Cosme Cuenca y Jorge Hevia, que La fachada principal se compone de tres recuperó y consolidó la estructura esencial del niveles: planta baja, entresuelo y piso princi- conjunto para destinarlo a usos culturales34. pal, que aumentan a cuatro en las calles de las El palacio de Valdecarzana de Grado res- torres. La planta baja tan sólo se evidencia al ponde al tipo habitual de residencia señorial exterior mediante tragaluces o saeteras un asturiana del siglo XVII, difundida preferente- tanto desordenados, que se corresponden en el mente en el ámbito rural de la región. Es un interior con los espacios de establos y bodegas. edificio exento con cuatro fachadas diferentes, El entresuelo ordena sus vanos a plomo con los con todas sus dependencias articuladas en de la planta superior, pero parecen el producto torno a un patio central y cuatro torres en las de una reforma que convirtió en balcones lo esquinas, que redondean un esquema arquitec- que originalmente tan sólo eran ventanas. En tónico que tiene su origen en el alcázar de los cambio, los balcones de la planta principal Austrias y fue interpretado en el palacio ducal parecen ajustarse a la idea original. Las dos de Lerma. Los muros se componen de sillarejo torres también presentan sus huecos modifica- unido mediante argamasa y los sillares de pie- dos, pero en este caso contamos con la docu- dra caliza se emplean en las esquinas, en las mentación gráfica proporcionada por Álvaro enmarcaciones de los vanos y en los soportes. Fernández de Miranda que muestra unas Sus cuatro fachadas carecen de elementos reti- pequeñas ventanas en esta zona35. La calle central está ocupada por una puerta adintela- da sobre la cual se dispone el pequeño escudo del linaje encajado en un marco de sillería. 33 «[...] A ver la casa de Valdecarzana. Magnífica capilla; grande, bella arquitectura; toda de jaspe rojo y negro En la fachada septentrional, la utilización sin bruñir; dedicada a Nuestra Señora de los Dolores; del mismo esquema de la principal, dos torres retablo nuevo de madera sin estofar; mala escultura; un flanqueando un cuerpo apaisado, y la presen- buen crucifijo de marfil; bellísima sacristía; la capilla, cia de un marco de sillería semejante al que mal situada, junto a la iglesia parroquial, que la asom- contiene el escudo en aquélla sugieren la posi- bra y es de ella más asombrada; quisieron quitar la iglesia los marqueses, y hacer otra nueva fuera de su bilidad de que ésta también haya actuado cercado. No tienen tribuna, pero hay dentellones como como principal en algún momento. El nivel para continuar la casa hasta tocar con la capilla y inferior, correspondiente al muro de la mura- hacerla. [...]», Gaspar Melchor de JOVELLANOS, Obras lla, ofrece una caótica disposición de vanos Completas, tomo VII, Diario 2.º, Cuadernos V, conclu- sión, VI y VII, Instituto Feijoo de Estudios del Siglo contemporáneos, pero originalmente tan sólo XVIII, Ayuntamiento de Gijón, Oviedo, 1999, p. 110. presentaría las saeteras propias de su carácter 34 CUENCA BUSTO, Cosme, “La intervención en el palacio Miranda-Valdecarzana de Grado”, en Jorge HEVIA BLANCO (comp.), La intervención restauradora en la arquitectura asturiana. Románico, Gótico, Renacimien- 35 to y Barroco, Universidad de Oviedo, Gijón, 1999, pp. Véase Álvaro ÁLVAREZ DE MIRANDA, op. cit., foto- 191-198. grafía entre las páginas 2 y 3.

El palacio de Miranda-Valdecarzana y la capilla de Nuestra Señora de los Dolores de Grado defensivo, como sucedió con el palacio del y funcionaría como solana, ya que su jardín 116 marqués de Camposagrado en Avilés, que pre- carecía de una orientación adecuada. La distri- senta con éste interesantes puntos de contacto. bución de vanos reitera la de la fachada prin- Al igual que sucede en Grado, la vivienda cipal con planta baja, entresuelo, primer piso y bajomedieval de los Bernaldo de Quirós en nivel de las torres. En este caso los tragaluces Avilés estaba edificada sobre la muralla. A o saeteras de ventilación respetan la ordena- finales del siglo XVII, el conjunto se expandió ción en calles pero, en la actualidad, interior- más allá de los límites de la residencia gótica mente ha desaparecido la diferenciación de para configurar el actual palacio barroco, que alturas y planta baja y entresuelo aparecen ha sido restaurado recientemente. Así, en 1691 como un espacio único. se dispuso una nueva fachada hacia el mar El núcleo del edificio está ocupado por un avanzando más allá de la cerca medieval con patio de planta cuadrangular compuesto por una planta baja de carácter defensivo tan sólo monumentales pilares de sección octogonal perforada mediante saeteras, un primer piso que sostienen zapatas y dinteles de madera configurado mediante una airosa arcada y una sobre los cuales se dispondría el corredor líg- planta superior abierta con una serie regular de neo original. Posteriormente, como sucede en balcones. Poco después, entre 1693 y 1696 los patios de la mayor parte de los palacios continuó el ensanche de la casa bajomedieval barrocos asturianos, este corredor fue cerrado con la nueva y espléndida fachada dispuesta con un muro para proteger las estancias del hacia mediodía, que también avanza más allá interior de la intemperie y hacer más habitable de la residencia antigua y cuyo diseño se atri- la planta superior del patio. En cada una de sus buye a los Menéndez Camina35a. caras se practicaron sendas ventanas y perma- La fachada occidental daba al jardín y pro- neció así hasta la rehabilitación actual, que ha bablemente por eso su diseño revela un menor cubierto el patio permitiendo la recuperación interés. En comparación con el resto de los de la apariencia abierta del corredor con su lienzos, sus vanos aparecen más descolocados barandilla de madera. En el centro del patio se y en ellos, al igual que en su muro, se aprecian dispuso en fecha relativamente reciente una con claridad las cicatrices de las reformas fuente