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RESUMEN.

El presente trabajo forma parte de un estudio mayor sobre el Patrimonio Industrial Azucarero de la provincia de , el cual está orientado hacia la determinación de los valores urbanísticos y arquitectónicos y los sitios de interés patrimonial de los bateyes azucareros de dicho territorio con el objetivo de establecer estrategias para su protección, conservación y promoción como Monumento.

La presente investigación consiste en la primera parte de dicho estudio, donde quedan establecidas las características específicas de ambas escalas en los mencionados escenarios y se realiza un inventario fotográfico descriptivo de los exponentes más representativos y significativos de las estructuras urbanas y el repertorio edificado del.

En el trabajo además, como parte de la comprensión del tema en estudio: el sector azucarero, incluye una detallada investigación sobre el surgimiento, evolución y desarrollo desde el punto de vista histórico, social y económico de la industria azucarera

en la antigua región de Cienfuegos durante todo el siglo XIX y primera mitad del XX.

Palabras claves:

Patrimonio Industrial Azucarero

Industria azucarera

Batey azucarero

Urbanismo

Arquitectura

Valor patrimonial Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

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SUMMARY.

The actual paper constitute a component of a bigger study of the Industrial Patrimony of the Sugar Cane production of , which is oriented to determine urbanistic and architectonic values and patrimonial interest sites of the Cuban Sugar “Bateyes” in the territory, in order to stablish Protection, Preservation and Promotion as monuments strategies.

This research constitute the first part of the study where the specific features of both scales are stablished in the metioned scenarios and a decriptive photographic inventary of the most representatives and significant urban structures exponents is done.

A detailed research is Included of The Sugar Factories Industry emerging, evolution and development since the historical, social and economic points of view as part as the comprehensive of the subject of study in The Sugar industry in the former Region of

Cienfuegos during the XIX Century and first half of XX Century.

Key words:

Sugar Industrial Patrimony

Sugar industry

Sugar Batey

Urbanism

Architecture

Patrimonial Value Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

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Click here to buy Índice. w w m w co .A B BYY.

ÍNDICE.

Introducción………………………………………………………………………………. 1 Capítulo I. Análisis para el inventario y caracterización del urbanismo y la arquitectura derivados de la industria azucarera en Cienfuegos…………………….. 8 1.1 Análisis conceptual para el estudio del Patrimonio Industrial Azucarero…… 8 1.2 Estudio de antecedentes sobre el Patrimonio Industrial Azucarero…………. 19 1.3 Análisis de estudios sobre el desarrollo histórico, económico y social 29 derivado de la industria azucarera…………………………………………………… 1.4 Análisis de metodología para el estudio del Patrimonio Industrial 34 Azucarero………………………………………………………………………………. 1.5 Contexto de estudio, provincia de Cienfuegos………………………………… 36 1.6 Conclusiones del Capítulo……………………………………………………...... 40 Capítulo II. Condicionantes histórico, económico y sociales del desarrollo de la industria azucarera en la provincia de Cienfuegos durante el siglo XIX y primera mitad del XX………………………………………………………………………………… 43 2.1 Primera mitad del siglo XIX. Los inicios y la expansión azucarera…………... 43 2.2 Segunda mitad del siglo XIX. Las grandes transformaciones………………… 52 2.3 Primera mitad del siglo XX. La República neocolonial………………………… 71 2.4 Conclusiones del Capítulo……………………………………………………….. 82 Capítulo III. Inventario fotográfico y caracterización del urbanismo y la arquitectura en bateyes azucareros de la provincia de Cienfuegos…………………. 84 3.1 Definición del objeto de estudio…………………………………………………. 84 3.2 Características generales del urbanismo en el batey azucarero 86 cienfueguero…………………………………………………………………………… 3.3 Características generales de la arquitectura del batey azucarero 106 cienfueguero...... 3.4 Conclusiones del Capítulo……………………………………………………….. 128 3.5 Inventario fotográfico de las estructuras urbanas y los exponentes de mayor significación y representatividad de la arquitectura en el batey azucarero cienfueguero………………………………………………………………. 131 Conclusiones……………………………………………………………………………... 167 Recomendaciones...... 169 Bibliografía………………………………………………………………………………... 170 Anexos...... 178 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

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INTRODUCCIÓN.

Al hablar de siempre debe hacerse alusión a uno de los elementos básicos de la formación de su nacionalidad: el azúcar, que desempeñó un rol crucial en la formación de una cultura e identidad propia.

El proceso de desarrollo y expansión de la industria azucarera transcurrida a través de

los siglos XVIII, XIX y XX, constituyó uno de los factores principales del desarrollo socio económico cubano. En la década de 1990 este sector entra en profunda crisis por lo

que a comienzos del siglo XXI deviene en un proceso de reestructuración encomendado por el Ministerio del Azúcar (MINAZ) en respuesta a exigencias económicas entre otros factores. Como política de dicha entidad se aplica la Resolución No. 77 de 2002 donde se dispone la desactivación de 70 unidades de producción en todo el país (46%). Denominado como Tarea Álvaro Reynoso, este proceso trae consigo una reducción del 50% de la capacidad productiva instalada y del 60% de los campos de caña. El cierre definitivo de estas industrias genera además la reconversión de muchos centrales en empresas agropecuarias.

Todos estos cambios repercuten directamente en las comunidades anexas donde se desarrolla el proceso productivo, las cuales de acuerdo a circunstancias históricas han manifestado una evolución basada en constantes transformaciones que dan respuesta a exigencias productivas y sociales principalmente.

El batey como también se les llama a estos asentamientos, desde el punto de vista urbanístico-arquitectónico es el sostén físico del pueblo desarrollado dentro del marco industrial azucarero. En la actualidad cada escenario atesora un rico y variado patrimonio industrial, el cual por envejecimiento, sobreexplotación o falta de mantenimiento se ha ido perdiendo o se presentan en creciente deterioro.

La inminente pérdida del grado de homogeneidad y coherencia que otrora tuvieron los conjuntos azucareros, como una parte importante del patrimonio cultural, es un problema que requiere la búsqueda de soluciones urgentes. En los momentos actuales, los asentamientos vinculados a la industria azucarera han sufrido un crecimiento físico y transformaciones constantes en su entorno, lo que ha provocado cambios en la imagen

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que los caracterizó años atrás pero que hoy debe adaptarse a las necesidades de la población local. Muchos elementos que aún se conservan en estos asentamientos son vulnerables a desaparecer como consecuencia de su estado técnico, por no ser necesarios en las nuevas circunstancias o por el desconocimiento que tiene la propia población del valor que pudieran tener los mismos en la conformación del entorno y su identidad. También han desaparecido las tradiciones y conductas sociales que posibilitan una comunicación libre y espontánea de la población que producía azúcar.

Por lo antes expuesto se considera pertinente conservar aquellos entornos y edificaciones específicas de alto valor para lo cual resulta necesario como primer paso su inventario, caracterización y catalogación.

En este sentido la literatura que aborda el patrimonio industrial azucarero referido a la provincia de Cienfuegos brinda breve noción de sus particularidades, por lo que se hace necesario un estudio más general y abarcador. En este territorio pese a su tardía entrada en la producción de azúcar se inició lo que Moreno Fraginals1 definió como el más violento boom azucarero que recuerda la isla.

De este proceso, solamente se cuentan con dos exponentes que ostentan la condición de Monumento Local. Uno de ellos es el batey del ingenio-central Carolina que aunque se encuentra en ruinas es considerado el asentamiento azucarero más importante de la provincia desde el punto de vista arquitectónico, arqueológico, histórico e industrial; y el otro es la casa vivienda Sarría-Atkins de 1847 perteneciente al central Pepito Tey (antiguo Soledad), único inmueble cienfueguero que puede servir de transición constructiva entre la tradición vernácula trinitaria y el neoclásico que caracteriza la arquitectura local.

En los últimos años el MINAZ ha definido una serie de acciones en función del mencionado redimensionamiento de la industria azucarera. Conjuntamente se ha ido reconociendo la necesidad de trabajar en aras del rescate del Patrimonio Industrial Azucarero. Como base de esta idea se firma un convenio entre los Ministerios del Azúcar y de Cultura en el que se prioriza su rescate a partir de la recuperación de las

1 Manuel Moreno Fraginals: El Ingenio. Complejo económico social cubano del azúcar, t. I, Ed. Ciencias Sociales, La Habana, 1978, p. 143.

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salas de historia en cada uno de los bateyes y la creación de la Comisión de Patrimonio Histórico Azucarero, la cual hoy en día está registrando todos los bienes de valor patrimonial que existen en los complejos agroindustriales.

De aquí se infiere la necesidad de conservar las evidencias de lo que fuera el fenómeno evolutivo de la industria azucarera cubana, el cual ha tenido un proceso histórico que va desde el trapiche, pasa por el ingenio y llega al central que presenta una etapa importante de su desarrollo en el periodo revolucionario.

La valoración de determinadas áreas y obras arquitectónicas, puede contribuir a la necesaria toma de conciencia de lo que hemos heredado y comprometer al hombre con su entorno. En este sentido, hoy en día es una necesidad urgente salvar lo que queda de los conjuntos arquitectónicos azucareros y conservar el batey significaría el triunfo de la memoria histórica.

De materializarse el proyecto de rescate de la arquitectura azucarera, se podría convertir dicho proceso en una posibilidad más para el desarrollo del turismo en el país, bajo la modalidad del agroturismo o del turismo industrial. En este sentido se ha ido trabajando en la conformación del “paisaje cultural”, categoría que en el mundo ha tomado cada vez más fuerza y en el caso particular de Cuba ha adquirido notable relevancia por la gran variedad y autenticidad de sus componentes en comparación con otros importantes países productores de azúcar. En este sentido valiosos testimonios forman parte de la Ruta del Azúcar y la Ruta del Esclavo que esperan por una real valoración, preservación y explotación.

De esta forma la importancia del tema de estudio del presente trabajo se plantea ante la necesidad de conocer las características del urbanismo y la arquitectura de los bateyes azucareros de la provincia de Cienfuegos, lo que posibilitará su posterior valoración y categorización. Además, las especificidades manifestadas por el proceso de desarrollo azucarero en la región aportarán elementos para enriquecer la historiografía regional y nacional en torno a la dinámica social derivada de este proceso que tiene su origen en

el sistema de la plantación azucarera esclavista del siglo XIX cubano.

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Es por ello que el tema de investigación presenta como objeto de estudio el urbanismo y la arquitectura de significación de carácter puntual en los bateyes azucareros de la

provincia de Cienfuegos vinculados a las fábricas fundadas en el siglo XIX y que se mantuvieron produciendo hasta el reciente proceso de reestructuración de la industria azucarera. Por su parte el campo de acción se acota al inventario y la caracterización de los exponentes más representativos de ambas escalas de diseño.

A partir de la situación expuesta se plantea:

Problema científico: ¿Cuáles son las características urbanísticas y arquitectónicas de los bateyes

azucareros de la provincia de Cienfuegos adjuntos a fábricas fundadas en el siglo XIX y que se continuaron produciendo hasta el proceso de reestructuración del sector que permitirán definir sus valores y categorías patrimoniales?

Hipótesis: Las características del urbanismo y la arquitectura de los bateyes azucareros cienfuegueros en la actualidad presentan un comportamiento que depende de su condicionamiento a exigencias socioeconómicas del proceso productivo en diferentes periodos históricos manifestando huellas de gran significación que merecen ser valoradas como condición previa a su conservación.

Objetivo General: Realizar un inventario fotográfico de los sitios y las edificaciones más significativas desde el punto de vista patrimonial de los bateyes azucareros de la provincia de Cienfuegos que permita difundir sus características más representativas y los valores que poseen.

Objetivos específicos: 1. Analizar la base conceptual y los estudios precedentes que abordan el comportamiento del Patrimonio Industrial Azucarero para la caracterización del urbanismo y la arquitectura de los bateyes azucareros de Cienfuegos.

2. Definir las condicionantes económicas y sociales del surgimiento y desarrollo de la industria azucarera en la provincia de Cienfuegos.

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3. Caracterizar las especificidades del urbanismo y la arquitectura de los bateyes azucareros objeto de estudio a partir de la aplicación parcial de un Procedimiento Metódico diseñado para tales fines.

Novedad, actualidad y aportes del trabajo. Como aspecto novedoso del trabajo se presenta el hecho de abordar por primera vez en la provincia de Cienfuegos un estudio que recoja las características del urbanismo y la arquitectura de los bateyes azucareros a partir de un procedimiento metódico diseñado para tales fines y que recoge el 100 % del los asentamientos de estudio y el universo de sus edificaciones de significación patrimonial.

La actualidad del tema está en que el mismo se acomete dentro de las políticas del MINAZ y el Ministerio de Cultura para el estudio e inventario del Patrimonio Industrial Azucarero cubano.

Los aportes científicos del trabajo estarán dados en los órdenes teórico y práctico. Desde el punto de vista teórico quedarán determinadas las características del urbanismo y la arquitectura de los asentamientos objeto de estudio de la provincia. Desde el punto de vista práctico se muestra un inventario fotográfico de los sitios y edificaciones más significativos de los bateyes azucareros objeto de estudio a nivel de la provincia en cuanto a su interés patrimonial, aspectos básicos para la difusión de sus valores y promover acciones para su conservación y rehabilitación.

Universo de estudio: Se analizarán todos los bateyes azucareros de la provincia de Cienfuegos determinándose seleccionar como muestra para el estudio sólo aquellos vinculados a los centrales que se mantuvieron en producción hasta el reciente proceso

de reestructuración de la industria azucarera y que fueron fundados en el siglo XIX.

La obtención de los datos se realizará mediante el análisis de la bibliografía relacionada con el tema y el trabajo de campo dirigido a la visita de los escenarios de estudio. Los resultados serán expuestos por medio de imágenes fotográficas que conformarán el inventario y permitirán una mejor apreciación visual de los diferentes exponentes representativos del repertorio urbano y arquitectónico.

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Metodología general del trabajo:

Formación de la Base teórica general

Formulación Problema de investigación

Formulación de la Hipótesis

Planteamiento de los Objetivos

Aplicación del Procedimiento metódico del Dr. Arq. Ernesto Pereira Caso de estudio: provincia de Cienfuegos

Determinación de las características del urbanismo en los bateyes objeto de estudio · definición del campo de estudio · búsqueda y recopilación de información en relación con los escenarios de estudio (de archivo y trabajo de campo) · caracterización urbanística de los asentamientos

Determinación de las características de la arquitectura en los bateyes objeto de estudio · definición del campo de estudio · búsqueda y recopilación de información en relación con los edificios objeto de estudio (de archivo y trabajo de campo) · caracterización de la arquitectura de los asentamientos

Conclusiones y recomendaciones

Estructura del trabajo: El trabajo se estructura en tres capítulos que se derivan de los tres objetivos específicos planteados:

El Capitulo I, Análisis para el inventario y caracterización del urbanismo y la arquitectura derivados de la industria azucarera en Cienfuegos, aborda todo el estudio histórico general sobre las concepciones que son de obligada consulta para la

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comprensión del tema objeto de estudio. Se analizan además los estudios precedentes, tanto relacionados con el Patrimonio Industrial Azucarero como con el desarrollo económico y social derivado de la industria azucarera en nuestro país y específicamente en Cienfuegos incluyendo el análisis de la metodología para la caracterización del urbanismo y la arquitectura en los bateyes azucareros, y se introduce el contexto de estudio.

En el Capítulo II, Condicionantes histórico, económico y sociales del desarrollo de

la industria azucarera en la provincia de Cienfuegos durante el siglo XIX y primera

mitad del XX, se resume el surgimiento, desarrollo y evolución de la industria azucarera cienfueguera durante los períodos colonial y republicano.

El Capítulo III, Inventario fotográfico y caracterización del urbanismo y la arquitectura en bateyes azucareros de la provincia de Cienfuegos, contiene la muestra en imágenes y la caracterización de los principales y más significativos exponentes del urbanismo y la arquitectura de los bateyes objeto de estudio en la provincia de Cienfuegos, basado en la aplicación parcial de la metodología diseñada con tales fines por E. Pereira.

Como culminación del trabajo se emitirán conclusiones y recomendaciones.

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CAPÍTULO I: ANÁLISIS PARA EL INVENTARIO Y CARACTERIZACIÓN DEL URBANISMO Y LA ARQUITECTURA DERIVADOS DE LA INDUSTRIA AZUCARERA EN CIENFUEGOS.

En el presente capítulo se realiza un análisis general sobre las concepciones que son de obligada consulta para la comprensión del tema objeto de estudio. Se manejan conceptos y definiciones referidas a los Monumentos, el Patrimonio Industrial y específicamente los vinculados con la industria azucarera. Se abordan además, las definiciones de batey (el cual ha sufrido transformaciones) y otros términos que resultan muy empleados en la bibliografía relacionada con el tema del azúcar como son: trapiche, ingenio, central azucarero y complejo agroindustrial. Se analizan los estudios precedentes, tanto los relacionados con el Patrimonio Industrial Azucarero como con el desarrollo económico y social derivado de la industria azucarera en nuestro país y específicamente en Cienfuegos. Incluye además un análisis sobre la metodología para la caracterización del urbanismo y la arquitectura en los bateyes azucareros. Por último, se introduce el contexto de estudio.

1.1 Análisis conceptual para el estudio del Patrimonio Industrial Azucarero.

1.1.1 Patrimonio Industrial. Antes de hablar de Patrimonio Industrial es necesario referirse al concepto de Patrimonio en su más amplio significado. Según la Dirección General de Patrimonio de Buenos Aires “se entiende como Patrimonio un conjunto de bienes materiales y espirituales creados por una comunidad a lo largo de su historia”.2

Por su parte la Carta de Cracovia, en su definición sobre el Patrimonio plantea “es el conjunto de las obras del hombre en las cuales una comunidad reconoce sus valores específicos y particulares y con los cuales se identifica”,3 destacando entre sus categorías al patrimonio arqueológico, los edificios históricos y monumentos, las ciudades históricas y los pueblos y los paisajes.

2 Dirección General de Patrimonio, Ciudad de Buenos Aires en http://www.buenosaires.gov.ar 3 Carta de Cracovia: “Principios para la conservación y restauración del patrimonio construido”, 2000. http://www.dgpatrimonio.buenosaires.gov.ar

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L. Martínez y H. Astibia plantean que “es el conjunto de bienes tanto materiales (muebles e inmuebles) e inmateriales (instrumentales, éticos, comunicativos y organizativos) que, en continua interacción, constituye el acervo, el activo, a través del cual, o en su seno (patrimonio natural), un pueblo participa en el devenir de la humanidad”.4 Estos autores lo acotan también pero de forma resumida como “la red (sistema) de expresiones (elementos) materiales e inmateriales de cada cultura”.5

Al profundizar sobre la aplicación del significado del concepto en los últimos años tanto J. Tresseras como R. Mena y M. A. Quijada coinciden con los planteamientos anteriores. En el caso del primero de estos autores, se alude a la visión de futuro del Patrimonio al agregar que “comprende tanto la creación contemporánea como la participación de nuevos sectores de la sociedad”.6 R. Mena7 por su parte, al referirse a las aplicaciones intangibles del Patrimonio expone la clasificación de este a través de sus tres categorías: el Patrimonio Cultural, el Patrimonio Natural y el Paisaje Cultural.8 Mientras que M. A. Quijada9 resume al Patrimonio como un elemento integrado de componentes culturales y naturales.

Una vez analizadas las definiciones y enfoques del Patrimonio en su más amplio significado, resulta imprescindible para el desarrollo de la presente investigación exponer los criterios y conceptos relacionados con el estudio del Patrimonio Industrial específicamente, que según A. Guzmán y G. Fernández “es todo aquel vestigio tangible o intangible surgido en torno a la industria siendo de diversos orígenes”.10

Por su parte, el Plan Nacional de Patrimonio Industrial de España lo define como un conjunto de elementos de explotación industrial, generado por las actividades económicas de una sociedad que responde a un determinado proceso de producción y

4 Luisa Martínez Garate y Humberto Astibia Ayerra: Conferencia Patrimonio “¿un concepto en crisis?”. http://www.nabarralde.com/dok/gaiak/ondarrea.html 5 Idem. 6 Jordi Tresseras, en http://www.espacioespiral.com/tresseras_info.html 7 Rosario Mena, en http://www.nuestro.cl/notas/educación/hevia.htm 8 Las dos primeras categorías, con los elementos que la conforman, aparecen en la Convención para la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural de 1972, mientras que el Comité del Patrimonio Mundial de la UNESCO adoptó en 1992, la de paisajes culturales. Luisa Martínez Garate y Humberto Astibia Ayerra: ob. cit. 9 Marco A Quijada Castro, en http://geocyberteca.8m.com/marco.html 10 Aldo Guzmán y Guillermina Fernández: “El patrimonio industrial desde perspectivas multidisciplinarias”. http://www.ub.es/geocrit/aramos.htm

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a un sistema tecnológico concreto caracterizado por la mecanización dentro de un determinado sistema socioeconómico.11

La enciclopedia libre Wikipedia plantea que “se puede considerar Patrimonio Industrial a las fábricas, maquinaria, herramientas, etc. de una zona geográfica determinada, y que tuvieron importancia o relevancia en la región a la que pertenecen”.12 Mientras que en la Carta de Nizhny Tagil se agrega que “se compone de los restos de la cultura industrial que poseen un valor histórico, tecnológico, social, arquitectónico o científico”,13 además en dicho documento se refiere que estos restos consisten en edificios y maquinaria, talleres, molinos y fábricas, almacenes y depósitos, minas y sitios para procesar y refinar, y toda su infraestructura, así como los sitios donde se desarrollan las actividades sociales relacionadas con la industria, tales como la vivienda, el culto religioso o la educación.

De forma más específica E. Pereira define como Patrimonio Industrial a “todo aquel vestigio tangible o intangible surgido en torno a la industria o fabricado por grupos sociales con el objetivo de producir, almacenar o transformar bienes y servicios, que independientemente de su no singularidad o antigüedad, presente un impacto social en un determinado lugar en un momento dado, lo cual permita reforzar la memoria colectiva de la historia de ese pueblo y sirva como material de estudio para conocer la cultura en torno de los procesos productivos. Dentro de esta amplia definición se incluye el Patrimonio industrial azucarero si es generado de actividades para la producción de azúcar”.14

El concepto de Patrimonio Industrial está muy relacionado con el de Arqueología Industrial, la que de forma resumida M. F. Fernández define como “actividad científica que tiene como objeto de estudio un corpus coherente de elementos resumidos bajo el término de patrimonio industrial”.15 Mientras que en la Carta de N. Tagil, de manera más

11 Plan Nacional de Patrimonio Industrial de España en http://www.incuna.org 12 Enciclopedia libre Wikipedia en http://es.wikipedia.org/wiki/Patrimonio industrial.htm 13 Carta de Nizhny Tagil sobre el Patrimonio Industrial, Julio de 2003, en http://www.mnactec.com/ticcih/ticcih.htm 14 Ernesto Pereira Gómez: “El urbanismo y la arquitectura de los asentamientos vinculados a la industria azucarera en la Provincia de Villa Clara”, tesis presentada en opción al Grado Científico de Doctor en Ciencias, Universidad Central de Las Villas, Santa Clara, 2006, p. 9. 15 María F. Fernández Gutiérrez: “La labor del inventario industrial en Francia. Un modelo de investigación, protección y difusión”, revista Ábaco, (No. 19), Asociación de Revistas Culturales de España, 1998, p. 61.

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abarcadora se define como: “método interdisciplinario para el estudio de toda evidencia, material o inmaterial, de documentos, artefactos, estratigrafía y estructuras, asentamientos humanos y terrenos naturales y urbanos, creados por procesos industriales o para ellos”.16

Se considera entonces como Patrimonio Industrial Azucarero, todo aquel patrimonio derivado de la producción de azúcar de caña, el cual es muy variado y se clasifica según M. A. Giménez17 en la maquinaria, los útiles azucareros, la arquitectura industrial y la no fabril, los archivos de empresas, la documentación gráfica, el material impreso, maquinarias y útiles que no están relacionados con la fabricación de azúcar y las maquinarias para actividades agrícolas, pero sin embargo excluye las formas sociales relacionadas con esta actividad.

Todas las definiciones anteriormente analizadas propician una mejor comprensión sobre el Patrimonio Industrial Azucarero siendo de ellas las que más se acercan al objeto de estudio las abordadas por E. Pereira y M. A. Giménez que serán las empleadas en el transcurso y desarrollo de este trabajo. Es preciso aclarar que para el presente estudio, con respecto a los elementos que conforman el Patrimonio derivado de la industria azucarera planteados por M. A. Giménez, sólo se tendrán en cuenta la arquitectura no fabril (las edificaciones domésticas, religiosas, de defensa y sociales fundamentalmente) y parte de la arquitectura industrial, a la que E. Pereira clasifica como edificaciones que sirven de apoyo al sistema de producción entre las que se encuentran los alambiques, las carpinterías y los tejares entre otros.18

1.1.2 Monumento. El concepto de Monumento ha sufrido notables cambios en su significación a lo largo de los dos últimos siglos, este aparece con un significado más limitado que el de Patrimonio. Un concepto muy estrecho es el abordado en una de las categorías en que se clasifica el Patrimonio Cultural, el cual plantea "obras arquitectónicas, de escultura, pintura, monumentales, elementos o estructuras de carácter arqueológico,

16 Carta de Nizhny Tagil sobre el Patrimonio Industrial, Julio de 2003, en http://www.mnactec.com/ticcih/ticcih.htm 17 Javier Pinar Samos y Miguel A. Giménez Yanguas: Motril y el azúcar. Del patrimonio industrial al paisaje tecnológico. 1845-1995, Asukaría Mediterránea, SL. El Varadero de Motril (Granada), España, 1996, pp. 134-135. 18 Ernesto Pereira Gómez: ob. cit., p. 12.

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inscripciones, cavernas y grupos de elementos que tengan un valor universal excepcional desde el punto de vista de la historia, del arte o de la ciencia".19

En la Carta de Venecia: “Carta internacional sobre la conservación y la restauración de monumentos y sitios”, de mayo de 1964, se plantea que la noción de monumento comprende la creación arquitectónica aislada, así como también el sitio urbano o rural que ofrece el testimonio de una civilización particular, de una fase representativa de la evolución o progreso, o de un suceso histórico. No sólo se refiere a las grandes creaciones, sino igualmente a las obras modestas que han adquirido con el tiempo un significado cultural. Esta noción contemporánea es más amplia que la establecida hace doscientos años, la cual limitaba el concepto de monumento histórico a aquellas grandes construcciones caracterizadas como obras excepcionales o vinculadas con hechos históricos trascendentales. Junto a estas aparecen ahora, además, obras de carácter industrial, construcciones rurales y las viviendas más modestas, ya sea como complemento ambiental o por sus propios valores, que aunque moderados no dejan de ser menos expresivos o importantes en la evaluación de una época determinada.

Por su parte la Carta de Cracovia ofrece una visión más completa al plantear que es “una entidad identificada por su valor y que forma un soporte de la memoria”.20 También establece la condición de conservación que requiere un objeto en una cultura para ser catalogado como tal.

En Cuba la Ley No. 2: “De los Monumentos Nacionales y Locales”, del 4 de agosto de 1977, se refiere a la clasificación de los monumentos de acuerdo a la significación de sus valores. Se define como Monumento Nacional “todo centro histórico urbano y toda construcción, sitio u objeto que, por su carácter excepcional, merezca ser conservado por su significación cultural, histórica o social para el país y que, como tal, sea declarado por la Comisión Nacional de Monumentos”.21 Mientras que Monumento Local es “toda construcción, sitio u objeto que, no reuniendo las condiciones para ser declarado Monumento Nacional, merezca ser conservado por su interés histórico,

19 Convención para la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural, UNESCO, 1972, en http://www.buenosaires.gov.ar 20 Carta de Cracovia. Principios para la conservación y restauración del patrimonio construido, 2000. http://www.dgpatrimonio.buenosaires.gov.ar 21 Consejo Nacional de Patrimonio Cultural de Cuba en http://www.cnpc.cult.cu cnpc/monumen/Pag002.htm

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cultural o social para una localidad determinada y que, como tal, sea declarado por la Comisión Nacional de Monumentos”.22

Para el presente estudio se asumirán los conceptos planteados por la Cartas de Venecia y Cracovia, así como las definiciones de Monumento Nacional y Local.

1.1.3 Batey. E. Pereira23 al referirse a la arquitectura derivada del azúcar plantea que esta se compone entre otros elementos de un conjunto urbano. Muchos autores emplean el término batey para identificar el pueblo adyacente a un central azucarero, aunque también se utiliza la palabra asentamiento.

El término batey se utilizaba primeramente para nombrar un lugar a modo de plaza, que en los pueblos indios de las Antillas se destinaba a los areitos y al juego de pelota.24 Esta definición cambió cuando se le comenzó a llamar batey a la zona compuesta por las edificaciones destinadas directamente a la producción de azúcar de caña, entiéndase el trapiche, la casa de calderas y la de purga. En este sentido C. Venegas25 identifica al batey como espacio abierto, generalmente de planta cuadrada, en cuyo centro se situaban las fábricas de azúcar y alrededor del cual se disponían los otros edificios del conjunto. Estas edificaciones (tejares, carpinterías, casas de vivienda, iglesias, edificaciones defensivas, etc.) no estaban relacionadas directamente con la producción pero servían de apoyo a la misma. Con el devenir de los años estos edificios fueron incluyéndose en la definición de batey, que es la que prevalece en la actualidad y según la Biblioteca Encarta26 y el Diccionario Aristos,27 es el lugar ocupado por las casas de vivienda y máquinas, calderas, trapiche, barracones y almacenes en los ingenios y demás fincas de campo de las Antillas.

22 Consejo Nacional de Patrimonio Cultural de Cuba en http://www.cnpc.cult.cu/cnpc/monumen/Pag003.htm 23 Ernesto Pereira Gómez: ob. cit., p. 12. 24 Diccionario Manual de la Lengua Española: Cervantes, Editorial Pueblo y Educación, La Habana. 25 Carlos Venegas Fornias: “Arquitectura y urbanización en el ingenio azucarero”, Arquitectura y urbanismo, (2): 10-15, Revista Científica del Instituto Politécnico José A. Echeverría, La Habana, 1987, p. 12. 26 Biblioteca de Consulta Microsoft Encarta, 2005. 27 Diccionario Ilustrado de la Lengua Española Aristos, Editorial Científico Técnica, Ciudad de La Habana, 1985.

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Por su parte la enciclopedia libre Wikipedia28 refiere que el término batey se emplea para identificar el pueblo o comunidad compuesto por las casas de los trabajadores de la industria azucarera y los campos de caña; localizados en Cuba y República Dominicana. Para los dominicanos el batey es una comunidad rural donde la mayoría de sus habitantes viven de la siembra, cuidado y corte de caña.29

Cuando O. García30 se refiere a los bateyes en el siglo XIX, los define como núcleos poblacionales estables, donde aparecen las casas de molino, de calderas, de purga, de vivienda y bohíos donde recluían a la mano de obra esclava. Mientras que R. Segre31 le atribuye el carácter de pueblos espontáneos equipados, mientras a su arquitectura la clasifica como provisional y funcional, reduciendo al mínimo sus atributos simbólicos. Por su parte D. M. Cruz32 define como batey al pueblo o conjunto de edificios generados

en torno a la industria azucarera en las primeras décadas del siglo XX.

Notables son los aportes que brinda el arquitecto E. Fernández33 sobre los bateyes

cubanos. Referido a las edificaciones componentes el autor plantea que en el siglo XIX los bateyes contaban por la parte productiva con: trapiches, las calderas, la casa de purga, el secadero y el almacén de azúcar; y además de estos elementos productivos se distinguía la presencia de tejares para producir hormas de azúcar y también hornos para producir cal, carpintería, herrería, corral de vacas, chiquero para puercos y, por supuesto, la casa de vivienda del dueño, del administrador, de los empleados o los técnicos de mayor categoría, y finalmente los bohíos de los esclavos hasta 1840, cuando aparece el barracón. Refiere además que los bateyes cubanos en su evolución, no pasaron de ser pequeñas urbanizaciones y que ninguna de las ciudades cubanas actuales fue originalmente batey.

28 Enciclopedia libre Wikipedia en http://es.wikipedia.org/wiki/Batey.htm 29 Tomado de http://www.zend2.com 30 Irán Millán Cuétara y Orlando García Martínez: “Testimonios de construcciones industriales azucareras en Cienfuegos entre 1819 y 1920”, Espacios, silencios y los sentidos de la libertad. Cuba entre 1878 y 1912, (128-137), Ed. Unión (UNEAC), Ciudad de La Habana, 2001, p. 130. 31 Roberto Segre: “La arquitectura antillana del siglo XX”, en http://www.periferia.org/publications/arqantxx2.html 32 Diana María Cruz Hernández: La vivienda del batey azucarero: el triunfo de la memoria. http://www.santiago.cu/cienciapc/numeros/2002/articulo05.html 33 Enrique Fernández: “Transformaciones del batey azucarero en Cuba”, Catauro, (Año 6 / No. 11): 34-40, Revista Cubana de Antropología, Fundación Fernando Ortiz, La Habana, 2005, pp. 35-36.

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Sin embargo algunos autores como E. Pereira34 al referirse a los bateyes utiliza el término de asentamientos, planteando que la definición de este último resulta más amplia al incluir zonas de períodos recientes desarrolladas alrededor de un central azucarero. Además indica que estos son de tamaño pequeño y en ellos se perciben dos zonas funcionales, una de producción y otra destinada al hábitat.

M. Blanco35 y O. Rodríguez36 plantean que los asentamientos vinculados a la industria azucarera son aquellos que su principal fuente económica y ocupacional está dada por la producción azucarera y el cultivo de su materia prima, aunque también se destaca la producción agropecuaria. M. Blanco añade que estos asentamientos conforman el entorno comunitario de las industrias azucareras existentes en Cuba en los últimos años y que se fomentaron a partir de la propia industria, desde épocas coloniales o

principios del siglo XX.37

Estas últimas definiciones relacionadas con el término asentamiento no resultan incompatibles con las de batey abordadas anteriormente, sino que se interrelacionan por lo que para el presente estudio ambas serán de utilidad. Para la elaboración del presente trabajo se utilizará la definición de batey, ya que es el término que tradicionalmente emplea la bibliografía vinculada con la industria azucarera en nuestro país.

1.1.4 Trapiche, ingenio y central azucarero. El desarrollo de la industria azucarera desde el punto de vista tecnológico ha estado influenciado por el movimiento histórico de esta industria. En nuestro país, las unidades

de producción de azúcar en los primeros años (finales del siglo XVIII y durante gran parte

del siglo XIX) del sistema de plantación recibieron el nombre de trapiche o cachimbos,

34 Ernesto Pereira Gómez: ob. cit., p. 13. 35 Maylin Blanco Díaz: “Planeamiento para la Rehabilitación Integral y Sustentable del asentamiento vinculado a la industria azucarera Benito Juárez en Placetas”, Trabajo de Diploma, Tutor MSc. Ernesto Pereira, Universidad Central de Las Villas, Santa Clara, 2004, p. 14. 36 Osmany Rodríguez Blanco: “Metodología de Planeamiento y Diseño para la Rehabilitación Integral y Sustentable de los asentamientos vinculados a la industria azucarera”, Trabajo de Diploma, Tutor MSc. Ernesto Pereira, Universidad Central de Las Villas, Santa Clara, 2002, p. 12. 37 Maylin Blanco Díaz: ob. cit., p. 14.

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que en esos momentos no era más que una pequeña fábrica de azúcar artesanal que utilizaba la fuerza motriz animal en el proceso productivo.38

E. Pereira39 plantea que los trapiches eran pequeñas instalaciones que producían una especie de raspadura de azúcar conformada a partir de la cocción del guarapo que se denomina mascabado. Refiere que estos estaban compuestos por el propio trapiche o molino que era movido fundamentalmente por tracción animal o fuerza de trabajo esclava y la casa donde se disponían las pailas para cocer el guarapo, que en ambos casos se caracterizaron por ser edificios sin paredes, compuestos de una estructura portante, fundamentalmente de madera, que sostenía su cubierta inclinada de tejas a varias aguas; y como otras instalaciones de apoyo al proceso productivo se presentaban los bohíos o casas para esclavos, la vivienda del mayoral encargado de la dotación y en algunos casos la casa vivienda del dueño.40

Con la aparición de la máquina de vapor en la segunda década del siglo XIX,41 se comienzan a introducir en la Isla nuevas tecnologías en función de la fabricación del azúcar, las instalaciones destinadas a la producción se transforman. Los molinos artesanales de los trapiches son sustituidos y se generaliza el uso del vapor para el movimiento de sus máquinas y del sistema de cocción, produciéndose un crecimiento notable de la capacidad productiva y la fábrica adquiere la categoría de ingenio.42

P. L. Rousseau y P. Díaz de Villegas43 al referirse a la introducción de la máquina de vapor en la industria azucarera, plantean que esta molía en una hora lo que un trapiche vertical movido por fuerza animal hacía en veinticuatro y que le extraía a la caña mayor cantidad de guarapo.

38 Fe Iglesias García: Del ingenio al central, Ed. de Ciencias Sociales, La Habana, 1999, p. 48 39 Ernesto Pereira Gómez: ob. cit., 2006. 40 Véase Ernesto Pereira Gómez: “El urbanismo y la arquitectura de los asentamientos vinculados a la industria azucarera en la Provincia de Villa Clara”, tesis presentada en opción al Grado Científico de Doctor en Ciencias, Universidad Central de Las Villas, Santa Clara, 2006, Anexo 2, pp. 13-15. 41 Existen discrepancias sobre la fecha exacta en que se introduce la máquina de vapor en función de la producción de azúcar. F. Iglesias y C. Guerra lo declara en 1817, en tanto J. Rallo lo plantea para 1819. Véase Fe Iglesias: ob. cit., p. 48, Carmen Guerra Díaz: “Sobre la crisis esclavista en la antigua región de Cienfuegos”, en revista Islas, (85): 133-148, Universidad Central de Las Villas, Santa Clara, sept.-dic., 1986 y Joaquín Rallo y Roberto Segre: Introducción histórica a las estructuras territoriales y urbanas de Cuba. 1519-1959, Ed. ISPJAE, La Habana, 1978, p. 66. 42 Fe Iglesias García: ob. cit., p. 48 43 Pablo L. Rousseau y Pablo Díaz de Villegas: Memoria descriptiva, histórica y biográfica de Cienfuegos y las fiestas del primer centenario de la fundación de esta, 1819-1919, Establecimiento Topográfico "El Siglo XX ", Habana, 1920.

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En el caso de los ingenios, E. Pereira plantea que se componían de dos edificios básicos en su proceso productivo, la casa de ingenio, también conocida como casa de máquinas y la casa de calderas; posteriormente se incorpora la casa de purga mientras en algunos casos los dos primeros constituyen una unidad. El autor agrega que entre otros edificios, se destacaron los barracones y las casas de los propietarios o administradores de la industria, destinados al hábitat de las diferentes clases sociales que intervenían en la producción del azúcar, así como los tejares, carpinterías, hornos de cal, depósitos de agua, alambiques y otras dependencias que tenían como función garantizar los volúmenes de construcción que demandaba el ingenio o intervenían de una u otra forma en la producción del azúcar y sus derivados; y aparecen también los sistemas de caminos con sus puentes y las represas o estanques de aguas como

principales obras de ingeniería del siglo XIX. En todos los casos se generaliza la utilización de la mampostería en los muros de los edificios principales, la madera para la estructura de algunas dependencias y los techos inclinados que se remataban con tejas de barro.44

Durante el período de las guerras de independencia de Cuba se produce un alto desarrollo azucarero en la Isla que provoca cambios tecnológicos más profundos que convierten al ingenio en central. Las fábricas de azúcar comienzan a denominarse de esta forma a partir de 1880, con la introducción del ferrocarril y la aplicación de varios adelantos tecnológicos en la producción de la sacarosa como la incorporación de algunas funciones nuevas al edificio industrial y otras que antes solían realizarse en instalaciones aisladas provocando un gran aumento de los volúmenes de producción.45 Entre las principales innovaciones tecnológicas puestas a disposición de la producción de azúcar, se destacan los aparatos de evaporación triple efecto, filtros, desmenuzadoras, tachos al vacío, hornos y quemadores de bagazo verde, centrífugas, nuevos carros para el transporte por ferrocarril y la luz eléctrica.46

44 Véase Ernesto Pereira Gómez: ob. cit., Anexo 2, pp. 15-17. 45 Fe Iglesias García: ob. cit., pp. 54-56. 46 Estos adelantos son abordados por Hernán Venegas: “Acerca del proceso de concentración y centralización de la industria azucarera en la región remediana a fines del siglo XIX”, Islas (73): 76-77, UCLV, 1982. y por Fe Iglesias García: Del ingenio al central, Ed. de Ciencias Sociales, La Habana, 1999, pp. 54-56.

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En este sentido, según E. Pereira47 se generan instalaciones industriales de grandes dimensiones que incorporan en el edificio principal, compuesto por varias naves y anexos, todas las funciones que antes solían realizarse en dependencias aisladas para la fabricación del azúcar y sus derivados. Las antiguas chimeneas de ladrillos y sección cuadrada se cambian por estructuras metálicas o torres de hormigón.

Para garantizar la estabilidad de los trabajadores asalariados, la administración construye albergues o pabellones y viviendas aisladas o pareadas. Producto de esto se conforman pequeños barrios o urbanizaciones que se acompañaban de iglesias para los técnicos de cierto nivel y los encargados del conjunto de edificios del central y sus áreas libres; aparecen edificios destinados a tiendas y escuelas; entre otros.48

La comprensión de los términos trapiche-ingenio-central brinda una base del proceso

evolutivo desarrollado por la industria azucarera desde los inicios en el siglo XVIII hasta la actualidad llegando al complejo agroindustrial (CAI).

1.1.5 Complejo Agroindustrial (CAI). En ocasiones, la documentación relacionada con la industria azucarera emplea las siglas CAI, que según el Censo de Población y Vivienda desarrollado en Cuba en 1981 en conjunto con el Instituto Nacional de Planificación Física establece como nombres oficiales de los bateyes azucareros la combinación del término Complejo Agroindustrial con el nombre de la industria.

Este término es generalmente poco conocido en su sentido más amplio, para el caso particular de la industria azucarera se define como la entidad económica o conjunto de instalaciones, dependencias y estructuras determinadas que organizan el cultivo de materias primas para la producción del azúcar y sus derivados.49

El término CAI sólo es aplicable a la entidad económica, conformado por las actividades del cultivo agropecuario y la producción industrial que se establece bajo una

47 Ernesto Pereira Gómez: ob. cit. 48 Véase Ernesto Pereira Gómez: ob. cit., Anexo 2, pp. 19-21. 49 Osmany Rodríguez Blanco: ob. cit., p. 13.

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administración determinada, y no al conjunto industrial-entorno habitado. Generalmente este término es rechazado por la tradición popular de estos bateyes.50

1.2 Estudio de antecedentes sobre el Patrimonio Industrial Azucarero. Fuertemente ligado a un proceso de desarrollo económico-social de un momento dado de una región o país, el Patrimonio Industrial nunca debe verse como un fenómeno aislado ya sea en su rescate o conservación, o incluso para su estudio tipológico o estilístico. En el caso del Patrimonio Industrial derivado de la industria azucarera se presentan estudios acerca de la caracterización y catalogación de sus elementos, de la elaboración de la base conceptual y de cómo recuperarlo. Muchos han sido los autores que han abordado este tema, de manera que a continuación se analizan algunos que resultan de obligada consulta, tanto del ámbito nacional como internacional, y de manera más específica regional.

1.2.1 Antecedentes internacionales. Los casos más significativos de la producción de azúcar en América se encuentran en Brasil y Argentina, siendo este primero el que mayor cantidad de bienes patrimoniales posee.

Con respecto a la industria azucarera brasileña se analizan los estudios de G. Campagnol51 donde caracteriza la arquitectura industrial azucarera de Sao Paulo. Su estudio recoge cómo la difusión de las usinas (fábricas de producción de azúcar) ha sido acompañada por la creación de núcleos habitacionales, reuniendo diferentes patrones de moradas expresadas en viviendas unifamiliares y alojamientos colectivos de estilos variados como arquitectura neocolonial, ecléctica, Art Decó y moderna.

Otros autores como C. Lago52 y A. Zequini53 se destacan en estudios similares al anterior en cuanto a la caracterización y catalogación del patrimonio azucarero,

50 Ídem. 51 Gabriela Campagnol: “Núcleos fabriles azucareros en Sao Paulo, Brasil: Proceso de desmonte y rescate de un patrimonio industrial”, revista electrónica Agenciaperu, Lima, Perú, 2004. http://www.agenciaperu.com/cultural/portada/industrial/brasil.htm 52 Celso Lago Paiva: “Construcoes rurains colonais no quadrilátero do acúcar”, Estado de Sau Paulo, Brasil. http://www.geocities.com/lagopaiva/d_agua.htm 53 Anicleide Zequini: “Historia de Fazendas o Barrio de Piralhy, actual Pedragulho”, Itu.,S.P., Brasil. http://www.itu.com.br/iturismo/ani1.htm

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sobretodo en Sao Paulo ya que fue una de las zonas más prósperas en la producción de este grano.

En el caso de Argentina, O. Paterlini54 profundiza sus investigaciones en la evolución de los asentamientos azucareros en la provincia de Tucumán, así como en las características urbanas y tipológicas de los mismos. La autora clasifica los bienes edificados en tres grupos: el primero está compuesto por la fábrica y sus anexos; el segundo por la residencia de los dueños de la industria, llamada chalet o sala; y el tercero lo conforman las viviendas de los obreros reflejadas según su orden de jerarquía: empleados jerárquicos, permanentes y transitorios.

Por su parte R. Segre estudia el fenómeno del complejo azucarero del siglo XX en el Caribe, llegando a precisar su comportamiento general a escala urbana y arquitectónica.55 Además expone cómo se desarrolla la actividad azucarera en esta región, y cómo se originan los asentamientos y dependencias derivadas de su producción y el repertorio que las caracteriza.56 Mientras que J. R. Báez y E. Pérez57 se acercan al fenómeno de la plantación azucarera en República Dominicana, incluyendo

períodos más tempranos de desarrollo (siglo XIX) y estudian algunas edificaciones vinculadas a la producción azucarera en ese país con el objetivo de rescatarlos de su mal estado técnico en función de su conservación.

El estudio de estos antecedentes a nivel internacional permite el análisis o comparación de las manifestaciones extranjeras con las nuestras para establecer patrones para su estudio y conservación mediante la comprensión del comportamiento del Patrimonio Industrial Azucarero en otros países, sus características, repertorio y sobre todo los elementos que brinda cada nación sobre la gestión, conservación y rescate de los exponentes representativos y de significación.

54 Olga Paterlini de Koch: “El patrimonio en lugares azucareros de Tucumán”, en Gutiérrez, Ramón, Federico Castro Morales y Marcelo Martín: Preservación de la Arquitectura Industrial de Iberoamérica y España, Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, Junta de Andalucía, Consejería de Cultura, Ed. COMARES, Granada, España, 2001, pp. 10-20. 55 Roberto Segre: “Contenido de espacio y símbolo en la arquitectura caribeña”, en http://www.unphu.edu.do 56 Roberto Segre: “La arquitectura antillana del siglo XX”, en http://www.periferia.org/publications/arqantxx2.html 57 José Ramón Báez López-Penha y Eugenio Pérez Montas: Restauración de antiguos monumentos dominicanos. Planos e imágenes, Universidad Nacional Pedro Henriquez Ureña, Santo Domingo, R. Dominicana, 1986.

