The Trinity

In the Trinity we have ONE God in THREE divine persons. Those persons are the Father, and the Son and the Holy Spirit.

The Father is the ONE and ONLY God, whole and entire, and the ONE and ONLY God is the Father, whole and entire. The Father is not the Son, and the Father is not the Holy Spirit.

The Son is the ONE and ONLY God, whole and entire, and the ONE and ONLY God is the Son whole and entire. The Son is not the Father, and the Son is not the Holy Spirit. This Son, who is the Word, became flesh and is called Jesus Christ.

The Holy Spirit is the ONE and ONLY God, whole and entire, and the ONE and ONLY God is the Holy Spirit, whole and entire. The Holy Spirit is not the Father, and the Holy Spirit is not the Son.

The ONE and ONLY God is not divided, nor does he change appearance, form, or mode. The ONE and ONLY God whole and entire, is at one time, wholly and entirely, the Father and the Son and the Holy Spirit.

God being the Father whole and entire does not diminish his being the Son whole and entire or the Holy Spirit whole and entire.

God being the Son whole and entire does not diminish his being the Father whole and entire or the Holy Spirit whole and entire.

God being the Holy Spirit whole and entire does not diminish his being the Father whole and entire or the Son whole and entire.

The Hypostatic Union

And the Word became flesh and dwelt among us, and his name is Jesus Christ.

Jesus Christ is the second person of the Holy Trinity. The Son of God.

Jesus is both fully God and fully Man. If Jesus was not fully God, he would not be God and could not forgive sins. If Jesus was not fully Man, he would not be Man and could not pay the debt of sin.

Jesus has two wills, a divine will and a human will, which are perfectly united in the person of Jesus Christ. If Jesus lacked a divine will, he would not be fully God. If Jesus lacked a human will, he would not be fully Man.

“Take to heart these words which I command you today. Keep repeating them when you are at home and when you are away, when you lie down and when you get up. Bind them on your arm as a sign and let them be as a pendant on your forehead. Write them on the doorposts of your houses and on your gates.” -Deuteronomy 6:6-9 La Trinidad

En la Trinidad tenemos UN Dios en TRES personas divinas. Esas personas son el Padre y el Hijo y el Espíritu Santo.

El Padre es el ÚNICO y SOLO Dios total y completo, y el ÚNICO y SOLO Dios es el Padre total y completo. El Padre no es el Hijo y el Padre no es el Espíritu Santo.

El Hijo es el ÚNICO y SOLO Dios total y completo, y el ÚNICO y SOLO Dios es el Hijo total y completo. El Hijo no es el Padre y el Hijo no es el Espíritu Santo. Este Hijo, El que es la palabra, Se hizo carne, y lo llamamos Jesucristo.

El Espíritu Santo es el ÚNICO y SOLO Dios total y completo, y el ÚNICO y SOLO Dios es el Espíritu Santo total y completo. El Espíritu Santo no es el Padre y el Espíritu Santo no es el Hijo.

El ÚNICO y SOLO Dios no es dividido ni cambia de apariencia, forma o modo. El ÚNICO y SOLO Dios total y completo, a la vez, es total y completamente el Padre y el Hijo y el Espíritu Santo.

Mientras Dios es completamente el Padre, no disminuye que es el Hijo por completo o el Espíritu Santo por completo.

Mientras Dios es completamente el Hijo, no disminuye que es el Padre por completo o el Espíritu Santo por completo.

Mientras Dios es completamente el Espíritu Santo, no disminuye que es el Padre por completo o el Hijo por completo.

La UniÓn hipostática

Y la palabra se hizo carne y habitó entre nosotros, y se llama Jesucristo.

Jesucristo es la segunda persona de la Santisima Trinidad. El Hijo de Dios.

Jesús es a la vez completamente Dios y completamente hombre. Si Jesús no fuera completamente Dios, el no seria Dios y no podría perdonar pecados. Si Jesús no fuera completamente hombre, el no seria hombre y no podría pagar la deuda de nuestros pecados.

Jesús tiene dos voluntades, une voluntad divina y una voluntad humana, ambas perfectamente unidas en la persona de Jesucristo. Si Jesús no tuviera una voluntad divina, no sería completamente Dios. Si Jesús no tuviera una voluntad humana, no sería completamente humano.

“Grábate en la mente todas las cosas que hoy te he dicho, y enséñaselas continuamente a tus hijos; háblales de ellas tanto en tu casa como en el camino, y cuando te acuestes y cuando te levantes. Lleva estos mandamientos atados en tu mano y en tu frente como señales, y escríbelos también en los postes y en las puertas de tu casa. -Deuteronomio 6:6-9