muy ornamental de características sucesivas del edificio que no son visibles en el barrocas, que hasta su traslado se encontraba resto de la casa. Los vanos del piso principal en el jardín de la casa. parecen haber sido rasgados de una ventana La escalera principal, de una sola rampa y anterior, del mismo modo que ha debido suce- practicada a través de un amplio arco de medio der con los de las torres, y en alguno de ellos punto, presenta tres tramos con dos rellanos en se distingue el replanteo del proyecto original una caja única y funde el pasamano de lajas que varió su amplitud y el trazado del muro. La pétreas con dos pequeñas columnas toscanas grieta que precede a la torre demuestra una en las esquinas que sostienen las vigas del fase constructiva anterior y los dentellones de solado de la planta superior. la esquina sugieren una conexión futura con la En su conjunto, la casa de la familia Miran- capilla nunca realizada. da de Grado responde al tipo palaciego arrai- Por último, la fachada meridional ofrece la gado en las construcciones señoriales asturia- apariencia más compacta del conjunto, a causa nas en el último tercio del siglo XVII. Este de la unión de las dos torres mediante una modelo arquitectónico, que alcanzó su mayor galería acristalada. Esta galería que se compo- difusión en las zonas rurales y en las villas ne de cinco pequeños arcos rebajados de sille- menos pobladas, consiste esencialmente en un ría sobre pilares, estaría originalmente abierta edificio con sus cuatro fachadas exentas y torres en las esquinas y con sus crujías articu- ladas en torno a un patio central abierto. La presencia de solana, escalera principal de cier- ta entidad monumental, escudos y una mínima 35a Para la fachada septentrional véase Archivo Histórico de Asturias, Sección Diputación Provincial, Libro de ordenación de los vanos completan este esque- Actas de la Junta General del Principado y Diputacio- ma. En Grado, además, se percibe la integra- nes (1686-1692), n.º 84, ff. 325vº-327. Agradezco a la ción de elementos de origen medieval como la profesora doña Yayoi Kawamura la información acerca muralla y las huellas de una secuencia cons- de este documento. En cuanto a la fachada meridional, puede consultarse el interesante análisis del profesor tructiva en varias fases difíciles de precisar Ramallo Asensio en su estudio La arquitectura civil, pp. cronológicamente. Por último, este edificio 133-140. destaca por su extraordinaria austeridad, el

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Sección longitudinal de la capilla de Nuestra Señora de los Dolores de Grado. Dibujo de Cosme Cuenca y Jorge Hevia

carácter plano de sus fachadas y la ausencia de 3. La capilla de Nuestra Señora recursos ornamentales, que podrían motivar la de los Dolores propuesta de una cronología más reciente para la obra, pero se justifican por las limitaciones El palacio que acabamos de describir con- presupuestarias que redujeron al mínimo la taba entre sus dependencias con un pequeño piedra tallada e impusieron la reutilización de oratorio, tal vez instalado en la crujía occiden- elementos anteriores. tal, donde se celebrarían algunas ceremonias

El palacio de Miranda-Valdecarzana y la capilla de Nuestra Señora de los Dolores de Grado religiosas de carácter íntimo, tendrían su aco- arrinconada entre las construcciones de los 118 modo las formas de devoción familiar y, ade- Miranda, y favorecer su definitivo traslado. más, se facilitaría la asistencia a los cultos a Según reza la inscripción ubicada bajo el los individuos enfermos o impedidos de la friso de la puerta principal de la capilla, la obra casa. Este espacio, asociado con frecuencia a se comenzó en el año 171337. El elevado coste uno de los dormitorios principales de la del proyecto y las dificultades económicas del vivienda, reunía las imágenes objeto de espe- marqués para sufragarlo provocaron una cial devoción del linaje y cumplía las funcio- ralentización de los trabajos, que se desarrolla- nes de una pequeña capilla doméstica en aque- ron durante tres años hasta su conclusión en llos palacios que aún no contaban con un 171638. Este esfuerzo económico para la erec- recinto construido para este fin. ción del templo y el inmediato traslado de la En la casa de Miranda de Grado, el inven- familia a la corte pueden justificar el largo tario de los objetos de la vivienda realizado en tiempo transcurrido hasta la realización de su 1719 nos proporciona una visión muy comple- retablo, que no se efectuó hasta el año 1748. ta de la situación del oratorio en esos momen- En este momento, Sancho Fernández de tos, cuando ya había sido construida la capilla, Miranda (†1757), IV marqués de Valdecarzana, pero aún no estaba suficientemente alhajada. autorizó a su primo Francisco de Paula Ramí- Este espacio concentraba un número muy ele- rez de Jove, abad de Teverga y canónigo de la vado de imágenes y su apariencia se aproxi- catedral de Oviedo, para contratar con el escul- maba a la de un pequeño santuario popular, tor José Bernardo de la Meana (1715-1790)39 saturado de pequeñas tallas de la Virgen y de la factura del retablo principal de su capilla de San José, un crucifijo de marfil y ébano, lámi- Grado40.El año anterior, la madre del marqués, nas y tablas de asuntos religiosos, vasos y María de Atocha Saavedra (†1747), había ornamentos litúrgicos y todo ello presidido por donado poco antes de morir la cantidad de una imagen de Nuestra Señora de los Dolores 1.000 pesos para la fábrica de la capilla, cuyos en el interior de una urna36. réditos debían sufragar los gastos diarios del A principios del siglo XVIII, coincidiendo templo como el aceite, el vino o la cera41. Ade- con el enorme desarrollo experimentado por estas construcciones en el conjunto de la región, Sancho de Miranda, III marqués de Valdecarza- na, decidió edificar una capilla vinculada a su 37 El texto completo es: «ESTA CAPILLA SE COMENZO casa de Grado. Existe la posibilidad de que fuera ANNO DE 1713». 