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1.2.2 Antecedentes nacionales. Muchos han sido los autores que han abordado este tema en el caso cubano, pues el azúcar para nuestro país constituye el elemento principal de la colonización desde mediados del siglo XVIII, que ha dejado en cada período de su desarrollo formas particulares en que se manifestó este patrimonio edificado y más allá de ubicarse en un lugar determinado y haberse perdido en parte, hoy muestra exponentes que no son sólo testigos del proceso histórico sino que forman parte de la identidad e imagen cubana. Generalmente las investigaciones relacionadas con este tema se presentan de forma aislada. En este complejo mundo resultan de obligada consulta autores como M. Moreno, J. Pérez de la Riva, J. Rallo y C. Venegas entre otros.

El complejo azucarero del siglo XVIII y principios del siglo XIX en Cuba, es analizado por M. Moreno,58 aunque este se limita a precisar los edificios que lo integraban según sus funciones específicas.

Las fábricas de azúcar del siglo XIX han sido objeto de estudios más profundos, entre estos trabajos se encuentran las investigaciones de J. G. Cantero59 y J. M. González,60 quienes describen los edificios y obras ingenieras que componían estas fábricas y abordan la relación que existía en su organización como conjuntos y las características que presentaban en cuanto a imagen. Por su parte, tanto J. Rallo61 como C. Venegas62 abordan estas temáticas, aunque sistematizan con análisis más profundos su estructura decimonónica. En el caso de J. Rallo, este llega a caracterizar de forma general al

sistema socio-productivo azucarero en la primera mitad del siglo XX.

Autores como J. Pérez de la Riva,63 J. Rallo y R. Segre64 estudian de manera más específica la tipología de la arquitectura y el urbanismo de los bateyes azucareros,

58 Manuel Moreno Fraginals: El ingenio. Complejo económico social cubano del azúcar, t. I, Ed. de Ciencias Sociales, La Habana, 1978. 59 Justo Germán Cantero: Los Ingenios, La Habana, 1857. Colección de Lujo. Biblioteca Nacional de Cuba José Martí. Versión en microfilm. 60 José Miguel González Jiménez: El Ingenio San Martín. Separata de la Revista de la Biblioteca Nacional José Martí 58 (1): 10, La Habana, 1967. 61 Joaquín Rallo y Roberto Segre: Introducción Histórica a las Estructuras Territoriales y Urbanas de Cuba. 1519-1959, Ed. IPSJAE, La Habana, 1995. 62 Carlos Venegas Fornias: ob. cit. 63 Juan Pérez de la Riva: El barracón y otros ensayos, Ed. de Ciencias Sociales, La Habana, 1975. 64 Joaquín Rallo y Roberto Segre: ob. cit.

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reflejando todo su proceso evolutivo, sus edificaciones y las condicionantes que lo determinaron principalmente en la región del boom azucarero durante los siglos XVIII y

XIX.

A escala de la arquitectura, aunque todos los autores citados al abordar el tema refieren sus particularidades de acuerdo con su función; M. Moreno,65 J. Pérez de la Riva66 y L. Martínez67 profundizan en la tipología del barracón para esclavos, mientras que Y. Aguirre68 aborda la casa vivienda y el propio edificio para el hábitat del esclavo como resultado de las condicionantes socioeconómicas relacionadas con la producción de azúcar. Más recientemente D. Cruz69 estudia la vivienda para los empleados del central 70 azucarero del siglo XX en el Oriente del país y A. García, M. de Lara y R. Curras se

acercan a la vivienda del ingenio trinitario en la primera mitad del siglo XIX, etapa de su máximo florecimiento.

A continuación se analizarán un grupo de antecedentes que por sus características, constituyen a nivel nacional, las obras más vinculadas al objeto de estudio de la presente investigación.

En este sentido el trabajo más cercano vinculado con el Patrimonio Industrial Azucarero, sin dudas lo constituye el realizado por el arquitecto E. Pereira71 relacionado con el urbanismo y la arquitectura de los bateyes azucareros de la provincia de Villa Clara, donde se caracterizan ambas escalas e incluso se alcanza un nivel de estudio que logra determinar los valores y categorías patrimoniales potenciales que poseen estos asentamientos con la aplicación de una metodología desarrollada por el propio autor; así como la propuesta de algunos sitios a recibir significación tanto a nivel provincial como nacional. El aporte más significativo de este estudio lo constituye la

65 Manuel Moreno Fraginals: ob. cit. 66 Juan Pérez de la Riva: ob. cit. 67 Lilia Martín Brito: “Los barracones esclavos en la antigua región de Cienfuegos”, Islas, (85): 74-103, Universidad Central de Las Villas, Santa Clara, sep.-dic., 1986. 68 Yolanda Aguirre: Influencias económicas de la arquitectura colonial cubana, Ed. Pueblo y Educación, La Habana, 1974. 69 Diana Maria Cruz Hernández: “La vivienda del batey azucarero: el triunfo de la memoria”. http://www.santiago.w/cienciapc/numeros/2002/articulo05.html 70 Alicia García Santana, Marcela de Lara y Raúl Curras Irastorza: “Valle de Los Ingenios. Casas de vivienda y arquitectura vernácula”, en IV Congreso Internacional de rehabilitación del Patrimonio Arquitectónico y Edificado, Libro de actas, La Habana, 1998. 71 Ernesto Pereira Gómez: ob. cit.

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agrupación por función de las edificaciones para la caracterización, entiéndase agrupación en edificaciones domésticas, religiosas, defensivas, entre otros. A escala urbana el autor analiza la morfología, estructura, trazado vial y repertorio arquitectónico; mientras que en la arquitectura cataloga cada edificación de acuerdo a la planimetría, las fachadas y las técnicas constructivas entre otras. Este trabajo puede considerarse como punto de partida para el presente estudio, ya que ambos presentan objetivos similares, solo difieren en el contexto de estudio, dígase región o provincia y en el nivel de alcance, acotado en el presente sólo a la caracterización del urbanismo y la arquitectura, sin llegar a la determinación de los valores y categorías patrimoniales. También la metodología realizada por el autor para la caracterización, puede ser de utilidad para el presente trabajo.

El arquitecto R. N. Meleno,72 aborda un análisis sobre el batey del actual central azucarero Bolivia, antiguo Cünagua, localizado en la provincia de Ciego de Ávila y declarado Monumento Nacional. El autor estudia brevemente la historia del central desde su construcción entre 1916 y 1917 y de manera particular centra su análisis al estudio del batey, al cual considera un interesante conjunto y un notable exponente de

los “bateyes de madera” del siglo XX, que presenta el repertorio arquitectónico más amplio y variado que se conserva en nuestro país, tal es así que cuenta, además de las edificaciones comunes de los centrales azucareros, con un cine-teatro, un bloque de servicios que incluye correo, barbería, tienda, cafetería y restaurante, entre otros y un terreno deportivo. El autor aborda aspectos y características referidos al urbanismo y la arquitectura del batey. El aporte más significativo de este estudio para el presente trabajo es la manera en que el autor desarrolla su investigación, emplea fundamentalmente la descripción tanto de la organización urbana, que incluye mobiliario y vegetación; como de la arquitectura, de la cual realiza un inventario de los edificios componentes del batey, estudia sus plantas y tipologías, y menciona los principales deterioros que estos presentan.

72 Remigio Nelson Melero Lazo: “Desarrollo de la industria azucarera. El Central Cünagua, Monumento Nacional”, Premio de literatura y premio de fotografía Gonzalo Cárdenas, (49-74), Cátedra Gonzalo de Cárdenas de Arquitectura Vernácula, Oficina del Historiador, Ciudad de La Habana, 2005.

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Por su parte el arquitecto G. Herrera73 estudia el urbanismo y la arquitectura tradicional

de los bateyes azucareros de inicios del siglo XX en Camagüey, donde expone criterios que permiten la identificación de los mismos como “batey azucarero cubano y moderno” con influencias de la arquitectura y el urbanismo de las plantaciones azucareras y bananeras anglosajonas de la región. El autor identifica y compara la morfología urbana de los bateyes camagüeyanos de acuerdo a la nacionalidad de procedencia del capital de inversión (cubana y norteamericana), corroborados por la identificación del espacio urbano, su organización, y sus relaciones sociales; basados principalmente en la organización del conjunto industrial y sus instalaciones anexas. Se identifican además un grupo de esquemas arquitectónicos que permiten comparar las características de las edificaciones que componen el tejido urbano, y a su vez analiza la relación con respecto a cada batey. Para la presente investigación este trabajo resulta un ejemplo de caracterización urbano-arquitectónica en bateyes azucareros.

Por su parte el arquitecto E. Fernández74 estudia los bateyes cubanos desde su surgimiento con la propia producción azucarera hasta la actualidad. En este trabajo se brinda una visión de lo que fue y es actualmente el batey azucarero cubano. Con

respecto al pasado (desde siglo XVIII hasta siglo XX) se realiza un esbozo histórico- evolutivo de estos asentamientos analizando distintos períodos y se presenta la evolución en cuanto a cantidad de habitantes y las edificaciones componentes de los

mismos en el siglo XIX fundamentalmente. Al abordar el presente (siglo XXI), el autor desarrolla algunas reflexiones sobre el problema que se presentaba en esos momentos (2005) con la “desactivación de tan numerosa cantidad de centrales”.75 En base a esto E. Fernández realiza un estudio de los fuertes cambios en la economía y la producción mundial que contribuyen a que la base económica cubana, sustentada por siglos cambie; estos cambios son los que a su vez producen transformaciones en la industria azucarera cubana incidiendo directamente en los asentamientos vinculados a esta. El autor maneja cifras como “setenta centrales que se desactivan y las cerca de 200 000

73 Gerson Herrera Pupo: “Arquitectura y urbanismo tradicional del batey azucarero cubano de inicios de 1900 en Camagüey”, ponencia presentada en V Jornadas de Arquitectura Vernácula, Cátedra Gonzalo de Cárdenas de Arquitectura Vernácula, Oficina del Historiador, Ciudad de La Habana, 2008. 74 Enrique Fernández: ob. cit. 75 Enrique Fernández: ob. cit., p. 36.

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personas que están implicadas en los lugares que van a quedar sin sus funciones azucareras”,76 y centra su intervención hacia la preocupación por los habitantes de estos asentamientos y el futuro desarrollo de los propios bateyes, sobretodo de aquellos que no tienen un patrimonio arquitectónico notable por lo que quizás no sean objeto de restauraciones importantes. Este trabajo constituye un elemento que demuestra la necesidad de la presente investigación para que en estudios posteriores se determinen los valores y categorías de interés patrimonial en la provincia de Cienfuegos que permitan la conservación de tan importante legado arquitectónico-cultural que es el batey azucarero y específicamente el batey cienfueguero, que según plantea I. Millán,77 estos complejos agroindustriales íntegros se han convertido con el paso del tiempo en verdaderos paisajes culturales fósiles, indisolubles de la imagen rural cubana y cienfueguera, y constituyen un rico patrimonio industrial.

O. Rodríguez78 confecciona una metodología de planeamiento y diseño con el objetivo de garantizar la rehabilitación integral y sustentable de los bateyes azucareros. En esta investigación se definen además las variables que influyen o determinan la revitalización de estas comunidades y se inserta al cumplimiento de los objetivos del programa del MINAZ. Por su parte M. Blanco79 aplica dicha metodología en un caso particular, el batey del central Benito Juárez (Zaza) en Placetas, Villa Clara. A su vez este estudio contó con un antecedente realizado por J. Bravo,80 en el que se caracteriza el urbanismo y la arquitectura de dicho asentamiento.

Por su parte O. Suárez81 le da continuidad a los trabajos de M. Blanco y J. Bravo valorando y determinando la categoría del batey y sus edificios históricos. El mismo concluye proponiendo y confeccionando el expediente de promoción como Monumento Local.

76 Enrique Fernández: ob. cit., p. 39. 77 Irán Millán Cuétara: “Preservación del paisaje cultural agroindustrial de las plantaciones azucareras de Cienfuegos, Cuba”, presentado en XXVI Symposium Internacional de Conservación del Patrimonio Monumental, Monterrey, México, noviembre 15-18, 2006. 78 Osmany Rodríguez Blanco: ob. cit. 79 Maylin Blanco Díaz: ob. cit. 80 Jailer Bravo Ferrer: “Caracterización urbanística y arquitectónica de asentamientos vinculados a la industria azucarera en la provincia de Villa Clara. Zaza, un caso de estudio”. Trabajo de diploma, Tutor MSc. Ernesto Pereira, Universidad Central de Las Villas, 2003. 81 Orlando Suárez León: “Valoración y categorización del batey del antiguo ingenio Zaza”, Trabajo de Diploma, Tutor MSc. Ernesto Pereira, Universidad Central de Las Villas, Santa Clara, 2005.

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Por último se analiza el trabajo de Y. Vega82 en el que se aplica una metodología para la caracterización urbano-arquitectónica y los valores del patrimonio edificado en bateyes azucareros y se determinan dichas características y valores patrimoniales.

Todos estos estudios constituyen valiosos antecedentes para la presente investigación.

1.2.3 Antecedentes regionales. Algunos de los antecedentes relacionados con el Patrimonio Industrial Azucarero a nivel nacional, abordan temáticas referidas específicamente a la provincia de Cienfuegos (escenario del actual estudio), tal es el caso de las investigaciones realizadas por I. Millán, O. García y L. Martín, las cuales aportan para el presente estudio una base para el inventario de la arquitectura de los bateyes azucareros.

Dos de estos antecedentes significativos se encuentran bajo la autoría del conservador de la ciudad en conjunto con el historiador de la misma. En un primer estudio I. Millán y O. García83 estudian la tipología arquitectónica del barracón de esclavos del antiguo batey de Juraguá, perteneciente al ingenio Caridad; del cual concluyen planteando: “El barracón de Juraguá es el exponente más completo de la arquitectura vinculada a la producción de azúcar por el carácter excepcional de su realización arquitectónica en esta rica región azucarera y sus rasgos tipológicos le confieren un alto valor patrimonial que debemos preservar”.84

En el segundo trabajo I. Millán y O. García estudian algunas construcciones vinculadas a la industria azucarera en Cienfuegos entre 1819 y 1920. Este trabajo brinda información de sumo interés para la presente investigación relacionada con los bateyes cienfuegueros de ese período. De manera muy específica los autores estudian algunas de las edificaciones que presentan varios ingenios cienfuegueros del período estudiado, entre las que se encuentran los barracones, las edificaciones defensivas, las casas de los dueños y otros, fundamentalmente en los ingenios Manuelita, Constancia, Caracas y Carolina (actuales centrales 14 de Julio, Guillermo Moncada, Ciudad Caracas y

82 Yunier Vega Gutiérrez: “Estudio, inventario y valoración del patrimonio vinculado a la industria azucarera Héctor Rodríguez”, Trabajo de Diploma, Tutor MSc. Ernesto Pereira, Universidad Central de Las Villas, 2005. 83 Orlando García Martínez e Irán Millán Cuétara: “El barracón de Juraguá. Un excepcional testimonio de la esclavitud en Cienfuegos”, en periódico 5 de Septiembre, suplemento Conceptos, (No. 5): 8, Periódico Cultural, Cienfuegos, octubre, 1987. 84 Orlando García Martínez e Irán Millán Cuétara: ob. cit., p. 8.

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Carolina respectivamente), todos excepto el último, son objeto de estudio del presente trabajo. En este trabajo los autores concluyen con la frase siguiente: “A su paso por los campos de Cienfuegos, el visitante que sepa olvidar sus prisas descubrirá hoy el increíble y vetusto barracón de Juraguá; la majestuosa casa de vivienda del ingenio Soledad […] las torres de los demolidos ingenios Tartabull y La Josefa o de los centrales Dos Hermanos o María Victoria; el batey, casi intacto, del ingenio-central Carolina; las ruinas calcinadas por la tea incendiaria de los ingenios Galdós y Santa Bárbara; y los fortines del mundialista central Constancia”.85

Por su parte L. Martín86 estudia los barracones de esclavos en la antigua región de Cienfuegos, edificaciones presentes en el sur de la provincia desde 1850. En este caso se demuestra cómo fueron estas edificaciones en la región cienfueguera y cómo se cumple en ellos una de las descripciones que a partir de acuciosas investigaciones aportan los trabajos de M. Moreno87 y J. Pérez de la Riva88. La autora hace constatar la presencia y particularidades del barracón de patio en esta región, los cuales asimilan muchas características de los de Matanzas y La Habana pero ocupando una superficie menor que los hace clasificar como medianos o pequeños. La presencia en Cienfuegos de varios barracones construidos de piedra y mampostería dan crédito a que L. Martín plantee que: “Todos ellos conforman un conjunto casi único en la región, donde el barracón parece haber sido un elemento común y no privativo de los gigantescos colosos, como sucede en Matanzas”.89 Los barracones estudiados en este trabajo pertenecieron a los ingenios Carolina, Dos Hermanos, Manuelita y Caridad, de ellos sólo Manuelita (actual 14 de Julio) es objeto de estudio del presente trabajo.

I. Millán90 en sus investigaciones relacionadas con la preservación del paisaje cultural agroindustrial de las plantaciones azucareras en Cienfuegos, aporta algunos datos relevantes que sirven de punto de partida para el presente estudio. El autor realiza un resumen histórico sobre el desarrollo de la industria azucarera en Cienfuegos, pero sin

85 Irán Millán Cuétara y Orlando García Martínez: ob. cit., p. 137. 86 Lilia Martín Brito: ob. cit. 87 Manuel Moreno Fraginals: ob. cit. 88 Juan Pérez de la Riva: ob. cit. 89 Lilia Martín Brito: ob. cit., p. 82. 90 Irán Millán Cuétara: ob. cit.

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dudas su mayor contribución radica en un pequeño inventario general que brinda los siguientes datos: la provincia de Cienfuegos cuenta con diez Casas de Viviendas Señoriales que reflejan el poder y la riqueza acumuladas, nueve fortificaciones entre fortines y torreones, cinco cementerios y seis barracones,91 de los cuales el autor alega: “Todos ellos son símbolos conformadores de la identidad regional, tesoros del patrimonio cultural, espiritual y material que hemos heredado”.92

En el año 2003 como consecuencia de la desmantelación de cinco centrales azucareros en la provincia de Cienfuegos, un colectivo de arquitectos93 de la Dirección Provincial de Planificación Física realizó un proyecto sobre el impacto urbanístico de los bateyes de los CAI: Espartaco, Ramón Balboa, Pepito Tey, Marta Abreu y 1ro de Mayo (antiguos Hormiguero, San Agustín, Soledad, San Francisco y Perseverancia respectivamente), excepto este último, el resto constituye objeto de estudio del presente trabajo. Este proyecto está conformado por un estudio de impacto en la imagen urbana de los bateyes, para el cual se traza un Plan Estratégico en el que se enuncian las líneas de acción y regulaciones que definirán el futuro desarrollo de estos asentamientos, incluye además una Propuesta Urbana que está enmarcada fundamentalmente en el área que ocupa la instalación fabril. En el trabajo se realiza un estudio completo de cada uno de los bateyes que abarca: la evolución histórica, caracterización físico-geográfica, análisis de las producciones anuales en una serie histórica, fuerza de trabajo, análisis socio- demográfico, crecimiento físico-espacial e instalaciones de valor patrimonial. Este último aspecto constituye el mayor aporte del trabajo, ya que realiza un inventario de las edificaciones principales de al menos tres de los centrales (Espartaco, Ramón Balboa y Marta Abreu), lo cual constituye una referencia para el presente estudio.

91 Ídem. 92 Ídem. 93 Ivis Suárez González, María de los Ángeles Caballero, Alain Martínez Menéndez y René Hernández Argumedo: “Estudio de Impacto Urbanístico en los Bateyes de los Centrales Azucareros”, proyecto realizado por la Dirección Provincial de Planificación Física en opción al Premio Nacional a la Innovación Tecnológica, Cienfuegos, 2003.

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1.3 Análisis de estudios sobre el desarrollo histórico, económico y social derivado de la industria azucarera. No cabe dudas que el proceso de desarrollo y expansión azucarera que vivió Cuba

durante los siglos XVIII, XIX y XX constituyó uno de los factores principales de su desarrollo económico y de la formación de una cultura e identidad propia.

1.3.1 Contexto nacional. Autores como J. Le Riverend,94 F. Goizueta,95 M. Moreno,96 R. T. Ely97 y L. H. Jenks98 se han acercado al estudio del complejo social, económico y cultural cubano derivado del azúcar abordando temáticas que le confieren un carácter integral. En el caso de J. Le Riverend, L. H. Jenks y F. Goizueta, los estudios profundizan en los aspectos histórico-económico del proceso de desarrollo azucarero en Cuba, mientras que M. Moreno y R. T. Ely realizan un análisis más completo de cómo el azúcar incidió en el componente sociocultural de la nación cubana. En todos los casos se aborda el desarrollo azucarero a partir del proceso de colonización de las tierras que fue ocupando el azúcar en su avance hacia el este, exponiéndose para cada momento las condicionantes y particularidades manifestadas en cada período en lo económico y lo tecnológico.

En las últimas décadas la producción historiográfica nacional sobre la temática azucarera se ha diversificado en no poca medida. Novedosos estudios guiados de la mano de calibrados historiadores dan constancia del grado de especialización y complementariedad alcanzado en ese sentido. Dentro de estos autores se destacan O. Zanneti, F. Iglesias, A. García e incluso el ya fallecido J. Le Riverend entre muchos otros.

F. Iglesias,99 estudia el proceso de concentración y centralización de la industria azucarera a nivel nacional, presentando las transformaciones tecnológicas que llevaron

94 Julio Le Riverend: ob. cit. 95 Félix Goizueta Mimó: Azúcar amargo cubano, monocultivo y dependencia económica, Instituto de Sociología y Desarrollo del Área Ibérica, 1974. 96 Manuel Moreno Fraginals: ob. cit. 97 Rolan Taylor Ely: Cuando reinaba su majestad el azúcar, Ed. Imagen Contemporánea, Casa de Altos Estudios Don Fernando Ortiz, La Haban, 2001. 98 Leland H. Jenks: Nuestra Colonia de Cuba, Ed. Revolucionaria, La Habana, 1966. 99 Fe Iglesias García: ob. cit.

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al ingenio a convertirse en central hacia finales del siglo XIX y sus implicaciones en la dinámica económica y social del sistema.

Por su parte, O. Zanetti y A. García100 abordan el tema de los ferrocarriles en Cuba recogiendo toda su historia a través de sus factores condicionantes específicos y el proceso de expansión a toda la isla. Estos autores también reflejan la bidireccionalidad causal entre el desarrollo del ferrocarril y el azúcar.

O. Zanetti101 además, en sus estudios más recientes sobre el tema del azúcar en Cuba, aborda toda la historia de la industria azucarera en las distintas etapas en que se manifestó esta. El autor analiza y compara la época esclavista y la actual, refiriéndose y profundizando en temas referidos al proceso de centralización, el surgimiento del colono y la aparición del latifundio, la extranjerización de la industria mediante la creciente inversión norteamericana, la formación del proletariado y por último enfoca las características de los años de la Revolución.

1.3.2 Contexto regional. El proceso de desarrollo azucarero en Cuba también ha sido estudiado desde su perspectiva histórica a una escala regional, donde se destacan los trabajos de H. Venegas,102 M. González103 y C. Guerra,104 los cuales se han dedicado a estudiar algunas de las regiones que conformaban la antigua provincia de Las Villas, territorio

donde se establece la frontera del proceso de expansión azucarera del siglo XIX en la Isla, elemento que constituye uno de los factores determinantes en la heterogeneidad manifestada entre cada una de las regiones desde el punto de vista económico y sociocultural.

De esta forma aparecen algunos estudios realizados por dichos autores en las jurisdicciones de Trinidad, Sagua la Grande, Remedios, Villa Clara y Cienfuegos, donde

100 Oscar Zanetti Lecuona y Alejandro García Álvarez: Caminos para el azúcar, Ed. de Ciencias Sociales, La Habana, 1987. 101 Oscar Zanetti Lecuona: “Historia y azúcar”, Catauro, (Año 6 / No. 11): 15-24, Revista Cubana de Antropología, Fundación Fernando Ortiz, La Habana, 2005. 102 El autor cuenta con múltiples publicaciones donde abordan el tema en las jurisdicciones de Trinidad, Villa Clara y Remedios en revista Islas, números 46, 67, 73 y 81 de 1970, 1980, 1982 y 1985 respectivamente. 103 Modesto González Sedeño: Último escalón alcanzado por la plantación comercial azucarera esclavista (1827-1886), Ed. de Ciencias Sociales, La Habana, 2003. 104 La autora al igual que Venegas aborda el tema referido al caso de Cienfuegos en varias publicaciones en la revista Islas, números 80, 85 y 91 de 1985, 1986 y 1988 respectivamente.

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los mismos especifican las particularidades del proceso en cada una de ellas, base necesaria para la interpretación de la identidad e imagen de estas regiones entre las que se encuentra el escenario de estudio del presente trabajo.

Los estudios del azúcar, centran sus análisis fundamentalmente en la época de oro de

la industria azucarera en el siglo XIX, sobre la base de sus condicionantes, magnitud y particularidades, muchos limitan el gran centro productor en las llanuras de la región Habana-Matanzas y plantean categóricamente que el avance del azúcar hacia el este se detuvo en la región de Colón, exceptuando de estos análisis a las jurisdicciones de Sagua la Grande y Cienfuegos (escenario del presente estudio), ambos territorios figuraron como el cuarto y sexto productores del grano respectivamente hacia mediados de dicho siglo.

Los aportes de M. Moreno,105 a pesar de su gran significación científica, histórica y sociocultural, generalizan muchos procesos que se manifiestan en la región Habana- Matanzas, que independientemente de constituir la zona donde esta industria tuvo

mayor desarrollo en el siglo XIX, presenta diferencias respecto a otras regiones del país que se valoran con poca profundidad. En el caso de J. Le Riverend106 y R. T. Ely,107 el estudio cubre además de este período, el desarrollo azucarero en Cuba en la primera

mitad del siglo XX, cuando el azúcar incursiona en las tierras del Oriente del país generando una nueva fisonomía económica y social.

1.3.3 Contexto local. Son varios los estudios locales realizados en torno a la jurisdicción de Cienfuegos que abordan su evolución histórica, económica y social, sobretodo los relacionados con la industria azucarera, en este sentido se han realizado serios trabajos históricos de gran utilidad para el conocimiento de la economía cienfueguera en la etapa colonial y la neocolonial.

105 Manuel Moreno Fraginals: ob. cit. 106 Julio Le Riverend: ob. cit. 107 Rolan Taylor Ely: ob. cit.

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Los trabajos más completos referidos al tema del azúcar aparecen en la autoría de C. Guerra,108 quien estudia las particularidades de la plantación esclavista en la región central de Cuba desde una perspectiva histórica regional, específicamente en Cienfuegos; temática muy vinculada al desarrollo azucarero de la zona, de la cual aborda algunos aspectos generales. En un trabajo junto a I. Jiménez,109 dicha autora, estudia la evolución histórica de la industria azucarera cienfueguera desde 1746 hasta 1890, tratando temas referidos a la expansión y transformación de la misma. C. Guerra en colaboración con E. S. Morales y D. Iglesias,110 estudia además el desarrollo económico-social y político de la antigua jurisdicción de Cienfuegos entre 1877 y 1887, donde se refiere fundamentalmente a la industria azucarera y otros renglones económicos como la actividad mercantil y de exportación, la pequeña industria y el comercio.

Desde el punto de vista regional o local, otro autor de suma importancia en este tema, es sin dudas O. García,111 que en sus investigaciones sobre la economía cienfueguera desde 1819 hasta mediados del siglo, plantea un conjunto de hipótesis y planteamientos sobre determinados problemas regionales de índole económica, de suma importancia para el análisis y comprensión de la historia regional. En este trabajo se determinan los factores que condicionaron el desarrollo de la economía cienfueguera relacionado estrechamente con el boom de la industria azucarera cienfueguera en ese período.

Por su parte L. Martín112 estudia el desarrollo urbano de Cienfuegos en el siglo XIX, fuertemente ligado al ferrocarril, el desarrollo del puerto y fundamentalmente a la industria azucarera. En este caso se aborda en concreto la evolución de la ciudad cienfueguera desde su fundación, refiriéndose a la base económica del proceso

108 Carmen Guerra Díaz: “Sobre la crisis esclavista en la antigua región de Cienfuegos”, en revista Islas, (85): 133-148, Universidad Central de Las Villas, Santa Clara, sept.-dic., 1986. 109 Carmen Guerra Díaz e Isabel Jiménez Lastre: “La industria azucarera cienfueguera en el siglo XIX: Notas para su estudio”, en revista Islas, (91): 52-77, Universidad Central de Las Villas, Santa Clara, sept.-dic., 1988. 110 Carmen Guerra Díaz, Emma S. Morales Rodríguez y Danilo Iglesias: “El desarrollo económico-social y político de la antigua jurisdicción de Cienfuegos entre 1877 y 1887”, en revista Islas, (80): 133-177, Universidad Central de Las Villas, Santa Clara, enero- abril, 1985. 111 Orlando García Martínez: “Estudio de la economía cienfueguera desde la fundación de la colonia Fernandina de Jagua hasta mediados del siglo XIX”, en revista Islas, (55 / 56): 117-170, Universidad Central de Las Villas, Santa Clara, sept.-1976 - abril-1977. 112 Lilia Martín Brito: El desarrollo urbano en Cienfuegos en el siglo XIX, Ed. Mecenas, Cienfuegos, Cuba, 2006.

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urbanizador, la trilogía azúcar-ferrocarril-puerto; y se analizan las repercusiones de la centralización azucarera en el crecimiento poblacional.

La autora F. Iglesias113 estudia la concentración azucarera y su repercusión en la región

de Cienfuegos en el siglo XIX. Se refiere principalmente a algunas transformaciones en el orden económico, la estructura clasista y las relaciones sociales de la jurisdicción cienfueguera en esa época, producidas principalmente por el sector azucarero. Este estudio brinda información del período mencionado sobre la producción de azúcar de dos de los más importantes centrales de la actual provincia, que a su vez son objeto de estudio del presente trabajo, ellos son: los centrales Constancia y Hormiguero, actuales Guillermo Moncada y Espartaco.

V. Rovira114 sistematiza información referida a los factores socioeconómicos y políticos que caracterizaron a Cienfuegos en la etapa neocolonial desde 1902 hasta 1935, donde la industria azucarera juega un papel muy importante y decisivo.

Otro trabajo, no menos importante es el realizado por Pablo L. Rousseau y Pablo Díaz de Villegas,115 ambos autores resumen la historia de la ciudad de Cienfuegos a través de 100 años de existencia a partir de los acontecimientos ocurridos durante más de medio siglo. Los autores estudian todo lo referido a las industrias tabacalera, cafetalera, pecuaria, apícola y por supuesto azucarera, de la cual analizan el pasado y presente. Este trabajo cuenta con un epígrafe dedicado al central Portugalete (actual Elpidio Gómez), objeto de estudio de la presente investigación; en el mismo se manejan datos sobre sus producciones, y su aporte más notable es una pequeña descripción sobre el batey y los edificios que lo conforman.

1.4 Análisis de metodología para el estudio del Patrimonio Industrial Azucarero. El arquitecto E. Pereira116 a partir del estudio de procedimientos metódicos anteriores, desarrolla una metodología para la caracterización del urbanismo y la arquitectura en

113 Fe Iglesias García: “La concentración azucarera y la comarca de Cienfuegos”, Espacios, silencios y los sentidos de la libertad. Cuba entre 1878 y 1912, (UNEAC): 85-107, Ed. Unión, Ciudad de La Habana, 2001. 114 Violeta Rovira González y María E. Olite Montesbravo: “Cienfuegos durante la República neocolonial. Aspectos económicos y sociales (1902-1935)”, en revista Islas, (91): 77-86, Universidad Central de Las Villas, Santa Clara, sept.-dic., 1988. 115 Pablo L. Rousseau y Pablo Díaz de Villegas: ob. cit. 116 Ernesto Pereira Gómez: ob. cit.

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asentamientos vinculados a la industria azucarera y la determinación de los valores y categorías de sus sitios de interés patrimonial.

En este trabajo, el esquema del procedimiento metódico empleado se define en tres etapas: en la primera se formulan las bases teóricas generales, en la segunda se procede a la caracterización del urbanismo y la arquitectura de dichos asentamientos, y por último en la tercera etapa se valoran y categorizan los sitios de interés patrimonial en los mismos.

Para el presente caso de estudio, como plantea uno de los objetivos específicos, la metodología de E. Pereira se aplicará de forma parcial (ver Anexo 1). Sólo se aplicarán y tendrán en cuenta las dos primeras etapas, excluyendo la tercera relacionada con la valoración y categorización de sitios de interés patrimonial, por no constituir objetivo del presente trabajo.

Respecto a la primera etapa el autor plantea resulta imprescindible realizar un acercamiento a los conceptos de patrimonio industrial y monumentos. También debe dominarse el comportamiento del patrimonio industrial azucarero, tanto a nivel nacional como internacional, que se resume en los antecedentes sobre y sus condicionantes históricas, económicas y sociales. Refiere además, que deben abordarse referentes sobre la caracterización del urbanismo y la arquitectura.

Respecto a la segunda etapa, plantea que se precisa en su primera parte el objeto de estudio, el campo de acción en relación con este y su época de desarrollo. Seguidamente se realiza la caracterización urbanística y arquitectónica de los asentamientos sobre la base de hipótesis preestablecidas que emanan de una lectura inicial del conjunto y sus edificaciones. Estas se verifican a partir de dataciones, documentos históricos, fotos, levantamientos arqueológicos o arquitectónicos y las condicionantes históricas, económicas y sociales del territorio y la industria.

En esta etapa Pereira plantea además, que se precisan como principios a utilizar para determinar las características del urbanismo y la arquitectura117 los siguientes aspectos:

117 Ernesto Pereira Gómez: ob. cit., p. 17.

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· Realizar el análisis de los elementos de estudio de lo general a lo particular asumiendo el carácter integral o de conjunto de los asentamientos y la descomposición de los elementos de estudio en sus partes más simples para determinar sus especificidades. · Conjugación de fuentes de archivo y el trabajo de campo con el fin de completar toda la información existente sobre los elementos estudiados que pueden manifestar transformaciones posteriores a las características que poseían en sus orígenes. · Evaluar la relación de los elementos de estudio con las condicionantes socio- económicas que le dan origen en función de fundamentar sus características. · Poseer una muestra de los elementos a estudiar, que resulte representativa del universo objeto de análisis, con vistas a garantizar la confiabilidad de los resultados a obtener.

Para el presente trabajo basado en la metodología de E. Pereira el procedimiento metódico quedará estructurado de la siguiente forma:

Etapa 1: Planteamiento General del Problema.

Etapa 2: Determinación de las características del urbanismo en los asentamientos objeto de estudio.

2.1 Planteamiento específico del problema 2.2 Formulación de las hipótesis sobre las características urbanísticas de los asentamientos (clasificación tipológica). 2.3 Verificación de las hipótesis sobre las características urbanísticas de los asentamientos. 2.4 Caracterización urbanística de los asentamientos.

Etapa 3: Determinación de las características de la arquitectura en los asentamientos objeto de estudio. 3.1 Planteamiento específico del problema. 3.2 Formulación de las hipótesis iniciales sobre las características de la arquitectura de los asentamientos. (clasificación tipológica) 3.3 Verificación de las hipótesis sobre las características de la arquitectura de los asentamientos objeto de estudio. 3.4 Caracterización de la arquitectura de los asentamientos.

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1.5 Contexto de estudio, provincia de Cienfuegos. La provincia de Cienfuegos se encuentra ubicada en el centro y sur de la Isla de Cuba entre los 21°22' y los 22°35’ de latitud norte y los 80°20’ y 80°10’ de longitud oeste. Cuenta con una extensión de 4 177,9 km2 y se extiende desde los límites con las provincias de Matanzas al oeste-norte, Villa Clara al nordeste-este, Sancti Spíritus al sureste, y el Mar Caribe hacia el sur.

Es una provincia muy llana al centro y al oeste, al sureste presenta la región montañosa del Escambray y la altura mayor es el Pico San Juan con 1140 metros sobre el nivel del mar. Hacia la costa sur posee una hermosa bahía de bolsa, conocida desde la colonización española como “El Gran Puerto de Las Américas” por su profundidad y resguardo. Esta cuenta con un área de 90 Km² unida al Mar Caribe por un canal estrecho y sinuoso de 3 Km. de longitud.

1.5.1 Evolución del territorio cienfueguero.

Los inicios de la región cienfueguera se remontan al 22 de Abril de 1819 cuando una comitiva encabezada por Don Luis D'Clouet y formada por colonos franceses funda la colonia Fernandina de Jagua (F.J.). En los primeros años de la década de 1820 dicho pueblo se convierte en Distrito Judicial y para la División Político-Administrativa (D.P.A.) de 1827 pasa a ser el Gobierno de la colonia F.J. del Departamento Central y se constituye de cinco barrios campestres.118 Posteriormente, el 20 de Mayo de 1829 se le otorga el nombre de Villa de Cienfuegos en honor al Capitán General y Gobernador de la Isla Don José Cienfuegos, y no es hasta el 10 de Octubre de 1880 que se le concede el título de Ciudad debido al rápido crecimiento poblacional y urbano, matizado por el gran desarrollo económico alcanzado (ver Anexo 8).

Hacia mediados del siglo XIX la Isla de Cuba se encontraba dividida en 32 jurisdicciones entre las que se encontraba Cienfuegos (ver Anexo 2), que a su vez se dividía en partidos y barrios rurales y contaba con todo el territorio de la Ciénaga de Zapata. En 1878 al concluir la Guerra de los Diez Años se establece una nueva D.P.A. basada en la creación de seis provincias: Pinar del Río, La Habana, Matanzas, Santa Clara, Puerto

118 En la D.P.A. de 1827 queda dividida la Isla de cuba en tres departamentos: Occidental, Central y Oriental. Modesto González Sedeño: ob. cit., p. 52.

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Príncipe y Santiago de Cuba (ver Anexo 2). En esta etapa Cienfuegos pasa a formar parte de una de las seis jurisdicciones de Santa Clara (ver Anexo 3), las cuales se convierten en partidos judiciales con aproximadamente la misma extensión.119 Para 1879 la región cienfueguera se compone de siete Ayuntamientos: Camarones, Padre las Casas, Santa Isabel de las Lajas, , Abreus,120 y Cruces.121

Hacia la década de 1880 la jurisdicción sureña se conforma de ocho términos municipales: Camarones, Cartagena, Cienfuegos, Palmira, Lajas, Abreus y Rodas.122

Años después del triunfo revolucionario de 1959, el territorio cienfueguero se divide en trece municipios y posteriormente en 1976 tras la última división político-administrativa que se realiza en Cuba, estos se reducen a ocho y Cienfuegos adquiere el rango de provincia (ver Anexo 5). A raíz de esto el territorio sufre cambios en cuanto a extensión debido a que se le adiciona parte del Escambray y se le sustrae toda la región de la Ciénaga de Zapata.

1.5.2 El urbanismo y la arquitectura cienfueguera. Para analizar el urbanismo y la arquitectura cienfueguera a nivel provincial se hace necesario, en ambos aspectos, referirse específicamente a la ciudad de Cienfuegos perteneciente al municipio del mismo nombre, ya que resulta la zona de mayor desarrollo urbano y arquitectónico en toda la provincia y que sirvió, de cierta manera, de índice o punto de partida para los restantes municipios, los cuales presentan en menor medida y escala similares materiales, tipologías y estilos arquitectónicos.

Cienfuegos es universalmente conocida como “La Linda Ciudad del Mar” y ha sido

llamada por su belleza, desde mediados del siglo XIX: “La Perla del Sur”, además de ser

considerada una joya arquitectónica del siglo XIX.

Desde los inicios en 1819, la zona perteneciente al municipio cabecera, se vio muy favorecida, entre otros renglones económicos, por el ascendente desarrollo de la

119 Modesto González Sedeño: ob. cit., p. 19. 120 En el caso de Abreus con la seudorepública pasa a formar parte del término municipal de Rodas en 1902 y posteriormente en 1910 se convierte de nuevo en municipio. 121 Enciclopedia Popular Ilustrativa: Cuba en la mano, Imprenta Ucar-García y Cía., La Habana, 1940. Olga Hernández y otros: Provincia Cienfuegos, Ed. Oriente, Santiago de Cuba, 1978, p. 154 y Cuba en la mano, Enciclopedia Popular Ilustrativa, Imprenta Ucar-García y Cía., La Habana, 1940, pp.152-154. 122 Olga Hernández y otros: ob. cit., pp.152-154.

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“trilogía puerto-azúcar-ferrocarril”,123 que conllevaron a que la ciudad alcanzara su cenit

en la segunda mitad del siglo XIX y se convirtiera en una de las más importantes del país a fines de ese siglo.

Cienfuegos, como muchas ciudades cubanas recibe la doble influencia de la tradición y las normativas modernas que se introducen en Cuba en el mencionado siglo. Su modernidad está implícita en la estipulación de portales para las fachadas de las viviendas construidas en calzadas, paseos y plazas; la amplitud de las calles, la conformación de las manzanas y la delineación de las casas; todos estos elementos le confirieron a la ciudad una nueva imagen a partir de una práctica evolucionada acumulada a través de los años. A pesar de su relativa modernidad, en el orden constructivo, Cienfuegos se inserta en una tradición de más de tres siglos de existencia en Cuba.

Desde su fundación, la villa Fernandina de Jagua contó con un trazado racionalista de factura francesa, siguiendo el esquema clásico de la ciudad trazada en cuadrículas en forma de tablero de ajedrez con un perfecto trazado rectilíneo de sus calles, que sigue cánones geométricos del neoclásico. Se considera que la Ciudad de Cienfuegos constituye el primer ejemplo significativo en la América hispánica y el Caribe de ciudad

de nuevo trazado y el modelo del nuevo urbanismo del siglo XIX, en el que se manifiestan con claridad las ideas de la modernidad a partir de la combinación de la influencia francesa y de la renovación del pensamiento de la corona española, así como la racionalidad y perfección a través de la retícula ortogonal en la que alcanza su máxima expresión.

Como producto de la influencia francesa en la arquitectura se evidencia que Cienfuegos es una ciudad de nuevo trazado con aires de ilustración y diseño altimétrico, con una definición del estilo clásico en sus edificaciones con presencia de arcadas romanas o columnas y arquitrabes; presenta un tratamiento jerarquizado de los espacios como centros de encuentros e intercambio social, amplias calles con paseos arbolados, plazas y plazuelas cualificados con mobiliario urbano. La subordinación de la obra arquitectónica al conjunto urbano, formando una línea de fachada corrida, de altura

123 Lilia Martín Brito: El desarrollo urbano en Cienfuegos en el siglo XIX, Ed. Mecenas, Cienfuegos, Cuba, 2006, p. 60.

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promedio y alto puntal, refuerzan el carácter fachadista y escenográfico de la ciudad del

siglo XIX. La presencia de estilos como el Art Nouveau y el Art Decó forman parte indisoluble del valioso conjunto urbano que atesora la ciudad, así como la influencia del código formal Grecolatino, transmitida por el neoclásico en sus cúpulas, columnatas, frontones, miradores y arcos de triunfo. Los interiores con falsos techos o cielos rasos planos, decorados con yesería, planchas metálicas troqueladas o de madera trabajada aportan una nueva expresión a los ambientes de la arquitectura cubana, con expresiones afrancesadas en su tratamiento formal y pictórico.

Es Cienfuegos, un ejemplo de postulado neoclásico, con una estética programada y

normada a través de todo el siglo XIX y hasta avanzado el XX, aún dentro del eclecticismo propio de la época. Unido a las características representativas de la tipología neoclásica, como los elementos estructurales greco-latinos (arquitrabes, pórticos, columnas, etc.), las normas técnicas constructivas (cielos rasos, azoteas, mosaicos) y los elementos que ya apuntaban a una arquitectura de rasgos nacionales (vidrieras policromadas, persiana francesa, cenefas) aparecen en Cienfuegos elementos que particularizan aquí esa tipología como las casas tipo almacén con corte neoclásico, los jardines laterales de algunos edificios y la escultura con el predominio de elementos inscritos en los cánones clásicos.

El alto valor del trabajo artesanal concerniente al Art Nouveau motivó su gran proliferación en algunas zonas de la Isla de Cuba, como La Habana y Cienfuegos. Este movimiento le dio a las manifestaciones arquitectónicas cubanas un nuevo sentido estético, en el caso particular cienfueguero, se vierte en una serie de elementos que van desde un balcón a pretiles de azoteas, rejas de jardines y hasta cornisas, en los que los materiales utilizados pueden ser la piedra, el hierro y la madera, siendo este último el más rico y valioso; pero con innegable abandono de las formas clásicas, para observar con claridad y precisión una nueva expresión. El Art Nouveau, que en Europa tuvo carácter minoritario, en Cienfuegos tiene caracteres propios cuando se populariza en la mampara que abarca los más disímiles grupos de la sociedad. Este movimiento,

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se desarrolló en la ciudad cienfueguera desde la última década del siglo XIX hasta las

dos primeras décadas del XX.124

Lo que más resalta de la ciudad cienfueguera es la imagen clásica y señorial que la ha caracterizado desde su fundación, imagen conformada por la línea de fachada corrida con predominio del puntal alto y las paredes medianeras en las casas, unido a solemnes edificios, herederos de un neoclásico tardío con algo de eclecticismo (ver Anexo 9).

Cienfuegos es una de las pocas ciudades latinoamericanas y la única en el Caribe,

enteramente diseñada y construida en el siglo XIX, considerada además una joya arquitectónica de dicho siglo, donde se manifiestan claramente los principios de urbanización más ilustrada de su momento y un conjunto íntegramente conservado de relevantes edificaciones y espacios de alto valor histórico, estético, patrimonial, cultural,

político y socio-testimonial del siglo XIX y principios del XX, que contribuyeron a que la UNESCO le concediera la categoría de Patrimonio Cultural de la Humanidad al Centro Histórico Urbano de Cienfuegos el 15 de Julio de 2005 (ver Anexo 7). Este centro sigue el estilo colonial de construcción, que parte de la Plaza de Armas, hoy parque Martí. En él resalta una réplica del Arco de Triunfo: “Arco de los obreros” de 1902, único en Cuba;

y a su alrededor, los edificios más importantes construidos a finales del siglo XIX y

principios del siglo XX. Muchos de estos importantes palacetes se inspiraron en los grandes estilos de decoración franceses: Neoclásico, Eclecticismo con influencias del

Modernismo Catalán y Art Decó. Construido en la primera década del siglo XX, el Prado Cienfueguero constituye la arteria principal de la ciudad que enlaza la parte norte con la zona residencial del sur, es además en la actualidad el más extenso de Cuba.

1.6 Conclusiones del Capítulo. En el estudio de las definiciones de Patrimonio y Monumento se constata la evolución que han sufrido en función de los valores que los mismos tienen para una sociedad y una cultura determinada revelando su carácter relativo. En el caso del patrimonio industrial se aprecia la particularidad de responder a un proceso dinámico determinado

124 Lilia Martín Brito: “En torno al Art Nouveau en Cienfuegos”, en revista Islas (74): 99-144, Universidad Central de Las Villas, Santa Clara, enero-abril, 1983, pp. 105-110.

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tanto por las exigencias tecnológicas de la actividad productiva como de las condicionantes socioeconómicas del momento, de ahí la necesidad del estudio de la arquitectura y el urbanismo derivados de la producción azucarera como soporte de la memoria de una época de nuestra historia. Por su parte los conceptos de batey, trapiche, ingenio, central y complejo agroindustrial se derivan del propio proceso

socioeconómico desarrollado por la industria azucarera desde el siglo XVIII hasta la actualidad.

La mayoría de los estudios que abordan el Patrimonio Industrial derivado de la industria azucarera, tanto a nivel internacional como nacional están enfocados hacia el origen y evolución histórica de los asentamientos poblacionales vinculados a la producción de azúcar y el repertorio que las caracteriza a fin de determinar los valores y categorías patrimoniales potenciales que poseen estos asentamientos.