38 la renovación de un templo preexistente, pero la Las observaciones acerca de la lentitud de las obras y los problemas económicos del marqués de Valdecarza- ausencia de testimonios sobre el mismo y el na proceden de Álvaro Fernández de Miranda, que no relieve alcanzado por el oratorio palaciego refiere documento alguno para justificar estas informa- todavía en estas fechas aconsejan descartar esta ciones. Asimismo, este autor proporciona también la hipótesis. La capilla se situó al oeste de la fecha de conclusión de los trabajos, pero con un silen- vivienda y algo alejada de ella, aunque proba- cio documental semejante. Véase Álvaro FERNÁNDEZ DE MIRANDA, op. cit., p. 3. blemente todavía en suelo perteneciente al jar- 39 Sobre José Bernardo de la Meana deben consultarse dín de Miranda. Su parcela se extendía muy Germán RAMALLO ASENSIO, «José Bernardo de la próxima al templo parroquial de San Pedro, hoy Meana, escultor y arquitecto asturiano de la segunda desaparecido, y delante de su entrada occiden- mitad del siglo XVIII», Liño, 1, Oviedo, 1980, pp. 5-21; tal. De este modo, el ambicioso proyecto de la ÍDEM, Escultura barroca en Asturias, IDEA, Oviedo, 1985, pp. 448-480; Vidal de la MADRID ÁLVAREZ, «La capilla competiría en protagonismo urbano con biblioteca de José Bernardo de la Meana, escultor y las moderadas dimensiones del maltrecho edifi- arquitecto asturiano de la segunda mitad del siglo cio medieval, materializando lo que pudo ser XVIII», Academia, 75, Madrid, 1992, pp. 423-434; una calculada maniobra del marqués para deva- ÍDEM, La arquitectura de la Ilustración en Asturias, pp. luar el interés de la vetusta iglesia parroquial, 84-96. 40 La transcripción del contrato para hacer el retablo de la capilla de Nuestra Señora de los Dolores de Grado ha sido publicada por el profesor Ramallo Asensio en su libro Documentos de escultura barroca, IDEA, Oviedo, 36 ACV, «Inventario que se hizo en el año de 1719 de las 1991, pp. 170-172. alhajas que el Marqués de Valdecarzana dejó en sus 41 «[...] Ítem mando y es mi voluntad que se saquen de mis casas de la villa de Grado: Muros: Villanueva: Teverga caudales mil pesos, y que se busquen hipotecas seguras y las de la ciudad de Oviedo que llaman de Miranda y en el Principado de Asturias y si pudiese ser en la villa en las del Campo de dicha ciudad», documentación sin de Buedo y que los réditos sean para la fábrica de Nues- clasificar. tra Señora de los Dolores entregándose este caudal a

VIDAL DE LA MADRID ALVAREZ más, advertía a su hijo de la conveniencia de cubiertos con bóveda de cañón con lunetos y 119 alimentar la devoción a la Virgen de los Dolo- otro cuadrado, de mayor amplitud, cubierto res y a Jesús Nazareno y de la necesidad de con cúpula sobre pechinas. El tramo más meri- conservar la iglesia «con la decencia que le dional forma la sacristía, que concentra los corresponde». Por último, en su testamento mayores afanes ornamentales del conjunto y donaba a la capilla una imagen de la Virgen, se separa del resto por un muro liso de sillería relicarios, joyas y otros objetos conservados donde estaría apoyado el retablo de Meana. hasta entonces en su oratorio42. Durante la Tras esta pared se encuentra la nave del tem- Guerra de la Independencia el retablo tallado plo, comunicada con la sacristía por medio de por Meana fue destruido por los invasores dos puertas adinteladas y compuesta por los franceses, que también saquearon las alhajas dos tramos restantes. Éstos se separan median- del templo. En la segunda mitad del siglo XIX, te un arco fajón apoyado sobre pilastras caje- la Condesa de Fuenclara instaló un nuevo reta- adas y aparecen bien diferenciados en ampli- blo y algunos cuadros que conocemos gracias tud, altura y sistemas de cubrición, lo cual a fotografías de principios de este siglo y que sugiere también una compartimentación fun- no han llegado hasta nosotros43. Por último, en cional de ambos espacios. torno a los años veinte, Faustino Rodríguez En alzado, la capilla se caracteriza por la Sampedro obtuvo autorización para construir extraordinaria riqueza escultórica de sus una cripta en el interior de la capilla, inexis- muros, que combinan la caliza gris -tal vez tente hasta ese momento y destinada a servir procedente de Cornellana- y la ferruginosa de enterramiento para los miembros de su para construir unos paramentos de inspiración familia44. Recientemente, la intervención efec- rústica con recuadrados donde se alternan los tuada por los arquitectos Cosme Cuenca y casetones en resalte y los rombos en forma de Jorge Hevia en 1986 ha permitido recuperar el puntas de diamante truncadas. Sobre las pilas- edificio y garantizar su continuidad como un tras, se dispone un entablamento que recorre bien relevante del patrimonio local. todos los muros sirviendo de soporte para un La capilla de Nuestra Señora de los Dolores pasillo perimetral y en el que destaca un friso de Grado se configura en planta como un gran de motivos vegetales muy estilizados. rectángulo compartimentado en tres ámbitos: Esta exuberancia colorística y escultórica dos semejantes de trazado rectangular y del muro se enriquece en la sacristía con un tratamiento destacado para cada uno de sus elementos. La cajonera se aloja en un nicho avenerado flanqueado por sendas pilastras persona muy justificada, así para imponerlo como para estriadas que sostienen entablamento y fron- cobrar los réditos y dicho caudal ha de servir para acei- te a la lámpara que ha de arder de día y de noche y para tón recto quebrado. El friso es una estilización vino, hostias y cera que fuera menester para la capilla, del clásico y alterna triglifos con metopas aunque discurro que mi hijo el Marqués de Valdecarza- decoradas con rosetas. Frente a la cajonera se na, mientras Dios le diere vida (que se la dé por muchos dispone el aguamanil con el recipiente avene- años) dará