El tema del complejo social, económico y cultural cubano derivado del azúcar ha sido abordado en múltiples estudios e investigaciones de carácter histórico que si bien constituye una base esencial para comprender todos los procesos que se derivaron de él, no son suficientes para conocer la dinámica vivida en algunas regiones cubanas en temáticas específicas como la del patrimonio edificado que presenta particularidades, aunque en todo caso sean producto directo o tengan razón de ser por la influencia de la industria azucarera y su proceso de desarrollo. En los estudios regionales predominan los referentes a la antigua provincia de Las Villas mientras que en el caso particular de Cienfuegos, los estudios históricos realizados son varios y de gran utilidad para el

conocimiento de la economía cienfueguera del siglo XIX y primera mitad del XX.

Para el presente trabajo solamente se analizó una metodología para estudiar el Patrimonio Industrial Azucarero y fue la realizada hace dos años por el Doctor en Arquitectura Ernesto Pereira. La misma consiste en un procedimiento organizado y detallado dirigido a la caracterización del urbanismo y la arquitectura en bateyes azucareros (objetivo general del presente trabajo) y además incluye cómo valorar y categorizar los sitios de interés patrimonial en aras de su conservación y declaratoria como monumentos.

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Del contexto de estudio se puede concluir que la provincia de Cienfuegos es un clásico

ejemplo del urbanismo y la arquitectura del siglo XIX y primera mitad del XX donde se evidencia la doble influencia de la tradición y las normativas modernas a través de su perfecto trazado urbano rectilíneo donde se combina la influencia francesa y la renovación del pensamiento de la corona española. Desde el punto de vista

arquitectónico se considera una joya del siglo XIX y un ejemplo de postulado neoclásico aún dentro del eclecticismo propio de la época, caracterizada desde su fundación por la clásica y señorial imagen que le brindan sus monumentales e interesantes exponentes edificados.

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CAPÍTULO II: CONDICIONANTES HISTÓRICO, ECONÓMICO Y SOCIALES DEL DESARROLLO DE LA INDUSTRIA AZUCARERA EN LA PROVINCIA DE CIENFUEGOS DURANTE EL SIGLO XIX Y PRIMERA MITAD DEL XX.

En el presente capítulo se resume todo el desarrollo histórico, económico y social derivado de la industria azucarera en la provincia de Cienfuegos, específicamente

desde el siglo XIX hasta la primera mitad del XX. Para una mejor organización del período de estudio, se ha decidido estructurar este capítulo en tres epígrafes, los cuales responden a etapas en las cuales el sector azucarero evidenció diversas particularidades socio-económicas.

2.1 Primera mitad del siglo XIX. Los inicios y la expansión azucarera. La producción de azúcar en la Isla de Cuba comienza a desarrollarse muy lentamente a

fines del siglo XVI y al culminar el XVIII adquiere nuevas características con su incorporación a la economía de plantación. A partir de entonces, el azúcar se convierte en el nuevo producto de exportación para el mercado mundial capitalista. Este proceso se caracteriza por una intensa expansión azucarera que se inicia en la región occidental y posteriormente se extiende hacia el centro de la Isla, donde se detiene casi totalmente en la llanura de Colón y solamente avanza un poco más por el norte hacia la zona de Sagua la Grande y por el sur hacia Cienfuegos.125

Pese a su tardío desarrollo azucarero con respecto a la región occidental, el territorio cienfueguero se convierte en un período de tiempo verdaderamente breve, en uno de

los más importantes centros azucareros de la Isla en el siglo XIX.126

El desarrollo de la industria azucarera en esta región, es irregular y débil hasta las dos

primeras décadas del siglo XIX. En los años precedentes a la colonización (1819), la región cienfueguera presenta una incipiente vida azucarera, que se concentra en las fértiles tierras comprendidas entre los ríos Caunao y Salado. En 1746 se fomenta el primer ingenio de fabricar azúcar nombrado Nuestra Señora de la Candelaria.127 Más de medio siglo después, en la década de 1810, aparecen en terrenos cercanos a la bahía

125 Julio Le Riverend: Historia económica de Cuba, Ed. Pueblo y Educación, La Habana, 1974, p. 163. 126 Carmen Guerra Díaz e Isabel Jiménez Lastre: “La industria azucarera cienfueguera en el siglo XIX: Notas para su estudio”, en revista Islas, (91): 52-77, Universidad Central de Las Villas, Santa Clara, sept.-dic., 1988, p. 53. 127 Enrique Edo: Memoria histórica de Cienfuegos y su jurisdicción, La Habana, 1943, p. 20.

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de Jagua dos nuevos ingenios: Concepción y Nuestra Señora de Regla,128 este último considerado de tamaño mediano según los parámetros de la época, que presenta una extensión de 47 caballerías de tierra y produce alrededor de 200 cajas de azúcar, con una dotación de 64 esclavos.129

Los incentivos principales en el surgimiento de este incipiente núcleo productor, prolongación necesaria del occidente azucarero cubano, lo constituyen el alza constante de los precios del azúcar que alcanza su clímax con la Revolución de Haití y la serie de medidas en favor de la industria azucarera plasmadas en las reales Cédulas de 1758, 1760, 1774 y 1789.130

El proceso de colonización del territorio sureño, se convierte en un punto de partida para el posterior crecimiento económico de Cienfuegos. En los primeros años de la colonia, las condiciones se hacen muy difíciles para el fomento de una economía basada en la pequeña propiedad agrícola. Algunos hechos como los problemas con la propiedad de la tierra y las rivalidades de límites territoriales y de mercado con la vecina Trinidad, entre otros, conducen a la búsqueda de nuevas opciones de desarrollo económico en la región. De esta forma, en la década 1820 comienza a desarrollarse la agricultura comercial, basada en la mano de obra esclava, en el cultivo de la caña y la producción de azúcar en una zona donde predominaba la economía tradicional y de subsistencia, asentada por las actividades de la ganadería, la producción de tabaco, madera, café y cera.

La débil concentración de capitales en la región cienfueguera, determina tanto el lento ritmo de crecimiento, como las condiciones técnicas y estructurales de la naciente industria azucarera. Las primeras inversiones en este sector económico son realizadas por hacendados locales, aunque está presente también el trinitario. Producto de esto, en 1820 se fundan nuevas instalaciones azucareras, como es el caso de la aparición de

128 Carmen Guerra Díaz e Isabel Jiménez Lastre: ob. cit., p. 54. 129 Irán Millán Cuétara y Orlando García Martínez: “Testimonios de construcciones industriales azucareras en Cienfuegos entre 1819 y 1920”, Espacios, silencios y los sentidos de la libertad. Cuba entre 1878 y 1912, (128-137), Ed. Unión (UNEAC), Ciudad de La Habana, 2001, p. 129. 130 Orlando García Martínez: “Estudio de la economía cienfueguera desde la fundación de la colonia Fernandina de Jagua hasta mediados del siglo XIX”, en revista Islas, (55 / 56): 117-170, Universidad Central de Las Villas, Santa Clara, sept.-1976 - abril-1977, p. 135.

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los ingenios Soledad del Muerto131 del trinitario Juan Bautista Sarría Valdespino y San Luis del Laberinto de Miguel del Pino.

En la década de 1820, la región presenta un lento desarrollo de su industria azucarera, años en que comienza un intenso proceso de expansión como nunca antes se había producido en otra región cubana. En estos tiempos los ingenios y trapiches cienfuegueros muelen la caña mediante cachimbos verticales, movidos por fuerza animal (generalmente bueyes) y el guarapo extraído lo evaporan hasta la concentración en los trenes jamaicanos. Operaciones muy imperfectas, pues se pierde más de la mitad del guarapo que contiene la caña que va en el bagazo. Esto explica también el por qué las exportaciones azucareras mantienen un ritmo de crecimiento lento e inestable durante estos años.

Los centros azucareros que se fomentan por estos años, se instalan principalmente en los terrenos cercanos a la bahía y a los diferentes ríos que desembocan en ella, buscando una vía de transporte para sus productos. Inicialmente para la salida del azúcar se emplean muelles particulares, los cuales a partir de 1825 con la habilitación del puerto cienfueguero, se incrementan y perfeccionan para la exportación de azúcares, que ya para 1826 alcanza las 8 568 arrobas. A raíz de esto el azúcar comienza a desplazar a otros productos del mercado, sentándose con ello las bases del posterior desarrollo de la actividad mercantil-azucarera que caracteriza a este territorio

durante todo el siglo XIX.

Entre los años 1827 y 1834 la actividad portuaria alcanza un promedio anual de 14 500 arrobas de azúcar aproximadamente. En 1829 por el puerto cienfueguero se exportan 10 851 arrobas y en 1830 se logra el más alto nivel registrado en este período cuando alcanza la cifra de 34 701, lo cual está estrechamente relacionado con el alza momentánea de los precios.132 Es de destacar, que los principales mercados de los azúcares del territorio por estos años son el norteamericano y en menor medida el

131 El ingenio Soledad del Muerto fue fundado en 1820 entre las cuencas de los ríos Arimao y Caonao por el rico hacendado trinitario Don Juan Bautista Sarría. Esta industria es más conocida como Soledad y después del triunfo revolucionario recibió el nombre de CAI Pepito Tey. En cuanto a la fecha de fundación de est fábrica de azúcar existen discrepancias, varios autores plantean que fue construida en la década de 1840, e incluso algunos se refieren específicamente a 1847, fecha en que se construyó la casa de la familia Sarría y que posteriormente pasó a manos de Edwin F. Atkins en 1882. Debe aclararse además que existieron en el territorio cienfueguero otros dos ingenios con igual nombre: uno fundado entre 1842 y 1846 por Manuel Espinosa y el otro fue construido bajo el nombre de La Soledad por Antonio M. Cabrera entre 1847 y 1856. 132 Véase Carmen Guerra Díaz e Isabel Jiménez Lastre ob. cit., p. 54 y Orlando García Martínez: ob. cit., p. 137.

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inglés. Por su parte las casas trinitarias son fundamentalmente las que se encargan de la comercialización de los productos.

En esta época el ritmo constructivo es tan lento que en 1830 el número de fábricas de elaborar azúcar alcanza la cifra aproximada de diez (ver Anexo 10). La mitad de estos centros azucareros está constituida por verdaderos ingenios que se ubican en las zonas cercanas a la bahía y al recién fundado poblado de Fernandina de Jagua, aprovechando las aguas de los ríos Caunao, Salado y en menor cuantía las del Damují. El resto lo conforman pequeños y hasta improvisados trapiches que se levantan como resultado de la coyuntura del mercado, los cuales con menores producciones y dedicados más bien a la elaboración de raspaduras dirigidas en parte a cubrir las necesidades locales, se sitúan en áreas relativamente alejadas de la bahía. Estas diez instalaciones productoras constituyen los primeros síntomas de lo que sería la explosión azucarera cienfueguera de 1830 a 1868, considerada como uno de los hechos más representativos de la expansión de esta industria en toda la Isla (ver Anexo 17).

En la segunda mitad de la década de 1830, después de un leve estancamiento motivado por la caída de los precios, se produce el despegue definitivo de la industria azucarera en la región. De esta manera, Cienfuegos inicia “el más violento boom que recuerda la historia cubana”,133 e incrementa la expansión azucarera entre 1839 y 1855. En este florecimiento económico inciden diversos factores, destacándose, entre otros, las magníficas condiciones naturales y abundantes recursos del territorio para el fomento de la plantación esclavista;134 la acumulación de capitales nacionales y extranjeros; así como los favorables precios del azúcar en el mercado internacional que se establecen hacia fines de la década de 1830.

133 Manuel Moreno Fraginals: El ingenio. Complejo económico social cubano del azúcar, t. I, Ed. de Ciencias Sociales, La Habana, 1978, p. 143. 134 O. García plantea que la región cienfueguera presentaba óptimas condiciones naturales y abundantes recursos para el desarrollo azucarero. Desde los bordes mismos de la bahía hasta los confines de su jurisdicción, se extendían inmensas sabanas con fértiles tierras surcadas por numerosos ríos y arroyos que la hacían muy apreciadas para el cultivo cañero. En sus grandes bosques estaban a mano las maderas necesarias para los requerimientos de la industria. Los ríos Damují, Salado, Caunao, Arimao, Gavilán y Mataguá, con numerosos afluentes posibilitaban la transportación rápida y barata de los productos de la industria azucarera. Orlando García Martínez ob. cit., p. 138.

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En estos años aparecen nuevos ingenios entre los que se encuentran: Carolina135 del norteamericano Guillermo Hood Clemens y Manuelita de Nicolás J. Acea, ambos en 1835, Cieneguita de Manuel de la Paz Silveira en 1837, en 1839 son fundados Hormiguero de Fermín Gorozabel y J. Reina Capetillo,136 Constancia de los marqueses de Apezteguía (“Apezteguía Arrechea Cia”), Dos Hermanos de Antonio y Nicolás Acea y San Francisco de Pedro Nolasco Abreu entre 1835 y 1842.137

Los veinte años que van desde 1835 a 1855 presencian en la jurisdicción cienfueguera una verdadera expansión azucarera la cual se vincula muy estrechamente con el comercio. Producto de esto, las exportaciones experimentan un notable incremento sobre todo hacia 1845 en que ascienden más de siete veces con respecto a 1835 y donde los productos de esta industria constituyen casi las cuatro quintas partes.138 A partir de entonces el azúcar se convierte en el principal producto de exportación en todo el territorio sureño.

En este período, el rápido crecimiento de las instalaciones productoras se encuentra capitalizado además de inversionistas locales, por trinitarios, habaneros, matanceros y villaclareños (ver Anexos 12 y 14), que buscan mejores ubicaciones para el desarrollo cañero a un costo menor que el de sus propias regiones, aunque la presencia del capital de inversión procedente de Villa Clara, está dado más bien por las facilidades para la extracción de los productos azucareros. En esta época la saturación de las tierras mejores y más cercanas a los puntos de embarque en el territorio occidental de la Isla es ostensible. Lógicamente, esto repercute sobre el costo de los terrenos dedicados al cultivo cañero, que se elevan al hacerse más difícil su obtención, en tanto

135 En 1859 pasa a Guillermo Hood Steward, sobrino que lo recibe en herencia y en 1898 la adquiere el rico comerciante español Esteban Cacicedo. http://www.azurina.cult.cu/patinmueble/resclavo/carolina.htm 136 El ingenio Hormiguero estuvo moliendo hasta 1851 con trapiches movidos por fuerza animal con los típicos bueyes, posteriormente, en el citado año se le instala la primera máquina de vapor. Posteriormente, en 1880 pasa a manos de Don Oscar Alcalde, en 1881 lo adquiere Don Ignacio Valdés Delgado, quien lo administra hasta 1903. Entre 1904 a 1906 su propietarios es Don José R. Lombard y Leonard y finalmente lo compra Elías Ponvert Malibrán. Ivis Suárez González, María de los Ángeles Caballero, Alain Martínez Menéndez y René Hernández Argumedo: “Estudio de Impacto Urbanístico en los Bateyes de los Centrales Azucareros”, proyecto realizado por la Dirección Provincial de Planificación Física en opción al Premio Nacional a la Innovación Tecnológica, Cienfuegos, 2003, p. 2. 137 El ingenio San Francisco es fundado por Don P. N. Abreu y Doña Rosalía Arencibia, padres de Marta Abreu (reconocida por sus obras sociales ejecutadas en su mayoría en Santa Clara), quien hereda esta fábrica a fines del siglo XIX. Posteriormente al morir Marta en 1909, el ingenio pasa a propiedad de su hijo Pedro Estévez, quien lo arrienda al Banco Geret en 1936 y a partir de ese año pasa por diferentes arrendatarios, todos cubanos. Ivis Suárez González, María de los Ángeles Caballero, Alain Martínez Menéndez y René Hernández Argumedo: ob. cit., p. 59. 138 Orlando García Martínez: ob. cit., 138.

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que en Cienfuegos los precios por caballería de tierra son relativamente bajos. Por otra parte, la disponibilidad de tierras para la producción azucarera en el valle trinitario hace crisis en la década de 1840 además de las dificultades portuarias. Pero sin dudas, los factores que con mayor fuerza determinan la afluencia de dichos capitales, son la abundancia, asequibilidad, fertilidad y bajo costo de las tierras cienfuegueras.

El acelerado desarrollo azucarero se manifiesta tanto en el incremento del número de fábricas como en el de su capacidad. Hacia 1839 la región cuenta con 26 instalaciones azucareras entre ingenios y trapiches con un total de 1 502 esclavos, cifra que representa el 36% del total de esclavos empleados en las diversas fincas.139 Estos establecimientos productores no se distinguen como grandes centros manufactureros, al estilo occidental, sino que presentan un tamaño mediano, debido a las limitaciones con respecto a la fuerza de trabajo esclava y a que la mayor parte de su producción es de azúcar mascabado (muy demandada en el mercado mundial por estos años). En 1838 estas fábricas logran una producción anual de 237 600 arrobas de azúcar de las cuales se exportan por el puerto 116 872 arrobas y 2 573 bocoyes de miel de purga,140 mientras que para 1839 alcanzan una capacidad media de 81.7 toneladas. A partir de estos años las exportaciones de azúcar de la región se comportan de manera ascendente hasta llegar al punto de triplicarse hacia mediados de la década de 1840.

Entre 1835 y 1855 los hacendados que invierten en el territorio sureño se dedican a producir azúcares de menor grado de elaboración como el mascabado, solucionado el problema de la fuerza de trabajo en sus fábricas, a la par que reducen los costos de producción y los hacen más eficientes ante la creciente competencia de los remolacheros europeos. La mayoría de estos, al fundar nuevos ingenios recurren al llamado proceso de "desindustrialización o desmanufacturalización",141 aprovechando la coyuntura del mercado favorable al azúcar mascabado. De esta manera la fundación de

139 Enrique Edo: ob. cit., pp. 91-92. 140 Véase Carmen Guerra Díaz e Isabel Jiménez Lastre: ob. cit., p. 56 y Orlando García Martínez: ob. cit., p. 138. 141 Según O. García el proceso de "desindustrialización o desmanufacturalización" consiste en la supresión de las etapas finales en el flujo productivo del ingenio, con lo cual se liberaba fuerza de trabajo esclava utilizable en otras partes del mismo. Orlando García Martínez: ob. cit., p. 143.

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nuevas instalaciones se ve grandemente favorecida, pues se originan menores gastos por conceptos de esclavos.142

Los ingenios que se fomentan en este período tienden a concentrarse en los terrenos en torno a la Villa de Cienfuegos y las márgenes de los ríos Damují, Salado, Arimao y Caunao. La existencia de una infraestructura desarrollada como resultado de la explo- tación maderera y del cultivo del tabaco en estas zonas, unido a la navegabilidad de los ríos, que desembocan en la bahía; determinan en gran medida la ubicación de estas instalaciones en los primeros años del boon azucarero. En suma, los principales núcleos productores de azúcar de la región cienfueguera antes de 1846, se localizan en dichas áreas, donde se fundan la mayoría de los ingenios que permanecen moliendo a fines de la década de 1850. Por tanto en 1846 mucho más de la mitad del total de estos, están enclavados en dichos lugares (ver Anexo 12).

El crecimiento acelerado de la industria azucarera determina la estructuración de un sistema crediticio y financiero adaptado a las nuevas circunstancias. A partir de 1835 los comerciantes cienfuegueros comienzan a interesarse en el negocio del azúcar, participación que hasta entonces había sido muy limitada. Para poder responder a los requerimientos del momento Cienfuegos crea sus propias casas comerciales hacia finales de esta década, entre las que se destacan las de "Avilés y Lebranc" y "Terry and Richardson" en 1839, y en 1840 las de "Fowler and Prosper" y "Font Rebaza y Compañía". En estos años se abren además sucursales de la región trinitaria y espirituana bajo los nombres de “Apezteguía, Arrechea, Zaldo y Compañía" y "Wittram y Compañía" en 1840, además de que comienzan a operar las habaneras "Refecas y Hermanos" y "Torriente y Hermanos". Las posiciones de los comerciantes alcanzan un nivel de consolidación tal que durante las décadas de 1840 y 1850 controlan todo el negocio azucarero e imponen sus destinos en la región, sobre todo a partir de la crisis de 1857-1866.143

Hasta el año 1840 el territorio cienfueguero sólo cuenta con pequeños y escasos poblados entre los que se encuentran: San Fernando de Camarones que proviene del

142 Orlando García Martínez: ob. cit., p. 144. 143 Orlando García Martínez: ob. cit., pp. 142-145.

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siglo anterior, Cumanayagua de 1804, Santa Isabel de las Lajas de 1824, Cienfuegos de 1819 y Yaguaramas.144

El propio desarrollo del mercado capitalista, al cual se dirige la producción azucarera en estos años, impone el mejoramiento de los medios de producción. A partir de 1840 comienzan a introducirse en la industria azucarera cienfueguera los adelantos técnicos que con el decursar de los años constituyen las bases de la centralización,145 es decir, la transformación de los ingenios en centrales en la década de 1880.

Al penetrar profusa y profundamente en el territorio cienfueguero e incorporar nuevas tierras, la colonización azucarera continúa a ritmo acelerado. Siguiendo los caminos que nacen en la Villa de Cienfuegos, hacia 1841 la expansión de esta industria comienza a desplazarse en dirección a las fértiles tierras de los poblados de San Fernando de Camarones y Santa Isabel de las Lajas. En estos años sólo se cuenta con pequeños senderos, por lo que la transportación de los productos se hace muy difícil. El proyecto del ferrocarril se convierte entonces en una de las principales actividades de los hacendados cienfuegueros para darle solución a este problema, aunque no es hasta 1847 que comienza a construirse el primer tramo de Cienfuegos a Padre las Casas (Palmira).146 Las vías férreas comienzan a facilitarles a los propietarios de los ingenios un medio de transporte seguro, costeable y más rápido para sus productos, a la par que hace más intensa la colonización al tornar más accesibles estas zonas. En lo adelante azúcar y ferrocarril irán de la mano, tanto que la verdadera Revolución Industrial aplicada al azúcar en Cuba, se debe a la introducción de este.147

En esta década se produce en Cuba un cambio en relación al problema de la esclavitud cuando comienza a manifestarse la necesidad económico-social de disolverla y

144 Se constata en la bibliografía histórica referida al territorio sureño, que la Villa de Cumnayagua fue fundada en 1804, donde el Padre Fray Bartolomé de las Casas tuvo sus encomiendas. Los primeros pobladores se asentaron en el centro del Hato de Cumanayagua y fueron colonizados por peninsulares y nativos. Por su parte la Villa de Cienfuegos adquiere el título en 1829 y en el caso de Yaguaramas se conoce que surge entre 1800 y 1840, mientras que Camarones data de 1714-1774. Véase Olga Hernández y otros: Provincia Cienfuegos, Ed. Oriente, Santiago de Cuba, 1978, p. 154 y Cuba en la mano, Enciclopedia Popular Ilustrativa, Imprenta Ucar-García y Cía., La Habana, 1940. 145 Julio Le Riverend: ob. cit., p. 356. 146 Carmen Guerra Díaz e Isabel Jiménez Lastre ob. cit., p 57. 147 Manuel Moreno Fraginals: ob. cit., p. 151.

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sustituirla por el trabajo libre asalariado.148 Sin embargo en la región sureña la población esclava continúa en aumento, en 1841 la misma ya alcanza la cifra de 7 450 esclavos.149

A mediados de la década de 1840 se fomentan 25 nuevos ingenios en el territorio cienfueguero con los cuales se alcanza entre los años 1845 y 1846 la cifra de 71 (ver Anexo 11 y 12) los cuales representan el 17.6% del total de la región central y producen el 27.6% del azúcar con 1 049 155 arrobas, de las cuales 819 906 son de mascabado y raspadura. Aunque todavía la mayoría de estas instalaciones es de pequeña manufactura, de los cuales el 80% utiliza fuerza motriz animal y solamente 8 emplean la máquina de vapor; Cienfuegos se ubica entonces en el primer lugar de todo el territorio central, en cuanto al número de ingenios y trapiches existentes seguida por Sagua la Grande, así como en la principal productora de azúcar (ver Anexo 11) que en 1846 sobrepasa la cifra de 12 000 toneladas de azúcar.150

Para esta fecha surgen nuevos poblados en la región sureña, entre los que se destacan: Abreus en 1840, Arimao y Caunao en 1841 y en 1842 se funda el término municipal y cabecera Padre las Casas. En 1846 San Fernando se convierte en capitanía pedánea y Santa Isabel de las Lajas, para este año crece en especial aceleración.151

Por estos años se producen cambios significativos en la demanda de los productos azucareros en los mercados norteamericano e inglés, los cuales necesitaban azúcar no terminada industrialmente para elaborarlas después en sus propias industrias refinadoras, sobre todo las estadounidenses, de las cuales Cuba era uno de sus principales abastecedores. Es por ello que en 1845 y 1846 la producción de mascabado y raspadura está en íntima relación con su mayor vinculación a dichos mercados, hacia donde se exporta el grueso de la misma. Por el puerto cienfueguero se embarcan en el

148 Carmen Guerra Díaz: “Sobre la crisis esclavista en la antigua región de Cienfuegos”, en revista Islas, (85): 133-148, Universidad Central de Las Villas, Santa Clara, sept.-dic., 1986, 134. 149 Modesto González Sedeño: Último escalón alcanzado por la plantación comercial azucarera esclavista (1827-1886). Ed. de Ciencias Sociales, La Habana, 2003, p. 57. 150 Juan de las Cuevas Toraya: 500 años de construcciones en Cuba, Ed. Chapín, Servicios Gráficos y Editoriales, La Habana, 2001, p. 79. 151 Véase la Enciclopedia Popular Ilustrativa: Cuba en la mano, Imprenta Ucar, García y Cía., La Habana, 1940 y Carmen Guerra Díaz: ob. cit., p. 137.

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primero de estos años, 7 688 bocoyes de miel y 362 032 arrobas de azúcar, de las cuales 289 590 son de dicho producto.

Con la misma rapidez que crece el número de fábricas y se expande el cultivo cañero, durante esta década aumenta la población esclava de la región cienfueguera. De ahí que para 1846 existen en dicho territorio un total de 8 789 esclavos.152

Por esta fecha, con respecto a las instalaciones industriales azucareras, lo típico en Cienfuegos es la formación de bateyes de diferentes dimensiones. En los ingenios pequeños y más atrasados tecnológicamente, las instalaciones dan una impresión general de rusticidad, mientras que los ingenios medianos, predominantes en la región sureña, cuentan con las mismas dependencias pero a mayor escala y construidas con mejores materiales. Las nuevas técnicas aplicadas de forma masiva a las fábricas de azúcar habrían de esperar varias décadas más.

En esta década, entre los ingenios de nueva fundación se encuentran: Dos Hermanas de Casimiro Jiménez entre 1843 y 1846, Juraguá de Pedro Nolasco Fernández en 1847153 y Lequeitio de A. Arce y A. Goitizolo entre 1847 y 1854.

2.2 Segunda mitad del siglo XIX. Las grandes transformaciones. En la década de 1850 la expansión azucarera continúa desarrollándose, tanto la cantidad de fábricas como la actividad portuaria aumentan considerablemente. Las exportaciones de azúcar y miel en esta década sobrepasan los dos millones, mientras que la cantidad de ingenios asciende a la cifra de 102 en 1856, por su parte la población esclava en este mismo año alcanza los 14 613.154

La causa del acelerado desarrollo de Cienfuegos en la segunda mitad del siglo XIX es la conjunción de la trilogía puerto-azúcar-ferrocarril. En octubre de 1851 se inaugura el primer tramo ferroviario de Cienfuegos a Padre las Casas, dos años más tarde, en noviembre de 1853 este medio de transporte llega hasta el importante núcleo azucarero

152 Orlando García Martínez: ob. cit., p. 143. 153 El ingenio Juraguá en 1857 es adquirido por Tomás Terry Adams. En 1859 produce 244 bocoyes de azúcar y en 1860 duplica su producción con 460 bocoyes. http://www.azurina.cult.cu/patinmueble/resclavo/juraguá.htm 154 Orlando García Martínez: ob. cit., p. 138-143.

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de Cruces, en 1856 alcanza la zona de Ranchuelo y en 1860 a Santa Clara.155 En toda esta época el ferrocarril une sus líneas al disperso complejo de los ingenios, quedando próximo a un significativo grupo de ellos (ver Anexo 13).

Por su parte, puerto y azúcar constituyen el basamento principal del desarrollo de la población cienfueguera. En esta época el puerto se encuentra comunicado a través de múltiples ramales ferroviarios con los centros azucareros, cuyo producto sale por sus embarcaderos.156

En el período comprendido entre 1856 y 1859 el grueso de la producción azucarera se desplaza hacia las zonas de reciente colonización: Santa Isabel de las Lajas y Cartagena, tal es el caso de la fundación del ingenio Parque Alto en 1857 por Pablo y Antonio Hernández.

En 1859 la región cienfueguera produce el 9% del total de azúcar de la Isla. A partir de de este año y durante los próximos veinte, la capacidad de los ingenios aumenta más de tres veces producto de la expansión azucarera que se produce entre 1859 y 1878.

En esta década surgen nuevos poblados como: Cartagena, Cruces en 1853, Potrerillo en 1858, Rodas en 1859 y un año más tarde en 1860 surge el Paradero de Camarones.157

Ante los avances tecnológicos que la revolución industrial del azúcar provoca en la industria cubana, el territorio sureño se mantiene en la vanguardia.158 La introducción de la nueva tecnología para la producción de este grano,159 está relacionada con la necesidad de simplificar el trabajo esclavo, de ahí que se advierta en Cienfuegos una situación similar a la de las principales regiones azucareras de la Isla. Entre 1859 y

155 Carmen Guerra Díaz e Isabel Jiménez Lastre ob. cit., pp. 57-58. 156 Lilia Martín Brito: El desarrollo urbano en Cienfuegos en el siglo XIX, Ed. Mecenas, Cienfuegos, Cuba, 2006, p. 60-61. 157 En el caso del pueblo de Cartagena, se conoce que este fue fundado entre 1846 y 1851, mientras que Cruces data de 1852, aunque no es hasta el año siguiente que logra un alto desarrollo. Por su parte Rodas se funda en 1859, en un lugar donde existía un embarcadero que se comunicaba con Cienfuegos. Véase Olga Hernández y otros: ob. cit., p. 152 y la Enciclopedia Popular Ilustrativa: Cuba en la mano, Imprenta Ucar, García y Cía., La Habana, 1940. 158 Según la historiografía local se conoce que en 1853 se estableció en el ingenio Santa Susana un tren de evaporación al vacío, aparato muy costoso inventado por Derosne y Reliú que significaba un gran progreso en la fabricación del azúcar. Véase Pablo L. Rousseau y Pablo Díaz de Villegas: Memoria descriptiva, histórica y biográfica de Cienfuegos y las fiestas del primer centenario de la fundación de esta, 1819-1919, Establecimiento Topográfico "El Siglo XX ", Habana, 1920, p. 18. 159 O. García plantea que las cuantiosas inversiones que se requerían para adquirir la nueva tecnología no solo incluía a la máquina de vapor, sino también a otros equipos, incluso algunos más costosos, como por ejemplo los modernos tachos al vacío. Orlando García Martínez: ob. cit., p. 145.

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1860 en la región existen 94 ingenios (ver Anexo 14) los cuales representan el 6.9% de la Isla y alcanzan en ese mismo año una producción de 43 761.3 toneladas métricas de azúcar (8.4% de la producción del país)160 y registran 17 000 esclavos que representan el 3% de la población en todo el territorio.161 De estos centros azucareros, 48 utilizan máquinas de vapor (51.1% del total existente), 46 son trapiches (48.9%) y dos son ingenios mecanizados. Con respecto al tipo de tren, 23 utilizan los aparatos al vacío, mientras que el resto emplea los trenes jamaicanos (ver Anexo 15 y 16).

A continuación se muestra el estado de Cienfuegos en cuanto al uso de la tierra y la producción de estos 94 ingenios en este período.

Estado de la industria azucarera cienfueguera entre 1859 y 1860.162

USO DE LA TIERRA PRODUCCIÓN DE AZÚCAR INGENIOS (caballerías) 1859 1860 VAPOR TRAPICHES CAÑA OTRAS CAJAS BOCOYES CAJAS BOCOYES 48 46 1 403 3 084 5 087 56 969 5 400 61 891

En 1860 debido a la notoria fertilidad de los suelos cienfuegueros, se obtiene como promedio un rendimiento de 712 arrobas de azúcar por caballería, cifra que supera tanto a las primeras zonas de explotación cañera de la Isla como Trinidad con 1 671; como a las nuevas zonas de desarrollo azucarero de Colón con 2 358 e incluso a la de Sagua la Grande con 2 566.163

Si se compara la producción de azúcar de este año con la de 1845, se puede observar claramente la magnitud del desarrollo azucarero en la región cienfueguera, como se muestra a continuación.

160 René J. Castellanos Romeo: Evolución histórica de la distribución territorial de la producción azucarera, Instituto de Planificación Física, Dto. De Investigaciones, La Habana, noviembre-2001, t. I, p. 3. 161 Carmen Guerra Díaz, Emma S. Morales Rodríguez y Danilo Iglesias: “El desarrollo económico-social y político de la antigua jurisdicción de Cienfuegos entre 1877 y 1887”, en revista Islas, (80): 133-177, Universidad Central de Las Villas, Santa Clara, enero- abril, 1985, p. 135. 162 Modesto González Sedeño: ob. cit., p. 58. 163 Orlando García Martínez: ob. cit., p. 142.

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Producción cienfueguera de azúcar y miel en los años 1845 y 1860.164

PRODUCTOS AÑO 1845 AÑO 1860

Blanca 155 493 32 700 Arrobas Mascabado 289 590 2 700 997 de azúcar Quebrado 400 63 000 Bocoyes 3 311 24 180 Miel de Purga Barriles 2 498 -

CANTIDAD DE INGENIOS 71 94

Para 1861 se suman siete nuevos ingenios logrando la cifra de 101 (ver Anexo 17) los cuales representan aproximadamente el 26% del total existente entre Cienfuegos, Remedios, Sagua la Grande y Santa Clara.165 Estas cuatro jurisdicciones obtienen en este mismo año las siguientes cifras.

Producción de la región central en 1861.166

RENGLONES % de CUBA

Azúcares blancos 7.5 Quebrados 9.1 Mascabados 44.8 Raspaduras 7.8 Total de producción de azúcar 24.7

Del porciento de mascabado producido por estas cuatro jurisdicciones, el 12.7% pertenece a Cienfuegos, que se sitúa en la segunda posición, mientras que Sagua obtiene un 17.9%, Remedios el 9.6% y Santa Clara el restante 4.6%.

En la década de 1860 predomina en la industria azucarera de la región la fuerza de trabajo esclava. En 1861 los esclavos cienfuegueros representan el 30.6% (16 985) de

164 Orlando García Martínez: ob. cit., p. 140. 165 Modesto González Sedeño: ob. cit., p. 20. 166 Ídem.

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la población total (602 986) y su distribución en explotaciones agrícolas confirma que la esclavitud es un fenómeno estrechamente vinculado a la producción de azúcar, pues el 75 % de los que laboraban en la agricultura se concentra en los ingenios.167 En este año se emplean en la producción de azúcar un total de 10 602 esclavos (62%) y 139 alquilados y libres (1.1%).168

Entre 1860 y 1861 aparece el ingenio San Lino169 y en 1862 el rico comerciante Tomás Terry adquiere de Manuel Rodríguez el ingenio Santa Sabina, sobre el cual levanta una nueva fábrica bajo el nombre de Caracas,170 a la cual le introduce notables cambios tecnológicos y constructivos en aras de convertirlo en un coloso productivo de la época, por lo que se considera una de las mayores y más modernas fábricas de azúcar del

mundo en el siglo XIX.171

En la siguiente tabla se muestra la producción azucarera del territorio sureño hacia 1862.

Producción cienfueguera entre 1861 y 1862.172

ARROBAS DE AZÚCAR BOCOYES DE MIEL BLANCO QUEBRADO MASCABADO RASPADURA 135 980 73 809 2 349 657 42 890 32 897

La década de 1860 trae nuevas condiciones para el desarrollo azucarero de la región cienfueguera, anunciando un nuevo período económico caracterizado por el apoderamiento de esta industria por parte de oligarquía comercial,173 interesado cada vez más en el negocio azucarero. Con el advenimiento de la crisis de 1857-1866 se hace evidente la quiebra de los hacendados azucareros, los cuales se encuentran cada

167 Fe Iglesias García: “La concentración azucarera y la comarca de Cienfuegos”, Espacios, silencios y los sentidos de la libertad. Cuba entre 1878 y 1912, (UNEAC): 85-107, Ed. Unión, Ciudad de La Habana, 2001, p. 99. 168 Enrique Edo: ob. cit., p. 478. 169 Este ingenio fue propiedad de los Montalvo, de Balbín y Valle (1918) y de José Ferrer Sirés. http://www.azurina.cult.cu/patinmueble/resclavo/sanlino.htm 170 Irán Millán Cuétara y Orlando García Martínez: ob. cit., p. 135. 171 Dirección de Planificación Física: “Plan de ordenamiento urbano. Ciudad Caracas”, DPPF, Cienfuegos, diciembre de 2002, p. 2. 172 Modesto González Sedeño: ob. cit., p. 59. 173 El autor O. García plantea que el período de la crisis de 1857-1866 demostró ser una etapa de rápido enriquecimiento y fortalecimiento político para el grupo de los comerciantes. Orlando García Martínez, ob. cit., p. 145.

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vez más endeudados con los comerciantes refaccionistas y abrumados por las cargas del fisco español.

En 1862 la región cienfueguera cuenta con 107 ingenios y produce 47 500 toneladas de azúcar, producción solo superada por Colón, Cárdenas, Matanzas, Sagua la Grande y Güines.174

En 1863, el 71 % de las fincas azucareras cienfuegueras cultivan entre una y diez caballerías y el 30 % de estas cuenta con dotaciones de menos de 50 esclavos.175

En los años precedentes al comienzo de la Guerra de los Diez Años (1868-1878) la región cienfueguera se convierte en un importante centro productor-exportador de azúcar. Hacia 1866, poco antes de comenzar las luchas por la independencia, las exportaciones portuarias arrojan las siguientes cifras donde los principales artículos se encuentran en el azúcar y sus derivados.

Exportación del puerto cienfueguero en 1866.176

MIEL DE AZÚCAR AZÚCAR MIEL MIEL BOCOYES TERCEROLAS BARRILES SACOS MASCABADO PURGADO PURGA (bocoyes) (tercerolas) (cajas) (cajas) (barriles) 77 718 6 685 1 024 831 34 1 404 34 066 3 383 4 116

En estos años, como se puede apreciar en la actividad comercial del puerto, los productos exportados no son perfectamente procesados en el país, como las semi- elaboradas mieles y azúcares, sino que se envían hacia los mercados norteamericano y europeo para ser procesados en las altamente tecnificadas industrias de estos. Esto se debe principalmente a que las nuevas técnicas de la industria azucarera aún no alcanzan el nivel requerido y a que la existencia del trabajo esclavo abarata los costos de producción.177

174 Modesto González Sedeño: ob. cit., p. 54. 175 Fe Iglesias García: ob. cit., p. 99. 176 Carmen Guerra Díaz, Emma S. Morales Rodríguez y Danilo Iglesias: ob. cit., p. 143. 177 Enrique Edo: ob. cit., p. 263.

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En 1866 y con respecto a 1861 la población esclava experimenta un pequeño incremento, mientras que el número de hombres libres disminuye levemente.

En 1868, época de auge constructivo, Don Agustín Goitizolo Lezarzaburo funda el ingenio San Agustín, al cual le introduce mejoras tecnológicas como tachos al vacío, centrífugas colgantes, entre otras.178

En este mismo año, precisamente el 10 de octubre, comienzan las luchas por la independencia de Cuba. A raíz de esto muchos propietarios de ingenios, en aras de proteger sus fábricas y cultivos, emprenden la construcción de edificaciones e instalaciones militares.

.En 1868 el ingenio Juraguá es dotado de tres fortines, no obstante es atacado por los mambises y resulta seriamente afectado.179 Por su parte, Doña Mariana Albis de Sarría, viuda de Don Juan Bautista Sarría y propietaria del ingenio Soledad, manda a construir un fuerte militar con motivo de defensa en el período de 1868 a 1875,180 este fortín se encuentra situado al oeste de la casa de máquinas a unos 50 metros y tiene una pared de mampuesto que forma un lienzo quebrado, una parte recta al centro y de forma simétrica dos inclinadas a ambos lados.181 Otro ejemplo significativo en este sentido, lo constituyen las cuatro fortificaciones (los torreones y fuertes: Julito, Español, Turbina y Santa Rosalía), alambrados y otros dispositivos que se ejecutan en el gran ingenio Constancia.182

Con el inicio de la guerra y la aplicación de la política de la "tea incendiaria" a fines de 1869 son destruidos total o parcialmente 17 potreros, 18 fincas y 33 ingenios (ver Anexo 18), estos últimos representan un 33% aproximadamente. Más adelante, en la década de 1870, la cifra de establecimientos azucareros perjudicados alcanza los 46 para un 48% del total existente (ver Anexo 18). Resulta importante aclarar que en muchos de los casos, las instalaciones fabriles no fueron totalmente dañadas, en cambio las grandes afectaciones se evidencian fundamentalmente en las fincas azucareras. Esto

178 http://www.azurina.cult.cu/patinmueble/resclavo/sagustin.htm 179 http://www.azurina.cult.cu/patinmueble/resclavo/juraguá.htm 180 Ivis Suárez González, María de los Ángeles Caballero, Alain Martínez Menéndez y René Hernández Argumedo: ob. cit., p. 74. 181 http://www.azurina.cult.cu/patinmueble/resclavo/soledad.htm 182 http://www.azurina.cult.cu/patinmueble/resclavo/constancia.htm

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se debe principalmente a que la mayoría de los propietarios son importantes representantes del gran capital cienfueguero y que además se identifican con la causa española.

En los tiempos de la contienda independentista de los Diez Años, al ingenio Carolina se le hacen modificaciones tecnológicas sustanciales. En estos años se instalan dos molinos, uno francés de marca Brissoneau y otro norteamericano de tres masas fundido en La Habana en 1869 de marca H. Ross; y una máquina de vapor norteamericana de la firma H. G. Morris. Después se le agregan evaporadoras, centrífugas y mezcladores de la fundición de West Point E.U.A de 1872 y otras mejoras como el sistema ferrocarril "portátil" alemán Koppel que vincula al ingenio con gran parte de las caballerías sembradas de caña. Otro tanto sucede con el Constancia, equipado con modernas maquinarias y centrífugas importadas desde Francia, Estados Unidos y otros países capitalistas; y el Caracas, dotado de adelantos como la máquina de vapor, el ferrocarril cañero, los tachos al vacío,183 y entre otras maquinarias modernas un donkey con triple efecto del sistema Marichal y centrífugos Heppworth.184

En medio del conflicto bélico aparece una nueva y significativa fábrica bajo el nombre de Portugalete y cuyo propietario es Sotero Escarza y Urioste.185 Este ingenio surge en una zona caracterizada por la presencia de grandes extensiones de plantaciones cañeras y varios trapiches e ingenios de pequeñas producciones como El Recurso, Las Vueltas, El Cometa, Palma Sola, Vista Alegre y Caridad, todos estos desaparecen producto de la guerra y quedan concentrados en la nueva industria. Desde su fundación el 27 de octubre de 1873, el perfeccionamiento de esta instalación es sistemático y ascendente, se le instalan cristalizadores, superfosfato, máquinas de vapor que extraían hasta el 62% del guarapo y correas sinfín para la conducción de la caña.186

183 Irán Millán Cuétara y Orlando García Martínez: ob. cit., pp. 133-135. 184 Dirección de Planificación Física: “Plan de ordenamiento urbano. Ciudad Caracas”, DPPF, Cienfuegos, diciembre de 2002, p. 2. 185 Sotero Escarza y Urioste administra este ingenio hasta 1907, fecha en que muere y es heredada la fábrica por su hijo Francisco Escarza Curbelo, quien se mantiene hasta 1923, año en que cae en la ruina producto de un descenso que se produce en el precio del azúcar en el mercado internacional y termina vendiendo la industria a la Compañía Royal Bank of Canadá, operando bajo la firma subsidiaria de Palmira Sugar Company. 186 A pesar del notable desarrollo tecnológico de esta fábrica, para aumentar la producción se toma como salida la extensión en caballerías de tierras, constituyendo un claro ejemplo de la evolución del latifundio azucarero. En 1878 el ingenio Portugalete contaba con 21 caballerías y para 1885 aumenta a 82.

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En 1875 con la llegada a la región de las tropas invasoras del mayor general Máximo Gómez, resultan quemadas las fábricas de numerosos ingenios, cañaverales y caseríos, producto de las sucesivas acciones de los mambises.187 Es por ello que en este año la cantidad de centros azucareros se reduce a 103.188

En 1877, año en que está por culminar el conflicto bélico, la población esclava disminuye debido a la influencia de la insurrección en el proceso de abolición de la esclavitud. A raíz de esto el número de hombres libres aumenta a 1 526, para alcanzar un 13.1%, pero todavía el trabajo esclavo sigue siendo la fuerza fundamental utilizada en la industria azucarera, que representa alrededor del 48.2%, unos 5 396 (ver Anexos 19 y 20).189 En los partidos de Camarones, Padre las Casas y Santa Isabel de las Lajas, tres de los centros azucareros más importantes del territorio sureño, se localizan la mayor cantidad de ingenios y esclavos de toda la región (ver Anexo 20). En la mayoría de los casos, estos pertenecen a los grandes hacendados y más altos representantes del capital azucarero cienfueguero.

Las instalaciones productoras que presentan mayor cantidad de esclavos se concentran principalmente en zonas pertenecientes a Padre las Casas y Santa Isabel de las Lajas, mientras que en Camarones y Cumanayagua se localizan los centros donde se igualan los trabajos libres y esclavo (ver Anexo 21).

En los años finales de la guerra (1877-1878) y con respecto a los años antecesores a esta (1861-1862), las caballerías destinadas a la industria azucarera se reducen un 18.5%, las fincas urbanas aumentan un 16.5%, mientras que los potreros sufren una reducción del 34.1% y el número de ingenios disminuye en un 18%. Esto demuestra que el capital cienfueguero no merma de forma considerable en la etapa del conflicto bélico tal y como reflejan los siguientes cuadros comparativos de carácter económico.

187 Olga Hernández y otros: ob. cit., p. 12. 188 Carmen Guerra Díaz, Emma S. Morales Rodríguez y Danilo Iglesias: ob. cit., p. 138. 189 Enrique Edo: ob. cit., p. 488.

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Caballerías cienfuegueras destinadas a la producción de azúcar.190

AÑOS CABALLERÍAS

1861 4 648 1877-1878 3 790

Ocupación de las tierras e ingenios cienfuegueros.191

AÑOS INGENIOS FINCAS URBANAS POTREROS

1862 94 2 102 407 1877 77 2 450 268

De estos potreros y fincas resultan destruidos como consecuencia de la “tea incendiaria” en 1878 un total de nueve (ver Anexo 18).

Hacia fines de la Guerra de los Diez Años el valor de las exportaciones se ve afectado por la misma. A pesar de esto en 1877 se logra un aumento de un 25% respecto a 1876, sin embargo en 1878 disminuye un 22%. A continuación se muestran las cifras totales, tanto de azúcar como de mieles en el año 1877.

190 Carmen Guerra Díaz, Emma S. Morales Rodríguez y Danilo Iglesias: ob. cit., p. 138. 191 Carmen Guerra Díaz, Emma S. Morales Rodríguez y Danilo Iglesias: ob. cit., p. 137.