todo lo necesario para esto [...]», ACV, memorial con fecha de 25-VI-1747 que acompaña al rado flanqueado por traspilastras cajeadas y testamento de María de Atocha Saavedra Ladrón de columnillas exentas de fuste torso que reposan Guevara, documentación sin clasificar. sobre ménsulas y sostienen un entablamento 42 «[...] Ítem es mi voluntad se remita a Nuestra Señora de que se quiebra para descansar sobre ellas. El los Dolores de Grado, luego que yo fallezca un escapa- friso reproduce la temática vegetal del superior rate dorado con su retablo dentro también dorado, con a partir de la flor de lis central y todo el con- una Nuestra Señora pintada en vitela y un cofre forra- do en felpa encarnada, con todo lo que se hallare den- junto se remata por un frontón recto partido tro de dicho cofre, que se reducirá a chucherías de plata que acoge la base de una cruz y se decora con y otras que no lo serán y algunos relicarios, y también series de dados. los ornamentos y demás adornos que se hallaren en mi Para iluminar el interior de la sacristía se oratorio y un san Antonio de bulto que está con ellos para que sirva todo al mayor culto y decencia de María ha practicado un luneto en el muro meridional, Santísima [...]», ACV, testamento de María de Atocha que también recibe un tratamiento decorativo Saavedra Ladrón de Guevara con fecha 11-III-1744, acorde con el resto de este recinto. Está flan- documentación sin clasificar. queado por pilastras cajeadas con casetones en 43 Estos datos son proporcionados por Álvaro Fernández relieve que sostienen un entablamento con de Miranda, op. cit., p. 3. friso de triglifos y rosetas y un frontón curvo 44 Información oral suministrada por don Ricardo Rodrí- guez Sampedro(✝), a quien agradecemos su colabora- quebrado. El intradós del arco de medio punto ción. se decora al igual que los muros interiores del

El palacio de Miranda-Valdecarzana y la capilla de Nuestra Señora de los Dolores de Grado templo con recuadrados acogiendo rombos y bajo él, y los dentellones de la esquina, que se 120 casetones en resalte. A ambos lados del vano corresponden con otros similares en el extremo se han practicado dos nichos guarnecidos con de la vivienda y delatan la intención de conec- molduraje quebrado y rematados por dos tra- tar ambas construcciones. Desconocemos si mos curvos de frontón rematados en rosetas. esta conexión era tan sólo una estructura lige- La configuración de su interior es un buen ra de madera con algún elemento pétreo, como ejemplo del espíritu minucioso y perfeccionis- parecen delatar los testigos conservados, o una ta que preside toda la obra, al encajar en el solución más permanente, pero es muy proba- hueco un exiguo espacio cubierto con cúpula ble que nunca se llegara a ejecutar plenamen- sobre pechinas, que reitera fielmente la estruc- te y la capilla quedase, por tanto, como un edi- tura del primer tramo de la nave de la capilla. ficio exento e inacabado. Por su parte, el tramo del templo corres- El espacio interno se completó en 1748 con pondiente al altar ofrece una apariencia seme- la realización del retablo. Carecemos de testi- jante a la de la sacristía en dimensiones, para- monios gráficos sobre el mismo, que, como ya mentos, cubierta y vanos. En cambio, el espa- se ha dicho, fue destruido durante la ocupa- cio dispuesto bajo la cúpula se distingue por la ción napoleónica. No obstante, a través del creación de un recinto al servicio de la familia contrato de la obra y de su comparación con promotora de la obra, cuyas armas aparecen otros diseños del autor realizados en esos por primera y única vez en la clave de la bóve- momentos podemos hacernos una idea muy da. Así, el diseño del muro septentrional, que aproximada de su apariencia. El retablo con- constituye también la fachada hacia el jardín, tratado por José Bernardo de la Meana estaba sólo puede explicarse en función de una destinado a cubrir el muro liso que separa la estructura exterior nunca construida, que per- sacristía de la nave, compartimentando un mitiría la presencia privilegiada del comitente espacio esencialmente unitario. La obra estaría en el interior de la capilla. La cornisa y el friso muy cercana a lo realizado por el propio interiores se doblan para adaptarse a un gran Meana en la iglesia de Puerto de Vega el año ventanal de medio punto donde se ubicaría la anterior y que constituye su primer trabajo tribuna nobiliaria. Este vano se asocia en la importante documentado. Se caracterizaría, fachada con otros elementos cuya naturaleza por tanto, por un barroco exacerbado de inspi- tan sólo se comprende si admitimos su depen- ración riberesca con abundante, abigarrada y dencia de una estructura arquitectónica no caprichosa decoración y una talla minuciosa y realizada y destinada a conectar funcional- detallista. En Grado estaba previsto realizar mente la vivienda con el templo. Según esta varias imágenes que no se detallan en el con- hipótesis, la capilla formaría parte de un pro- trato, pero, sin duda, toda la obra estaría pre- yecto más ambicioso, frustrado, sin duda, por sidida por una efigie de Nuestra Señora de los los costes económicos y el traslado de la fami- Dolores, o Nuestra Señora de los Ángeles como lia a Madrid, pero que habría previsto la detalla el documento, cuyo nicho ocuparía el ampliación del palacio existente hasta conec- gran hueco central que perfora el muro. Ade- tar con el templo o su incorporación a una más, Meana esculpiría también tres relieves nueva residencia en sintonía con la calidad de para ilustrar otros tantos misterios y una ima- diseño y las novedades estilísticas de éste45. gen de Jesucristo en el Sepulcro. Así se explican los canes pétreos sobre la puer- Al exterior, la capilla ofrece un gran con- ta de entrada, donde se apoyaría el pavimento traste con su espacio interno, pues, a diferen- de madera de la tribuna, los peldaños de los cia de éste, presenta unos paramentos lisos, vanos superiores, que serían el acceso desde la carentes de decoración y tan sólo articulados tribuna al corredor perimetral, el goterón mediante los austeros contrafuertes, que van corrido, que solucionaría la entrega de una marcando la secuencia de los tramos interio- cubierta apoyada en los canes pétreos situados res, la moldura inferior que sugiere un zócalo y los vanos. La puerta principal se encuentra en el lienzo oriental y da acceso directo al recinto situado bajo la cúpula, pero no respeta 45 Germán Ramallo Asensio propone ambas posibilidades el eje del muro y se encuentra algo descentra- para justificar la descontextualización de los elementos da. Desconocemos el motivo exacto de este de la fachada septentrional; véase su estudio «El parti- desequilibrio en un proyecto tan meditado, cular caso de las capillas palaciegas en la arquitectura barroca asturiana», Actas del VII CEHA, Universidad de pero tal vez tenga que ver con la estructura Murcia, Murcia, 1992, p. 370. que vincularía el templo a la vivienda nobilia-

VIDAL DE LA MADRID ALVAREZ ria o, mejor, con el trazado de la calle a la cual se limita a dar acomodo a las oficios religiosos 121 se abría. Esta portada consta de un arco de privados de la familia, que, ocasionalmente, medio punto flanqueado por pilastras cajeadas también contribuyen a alimentar la religiosi- con rombos en sus recuadros, que sostienen un dad popular. friso desnudo. Sobre éste se dispone un fron- Por todo lo anterior, consideramos que la tón recto partido que acoge el nicho destinado capilla de Nuestra Señora de los Dolores de a la Virgen titular, aunque en la actualidad tan Grado es uno de los mejores ejemplos de la sólo resta su peana vacía. El nicho contiene la arquitectura religiosa asturiana de promoción inscripción «AVE MARIA GRACIA PLENA» en nobiliaria. En ella se aúnan la calidad del dise- la imposta bajo la venera y está flanqueado ño, un virtuosismo poco habitual en la talla de por dos columnillas exentas que sostienen un sus motivos escultóricos, el vistoso juego entablamento quebrado, reproduciendo un colorístico de sus muros y un original trata- esquema semejante al que aparecía en el agua- miento de su espacio interno, pero aún no ha manil. sido posible determinar con certeza su autoría. La fachada septentrional se remata por una La única atribución realizada hasta la fecha se espadaña de dos ojos de medio punto y frontón debe al profesor González Santos46, quien recto, cuyos motivos ornamentales, especial- asigna la autoría del proyecto al arquitecto mente pilastras cajeadas, armonizan con el resto montañés Francisco de la Riva Ladrón de Gue- del conjunto. Por último, en las esquinas de la vara (1686-1741)47. Esta hipótesis está avala- cubierta se han situado sendas gárgolas de pie- da por la presencia de algunos rasgos del esti- dra con motivos de animales fantaseados. lo del maestro, como las guarniciones de grue- Espacialmente, la capilla se define como un so molduraje en los vanos, la rigurosa ordena- recinto unitario, que se compartimenta por ción de los elementos ornamentales o el gusto motivos funcionales y dispone anormalmente por ciertos recursos de inspiración tardogótica el tramo bajo la cúpula a los pies. La exube- o renacentista en el tratamiento de los muros. rancia ornamental de sus muros delata su En contra de esta atribución puede argumen- carácter barroco y la presencia de la tribuna tarse que la capilla no es asimilable como elevada frente al altar confirma su finalidad conjunto a ninguna otra obra conocida de esencial, al tratarse de una capilla nobiliaria Riva y que la aparición de éste en la región es privada. No obstante, pese a la ambición y prácticamente simultánea al inicio de los tra- riqueza de su diseño, la capilla de la familia bajos, por lo que el proyecto podría estar ya Miranda se aparta claramente de las orienta- elaborado. No obstante, hemos documentado ciones que guiaron la construcción de las la presencia de su tío, Francisco Alonso de la grandes capillas privadas del momento en Riva, en Grado durante 1715, cuando aún no Asturias. Así, tanto la capilla de Santa Ana del había sido concluida la obra48. Tan sólo se palacio de Meres (1696), como la colegiata de trata de un dato circunstancial, pero este San Juan Bautista de Gijón (1706), adyacente maestro, que ya había abandonado los traba- al palacio del Marqués de San Esteban del Mar jos del convento del Merced de Avilés por dis- de Natahoyo, o la colegiata de Pravia (1721), crepancias con el Marqués de Camposagrado, correspondiente al palacio de Moutas, son edi- se encontraba residiendo en Grado y estaba ficios concebidos como grandes iglesias -en los suficientemente cualificado para encargarse dos últimos casos incluso con tres naves- dota- del proyecto, por lo que parece razonable que das de cierta autonomía respecto a su origen él o su sobrino estuviesen ocupándose de la nobiliario. En cambio, la capilla de Grado obra más ambiciosa que se realizaba en la supone la monumentalización de un esquema villa en esos momentos. tradicional de capilla palaciega subordinada plenamente a la vivienda señorial. En nuestra opinión, la diferencia esencial entre ambos grupos reside en el diversidad de programas 46 [GONZÁLEZ SANTOS, Javier], «Grao (Grado)», en AA. que afronta cada uno de ellos. Así, mientras VV., Guía de Asturias, Asturias´92, Oviedo, 1992, p. los grandes templos de Meres, Gijón o Pravia 210. se conciben para acoger a una fundación pía o 47 Sobre Francisco de la Riva Ladrón de Guevara véase para convertirse en el continente hipertrofiado MADRID ÁLVAREZ, Vidal de la, El arquitecto barroco Francisco de la Riva Ladrón de Guevara (1686-1741), de las tumbas del linaje, o para ambas cosas a Trea, Gijón, 1998. la vez, la capilla de los Miranda carece por 48 Archivo Histórico de Asturias, ante Baltasar Carreño completo de funciones piadosas o funerarias y Bernardo, Protocolos de Avilés, caja 187, ff. 30-35.