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Exportaciones del puerto cienfueguero en 1877.192

AZÚCAR MIELES

BOCOYES TERCEROLAS CAJAS BARRILES BOCOYES TERCEROLAS BARRILES 54 184 4 215 1 178 7 18 195 2 146 855

Como se observa, las exportaciones en azúcar, tanto en bocoyes como en tercerolas, son superiores a las de mieles, lo que demuestra el desarrollo alcanzado por la industria azucarera cienfueguera en estos años. Esto se debe principalmente a que los grandes capitales invertidos en esta industria están en función del proceso de concentración y centralización, acelerado por la guerra, y que trae como resultado un mayor grado de elaboración en la producción del azúcar. Esta situación es favorecida además, por cuestiones coyunturales, al no afectarse de modo mediato la jurisdicción de Cienfuegos, desde el punto de vista económico con la guerra.

Durante estos años la sociedad cubana en general experimenta profundos cambios en el terreno económico y más específicamente en el sector azucarero, elemento básico y esfera más dinámica de la economía. En esta época surge el llamado proceso de concentración y centralización azucarera,193 que favorece las posibilidades de asimilar nuevas formas de trabajo, convirtiendo a los ingenios en importantes centros de desarrollo industrial, financiero y social; además de que permite la aparición de las colonias azucareras, el surgimiento del colono y el latifundio azucarero.194 Los factores que lo desatan son básicamente: “la necesidad de reducir costos para competir con el azúcar de remolacha y el impostergable final de la esclavitud, que impone un cambio de

192 Carmen Guerra Díaz, Emma S. Morales Rodríguez y Danilo Iglesias: ob. cit. 145. 193 O. Zanetti plantea que el proceso de concentración y centralización azucarera tiene como símbolo más evidente la aparición de la gran fábrica o central, que es capaz de producir hasta cien veces más que uno de de los antiguos ingenios y termina sustituyendo al viejo cachimbo de la época esclavista. Oscar Zanetti Lecuona: “Historia y azúcar”, Catauro, (Año 6 / No. 11): 34-40, Revista Cubana de Antropología, Fundación Fernando Ortiz, La Habana, 2005, p. 15. 194 Las colonias azucareras están conformadas por los terrenos de cultivo de los ingenios que desaparecen producto de la “Tea incendiaria” y son adquiridas por los nuevos centrales; por su parte el colono, no es más que el propietario de estos ingenios, que al no poder recuperase económicamente arrienda sus tierras y propiedades y se convierte en cultivador de caña; y el latifundio cañero, es la posibilidad de controlar (apropiándolas o arrendándolas) la totalidad de tierras que rodea las nuevas fábricas. Este último es el mejor recurso que tiene el central para imponer sus condiciones al colono, obligándolo a vender su caña al propio central o convirtiéndolo en un arrendatario. Véase Oscar Zanetti Lecuona: “Historia y azúcar”, Catauro, (Año 6 / No. 11): 34-40, Revista Cubana de Antropología, Fundación Fernando Ortiz, La Habana, 2005, p. 16.

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régimen de trabajo”.195 Este proceso propicia transformaciones trascendentales en el conjunto de las relaciones económicas, sociales y la estructura clasista. En el caso cubano comienza a manifestarse con la fundación de nuevos ingenios a partir de 1878 y junto con ello surge y se desarrolla el sistema de colonato, que conlleva a la sustitución del trabajo esclavo por el libre asalariado.196

La jurisdicción de Cienfuegos es una de las zonas pioneras más importantes en este proceso donde este se manifiesta de forma acelerada, enérgica y particular. En el plano económico, se consolida el control del poderoso capital comercial azucarero sobre la industria. Desde el punto de vista social, el empleo de la fuerza de trabajo libre utilizada en la industria cienfueguera desde el período de la expansión, se incrementa con la desintegración de la esclavitud y su posterior abolición.

Al igual que otras importantes regiones azucareras de la Isla, el territorio sureño lleva adelante este proceso en el período de 1878 a 1890, aprovechando las condiciones existentes y las propias exigencias del mercado internacional. En 1878 al finalizar la guerra, la incipiente concentración azucarera comienza a manifestarse de forma cada vez más enérgica en Cienfuegos por el cual queda reducido en ese mismo año el número de ingenios a la cifra de 77 (ver Anexo 19). La mayoría, pese a las afectaciones pueden continuar su producción, en cambio los más pequeños y con menos capitales, son absorbidos al no poder hacerle frente al nuevo fenómeno socio-económico que trae consigo la abolición de la esclavitud y la caída de los precios del azúcar. En el caso de estos últimos, el hecho de no poder afrontar la situación hace que se conviertan en simples colonias de caña, debido a la falta de capital de sus propietarios para reconstruirlos, además de ser incapaces de competir con los grandes colosos cienfuegueros, tales como, el “magnífico Santa Susana”,197 el Soledad y el Constancia.198

En estos años la jurisdicción cuenta con siete ayuntamientos, en los cuales la situación económica en el sector agrícola y azucarero se presenta de la siguiente forma:

195 Oscar Zanetti Lecuona: ob. cit., p. 15. 196 Julio Le Riverend: ob. cit., p. 360. 197 Rolan Taylor Ely: Cuando reinaba su majestad el azúcar, Ed. Imagen Contemporánea, Casa de Altos Estudios Don Fernando Ortiz, La Haban, 2001, 797. 198 Carmen Guerra Díaz ob. cit., p. 137.

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Situación agrícola-azucarera cienfueguera en 1879.199

AYUNTAMIENTOS INGENIOS POTREROS ESTANCIAS FINCAS

Camarones 23 85 112 - Cartagena 7 47 50 73 Cienfuegos - - - 2 069 Cumanayagua 7 41 15 42 Padre las Casas (Palmira) 17 30 128 - Sta. Isabel de las Lajas 13 52 65 167 Yaguaramas 10 12 33 99 Totales 77 267 403 2 450

Resulta importante señalar que las repercusiones de la guerra, por diversos factores, no dejan en la industria azucarera cienfueguera las huellas devastadoras que se manifiestan en otras zonas de la región central y oriental de la Isla (ver Anexo 22). Entre las principales causas se encuentran el aislamiento a que es sometida por las autoridades españolas la acción bélica; la gran actividad comercial del puerto y la ideología reaccionaria de las clases dominantes, traen como consecuencia que el movimiento insurreccional no tome auge en la zona y por tanto el crecimiento económico no se altera en relación con los propios resultados de la guerra.

Los capitales azucareros cienfuegueros, especialmente aquellos vinculados al comercio exterior no resultan afectados de forma considerable por la crisis del sistema esclavista, que se ve agudizada por la guerra. Durante los años de 1879 a 1881 y aún en los siguientes, la región cienfueguera gasta millones de pesos en el fomento de sus campos y fábricas. Esto permite que la más moderna tecnología aparezca en no pocos ingenios como el San Lino, Lequeitio, Constancia y Parque Alto entre otros.200

Hacia la década de 1880 se produce en la jurisdicción cienfueguera una reducción en la producción azucarera con respecto a zafras anteriores, provocado por condiciones

199 Carmen Guerra Díaz, Emma S. Morales Rodríguez y Danilo Iglesias: ob. cit., p. 139. 200 Carmen Guerra Díaz e Isabel Jiménez Lastre: ob. cit., p. 60.

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internas y externas que inciden en esta industria en toda la Isla, como la poca actividad de los braceros, que son menos fáciles de dirigir a consecuencia de la cuestión social; fenómenos y cuestiones naturales que influyen directamente en la producción de la sacarosa, como la poca cantidad de agua caída desde enero hasta fines de diciembre de 1879; y problemas de orden económico-social como la abolición de la esclavitud, que trae consigo la necesidad de nuevos tipos de organización de la producción y de fuerza de trabajo.

En 1880, una vez dictada la Ley de la Abolición de la Esclavitud, se declara legislativamente el cese de la misma y se produce un aumento de los hombres libres que constituyen los llamados jornaleros libres.201

En esta década el central Constancia marcha en la vanguardia de la producción, seguido por los centrales Caracas, Hormiguero, Soledad y San Agustín entre otros.

En 1882 el territorio sureño logra una producción de 81 683 bocoyes de azúcar, cifra que sólo es superada, por las zonas azucareras más occidentales y centrales de la Isla como La Habana, Matanzas, Cárdenas y Sagua la Grande.

Como consecuencia del proceso de centralización,202 la estructura agraria también sufre cambios importantes. Las colonias de caña, en ocasiones formadas por tierras de antiguas fábricas abandonados o demolidas, se hacen cada vez más dependientes de los ingenios-centrales,203 producto de la necesidad de estos de disponer de materia prima, a la vez que generan diferentes relaciones jurídicas. De allí que hacia 1884 la cifra de colonias en la región se relacione con las de los ingenios existentes, como se muestra a continuación. Distribución de ingenios y tierras cienfuegueras en 1884.204

ESTANC. Y INGENIOS COLONIAS POTREROS HAC. SITIOS 79 66 532 31 1 022

201 Julio Le Riverend: ob. cit., p. 483. 202 O. Zanetti plantea que la centralización, es en esencia el resultado de una gran transformación que se inicia en la década de 1880 y se extiende aproximadamente hasta la década de 1820. Oscar Zanetti Lecuona: ob. cit., p. 15. 203 El término ingenio-central se emplea para la época de transición de la transformación de los ingenios en centrales. 204 Carmen Guerra Díaz: ob. cit., p. 139.

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En este mismo año el partido judicial de Cienfuegos muestra los siguientes resultados.

Estadísticas de la industria azucarera cienfueguera en 1884.205

ESTANC. Y TÉRMINO MUNICIPAL INGENIOS COLONIAS POTREROS HAC. SITIOS Cienfuegos 20 5 248 20 599 Abreus 4 11 7 2 12 Cruces 10 3 11 - 31 Sta. Isabel de las Lajas 11 22 85 - 130 Camarones 16 3 48 - - Palmira 9 3 5 - 25 Rodas 5 10 30 9 120 Cartagena 4 9 98 - 105

Totales 79 66 532 31 1022

Una de las nueve fábricas pertenecientes al término municipal de Palmira lo constituye el central Andreíta, fundado en ese mismo año por el acaudalado Laureano Falla Gutiérrez, el cual le realiza importantes innovaciones tecnológicas en esta década. Otro tanto sucede con Soledad, que a partir de 1884 es administrado por Don Santiago Stuart Murray, quien moderniza su tecnología, compra otras colonias e introduce la mano de obra china, convirtiendo al central en un pronunciado escenario de esclavitud y sentimientos anticubanos e imperialistas.206

Otros datos estadísticos sobre el ayuntamiento cabecera luego de tres años, reflejan que los potreros y las colonias de producción azucarera aumentan, mientras que las haciendas se mantienen en la misma cifra y los ingenios disminuyen un 30% como se muestra a continuación.

205 Carmen Guerra Díaz, Emma S. Morales Rodríguez y Danilo Iglesias: ob. cit., 140. 206 Ivis Suárez González, María de los Ángeles Caballero, Alain Martínez Menéndez y René Hernández Argumedo: ob. cit., p. 75.

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Término municipal de Cienfuegos en 1887.207

FINCAS INGENIOS COLONIAS POTREROS HACIENDAS

927 14 10 254 20

Los nombres de estos 14 ingenios son: Caridad, Amparo, San Esteban. San Antonio, Regla, Cantabria, Rosario, Santa Rosalía, Soledad, Celedonia, Conchita, Santa Teresa, Juraguá y Donantilla.208

En esta década, concluida la guerra y planteada la abolición de la esclavitud, las exportaciones cienfuegueras continúan su actividad comercial vinculada a la industria azucarera. En 1885 se exportan 148 buques con 75 925 toneladas de azúcar, 74 092 bocoyes y 101 933 sacos, mientras que solamente se exportan 9 977 bocoyes de miel.209 Al año siguiente, la región sureña produce un total de 198 477 sacos de azúcar y 23 097 bocoyes, de los que se exportan 132 544 y 14 057 respectivamente.210 Para 1887 el proceso de concentración y centralización en la jurisdicción cienfueguera se consolida, dando como resultado un total de 60 ingenios, los cuales alcanzan una zafra de 90 000 toneladas, de las que se exportan las cifras siguientes, para mantener una actividad comercial estable.211

207 Carmen Guerra Díaz, Emma S. Morales Rodríguez y Danilo Iglesias: ob. cit., 141. 208 Carmen Guerra Díaz, Emma S. Morales Rodríguez y Danilo Iglesias: ob. cit., 163. 209 Enrique Edo: ob. cit., p. 627. 210 Carmen Guerra Díaz, Emma S. Morales Rodríguez y Danilo Iglesias: ob. cit., 145. 211 Enrique Edo: ob. cit., p. 664.

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Exportación de azúcar y mieles en 1887.212

AZÚCAR MIELES

BOCOYES SACOS BOCOYES 31 494 353 177 8 489

El establecimiento de 13 centrales azucareros entre 1884 y 1891 con las más modernas tecnologías de esta época, constituye un ejemplo elocuente de los ingenios que logran adquirir fábricas más eficientes en Cienfuegos, entre los que se distinguen: Constancia, Soledad, San Lino, San Agustín, Lequeitio, Caracas, Hormiguero, Parque Alto y Cieneguita, todos con capacidad de elaboración superior a los 40 000 sacos por zafra ( ver Anexo 23).213 Alrededor de estos se fomentan también nuevos núcleos poblacionales que transforman el territorio sureño y se instalan vías estrechas en diversos centrales para facilitar el transporte entre las colonias y el central, como es el caso de las existentes en Manuelita, Dos Hermanos, San Francisco, San Lino, Parque Alto, Hormiguero, San Agustín y Lequeitio.

Durante la centralización de la industria azucarera, es común en Cienfuegos la conservación de las instalaciones del batey, a las que se le agregan algunas otras de menor significación, siendo en la casa de máquinas donde se advierten los cambios más sustanciales.214

En este proceso de desarrollo tecnológico no pueden subestimarse los medios de comunicación en la región. El ferrocarril es el medio priorizado tal y como lo demuestra el proyecto "Camino de Hierro” entre Cienfuegos y Santa Clara (1847-1884).

Durante esta década continúan las transformaciones, tal es así que en 1889 se ponderan los éxitos obtenidos con la generalización de las desmenuzadoras o

212 Carmen Guerra Díaz, Emma S. Morales Rodríguez y Danilo Iglesias: ob. cit., 145. 213 Julio Le Riverend: ob. cit., p. 497. 214 Según C. Venegas la aplicación de maquinarias importadas cada vez más complejas desde la máquina de vapor hasta la centrífuga en la década de 1860 crearon un violento contraste entre la infraestructura y sus contenedores, resuelto en una progresiva fusión de las distintas casas bajo una sola unidad, las casas de máquina, preludio de los centrales azucareros que terminaron por sustituir a los ingenios esclavistas. Carlos Venegas Fornias: “Arquitectura y urbanización en el ingenio azucarero”, Arquitectura y urbanismo, (2): 10-15, Revista Científica del Instituto Politécnico José A. Echeverría, La Habana, 1987, p. 12.

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desfibradoras, que preparaban la caña antes de molerla y contribuyen al aumento de rendimientos en cuanto a la extracción de guarapo.

A inicios de 1890 la jurisdicción cienfueguera cuenta con 13 de los centrales más importantes de Cuba, entre los que se destaca el gran Constancia, considerado “el mayor y más importante de todos los existentes en la Isla”,215 que llega a lograr una capacidad de molienda de 64 000 arrobas de caña cada 24 horas, con una extracción del molino del 68% en la primera presión, y produce 145 161 sacos de 310 libras en una zafra.216 Este gran ingenio-central en la década de 1880 mantiene un nivel de producción tan elevado,217 que se convierte en el más importante de Cuba en 1888 por su zafra de aproximadamente 20 000 bocoyes de azúcar centrífuga en ese año,218 y en el más grande del mundo por las zafras que se muestran en la siguiente tabla.219

Producción del ingenio-central Constancia en la década de 1880.

ZAFRA AÑOS (bocoyes) 1886 16 032 1888 20 000 1889 21 000 1890 27 317

En 1890 este gran central produce la mayor zafra del mundo por unidad productora.220

A continuación se muestran las grandes producciones alcanzadas por este importante centro azucarero:

215 Enrique Edo: ob. cit., p. 663. 216 Fe Iglesias García: ob. cit., p. 100. 217 En esta década rompe el récord mundial de producción. http://www.azurina.cult.cu/patinmueble/resclavo/constancia.htm 218 Carmen Guerra Díaz ob. cit., p. 137. 219 Irán Millán Cuétara y Orlando García Martínez: ob. cit., p. 135. 220 Fe Iglesias García: ob. cit., p. 100.

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Producción de azúcar del ingenio-central Constancia de 1859-1894.221

ZAFRA ÍNDICE AÑOS (@) (%) 1859-1860 22 900 100.0 1869-1890 1 463 360 1 134.4 1892-1893 1 390 000 1 310.1 1893-1894 1 820 000 1 411.0

Este alto productor de azúcar no es el único que logra grandes zafras, el ingenio-central Hormiguero,222 también renovado, logra aumentar su producción como se muestra a continuación, donde se evidencia que hasta 1890 produce cinco veces más que en 1860 y diez más que en 1878; en 1894 produce 15 veces más que en 1860 y 28,5 más que en 1878.

Producción de azúcar del ingenio-central Hormiguero desde 1860 hasta 1894.223

ZAFRA ÍNDICE AÑOS (@) (%) 1860 78 000 100.0 1878 42 000 53.8 1887-1888 2 049 641 100 1888-1889 2 179 187 106 1889-1890 4 361 819 212 1890 454 585 582.8 1894 1 200 000 1 538.5

La siguiente tabla refleja la producción y el rendimiento industrial de este central durante los años de 1887 a 1890.

221 Ídem. 222 El ingenio Hormiguero en 1880 alcanza una producción de 839 bocoyes de azúcar y para 1889 logra unos 20 000 sacos. Ivis Suárez González, María de los Ángeles Caballero, Alain Martínez Menéndez y René Hernández Argumedo: ob. cit., p. 2. 223 Fe Iglesias García: ob. cit., p. 101.

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Producción y rendimiento industrial del central Hormiguero.224

RENDIMIENTO INDUSTRIAL PRODUCCIÓN (PORCENTAJE DE ARROBAS) AÑOS Azúcar de Índice Azúcar de Índice Azúcar de guarapo Azúcar de miel Total guarapo (@) (%) miel (@) (%) (x 100@ de caña) (x 100@ de caña) (%)

1887-1888 196 751.8 100 100 100 9.50 1.12 10.71 1888-1889 208 725.1 106 106 134 9.55 1.42 10.97 1889-1890 406 120.0 206 206 209 9.31 1.11 10.42

Por su parte el central Manuelita entre 1880 y 1890 produce 59 000 sacos de azúcar.225

El 24 de febrero de 1895 con el inicio de la Guerra del ‘95, la situación productiva de Cienfuegos cambia notablemente. El accionar del ejército mambí y el paso por el territorio de la columna invasora encabezada por Gómez y Maceo, determinan el gran declinar de la producción azucarera. En mayor o menor medida, todos los centrales e ingenios cienfuegueros son fortificados y dotados de destacamentos armados. Pero sólo los de mayor poder financiero pueden construir torreones y fuertes de materiales duraderos y apropiados para resistir el hostigamiento constante de los soldados del Ejército Libertador cubano.

En esta década se le introducen modernas maquinarias al central San Francisco, como dos hornos y una máquina de moler fabricada en Francia en 1890 de marca Cie. de Fives-Lille.226

Hacia finales de esta década la región cienfueguera mantiene una fuerte actividad portuaria, en 1899 se exportan 483 064 sacos de azúcar.

2.3 Primera mitad del siglo XX. La República neocolonial. El período comprendido entre 1902 y 1917 constituye una etapa de reconstrucción y expansión azucarera en la región cienfueguera, basada en la penetración del capital procedente de los Estados Unidos.

224 Fe Iglesias García: ob. cit., p. 101. 225 http://www.azurina.cult.cu/patinmueble/resclavo/manuelita.htm 226 Ivis Suárez González, María de los Ángeles Caballero, Alain Martínez Menéndez y René Hernández Argumedo: ob. cit., p. 51.

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Al instaurarse la República se construyen nuevos centrales con modernas armazones de hierro y cubiertas de planchas de zinc. El Perseverancia fundado en 1905 y el Covadonga en 1906 son muestra de ello. Ambos son ejemplos de fábricas que nacen bajo el impulso inversionista encabezado por el capital financiero norteamericano, aunque en el caso del primero su fundador es español, Miguel Díaz.

Por su parte otras fábricas existentes desde el siglo anterior reciben transformaciones tecnológicas significativas como es el caso de San Francisco, al cual en 1904 se le sustituye la máquina de moler francesa instalada en 1890 por una inglesa más moderna, además se le agregan dos tachos y un juego de centrífugas; para 1910 se le adicionan una desmenuzadora, un cuádruple, un horno grande, se monta un tacho belga y una bomba de vacío grande.227

Hacia 1905 la región cuenta con 20 centrales azucareros (ver Anexo 24) los cuales alcanzan las siguientes cifras.

Resultados de la zafra (en porciento) de la región cienfueguera en 1905.228

CENTRALES QUE MUELEN CAÑA MOLIDA PRODUCCIÓN DE AZÚCAR

TONELADAS TONELADAS CANTIDAD % DE LA ISLA % DE LA ISLA % DE LA ISLA MÉTRICAS MÉTRICAS 20 12.2 2 261 993 17.4 232 170 18.3

Entre 1905 y 1915 se produce el auge del ferrocarril industrial azucarero que nace entre 1879 y 1880 y llega a disponer de más de 1 000 kilómetros de línea férrea y alrededor de 145 locomotoras de vapor. Este medio de transporte une a la compleja y dispersa infraestructura de las plantaciones, ingenios y bateyes.229

En este período la región cienfueguera obtiene los siguientes resultados.

227 Ivis Suárez González, María de los Ángeles Caballero, Alain Martínez Menéndez y René Hernández Argumedo: ob. cit., p. 51. 228 René J. Castellanos Romeo: Evolución histórica de la distribución territorial de la producción azucarera, Instituto de Planificación Física, Dto. De Investigaciones, La Habana, noviembre-2001, t. I, pp. 7-8. 229 Irán Millán Cuétara: “Preservación del paisaje cultural agroindustrial de las plantaciones azucareras de Cienfuegos, Cuba”, presentado en XXVI Symposium Internacional de Conservación del Patrimonio Monumental, Monterrey, México, noviembre 15-18, 2006, diapositiva 25 (Power Point).

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Zafras cienfuegueras de 1905 a 1915.230

CANT. DE PRODUCCIÓN DE RENDIMIENTO AÑO CAÑA MOLIDA (TM) FÁBRICAS AZÚCAR (TM) INDUSTRIAL (%) 1905 20 2 261 993 229 927 10.16 1910 22 2 336 629 266 368 11.40 1915 20 3 226 307 364 511 11.30

En Cruces los obreros de la industria azucarera desarrollan desde los primeros años de la república burguesa una intensa actividad obrera, tanto así que logran paralizar la producción en varios centrales, incluyendo en dos ocasiones el Caracas, que por esa época era el mayor del mundo.231

En estos años el sector azucarero sufre el asalto de la oligarquía financiera norteamericana, aunque ya en 1882 es en Cienfuegos donde se inicia la penetración directa del capital yanqui en Cuba con la adquisición del ingenio Soledad por el estadounidense Edwin Farnsworth Atkins232 y en 1894 el central Constancia pasa a ser propiedad de la “Constancia Sugar Company”.233 Entre los años 1913 y 1914, Cienfuegos cuenta con tres de las 47 unidades azucareras cubanas en manos norteamericanas. Entre 1914 y 1924 se suman al poder yanqui los centrales Perse- verancia,234 Caracas y Juraguá,235 mientras que Portugalete236 pasa a manos canadienses.

230 René J. Castellanos Romeo: Evolución histórica de la distribución territorial de la producción azucarera, Instituto de Planificación Física, Dto. De Investigaciones, La Habana, noviembre-2001, t. II, anexos referidos a la provincia de Cienfuegos, tablas de producciones. 231 Olga Hernández y otros: ob. cit., p. 16. 232 En la década de 1870, con la introducción de las reformas tecnológicas, la familia Sarría queda endeudada con la razón comercial de Torriente y Hermano, encargada de las transacciones financieras de los hacendados locales a través de préstamos y créditos. A través de un proceso hipotecario se realiza el traspaso del ingenio Soledad a Edwin. F. Atkins en 1882, siendo el primer empresario norteamericano que invirtió en la industria azucarera de la Isla. Atkins convirtió al ingenio en central y lo hizo un emporio azucarero, luego en 1933 se creó la "Soledad Sugar Company" con una extensión de 381 caballerías. http://www.azurina.cult.cu/patinmueble/resclavo/soledad.htm 233 Durante el siglo XX la compañía “Constancia Sugar Company” junto a otras como “Rancho Veloz y Damují Sugar Company”, hace zafras record en 1937, donde se logra la mayor molienda del central (235 152 arrobas) bajo la administración de R. Hechemendía y en los años 1947 y 1952. En 1950 pasa a manos de los hermanos Rivas. http://www.azurina.cult.cu/patinmueble/resclavo/constancia.htm 234 Este central tiene la característica de que aunque su fundación se realizó en 1905 por el español Miguel Días no fue su etapa de completa explotación hasta la llegada del impulso capitalista norteamericano a partir del 1918, fecha en que pasó a la propiedad de la "Sugar Cuba Cane" conjuntamente con Lobo y Escagedo. Ivis Suárez González, María de los Ángeles Caballero, Alain Martínez Menéndez y René Hernández Argumedo: ob. cit., p. 40 235 En 1920 la Sociedad Anónima Santa Clara Sugar Company con oficinas en New Cork compra el central Juraguá. http://www.azurina.cult.cu/patinmueble/resclavo/juraguá.htm

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En las dos primeras décadas de este siglo 22 centrales constituyen la zona azucarera de Cienfuegos, entre los que se encuentran: Hormiguero, Parque Alto, Constancia, San Agustín, Perseverancia, Caracas, Lequeitio, San Lino, Cieneguita, Juraguá, Dos Hermanos, Andreíta, San Francisco, Carolina y Soledad, que en estos años producen alrededor de 200 000 sacos. Estas fábricas dan vida a extensas comarcas y pueblos florecientes como Palmira, Cruces, Lajas, Rodas, Cumanayagua y Abreus; y otros poblados más pequeños como Ariza, Congojas, y Real Campiña.237 De estos centrales, cinco resultan demolidos posteriormente producto de las consecuencias que provocan las crisis de 1920-1921 y de 1929-1933, las cuales paralizan las producciones en varias ocasiones.238

Estas industrias productoras de azúcar continúan exportando sus productos por el puerto de Cienfuegos. En este período se amplía la infraestructura portuaria determinada por el comercio y la actividad azucarera. En estos años existen una serie de almacenes de azúcar y de mercancías en general que tienen sus propios muelles en los que atracaban los barcos mercantes. Hacia finales de la década de 1910 la región cienfueguera mantiene una ininterrumpida actividad portuaria, tal es así que en 1918 se exportan 2 688 754 sacos de azúcar.

En esta misma década resultan demolidas tres fábricas de azúcar al no poder sobrevivir el traspaso de las propiedades azucareras. En 1910 hace su última zafra el central Indio, el cual es absorbido por el central Perseverancia, hacia 1914 deja de moler el Carolina y cuatro años más tarde en 1918 desaparece Santísima Trinidad, que había sido fundado en 1879 por el Sr. Laureano Falla Gutiérrez.239

En la década de 1920, las mayores fábricas de azúcar del mundo se encuentran en Cuba, donde se concentran además, los más destacados avances tanto de la tecnología mecánica como de la química azucarera. La dimensión de estos centros azucareros no se acota solamente a las instalaciones productivas sino a todo el

236 El central Portugalete en 1923 cae en la ruina y es vendido a la Royal Bank of Canadá, que lo administra hasta 1927, fecha en que pasa a manos de Azucarera luzarraga S.A. hasta 1861. Información tomada del Museo del actual CAI Elpidio Gómez. 237 L. Rousseau y Pablo Díaz de Villegas: ob. cit., p. 18. 238 Violeta Rovira González y María E. Olite Montesbravo: “Cienfuegos durante la República neocolonial. Aspectos económicos y sociales (1902-1935)”, en revista Islas, (91): 77-86, Universidad Central de Las Villas, Santa Clara, sept.-dic., 1988, p. 78. 239 René J. Castellanos Romeo: Evolución histórica de la distribución territorial de la producción azucarera, Instituto de Planificación Física, Dto. De Investigaciones, La Habana, noviembre-2001, t. I, p. 19.

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complejo desarrollado en torno a esta como ferrocarriles, talleres, almacenes e instalaciones portuarias.240

En este sentido la región sureña mantiene una situación privilegiada ya que constantemente se le realizan innovaciones y transformaciones a las fábricas por parte de sus propietarios en aras de convertirlos en modernas industrias. A pesar de que el territorio sureño cuenta con los mayores avances de la tecnología azucarera de esta época, la agricultura cañera continúa siendo relativamente atrasada y de débil tecnificación. Por un conjunto de factores económicos se trata de aprovechar al máximo las condiciones naturales para mantener un cultivo de retoño como la caña el mayor tiempo posible sin necesidad de nuevas siembras y así explotar la plantación cañera al menor costo. En este sentido se demuestra que la industria azucarera era incapaz de proporcionar un auge económico ni aún existiendo una coyuntura internacional favorable del mercado, debido a la dependencia norteamericana.

Tanto la agricultura como la industria se desarrollan con limitaciones evidentes de fuerza de trabajo que encarecen la mano de obra; sin embargo, mientras en la agricultura las fórmulas adoptadas para el ahorro de trabajo en buena medida entronizan el atraso técnico, en la industria favorecen la modernización.241

En 1921, específicamente el 9 de abril se funda el poblado de Aguada, cerca del central Perseverancia.242

En esta década desaparecen siete fábricas más. El central Constancia absorbe en 1921 a Juraguá y en 1929 a Cieneguita, por su parte, San Lino y Lequeitio en 1922 y Dos Hermanos en 1929 son absorbidos por Manuelita.243 En 1924 el ingenio María Victoria244 deja de moler y en 1925 es comprado por la Cuban Sugar Cane Company y resulta desmontado y trasladado para Camagüey donde es instalado posteriormente.245

240 Oscar Zanetti Lecuona: ob. cit., pp. 15-16. 241 Oscar Zanetti Lecuona: ob. cit., p. 17. 242 Se constata que el poblado de Aguada surge en la comarca de Nuestra Señora de Belén donde existía un pozo de agua cristalina, cuyo caudal era inagotable y saciaba la sed de los viajeros que pasaban por el lugar y donde Don Gervasio Tío estableció una fonda o posada. Olga Hernández y otros: ob. cit., p. 154. 243 René J. Castellanos Romeo: Evolución histórica de la distribución territorial de la producción azucarera, Instituto de Planificación Física, Dto. De Investigaciones, La Habana, noviembre-2001, t. I, p. 19. 244 Este central también es conocido como Aguada. 245 http://www.azurina.cult.cu//patinmueble/resclavo/mvictoria.htm

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Como consecuencia de la crisis que comienza a manifestarse en toda la Isla a partir de 1926 y que devino permanente, se producen repercusiones en la región cienfueguera y entre ellas se encuentra la reducción de la duración de las zafras y de las reparaciones de las industrias azucareras.

Para 1926 pertenece oficialmente a propietarios norteamericanos el central San Agustín, y como propiedad cubano-yanqui se encuentran Hormiguero y Parque Alto.

En esta década la región cienfueguera obtiene los siguientes resultados.

Zafras cienfuegueras de 1920 y 1925.246

CANT. DE PRODUCCIÓN DE RENDIMIENTO AÑO CAÑA MOLIDA (TM) FÁBRICAS AZÚCAR (TM) INDUSTRIAL (%) 1920 19 2 644 475 304 064 11.50 1925 16 3 274 219 348 870 10.68

En 1930 el central Dos Hermanas deja de producir y es desmantelado, por lo que el número de fábricas de azúcar de la región se reduce a 13, los cuales alcanzan las siguientes cifras.

Resultados de la zafra (en porciento) de la región cienfueguera en 1930.247

CENTRALES QUE MUELEN CAÑA MOLIDA PRODUCCIÓN DE AZÚCAR

TONELADAS TONELADAS CANTIDAD % DE LA ISLA % DE LA ISLA % DE LA ISLA MÉTRICAS MÉTRICAS 13 8.3 2 097 258 5.3 250 964 5.5

Para inicios de esta década los monopolios norteamericanos poseen siete de los trece centrales en activo en la región, siendo significativo señalar que ninguno fue construido por ellos.248

246 René J. Castellanos Romeo: Evolución histórica de la distribución territorial de la producción azucarera, Instituto de Planificación Física, Dto. De Investigaciones, La Habana, noviembre-2001, t. II, anexos referidos a la provincia de Cienfuegos, tablas de producciones. 247 René J. Castellanos Romeo: Evolución histórica de la distribución territorial de la producción azucarera, Instituto de Planificación Física, Dto. De Investigaciones, La Habana, noviembre-2001, t. I, pp. 7-8. 248 Violeta Rovira González y María E. Olite Montesbravo: ob. cit., pp. 78-79.

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Hacia 1935 el azúcar continúa siendo el principal producto de producción y exportación de la región cienfueguera, del cual depende la economía de este territorio y su principal mercado es el norteamericano.

En la tabla siguiente se observan los resultados obtenidos por el territorio sureño en las décadas de 1930 y 1940.

Zafras cienfuegueras desde 1930 hasta 1950.249

CANT. DE PRODUCCIÓN DE RENDIMIENTO AÑO CAÑA MOLIDA (TM) FÁBRICAS AZÚCAR (TM) INDUSTRIAL (%) 1930 13 2 097 258 250 964 11.97 1935 12 1 288 660 152 364 12.01 1940 12 1 512 695 180 593 11.94 1945 12 1 650 200 220 222 13.35 1950 12 2 808 301 324 071 12.42

En 1940 la región cienfueguera cuenta con un total de 12 centrales (ver Anexo 25). A partir de este mismo año se realizan importantes inversiones en dichas instalaciones alcanzándose en años posteriores las mayores moliendas, llegando a representar el 8 % de la producción nacional y constituyendo esta industria la fuente de riquezas y trabajo fundamental de la localidad cienfueguera. Con estas condiciones comienza a asentarse de forma espontánea la población en las zonas cercanas a las fábricas de azúcar. Los bateyes de los centrales constituyen los asentamientos fundamentales. En el año 1940 el central San Francisco absorbe el 20% de la población rural.

249 René J. Castellanos Romeo: Evolución histórica de la distribución territorial de la producción azucarera, Instituto de Planificación Física, Dto. De Investigaciones, La Habana, noviembre-2001, t. II, anexos referidos a la provincia de Cienfuegos, tablas de producciones.

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A continuación se muestra la serie histórica de producción, rendimiento industrial y caña molida de cada uno de los centrales de la región cienfueguera en la primera mitad del

siglo XX. Producción de azúcar en toneladas métricas (TM).250

CENTRALES 1905 1910 1915 1920 1925 1930 1935 1940 1945 1950

Andreíta 19 442 21 431 26 510 22 551 29 958 18 838 9 770 13 501 19 732 25 869 Caracas 28 974 25 234 29 881 26 825 22 211 26 767 15 654 19 551 25 198 38 627 Constancia 12 259 17 791 29 153 18 572 28 433 24 891 9 883 16 370 16 804 37 467 Covadonga 7 308 13 754 23 113 24 346 25 789 23 019 18 198 20 787 18 233 23 065 Hormiguero 15 705 21 268 32 809 32 322 42 675 27 669 18 534 19 379 26 480 30 852 Manuelita 8 905 11 878 15 985 10 229 16 056 15 444 14 053 19 026 17 484 27 920 Parque Alto 8 671 10 741 11 564 9 112 16 715 17 260 2 457 7 327 10 973 13 976 Perseverancia 14 874 17 353 28 715 19 972 27 196 30 042 18 358 20 162 21 791 40 917 Portugalete 9 723 12169 16641 12432 18355 19586 10758 10419 11558 15699 San Agustín 13 961 13534 20832 17450 27608 19769 14533 13027 25990 31009 San Francisco 8 308 8122 12400 14886 16012 9758 7158 8088 10241 11682 Soledad 12 667 13798 18844 16105 18183 20647 13008 12957 15736 26988 María Victoria 5 532 6094 13527 16520 15382 Carolina 1 608 2599 Cieneguita 10 615 12065 13507 7823 11216 Damují (Ferrer) 17242 Dos Hermanas 11 916 11686 5097 12831 15135 5275 Dos Hermanos 6 397 6872 14446 3055 Indio 1239 Juraguá 9 421 9944 8242 5463 Lequeitio 9 628 12100 24144 14732 San Lino 7 027 7430 9604 20838 Santísima Trinidad 6 988 9265 9498 Total 229 927 266 368 364 511 304 064 348 870 250 964 152 364 180 593 220 222 324 071

250 René J. Castellanos Romeo: Evolución histórica de la distribución territorial de la producción azucarera, Instituto de Planificación Física, Dto. De Investigaciones, La Habana, noviembre-2001, t. II, anexos referidos a la provincia de Cienfuegos, tablas de producciones.

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Caña molida en toneladas métricas (TM).251

CENTRALES 1905 1910 1915 1920 1925 1930 1935 1940 1945 1950

Andreíta 182 254 180 574 252 682 197 582 263 973 160 331 82 516 110 852 155 202 210 790 Caracas 281 543 230 035 265 511 247 292 365 666 221 939 123 549 156 057 190 553 298 092 Constancia 121 970 142 205 236 092 161 321 238 328 196 929 83 048 150 686 137 003 314 490 Covadonga 83 490 123 050 216 200 229 784 235 662 203 649 151 740 173 634 149 381 195 382 Hormiguero 153 570 187 406 318 652 276 727 397 351 230 390 174 350 154 483 128 531 248 843 Manuelita 87 032 101 695 133 474 87 277 143 507 127 582 118 260 161 249 133 242 217 017 Parque Alto 81 650 94 061 111 996 87 195 152 553 157 301 23 364 63 917 98 123 127 620 Perseverancia 133 492 141 887 234 876 159 921 226 880 232 871 140 896 166 728 175 093 320 548 Portugalete 96 600 103 569 153 551 115 030 174 559 100 550 91 220 88 776 89 996 130 388 San Agustín 134 275 121 096 144 041 156 477 238 948 167 226 114 027 104 265 192 635 238 292 San Francisco 81 747 74 793 111 665 130 094 139 881 85 755 64 208 71 579 80 630 95 500 Soledad 118 910 14 098 167 946 133 460 152 954 164 102 101 508 110 469 119 811 211 339 María Victoria 56 085 51 088 101 389 148 713 143 011 Carolina 16 185 24 231 Cieneguita 109 250 111 090 121 014 69 795 104 597 Damují (Ferrer) 159 696 Dos Hermanas 112 003 97 531 50 623 43 359 136 655 48 633 Dos Hermanos 67 797 64 987 129 676 24 549 Indio 13 522 Juraguá 102 005 101 460 80 685 52 072 Lequeitio 96 983 109 250 209 573 135 042 San Lino 69 575 65 272 88 802 188 784 Santísima Trinidad 75 278 83 730 87 860 Total 2 261 993 2 336 629 3 226 307 2 644 475 3 274 219 2 097 258 1 288 660 1 512 695 1 650 200 2 808 301

251 René J. Castellanos Romeo: Evolución histórica de la distribución territorial de la producción azucarera, Instituto de Planificación Física, Dto. De Investigaciones, La Habana, noviembre-2001, t. II, anexos referidos a la provincia de Cienfuegos, tablas de producciones.

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Rendimiento industrial en porciento (%).252

CENTRALES 1905 1910 1915 1920 1925 1930 1935 1940 1945 1950

Andreíta 10.67 11.87 10.49 11.41 11.35 11.75 11.84 12.18 12.71 12.27 Caracas 10.29 10.97 11.25 10.85 6.07 12.06 12.67 12.53 13.22 12.96 Constancia 10.05 12.51 12.35 11.51 11.93 12.64 11.90 10.86 12.27 11.91 Covadonga 8.75 11.18 10.69 10.60 10.94 11.30 11.99 11.97 12.21 11.80 Hormiguero 10.21 11.35 10.30 11.68 10.74 12.01 10.63 12.54 20.60 12.40 Manuelita 10.23 11.68 11.98 11.72 11.19 12.10 11.88 11.80 13.12 12.87 Parque Alto 10.62 11.42 10.33 10.45 10.96 10.97 10.52 11.46 11.18 10.95 Perseverancia 11.14 12.23 12.23 11.24 11.99 12.90 13.03 12.09 12.45 12.76 Portugalete 10.07 11.75 10.84 10.81 10.52 11.52 11.79 11.74 12.84 12.04 San Agustín 10.40 11.18 14.46 11.15 11.55 11.82 12.75 12.49 13.49 13.01 San Francisco 10.16 10.86 11.10 11.44 11.45 11.38 11.15 11.30 12.70 12.23 Soledad 10.65 12.09 11.22 12.07 11.89 12.58 12.81 11.73 13.13 12.77 María Victoria 9.86 11.93 12.14 11.11 10.76 Carolina 9.93 10.73 Cieneguita 9.72 10.86 11.16 11.21 10.72 Damují (Ferrer) 11.24 Dos Hermanas 10.64 11.98 10.07 29.59 11.08 10.85 Dos Hermanos 9.44 10.57 11.14 12.44 Indio 9.17 Juraguá 9.24 9.80 10.21 10.49 Lequeitio 9.39 11.06 11.52 10.91 San Lino 10.10 11.38 10.82 11.04 Santísima Trinidad 9.28 11.06 10.81 Total 10.16 11.40 11.30 11.50 10.66 11.97 12.01 11.94 13.35 12.42

252 René J. Castellanos Romeo: Evolución histórica de la distribución territorial de la producción azucarera, Instituto de Planificación Física, Dto. De Investigaciones, La Habana, noviembre-2001, t. II, anexos referidos a la provincia de Cienfuegos, tablas de producciones.

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El cuadro siguiente resume la cantidad de centrales del territorio cienfueguero en esta mitad de siglo, distribuidos por los municipios de la División Político-Administrativa de 1976.

Ingenios y centrales cienfuegueros existentes en la primera mitad del siglo XX. 253

ÚLTIMA NOMBRE ANTIGUO NOMBRE ACTUAL MUNICIPIO FUNDACIÓN ZAFRA 1. Andreíta Mal Tiempo Cruces 1884 2. Caracas Ciudad Caracas Lajas 1862 3. Constancia Guillermo Moncada Abreus 1839 x* 4. Covadonga Antonio Sánchez Aguada de P. 1906 5. Hormiguero Espartaco Palmira 1839 x 6. Manuelita 14 de Julio Rodas 1835 7. Parque Alto Batalla de Peralejo Rodas 1857 1962 8. Perseverancia Primero de Mayo Aguada de P. 1905 x 9. Portugalete Elpidio Gómez Palmira 1873 10. San Agustín Ramón Balboa Lajas 1868 x 11. San Francisco Marta Abreu Cruces 1839 x 12. Soledad Pepito Tey Cienfuegos 1820 x Segunda mitad 13. Aguada (María Victoria) Aguada de P. del siglo XIX 1925 14. Carolina Cienfuegos 1835 1914 15. Cieneguita Abreus 1837 1928 16. Damují (Ferrer) Palmira 1921-25 1929 17. Dos Hermanas Cruces 1843-46 1930 18. Dos Hermanos Rodas 1839 1929 19. Indio Aguada de P. 1906-10 1910 20. Juraguá Abreus 1847 1921 21. Lequeitio Rodas 1847-54 1922 22. San Lino Rodas 1860-61 1922 23. Santísima Trinidad Lajas 1879 1918

253 René J. Castellanos Romeo: Evolución histórica de la distribución territorial de la producción azucarera, Instituto de Planificación Física, Dto. De Investigaciones, La Habana, noviembre-2001, t. II, anexos referidos a la provincia de Cienfuegos, tablas de producciones.

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Nota: Los cinco centrales marcados en Última Zafra con una X fueron desmantelados a raíz de la Resolución número 77 del Ministerio del Azúcar del 2002, en la cual se dispone la desactivación de 70 complejos agroindustriales en todo el país. Por su parte el central señalado con X* sufre estas mismas consecuencias un poco más recientemente, a pesar de haber sido el mayor y más grande del mundo, así como un gran coloso y productor como se ha mencionado con anterioridad.

1.4 Conclusiones del Capítulo. La historia del azúcar en Cienfuegos, hasta cierto punto relativamente joven; aporta al

proceso histórico nacional dos hechos altamente representativos durante el siglo XIX: el despegue expansionista en la primera mitad y el proceso de concentración y centralización en la segunda.

La región cienfueguera antes de su colonización presenta una escasa e incipiente vida azucarera matizada por la existencia de tres pequeñas y rústicas fábricas. El año 1819, fecha en que se funda la colonia Fernandina de Jagua, se convierte en el punto de partida del posterior crecimiento económico basado en la producción de este grano. En los quince o veinte años que van desde la década de 1830 hasta la de 1850, este territorio logra un desarrollo tan pujante de su industria azucarera como no lo pueden alcanzar otras regiones del país. Desde entonces el azúcar pasa a constituir el principal producto de la agricultura y el producto de mayor exportación en toda la región sureña. La magnitud de esta expansión puede observarse en la evolución de la cantidad y capacidad de los ingenios, primeramente en 1830 el número total de centros azucareros es de 10, hacia 1846 aumenta a 71 y para fines de la década de 1850 la cifra es de 94.

En la segunda mitad del siglo XIX el territorio cienfueguero sufre los efectos inmediatos de la Guerra de los Diez Años (1868-1878), aunque esto no constituye la desestabilización de su economía, como ocurrió en el este villareño y en la parte oriental de la Isla. Producto de las acciones independentista tanto la economía como el comercio de la región se ven levemente afectados mediante la interrupción de vías férreas y la quema y destrucción de ingenios y fincas azucareras. En estos años se produce el llamado proceso de concentración y centralización azucarera que trae consigo profundas transformaciones económico-sociales. En el caso sureño, este

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repercute positivamente en la economía y es el principal promotor de los grandes cambios tecnológicos producidos en esta época donde la tendencia predominante es el desplazamiento de las antiguas manufacturas azucareras (ingenios) por modernos centrales mediante la introducción de de las nuevas técnicas utilizadas en las industrias europeas. Con la creación de estas nuevas fábricas se obtiene mayor cantidad y calidad en la producción, por lo tanto, permiten un mayor volumen del producto en las exportaciones. De esta forma, la jurisdicción de Cienfuegos demuestra su fuerte poderío azucarero y las posibilidades con que cuenta para enfrentar todas las transformaciones que la industria azucarera exige en estos años. En esta mitad de siglo la cantidad de fábricas de azúcar se manifiesta de la siguiente forma: en 1860 el total de ingenios es de 94, un año más tarde alcanza los 102, para 1878 producto de la guerra se reducen a 77, en 1884 aumentan a 79 y para la década 1890 producto de la concentración y centralización se establecen unos 19 centrales.

En la primera mitad del siglo XX, la economía cienfueguera evidencia todos los rasgos y problemas que afectan en general a la república mediatizada neocolonial, como el amplio comercio de importación y escaso desarrollo industrial y la dependencia de un único producto, el azúcar, que se exporta casi exclusivamente a los Estados Unidos, así como el gran asalto de la oligarquía financiera norteamericana que para la década de 1830 poseen el 53.9 % de las fábricas. En todo este período se continúan realizando profundas transformaciones a la industria azucarera, la cual en los primeros diez años de este siglo cuenta con un total de 21 centrales, cifra que se va reduciendo con el tiempo debido a que varios de estos no sobreviven el traspaso de las propiedades azucareras, así como las consecuencias provocadas por las crisis de 1920-1921 y de 1929-1933. Hacia 1940 la región cienfueguera cuenta solamente con 12 centros productores de azúcar, los cuales se mantienen durante la década de 1950.

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CAPÍTULO III: INVENTARIO FOTOGRÁFICO Y CARACTERIZACIÓN DEL URBANISMO Y LA ARQUITECTURA EN BATEYES AZUCAREROS DE LA PROVINCIA DE CIENFUEGOS. En el presente capítulo contiene el inventario fotográfico y caracterización de los principales y más significativos exponentes del urbanismo y la arquitectura de los asentamientos vinculados a la industria azucarera en Cienfuegos. Para ello se aplica de forma parcial la metodología diseñada por E. Pereira,254 que tiene como base los principios y aspectos considerados en el primer capítulo.

3.1 Definición del objeto de estudio. Para el presente trabajo se define como escenario de estudio a los bateyes azucareros

que se desarrollaron junto a las fábricas de azúcar fundadas en el siglo XIX y que se mantuvieron produciendo hasta el proceso de reestructuración de la Industria Azucarera

Cubana por parte del MINAZ a inicios del siglo XXI (ver Anexo 26).255

La investigación se realizará a nivel de la provincia de Cienfuegos, la cual presenta un universo de nueve asentamientos de esta categoría. De estos, cinco se fomentan antes de 1840, fundamentalmente hacia finales de la década de 1830, tres entre 1860 y 1880 y uno hacia mediados de esta última década.256 Debido a que todos los casos serán estudiados, la muestra de estudio es igual al 100 % de la población.

Por su origen y desarrollo, estos asentamientos presentan una evolución a través de

tres períodos fundamentalmente. El primero se extiende durante todo el siglo XIX y se corresponde con la etapa colonial, donde coexisten los pequeños y atrasados trapiches de tracción animal para la producción de azúcar y predomina el ingenio azucarero que emplea el vapor y demanda más áreas de cultivo para satisfacer sus volúmenes de producción. En este caso resultan notorios además, los grandes cambios y acontecimientos de importancia en la industria azucarera de la Isla, como los referidos a la vinculación del ferrocarril a la producción de azúcar, las grandes transformaciones

254 Ernesto Pereira Gómez: “El urbanismo y la arquitectura de los asentamientos vinculados a la industria azucarera en la Provincia de Villa Clara”, tesis presentada en opción al Grado Científico de Doctor en Ciencias, Universidad Central de Las Villas, Santa Clara, 2006. 255 En lo adelante todas las generalizaciones en cuanto a los bateyes azucareros de la provincia de Cienfuegos serán referidas solo a los asentamientos objeto de estudio. En dicho territorio después del triunfo revolucionario de 1959 fueron 12 los centrales que se mantuvieron moliendo, de estos solo 3 no constituyen objetivo para este trabajo, el Batalla de Perplejo (a. Parque Alto) que dejó de moler en 1962 y los centrales Antonio Sánchez (a. Perseverancia) y Primero de Mayo (a. Covadonga) que fueron fundados en 1905 y 1906 respectivamente. Además existe el caso del central 5 de Septiembre que fue construido por la Revolución en 1981. 256 Véase el capítulo precedente donde se reflejan las fundaciones de todas estas fábricas. 84 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

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tecnológicas que convierten al ingenio en central, la crisis manifestada por el sistema de plantación esclavista y las guerras independentistas.257 El segundo, es la etapa republicana de 1900 a 1958, donde los modernos centrales azucareros producen la sacarosa a partir de sociedades anónimas de capitales cubanos, españoles y norteamericanos fundamentalmente. En este, se generaliza el sistema de colonias cañeras agrícolas como forma de organización en el suministro de caña a estas unidades de producción y el trabajo asalariado como principal fuerza laboral en la producción azucarera. El último período lo constituye la época revolucionaria desde 1959 y hasta nuestros días, en el cual se nacionaliza el sector pasando al Estado todo lo referido a la producción azucarera y sus derivados, bajo los principios de una economía socialista.258

A partir de las particularidades socio-económicas que mostró cada uno de estos períodos y la respuesta que manifestó para cada momento el complejo azucarero, se ha decidido abordar el estudio del urbanismo de estos asentamientos para las tres etapas de su desarrollo, ya que los mismos constituyen una entidad única derivada de su dinámica evolutiva. En este sentido se analizará la tipología general basada en variables como el trazado vial, la estructura y trama urbana, así como los elementos más significativos de configuración urbana en la imagen e identidad del batey.

Por su parte la arquitectura será abordada solamente en las dos primeras etapas, momentos en que se construyen los más importantes y representativos exponentes del repertorio edificado que le aportan mayor identidad al batey azucarero, ya sea por su antigüedad, relevancia artística o significación en la imagen de estas comunidades. En este caso la caracterización solo se aplicará a temas arquitectónicos del complejo azucarero tales como: algunas edificaciones e instalaciones productivas, el domestico, el religioso, el defensivo y el comercial-social. Se excluye la arquitectura de la industria y sus anexos por poseer altos niveles de transformación, por la falta de documentación de archivo que permita asumir su evolución sistemática y porque en muchos casos ya han desaparecido por el propio proceso de desmantelación de la industria. Se tendrán en cuenta algunas edificaciones o conjuntos que por su singularidad puedan tener alguna significación patrimonial, tales como: almacenes y departamento administrativo.

257 Véase el capítulo precedente donde se detalla cada uno de estos acontecimientos en la región cienfueguera. 258 Ernesto Pereira Gómez: ob. cit., pp. 61-62. 85 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

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La caracterización del repertorio edificado se realizará de forma general y las variables en cuenta serán: la tipología, altimetría estilística, materiales y técnicas constructivas.259 En este sentido las edificaciones a estudiar deben presentar la menor cantidad de transformaciones posible que permitan la lectura sobre sus características originales y no afecten su integridad.

Los esquemas elaborados para mostrar la estructura y la trama urbana se unificarán a partir de las escalas 1: 25 000 y 1: 5 000 respectivamente y se presentarán al final del segundo epígrafe referido a las características generales del urbanismo en los bateyes objeto de estudio.

Por su parte, los resultados gráficos a base de planos y fotografías referidos a las estructuras urbanas y los exponentes de mayor significación y representatividad de la arquitectura en los bateyes objeto de estudio se presentarán en un epígrafe al final del capítulo y se organizarán por variables.

La información gráfica consistirá en el inventario fotográfico de los exponentes más representativos de cada grupo tipológico, previamente referenciada en la caracterización. Debido a que el inventario se realizará mediante fotografías, se hace innecesario el levantamiento de plantas y elevaciones de los ejemplos. Todos aquellos detalles importantes de carpintería o materiales utilizados en casos puntuales serán incluidos también y se excluirá aquella información que no resulte significativa, principalmente relacionada con las fachadas laterales de algún exponente.

3.2 Características generales del urbanismo en el batey azucarero cienfueguero. Los bateyes azucareros cienfuegueros desde el punto de vista urbano se caracterizan por ser de pequeño tamaño, condición que se debe fundamentalmente al tardío origen de la actividad azucarera en el territorio de la actual provincia hacia medidos del siglo

XIX. En aquellos años, el azúcar era producida en los ingenios, los cuales presentaban tamaños medianos y pequeños con relación a las zonas de mayor desarrollo azucarero

259 La tipología incluye el número de niveles y tamaño en algunos casos que lo ameriten, así como la forma planimétrica, sin necesidad de realizar levantamientos. Por su parte la altimetría estilística incluye forma y elementos componentes en todos los casos, características estilísticas para el tema de la vivienda y algunos edificios que incorporaron la decoración como expresión simbólica de estatus de poder. En el caso de los materiales y técnicas constructivas se incluyen los materiales de construcción y las tipologías estructurales para sistemas portantes y de entrepisos y cubiertas. 86 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

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como Habana-Matanzas, pero sin embargo marchaban en la vanguardia en cuanto a la introducción de avances tecnológicos.260

Durante la mayor parte del siglo XIX, Cienfuegos se caracterizó por presentar una alta cantidad de fábricas de azúcar existentes, aunque muy pocas fueron las que pudieron sobrevivir a las consecuencias de las guerras independentistas y el proceso de

concentración y centralización. Producto de esto, durante los siglos XX y XXI la región mantuvo un escaso y descendente número de industrias azucareras, por lo que la distancia que las separa unas de otras y la red urbana existente en la mayoría de los casos es extensa. Durante estos siglos la capacidad de molida es ampliada

fundamentalmente en las décadas del 10, 20, 70 y 80 del siglo XX, pero sigue siendo mediana por las pequeñas áreas de cultivo que le tributaban materia prima. Por ello, la demanda de instalaciones de apoyo al proceso productivo es muy reducida y solo se construyen las necesarias para garantizar el funcionamiento del conjunto.

Las constantes transformaciones de la estructura urbana y otros elementos componentes del batey constituyen aspectos característicos del urbanismo en estos asentamientos, producidos, fundamentalmente por la adaptación constante a los nuevos requerimientos productivos y a las condicionantes sociales establecidas en los diferentes períodos de desarrollo azucarero por los que han atravesado. Esto trae consigo que la imagen de estas comunidades sea diferente a la que poseían en períodos precedentes, debido a que se han perdido y transformado muchos de los elementos que conformaron el urbanismo y le aportaron su identidad en las etapas colonial y republicana. A pesar de esto la imagen actual de estas pequeñas urbanizaciones no deja de ser propia al derivarse de un proceso social-económico tan específico como es la producción de azúcar.

De manera general en los bateyes de la provincia cienfueguera predomina una tipología urbana orgánica, que es la que surge y se desarrolla de manera espontánea sin previa planificación, o como planteara O. Paterlini: “se ordena o estructura de acuerdo con sus necesidades de funcionamiento”. 261 A pesar de esto, en algunos casos se evidencia

260 Véase capítulo precedente donde se detalla el surgimiento y desarrollo de la industria azucarera en Cienfuegos, así como las condicionantes tecnológicas y la capacidad instalada durante todo el siglo XIX. 261 Olga Paterlini de Koch: “El patrimonio en lugares azucareros de Tucumán”, en Gutiérrez, Ramón, Federico Castro Morales y Marcelo Martín: Preservación de la Arquitectura Industrial de Iberoamérica y España, Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, Junta de Andalucía, Consejería de Cultura, Ed. COMARES, Granada, España, 2001, p. 14. 87 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

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que en etapas modernas, posteriores a 1959 se han realizado pequeñas urbanizaciones un poco más organizadas como las que presentan los asentamientos asociados a los centrales Espartaco (a. Hormiguero) y Elpidio Gómez (a. Portugalete).

En la mayoría de los casos de estudio, los nuevos crecimientos urbanos se alejan de la zona industrial, buscando la vía principal de acceso al central y alrededor del cual se asienta el grueso de la población. Por su parte en las cercanías de la fábrica se concentran las edificaciones más antiguas pertenecientes a las etapas colonial y republicana, de las cuales se manifiestan algunas huellas de su organización en relación con los orígenes de la industria en dichas épocas.

3.2.1 Estructura urbana. E. Pereira262 plantea que la estructura urbana en los asentamientos azucareros, está definida por dos zonas bien diferenciadas, una con función productiva y la otra netamente residencial. La primera, está conformada por la industria y sus principales dependencias, pero además acoge las funciones administrativas y los sistemas de ferrocarriles de servicio a la fábrica. Generalmente en esta zona, se localiza además el departamento comercial del asentamiento, donde tienen lugar los principales servicios del conjunto y el cual se ubica frente a la industria o muy cercano a esta.

El citado autor plantea que la zona de producción siempre se desarrolla a partir del núcleo original del batey con las edificaciones de los períodos colonial y algunas del republicano, pero que además de estas incluye algunos servicios y viviendas en pequeña escala e inmediatas a la industria, construidas por la administración antes de 1959, así como algunos edificios del complejo azucarero devenidos viviendas tras no adecuarse a exigencias funcionales más actuales.263

Con respecto a la zona residencial, E. Pereira refiere que esta coincide en gran medida con la parte del asentamiento que se desarrolla en el período revolucionario, la cual está conformada fundamentalmente por conjuntos de viviendas aisladas construidos en la década de 1960, algunos edificios multifamiliares construidos entre 1970 y 1990 y las viviendas construidas por esfuerzo propio, que aparecen muchas veces de forma incontrolada. A veces incluye los conjuntos de viviendas construidos bajo ciertas

262 Ernesto Pereira Gómez: ob. cit., p. 65. 263 Ernesto Pereira Gómez ob. cit., pp. 65-66. 88 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

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ordenanzas urbanísticas por la administración de la industria en el período republicano, ubicados algo separados de la industria, las cuales al estar conformadas por pocos exponentes, no llegan a ser predominantes y generalmente se pierden ante la nueva variedad de edificaciones.264

Respecto a esta zona, dicho autor plantea que además de la función de hábitat, en algunos bateyes se incorporan instalaciones administrativas y de producción de forma aislada, que aparecen después de 1959. Estas edificaciones aparecen a partir de un proceso de diversificación del objeto de producción del poblado y fundamentalmente no se vinculan directamente a la fabricación de la sacarosa sino que forman parte del sector agrícola de la economía azucarera.265 En la provincia de Cienfuegos, esto sucede, sobretodo en los centrales que fueron paralizados en el 2002 producto de la situación económica del país, entre los que se encuentran: Pepito Tey (a. Soledad), Espartaco (a. Hormiguero), Ramón Balboa (a. San Agustín), Guillermo Moncada (a. Constancia) y Marta Abreu (a. San Agustín). Los mismos resultan desmantelados producto de la Resolución No. 77 del Ministerio del Azúcar del mencionado año y en sus asentamientos surgen las granjas agroindustriales, las cuales se dedican a la producción de viandas, hortalizas, vegetales e incluso a la cría de ganado.

En la provincia cienfueguera aparecen tres modelos fundamentales con respecto a la distribución de la industria y el hábitat. El primero se presenta en cuatro de los bateyes y es en el cual la industria, aunque actúa como centro funcional del conjunto, no se ubica en el centro físico del asentamiento (figs.1-4) sino que generalmente aparece hacia un extremo o borde del mismo. En este caso el crecimiento de viviendas se realiza hacia uno o dos de sus lados, como se puede apreciar en las comunidades vinculadas a los centrales Espartaco (a. Hormiguero), Guillermo Moncada (a. Constancia), Marta Abreu (a. San Francisco) y Ramón Balboa (a. San Agustín).

El segundo modelo se manifiesta en tres de los asentamientos de la provincia, donde la industria se ubica en el centro físico del conjunto y divide al mismo en dos zonas de vivienda independientes (figs. 5-7). Los bateyes que poseen esta estructura son: Ciudad Caracas (a. Caracas), Elpidio Gómez (a. Portugalete) y 14 de Julio (a. Manuelita).

264 Ernesto Pereira Gómez: ob. cit., p. 66. 265 Ídem. 89 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

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Por su parte, en el tercero y último, se presenta en dos asentamientos, donde el núcleo se encuentra envuelto o rodeado por la zona de viviendas, las cuales se ubican en la periferia (figs. 8 y 9). Esta estructura propicia el crecimiento del poblado hacia los cuatro puntos cardinales, pero restringe el desarrollo de la zona industrial y su funcionamiento. Como ejemplo de este modelo se encuentran los bateyes Pepito Tey (a. Soledad) y Mal Tiempo (a. Andreíta).

Al analizar la posición de las zonas de viviendas con la de producción resulta que de forma general el crecimiento progresivo de los bateyes de la provincia de cierto modo asume variables climáticas del régimen de los vientos que generalmente provienen del noreste. En solo dos casos y de forma puntual se constata una posible contaminación ambiental de la zona residencial, como es el caso de algunas áreas al sur o sureste de los asentamientos Guillermo Moncada y Ciudad Caracas (figs. 1 y 6).

3.2.2 Trazado urbano. En los bateyes azucareros de la provincia de Cienfuegos el trazado urbano mixto se manifiesta en cuatro asentamientos objeto de estudio (figs. 10-13), al igual que el radiocéntrico (figs. 14-16) mientras que el lineal solo se presenta en uno (fig. 17).

El primero de estos se caracteriza por combinar dos o más modelos presentando trazados viales reticulados, lineales y arbóreos mientras que el último se desarrolla a partir de un eje principal.

Por su parte el radiocéntrico está estructurado por varios ejes directrices principales que parten desde la industria y se comunican con las áreas de cultivo, así como vías de comunicación a nivel del territorio y otros asentamientos de mayor importancia. A estos ejes se subordinan otros secundarios, en los que predominan las ramificaciones arbóreas. En algunos casos se presenta un vial en forma de anillo o circunvalante que envuelve el núcleo industrial. Este trazado coincide generalmente con la estructura urbana donde la zona de producción queda rodeada de áreas de viviendas, aunque en el caso de los bateyes Guillermo Moncada (a. Constancia) (fig. 14) esta tipología se observa parcialmente, debido a que la zona de viviendas se manifiesta, en el primer caso, hacia un lado de la zona fabril y en el segundo la industria divide el área residencial en dos partes. Este trazado no se presenta de forma uniforme en todo el conjunto del batey debido, fundamentalmente a la evolución que han sufrido estos 90 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

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asentamientos durante los tres momentos históricos referidos al desarrollo azucarero, anteriormente mencionados.

En el la etapa colonial, la mayoría de los bateyes azucareros del siglo XIX cubano manifestaron cierta uniformidad con respecto al trazado de los viales. Los principales caminos convergían en la plaza conformada por las instalaciones industriales y residenciales, y partían en dirección diagonal comunicándose con las redes de vías que definían los campos de caña.266

Esta característica condicionó que en algunos bateyes de la provincia el trazado urbano aún mantiene en el núcleo inicial del batey los rasgos de la planificación racional que se utilizaron en su estructura organizativa, donde la característica más sobresaliente es la alineación de varios de los edificios históricos de la etapa colonial y republicana en los lados del espacio rectangular donde se emplazaba la industria.267 En este sentido, los asentamientos de Espartaco (a. Hormiguero) y 14 de Julio (a. Manuelita) muestran evidencia de ello, a pesar de que algunas de las edificaciones componentes ya no existen. Por su parte los bateyes Elpidio Gómez (a. Portugalete) y Ramón Balboa (a. San Agustín) conservan en muy buen estado este tipo de trazado (figs. 18 y 19).

En la mayoría de los casos se evidencian transformaciones devenidas por la propia evolución histórica, significada por la constante adaptación ante las nuevas tecnologías tanto de fabricación de azúcar como de transportación de los productos.

En las primeras décadas del siglo XX los bateyes azucareros cubanos comienzan un lento crecimiento urbano que refleja algunos niveles de organización. En la provincia de Cienfuegos el modelo que se emplea en este sentido es la alineación de grupos de edificaciones, generalmente de viviendas, a través de uno, dos o tres ejes independientes (figs. 20-23). Por lo general estos conjuntos de edificios se caracterizan y significan por la organización y unidad de su disposición, separación y tipología arquitectónica, como puede apreciarse en las comunidades de los centrales Ramón Balboa (fig. 21), Ciudad Caracas (fig. 22) y Espartaco (fig. 23). Este último asentamiento

266 Carlos Venegas Fornias: “Arquitectura y urbanización en el ingenio azucarero”, Arquitectura y urbanismo, (2): 10-15, Revista Científica del Instituto Politécnico José A. Echeverría, La Habana, 1987, p. 12. 267 En la mayoría de los casos las edificaciones que más abundan pertenecen a la etapa republicana, aunque muchos de estos se construyeron para sustituir los antiguos edificios de la colonia, ya sea con igual función o no. 91 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

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es el único donde las viviendas se ubican a ambos lados del eje, el resto se alinea hacia un solo lado del mismo.

A partir de 1959 los bateyes cienfuegueros crecen de manera considerable, esto está condicionado y caracterizado por el aumento poblacional y edificado. De este crecimiento resultan tres modelos fundamentales de organización del trazado vial. El primero, compuesto por viviendas aisladas, resulta el más ordenado, donde el trazado urbano, aunque se subordina a la red vial existente tiende a la ortogonalidad en la mayoría de los casos (figs. 24, 27 y 28). El segundo, está compuesto por conjuntos de edificios multifamiliares, insertados en vías existentes, donde aún se manifiesta la desorganización urbana de períodos anteriores (figs. 25, 26 y 27). La otra estructura organizativa que se manifiesta en este período está conformada por el crecimiento de viviendas en la periferia del asentamiento. Estas se alinean en viales existentes o espontáneos, aunque también surgen de forma dispersa o cercanas a las vías ferroviarias. De forma muy singular el batey del central Espartaco (a. Hormiguero) (fig. 27), presenta cada uno de estos modelos en su urbanización.

Otra característica significativa de la etapa revolucionaria en cuanto al trazado urbano es la incorporación de áreas e instalaciones deportivas, donde el terreno de pelota constituye un elemento repetitivo en cada uno de los bateyes azucareros de la provincia.

Al analizar los viales de estos asentamientos resulta que en muy pocos casos las calles carecen de superficie de rodamiento, excepto algunos pequeños caminos, generalmente en zonas periféricas y no muy pobladas. Por lo general los viales presentan variedad de secciones producto de las expansiones urbanísticas sin plan director, lo que repercute en la no uniformidad de la línea de fachada de las edificaciones. En los bateyes cienfuegueros las calles principales reciben cierto tratamiento y jerarquización urbana, las hay arboladas en sus costados, con aceras a uno o ambos lados y con parterre (figs. 29-31). El batey Espartaco (a. Hormiguero) presenta de forma muy singular en el acceso principal de la industria una vía vehicular asfaltada junto a un paseo peatonal pavimentado, estos caminos cuentan con tres hileras de palmas, dos hacia los respectivos límites y una entre ambos (fig. 30).

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3.2.3 Trama urbana. Los bateyes de la provincia de Cienfuegos, al igual que los de Villa Clara presentan en su totalidad una trama urbana abierta. Las edificaciones que caracterizan estos asentamientos, se clasifican en dos grandes grupos, uno compuesto por la industria y sus dependencias (figs. 32-37) y el otro conformado por el resto de los edificios no vinculados a la producción. Este segundo, a su vez se divide en dos tipos: la arquitectura singular, que generalmente se presenta durante los períodos colonial y parte del republicano; y otra de carácter repetitivo que se manifiesta sobretodo en la etapa revolucionaria.268

El tipo de edificio en relación con su forma de asociación que predomina en estos asentamientos es el aislado, aunque también existen muestras de edificaciones pareadas o en forma de tira corrida. Mientras que en relación con la ocupación del suelo las construcciones se emplazan de forma irregular y discontinua.

La altura y forma de los inmuebles depone principalmente de la función, aunque predominan las de un solo nivel coexisten de manera puntual edificios de cierta jerarquización con dos o tres niveles como las viviendas pertenecientes a los antiguos dueños de las fábricas en épocas anteriores al triunfo de la Revolución; y otros como las naves industriales, las torres-chimeneas, los pabellones para trabajadores de la etapa republicana y los edificios multifamiliares de sistemas prefabricados construidos en el período revolucionario.

3.2.4 Otros elementos de la imagen urbana del batey azucarero cienfueguero. Ferrocarriles. Como característica distintiva de la presencia de este medio de transporte en los bateyes de la provincia, se constata que cada uno de estos contó con este servicio desde su surgimiento y aplicación en la transportación del azúcar en la Isla en el siglo

XIX, tanto de vía ancha como estrecha.

El ferrocarril constituyó una de las condicionantes impulsoras del alto desarrollo alcanzado por la industria azucarera cienfueguera.269 La red ferroviaria que presentaron

268 Ernesto Pereira Gómez: ob. cit., p. 72. 269 Véase capítulo precedente donde se detallan aspectos relacionados con el ferrocarril en vinculación a la industria azucarera de la región durante el siglo XIX y primera mitad del XX. 93 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

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las fábricas objeto de estudio generaron grandes terrenos constituidos por varias vías, los cuales rodeaban la industria y tenían una función netamente productiva dirigida hacia la transportación de productos, tanto para producir como elaborados.

El empleo y desarrollo de este medio de transporte indujo la construcción de edificaciones e instalaciones industriales de apoyo y servicio al mismo como talleres, casas de locomotoras, tanques de combustible y otras instalaciones (figs. 38-45).

Solamente en tres casos de estudio se constata la utilización del ferrocarril en la transportación de personas. Se conoce que en el central Portugalete (Elpidio Gómez) en 1912 se puso en funcionamiento un tren de vía estrecha para trasiego de viajeros, con un recorrido desde la Finca San Francisco hasta Ciego Alonso, aunque en la actualidad no queda ningún rastro edificado que derive de ello. En el caso del batey del central Marta Abreu, sus pobladores contaron con un apeadero situado en la vía que comunica a Cienfuegos con Santa Clara, esta pequeña edificación es de planta cuadrada de cuatro metros de lado y posee una estructura metálica forrada de planchas metálicas y una cubierta con dos niveles, la inferior en forma de alero perimetral y la segunda, superior con cubierta a dos aguas (fig. 41). El otro ejemplo se encuentra en el asentamiento Papito Tey, en el que justamente frente a la industria y en la zona compuesta por el departamento administrativo y los almacenes se ubicó un apeadero para personas (fig. 40).

El alto empleo alcanzado por el ferrocarril en estrecho vínculo con la industria azucarera en la provincia de Cienfuegos ha dejado la huella tangible de un patrimonio rico y variado en cuanto a las diversas locomotoras de vapor que han llegado hasta nuestros días. La existencia de 30 de ellas en los antiguos ingenios, centrales y bateyes cienfuegueros (funcionando o no) constituyen un tesoro de inigualable valor, que convirte a la región en un verdadero museo del ferrocarril agroindustrial en Cuba y en el Caribe (figs. 39 b-c, 44, 45, 47 y 48). Producto de esto en la provincia se realizaba anualmente el “Festival del Vapor”, celebraciones que fomentaban la valoración, rescate y cuidado del patrimonio industrial azucarero a través de su motor impulsor que

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devenían en verdaderas fiestas populares del conocimiento y preservación de las tradiciones e identidad regional (fig. 48).270

Jardines. En los bateyes cienfuegueros prevalecen los jardines asociados a las viviendas de antiguos propietarios de importancia como los dueños y administradores del ingenio- central (figs. 49-55). En la mayoría de los casos estos cuentan con extensiones de terreno, considerables en algunos, situadas al frente y costados de las edificaciones.

La vegetación más empleada en estos asentamientos son el césped, coberturas, arbustivas y fundamentalmente la palma real, que con su presencia le brinda al batey cienfueguero una identidad rural característica de los campos de Cuba (fig. 49).

Por su parte los elementos ornamentales más empleados son las fuentes y espejos de agua (figs. 51, 53 y 54), como se manifiestan en los jardines de las casas viviendas de los bateyes Mal Tiempo (a. Andreíta), Ciudad Caracas (a. Caracas), Pepito Tey (a. Soledad) y Elpidio Gómez (a. Portugalete).

A nivel urbano se pueden apreciar otros jardines como el de Espartaco (a. Hormiguero) que surgió tras la reciente desmantelación de la fábrica, y otros situados a las entradas de los asentamientos como Pepito Tey y 14 de Julio (a. Manuelita).

Al analizar y estudiar los jardines de la provincia sureña resalta un ejemplo singular y significativo de alto valor, como es el caso del Jardín Botánico de Cienfuegos, declarado Monumento Nacional y considerado el decano de los jardines botánicos de Cuba. Muy vinculado al central Pepito Tey (a. Soledad), este gran recinto cubre una extensa área de 97 hectáreas de superficie, las cuales albergan más de 2 000 especies de plantas ornamentales y exóticas, entre las que se encuentra la colección más importante de palmas de América y el mundo, con un total de 180 ejemplares (fig. 55).

Hacia finales del siglo XIX el hacendado norteamericano Edwin F. Atkins, propietario del central antes mencionado, establece en este lugar una estación experimental para la investigación de las distintas variedades de caña existentes en la época, con el fin de mejorarlas y posibilitar la obtención de nuevos resultados a través de la hibridación. En

270 Irán Millán Cuétara: “Preservación del paisaje cultural agroindustrial de las plantaciones azucareras de Cienfuegos, Cuba”, presentado en XXVI Symposium Internacional de Conservación del Patrimonio Monumental, Monterrey, México, noviembre 15-18, 2006. 95 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

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1901 sus estudios alcanzan una trascendencia científica tal, que convierten al emplazamiento en el Jardín Botánico para las Investigaciones de Plantas Tropicales y Caña de Azúcar de la Universidad de Harvard. Producto de esto se introducen gran cantidad y diversidad de arbustos y plantas exóticas.271

Avenidas y caminos arbolados. “Las avenidas arboladas o aquellas custodiadas por palmas reales o cocoteros a ambos lados […] constituyeron un símbolo de los accesos a bateyes azucareros desde el siglo

XIX”.272 Los bateyes cienfuegueros son ejemplo fehaciente de ello (figs. 56-59), como se aprecia de manera significativa en los 1500 metros de distancia de palmas a ambos lados de la vía férrea de acceso al central Marta Abreu (a. San Francisco) (fig. 57).

Otros centrales que contaron con avenidas custodiadas por palmas reales y dejaron ese legado a sus bateyes son: Espartaco (a. Hormiguero) y Pepito Tey (a. Soledad) (figs. 58 y 59). En el primer caso esta jerarquización se manifiesta en la vía principal que comunica a la industria con la carretera de Cruces-Palmira mientras que en el segundo se presenta en la Calle Real que accede desde la zona de la industria hasta el Jardín Botánico.

En otros viales la vegetación a uno o ambos lados empleada está compuesta por árboles frondosos, fundamentalmente ficus alamos, como es el caso de los asentamientos Ciudad Caracas en su acceso principal (fig. 56) y Pepito Tey en una parte de la carretera que va hacia el Jardín Botánico (fig. 59).

Monumentos, Sitiales y Mobiliario urbano de alta significación patrimonial. Los monumentos, sitiales y el mobiliario urbano de alta significación patrimonial se consideran elementos de configuración urbana de pequeña escala que pueden ser apreciados en los asentamientos objeto de estudio, asumidos en el presente trabajo son principalmente piezas o partes de las maquinarias de las fábricas, locomotoras y otros que de una forma u otra representan la cultura e identidad de estas comunidades.

El ejemplo más significativo en este sentido lo constituye la torre-reloj del desmantelado central Espartaco (a. Hormiguero) (figs. 60). Esta magnífica joya patrimonial que

271 Comisión Provincial de Monumentos: “Necesidad de la preservación del central Pepito Tey”, documento inédito consultado en la Sala de Historia de dicho asentamiento, Cienfuegos. 272 Ernesto Pereira Gómez: ob. cit., p. 75. 96 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

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atesora el batey fue construida en 1922 en memoria al fallecido administrador de la fábrica Elías Ponvert. La misma cuenta con una estructura de muros de ladrillo a vista de sección cuadrada a tres niveles con una altura total de 12 metros, presenta molduras y cornisas perimetrales repelladas, en el segundo nivel posee un reloj por cada lado y en el nivel superior cuatro ventanas con rejas fundidas, la cubierta es de madera y teja criolla a cuatro aguas. Esta construcción es netamente americana y fue realizada por obreros del propio central, su ubicación en la antigüedad era en un área pública situada frente a la industria para que fuese vista por todos los trabajadores. En la actualidad se encuentra custodiada por ocho palmas reales y dos torres-chimeneas, una de ladrillo

que data del siglo XIX y otra de hormigón, erigida en 1968 (figs. 49-e y 60).

Además de este central, en Elpidio Gómez (a. Portugalete) también hubo una torre con reloj adosada al edificio principal de la industria (fig. 61).

Otros elementos de significación patrimonial son: una luminaria de hierro fundido perteneciente al central Ciudad Caracas (a. Caracas) y las campanas de bronce empleadas para llamar esclavos de los bateyes Pepito Tey (a. Soledad) y Ramón Balboa (a. San Agustín) (figs. 62 y 63). Con respecto a este último se constata en imágenes antiguas la presencia de más de una ubicada en los jardines de la casa vivienda.

En algunos casos se emplean a modo de exposición como piezas culturales algunas partes de maquinarias como la masa original de 1851 del antiguo ingenio Constancia (Guillermo Moncada) y parte de la máquina de vapor de fabricación francesa de 1890 del ingenio San Francisco (Marta Abreu) (fig. 64).

El último elemento de conformación urbana a menor escala empleado sobretodo en la etapa revolucionaria es la colocación fija de locomotoras de vapor con fines expositivos. Los bateyes que presentan esta característica son: Mal Tiempo (a. Andríta), Pepito Tey (a. Soledad), Guillermo Moncada y Marta Abreu (figs. 65).

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Estructura urbana, Modelo I. Zona de producción en un extremo o borde del batey.

Fig. 2. Batey Ramón Balboa (a. San Agustín).

Fig. 1. Batey Guillermo Moncada (a. Constancia).

Fig. 3. Batey Espartaco (a. Hormiguero). Fig. 4. Batey Marta Abreu (a. San Fco.).

Simbología: Sombreado oscuro: Zona de producción. Sombreado claro: Zona de Viviendas.

(escala. 1: 25 000)

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Estructura urbana, Modelo II. Zona de producción en el centro físico del batey dividiendo la zona de viviendas en dos sectores independientes.

Fig. 5. Batey Elpidio Gómez (a. Portugalete). Fig. 6. Batey Ciudad Caracas (a. Caracas).

Fig. 7. Batey 14 de Julio (a. Manuelita).

Simbología: Sombreado oscuro: Zona de producción. Sombreado claro: Zona de Viviendas.

(escala. 1: 25 000)

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Estructura urbana, Modelo III. Zona de producción en el centro físico del asentamiento y zona de viviendas en la periferia envolviendo hacia tres lados la zona de producción.

Fig. 9. Batey Mal Tiempo (a. Andreíta). Fig. 8. Batey Pepito Tey (a. Soledad).

Simbología: Sombreado oscuro: Zona de producción. Sombreado claro: Zona de Viviendas.

(escala. 1: 25 000)

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Trazado urbano mixto.

Fig. 10. Predominio de retícula irregular espontánea. Batey Ramón Balboa (a. San Agustín). Fig. 11. Batey Elpidio Gómez (a. Portugalete).

Fig. 12. Predominio de dos ejes de Fig. 13. Predominio de un eje de acceso. acceso. Batey Ciudad Caracas Batey Espartaco (a. Hormiguero). (a. Caracas).

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Trazado urbano radiocéntrico y lineal.

Fig. 14. Radicéntrico, varios ejes que irradian desde la industria. Batey Guillermo Moncada Fig. 15. Radicéntrico. Batey Pepito Tey (a. Constancia). (a. Soledad).

Fig. 16. Radicéntrico. Batey Mal Tiempo Fig. 17. Lineal. Batey Marta Abreu (a. Andreíta). (a. San Francisco).

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Urbanización del central del siglo XX a partir de la estructura organizativa de los edificios del ingenio azucarero.

Fig. 18. Batey del central Elpidio Gómez (a. Portugalete). Plano de la Cuban Association of Fire Insuranse Company de 1945.

Fig. 19. Batey del central Ramón Balboa (a. San Agustín). Plano de la Cuban Association of Fire Insuranse Company de 1944.

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El central azucarero en las primeras décadas del siglo XX. Urbanización a nivel de uno, dos o tres ejes a partir de su estructura inicial. Planos de la Cuban Association of Fire Insuranse Company de 1941, 1944 y 1945.

Fig. 20. Un eje. Batey Mal Tiempo Fig. 21. Dos ejes. Batey Ramón Balboa (a. Andreíta) en 1944. (a. San Agustín) en 1944.

Fig. 22. Tres ejes. Batey Ciudad Caracas (a. Caracas) en 1941. Viviendas para Fig. 23. Tres ejes. Batey Espartaco empleados alineadas en dos ejes. (a. Hormiguero) en 1945.

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Urbanización del central en el período revolucionario.

Fig. 24. Batey Guillermo Moncada Fig. 25. Batey Espartaco (a. Hormiguero). (a. Constancia).

Fig. 26. Batey Marta Abreu (a. San Francisco).

Fig. 27. Batey C. Caracas Fig. 28. Batey R. Balboa (a. Caracas). (a. San Agustín). Simbología.

Círculo rojo: viviendas aisladas donde el trazado urbano tiende a la ortogonalidad. Círculo azul: conjuntos compuestos por edificios multifamiliares.

(escala 1: 25 000)

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3.3 Características generales de la arquitectura del batey azucarero cienfueguero.

Todos los bateyes azucareros cienfuegueros objeto de estudio, surgieron en el siglo XIX y continuaron su crecimiento edilicio durante los restantes años hasta la actualidad. Es en la etapa colonial y la republicana en que se construyeron las edificaciones más representativas y de cierto interés patrimonial.

A pesar de ser comunidades antiguas, la mayoría de los exponentes más significativos

pertenecen a las primeras décadas del siglo XX y en muchos casos se encuentran en pésimo estado técnico-constructivo. Muchas de estas construcciones también sufren altos niveles de transformación que impiden y dificultan la lectura de sus características originales.

Producto de estas aclaraciones, se definen como elementos requeridos para la caracterización e inventario de la arquitectura azucarera en Cienfuegos: la menor cantidad de transformaciones posibles y un estado técnico aceptable, que permitan la identificación de las características originales, su integridad y autenticidad. Se tendrán en cuenta algunos casos que se consideren significativos y que quizás no cumplan con las especificidades planteadas, como por ejemplo edificios importantes que se encuentren deshabitados, en mal estado constructivo o en ruinas, pero que aún conserven su identidad.

Una característica propia de la arquitectura industrial es la constante transformación, tanto funcional como constructiva de las edificaciones, fundamentalmente las destinadas a la producción, que responden a cambios socio-económicos relacionados con la producción de azúcar.273 Este aspecto puede representarse además en las construcciones con fines no productivos como domésticas, religiosas, defensivas o social-comercial.

Para la presente investigación quedan definidos como aspectos sobre los cuales se basará el estudio del repertorio arquitectónico de forma general: la tipología edificada a partir del tipo de planta, cantidad de niveles y tamaño en algunos casos específicos; la afiliación estilística basada en el análisis de elementos decorativos y terminaciones a nivel de fachada y los materiales y técnicas constructivas empleados en estructuras

273 Ernesto Pereira Gómez: ob. cit., p. 76. 106 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

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portantes y sistemas de entrepisos y cubiertas. En casos significativos que lo ameriten, se analizarán además: elementos decorativos interiores, carpintería, pisos y otros.

Los resultados serán expuestos mediante la exposición de los rasgos más generales que se manifiesten en cada una de las tipologías que aparecen en los diferentes temas funcionales del repertorio edificado de estos escenarios, para cada uno de los aspectos a caracterizar. Esta generalización puede acompañarse de particularidades que se evidencien en un exponente representativo, si posee notoria significación.

3.3.1 Arquitectura del subsistema de producción. De acuerdo a su función, esta arquitectura se puede clasificar en dos grandes grupos: las edificaciones de producción y las de tipo administrativo.

Con respecto a las instalaciones con fines productivos de la época colonial E. Pereira274 refiere que muchas resultaron sustituidas por modernos edificios industriales y otras no sobrevivieron a las exigencias tecnológicas de aquellos momentos. Entre las

dependencias del sistema productivo del siglo XIX que han podido llegar hasta nuestros días solo quedan en la provincia algunos almacenes.

Dentro de la arquitectura productiva, el otro tipo de edificios existente en el territorio sureño se corresponde con el del departamento administrativo, denominado también como edificio de oficinas. En muchos casos las funciones que acogió este inmueble se ubicaba en la planta baja de las viviendas de los propietarios de la antigua fábrica.

Estas edificaciones cuando se presentan independientes serán analizadas por su gran relación con las actividades de producción.

Aunque en la presente investigación se excluye la arquitectura de la industria por no contar con elementos arquitectónicos que ameriten su estudio, existe un caso excepcional en el territorio que no debe ser pasado por alto.

La fachada de la entrada o acceso principal al antiguo ingenio Caracas (Ciudad Caracas) cuenta con un diseño significativo que no se repite en el resto de las industrias azucareras cienfuegueras. Con una expresión neoclásica se levanta esta fachada de doble puntal con muros de ladrillo a vista y elementos característicos como las platabandas que delimitan los vanos y la estructura principal, un pequeño frontón

274 Ernesto Pereira Gómez: ob. cit., p. 77. 107 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

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triangular clásico en la parte superior y en el centro superior una reja de hierro trabajada (fig. 66). Se constata además, que no solo el volumen de la entrada presenta estas particularidades sino que aún quedan otras partes de la edificación donde se puede observar esta decoración.

Otro ejemplo interesante de industria que presentó cierto valor arquitectónico es la fábrica del central Mal Tiempo (a. Andríta), que aunque se encuentra en ruinas aún se puede identificar algún elemento decorativo de influencia neoclásica como las platabandas en vanos y estructura (fig. 67).

Edificios de producción. El almacén del central azucarero. Los almacenes generalmente constituyen un anexo adjunto e independiente al propio edificio industrial. En su mayoría, estos edificios presentan plantas rectangulares de dimensiones variables, espacio único y altos puntales que dependen fundamentalmente del tipo de producto a almacenar. Las fachadas tienden a ser apaisadas y ausentes de decoración y por lo general prescinden de divisiones interiores.

En la provincia, los exponentes más representativos de este tema responden fundamentalmente al almacenamiento de azúcares, útiles y herramientas, aunque en algunos casos presentan leves transformaciones. La simplicidad compositiva y el empleo de fachadas lisas con platabandas son características que se manifiestan en cada uno de ellos, entre los que resaltan los pertenecientes a los centrales Elpidio Gómez (a. Portugalete), Ramón Balboa (a. San Agustín), Marta Abreu (a. San Francisco) y Pepito Tey (a. Soledad) (figs. 68, 69, 70 y 73).275

Significativos resultan los almacenes de Mal Tiempo (a. Andreíta) y 14 de Julio (a. Manuelita) (figs. 71 y 72). En ambos casos se evidencian elementos decorativos de influencia neoclásica, el primero data de 1909 y presenta dos niveles, lo cual sugiere que la planta alta se destinaba a la función de vivienda; mientras que en el segundo, donde se evidencia con mayor fuerza la estirpe neoclásica, se constata que durante la

275 El almacén del central Elpidio Gómez (a. Portugalete) fue el primer edificio que se construyó después del propio ingenio Portugalete, fundado el 27 de Octubre de 1873 por Don Sotero Escarza y Urioste y como dato curioso se conoce que su techo fue construido con la madera de las cajas en que vinieron los equipos del central. Este edificio fue primeramente la oficina del central y después de construirse el departamento administrativo pasó a ser almacén de materiales, útiles y herramientas. Luego del triunfo revolucionario este inmueble tuvo varias funciones, primero fue Cuartel de la Milicia, luego local del Sindicato y del Trafico Ferroviario y hasta albergue, hasta su actual remodelación como Casa del Azucarero. 108 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

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época republicana residían en un entrepiso superior los trabajadores de la tienda adyacente, actualmente desaparecida.

Por su parte, el central Guillermo Moncada (a. Constancia) cuenta con un magnífico

exponente del siglo XIX, que aunque se encuentra abandonado y no tiene cubierta manifiesta características arquitectónicas como anchos muros de piedra, platabandas, vanos en forma de arco y un respiradero circular (óculo) en la parte superior; que lo hacen merecedor de cierto interés patrimonial (fig. 74).

Edificios administrativos. Las oficinas del central azucarero. En la etapa colonial las funciones de administración se realizaban en la vivienda de los propietarios o administradores de la industria. Posteriormente en el período republicano surge el edificio de oficinas donde se centran fundamentalmente las actividades por áreas de producción o departamentos específicos. A pesar de esto en muchos casos se continúa desarrollando esta función en la casa vivienda del central.

En Cienfuegos de los nueve centrales en estudio, se constata que seis de estos asumieron la construcción del edificio de oficinas, generalmente ubicado cerca de la industria.276 De estos solamente tres de los inmuebles llegaron hasta la actualidad, desapareciendo los pertenecientes a Guillermo Moncada (a. Constancia), Espartaco (a. Hormiguero) y Marta Abreu (a. San Francisco).

Los tres centrales que mantuvieron la función administrativa en la casa vivienda del dueño de la fábrica son Ciudad Caracas (a. Caracas), 14 de Julio (a. Manuelita) y Mal Tiempo (a. Andreíta). Estos casos se estudiarán en el tema referido a la arquitectura doméstica.

Puesto que solamente tres asentamientos cuentan con este tipo de edificación y que a su vez presentan tipologías diferentes producto del momento de su surgimiento; se hace imposible establecer tipos generales que caractericen este tipo de arquitectura en la provincia.

Los asentamientos que cuentan con esta edificación son: Elpidio Gómez (a. Portugalete), Ramón Balboa (a. San Agustín) y Pepito Tey (a. Soledad). Estos tienen como características comunes: su ubicación estratégica cerca de las instalaciones

276 Esta información fue obtenida de los planos de la Cuban Association of Fire Insuranse Company donde el edificio de oficinas se denomina con el término de Administrative Department. 109 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

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industriales y la casa vivienda, su tipología aislada, fachadas con predominio de componentes de influencia ecléctica, la presencia de portales, altos puntales y los materiales y técnicas de construcción conformados por muros de carga de ladrillos y cubierta de tejas inclinada a vista.

El primero, de planta concentrada, se encuentra algo transformado debido a que actualmente se emplea como vivienda (fig. 76). Por su parte, los otros dos mantienen su función original, el segundo, de planta tradicional y portal perimetral con patio central presencia algunas modificaciones sobretodo en los vanos y las divisiones interiores, así como afectaciones en la cubierta; mientras que el último con dos niveles de planta compacta y galerías columnadas no presencia grandes modificaciones aunque si algunos deterioros en la cubierta (fig. 75).

El hecho de que el edificio de oficinas del central Pepito Tey posea dos niveles lo convierte en un ejemplo significativo y excepcional debido a que esta particularidad no se repite en ningún otro central azucarero de la provincia de Cienfuegos e incluso en Villa Clara (fig. 77).277

Algunas obras significativas de ingeniería. Dentro de este tipo de instalaciones se encuentran de forma puntual y con cierta significación patrimonial las bases de tanques situadas en los centrales Ciudad Caracas (a. Caracas) y Espartaco (a. Hormiguero). El primero de estos casos se conforma de ocho gruesas columnas de ladrillo donde se evidencia un leve tratamiento decorativo mediante el empleo de arcos y molduras (fig. 78). Por su parte el segundo se compone por diez columnas esbeltas del mismo material de sección variable y con cierto tratamiento estilístico, así como de dos pares de columnas de hierro fundido de estirpe ecléctica (fig. 79).

En otros casos las instalaciones portantes de tanque se resuelven mediante estructuras metálicas de hierro como se manifiesta en los exponentes de los bateyes de 14 de Julio (a. Manuelita) y Pepito Tey (a. Soledad) (fig. 80).

3.3.2 Arquitectura del subsistema doméstico.

277 E. Pereira plantea que una de las características que tienen en común estos inmuebles en la provincia de Villa Clara es que su tipología se desarrolla en un solo nivel. Ernesto Pereira Gómez ob. cit., p. 81. 110 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

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Este es el subsistema, que de por sí presenta mayor cantidad de exponentes debido a la gran vinculación que ha tenido históricamente la fuerza de trabajo con la producción de azúcar y el cultivo de la caña.

Desde su surgimiento y desarrollo en la primera década del siglo XIX,278 la industria azucarera cienfueguera generó condicionantes específicas en aras de garantizar el hábitat de los diferentes participantes en el proceso productivo, que dieron paso a un numeroso complejo edificado que con el devenir de los años fue aumentando y perfeccionando. Durante estos años y hasta el triunfo de la Revolución cada edificio doméstico tenía sus particularidades en relación con la clase social de sus moradores.