El palacio de Miranda-Valdecarzana y la capilla de Nuestra Señora de los Dolores de Grado Otra posibilidad vincula la capilla de Grado APÉNDICE DOCUMENTAL 122 con Francisco Menéndez Camina, el mozo. Avalan este supuesto la coincidencia cronoló- gica con uno de los mejores períodos de la 1719, Grado. obra del arquitecto avilesino y la utilización de Inventario de objetos muebles de la casa que unos recursos ornamentales de gran riqueza tiene en Grado el Marqués de Valdecarzana. vinculables al entorno gallego, como solía RIDEA, Archivo de la Casa Valdecarzana, docu- emplear este maestro. Sin embargo, la regula- mentación sin clasificar. [En la transcripción hemos eliminado algunas ridad y el detallismo que caracterizan toda la anotaciones que hacían referencia al cambio de obra se apartan del estilo arbitrario, anticlási- lugar o traslado de ciertos objetos, redactadas, sin co y desmesurado de Menéndez Camina, cuyas duda, en una fecha posterior, al igual que las tacha- obras acusan con frecuencia una cierta despre- duras. A continuación siguen los inventarios corres- ocupación en el acabado final. pondientes al resto de las viviendas de la familia Por último, es preciso considerar la posibi- Miranda, que omitimos en el presente documento]. lidad de que la capilla de Nuestra Señora de los Dolores sea la materialización de una traza «Inventario de las alhajas que el Marqués de importada de fuera de la región. En este caso Valdecarzana tiene y deja en sus casas de la villa de debemos tener en cuenta la procedencia Grado, Muros y Villanueva, y Teverga y las de esta madrileña de la marquesa, María de Atocha ciudad de Oviedo son las siguientes Saavedra, y su interés en la correcta ornamen- tación del templo, así como su preocupación Grado por el mantenimiento de la devoción a la Cuarto primero del estrado de la torre misma Virgen que ella veneraba en su orato- Primeramente, ocho cuadros de Roma con sus rio. De esta forma, la marquesa se convirtió en marcos negros que son una Nuestra Señora de la la verdadera inspiradora de una obra que Concepción; una Caridad; dos san Pablos; una sibi- nunca pudo concluirse según estaba previsto, a la; un Ecce Homo; un crucifijo; y un Cristo al expi- causa del traslado de la familia a la corte, pero rar Ítem un cuadro de Roma de la historia de Lot, y cuyo diseño, generoso en los materiales e inte- se ve sin marco ligente en la concepción arquitectónica pudo Ítem dos fruteros y dos países chicos haber sido trazado por un maestro madrileño e Ítem dos escritorios de leche y encima dos cofre- interpretado por un artífice local. En contra de cillos de lo mismo y puestos sobre dos mesas de tejo este supuesto pueden alegarse el extraordina- Ítem dos urnas con diferentes figuras de cera y rio mimo y el perfecto acabado que demues- sus cristales y sobre dos mesas de cañamazo tran cada uno de los detalles del edificio y que Ítem seis sillas de paja de Holanda sólo pueden alcanzarse cuando el arquitecto Ítem un escaparate con sus vidrieras y dentro de que dirige los trabajos domina el diseño, él cinco barros y cinco pomos de vidrio asume los riesgos y se compromete plenamen- Ítem cuatro sobre puertas grandes sin marcos te con el proyecto. dos de batallas y dos de países Sea como fuere, la capilla de Nuestra Seño- Ítem dos países con su marco negro ra de los Dolores de Grado representa el último y ambicioso escalón en la evolución del mode- Segunda pieza de estrado lo tradicional de capilla señorial asturiana y, Ítem cinco cuadros de Roma con sus marcos por tanto, es un ejemplo muy significativo del negros que son dos sibilas; un san Antonio, una arte nobiliario de la región en un momento en Susana y una Herodías que estos edificios estaban abandonado su tra- Ítem dos sobre puertas con sus marcos negros, que son una perspectiva y un estellero zado habitual para convertirse en iglesias Ítem un cuadro con su marco negro de retrato monumentales, con las cuales algunos linajes de Carlos Segundo buscaban la transformación de los pequeños Ítem dos cuadritos de Roma con sus marcos de templos privados en grandilocuentes y com- paja que son un Niño Jesús; y el otro dos niños con plejas fundaciones piadosas. su perro mirándose a un espejo Ítem tres cuadritos con sus marcos negros; y son una Nuestra Señora Morena; otro de tres caras; y el otro del sr. Rojas Ítem dos mesas de jaspe encarnado, con sus pies y guarnición de madera; y sobre ellas dos escritorios de ciprés

VIDAL DE LA MADRID ALVAREZ Ítem otra mesa de jaspe negro con sus pies y En las tres alcobas que llaman de la Hospedería 123 guarnición de madera; y sobre ella una esfera con Ítem tres maderas de cama, la una de Tudela, y su asiento de madera las otras dos de Peral, embutidas, y están con dos Ítem un escritorio de concha grande con sus pies colgaduras, la una de damasquillo dorado, y la otra Ítem seis sillas de guardamaciles con sus cubier- de bayeta blanca con su guarnición tas negras Ítem tres doselillos con sus pilillas de Talavera Ítem dos fruteros y dos [ilegible] con marcos Ítem dos taburetes de madera; una mesita y tres Ítem un cuadro de Jesús, María y José con su cortinas de bayeta y en la tránsito una mesa marco negro En la última alcoba: una cortina enda. [¿?] con su cenefa Antesala En todas estas tres ventanas quedan postigos de Ítem ocho cuadros sin marcos los seis fruteros, y vidrio los dos las casas de Muros