Dentro de estos se destacan la casa vivienda del dueño o propietario de la fábrica, la del administrador y otros empleados de cierto nivel o rango jerárquico como los jefes de máquinas, así como las destinadas a la mayoría de la población vinculada a la industria y la agricultura, la cual, en un primer momento estuvo matizada por la mano de obra esclava y luego se compuso de trabajadores libres asalariados.

Producto de las propias condicionantes histórico-económicas por las que ha atravesado el complejo azucarero, este subsistema, al igual que los otros, ha sufrido grandes transformaciones.

En este sentido, el caso más significativo es el referido con el tema vinculado a los participantes de menor clase social en el proceso productivo. En la industria azucarera cienfueguera, al igual que el resto del país durante toda la época colonial la fuerza de trabajo empleada y explotada en las labores agrícolas y productivas fue la esclava.279

En los primeros años del siglo XIX estos se recluían en bohíos y posteriormente pasan a ser encarcelados en los llamados barracones, sobretodo a partir de la década de 1840, fecha en que comienza el auge constructivo de estas edificaciones.280 En la década de 1880 producto de la abolición de la esclavitud surge el trabajo libre asalariado, debido a

278 Véase capítulo precedente donde se aborda todo el desarrollo alcanzado por la industria azucarera de la región cienfueguera durante el siglo XIX y primera mitad del XX. 279 Véase el capítulo anterior donde se aborda la evolución de la fuerza de trabajo esclava empleada en el proceso productivo del azúcar en el territorio cienfueguero durante la mayor parte del siglo XIX. 280 En este sentido resulta pertinente la consulta de autores como M. Moreno, J. Pérez de la Riva y L. Martín en los cuales se aborda el barracón para esclavos. En los dos primeros casos se estudian fundamentalmente en la zona occidental de Habana- Matanzas, mientras que el tercer caso lo hace en la propia región de Cienfuegos. Manuel Moreno Fraginals: El ingenio. Complejo económico social cubano del azúcar, t. I, Ed. de Ciencias Sociales, La Habana, 1978, Juan Pérez de la Riva: El barracón y otros ensayos, Ed. de Ciencias Sociales, La Habana, 1975 y Lilia Martín Brito: “Los barracones de esclavos en la antigua región de Cienfuegos”, en revista Islas, (85): 74-103, Universidad Central de Las Villas, Santa Clara, sept.-dic., 1986. 111 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

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esto muchos barracones son refuncionalizados y aparecen los llamados albergues o pabellones.

Los barracones de esclavos no serán estudiados en el presente trabajo debido a que este tema ha sido abordado por autores como L. Martín, Orlando García e Irán Millán.281 Además en los bateyes objeto de estudio solo se constata la presencia de un solo exponente de este tema arquitectónico. Este se encuentra en la comunidad del central 14 de Julio (a. Manuelita) y las condiciones que presenta son pésimas. El inmueble conformaba una gran L de planta rectangular con pared longitudinal medianera de piedra y habitaciones a ambos lados de ladrillo y piedra con corredor continuo y cubierta a dos aguas de madera y teja. Cada módulo habitacional disponía de puerta y ventana con barrotes redondos de hierro. Hasta hace algunos años las puertas conservaban los enormes pestillos y cerraduras y las paredes contaban con argollas de hierro empotradas que se empleaban para sujetar las hamacas. Este barracón luego de abolida la esclavitud fue utilizado como vivienda para obreros asalariados. A pesar de encontrarse en estado ruinoso y de solo conservar una pequeña parte del edificio original, se considera que este inmueble constituye un ejemplo significativo en este tema debido al gran tamaño que tuvo. En la actualidad, sus restos se emplean con fines domésticos, donde residen varias familias y las viviendas presentan un mal estado técnico.

La casa vivienda del ingenio-central azucarero para representantes de la más alta clase social, propietarios, administradores y jefes de máquinas. La casa vivienda del dueño del ingenio o central es de por sí la edificación más elegante, majestuosa y decorada del complejo azucarero. Esta mantuvo su función original durante las etapas esclavista y republicana y desde los primeros años se caracterizó por representar el poder jerárquico de sus propietarios.

Desde el punto de vista arquitectónico, es el edificio de mayor confort y estatus social del batey cienfueguero puesto que en todos los casos, en mayor o menor medida se componen de elementos decorativos propios de estilos como: Neoclásico y Eclecticismo

281 Véase Lilia Martín Brito: ob. cit., Orlando García Martínez e Irán Millán Cuétara: “El barracón de Juraguá. Un excepcional testimonio de la esclavitud en Cienfuegos”, en periódico 5 de Septiembre, suplemento Conceptos, (No. 5): 8, Periódico Cultural, Cienfuegos, octubre, 1987 e Irán Millán Cuétara y Orlando García Martínez: “Testimonios de construcciones industriales azucareras en Cienfuegos entre 1819 y 1920”, Espacios, silencios y los sentidos de la libertad. Cuba entre 1878 y 1912, (UNEAC): 128-137, Ed. Unión, Ciudad de La Habana, 2001. 112 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

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fundamentalmente, así como influencias de la arquitectura colonial-trinitaria y norteamericana que le brindan una imagen tanto interior como exterior más elaborada y elegante.

Los bateyes objeto de estudio cuentan con un total de ocho exponentes representativos de este tema (figs. 81-92). En cuanto a la tipología existe un predominio de la planta concentrada de forma rectangular con dos niveles, donde en algunos casos se destinaban despachos o locales de trabajo en sectores o pisos enteros de la edificación con fines administrativos. Por lo general las oficinas destinadas con estos fines se localizaban en la planta inferior de la edificación y se presentaban de manera independiente, en este sentido las escaleras de acceso a la vivienda se situaba fuera del local de oficinas.

Además de las funciones de hábitat de sus propietarios, en algunos casos se incluían las de la servidumbre que atendía el lugar, mientras que en los otros, estos se encontraban en instalaciones anexas.

De los bateyes objeto de estudio solamente un caso presenta un exponente de planta tradicional y es la casa vivienda del asentamiento Pepito Tey (a. Soledad) perteneciente a las familias Sarría y Atkins.

Por su parte, los materiales y técnicas constructivas dependen de la época o etapa de construcción. En las pertenecientes al periodo colonial, que solamente son tres, se manifiesta el empleo de muros de carga de piedra con ladrillo en vanos y bordes esquineros y estructuras tradicionales de madera tanto para sistemas de entrepiso como para cubiertas inclinadas de teja criolla a varias aguas. En el período republicano el único elemento que se mantiene sin modificaciones es la cubierta inclinada mientras que la horizontal al igual que los entrepisos incorpora elementos metálicos y de hormigón y el ladrillo termina sustituyendo a la piedra en la conformación de los muros, lográndose así menores espesores. En ambos períodos se generaliza el empleo de losas de piso de 20 x 20cm conformando mosaicos con motivos florales o geométricos, mientras que en el rodapié predomina la pieza de igual dimensiones pero de color entero.

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Los tres casos construidos en el siglo XIX son: la casa Sarría-Atkins282 (fig. 81), la vivienda-oficina de Don Tomás Terry Adam (fig. 82) y la vivienda de Don Sotero Escarza y Urioste (fig. 83), pertenecientes a los ingenios-centrales Soledad (Pepito Tey), Caracas (Ciudad Caracas) y Portugalete (Elpidio Gómez) respectivamente.

El primero, constituye el ejemplo más antiguo y significativo de la provincia. Construida en 1847, esta edificación, declarada Monumento Local, es considerada el único inmueble cienfueguero representativo de la transición constructiva entre la tradición vernácula colonial-trinitaria y el neoclásico que caracteriza la arquitectura local. En la actualidad tiene la función de Casa del Trabajador Azucarero y en uno de sus salones ha sido colocada la Sala de Historia donde se exponen documentos, piezas y fotografías de valor histórico, cultural y patrimonial vinculadas a la historia y evolución de la fábrica. El edificio, de forma rectangular y planta tradicional se erige en dos niveles en su cuerpo principal y la planta baja está estructurada alrededor de un patio central (aljibe) sin galerías; por su parte la cubierta es de madera y teja criolla a cuatro aguas, la cual pese a su antigüedad no presenta muchos deterioros. La carpintería, utilizada en gran variedad y dimensiones, está compuesta por maderas preciosas cubanas y vitrales de colores; por su parte los pisos, en la planta baja son de losas bremesas, mosaico y cemento, mientras que en la superior predomina la madera. También resultan interesantes los trabajos de herrería en las barandas de los balcones y escalera. A pesar de la categoría que posee esta valiosa pieza arquitectónica y patrimonial, representativa del complejo azucarero cienfueguero; presenta serias afectaciones y daños sobretodo en balcones y estructura portante (madera) del entrepiso.283

Por su parte la vivienda-oficina del central Ciudad Caracas constituye un exponente representativo de la influencia arquitectónica norteamericana, donde prevalecen los elementos decorativos y estilísticos neocalifornianos. La misma presenta dos niveles de planta concentrada y gruesos muros de mampostería con galería perimetral en el piso

inferior y portal en el superior. Durante el siglo XIX y primera mitad del XX, el primer piso se empleó con fines administrativos donde se encontraban las oficinas, mientras que el

282 Esta edificación, fue construida por el rico trinitario Don Juan Bautista Sarría, propietario del ingenio Soledad que hacia la década de 1870 queda endeudado y termina vendiendo la fábrica. Producto de esto, en 1882 a través de un proceso hipotecario Edwin. F. Atkins adquiere dicho ingenio y por ende pasa a ser propietario y residente de la casa vivienda. 283 Actualmente la planta superior está desabitada por completo producto de las grandes afectaciones del entrepiso, así como los locales del primer nivel que se encuentran bajo las zonas más deterioradas. 114 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

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segundo estaba destinado a la función de vivienda. Este majestuoso inmueble contó con una imagen única y especial, la cual estuvo dada fundamentalmente por la singular cubierta de madera y teja francesa a varias aguas y la magnífica y extensa carpintería de madera con persianería francesa, lucetas de mediopunto y cristalería de colores en su interior. En la actualidad, el nivel de deterioros que presenta esta parte de la estructura es tan alto y avanzado, que prácticamente se han perdido la mayoría de las puertas, ventanas y lucetas de la planta superior, la cual se encuentra en desuso y abandonada.

Por su parte, la casa vivienda de un nivel del batey Elpidio Gómez (a. Portugalete) fue construida en madera y mampostería de planta concentrada y estilo neoclásico con cubierta de losa horizontal y portal columnado al frente y en un lateral. La misma no era habitada de forma estable por su propietario Don Sotero Escarza y Urioste ya que este y su familia solo venían de paseo, si la vivían permanentemente el administrador con su familia y la servidumbre de la casa, los mismos tenían sus cuartos preparados para cada uno de ellos con todas sus condiciones. En 1956 resulta restaurada totalmente y ampliada en la parte trasera haciéndose de mampostería en su totalidad y placa monolítica en la cubierta, pero se mantienen los elementos decorativos neoclásicos, la carpintería y los pisos de mosaicos. Resultan interesantes los trabajos de carpintería en ventanas y puertas del inmueble principal, así como los enchapes en madera y mármol empleados en interior de la biblioteca-despacho.284 Como un anexo a esta edificación Don Sotero le construyó a su esposa Doña Bárbara Curbelo Cabrera otro pequeño inmueble de muros de ladrillo y cubierta de teja a varias aguas conocido desde entonces como “El Edén”,285 el cual era utilizado por la señora como recibidor de visitas o salón de descanso (fig. 84). En la actualidad la casona tiene funciones administrativas (oficinas del central) y en la segunda se encuentra la Sala Museo del batey y ambas conservan un buen estado técnico y carecen de grandes transformaciones. Además de esta edificación el señor Sotero le edificó a su hijo Francisco Escarza Curbelo una vivienda de alto confort en 1903 (fig. 85).

284 Toda la carpintería de la vivienda cuenta con cristalería trabajada donde el dibujo representa las iniciales: V, H y E, que responden a Viuda e Hijos de Escarza. En la biblioteca-despacho se encuentran sobre las puertas vitrales de colores y resalta la pintura-vitral de 1911 del artista F. Marquet. 285 Como dato curioso se conoce que este nombre lo toma por motivo de que la señora Bárbara Curbelo se sentaba en ese lugar bajo unos árboles de Mamey y decía: “Esto es el Edén”.

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De los exponentes construidos en la etapa republicana resaltan por sus características y estado de conservación los situados en los bateyes de Marta Abreu (a. San Francisco) y Mal Tiempo (a. Andreíta) (figs. 86 y 87).

El primero de estos, es una amplia vivienda de dos niveles de planta concentrada y estilo ecléctico sin portal, donde predominan los elementos clásicos, las amplias terrazas, barandas y pretiles compuestos por balaustres y pilares. Todas las fachadas presentan una abundante decoración donde resaltan las platabandas y cornisas, pero entre estas sobresale el acceso principal, donde se evidencia mayor nivel de jerarquización tanto horizontal como de elaboración mediante la aplicación de almohadillado sobre el muro y la presencia de la torre-escalera de forma circular que se ubica en un lateral. La estructura del edificio es de muros de ladrillos y cubierta de vigas de madera, tablazón y argamasa con terminación de rasilla y en el interior posee grandes salones con falso techo estucado y pisos de mosaico. Antiguamente la vivienda estaba rodeada de hermosos jardines, bien diseñados y cuidados, los cuales enmarcaban toda su área. Esta edificación fue construida por Marta Abreu Arencibia en 1904, tras heredar el ingenio San Francisco en 1890. En la actualidad tiene la función de oficinas y sala de historia, aunque no posee grandes modificaciones si presenta algunas zonas deterioradas.

En el caso de Mal Tiempo, la casa vivienda con inscripción de 1910 en el piso de la entrada se compone de dos volúmenes eclécticos con muros de ladrillo, entrepisos de losa por tabla y cubierta horizontal. Uno de estos, el delantero, presenta un solo nivel y portal perimetral, mientras que el otro carece de este elemento y alcanza los dos niveles. En ambos se repite la misma decoración de fachadas resaltando las platabandas que enmarcan los vanos y la estructura, los trabajos en hierro de las barandas, las molduras de los frisos y la forma de las cornisas. A pesar de esto el pretil en cada caso tiene sus particularidades, en el módulo de un nivel este es macizo y en el otro se compone de balaustres. La edificación, desde su fundación hasta nuestros días se caracterizó por la existencia de amplios jardines. La misma, al igual que la de Marta Abreu, funciona como oficina y sala de historia y presenta algunas adiciones edificadas en la terraza superior del volumen delantero, las cuales carecen de diseño y rompen con la verdadera imagen arquitectónica de este emblemático inmueble.

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El resto de las edificaciones construidas en la primera mitad del siglo XX aunque presentan transformaciones y deterioros aún permiten la lectura de sus características originales, en este caso se encuentran las situadas en los bateyes Guillermo Moncada (a. Constancia), 14 de Julio (a. Manuelita) y Espartaco (a. Hormiguero) (figs. 88-91).

El primero, de un solo nivel de planta concentrada y portal perimetral se levanta sobre 2.5 metros sobre el nivel del terreno permitiendo un gran espacio inferior que se empleaba como sótano y otras funciones y donde actualmente se encuentra el comedor de los trabajadores de la granja agroindustrial creada en el 2005 luego de la desmantelación del central. Este inmueble manifiesta algunas transformaciones en la carpintería y la estructura y terminación de la cubierta (fig. 88).

El segundo de estos casos, se presenta en mal estado técnico, abandonado y sin cubierta. Esta edificación, conocida como la antigua residencia de la familia Ponvert- Terry, actual Casa del Trabajador Azucarero, es un inmueble de estilo neocolonial con dos niveles de planta concentrada que se edificó luego de destruirse la primera casa vivienda del ingenio Hormiguero.286 Aún conserva elementos originales como los pisos de mosaicos, macetas de cerámica trabajada para plantas y algunas piezas de puertas y ventanas de madera, así como el muro de mampuesto que rodea la edificación y la reja de hierro de acceso al inmueble (figs. 91 y 92).

Del tercero solo se conserva una parte de la antigua vivienda. El inmueble original fue

construido en la última década del siglo XIX en un lateral de la fábrica de azúcar y consistía en una bella edificación de dos niveles de planta concentrada y portal perimetral con gruesas paredes de ladrillo, entrepiso de madera y cubierta a varias aguas de madera y teja. Posteriormente, en 1935 se erigió un edificio de dos niveles y planta concentrada con entrepiso y cubierta de hormigón armado que se adosó a la edificación anterior manteniendo el portal como nexo. Este es el único testimonio vigente que se conserva hoy en día puesto que el inmueble original desapareció. No obstante, a pesar de su regular estado técnico, este exponente se encuentra en desuso y abandonado (fig. 89).

286 La primera casa vivienda del ingenio Hormiguero (Espartaco) fue construida en 1839. Era una instalación de 2 plantas de estructura colonial con amplio portal corrido y gran cantidad de habitaciones que funcionaba como casa y oficina. En la misma se destacaban los trabajos de de herrería elaborada, planchas troqueladas en falsos techos, jarrones de madera que enmarcaban los accesos, ventanas de cristal y medio punto en forma de abanico, entre otros. En el exterior contaba con bellos y amplios jardines con pajareras y fuentes que rodeaban la edificación (fig. 90). En la actualidad como único testimonio válido de esta valiosa edificación queda solamente la torre del elevador y algunos fragmentos de los cimientos. 117 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

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La mayoría de estas viviendas eran utilizadas por sus propietarios de forma temporal, debido a que muchos de estos vivían en otras ciudades o en el extranjero por lo que la mayor parte del tiempo eran habitadas por el administrador de la fábrica.

Producto de esto en la provincia solo se constata la presencia de viviendas para dicho cargo en los bateyes de los centrales 14 de Julio (a. Manuelita), Marta Abreu (a. San Francisco) y Pepito Tey (a. Soledad).287 En el primer caso el edificio fue construido en la década de 1950 por lo que no será incluido en el inventario, mientras que el segundo solo conserva una pequeña parte, la cual se encuentra tan transformada que hace imposible la lectura de sus características originales.

De esta forma el único exponente existente se localiza en el último de los mencionados asentamientos y es la vivienda que perteneció al prestigioso e importante ingeniero norteamericano y administrador del ingenio Soledad, Don Santiago Murray.288 Esta

valiosa edificación fue construida a finales del siglo XIX en madera con cubierta de teja inclinada a varias aguas y portal perimetral columnado con altos vanos verticales y rejas de tipo colonial donde se puede apreciar la influencia norteamericana. Levantada sobre pilares con sótano esta magnífica edificación se encontraba rodeada de grandes jardines (fig. 93).

Por su parte en dicho batey es además donde único se constata la presencia actual de la vivienda para jefes de máquinas. En este caso la edificación se compone de dos niveles de planta concentrada con muros de ladrillo y cubierta de teja. Construida en la década de 1920 esta edificación carece de decoración, aunque la relación vano-macizo conformada por su excelente carpintería de madera y lucetas le brindan cierto atractivo a la imagen de su fachada principal. Hoy en día se utiliza como escuela secundaria básica y ha sufrido algunas transformaciones como la sustitución de algunas ventanas y la cubierta en su totalidad (fig. 94).

Albergues o pabellones para trabajadores asalariados.

287 En los planos de bateyes azucareros cubanos de la Cuban Association of Fire Insurance Company de 1936, 1941, 1944 y 1945 la casa del administrador aparece bajo la denominación de Manager Dwelling. En la mayoría de los casos cienfuegueros la identificación de este término coincide con la vivienda del propietario. Solamente en los planos de los bateyes de San Francisco (Marta Abreu) y Soledad (Pepito Tey) este aparece independientemente de la casa vivienda del dueño, que se identifica como Owner Dwelling. 288 Don Santiago Murray fue el ingeniero constructor del ferrocarril de Cienfuegos-Santa Clara (1847-1860) y además fue el proyectista de las ampliaciones realizadas en la Catedral de Cienfuegos durante las distintas etapas de construcción (1866-1871). En 1884 es contratado por Edwin F. Atkins como administrador del ingenio Soledad. 118 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

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Esta edificación surge en la primera mitad del siglo XX, con el fin de albergar las grandes cantidades de fuerza de trabajo destinadas fundamentalmente a la siembra, cultivo y corte de la caña. Producto de esto carecían de condiciones habitables ya que lo que se buscaba era la mayor concentración de habitaciones (cuartos y baños) posible en cada inmueble.

La provincia cuenta con una serie de exponentes de este tema, los cuales aún mantienen funciones habitacionales, solo que adaptadas a las condiciones actuales.

Estas edificaciones en la región villaclareña se manifiestan principalmente en dos tipologías: una de nave rectangular y otra en tira corrida.289 Por su parte en Cienfuegos predomina en su totalidad, la primera.

Los pabellones o albergues de tipo nave pertenecientes a los bateyes objeto de estudio, se conforman de dos secciones de habitaciones o cuartos, donde el acceso a estos presenta dos variantes. En una, este se resuelve mediante un pasillo interior longitudinal con cuartos a cada lado con baños colectivos en un extremo en igual distribución (figs. 95 y 100-a-b). En la otra, se accede directamente desde el exterior a cada cuarto, presentando un muro intermedio que divide simétricamente la nave en dos (figs. 96, 98, 100-102). En el primer ejemplo se generan fachadas laterales sin portal, compuestas por varias ventanas mientras que en el segundo se conforma a partir de las puertas de acceso a cada habitación pudiendo resguardarse la misma con el colgadizo del portal.

Por lo general estas edificaciones prescinden de decoración interior y exterior producto de su función y carácter industrial, aunque resulta significativo, por su excepcionalidad a nivel provincial el pabellón o barracón para trabajadores existente en el batey de Mal Tiempo (a. Andreíta). Este edificio presenta un portal en su entrada de estilo ecléctico y además mantiene algunos elementos decorativos en el resto de sus fachadas como las platabandas que delimitan los vanos y la estructura (fig. 95).

Estructuralmente este tipo de construcción presenta dos o más muros de carga paralelos y en la dirección de la dimensión más grande del inmueble, que se rigidizan mediante otros dispuestos perpendicularmente que delimitan los locales interiores. Las

289 Ernesto Pereira Gómez: ob. cit., p. 97. 119 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

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cubiertas, de madera y teja varían en cuatro y dos aguas dependiendo de la variante de acceso.290

Dentro de la provincia en mayor o menor medida cada uno de los centrales en estudio contó con este tipo de edificación pero resaltan por su cantidad los ubicados en los bateyes Guillermo Moncada (a. Constancia) (fig. 97).y Elpidio Gómez (a. Portugalete) (fig. 100).

Por lo general los pabellones o albergues para trabajadores de la industria azucarera solo presentan una planta aunque de forma muy puntual y singular en el batey del central Ciudad Caracas (a. Caracas) existe un edificio perteneciente a este tema arquitectónico que presenta dos niveles (fig. 102).

Viviendas para empleados del central azucarero. Este tipo de edificación surge a raíz del empleo de la fuerza de trabajo especializada en labores vinculadas directamente con la industria en el central azucarero.

Por lo general la cantidad de viviendas para empleados de un batey azucarero conforma conjuntos de edificios lo mismo dispersos que agrupados. El primer caso resulta difícil de identificar si no presenta un diseño repetitivo a nivel de batey, debido que en la actualidad, producto del propio desarrollo edilicio de los bateyes azucareros, las viviendas dispersas han quedado rodeadas de nuevas edificaciones. Por su parte los conjuntos agrupados tienden a conformar pequeñas urbanizaciones, que se caracterizan por la repetición de diseños tipológicos, la alineación de sus fachadas, la separación unos de otros y la forma de agrupación.

Desde el punto de vista estilístico este tipo de inmueble carece de elementos decorativos, en su mayoría se caracterizan por ser de pequeños tamaños con fachadas sencillas, simples y variadas por lo que su posible valor arquitectónico o patrimonial está dado a nivel de conjunto y no de forma singular o particular. Las fachadas, que generalmente no utilizan decoración se conforman de puerta de acceso, una o dos ventanas con o sin rejas y el portal que puede presentar baranda o prescindir de esta.

En este sentido, resalta de manera significativa y representativa a nivel de provincia un conjunto de viviendas construido en la década de 1930 en el batey adjunto al central

290 Los pabellones de pasillo central presentan dos muros de carga y cubierta a cuatro aguas, mientras que los de acceso directo al exterior se conforman de tres muros con caballete en el central y cubierta a dos aguas. 120 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

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Pepito Tey (a. Soledad) donde se evidencia la estratificación de las clases sociales asociadas a la producción de azúcar de esta industria en la etapa republicana. Este conjunto está conformado por edificios individuales de altos puntales, plantas concentradas, cubiertas de teja a dos aguas y muros de carga de ladrillo, carpintería compuesta de madera con amplios vanos en forma de arco de medio punto con paneles de cristalería; y rodeadas de extensas áreas verdes (fig. 105).

En cuanto a las tipologías constructivas y materiales de construcción de estas viviendas, varían las soluciones según el diseño planimétrico dado. En este sentido predominan en la provincia las viviendas de madera con cubierta inclinada de teja a dos aguas, las cuales le aportan a la zona donde se emplazan gran identidad y uniformidad. Las paredes en cierres o divisiones se componen de listones de madera solapados, machihembrados o con rebajos, predominantemente dispuestos de forma horizontal. En otros casos se emplean muros de ladrillo y se mantiene la misma solución de cubierta, que para todos los casos se emplea indistintamente la teja criolla y la francesa.291 Muchas de estas edificaciones producto de su antigüedad y materiales presentan deterioros, mientras que otras han sido remodeladas o transformadas.

E. Pereira292 define que la clasificación tipológica de este tipo construcción se deriva de la forma de asociación de la vivienda. A igual que dicho autor en el presente trabajo se estudian aquellos inmuebles existentes en los bateyes azucareros cienfuegueros hasta el año 1945 y reflejados en los planos correspondientes a este tipo de asentamiento de la Cuban Association of Fire Insurance Company, década en la que cada central ya disponía de la mayoría de sus exponentes para el hábitat de sus empleados especializados.

En la provincia de Cienfuegos se presentan los tres tipos fundamentales de asociación: viviendas en tira corrida, individuales o aisladas y pareadas. Cada uno de estos manifiesta exponentes de diseño único, sin embargo las ubicadas de forma individual tienden a presentar modelos repetitivos.

291 Según E. Pereira en la década de 1940 se comienza a emplear en este tipo de edificaciones la losa de hormigón con alero. Ernesto Pereira Gómez: ob. cit., p. 101. 292 Ernesto Pereira Gómez: ob. cit., p. 99. 121 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

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Las viviendas distribuidas de forma individual, a diferencia del resto presentan un comportamiento más simple y orgánico y se conforman de plantas concentradas con portal en el frente que puede ser insertado bajo la propia cubierta o de manera independiente al cuerpo principal y por lo general repiten varios modelos. Este tipo es el más predominante en los bateyes de la provincia y los ejemplos más representativos se encuentran en los asentamientos de Guillermo Moncada (a. Constancia) (figs. 103-a y 112), Pepito Tey (a. Soledad) (figs. 105 y 107), Ciudad Caracas (a. Caracas) (figs. 103- c y 106) y Elpidio Gómez (a. Portugalete) (fig. 103-b).

Por su parte, las viviendas pareadas se manifiestan predominantemente en los exponentes de los bateyes Espartaco (a. Hormiguero) (figs. 104-a y 113), Pepito Tey (a. Soledad) (fig. 104-b) y Mal Tiempo (a. Andreíta). Estas presentan portal en la fachada de tipo colgadizo y la planta tradicional acude a la forma de martillo, buscando la ventilación de los locales.

Los asentamientos de 14 de julio (a. Manuelita) (fig. 114) y Mal Tiempo (a. Andreíta) (fig. 115) son los únicos que presentan viviendas en tira. En este caso el portal corrido del frente presenta una cubierta tipo colgadizo.

3.3.3 Arquitectura del subsistema religioso vinculada al central azucarero. La religión ha acompañado al hombre en todos los tiempos, lugares y regiones. Los bateyes azucareros desde sus inicios incorporaron actividades relacionadas con la misma, aunque no siempre contaron con edificaciones específicas. Producto de la devoción religiosa de los propietarios de las fábricas de azúcar, principalmente de tendencia católica, surge en estos asentamientos el templo de iglesia con la doble función de satisfacer las necesidades religiosas de los representantes de la alta sociedad azucarera e imponer el cristianismo en la población que profesaba otra religión.293

Esta edificación comienza a formar parte del complejo industrial azucarero cubano de forma tardía294 y puntual, debido a que solo aparece en algunas fábricas. En el caso

293 El grueso de la fuerza de trabajo, fundamentalmente los negros esclavos y en algunos casos los asiáticos, pertenecía a otras culturas y creencias. 294 Desde los orígenes de la industria azucarera en la Isla, las fábricas de azúcar (ingenios) incorporan funciones religiosas, las cuales se realizan en pueblos vecinos, en los barracones para esclavos o incluso en algunas zonas de la propia industria. 122 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

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específico de Cienfuegos se constata la existencia de ocho capillas.295 De estas, dos no han podido llegar hasta nuestros días, una perteneció al batey Espartaco (a. Hormiguero),296 de la cual no queda ninguna huella y la otra se encuentra en el asentamiento 14 de Julio (a. Manuelita), edificada en 1815 con muros de mampuesto actualmente se emplea como almacén la parte perteneciente al presbiterio y el resto presenta un estado ruinoso.297

Por su parte todos los exponentes existentes pertenecen a la etapa republicana, dos de ellos construidos en la primera década de este período, y el resto en las dos últimas.

Las capillas de los bateyes objeto de estudio se caracterizan por presentar una sola tipología planimétrica constituida por una nave de planta rectangular de pequeñas dimensiones. Solamente dos casos cuentan con portal como antesala al recinto principal y son los asentamientos de 14 de Julio (a. Manuelita) (fig. 118) y Elpidio Gómez (a. Portugalete) (fig. 116). Solamente la capilla del batey Guillermo Moncada (a. Constancia) presenta local con funciones de carácter doméstico (fig. 117).

En cuanto al tipo de fachada principal se manifiestan tres variantes, una a partir del uso de la torre-campanario incorporada en el centro del cuerpo de la nave como se presenta en la capilla del batey Ciudad Caracas (a. Caracas) (fig. 120), único exponente de este tipo. Por su parte las otras dos formas prescinden de este elemento, ya que en una la fachada se compone por una espadaña y la otra simplemente carece de elemento identificativo. En el primero de estos casos se encuentran los templos de Guillermo Moncada (a. Constancia) (figs. 117), 14 de Julio (a. Manuelita) (figs. 118), y Ramón Balboa (a. San Agustín) (figs. 119). El resto de las fachadas está constituido por los grandes planos laterales del edificio con las series de ventanas del salón principal y la cubierta inclinada a vista.

La época de construcción de estos inmuebles determinó el estilo arquitectónico de los mismos. Los más antiguos manifiestan un carácter ecléctico como se aprecia en las capillas de los bateyes: Elpidio Gómez (a. Portugalete) (figs. 116) y Guillermo Moncada

295 Los templos religiosos de los bateyes azucareros cienfuegueros reciben la connotación de capillas debido a su pequeño tamaño. 296 Según el plano de la Cuban Association of Fire Insurance Company de 1945. 297 Información brindada por el compañero Roberto Pérez, trabajador del central (Jefe de Despacho), nacido en el batey y además encargado desde hace años (por interés particular) del patrimonio de la industria. 123 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

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(a. Constancia) (figs. 117). En el primer caso la capilla fue construida en 1905 y todas las piezas fueron traídas de España. Por su parte la construcción del templo del segundo ejemplo se constata antes de 1936.298 Este edificio fue intervenido y restaurado recientemente donde se sustituyó la cubierta original de teja por zinc.

El resto de los inmuebles de factura moderna datan de la década de 1950, en este caso se encuentran las capillas de los bateyes 14 de Julio (a. Manuelita), Ramón Balboa (San Agustín), Pepito Tey (a. Soledad).299

La solución estructural y los materiales empleados en estas edificaciones denotan el momento histórico de su construcción. Todos se conforman de muros de carga de ladrillo y las cubiertas de las naves en la mayoría de los casos se resuelven a partir de dos paños inclinados y en sólo uno se emplea la losa plana de hormigón (fig. 121). Dentro del primer tipo se utilizan estructuras ligeras de madera con terminación de teja o zinc (figs. 116, 117 y 119) y losas de hormigón (figs. 118 y 120).

Dentro del tema religioso aparece una edificación excepcional en el batey 14 de Julio (a. Manuelita). Adjunto a la capilla de 1815 se edificó un inmenso monasterio de Orden Franciscana que posteriormente se convirtió en almacén de azúcar.300 Esta edificación fue erigida con un alto puntal y gruesos muros de piedra con cubierta de madera y teja. La misma se conformaba de un amplio espacio sin divisiones interiores con varios accesos a la capilla, la cual tenían un pasillo subterráneo que llegaba hasta los barracones de esclavos. Este monumental edificio actualmente se encuentra en ruinas y abandonado.

3.3.4 Arquitectura del subsistema defensivo vinculada al ingenio-central azucarero. Hacia finales de la década de 1860 se produce en Cuba el comienzo de las luchas independentistas libradas por los cubanos contra la metrópoli española. Producto de esto surge la política de la “tea incendiaria” por la que resultan afectadas numerosas

298 Según el plano de la Cuban Association of Fire Insurance Company de ese año. 299 El caso de la capilla de Pepito Tey (a. Soledad) no presenta elementos identificativos del tema debido a que esta edificación formaba parte del edificio de viviendas para jefes de máquinas del central y tardíamente se condiciona para dichas funciones. Se conoce que el propietario Edwin F. Atkins era de religión protestante, a esto se debe fundamentalmente la no presencia de una capilla católica en los primeros años de crecimiento y desarrollo del batey. 300 En 1945 esta edificación ya era almacén de azúcar según el plano de la Cuban Association of Fire Insurance Company de ese año. 124 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

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extensiones de cultivos de caña e ingenios en el territorio cienfueguero.301 En este sentido los propietarios de ingenios emprenden la construcción de diferentes fortificaciones en aras de proteger sus propiedades. Debe aclararse que en algunas zonas las repercusiones de la guerra no conllevaron la presencia de este tipo de edificación, como es el caso de los actuales municipios de Cruces y Palmira, donde no se constata la presencia de los mismos.

Además de los fuertes aislados, el sistema defensivo del complejo azucarero contó con otros como muros de mampostería (murallas) para similares funciones, como el que rodeaba al antiguo ingenio Manuelita (14 de Julio), del cual se mantienen muchos tramos.

Los fuertes defensivos de Cienfuegos se caracterizan por presentar una tipología aislada y simple. De acuerdo a la planimetría se presentan dos tipos: los de planta rectangular, fundamentalmente cuadrada y los de planta circular o tipo torreón.

En la provincia predominan los fortificaciones de planta cuadrada o rectangular donde se desarrollaba una sola función (figs. 122 y 123-c-e-f), en este caso se encuentran seis de los siete con que cuenta la provincia, entre los que se destacan los fuertes Santa Rosalía y Turbina pertenecientes al ingenio-central Constancia (Guillermo Moncada).

En cuanto la cantidad de niveles existe un predominio de tres y en menos medida de dos, característica que favorece la función de vigía que tuvieron en los momentos de la guerra.

Desde el punto de vista de las fachadas se presentan dos variantes, una de cubierta inclinada, principalmente a cuatro aguas y otra con cubiertas horizontales y pretiles a modo de muro almenado o con aspilleras. Entre los elementos más significativos se destacan las ventanas para la observación, así como las propias aspilleras, que pueden disponerse tanto vertical como horizontalmente. Los vanos de observación rectangulares se sitúan en la parte superior del segundo nivel (fig. 123-c-d-e).

La estructura portante de estas edificaciones tanto de planta circular como cuadrada se compone de resistentes y gruesos muros de carga construidos a base de piedra y cal en el centro de los paños, y la utilización del ladrillo en bordes esquineros y vanos (fig.

301 Véase capítulo precedente donde se detallan las repercusiones de la guerra y específicamente de la política de la “tea incendiaria” en la antigua jurisdicción de Cienfuegos. 125 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

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123-a-c). Por su parte los entrepisos se resuelven a partir de una estructura de madera (fig. 123-d), mientras que las cubiertas se construyen a partir de semejante solución y terminaciones de ladrillo o losas de cerámicas.

La tipología de planta circular o tipo torreón mantiene las mismas características de fachada que los otros. En este caso se encuentra solamente el torreón Julito del ingenio-central Constancia (Guillermo Moncada) (figs. 123-a-b).

En la actualidad tres de estas edificaciones se encuentran habitadas con funciones de vivienda, por lo que presentan altos niveles de transformaciones que en dos casos impiden la lectura de sus características originales, ellos son los antiguos fuertes que protegieron a los ingenios-centrales San Agustín (Ramón Balboa) y Soledad (Pepito Tey). Por su parte el localizado en el batey 14 de Julio (a. Manuelita) aún conserva elementos que lo identifican como las almenas y las molduras que dividen sus dos plantas.302

3.3.5 Arquitectura socio-comercial vinculada a la producción de azúcar. Debido a ciertas exigencias propias del complejo azucarero se genera el surgimiento de otras edificaciones de carácter socio-comercial en aras de dar respuesta a las necesidades de la población entre las que se destacan el tema educacional y el departamento comercial.

Debido a la introducción de personal asalariado para labores industriales que a finales

del siglo XIX aumenta considerablemente producto de que se traslada de sus residencias en poblaciones vecinas y se instala en el propio batey; surgen dos nuevos edificios en el complejo azucarero condicionados por las demandas y necesidades de dicho personal. Estos son la escuela y la tienda, funciones que se generalizan durante

las dos primeras décadas del siglo XX en todos los escenarios de la provincia.

Ambas edificaciones serán abordadas de manera general en la presente investigación debido a que la cantidad de exponentes es limitada y escasa.

Tema educacional. Edificios para escuelas.

302 Las molduras que dividen los niveles no se generalizan en la provincia de Cienfuegos como en Villa Clara. 126 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

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Este tema, a diferencia del territorio villaclareño, en Cienfuegos solamente se constata la existencia de cinco exponentes de este tipo en cuatro asentamientos azucareros.303 Los dos casos que no lograron sobrevivir hasta nuestros días pertenecieron a los bateyes Pepito Tey (a. Soledad), del cual solo se conserva la cimentación y la escuela “Escarza y Urioste” del central Portugalete (Elpidio Gómez).

El resto se encuentra en los asentamientos de 14 de Julio (a. Manuelita), Ramón Balboa (a. San Agustín) y Pepito Tey (fig. 125-a-b-c).304 La escuela del primer caso surgió entre 1890 y 1910 y hoy es el comedor de trabajadores del central, el segundo fue construido en la década de 1910 y ha sido convertido en vivienda, mientras que el último data de 1946 y mantiene su función original.

De acuerdo a la afiliación estilística y la planimetría, el primero, de transición al movimiento moderno presenta planta compacta con patio interior y galerías columnadas. El segundo, de estilo ecléctico se compone de un solo local de planta rectangular mientras que el otro, exponente representativo de la arquitectura vernácula se conforma de planta tradicional en forma de U.

Desde el punto de vista de los materiales y tecnologías en los dos primeros casos los muros de carga se conforman de ladrillo y la cubierta es de madera y teja a dos aguas en uno y a varias en el otro, por su parte el tercer ejemplo es de madera en su totalidad con cubierta de teja a dos aguas.

Tema comercial. Edificio destinado a la tienda del central.

La tienda del central azucarero se generaliza a inicios del siglo XX y se caracteriza por presentarse independiente en diferentes formas y dimensiones en el batey azucarero cienfueguero. Solamente han logrado sobrevivir hasta nuestros días cuatro exponentes representativos del que fuera en la etapa republicana el departamento comercial del central (fig. 125).

Planimétricamente, en la provincia prevalece el edificio corrido que se desarrolla paralelo a la calle con portal columnado en todo el frente por donde se accedía a las diferentes funciones, como se manifiesta en los asentamientos de Ciudad Caracas (a. Caracas), Ramón Balboa (a. San Agustín) y Elpidio Gómez (a. Portugalete) (fig. 125-a-

303 Según planos de la Cuban Association of Fire Insurance Company de los años 1944 y 1945. 304 Esta edificación es independiente a la antes mencionada desaparecida. 127 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

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b-c-d). Este último sufrió un derrumbe en la mitad del inmueble, de la cual se reparó solamente una parte (fig. 125-c) y el resto se utiliza como vivienda (fig. 125-d).

En menor medida aparecen otros dos casos. En uno, como se aprecia en la tienda del batey Mal Tiempo (a. Andreíta) se desarrollan dos cuerpos dispuestos perpendicularmente conformando una esquina (fig. 125-e). Por su parte el otro resulta un caso atípico ya que no presenta portal y se conforma de dos niveles, en este caso se encuentra el edificio comercial de Pepito Tey (a. Soledad) (fig. 125-f).

Todos estos exponentes se conforman de muros de carga de ladrillo con cubiertas de madera y teja a varias aguas y se caracterizan por presentar fachadas lisas ausentes de decoración.

3.4 Conclusiones del Capítulo.

La totalidad de los bateyes en estudio se deriva de industrias fundadas en el siglo XIX, principalmente en su primera mitad. Pese a esto la generalidad de los exponentes a nivel provincial tanto de imagen urbana como edificaciones arquitectónicas pertenecen a períodos posteriores como el republicano y el revolucionario.

Se constata que el urbanismo de los escenarios de estudio manifiesta dos tendencias, una conformada por la adaptación y transformación de estructuras preexistentes a exigencias tecnológicas modernas y la otra devenida en nuevas zonas de desarrollo con rasgos particulares que se derivan de los diferentes momentos históricos de su surgimiento.

Además de esto se confirma que la estructura urbana de dichos asentamientos manifiesta una zona funcional productiva y otra residencial. La primera coincide físicamente con la zona que comprendía el central y sus dependencias en la primera

mitad del siglo XX donde predominan las funciones industriales, administrativas y de servicios, mientras que en la segunda predomina la vivienda. El trazado vial, a través del comportamiento específico de cada período evidencia también la organicidad derivada de la actividad fabril, donde se insertan las edificaciones que garantizan la trama del complejo con una disposición aislada y el predominio de un solo nivel. Por su parte la imagen urbana está condicionada las edificaciones industriales, los ferrocarriles y grandes espacios abiertos con vegetación y accesos arbolados.

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En cuanto a la arquitectura el estudio se basa en un análisis tipológico general de cada uno de los diferentes temas del complejo azucarero, donde se asumen elementos de planimetría, fachadas, tecnologías y materiales de construcción. En este sentido se comprueba que los bateyes con mayor cantidad de exponentes representativos son aquellos vinculados a las industrias cuyos propietarios fueron ricos e importantes.305

En este sentido prevalecen dos grandes grupos de edificaciones, uno compuesto por la industria y sus dependencias y otro conocido como la arquitectura no fabril, el cual sirve de apoyo al proceso productivo y se conforma del tema de la vivienda con diferentes variantes y momentos en las etapas republicana y revolucionaria.

La arquitectura del siglo XIX se manifiesta puntual y escasamente y se deriva de los subsistemas de producción, doméstico y defensivo. Los almacenes del central, las casas vivienda de propietarios y administradores y los fuertes militares son sus principales exponentes. Sus características manifiestan tipologías que dependen de las funciones y técnicas constructivas, predominan los muros de mampostería de piedra y cubiertas inclinadas de madera y teja criolla.

Por su parte la arquitectura representativa del siglo XX en los escenarios de estudio se diversifica a partir del surgimiento de nuevos temas y la adaptación de algunos otros. Al edificio industrial se le incorporan modernas actividades, en tanto las estructuras heredadas del período anterior se convierten en viviendas para las clases más pobres. La casa vivienda del dueño se mantiene, pero aparecen otras edificaciones para vivienda de importancia y edificios para albergar a trabajadores temporales. También se construyen pequeños conjuntos de viviendas que demandan servicios de tiendas, escuelas e iglesias fundamentalmente. Todos estos, al igual que sus antecesores, poseen tipologías derivadas de su función original, a pesar de que incorporan nuevas tecnologías constructivas y materiales. Predomina el uso del ladrillo en muros portantes y se emplean diversas estructuras y terminaciones en las cubiertas.

En cuanto a la afiliación estilística se determina su comportamiento general a nivel de

cada exponente arquitectónico en los casos meritorios. La arquitectura del siglo XIX evidencia elementos de influencia norteamericana y neoclásica en la mayoría de sus

305 En este sentido resaltan personalidades como Edwin F. Atkins y Santiago Murray (Pepito Tey-Soledad), Tomás Terry Adams (Ciuadad Caracas-Caracas), Elías Ponvert (Espartaco-Hormiguero) y Sotero Escarza y Urioste (Elpidio Gómez-Portugalete). 129 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

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edificaciones. En el caso de los edificios del subsistema productivo se evidencian puntualmente algunas decoraciones relevantes, mientras que la casa vivienda extiende

los códigos de influencia neoclásica hasta la primera década del siglo XX. En los adelante se asume la influencia ecléctica y en menor medida neocolonial.

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3.5 Inventario fotográfico de las estructuras urbanas y los exponentes de mayor significación y representatividad de la arquitectura en el batey azucarero cienfueguero. 3.5.1 Caracterización urbana. Imagen urbana actual de los bateyes azucareros y características de los viales.

a b Fig. 29. Batey Ciudad Caracas (a. Caracas). a) vial de acceso principal, pavimentado con acera a ambos lados, b) carretera periférica sin acera.

a Fig. 30. Acceso principal batey Espartaco (a. Hormiguero). a) vehicular, b) peatonal, c) ambos.b

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Fig. 31. Vial con parterre. Batey Ramón Balboa (a. San Agustín).

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Elementos de configuración urbana. Ferrocarriles, locomotoras de vapor.

Fig. 47. Locomotora de vapor vía ancha de 1920, única en la provincia. Central Marta Abreu (a. San Francisco).

Fig. 48. Locomotoras “Festival del Vapor”.

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Elementos de configuración urbana. Jardines.

a b c

d e

f g h Fig. 49. El empleo de la palma real en el jardín azucarero cienfueguero. a) y b) acceso casa vivienda central Ciudad Caracas, c) jardín edificio para jefes de máquinas del central Pepito Tey, d) jardín casa vivienda batey Mal Tiempo, e), f), g) y h) batey Espartaco.

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Elementos de configuración urbana. Jardines.

a

Fig. 50. Jardín casa vivienda central 14 de Julio (a. Manuelita). a) foto antigua década de 1950, b) actual. b

a

b

d

Fig. 51. Jardines batey Elpidio Gómez (a. Portugalete). a) y b) fotos antiguas de la década de 1900. c c) y d) fuente en la actualidad.

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Elementos de configuración urbana. Jardines.

Fig. 52. Jardín casa vivienda del batey Mal tiempo (a. Andreíta).

d

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c e

b

Fig. 53. Jardín casa Sarría-Atkins, batey Pepito Tey (a. Soledad) a), b) y c) lateral izquierdo. d) y e) lateral derecho.

Fig. 54. Jardín casa-oficina del central Ciudad Caracas (a. Caracas) 135132 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

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Click here to buy Capítulo III. w w m w co .A B BYY. Elementos de configuración urbana. Jardines.

Fig. 55. Caso significativo y excepcional estrechamente vinculado al central Pepito Tey (a. Soledad). Jardín Botánico de Cienfuegos (Monumento Nacional).

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Elementos de configuración urbana. Avenidas y caminos arbolados.

Fig. 56. Acceso principal batey Ciudad Caracas (a. Caracas) bordeado por ficus alamos.

Fig. 58. Vial principal de acceso al central Espartaco (a. Hormiguero) custodiado por palmas reales.

Fig. 57. Antiguo entrada del ferrocarril al central Marta Abreu (a. San Francisco).

Fig. 59. Calle Real del Batey Pepito Tey que comunica a la industria con el Jardín Botánico. 137 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

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Elementos de configuración urbana. Monumentos, sitiales y mobiliario urbano de alta significación patrimonial.