y la de Villanueva Ítem una silla de baqueta, y una mesa cubierta Ítem en esta pieza y los estrados de atrás quedan de baqueta, en la alcoba del medio uno y otro postigos y ventanas con sus vidrieras En la sala de la Plazuela Cuarto de chimenea y dormitorio Ítem una mesa con dos tiradores Ítem un escritorio de madera grande de los de Ítem nueve cuadros sin marcos de países y fru- Salamanca con sus pies teros Ítem un cajón grande con tres andanas de enre- Ítem ocho cuadros de papel con marcos negros jados y otra andana de puertas, y en él diferentes piezas de Talavera, vidrios y barros En el cuarto del corredor Ítem dos sillas de baqueta Ítem dos camas de madera de Tudela Ítem una escribanía de madera, con tintero, sal- Ítem dos sillas, una de baqueta y otra de felpa; vadera y caja de oblea, todo de hoja de lata traídas Ítem dos ventanas en estos cuartos con sus Mas una mesa de madera vidrieras Ítem un bufete de caoba con barrotes de hierro En el cuarto de la torre vieja Ítem una cortina encarnada vieja con su cenefa Ítem cuatro países fruteros de toallas Ítem dos baúles forrados, de baqueta, el uno, y Ítem ocho cuadros medianos con sus marcos otro de acero negros todos de batallas Una cama de madera de tejo labrada y en ella Ítem tres fruteros una colgadura de damasco amarillo oscuro que se Ítem tres cuadros sin marcos, del Carmen y Ado- compone de cortinas y cielo ración de los Reyes Ítem una cama de tejo de colgadura con dife- Cuarto que llaman del Corregidor rentes molduras Ítem una madera de cama de tejo y naranjo Ítem un bufete de caoba con sus barrones de Ítem dos mesas negras de losa de Portugal, con hierro sus pies y guarnición de madera embutida Ítem un espejo con marco de paja Ítem siete sillas de paja de Holanda, y cuatro de Ítem un doselillo de raso musco con una pililla baqueta de Talavera. Ítem cuatro cortinas de catalufa con sus cenefas Mas en la alcoba de más afuera de este cuarto, Ítem seis cuadros de Roma con sus marcos queda una cama de Tudela y un bufetillo de pino negros y son un san Sebastián; una Judith; un forrado con baqueta vieja y un taburete de madera milón, y una hija dando de mamar a su padre; un Ítem dos sillas de baqueta dobles sacrificio; y una noche de Navidad Ítem cuatro sobre puertas con sus marcos que En la sala del Campo son dos fruteros, una negación de San Pedro y una Ítem dos mesas de jaspe encarnado grandes con Nuestra Señora pies y guarnición de madera Ítem dos escritorios de madera chicos sobre las Ítem dos mesas de nogal iguales y dos bancos de mesas y apuestas de losa lo mismo que las cogen Ítem un espejo chico con su marco negro Ítem otra mesa de nogal con su tirador Ítem una mesica de madera Ítem cuatro mapas con sus marcos negros Ítem un dosel de damasco encarnado, con tres Ítem dieciséis países fruteros, marinas y estille- relicarios y una pililla de plomo ros, sin marcos Ítem una mesita de luces Ítem cuatro sillas de baqueta dobles Mas en las dos ventanas quedan postigos y Mas en el corredor un banco de madera de res- vidrieras paldo

El palacio de Miranda-Valdecarzana y la capilla de Nuestra Señora de los Dolores de Grado En el cuarto de la chimenea Ítem una Nuestra Señora de la Soledad pequeña, 124 Ítem una mesa de nogal y dos bancos hermanos con su marco de colores Ítem un cajón de nogal de tres andanas Ítem dos láminas de papel en tabla con marcos dorados; la una del Salvador y la otra de una Nues- En el cuarto que llaman del sr. Abad de Teverga tra Señora con el niño en los brazos Ítem una cama de tejo embutida en naranjo con Ítem otra lámina del Descendimiento de perga- su colgadura entera de tafetán doble listado mino con marco de paja Ítem un doselillo con su pila de Talavera Ítem un Anus con marco de plata falsa Ítem una mesa cuadrada con su tirador Ítem una santa Rosa en tabla Ítem en el cuarto de más afuera de éste hay una Ítem diez vitelas con marcos negros y vidrios cama de nogal ordinaria Ítem otras cinco vitelas guarnecidas de cinta Ítem una mesa de nogal Ítem hay sobre dicho estante cuatro ramilleteros Ítem dos taburetes de flores de mano; y el san José tiene una vara cinta Ítem una conclusión con su pila guarnecida y el mismo otra guarnecida de lo mismo, Ítem toda esta delantera de cuartos con vidrie- y una sierra ras en postigos y ventanas Ítem en la pared de dicho oratorio fuera del dosel tres conclusiones y tres cuadrecitos de papel; En la solana y otro con una soledad de tafetán y en la cenefa de Ítem una mesa de nogal con dos bancos de lo dicho dosel hay un Anus en relicario y cuatro cua- mismo y dos arcas grandes drecitos de tafetán guarnecidos de cinta Ítem dos cortinas encarnadas. [tachado] Ítem dos taburetes de madera embutidos y sobre Ítem un librador y un banco. [tachado] uno una caja de hostias pintada Ítem una campanilla de metal En el cuarto de la repostería que llaman de la reja Ítem dos vinajeras de vidrio y un platillo de Ítem una madera de cama de nogal Talavera Ítem un escritorio de dibujos de marfil viejo y Ítem un jarro de Talavera y una pilita para agua una mesa de madera sobre que está bendita Ítem dos arcas, una grande [tachado] y otra Ítem una toalla de limpiar las manos chica viejas Ítem un ornamento con su casulla; estola y Mas un bufete cuadrado y otro mas chico. manípulo, un cíngulo, una alba, y un amito; y el [tachado] dicho ornamento es de damasquillo encarnado y sirve al cuerpo santo cuando