Fig. 60. Torre-reloj del central Espartaco (a. Hormiguero). Esta magnífica y singular joya patrimonial fue construida en 1922 en memoria al fallecido administrador Elías Ponvert.

Fig. 62. Luminaria de hierro fundido del central Ciudad Caracas (a. Caracas). Fig. 61. Desaparecida torre-reloj del central Elpidio Gómez (a. Portugalete).

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Elementos de configuración urbana. Monumentos, sitiales y mobiliario urbano de alta significación patrimonial.

a b Fig. 63. Campanas de bronce para llamar esclavos. a) y b) Batey Pepito Tey (a. Soledad). c) Ramón Balboa (a. San Agustín). c

b

a

Fig. 64. Maquinarias del siglo XIX. a) Masa de 1851 del ingenio Constancia (G. Moncada) b) y c) Máquina de vapor francesa de 1890 c perteneciente al central San Francisco (Marta Abreu).

a b Fig. 65. Locomotoras de vapor con fines expositivos. a) Batey Guillermo Moncada (a. Constancia), b) Batey Mal Tiempo (a. Andreíta).

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3.5.2 Caracterización arquitectónica. Subsistema productivo. El edificio de la industria.

Fig. 66. Antigua entrada principal de la industria del central Ciudad Caracas (a. Caracas) de estirpe neoclásica que la hace un exponente excepcional y significativo a nivel de provincia.

Fig. 67. Parte del antiguo edificio industrial del central Mal Tiempo (a. Andreíta).

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Subsistema productivo. El almacén del central azucarero.

c

a b

Fig. 68. Almacén de útiles, herramientas y materiales, del central Elpidio Gómez (a. Portugalete). Primer edificio construido después de la propia industria en la década de 1870. a) y b) fotos antiguas de las décadas de 1900 y 1960 respectivamente. d c) y d) Imagen modificada actual, Casa del Azucarero.

Fig. 69. Almacén de azúcar de la década de 1910 situado en el batey Ramón Balboa (a. San Agustín).

Fig. 70. Almacén del central Pepito Tey (a. Soledad).

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Subsistema productivo. El almacén del central azucarero.

Fig. 71. Almacén de estirpe neoclásica perteneciente al central 14 de Julio (a. Manuelita).

Fig. 72. Almacén de dos niveles edificado en 1904 situado en el batey Mal Tiempo (a. Andreíta).

Fig. 73. Almacén del central Marta Abreu (a. San Fco.).

Fig. 74. Magnífico exponente del siglo XIX perteneciente al central Guillermo Moncada (a. Constancia). 142 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

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Subsistema productivo. Departamento administrativo, el edificio de oficinas.

a

b

Fig. 76. Departamento administrativo del batey c Elpidio Gómez (a. Portugalete). Fig. 75. a), b) y c) Oficinas del central Ramón Balboa (a. San Agustín).

Fig. 77. Edificio-oficina de dos niveles del central Pepito Tey (a. Soledad). 143 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

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Subsistema productivo. Algunas obras significativas de ingeniería.

Fig. 78. Tanque del central Ciudad Caracas (a. Caracas). Fig. 79. Base de tanque del batey Espartaco (a. Hormiguero). a b c d

Fig. 80. Estructuras de hierro para tanques elevados. a) y b) central Pepito Tey. c) central Guillermo Moncada. d) central 14 de Julio. 144 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

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Subsistema doméstico. La casa vivienda del propietario del ingenio-central azucarero.

Fig. 81. Casa Sarría-Atkins del central Pepito Tey (a .Soledad), construida en 1847 y declarada Monumento Local.

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Subsistema doméstico. La casa vivienda del propietario del ingenio-central azucarero.

Fig. 82. Vivienda-oficina del central Ciudad Caracas (a. Caracas), construida en el siglo XIX por Don Tomás Terry Adam.

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Subsistema doméstico. La casa vivienda del propietario del ingenio-central azucarero.

Fig. 83. Casa vivienda de Don Sotero Escarza y Urioste, construida en el siglo XIX, restaurada y modificada en 1956, batey Elpidio Gómez (a. Portugalete). 147 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

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Subsistema doméstico. La casa vivienda del propietario del ingenio-central azucarero.

Fig. 85. Vivienda de Francisco Escarza Curbelo (hijo de Sotero Escarza) construida en 1903, batey Elpidio Gómez (a. Portugalete). Fig. 84. “El Edén”, recibidor de visitas y salón de descanso de Doña Bárbara Curbelo Cabrera (esposa de Sotero Escarza), batey Elpidio Gómez (a. Portugalete).

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Subsistema doméstico. La casa vivienda del propietario del central azucarero.

Fig. 86. Residencia de Marta Abreu Arencibia construida en 1904, batey Marta Abreu (San. Francisco).

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Subsistema doméstico. La casa vivienda del propietario del central azucarero.

Fig. 87. Casa vivienda del central Mal Tiempo (a. Andreíta) construida en 1910.

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Subsistema doméstico. La casa vivienda del propietario del central azucarero.

Fig. 88. Casa vivienda central Guillermo Moncada (a. Constancia).

a

c Fig. 89. Casa vivienda del batey 14 de Julio (a. Manuelita). a) Vivienda original (desaparecida) edificada en la década de 1890. b) y c) Edificio construido en 1935 producto de una ampliación. b

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Subsistema doméstico. La casa vivienda del propietario del central azucarero.

a b Fig. 90. Batey Espartaco (a. Hormiguero). a) primera casa vivienda (destruida) construida en 1839, b) Torre del elevador de dicho inmueble, única huella existente del singular edificio.

Fig. 91. Segunda casa vivienda del central Espartaco (a. Hormiguero), conocida como la antigua residencia de la familia Ponvert-Terry.

Fig. 92. Estado actual de la antigua residencia Ponvert-Terry, la cual presenta altos niveles de deterioro, ha perdido toda la cubierta y parte de la carpintería. 152 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

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Subsistema doméstico. La vivienda para administradores y jefes de máquinas.

Fig. 93. Vivienda del administrador del central Pepito Tey (a. Soledad), único exponente de este tema a nivel provincial construida a finales del siglo XIX específicamente para el ingeniero norteamericano Don Santiago Murray, quien ocupó dicho cargo desde 1884.

Fig. 94. Edificio de viviendas para jefes de máquinas del central Pepito Tey (a. Soledad) construido en la década de 1920, único ejemplo de este tema arquitectónico constatado en el presente estudio. Actualmente se emplea como escuela de enseñanza primaria.

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Subsistema doméstico. El albergue o pabellón para trabajadores asalariados.

Fig. 95. Exponente excepcional de pasillo interior y estirpe ecléctica situado en el batey de Mal Tiempo (a. Andreíta).

Fig. 96. Pabellón para trabajadores tipo nave con acceso directo al exterior, batey Espartaco (a. Hormiguero).

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Subsistema doméstico. El albergue o pabellón para trabajadores asalariados.

Fig. 97. Cantidad de albergues para trabajadores del central Guillermo Moncada (a. Constancia) en 1936. Plano de de la Cuban Association of Fire Insurance Company de ese año.

Fig. 98. Pabellones para trabajadores asalariados del central Guillermo Moncada (a. Constancia), gran coloso y productor de azúcar durante los siglos XIX y XX.

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Subsistema doméstico. El albergue o pabellón para trabajadores asalariados.

Fig. 99. Cantidad de albergues para trabajadores del central Elpidio Gómez (a. Portugalete) en 1945. Plano de de la Cuban Association of Fire Insurance Company de ese año.

a

b Fig. 100. Pabellones del central Elpidio Gómez (a. Portugalete). a) y b) de pasillo interior, el resto de acceso directo al exterior. 156 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

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Subsistema doméstico. El albergue o pabellón para trabajadores asalariados.

Fig. 101. Pabellones para trabajadores perteneciente al batey 14 de Julio (a. Manuelita).

Fig. 102. Pabellón o albergue de dos niveles para trabajadores asalariados del central Ciudad Caracas (a. Caracas), único y singular exponente de este tema arquitectónico a nivel de las provincias de Cienfuegos y Villa Clara.

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Subsistema doméstico. La vivienda para empleados del central azucarero. Planos de la Cuban Association of Fire Insurance Company de los años 1936-41-44 y 45.

a b

d Fig. 103. Viviendas individuales para empleados. a) Batey G. Moncada (a. Constancia), 1936. b) Batey Elpidio Gómez (a. Portugalete), 1945. c) Batey Ciudad Caracas (a. Caracas), 1941. c d) Batey Ramón Balboa (a. San Agustín), 1944. a b

Fig. 104. Viviendas pareadas para empleados. a) Batey Espartaco (a. Hormiguero), 1945. b) Batey Pepito Tey (a. Soledad), 1944.

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Subsistema doméstico. La vivienda individual para empleados del central azucarero.

Fig. 105. Conjunto significativo, singular y excepcional de viviendas aisladas construido en la década de 1930 para empleados del central Pepito Tey (a. Soledad). 159 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

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Subsistema doméstico. La vivienda individual para empleados del central azucarero.

Fig. 106. Batey Ciudad Caracas (a. Caracas).

Fig. 107. Batey Pepito Tey (a. Soledad). Fig. 110. Batey 14 de Julio (a. Manuelita), ambas originalmente fueron una sola vivienda.

Fig. 108. Batey Ramón Balboa (a. San Agustín).

Fig. 111. Viviendas de 1910 del batey Marta Abreu (a. San Fco.). Fig. 109. Batey Mal Tiempo (a. Andreíta).

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Subsistema doméstico. La vivienda individual para empleados del central azucarero.

a

c

b d

f e

g h Fig. 112. Batey Guillermo Moncada (a. Constancia), debido a sus grandes producciones este central demandó altas cantidades de viviendas para empleados. a), b) y c) edificaciones situadas alrededor y cercanas a la industria (década de 1910). d) y e) viviendas para empleados situadas en la periferia del asentamiento. f), g) y h) tipología predominante que se encuentra esparcida por todo el batey, también las hay de madera.

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Subsistema doméstico. La vivienda pareada y en tira corrida para empleados del central azucarero.

Fig. 113. Viviendas pareadas de la década de 1900 del central Espartaco (a. Hormiguero).

Fig. 114. Tira de 11 viviendas para empleados del central 14 de Julio (a. Manuelita).

Fig. 115. Viviendas en tira para empleados de la industria azucarera perteneciente al batey Mal Tiempo (a. Andreíta).

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Subsistema religioso. La capilla ecléctica del batey azucarero.

Fig. 116. Capilla de 1905, batey Elpidio Gómez (a. Portugalete).

Fig. 117. Capilla del batey Guillermo Moncada (a. Constancia). 163 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

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Subsistema religioso. La capilla moderna del batey azucarero.

Fig. 118. Capilla de 1955 con portal y espadaña situada en el batey 14 de Julio (a. Manuelita).

Fig. 120. Capilla con campanario, batey Ciudad Caracas (a. Caracas).

Fig. 119. Batey Ramón Balboa (a. San Agustín).

Fig. 121. Batey Pepito Tey (a. Soledad).

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Subsistema defensivo. Las fortificaciones del ingenio-central azucarero.

Fig. 122. Fuerte de planta cuadrada situado en el batey 14 de Julio (a. Manuelita).

c e

a

b d f Fig. 123. Fortificaciones del central Guillermo Moncada (a. Constancia). a) y b) Torreón “Julito” de planta circular y tres niveles. c) y d) Fuerte “Santa Rosalía” de planta rectangular de tres niveles con almenas y aspilleras. e) Fuerte “Turbina” de planta cuadrada de tres niveles con aspilleras. f) Ruinas del fuerte “Español” de planta cuadrada y un solo nivel. 165 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

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Subsistema socio-comercial. La tienda y la escuela del batey azucarero.

a

b

Fig. 125. La escuela del batey azucarero. a) Batey 14 de Julio. b) Batey Ramón Balboa. c c) Batey Pepito Tey.

a e

b f

Fig. 125. La tienda del batey azucarero. a) Edificio corrido, Ciudad Caracas. b) Edificio corrido, Ramón Balboa. c) y d) Edificio corrido, Elpidio Gómez. e) Edificio corrido y esquinero, Mal Tiempo c d f) Edificio de dos niveles, Pepito Tey.

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CONCLUSIONES.

El trabajo presenta dos resultados fundamentales que se corresponden con los objetivos propuestos. El primero está relacionado con el surgimiento, evolución y desarrollo de la industria azucarera en la provincia, profundizándose en el análisis de las condicionantes económicas y sociales presentes en la región a lo largo del proceso histórico de dicho sector contribuyendo por tanto al enriquecimiento de la historiografía regional y nacional, indisolublemente unida a esta producción. El segundo resultado que se acota a la caracterización del urbanismo y la arquitectura de los bateyes objeto de estudio, aporta desde el punto de vista teórico el comportamiento específico del patrimonio urbano y edilicio de estos asentamientos a nivel de provincia.

Durante la investigación se detecta una insuficiente documentación tanto histórica como de archivo relacionada con los escenarios de estudio y sus edificaciones, elementos imprescindibles para la determinación de la evolución de cada entidad objeto de estudio y de su período de origen. Ante esta dificultad fue necesario sustituir las evidencias documentales por un extenso trabajo de campo que incluyó la consulta y testimonio de vecinos de la zona. Otro obstáculo presentado fue el alto grado de transformaciones practicadas en los elementos arquitectónicos y urbanos así como la ausencia de gran cantidad de ellos lo cual torna más complejo el análisis.

Independientemente de las dificultades anteriormente mencionadas se demuestra la hipótesis planteada de que el urbanismo y la arquitectura de los bateyes azucareros cienfuegueros, presentan en la actualidad un comportamiento general de gran uniformidad condicionado por las exigencias socioeconómicas del proceso productivo en diferentes periodos históricos y cada escenario presenta especificidades en ambas escalas que merecen ser valoradas como condición previa a su conservación.

La investigación realizada evidenció que el Patrimonio industrial presenta un comportamiento dialéctico que está determinado en gran medida por condicionantes económicas y sociales del momento como son las tecnologías y la demanda de fuerza de trabajo. Tal es así que la industria azucarera generó sistemas urbanos y edificios para garantizar su dinámica socio-productiva con características que dependen fundamentalmente de esas exigencias. Se consideró imprescindible asumir estas

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generalidades para definir las variables a partir de las cuales se realizaría el estudio específico de este patrimonio

Queda ratificada la estrecha vinculación de la arquitectura con sus condicionantes históricas, económicas y sociales como un enfoque acertado para estudiar el patrimonio urbano y los edificios derivados de un proceso industrial.

En el urbanismo predominan los tipos que dan respuesta al proceso productivo del azúcar. En todos los casos están definidas dos zonas: la productiva que refuerza sus funciones de centro cuando se ubica frente a la industria el equipamiento de servicios del conjunto y la de viviendas que tiene su máxima representatividad en las etapas republicanas y de la Revolución. No obstante, el trazado urbano resultante es muy diverso al conformarse de varios modelos que aparecen en los diferentes períodos de desarrollo del asentamiento.

El desmantelamiento de seis industrias del territorio a partir del proceso de reestructuración del MINAZ ha ocasionado la descualificación del entorno donde estas se emplazaban, así como cambios en la estructura productiva y social de los bateyes.

En el repertorio edificado se distinguen dos tipos fundamentales: la industria con sus dependencias y la arquitectura no fabril donde el tema doméstico tiene una gran representatividad. En cada escenario de estudio aún se conservan exponentes de

finales del siglo XIX y primera mitad del siglo XX, no obstante, la ausencia y deterioro de otros demuestra la vulnerabilidad de la arquitectura industrial.

Por primera vez a nivel provincial se precisan las particularidades del repertorio edificado de los bateyes azucareros por temas arquitectónicos. No obstante, se presenta una gran variedad en cuanto a la tipología de las construcciones y las características de fachada, acentuándose en la casa de viviendas para los propietarios del central. Los edificios del sistema productivo, excepto puntuales casos muestran una ausencia total de decoración en coherencia con su función, en tanto los temas que incorporan en su diseño la expresión simbólica, utilizan los elementos formales que se sistematizan en el momento del cual datan. En todos los casos los tipos estructurales utilizados dependen de los materiales existentes en cada período de desarrollo.

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RECOMENDACIONES.

Realizar la caracterización del urbanismo y la arquitectura en los bateyes azucareros vinculados a los centrales 1ro de Mayo (a. Perseverancia) y Antonio Sánchez (a. Covadonga) fundados en 1905 y 1906 respectivamente.

Darle continuidad y profundidad a este trabajo mediante la valoración de los sitios de interés patrimonial de los bateyes analizados en aras de establecer estrategias para su protección y promoción como Monumento. Vinculado a esto se propone realizar un estudio patológico del repertorio arquitectónico más significativo que permita evaluar su posible recuperación y conservación.

Completar el estudio con la realización de los levantamientos de los exponentes más representativos de cada tema. Incluir el edificio industrial y profundizar en las regularidades de las viviendas para empleados, precisando las invariantes planimétricas y las técnicas y materiales de construcción de cada uno de los tipos que se manifiestan según su forma de asociación.

Realizar un registro inventario de las edificaciones derivadas del azúcar que aún se conservan en la provincia, en función de establecer un monitoreo sistemático que garantice su conservación.

Divulgar los resultados del presente trabajo en organismos y entidades para incentivar la recuperación y rescate de estos exponentes, para que no se siga perdiendo el valioso conjunto de edificios que conforman el batey azucarero cienfueguero, que presenta serios daños y deterioros. En este caso pudieran figurar el Ministerio del Azúcar en la provincia, el Centro Provincial de Patrimonio Cultural, Planificación Física y el CITMA.

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36. Herrera Pupo, Gerson: “Arquitectura y urbanismo tradicional del batey azucarero cubano de inicios de 1900 en Camagüey”, ponencia presentada en V Jornadas de Arquitectura Vernácula, Cátedra Gonzalo de Cárdenas de Arquitectura Vernácula, Oficina del Historiador, Ciudad de La Habana, 2008.

37. http://es.wikipedia.org/wiki/Patrimonio industrial.htm

38. http://www.azurina.cult.cu//patinmueble/resclavo.htm

39. http://www.buenosaires.gov.ar

40. http://www.espacioespiral.com/tresseras_info.html

41. http://www.geocyberteca.8m.com/marco.html

42. http://www.incuna.org

43. http://www.nuestro.cl/notas/educación/hevia.htm

44. http://www.zend2.com

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45. Iglesias García, Fe: “La concentración azucarera y la comarca de Cienfuegos”, Espacios, silencios y los sentidos de la libertad. Cuba entre 1878 y 1912, (UNEAC): 85-107, Ed. Unión, Ciudad de La Habana, 2001.

46. Iglesias García, Fe: Del ingenio al central, Ed. de Ciencias Sociales, La Habana, 1999.

47. Jenks, Leland H.: Nuestra Colonia de Cuba, Ed. Revolucionaria, La Habana, 1966.

48. Lago Paiva, Celso: “Construcoes rurains colonais no quadrilátero do acúcar”, Estado de Sau Paulo, Brasil. http://www.geocities.com/lagopaiva/d_agua.htm

49. Le Riverend, Julio: Historia económica de Cuba, Ed. Pueblo y Educación, La Habana, 1974.

50. Martín Brito, Lilia: “En torno al Art Nouveau en Cienfuegos”, Revista Islas (74): 99-144, Universidad Central de Las Villas, Santa Clara, enero-abril, 1983.

51. Martín Brito, Lilia: “Los barracones esclavos en la antigua región de Cienfuegos”, Revista Islas, (85): 74-103, Universidad Central de Las Villas, Santa Clara, sep.-dic., 1986.

52. Martín Brito, Lilia: El desarrollo urbano en Cienfuegos en el siglo XIX, Ed. Mecenas, Cienfuegos, Cuba, 2006.

53. Martínez Garate, Luisa y Humberto Astibia Ayerra: Conferencia Patrimonio “¿un concepto en crisis?”. http://www.nabarralde.com/dok/gaiak/ondarrea.html

54. Melero Lazo, Remigio Nelson: “Desarrollo de la industria azucarera. El Central Cünagua, Monumento Nacional”, Premio de literatura y premio de fotografía Gonzalo Cárdenas, (49-74), Cátedra Gonzalo de Cárdenas de Arquitectura Vernácula, Oficina del Historiador, Ciudad de La Habana, 2005.

55. Millán Cuétara, Irán y Orlando García Martínez: “Testimonios de construcciones industriales azucareras en Cienfuegos entre 1819 y 1920”, Espacios, silencios y

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los sentidos de la libertad. Cuba entre 1878 y 1912, (128-137), Ed. Unión (UNEAC), Ciudad de La Habana, 2001.

56. Millán Cuétara, Irán: “Preservación del paisaje cultural agroindustrial de las plantaciones azucareras de Cienfuegos, Cuba”, ponencia presentada en XXVI Symposium Internacional de Conservación del Patrimonio Monumental, Monterrey, México, noviembre 15-18, 2006.

57. Moreno Fraginals, Manuel: El Ingenio. Complejo económico social cubano del azúcar, t. I, Ed. Ciencias Sociales, La Habana, 1978.

58. Paterlini de Koch, Olga: “El patrimonio en lugares azucareros de Tucumán”, en Gutiérrez, Ramón, Federico Castro Morales y Marcelo Martín: Preservación de la Arquitectura Industrial de Iberoamérica y España, Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, Junta de Andalucía, Consejería de Cultura, Ed. COMARES, Granada, España, 2001.

59. Pereira Gómez, Ernesto: “El urbanismo y la arquitectura de los asentamientos vinculados a la industria azucarera en la Provincia de Villa Clara”, Tesis presentada en opción al Grado Científico de Doctor en Ciencias, Universidad Central de Las Villas, Santa Clara, 2006.

60. Pérez de la Riva, Juan: El barracón y otros ensayos, Ed. de Ciencias Sociales, La Habana, 1975.

61. Pinar Samos, Javier y Miguel A. Giménez Yanguas: Motril y el azúcar. Del patrimonio industrial al paisaje tecnológico. 1845-1995, Asukaría Mediterránea, SL. El Varadero de Motril (Granada), España, 1996.

62. Rallo, Joaquín y Roberto Segre: Introducción histórica a las estructuras territoriales y urbanas de Cuba. 1519-1959, Ed. ISPJAE, La Habana, 1978.

63. Rodríguez Blanco, Osmany: “Metodología de Planeamiento y Diseño para la Rehabilitación Integral y Sustentable de los asentamientos vinculados a la industria azucarera”, Trabajo de Diploma, Tutor MSc. Ernesto Pereira, Universidad Central de Las Villas, Santa Clara, 2002.

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64. Rousseau, Pablo L. y Pablo Díaz de Villegas: Memoria descriptiva, histórica y biográfica de Cienfuegos y las fiestas del primer centenario de la fundación de

esta, 1819-1919, Establecimiento Topográfico "El Siglo XX ", Habana, 1920.

65. Rovira Gonzále, Violeta y María E. Olite Montesbravo: “Cienfuegos durante la República neocolonial. Aspectos económicos y sociales (1902-1935)”, Revista Islas, (91): 77-86, Universidad Central de Las Villas, Santa Clara, sept.-dic., 1988.

66. Segre, Roberto: “Contenido de espacio y símbolo en la arquitectura caribeña”. http://www.unphu.edu.do

67. Segre, Roberto: “La arquitectura antillana del siglo XX”. http://www.periferia.org/publications/arqantxx2.html

68. Suárez González, Ivis, María de los Ángeles Caballero, Alain Martínez Menéndez y René Hernández Argumedo: “Estudio de Impacto Urbanístico en los Bateyes de los Centrales Azucareros”, Proyecto realizado por la Dirección Provincial de Planificación Física en opción al Premio Nacional a la Innovación Tecnológica, Cienfuegos, 2003.

69. Suárez León, Orlando: “Valoración y categorización del batey del antiguo ingenio Zaza”, Trabajo de Diploma, Tutor MSc. Ernesto Pereira, Universidad Central de Las Villas, Santa Clara, 2005.

70. Vega Gutiérrez, Yunier: “Estudio, inventario y valoración del patrimonio vinculado a la industria azucarera Héctor Rodríguez”, Trabajo de Diploma, Tutor MSc. Ernesto Pereira, Universidad Central de Las Villas, 2005.

71. Venegas Fornias, Carlos: “Arquitectura y urbanización en el ingenio azucarero”, Arquitectura y urbanismo, (2): 10-15, Revista Científica del Instituto Politécnico José A. Echeverría, La Habana, 1987.

72. Venegas, Hernán: “Acerca del proceso de concentración y centralización de la

industria azucarera en la región remediana a fines del siglo XIX”, Revista Islas

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(73): 76-77, UCLV, 1982. y por Fe Iglesias García: Del ingenio al central, Ed. de Ciencias Sociales, La Habana, 1999.

73. Zanetti Lecuona, Oscar y Alejandro García Álvarez: Caminos para el azúcar, Ed. de Ciencias Sociales, La Habana, 1987.

74. Zanetti Lecuona, Oscar: “Historia y azúcar”, Revista Catauro, (Año 6 / No. 11): 15-24, Revista Cubana de Antropología, Fundación Fernando Ortiz, La Habana, 2005.

75. Zequini, Anicleide: “Historia de Fazendas o Barrio de Piralhy, actual Pedragulho”, Itu.,S.P., Brasil. http://www.itu.com.br/iturismo/ani1.htm

76. Venegas Delgado, Hernán: “Apuntes sobre la decadencia trinitaria en el siglo XIX”, Islas (46): 159-251, Universidad Central de Las Villas, Santa Clara, sep.-dic., 1970. 77. ______: “Consideraciones en torno a la economía remediana colonial“, Islas (67): 11-80, Universidad Central de Las Villas, Santa Clara, sep.- dic., 1980. 78. ______: “Acerca del proceso de concentración y centralización de la

industria azucarera en la región remediana a fines del siglo XIX“, Islas (73): 63- 121, Universidad Central de Las Villas, Santa Clara, sep.-dic., 1982. 79. ______: “Notas críticas sobre la economía de Villa Clara”, Islas (81): 16-88, Universidad Central de Las Villas, Santa Clara, sep.-dic., 1985. 80.Cuba en la mano, Enciclopedia Popular Ilustrativa, Imprenta Ucar, García y Cía., La Habana, 1940.

81. Carta de Nizhny Tagil sobre el Patrimonio Industrial, Julio de 2003. http://www.mnactec.com/ticcih/ticcih.htm

82. De las Cuevas Toraya, Juan: 500 años de construcciones en Cuba, Ed. Chapín, Servicios Gráficos y Editoriales, La Habana, 2001.

83. Germán Cantero, Justo: Los Ingenios, La Habana, 1857. Colección de Lujo. Biblioteca Nacional de Cuba José Martí. Versión en microfilm.

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ANEXO No 1

Procedimiento metódico para la caracterización del urbanismo y la arquitectura de asentamientos vinculados a la industria azucarera en la provincia de Cienfuegos.306 ETAPA 1. Formación de la Base Teórica General. · Base conceptual o patrimonio industrial azucarero o monumento o batey o complejo agroindustrial (CAI) o trapiche, ingenio y central azucarero · Estudios nacionales e internacionales sobre el Patrimonio Industrial Azucarero. · Estudios sobre el complejo histórico, económico y social derivado de la producción azucarera en Cienfuegos. · Procedimientos para la caracterización del urbanismo y la arquitectura.

ETAPA 2. Determinación de las características urbanísticas y arquitectónicas de los sentamientos vinculados a la industria azucarera. 2.1 Planteamiento General del Problema. En este punto se determina el objeto de estudio y campo de acción en relación con: · Tipo de asentamientos. · Cantidad de asentamientos (territorio de estudio o casos específicos). · Época o período en que se enmarcará el estudio. · Aspectos sobre los cuales se realizará la caracterización, pero de manera general. o Urbanismo o Arquitectura de la industria (algunas edificaciones significativas) o Arquitectura singular del complejo azucarero. o Arquitectura doméstica para empleados de la industria.

306 Basado en la aplicación parcial del procedimiento metódico diseñado por E. Pereira. Ernesto Pereira Gómez: “El urbanismo y la arquitectura de los asentamientos vinculados a la industria azucarera en la Provincia de Villa Clara”, tesis presentada en opción al Grado Científico de Doctor en Ciencias, Universidad Central de Las Villas, Santa Clara, 2006, Anexo 1.

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2.2 Determinación de las características del urbanismo en los asentamientos objeto de estudio. 2.2.1 Planteamiento específico del problema En este punto se determina el objeto de estudio y campo de acción en relación con: · tipo de asentamientos · cantidad de asentamientos (territorio de estudio o caso específico) · períodos en que se enmarcará el estudio · aspectos sobre los cuales se realizará la caracterización pero de manera general. o Urbanismo o Arquitectura de la industria (algunas edificaciones significativas) o Arquitectura singular del complejo azucarero o Arquitectura doméstica para empleados de la industria

2.2.2 Búsqueda de información.

· Familiarización y reconocimiento de todos los escenarios de estudio a partir de una lectura rápida de sus componentes urbanos y repertorio arquitectónico. · Vínculos y contactos con instituciones, entidades, gobierno, órganos locales y la población en general. · Búsqueda y recopilación de información en relación con cada escenario de estudio. o Documentos históricos sobre el lugar, incluye dataciones, inscripciones en registro de la propiedad, testamentos, actas capitulares, escrituras, descripciones, datos económicos, etc. o Mapas, planos y fotos del asentamiento y el territorio donde se ubica en sus diferentes momentos de desarrollo. o Historia local de la industria, su asentamiento adjunto y la región donde se ubican con las condicionantes históricas, económicas y sociales que le dan origen y que influyen en su desarrollo. Incluye estudios antecedentes sobre el lugar. o Información informal proveniente de entrevistas a los pobladores del lugar.

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o Reconocimiento más profundo del asentamiento.

2.2.3 Caracterización urbanística de los asentamientos objeto de estudio. Se clasifica en urbanismo del asentamiento en dos tipologías fundamentales que resumen el origen y evolución de su estructura urbana y trazado vial.

· Urbanismo orgánico (siglos XIX y XX)

· Urbanismo planificado (siglo XX)

Cuando el análisis se realiza a nivel de territorio se busca la presencia de una o las dos tipologías y se clasifican todos los asentamientos.

Después se desarrolla la caracterización de las variables predefinidas, clasificándolas por analogía según las invariantes que se manifiesten.

Estructura urbana · Dos zonas funcionales: Producción y vivienda Trazado urbano · Radiocéntrico · Lineal · Mixtos o Combinados Trama urbana · Abierta Características de los edificios a escala urbana. (Solo se caracterizan) Elementos de configuración urbana. (Solo se caracterizan) · Ferrocarriles · Jardines · Avenidas arboladas · Monumentos, sitiales y mobiliario urbano de alta significación patrimonial

Se validan las características urbanas de cada asentamiento a través de los aspectos siguientes: · Fecha de fundación de la industria o fecha de traslado a su ubicación actual. Dato o fecha que refleje la existencia de la industria.

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· Constatación en documentos históricos y planos, de la presencia de los diferentes componentes urbanos del asentamiento y sus características en diferentes períodos de desarrollo y en la actualidad. · Particularidades evolutivas de las condicionantes socio-económicas del país, la región y la industria, incluye la definición de períodos de desarrollo económico de la región y la industria. · Representatividad de la muestra de asentamientos estudiados.

2.3 Determinación de las características de la arquitectura en los asentamientos objeto de estudio. Se realiza a partir de análisis independientes para cada tema arquitectónico que

presenta el complejo azucarero de los siglos XIX y XX.

2.3.1 Planteamiento específico del problema. Determinación del campo de acción a nivel de la arquitectura. · Definición de los temas arquitectónicos y obras de ingeniería a caracterizar.

Siglo XIX. Dependencias industriales (almacenes y oficinas), casas-vivienda pertenecientes a los dueños de las industrias, casas para administradores, fuertes, iglesias y colegios o escuelas.

Siglo XX. Dependencias industriales (almacenes y oficinas del central), vivienda del dueño del central, casa del administrador del central u otros técnicos de alto nivel en la industria, viviendas, arquitectura doméstica para empleados de la industria, albergues para trabajadores temporales, iglesias, edificios comerciales o tiendas y escuelas. · Definición de los edificios de estudio Se realiza sobre la base de que no posean modificaciones que limiten la lectura sobre sus características originales o afecten su integridad. (pueden presentarse en ruinas siempre y cuando manifiesten su concepción original). · Definición sobre qué elementos se estudian o Topología (incluye número de niveles y tamaño en algunos casos que lo ameriten)

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o Fachadas (incluye forma y elementos componentes en todos los casos, características estilísticas para el tema de la vivienda y algunos edificios que incorporaron la decoración como expresión simbólica de estatus de poder). o Materiales de construcción y tipología estructural para sistemas portantes y de entrepisos y cubiertas. o Otros elementos de interés para casos muy específicos.

2.3.2 Búsqueda de información. · recopilación de información de archivo sobre los edificios objeto de estudio, fechas de construcción, constatación de fechas en que existen, ampliaciones y transformaciones, descripciones. · recopilación de planos y fotos históricas · estudios antecedentes realizados sobre los edificios · informaciones informales

2.3.3 Caracterización de la arquitectura de los asentamientos objeto de estudio Se realizará de forma independiente por cada uno de los temas a que pertenecen los edificios seleccionados. Si el análisis se realiza a nivel del territorio se constata la presencia de una, dos o varias tipologías y se procede a realizar la clasificación.

Temas arquitectónicos:307 A. Arquitectura del subsistema de producción A.1 Industria · Casos puntuales relevantes

A.2 Edificios para dependencias del sistema productivo del siglo XIX (almacenes y oficinas)

· Nave de planta rectangular de espacio único (siglo XIX y XX) A.3 Obras de Ingeniería (solo se deben incluir las que tengan valor patrimonial)

A. 4 Tema administrativo (oficinas) (siglo XX)

307 Se incluyen los temas arquitectónicos más usuales en el asentamiento azucarero adjunto a la industria tanto del siglo XIX, como de la primera mitad del siglo XX. No obstante, pueden existir otras temáticas que pueden ser caracterizadas a partir de los estudios que se realicen sobre sus exponentes.

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(No existe una clara clasificación tipológica antecedente) B. Arquitectura doméstica B. 1 Tema casa vivienda para propietarios de la industria, administradores y técnicos

de alta jerarquía de la industria (siglos XIX y XX) · Planta tradicional (L o martillo, en U o de patio central) · Planta concentrada B. 2 Tema de pabellones o albergues para trabajadores temporales o jornaleros

(siglo XX) · Tipo nave · En tira corrida

B. 3 Viviendas para empleados de la industria (siglo XX) · Viviendas individuales · Viviendas pareadas · Viviendas en tira C. Arquitectura religiosa (iglesias) · Planimetría de una nave D. Arquitectura defensiva (fuertes del sistema defensivo de la industria azucarera

(décadas del 60, 70 o última del siglo XIX) · Planta rectangular · Planta circular o tipo torreón

E. Tema socio-comercial (escuelas y tiendas) (siglo XX fundamentalmente)

E. 1 Tema educacional (escuelas) (siglo XX fundamentalmente) · Un aula como espacio estructurador de su planimetría · Planimetrías más complejas

E. 2 Tema comercial (edificio destinado a la tienda)308 (siglo XX) · En forma corrida y con portal (puede ser esquinero) · Otra planimetría

308 En ocasiones incluye otras funciones como restaurant, café, servicios de barbería, entre otras.

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Cada tema objeto de análisis se clasifica por analogía según las tipologías que se manifiesten. Después cada grupo se caracteriza según cada variable predefinida y los grupos o tipologías que presenten.

En este punto se validarán las tipologías arquitectónicas a nivel de cada tema a través de: · Fecha de construcción o datación de los edificios de estudio. · Documentos que constaten la existencia de dichos edificios en un momento o período determinado. · Particularidades evolutivas de las condicionantes socio-económicas del país, la región y la industria, incluye la definición de períodos de desarrollo económico de la región y la industria. · Evaluación de la representatividad tipológica de los edificios estudiados según las características manifestadas en estudios precedentes por este tipo de edificios según sus momentos de desarrollo. · Evaluación de los elementos formales (estilos) presentados en los edificios estudiados en relación con los que manifiestan otros edificios del mismo tema en asentamientos de este tipo y la arquitectura del país dentro del período de tiempo en que se manifiesten. · Representatividad de la muestra de estudio en la caracterización de las viviendas para empleados de la industria.

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ANEXO No 2 Las 32 jurisdicciones de Cuba en 1860.

Fuente: Modesto González Sedeño: Último escalón alcanzado por la plantación comercial azucarera esclavista (1827-1886). Ed. de Ciencias Sociales, La Habana, 2003, p. 17.

División Político-Administrativa (D.P.A.) de Cuba en provincias de 1878.

Fuente: Modesto González Sedeño: ob. cit., p. 38.

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ANEXO No 3 Las 6 jurisdicciones de Las Villas a partir de 1878.

Fuente: Modesto González Sedeño: ob. cit., p. 38.

Región de Cienfuegos en 1878, según mapa de Tom Pohrt.

Fuente: Espacios, silencios y los sentidos de la libertad. Cuba entre 1878 y 1912, Ed. Unión (UNEAC), Ciudad de La Habana, 2001. 186 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

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ANEXO No 4 Límite de la jurisdicción de Cienfuegos, D.P.A. de 1943.

Límite de la jurisdicción de Cienfuegos, D.P.A. de 1953.

Fuente: Olga Hernández y otros: Provincia Cienfuegos, Ed. Oriente, Santiago de Cuba, 1978, pp. 44-45.

Nota: En ambas D.P.A. se incluye el territorio de la Ciénaga de Zapata.

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ANEXO No 5

D.P.A. de Cuba en provincias de 1976 hasta la actualidad.

Provincia de Cienfuegos en municipios desde 1976 hasta la actualidad.

Fuente: René J. Castellanos Romeo: Evolución histórica de la distribución territorial de la producción azucarera, Instituto de Planificación Física, Dto. De Investigaciones, La Habana, noviembre-2001, t. II, anexos referidos a la provincia de Cienfuegos, mapa.

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ANEXO No 6 Comparación territorial de 1943 con 1976.

Comparación territorial de 1953 con 1976.

Fuente: Olga Hernández y otros: ob. cit., pp. 44-45.

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ANEXO No 7

Centro Histórico de Cienfuegos y edificaciones principales.

Fuente: Plegable: “Centro Histórico de Cienfuegos”, Dirección Provincial de Patrimonio.

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(Continuación) REFERENCIAS

1. Museo Histórico Naval (siglo XX)

2. Casa natal Arquímedes Pous, siglo XX

3. Casa de la UNEAC, siglo XX 4. Palacio Ferrer (Casa de la Cultura), 1918 5. Galería de Reproducciones Arte Universal, 1893 6. Centro Provincial Patrimonio Cultural, 1890 7. Fondo Cubano de Bienes Culturales, 1890 8. Mesón Palatino, 1840 9. Teatro Tomás Terry, 1890 10. Colegio San Lorenzo, 1927 11. Museo Provincial, 1894 12. Ayuntamiento (Delegación Poder Popular), 1929-1950

13. Dirección Provincial de Cultura, siglo XIX

14. Ministerio de Justicia, siglo XX

15. Casa de Darío Méndez, siglo XX 16. Palacio Goitizolo, 1858 17. Iglesia Catedral, 1869 18. Casa de Fundador de Cienfuegos Don Lius D’ Cluet, 1841 19. Casa-Almacén García de la Noceda, 1881 20. Aduana, 1842

21. Centro Dramático de Cienfuegos, siglo XIX 22. Palacio Blanco Quesada, 1871-1878

23. Restaurante La Verja, siglo XX

24. Iglesia Bautista, siglo XX

25. Antiguo Teatro Trianón, siglo XX 26. Biblioteca Provincial, 1921 27. Cine-Teatro Luisa, 1911 28. Casa de los Leones, 1870 29. Iglesia Metodista, 1907

30. Ovispado, siglo XX

31. Teatro Guiñol, siglo XX

32. Museo de la Clandestinidad, siglo XX ANEXO No 8

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Reseña histórico-económica del desarrollo cienfueguero en los siglos XIX y

primera mitad del XX. A partir de la fundación de Fernandina de Jagua en 1819, la entonces jurisdicción comienza un desarrollo ascendente, tanto por la base económica que la sustenta como por el rápido crecimiento poblacional. Sus riquezas naturales y sus ventajas geográficas, contribuyeron a que se fomentara muy rápidamente una economía próspera, en base a la producción de renglones tan importantes como la industria maderera, la ganadería y sus derivados, la producción de tabaco, café, cera y fundamentalmente de azúcar.

La colonia desde sus inicios se convirtió en un centro económico-comercial, su posición cabecera determinó que el comercio exterior e interior la tuvieran como eje principal, de esta forma se inició un período de auge de la economía regional basado en la producción azucarera y en la utilización de su bahía como punto de entrada a las mercancías que se consumían en la región central de la Isla, a lo que luego se unió el desarrollo del ferrocarril que atraía hacia ella toda la riqueza de la zona. Por consiguiente, Cienfuegos en pocos años se convirtió en un emporio de riquezas y fuente segura de ingresos para España, progreso que está indisolublemente ligado al desarrollo de la producción y comercio exterior de azúcar.

La producción de tabaco y café estaban fundamentalmente destinados al consumo local e interior de la provincia, ambos cultivos alcanzaron su clímax en los primeros años del

siglo XIX, convirtiéndose en importantes renglones para el desarrollo económico de la región cienfueguera en esa época. Sin embargo la producción cafetalera comienza a perder importancia a partir de 1830 cuando incidieron una serie de factores muy variados que determinaron la desaparición del café como: la aparición en otros países de centros cafetaleros como Brasil y sobretodo por la competencia creciente de la industria azucarera por las tierras apropiadas para el cultivo cañero en la zona.309

Otro renglón muy influyente en el desarrollo cienfueguero fue la industria maderera. En las primeras décadas, dicha jurisdicción se convirtió en uno de los principales

309 Orlando García Martínez: “Estudio de la economía cienfueguera desde la fundación de la colonia Fernandina de Jagua hasta mediados del siglo xix”, en revista Islas, (55 / 56): 117-170, Universidad Central de Las Villas, Santa Clara, sept.-1976 - abril-1977, p. 132.

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proveedores de maderas hacia la región de Trinidad, zona donde la explotación maderera estuvo en función del desarrollo azucarero, que conllevó a la tala indiscriminada en las zonas del Valle trinitario y provocó un agudo déficit de madera en dicha región. No obstante, en estos años el principal mercado de las maderas era la isla de Jamaica, por lo que se desarrolló un activo tráfico comercial por la Bahía de Jagua, favoreciendo la actividad del puerto.310

La actividad comercial portuaria, desde muy temprano, se convirtió en un importante renglón económico. Por las magníficas condiciones geográficas de la bahía cienfueguera, el puerto propició un amplio desarrollo en el comercio, estrechamente ligado a la industria azucarera, que comenzó a fortalecerse a partir de la década de 1830 con un verdadero despegue conocido como “el boom azucarero”.311 Producto de la expansión azucarera ocurrida de 1835 a 1855, Cienfuegos se convierte en la región más beneficiada del país, las exportaciones crecen casi siete veces al comparar los resultados en 1845 con respecto a una década precedente y donde las cuatro quintas partes de estas exportaciones consistían en productos de la industria azucarera, ello determinó en gran medida el florecimiento de la Villa que por su importancia comercial se convirtió en la segunda población de Cuba.

El sector de la pequeña industria y el comercio fueron desarrollándose paralelamente a la actividad comercial portuaria, sólo que con carácter local y de autoconsumo artesanal que no generaban grandes ingresos para la región como lo hacían el comercio exterior y la industria azucarera.312 En esta misma época, otra fuente de prosperidad para la región fue la Industria Pecuaria, que durante esos años se comportó con un progreso ininterrumpido, siendo la ganadería el renglón más importante ya que estaba extendida por toda la región.313

La economía cienfueguera sufre grandes pérdidas a partir de 1868 cuando comienzan las etapas de lucha por la independencia, las cuales provocan una profunda crisis en

310 Orlando García Martínez: ob. cit., pp. 129-130. 311 Orlando García Martínez: ob. cit., p. 137. 312 Carmen Guerra Díaz, Emma S. Morales Rodríguez y Danilo Iglesias: “El desarrollo económico-social y político de la antigua jurisdicción de Cienfuegos entre 1877 y 1887”, en revista Islas, (80): 133-177, Universidad Central de Las Villas, Santa Clara, enero- abril, 1985, p. 146. 313 Pablo L. Rousseau y Pablo Díaz de Villegas: Memoria descriptiva, histórica y biográfica de Cienfuegos y las fiestas del primer centenario de la fundación de esta, 1819-1919, Establecimiento Topográfico "El Siglo XX ", Habana, 1920, pp. 19-20

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las estructuras económico-sociales de la Isla, pero a diferencia de la región oriental, este período no fue tan devastador para la jurisdicción cienfueguera.

Hacia las décadas de 1870 y 1880, en medio del conflicto bélico, la industria azucarera producto del proceso de centralización y concentración de la misma, reduce la producción con respecto a las zafras anteriores pero alcanza un importante desarrollo tecnológico relacionado con la transformación de los ingenios en centrales; mientras que la actividad comercial mercantil mantiene un ritmo estable, llegando la Aduana de Cienfuegos a ser la segunda mayor productora en 1872. Por su parte el pequeño sector de la industria continúa fomentando el carácter principalmente local y de autoconsumo y el comercio exterior mantiene una actividad notable entre 1877 y 1887.314

A comienzos del siglo Cienfuegos mantenía inalterable su condición de región eminentemente dependiente de las exportaciones del azúcar producido en sus numerosos centrales, aunque en su vasto territorio también existían fincas ganaderas, vegas de tabaco y cafetales. En estos años la economía regional sufre el asalto de la oligarquía financiera norteamericana fundamentalmente orientada al sector azucarero. Durante las dos primeras décadas de este siglo, la jurisdicción cienfueguera mantuvo una economía burguesa relativamente estable y próspera en relación con el resto de las principales ciudades cubanas, este es el período del crecimiento inicial de la economía hasta alcanzar los límites que eran posibles en el contexto de la dependencia neocolonial.

Con el incremento de la industria azucarera que comenzó a tomar impulso a partir de 1902, tanto la ganadería como el cultivo del tabaco se vieron muy perjudicados, comenzando a manifestarse la decadencia de las industrias pecuaria y tabacalera en una comarca que había sido emporio de ambas industrias, de forma que las colonias de caña quitaron el suelo necesario para que dichas industrias pudiesen subsistir en condiciones ventajosas.315

Por su parte entre 1902 y 1917 se observa un alza sostenida en el valor de las exportaciones del puerto cienfueguero que se encontraba en igual nivel de importancia

314 Carmen Guerra Díaz, Emma S. Morales Rodríguez y Danilo Iglesias: ob. cit., pp. 143-148. 315 Pablo L. Rousseau y Pablo Díaz de Villegas: ob. cit., pp. 20-21.

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que los de Matanzas y Cárdenas, las tres regiones azucareras tradicionales en cuanto a las exportaciones.316

El auge de la economía cienfueguera se mantuvo hasta 1925, al año siguiente comenzó a manifestarse a nivel nacional una crisis que se fue agudizando y devino crisis permanente. La crisis económica nacional de 1920 lesionó gravemente la economía cienfueguera, tornándose difícil la situación por la que atravesaba tanto la ciudad que había sido considerada la segunda del país por su auge económico, como los pueblos del interior enormemente dependientes de la industria azucarera. La duración de las zafras se redujo, el comercio exterior disminuyó y los trabajos portuarios se paralizaron casi totalmente, por lo que la situación financiera de la región hizo crisis en 1933.317

En los años treinta, producto de las inversiones de capital de los monopolios estadounidenses, siete de los trece centrales en activo de la provincia pertenecían a los mismos, siendo significativo señalar que ninguno fue construido por ellos. Hacia la actividad portuaria de Cienfuegos convergía toda la riqueza de la explotación regional, por su bahía enlazada con las áreas internas de producción y consumo a través del ferrocarril (también propiedad norteamericana) seguía desarrollándose todo el comercio externo, preferentemente con los Estados Unidos que era el principal mercado del azúcar cienfueguero. En estos años se aprecia un descenso gradual de las exportaciones alcanzando su punto más bajo en 1932, esta tendencia descendiente se mantiene, al extremo de que en 1937 no se llega al nivel de 1907.318

Desde la década de 1930 hasta 1958, tanto en el desarrollo urbano como en el económico, Cienfuegos sufre un estancamiento motivado por la crisis económica mundial de 1929-1933, lo que hace decaer considerablemente el precio del azúcar, por lo que se reduce la producción y el puerto pierde su importancia.

316 Violeta Rovira González y María E. Olite Montesbravo: “Cienfuegos durante la República neocolonial. Aspectos económicos y sociales (1902-1935)”, en revista Islas, (91): 77-86, Universidad Central de Las Villas, Santa Clara, sept.-dic., 1988, p. 79. 317 Ídem. 318 Ídem.

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ANEXO No 9

La arquitectura doméstica cienfueguera y edificios públicos de los siglos XIX y

primera mitad del XX. Son muchos los valores que atesoran las construcciones cienfuegueras, que durante

todo el siglo XIX se caracterizan por su homogeneidad, simplicidad de recursos, elegancia y sobriedad, pero no siempre fueron así. En los años de 1819 a 1825 Cienfuegos tiene una situación tan precaria que puede considerarse una aldea. En esos años las edificaciones son de cuje y embarrado y las cubiertas no sobrepasan el guano, a partir de 1826 es que comienza a utilizarse la madera en las construcciones. De 1840 a 1860 paulatinamente los edificios públicos se van conformando hasta conferir la imagen urbana tan necesaria a una ciudad que se impone por su progreso económico que hasta el momento es una villa armónicamente construida, en la que predominan los edificios de planta baja y priman las construcciones de madera. Ya en la década de 1850 se realizan edificaciones de mampostería con techo de tejas alrededor de un patio.319

El sistema constructivo de los edificios domésticos de Cienfuegos hasta 1860, se caracteriza por el aprovechamiento de su espacio en un solar bien definido como rectángulo de 25 por 40 varas, define posteriormente la planta del edificio que, conformado alrededor de un patio, no deja espacio para traspatios o arboladas, el patio cuadrado no es común. El edificio por su importancia utiliza uno o más solares en el que el patio rectangular es más bien pequeño, quedando los volúmenes definidos por las habitaciones a sus cuatro lados. En la casa más modesta la planta es en forma de C o

L, que son en la primera mitad del sigo XIX las formas más empleadas. La fachada es simple con algunos elementos que recuerdan el neoclásico como las molduras de orden toscano y el arco de medio punto, también presentan puerta a la española y alero de tabloncillo, sus ventanas presentan rejas de gruesos barrotes de hierro, y pueden o no tener portal. Enfrentada a la calle a través de dos crujías paralelas con techo de tejas españolas, conforman dos habitaciones separadas por arcos de medio punto, estas crujías son interceptadas por otra que se anexa en el extremo y al fondo continúan el

319 Lilia Martín Brito: El desarrollo urbano en Cienfuegos en el siglo XIX, Ed. Mecenas, Cienfuegos, Cuba, 2006, pp. 116-121.

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resto de las habitaciones. En estas casas se mezclan los materiales, a veces pueden tener la fachada de mampostería con corredor sostenido por horcón ochavado y la parte posterior de madera o viceversa, pueden ser todas de mampostería pero de estructura muy simple y casi siempre de planta en forma de L.320

La planta de la casa cienfueguera hasta muy avanzado el siglo XIX, mantiene una gran similitud con la más vieja tradición constructiva en Cuba, múltiples resultan los ejemplos de casas organizadas a partir de la intersección de dos naves formando un martillo, una de ellas paralela a la calle y la otra transversal, corre alrededor de un patio rodeado por un corredor en planta. En este siglo la planta de la casa cienfueguera va definiendo su estructura, que será mayoritariamente de madera y tejas y apenas posee elementos decorativos; su característica más sobresaliente ya sea de una o dos plantas, de madera o mampostería, es que se conforma alrededor de un patio rectangular o cuadrado;321 la fachada puede tener balcones de hierro, pretiles y guardapolvos moldurados; suelen ser de una planta, con portal y columnas de ladrillo, madera o hierro en su gran mayoría de orden toscano, paredes de mampostería con ladrillo, cubierta de tejas españolas en su mayoría y los pisos en las más modestas, son de cemento pulido o mosaico de barro cocido, mientras que en las más lujosas son de mármol de colores varios y a finales de siglo se usó el mosaico en bellas combinaciones.

El auge constructivo cienfueguero cobra fuerza inusitada a partir de 1870 debido al violento proceso de concentración azucarera de la región y por las pocas afectaciones que produjeron las guerras del 1868 y de 1895. Culminada la Guerra de los Diez Años, la ciudad cienfueguera entra en la etapa más floreciente de su desarrollo urbano en este siglo.

En el orden público, el progreso edilicio de la segunda mitad del siglo XIX se limita, en la mayoría de los casos, a mejorar las construcciones ya existentes.322 En el caso de las edificaciones domésticas gran parte de las viviendas construidas entre 1861 y 1879 fueron modificadas o reedificadas en su totalidad. Estas poseen una o dos ventanas a la calle y puertas de tableros lisos o a la española, con ventanas de barrotes de hierro

320 Lilia Martín Brito: ob. cit., pp. 124-129. 321 Lilia Martín Brito: ob. cit., p. 206. 322 Lilia Martín Brito: ob. cit., p. 116.

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forjados de escasa decoración y guardapolvos simples de madera o mampostería. La parte superior de la fachada se protege con un caveto de inverso o con una cornisa moldada con pretil liso de acuerdo al tipo de cubierta, de tejas o de azotea. Todas son de planta baja y ocupan sólo la mitad o la tercera parte del solar.323

La imagen urbana de la segunda mitad del siglo XIX es muy desigual, un alto porcentaje del total de las viviendas de la ciudad lo constituyen las de mampostería y tejas, aunque además coexisten las de madera y tejas, siendo muy similares sus plantas en forma de C o C invertida, también puede aparecer en U, o más simple en forma de L o L invertida, o más complicada cerrando el patio para formar una planta cuadrada. Normalmente estas casas poseen tres crujías paralelas a la calle y comunicadas entre sí por arcos de medio punto y protegen sus corredores traseros con cubierta de una sola pendiente a base de horcones o pie derechos ochavados, en las habitaciones delanteras el piso es de panetelas de barro y el patio corredor se pavimenta de ladrillos o losas.324

Aunque no es muy común la casa de patio rodeado de cuatro crujías puede

considerarse como antecedente de la arquitectura del siglo XX. En este caso el corredor interior se sostiene sobre columnas estrechas de hierro mientras que el portal de la calle se sostiene mayoritariamente sobre columnas de orden tosca no de ladrillos aunque pueden ser de madera torneada. En su exterior la casa tiene una puerta con dos o tres ventanas a cada lado o a un costado con rejas de hierro de decoración simple, donde el elemento más usado es la lira. Pueden tener azotea de losa por tabla en sus tres crujías paralelas a la calle.325

En la segunda mitad del siglo XIX, sobretodo en las dos últimas décadas se realizan muchas casas cuyas fachadas son aún de estirpe neoclásica, pero son francamente de gusto ecléctico muy elaborado, la riqueza decorativa va en aumento, sin embargo la sencillez de estos edificios es noble, pero lo que le confiere su verdadero valor con respecto a la ciudad, es la armonía entre un edificio y otro.326

323 Lilia Martín Brito: ob. cit., p. 180. 324 Lilia Martín Brito: ob. cit., p. 128. 325 Lilia Martín Brito: ob. cit., pp. 182-183. 326 Lilia Martín Brito: ob. cit., p. 184.

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A fines de siglo comienza a introducirse una planta atípica, tanto que el patio puede desaparecer como motivo principal, esta planta anuncia nuevas concepciones constructivas más acordes con las nuevas influencias decorativas que trae consigo el

siglo XX, aunque la presencia del eclecticismo en su modalidad prevaleció hasta la década del 40 de este mismo siglo. La planta de la casa cienfueguera comienza a modificarse y a perder su tipificidad, abriendo una nueva etapa dentro de la tipología de la casa cubana.327 Aparecen los más disímiles motivos decorativos, que van desde la copia de una alacena trinitaria del XVIII, un rosetón con filigrana neogótica, vidriera neorrococo, incluyendo elementos del Art Nouveau, hasta una estrella de doce puntas reminiscencias mudéjares. Pueden emplearse los más disímiles materiales: madera, yeso, cristal, hierro y mosaico, dando todos ellos una enorme variedad en el acabado final.

El carácter cosmopolita de la arquitectura de la ciudad de fines del siglo XIX y la primera

mitad del siglo XX, es evidente muestra del desarrollo económico alcanzado por la burguesía, apenas un siglo después de la fundación. En ella una estética programada, normada a través de todo el siglo, le da la concepción espacial, que es la característica más típica, que le otorga a la ciudad el aspecto moderno. Sus características fundamentales son el uso de la tipología ecléctica, basada en la apropiación y mezcla de diversos componentes y la recurrencia de estilos europeos en los que priman el uso del código de forma clásica, entre ellos se destacan el uso de capiteles compuestos, hojas de acanto y otros elementos decorativos, frisos lisos y trabajados, pretiles, pedestales, celosías, balaustres y muros en recuadros. Predomina en puertas y ventanas el uso de las lucetas con diversidad de diseños a partir de cristales de opalina y de obra. Las rejas de hierro logran verdaderas obras maestras.

327 Lilia Martín Brito: ob. cit., p. 207.

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ANEXO No 10 Ingenios y trapiches cienfuegueros en 1830.

DESTINO DE CATEGORÍ PROPIETARI FUERZA NOMBRE UBICACION LA A O MOTRIZ PRODUCCION 1. Ingenio Laberinto Manuel del Pino R. San Segundo Vapor Exportación 2. Ingenio Regla H. Bouyón R. Salado y Vapor Exportación 3. Ingenio Concepción J: Gómez CaunaoR. Caunao T. Jam. Exportación 4. Trapiche - F: Cantillo C. Sta. Rosa Buey Mercado MercadoInterno 5. Trapiche Santa Isabel F. Cardoso H. Ciego Montero Buey Interno 6. Trapiche El Novillo F. Leyva H. San Felipe Buey Mercado 7. Trapiche - B. Izaguirre C. Soledad Buey MercadoInterno 8. Trapiche Vista Alegre F. Puerto H. Ciego Alfonso Buey MercadoInterno 9. Ingenio Candelaria A. Santa H. Caunao Buey ExportaciónInterno 10. Soledad CruzJ. B. Sarría C. San Antón Buey Exportación Ingenio Fuente: Carmen Guerra Díaz e Isabel Jiménez Lastre: “La industria azucarera cienfueguera en el siglo XIX: Notas para su estudio”, Islas, (91): 52-77, UCLV, 1988, p. 62.

Nota: Todos, excepto el ingenio Soledad (trinitario) son fundados con capital local.

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Fuente: Carmen Guerra Díaz e Isabel Jiménez Lastre: ob. cit., p. 72.

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ANEXO No 11

Cantidad de ingenios cienfuegueros por partidos entre 1845 y 1846.

PARTIDO / BARRIO RURAL No. DE INGENIOS B.R. de Ramírez 5 B.R. de Cienfuegos 3 B.R. de D'Clouet 4 B.R. de Arango 10 P. de Santa Isabel de las Lajas 11 P. de San Fernando de 16 Camarones P. de Cumanayagua 11 P. de Yaguaramas 11 Total 71

Fuente: Carmen Guerra Díaz e Isabel Jiménez Lastre: ob. cit., p. 56.

Producción de azúcar por regiones cienfuegueras en 1845.

ARROBAS DE ARROBAS DE ARROBAS DE BARRIOS RURALES / AZÚCAR AZÚCAR AZÚCAR PARTIDOS BLANCO MASCABADO QUEBRADO B.R. de Ramirez - 18 840 - B.R. de Cienfuegos 13 020 17 000 - B.R. de D'Clovet 22 000 7 800 - B.R. de Arango 50 015 73 450 - P. de Sta. Isabel de las Lajas 4 10 000 400 P. de San Fernando de 17000 61 780 - Camarones P. de Cumanayagua 49 000 43630 - P. de Yaguaramas - 56 980 - Totales 155 493 289 590 400

Fuente: Carmen Guerra Díaz e Isabel Jiménez Lastre: ob. cit., p. 57.

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ANEXO No 12

Ingenios cienfuegueros existentes en 1846.

FUNDACIÓN INGENIOS UBICACIÓN AÑOS PROCED. (CAP.) 1. Cieneguita H. Alcalde Mayor 1837 Hab.-Mat. (Atrevi2. Constanciamiento) C. Santa Lucía 1839 Trinitario 3. Carolina H. Salado 1835 Local 4. Combate R. San Segundo 1838-41 Local 5. Concepción H. Salado 1835 Villaclareño 6. Dos Hermanos C. Limones 1839 Trinitario 7. Esperanza R. San Segundo 1838-39 Local 8. Laberinto R. San Segundo 1820-24 Local 9. Manuelita H. Salado 1835 Trinitario 10. Reparador R. San Segundo 1838 Local 11. San Rafael de B. Vista R. San Segundo 1835-42 Local 12. Santa Marta H. Salado 1839 Hab.-Mat. 13. Simpatía C. Santa Lucía 1840 Locales 14. Valiente R. San Segundo 1839 Local 15. La niña de Jibaru R. San Segundo 1838-44 Trinitario 16. La Hormiga H. Salado 1838 Local 17. San Antonio H. Salado 1838-39 Local 18. San Ignacio H. Salado 1835-42 Hab.-Mat. 19. San Nicolás H. Salado 1836 Trinitarío 20. Regla H. Salado y H. Caunao antes 1813 Local 21. Caridad H. Caunao 1835-42 Local 22. Candelaria H. Caunao 1746 Local 23. Delicias H. Caunao 1833-37 Local 24. Industria H. Caunao 1842-46 - 25. Santa Rosa H. Caunao 1833-39 Villaclareño 26. San Esteban C. San Esteban 1839-40 Trinitario 27. San Antonio C. Miguel 1838-40 Local 28. Esperanza H. Salado y H. Caunao 1837 Local 29. Recurso R. Las Lomas 1835 Trinitario 30. Palma Sola R. Las Lomas 1838 Trinitario 31. Esperanza H. Ciego Alonso 1838-40 Hab.-Mat. 32. El Milagro R. Las Loma, 1842-46 - 33. Majagua R. Las Lomas 1842-46 Hab.-Mat. 34. Vista Hermosa H. Ciego Alonso 1840 Local 35. Vueltas H. Ciego Montero 1839 Trinitario 36. Caridad H. Ciego Montero 1842 Local 37. Vista Alegre H. Loma Alta antes 1830 Local

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(Continuación)

FUNDACIÓN INGENIOS UBICACIÓN AÑOS PROCED. (CAP.) 38. Hormiguero H. Camarones 1839-42 Local 39. Manacas C. Santa Rosa 1836-40 Trinitario 40._ Quita Manacas Calzones H. Ciego Montero 1841-46 Trinitario 41. San Antonio H. Ciego Montero y 1835-37 Local (Vista Hermosa) C. Santa Rosa 42. La Cabaña H. Soledad 1842-45 Hab.-Mat. 43. San Francisco H. Las Cruces 1835-42 Villaclareño 44. Dos Hermanas H. Las Cruces 1843-46 Hab.-Mat. (Tumba Saco) 45. Angelita H. Las Cruces 1845-47 Hab.-Mat. 46. Santa Catalina H. Las Cruces 1835-42 Villaclareño 47. Buena Vista C. San Esteban 1835-38 Villaclareño 48. Caledonia C. Sabanills 1836-39 Local 49. Esperanza C. San Antón 1835-41 Local 50. Los Melones H. Caunao 1838-41 Local 51. La Josefa H. Caunao 1835-38 Habanero 52. Santa Bárbara C. Las Moscas 1835-39 Villaclareño (Negrito)53. Ntra. Señora del H. Gavilán y H. 1835-41 Local Carmen54. San Isidro MataguáC. Sabanilla 1839-46 Trinitario 55. Rosario C. San Antón 18441,839- Trinitario 56. Santa Teresa C. Mataguá 1836-37 Trinitario 57. Santa Rosalía C. San Antón 1836-40 Local 58. Soledad C. San Antón 1820 Trinitario 59. Concepción H. Caunao 1819 Local 60. Concepción H. Salado 1840-43 Local 61. Nuestra Sra. de Dolores C. Sabanilla 1838 Local 62. La Merced C. Miguel 1835-37 Local 63. S. M. de Vista Hermosa H. Caunao 1839-41 Local 64. El Novillo H. San Felipe 1831 Local 65. Victoria H. Caunao 1838-43 Local 66. Soledad H. Soledad 1842-46 Hab.-Mat. 67. La Vega R. Las Congojas 1842-46 Hab.-Mat. 68. Sitio Ingenio C. Mataguá 1818-40 Local 69. Sitio Ingenio H. Salado 1838-40 Local 70. Sitio Ingenio H. Ciego Montero 1840-42 Hab.-Mat. 71. Finca Ingenio H. Soledad 1840-42 - Nota: Orlando García Martínez: “Estudio de la economía cienfueguera desde la fundación de la colonia Fernandina de Jagua hasta mediados del siglo XIX”, Islas, (55 / 56): 117-170, UCLV, pp. 148-152.

Nota: La numeración corresponde con el mapa siguiente.

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(Continuación)

Ingenios cienfuegueros existentes en 1846.

Nota: Orlando García Martínez: ob. cit., pp. 166-167.

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ANEXO No 13

Algunos de los ingenios próximos a las líneas del ferrocarril en la década de 1850.

1. Nuestra Señora de Regla 2. Caridad 3. Candelaria 4. Delicias 5. Industria 6. Santa Rosa 7. Hibernia 8. Esperanza 9. San Antonio 10. Recurso 11. Palma Sola 12. Esperanza 13. Milagro 14. Majagua 15. Vista Hermosa 16. Vista Alegre 17. Las Vueltas 18. Caridad 19. Hormiguero 20. Flora 21. La Vega 22. Manacas 23. Nuestra Señora de los Ángeles 24. La Calabaza 25. Rosario 26. Manguecito 27. Andalucía 28. San Francisco 29. Angelita

Fuente: Carmen Guerra Díaz e Isabel Jiménez Lastre: ob. cit., p. 58.

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ANEXO No 14

Ingenios cienfuegueros en 1859.

FUNDACIÓN INGENIOS UBICACIÓN AÑOS PROCED. (CAP.) 1. Andalucía H. Las Cruces 1855-59 Local 2. Angelita H. Las Cruces 1845-47, Hab.-Mat. 3. Candelaria P. Camarones 1847-59 - 4. Caridad H. Ciego Alonso 1847 Local 5. Caridad H. Ciego Alonso 1842 Local 6. Caridad H. Ciego Montero 1849-56 Hab.-Mat. 7. Concepción H. Ciego Montero 1847 Local 8. Divertido H. Maltiempo 1847 Villaclareño 9. Flora H. Ciego Montero 1847-50 Local 10. Esperanza H. Camarones 1848-56 Hab.-Mat. 11. Hormiguero H. Camarones 1839-42 Local 12. Las Vueltas H. Ciego Montero 1839 Trinitario 13. Maguecito H. Ciego Montero 1847-56 - 14. Palmasola R. Las Lomas 1838 Trinitario 15. Recurso R. Las Lomas 1835 Trinitario 16. Rosario (Majagua) R. Las Lomas 1842-45 Hab.-Mat. 17. San Antonio (El Milagro) R. Las Lomas 1842-46 Local 18. San Francisco H. Las Cruces 1835-42 Villaclareño 19. San Esteban C. San Esteban 1839-40 Trinitario 20. San José R. Las Lomas 1847-49 Trinitario 21. Santa Isabel H. Camarones 1848 Local 22. Vista Alegre H. Ciego Alonso antes 1830 Local 23. Vista Hermosa H. Ciego Alonso 1840-46 Local 24. Consejo (Santa Isabel) H. Ciego Montero 1830 Local 25. Cristalina R. Las Congojas 1842-46 Hab.-Mat. 26. Dolores H. Soledad 1842-46 Habanero 27. Doloritas (San Pablo) H. San Felipe Nery 1855 Hab.-Mat. 28. El Tanteo H. Congojas 1849-53 Local 29. La Cabaña C. Soledad 1842-45 Hab.-Mat. 30. La Caoba H. Ojo de Agua 1847-51 Hab.-Mat. 31. La Estrella H. Las Lajas 1847-52 Hab.-Mat. 32. La Luisa C. Las Medidas 1847-52 Hab.-Mat. 33. Las Mercedes C. Soledad 1847-56 - 34. La Soledad C. Soledad 1847-56 Local 35. Lequeitio R. San Amador 1847-54 Local 36. Parque Alto H. Congojas 1857 Hab.-Mat. 37. San José (Jabacoa) H. Jabacoa 1846 Hab.-Mat.

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(Continuación)

FUNDACIÓN INGENIOS UBICACIÓN AÑOS PROCED. 38. Santa Veatriz R. Salado 1847-56 Hab.-Mat.(CAP.) 39. Vista Hermosa H. Ciego Montero y Sta. 1835-37 Local (San Antonio) Rosa. 40. Vuena Vista C. San Esteban 1835-33 Villaclareño 41. Caledonia C. Sabanillas 1836 Local 42. Cantabria C. Sabanillas 1847-52 Local 43. Conchita C. Urubi 1835-56 Trinitario 44. Rosario C. San Anton 1844 Trinitario 45. San Isidro C. Sabanilla 1839-46 Trinitario 46. Santa Bárbara (Negrito) C. Las Moscas 1835-39 Villaclareño 47. Santa Isabel C. Sabanillas 1838 Local (Ntra. Sra. Dolores) 48. Sta. Rosalía S. San Antón 1836-40 Local 49. Sta. Teresa C. Matagua 1836-37 Trinitario 50. Soledad C. San Antón 1820 Trinitario 51. Candelaria H. Caunao 1746 Local 52. Caridad H. Caunao 1835-02 Local 53. Carolina H. Salado 1835 Local 54. Concepción H. Salado 1835 Villaclareño 55. Delicias H. Caunao 1833-37 Local 56. Dos Hermanos C. Limones 1839 Trinitario 57. Josefa H. Caunao 1835-38 Hab.-Mat. 58. Manuelita H. Salado 1835 Trinitario 59. Nta. Sra de Regla H. Caunao y Salado antes 1818 Local 60. Reglita H. Salado 1846-56 - 61. San Antonio H. Salado 1846-56 Hab.-Mat. 62. San Ignacio H. Salado 1835-42 Trinitaria 63. San Nicolás H. Salado 1836 Hab.-Mat. 64. Santa Marta H. Salado 1839 Local 65. Silverita H. Salado 1853 Trinitario 66. Amalia (Quita Calzones) H. Ciego Montero 1841-46 Villaclareño 67. Angel H. San Marcos 1847-53 Habanero 68. Californias R. Santa Oliva 1847-52 Local 69. Cuabillal H. Camarones 1855-56 70. Destinos H. Ciego Montero 1847-56 Hab.-Mat. 71. Dos Hermanas H. Las Cruces 1843-46 Local (Tumba Sacos) 72. Maguaraya C. Sta Rosa y C. Saltos 1851-56 Trinitario

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(Continuación)

FUNDACIÓN INGENIOS UBICACIÓN AÑOS PROCED. 73. Manacas H. Las Cruces 1847-55 (CAP.)Local 74. Santa Sabina C. Santa Rosa 1836-40 Local 75. Sacramento H. Las Cruces 1847 Local 76. San Antonio R. Salado 1850-58 - 77. San Isidro H. Las Lajas 1847-56 Villaclareño 78. Santa Catalina H. Las Cruces 1835-42 Hab.-Mat. 79. Santa Elena C. Santa Rosa 1851 Local 80. Santa Lucia H. Las Cruces 1847-53 Hab.-Mat. (San Joaquín) 81. Santa Susana H. San Marcos 1852 Hab.-Mat. 82. Trinidad H. San Marcos 1848 Local 83. Caridad H. Juraguá 1849 Hab.-Mat. 84. Cieneguita 1837 H. Alcarde Mayor Trinitario (Atrevidos) 85. Constancia C. Santa Lucía 1839 Local 86. Corrales H. Alcalde Mayor 1847-49 - (Asunción)87. Encarnación C. Santa Lucía 1855-58 Local 88, Esperanza R. San Segundo 1838-34 Local 89. Laberinto R. San Segundo 1820-24 Trinitario 90. Niña de Jibaru R. San Segundo 1834-44 Local 91. Reparador R. San Segundo 1838 Local 92. San Rafael R. San Segundo 1835-42 Local 93. Santa Rosalía C. Santa Lucía 1853 Local 94. Simpatía C. Santa Lucia 1840 Local

Fuente: Orlando García Martínez: ob. cit., pp. 153-155.

Nota: La numeración corresponde con el mapa siguiente.

210 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

A

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(Continuación)

Ingenios cienfuegueros en 1859.

Fuente: Orlando García Martínez: ob. cit., pp. 168-169.

211 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

A

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ANEXO No 15

Cantidad de ingenios cienfuegueros por partidos entre 1859 y 1860.

TRAPICHE CLASE DE TREN PARTIDOS INGENIOS VAPOR S JAMAICANO VACÍO Camarones 23 8 15 1 22 Cartagena 16 7 9 16 - Cumanayagua 11 7 4 11 - Padre Las Casas 15 11 4 15 - Sta. Isabel de las 17 6 11 16 1 YaguaramasLajas 12 9 3 12 - Totales 94 48 46 71 23

Fuente: Carmen Guerra Díaz e Isabel Jiménez Lastre: ob. cit., p. 58.

Cantidad de ingenios cienfuegueros por partidos en 1861.

PARTIDOS INGENIOS

Camarones 26 Cartagena 18 Cumanayagua 12 Padre Las Casas 16 Santa Isabel de las Lajas 17 Yaguaramas 13 Total 102

Fuente: Carmen Guerra Díaz: “Sobre la crisis esclavista en la antigua región de Cienfuegos”, Islas, (85): 133-148, UCLV, 1986, p. 138.

212 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

A

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ANEXO No 16

Ingenios cienfuegueros entre 1859 y 1860.

FUERZA CLASE DE CABALLERÍAS PARTIDOS INGENIOS MOTRIZ TREN CAÑA OTROS 1. Andalucía Buey Jamaiquino 4 12 2. Angelita Vapor Vacío 50 50 3. Candelaria Buey Vacío I 3 4. Caridad Jam. Vacío 10 20 5. Caridad Jam. Vacío 10 20 6. Caridad Jam. Vacío 10 50 7. Concepción Jam. Vacío 5 15 8. Divertido Jam. Vacío 15 25 9. Flora Vapor Vacío 25 75 10. Esperanza Buey Vacío 10 26 11. Hormiguero Vapor Vacío 25 25 Camarones 12. Las Vueltas Buey Vacío 10 16 13. Maguecito Buey Vacío 1 4 14. Palma Sola Vapor Vacío 25 35 15. Recurso Vapor Vacío 30 20 16. Rosario (Majagua) Buey Vacío 5 19 17. San Antonio Buey Vacío - - 18. San Francisco Buey Vacío 20 40 19. San Esteban Vapor Vacío 10 25 20. San José Vapor Vacío 25 35 21. Santa Isabel Vapor Vacío 15 35 22. Vista Alegre Buey Vacío 10 14 23. Vista Hermosa Buey Vacío 10 14 24. Consejo Buey Jamaiquino 5 19 25. Cristalina Vapor Jamaiquino 25 55 26. Dolores Buey Jamaiquino 3 14 27. Dolorita Buey Jamaiquino 4 26 28. El Tanteo Vapor Jamaiquino 20 40 29. La Cabaña Buey Jamaiquino 2 8 30. La Caoba Buey Jamaiquino 10 20 31. La Estrella Vapor Jamaiquino 20 70 Cartagena 32. La Luisa Buey Jamaiquino - 24 33. Las Mercedes Buey Jamaiquino 4 - 34. La Soledad Buey Jamaiquino 5 19 35. Lequeitio Vapor Jamaiquino 25 35 36. Parque Alto Vapor Jamaiquino 15 65 37. San José Vapor Jamaiquino 15 25 38. Santa Beatriz Buey Jamaiquino 10 20 39. Vista Hermosa Vapor Jamaiquino 20 40

213 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

A

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(Continuación)

FUERZA CLASE DE CABALLERÍAS PARTIDOS INGENIOS MOTRIZ TREN CAÑA OTROS 40. Buena Vista Vapor Jamaiquino 20 20 41. Caledonia Vapor Jamaiquino 20 80 42. Cantabria Buey Jamaiquina 12 28 43. Conchita Vapor Jamaiquino 15 - 44. Rosario Vapor Jamaiquino 25 45 Cumanayagua 45. San Isidro Buey Jamaiquino 15 85 46. Santa Bárbara Vapor Jamaiquino 20 53 47. Santa Isabel Buey Jamaiquino 10 90 48. Santa Rosalía Vapor Jamaiquino 25 75 49. Santa Teresa Buey Jamaiquino 15 25 50. Soledad Vapor Jamaiquino 40 58 51. Candelaria Buey Jamaiquino 20 50 52. Caridad Buey Jamaiquino 10 55 53. Carolina Vapor Jamaiquino 60 76 54. Concepción Vapor Jamaiquino 10 40 55. Delicias Vapor Jamaiquino 20 27 56. Dos Hermanos Vapor Jamaiquino 20 15 57. Josefa Vapor Jamaiquino 6 54 Padre Las Casas 58. Manuelita Vapor Jamaiquino 30 40 59. Ntra. Sra. Regla Vapor Jamaiquino 15 31 60. Reglita Buey Jamaiquino 8 3 61. San Antonio Vapor Jamaiquino 16 42 62. San Ignacio Vapor Jamaiquino 6 39 63. San Nicolás Vapor Jamaiquino 30 30 64. Santa Marta Vapor Jamaiquino 10 20 65. Silverita Buey Jamaiquino 8 7

214 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

A

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(Continuación)

FUERZA CLASE DE CABALLERÍAS PARTIDOS INGENIOS MOTRIZ TREN CAÑA OTROS 66. Amalia Buey Jamaiquino 10 50 67. Angel Buey Jamaiquino 10 23 68. California Buey Jamaiquino 4 19 69. Cuábillal Buey Jamaiquino 2 70. Destinos Buey Jamaiquino 2 14 71. Dos Hermanos Vapor Jamaiquino 20 10 72. Maguaraya Buey Jamaiquino 4 19 Santa Isabel 73. Manacas Vapor Jamaiquino 27 23 74. Santa Sabina Buey Jamaiquino 10 40 de las Lajas 75. Sacramento Buey Jamaiquino 6 34 76. San Antonio Buey Jamaiquino 4 17 77. San Isidro Vapor Jamaiquino 10 14 78. Santa Catalina Vapor Jamaiquino 20 40 79. Santa Elena Buey Jamaiquino 5 55 80. Santa Lucía Buey Jamaiquino 8 16 81. Santa Susana Vapor Vacío 60 124 82. Trinidad Vapor Jamaiquino 12 83. Caridad Vapor Jamaiquino 12 138 84. Cieneguitas Vapor Jamaiquino 20 20 85. Constancia Vapor Jamaiquino 30 20 86. Corrales Vapor Jamaiquino 3 4 87. Encarnación Buey Jamaiquino 25 35 88. Esperanza Vapor Jamaiquino 10 20 Yaguaramas 89. Laberinto Vapor Jamaiquino 20 40 90. Niña de Jibaru Vapor Jamaiquino 25 75 91. Reparadora Vapor Jamaiquino 10 20 92. San Rafael Buey Jamaiquino 3 13 93. Santa Rosalía Buey Jamaiquino 10 16 94. Simpatía Vapor Jamaiquino 20 20

Fuente: Orlando García Martínez: ob. cit., pp. 58-60.

Nota: La numeración corresponde con el mapa siguiente.

215 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

A

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(Continuación)

Ingenios cienfuegueros entre 1859 y 1860.

Fuente: Orlando García Martínez: ob. cit., pp. 168-169.

216 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

A

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ANEXO No 17 Ingenios cienfuegueros en el período de 1830 a 1861.

1. Andalucía 35. La Estrella 69. San Nicolás 2. Angelita 36. La Luisa 70. Santa Marta 3. Candelaria 37. Las Mercedes 71. Silverita 4. Caridad 38. La Soledad 72. San Rafael 5. Caridad 39. Lequeitio 73. Amalia 6. Caridad 40. Parque Alto 74. Angel 7. Concepción 41. San José 75. California 8. Divertido 42. Santa Beatriz 78. Cuabilla 9. Flora 43. Vista Hermosa 77. Destino 10. Esperanza 44. Gloria 78. Dos Hermanas 11. Hormiguero 45. Son Lino 79. Maguaraya 12. Las Vueltas 46. Buena Vista 80. Manacas 13. Magueicito 47. Candelaria 81. Santa Sabina 14. Palma Sola 48. Cantabría 82. Sacramento 15. Recurso 49. Conchita 83. San Antonio 16. Rosario Majagua 50. Rosario 84. San Isidro 17. San Antonio 51. San Isidro 85. Santa Catalina 18. San Francisco 62. Santa Bárbara Negrito 86. Santa Elena 19. San Esteban 63. Santa Isabel 87. Santa Lucía 20. San José 54. Santa Rosalía 88. Santa Susana 21 Santa lsabel 55. Santa Teresa 89. Trinidad 22. Vista Alegre 56. Soledad 90. Caridad 23. Vista Hermosa 57. Candelaria 91. Cieneguita 24. Mercedes 58. Caridad 92. Constancia 25. Andreita 59. Carolina 93. Corrales 26: Santa Ana 60. Concepción 94. Encarnación 27. Lomitas 61. Delicias 95. Esperanza 28. Consejo 62. Dos Hermanos 96. Laberinto 29. Cristalina 63. Josefa 97. Niña de Jibarú 30. Dolores 64. Manuelita 98. Reparador 31. Dolorita 65. Ntra. Señora de Regla 99. San Rafael 32. El Tanteo 66. Reglita 100. Santa Rosalía 33. La Cabaña 67. San Antonio 101. Simpatía 34. La Caoba 68. Son Ignacio 102. San Francisco

Fuente: Carmen Guerra Díaz e Isabel Jiménez Lastre: ob. cit., pp. 64-66.

Nota: La numeración corresponde con el mapa siguiente.

217 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

A

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(Continuación)

Ingenios cienfuegueros en el período de 1830 a 1861.

Bahía de Cienfuegos

Mar caribe

Fuente: Carmen Guerra Díaz e Isabel Jiménez Lastre: ob. cit., p. 73.

218 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

A

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ANEXO No 18

Ingenios destruidos por la “Tea incendiaria” en 1869.

1. La Soledad 12. Santa Rosalía 23. Mercedes 2. Flora 13. Barcelona 24. La Belén 3. Hormiguero 14. La Encarnación 25. La Gabriela 4. Divertido 15. San Francisco 26. La Luisa 5. Rioja 16. Conchita 27. San Antonio 6. Santa Isabel 17. San Nicolás de Maleza 28. La Floresta 7. La Rosita 18. San Isidro 29. Santa Inés 8. La Gloria 19. Santa Isabel 30. Mercedes 9. El Negrito 20. Caridad 31. Santa Bárbara 10. Santa Teresa 21. Cantabria o EI Niño 32. Palma Sola 11. Juraguá 22. Caridad 33. Buena Vista

Fuente: Carmen Guerra Díaz, Emma S. Morales Rodríguez y Danilo Iglesias: “El desarrollo económico-social y político de la antigua jurisdicción de Cienfuegos entre 1877 y 1887”, Islas, (80): 133-177, UCLV, enero-abril, 1985, p. 162.

Ingenios destruidos por la “Tea incendiaria” en la década de 1870.

Se mantiene la lista anterior y se le suman los siguientes: 34. El Destino 39. Amalia 44. La Estrella 35. Vista 40. California 45. Cantabria 36. Dos Hermanos 41. Manacas 46. Andalucía 37. Santa Beatriz 42. Candelaria 38. Santísima Trinidad 43. Cristalina

Fuente: Carmen Guerra Díaz e Isabel Jiménez Lastre: ob. cit., pp. 67-68.

Fincas y potreros cienfuegueros destruidos a consecuencia de la “Tea incendiaria” en 1878.

1. Lagunitas (finca) 5. San Francisco (potrero) 2. Minerva (finca) 6. Palmaritas (potrero) 3. Quemado de las vacas 7. Naranjito (potrero) (potrero) 8. Santa Isabel (potrero) 4. Los Mangos (potrero) 9. San Isidro (potrero)

Fuente: Carmen Guerra Díaz, Emma S. Morales Rodríguez y Danilo Iglesias: ob. cit., p. 163.

219 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

A

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ANEXO No 19

Ingenios cienfuegueros entre 1877 y 1878.

EXT. SUPERF. CULTIVO ALQUILADOS PARTIDOS INGENIOS (Caballerías) (Caballerías) ESCLAVOS Y LIBRES 1. Altamira - - - - 2. Andalucía 45 16 26 - 3. Andreíta - - - - 4. Angelita - - - - 5. Caridad 35 5 28 - 6. Cometas - - - - 7. Divertido 45 20 35 8 8. Donación - - - - 9. Flora 80 30 70 32 10. Hormiguero 40 25 100 90 11. Las Vueltas 47 17 140 32 Camarones 12. Mercedes 92 14 156 54 13. Palma Sola 75 30 92 - 14. Portugalete 21 14 88 8 15. Recurso 104 16 95 - 16. Rioja 30 14 21 16 17. San Esteban 40 15 26 21 18. San Francisco 35 15 91 - 19. Santa Isabel 56 16 54 50 20. Teresa 65 15 70 - 21. Victoria 60 15 40 25 22. Vista Alegre - - - - 23. Vista Hermosa 29 14 86 39 24. Cristalina 70 10 65 27 25. Estrella 110 20 56 29 26. Fantés 130 50 192 123 Cartagena 27. J. de Jabacoa 57 14 73 24 28. Purísima Concepción 55 55 219 43 29. San Antonio 43 15 100 - 30. San Lino 47 20 102 37 31. Buena Vista 48 12 38 45 32. Celedonia 80 30 21 - 33. Conchita - - - - Cumanayagua 34. Rosalía 15 15 150 - 35. Rosario - - - - 36. Santa Teresa 50 15 78 1 37. Soledad 117 27 180 -

220 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

A

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(Continuación)

EXT. SUPERF. CULTIVO ALQUILADOS PARTIDOS INGENIOS (Caballerías) (Caballerías) ESCLAVOS Y LIBRES 38. Alegría 30 10 23 60 39. Amparo 10 7 50 15 40. Candelaria 71 30 55 - 41. Caridad 62 18 107 46 42. Carolina 150 60 34 48 43. Concepción 10 10 79 - 44. Dos Hermanos 95 76 216 25 Padre las 45. Josefa 58 18 83 33 46. Juanita 22 10 18 41 Casas 47. Manuelita 94 70 260 - 48. Regla - - - - 49. Reglita 38 8 42 1 50. San Antonio 65 20 160 3 51. San Ignacio 36 16 48 21 52. San Nicolás - - - - 53. Santa Marta 37 24 80 22 54. Silverita 20 17 59 24 55. Esperanza 29.5 27 89 19 56. Reparador 47 20 89 31 57. Constancia - - - - 58. Laberinto - - - - 59. Cieneguita 90 20 80 50 Yaguaramas 60. Santa Rosalía 33 16 57 16 61. Jiviagna 400 30 97 52 62. Encarnación 80 20 108 17 63. Adela 20 1.5 - - 64. Donastilla 40 5 12 15 65. Armantina 40 12 66 - 66. Caracas 55 30 198 97 67. San Isidro 55 16 84 45 68. Santa Catalina 60 30 204 - 69. Dos Hermanas 63 15 68 30 Santa Isabel de 70. Sacramento 40 15 70 20 71. Maguaraya 20 4 23 17 las Lajas 72. Manacas 39 14 56 17 73. Amalia 40 15 102 - 74. Santa Elena 40 10 30 10 75. Adelaida 47 7 35 16 76. Destino 13 5 9 12 77. San Agustín - 20 113 19

Fuente: Carmen Guerra Díaz, Emma S. Morales Rodríguez y Danilo Iglesias: ob. cit., pp. 164-171.

221 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

A

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ANEXO No 20

Población esclava cienfueguera por partidos entre 1877 y 1878.

ESCLAVOS ESCLAVOS PARTIDOS EXISTENTES EN INGENIOS Camarones 2 115 1 218 Cartagena 1 277 807 Cumanayagua 949 467 Padre Las Casas 2 244 1 314 Yaguaramas 1 038 532 Santa Isabel de las 2 155 1 058 Lajas Totales 9 778 5 396

Fuente: Carmen Guerra Díaz, Emma S. Morales Rodríguez y Danilo Iglesias: ob. cit., p. 154.

Fuerza de trabajo distribuida en los ingenios cienfuegueros entre 1877 y 1878.

ALQUILADOS Y PARTIDOS INGENIOS ESCLAVOS LIBRES ASIÁTICOS Camarones 23 1 218 375 49 Cartagena 7 807 283 2 Cumanayagua 7 467 46 5 Padre Las Casas 17 1 314 339 127 Santa Isabel de las 13 1 058 283 105 Lajas Yaguaramas 10 532 200 92 Totales 77 5 396 1 526 380

Fuente: Carmen Guerra Díaz, Emma S. Morales Rodríguez y Danilo Iglesias: ob. cit., p. 152.

222 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

A

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ANEXO No 21

Ingenios cienfuegueros donde el trabajo esclavo es altamente utilizado entre 1877 y 1878.

PARTIDO INGENIO ESCLAVOS Padre Las Casas Manuelita 260 Padre Las Casas Dos Hermanos 216 Sta. Isabel de las Lajas Santa Catalina 204 Sta. Isabel de las Lajas Caracas 198 Cartagena Purísima Concepción 219

Fuente: Carmen Guerra Díaz, Emma S. Morales Rodríguez y Danilo Iglesias: ob. cit., 1985, p. 152.

Ingenios cienfuegueros donde se igualan los trabajos libre y esclavo entre 1877 y 1878.

ALQUILADOS PARTIDO INGENIO ESCLAVOS Y LIBRES Cumanayagua Buena Vista 38 45 Padre Las Casas Alegría 23 60 Padre Las Casas Carolina 34 48 Camarones Hormiguero 100 90 Camarones Santa Isabel 54 50

Fuente: Carmen Guerra Díaz, Emma S. Morales Rodríguez y Danilo Iglesias: ob. cit., p. 153.

223 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

A

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ANEXO No 22

Ingenios existentes en el período entre 1868 y 1890.

1. Altamira 27. J. de Jabacoa 53. Santa Marta 2. Andalucía 28. Purísima Concepción 54. Silverita 3. Andreita 28. San Antonio 55. Esperanza 4. Angelita 29. San Lino 56. Reparador 5. Caridad 30. Buena Vista 57. Constancia 6. Cometas 31. Caledonia 58. Laberinto 7. Divertido 32. Conchita 59. Cieneguita 8. Donación 33. Rosalía 60. Santa Rosalía 9. Flora 34. Rosario 61. Jiviagna 10. Hormiguero 35. Santa Teresa 62. Encarnación 11. Las Vueltas 36. Soledad 63. Adela 12. Mercedes 37. Alegría 64. Donantillo 13. Palma Sola 38. Amparo 65. Armantina 14. Portugalete 39. Candelaria 66. Caracas 15. Recurso 41. Caridad 67. San Isidro 16. Rioja 42. Carolina 68. Santa Catalina 17. San Esteban 43. Concepción 69. Dos Hermanas 18. San Francisco 44. Dos Hermanos 70. Sacramento 19. Santa Isabel 45. Josefa 71 Maguaraya 20. Teresa 46. Juaníta 72. Manacas 21. Victoria 47. Manuelita 73. Amalia 22. Vista Alegre 48. Regla 74. Santa Elena 23. Vista Hermosa 49. Reglita 75. Adelaida 24. Cristalina 50. San Artanio 76. Destino 25. Estrella 51. San Ignacio 77. San Agustín 26. Fontés 52. San Nicolás

Fuente: Carmen Guerra Díaz e Isabel Jiménez Lastre: ob. cit., pp. 69-70.

Nota: La numeración corresponde con el mapa siguiente.

224 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

A

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(Continuación)

Ingenios existentes en el período entre 1868 y 1890.

Bahía de Cienfuegos

Mar caribe Fuente: Carmen Guerra Díaz e Isabel Jiménez Lastre: ob. cit., p. 75.

225 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

A

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ANEXO No 23

Ingenios cienfuegueros convertidos en centrales entre 1884 y 1891.

PARTIDOS CENTRALES 1. Andreíta 2. Hormiguero Camarones 3. Teresa 4. Portugalete 5. San Francisco 6. San Lino Cartagena 7. Lequeitio 8. Parque Alto Cumanayagua 9. Soledad 10. Manuelita Palmira 11. Dos Hermanos 12. Constancia Yaguaramas 13. Cienaguita 14. San Agustín Lajas 15. Dos Hermanas 16. Caracas

Fuente: Carmen Guerra Díaz e Isabel Jiménez Lastre: ob. cit., p. 71.

Bahía de Cienfuegos

Mar caribe Fuente: Carmen Guerra Díaz e Isabel Jiménez Lastre: ob. cit., p. 76.

226 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

A

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ANEXO No 24

Centrales azucareros cienfuegueros en 1905.

1. Andreíta 11. Lequeitio 2. Aguada (M. Victoria) 12. Manuelita 3. Caracas 13. Parque Alto 4. Carolina 14. Perseverancia 5. Cieneguita 15. Portugalete 6. Constancia 16. San Agustín 7. Dos Hermanas 17. San Francisco 8. Dos Hermanos 18. San Lino 9. Hormiguero 19. Santísima Trinidad 10. Juraguá 20. Soledad

Bahía de Cienfuegos

Mar Caribe

Fuente: Portafolio Azucarero: Industria azucarera de Cuba. 1912-1914, Secretaria de Agricultura, Comercio y trabajo, Imprenta “La moderna poesía”, Habana, 1914.

227 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

A

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ANEXO No 25

Centrales azucareros cienfuegueros en 1940.

1. Andreíta 7. Parque Alto 2. Caracas 8. Perseverancia 3. Constancia 9. Portugalete 4. Covadonga 10. San Agustín 5. Hormiguero 11. San Francisco 6. Manuelita 12. Soledad

Fuente: René J. Castellanos Romeo: Evolución histórica de la distribución territorial de la producción azucarera, Instituto de Planificación Física, Dto. De Investigaciones, La Habana, noviembre-2001, t. II, anexos referidos a la provincia de Cienfuegos, mapa.

228 Tran DF sfo P rm Y e Y r B 2 B . 0

A

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ANEXO No 26

Centrales azucareros cienfuegueros fundadas en el siglo XIX y que se mantuvieron produciendo hasta el proceso de reestructuración de la Industria

Azucarera Cubana por parte del MINAZ a inicios del siglo XXI.

1. Peptito Tey (a. Soledad) 6. Ramón Balboa (a. San Agustín) 2. Guillermo Moncada (Constancia) 7. Ciudad Caracas (a. Caracas) 3. 14 de Julio (Manuelita) 8. Mal Tiempo (a. Andreíta) 4. Elpidio Gómez (Portugalete) 9. Marta Abreu (a. San Francisco) 5. Espartaco (a. Hormiguero)

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