es necesario. En el cuarto de los señoritos junto al oratorio Ítem una arca dentro de dicho oratorio en que se Ítem un [tachado] arca y tres tarimas en que hallan dentro los trastos siguientes dormían los señoritos [tachado]. Un frontal y una casulla de damasquillo negro y Ítem una cama de Tudela [tachado]. cenefa pajiza; una alba y un amito; dos purificado- Mas una conclusión con su jarro de Talavera res; unos corporales; una toalla una sábana de altar [tachado]. con sus encajes; una bolsa de corporales y un tafe- tán de cáliz En el oratorio Primeramente una urna con tres cristales y den- En la torre que llaman de mi señora doña tro una imagen de Nuestra Señora de los Dolores; Rosenda Duque con sus tres cortinas dobles de tafetán encarnado y Ítem un lecho y una cama de Tudela; Dos arcas tela; queda sobre una mesa de tejo viejas [tachado]; y cuatro cuadritos viejos; que son Ítem la mesa de altar con su frontal una Nuestra Señora de la Asunción; otro de san Ítem una sábana de altar rodeada de encajes y Francisco y dos sibilas debajo unos manteles Ítem un estante y encima una imagen de San Cuarto y Despensa José con su peana y niño Jesús Ítem dos arcas viejas, una tarima sobre dos ban- Ítem un crucifijo de marfil y la cruz y peana de cos rasos ébano. Ítem una frasquera sin frascos Ítem una imagen de Nra. Señora (pequeña) con Ítem una horma de barro para hacer velas de su niño [tachado]. sebo Ítem otra imagen de San José con su niño Ítem una madera de una silla (pequeña) Ítem una duerna grande para echar carne en sal Ítem dos brazos con sus reliquias Mas en el cuarto que sigue queda una arca gran- Ítem un dosel de serafina grande y pendiente de de y la madera de una cama de Tudela. él un cuadro de Nuestra Señora con su niño dur- Ítem en el cuarto de la mesa redonda queda la miendo dicha con tres bancos rasos

VIDAL DE LA MADRID ALVAREZ Ítem dos arcas grandes la una deshecha sin Cuarto de la galería 125 suelo Primeramente dos pilones de destilar agua con Ítem un cajón encima de una mesa todo ordina- su caja de madera rio Ítem una mesa de nogal En el cuarto de las mozas hay un lecho grande Ítem una prensa de madera En la cocina dos maseras con sus tapas encima Ítem dos ruedas de brasero de unos bancos Ítem un hornillo de hierro con su tapadera Ítem dos duernas Ítem una piedra de labrar chocolate con dos Ítem un escaño viejo duernos, una mano y una paleta de hierro y un Mas dos calambieras puestas en dos tarras de cuchillo y una manta que sirve para la mismo hierro Ítem dos frasqueras viejas sin frascos Ítem un barreño vidriado muy grande En el tinelo Ítem dos tinajas, una grande y otra más chica de Ítem una mesa grande con dos bancos barro encarnado En la bodega una pipa Mas quedan en dicho cuarto tres tablas pen- Ítem dos pipotes todo encima de dos maderos dientes y en ellas cajas de echar dulce y cestas de largos paja y varas Ítem dos duernos grandes de salar cochinos, con Ítem una puchera de hoja de lata sus tapas Ítem dos cántaros de barro Ítem una media pipa Más algunas cestas de paja y dentro dos pomos Ítem un embudo grande de vidrio En el patio dos arcas de echar colada y dos esca- Ítem unos restillos de aderezar lino desiguales leras de alcanzar pichones Ítem quedan en la ventana dos postigos de En el cuarto de D. Diego, una madera de cama vidriera de nogal con testera embutida y colgada con colga- Quedan asimismo en dicho cuarto diferentes dura de seda dorada. trastecillos que por ser inútiles no se expresan Ítem dos sillas una de baqueta vieja otra de felpa Ítem unos hierros de hacer hostias Ítem un banco raso y una mesa Ítem un estante de poner libros Segundo cuarto de la galería que sirve para Un arca grande guardar fruta En el cuarto de trucos está la mesa cubierta de Un banco de hacer bizcochos con una pala de paño verde viejo y una arca vieja hierro En el cuarto de adentro dos maderas de cama, la Ítem dos esteras de estrado pintadas y de dife- una de nogal y la otra de Tudela rentes utensilios Ítem una mesa cuadrada y dos taburetes uno de Ítem diez marcos de vidrieras nuevas y sin baqueta viejo sin respaldo y otro de madera vidrios En el cuarto de don Sancho una mesa con su Ítem una alquitara de cobre tirador; dos taburetes de madera; una silla y un Ítem una maroma de cáñamo grande vieja. taburete de baqueta viejo y una madera de cama de Mas quedan en dicho cuarto diferentes cestas, Tudela cajones, tablas, jarros y más trastos de los que no se En el cuarto que se sigue dos maderas de cama, hace número una mesica vieja de 4 pies y un taburete de mosco- Ítem tres frasqueras bia viejo Ítem un farol de hoja de lata En el otro cuadro que se sigue a éste una made- En la galería quedan tres arcas grandes y una ra de cama y un lecho mesa ordinaria Ítem un lecho chico en el cuartecito de sobre la Ítem tiene el maestro de la obra un banco de res- escalera y un lecho con su ropa que es a donde paldo fuera de estas alhajas duerme el carretero y se deja para el uno y otro Mas tiene el maestro una arca, una madera de Ítem en el portal queda una piedra grande de cama de Tudela y una mesa de nogal con su tirador jaspe azul dedicada para arca de la capilla [...]». Ítem todos los cuartos y piezas puestas hasta aquí como las más que se añadieron quedan con puertas y ventanas solas y con llaves y cerraduras

El palacio de Miranda-Valdecarzana y la capilla de Nuestra Señora de los Dolores de Grado